[Port Royal] Princesa por sorpresa

Prólogo de Sito y Mentos

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Nell » Mié Ago 27, 2014 5:27 pm

La mujer se cruzó de brazos y escuchó las explicaciones de las chicas, asintiendo y frunciendo el ceño a casi cada minuto, incapaz de quedarse quieta.

Bla, bla, bla. Sí, ya lo he pillado. Creéis que es una hermanita de la caridad, ¿no? La gente como ella con dinero, poder y contactos no brinda oportunidades a la casta baja por placer o compasión. Os echará al final del día al mismo sitio de donde venís, de eso no me cabe ninguna duda. ¿O ha sido diferente con vosotras y se ha interesado mínimamente por vuestra vida, o vuestro nombre? ―enarcó una ceja y las miró alternativamente―. Debo suponer que no. Hay una razón detrás de esa falsa bondad y voy a descubrirla. Para eso, necesito que se revele como la auténtica arpía que probablemente es, mirándonos a todas desde lo alto de ese trono.

»Mi propuesta sigue en pie y os la explicaré. Aunque respecto a vuestras preguntas, he de decir que tengo mi propio hogar y que estaba en mitad de una «investigación» cuando uno de los mayordomos me vio, vestida como una pordiosera. Por lo tanto, deduciréis que no tengo nada que perder, al contrario que vosotras. ¿Y si hacemos un trato mejor? Me demostráis lo que sabéis hacer y yo os consigo techo y comida diarios ―sonrió.

Entonces, vibró una campanilla por toda la sala. Las invitadas se giraron al lugar de su procedencia, el trono de Coli. La reina la había agitado, tosiendo con la cabeza bien alta para llamar la atención. Pese a todo, fue Abraham (que estaba a su lado) quien dio el anuncio:

Princesas ―les llamó Abraham ―. A propuesta de la reina Coli, vamos a celebrar un concurso de belleza. Los criados os repartirán papeletas para que escribáis en ellas el nombre de la dama más hermosa de la sala. ¡Y que gane la más preciosa de todo Port Royal!

¡Qué oportuno! Precisamente, de eso quería hablaros: el concurso de belleza. ¿Creéis que será justo? ¿Que ganará realmente la más bella? ¡Si todas las presentes solo conocemos a la anfitriona! ―se carcajeó―. Sospecho que la buenaza de nuestra reina va a trucar el concurso. ¿Qué tal si se lo impedís? Estoy impaciente por ver cuál será vuestra postura al final de todo este asunto.

Y con un gesto de despedida, les dio la espalda y fingió ignorarlas, aunque comprobarían más tarde que solía tener un ojo encima de ellas, vigilando qué decidían hacer.

Los criados comenzaron a pasar con urnas, papeles, plumas y tinteros para que las invitadas anotaran el nombre de la ganadora en estos y lo metieran en las urnas. Según se iban llenando, Coli y Nico comprobarían que llevaban las cajas al vestuario, donde las dejaban para ir a por unas nuevas. Hasta que no estuvieran todas no empezaría el recuento.

No era difícil ver el movimiento de los criados. Y había suficiente follón de princesas para que nadie notara que se colaban en la sala, pudiendo estar en ella hasta varios minutos. Siempre y cuando no fueran lo suficiente fieles a la reina Coli como para darle el chivatazo de la traición de una princesa.
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Mentos » Mar Sep 02, 2014 11:14 pm

Mientras las chicas intentaban convencer a la misteriosa mujer, ella lo único que hacía era asentir de brazos cruzados, esperando a que acabaran de una vez con sus argumentos.

Bla, bla, bla. Sí, ya lo he pillado. Creéis que es una hermanita de la caridad, ¿no? La gente como ella con dinero, poder y contactos no brinda oportunidades a la casta baja por placer o compasión. Os echará al final del día al mismo sitio de donde venís, de eso no me cabe ninguna duda ―obviamente no le faltaba razón. Tarde o temprano volverían a su marginal vida― ¿O ha sido diferente con vosotras y se ha interesado mínimamente por vuestra vida, o vuestro nombre? Debo suponer que no. Hay una razón detrás de esa falsa bondad y voy a descubrirla. Para eso, necesito que se revele como la auténtica arpía que probablemente es, mirándonos a todas desde lo alto de ese trono.

»Mi propuesta sigue en pie y os la explicaré. Aunque respecto a vuestras preguntas, he de decir que tengo mi propio hogar y que estaba en mitad de una «investigación» cuando uno de los mayordomos me vio, vestida como una pordiosera. Por lo tanto, deduciréis que no tengo nada que perder, al contrario que vosotras. ¿Y si hacemos un trato mejor? Me demostráis lo que sabéis hacer y yo os consigo techo y comida diarios ―finalizó con una sonrisa.

Sin duda el pacto sonaba muy bien, demasiado bien como para ser cierto. Pero era obvio que ella no era una persona normal y corriente. Escondía probablemente más secretos que Coliflor, y eso llevaba sus pros y sus contras al aceptar seguir su cruel juego.

Pero tenían que decir algo ya. Si llevar a cabo la broma o contarle a Coliflor la traición que se iba a realizar próximamente. Colibritany meditó profundamente, rozando un estado de trance ancestral.

Nico, quizás… debamos aceptar. No me fío de ella pero míranos ahora. Decidimos ir aquí, arriesgando todo, y funcionó. Y eso fue porque hicimos caso a nuestros corazones. A lo mejor es hora de volver a hacerlo. Esta fiesta, este sueño… no durará para siempre, tía. Es hora de jugar al juego de la vida y cambiar nuestro destino de una vez ―reflexionó Colibritany mientras ofrecía un amigable rostro a su fiel compañera.

Una campana sonó de repente, interrumpiendo la íntima situación. Su sonido retumbó por toda la totalidad de la amplia sala. Todas las princesas dedicaron su atención hacia el punto de donde surgía: el trono de la reina.

«Qué pasa ahora».

Princesas ―dijo Abraham con la reina a su lado, que era la que agitaba el sencillo instrumento―. A propuesta de la reina Coli, vamos a celebrar un concurso de belleza. Los criados os repartirán papeletas para que escribáis en ellas el nombre de la dama más hermosa de la sala. ¡Y que gane la más preciosa de todo Port Royal!

¡Qué oportuno! Precisamente, de eso quería hablaros: el concurso de belleza. ¿Creéis que será justo? ¿Que ganará realmente la más bella? ¡Si todas las presentes solo conocemos a la anfitriona! ―rió de forma perturbadora―. Sospecho que la buenaza de nuestra reina va a trucar el concurso. ¿Qué tal si se lo impedís? Estoy impaciente por ver cuál será vuestra postura al final de todo este asunto.

Tras su declaración, dio una vuelta de 180 grados y se alejó de las lindas damas.

Colibritany observó cómo los distintos criados iban de un lado hacia otro, de forma ajetreada, entregando a las princesas variados utensilios ―como plumas y papeles― para otorgar su voto. Ella también consiguió una pluma y un tintero a rebosar.

Asimismo, pudo ver que, una vez finalizaba una princesa de escribir su voto, debería introducirlo en una urna. Ésta se dejaría, una vez llena su capacidad, en el vestuario donde se cambiaron anteriormente.

Nico, si vamos a hacer esto hay que ser rápidas como un hipopótamo. Voy a necesitar de tu… ayuda. ¿Estás dispuesta a jugártela conmigo? Voy a necesitar o que vigiles fuera o que me ayudes a reescribir los votos. No estás obligada si no quieres.

Mientras esperaba la respuesta de Nicoxa, siguió vigilando su alrededor para comprobar el movimiento de los sirvientes. Además atisbó fugazmente como la misteriosa mujer miraba cual sería el desenlace.

