This is the end, my only friend

Prólogo de Victoria Knight

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

This is the end, my only friend

Notapor Suzume Mizuno » Mié May 27, 2015 9:40 pm

Imagen




Una corriente de viento levantó una polvareda del árido suelo de la Necrópolis de las Llaves Espada. Aquel lugar no tenía nada de hermoso. Era melancólico, solitario, triste, muerto. No parecía el sitio apropiado para que reposaran las memorias de cientos de Caballeros que habían luchado por la luz… o la oscuridad. Si al menos el cielo fuera azul... Pero ni siquiera se le concedería aquel detalle. Nubes densas y tristes navegaban por encima de Victoria, ensombreciendo su camino. En el irregular fruto de brutales batallas que habían fracturado la tierra, se abrían en senderos o valles secos que se hundían en dentelladas que parecían más provocadas por dioses que por seres humanos.

Victoria Knight contemplaría el mundo gris y marrón en el que iba a dejar lo último que quedaba de Ivan Kit y quizás experimentaría sentimientos encontrados. Ahora debía dirigirse hacia el cementerio, donde reposaban las Llaves Espadas. No quedaba muy lejos, es más, si seguía el sendero y doblaba un recodo lo vería sin problemas. Todas esas agrupaciones de Llaves robaban el aliento. Hablaban de innumerables vidas. Eran tumbas sin nombre.

Allí tenía que dirigirse para separarse, para siempre, de Ivan Kit.

Spoiler: Mostrar
¡Bienvenido a tu segundo prólogo! Va a ser precioso esto de despedirse así de Ivan Kit, te agradezco mucho hacerme sufrir con este tema te odio así que espero que disfrutes y que cuides de Victoria, que promete ser un buen personaje.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Can you picture what will be, so limitless and free

Notapor Soul Artist » Mié May 27, 2015 11:38 pm

El peso de un ataúd. El dolor de una despedida.

No son cosas que puedas comprender con exactitud hasta que te llega el momento. Crees poder visualizarlo, captar e imaginar el dolor de los seres queridos de alguien; no interiorizas ese sentimiento, y con ello, valoras tu vida en menor grado incluso al no saber lo que otros sentirán tras tu marcha. Es un sentimiento muy distinto en cada persona, pero siempre acompañado por el desgarro de la despedida. Acaba marcando tu existencia.

Y también sería así para Victoria Knight, que ahora conocía de primera mano aquellos sentimientos.

No reflexionaba sobre ello, ni siquiera se había detenido a darle importancia a cómo se sentía ella. Descendía una montaña del páramo concentrada en cada roca en la que pudiera apoyarse, en cada pequeño rincón que le pudiera facilitar el descenso aunque fuese por un paso. Lo hacía con la carga del Plasma de Abadón a su espalda, Llave Espada del que una vez había considerado su guía espiritual y terrenal; y con su Pikachu, que se había refugiado en su mochila para no separarse de los últimos restos de su antiguo dueño.

No; lo único en lo que podía pensar era en seguir adelante y cumplir con el último encargo que Kit le había encomendado, en cierta medida de egoísmo. Ella nunca se lo echaría en cara, pero no significaba que no fuera lo que era: un acto pensando sólo en él. No había sido fácil para Victoria llegar hasta allí, y no estaba segura de que lo que estuviese haciendo fuese del todo legal. Pero incluso siendo un acto egoísta, no sería nada a lo que se negara, porque al fin y al cabo... Lo necesitaba.

Se había distraído, y aquello significaba un pequeño error. Colocó el pie donde no debía y una roca debajo de ella se derrumbó bajo su peso, que entre sus cargas y las alas biónicas era mayor de lo que pudiera desear. Se vio cayendo montaña abajo y pensó en rodar, pero por instinto no lo hizo; se arrastró por la falda de la montaña hasta llegar a suelo firme, mientras Pikachu protestaba con sollozos de miedo en la mochila.

Se levantó a duras penas y notó que le sangraba la barbilla, además de numerosas rozaduras en los brazos y las piernas, pero podría haber sido peor. Comprobó, de inmediato, que el Plasma de Abadón no hubiera sufrido daño alguno, y se tranquilizó al notar que seguía de una pieza. Suspiró, calmada, y cerró los ojos a través de sus protectores.

Pikachu asomó la cabeza por la mochila, asustada, y Victoria calmó al animal con un par de toques en la cabeza. Volvió a dirigir la mirada al frente y vio cerca las miles de Llaves Espada. Algo apretó su pecho, entre asombro y pena. Pero no quiso pensar en todos los guerreros que allí descansaban.

Caminó, con el peso de un ataúd a sus espaldas, en solitario.
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

In a desperate land...

Notapor Suzume Mizuno » Jue May 28, 2015 7:36 pm

A pesar de los desvíos, alcanzar las tumbas de las Llaves no le llevó más de media hora. Se encontró con una explanada interminable de Llaves clavadas en la estéril y resquebrajada tierra. La mayoría estaban oxidadas y algunas se habían venido abajo por el paso del tiempo. El sol dejaba caer sus sucios rayos sobre las antiguas armas, arrancándoles tristes brillos. El viento soplaba fuerte y hacía que se le metiera el polvo en los ojos a Victoria.

