[Torre de los Misterios] Asalto a la torre

por **Zodiark** » Lun May 04, 2015 10:54 pm

Avancé con cuidado escaleras arriba, tratando de no tropezar y caer debido a la oscuridad y a lo poco acostumbrada que estaba a mi nuevo cuerpo. No tardé mucho en llegar a una nueva estancia: una sala circular, llena de estanterías polvorientas que, al fijarme mejor, alojaban botellas, frascos y cofres, los cuales contenían cosas de los más variopintas. En un rincón también se encontraban un puñado de calderos.

—¿Será esto alguna clase de sala de pócimas? —pensé en voz alta dirigiéndome al siguiente tramo de escaleras.

Nunca había visto un lugar así antes, pero había leído sobre lugares así en cuentos e historias sobre magos y brujas. Sabiendo que aquel lugar era habitado por un mago poderoso como Yen Sid no me sorprendió que hubiese una sala así en la torre. Además la oscuridad de la sala, que era sólo alumbrada por una solitaria antorcha, le daba un aspecto más enigmático y misterioso. Aunque no tenía mucho tiempo para entretenerme con esas cosas, a pesar de que parecía un sitio interesante, así que decidí seguir ascendiendo. Pero, al llegar al centro de la sala, una nueva sorpresa llegó.

Una fuerte ráfaga de viento surgió del otro lado de la sala, levantando el polvo de las estanterías y obligándome a taparme los ojos con los brazos. Tosí un par de veces ya que me había entrado algo de polvo por la nariz, y cuando me hube recompuesto, observé la sala otra vez, sólo para encontrar algo nuevo: un atril con un libro había aparecido en un rincón. Me acerqué, curiosa, y le eché un vistazo. No podía cerrarlo, ni cambiar de página. Solamente podía limitarme a leer la página por la que estaba abierto. Aunque lo que allí había escrito despertó mi interés.

—Poción anti-maleficios... —comencé a leer, en voz alta—. Elimina cualquier tipo de maldición, hechizo, encantamiento, mal de ojo o sortilegio que afecten al cuerpo o a la mente, devolviendo a la persona que se lo tome a su estado natural.

»Esto podría servirme. No me fío mucho, y menos sabiendo que puedo poner el cuerpo de otra persona en peligro, pero debería probar... No me gustaría que nos quedásemos con los cuerpos cambiados para siempre...

Dicho y hecho, leí los ingredientes y el procedimiento para crear la poción y fui de estantería en estantería reuniendo todos y cada uno de los ingredientes. Tuve problemas con el último, ya que parte del texto era ilegible, y había dos posibles ingredientes en la sala que podían ser los correctos, así que cogí ambos. Así pues, recogí todos los ingredientes y los reuní alrededor de uno de los calderos, y fui vertiéndolos en él tal y como explicaba el libro. Finalmente, me quedaba solamente echar el dichoso "pelo". ¿Cuál sería el correcto?

¿O quizá me estaba equivocando?

Pensándolo mejor, caí en la cuenta de que la poción era para quitarme el maleficio a mí, pero también a Kairi, y comencé a recordar las historias sobre brujas y maleficios que leía cuando era más pequeña. ¿Y si quizá necesitaba algo que perteneciese a las "malditas", como en algunas de esas historias, para invertir nuestros cuerpos? Entonces fue cuando se me ocurrió que, quizá, no era ni pelo de sirena ni de trol lo que necesitaba.

Me quité el sombrero y miré en su interior, tratando de iluminarlo acercándome a la antorcha, con su débil luz, en busca de algún cabello de mi verdadero cuerpo. Lo encontrase o no, a continuación arrancaría con los dedos pulgar e índice uno de los cabellos rosados de Kairi, y lo echaría en el caldero junto a los demás ingredientes y al cabello granate de mi cuerpo original, si es que había podido coger alguno del interior del sombrero. Si no lograba hallar ninguno de los míos, echaría solamente el de Kairi y rezaría.

por **Astro** » Vie May 08, 2015 6:51 pm

Neru, Alec & Hiro

—No permitiré que ésto se haga realidad. Jamás.

—Pues ya es hora de que este criajo os mande a todos a la mierda y os enseñe de que pasta esta hecho.

—Esto huele mal.

La última frase de cada aprendiz fue decisiva. Un destello de luz envolvió a cada uno, cegándoles de nuevo. ¡Aquella torre tenía una mala manía con cegar a la gente con destellos cada dos por tres! Cuando la luz se desvaneció, los tres se encontraron en el mismo lugar: un amplio pasillo que llevaba hasta una larga escalera de caracol que ascendía una barbaridad. Desde su posición, no se podía ver el final de los escalones.

La decoración volvía a ser la habitual de la torre, y los cuerpos que cada uno habitaba volvían a ser los equivocados... Pero más equivocados que antes.

Mientras que Neru seguía ocupando el cuerpo de Alec, los otros dos presentes habían vuelto a cambiarse. Ahora, Alec estaba en el cuerpo original de Saxor, mientras que Hiro andaba metido en el de Neru. ¡Menudo lío!

Aparte de los nuevos cambios, y de los posibles malos recuerdos (o buenos, en el caso de uno) que les hubieran dejado las visiones, tenían dos opciones para seguir avanzando. O tomaban las escaleras, que parecían no acabarse nunca, o tomaban la puerta que habían cruzado momentos antes, lo que les llevaría de nuevo a la elección de las tres puertas con el atril.

Eso, si no se mataban entre ellos antes, claro.

Spoiler: Mostrar

Saxor & Kairi

Decididos a seguir el consejo de la criatura azul, ambos avanzaron por la puerta de la derecha a pesar de que el mensaje decía que era la peor. ¡Tocaba arriesgarse!

Encima, algo curioso le ocurrió a Kairi. No había puesto ni un pie dentro cuando una nube de humo la envolvió, provocando toses incontroladas. Cuando la niebla se deshizo, se encontraría con una agradable sorpresa: ¡había recuperado su cuerpo! ¡Y eso que ella no había hecho nada!

Una vez dentro, ambos aprendices avanzaron por un pequeño pasillo oscuro, muy poco iluminado, hasta llegar a una amplia plataforma redonda que flotaba en mitad de la nada. No tenía nada que destacara en ella, salvo el pequeño camino por el que habían llegado y otro que llevaba hasta una gran puerta en el extremo opuesto.

Pero claro, llegar hasta esa puerta no iba a ser fácil. Porque unos guardianes no tardaron en aparecer... Y eran caras conocidas.

