[Port Royal] A pan y agua

Prólogo de Jeanne Mars

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Sab Sep 14, 2013 11:29 pm

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¡Por fin! Bienvenido a bordo del Accidentado Prólogo de Jeanne Mars!!!!



<<Hay cosas todavía más peligrosas en este puerto. Es bueno que hayáis dejado a esos dos chicos con mi... "amigo". Por protección>>.

Esas son las palabras que había pronunciado Lyn, la muchacha de aspecto felino que nos había ofrecido su ayuda sin esperar nada a cambio (aparentemente).

Esas mismas palabras son las que producen un profundo desasosiego que me atraviesa de un tajo despiadado el alma entera, haciéndome temer por mi seguridad y por la de mis amigos.

Aun así, he de admitir que hay algo en la voz de la chica que me tranquiliza, hay una seguridad y firmeza es su mirada que le hace parecer capaz de derrotar a una cuadrilla de bandidos sin apenas despeinarse.
Mientras pensaba en ello, me quito las gafas, salpicadas de gotas de lluvias grandes y redondas que calan nuestras ropas; y las limpio concienzudamente con el chaleco, que como está mojado, las deja todavía más empapadas. Suspiro con resignación y las guardo en el bolsillo del pantalón.

Miro alrededor distraídamente tras girar una esquina. Las calles están desiertas debido al chaparrón, la mayoría de ventanas cerradas. Deben de ser las siete de la mañana, y los establecimientos ya han abierto sus puertas, aunque para muchos haya sido en vano.

Me pregunto adónde nos lleva Lyn, y al parecer Max también lo hace, algo que compruebo al ver como miraba hacia todos lados y después a la chica; aunque nunca directamente, sólo de soslayo, algo desconfiado de la joven. Ésta parece saber adónde se dirige, pero con la forma de andar y de mirar que la caracteriza, nunca podría saber cuándo lo conoce y cuando lo desconoce.

-Eh, Jeanne-me susurra Max, sin dejar de mirar hacia delante.
-¿Sí?

-¿Tú has visto alguna vez esta parte de la ciudad?

Miro más detenidamente las calles. No lo había advertido en parte por la lluvia; en parte porque estaba atenta a no perder de vista a Lyn; y en parte por el parecido de las calles en Port Royal, pero al fijarme me doy cuenta no identifico estas aceras y estos edificios en mi memoria, pese ha haber vivido la mayor parte de mi vida aquí.

-No recuerdo estas calles-le respondo, también en voz baja,- pero es extraño que viviendo en ellas, recuerdos de estas no halles.

-¿Dónde narices nos lleva?-se pregunta Max, mirando hacia al suelo. No se la respondo, ya que después de todo, sé lo mismo que él.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Mié Sep 25, 2013 4:00 am

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Recuerda que en el rol, depende del GM controlar el ambiente. Nada de lo que suceda a nuestro alrededor puede ser establecido por ti, a excepción de la conducta de tus propios NPCs, ¿entendido? Te lo recuerdo por el particular asunto de "Lyn nos está llevando a un lugar que no conocemos", el cual yo nunca establecí. No puedo denegarte el post porque, técnicamente, no estás controlando el ambiente. Sin embargo, yo no he mencionado en ningún momento que Lyn se ha alejado de las calles concurridas de Port Royal, ni que ha estado llevando a Jeanne y a Max a un sitio en especial. Recuerda que no puedes agregar más cosas de los que ya dije (salvo tu perspectiva propia e interacción o desenvolvimiento), o de lo contrario eso repercutirá en tu calificación.


A ningún sitio.

La respuesta de Lyn vino llegó por sorpresa. Aunque Jeanne y Max habían estado hablando en voz baja, a la joven híbrida no se le habían pasado por alto aquellas palabras. Habría que recordar que, con aquellas orejas caninas, era complicado que muchas cosas pasaran desapercibidas para ella. ¿Qué otros sentidos tendría aumentados? ¿El olfato, tal vez? ¿Vería entonces en blanco y negro?

No es culpa mía que no conozcáis a tres calles más allá de vuestra casa —remarcó, algo brusca, sin voltear a mirar a los muchachos. Con aquella capa todavía cubriendo su rostro, dio varios pasos largos hasta que se acercó al callejón que hacía rato parecía haberle interesado. Se puso frente a la intersección, como queriendo enfrentarse de cara a lo que fuese que estuviese esperando.

Pero no ocurrió nada. Y con un bufido de frustración, Lyn tuvo que darse la vuelta y continuar su camino. Jeanne y Max pudieron continuar conversando en voz baja, pero ya sabían que la joven no tendría ningún problema en escuchar lo que decían.

Vuestra amiga —dijo de pronto la chica, emprendiendo de nuevo el camino—. Tendrá alguna razón para correr, ¿no? ¿Alguna idea de dónde podría haber ido?

>>No es buena idea andar solo... en esta noche en particular.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Jue Sep 26, 2013 5:50 pm

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Vaya, no me había dado cuenta de ello, supongo que pensaba que no lo estaba controlando, como tu dices, técnicamente xD bueno, seré más cuidadosa a partir de ahora



>>No es buena idea andar solo... en esta noche en particular.