No había mucho que ver, aunque, si se fijaba, en la distancia descubriría un edificio. Parecía un templo, aunque no podría terminar de distinguirlo. Quizás Ivan le hubiera hablado del Templo o Santuario de la Reminiscencia durante el tiempo que estuvieron juntos. En tal caso, sabría que no podía entrar. Aunque puede que, si quería esperar a que dejara de soplar tanto el viento o se fuera haciendo de noche, la muchacha quisiera acercarse a echar un vistazo. Al fin y al cabo, había muchísimo terreno y tenía que escoger un lugar donde clavar la Llave Espada de Ivan Kit. Las de la zona donde se encontraba no parecían ser armas muy nuevas. Puede que le interesara enterrar el último recuerdo del joven en un lugar donde reposaran Caballeros de su propia época…

Decidiera lo que decidiera, tenía todo el tiempo del mundo y una enorme tierra devastada por explorar y a la que, si quería, podía rendir sus respetos. Estaba rodeada de sus admirados Caballeros, después de todo.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Lost in a Roman wilderness of pain

Notapor Soul Artist » Jue May 28, 2015 8:34 pm

La llegada a la tierra donde las llaves comenzaban a acumularse no tranquilizó a la joven. Caminó entre estas, observando cada una de ellas para intentar imaginar la historia que se ocultaba tras ellas; resultaba más difícil de decir de lo que podría imaginarse. Ni una palabra que les acompañase en una tumba, ni una fecha, nada... Gente olvidada en el tiempo, al igual que sus hazañas. Le asustaba aquella idea.

No quería que le pasara lo mismo a Kit. Era un pensamiento egoísta, pero no merecía ser uno más entre todos aquellos olvidados. No soportaba la idea de acudir un día a visitarle y, para su sorpresa, no saber dónde se ubicaba su Llave Espada. Eran tantas las que había en aquel lugar... No merecía ser uno más entre mil, no al menos para ella.

En su desesperación por no encontrar el lugar perfecto se dio cuenta de que, cuanto más avanzaba, más le entraba la angustia de estar rodeada por muertos. No sabía decir si era el aspecto de las Llaves o el ambiente triste y melancólico, pero podía percibir que a cada paso que daba estaba retrocediendo en el tiempo. Los muertos cada vez eran más distantes, y ya debía haber retrocedido al menos un par de siglos. Se le hizo un nudo en la garganta y, por un momento, se sintió superada por aquel lugar.

Levantó la vista y vio algo a lo lejos. Una estructura, semejante a la de un edificio, se encontraba a lo lejos, en el corazón de la acumulación de Llaves Espada. Nunca había oído hablar de algo semejante a un edificio en aquel mundo, pero sabía que nadie habitaba allí. La duda le invadió por un momento, preguntándose qué sería. ¿Quizás... una cripta?

De serlo, sabía que Ivan jamás tendría un lugar allí. Era un desertor, y como tal, dudaba incluso de si podría colocar su Llave junto con el resto. Se quitó de la cabeza de inmediato la idea de posicionar su tumba en aquel lugar.

Pero aquello no le quitó la curiosidad. Además de ser un punto de referencia excelente para encontrar el Plasma de Abadón si quería localizarlo, sabía que tendría una espina clavada si no descubría al menos qué era aquel lugar. Por lo menos, si era una cripta, para presentar sus respetos a aquellas almas que la habitaban.

Continuó su viaje con la Llave a su espalda, ahora con un objetivo más claro.
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Waiting for the summer rain

Notapor Suzume Mizuno » Vie May 29, 2015 6:26 pm

Victoria tuvo tiempo para reflexionar antes de alcanzar el lugar. Era un edificio más ancho que alto, construido en pieza caliza y decorado con columnas severas, en especial en la zona de la entrada. También en el muro se abrían diferentes vidrieras de colores algo oscurecidos por culpa del tiempo. En completo, a pesar del paso del tiempo que sin duda se había llevado por delante detalles de sus orígenes o diversos colores, aquel lugar desprendía un aire sacro. Era, sin duda, un templo.

Estaba más allá del cementerio y si Victoria se fijaba bien descubriría que estaba en cierta manera oculto por el terreno. Pero ella había tenido suerte por el lugar donde había aterrizado, que le permitía distinguir su perfil.

Era casi como si el destino la hubiera llevado allí.

Y las puertas gruesas y bien cerradas se abrieron de pronto cuando Victoria se acercó. La joven se llevaría un buen susto. Sin embargo, el templo no estaba recibiéndola, sino que había dejado salir de sus entrañas a una mujer que debió deslumbrar a Victoria. Era alta, con un cabello rubio platino casi blanco, a juego con su túnica alba, que contaba con diseños arabescos dorados y un lazo azul. El rostro de la desconocida era como el de una estatua, hermoso, pero frío y distante. Al verla entrecerró los ojos y los clavó en la Llave Espada de Ivan Kit.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Tras un instante dijo:

Esa Llave Espada no te pertenece. ¿Por qué la llevas?
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

There's danger on the edge of town

Notapor Soul Artist » Vie May 29, 2015 6:49 pm

La cripta resultó ser un templo. Por su ubicación parecía difícil de localizar sin conocer el terreno y el mundo, pese a su enorme tamaño; parecía camuflarse con el ambiente, haciéndose a veces casi imperceptible a la vista de Victoria. Sin embargo lo había visto, y no podía ocultar la admiración por aquel edificio cuanto más se acercaba, por su estructura y su aire sacro.