Donald, Goofy, y Guilmon, los tres surgieron de una nube oscura que les dejó en el centro. Sin embargo, se podía ver a simple vista que algo raro les ocurría: una extraña niebla oscura salía del cuerpo de todos ellos, y sus ojos parecían como apagados.

No dijeron palabra alguna. Donald disparó un Hielo contra Kairi, y Guilmon un Piro contra Saxor. Vale, definitivamente algo malo les pasaba.

Por si fuera poco, una barrera surgió en la puerta del otro extremo. Los aprendices, en aquella situación, tenían dos opciones: o luchaban contra los que se suponían que eran sus aliados, o huían por la puerta por la que habían venido, que no había desaparecido ni sellado.

¡Ellos decidían!

Spoiler: Mostrar

Maya

La pequeña brujita se arriesgó bastante, usando un ingrediente de su propia cosecha (nunca mejor dicho) antes que uno del boticario. Y en aquella ocasión... ¡Acertó!

Echar ambos pelos (había podido encontrar un pelo original suyo en el sombrero) fue la respuesta correcta. Cuando se bebió la poción (sabía horrible, por cierto, y encima era de color verde musgo), una nube de humo la envolvió de los pies a la cabeza. Cuando se desvaneció, volvía a ser la Maya de siempre. ¡Sombrero incluido!

Una buena noticia en medio de aquel caos. Ahora, podía avanzar, salvo que quisiera volver a hacer una nueva remesa de poción, ya que ingredientes tenía los suficientes. Tal vez le sirviera de utilidad más adelante, a ella o a sus compañeros. Encontraría tres frascos donde poder guardar la poción, a la que no debía de echarle pelo alguno si quería que fuese útil para otros.

Antes o después, avanzaría por las escaleras para seguir avanzando. Al lugar al que llegó, fue una nueva habitación con las paredes y el techo de piedra maciza. Prácticamente era idéntica a la anterior sala de pócimas, salvo que no tenía mueble alguno ni realmente nada que destacara.

Nada, salvo una gran puerta también de madera. Cerrada, por supuesto. A su lado, descansaba una caja sobre un pequeño atril. Al abrirla, encontraría tres objetos en su interior: tres pequeñas llaves, acompañadas de un pequeño pergamino que decía...

Tres llaves, tres posibilidades. Elige con prudencia, tú que osas ascender por la torre.
Dos abrirán el camino, una con una ayuda incluso.
La equivocada traerá el fin para ti.

El mago está cerca. ¿Te atreverás?

Vaya hombre, un nuevo juego de azar. Porque no había ninguna pista más que le indicara a la joven qué llave usar, salvo excepto los dibujos que había en los mangos de las llaves. Una, tenía una estrella dibujada. La segunda, una luna. La última, un sol.

¿Se atrevería a escoger una, como decía la nota? ¿O preferiría volver atrás y escoger un camino más fiable?

Spoiler: Mostrar

Aprovechando el parón del global, el límite de esta ronda será de cinco días.

Fecha límite: miércoles 13 de mayo.

por **Darkness Seeker** » Mié May 13, 2015 8:58 pm

——¡Esto tiene que ser una broma!

¡Volvía a estar en el cuerpo del muchacho del sombrero! ¿Pero qué demonios pasaba en esta Torre? Sin embargo, la cara con la que me miró mi propio cuerpo, bastante irónico por cierto, me llamó especialmente la atención. ¿Sería aún el chico quién estaría en mi cuerpo? Sin embargo, en cuánto cualquiera de los dos, pues parecía que Saxor también estaba ahí, me daría cuenta de lo que estaba ocurriendo. Y estaba en apuros.

Sin pensármelo dos veces, comencé a ascender la escalera que parecía interminable, esperando que toda esta locura llegara a su fin.

por **Zodiark** » Mié May 13, 2015 9:16 pm

—¡Sí! —exclamé dando botes de alegría al ver que mi cuerpo había vuelto a la normalidad.

Como no sabía si Kairi se habría recuperado también (lo cual significaba que había dos Mayas en la torre, lo cual era algo un poco siniestro), hice un poco más de pócima, sin añadir ningún pelo, y rellené tres frascos vacíos que encontré con ella. Los guardé en mis bolsillos y continué ascendiendo por la torre, mucho más cómoda ahora que había recuperado mi cuerpo.

Pronto, alcancé una nueva habitación. Era bastante parecida a la anterior, pero ésta estaba totalmente vacía, sin contar el enorme portón que se alzaba al fondo y el atril con la cajita de madera que se encontraba junto a él. Me acerqué la puerta, esperando ser capaz de abrirla, pero como cabía esperar, nada. Estaba cerrada a cal y canto.

Me acerqué entonces al atril, y abrí la caja de madera para ver qué se encontraba en su interior. La cajita contenía tres llaves, cada una con un dibujo diferente, y un pergamino que leí en voz alta:

—Tres llaves, tres posibilidades. Elige con prudencia, tú que osas ascender por la torre. Dos abrirán el camino, una con una ayuda incluso. La equivocada traerá el fin para ti —tras leerlo, hice una pequeña pausa para asimilar aquel mensaje—. ¿El... fin...?

Resoplé, cansada de aquellos acertijos, y observé confusa las tres llaves, una a una. ¿Cómo se suponía que iba a acertar la correcta? ¿Tenía que guiarme por mi intuición y usar una de las tres, al azar?

—¿Qué hago...? —tras dudar unos segundos, una bombillita se encendió sobre mi cabeza—. Oh, espera... ¿no se supone que eso sirve para abrir cerraduras...? Tendré que intentarlo...

No muy segura de mi decisión, invoqué mi Llave Espada y estiré el brazo, apuntando con ella a la cerradura del portón. Cerré los ojos, despejé mis dudas y, decidida, dirigí de nuevo la vista a la puerta, tratando de concentrar todo mi poder en la punta del arma, y esperaría unos minutos para esperar resultados.

Si aquello no funcionaba, agarraría la llave de la estrella, ya que era la figura que coincidía con una puerta que ya había atravesado, y la probaría. Si conseguía abrir la puerta, ya fuese con la Llave Espada o con una de las llaves de la caja, agarraría todas las llaves y el pergamino y los guardaría en mi bolsillo, por si acaso los necesitaba más adelante, y atravesaría el portón.

por **LightHelco** » Mié May 13, 2015 9:26 pm

—¿Qué? ¿A dónde han ido esas zorras? —salté confundido mirando hacia todos los lados cuando el fuerte destello que me había cegado desapareció.

