Notas de la autora: Las intervenciones de los personajes estarán marcadas en rojo y mis comentarios en azul, como en la primera parte. XDD Espero que os guste, aunque parece que difícilmente superará la anterior. Esto se sitúa tres años después de la muerte de Deray, (Espero que la recuerden XD).
Advertencia de la autora: Este fic tiene mucha telenovelidad... empalagosiadad y cursilisidad(No, esto no existe xDDD Cursilería). Leedlo si queréis, pero os advierto que es lo más cursi que se haya podido ver. xDDD

THE TIME HAS COME; 2ª PARTE

Prólogo: Carta al pasado

¿Quién podrá retener el agua entre sus manos?
¿Quién, esclavizar al aire?
¿Quién puede alzar el vuelo batiendo las alas de plumas blancas?
¿Quién puede volver a ser como antes… cuando la huella sigue grabada a fuego en los ojos?
¿Quién puede recomponer su alma?
¿Quién, arrancar el amor que siente en su corazón?
¿Quién sanará su herida?
¿Quién le hará sonreír de nuevo?
¿Quién borrar las huellas de las lágrimas?
¿Quién…?

Las palabras resonaban en su mente… como impulsadas por una ligera brisa fresca…
Y entonces, abrió los ojos...


Aquellos ojos aguamarinos…

 

Capítulo 1: Déploit tes ailes

(Déploit tes ailes significa “despliega tus alas” Français… XDDD)

El sol se ponía con extremada lentitud.
Y él seguía allí. Como cada 29 de Septiembre. Como cada año.
Esperando escuchar aquella melodía.
El pelo azulado se dejaba mover por el viento, revolviéndose ante sus ojos verdes.
Pero a él no le importaba.
Kairi se asomó lentamente por la puerta que conducía a la pequeña isla del árbol del Poupu.
Kairi: Deray... ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué llegaste aquí alguna vez...?
Movió lentamente la cabeza, haciendo que uno de sus mechones pelirrojos se deslizara por sus mejillas, barriendo una pequeña lágrima.
Hacía más frío que el habitual. Y sin embargo, Riku seguía allí esperando. Como un fiel guardián. Sin rendirse. Y sin otro pensamiento que no fuera ella.
Ella y su sonrisa.
Ella y su voz.
Deray...
Los huesos empezaban a entumecer el cuerpo del muchacho. Sentía cómo el frío le penetraba en el cuerpo como cuchillas.
Pero eso ya no le importaba.
Sora: Kairi, ¿Quieres dejarle ya? Ya se ha puesto el sol. Sabes que no se moverá de allí hasta mañana.
Kairi: Totalmente abatido...
Sora: ¿Como?
Kairi: Nada, olvídalo
Sora: Venga, tengo hambreeeeeeee
Kairi: Solo piensas en eso, eh?
Sora: Ya ves. Un buen bocata de chorizo y... BUUUF!!
Kairi: Antes quiero pasar a ver a Deray
Sora: ¿Tú también con eso?
Kairi: Bueno... sólo un momento al mar, porfa
Sora: Estáa bien... tira...
Riku alzó los ojos a la luna que tenía enfrente de él.
Suspiró y se frotó los brazos.
Kairi y Sora dejaban algo en el mar y luego corrían a sus casas.
Algo brilló entre las olas y luego se apagó.
Él giró la cabeza. Vaho surgía de entre sus labios, que empezaban a tener un color morado.
Riku: No me moveré... no...
Estaba deseando volver a escuchar esa voz... y correr hasta la cueva... y encontrarla.
Ya era casi la medianoche. El corazón del chico latía desbocado, era casi el momento. La esperanza volvió a prenderse en su corazón… pero, como cada año… se apagaba al despuntar la mañana, en silencio… con sólo el sonido del mar en su cabeza.
Y, como cada año, Sora y Kairi lo encontraban sentado, con los ojos empañados y la desesperanza en cada una de sus facciones.
Sora: Ey, Riku!!! ¿Qué tal?(AJEM Tú que crees, SORAAJEM)
Riku: Perfectamente...
Sora: Claro, esa cara de amargado es la tuya habitual
Riku: Tú lo has dicho...
Kairi: ¿Has vuelto a esperarla?
Riku: ...
Sora: Ya es momento de olvidarla, ¿No crees? (Recuérdame que te pida ayuda cuando esté deprimida... xDDD)
Riku: No lo entiendes, Sora... Yo... no puedo olvidarla...

