Re: [Port Royal] Princesa por sorpresa
Publicado: Mié Ago 27, 2014 5:27 pm
La mujer se cruzó de brazos y escuchó las explicaciones de las chicas, asintiendo y frunciendo el ceño a casi cada minuto, incapaz de quedarse quieta.
―Bla, bla, bla. Sí, ya lo he pillado. Creéis que es una hermanita de la caridad, ¿no? La gente como ella con dinero, poder y contactos no brinda oportunidades a la casta baja por placer o compasión. Os echará al final del día al mismo sitio de donde venís, de eso no me cabe ninguna duda. ¿O ha sido diferente con vosotras y se ha interesado mínimamente por vuestra vida, o vuestro nombre? ―enarcó una ceja y las miró alternativamente―. Debo suponer que no. Hay una razón detrás de esa falsa bondad y voy a descubrirla. Para eso, necesito que se revele como la auténtica arpía que probablemente es, mirándonos a todas desde lo alto de ese trono.
»Mi propuesta sigue en pie y os la explicaré. Aunque respecto a vuestras preguntas, he de decir que tengo mi propio hogar y que estaba en mitad de una «investigación» cuando uno de los mayordomos me vio, vestida como una pordiosera. Por lo tanto, deduciréis que no tengo nada que perder, al contrario que vosotras. ¿Y si hacemos un trato mejor? Me demostráis lo que sabéis hacer y yo os consigo techo y comida diarios ―sonrió.
Entonces, vibró una campanilla por toda la sala. Las invitadas se giraron al lugar de su procedencia, el trono de Coli. La reina la había agitado, tosiendo con la cabeza bien alta para llamar la atención. Pese a todo, fue Abraham (que estaba a su lado) quien dio el anuncio:
―Princesas ―les llamó Abraham ―. A propuesta de la reina Coli, vamos a celebrar un concurso de belleza. Los criados os repartirán papeletas para que escribáis en ellas el nombre de la dama más hermosa de la sala. ¡Y que gane la más preciosa de todo Port Royal!
―¡Qué oportuno! Precisamente, de eso quería hablaros: el concurso de belleza. ¿Creéis que será justo? ¿Que ganará realmente la más bella? ¡Si todas las presentes solo conocemos a la anfitriona! ―se carcajeó―. Sospecho que la buenaza de nuestra reina va a trucar el concurso. ¿Qué tal si se lo impedís? Estoy impaciente por ver cuál será vuestra postura al final de todo este asunto.
Y con un gesto de despedida, les dio la espalda y fingió ignorarlas, aunque comprobarían más tarde que solía tener un ojo encima de ellas, vigilando qué decidían hacer.
Los criados comenzaron a pasar con urnas, papeles, plumas y tinteros para que las invitadas anotaran el nombre de la ganadora en estos y lo metieran en las urnas. Según se iban llenando, Coli y Nico comprobarían que llevaban las cajas al vestuario, donde las dejaban para ir a por unas nuevas. Hasta que no estuvieran todas no empezaría el recuento.
No era difícil ver el movimiento de los criados. Y había suficiente follón de princesas para que nadie notara que se colaban en la sala, pudiendo estar en ella hasta varios minutos. Siempre y cuando no fueran lo suficiente fieles a la reina Coli como para darle el chivatazo de la traición de una princesa.
―Bla, bla, bla. Sí, ya lo he pillado. Creéis que es una hermanita de la caridad, ¿no? La gente como ella con dinero, poder y contactos no brinda oportunidades a la casta baja por placer o compasión. Os echará al final del día al mismo sitio de donde venís, de eso no me cabe ninguna duda. ¿O ha sido diferente con vosotras y se ha interesado mínimamente por vuestra vida, o vuestro nombre? ―enarcó una ceja y las miró alternativamente―. Debo suponer que no. Hay una razón detrás de esa falsa bondad y voy a descubrirla. Para eso, necesito que se revele como la auténtica arpía que probablemente es, mirándonos a todas desde lo alto de ese trono.
»Mi propuesta sigue en pie y os la explicaré. Aunque respecto a vuestras preguntas, he de decir que tengo mi propio hogar y que estaba en mitad de una «investigación» cuando uno de los mayordomos me vio, vestida como una pordiosera. Por lo tanto, deduciréis que no tengo nada que perder, al contrario que vosotras. ¿Y si hacemos un trato mejor? Me demostráis lo que sabéis hacer y yo os consigo techo y comida diarios ―sonrió.
Entonces, vibró una campanilla por toda la sala. Las invitadas se giraron al lugar de su procedencia, el trono de Coli. La reina la había agitado, tosiendo con la cabeza bien alta para llamar la atención. Pese a todo, fue Abraham (que estaba a su lado) quien dio el anuncio:
―Princesas ―les llamó Abraham ―. A propuesta de la reina Coli, vamos a celebrar un concurso de belleza. Los criados os repartirán papeletas para que escribáis en ellas el nombre de la dama más hermosa de la sala. ¡Y que gane la más preciosa de todo Port Royal!
―¡Qué oportuno! Precisamente, de eso quería hablaros: el concurso de belleza. ¿Creéis que será justo? ¿Que ganará realmente la más bella? ¡Si todas las presentes solo conocemos a la anfitriona! ―se carcajeó―. Sospecho que la buenaza de nuestra reina va a trucar el concurso. ¿Qué tal si se lo impedís? Estoy impaciente por ver cuál será vuestra postura al final de todo este asunto.
Y con un gesto de despedida, les dio la espalda y fingió ignorarlas, aunque comprobarían más tarde que solía tener un ojo encima de ellas, vigilando qué decidían hacer.
Los criados comenzaron a pasar con urnas, papeles, plumas y tinteros para que las invitadas anotaran el nombre de la ganadora en estos y lo metieran en las urnas. Según se iban llenando, Coli y Nico comprobarían que llevaban las cajas al vestuario, donde las dejaban para ir a por unas nuevas. Hasta que no estuvieran todas no empezaría el recuento.
No era difícil ver el movimiento de los criados. Y había suficiente follón de princesas para que nadie notara que se colaban en la sala, pudiendo estar en ella hasta varios minutos. Siempre y cuando no fueran lo suficiente fieles a la reina Coli como para darle el chivatazo de la traición de una princesa.