Ya no estaba en Ciudad de Halloween y tampoco podía sentir los hechizos de hielo que había conjurado hasta hace unos segundos. Más extraño aun, frente a mí se encontraban tanto mi cuerpo como el del chaval con el que lo había cambiado ¿Qué cojones significaba aquello?

—Oh, venga ya —musité mirándome las manos y el resto del cuerpo para ver que me encontraba en el del tipo al que Joker le había dejado sin copia —. Joder, Saxor, en buenas horas decides aparecer.

Ahora ya no tenía ni idea de quien estaba en mi cuerpo, porque a saber si Saxor era el que estaba con nosotros ahora. Bah, que le diesen por culo al que estuviese, yo pasaba de dejar que se volvieran a largar con mi sombrero. Mejor dicho, pasaba de que mi cuerpo se volviera a largar sin mí.

—Eh, Saxor, si eres tú el que esta en mi cuerpo, te recomendaría pasarme el sombrero que llevas. No quieras empezar una pelea por él.

¿Ya me han vuelto a cambiar al llorón otra vez?

Escuchar aquella voz hizo que mirase a mi espalda automáticamente con las palabras para conjurar un Piro listas, pero al no ver nada me giré hacia los otros dos muy confuso con todo lo que estaba pasando.

—¿Habéis escuchado eso?

Menudo empanado me ha tocado. Eh, mequetrefe, nadie más que tú va a escucharme.

La misma voz volvió a hablar y en ese momento me di cuenta de que sonaba en mi cabeza. ¿Qué puto problema mental tenía Saxor? No tuve tiempo para hacerle preguntas a la voz, ya que en ese momento mi cuerpo decidió empezar a andar por el pasillo y alejarse.

—Ni se te ocurra huir, desgraciado —gruñí entre dientes empezando a correr hacia él —. Eh, la voz de la cabeza ¿Sabes que puede hacer este crío?

Puede que sí, puede que no.

—¡CONTESTAME!

Grité aquello con tanta fuerza que no me parecía nada extraño que los otros dos empezaran a tomarme por loco.

Vale, tienes gracia con eso de hablarme en alto… aunque si me lo cantas sería incluso mejor y hasta te diría como ese palito con el que juegas a los héroes.

Estuve a punto de volver a gritarle, pero pasaba que me encerraran en un manicomio. Además, mi interés estaba en atrapar mi cuerpo, no en dialogar con voces raras. Por suerte el cabrón este me había dejado claro que podía hablarle con el pensamiento.

“¿Y si hago que otro cante por mí?”

Adelante, me molan los musicales, pero mis favoritos son en los que estás tú como protagonista principal.

Tras esa última broma, decidí que lo mejor era sudar de aquel demonio de voz e ir a lo tradicional. Materialicé la Llave Espada de aquel cuerpo (muy bonita por cierto) y salté sobre mi cuerpo con la intención de golpearle con la parte plana de la hoja. Tendría cuidado que el cuerpo del enano de las cadenas no se metiera en la pelea, pero este combate no pensaba darlo por terminado hasta que no estuviese mi sombrero sobre la cabeza del cuerpo de Saxor.

Spoiler: Mostrar

por **RedXIII** » Mié May 13, 2015 10:26 pm

—¡OTRA VEZ NO! —Exclamó el aprendiz, confuso ante el nuevo cambio de cuerpo y sin saber que hacer, lo único que vio es unas escaleras y a Alec con Saxor, entonces ¿Quien era el? Sin darse cuenta se había convertido en Neru.

Seguramente no habría descubierto quien era quien si no fuera por el comentario del nuevo Saxor ¿Era Alec? Al menos lo parecía, pero apenas tuvo tiempo para comprobarlo, ya que Alec empezó a correr por las escaleras, para no quedarse atrás decidió seguirlo todo lo rápido que podía, junto con Saxor que parecía también seguirle.

De golpe hizo aparecer su llave y parecía querer atacar a Alec, algo que no le pareció muy propio de Neru, así que decidió cogerle de las piernas para impedir que siguiera subiendo detrás del chico del sombrero y evitar que le pegara.

—¡Pero que coño haces! — Le replicó —¿te recuerdo las palabras del maestro de nuevo, es que se te ha ido la olla, o es que de verdad eres...? — El aprendiz no lo dudó y aprovechó para tirarse encima de Saxor, quien sospechaba que era Alec, e intentó inmovilizarlo.

por **Saxor** » Vie May 15, 2015 10:01 am

Ni un paso nos dio tiempo a dar cuando May... quiero decir, Kairi, fue envuelta con una extraño humo. Tras disiparse, pude comprobar que curiosamente había recuperado su cuerpo, cosa que no se podía decir de mí. ¿Cuál habría sido el desencadenante?

Fuera como fuese, seguimos avanzando a través de un pasillo bastante oscuro. Ya decía el cartel que era el camino más peligroso, pero a su vez, era el más rápido. Mientras e preguntaba cuál sería el peligro al que nos enfrentaríamos, llegamos a una plataforma flotante bastante amplia, aunque más que con magia por estar unida al camino por el que venimos y por la salida.

...Y cómo no, espacios amplios en caminos difíciles significaba combate. Una nube oscura apareció en el centro del escenario, mostrando a nuestros tres oponentes. Pero había un problema: no eran ni sincorazón ni esas criaturas con las que nos habíamos enfrentado hace un rato, sino que eran ni más ni menos que Donald, Goofy y...

—¡¿Guilmon?!—no solo nos obligaban a enfrentarnos a los que supuestamente habían venido a prestarnos apoyo, sino que habían puesto a mi propio compañero en mi contra. En circunstancias menos tensas, habría prestado algo más de atención a la sensación de déjà vu que me causaba la situación, ya que no era la primera vez que tenía al dinosaurio como enemigo (aunque en la ocasión anterior no era él realmente, sino su copia).

Esquivé el Piro que se me venía encima, al mismo tiempo que un ligero destello indicaba la barrera que nos aislaba en el campo de batalla (aunque solo hacia delante, parecía que aún podíamos retroceder). No quería enfrentarme a ellos, pero... ¿había alguna otra alternativa? Quizás sí.