Sora y Kairi arrastraron a Riku hasta la playa, donde se sentaron en la arena.
No se puede decir a ciencia cierta cuánto tiempo estuvieron así, contemplando el mar. Pero, un instante… una imagen… bastó para que Riku gritara y se lanzara al agua.
Riku: ¡DERAY!
Sora: ¡Riku!
Kairi: ¿Qué haces?
El muchacho de pelo azulado se paró en seco.
Su rostro y sus ojos solo reflejaron desesperación y confusión cuándo sus amigos llegaron hasta él.
Kairi: ¿Qué pasa? ¿Qué has visto?
Riku: Deray… estaba allí… en el agua…
Sora: ¿Deray? Tierra llamando a Riku… cambio… ¿Me recibe?
Kairi: Sora, por favor…
Sora: De por favor nada… Ella está muerta, Riku… ¡Y tú lo sabes! (Ole con el tacto de Sora XDD)
Kairi cerró los ojos, esperando una reacción violenta por parte de Riku… pero esta nunca llegó.
Las lágrimas rodaron por el rostro del chico, pero parecía que no se daba cuenta.
Salió corriendo, hacia su casa, dejando a Sora y a Kairi solos.
Quería gritar, quería tirarse desde lo más alto… y luego echar a volar… pero no podía… tenía que seguir adelante… se lo había prometido a Deray…
Llegó corriendo, abrió la puerta y la cerró con un portazo.
Empezó a subir los escalones de tres en tres, pero tropezó y cayó rodando hasta el suelo…
Se quedó así, tumbado en medio de aquel silencio que le hacía un nudo en el alma.
Deray… Deray…
Se echó a llorar.
Sintió una cálida presencia a su lado, pero no quiso averiguar quién era, le daba igual.
¿?: ¿Por qué lloras… Riku?
Él alzó los ojos. Aquella voz…
Riku: ¡Deray! ¡Pero tú…!
Deray le puso un dedo en los labios. Su piel brillaba suavemente y el contacto fue intangible. Sólo sintió un pequeño calor.


Deray: No digas nada más… estoy aquí… Ahora duerme… y llora todo lo que quieras… - los ojos del chico se cerraron, pesadamente, dejándose llevar por el sueño – Pero… cuando despiertes… vuelve a ser el Riku de siempre… por mí...

 

Capítulo 2: Espejismo o… ¿Realidad?

Sora: ¡Riku! ¡Riku! ¡Despierta!
Él abrió los ojos lentamente.
Riku: ¿Dónde estoy?
Kairi: ¿Cómo que…? ¡En tu casa!
Riku: ¿Mi casa…?… - miró a su alrededor, somnoliento y, con un sobresalto, se puso en pie - ¡Deray!
Sora: No empieces…
Riku: No, no… antes de dormirme… la vi… y  me habló… está como siempre…
Kairi: Riku…
Sora: ¿Te has vuelto loco?
Riku: No. Ella estuvo aquí. A mi lado.
Kairi: Me alegro por ti, Riku.
Sora: ¡Kairi! ¡No le animes!
Kairi: No. Yo te creo, Riku
Riku: Gracias, Kairi
Sora: Sigo pensando que es un trastorno…
Kairi: Bueno, vamos a dar una vuelta… llevas durmiendo un buen rato… ya está atardeciendo.
Sora: Sí… luego Kairi se queja de que soy una marmota.
Kairi: Y lo mantengo
Sora: Mírala qué graciosa…

Riku andaba como un autómata, mientras sus amigos seguían hablando animadamente.
No daba crédito a lo que había visto… En verdad… ¿Había sido sólo un sueño?
Escuchó una risa a su espalda y se volvió.
Para encontrarse a Deray, andando a su lado y con una sonrisa de oreja a oreja.
Riku saltó, como impulsado por un resorte.
Kairi: ¡Lo sabía! ¡Era verdad!
Sora: Estoy soñando… No puede ser…
Riku: Os lo dije… ¡No era un sueño!
Kairi sintió que las lágrimas se agolpaban en sus ojos… unas lágrimas de felicidad.
Sora: Pero… pero…
Deray: Hola (Con su peaso sonrisa, claro XDD)
Riku se lanzó a abrazar a Deray pero, para su sorpresa, sus brazos traspasaron el cuerpo de la chica, como si nunca hubiese estado allí.
Se separó de ella, Deray lo miró entristecida, intentando conservar su sonrisa.
Deray: Yo… lo siento…
Kairi miró a Riku. Estaba como ido.
La ilusión… Deray se la había arrebatado tan rápido como se la había dado.
Kairi: ¿Por qué has vuelto?
Sora: ¿Qué eres ahora?
Deray: Soy un ser intangible… me han mandado aquí para pediros ayuda…
Sora: ¿Ayuda?
Deray: Sabéis que en la luz, siempre hay oscuridad… no importa cuantas veces se destruyan la una a la otra… siempre brillará algo… Y eso mismo pasa en el mundo donde vivo ahora.
Aquellas últimas palabras de Deray fueron pronunciadas casi con miedo. Tanteando y analizando cada palabra antes de pronunciarla.
Kairi: ¿Qué quieres exactamente?
Deray: Una grieta se ha abierto en nuestra imperturbable luz. Y de esa franja, brota una oscuridad inimaginable. Ya nadie está a salvo… y por eso necesitamos al elegido de la Llave-Espada
Riku: Así que… solo al Elegido…
Deray: ¡No, no quería decir eso! – se apresuró a decir Deray - ¡También te necesito!… digo… os necesitamos…
Riku notó aquel traspié. Sonrió un poco, recordando el pasado. El mismo del que había estado huyendo tanto tiempo.
Kairi: Pero… Necesitamos tiempo para preparar las cosas… y todo eso…
Deray: Tranquilos, el tiempo se detendrá aquí. Hasta que volváis, todo estará helado. Pero no os preocupéis por los demás, no lo notarán.
Riku: Podemos estar allí mucho tiempo
Deray: Creo que no tanto
Kairi: ¿No podéis pelear vosotros?
Deray: Sí… pero no cerrar la grieta.
Sora: Pero yo ya no tengo Llave-Espada
Deray: Eso tampoco es problema.
Hizo un gesto y la llave apareció en la mano del chico, con un resplandor.
Había esperado mucho tiempo volver a tenerla entre sus manos. Sonrió al volver a sentir su peso.
Deray: Para ti, Riku… este arma – apareció en su mano una espada con una hoja parecida al ala de un dragón – y, Kairi, para ti, este arco – brilló la forma ante los ojos de la muchacha pelirroja y, acto seguido, alargó el brazo para agarrar el arco.
Sora: Yo estoy listo.
Deray: Preparáos… creo que va a ser algo desagradable llegar.
La chica del cabello dorado cerró los ojos y juntó las manos. Hizo una especie de movimiento circular con ellas y las abrió en cruz.
El paisaje a su alrededor cambió completamente.
Era todo blanco. No se veía nada más.
Deray: Ahora viene lo peor
El suelo bajo sus pies se quebró con una sacudida y cayeron al vacío, sintiendo que el estómago luchaba por salir. (Esto es, como cuando en las montañas rusas te tiran por una cuesta muy empinada y a lo bestia)
Kairi gritó y se abrazó a Sora. Deray cerró los ojos, con una mueca de dolor.
Riku intentó ayudarla, pero sus brazos volvieron a rodear al vacío, recordándole una vez más que ella ya no era más que un recuerdo.
Apretó los puños con fuerza.