<< ¿Qué? — me pregunto a mí misma, mientras el agua de lluvia cae sobre los tejados y las calles (además de sobre nuestras cabezas). ¿Y si en aquella noche iba a haber una invasión de piratas, o un gran robo? ¿Y si se había escapado de la cárcel algún criminal peligroso? ¿Y si Judith tenía algo que ver con ello, y por eso se había ido rápidamente? Pero si fuera así, Lyn ya nos había advertido, ¿no?

Miro a Lyn. Toda la confianza que había puesto en esa muchacha cuando nos ofreció ayuda se languidece por momentos. Ese secretismo, esa frialdad, esa hostilidad…

Aunque quién sabe, quizá su silencio oculte algo que no llego a comprender, quizá tenga algún secreto que no pueda o no quiera compartir con nadie, y menos con una pandilla de jóvenes prácticamente muertos de hambre.

De súbito, me vienen a la mente las palabras exactas que una vez me dijo Cassie, la dueña de la posada: >>Cariño, tienes un gran instinto, así que cuando te lleve a hacer algo, aunque te parezca insensato, debes de hacerle caso>>.

Cassandra es la persona más sabia que he conocido en mi corta vida. Ella misma me dijo que escuchar es de sabios, así que no voy a ser yo una necia.

De pronto, Max se detiene, con la cabeza gacha. Me giro hacia él con expresión interrogativa. Entonces, mi amigo levanta una mirada color verde que parece muy enfadada, y extiende el brazo señalando a Lyn con un solo dedo. Después exclama:

¡Me he cansado de seguirte sin rechistar! ¡Dices que nos ayudas a encontrar a Judith, pero lo único que haces es hacernos deambular por las calles! ¡Quiero que me digas ahora mismo qué se supone que estamos haciendo aquí!

Max… Cálmate, ¿quieres? —le digo suavemente, mientras me acerco a él lentamente.

¡No me digas que me calme, Jeanne! ¡Judith podría estar en peligro, y nosotros estamos aquí perdiendo el tiempo siguiendo a una desconocida! ¡He intentado confiar en ella porque me lo pediste, pero ya no aguanto más!

A Max le salen fuego por los ojos. Yo me alejo un paso inconscientemente y trago saliva, sin saber cómo actuar exactamente.

¡Tú, respóndeme! ¡Quiero que me digas que narices estamos haciendo aquí!
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Dom Oct 06, 2013 7:35 pm

Lyn no mostró ninguna reacción tras las palabras de Max. La verdad era que parecía poco impresionada tras lo que el chico había dicho, casi como si se lo estuviese esperando. Solamente le sostuvo la mirada al joven, mientras alzaba una ceja. Y pese a que el chico no se comportó de la manera más apropiada, a Lyn no le afectó en lo más mínimo:

Vaya ego... —murmuró, dándole todavía la espalda al joven. Luego, con un volumen más alto, añadió—: Me he ofrecido a buscar a vuestra amiga. Y te comportas como si fueras importante, como si quisiera algo de ti.

La joven híbrida se dio la vuelta y caminó con grandes pasos hasta donde estaba Max; y aunque el chico era más alto que ella, Lyn se plantó frente a él y lo desafió con la mirada, a sólo unas pulgadas de su cuerpo. Después lo contempló de arriba a abajo, como si estuviese examinándolo, pero no dijo nada al respecto.

Y cuando menos se lo esperaban, Lyn sencillamente se dio la vuelta y siguió caminando.

No servirías —expresó—. Y si tanta desconfianza me tienes, puedes volver a casa y esperar a que amanezca, a ver si tu amiguita vuelve.

Sin importar lo que los jóvenes le dijeran, Lyn continuó su camino. Y esta vez, no aminoró el paso, sin preocuparse por el par de jóvenes. Evidentemente, su intención era dejarlos atrás.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Dom Oct 06, 2013 11:03 pm

Sólo hay una palabra para expresar como me encuentro ahora mismo: enmudecida. Bueno, también podría decirse petrificada, paralizada, inmovilizada. Incluso podría aceptar atontada.

Max está a mi lado, plantado como un poste, con el ceño fruncido y los puños apretados. Furioso, sin duda.

Entonces, mi amigo pelirrojo me devuelve una mirada acerada; y, en voz suficientemente alta como para que la oiga cualquiera que ande cerca de nosotros, me dice:

-Vámonos, Jeanne. Estoy harto de esa tía. Regresemos a por Michael y James y busquemos a Judith por nuestra cuenta.

Mientras veo como comienza a rehacer el camino que hemos hecho, yo me quedo quieta, sin saber exactamente qué hacer. Algo extraño, pienso; teniendo en cuenta que no sé si seguir a mi mejor amigo o a una desconocida.

Max se vuelve hacia mí y me grita:

-¿Vienes o no?

-Yo...-susurro.

-Olvídalo. ¿Sabes? Ve con ella si quieres, no soy quién para decirte lo que debes hacer. Pero yo paso.