—¡Claro, los cristales!—saqué del bolsillo el extraño cristal en forma de lágrima. No creía que necesitáramos más de uno, pero... ¿Cómo se usaba esa cosa? Quería usarlo con Guilmon a toda costa (si funcionaba con todos, mejor), si es que funcionaba. Si veía que no tenía efecto alguno, lo guardaría y sacaría el arma de Hiro, el rifle. Me alejaría un poco, apuntaría al perro y dispararía a los muslos de sus piernas.

por **Astro** » Jue May 21, 2015 7:39 pm

Neru, Alec & Hiro

Mientras Neru corría escaleras arriba, Alec y Hiro se entretenían forcejeando el uno con el otro. Aunque el de Tierra de Partida intentó inmovilizar al otro, la fuerza de su cuerpo actual no fue suficiente para contener los músculos originales de Saxor, permitiendo que Alec pudiera echar a correr escaleras arriba tras su cuerpo. O tras su sombrero, mejor dicho. Hiro no tardó en incorporarse a la carrera de subir escalones.

Pero algo inusual ocurrió cuando los tres tocaron escalón. Las escaleras, como por arte de magia, empezaron a moverse hacia delante, actuando como si fueran unas escaleras mecánicas de un mundo moderno. Ésto ayudaba al avance de los aprendices, que ascendían mucho más rápido, pero también tenía un inconveniente para los más belicosos: por mucho que corriesen, no pudieron alcanzar al que tenían delante. La velocidad de los tres era tan similar, que mientras siguieron corriendo no corrieron peligro de que otro les alcanzase. Aunque siempre podían tirarse hechizos a distancia, claro.

Cinco minutos después de una interminable corrida, escalón y escalón arriba, por fin parecía vislumbrarse una salida: arriba del todo, un portal dorado relucía esperando a que llegasen. ¡Su objetivo estaba cerca!

Pero claro, no podía ser tan fácil, sino habría sido muy aburrido. De pronto, algo golpeó a Neru, el más adelantado de los jóvenes, derribándole al suelo. Al mismo tiempo, las escaleras se detuvieron, volviendo a ser estáticas.

El culpable del golpe se mostró al momento, y no estaba sola. Un maullido, y el sonido de un látigo golpeando el suelo, señalaron claramente de quiénes se trataban antes incluso de que Alec y Hiro llegasen hasta donde estaba Neru. Ilana y Goei, las mascotas perdidas, habían vuelto a aparecer... Pero no tenían buen aspecto. Ni intenciones.

Tanto la gata como el moguri tenían todos los colores de su cuerpo (tanto la piel, como el pelo, como la ropa) de tonos más oscuros, como más apagados, y los dos emitían una extraña niebla negra que les rodeaba.

Sin mediar palabra, y sin escuchar lo que sus respectivos dueños pudieran decirles, ambas mascotas se lanzaron al ataque. Ilana se abalanzó sobre Alec, el verdadero, con un Corte cegador a su cara; mientras que Goei disparó dos Electro, uno hacia Hiro y otro hacia Neru.

El portal dorado, el final de las largas escaleras, no estaba lejos. De hecho, hasta podían verlo desde su posición. Pero, para poder alcanzarlo, tendrían que pasar por delante de las mascotas. Tendrían que pelear con ellas, intentando que volvieran a la normalidad... O evadirlas de algún modo.

Imagen

Maya

De primeras, la idea de Maya funcionó. Del extremo de su Llave Espada surgió un fino rayo de luz que atravesó la cerradura del portón, provocando el sonido de unos engranajes moviéndose. La puerta estaba abierta.

Pero algo no terminó de ir bien. De la cerradura empezó a surgir una luz cada vez más y más fuerte, todavía manteniendo el rayo de la Llave Espada, e impidiendo que la joven aprendiz pudiese apartar el brazo. Algo estaba agarrando su arma, y tiraba cada vez más y más. Hasta que llegó tal punto, que Maya tuvo que soltar su arma para no acabar golpeándose contra la madera de la puerta.

Su Llave Espada se deshizo en lucecitas, que fueron absorbidas por la cerradura. No volvió a haber más luces ni elementos extraños después de eso, la calma volvía a reinar en la sala. Salvo que ahora, si intentaba materializar su arma, no obtendría nada.

Había perdido su Llave Espada.

En el papel del atril, el que le había dado las instrucciones, ahora sólo se podía leer una única palabra: «TRAMPOSA.» Sí, tenía el camino libre para avanzar, pero había tenido que pagar un precio por hacer trampas. Encima, las otras llaves también habían desaparecido, por lo que no pudo llevarse nada de allí.

Sólo le quedó seguir avanzando por el camino que había abierto: unas pequeñas escaleras, viejas y llenas de polvo, que ascendían nuevamente. ¡A subir!

Casi cinco minutos después, salió por fin de vuelta a las escaleras caprichosas. Una plataforma, flotando en mitad de todo el espacio multicolor, se extendía a lo largo hasta acabar en un tramo de escaleras que subían hasta una gran puerta de madera con una estrella dorada dibujada en el centro. Con sólo verla, podría sentirlo. Esa era la puerta. Yen Sid esperaba ahí dentro.

Aparte de esa opción, había otros dos caminos que bajaban hacia abajo. Otros caminos por lo que llegar hasta allí, y que seguramente no le deberían llamar la atención si su intención era entrar en el desván.

Oh, pero claro, entrar ahí no iba a ser tan sencillo. Maya no habría dado dos pasos cuando un monstruo surgió en el centro de la plataforma. Era extraño, una criatura gris, semejante a un dragón aunque de tamaño medio, que no habría visto con anterioridad. En su frente, tenía el mismo símbolos que los enemigos de pisos abajo.

Spoiler: Mostrar

Por supuesto, el dragón no tenía intención de volverse amigo de Maya. Se puso a cuatro patas, rugió, y desde su boca disparó una enorme bola de fuego directa hacia la aprendiza.

¡Fuegoooo!

Imagen

Saxor (& Kairi)

Al mismo tiempo que Saxor sacó su cristal y lo puso en alto, Goofy se abalanzó sobre él dispuesto a atacarle. El escudo del capitán golpéo la lágrima cristalina, rompiéndola en pedazos y liberando una fuerte luz que envolvió a Goofy. Pocos segundos después, el perro yacía en el suelo, inconsciente. Los colores de su cuerpo habían vuelto a ser normales, y ya no emitía niebla alguna de su cuerpo. Todo indicaba que le había curado, pero...

Sólo a él.

Un Hielo impactó en el hombro de Saxor. Aprovechando que estaba distraído con Goofy, Donald había vuelto a atacar. Porque tanto el pato como Guilmon seguían envueltos en esa niebla oscura y mantenían sus intenciones hostiles contra los aprendices.

El misterioso perro azul, de pronto, se puso en medio de Saxor y sus oponentes, liberando un pequeño prisma de luz desde su cuerno que arrastró unos metros atrás al mago real y a la mascota. Podían contar con su ayuda, pero sólo les quedaba un cristal, en posesión de Kairi (que se había mantenido al margen desde que empezó la pelea), y eran dos a los que curar.