Hubo una parada en seco. Abrieron los ojos.

Capítulo 3: Audiencia con Miriel

Deray: Bienvenidos a Ever Light… mi nuevo mundo.
En verdad era todo brillante.
Todo celeste, con nubes flotando muy cerca de ellos, como una espesa niebla que no dejaba ver el suelo.
Los edificios estaban todos construidos de marfil y con formas majestuosas, picos, salientes y ventanas muy trabajadas.
Al fondo, se podía ver un edificio mucho más grande que los otros, que sobresalía con respecto a los demás. Más maravilloso y con más esplendor.
Pero una espiral negra perturbaba todo aquel mundo de luz. Una oscuridad grande y, en cierto modo, hermosa.
Los muchachos se quedaron con la boca abierta, mientras Deray les miraba con una mezcla de diversión y nostalgia.
Sora: Es increíble…
Kairi: Hay mucho silencio… ¿Qué pasa, Deray?
Deray: Todos se han guarnecido en el cuartel-palacio. Ese que se ve al fondo. Nuestra reina y capitana se llama Miriel… ella me mandó a por vosotros. Seguidme, os llevaré hasta ella. Pero imitad todo lo que yo haga… si no, nos descubrirán.
Riku miró otra vez a la chica que, años antes había sido alguien asustado y débil. Parecía que aquella aura que iluminaba su cuerpo delicado la hiciera más fuerte. Ahora sabía que no podía protegerla… ella había aprendido a valerse sola y no lo necesitaba para nada. Bajó la mirada y no reaccionó hasta que Kairi le propinó una patada que por poco le rompe el peroné. (Kairi, que bruta XDDD)
Se deslizaron por los edificios, pegándose a ellos lo máximo posible. En cada esquina, Deray miraba a todos lados, con una mirada suspicaz y temerosa. Les hacía un gesto y seguían adelante.
Así, hasta que llegaron a las puertas del palacio.
Abrió una hermosa chica, de rasgos agradables, pero duros.
Chica: ¿Quién va?
Deray: Soy Deray. Traigo a los que nos ayudarán.
La chica pasó su mirada de Deray a Sora y, de este a la Llave.
Se retiró y les dejó pasar.
El edificio era aún más hermoso visto desde dentro.
Había millares de columnas y arcos de medio punto por todos lados.
Puertas, ventanas y varios cuadros y estatuas de seres alados se extendían ante sus ojos. Una visión sobrecogedora.
En el fondo de la sala, había un trono tallado y, en él, un ángel. Era una imagen hermosa.
Su cuerpo estaba moldeado a la perfección, y toda ella estaba inspirada en eso.
Deray: Es Miriel, nuestra reina y capitana – dijo por lo bajo a Riku.
Este se descubrió mirando intensamente a Deray. En verdad seguía siendo como antes. Sus manos delgadas y de dedos largos y estilizados, sus labios color carmín y sus ojos agua marina.
Su cuerpo había adoptado aquella postura traviesa y de confidencia que tanto le gustaba y que, solía poner cuando le susurraba algo.
Miriel: Pasad, humanos… sois bien recibidos en Ever Light
Riku la miró bien. Miriel era perfecta. Pero, por mucho que la mirase, sabía que para él, nunca podría ser como Deray.
Riku: Oye, Deray… esto… - se apresuró a decir para que volviera a susurrarle al oído. (Que listo, el Riku XDD)
Deray: Dime…
Riku: ¿Dónde está todo el mundo?
Deray: Miriel tiene habitaciones para todos. Detrás de esas puertas se abren pasillos con infinidad de ellas… es muy fácil perderse, está diseñado para que los que intentan saquear o matar, se pierdan.
Riku: ¿Tú también estás en una de esas?
Deray: Todos vivíamos fuera. Pero, con el ataque de la oscuridad, me parece que también me tendré que alojar ahí…
Riku: ¿Y nosotros?
Deray: Os dejaré sitio en la mía.
Miriel: Deray… ¿que tramas?…
Deray se puso colorada al instante y se volvió hacia su superiora, que la miraba con una sonrisa burlona.
Deray: Es… que… bueno… yo…
Miriel: ¡Silencio!
Deray: ¡SÍ! – ella se puso recta al instante, mirando por encima de la corona de luz de Miriel.
Riku fulminó a Miriel con la mirada.
Riku: Con todo el respeto, señora. Deje en paz a Deray… no tiene la culpa de ser tímida… en las Islas lo era… y por ser transparente, su interior no ha cambiado.
Miriel: Por lo que veo… la quieres…
Las mejillas de Riku se tornaron de un color rojo.
Riku: Sí… ¿Algún problema?
Miriel se echó a reír. Y Riku se puso furioso. Deray le miró agradecida. Puso una mano en su hombro y le hizo un gesto con la cabeza para que se tranquilizase.
Miriel: Hay muchos problemas, chico… Como ese que es… déjame que te lo diga sin causarte traumas… ella está M-U-E-R-T-A y tú NO.
Kairi: Sora, haz algo… esto está yendo demasiado lejos…
Sora: ¿Qué quieres que haga?
Riku no dijo nada más. Dio media vuelta y se encaminó a la puerta que le llevaba de nuevo al principio de Ever Light.
Miriel: Estúpido chiquillo... Deray, tráelo aquí inmediatamente... si supiera lo que hay ahí fuera no se habría movido.
Deray escapó, más que salió de aquella prisión de marfil y luz.
Sora: Tiene carácter, la pajarita... ¿Eh, Kairi?
Kairi: ¡Chist!
Miriel: Volviendo a ti, Elegido, te he hecho llamar para encomendarte una misión. Quiero que acabes con la oscuridad de este Ever Light y cierres la grieta oscura.
Sora: Lo haré, alteza
Miriel: Así me gusta… os recompensaré bien
Kairi: ¿No puede hacer que Deray vuelva a la vida?
El ángel se volvió a la muchacha, como si acabara de percatarse de su presencia.
Miriel: ¿Quién eres tú para decirme quién debe vivir y quién no?
Kairi: Yo soy Kairi
Miriel: Ese poder no está en mi mano, de todas formas.
Sora: Pero Riku...
Miriel: Tú limítate a cerrar la grieta.
Sora: Seh, señora...
Ahora fue Miriel la que fulminó con la mirada.
Miriel: Mañana, os llamaré para que comencéis vuestra misión.


