[Bosque de los Enanitos] El cambio comienza en ti

Prólogo de Alaric

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Ronda #7 - El cambio comienza en ti

Notapor Astro » Vie Ene 27, 2017 9:45 pm

Alaric soltó un gruñido, incómodo. Para alguien de su tamaño, meterse en un lugar tan estrecho e inestable no era una buena idea. Tenía la sensación de que se le iba a caer toda la iglesia encima en cualquier momento, y avanzaba con cuidado siguiendo a Vaan.

Todo para, a simple vista, nada. No había nadie allí, ni siquiera rastros de que lo hubieran estado hacía poco. Lo único destacable fue un cofre roto del que pudo sacar un frasco lleno de un llamativo líquido verde. ¿Una poción, tal vez? Recordaba que una vez un mercader intentó convencerle de que le comprase una, que eran una maravilla que curaban cualquier herida, pero al enterarse del precio el mercenario se largó corriendo.

¿La quieres? —le preguntó a Vaan. Tenía más pinta de tener que acabar utilizándola que él.

Se le daría tan tranquilo si la pedía, y si no se mostraba interesado se la quedaría para él. Examinaron un poco más la zona, pero al no encontrar nada se decantaron por subir un piso más. Y si la primera planta ya había sido un suplicio para el grandullón, la segunda era todavía peor. A cada paso parecía que el suelo de madera estaba a punto de romperse. Y otra vez para nada, pero todo cambió cuando unos ojos amarillos relucieron entre la oscuridad.

Los monstruos negros.

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Vaan fue más rápido, atacando a uno de los pequeños con lo que parecía un abanico de metálico. Extraña arma, pero efectiva. El segundo monstruo pequeño atacó al flacucho por el lateral y Alaric, tenso y en guardia, se interpuso para bloquear el ataque y de paso partirlo por la mitad con su espadón.

Pero no funcionó.

Fue como si cortase el aire, y la sombra, intacta, aprovechó para engancharse a la pierna de Alaric con todas sus fuerzas. Reprimió un grito al sentir las garras clavándose sobre su piel, e intentó zafarse golpeando la cabeza del monstruo con el mango del espadón. Si no servía, probaría a darle una patada a la pared por la parte donde estaba enganchada la sombra. Todo con tal de que se soltase.

¡Hay que largarse, ya! —gritó.

Asegurándose de que Vaan iba con él, echaría a correr lo más rápido que pudiera escaleras abajo. Debían salir de la iglesia: si ya era complicado luchar contra esos monstruos, hacerlo en un espacio tan cerrado resultaba imposible. Y tampoco era que pudieran luchar mucho, debían huir.

Si los ojos amarillos se les acercaban demasiado, Alaric probaría a golpear alguna parte del edificio con su espadón, intentando provocar un pequeño derrumbamiento que aplastase a los monstruos. Procurando que no aplastase a los dos mercenarios ni que la iglesia se les cayese encima, claro. Si conseguían salir, votaría por volver con el duque y reagruparse.
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Re: [Bosque de los Enanitos] El cambio comienza en ti

Notapor Suzume Mizuno » Lun Ene 30, 2017 7:11 am

Gracias.—Se guardó la poción que le pasó Alaric. Siempre podía venirle bien.

No le sorprendió demasiado encontrar Sincorazón en la segunda planta, donde la madera estaba tan crujiente que le hizo preguntarse sobre qué estaban caminando. Atacó con rapidez al más cercano, una Sombra. No pudo evitar que hicieran daño a Alaric cuando se interpuso entre ella y el otro monstruo, una segunda Sombra. La primera saltó sobre la pierna de Alaric. Fátima se arrojó sobre ella y la cortó con su tessen.

¡Hay que largarse, ya!

¡Ve delante!—exclamó.