Con un ladrido, la criatura captó la atención de Saxor. De su cuerno surgió una pequeña nube blanca, esponjosa, que flotó en el aire girando y moldeándose hasta tomar la forma de una llave espada. Pocos segundos después, se deshizo sin más. ¿Qué habría querido decirle...?

Tendría poco tiempo para pensarlo, porque el combate continuaba. Guilmon corría hacia Saxor con sus garras envueltas en fuego, y Donald desde lejos parecía estar creando una especie de cohetes a su alrededor, como si cargara un ataque mágico.

¡Piensa rápido!

Spoiler: Mostrar

¡Siento el retraso! Acabo de empezar tanda de exámenes y ando sin tiempo. A partir de la próxima ronda meteremos el turbo, que vamos llegando a la recta final de la trama. ¡Ánimo a todos!

Fecha límite: jueves 28 de mayo.

por **Zodiark** » Jue May 21, 2015 11:21 pm

¡Lo habría logrado! De la Llave Espada surgió un rayo de luz que se introdujo en la cerradura, poniendo en marcha su mecanismo y abriendo la puerta. ¡Bingo!

Pero algo empezó a ir mal. Una vez abierta la puerta, por más que trataba de apartar el brazo para poder avanzar, no podía. Además, el rayo de luz cada vez se intensificaba más. Era como si la cerradura estuviese haciendo fuerza para no dejarme marchar. Llegó un punto en el que dicha fuerza empezó a arrastrarme, pero por mucho que intentara resistir y hacer fuerza con mis talones no conseguía resistirla. Finalmente, no tuve más remedio que soltar mi Pétalo de Hada, que se transformó en luz, la cual fue absorbida por la cerradura.

La fuerza cesó, e intenté materializar de nuevo mi Llave Espada, pero fue imposible. Aquella cerradura se la había tragado por completo, y no era capaz de recuperarla. Si no la podía recuperar, ¡¿significaba aquello que había dejado de ser aprendiza de la Orden?! ¡Tenía que recuperarla como fuese!

Me dirigí de nuevo a la caja de las llaves para ver si podía llevármelas, por si acaso las necesitaba más adelante, pero habían desaparecido junto a mi arma. Lo único que quedó atrás fue el pergamino, donde el texto había cambiado como por arte de magia, y ahora anunciaba:

"TRAMPOSA"

—¡Eh! ¡No ha sido trampa! ¡Se llama usar tus recursos!

Frustrada, decidí seguir avanzando. Si tenía suerte como con el cambio de cuerpo, cabía la posibilidad de que más adelante recuperara mi Pétalo de Hada. Tras un rato de ascensión, llegué de nuevo al gran laberinto de escaleras en el que había tenido que elegir camino anteriormente. Pero esta vez me encontraba más arriba, en una plataforma. Al otro lado, vi unas escaleras que acababan en una puerta con una estrella dorada dibujada. Nada más vislumbrarla, por alguna razón, pude sentirlo: Yen Sid se hallaba tras esa puerta.

Arranqué a correr para llegar lo antes posible. ¡Era el final del camino, y seguramente había sido la primera en llegar! Pero, de pronto, algo me sobresaltó, haciéndome frenar en seco. No pude avanzar nada antes de que algo surgiera en el centro de la plataforma, y cuando me fijé mejor pude ver que se trataba de otro monstruo con uno de esos símbolos desconocidos, como el de aquellos gatos. Éste resultó ser un dragón, y parecía bastante hostil.

Se puso a cuatro patas y rugió, y yo adopté una pose defensiva. Instintivamente, traté de materializar mi Llave Espada en mi mano derecha, pero no ocurrió nada. Obviamente, porque acababa de ser tragada por una cerradura. Aquello me distrajo un poco, pero pronto recuperé la compostura, justo a tiempo de ver una feroz bola de fuego volando directamente hacia mí, la cual intenté esquivar rodando, sin perder un segundo, hacia un lado.

La evitara o no, me reincorporaría y cogería un Éter de uno de los bolsillos de mi túnica. No podía depender de la Llave Espada, pero era una suerte que mi magia fuese mi fuerte, así que tenía que aprovechar eso. Me bebí el éter y nuevamente introduje mi mano en mis bolsillos, buscando en ese momento otro frasco distinto.

Con una de las pócimas antimaleficios que había preparado con anterioridad en mi mano, lancé un Dulce Aroma con todas mis fuerzas en dirección al dragón. Aprovecharía entonces su estado de embriaguez para lanzarle el frasco directamente a la cara, tratando de cegarle con el contenido líquido de dicho frasco. Si mi lanzamiento fallaba, no tendría más remedio que confiar en mi poder restante y utilizarlo para atraparlo momentáneamente en un Ciclón de hojas. En cualquier caso, aprovecharía los momentos de confusión de la bestia para echar a correr con todas las fuerzas que mis pequeñas piernas me permitían para dirigirme a la puerta de la estrella. Si la lograba alcanzar, sólo me quedaría rezar y desear con toda mi alma que no estuviese también cerrada a cal y canto.

por **LightHelco** » Mié May 27, 2015 9:10 pm

—¡Quita de encima, Saxor o quien coño seas!

Empujé el cuerpo del chiquillo apartándolo de mí antes de seguir corriendo tras el otro individuo. Que el cuerpo del niño se me hubiese tirado encima me había quitado un tiempo valioso con el que consiguió que la distancia entre mi cuerpo y yo fuese demasiado grande para alcanzarle.

Mira que llegan a ser pegajosos estos lucecitas.

No tenía muchas ganas de tener que seguir escuchando a aquella vocecita en mi cabeza, pero en eso último tenía razón, eran unos malditos pesados estos dos. ¡Y lo peor es que la jodida torre no quería que alcanzara mi cuerpo! Muy buena idea lo de las escaleras subiesen solas, pero eso no ayudaba en nada si a los otros dos también les empujaba.

Pasamos un largo rato subiendo por aquellas escaleras, cuando empezamos a vislumbrar al final de estas un reluciente portal de color oro que se presentaba ante nosotros invitándonos a pasarlo. La persona que estaba en mi cuerpo iba a ser la primera en pasarla, pero justo cuando se acercaba y para deleite mío, golpeándole y tirándole al suelo. Las escaleras se detuvieron, pero me importaba un rábano, en el tiempo en que el chico terminase de levantarse, yo ya estaría encima suyo y podría darle la hostia que se merecía por largarse con mi sombrero.