Coli decidió adentrarse en la sala una vez quedara poca gente por votar, para poder manipular así la mayor cantidad de votos posibles. Una vez salió uno de los criados tras depositar su caja llena de votos, se introdujo en la sala arrastrándose sigilosamente por el suelo como un gusano.

Cuando pudo meterse en ella ―con o sin Nicoxa― empezó a vaciar todas las cajas y abrir las papeletas. Si en el papel ponía «Coli», simplemente añadiría «britany» al final. Y si estaba escrito «Princesa» o derivados, tacharía y pondría «Colibritany».

Al finalizar, Colibritany abandonaría la sala disimuladamente a no ser que ocurriese algún improvisto.
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".

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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Sito » Sab Sep 06, 2014 3:27 pm

Cuando terminó de hablar se dio cuenta de que la mujer de verde no le dio demasiada importancia a lo que decían: se cruzó de brazos y se limitó a asentir a menudo con una cara que demostraba que lo que estaba escuchando no era lo que quería oir.

Bla, bla, bla. Sí, ya lo he pillado. Creéis que es una hermanita de la caridad, ¿no? La gente como ella con dinero, poder y contactos no brinda oportunidades a la casta baja por placer o compasión. Os echará al final del día al mismo sitio de donde venís, de eso no me cabe ninguna duda. ¿O ha sido diferente con vosotras y se ha interesado mínimamente por vuestra vida, o vuestro nombre? ―eso era cierto, Coliflor no había dado un trato especial a Nicoxa ni a Colibritany―. Debo suponer que no. Hay una razón detrás de esa falsa bondad y voy a descubrirla. Para eso, necesito que se revele como la auténtica arpía que probablemente es, mirándonos a todas desde lo alto de ese trono.

»Mi propuesta sigue en pie y os la explicaré. Aunque respecto a vuestras preguntas, he de decir que tengo mi propio hogar y que estaba en mitad de una «investigación» cuando uno de los mayordomos me vio, vestida como una pordiosera―otra vez igual. Hasta entonces Nicoxa sólo podía hacer conjeturas, ya que no conocía a todas las invitadas y nada era seguro. Pero en esta ocasión también trajeron a esta chica al confundirla con una mendiga o algo peor. Eran tantos casos ya que pondría la mano en el fuego y no se quemaría si dijera que absolutamente todas las invitadas tenían orígenes parecidos―. Por lo tanto, deduciréis que no tengo nada que perder, al contrario que vosotras. ¿Y si hacemos un trato mejor? Me demostráis lo que sabéis hacer y yo os consigo techo y comida diarios ―finalizó con unas palabras que tardaron en asimilar. La miró con los ojos abiertos como platos y se llevó una mano a la cara para acariciarse la nariz.

Lo que la mujer les proponía era algo duradero, una nueva forma de vida. Hoy estaban viviendo un respiro ―con algunas complicaciones― pero la fiesta no iba a durar eternamente, y cuando acabe tendrán que volver a buscarse la vida como unas marginadas.

También podía ser una trampa, aunque la fiesta de hoy podía serlo también y aun así allí estaban. Y esa chica era evidente que no era como el resto, ¿podrían fiarse de ella?

Colibritany pareció despertar de una mística situación astral cuando se dirigió a ella:

Nico, quizás… debamos aceptar. No me fío de ella pero míranos ahora. Decidimos ir aquí, arriesgando todo, y funcionó. Y eso fue porque hicimos caso a nuestros corazones ―Nicoxa se puso la mano derecha en el pecho mientras la escuchaba―. A lo mejor es hora de volver a hacerlo. Esta fiesta, este sueño… no durará para siempre, tía. Es hora de jugar al juego de la vida y cambiar nuestro destino de una vez ―terminó con una sonrisa que podía reconfortar a cualquiera. Pensaba igual que ella sobre lo que estaba pasando, y había que dar una respuesta a la desconocida ya.

Es cierto, esto no durará demasiado ―pensaba que quizás harían luego una fiesta del pijama y se podría alargar un poco más, pero no mucho. Le parecía una chorrada decir eso en voz alta―. Esto... a ver, tienes razón, creo que tenemos que jugárnosla si queremos cambiar nuestra forma de vida.

Su última palabra casi no pudo oírla salir de sus labios, ya que la interrumpió una campana que sonó por toda la sala. Casi todas las chicas de la sala, incluidas Coli y Nico, dirigieron su atención a la persona que la había tañido, que no era otra que Coliflor. Estaba tosiendo mientras la movía.

«¡¿Se está atragantando?!».

Era evidente que no, ya que había parado de toser y Abraham ―que estaba justo a su lado― les comunicó cómo avanzaría la fiesta.

Princesas ―dijo para llamar la atención de las rezagadas―. A propuesta de la reina Coli, vamos a celebrar un concurso de belleza. Los criados os repartirán papeletas para que escribáis en ellas el nombre de la dama más hermosa de la sala. ¡Y que gane la más preciosa de todo Port Royal!

¡Qué oportuno! Precisamente, de eso quería hablaros: el concurso de belleza. ¿Creéis que será justo? ¿Que ganará realmente la más bella? ¡Si todas las presentes solo conocemos a la anfitriona! ―Nicoxa asintió. No tenía ningún sentido hacer un concurso si no se conoce el nombre de todas las invitadas―. Sospecho que la buenaza de nuestra reina va a trucar el concurso. ¿Qué tal si se lo impedís? Estoy impaciente por ver cuál será vuestra postura al final de todo este asunto.

Se despidió de ellas y se alejó un poco. Nicoxa la seguía observando con cara neutra y se dio cuenta de que la mujer las miraba de reojo de cuando en cuando, atenta a su posible reacción.

Los criados empezaron a moverse para dar comienzo a la fase de votación: entregaron a cada mujer un papel, pluma, tinteros... y urnas donde depositar los votos.

Cuando una urna se llenaba era trasladada a los vestuarios. Era muy sencillo ver cada cuanto tiempo entraba un criado, y dejaban a menudo la sala sin vigilancia durante algunos minutos. Esta era su oportunidad de seguir el plan de la desconocida.

Nico, si vamos a hacer esto hay que ser rápidas como un hipopótamo. Voy a necesitar de tu… ayuda. ¿Estás dispuesta a jugártela conmigo? Voy a necesitar o que vigiles fuera o que me ayudes a reescribir los votos. No estás obligada si no quieres.

Su amiga se alejó un poco para vigilar a los criados cuando terminó de hablar. Nicoxa tenía claro lo que quería hacer. No iba a hacer falta que moviera su larga cabellera para llegar a una conclusión.

Se acercó a Colibritany y le cogió una mano mientras la miraba fijamente.

Estamos juntas en esto, recuérdalo. No voy a permitir que hagas esto sola, yo también quiero cambiar nuestro futuro. Coliflor quiere hacer trampas en el concurso, y encima en uno de belleza, no me puedo quedar quieta.

»Lo mejor es que te ayude a reescribir los votos. Ahora mismo hay demasiados y es posible que no te dé tiempo a ti a modificar los suficientes. Confío en que si alguien tenga intención de meterse en el vestuario la chica rara esa intervenga, después de todo parece que ella es la que más ganas tiene de que hagamos esto.

Siguió a Colibritany por la sala y observó cómo su amiga optó por un inteligente movimiento de arrastrarse por el suelo que recordaba mucho al de un gusano. Su amiga se introdujo en la habitación. Nicoxa quería hacer algo mas instantáneo, ya que esa forma de arrastrarse no era suficientemente rápida, así que optó por entrar rodando como si fuera un barril. Así se desplazaría más deprisa a ras del suelo y nadie se fijaría en ella.

Juntas vaciaron las urnas y empezaron a reescribir los votos como unas locas. Como la cumpleañera se llamaba "Coli" lo más sencillo era añadir un "Britany" y hacer que ganara su amiga.

Cuando terminaron, antes de salir Nicoxa miró preocupada a Coli.

Si todo sale bien vas a salir ganadora, ¿no estás nerviosa de lo que podría pasar?
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Nell » Dom Sep 07, 2014 7:19 pm

El plan era sencillo: colarse y trucar las papeletas. Y fácil. Los criados no les prestaban atención y seguían con su movimiento por toda la habitación, insistiendo a las participantes y yendo una por una para asegurarse de que todas habían votado. Por lo tanto, les habría bastado con situarse cerca de la puerta y colarse tras la salida de uno de ellos.

Sin embargo, cayeron en el error de querer ser discretas en una sala llena de personas… rodando y arrastrándose por el suelo. Las princesas sintieron los cuerpos bajo ellas, y se retiraron para hacerles el pasillo (sobre todo en el caso de Nico), quejándose y alucinando de las cabriolas fuera de etiqueta. ¡Para una vez que eran invitadas en el alto standing, alguien la liaba!

No llegaron a entrar en la habitación, porque un criado se acercó para ver el barullo que se había formado y fue rápido al ponerse frente a la puerta, bloqueándola.

Lo siento, no pueden pasar. Esta es la habitación del recuento.

Tuvieron que descartar el plan y ver cómo los criados se llevaban la última urna al interior de la habitación. Tras un rato de espera, en el que podrían hablar o continuar con la fiesta, salió Abraham con un sobre. Se acercó a la reina y se lo entregó, antes de anunciarles a todas:

Princesas, ha finalizado el recuento. Le cedo la palabra a nuestra reina, quien proclamará a la ganadora.

La niña del trono desgarró el sobre y desplegó el papel con ansia. Cuando vio lo que había escrito, se le iluminó la cara de emoción y se levantó saltando, exaltante de felicidad y olvidada de todo decoro.

¡Gané, gané! ―se carcajeó Coli―. ¡Cómo no! ¡Soy la reina! Frente a unas… pordioseras. ¡Uy, quise decir, princesas! ―sonrió maliciosamente. Algunas invitadas acompañaron a su risita, nerviosas, porque no parecía una metedura de pata accidental―. La más bella de Port Royal… Sí, y decían esas que no valía nada… ―acabó murmurando, casi para sí.

»Ahora, que continúe la fiesta… ¡princesas!

Después de aquel breve lapsus tras el concurso, en el que algunas invitadas aprovecharon para acercarse a Coli y darle la enhorabuena (de paso, hacerle la pelota), el ritmo de la fiesta volvió a su cauce normal. A ninguna le olía bien el resultado, pero a nadie más que a Coli y Nico les importaba. Qué más daría quién era la más bella, si tenían un banquete entero para comer.

Y así ganan los malos ―describió la mujer extraña que les había incitado a cambiar los votos, acercándose de nuevo a ellas―. Probablemente esté a punto de echarnos. Ya tiene lo que quería: una fiesta de cumpleaños, con regalos, «amigas» y la victoria. Y yo también. Escuché de un criado que nuestra preciada Flor no es muy querida entre los círculos más selectos. Por su carácter, por su próxima bancarrota… ―se encogió de hombros―. Por eso todo este paripé absurdo. Sin invitadas, no hay fiesta.

»Os dije que nuestro trato consistía en que me demostrarais qué sabéis hacer. Estoy un poco decepcionada por el resultado, pero… ¡ha sido francamente divertido! ―se desternilló de risa, recordándolas a ambas arrastrándose por el suelo como si eso fuera sigiloso―. Sois rarísimas. Y me gustan las aprendizas así, por lo que cumpliré mi parte del trato: os daré un nuevo hogar.

»Pero no aquí. Acompañadme fuera. O venid cuando queráis, si tenéis algo que os quede por hacer ―les avisó―. Y cuidado con los guardias. Si creen que abandonáis la fiesta, os obligarán a cambiaros. Contadles alguna mentira… salvo que prefiráis vuestra otra ropa.

La mujer, que por cierto todavía no se había presentado, se escurrió entre las invitadas hacia la salida, sin pasar por el vestidor. Allí, apostados a cada lado de la puerta, había dos guardias uniformados. Esta se acercó a hablar con ambos, y algo acertado les tuvo que decir porque la dejaron pasar.
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Sito » Dom Sep 21, 2014 10:53 pm

Parecía estar despertando de un mal sueño.

Aún no habían entrado en la habitación donde se encontraban las urnas con los votos. Mientras Nicoxa rodaba con dificultad por el suelo debido al gran número de princesas de la sala, pudo escuchar quejas sobre sus extraños movimientos y su poca clase de la boca de las invitadas.

«Qué delicadas me han salido. Parece mentira que vengan de donde vienen».

Para colmo los movimientos de las mujeres al apartarse y sus comentarios atrajeron a uno de los criados, que se interpuso entre la puerta y ellas.

Lo siento, no pueden pasar. Esta es la habitación del recuento.

Nicoxa estaba sorprendida y roja de furia. Su plan era arriesgado, y había fallado. Ya no podían entrar ni trucar los votos. Resignadas, Coli y ella se apartaron de la puerta mientras miraban como metían la última urna en el interior. Estaba muy cabreada consigo misma, ¿cómo pudo creer que rodando por el suelo como una pirada no llamaría la atención?

Quizás hubiese llegado a una idea más acertada de haber tenido más tiempo para pensar. Pero era algo tan urgente que hizo lo primero que se le vino a la cabeza.

Suspiró. Aquello le serviría de lección. La próxima vez no será tan impulsiva, o al menos eso se dijo a si misma.

Bueno... ―empezó a decir dirigiéndose a Colibritany― No ha salido bien al final. Hemos arriesgado y hemos perdido. Encima ahora ganará Coliflor, y ganar de esa forma... me irrita tanto que me cortaría una uña aquí mismo.

Poco después de su extraña queja, Abraham apareció con un sobre mientras caminaba hacia la joven consentida.

Princesas, ha finalizado el recuento. Le cedo la palabra a nuestra reina, quien proclamará a la ganadora.

Nicoxa se sentó donde pudo a la vez que apoyaba su cara sobre su mano, simulando aburrimiento.

Madre mía qué suspense, quién ganará eh... ―farfulló.

En cuanto la reina abrió el sobre perdió toda la clase que había tenido hasta entonces, mostrando una actitud algo infantil.

¡Gané, gané! ¡Cómo no! ¡Soy la reina! Frente a unas… pordioseras. ¡Uy, quise decir, princesas! ―sonrió intentando disimular su error. Un error que no sentó bien a Nicoxa y que además parecía haber cometido a drede―. La más bella de Port Royal… Sí, y decían esas que no valía nada… ―finalizó en un tono mas bajo.

»Ahora, que continúe la fiesta… ¡princesas!


«¿Esas? Me pregunto a quién se referirá».

Nicoxa se levantó y contempló el panorama de la fiesta: había un claro descontento con el resultado, aunque nadie le daba tanta importancia como Nico y Coli. A fin de cuentas ellas se jugaban mucho más. Despejó su mente comiendo algo de lo que había en el banquete y fue hacia su amiga.

Vaya, al final ha ganado ella. Qué sorpresa, ¿verdad? ―le preguntó con un tono irónico― Deberíamos buscar a la tipa de verde, a ver qué opina de todo esto.

Nico se giró y comprobó que no haría falta buscar a nadie: ella misma estaba acercándose a donde se encontraban.