Era antiguo, más de lo que pudiese calcular una niña como ella. Estaba claro que había tenido una importante labor de restauración detrás, pero era imposible ocultar su edad. Observó los alrededores y no supo dónde colocar la Llave de su guía; lo haría más tarde. Se acercó a la escalinata de la entrada, observó las puertas y se preguntó cómo debían abrirse, pues no encontraba en ellas pomos cercanos o alguna palanca o botón como mecanismo.

Contestando casi de forma mágica a sus pensamientos, se abrieron. Pensó que el templo me recibía, llegando a ilusionarse con la idea de poder colocar el arma de su espalda en ella, por lo que subió un par de escalones maravillada con la idea; pero se detuvo en cuanto percibió una figura tras estas. Una mujer, de aspecto rígido y distante, juzgó desde la altura a Victoria. Por sus ropajes y su porte solemne, la joven dedujo de forma inmediata que se debía tratar de una guardiana del templo, una sacerdotisa que se encargaría de vigilar toda Necrópolis de intrusos y visitas no deseadas.

Se sintió asustada por un momento. Su mirada era fría, y analizaba todo su cuerpo: sus gestos, sus reacciones, sus pensamientos. Tragó saliva, pensando en qué clase de crímenes contra la Orden podía haber cometido. Pero incluso así, sabía, por creencias propias, que no debía oponerse a la figura.

Se agachó en la escalinata y se apoyó sobre su rodilla derecha. Bajó la cabeza y presentó respeto hacia la mujer: rezó una pequeña oración en voz baja, casi inaudible, pidiendo perdón.

Esa Llave Espada no te pertenece. ¿Por qué la llevas?

Victoria no levantó la mirada. Tomó aire y lo expulsó lentamente; debía estar calmada ante ella. Si parecía nerviosa, podría considerarla culpable del robo de la Llave Espada o algo peor.

Vengo a dar sepultura al guerrero que una vez la portó —explicó con máximo respeto—. Pido clemencia en su nombre.
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Ride the King's highway, baby

Notapor Suzume Mizuno » Dom May 31, 2015 12:52 am

Vengo a dar sepultura al guerrero que una vez la portó. Pido clemencia en su nombre.

Ante aquellas palabras, la mujer arqueó una ceja. Tras unos instantes descendió por la escalinata para ponerse a la altura de la arrodillada Victoria. Las puertas se cerraron por sí sola a su espalda con lentitud.

¿Por qué clemencia? Déjame verla—ordenó, extendiendo una mano. Su tono no daba lugar a réplica. Cuando cogiera la Llave Espada pasaría una mano sobre su superficie y sus hombros se hundirían un poco—. Ivan Kit, ¿verdad?—Esperó a que Victoria respondiera y después le devolvió la Llave Espada. La estudió en silencio, como valorando qué hacer con ella, y al final dijo—. Pasea conmigo y dime qué ha sucedido. Con todo detalle. Sé que abandonó a la Orden, pero eso no me incumbe, no tengo nada contra él—añadió, quizás al ver un asomo de duda en el gesto de Victoria, temerosa por la suerte de los restos de Ivan Kit—. Sólo quiero qué ha ocurrido para que muera lejos de sus amigos y que alguien que no es Caballero haya tenido que traer su Llave aquí.

Lanzaría una mirada de reojo hacia la mochila, quizás atraída por algún movimiento de Pikachu, pero no dijo nada. Se limitó a aguardar.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

To the lake, the ancient lake

Notapor Soul Artist » Lun Jun 01, 2015 5:47 pm

¿Por qué clemencia? Déjame verla.

La guardiana del templo descendió la escalinata y se acercó a Victoria. Sólo pudo contemplar sus pies aproximándose, pues se encontraba lo suficientemente asustada como para levantar la mirada. Se limitó a tomar el arma de su espalda y entregársela con las dos manos, a modo de ofrenda.

Tomó la Llave Espada y pasó su mano por ella. Victoria notó que algo de peso se descargaba en ella mientras lo hacía, como si sintiese apenada por verla. Se preguntó si era momento para levantar la mirada, pero no lo hizo hasta que ella preguntó:

Ivan Kit, ¿verdad?

La cabeza de Victoria se dirigió arriba para contemplar su reacción. Creyó ver, dentro de la distancia y frialdad de su mirada, un atisbo de lamento por la pérdida del aprendiz de la Orden. Tomó la Llave Espada de sus manos y la colocó de nuevo en su espalda sin atreverse a apartar la mirada, como si al hacerlo fuese a perder aquel sentimiento. Algunas preguntas se cruzaron por su mente: ¿le conoció en vida, o era capaz de identificar el alma de cualquier portador?

Sí, señora.

Pasea conmigo y dime qué ha sucedido. —La orden fue inmediatamente acometida por Victoria. Se levantó y caminó junto a la mujer, sintiéndose algo pequeña a su lado; su porte, sus modales y el aura que desprendían le imponían demasiado como para caminar con naturalidad o con la cabeza totalmente alta— Con todo detalle. Sé que abandonó a la Orden, pero eso no me incumbe, no tengo nada contra él. Sólo quiero saber qué ha ocurrido para que muera lejos de sus amigos y que alguien que no es Caballero haya tenido que traer su Llave aquí.