—¡Ya eres mío, ladronzuelo! —bramé volviendo a materializar la Llave Espada de Saxor y preparándome para el ataque.

¡Corre, chaval, que va a hacerte cosas impuras!

Ataque que nunca llegué a realizar cuando sentí algo extraño, en un principio pensé que sería cosa de la voz y el cuerpo de Saxor, pero no, aquello era algo mío propio. O mejor dicho, de mi familiar. Me paré en seco e incluso algo mareado por lo que me llegaba de Ilana: Oscuridad, pura oscuridad que luchaba por cortar nuestro enlace y mantener a mi compañera alejada de mí.

Incluso aunque esta estuviese a menos de cinco metros de distancia.

—Ilana… ¿estás bien? —le pregunté a la gatita haciendo todo lo posible por no perderla.

No me contestó, ni ella ni el Moguri que se encontraba a su lado lo hicieron. Fue entonces cuando me fijé en el humo que sobresalía del cuerpo de los dos animales.

Intenté llegar hasta ella mediante nuestro enlace varias veces, pero no podía sentirla, solo la oscuridad que parecía controlarla. Pero pasaba de ceder, Ilana era mi familiar e iba a hacer cualquier cosa para liberarla del malnacido que la estuviese controlando.

—¡Ilana, escúchame! Suda de la oscuridad, sé que tú eres más fuerte que ella.

Bonita actuación la del "Hombre que susurraba a los gatos", pero un gatito como ese no va escapar de la Oscuridad. Más loco de lo normal estás si piensas eso.

—Cállate —respondí en alto sin siquiera pensar en que le estaba contestando a la voz —. Ilana, vamos ¡hazme caso de una puta vez!

En esta ocasión no me ignoró, pero tampoco hizo algo que me beneficiara. Todo lo contrario, el animal saltó contra mi con sus garras por delante buscando mi cara. Conocía muy bien la habilidad que estaba usando, era la que yo siempre le pedía que usara contra los enemigos y la que iba a cegarme si no conseguía hacer nada.

Pero… ¿acaso era capaz de hacerle daño? Por mucho que la hubiese odiado durante la ilusión seguía siendo mi familiar. Mi amiga. No podía hacerle nada.

¡Eh, merluzo! Reacciona.

Abrí y cerré los ojos de golpe a la par que extendía el brazo donde tenía la Llave Espada para colocar el arma a modo de escudo. Miré a la gata que se me lanzaba encima sorprendido y confuso, realmente todo lo que había pasado desde que recibí aquel hechizo de fuego era confuso y borroso. Algunas imágenes me venían a la cabeza y estas me decían que mi familiar estaba descontrolado.

Oye, me encanta el ver como las pasan otros canutas, pero tampoco me mola el que me desfiguren la cara.

¿Quién demonios acababa de hablar? Oh, cierto, estaba en el cuerpo de Saxor y esa voz no paraba de comerme la oreja. Luchar así iba a ser un suplicio, aunque al menos tenía alguna idea de lo que podía hacer Saxor o su copia más bien, la cual esperaba que hubiese heredado este hechizo del original. Era un conjuro básico por suerte, casi como usar un hechizo Piro, pero concentrando oscuridad.

—Ilana, perdóname —le hablaría a la gatita tanto si hubiese bloqueado su ataque inicial o no — ¡Flama Tenebrosa!

Con la mano que tenía libre, lanzaría el conjuro contra la gata. Si aquello funcionaba y no había acabado ciego, correría hasta ella e intentaría golpearla con la parte plana de la hoja o el mango de la Llave Espada, después de todo quería dejarla fuera de juego, no matarla.

Spoiler: Mostrar

por **Darkness Seeker** » Jue May 28, 2015 1:00 am

Tras lograr subir las escaleras a una velocidad increíblemente rápida dado que las escaleras se convirtieron al instante en unas escaleras mecánicas, me encontré en una pequeña sala con un... ¿Portal? Sí, un enorme vórtice dorado se encontraba al otro lado de una pared, invitándome a entrar.

Pero cuando fui a entrar... Algo nos esperaba allí. Dos cosas, más bien: Un moguri al que reconocí al instante, Goei y el gato que por poco me hubiera podido devorar hacía unos minutos. Tras de mí aparecieron pronto Hiro, en mi cuerpo, y el mago que tanto jaleo había provocado.

—Ilana… ¿estás bien?.

Ninguno respondió ni hizo ninguna clase de acción para dar a entender que había recibido el mensaje. Estaban poseídos.. al igual que Setzer el día anterior en la entrada a la Torre. Definitivamente ya podía relacionar a Mickey con lo sucedido ayer.

—¡Ilana, escúchame! Suda de la oscuridad, sé que tú eres más fuerte que ella.

El silencio continuó creando una atmósfera cada vez más tensa, al que el brujo no dudó en gritar.

—Cállate —respondió de pronto al aire, sin ninguna razón aparente—. Ilana, vamos ¡hazme caso de una puta vez!

Las dos Mascotas reaccionaron esta vez, de forma negativa. El gato se lanzó directo a la cara del Saxor poseído por el brujo, mientras que para cuando me fijé en Goei dos electros nos impactaron a mí y a Hiro en mi cuerpo. Uno debía traspasar ese portal, sólo uno...

—Hiro...—le comenté rápidamente a Hiro en mi cuerpo,acción que bastante extraño me pareció —.Saca el látigo de cadenas, apunta en dirección a la puerta y piensa en lo que más odies para despertar la oscuridad de mi cuerpo. ¡Ahora!

Mientras esperaba a que Hiro se preparara para realizar una Cadena de Agarre, invoqué la llave espada del brujo y me lancé sin pensármelo dos veces contra Goei, literalmente en embestida con llave espada en ristre. Mi objetivo no era otro sino entretenerlo y fastidiarle, esperando que Hiro pudiera atravesar el portal con mi cuerpo...

Spoiler: Mostrar

por **Kairi** » Jue May 28, 2015 10:29 pm

Nada más avanzar por la puerta que había elegido el animalito azul, un denso humo envolvió a Kairi, que empezó a toser como si hubieran lanzado una granada de gas.

- ¡Cof cof! ¿Qué... es esto? ¡Cof!

Sorprendida por oir su voz en lugar de la de Maya, en cuanto el humo desapareció se miró las manos. Eran sus manos de siempre, las de una jovencita adulta. Se miró los pies y el resto del cuerpo. Volvía a tener su ropa de siempre y su esbelto cuerpo. Y su largo pelo rosa seguía como siempre. Se pasó la mano por el sedoso pelo deleitándose por su tacto.