No sabía si usar o no magia delante de él, pero siendo una casa tan vieja, no quería arriesgarse. En su lugar, guardó el tessen y se retrasó un momento. En cuanto perdiera de vista a Alaric por unos segundos, se daría la vuelta y dispararía contra la Nesombra un Tiro Mortífero con su Llave Espada y otro más si le daba tiempo. Luego pondría distancia y se defendería si la atacaban cualquiera de las tres. ¡Por dios, esperaba poder destruir al menos a las Sombras!

Luego continuaría detrás de Alaric, para buscar un terreno más aceptable donde pelear.

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▪ Tiro mortífero (HC) [Nivel 15] [Requiere Puntería: 13]. Lanza el arma hacia los enemigos, siendo capaz de causar aturdimiento.
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Re: [Bosque de los Enanitos] El cambio comienza en ti

Notapor Denna » Jue Feb 09, 2017 12:30 am

El golpe de empuñadura pareció atontar un poco a la Sombra, pero el abanico terminó de rematarla con un corte certero.

Optaron por retirarse cuando los otros Sincorazon reanudaban su persecución. Alaric pasó delante al tiempo que la segunda Sombra saltaba sobre él, pero la habilidad de Fátima la alcanzó en el aire, destruyéndola, y rebotó contra la Neosombra, que quedó aturdida.

Pero la invocación de la Llave Espada tuvo efectos indeseados.

La iglesia se llenó de Sombras. Decenas de ojos amarillos nacían del suelo, de las paredes y del techo, pero pudieron sortearlas hasta que llegaron a la mitad de la primera planta. Para ese entonces, ya había demasiadas.

Alaric recurrió entonces a la inestabilidad del edificio. Le costó varios intentos, y los monstruos se acercaban hambrientos mientras él golpeaba una de las paredes. Unos segundos más y lo habrían pagado muy caro.

Fue un movimiento arriesgado, pero salió bastante bien. Escaparon de la iglesia justo a tiempo y las Sombras quedaron sepultadas. Aún así, y a juzgar por cómo aparecían y desaparecían, la piedra no las retendría mucho tiempo.

Y fuera había más, muchas más. Sólo que no les hacían caso, ni siquiera a Fátima, mantuviera o no todavía su Llave; reptaban en dirección contraria, justo por dónde habían venido ellos. Hacia...

No hubo tiempo para hablar. Sólo para correr.

Diedrich había caído al suelo de rodillas. Junto a él, uno a cada lado, se alzaban otros dos Sincorazón, idénticos entre ellos, mucho más grandes que los que había visto Alaric. De los hermanos que les habían acompañado no había ni rastro: el conde estaba solo.

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...O no del todo.

Delante del pelirrojo había una figura humanoide de pie. Estaba envuelta en oscuridad, y todo rastro de humanidad había desaparecido hacía ya mucho tiempo. Sus ojos amarillos y brillantes estaban fijos en el conde, y movía la boca como si le hablara, aunque ningún sonido escapara de sus labios. Diedrich, sin embargo, lloraba desconsolado.

Nunca quise hacerte daño —gimoteaba—. Eras tú o yo, no fue culpa mía, me habrían arrebatado toda mi fortuna y mi nombre, yo no...

Era una escena verdaderamente penosa. Diedrich estaba tan sumido en la desesperación que no veía cómo de la espalda de de la criatura surgía otro monstruo más grande, nacido a partir de todos los Sincorazón que se unían a él.

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Y por mucho que el hombre hablara y llorara, su interlocutor (¿interlocutora?) no podía oírle. El Guardián levantó un brazo y cerró el puño.
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Re: [Bosque de los Enanitos] El cambio comienza en ti

Notapor Suzume Mizuno » Sab Feb 11, 2017 6:06 am

«Mierda.»

No había pensado que aparecerían tantas Sombras. Podía vencerlas, pero no en un espacio tan cerrado, así que tuvo que retroceder rápidamente para evitar que se lanzaran en grupo sobre ella.