Era siempre complicado tratarlo. Había intentado no pararse a pensar en aquello desde la noche pasada, cuando falleció en presencia de su mejor amigo. No había dormido desde entonces, ni tampoco se había detenido a analizar lo que estaba sucediendo. Se había limitado a cumplir con su última promesa y en seguir adelante, sin pensar en qué haría después siquiera.

Se encontraba caminando junto con una mujer que parecía saber quién era, y no podía seguir negando lo que había sucedido. Victoria intentó no pensar, que las palabras salieran de ella mientras intentaba controlar sus sentimientos. Se quitó las gafas protectoras y empezó a relatar, cabizbaja:

Enfermó. Nunca supe de qué, sólo que... Le quedaba poco tiempo. Su alma parecía desgastarse. Le encontré hace unos meses en el borde del Reino de la Luz, esperando a su final —Victoria levantó la mirada al frente al recordarlo. Estaba sentado sobre una roca, mirando la luz del final, sencillamente esperando a compartir el destino de otros semejantes a él—. Me salvó hace tiempo de un destino similar. Pensé que yo debía hacer lo mismo por él.

»Cuidé de él lo mejor que pude, e hice lo posible por darle los mejores días posibles. Contacté con algunos amigos... Sus mejores amigos... Y vinieron. Se despidieron de él y agradeció poder verles una última vez. Es... Es todo lo que quería. Había aceptado ese destino, pero quería despedirse.

La voz de Victoria se quebró al decir aquella última palabra. Para su sorpresa, le estaba costando respirar. Entre el polvo del mundo y aquellos recuerdos...

Pero ayer llegó a su final. Durante una visita de uno de ellos, Alexander. Y no tuve el valor de...

Un nudo en la garganta de Victoria evitó que terminara la frase. Notaba que los ojos se le comenzaban a humedecer, y que ya tenía la voz totalmente quebrada. No quería pensar por qué estaba allí en realidad, pero tenía que asumirlo. Ella tenía que ser la que diese sepultura y entierro a su viejo amigo porque no había podido hacer lo que debería en su momento. Tenía que, por mucho que costara...

... decirle adiós.
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Desperately in need of some stranger's hand

Notapor Suzume Mizuno » Mié Jun 03, 2015 4:06 am

... decirle adiós.

Llegados a este punto, la mujer fue reduciendo el paso hasta que se detuvo y se encaró a Victoria. Su gesto era impenetrable pero su postura resultaba mucho menos fría que antes. Y cuando habló, su voz estuvo teñida por una tonalidad amable:

Estuviste con él todo ese tiempo. Le ayudaste y le cuidaste. Sabía que estabas ahí para él. Es más, has traído lo que queda de Ivan Kit hasta aquí. No creo que necesitara una despedida con palabras.—Tras un momento, le puso una mano en el hombro y apretó con suavidad—. Pero todavía puedes dársela con algo más. Por eso lo has traído aquí, donde los Caballeros deben descansar.—La contempló con más suavidad—. Está bien llorar. Está bien exteriorizar el dolor. Es una forma más de mostrar respeto o cariño por la persona que has perdido.

Siguiera o no Victoria su consejo, la mujer aguardó, mirando cómo el sol iba cayendo poco a poco por el horizonte. Luego se encaminó de regreso al Templo.

Esperaremos a que se haga de noche—indicó—. Entonces será el momento apropiado. Y deja que la criatura salga de la mochila, muchacha, o se va a ahogar. ¿Habéis comido?—Sin esperar respuesta, la mujer buscó en un zurrón que llevaba colgado a un hombro y extrajo un poco de queso y pan—. Comed.—Una vez más, su tono no admitía réplica—. Necesitáis fuerzas para despediros con propiedad y os arrepentiréis de no haberlo hecho bien en su momento.

Cuando llegaron a la escalinata, se sentó en uno de los escalones y su mirada se perdió en el horizonte. Victoria podía quedarse o no a su lado, así como hacerle preguntas o mantenerse en silencio. La mujer no la molestaría mientras la viera comer.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

It hurts to set you free

Notapor Soul Artist » Mié Jun 03, 2015 12:47 pm

Estuviste con él todo ese tiempo. Le ayudaste y le cuidaste. Sabía que estabas ahí para él. Es más, has traído lo que queda de Ivan Kit hasta aquí. No creo que necesitara una despedida con palabras

La guardiana colocó la mano sobre el hombro de Victoria. Su reacción fue tensa, pese a que el contacto era agradable; estaba haciendo todo lo posible por no derrumbarse. Sentía que su corazón había abierto una pequeña grieta por la que los sentimientos podían desbordarse en cuaqluier momento, pero lo que ella deseaba era ser fuerte y aguantar.

Tenía razón: había estado con él todo aquel tiempo e, incluso después de su marcha, había seguido sirviendo para cumplir su último deseo. Pero notaba que no era suficiente, que había fallado al joven que una vez tanto le dio. No era capaz de quitarse esa sensación.

Pero todavía puedes dársela con algo más. Por eso lo has traído aquí, donde los Caballeros deben descansar. Está bien llorar. Está bien exteriorizar el dolor. Es una forma más de mostrar respeto o cariño por la persona que has perdido.