Dicho esto, Max se gira y continúa la marcha. Yo observo cómo se aleja y luego, mirando hacia el suelo polvoriento y a la punta de mis botas por defecto, murmuro:

-Lo siento, Max. Es hora de que comience a seguir el consejo de Cassie y que siga mi instinto.

Levanto la mirada hacia el lado opuesto por el que Max se ha marchado, suspiro y echo a correr hacia Lyn.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Mar Dic 03, 2013 5:36 pm

Agradezco el voto de confianza.

Lyn no se giró ni una pulgada para aquella declaración. Si Jeanne esperaba que la enigmática joven reconociera de alguna manera la partida de Max, se equivocaba. Siguió avanzando, sencillamente, sin darle mayor importancia al asunto.

Las dos jóvenes continuaron su camino, con Lyn siempre a la cabeza. Ahora que se hallaban solas, la híbrida no tenía ningún problema en mirar sobre su hombro de vez en cuando, asegurándose de que Jeanne la seguía. Y su cuerpo se notaba menos tenso, casi como si se hubiese quitado un peso de encima.

Ah, allí...

Tras girar por enésima vez por una intersección al azar, Lyn finalmente pareció encontrar una pista de que se encontraba por buen camino. Lo que se hallaba frente a las dos chicas no era más que un callejón sin salida, pero la joven canina parecía comprender algo que no se alcanzaba a ver a simple vista. Lo único que había en aquel desolado sitio era lluvia, lodo y madera podrida. ¿Qué pretendían hallar allí?

La Luna —señaló Lyn. Pero curiosamente, sus ojos no ascendieron hacia el firmamento en ningún momento. Seguía observando fijamente el muro de ladrillos que tenía frente a ella, donde montones y montones de anuncios habían sido clavados. Especialmente retratos de piratas y ladrones, con el precio de sus respectivas cabezas anotado en letras grandes—. ¿Qué demonios significa la luna?
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Sab Dic 07, 2013 2:40 pm

Tras alcanzar a Lyn, continúo siguiéndola. Como no dice nada, me pongo a pensar. Pienso en mis amigos. Seguramente Max llegará al lugar donde dejamos a Michael y a James con el "amigo" de Lyn y les obligará a seguirle sin mencionarnos mí y Lyn. Sería propio de él.

Agradezco el voto de confianza.

La voz de Lyn, que detiene el hilo de mis pensamientos, me sobresalta. Dirijo la mirada hacia la joven, pero nuestras miradas no se cruzan, ya que sigue mirando hacia el frente. Parece que ni se ha percatado de la marcha de Max.

De... nada —murmuré.

Continuamos caminando, Lyn delante, yo siguiéndola. Cada cierto tiempo, noto que gira su cabeza para mirarme, tal vez comprobando que la sigo; algo que no hacía mientras Max estaba con nosotras. ¿Acaso le había hablado así para que se marchara? Ahora se le nota más relajada, ¿y si había estado esperando que nos quedáramos solas ella y yo?

Ah, allí...

Después de deambular por tortuosas calles y girar numerosas esquinas, Lyn da señas de haber logrado encontrar algún indicio de que íbamos por buen camino. Si dirijo mi mirada en paralelo a la suya, puedo ver un callejón. Un callejón con pedazos de madera deteriorada dentro de charcos de lluvia y lodo, adornando todo el pavimento. ¿Qué podría interesarle de ahí?

La Luna —señala, de súbito.

Sin embargo, no levanta la mirada al cielo. Y aunque lo hiciera, no encontraría el satélite, ya que la lluvia y los grises nubarrones obstruyen el cielo. Además, debe de ser mediodía, así que es imposible que vea la Luna. ¿No?
No, Lyn no busca la Luna. No ha movido ni un ápice sus ojos. Mira hacia el muro que cierra el callejón. Es de ladrillo, adornado con anuncios clavados, muchas veces con clavos. La temática de los folletos es muy amplia, pero cabe destacar un gran número de carteles de “Se busca” de piratas y ladrones, con la recompensa a entregarlos a las autoridades anotada en ellos, con letras grandes. ¿En qué nos pueden ayudar estos carteles? Me pregunto, ¿qué tiene que ver la Luna con ellos?

¿Qué demonios significa la luna?— se pregunta a si misma Lyn.

<<Pues si tú no lo sabes...—pensé, aunque no lo dije en voz alta>>.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Jue Dic 19, 2013 3:52 am

La Luna, La Luna... —repitió Lyn varias veces, sacudiendo algo que llevaba algo en la mano. Luego, desesperada, soltó un gruñido y se giró hacia Jeanne, mostrándole lo que llevaba en la mano—. ¡La Luna invertida! ¿Qué significa? —cuestionó. Y entre sus dedos sostenía... ¿una carta del tarot?— ¡Agh! ¡Maldito gitano y sus estúpidos trucos!

Enfadada, la joven arrojó la carta al suelo.

Volvamos. No hemos encontrado más que sus tontos juguetes —ordenó la guerrera, pasando a un lado de Jeanne sin dedicarle una segunda mirada. Sí, parecía que estaba bastante enfadada, fuese por lo que fuese. ¿Y ahora iban a caminar todo el tramo de regreso? ¿Y qué ocurría con Judith?