Por suerte, Alaric tenía cerebro además de unos brazos enormes, y consiguió hacer que buena parte de la iglesia se vino abajo. Fátima no tuvo tiempo para sentirse culpable porque, una vez pusieron un pie fuera, se encontraron con que también había numerosos Sincorazón dispuestos a recibirlos calurosamente.

O no. Frunció el ceño. No les estaban haciendo caso. Al contrario, se alejaban de ellos, iban hacia…

Fátima salió disparada detrás de los monstruos sin pensárselo dos veces. El conde estaba arrodillado frente a dos Sincorazón gemelos. Fátima maldijo. No se le venía el nombre a la cabeza, pero sabía que eran muy complicados de vencer. Probablemente no podría acabar con ellos sin usar su magia.

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De pronto se le vino a la cabeza una idea que la estremeció. Gemelos. Como los mercenarios que…

«¿Quién es ese?»
Frente al hombre había algo. Un humano o algo con apariencia de ser humano, pero envuelto en un manto de oscuridad… con la excepción de unos ojos amarillos. Movía los labios sin decir nada, pero Diedrich parecía escucharle, porque lloraba desde lo más profundo de su alma.

Nunca quise hacerte daño. Eras tú o yo, no fue culpa mía, me habrían arrebatado toda mi fortuna y mi nombre, yo no...

Y entonces apareció un nuevo Sincorazón. Fátima maldijo una y mil veces para sus adentros. Iban a necesitar ayuda y pronto exclamó en dirección a Alaric:

¡Ocúpate del conde, huye con él!

Ella, por su parte, no perdió tiempo. Desató su Estilo e invocó a Ondina justo detrás del último Sincorazón.

«¡Apártalo del Conde, rápido!»

Fátima se tomó un éter y puso a prueba una de sus últimas habilidades: Posesión Lunar. De pronto sus sentidos se aguzaron y sintió que los músculos le ardían y aumentaban su capacidad. Se arrojó contra los dos Sincorazón gemelos, atacándolos a zarpazos para obligarlos a retroceder. No pararía hasta destruirlos. Sin embargo, si veía que Ondina no podía sola con su enemigo, se apresuraría a defender a Alaric y al conde.

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▪ Ondina (HM) [Nivel 22] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico: 30]. Ondina, una esencia de agua, acude a las órdenes de Fátima y ataca con su espada de agua a los objetivos durante dos rondas. Puede ser dañada y rechazada, pero se reformará al poco tiempo para seguir peleando.
▪ Posesión Lunar (HC) [Nivel 32] [Requiere afinidad a Luna; Cuerpo a Cuerpo: 38; Velocidad: 40]. Los instintos animales del usuario se despiertan al activarse la habilidad. Puede lanzar zarpazos con unas uñas más desarrolladas y tan afiladas como una espada. También multiplica la Velocidad y el Cuerpo a Cuerpo x 1.5. Dura dos turnos.
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Ronda #8 - El cambio comienza en ti

Notapor Astro » Dom Mar 05, 2017 2:25 pm

Por los pelos, pero el dúo de mercenarios logró salir de la iglesia a tiempo justo antes de que se viniera abajo. Pero no hubo tiempo para celebrarlo, porque...

¡¿Qué demonios...?!

Monstruos de ojos amarillos por todas partes. Lo más extraño de todo: no les atacaban. Todos se dirigían en la misma dirección, hacia la entrada al pueblo, justo por donde Alaric y Vaan habían venido. Y ese camino conducía hasta...

»Diedrich.

Tanto Vaan como Alaric salieron corriendo a toda prisa, volviendo hasta el campamento donde se encontraron al conde de rodillas, rodeado de dos enormes bolas negras de ojos amarillos. El hombre sollozaba, y frente a él se alzaba una figura negra con aspecto algo humanoide de la que salía todavía un monstruo más. ¿Qué narices estaba pasando?

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Nunca quise hacerte daño. Eras tú o yo, no fue culpa mía, me habrían arrebatado toda mi fortuna y mi nombre, yo no...