Intentó aguantar, no caer a la tentación de derrumbarse. Quería ser fuerte, aunque fuera con un muro que no dejara traspasar ninguna emoción relativa a todo aquello. Pero el contacto físico, la amable voz, la suave mirada y el apoyo emocional de la mujer eran demasiado para Victoria. Y finalmente... Se derrumbó, y lloró.

Cayó de rodillas al suelo y se tapó el rostro con ambas manos, incapaz de detener la cascada de lágrimas. Recordó los meses con Ivan, la situación en la que le conoció, las historias que le contaba sobre sus tiempos como Caballero; las visitas de sus amigos, el tiempo que dedicaba cada día a mirar el sol de Villa Crepúsculo descender hasta ocultarse tras las montañas. Recordó sus diarios, sus aventuras, la alegría con la que se expresaba y su orgullo por todo lo que había hecho. Recordó el contacto con su mano... Y su mecedora vacía en la oscuridad.

Ivan Kit había fallecido, y nadie podría devolvérselo. Es lo que él quería, pero no lo que ella deseaba. Había sido una de las personas más importantes para él en los últimos años, y no podía evitar pensar que, en cierta manera, le había abandonado. Habría merecido tener una vida más plena, más satisfactoria y memorable: convertirse en un gran investigador, uno de los Maestros de la Orden de la Llave Espada, un mago negro imparable. Tenía un gran futuro por delante.

Le costó detener sus lágrimas. Lo hizo cuando casi no quedaba más de ella; se abrazó a sí misma y dirigió la mirada, sentada en el suelo, a la guardiana. No se había apartado de Victoria en ningún momento y le había dado su apoyo, en silencio, mientras vigilaba la caída del sol.

Esperaremos a que se haga de noche. Entonces será el momento apropiado. Y deja que la criatura salga de la mochila, muchacha, o se va a ahogar.

La muchacha contestó con una ligera sonrisa y se levantó del suelo, algo avergonzada de la escena que acababa de dar. Inclinó la mochila hasta un costado y la abrió para dejar salir la cabeza del gran ratón amarillo, que observó a Nanashi con cierta curiosidad. Parecía reconocerla, pero como si hubiesen pasado muchos años desde la última vez que se habían visto.

Me... Llamo Victoria —destacó la joven mientras tomaba a la mascota de Kit entre sus brazos, apegándola a su pecho. Caminó junto a la mujer, de nuevo en dirección al templo, y bajó la cabeza hacia la pequeña—. Y esta es Pikachu.

¿Habéis comido? —No. Le dio algo de vergüenza contestar que ya hacía más de veinticuatro horas que ninguno de los dos probaba bocado, pero tampoco era algo en lo que pensaran. Sin embargo, ella sí lo hizo por ellos; llevó la mano a un zurrón que traía consigo y sacó algo de pan y queso que entregó a Victoria, con tono imperativo y sin aceptar ninguna réplica—. Comed. Necesitáis fuerzas para despediros con propiedad y os arrepentiréis de no haberlo hecho bien en su momento.

Sabía que tenía razón, aunque no le entrara nada en el estómago. Cuando llegaron a la escalinata del templo partió el queso por algo más de la mitad para Pikachu y se esforzó por vigilar que la ratoncita se lo comía; ella hizo lo mismo con el pan y el resto del queso que quedaba, aunque vigiló no tomárselo todo por si la mascota se quedaba con hambre. Notaba que sería más importante que ella aguantara el tipo, pues no es que comiese pan.

Mientras comía observó, de vez en cuando, a la alta mujer. Se encontraba a su lado, y aunque le había ayudado y notaba una mayor cercanía a ella, no podía evitar sentirse inferior mientras su mirada se concentraba en el horizonte. Parecía alguien tan fuerte, independiente y femenina... Y sabia. Superaba con mucho los pocos conocimientos de Victoria de la vida en general. Y por ello se preguntó:

Señora guardiana... ¿Adónde va el alma —La joven agitó la cabeza con aquellas palabras mal escogidas para aquel momento—, el corazón de un Caballero al fallecer? ¿Por qué no queda rastro de él tras su partida?

Se abrazó a sí misma habiendo terminado de comer. Aunque lo había hecho un poco a desgana era cierto que ahora se sentía mejor, con el estómago un poco más lleno. Pikachu también, que se había hecho una bola para cerrar los ojos aunque fuese unos minutos, mientras anochecía. Victoria también necesitaba dormir, pero sabía que no lo haría en paz hasta despedirse.

Y no quiero atosigarla, pero... N-no me ha dicho quién es usted. —A ciencia cierta, no sabía si era de verdad la guardiana de aquel mundo, o si existía siquiera aquel título. El hecho de que hubiese conocido a Ivan en vida y reconociera su Llave Espada le hacía dudar— ¿Conoció a Ivan Kit?
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

The west is the best, the west is the best

Notapor Suzume Mizuno » Lun Jul 06, 2015 3:06 pm

Señora guardiana... ¿Adónde va el alma , el corazón de un Caballero al fallecer? ¿Por qué no queda rastro de él tras su partida?

Hay leyendas que hablan de un lugar al que van todos los corazones cuando el cuerpo desaparece—respondió tras un rato—. La pérdida del cuerpo es más complicada de explicar y necesita de una investigación más exhaustiva, pero sin duda está relacionada con el trato que se hace con la Llave Espada.—Se apartó un mechón de cabello plateado de la frente.