La Luna... ¿qué significaba la luna? ¿Tendría algo que ver el astro que se alzaba en el cielo en aquella noche de lluvia, con su luz tan brillante que penetraba las grises nubes? Con esa tremenda luz, que parecía estar en todos sitios a la vez, reflejándose en las gotas de lluvia que caían en los tejados...

...un momento, aquello no era el reflejo de la luna. ¡Eran ojos! ¡Decenas de ojos amarillos, observando desde las alturas!
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Lun Dic 30, 2013 7:31 pm

La Luna, La Luna...—Lyn sigue rumiando estas palabras una y otra vez. Puedo ver que tiene algo en la mano, pero no consigo distinguir que es, ya que lo zarandea con rabia. Después, Lyn para de murmurar y se gira hacia mí, gruñendo. Exasperada, me muestra que era lo que su mano agarraba con fuerza. Es una carta. Pero no se trata de un naipe, sino de una carta del tarot. Una carta de las que usan viudas y gitanos para supuestamente vaticinar el futuro de aquellos que pagan lo suficiente para, según ellos, “conocer lo que pocos pueden saber”. No es que quite veracidad al poder de los astros y las cartas. La cuestión es que aún no he conocido a ninguna pitonisa ni similares que no time a los pobres incautos que les piden consejo.

¡La Luna invertida! ¿Qué significa?—me interroga la felina.

En realidad, no sé si me lo pregunta a mí o al resto del universo. Y aunque supiera la respuesta, no me habría dejado responder, ya que al momento exclama:

¡Agh! ¡Maldito gitano y sus estúpidos trucos!—tras maldecir, arroja la carta al suelo, encolerizada. Me pregunto que clase de persona podría engañar a Lyn. No se le ve fácil de embaucar.

Después, se dirige a mí de la forma que suele hacerlo (es decir, sin siquiera mirarme) y decreta:

Volvamos. No hemos encontrado más que sus tontos juguetes—Lyn parece enfadada, y mucho. Es la primera vez que la veo perder los estribos. Y no es agradable precisamente.

Pese a haber oído la orden de Lyn, no me muevo de mi posición. No paro de pensar en la carta. No tengo ni idea de el arte de los augurios, y me reprendo a mí misma por no haber escuchado a Michael cuando trató de enseñarme, en la época (corta, por cierto) en la que se llevaba algunas monedas al bolsillo echando las cartas junto a la puerta de la Taberna de Cassie.

<<Un momento, ¡claro! Con Michael seguro que todo lo aclaro—pienso, mientras recojo la carta disimuladamente>>.

Cuando voy a contarle mi plan a Lyn, veo algo que me detiene. Me doy cuenta que, para estar lloviendo, hay una genuina y brillante luz sobre el callejón, proveniente del cielo. En una acto reflejo, levanto la cabeza al cielo nublado. Me extraña ver la Luna. No sólo por las nubes, sino por lo rápido que había pasado el día entero. No me había percatado que había oscurecido. Mi padre estará preocupado.

Me quito las gafas para limpiarlas de gotas de lluvia, que han caído debido a mirar hacia arriba. Tras completar la tarea, veo algo anómalo en ellas. Reflejan el cielo, pero con algo bastante inaudito: en lugar de reflejar la Luna, lo que hace es multiplicarla. Puedo contar más de diez lunas amarillentas en cada lente. Extrañada, vuelvo a otear el cielo nocturno. Entonces, las veo: una infinidad de lunas mirándome, pero no desde el cielo, sino sobre los tejados de los edificios cercanos. Y sé que están mirándome, porque mi instinto me dice que no son lunas. Más bien, ojos.

Lyn...—murmuro, sin moverme ni un ápice, petrificada, agarrando la carta de tarot con fuerza, como si la Luna Invertida pudiera salvarme.—¡Lyn!—pronuncio su nombre de nuevo, pero esta vez chillando. Doy un par de pasos hacia atrás, pero no me atrevo darme la vuelta para ver si ella me ha escuchado. Simplemente me quedo ahí. Esperando, sin saber muy bien qué. Si Lyn atiende a mi llamada, probablemente deje en sus manos la situación. Y si no viene... bueno, prefiero no pensar en eso.

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Como ella misma ha dicho, mi personaje hará todo lo que Lyn le ordene en caso de que atienda a su llamada.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Vie Ene 03, 2014 3:49 am

Lyn...

Lyn atendió casi de inmediato a la llamada de la joven, gracias a su agudo oído canino. Se giró hacia la chica, quien no pudo verle al tener su espalda girada hacia ella. Cuando Jeanne gritó su nombre, esta vez con más desesperación en la voz, la joven guerrera comprendió el mensaje y, siguiendo la mirada de la joven de Port Royal, se topó con los ojos que antes había pasado por alto.

La joven gruñó una maldición por lo bajo y extendió su brazo hacia atrás y un costado. Por un momento, Jeanne no comprendió qué estaba a punto de hacer, puesto que la joven no llevaba nada en ninguna de sus manos y bajo su abrigo no parecía llevar nada guardado.

¡Para atrás! —ordenó, tensando sus dedos, como si estuviese empuñando un arma invisible.