- ¡Vuelvo a ser yo! - exclamó con alegría. Ahora no tendría que preocuparse sobre usar las habilidades de Maya. ¿Pero cómo había logrado recuperar su cuerpo si ella no había hecho nada? Y no solo eso, Saxor aun seguía en el cuerpo de Hiro.

Siguieron avanzando por el oscuro pasillo hasta llegar a una plataforma flotante. Sólo había una gran puerta por la que no habían venido. ¿Estaría Yen Sid detrás de ella?

Pues no. En su lugar se encontraron con Donald, Goofy y Guilmon apareciendo de una nube de humo negro. Evidentemente, no tenían pinta de querer hacer amigos. En cuanto Saxor sacó su cristal, Goofy se abalanzó sobre él y lo rompió con su escudo. El perro humanoide cayó al suelo inconsciente, pero el cristal había hecho que recuperara sus colores. Estaba curado.

Ahora sólo quedaban Donald y Guilmon, pero Kairi sólo tenía un cristal. ¿Con quién lo usaría? Recordó que al Rey Mickey le pasaba lo mismo.

- Creo que es mejor guardar mi cristal para Mickey - le informó a Saxor.

El perro azul se puso en medio de los Aprendices y los enemigos, alejando a Donald después de que hubiera lanzado un Hielo contra Saxor. Vio que una nube blanca salía de su cuerno y tomaba la forma de la Llave Espada. No había mucho que pensar sobre eso.

- ¡Hay que golpearles con la Llave!

Kairi invocó su arma. Observó que Donald estaba cargando un ataque. La única posibilidad de pararlo era correr hacia él y golpearle con la Llave, cosa que hizo inmediatamente la pelirrosa. Si todo salía bien y Saxor se encontraba en problemas, se ocuparía después de Guilmon usando la misma táctica.

por **RedXIII** » Vie May 29, 2015 1:06 am

Un tio que hablaba con su gato y otro que pegaba a Goei, aquel momento era, cual menos, extraño y surealista ¿Quien le iba a decir que ¿Neru? con el cuerpo con traje... "curioso" del chico del sombrero terminaría pegando a su mascota?

Un electro alcanzó al aprendiz y a su compañero, habían sido provocados por Goei, pero aquello no era nada para él, un simple electro no era nada, o al menos contra el cuerpo de Neru.

—Hiro... Saca el látigo de cadenas, apunta en dirección a la puerta y piensa en lo que más odies para despertar la oscuridad de mi cuerpo. ¡Ahora!

¿A que se refería con aquello? No sabía muy bien a que se refería pero hizo lo que le pidió mientras corría hacia la puerta y se alejaba del combate, cogió una de las cadenas y apuntó hacia la puerta.

—Algo que odie... Tener este careto — La cadena salió disparada y se agarró a la puerta, cosa que aprovechó el aprendiz para impulsarse y salir disparado hacia esta, una vez llegara entraría dentro.

por **Saxor** » Vie May 29, 2015 2:34 am

Nada más sacar el cristal, ocurrió algo inesperado: Goofy se abalanzó sobre mí y atacó... Pero no a mí, sino al cristal. Tras una enorme luz, el perro estaba liberado de la neblina oscura... Pero solo él. Aquel ataque había sido demasiado certero para ser una casualidad. Significaba que aquello que estuviera detrás de todo aquello tenía miedo de los cristales, y no le importaba perder algunos peones con tal de liberarse de ellos.

—Creo que es mejor guardar mi cristal para Mickey.

—Buena idea, no debemos malgastar el que queda con sus peones desechables—mencioné un poco arisco, ya que demostraba lo poco que le importaba perder a cualquiera de los que estaban allí. Fue justo entonces cuando un hielo me golpeó en el hombro. ¡Cierto, todavía quedaban 2, y no teníamos ni idea de cómo liberarlos sin usar los cristales! Fue entonces cuando sentí que mi mano sostenía algo de repente—¿Pero qué...?

Pude oír entonces un ladrido, haciendo que dejara de prestar atención a la llave espada que se había aparecido sola en mi mano. El extraño animal que se había encontrado junto a "Eileen" había repelido a los dos, para luego invocar una pequeña nube que tomó la forma de una llave... ¿o era una llave espada?

El perro azul se puso en medio de los Aprendices y los enemigos, alejando a Donald después de que hubiera lanzado un Hielo contra Saxor. Vio que una nube blanca salía de su cuerno y tomaba la forma de la Llave Espada. No había mucho que pensar sobre eso.

—¡Hay que golpearles con la Llave!—gritó Kairi enlazando las cosas rápidamente. Ella se dirigió a por Donald... Pero yo tenía otros problemas más inmediatos.

—¡Mierda!—Guilmon se abalanzaba sobre mí con sus Piro-Garras. No tenía tiempo de esquivar. Rápidamente bloqueé el ardiente ataque con la llave espada, y seguidamente intenté golpearlo con ella, tal como intentaba Kairi—Lo siento mucho...

por **Astro** » Sab May 30, 2015 8:27 pm

Maya

La pequeña Maya pudo esquivar por los pelos el ataque del dragón, aunque los bordes de su túnica sí que prendieron fuego y tuvo que apagarlos rápidamente para que no se extendieran.

Su plan de combinar su dulce pero maloliente habilidad funcionó a las maravillas, eso sí. El monstruo se quedó lo suficientemente atontado como para que la aprendiza acertara sin problemas al lanzar la poción a los ojos. El dragón emitió un sonoro grito lastimero, agitando la cabeza con fuerza para recuperar la vista cuanto antes.

Aquella distracción fue más que suficiente para que Maya pudiera escabullirse y llegar hasta la puerta. La suerte estaba de su parte, porque pudo abrirla sin necesidad de llave o de pasar ninguna prueba extra. Cruzar el umbral fue como atravesar una pared de agua, con miles de luces rodeándola.

Dentro, reinaba una inusual calma. Maya se encontraba ahora en una habitación redonda, no demasiado grande, con grandes ventanas con forma de lunas y estrellas. Estanterías repletas de libros e incluso una pizarra estaban repartidas por todo el desván. Y, en el centro, una larga mesa rectangular de madera.

Spoiler: Mostrar

Sentado en un gran trono, justo detrás de la mesa, descansaba un hombre mayor con barba. Vestido con una larga túnica azul que llegaba hasta los pies, y parecía estar durmiendo. Pero no dormía con tranquilidad: tenía los ojos muy cerrados y de vez en cuando se revolvía en su asiento.

Spoiler: Mostrar

Y no era de extrañar, porque le rodeaba una densa niebla oscura que no parecía estar haciéndole nada bueno. Si Maya se acercaba, descubriría el origen de la niebla: salía de un libro colocado en un atril, justo detrás de la silla. En sus páginas estaban escritas notas y otros símbolos musicales. Era una partitura.

Allí, no había nadie más. Maya podía intentar despertar al hombre con algún medio que se le ocurriera, o explorar el desván a su antojo. Además, en un lado de la habitación había una puerta cerrada. ¿Qué habría detrás?

Imagen

Alec, Neru & Hiro

Hiro tuvo éxito usando la Cadena de Agarre. Aunque no había puerta a la que agarrarse, ya que era un portal, el gancho sí que pudo sujetarse con el extremo más cercano de la escalera, funcionando igual de bien. Parecía que el aprendiz iba a cruzar el portal, sólo tenía que dar un paso más, pero...

Boom.

Una fuerte explosión hizo volar a Hiro por los aires, cayendo en las escaleras más abajo que sus compañeros. Goei debía haber colocado una de sus Bomba Rizoma en el suelo justo delante del portal como precaución, y había tenido un éxito rotundo. ¡La potencia había sido incluso más fuerte de lo normal! Pobre Hiro.

Los otros dos, por su parte, se las apañaban como podían con las mascotas.

Alec pudo bloquear el ataque inicial de su gata, e incluso acertó con su hechizo quitándose al animal de encima. Pero, cuando fue a atacarla directamente con su Llave Espada, no fue tan fácil. En medio del ataque, Ilana utilizó un Tajo ilusión aprovechando un descuido de su amo, golpeándole con bastante gravedad en el costado. Sangre incluida.
Eso no evitó, sin embargo, que Alec también acertase su golpe, al menos uno de ellos. La parte plana de la llave golpeó la cabeza de la gatita, derribándola al suelo justo tras su ataque.

Lo que ocurrió a continuación, fue raro. Todo el humo que liberaba Ilana salió de golpe, tomando la forma de una especie de fantasma vestido con una larga túnica negra. Sus brillantes ojos se clavaron en Alec, antes de soltar un agudo chirrido y salir volando. La parte positiva fue que, al menos, Ilana recuperó sus colores originales, aunque seguía inconsciente.

Spoiler: Mostrar

Un poco más arriba, Neru intentaba golpear a Goei sin demasiado éxito. El moguri mantenía la distancia con su látigo, que parecía tener vida propia, y no dejaba que el aprendiz se acercara lo suficiente como para acertar un ataque con su Llave Espada. Cuando el fantasma fue liberado de Ilana, la situación empeoró. El espectro se introdujo directamente dentro de Goei, provocando que la mascota liberase de golpe mucha más niebla que antes. Tanta, que durante un instante los aprendices no verían nada.

Cuando se disipó lo suficiente, lo que se encontraron no fue muy esperanzador: Goei había crecido. Mucho. Ahora debía medir, como mínimo, cuatro metros, y ocupaba todo el hueco de las escaleras a lo ancho. Tenía un látigo de afiladas espinas en cada mano, con un tamaño proporcionado al suyo, y sus ojos se habían vuelto completamente negros.

Como antes, no medió palabra. Elevó los brazos y golpeó el suelo con sus armas, provocando que todas las escaleras temblaran. ¡Incluso pudieron ver que se abría alguna que otra grieta! Los aprendices tenían que reaccionar rápido, o Goei acabaría destrozando todo el lugar. Y a ellos también, claro.

Spoiler: Mostrar

Kairi & Saxor

Ambos aprendices entendieron rápido cómo debían curar a los dos afectados por la niebla oscura, y cada uno procedió a intentarlo contra un objetivo respectivamente.

Saxor, afortunadamente, tuvo éxito. Pudo bloquear con cierto esfuerzo las garras de fuego Guilmon y asestarle un golpe con la Llave, que derribó a la mascota al suelo. Desde ahí, pudieron ver que algo salía de su cuerpo entre gritos y gestos de dolor. Una especie de espectro, formado por una larga túnica negra, manos huesudas y ojos brillantes. Se elevó un poco en el aire, y con un sonoro pluf, desapareció.

Spoiler: Mostrar

Para alegría de su dueño, Guilmon ya no liberaba humo y había recuperado su color normal, aunque estaba inconsciente. Uno menos.

Kairi, por su parte, fue a por Donald. Pero su estrategia fue demasiado directa, sin preocuparse por todos los cohetes que el mago Disney estaba creando a su alrededor. Justo en el momento en el que la aprendiza bajó su llave para golpear, el pato liberó su ataque Fantasía.

Kaboom.

Kairi salió volando por los aires, cayendo justo en el borde de la plataforma. Poco le faltó para caer fuera. En el centro, cuando el humo se disipó, descubrirían que Donald estaba tirado en el suelo, inconsciente. Había recuperado su color, y ya no salía niebla de su cuerpo. ¡Estaba curado!

Los dos aprendices de Tierra de Partida tenían vía libre para avanzar, la barrera ya había desaparecido. Guilmon despertaría si se le aplicaba algún método curativo, pero Donald y Goofy necesitarían más tiempo para recuperarse y despertar.

¡Adelante, el desván de Yen Sid estaba a la vuelta de la esquina!

... O lo habría estado, de no ser porque cuando el dúo ascendió por las escaleras se toparon con una nueva plataforma. Sí, había una resplandeciente puerta con una gran estrella que parecía decir a gritos que esa era su meta, pero no contaban con que tendrían que hacer frente a un monstruo de más.

Una especie de dragón, de tamaño medio, vigilaba aquella puerta. En su frente, tenía el mismo símbolos que los enemigos a los que habían hecho frente en los pisos inferiores, Si se fijaban, verían que tenía unas feas manchas alrededor de sus ojos, como si le hubieran atacado con anterioridad.

Spoiler: Mostrar

Para poder cruzar la puerta, tendrían que buscar el método de vencer a su guardián o de despistarlo para poder pasar.

Spoiler: Mostrar

Fecha límite: miércoles 3 de junio.

[Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: Ronda #11 - Asalto a la torre

Compartir En

Ronda #12 - Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: Ronda #12 - Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: Ronda #12 - Asalto a la torre

Ronda #13 - Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Re: [Torre de los Misterios] Asalto a la torre

Ronda #14 - Asalto a la torre

¿Quién está conectado?