Mientras sus dos compañeras descansaban, Nanashi fue siguiendo la ruta del sol borroso por culpa de las nubes con la mirada.

Y no quiero atosigarla, pero... N-no me ha dicho quién es usted.

Mi nombre es Nanashi, puedes llamarme así y no soy una guardiana, sino sólo un Caballero normal y corriente.

¿Conoció a Ivan Kit?

Sí, fue de los primeros, si no el primero, aprendices de la nueva generación de Tierra de Partida, aunque no fui su Maestra. Con todo, sí le di algunas lecciones. Un muchacho egocéntrico, extravagante, inteligente y solitario.—Nanashi no alteró la expresión mientras hablaba—. Tenía grandes aptitudes y, por lo poco que pude ver, muchos problemas que no era capaz de dejar atrás. Después perdí su evolución y no puedo decirte mucho más, pero imagino que debió sufrir y cambiar durante sus últimos años.—Cerró los ojos—. La muerte siempre es algo lamentable, pero al menos tuvo cerca a alguien.

Dicho esto calló durante un buen rato y sólo el silbido del seco viento rompió el silencio.

Has dicho que Ivan Kit te salvó de un destino similar. ¿Qué vas a hacer ahora que ha fallecido, una vez te despidas de él?

Spoiler: Mostrar
Me alegra tenerte de vuelta. ¡Vamos, ya queda muy poco!
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Driver, where you taken' us

Notapor Soul Artist » Mar Jul 28, 2015 9:48 pm

Saber que la desaparición de los cuerpos estaba relacionado con el trato acerca de la Llave Espada dio algo de vértigo a Victoria. No podía imaginar el gigantesco sacrificio que debía suponer no sólo dedicar tu vida a una causa por los demás, sino, cuando llegara el final del camino, que sus amigos y familiares no tuviesen nada de lo que despedirse. Se imaginó a su hermano como un Caballero, y después pasarse años sin saber si había muerto en una misión o no. Pensó en todos los caídos que allí había, y en todas las Llaves antiguas que habría desperdigadas por el Reino de la Luz.

Escuchar hablar de Ivan, sin embargo, le provocó una pequeña sonrisa. Se imaginaba perfectamente cómo se comportaba dentro de la Orden; más joven, más ambicioso, y ciertamente algo estúpido. Pero él le había enseñado que la redención puede llegarle a cualquiera, y que la madurez es sólo una cuestión de tiempo. Algún día, Victoria esperaba pasar ese conocimiento a alguien también.

Has dicho que Ivan Kit te salvó de un destino similar. —Nanashi rompió el silencio tras las reflexiones internas de la joven— ¿Qué vas a hacer ahora que ha fallecido, una vez te despidas de él?

Victoria ladeó la cabeza y acarició el lomo de Pikachu, dormido plácidamente a su lado. No quería pensar en el futuro: era incierto, resbaladizo y oscuro. Sentía como si perdiera el equilibrio al hacerlo, como si hasta el momento hubiese viajado en un barco atosigado por una tormenta y ahora llegara la hora de bajar a una isla desconocida.

Iré con mi hermano. No sabe hacer nada sin mí... —explicó en voz baja, algo insegura. Pensó que no diría más, pero tras unos segundos se corrigió—. No sé qué voy o quiero hacer. Ivan me ha enseñado muchas cosas, él... Quiero hacer algo por los demás, como él. No quiero dejar mi vida pasar. Yo...

Victoria estaba confusa. Intentaba explorar sus emociones internas, pero el reciente dolor y las lágrimas soltadas nublaban sus pensamientos. No era capaz de expresar qué es lo que quería de su futuro, ni siquiera qué podía esperar de ella misma. Podía percibir algo, pero no lograba sacarlo a la luz.

Está anocheciendo —señaló la muchacha con la voz quebrada, intentando desviar la conversación.

Spoiler: Mostrar
Siento haber dejado el Prólogo colgando alrededor de un mes. Pero ya estoy aquí, aunque vamos a tomarlo con calma si no te importa. ¡Allé vamos!
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

I'll never look into your eyes, again

Notapor Suzume Mizuno » Sab Ago 01, 2015 4:26 pm

Iré con mi hermano. No sabe hacer nada sin mí.... No sé qué voy o quiero hacer. Ivan me ha enseñado muchas cosas, él... Quiero hacer algo por los demás, como él. No quiero dejar mi vida pasar. Yo...

Nanashi guardó silencio y no la obligó a continuar hablando. En su lugar permaneció en silencio, con la mirada perdida en el horizonte, hasta que Victoria apuntó:

Está anocheciendo.

Sí, es el momento.


*


Era noche cerrada y la luna amarillenta se empezaba a levantar en el horizonte, acariciando con sus rayos la superficie de las innumerables Llave Espada cuando Nanashi llevó a Victoria hasta el sitio elegido. No estaba lejos del Santuario y era donde se acumulaban las Llaves que parecían menos destrozadas por el tiempo. La mujer las observó un momento, pensativa, quizás recordando a sus Portadores. Después respiró hondo y extendió los brazos mientras murmuraba algo.

Corrió una ráfaga de aire que silbó entre las armas y levantó una cortina de polvo. Después, unas nubes cubrieron la luna y la explanada se sumió en la oscuridad.