Y de pronto, hubo un resplandor. Un inexplicable destello que surgió de la mano que Lyn había echado para atrás y que cegó brevemente a Jeanne mientras retrocedía (o se quedaba quieta en su sitio, lo que hubiese decidido). Era difícil mirar a la luz, pero si la chica fue capaz, notaría que, en los escasos segundos que estuvo presente, delineó una extraña silueta. Un arma, parecía.

¿La joven había sujetado un arma que no había estado allí y de pronto ésta... estuvo allí? ¿Cómo funcionaba aquello?

Antes de que la luz desapareciera y Jeanne pudiese ver lo que Lyn sujetaba, ésta salió disparada al frente como una flecha. Tan rápida que su silueta se desenfocaba, dio un salto demasiado alto como para ser natural, rebotó con una precisa patada en uno de los muros y se sujetó del borde del tejado que había estado a sus espaldas, con solo una mano. Y con la misma impresionante velocidad, se trepó de un salto, quedando en cuclillas frente a los ojos que habían estado observándolas.

Fue entonces cuando Jeanne pudo ver dos cosas: primero, las bestias que la acechaban; y segundo, el arma de Lyn. Las primeras eran espeluznantemente humanas; de hecho, se asemejaban bastante a los marineros del puerto. Excepto, claro, por su piel oscura, sus ojos amarillos y el curioso emblema que llevaban en el pecho; y el par de alas que salían de sus espaldas, además, las cuales extendieron apenas la guerrera se les plantó enfrente.

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El arma no pudo verla más que unos cuantos segundos, pues inmediatamente Lyn la utilizó para asestar un tajo horizontal a las bestias que decidieron plantársele enfrente, derribándolos hacia atrás. Era curiosa y muy distintiva, pues no tenía filo y parecía estar hecha de una madera fina, oscura y brillante. La empuñadura tenía un diseño que recordaba a un patrón vegetal y del extremo brotaban tres prolongaciones sin punta.

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Aunque parecía un arma de juguete, sin duda alguna debía tener una cualidad especial, puesto que en tres segundos Lyn ya había hecho desaparecer a cuatro de aquellas bestias... en una inexplicable voluta de humo.

¿Cómo podía ayudarle Jeanne? Tenía todo controlado, al parecer, pero aquellos seres superaban las dos decenas. Y aquella misteriosa carta... ¿a quién había estado buscando Lyn?
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Vie Mar 14, 2014 8:38 pm

¡Lyn!

Escucho un gruñido a mis espaldas, murmurando palabras ininteligibles para mí. Me volteo rápidamente y (pese a no considerarlo muy heroico ni valiente) me escondo detrás de ella. Lyn se pone en una especie de posición de ataque, algo que no entiendo. ¿Va a enfrentarse a aquello con las manos desnudas? ¿O acaso tiene un plan?

¡Para atrás!—grita, siendo su orden acatada al instante. Después, hace un extraño ademán con la mano, como si esté asiendo una espada u otra arma invisible.

Y sin previo aviso, una luz, procendente de la mano de Lyn, me ciega la vista por un instante, haciendo dar un paso hacia atrás y me tapar mis ojos con el brazo, no lo suficientemente alto como para impedirme ver, pero sí para protegerme un poco. Desde mi posición, diviso cómo el fulgor plateado cambia su forma (¿es esto posible? ¿Que una luz pueda adoptar una forma determinada?). ¿Va a convertirese en un arma u otro artefacto que nos salve? Son demasiadas las preguntas, pero decido quedarme atrás y observar como se responden.

Pero no puedo divisar nada, ya que antes de desaparecer la luz, Lyn ya ha pasado a la acción. Rápida como el rayo, da un salto de dos metros (¿dos metros?—pienso, perpleja), se impulsa gracias a una pared y sube al tejado empleando una sola mano; todo esto en lo que dura un pestañeo.

Por fin, mi vista, demasiado lenta para lo que ha ocurrido, descubre que los ojos amarillos son en realidad seres de forma humanoide vestidos de marinero (aunque tenían un extraño emblema en el pecho, una especie de corazón rojo). La razón por la que sé que no son humanos es simplemente por su piel (oscura como el carbón), sus ojos espeluznantemente brillantes y que están volando gracias a dos alas que les sobresalen de la espalda.

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Además, en lo que dura el segundo que Lyn tarda en empezar su pelea contra las extrañas bestias voladoras, avisto qué sostiene con tanta seguridad Lyn en la mano: se trata de una peculiar arma, de madera oscura y barnizada y elegante, con una empuñadura con decoraciones vegetales y el extremo acabado en tres apéndices sin punta, formando una especie de E mayúscula.

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Tras hacer retroceder a unas cuantas de esas bestias voladoras, Lyn alcanza a cuatro de ellas, que se desvanecen al instante, quedando sólo una neblina grisácea.

Mientras pienso en qué es lo que me puede sorprender más de todo lo ocurrido, busco rápidamente algo en el callejón que pueda servirme de arma, aunque sea sólo un proyectil con el que distraerlos un poco. Pese a que estoy totalmente segura desde mi posición , y Lyn me había ordenado no moverme, hay algo en mi interior que me ordena ayudarle, luchar yo también contra esas criaturas.