Hizo un gesto y desapareció de la sala.

Capítulo 4: Antes de empezar la misión

Deray: Siento mucho lo que ha pasado, Riku
El chico se dio la vuelta, sobresaltado.
Se había sentado en las escaleras, ante la gran puerta de entrada.
Riku: No tienes por qué disculparte.
Deray: Oh, claro que sí. Soy una cobarde… me defendiste y yo no hice nada cuando ella… ella… te dijo… bueno… ya sabes
Riku tragó saliva antes de decir, con un esfuerzo sobrehumano:
Riku: Que estás muerta.
Deray: Eso…
Los dos clavaron la vista en el suelo, pensando el uno en el otro, pero sin atreverse a hablar.
Deray: En realidad… sólo necesitábamos a Sora… no sé por qué Miriel quiso traeros también a vosotros…
Riku: Tan inocente como siempre, Deray…
Deray: ¿Cómo?
Riku: ¿No ves que quiere hacerte daño?
Deray: Ella también ha sufrido mucho… Kisara me lo dijo…
Riku: ¿Y por eso tiene que atormentarte a ti? Eres demasiado buena, Deray
Deray: Sé su problema… y quiero perdonarla… pero…
Riku: ¿Qué?
Deray: Aunque la pague mil veces conmigo y me haga todo el daño que pueda, no la odio… solo la compadezco… porque, en el fondo… ella es igual que yo…
Riku: ¿Igual? – resopló – tú no eres tan estúpida.
Deray rió.
Deray: No me refería a eso, tonto…
Riku la miró, sin comprender. Cuando la niña iba a añadir algo, Sora y Kairi aparecieron, saliendo por la gran puerta.
Kairi: Esa tía me cae peor que una patada en la barriga…
Sora: No te digo cómo me cae a mí…
Deray sonrió un poco, bajo la mirada de Riku.
Ella se volvió a Riku, con un guiño cómplice, encontrando los ojos dulces de Riku clavados en ella. Se ruborizó un tanto.
Deray: Os enseñaré mi habitación. Ahí está la comida, hay que prepararse para la batalla…
Sora: ¡Menos mal! ¡Con el hambre que tengo!
Kairi: ¡Y yo!
Riku: Pues no perdamos tiempo. Cuanto antes terminemos, mejor.
Kairi: Si tú lo dices…
Agarró a Deray del brazo, pero ella también agarró al vacío…
Kairi: Perdón…
Deray: No importa. No pasa nada.
Deray abrió una de las puertas, una que tenía inscrita un extraño símbolo.
Un pasillo blanco estaba ante ellos. La fantasma les guió por pasillos curvos y llenos de majestuosidad. Pasaron ante un jardín con flores de tonos claros, muy extrañas, pero hermosas y atrayentes.
Al fin, llegaron a una puerta con otros símbolos grabados.
Deray: Es arcaico – explicó, como leyendo los pensamientos de sus amigos – el de la primera puerta era una “D”, estamos organizados por nombre… y aquí, pone Deray.
Kairi: Es muy curioso… pero las letras son preciosas…
Deray: Es lo que más me gusta en este país…
La empujó suavemente y apareció un pequeño cuarto, amueblado ricamente. Una cama al fondo, una ventana con un arco de herradura, una mesa con hojas y plumas de ave encima era lo más notable.
Deray: Sora y Kairi, podéis dormir en la cama… Riku, si entras, pues también, si no…
Riku: No me importa dormir en el suelo
Sora: Está acostumbrado
Riku: Tú te callas…
Kairi: Bueno, parad los dos…
Deray: No habéis cambiado desde… aquel día…
Sora: Anda que tú... no has crecido... ahora eres más bajita ¡JAAAAAAA!
Deray: Ugh... eso ha dolido...
Kairi: Pero este está más gordo... Dan ganas de cogerle los cachetes y... ¡Bolli, bolli!
Sora: ¡Kairi, suéltame!
Deray: Es verdad... – intentó agarrar a Sora, pero una vez más, sus dedos le traspasaron. El rostro de Deray se ensombreció.
Sora: B-bueno... estar muerto también tendrá sus cosas buenas, ¿No, Deray?
Deray: ...... Sí.... quizá...
Riku: ¿Podemos hablar de otra cosa?
Deray: ¡Hagamos un dibujo se Sora Bolli-Bolli!
Sora: Por Dios, ponedme otro apodo... Riku ayúdame
Riku: ¿Por qué, Bolli-Bolli?