Esta, con todo, duró unos instantes. Cuando Victoria quiso darse cuenta, todo su alrededor parecía haberse llenado de… ¿luciérnagas? Diminutas luces blancas, del tamaño de una uña, titilaban por doquier. En el aire, en el suelo, en las viejas espadas. Flotaban con suavidad, casi como si alguien hubiera fotografiado la primera nevada del año, y los copos se hubieran quedado suspendidos en la nada. El aspecto tétrico y abandonado de la Necrópolis se atenuó. Había algo en aquellas lucecitas cálidas y blancas que dotaba de… algo más amable a aquel lugar. Un círculo de luz, pequeñito, casi como si fuera de hadas, marcaba el lugar donde reposaría la nueva Llave Espada.

De pronto, no parecía un lugar tan malo. Las Llave Espada resplandecían con suavidad, con la herrumbre disimulada, casi como si volvieran a estar vivas gracias a la luz y a la oscuridad que, a la vez, envolvía sus formas e impedía que se las viera por completo. La presencia de tantísimas armas ya no provocaba un agujero de angustia en el corazón, sino que recordaba, con melancolía, que allí yacían miles de Caballeros, unidos más allá de la muerte.

Nanashi se volvió hacia Victoria y señaló con un gesto los restos de Ivan Kit.

Despídete de él, Victoria.

Despedirse era una palabra dura. Significaba una ruptura, dejar algo atrás aunque su recuerdo te acompañara para siempre. Con mirar a Nanashi, Victoria comprendería que la Maestra le estaba diciendo que allí no sólo tenía que enterrar para siempre a Ivan Kit, sino impedir que su fantasma la persiguiera.

Por supuesto, era decisión de Victoria qué hacer con el recuerdo de Ivan Kit. El mensaje, sin embargo, estaba allí.

Era el momento de decir adiós.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

You will never follow me

Notapor Soul Artist » Mié Ago 05, 2015 12:00 am

Despídete de él, Victoria.

La mirada de la chica se perdió en las luces que se alzaban sobre las infinitas Llaves. El final del día no era tan oscuro como ella pensaba que sería en aquel lugar sin farolas ni tecnología, ni tampoco se le hacía frío o desolador.

Llevaba a Pikachu en brazos, demasiado cansado y triste como para acompañarla por medio de su voluntad. La mascota hizo sonar un murmuro lamentero al notar que su acompañante se había perdido entre las luces que iluminaban el resto de Llaves, de aspecto no muy viejo; despertó de su ensoñación y clavó su mirada en el suelo frente a ella, donde esperaba un pequeño hueco.

Era el momento.

Se agachó al suelo y dejó a la ratoncita amarilla en el suelo. Se llevó la mano a la espalda y tomó con ambas manos el Plasma de Abadón. Lo observó unos segundos, agachada, y cerró los ojos mientras cerraba los puños con fuerza alrededor del arma.

Ivan...

Victoria abrió ligeramente los ojos y notó la humedad acumulándose en ellos. Respiró hondo y tragó saliva, sin soltar un ápice la Llave Espada.

Han sido tres años extraños. Duros, apasionados, diferentes... No puedo describirlos. Desde que te conocí mi vida no ha vuelto a ser la misma. Me ayudaste a salir de un abismo que creía que nunca abandonaría, y a veces me perdí imaginándome tu... Nuestro futuro. Tenía grandes planes, y cuando volviese a reunirme contigo los iba a cumplir todos, pero eran por mí y para mí. Nunca... Nunca pensé demasiado en lo que tú querías.

»Cuando volví a verte pensé que era el final. Quiero pensar que yo te devolvía el favor que me hiciste, que te daba la recuperación y el tiempo que necesitabas. Pero incluso con ese tiempo dedicado sé que seguías velando por mí, más preocupado por lo que me pasara que por tu destino. Creías que no era tu momento y no luchaste por ello. Y quiero odiarte por no hacerlo, por no querer vivir más, por no resistirte a la muerte y el olvido...

Victoria apretó con más fuerza los puños alrededor del Plasma de Abadón, a la par que Pikachu se acercaba a las piernas de Victoria para mimarla con la cabeza. Sus sonidos lastimeros acompañaban las lágrimas de la chica, que atravesaban su rostro pese a sus intentos de aguantar sin llorar. Pensó en Nanashi, en lo vulnerable que se mostraba ante ella o cualquier otra persona que pudiese ver aquello.

Pero si había llegado hasta aquel punto no era para parar de llorar y sincerarse. Levantó la mirada y dejó que las lágrimas cayeran al suelo; respiró con fuerza y cerró los ojos. Sus manos dejaron de apretar los restos de su viejo amigo para liberar la rabia y los malos sentimientos acumulados.

Tu seguridad interior, tu sonrisa siempre burlona. Sé que pensabas más en los demás que en ti mismo en realidad, sé que siempre buscabas mi bien y provocarme alguna risa inocente, a mí y a los demás. Y nunca te voy a dejar de echar de menos por ello: eras el modelo que siempre hubiese querido llegar a ser, y que nunca iba a alcanzar. Eras el mejor.

»Y tú, mientras tanto, sólo querías que me separase de ti para encontrar mi propio camino.