Al fin, encuentro algo que podría servirme, aunque no mucho. El callejón está lleno de madera podrida en tablones y palés, así que arastro un palé hasta el centro del callejón, y apoyando medio tablón en él, salto encima de él. El tablón se quebranta en el acto en fragmentos debido a su estado de putrefacción, fragmentos que agarro e intento tirar sobre el tejado. Tras fallar un par de veces, consigo darle en la cabeza a uno.

Pero no es momento para celebrarlo, ya que parece que él y unos cuantos de sus amiguitos se han percatado de mi presencia. Empuño el fragmento más alargado y puntiagudo del tablón y exclamo, sacando valor no sé de dónde:

—¿A qué esperáis, horrendas bestias? ¡Venid a por vuestra merienda!

Me dispongo en posición de ataque, mientras un rinconcito de mi mente (creo que el del sentido de la lógica) espera no haberla fastidiado.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Dom Mar 16, 2014 3:55 pm

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Tras fallar un par de veces, consigo darle en la cabeza a uno.

Pero no es momento para celebrarlo, ya que parece que él y unos cuantos de sus amiguitos se han percatado de mi presencia.


¡Recuerda que no puedes controlar el ambiente! No podías haber sabido de antemano si ibas a acertar con tus actuales Estadísticas. Nunca sabes nada de lo que puede suceder a futuro, si tus planes van a salir bien o no. Mientras quepa la posibilidad de que a tu personaje pueda interrumpirla UN OSO MÁGICO SALIDO DE LA NADA QUE SE COMA SUS ENTRAÑAS, estás controlando el ambiente (?)

Ésta la dejaré pasar, ya que de todas maneras te lo hubiera aceptado. Pero cuidado con predecir el futuro; porque a menos que éste dependa directamente de tu personaje, no puedes saberlo.


¿A qué esperáis, horrendas bestias? ¡Venid a por vuestra merienda!

Aquello activó las alarmas internas de Lyn, quien se tomó sólo medio instante para girar su cabeza y mirar por encima de su hombro, desde la parte más alta de aquel tejado. Se encontró con que desgraciadamente no se había imaginado aquello y que, de verdad, Jeanne se hallaba dispuesta a enfrentarse a aquellos demonios voladores. La joven guerrera gruñó y estuvo a punto de gritar algo, pero se vio interrumpida por un zarpazo que se le vino encima, el cual logró bloquear en el último instante.

Dos de las bestias intercambiaron una mirada, como cuestionándose la una a la otra qué debían hacer. Si hubiesen sido tan expresivas como una persona normal, se hubiesen encogido de hombros antes de lanzarse sobre Jeanne, pero lo único que hicieron fue doblar sus alas y dejarse caer frente a la chica.

Uno de ellos se acercó a la joven. La vio blandir el trozo de madera astillado y reculó un poco. Solo un poco, sin embargo, porque pronto comprendió que aquella arma improvisada no era ninguna amenaza, al contrario que la que llevaba Lyn. A una velocidad impresionante, se lanzó como un perro rabioso sobre la chica, clavándole las garras en los hombros y cayendo junto con ella en los charcos de lodo que alfombraban el callejón. Abrió y cerró las fauces con desesperación, intentando arrancarle la cabeza de un mordisco, algo que sólo pudo ser evitado por los forcejeos de la chica.

Pronto más de aquellos seres se percataron de la existencia de la joven. Atraídos por el alboroto que los gritos de Jeanne y los gruñidos de su atacante producían, dejaron de prestar atención a Lyn y comenzaron a interesarse más por la futura presa. Uno por uno, replegaron sus alas y bajaron del tejado de un salto.

Sólo quedaban ocho. Lyn contempló con horror cómo los seres se abalanzaban encima de Jeanne, con siete de ellos esperando con entusiasmo a que su compañero terminase por la chica, que cada vez se veía más apetitosa conforme recibía más rasguños y se empapaba más y más de sangre. La joven guerrera tuvo que saber en aquel momento que, aunque era perfectamente capaz de vencer a aquellos demonios, no sería capaz de acabar con ocho de ellos al mismo momento, antes de que devoraran a la chica.

…pero lo intentó de todas maneras.

Lyn bajó de un elegante salto del tejado, ante lo cual su amplia capa revoloteó debido a la resistencia del viento y exhibió que, oculta debajo, la joven había llevado puesta una destelleante armadura color cobre. Aterrizó con fuerza sobre Jeanne, quien, aunque no recibió el golpe de una manera agradable, advirtió que el peso del demonio había desaparecido sólo para ser reemplazado por el de Lyn.

Súbitamente, sintió cómo la joven la envolvía entre sus brazos, rodeándola y cubriéndola con su cuerpo. Y luego, por sobre el sonido de la lluvia y los gruñidos de las bestias, escuchó cómo la joven exclamaba:

¡Electro ++!