Sora: Meu deu...

Capítulo 5: No

Pasos en medio de la noche.
El goteo del líquido...
Eso despertó a Riku.
La habitación estaba tenuemente iluminada por una pequeña vela que casi se había consumido.
Sora y Kairi dormían plácidamente. Sora rodeaba la cintura de ella, atrayéndola hacia él.
Riku sintió una punzada de celos. ¿Por qué el no podía abrazar a Deray?
Riku: ¿Deray?
El escritorio estaba vacío.
Sobre él, una de las plumas descansaba sobre una hoja en la que había algo garabateado.
Lo cogió y se acercó a la consumida vela.
Era un dibujo.
El rostro de Riku podía adivinarse como en una fotografía. Salvo por el manchón de tinta que se había caído. A su lado, escrito con la letra de Deray se leía: Riku.
El muchacho no entendía muy bien qué pasaba allí.
Acercó la vela al escritorio.
Estaba totalmente encharcado con tinta negra.
Riku: ¿Qué ha pasado aquí?
Cogió una carpeta negrísima. Daba la sensación de que alguien había derramado varios tinteros sobre él a posta.
La abrió con cuidado.
Entre la tinta, unas fotos que él conocía muy bien.
Aquellas que Sora le había dado cuando Deary murió.
Y un collar en forma de dragón entre las fotos.
Identificó el mismo brillo que había visto la otra noche en el mar. No sabía por qué. Pero era seguro que era ese mismo brillo.
Riku: ¿Deray?
Abrió la puerta lentamente.
El jardín estaba completamente en silencio.
Miró a su alrededor.
Las pisadas de unos pies descalzos surgían ante sus ojos gracias a una sustancia negruzca.
La tinta.
Riku salió corriendo. Algo tenía que haber pasado a Deray.
Y entonces escuchó aquella voz.
Miriel: ¡Lo hice por que me dio la gana!
Deray: ¡No tenía derecho a hacerme esto! ¡Son mis recuerdos!
Miriel: ¿Prefieres permanecer aquí añorando a ese humano?
Deray: ... No... ¡Pero no quiero olvidarle para siempre! ¡Además yo...!
Miriel: No digas que le quieres
Deray: Le quiero
Miriel: No puedes quererle... sólo eres un ser intangible... no tienes sentimientos
Deray: ¡Claro que los tengo!
Miriel: Son sólo una proyección de los que tenías en vida.
Deray: ¡Eso no es verdad! Yo... aún siento...
Miriel: ¿Amor? Es algo estúpido si él está vivo
Riku escuchó un grito de dolor.
Deray: ¡¡Cállate!! ¡¡No quiero oírte!! ¡¡Déjame!! ¡¡Vete!!
Miriel: Tú no vas a ser más que yo... ni mucho menos. En nada. Ni siquiera en el amor. Si yo no pude es injusto que tú sí.
Deray: Calla... que te calles...por favor...
Miriel: No te servirá de mucho guardar tus recuerdos ahora. Cuando los destruyas serás la Deray que fuiste cuando entraste aquí. Despreocupada, alegre y, sobre todo... libre por no estar sufriendo por él.
Deray: Me da igual sufrir... yo... Riku...
Miriel: Cuando termine la misión... lo olvidarás todo... y podrás ser feliz, Deray... confía en mí
Riku: ¡¡NOOOOOOOOOOO!!
Se lanzó sobre la imagen de Miriel, que se volvió un segundo, llamada su atención por aquel grito.
Miriel: Muy feliz, Deray...
Y desapareció.
Riku corrió hacia Deray, que seguía encogida sobre sí misma, llevándose las manos a la cabeza.
Sus hombros se movían lentamente. Estaba llorando.
Deray: Fuera... fuera... vete ya... déjame tranquila...
Riku: Deray... estoy aquí... no te preocupes.
La abrazó con fuerza. Y esta vez no la atravesó. Estaba ahí.
Riku la abrazó con más fuerza, eufórico.
Riku: Deray...
Deray: ¿Qué... está pasando...?
Riku: Te quiero... te quiero
La besó con fuerza, sintiendo como ella se quedaba paralizada.
Deray: Riku... yo...
Riku: Por favor... sólo por esta noche... te quiero...
Deray sintió sus caricias. Cerró los ojos.
Ciertamente no era un sueño... allí estaba.
Sintió como la tumbaba suavemente en el suelo. (SÍ. Esta vez Riku si intenta hacer algo raro xD)
Suavemente sus caricias y besos.
Y ella abrió los ojos
Deray: ¡¡NO!!
Empujó a Riku a un lado. Su piel volvió a ser transparente y brillante.
Riku: Pero... Deray...
Intentó apoyar su mano en sus mejillas, pero esta vez sí que la atravesó.
Deray: Si lo haces... sufrirás mucho más... dejemos las cosas como están...
Riku: A mí tampoco me importa sufrir.
Deray se puso en pie rápidamente.
Deray: Olvida esto... sólo ha sido un sueño... ya has sufrido suficiente por mi culpa.
Corrió hacia la habitación, dejando a Riku solo, y un camino de huellas negras en la oscuridad.
Sonido de lágrimas cayendo.
Pasos en medio de la noche.


Y Riku volvió a quedar dormido.

Capítulo 6: Kisara y el comienzo de la misión

Chica: ¡Arriba todo el mundo! ¡Vamos! ¡No hay tiempo!
Sora: Mamiiii... cinco minutitos más...
Kairi: No quiero ir al coleeeeeeeee...
Chica: ¡Vamos! ¡No hay tiempo!
El contacto del agua fría sobre los chicos hizo que dieran un salto de la cama.
Sora: ¡¡LA (Censuradoo xDD) DE OROS!! (Qué bestia... hay que ser vasto)
Una niña de no más de 10 años, de tez blanca, pelo negro y ojos del mismo color los miró, cruzándose de hombros.
Chica: Os he dejado armaduras y demás para que luchéis... ¿Os dieron las armas, imagino?
Sora: Seeeeh, señora
Chica: No me gustaría matarte antes de empezar la batalla
Kairi: ¿Quién eres?
Kisara: Me llamo Kisara. No hace falta que me digáis vuestros nombres. Deray me ha hablado  de vosotros. Anoche vino a verme ¿Dónde está el otro?
Sora: ¿Riku?
Kisara: Sí, ese mal nacido... (Otra: Qué vastica, la pobre, pero que vasta...)
Kairi: ¿Qué habrá hecho ya?
Kisara: Nada... sólo que como le pille le mato
Kairi: Am... x_x
Kisara: ¿Seguro que este es el elegido de la llave espada? Pareces muy blandengue
Sora: EJEM... parezco...
Kairi: Aunque tampoco es tan fuerte...
Sora: Kairi...
Kairi: Me llamo
Kisara: Dejo que peleéis tranquilos. Vestios y luego id a la sala principal. Hay un rastro de pisada, seguro que no os perdéis.
Kisara: Por cierto... mucha suerte
Sora y Kairi: ¡Gracias, Kisara!
Sora: ¡¡¡NOOOOO!!! Mis pantalones se han manchado de tintaaaa!!

Riku despertó poco a poco.
Los pies de una chica estaban ante él.
Riku: ¡¡Deray!!
Intentó abrazarse a esas piernas (No penséis nada raro...... ejejejeje), pero se estrelló contra el suelo (Se quedaría como el “Cuñaoo” xDDD)
Kisara: No soy Deray, jovencito
Riku: ¿jovencito?
Kisara: Oye, que tengo 101970 años, para tu información
Riku: o_O! Te conservas bien...
Kisara: Toma tu ropa, vístete y ya puedes esperar aquí un rato a que lleguen los demás. Pero no te confíes mucho que casi no hay tiempo y te pueden pillar literalmente en bolas...
Riku: No lo podría haber captado mejor
Kisara: Eso espero
Riku: Gracias... Oye... Kisara...
Kisara: ¿Um?
Riku: ¿Qué le pasó a Miriel?
Kisara: No es asunto tuyo
Riku: No, pero quiero ayudar a Deray...
Kisara: Ella en vida se enamoró de un muchacho... pero cuando murió... se fue con otra... nunca ha querido olvidarlo...
Riku: Y por eso la toma con Deray...
Kisara: ¿No lo entiendes?
Riku: No... (Cortito, el pobre)
Kisara: Le recuerdas a ese chico.  Y siente rabia porque te acuerdas de Deray y la quieres con toda tu alma.
Riku: Eso quería decir con... “Si yo no pude, es injusto que tú sí”
Kisara: Esta niña se valora demasiado... si es que ya lo dije yo...
Riku: Gracias, Kisara...
Kisara: No me las des... sólo mantente alejado de Deray
Riku: ¿Cuántas veces me lo van a tener que repetir?
Kisara: Tantas veces como mis años
Riku: Em... ¿Cuántos tenías? (Te vacila, Kisara, te vacila)
Kisara: No me vaciles o te capo (Uy, me leyó... a, no, que escribo yo xD)
Riku: -.-... Ok

La sala se llenó al poco tiempo (No, Riku ya estaba vestido).
Sora, Kairi, Riku y Deray avanzaron hacia el trono de Miriel.
Allí estaba ella, con una espada blanca en su mano.
Parecía mucho más hermosa que nunca... pero a la vez mucho más arrogante.
El cuerpo de Deray temblaba más a cada paso que daba. Temía acercarse a aquella mujer.
Kisara: Señora, aquí tiene a sus guerreros...
Miriel: Serán suficientes para esta misión... no creo que tengamos ninguna baja... y si se da el caso – miró a Deray fijamente y ella apartó la mirada – no pasará nada.
Riku intentó decir algo, pero se detuvo justo a tiempo.
Miriel: Id hasta el centro del agujero oscuro. Y encended la luz. De los rayos surgirá la blanca ilusión para ella. Tomadla y vuestros ojos volverán a la oscuridad.
Sora: Encima con acertijos... lo que nos faltaba
Miriel: No te hablo a ti. Me refiero a Deray... ella me entiende.
Sora se volvió a ella, pero Deray clavó sus ojos en el suelo.
Miriel: ¡Vamos! ¡Id!
Kisara los acompañó hasta la salida del palacio.
Puso algo en manos de Deray, quién sonrió con pesadez, a la vez que asentía.
Se alejaron, caminando poco a poco... lentamente. Reteniendo alguna vez que otra, sus pasos para mirar atrás.
Sora: Parece muy fácil.
Riku: ES muy fácil... algo está tramando...
Kairi: Vamos, no penséis eso...
Deray: Kairi... gracias, es muy bonito...
Kairi se giró, sobresaltada... Deray alzó su mano, de ella pendía el collar con forma de dragón.
Deray: Nos va a servir más de lo que pensábamos.
Kairi no comprendió. Sólo acertó  a sonreír.
Riku miró a Deray a los ojos.
Riku: Cuenta conmigo hasta el final.
Su voz sonó extrañamente seca y  hueca.
Pero ella no se extrañó. No podía pedirle más... ni que la comprendiera... que la olvidara... no tenía sentido hacerlo. Porque no haría caso.


Deray: Desearía volver allí...

Capítulo 7: Batalla

Deray agarró con fuerza el collar y, juntando sus manos sobre su pecho, cerró los ojos.
Hubo una tremenda luz cegadora.
Y, cuando esta se extinguió, un hermoso y enorme dragón plateado los miraba con aquellos ojos verdes, llenos de sabiduría.
Kairi: ¡Dios mío!
Sora: ¡Es... genial!
Se escuchó una explosión y de pronto,  la espiral oscura creció y de ella comenzaron a salir sincorazones.
Sora empuñó su llave-espada con fuerza.
Deray: ¡No hay tiempo! ¡Subid al dragón!
Las calles comenzaron a llenarse de sombras, que avanzaban implacables hacia ellos.
Todos subieron. Menos Deray. Se quedó allí, quieta.
Riku: ¡Deray! ¡Vamos!
Deray: No... – el dragón comenzó a mover las alas – esta es mi batalla... este es mi mundo... cerrad la oscuridad... selladla mientras yo me encargo de estos.
Kairi: Sólo es necesario que vaya Sora... ¡Te ayudaremos!
Deray: ¡No!
La enorme criatura rugió y se elevó en el aire.
La mano derecha de la chica rubia comenzó a brillar, hasta que se formó una bella lanza de marfil, de hoja afilada y de extraño tallado.
Deray: Venid a por mí
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Sora: ¿Cómo se da la vuelta a este bicho?
Kairi: No lo intentes, Sora, no puedes con él...
Riku: Pero...
Kairi: Era su decisión... quizá no fuera lo mejor... pero respétala...
El aire frío cortaba sus rostros y azotaba sus cabellos.
Era una imagen sobrecogedora.
El dragón, reluciendo sus plateadas escamas,  avanzando hacia un agujero negro. Y a sus espaldas, destellos de luz y vapor negro.
Unos seres negros alados cayeron en picado sobre ellos.
Riku rajó a uno con su espada, mientras Kairi tensaba su arco y clavaba una saeta con increíble puntería en el pecho de uno de ellos.
Sora: Esa es la suerte del principiante.
Kairi: Ja... ja... ¬¬
Sora bloqueó a uno y lo hizo retroceder. Cuando se volvió a lanzar sobre el dragón, se topó con la llave-espada.
Sora: si es que soy un máquina...
Riku: ¡Sora! ¡Mejor busca esa maldita cerradura! Deray no aguantará mucho
Sora: Sí, sí...
Kairi: ¿Pero es que puede morir otra vez?
Riku:... No lo sé...
Tras unos minutos que a los  chicos les pareció una eternidad, Sora alertó a todos.
Sora: ¡Ahí está! ¡La cerradura!
Riku: ¿Y a qué esperas?
Como reaccionando a este grito, de la llave surgió un rayo dorado que golpeó la cerradura.
Se escuchó un “Crac”
Y, poco a poco, la oscuridad se fue extinguiendo. Y el dragón también volvía a ser el colgante.
Kairi: ¡No! ¡Ahora no!
Sora: Ay, Dios... Kairi te quiero mucho...
Kairi: Y yo...
Riku: Deray...
Perdieron la conciencia mientras caían, sin siquiera notar cómo las alas blancas de un ángel los rodeaban y los dejaba cuidadosamente en el suelo.

 

 Capítulo 8: Siempre en mi mente

Voces hablando pausadamente. Sin prisas... como si el tiempo no existiera.
Kairi despertó, irguiéndose como impulsada por un resorte.
Riku y Sora ya estaban en pie y estaban junto a una especie de cama.
La chica pudo distinguir una mano cubierta de arañazos y sangre entre sus compañeros.
Kairi: ¡Deray!
Riku: No te acerques...
Pero Kairi le hizo a un lado de un empujón.
El rostro de Deray... aquel rostro hermoso y apacible estaba ahora deformado por los arañazos, heridas y quemaduras. Congelado en una terrible mueca de dolor. Al igual que su cuerpo, sus manos crispadas, como aquel ojo que podía abrir... el otro estaba cegado.
Deray: Kairi...
Su voz sonaba extrañamente ronca y gastada.
Kairi: ¿Qué te han hecho?
Deray: Ya estoy muerta... así que no puedo morir... pero las heridas perduran... siempre... ahora soy...
Riku: Sigues siendo Deray...
Deray: No... ese eco ya se desvaneció... mírame... ¿Hay algo de ella en este monstruo?
Riku no pudo mirarla directamente a la cara. Pero aferró una de sus manos.
Riku: Veo... sólo una carcasa vieja y arrugada por el tiempo... Pero la Deray que yo quiero... está sepultada bajo ella. Y yo la ayudaré a salir.
La besó en los labios cortados. Y sabía que la traspasaría, pero aún así, lo hizo.
Deray: Es... verdad... soy yo...
Sora: Has tardado en darte cuenta.
Cuando Kisara llegó para llevárselos, los encontró a todos apoyados en Deray, como en una fotografía, en un abrazo infinito.
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Kisara no miró atrás mientras guiaba a los tres chicos por las calles de Ever Light.
El sonido de la canción de Deray resonaba en sus oídos. Solo el recuerdo... su voz actual era ronca y desagradable.
Kisara: Era tan bonita...
Riku: Sigue siendo muy bonita
Kisara: Si tú lo dices...
Sora: Al final no hemos tenido ni recompensa ni nada... podría habernos dado un palote al menos...
Kairi: Y este...
Riku: Creo... que sé cuál es la recompensa...
Kisara: ¿Si?
Riku sólo sonrió.
Kairi: Entonces Miriel no era tan mala, a fin de cuentas
Kisara: Era la influencia de la esfera negra. Los ángeles también nos sentimos tentados a veces... y esa esfera ayudó a que el odio que cegaba a nuestra reina se manifestara en toda su fuerza.
Sora: Entonces...
Kisara: Entonces tendréis vuestra Deray de siempre.
Riku: Ojalá la pudiera ver una última vez...
Kisara sonrió enigmáticamente.
Se vio una explosión de luz y, acto seguido el sonido de unos cascabeles.
Y de nuevo... su voz...
The time has come...
I know I know
MY time has come…

 

Epílogo: Deray…

Los rasgos de una mujer se dibujan corriendo entre las calles.
Su pelo dorado se enreda a sus espaldas.
Han pasado ya 6 años...
Para él había sido un fuerte golpe mientras mantenía sujeto su volante y luego, nada.
Negro.
La sensación del vacío.
La luz.
Y unos pies descalzos.
Alza la vista y distingue la figura.
Unas enormes alas blancas se dibujan tras ella, que le mira con incredulidad.
Deray: ¿Riku?
Riku: He vuelto... te perdí dos veces... nunca más...
Corren el uno hacia el otro y se funden en un abrazo.
Deray: Cuando me volvía tangible... era porque aceptaba que seguías en mi corazón... cuando ya no lo era, no lo aceptaba... lo siento...
Riku: ¿Por qué me dices eso... ahora?
Deray: Porque siempre estuviste en mi mente... siempre en mi corazón
Riku: Deray...

Se oye hablar de un canto de mujer
nadie la ha podido ver
la leyenda habla de una voz sin piel
desde el cielo llora y sin querer
deja lágrimas caer
cuando llueve todos dicen que es Deray
 
La voz de la tristeza es Deray
 
Deray... Deray...
 
Nadie estuvo en el amanecer
de los tiempos pero creen
que la luna alli se enamoró de él...  
dice el viento que ella se acercó
tanto que su rostro ardió
y por eso esconde su dolor Deray
 
La cara oculta de la luna es Deray
 
Deray...Deray...Deray...
amor letal, que canta para no llorar
 
La luna canta para él
amanece y cuentan que
en los días de calor
el sol muere de pasión
el mar son lágrimas que hizo llover
la voz de la tristeza Deray
 
Deray... Deray...Deray... 
amor letal, que canta para no llorar
Deray... Deray... Deray... 
Amor letal, que canta para no llorar

Deray...
(Deray, Rosana (Lunas rotas) La canción que me inspiró para este personaje xD)

FIN

Espero que os haya gustado esta segunda parte, (Aunque yo veo mejor la primera). La escribí porque cogí cariño a Deray y no quería puñetearla tanto xD

*(En memoria /3-Noviembre-2006.../Yo también te quería)