Y así ganan los malos. Probablemente esté a punto de echarnos. Ya tiene lo que quería: una fiesta de cumpleaños, con regalos, «amigas» y la victoria. Y yo también. Escuché de un criado que nuestra preciada Flor no es muy querida entre los círculos más selectos. Por su carácter, por su próxima bancarrota… ―estaba claro que la chica había hecho bien sus deberes. No le extrañaba mucho que el resto de ricos no se llevara bien con ella, después de todo hacer una fiesta en la que está invitada gente polémica, pobre, marginal... Una cosa era ser excéntrica y otra ser una derrochadora sin cuidado―. Por eso todo este paripé absurdo. Sin invitadas, no hay fiesta.

»Os dije que nuestro trato consistía en que me demostrarais qué sabéis hacer. Estoy un poco decepcionada por el resultado, pero… ¡ha sido francamente divertido!
―empezó a desternillarse. Nicoxa no pudo evitar sonreír y, al poco, comenzar a reír también: debió ser una escena realmente chistosa si se miraba desde otro punto de vista. Era tan ridículamente gracioso...―. Sois rarísimas. Y me gustan las aprendizas así, por lo que cumpliré mi parte del trato: os daré un nuevo hogar.

Los ojos de Nicoxa se iluminaron y juntó sus manos sobre sus pechos en un gesto esperanzador. No habían logrado cambiar el resultado del concurso pero, por lo visto, si habían logrado cambiar sus vidas. Tampoco sabía que significaba lo de "aprendiza" pero sonaba realmente bien.

»Pero no aquí. Acompañadme fuera. O venid cuando queráis, si tenéis algo que os quede por hacer ―les precavió. Es posible que una vez salgan de la fiesta no puedan volver a entrar―. Y cuidado con los guardias. Si creen que abandonáis la fiesta, os obligarán a cambiaros. Contadles alguna mentira… salvo que prefiráis vuestra otra ropa.

Tras terminar de hablar abandonó la fiesta por la puerta que daba al exterior sin pasar siquiera por el vestidor, y los guardias no se lo impidieron tampoco. Algo les habría dicho para que la dejaran hacer aquello. Nicoxa entrecerró sus ojos intentando leerle los labios para imitar su excusa, pero no logró captar ninguna palabra. No se le daba muy bien hacer aquello.

Le puso una mano a Coli en cada hombro y empezó a masajearlo salvajemente para liberar su emoción contenida.

Coli, tía, esa chica... parece hablar en serio. No sé tú, pero yo no tengo nada más que hacer aquí. Ya me he hartado de comer y de bailar. Ha sido un día realmente extraño para lo que estamos acostumbradas, pero esto... no puedo esperar más. Yo voy a salir ya, ¡pero tú haz lo que quieras, no te sientas obligada! ―terminó con buen humor.

Finalizó el masaje y dirigió una mirada a la salida. No quería decirle adiós a su bonito vestido de ranas, así que iba a intentar salir al exterior con él.

Conforme se iba acercando a los guardias se puso una mano en la cabeza, simulando estar mareada.

¡O-oh! ¡Qué mareada estoy! ―fingió un tropiezo y se apoyó en la pared― Este bochorno que hay aquí me tiene negra... S-sólo necesito un poco de aire fresco para despejarme, ¿podríais dejarme salir un momento? ―en realidad no tenía intención de volver, pero ellos no tenían que saberlo. Le lanzó a cada guardia una mirada cargada de extrema tristeza y malestar para inspirarles compasión.

Estaba deseando salir, quería saber más sobre lo que tenía que contarles aquella chica. Pero la parte desconfiada de Nicoxa le aconsejó que no se hiciera demasiadas ilusiones. Podía ser una trampa como fue lo del burdel. Era hora de que todas hicieran unas presentaciones como es debido.
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Mentos » Mar Sep 30, 2014 1:11 am

El plan era sencillo y efectivo pero ocurrió un problema: no contaron con la reacción de las demás invitadas. Al intentar desplazarse por el suelo, se quejaban de lo que estaban haciendo en vez de dejarlas a su libre albedrío, por desgracia.

Obviamente, no tardó en armarse un barullo y toda la atención fue centrada sobre las dos muchachas. Ni tan siquiera habían llegado a unos pasos de la puerta ―su meta― cuando un criado se posicionó, de forma veloz, entre la puerta y ellas.

Lo siento, no pueden pasar. Esta es la habitación del recuento.

Colibritany se mostró indignada ante la situación. Bastante. Pero ya poco podrían hacer para trucar los resultados. Así que se limitó a ver, controlándose para no causar más problemas, como los demás sirvientes se encargaban de llevar la urna restante al interior de la recámara.

Mientras estaban recontando dentro de la habitación, Coli y Nico conversaron sobre el asunto.

Bueno... ―comenzó a decir la hermosa Nicoxa―. No ha salido bien al final. Hemos arriesgado y hemos perdido. Encima ahora ganará Coliflor, y ganar de esa forma... me irrita tanto que me cortaría una uña aquí mismo.

Sí, ahora Coliflor ganará… esperemos que la chica de verde se lo tome bien. Al menos lo hemos intentado, pero la frigidez ha querido que fallemos.

Tras un rato de espera en el que Coli aprovechó para alimentarse un poco más, Abraham salió por la puerta de la habitación que las chicas deseaban entrar.

Princesas, ha finalizado el recuento. Le cedo la palabra a nuestra reina, quien proclamará a la ganadora.

Madre mía qué suspense, quién ganará eh... ―musitó Nicoxa con tono irónico.

Coli decidió sentarse en una silla próxima y fingir interés por el resultado. Aunque le costaba mucho considerando la actitud de Coliflor y como ganó mediante el engaño. Lo que de verdad le dolió a Colibritany fue lo que dijo después de anunciar el obvio resultado de forma eufórica.

¡Gané, gané! ―exclamó mientras soltaba una carcajada―. ¡Cómo no! ¡Soy la reina! Frente a unas… pordioseras. ¡Uy, quise decir, princesas! ―la misteriosa chica de verde tenía razón al final, las invitadas no significaban nada para ella. El regalo en el que tanto trabajaron no sirvió para nada. Colibritany empezó a lamentar todo lo que había hecho por Coliflor―. La más bella de Port Royal… Sí, y decían esas que no valía nada… ―acabó en voz baja.

»Ahora, que continúe la fiesta… ¡princesas!

«La va a continuar otra que yo me sé».

Las demás princesas no se sintieron afligidas o humilladas ante el discurso de la “ganadora”. Incluso algunas la alagaban y felicitaban. Pero Coli la respondió con indiferencia, y eso sí que era verídico.

Vaya, al final ha ganado ella. Qué sorpresa, ¿verdad?

Sí, nadie se lo esperaba ―respondió a Nico sarcásticamente―. La verdad es que quiero irme cuanto antes de aquí ―a Coli ya ni le importaba más la fiesta ni Flor.

Y así ganan los malos ―la misteriosa mujer volvió a aparecer, sorprendiendo a Colibritany―. Probablemente esté a punto de echarnos. Ya tiene lo que quería: una fiesta de cumpleaños, con regalos, «amigas» y la victoria. Y yo también. Escuché de un criado que nuestra preciada Flor no es muy querida entre los círculos más selectos. Por su carácter, por su próxima bancarrota… Por eso todo este paripé absurdo. Sin invitadas, no hay fiesta.

Me da igual, al menos ha gastado gran parte de su dinero con esto. Espero que ella también acabe como una pordiosera pronto ―la chica aún seguía lastimada con todo lo sucedido.

Os dije que nuestro trato consistía en que me demostrarais qué sabéis hacer. Estoy un poco decepcionada por el resultado, pero… ¡ha sido francamente divertido! ―dijo mientras se reía exageradamente, aunque era entendible―. Sois rarísimas. Y me gustan las aprendizas así, por lo que cumpliré mi parte del trato: os daré un nuevo hogar.

Por fin una buena noticia… ―Coli ya estaba demasiado cansada como para desconfiar de lo que les decía la mujer incluso si mencionaba algo de ser sus “aprendizas”. Lo único que quería era aferrarse ciegamente a la última esperanza para cambiar su destino.

Pero no aquí. Acompañadme fuera. O venid cuando queráis, si tenéis algo que os quede por hacer ―la verdad es que Colibritany no tenía planes de quedarse ni un minuto más―. Y cuidado con los guardias. Si creen que abandonáis la fiesta, os obligarán a cambiaros. Contadles alguna mentira… salvo que prefiráis vuestra otra ropa.

Las lindas chicas ya se habían olvidado de su ropa habitual. Los trajes de princesa eran realmente cómodos y estilosos. Así que decidieron salir con ellos.

Nico comenzó a palpar con delicadeza los hombros de su compañera, mientras le hablaba.

Coli, tía, esa chica... parece hablar en serio. No sé tú, pero yo no tengo nada más que hacer aquí. Ya me he hartado de comer y de bailar. Ha sido un día realmente extraño para lo que estamos acostumbradas, pero esto... no puedo esperar más. Yo voy a salir ya, ¡pero tú haz lo que quieras, no te sientas obligada! ―Nicoxa estaba indudablemente con mejor humor que su amiga.

Gracias pero no. Voy contigo querida ―el cargado ambiente de falsedad era demasiado para Colibritany.

Ya estaba todo decidido. No había nada más que hacer en la susodicha fiesta, así que estaban listas para afrontar su supuesta nueva vida. Sólo tenían que salir por la puerta principal, pero primero necesitarían una excusa para conservar sus prendas actuales.

Pudieron ver como la verdosa muchacha se acercaba a los guardias y les explicaba algo que la permitió salir sin pasar por el vestidor primero.

Bueno, es nuestro turno. A ver que nos sale…

Se acercaron a los dos hombres que custodiaban la salida cuidadosamente. Coli aún no sabía que hacer pero vio como Nicoxa dirigía una mano a su cabeza.

¡O-oh! ¡Qué mareada estoy! ―tropezó y tuvo que apoyarse en la pared más cercana―. Este bochorno que hay aquí me tiene negra... S-sólo necesito un poco de aire fresco para despejarme, ¿podríais dejarme salir un momento?

¡Nico! No deberías salir sola. Deja que te acompañe por si te desmayas o algo ―Coli le siguió la corriente a su amiga, sujetándola suavemente para fingir que si no la agarraba, se caería.

Ambas tenían esperanzas en que cayeran en su telaraña y pudieran de una vez por todas abandonar la mentira en la que se encontraban. Ya no podían contener más sus ganas de ser libres y dejar la marginalidad que habían estado viviendo durante años. No querían sentirse nunca más como unas princesas por sorpresa si significaba más sufrimiento.

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recordándolas a ambas arrastrándose por el suelo como si eso fuera sigiloso

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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Nell » Dom Oct 05, 2014 10:25 pm

Al ver el estado de Nicoxa, los guardias asintieron y se retiraron para dejarla pasar. La trola de Coli también coló, puesto que estos eran de los que pensaban que donde va una mujer, le siguen otras tres detrás (como en los misteriosos paseos que hacían hacia los baños). Incluso uno se ofreció a acompañarlas para ayudar, pero no insistiría si le rechazaban.

Afuera, les esperaba la mujer, que también había conservado su vestido, sentada en un banco.

Por cierto, creo que todavía no me he presentado ―se puso en pie, enderezándose los bajos―. Mi nombre es Ariasu, Maestra de Bastión Hueco. ¿Y qué es Bastión Hueco? Pues un mundo, diferente a este. Sí, sí, existen un montón de ellos, tantos como estrellas hay en el cielo, bla, bla… ¡Qué rollo! Con cada aprendiz, igual ―puso los ojos en blanco―. Pertenezco a una organización que se encarga de mantener el equilibrio entre los mundos, además de su anonimato. Y estáis de suerte, ¡buscamos reclutas!

»Cama y comida, como os prometí. A cambio, os uniríais como mis aprendices. Estudiaríais para volveros guerreras y viajaríais por esos mundos en las misiones que os encomendemos. Y en vuestro tiempo libre, a hacer lo que queráis. Como darles en el culo a chicas como la reina, por ejemplo. No es una mala oferta, ¿no?

Extendió el brazo y, tras un destello, apareció en su mano una espada con forma de llave, que dio la vuelta para extender el mango hacia ellas.

¿Qué me decís? ―les ofreció―. Oh, creo que también estaría bien que me dijerais vuestros nombres. Si tengo que poner una letra a cada alumno que tengo, al final los quemaría a todos.


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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Mentos » Lun Oct 13, 2014 11:33 pm

Las excusas de ambas muchachas funcionaron tal como habían planeado, recompensándolas con la posibilidad de abandonar y olvidar la ajetreada fiesta. Fue una actuación tan realista la que realizaron que uno de los guardias ofreció su ayuda a Nicoxa, como si de una obra para niños donde el público era partícipe se tratase.

No hace falta, hombre. Yo sola puedo encargarme de ella… está en buenas manos ―respondió Colibritany ante el inocente e ingenuo ofrecimiento.

Al final, dejaron atrás el recinto y se acercaron para hablar con la misteriosa mujer de verde, que estaba esperando sentada en un banco próximo.

Por cierto, creo que todavía no me he presentado ―se reincorporó a la vez que recolocaba su vestimenta―. Mi nombre es Ariasu, Maestra de Bastión Hueco ―Coli se mostró confusa: jamás había oído tal nombre en su vida― ¿Y qué es Bastión Hueco? Pues un mundo, diferente a este. Sí, sí, existen un montón de ellos, tantos como estrellas hay en el cielo, bla, bla… ¡Qué rollo! Con cada aprendiz, igual ―la chica se mostraba realmente acostumbrada a la existencia de otros mundos, pero Colibritany aún no daba crédito a lo que escuchaba. La posibilidad de realidades distintas a la de Port Royal significaba una nueva oportunidad para ella. Una nueva esperanza―. Pertenezco a una organización que se encarga de mantener el equilibrio entre los mundos, además de su anonimato. Y estáis de suerte, ¡buscamos reclutas!

»Cama y comida, como os prometí. A cambio, os uniríais como mis aprendices. Estudiaríais para volveros guerreras y viajaríais por esos mundos en las misiones que os encomendemos. Y en vuestro tiempo libre, a hacer lo que queráis. Como darles en el culo a chicas como la reina, por ejemplo. No es una mala oferta, ¿no?

No está mal, aunque eso de ser guerreras... no he luchado jamás, aunque defenderme por mí misma sí ―confesó―. Supongo que sería una buena forma de fortalecerme y conocer a, digamos, guerreros "interesantes" ―soltó una risita al finalizar.

Ariasu alargó su mano e invocó una cálida luz destellante; mientras su palma era bañada en ella, se transformaba en una misteriosa figura lumínica. Continuó esclareciéndose hasta alcanzar una forma y apariencia definidas: una espada en forma de llave.

La agarró de su hoja y se la mostró a las hermosas jóvenes. Colibritany no se fiaba mucho después de todo, aunque estaba impresionada ante tal demostración de magia. ¿Significaba que todo lo que les había mencionado era cierto? No tenían ningún seguro definitivo, pero no había lugar a dudas que deseaban poder creerla.

Por lo que comenzó a palpar y palpar con curiosidad y ahínco. Sintió entre sus delicados dedos el mango de la misteriosa arma por todos sus ángulos. Era totalmente sólida y real.

¿Qué me decís? Oh, creo que también estaría bien que me dijerais vuestros nombres. Si tengo que poner una letra a cada alumno que tengo, al final los quemaría a todos.

¿Qué opinas tú, Nico? Yo ya lo tengo todo decidido ―ambas amigas habían llegado tan lejos juntas porque querían un cambio. Echarse atrás no era una opción a estas alturas. Coli esperaba implacablemente la decisión de Nicoxa, aunque ella ya estaba decidida a partir hacia la nueva aventura.

»En cualquier caso, por mi parte acepto el trato. Mi nombre es Colibritany. Pero mis amigas me llaman Coli, así que ya sabes cómo llamarme ―explicaba mientras guiñó un ojo de forma pícara a su, posiblemente, futura maestra.
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Sito » Lun Oct 20, 2014 1:18 am

Colibritany se le unió antes de abandonar la fiesta, haciendo ver que la ayudaba a andar para no tropezar debido al supuesto mareo de Nicoxa.

Los guardias dejaron pasar a las muchachas. De hecho habían actuado tan bien que uno de ellos se ofreció a ir con ellas por si necesitaban más ayuda, lo que no venía bien a los planes que tenían para salir de allí.

No hace falta, hombre. Yo sola puedo encargarme de ella… está en buenas manos ―su amiga actuó con rapidez y el hombre no insistió mas, dejándolas salir definitivamente de la mansión. Nicoxa sonrió cuando por fin estaban fuera, tocando su vestido mientras se sentía orgullosa de haber logrado que no se lo quitaran.

Localizaron rápidamente a la mujer misteriosa, aún con su vestido puesto, sentada en un banco. Se acercaron a ella, aunque la chica a su vez se levantó también para empezar la conversación que tenía a Nicoxa expectante.

Por cierto, creo que todavía no me he presentado . Mi nombre es Ariasu, Maestra de Bastión Hueco. ¿Y qué es Bastión Hueco? Pues un mundo, diferente a este. Sí, sí, existen un montón de ellos, tantos como estrellas hay en el cielo, bla, bla… ¡Qué rollo! Con cada aprendiz, igual ―Nicoxa se agarró la barbilla con una mano mientras entrecerraba los ojos ligeramente a la vez que asentía interesada y con un semblante serio a lo que decía Ariasu. Podía parecer que realmente entendía lo que le estaba diciendo pero la realidad era que todo le sonaba a chino y no quería quedar como una inculta. Todo ese asunto de los mundos le parecía muy raro―. Pertenezco a una organización que se encarga de mantener el equilibrio entre los mundos, además de su anonimato. Y estáis de suerte, ¡buscamos reclutas!

»Cama y comida, como os prometí. A cambio, os uniríais como mis aprendices. Estudiaríais para volveros guerreras y viajaríais por esos mundos en las misiones que os encomendemos. Y en vuestro tiempo libre, a hacer lo que queráis. Como darles en el culo a chicas como la reina, por ejemplo. No es una mala oferta, ¿no?


Conforme seguía escuchando a Ariasu, veía sus palabras mas y mas misteriosas y exageradas. Era demasiado bonito para ser cierto, quería creerla, lo necesitaba, pero habían vivido tantas decepciones que le estaba resultando muy complicado.

No está mal, aunque eso de ser guerreras... no he luchado jamás, aunque defenderme por mí misma sí ―reveló a la mujer―. Supongo que sería una buena forma de fortalecerme y conocer a, digamos, guerreros "interesantes" ―rió Coli. Con el estómago lleno por el banquete de la fiesta era normal en ella pensar en asuntos amorosos.

Nico adoptó una pose neutra, dispuesta a pedirle a la supuesta maestra alguna prueba que demostrara que algo de lo que les había contado era cierto. Parecía que le había leído el pensamiento, porque justo después de terminar de hablar, lo demostró.

Extendió el brazo y, tras un extraño destello, surgió en su mano algo tan grande que no podía tratarse de un truco. Sólo podía ser magia. Ariasu estaba agarrando un arma bastante extraña: una espada con forma de llave. La giró y se la mostró a las dos amigas por la empuñadura.

Ahora Nicoxa se mostraba más esperanzada. No creía que esta actuación tan trabajada fuera algo particular para burlarse de dos chicas marginales. Tenía que ser verdad lo que les había contado.

Colibritany palpó intensamente el mango de la espada. Nico también la quiso analizar y la agarró con una mano. También acercó su cabeza hacia la llave gigante para olerla ―literalmente la recorrió rozando el arma con la nariz― y hasta sacó la lengua para averiguar a qué podía saber, pero no llegó a lamer nada debido a que Ariasu siguió hablando.

¿Qué me decís? Oh, creo que también estaría bien que me dijerais vuestros nombres. Si tengo que poner una letra a cada alumno que tengo, al final los quemaría a todos.

¿Qué opinas tú, Nico? Yo ya lo tengo todo decidido ―Coli se mostraba impaciente: ambas estaban en una situación que no podían haberse imaginado hace un par de días. Nico también lo tenía todo decidido, así que le dio un amistoso beso en la mejilla a su amiga mientras la abrazaba. Se pasó las manos por debajo de su larga coleta para a continuación lanzarla por delante de su cara, de forma que cubrió también parte del cuerpo de Coli con su pelo. Era un gesto de amistad que simbolizaba protección y comprensión total.

Una vez concluido el abrazo y, tras haberse arreglado el pelo, Nicoxa escuchó lo respuesta que daría Colibritany.

En cualquier caso, por mi parte acepto el trato. Mi nombre es Colibritany. Pero mis amigas me llaman Coli, así que ya sabes cómo llamarme ―comentó, guiñándole un ojo a Ariasu.

Yo también acepto. Me has convencido y, la verdad, tiene pinta de que acabará resultando una experiencia muy... interesante. Me llamo Nicoxa, aunque a veces me llaman "Perfecta" ―rió descontroladamente―. Es broma, es broma, aunque si que me tratan de Nico para acortar, y eso que en realidad mi nombre tampoco es que sea demasiado largo de por sí.

¿Qué ocurriría a continuación? Estaba deseosa de ver qué les depararía como aprendizas de Ariasu.
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v. Ficha de Nicoxa .v
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Nell » Lun Oct 27, 2014 2:45 pm

Ninguna de las dos rechazó el trato. Primero Coli, agarró el mango que le tendía Ariasu, que nada más cogerlo, la Llave desapareció con un destello. Sin embargo, algo le decía que todavía continuaba con ella, de algún modo. Y si trataba de convocarla de nuevo a su mano, acudiría. Y tras la experiencia de su amiga, le llegó el turno a Nico, que le ocurrió igual.

¡Bienvenidas a bordo! Nico… y Coli… Ajá ―repasó, usando los mismos motes con los que se habían presentado―. Si no os morís demasiado pronto, me aprenderé los completos ―ahora sí que no les quedaba otra que acostumbrarse al macabro humor de la Maestra―. Tenemos nuestra base en otro mundo, que será el hogar que os he prometido. Para ir, necesitaréis la Llave y esto ―les pasó un aro metálico, flexible y amoldable para que se lo colocaran en el lugar del cuerpo que quisieran.

»Observad.

El aro de la Maestra se lo había colocado en el brazo. Lo presionó y, tras un destello, Ariasu reapareció recubierta de una brillante armadura completa, de arriba abajo, por lo que ya no podían verle la sonrisa picaresca que tanto le caracterizaba. Acto seguido, volvió a convocar su propia Llave (no sin antes revisar que, efectivamente, Nico no la había lamido) y la lanzó al aire. Cuando regresó al suelo, se había convertido en un glider, un vehículo volador.

¡Vuestro turno! En cuanto estéis preparadas, nos marcharemos.

»¡Será vuestra última oportunidad para despediros de este inmundo lugar!


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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Mentos » Lun Oct 27, 2014 11:42 pm

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Una vez finalizadas las presentaciones, Colibritany decidió dar el gran paso y agarrar completamente la denominada “llave-espada” que Ariasu ofrecía a ella y Nicoxa.

Al tenerla en su poder al fin, se desvaneció de forma efímera en un blanco destello. Aunque la realidad era que no había desaparecido. Coli sentía su fuerza aún, dentro de ella. Así que extendió su brazo derecho y estiró sus dedos en un intento de imitar como su maestra la había invocado antes. Para su sorpresa, una extraña luz se manifestó ante ella y se transformó en una espada: su llave.

¿Esta llave espada… es mía? ―no se creía aún que la hubiese invocado ella sola.

¡Bienvenidas a bordo! Nico… y Coli… Ajá ―Ariasu seguía tan normal―. Si no os morís demasiado pronto, me aprenderé los completos ―una broma de mal gusto, pero Coli no se la tomó a mal: una persona con humor era justo lo que necesitaba después de todo lo que había soportado―. Tenemos nuestra base en otro mundo, que será el hogar que os he prometido. Para ir, necesitaréis la Llave y esto ―entregó a ambas chicas un aro de metal a cada una. Como si de origen mágico se tratase, se podía manipular su tamaño y forma con facilidad.

»Observad.

Ariasu poseía uno idéntico en su brazo. Y tras pulsarlo, fue cubierta en una gran luz capaz de inducir ceguera. Cuando se debilitó, sus verdes ropajes cambiaron a una armadura de tamaño completo que desprendía un brillo particular.

Si eso no fuera suficiente, Ariasu llamó de nuevo a su llave y la arrojó hacia el cielo. Desafiando las leyes de la lógica que Coli y Nicoxa conocían una vez más, el arma se transformó en una especie de nave voladora, comúnmente referida como glider.

Colibritany seguía sin encontrar palabras que decir. Al fin y al cabo, todo había ocurrido en cuestión de segundos. Corrientes de ideas recorrían su mente, de un lado hacia otro, llenándola de confusión. Solo un pensamiento sobrevivió finalmente: la magia existe.

¡Vuestro turno! En cuanto estéis preparadas, nos marcharemos.

¿¡Cómo qué nuestro turno!? ―no estaba segura que pudiera hacer lo mismo que ella. ¿Y si le salía mal? Todo esto era tan nuevo.

»¡Será vuestra última oportunidad para despediros de este inmundo lugar!

Comenzó a pensar profundamente. Tenía que ponerse el aro, pulsarlo y una armadura le protegería. Y si lanzaba su llave-espada al aire, en un vehículo se convertiría.

Muy bien, lo haré.

Primero tuvo que elegir donde quería ponerse el metal. Eligió su ingle izquierda. Tan solo bastaba con presionar lentamente para moldear a su gusto la forma. Una vez era la correcta, se lo colocó con firmeza.

«Y ahora había que…»

Instintivamente, pulsó el botón del aro. Fue envuelta en un aura lumínica. Pudo sentir como era arrebatada de su antiguo conjunto y su desnudo cuerpo era palpado por un tejido místico. Una vez fue liberada de la opresiva luz, pudo ver que estaba vestida de nuevo con algo distinto.

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Oh.

Miró a Nicoxa con una mirada casual, como si el resultado era el que ella esperaba.

El siguiente paso es… ―paró al mismo tiempo que recordó la próxima acción que debía realizar. Inspiró por la boca y se puso en posición de lanzamiento. Balanceó su brazo hacia adelante y atrás varias veces hasta que lanzó con toda su fuerza la llave-espada hacia el cielo nocturno.

Mientras caía, se expandió en una silla con alas y un propulsor trasero. Ahora ella también sabía cómo hacer aparecer a su glider.

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Era obvio que yo tendría el mejor glider. Mejor suerte la próxima vez chicas ―dijo tras contemplar la obra de arte que era su vehículo.

Se acercó orgullosa a él y miró fijamente el asiento. Sabía que una vez reposara su cuerpo allí, no tenía asegurado el volver a Port Royal. Miles de recuerdos inundaron su memoria: su lucha continua para escapar del burdel, su desdichada infancia junto a “La tigresa del Oriente”, la decepción de la fiesta y… Nicoxa. La volvió a mirar, de forma tierna.

Todos eran recuerdos malos, excepto aquellos con Nicoxa; cómo se salieron con la suya para huir; las múltiples locuras que hacía en los peores momentos y como rodaban por la sala llena de princesas, creyendo que era sigiloso. Puede que para muchos todo eso era algo de lo que avergonzarse pero para Coli era todo lo contrario. Estaba orgullosa de ser como era, y de ser compañera de Nicoxa. Ambas habían llegado tan lejos porque podían contar la una con la otra. Y su casa era cualquier sitio donde pudiera estar junto a ella, y no en una ciudad gobernada por la traición y la maldad. Por fin pudo darse cuenta y aceptar que ya nada la retenía ahí.

Estoy preparada, Ariasu ―pronunció con un tono tajante―. Vámonos.

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FIN AAAAAAAAA ha durado lo suyo pero al fin he terminado mi parte =) quería dar las gracias a Nell por ser mi GM, que lo he disfrutado y me ha parecido relindo. Nos has dado varias opciones siempre y eso se agradece ^^

También a Sito por querer hacerlo conmigo... el prólogo. Que he intentado hacer lindo pero apenas he escrito de forma seria en mi vida y mucho menos rolear así que seguramente haya quedado terrible pero la intención cuenta, ¿no? dime que sí (?) Así que nada, lo dicho... espero que te guste el último post (?)
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Sito » Vie Oct 31, 2014 7:56 pm

Al aceptar el trato que les proponía la mujer, y tras haberse presentado, Coli volvió a agarrar la llave de la maestra, que se desvaneció entre sus dedos. Acto seguido elevó su brazo derecho en un intento de hacer aparecer el arma, igual que hizo Ariasu antes.

Sorprendentemente, apareció una de esas espadas con forma de llave en la mano de su amiga. No era la llave de la maestra, era una completamente distinta, la suya propia.

¿Esta llave espada… es mía? ―se mostraba perpleja, como es lógico.

Nico negó con la cabeza rápidamente para espabilarse y salir de su sorpresa. Ella también quería intentarlo: ya había agarrado la espada de la maestra antes y, desde entonces, muchas sensaciones recorrían el cuerpo de Nicoxa. Emoción, nervios, incluso gases. Pero había algo más, algo que le decía que ella también era capaz de invocar su propia llave-espada.

Extendió su brazo poco a poco, concentrando su mirada en su mano y deseó que apareciera el arma. La luz que surgió y el hecho de que ésta tomara la forma de la llave gigante fueron la prueba de que había tenido éxito en su intento. La sorpresa fue tan mayúscula que casi se cae al suelo, incluso habiendo visto exactamente lo mismo segundos antes en manos de Coli. Esa llave era suya, era sólo de Nicoxa, aún no daba crédito a lo que estaba viendo.

Increíble... la he invocado yo, ¿verdad? ―con un gesto la hizo desaparecer, sin embargo... seguía sintiéndola, aunque no estuviera ahí. Le recordó a los mosquitos que las rondaban durante las largas noches de Port Royal; nunca los veían, pero sabían que estaban ahí, los sentían, sobre todo al despertarse a la mañana siguiente llena de picaduras. Pues con la llave espada era exactamente igual, no hacía falta que la tuviera en la mano para saber que podía recurrir a ella en cualquier momento.

¡Bienvenidas a bordo! Nico… y Coli… Ajá ―Nicoxa se giró hacia Ariasu al oírla hablar. Aún temblaba un poco―. Si no os morís demasiado pronto, me aprenderé los completos ―su broma daba a entender que el futuro iba a ser peligroso, pero a ella no le importaba, al menos no en aquel momento―. Tenemos nuestra base en otro mundo, que será el hogar que os he prometido. Para ir, necesitaréis la Llave y esto ―le dio a cada una un aro de metal, que podía modificar su tamaño y que se acoplaría fácilmente a cualquier parte de sus cuerpos.

»Observad.

La maestra también portaba uno de esos aros. Presionó el suyo y surgió un destello que la cubrió un instante. Cuando la luz se esfumó pudo comprobar que su bonito vestido ya no estaba: ahora portaba una armadura que la cubría completamente.

No acabó ahí la cosa, ya que Ariasu volvió a llamar a su llave espada y la lanzó al aire.

«¡¿Qué hace?! Si no la quiere que me la regale a mí, pero tirarla de esa forma...»

Sin embargo, no la había lanzado porque estuviera aburrida o porque quisiera averiguar en qué punto iba a caer, lo hizo con un propósito más lógico. Cuando la llave volvió al suelo había adoptado la forma de un extraño vehículo que se mantenía en el aire, por lo que Nico dedujo que se podría volar con él.

¡Vuestro turno! En cuanto estéis preparadas, nos marcharemos.

»¡Será vuestra última oportunidad para despediros de este inmundo lugar!


Nicoxa estaba cada vez más asombrada. Era un no parar de descubrir cosas nuevas, cosas que nunca habría considerado posibles. Pero estaban ocurriendo, eran reales, y seguramente ella también era capaz de hacer todo aquello.

¿¡Cómo qué nuestro turno!? ―Colibritany parecía estar un poco asustada, pero Nicoxa si se consideraba preparada para hacer lo mismo que Ariasu.

Venga, ¡vamos a intentarlo! ―decidió poner el aro en la parte trasera de su muslo; como Nico solía estar con una mano en la cadera le sería fácil y rápido pulsarlo si había alguna emergencia. Una vez puesto le dio un pequeño guantazo al no saber qué potencia tenía que usar para activar aquel dispositivo.

Fue engullida por el mismo destello que vio momentos antes en Ariasu. Era una sensación nueva y extraña a la que ―supuso― se acabaría acostumbrando. La nueva ropa que surgió cubriendo el cuerpo de Nico parecía mística y protectora.

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Se sentía segura con ella aunque no pareciera algo tan robusto como lo de la maestra, quizás porque poseía varias capas de ese tejido misterioso que no se podían ver a simple vista. Y además era de color azul, por lo que le gustaba aún más.

Miró a Coli, esperando a que hiciera lo mismo. Cuando lo logró vio que su atuendo era muy parecido al suyo excepto en el color, que era rosa.

Así vamos conjuntadas ―estaba muy satisfecha con el resultado de las armaduras de ambas.

Ahora tenía que hacer aparecer su glider, así que invocó a su llave espada. Alargó el brazo hacia atrás para darle impulso extra y, con un potente movimiento, la lanzó hacia arriba.

Cuando descendió su glider se asustó un poco, parecía que iba a zampársela. Pero cuando ya estaba junto a ella le pareció un vehículo muy mono y original.

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Era una nave propulsada con forma de labio. La lengua le servía de asiento para manejar el volante. Introdujo su cabeza por el labio para ver qué había dentro, y, lógicamente había mas "lengua". Se metió dentro a duras penas ―sólo cabía si se acostaba en posición fetal― y acarició a su pequeña nave por dentro.

«Es muy cómoda... me pregunto si podré echarme una siesta ahí dentro».

Cuando salió de su glider vio que Colibritany ya había invocado el suyo: era ligeramente similar, aunque también bastante diferente a la vez.

Era obvio que yo tendría el mejor glider. Mejor suerte la próxima vez chicas ―dijo mientras admiraba la nueva forma que había adquirido su llave. Nicoxa se quitó el casco y le sacó la lengua mientras se cruzaba de brazos.

Pudo sentir como Colibritany la miraba, a lo que ella respondió con una amplia sonrisa.

Había llegado el ansiado momento, la hora en la que por fin iban a encaminar sus vidas hacia algo totalmente nuevo y diferente. Hizo un rápido recorrido en su mente sobre los sucesos que había vivido recientemente. Todo lo que había ocurrido aquel día había resultado ser muy extraño, pero el destino era así, ¿qué habría ocurrido si no hubieran acudido a la fiesta de Coliflor? y, aunque las cosas no salieron como esperaban en la fiesta, estaba contenta. Después de todo si no hubieran pasado por eso posiblemente no habrían conocido a Ariasu... y se habrían perdido todo esto.

Se remontó más atrás en el pasado, a su infancia, a su familia. Ella nunca fue la hija ejemplar que sus padres habían deseado, no era especialmente educada o aplicada, pero después de todo... la querían. Ellos y sus hermanas desaparecieron el mismo día que Nicoxa fue secuestrada... el día que su padre la echó de casa de malas formas. Siempre pensó que su padre la odió por las tonterías que le dijo influenciada por Neona. Ahora lo veía de otra forma, ¿y si en realidad la estaba poniendo a salvo? ¿y si había ocurrido algo extraño en su casa aquel día?

Con todo lo nuevo que había supuesto aquel día no había pensado demasiado en su familia. Entonces levantó la cabeza y miró a Colibritany. Su familia no eran solamente aquellas personas. Colibritany también era su familia. Habían pasado por muchísimas cosas juntas: realizaron todo tipo de locuras, vivieron muchas penalidades, sufrieron muchas noches a la intemperie en las calles de Port Royal. Pero siempre la una al lado de la otra. Por eso se sentía especialmente feliz en aquel momento, porque aunque lo que les ofrecía Ariasu era lo que ambas deseaban desde hacía tiempo, lo que realmente hacía ilusión a Nicoxa era que contaría con su amiga en su nueva vida.

Se volvió a poner el casco y, al igual que Colibritany, manifestó su deseo de abandonar aquel mundo cuanto antes, no sin antes prometerse que algún día volvería si era necesario para averiguar la verdad.

¿A qué esperamos? Larguémonos de aquí.

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Pos ala, prólogo acabado. He de decir que yo tampoco había hecho antes algo así xD, por lo que el resultado ha podido quedar rarillo, pero bueno, pese a mis tardanzas tras haber empezado el curso puedo aseguraros que me lo he pasado muy bien con este tema. Gracias, Nell, por atreverte a realizarnos tú el prólogo y por el resultado, que ya te digo que me ha gustado mucho xD, y a Mentos tb por ser tan fulanamáxima y hacer esto conmigo ñ_ñ
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v. Ficha de Nicoxa .v
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Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa

Notapor Nell » Mar Nov 18, 2014 1:13 am

Eran tan monas y tan adorables, alucinando por sus primeras llaves y las naves que regalaban a todos los novatos, que a Ariasu casi se le cayó una lagrimita. En apenas unas horas, descubrirían que vivían una guerra contra otra Orden y que las cosas habían cambiado ¿para bien?


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¡Fin del Prólogo!

Lo que ocurrió con los votos no afecta en puntuación, simplemente dejaba que se desarrollara la situación; sin embargo, sí he de advertiros que fallos de este tipo (no intencionados nunca, claro xD), en un Prólogo dan igual porque un Maestro va a venir y te va a arrastrar de los pelos sí o sí, pero en Trama pueden suponer la diferencia entre un final u otro para un mundo o un personaje.

Mentos, 18 PX. No tengo en sí muchas quejas, quizá recomendarte que te centres más en profundizar el personaje que en describir desde su perspectiva todo lo que va ocurriendo, porque al final se acaba sabiendo poco realmente de ella.
¡Subes a nivel 3!

Sito, 17 PX. Alguna falta ortográfica que se te ha colado, o una conjugación rara, pero poco más. Te digo casi lo mismo que a Men, trata de acompañar las acciones con perspectiva del personaje. Aunque en tu caso son acciones espontáneas porque sí, sin razón aparente más que "el personaje se comporta así".
¡Subes a nivel 3!
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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