¡Ocúpate del conde, huye con él! —gritó de pronto Vaan.

Alaric frunció el ceño, desconfiado, y fue a protestar, pero la forma tan rápida de moverse del joven, y la criatura de agua que surgió de pronto y que empezó a luchar contra los monstruos, le dejaron sin palabras. No entendía nada de lo que ocurría o cómo Vaan podía hacer eso, pero debía aprovechar el momento.

A toda prisa, agarró al conde (ignorando cualquier súplica o lamento) y salió corriendo hacia fuera del pueblo lo más rápido que pudo. Si se cruzaba con algún ojos-amarillos, le golpearía con su espadón para ganar tiempo y seguir huyendo.
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Re: [Bosque de los Enanitos] El cambio comienza en ti

Notapor Denna » Sab Abr 29, 2017 2:14 pm

Gran Ondina apareció ante Alaric, una criatura acuática que enseguida se arrojó contra el Guardián y captó su atención al instante, olvidándose del conde. Diedrich trató de resistirse al agarre del mercenario, pero se encontraba muy débil, aunque a simple vista no pareciera herido.

N-no, no, espera... —murmuraba con los ojos puestos en el hombre del Sincorazón, abiertos de par en par—. Es mi... mi hermano... Déjame con él o... o nada de esto habrá valido la pena. ¡El trabajo de tantos años...!

Pero Alaric tiró con fuerza y no le quedó otro remedio que alejarse. Arrastrándose y pataleando con la fuerza de un niño pequeño y enfermo, llamaba a su «hermano» sin parar. El enemigo volvió a fijarse en ellos y el Guardián, que hasta entonces había estado recibiendo las estocadas de Ondina con tal de protegerlo, pasó a la ofensiva. Alzó un brazo tal y como si les señalara y, al acto, un Sincorazón alto y de afiladas garras como el que había visto antes surgió de la tierra para cerrarles el paso.

De mientras, Fátima había logrado acabar satisfactoriamente con las dos Bolas oscuras sin recibir demasiados daños. Pero la situación a su alrededor no era tan buena: Alaric y Diedrich estaban atrapados entre una Neosombra y ese ser de oscuridad que avanzaba hacia ellos con calma. Ondina peleaba contra su guardaespaldas con más o menos destreza, pero el Guardián era resistente y la espada de agua ni siquiera llegaba a rozar a su objetivo.

La Neosombra saltó hacia Alaric, que interpuso su espada pero recibió un feo corte en el cuello. Diedrich aprovechó para soltarse y echar a correr en dirección contraria, y cuando el Sincorazón alzaba las zarpas de nuevo, una jaula de luz la atrapó en su sitio.

¡Siento haber tardado tanto!

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La responsable, una chica pequeñita con ropas de campesina, sonrió con cansancio e hizo un gesto con la mano. Un fulgor verde se encendió sobre Alaric, que enseguida notaría cómo la herida se cerraba.

¡Lo siento! —volvió a decir—. ¿Y Fáti...? ¡Ah, tu amigo...!

Gran Ondina, obedeciendo su orden principal, encaró de nuevo al Guardián con tal de alejarlo más de Diedrich, que por poco no se le echaba encima. Fátima podría detenerle con facilidad, sin embargo, y si prefería acudir a Alaric, Rebecca se encargaría del conde. La Maestra haría estallar su cárcel de luz, acabando con el Sincorazón que contenía, y exclamaría en cualquier caso:

¡El punto débil del Guardián es su espalda! ¡Si acabamos con él, el huésped desaparecerá!

Diedrich gritó y suplicó de nuevo, pero Rebecca invocó su Llave Espada —a ojos de Alaric no era más que otro sable con forma extraña— y se apresuró a apoyar a Ondina.

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Los combates son interpretativos, así que no resto objetos ni habilidades. Depende de lo que hagáis los dos en esta ronda pasará una cosa u otra. ¡Ya queda poco! En teoría.
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