Hubo un destello. Uno grande, como si de pronto el sol se hubiese alzado cien veces más cerca del horizonte que de costumbre, que obligó a la chica a cerrar sus ojos. Escuchó un terrible estruendo, como si una bestia rugiese en las profundidades o como si alguien hubiese metido un tambor dentro de su cráneo. Sus huesos se estremecieron, sus músculos cosquillearon y los vellos de su cuerpo se levantaron, todos excitados por la energía que rodeó el ambiente, recorriendo cada diminuta gota de lluvia, saltando de un sitio a otro pero, por alguna razón, sin tocar a Jeanne en ningún momento.

El mundo regresó a la normalidad sólo medio segundo después. Lo único que le demostró a la chica que no se lo había imaginado era el pitido en sus oídos y el temblor de sus músculos. Cuando Lyn se levantó de encima de ella, todo rastro de las bestias había desaparecido.

Si Jeanne ponía suficiente atención, pero sólo si miraba por alguna razón al cielo, notaría ocho pequeñas estrellas ascender y unirse a sus centenares de hermanas en el firmamento.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Lun Mar 17, 2014 3:12 am

Uno de los monstruos se aproxima a mí. Dispongo el trozo de madera podrida entre los dos y parece que lo detiene un poco. Pero eso no me relaja; es más, hace que agarre la madera con más fuerza, como si fuera un asidero con el que salvarme del abismo.

La criatura se abalanza sobre mí, asiéndose a mis hombros. Noto como sus garras se hunden en mi piel, y me muerdo la lengua con fuerza debido al dolor. Mientras siento el sabor de la sangre (MI sangre) en la boca, le clavo el trozo de madera con el costado, pero no parece causarle ningún daño; es más, las astillas se quedan clavadas en su cuerpo mientras sigue clavándome las uñas, como si no le hubiera causado el mayo daño.

El ser empieza a intentar morder mi cara, intentando arrancarme la cabeza. Intento zafarme de él como puedo: intento impulsarle hacia arriba con las piernas, con el brazo derecho le agarro del cuello alejando nuestras caras y con la mano izquierda trato de sacar sus zarpas de mis hombros.

Sin haberme dado cuenta, de repente estoy rodeada de los congéneres de mi atacante; rodeándonos, acechando a su presa (es decir, yo), esperando a que su compañero acabara conmigo para pelearse por devorarme. Él, mientras tanto, me araña con sus pies, clava más sus garras y sigue pretendiendo desgarrar mi cara con sus colmillos. Noto como la sangre brota de mí poco a poco, y sé que eso les excita. Mi ropa está completamente rajada, mi pelo se ha soltado, y ya doy mis gafas por perdidas.

Ese momento, mientras sigo intentando liberarme, es uno de esos en los que todo parece que sucede a cámara lenta, como si yo fuera una espectadora que ve todo desde fuera. Súbitamente, noté que la criatura se echaba atrás, y su peso se reemplaza por otro que cae sobre mi estómago. Eso hace que me entren náuseas, pero al ver quién es, eso ya no me importa: Lyn.

En ese momento, si me quedaran fuerzas para articular una sola palabra, le diría que siento haber hecho tal tontería, le diría que me salvara, le daría las gracias. Pero en lugar de eso, la miro mientras envuelve mi maltrecho cuerpo, como un ángel de la guarda que viniese a recogerme para alejarme del mundo y de las criaturas que me rodean. Pero no echa a volar como un ángel, sino que pronuncia unas palabras extrañas que escucho por encima de todos los demás ruidos; que aunque no sé que significan, son agradables a mi oído:

¡Electro ++!

Y entonces, todo comienza a brillar, como si las estrellas hubieran bajado del firmamento para ampararnos con su luz y calor, como si todas los faroles de la ciudad hubieran acudido a la llamada de Lyn. Y con la luz, viene un sonido, un ruido como los que me asustaban cuando era una niña y había tormenta. Porque eso parece: que los truenos y los relámpagos hayan sido atraídos desde las negras nubes por las palabras de ella. Siento como el ruido y los destellos nos envuelven, nos abrazan, pero sin tocarnos. Y sé que son benignos y que nos librarán de aquellos engendros, porque para eso Lyn les ha proclamado.

Todo aquel festival de luz y energía parece dura toda una eternidad; pero a la vez sólo el tiempo que dura un latido. Cuando acaba, me deja ligeramente electrizada, aunque después este efecto desaparece, como si nada hubiera pasado. Lyn se levanta, y yo me quedo en el suelo, en posición fetal, en un leve estado de shock. Había estado a punto de morir. Es más, ahora mismo podría estar muerta.

Pese a que no levanto la vista del suelo, sé que Lyn y yo estamos solas, y las estrellas, que habían acudido a ayudarnos, vuelven a su lugar, elevándose al cielo.

Lyn... ―murmuro, con la mirada perdida, inmóvil. No sé si me escucha, pero no me importa. Necesito decirlo en voz alta.― No pienso volver a dejar que me pase esto otra vez. No tendrán otra oportunidad para intentar matarme. No sé como, pero voy a aprender a derrotarlos; y cuando lo haga, no habrá ninguna criatura como las de antes que descanse. Cueste lo que cueste; voy a aprender a matarlos, Lyn. Lo haré.

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¿Que haya dicho que mi ropa se ha roto y mis gafas se han perdido no es controlar el ambiente, no?
Porque si lo es, significa que no tengo poder ni sobre mi ropa xD

Cuando digo que <<sé que Lyn y yo estamos solas>>, me apoyo en que tú has escrito <<todo rastro de las bestias había desaparecido>>. Y si se supone que no había nadie más, están solas, ¿no?
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor Zee » Lun Abr 21, 2014 9:41 pm

No pienso volver a dejar que me pase esto otra vez. No tendrán otra oportunidad para intentar matarme. No sé como, pero voy a aprender a derrotarlos; y cuando lo haga, no habrá ninguna criatura como las de antes que descanse. Cueste lo que cueste; voy a aprender a matarlos, Lyn. Lo haré.

Lyn se mostró poco conmovida por las palabras de Jeanne. Mientras la chica balbuceaba su nueva determinación en voz baja, la joven guerrera se puso de pie y contempló el deplorable estado en el que sus vestimentas habían terminado. La larga y amplia capa con la que la joven cubría su cuerpo se encontraba cubierta de lodo, e incluso chamuscada en algunos lugares.

Hubo un destello y un leve tintineo, señal de que la misteriosa arma de la joven ya había desaparecido. Luego de ello, Jeanne sintió un fuerte tirón en su muñeca que la impulsó a levantarse del suelo. Lyn prácticamente la había obligado a incorporarse, sin mayor interés por su integridad.

Luego de eso, Lyn empujó a la joven al ponerle las manos en los hombros. Y la condujo hasta la salida del callejón.

Ya me has estorbado lo suficiente ―le dijo con sequedad―. Vuelve con tus amigos, o a tu casa, o algo.
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Re: [Port Royal] A pan y agua

Notapor 15nuxalxv » Lun Abr 21, 2014 10:34 pm

Mientras hablo en voz baja (o pienso, en mi estado no sé cual de las dos cosas) oigo a Lyn levantarse. Elevo la mirada hacia ella. Parece que no le ha hecho gracia tener que ensuciarse su armadura y su capa. Siento un pequeño remordimiento, pero el dolor no me permite centrarme demasiado en él. Después, con un resplandor de luz y un pequeño sonido (¿tal vez parecido a unas campanillas?) su arma ha desaparecido.

Después, Lyn ase mi muñeca y estira de ella. Cuando me levanto, noto mil agujas clavándose en mi cuerpo. Probablemente me haya roto un par de costilla, sin contar las magulladuras y los cortes. Soy lo bastante inteligente como para no expresar mi dolor en voz alta.

Cuando ya estoy completamente de pie (aunque algo encogida, eso sí) Lyn me empuja al exterior del callejón con descortesía. Casi me venzo hacia delante y me caigo al suelo, pero logro apoyarme a tiempo. Cuando me giro hacia la chica, esta me dice:

Ya me has estorbado lo suficiente. Vuelve con tus amigos, o a tu casa, o algo.

Me sorprendo durante un segundo, aunque luego, no sé por qué, simplemente asiento. Sin llegar a reconocerlo, esperaba que dijera eso. Pienso en protestar, en decirle que ella era la que había propuesto ayudarnos, pero algo me dice que de nada serviría. Pienso en pedirle que me enseñe a combatir a aquellas bestias, pero desisto. No tengo derecho a exigirle nada. Me vuelvo hacia la calle por la que hemos venido, y antes de marcharme le digo:

Gracias por salvarme. Y lo siento, aunque no creo que sirva de nada disculparse.

Empiezo a caminar. Por suerte, no tengo muchas dificultades para hacerlo, pero me aproximo a la pared por si acaso. Cuando llevo un trecho andado, recuerdo que aún conservo la carta del Tarot. La saco de mi bolsillo y la miro con tristeza, después la tiro al andén de la calle.

Podría irme a casa, pienso. O podría ir a buscar a mis amigos. Deben de estar con el hombre inconsciente que Lyn nos había pedido cuidar... O mejor dicho, nos había dejado al cuidado del hombre. Ronin, creo haberle oído decir a Lyn en la taberna. Seguramente él también sepa manejar un artilugio como el de Lyn...

Al final, decido que lo mejor es ir a por mis amigos (pese a no querer oír a Max decir “Debiste haberme hecho caso”, “Te lo dije” o cosas similares). Les diré que Lyn ha roto el trato. Después iré a casa, a descansar. Pienso en Judith. Tal vez ya la hayan encontrado. Y si no es así, estoy demasiado agotada como para empezar la búsqueda, además exponerme a otro ataque de esas criaturas.

Entonces caigo en la cuenta: ¿y si me los cruzo de camino? Siento un escalofrío. Pero nunca he sido demasiado cobarde, así que continúo andando, intentando no mirar a mis alrededores cada dos segundos, buscando un resplandor amarillo; ni agudizar mis oídos, esperando escuchar un aleteo. Tampoco quiero mirar atrás, hacia el callejón, pero no puedo evitar echarle un último vistazo.

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Pensé que Lyn y yo podríamos ser amigas y tomar el té juntas :( (?)
Jeanne va hacia donde dejaron a Ronin y sus amigos.
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