Victoria bajó la mirada de nuevo y sonrió. Tomó la Llave Espada por su empuñadura con ambas manos y la clavó en el suelo con decisión. Se aseguró de que quedaba bien sujeta abrazándose a ella y dejando que su peso la enterrara en el suelo un poco más; dejó caer sus lágrimas sobre ella y olió el aroma de la Llave.

Incluso entonces podía sentirle. No se había ido; estaba allí, con ella. Y sabía que, aunque su cuerpo hubiese desaparecido en Villa Crepúsculo, aunque su Llave se quedara en la Necrópolis, una parte de él siempre le acompañaría a partir de aquel momento. Por siempre jamás.

Encontraré ese camino. Creo que ya lo he hecho, pero... Nunca dejaré de seguirlo. Seguiré tus pasos, pensando en la felicidad de los demás, en ese espíritu de artista que siempre has guardado para ofrecérselo a los de tu alrededor y los desconocidos que te necesitaban incluso sin decirte nada nunca. Y lo haré pensando en mí, expresando mis emociones, dejando de ocultar quién soy. Guardo tu legado, y construyo el mío. Por estos tres años de oscuridad, y todos los anteriores que has trabajado desde la distancia por nosotros...

»Gracias, Ivan Kit.

La muchacha se apartó de la Llave Espada de su viejo amigo y se secó las lágrimas de la cara. Sacó pecho y sonrió, mientras Pikachu le observaba con extrañeza. Se giró hacia Nanashi y la observó unos segundos, mostrando algo de miedo.

Pero tras dudar aquellos instantes, se acercó a ella y se agachó para apoyarse sobre su rodilla. Victoria cerró los ojos y bajó la cabeza, decidida a rendir las cuentas que hiciesen falta.

Ivan le había mostrado el camino. Ahora era ella quien debía abandonarlo o retomarlo, aunque fuese bajo sus condiciones.

Continuaré el legado de Ivan y construiré el mío propio —aseguró Victoria cabizbaja—. Prometo no abandonar la causa, ni dejar que otros la detengan. Si me da una oportunidad, prometo hacer justicia a su Llave Espada y la de todos los que aquí descansen.

»Quiero dedicar mi vida a la Orden de los Caballeros, Maestra.
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

It hurts to set you free

Notapor Suzume Mizuno » Jue Ago 06, 2015 1:26 am

Continuaré el legado de Ivan y construiré el mío propio —dijo Victoria, arrodillada frente a Nanashi—. Prometo no abandonar la causa, ni dejar que otros la detengan. Si me da una oportunidad, prometo hacer justicia a su Llave Espada y la de todos los que aquí descansen.Quiero dedicar mi vida a la Orden de los Caballeros, Maestra.

Nanashi cerró los ojos un momento. Después alzó las comisuras de los labios, sin alegría, aunque tampoco con burla. Quizás como si hubiera estado esperando aquellas palabras.

Muy bien.

Extendió una mano y en ella, tras un resplandor de luz, apareció su Llave Espada.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Con un movimiento ágil se la ofreció a Victoria por la empuñadura:

Sin duda Ivan Kit ya te habló de nuestras normas pero, aun así, he de repetirlas:

»Nunca intervendrás en el devenir de un mundo. Tu tarea es por y para la Orden, para guardar el equilibrio entre la luz y la oscuridad en el los diversos mundos. Por duro que sea, lo que ocurra en ellos y que no esté relacionado con nosotros, no nos incumbe.

»Jamás desvelarás el secreto de la existencia de los mundos a los nativos.


Nanashi la observó unos instantes, aguardando a que Victoria terminara de comprometerse. Entonces permitiría que tomara la Llave Espada.

Está hecho. Bienvenida a la Orden de Bastión Hueco, Victoria. Ahora eres mi aprendiza.—La expresión de Nanashi se tornó más amable—. En pie, Victoria, e invoca tu Llave Espada. Sólo necesitas desearlo.

Cuando Victoria lo hiciera, aparecería en su mano la famosa arma sin esfuerzo, como si siempre hubiera estado ahí.

Spoiler: Mostrar
Imagen



Nanashi avanzó y las motas de luz ondearon a su alrededor. Le estaba tendiendo una especie de brazalete con un botón.

Póntelo donde prefieras. Cuando pulses el botón, aparecerá una armadura que te permitirá soportar la oscuridad del Intersticio. Además, si lanzas la Llave Espada al aire, podrás invocar un glider. Así.—Nanashi arrojó su Llave Espada a lo alto y, cuando este descendió, lo hizo convertido en un aparato de vuelo—. No es lo mismo que una nave gumi, pero resulta muy útil. —Dicho esto, Nanashi se quedó en silencio mientras contemplaba las reacciones de Victoria. Una vez hubiera terminado, preguntaría—: ¿Qué quieres hacer ahora, Victoria? Imagino que querrás reunirte con tu hermano. Puedes venir antes a Bastión Hueco o ir directamente a buscar tus cosas.—Lanzó una mirada elocuente al escaso equipaje de la joven.

Nanashi, entre tanto, había agitado una mano y las lucecitas comenzaban a apagarse, aunque unas pocas se acumularon alrededor de su mano para impedir que se quedaran a oscuras.

He de hacerte una pregunta: ¿Ivan Kit te habló del conflicto entre Bastión Hueco y Tierra de Partida?

Spoiler: Mostrar
Ya nos acercamos al final, ¡ánimo con lo que queda!
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Siguiente

Volver a Prólogos

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado