[Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Trama de Fátima, Hiro, Saxor, Watson, Ragun & Exuy

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor A Nerd Girl » Vie Feb 05, 2016 12:57 am

A pesar de que me dió un lapsus y me quedé paralizado observando lo que hice. Por un segundo creí haberle dado a Ragun.

La pelea fue increíble, Agatha me lo contaba y yo no me lo creía. Ragun derrotado, parecía de plastilina. Ruidos de huesos rotos que entraban por mis oídos. Eso no era algo muy bueno. Encendí la mecha y lo apunté al grandullón. Mi respiración aumentaba por la tensión y los nervios. ¿fallaría? ¿Cómo demonios llegué a encenderlo? ¿Qué cojones pasa que le he dado? ¿El poder de la potra me había llamado?

Me quedé mirando, tras todo lo sucedido me quedé casi de piedra ante la incredulidad. ¡He sido útil! ¡Qué sensación! Había metido gol al feo y asqueroso gigante. Y el guerrerito enano se quitó las máscara. No tenía mala cara. Y caderas. Aunque luego puse mala cara al ver los restos del emo. ¿No podía desvanecerse? No sé, es que esa paliza debía haberlo matado pero bien. Quizá dejarle sin brazo. ¿Y porqué no tetrapléjico? ¡Eso sería gracioso!

A lo que iba, que escapamos y me dió las gracias el guerrero guapo de cara. El tío este grande nos mostró su careto de adefesio que le faltaba que le llamasen “Fulgencio” o cualquier nombre raro que demostrara que era feo. ¿Quién en su sano juicio se quitaría una máscara con ese careto? No lo compararía con un Murloc por no ofender a ese tipo de bichos. ¡Joder! Tendría que operarse la cara. O morir.

Pero nos fuimos, pusimos pies en polvorosa y nos alejamos. Dejamos al bravo y valiente imbécil temerario que casi la palma. O la ha palmado y no nos hemos enterado.

Por cierto, soy Myriddin Watson pero puedes llamarme Watson —comenté en el camino a esa torre—. Este saco de patatas es… Ragun

Tras llegar y mirar todo, muy bonito y eso... Atendimos al cadáver que teníamos. Su manera de curar era de risa. ¿En serio? Estaba por darle una clase de primeros auxilios.

Ayudé en lo que pude con lo que pude a evitar que muriera o a que al menos no se rompiera la médula. No quería que se quedase paralítico o incapaz de mover las piernas. Llegó un momento en el que no podía curar más. Aunque, admitía que me centré demasiado en sanarle que no percibí el caballo tras acabar. Suspiré mientras recorría mi mano por las heridas. Eso no era un humano y quizá en esa situación yo… La hubiera palmado.

Por un lado, me sentía aliviado. No era el dañado, estaba como una rosa. Podía curarle tranquilamente aunque su sangre negra parecía más tinta que sangre. Aún era demasiado pronto para vestirme de negro pero, ya me quejaría cuando despertara.

Por otro lado, no entendía nada de lo que sucedía. El luchador se presentó como Xiang, yo le miré algo cansado pero no escuché mucho más. El no dormir bien me afectaba y estar preocupado también se comía mis energías. Mis ojos iban dirigidos cada dos por tres a mirar al que estaba gravemente herido. No quería acabar llamando a Ryota con la noticia de que había muerto alguien. ¿Eran tan peligrosas las misiones en realidad? ¿Qué tuerca se me fué? ¿Ser portador implicaba tanto peligro? ¿Tanta probabilidad de muerte? ¿¡Por qué no me uní antes!? ¡Qué emocionante! ¡Ragun me debía la vida! ¿Sabéis acaso lo que significa? ¡Me lo va a pagar jugando a juegos de rol de mesa! ¡Oh si!

Tenía que haberle sacado una foto para luego amenazarle con subirla a Tuipper y dañar su reputación. El chino me explicó cosas que por desgracia tenía que escuchar para decirselas al muerto.

No es nada, —respondí a Xiang. Seguidamente murmuré en voz casi inaudible— son cosas del guión.

Un grito sonoro salvaje irrumpió el momento, era tan efectivo que hizo que Xiang se fuera a ver qué pasaba. Pasé del tema, estaba por sacar mi katana y clavársela a Ragun hasta que desvaneciera. O diseccionar, con la katana. ¿En este mundo comprarán órganos? Podría quitarle un riñón, no es tan preocupante perder uno. Además, no lo echará de menos.

Aunque, no era divertido que estuviera tan frágil y fácil de cazar. Era más divertido cazar la presa, torturarla, que te suplique clemencia y luego la muerte. Entonces en ese momento podría hacer lo que me plazca.

Xiang me había caído bien, llamó idiota a Ragun resaltando lo obvio, pero por lo menos sabía echárselo a la cara. La patada no sobraba, es más desearía que le moliera a hostia limpia.

Andrei me suena, aunque es de algo antes de que yo me uniera con este memo. Sólo sé de oídas y rumores, lo siento. Ni sé como es de apariencia, ni qué historias han pasado con él.

No hacía falta ser un genio para saber que ese tal Andrei era un causante de todo el lío. Tampoco que quizá estuviera relacionado con Xiang y Quebrantahuesos. ¿Qué hizo para liarla? ¿Quemó una montaña? ¿Por qué siempre me voy al mundo de yupi con estas cosas? ¿Por qué no puedo tener la figura de mi pony preferido? ¿Por qué Agatha está mirando mal a ese caballo?

Lo último se resolvió cuando me preguntó si podía comerse al caballo entonces. Estaba por decirle que se comiera a Ragun, que estaría más apetitoso. Ella siseó y dejó de mirarlo.

Aunque lo preocupante ahora no es el tema de quienes somos. Es que Quebrantahuesos o quien sea… No masacre a la gente, se haga una legión de sincorazón y tengamos peores problemas de lo que podamos imaginarnos. Lo último que deseamos es más problemas, y digamos que no soy experto en combate. También contamos con el problema de que cierta persona está no muy bien, incluso si usamos una poción, no creo que se recupere por completo.

Agatha se me puso al regazo mientras yo la acariciaba. Parte de su cuerpo se ponía detrás mía. Era lo que tenía ser una reptil tan grande. Aunque me gustaba eso de ella. Mi semblante seguía serio, preocupado por vaticinar un futuro que veía más probable si no resolvíamos esta misión secundaria. Una misión no importante en esencia, pero preocupante gracias a la jugada maestra del Lord Brazo Oscuro. Bajé la mirada, no había venido para lidiar con problemas de locales con gente loca. Vine a matar a un dúo dinámico, Villanos Finales. Los cutres del barrio. Yo seguramente tenía la razón para meterles una colleja por la falta de originalidad. Esperé por si Ragun tenía el don del habla intacto y nos informaba más sobre este sujeto. Parecía ser el subjefe final del juego.

También tenemos de paso un problema, llevamos un tiempo buscando a dos personas. Creo que se llamaban Kefka y el otro Gilgamesh… ¿Te suenan?
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Sombra » Vie Feb 05, 2016 3:53 pm

Está hecho un destrozo. He hecho lo que he podido.

Pese a mi estado, de algún modo seguía consciente. Quizás por que sentía que si cerraba los ojos me desvanecería, o tal vez porque el dolorme impedía algo así. Lo único que sabía era que el joven guerrero y Watson me habían llevado hasta allí cual saco de patatas y que habían hecho lo posible por curarme... Aunque obviamente mi recuperación no fue del todo buena, mucho menos si tenía en cuenta que mis huesos se habían roto, no iban a soldarse en unos minutos ni tomando todas las pociones del mundo.

Me di cuenta en aquel momento de la presencia del caballo negro en el lugar. Suspiré aliviado e intenté moverme en la cama, aunque lo único que conseguí fue notar como mi espalda crujía de una forma no demasiado agradable.

En aquella habitación había otra cama más, y varias máscaras similares a las que el joven guerrero había utilizado.

El muchacho acabó presentándose como Xiang, que viajaba por China acabando con los restos de los Hunos. Según él, Quebrantahuesos había destruído varios pueblos y sospechaba que podría ser un antiguo general del ejército Huno. Obviamente, conocía aquella guerra. Al fin y al cabo había sido Andrei el que nos había traicionado entregando armas de otros mundos a los Hunos.

Si Shan Yu hubiese contado con un poder similar el ejército de China hubiese visto tal bestia antes. No esperaba esa transformación. Te debo la vida, Watson. Gracias.

<<Claro, yo no fui el primero en intervenir para defenderte ni nada, ¿no?>>

Fruncí el ceño malhumorado. No solo estaba enfadado por eso, era un cúmulo de cosas.


No es nada, —contestó Watson— son cosas del guión.

En ese momento, un grito sonó en la calle. Desde la cama fui incapaz de ver lo que ocurría, pero Xiang no parecía muy contento.

Parece que será una noche movidita. Espero que Quebrantahuesos no ataque la capital en busca de este idiota. —Y me dio una patada sin motivo alguno en el hombro—. ¿Quiénes sois? Está claro que extranjeros por vuestro aspecto. Y ese arma que usó tu compañero... No conoceréis a un tal Andrei Saavedra, ¿verdad?

Si "este idiota" no hubiese intervenido y ganado tiempo para Watson serías un amasijo de huesos en el suelo. Tienes suerte de que fuese yo el que se pusiese en tu lugar —intervine con un tono que denotaba que ya me estaba hartando del trato de aquel ex soldado. Me habría gustado ver el resultado de no haber hecho nada por ayudarle.

Andrei me suena, aunque es de algo antes de que yo me uniera con este memo. Sólo sé de oídas y rumores, lo siento. Ni sé como es de apariencia, ni qué historias han pasado con él.

Apreté los dientes tentado a darle un puñetazo en la cara a Watson.

Aunque lo preocupante ahora no es el tema de quienes somos. Es que Quebrantahuesos o quien sea… No masacre a la gente, se haga una legión de sincorazón y tengamos peores problemas de lo que podamos imaginarnos. Lo último que deseamos es más problemas, y digamos que no soy experto en combate. También contamos con el problema de que cierta persona está no muy bien, incluso si usamos una poción, no creo que se recupere por completo.

Yo conocía a Andrei Saavedra. Fue un traidor —apreté los puños—. Ahora está muerto, se lo merece.


También tenemos de paso un problema, llevamos un tiempo buscando a dos personas. Creo que se llamaban Kefka y el otro Gilgamesh… ¿Te suenan?

Kefka parece un payaso o un bufón; rubio y con la cara llena de maquillaje blanco. El otro, Gilgamesh es grandote y tiene seis brazos y podría estar acompañado por un tal Enkidu, su mascota —describí con un tono seco. Materialicé mi Llave Espada e intenté levantarme de la cama utilizándola como si fuese un bastón.

El esfuerzo me costó horrores, mis huesos y músculos estaban bastante atrofiados y sentía que no era algo de lo que podría recuperarme en un buen rato. Probablemente pasaría así el resto de la misión, pero no era quien para abandonarla. No podía decepcionar a Nanashi.

Me tambaleé por un instante, pero logré mantener el equilibrio lo suficiente. Clavé mi mirada en Xiang.
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Yuehito » Dom Feb 07, 2016 10:53 pm

—Sabes… aun me pregunto por qué te ves igual a mí. Quisiera recordar esto… lo que hablamos… pero tengo miedo.
—¿Entiendes que luego de esto no recordarás nada, no?
—No lo sé, llevamos mirándonos demasiado tiempo.
—Es para que no olvides quien eres. Que no olvides tu nombre.
—Si lograse salir ni siquiera permanecerán mis recuerdos Exuy. Ni siquiera quien soy realmente.
—No tienes que salir… tienes que esperar…


Si quieres evitar olvidar tus recuerdos, guárdalos en el corazón.
—Conozco tu voz…
Los sueños son un mundo aparte. Recuérdalo.
—¿Shiva?

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En un lenta apertura mis de ojos volvían a ver la fría realidad, en una habitación que no reconocía junto a una extrema sensación de desorientación.
Poco a poco intenté reincorporar mi cuerpo a mi mente, a relacionar mis extremidades, a sentir la temperatura, a distinguir aromas y a enfocar elementos.
Miré y noté con un rastro de preocupación el hecho de que mi cuerpo seguía vendado ¿Estoy en la enfermería? Pequeñas marcas y cicatrices habían aparecido para mi sorpresa y un aluvión de dudas intentaban emerger de manera brusca. Sin embargo el hecho de notar la presencia de una persona a mi lado apaciguó la sensación de angustia.
Con su mirada de preocupación reconocí el rostro de Fátima e inconscientemente le ofrecí una sonrisa. No entendí la espontaneidad de tal acción, fue inmediata, parte de mí.

—¿F-Fátima? —Dije —Eres tú.

Las dudas flotaban en el aire, casi tangibles, que no daban tiempo de pensarlas antes de decirlas.

— ¿D-Dónde estoy? ¿Cómo llegu… Q-Qué me pasó? —En la necesidad de saber si seguía en el sueño toque el rostro de Fátima para saber si era real —. ¿Eres real?

Seguí recorriendo con la mirada al lugar y me di cuenta que no estaba solo, el chico de aspectos caninos estaba ahí, y también… Shiva.

—Shiva — susurré — ¿Estás bien…? pensé que…

Uno a otro, como si se amontonaran, los recuerdos comenzaron a caer violentamente impacientes de querer entrar en mi mente como si hubiesen estado retenidos por siglos en una prisión.
Shiva, la mágica diosa de hielo, a quién con intento fallido había tratado de liberar estaba delante de mí como si al pasado burlase. Con su majestuosidad y presencia poderosa. Y nuevamente estaba ahí, esa risa cariñosa que emergía involuntariamente de mis labios y con armonía mis ojos humedecieron amenazando una lagrima con querer salir. Pero mi rostro no mostraba ningún rastro de tristeza, al contrario, parecía querer reír.

— ¿Cómo sucedió… q-quiero decir… —miré sonrojado a mi compañera hablando despacio — ¿Q-Quién pudo liberarla?

Con un poco de celos quería entender quién había sido el afortunado y no pensar que había perdido su confianza. Claro, después de todo lo que había pasado no podía intentar ignorar lo del capitán a quien recordaba con un amargo sabor y manos manchadas. La pena quería penetrar.

También esperaba entender lo que pasaba y tampoco ignoré ese ambiente de tensión que se generaba en el aire, quizás mi despertar era una sorpresa y alegría para otros pero muy dentro de mí había un pensamiento de que no había vuelto para celebrar una fiesta de reencuentro. Los problemas seguían ahí y debía reincorporarme a una nueva paleta de decisiones.


En un momento algo extraño sucedió, como si un recuerdo intentase desesperadamente no desaparecer impactó en mis pensamientos.

Quienes están a tu lado siempre van a importar… Nunca estarás solo, mira a tu alrededor…


¿De quién era esa voz? Parecía ser similar a la mía.

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Holo, vuelvo desde el inframundo a repartir ternura.
Por ahora no quiero entrometer en las acciones porque mi personaje está un poco atareado con entender lo necesario. Esperaré al próximo para ya interactuar de lleno. Besitos~ ♡
Me queda por leer de la trama III, ya así puedo responder antes en el proximo post. creo querer comprender algunas cosas y personajes para no quedar corto con las acciones
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor RedXIII » Lun Feb 08, 2016 12:04 am

El celestial Mushu es a quien te refieres. Aunque conociese su ubicación no la compartiría contigo, pero puedo asegurarte de que un ser como él, un dragón ancestral, no abandonaría este mundo fácilmente. Su existencia está ligada a los Fa y así seguirá siendo durante el resto de los tiempos.


¡¿Como osa hablarle así a un ka...?! — Goei, indignado, guardó silencio al ver como Hiro levantaba su mano para que callara, no era conveniente que el orgullo de su familia se interpusiera en aquella situación, y menos ante un ser tan peculiar y venerado.

Perdónele, es algo arisco, prosiga, por favor.

»En cuanto a Li... No olvides que fue uno de mis enemigos en vida, muchacho. Si no celebro su muerte es porque él, al igual que Ronin, debería haber caído ante mi poder. Pero el respeto a los difuntos siempre se aprecia. Lejos de aquí, cerca del río que nace en la montaña, hay un pueblo de humildes campesinos. Allí le enterró el joven Shang junto con las tumbas de sus antepasados.

Gracias por compartir con mi persona su infinita sabiduría — agachó levemente la cabeza como símbolo de gratitud y a continuación se sentó en una de las sillas mientras sacaba de la manga el kiseru que había usado en el mercado, aun encendido, y empezó a fumar de nuevo, el agradable olor de aquellas hierbas escogidas con sumo cuidado se alzaba junto al humo y desaparecía por los huecos de la casa.

***


No tardó demasiado en volver Fátima con una cara familiar para el aprendiz, Exuy el cual hacía tanto tiempo que no veía.

De golpe sus ojos se abrieron y este despertó, observó su alrededor y parecía herido.

Tanto tiempo sin verte — Saludó levemente al recién levantado —Ya ni me acuerdo cuando fue la última vez — Acompañó con una pequeña carcajada.

Goei se acercó intrigado por el acontecimiento y olfateó al nuevo integrante.

Hiro bajó tras Shiva y Feng para vigilar de primera mano que hacían con su prisionero. A continuación volvió a subir con su grupo.

¿Que hacemos con él? — Preguntó esperando que alguien le respondiera —¿Interrogarle? Es un psicópata, costará sacarle algo, pero... — Calló unos segundos y sopló humo.

Es un prepotente orgulloso e impaciente, si agotamos su paciencia tal vez se le escape algo — su rostro se mostraba centrado en sus pensamientos —Tal vez Goei podría sacarle de sus casillas... — Miró a su compañero perruno.

Podrías leerle esa nueva novela ligera que has escrito sobre una habitante de Tierra de paso pansexual huérfana y con amnesia que lucha por su sueño de ser artista minimalista en los suburbios de Bastión Hueco mientras intenta huir de los prestamistas mafiosos que le pagaron el viaje y sus estudios, esa mierda no hay quien la aguante más de dos minutos — Un mar de carcajadas brotaban del aprendiz mientras recordaba aquella infamia de relato, incluso alguna lágrima brotaba de sus ojos.

Goei se mostró algo ofendido, pero si el plan consistía en sacarle de sus casillas se mostraría colaborativo.

O siempre puede adularle una joven con un rostro pícaro y travieso — miró a Fátima —Como ya dije es una persona orgullosa, y a las personas orgullosas nos gusta que nos halaguen, además, no es muy listo con esas cosas que digamos.

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Supongo que Fátima declara abiertamente que hay que interrogar a Kefka, sino, pues no sé, Hiro lo escucha con su superoido o lo dice por decir.
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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Suzume Mizuno » Lun Feb 08, 2016 1:54 am

Fátima no llegó a saber qué había hecho Shiva: estaba demasiado centrada en mirar si los ojos de Exuy temblaban o se movían. Cuando por fin se abrieron, contuvo una exclamación de sorpresa y alivio a partes iguales.

No se le había ocurrido qué podría decirle; había sido todo tan rápido que no había tenido tiempo ni para pensarlo. Entonces Exuy la miró y dijo:

¿F-Fátima? Eres tú.

Y le sonrió. Fátima no pudo evitar que se le anegaran los ojos. Asintió con la cabeza y dijo con la voz algo rota:

Bienvenido.

¿D-dónde estoy? ¿Cómo llegue… Q-qué me pasó? ¿Eres real?

Fátima aspiró por la nariz con algo de más fuerza de la necesaria cuando Exuy le tocó la cara. Rodeó su mano con la suya, apretó y le sonrió.

Claro que sí. Estoy aquí. Y tú también, dios, no me lo puedo creer.

Le costó reprimirse pero abrió los brazos en un amago bien claro. Si Exuy se lo permitía, lo abrazaría con cuidado, casi con miedo de hacerle daño por las pequeñas heridas que tenía y para no asustarlo. No sabía cómo se encontraría después de dos años durmiendo. Se restregó los ojos, intentando asumir que, igual que una vez había caído en coma, ahora Exuy volvía a estar entre ellos. Las habilidades de Shiva ponían los pelos de punta.

Le ofreció la ropa que había cogido de su habitación aunque luego iría a buscarle algo más. Seguro que Feng podía darle algo aunque fuera, claramente, a quedarle grande a Exuy.

Estamos en China, en la casa de unos amigos—le explicó—. Se llaman Feng y Rei. Ahora te los presento.—Lo cubrió un poco mejor con la manta para que no cogiera frío. ¿Siempre había sido tan pequeñito? Ahora que se había despertado no tenía ni idea de cómo explicarle qué había pasado. Sería un mazazo demasiado fuerte. Decidió dejarlo para más tarde—. ¿Tienes hambre, sed, frío? ¿Quieres que te traiga algo?—preguntó, solícita.

Lo llevaría hasta una silla para que pudiera sentarse en ella y le daría lo que fuera necesario. No sabía bien cómo lo habían estado alimentando durante aquel tiempo pero seguro que debía tener la garganta seca y echar de menos la sensación de tragar algo.

Una vez Exuy estuviera bien y los demás hubieran terminado de saludarle, Fátima miraría su alrededor y comprobaría que Shiva se había marchado a levar a Kefka al sótano. Recordó de súbito las órdenes de Ronin: interrogar a Kefka y entregarlo a la Federación. Ante todo, interrogarlo. Tenían que darse prisa, no fuera a romper el bloque de hielo, porque dudaba que Shiva fuera a ayudarles muchas más veces. Se retorció un mechón de pelo y fue a buscar a Feng para explicarle rápidamente la situación:

Lamento darte problemas pero… Ha pasado algo importante. Shiva ha curado a un amigo nuestro y necesita algo de ropa, ¿te importaría…?

Contestaría a las preguntas de Feng, luego buscaría algún té que llevarle a Exuy. Intentando no mirar los mapas del palacio en el que tendrían que infiltrarse, se sentó frente a Exuy, le cogió las manos con suavidad y dijo:

Siento tener que obligarte a escuchar todo esto, Exuy, pero tenemos prisa porque estamos en medio de una misión. Voy a resumirte algunas cosas que han pasado, ¿de acuerdo?

»Hace un… un tiempo entraste en un sueño profundo del que no podíamos despertarte, así que te llevamos de regreso a Tierra de Partida. Ahora te ha ayudado a despertar. La guerra entre chinos y hunos ha terminado. Andrei estuvo traficando con armas para acicatear a los hunos pero al final, por una pelea bastante brutal, hubo una avalancha y se llevó por delante a buena parte del ejército huno. Desde entonces han sucedido muchas cosas en Tierra de Partida y en… Bastión Hueco.
—Miró de reojo a Saxor—. No importa. Tierra de Partida fue atacada por un ejército de Sincorazón y…—Decidió guardarse para más tarde la muerte de Kazuki—Ahora colaboramos unos con otros para intentar capturar a Andrei y a un grupo de personas que causan caos en los mundos. Uno de sus miembros, Kefka, está aquí. Tengo que interrogarle, Exuy, y es muy urgente así que en cuanto termine volveré y me quedaré contigo.

Hasta que tuviera que ir al palacio, pero eso podía explicárselo más tarde. Ni se le pasó por la cabeza que Exuy quisiera bajar a contemplar el interrogatorio.

Aguardó un momento por si Exuy quería decirle algo. Después le apretó las manos, le dio un beso en la mejilla y se dirigió a Saxor y Hiro. Este le preguntó qué podían hacer con Kefka y Fátima se lo planteó seriamente.

Tenemos que averiguar qué hacía Kefka aquí antes de enviarlo a Federación. Es demasiado listo para que las amenazas sin más le hagan efecto.—Se humedeció los labios. Tenía la garganta seca. Escuchó con una ceja arqueada la sugerencia de leerle una historia que, la verdad, sí que podía ser una tortura. Además ¿qué era «pansexual»?

O siempre puede adularle una joven con un rostro pícaro y travieso.—Hiro la miró y Fátima dio un respingo, sonrojándose un poco—Como ya dije es una persona orgullosa, y a las personas orgullosas nos gusta que nos halaguen, además, no es muy listo con esas cosas que digamos.

Frunció el ceño y siguió retorciéndose el pelo. No, no iba a funcionar si eran inocentes o se limitaban a ser suaves.

Después de cómo intentó reventarme el estómago dudo que se crea ninguna adulación mía… Además, sí, es orgulloso, pero está loco, no es que sea tonto. O eso creo. No, hay que amenazarlo con algo que pueda angustiarlo de verdad.—Se retorció el mechón con furia—. La Federación, puede, pero dudo que amenazarle con Shiva, cuando espero que ni esté presente, sirva…—Respiró hondo—. Pero la Federación está lejos. Kefka es un mago, está acostumbrado a ser poderoso. Hay que hacerle sentir indenfenso.

Tensó los labios. Tenía que hacerle entender quién tenía su vida en sus manos. Se le subió una arcada a la boca pero se obligó a pensar en los caballos, en el daño que había hecho a la gente. Respiró hondo y apretó los puños:

Le haré daño. Uno de vosotros se mostrará en contra de lo que hago y el otro me apoyará. Llamadme «Maestra» delante de él, así sabrá que tiene a la «autoridad» en contra y dispuesta a dejarle sin nariz. Si empieza a cantar, dejaré de pegarle. ¿Os parece?

En realidad iba a hacerlo a menos que el método no funcionara. Había gente que sólo entendía cosas con los puños. Bajó al sótano.

Mi señora—le diría a Shiva—, muchísimas gracias por lo que habéis hecho por nosotros y espero que no os importe hacernos otro pequeño favor: ¿podríais descongelar únicamente su cabeza? ¿Por favor?—Aceptara o no Shiva, Fátima les indicaría a sus compañeros—: Estad atentos por si nos lanza un hechizo. Señora, no hace falta que… veáis algo así. Es indigno de vos.—Aunque bien había estado cuando lo del huno.

Respirando hondo, se puso frente a Kefka. Si Shiva accedía a su petición, no le daría tiempo a decir nada: atacaría directamente a su nariz con un puñetazo. De abajo arriba, para rompérsela, como le había enseñado Lyn. En caso de que tuvieran que esperar a que el hechizo se deshiciera por sí solo no vacilaría en arrearle un rodillazo en la entrepierna, tumbarlo y ponerle su tessen al cuello.

¿Qué estás haciendo aquí?—preguntaría con lo que esperaba que fuera un tono duro e inflexible. Se le revolvía el estómago de solo pensar que estaba torturando a alguien, por mucho que aquel miserable se lo mereciera. En cualquier caso era mejor usar los puños a un arma blanca. No dejó responder a Kefka. Pensó en lo que le habría hecho a Pegaso y le dio un derechazo contra la mandíbula—. Habla.

Si Saxor o Hiro decían algo, fingiría desprecio si uno insistía en que no fuera tan violenta y prepararía los puños otra vez.

No voy a tener mucha paciencia. Si tengo que romperte todos los huesos de la cara, lo haré, y te quedarás tan irreconocible que ni el maquillaje podrá disimular las cicatrices—le prometió—. ¿Y bien?

Si Kefka se burlaba, hacía un hechizo o, directamente, no colaboraba, Fátima le daría un nuevo puñetazo, contra los dientes, y otro en la sién. No era la mujer más fuerte del mundo pero cuando uno no podía defenderse, cualquier golpe debía resultarle insoportable. Más si estaba acostumbrado a salirse siempre con la suya o a escapar en caso de peligro.

Porque, por lo que había podido comprobar, Kefka era un cobarde astuto y valoraba mucho su integridad física.

Qué haces aquí, qué es lo que pretendes. Dímelo y te haré un Cura, pero sólo si me quedo satisfecha con la información, así que ni se te ocurra mentirme.

Por favor, que cantara pronto porque no sabía cuánto más iba a poder atacar a una persona indefensa o, de paso, contener las arcadas. Ojalá saliera bien y Saxor y Hiro le siguieran el juego.

Ojalá se acabara pronto.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: Ronda #6 - Leyendas se contarán

Notapor Saxor » Mar Feb 09, 2016 1:38 am

Estaba con tantos nervios en el cuerpo que tuve que desviar mi mirada hacia el payaso congelado. A diferencia de mí, Hiro sí que preguntó algo a Shiva, quien cada vez que abría la boca rezaba porque no fuera para "mandarnos un castigo divino" (Había demostrado con creces ya que lo mejor era no desagradarla si queríamos acabar esa misión de una piedra... Y quizá, con ayuda).

Me sorprendió bastante que hablaran de un "dragón-lagartija" que al parecer fue amigo de Hiro, pero con eso ya las cosas empezaban a encajar. El segundo tema fue respecto a un general nativo del mundo en el que nos encontrábamos.

»En cuanto a Li... No olvides que fue uno de mis enemigos en vida, muchacho. Si no celebro su muerte es porque él, al igual que Ronin, debería haber caído ante mi poder. Pero el respeto a los difuntos siempre se aprecia. Lejos de aquí, cerca del río que nace en la montaña, hay un pueblo de humildes campesinos. Allí le enterró el joven Shang junto con las tumbas de sus antepasados.

¿Mi Maestro?

Eso no me gustaba un pelo, y se me notó en el rostro. No solo era poderosa, sino alguien que quería asesinar al Maestro Ronin. Me iba a costar demasiado tratar bien a Shiva... Pero era necesario. ¿Por qué había que tratar con gente tan peligrosa? Contuve un suspiro soltando el aire por la nariz más fuerte de lo normal.

Por fin volvió la Maestra con un chico en sus brazos. Se notaba bastante que no había comido en mucho tiempo, aunque todavía se le podían ver algunas heridas en el cuerpo. Definitivamente no le había visto nunca... o al menos durante mi estancia en Tierra de Partida. Dejé de vigilar al travesti para observar de reojo cómo lo despertaban. Una sensación emotiva envolvió a mis compañeros, denotando que ellos dos sí que lo habían conocido y sabían de su estado con anterioridad (sobre todo la Maestra Fátima, que juraría que estaba a punto de llorar de felicidad). Una media sonrisa se marcó en mi rostro mientras los observaba un poco apartado.

Al menos las cosas están yendo bien...

Si Exuy cruzaba su mirada conmigo, alzaría la mano a modo de saludo y me presentaría. Si no, esperaría a que Fátima y Hiro dejaran de hablar con él.

Eh... Bienvenido de vuelta—me rasqué un poco la cabeza, no sabía muy bien qué decirle—Mi nombre es Saxor. Un gusto—Extendería una mano para estrecharla si venía que tenía energías para hacerlo. La Maestra trató de poner al día al chico mientras yo rebuscaba entre la comida que había comprado. Era casi toda para Guilmon, pero él era un glotón... Seguro que todavía había suficiente si cedía un poco a Exuy—. Toma.

Me aparté un poco para sacar uno de los termos y echar su contenido en una taza algo grande. El fuerte olor del café caliente inundó mis fosas nasales, pero el problema no lo tenía con el olor. Como fuera, tomé un trago, torciéndose mi boca de lo desagradable que me resultaba el sabor.

Odio el café.

Como fuera, empezó nuestro pequeño debate para hacer cantar a Kefka (que al parecer ese era su nombre completo, y por cómo hablaban de él parecía formar parte de los Villanos Finales). La idea de Hiro me resultó cuanto menos extraña (El argumento de la novela parecía horrible, eso no lo negaba, pero seguía siendo raro), mientras que la de Fátima...

M-maestra. C-creo que poner a alguien de su parte... N-no dará resultado—argumenté teniendo en cuenta lo burlón que podía ser Kefka. Que le atizaran de hostias tal vez, pero dudaba que "alguien se hiciera el bueno" sirviera de mucho. Tomé otro sorbo y descendimos a donde se encontraba Kefka, a quien no tardé en conjurar un Mutis en cuanto tuviera la oportunidad.

De primeras, simplemente estaría en silencio mientras tomaba sorbos del café. Sin embargo, si en vez de decir algo útil empezaba a insultarnos o a decir tonterías, le lanzaría el contenido del café caliente a la cara, más por perder la paciencia que otra cosa.

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Mutis (HM) [Nivel 8] [Poder Mágico: 12] Impide al objetivo realizar magia durante un breve periodo de tiempo, salvo que sea curado previamente.

Nithael no "dejó de poder hablar" cuando se lo conjuré, así que no creo que en este caso ocurra tampoco.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Ronda #7 - Leyendas se contarán

Notapor Soul Artist » Lun Feb 15, 2016 9:31 pm

Nuevas amistades (2)

La respuesta positiva de Watson hacia Xiang (y el hecho de que su mascota no intentara comerse su caballo) llevó a que el chico sonriese al aprendiz de la Llave Espada. Estaba a gusto con él: parecía haberse ganado su favor totalmente. La afinidad era algo importante a mantener en aquella misión.

Cuando preguntó por el ex Maestro de Bastión Hueco no supo contestar sobre quién era. Tuvo que ser Ragun el que reconoció el nombre y notificó sobre su estado con un tono sombrío en su voz al mencionarle.

Yo conocía a Andrei Saavedra. Fue un traidor. Ahora está muerto, se lo merece.

Xiang pareció sorprenderse por un momento, pero contuvo sus emociones. Tragó saliva y apartó la mirada hacia la ventana, donde continuaba la batalla de los guardias de la ciudad.

No puedo decir que me entristezca la noticia. Trajo muchos problemas al ejército. —Agachó la cabeza, algo frustrado—. Pero parte de mí desearía que siguiese con vida: ahora ha muerto con honor para China. Es un héroe que pasará a los anales, al contrario que otros tantos guerreros que fallecieron en nombre del Emperador.

Xiang apretó el puño mientras recordaba a aquellas personas. Acabó abandonando la ventana para sentarse frente a Watson y junto a Ragun: cruzó sus piernas mientras lo hacía y se acarició la mejilla mientras reflexionaba. Parecía que tuviera más dudas sobre la relación del débil sangresucia con Saavedra, pero su compañero se adelantó:

Aunque lo preocupante ahora no es el tema de quienes somos. Es que Quebrantahuesos o quien sea… No masacre a la gente, se haga una legión de sincorazón y tengamos peores problemas de lo que podamos imaginarnos. Lo último que deseamos es más problemas, y digamos que no soy experto en combate. También contamos con el problema de que cierta persona está no muy bien, incluso si usamos una poción, no creo que se recupere por completo.

Tienes razón. Debemos salvar la ciudad. Watson, ¿puedo pedir tu ayuda? Yo puedo luchar contra los Sincorazón, mientras tú tratas a los heridos para evitar su conversión. —Observó de reojo a Ragun—. Tú debes recuperarte. Espéranos aquí quieto y calladito.

También tenemos de paso un problema, llevamos un tiempo buscando a dos personas. Creo que se llamaban Kefka y el otro Gilgamesh… ¿Te suenan?[/quote]

Kefka parece un payaso o un bufón; rubio y con la cara llena de maquillaje blanco. El otro, Gilgamesh es grandote y tiene seis brazos y podría estar acompañado por un tal Enkidu, su mascota.

Abrió la boca para contestar, pero se detuvo a medio proceso. Reflexionó por unos pocos segundos mientras se acariciaba los labios; finalmente cayó en la cuenta.

¡Sí! Los conozco. El primero fue un canalla que atacó al ejército chino hace unos años; no volví a verle. Pero Gilgamesh... —Su tono de voz cambio a uno más suave y amable al mencionarle—. Es un buen amigo. Nos ayudó en la Batalla del Invierno contra los hunos y estoy enn deuda con él. Hace dos días me citó en la plaza del mercado para esta noche, pero como es obvio... Aunque no estoy seguro de que sea la misma persona. Sólo los dioses tienen más de dos brazos, y mi conocido está muy lejos de ser uno.

Era información muy útil: habían acertado al fin y habían conocido a alguien relacionado con sus dos objetivos, aunque su opinión acerca de ellos parecía sesgada. Ragun se levantó tambaleándose, con gran dificultad, con la idea de darle caza ahora que podía: pero Xiang chasqueó la lengua y se lanzó sobre él para obligarle a tumbarse.

¡Idiota, te hemos dicho que debes recuperarte! Ni se te ocurra moverte de aquí. Estate calladito y quietecito. —La última orden vino acompañada de un gruñido—. La plaza del mercado tiene que haber sido evacuada con el ataque de Quebrantahuesos. Estarás mejor aquí; si te mueves nos retrasarás. Si necesitas huir en caso de que ataquen la torre, toma mi caballo y huye lejos. —Clavó sus ojos en Watson tras obligar al aprendiz a estar quieto en el suelo, aunque fuera a la fuerza—. ¿Puedo contar contigo, Watson? La ciudad imperial estará eternamente en deuda contigo.

Por mucho que Ragun lo intentase no lograría convencer a Xiang de ningún modo de acopañarles. Siempre podía intentar levantarse cuando se fueran, pero con sus huesos rotos sería compicado mantener el mismo ritmo y acabaría perdiendo su rastro. Podía quedarse y descansar, con la probabilidad de recuperar una porció de sus energías; o podía irse, sí, pero cuando ellos se fueran. Watson, por otro lado, tenía más libertad: podía acompañar a Xiang y ganarse todavía mas su favor o quedarse. Y además, China le necesitaba. Que a él eso podía no interesarle, pero estaba ese hecho presente.

* * *

El despertar del artista (2)

Fátima no tardó en poner al día a Exuy de forma apresurada. Después se marchó con sus compañeros y Shiva para continuar con el asunto de Kefka; el joven muchacho tuvo su tiempo para vestirse de nuevo y descansar. Al cabo de unos minutos la puerta se abrió de nuevo y Shiva cruzó el umbral con la mirada en alto.

Se sentó junto al aprendiz y le observó fijamente a los ojos. Este, al cabo de un rato, le preguntó:

¿Cómo sucedió…? Q-quiero decir… ¿Q-quién pudo liberarla?

Tú. —Shiva alargó su mano y acarició con la punta de sus dedos la mano de Exuy. Su tacto era gélido, casi doloroso—. Cuando los hunos llegaron mi alma ya había recuperado gran parte de sus fuerzas por tu noble sacrificio. Sin ellos hubiese sido cuestión de tiempo mi regreso, pero habría consumido tu espíritu. Tal no era mi intención, te lo aseguro.

La mujer dejó su posición de la cama para acercarse a la ventana. Si Exuy fijaba la mirada, podría ver que lejos de allí se levantaba una cortina de humo negro azabache: aparte de eso no había mucho más que destacar. Las estrellas, cientos de estrellas que Shiva contemplaba casi con maravilla.

Tras conocer tu templanza, Caballero, me volví contra los hunos. Tu sentido del honor y amabilidad fueron ejemplares para mí, una diosa. —Todo un honor por parte de Shiva, a quien ya había conocido mediante los sueños: era orgullosa como la que más—. Laforet y tú habéis cambiado mi forma de ver el poder de la Llave Espada. Pero incluso con todo ello necesito vuestro favor.

La mujer puso su mano sobre la ventana y la escarcha comenzó a oscurecer la visibilidad al otro lado. La apartó mientras seguía con su mirada fija en el cielo, casi deseosa de poder alcanzar los lejanos puntos de luz.

El universo en estos dos años se ha visto alterado. Algo agita las estrellas, Caballero Exuy, y temo el advenimiento de tiempos oscuros. —Su voz denotaba preocupación y miedo por primera vez desde que la conocían—. Guardo para vosotros una nueva misión. Debemos buscar a mis amigos.

* * *

Confesiones de un payaso

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Aquel comienzo fue doloroso. Kefka no se despertó cuando el hielo se descompuso alrededor de su cabeza, sino cuando el puñetazo de Fátima casi le rompió la mandíbula; se mordió la lengua y comenzó a chillar e intentar patalear, aunque su cuerpo no daba de sí con el resto del hielo inmovilizándole.

Shiva, en su infinito desprecio a Kefka, abandonó el sótano tal y como Fátima le había aconsejado: había descongelado la cabeza y poco más iba a hacer por el payaso. Feng se había sentado en un rincón a pelar una manzana con un cuchillo mientras disfrutaba del espectáculo, mientras que Hiro y Saxor acompañaron a su Maestra, de momento, en silencio. con un buen café que sería una auténtica pena desperdiciar. Saxor pensó en usar un Mutis sobre el Villano Final, pero no era buena idea: le dejaría mudo y, sin poder mover las manos, no podría contestar ninguna pregunta.

¿Qué estás haciendo aquí?

El payaso sacó la lengua para hacer una pedorreta, pero Fátima le proporcionó un derechazo que hizo que se la mordiera de nuevo. Se cruzó de brazos mientras el prisionero sacaba la lengua e intentaba calmar la nueva herida que se había provocado.

Habla.

¡Este no es modo de tratar a una señorita! —contestó con una burla, haciendo referencia a su seguramente falso pecho inflado—. Pero quién soy yo para juzgar lo que te va en la camita, ji, ji... ¿Quieres mis servicios? El perrito, tú y yo nos lo podemos pasar bien mientras don gafotas nos graba...

El odiador de cafés desperdició su muy bien valorado brebaje lanzándoselo a la cara. Kefka chilló por las quemaduras y sus ojos se hincharon hasta casi explotar; por otra parte, el hielo reaccionó negativamente ante la bebida caliente.

¡¡Vale, vale, también estás invitado a la fiesta, pero limpiadme la cara!!

No voy a tener mucha paciencia. Si tengo que romperte todos los huesos de la cara, lo haré —Fátima preparó los puños de nuevo—, y te quedarás tan irreconocible que ni el maquillaje podrá disimular las cicatrices. ¿Y bien?

Kefka escupió en la cara de la Maestra, más por desesperación del dolor de las quemaduras que por una falta de respeto.

¡¡Límpiame la puta cara, niña guarra!!

La respuesta de Fátima: nuevos golpes, esta vez en los dientes incluidos. Parte de uno pareció quebrarse, porque el payaso necesitó girar el cuello para escupirlo a los pies de Feng. El guerrero lo recogió y afirmó con la cabeza para sí mismo: se lo guardó en el bolsillo, probablemente pensando en si colaría para el hada de los dientes.

Sois encantadores —apreció Kefka, clavando sus ojos en Saxor—. Os aprovecháis sólo porque soy un buen payasete. Erais más divertidos cuando admirabais mis trucos de magia. —Fátima preparó el puño para golpearle en la sien, pero apartó el cuello rápidamente para mostrar algo de miedo—. ¡Hablaré, hablaré, demonios! ¡Qué público tan difícil!

Qué haces aquí, qué es lo que pretendes. Dímelo y te haré un Cura, pero sólo si me quedo satisfecha con la información, así que ni se te ocurra mentirme.

Ya os lo dije en la plaza. Soy una concubina real y sirvo al Emperador. ¡No me miréis así, hablo en serio! ¡Sé bailar mejor que ninguno de vosotros! —Kefka intentó sacar pecho y el hielo cedió un poco, resquebrajándose ligeramente ante sus movimientos—. El jefe no quedó muy contento conmigo tras lo de la última vez, así que me mandó aquí tras un par de cambios de Hojo en mi cuerpo... Y oye, sienta mejor de lo que pensaba...

»Mi objetivo es, bueno... —Kefka dirigió sus ojos hacia el techo techo a su derecha. Guardó silencio durante un segundo; después los dirigió hacia la izquierda y sonrió—. ¿Habéis oído hablar de los dragones? Enormes criaturas, ¿eh? Casi extintas. Ya deben quedar tres o cuatro como mucho. Ahora imaginad esos enormes monstruos, de corazones puros y nobles, convertidos en Sincorazón e Incorpóreos. ¡La mascota perfecta para Mateus! Especialmente si pueden esparcir fuego y destrucción por vuestras tierras...

Feng terminó de pelar la manzana y prestó atención a la conversación. Señaló con el cuchillo a Kefka y dudó de su palabra.

Son leyendas. No existen como tal: nadie ha visto uno en cientos de años.

¿Seguuuro? Vaya. Qué casualidad que comentes eso. —La sonrisa de Kefka se dirigió a Fátima, pero no habló de nada más que pudiese incriminar una verdad de la que ella quisiera hablar o no—. El Emperador sí cree en los dragones. Especialmente porque guarda uno en su palacio, en lo más profundo, tras la sala del trono. Llevo aquí espiando un tiempo y sé lo que hay allí: el último huevo de dragón. El monstruo definitivo para nuestra colección.

Último último quizás no fuera. A al menos dos personas de la sala se les ocurrirían algunos dragones que mencionar, más grandes o pequeños.

Casi he accedido a la sala secreta. Ya sé cómo entrar en ella, y os puedo llevar. ¡Pero no descartéis la idea tan rápido, hombres! Hay algo que os interesa saber antes de libraros de mí: ese huevo no es de aquí. Es el tesoro dejado atrás por el gran y milenario héroe Xiang. ¿Os suena de algo?

Algo brilló en los ojos de Kefka. Se echó ligeramente hacia adelante y el hielo casi cedió a él: un poco más y acabaría rompiéndose y liberándole. Y susurró a Fátima, la más próxima, para que le escuchara decir:

El guerrero del dragón, Xiang. Salvador de Tierra de Partida.

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Fecha límite: sábado, 20 de febrero.

Estoy viendo venir, por las decisiones tomadas hasta el momento, que será mejor que divida la Trama en dos partes (cortas) frente a la Trama mega larga que iba a ser al principio. Me gustaría saber vuestra opinión individual para tomar la decisión: ¿preferiríais dos Tramas cortas (relax con las fechas limite, dos puntuaciones, mayor desarrollo en algunos aspectos) o una única Trama (menos tramas secundarias, historia menos dividida, recorte de futuras batallas)?
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Suzume Mizuno » Mié Feb 17, 2016 5:11 am

Sin dejar de vigilar el hielo, que se deshacía en parte por los movimientos de Kefka y también por el café hirviendo, Fátima dejó de golpear al payaso y trató de no estirar los dedos para no dejar claro que los nudillos se le habían quedado destrozados.

Ya os lo dije en la plaza. Soy una concubina real y sirvo al Emperador. ¡No me miréis así, hablo en serio! ¡Sé bailar mejor que ninguno de vosotros! —Fátima, que ya había preparado el puño de nuevo, apretó los dientes al escuchar cómo se resquebrajaba el hielo cuando Kefka hinchó el pecho—. El jefe no quedó muy contento conmigo tras lo de la última vez, así que me mandó aquí tras un par de cambios de Hojo en mi cuerpo... Y oye, sienta mejor de lo que pensaba...

Fátima se quedó de piedra. ¿Cambios? ¿Quería decir que ese pecho era… era real…?

Mi objetivo es, bueno... —Ante el silencio, dejó de mirar fijamente el busto del payaso y siguió su mirada, que vagaba por el techo, con creciente inquietud. Primero miró a la derecha y, luego, a la izquierda. Se puso en guardia. Iba a mentir, mezclando con algo de la realidad—. ¿Habéis oído hablar de los dragones? Enormes criaturas, ¿eh? Casi extintas. Ya deben quedar tres o cuatro como mucho. Ahora imaginad esos enormes monstruos, de corazones puros y nobles, convertidos en Sincorazón e Incorpóreos. ¡La mascota perfecta para Mateus! Especialmente si pueden esparcir fuego y destrucción por vuestras tierras...

Fátima pensó en Harun y se alegró como nunca de no haberlo traído consigo. Siseó:

Seréis miserables…

Por suerte, Feng intervino antes de que pudiera enfadarse de verdad:

Son leyendas. No existen como tal: nadie ha visto uno en cientos de años.

«Si tú supieras…»

Ya no era solo Harun, sino que Fátima conocía a otro dragón. Pequeñito, cierto, pero muy parlanchín. No por primera vez se preguntó qué habría sido de Mushu.

¿Seguuuro? Vaya. Qué casualidad que comentes eso. —Kefka la miró directamente a ella y Fátima soportó su mirada sin alterar la expresión, aunque se le estaban retorciendo las tripas—. El Emperador sí cree en los dragones. Especialmente porque guarda uno en su palacio, en lo más profundo, tras la sala del trono. Llevo aquí espiando un tiempo y sé lo que hay allí: el último huevo de dragón. El monstruo definitivo para nuestra colección.

Fátima se quedó sin aliento. El último huevo de dragón. Trató de no mostrarse demasiado consternada y se obligó a recordar que Kefka era un mentiroso y un maldito enemigo. Estaba mintiendo. Seguro.

¿O no?

Casi he accedido a la sala secreta. Ya sé cómo entrar en ella, y os puedo llevar. ¡Pero no descartéis la idea tan rápido, hombres! Hay algo que os interesa saber antes de libraros de mí: ese huevo no es de aquí. Es el tesoro dejado atrás por el gran y milenario héroe Xiang. ¿Os suena de algo?

Fátima frunció el ceño. ¿No era el héroe por el que se iba a celebrar la famosa fiesta…? Kefka se inclinó entonces hacia ella y le susurró, mientras el hielo amenazaba con partirse del todo:

El guerrero del dragón, Xiang. Salvador de Tierra de Partida.

Fátima retrocedió, mirándole con frialdad, y le dijo a Saxor:

Usa el «Mutis», Saxor, por favor.

Si se rompía del todo el hielo, no iba a dejar que Kefka los atacara. Y necesitaba silencio para pensar. Dios, la cabeza le daba vueltas. Demasiadas decisiones le estaba tocando tomar. Se retorció con furia un mechón de pelo —al paso, se los arrancaría todos— y murmuró a sus dos compañeros:

Venid conmigo. ¡Feng, vigílalo un minuto, por favor! El hielo se va a romper de un momento a otro.—Se los llevó a un lado del sótano, lo suficiente lejos para que Kefka no pudiera escucharles, solo después de que Saxor le aplicara su hechizo—. Debería entregarlo a la Federación pero… Pero… creo en lo que dice de los dragones. Existen. Todavía queda al menos uno… No quiero que Kefka se acerque a él pero deberíamos buscarlo si es cierto. Por otra parte, si Kefka conoce una entrada al Palacio…—Se mordió el labio inferior—. ¿Qué opináis?

Se inclinaba más por llevárselo a la Federación. Es más, sería estúpido no hacerlo. Como si no tuviera suficiente con que Shiva estuviera en el piso de arriba, que Exuy —el pobre, al que debería llevar también de vuelta a Tierra de Partida— y tener que colarse en el Palacio. Llevar a Kefka sería un suicidio. Tendrían que estar aplicándole hechizos de silencio una y otra vez y, probablemente, atarlo. ¿Cómo iban a andar por ahí con una concubina atada? Si es que era concubina. No tenía ni idea sobre si estaba mintiendo o no acerca de los «cambios» —¿serían de verdad…?— pero con esa cara y el maquillaje y…

Respiró hondo.

Yo voto por llevarlo ante la Federación de inmediato. ¿Qué decís?

Si era cierto que había un huevo… Entonces estaría a salvo con el Emperador, o eso quería creer.

En cualquier caso, Kefka era un monstruo, era un Villano Final. Había que ponerlo donde lo tuvieran vigilado.

Claro que, visto lo visto, cualquiera podía salir de las cárceles de la Federación, pensó con acritud. Aun así, estaría mejor allí que con todo un laberíntico Palacio a su disposición para escapar.

A menos que Saxor y Hiro se mostraran en contra —con que uno estuviera a su favor le bastaría—, se volvería hacia Kefka y diría:

Ahora estate quieto, si no quieres acabar mal. Feng, por favor, déjanos a solas un momento.

Esperó a que se marchara —aunque, si se quedaba, haría igualmente su trabajo— para acercarse a Kefka y abrir tras él un Portal de Luz, directo a la Federación Galáctica. Lo empujaría a su interior, tanto si rompía el cristal como si no, y le apuntaría con la Llave Espada para obligarlo a andar. Si intentaba escaparse, no dudaría en atacarlo con su arma o en asestarle una patada en la entrepierna. Una basura como él no se merecía nada mejor.

Lo llevaría a la Federación, controlándolo hasta que lo pusieran bajo custodia y, luego, se apresuraría a regresar.

Si sus compañeros se mostraban en contra entonces, a regañadientes, se volvería hacia Feng y le pediría algo para atar a Kefka.

En cualquier caso, una vez decidieran qué hacer, diría que regresaran arriba. Quería hablar con Feng y con Rei sobre lo que iban a hacer con Shiva.


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▪ Portal de Luz (HC) [Nivel 5] [No requiere estadísticas. Necesario TÍTULO DE MAESTRO para obtenerla]. Crea un pasillo de luz que permite cruzar al usuario, y a otros más, de un mundo a otro de manera instantánea. Incompatible con la habilidad Portal de Oscuridad.

Ed: Prefiero que haya dos tramas y que no se quite nada de lo que había planeado~
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Re: Ronda #7 - Leyendas se contarán

Notapor Sombra » Vie Feb 19, 2016 2:22 pm

No puedo decir que me entristezca la noticia. Trajo muchos problemas al ejército. —Admitió—. Pero parte de mí desearía que siguiese con vida: ahora ha muerto con honor para China. Es un héroe que pasará a los anales, al contrario que otros tantos guerreros que fallecieron en nombre del Emperador.

El guerrero apretó su puño con notable ira contenida. Seguramente lo que a Xiang le hubiese gustado era ajusticiar con su propia espada a Andrei, y con razón. El muchacho chino se sentó a mi lado. Por un segundo pareció querer preguntar algo más, sin embargo Watson intervino para salvar la situación:

Aunque lo preocupante ahora no es el tema de quienes somos. Es que Quebrantahuesos o quien sea… No masacre a la gente, se haga una legión de sincorazón y tengamos peores problemas de lo que podamos imaginarnos. Lo último que deseamos es más problemas, y digamos que no soy experto en combate. También contamos con el problema de que cierta persona está no muy bien, incluso si usamos una poción, no creo que se recupere por completo.

Tienes razón. Debemos salvar la ciudad. Watson, ¿puedo pedir tu ayuda? Yo puedo luchar contra los Sincorazón, mientras tú tratas a los heridos para evitar su conversión. —Me lanzó una mirada con el rabillo del ojo—. Tú debes recuperarte. Espéranos aquí quieto y calladito.

Por mucha razón que Xiang tuviese, su forma de decirlo provocó que me tentase encajarle un puñetazo a la mandíbula... Aunque si lo hacía lo más probable era que yo el que se haría más daño en mi estado.

También tenemos de paso un problema, llevamos un tiempo buscando a dos personas. Creo que se llamaban Kefka y el otro Gilgamesh… ¿Te suenan?

Kefka parece un payaso o un bufón; rubio y con la cara llena de maquillaje blanco. El otro, Gilgamesh es grandote y tiene seis brazos y podría estar acompañado por un tal Enkidu, su mascota. —Describí con más detalle, si no conocía los nombres y los había visto sería la mejor forma de hacerle recordar.

Reflexionó durante unos segundos.

¡Sí! Los conozco. El primero fue un canalla que atacó al ejército chino hace unos años; no volví a verle. Pero Gilgamesh... —Mencionó el nombre del grandote con un tono un tanto cariñoso—. Es un buen amigo. Nos ayudó en la Batalla del Invierno contra los hunos y estoy enn deuda con él. Hace dos días me citó en la plaza del mercado para esta noche, pero como es obvio... Aunque no estoy seguro de que sea la misma persona. Sólo los dioses tienen más de dos brazos, y mi conocido está muy lejos de ser uno.

Deberíamos ir entonces para comprobarlo —propuse levantándome de la cama utilizando mi llave espada como bastón. Solté un quejido por lo bajo y me llevé la mano a mi abdomen, donde tenía varias costillas rotas, estuve cerca de caer, pero logré mantener el equilibrio a duras penas gracias a mi arma, sobre la que apoyé mi peso. Xiang se levantó y me dio un leve empujón para tumbarme en la cama una vez más.

¡Idiota, te hemos dicho que debes recuperarte! Ni se te ocurra moverte de aquí. Estate calladito y quietecito. —Gruñó—. La plaza del mercado tiene que haber sido evacuada con el ataque de Quebrantahuesos. Estarás mejor aquí; si te mueves nos retrasarás. Si necesitas huir en caso de que ataquen la torre, toma mi caballo y huye lejos. ¿Puedo contar contigo, Watson? La ciudad imperial estará eternamente en deuda contigo.

¿Podemos hablar un momento en privado? —pedí a Watson si decidía acompañar a Xiang. En cuanto el joven se alejase (o nos dejase solo) volvería a hablar—. Obedeceré y me quedaré aquí recuperándome durante un rato. Sé que ahora mismo soy una carga, pero en cuanto me encuentre un poco mejor os buscaré. Si tenéis cualquier problema u os encontráis a alguno de los Villanos Finales quiero que me envíes un mensaje por el dispositivo de comunicación. Iré hasta allí montando a caballo.

>>Y una cosa más. No muestres tu Llave Espada frente a Gilgamesh bajo ningún concepto. Es posible que intente matarte si lo haces.

Me recosté sobre la cama tras desmaterializar mi Llave Espada y cogí un frasco de poción que bebí para acelerar un poco más mi curación.

Suerte ahí fuera. Tal y como están las cosas parece que se van a poner mucho más feas. —Me despedí haciendo un gesto con la cabeza dejando que el aprendiz se marchase con Xiang. Podía apañarmelas solo, había estado muchas más veces en situaciones similares e incluso peores y había sobrevivido para contarlo.

Ser herido era simple rutina para un portador.
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Saxor » Vie Feb 19, 2016 8:41 pm

Empezamos el interrogatorio hacia el payaso en el mismo momento en el que la Maestra le dio un fuerte puñetazo, el cual lo despertó con un terrible chillido al morderse la lengua. No podía decir que me agradara esa forma de interrogarlo, pero él había hecho cosas peores solamente ese día.

¿Qué estás haciendo aquí?—Kefka pareció a punto de hacer una burla... pero claro, otro puñetazo vino antes de que eso sucediera—Habla.

¡Este no es modo de tratar a una señorita! Pero quién soy yo para juzgar lo que te va en la camita, ji, ji... ¿Quieres mis servicios? El perrito, tú y yo nos lo podemos pasar bien mientras don gafotas nos graba...

El payaso no tardó en empezar a burlarse de nosotros, incluso con los golpes. Solté un fuerte gruñido nada más mencionarme, a lo que respondí como acto reflejo lanzándole el café en la cara. No estaba para nada de humor como para aguantar sus insultos. El efecto del café caliente fue inmediato, quemándole la cara y chillando en consecuencia.

¡¡Vale, vale, también estás invitado a la fiesta, pero limpiadme la cara!!

—¿Quieres más café?—respondí con irritación. Llevábamos un minuto y ya me estaba sacando de quicio.

No voy a tener mucha paciencia. Si tengo que romperte todos los huesos de la cara, lo haré, y te quedarás tan irreconocible que ni el maquillaje podrá disimular las cicatrices. ¿Y bien?—Y ni con esas. El payaso escupió a Fátima y le gritó:

¡¡Límpiame la puta cara, niña guarra!!—Ante la provocación solo siguieron golpes. Cuando tuvo oportunidad entre tanto puño clavó sus ojos en mí... Y lo que encontró era una mirada con muy malas pulgas—. Sois encantadores. Os aprovecháis sólo porque soy un buen payasete. Erais más divertidos cuando admirabais mis trucos de magia. —Fátima alzó otro puño, pero Kefka retrocedió antes de lanzarse, debido al miedo—. ¡Hablaré, hablaré, demonios! ¡Qué público tan difícil!

Aleluya

Qué haces aquí, qué es lo que pretendes. Dímelo y te haré un Cura, pero sólo si me quedo satisfecha con la información, así que ni se te ocurra mentirme.

Como el payaso por fin estaba dispuesto a cantar, suspiré mentalmente de exasperación. Al menos había dejado menos secuelas que la tortura de Hana... Respiré más calmadamente para tranquilizarme, al tiempo que Kefka empezaba a confesar sus planes.

Ya os lo dije en la plaza. Soy una concubina real y sirvo al Emperador. ¡No me miréis así, hablo en serio! ¡Sé bailar mejor que ninguno de vosotros! —el hielo se empezó a resquebrajar, lo que hizo que chasqueara la lengua. Había sido cosa del café que el hielo se derritiera tanto y eso era peligroso—. El jefe no quedó muy contento conmigo tras lo de la última vez, así que me mandó aquí tras un par de cambios de Hojo en mi cuerpo... Y oye, sienta mejor de lo que pensaba...—Arqueé una ceja. ¿Se había hecho una operación de cambio de género?—. Mi objetivo es, bueno... —el payaso miró de un lado a otro con inseguridad. No era capaz de discernir entre si estaba inseguro de verdad ante revelarlo o estaba sobreactuando para que creyéramos sus patrañas—. ¿Habéis oído hablar de los dragones? Enormes criaturas, ¿eh? Casi extintas. Ya deben quedar tres o cuatro como mucho. Ahora imaginad esos enormes monstruos, de corazones puros y nobles, convertidos en Sincorazón e Incorpóreos. ¡La mascota perfecta para Mateus! Especialmente si pueden esparcir fuego y destrucción por vuestras tierras...

Son leyendas. No existen como tal: nadie ha visto uno en cientos de años—Feng intervino para desmentir sus palabras, aunque yo ya había oído de un dragón por parte de Hiro en lo que llevaba de noche...

¿Seguuuro? Vaya. Qué casualidad que comentes eso. El Emperador sí cree en los dragones. Especialmente porque guarda uno en su palacio, en lo más profundo, tras la sala del trono. Llevo aquí espiando un tiempo y sé lo que hay allí: el último huevo de dragón. El monstruo definitivo para nuestra colección. Casi he accedido a la sala secreta. Ya sé cómo entrar en ella, y os puedo llevar. ¡Pero no descartéis la idea tan rápido, hombres! Hay algo que os interesa saber antes de libraros de mí: ese huevo no es de aquí. Es el tesoro dejado atrás por el gran y milenario héroe Xiang. ¿Os suena de algo?

¿Qué razón había para que nos lo contara? ¿Y encima de manera tan fácil? Y no solo eso, sino que contarnos eso solo podía hacer que empeorara su propia situación. No podía ni debía creer con seguridad en todo lo que él decía. Fuera verdad o no que había un huevo de dragón allí dentro, llevarlo con nosotros el palacio era demasiado peligroso. Podía ser una trampa, o incluso una estratagema para escapar en cuanto tuviera la menor oportunidad. Y era un mago poderoso, no era para nada buena idea dejarle seguir tan parlanchín... Y encima el hielo se estaba a punto de romper.

Usa el «Mutis», Saxor, por favor.

Mutis—No hizo falta que me lo pidiera dos veces. No iba a tardar nada en romperse, y como lanzara algún hechizo potente estaríamos muy mal. Inmediatamente después, la Maestra nos pidió tener una pequeña reunión mientras Feng vigilaba a Kefka. Que por cierto, aproveché ese momento para rellenar la taza, esa vez con el té que había en otro de los termos (era de los que había tenido que reponer de tanto tiempo que llevábamos allí). y tomé un sorbo. Estaba bastante mejor que el café, pero ya sabía que sus efectos tardaban más en aparecer.

Debería entregarlo a la Federación pero… Pero… creo en lo que dice de los dragones. Existen. Todavía queda al menos uno… No quiero que Kefka se acerque a él pero deberíamos buscarlo si es cierto. Por otra parte, si Kefka conoce una entrada al Palacio… ¿Qué opináis?

E-en mi opinión... S-sea v-verdad o no, es muy peligroso llevárnoslo. Ha-ay muchas probabilidades de que se logre escapar. P-puede ser incluso una trampa...

Dicho ya mis pensamientos, esperé a ver lo que decía Hiro mientras tomaba algo más de té.

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Ahora sí:
Mutis (HM) [Nivel 8] [Poder Mágico: 12] Impide al objetivo realizar magia durante un breve periodo de tiempo, salvo que sea curado previamente.


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Y respecto a lo de dividirlo en dos tramas, por mí no habría problemas.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor A Nerd Girl » Sab Feb 20, 2016 4:19 pm

Tras bastante habladuría, Ragun decidió comportarse como un buen niño y no salir. ¡Demonios! Si se le ocurría irse, juraría por lo que sea a que le pegaría de collejas hasta que quisiera quedarse. ¡Era un masoquista sin cerebro! La actitud de Xiang me gustaba, básicamente le dejó claro que era tan útil como un parapléjico. Pero al final, le entró también al guerrero de los peligros de dejar suelto al adefesio bestia. No me gustaba para nada el concepto de dejar libertad de crear un ejército de sincorazón para un ser como él. Alguien capaz de coger a Ragun como si fuera un peluche y meterle de hostias hasta que saliera todo el relleno. Seguramente a mi me dejaría a tamaño molecular de tanta fuerza.

Tras que el emo me aconsejara sobre cual sería nuestro próximo movimiento, me pidió que a la mínima de un Villano Final, me comunicara con él. Tras apuntar su número y darme algo que quizá valoraría bastante, me deseó suerte. Suspiré y deseé no acabar igual de mal que brazo de carbón.

Mi serpiente se queda contigo, para que no estés solo —apunté antes de irme—. Y también para ganar tiempo, si estás en peligro ella te cubrirá para que puedas llegar al caballo.

>>Descansa lo que puedas, e incluso duerme un poco, no sé porqué pero pronto te tendré que llamar y deberás estar lo mejor posible.

Me largué y Agatha se quedó a su lado, ella no le atacaría o mordería. Pero si algún desconocido se acercaba al lugar seguramente sisearía y empezaría a ponerse nerviosa. Tratando de alertar a Ragun lo antes posible. Si alguien entraba y no lo conocía o no tenía una buena sensación de ese alguien, se lanzaría a paralizarle las piernas enredándose entre ellas. Pero hasta entonces, ella se dedicaría a cazar ratas e insectos del lugar para un aperitivo… O para no le tentara el comer a Ragun. Digamos que todo este tiempo y con presas tan pequeñas, tenía bastante hambre. Pero al menos sabía comportarse, aunque sería muy arisca y pasaría del chico del brazo oscuro.

Por otro lado, tras dejar al fileteado saco de boxeo atrás decidí acompañar a Xiang en una ronda de evitar una masacre. Miré a mi alrededor, deseando no haber gastado el tiempo con preguntas y evitando el que masoca roto se pusiera a usar su llave espada de bastón… ¿Debería llevarle un andador? Limpiando los restos de sangre, negra en realidad, en mis manos con mi ropa, miré de reojo al chino y compartí mis pensamientos.

Recemos porque no sea demasiado tarde. ¿Dónde vamos primero? ¿Ayudamos un poco antes de tu cita con Gilgamesh?
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Yuehito » Sab Feb 20, 2016 11:37 pm

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Dos años… estas fueron las palabras que se repitieron como el sonido pendular de un reloj durante varios minutos; Sentado en una cómoda silla y unas ropas que Fátima logró conseguir para conciliar el frío. Permanecía quieto con la misma expresión de duda de hace rato. ¿Cómo podía aguantar tantas preguntas en mi pequeña mente?

Sentía que podía caer nuevamente en un sueño al verme colapsado por responder todas. Pero no, la nueva oportunidad de estar vivo y la preocupación de mis compañeros decían otra cosa.
Admito que de mi compañera salieron difíciles palabras las cuales tenía que digerir y el golpe de escucharlas fue casi un problema. Sin embargo fui yo mismo quien exigía respuestas y por ende tenía que lograr rearmar el puzle que por dos años se estuvo tejiendo en tierra de partida.

Aunque… escuchar la voz de Fátima siempre me causaba relajo. Había algo en ella que me hacía familiar, y el haber escuchado: “cuanto termine volveré y me quedaré contigo”, me dejaba mucho más tranquilo. Recuerdo que muchos momentos en mi vida estuve acostumbrado a tener la necesidad de estar acompañado. No sé si esto sea un buen indicio o tal vez mi debilidad. Lo cierto, y a la vez ambiguo, es que me fortalecía. Era extraño.
No es igual como a Hiro, quien admiro su seguridad para actuar, diferente…

Gracias al cielo que seguía vivo. Solo recuerdo esa tonta pelea… el… maes… que rabia… —balbució mi boca.

¿Que habrán hecho mis compañeros? ¿Cómo estará Fyk y Hikaru? ¿Qué pasó con el chico bestia? ¿Ronin? ¿Los lobitos? Fueron algunas de las preguntas que seguía haciendo.
Agradecía que estaba solo en el cuarto porque imaginaba la ridícula escena de trastorno en que posaba sentado mirando fijo el trozo de comida que me había facilitado el nuevo chico. Aun no me daba el tiempo para querer navegar en nuevas amistades (ni tampoco es que la situación me dejara), pero agradecía su gesto. Y sí, ahí iba esa tonta y tierna sonrisa que emergía como las burbujas del mar.

Estuve casi cinco eternos minutos recordando sucesos y aventuras. Recordando hechizos, maestros, lugares, olores, el orfanato, amigos, hermanos e infinidades de cosas que de seguro más de algunos solo se asomaron como pinceladas.

¡Pinceladas! ¡Mi libro!

Un quiebre casi espontaneo me llevo a mirar en la cama. Como si hubiese perdido un órgano. Lo busqué entre las sabanas en donde había estado, pero la búsqueda fue una pérdida de tiempo. El libro no estaba.

Recordé lo valioso que era para mí hacer aquellos dibujos y también recordé con susto los peligrosos juegos que me tendía mi memoria. Claro, dibujaba para no olvidar, y ahora… Los necesitaba para… recordar…

¿Paradójico no? —pensé.

Nuevamente me senté en la cómoda cama. Levanté los pies y los acomodé de manera que pudiese pasar mis brazos en medio de las rodillas. Entonces me quedé observando el vacío mientras sentía que el frio que entraba en medio de los pliegues de mis ropas. Había algo familiar en esta sensación. Solo en la habitación, y la sola luz de la ventana que acariciaba los muebles y refrescaba la escena con un suave matiz.

Tal vez fueron dos años… pero puede que Shiva estuvo en soledad más tiempo. Ahora que lo pienso, la soledad no parece tan tenebrosa… solo que… no quiero pensar mucho… duele la cabeza.

Acurrucado y con la cabeza apoyada entre los brazo omití toda visión esperando a que volviesen mis compañeros. Esta vez intenté no preguntarme más cosas, ya habría tiempo para recordar. Lo cierto era que mi cabeza ya parecía doler como cuando Shiva me hablaba. ¿Acaso ella también tenía que recordar cosas tan fuertes como aquel dolor?

Basta Exuy, deja de hacer eso… me duele.


II


Aunque quisiera, no podía dejar de hacerlo. Reconozco que algunas preguntas eran tan difíciles de plantearlas y también algunas que se alejaban de todo contexto. Pero bastó una para que el riel de dudas llegara a su estación.

¿Quién te liberó? ¿Cómo sucedió? ¿Quién pudo liberarla?

Tú.

Levanté mi cabeza al sentir el penetrante frío en mi mano. Se sentía como un pinchazo, pero era casi similar al dolor que sentía en mi cabeza, tan similar que no fue una sorpresa. Más bien lo sentí parte de mi… además, por muy extraño que sonara, agradecía que el dolor se hiciera físico, porque rompía la fría soledad. Eran sus dedos, los dedos de Shiva que se mecían tiernamente en mi mano, tan cálido y tan álgido a la vez. Mi piel se erizó y sonrojé.

Shiva…

Cuando los hunos llegaron mi alma ya había recuperado gran parte de sus fuerzas por tu noble sacrificio. Sin ellos hubiese sido cuestión de tiempo mi regreso, pero habría consumido tu espíritu. Tal no era mi intención, te lo aseguro.

Lo sé… sé que no lo era… t-te extrañé…—. Tenía ganas de abrazarla como Fátima lo había hecho en un principio conmigo. También sabía lo peligroso que podía ser… me imaginaba el dolor que sentiría con solo milisegundo de contacto. Me entristecí un poco.

Pero la tristeza tubo su corto protagonismo al ver que Shiva se ponía de pies, al menos ya no tendría que luchar con el impulso. Se acercó con posición majestuosa a la ventana y casi contemplando una pintura observó detrás del marco y el vidrio que se empañaba de un blanco patrón, casi como un dibujo de tramas uniformes.

Tras conocer tu templanza, Caballero, me volví contra los hunos. Tu sentido del honor y amabilidad fueron ejemplares para mí, una diosa— Tales palabras me fueron casi imposibles de creer… pero seguí escuchando atentamente—. Laforet y tú habéis cambiado mi forma de ver el poder de la Llave Espada. Pero incluso con todo ello necesito vuestro favor.

Desconocía el nombre de Laforet… tal vez luego preguntaría por ello.

Pero ante todo ahora sentía una sensación de alivio que se revolvía en mi estómago. Sin darme cuenta estaba sonriendo y sentía una cierta fuerza de ponerme de pies y salir corriendo. Aunque quisiera no lo podría hacer, era solo una sensación de felicidad contenida.

Quizás por mucho tiempo esperé una aprobación de parte de alguien, y saber que estaba equivocado y que el esfuerzo no fue en vano me daba fuerzas… intentarlo nunca sería en vano… nunca.

Entonces la mano de Shiva se posó en el material transparente y esta terminó de completar las frías escarchas que en un principio se asomaban.

El universo en estos dos años se ha visto alterado. Algo agita las estrellas, Caballero Exuy, y temo el advenimiento de tiempos oscuros.

Su voz sonaba preocupada, una actitud nueva ante mis ojos, diferente. Y sabía que sus siguientes palabras detonarían la siguiente decisión que tenía que tomar, lo sabía, no como un deja vu, como algo familiar.

Guardo para vosotros una nueva misión. Debemos buscar a mis amigos.

Algo extraño había cambiado en mí, esta vez no sentía tanto miedo como otras veces. Tal vez ahora no había tanta inseguridad. Pero por más que lo pensara no encontraría la respuesta a esta nueva emoción.

Me puse de pies y me acerqué a ella para también contemplar lo que la ventana guardaba de escena. Un humo peligroso se asomaba a lo lejos y mis ojos se llenaron de una seguridad… ¿Sería el hecho de sentir la cobertura de Shiva?

Entonces levanté mi mano y acercando mi dedo a la escarcha que había generado Shiva empecé a trazar sobre ella. Estaba dibujando un símbolo que era casi universal, tanto que hasta Shiva lo reconocería porque sabía que las contemplaba de manera especial. Una estrella.

Diosa… por mucho tiempo mis manos solo han sido útiles para plasmar mis recuerdos y amigos. Lo hago por miedo a perderlos… y se lo valioso que es el reencuentro… una abrazadora sensación. Pero ahora es diferente gracias a usted, me ha llenado de una convicción a creer en mi fuerza…

Posé la mirada sobre Shiva y sobre mi mejilla corría una lagrima al recordar a la hermandad del orfanato a quienes había perdido… en especial a uno de mis hermanos que era tan real como de sangre. Pero él ya no estaba, solo permanecía como el recuerdo de una estrella.

Solo hay que intentarlo… eso nos convierte en estrellas… o nos transforma en la estrella de alguien a quien hacer feliz. Lucharé a su lado.

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Siento no poner colores y tal. Si me permiten a la vuelta de mi trabajo vuelvo a editar ese aspecto del post, y así no atrasar a nadie <3 Editado los colores ~
Por otro lado tampoco tengo dramas en que la trama se divida.
Última edición por Yuehito el Dom Feb 21, 2016 9:41 pm, editado 1 vez en total
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor RedXIII » Dom Feb 21, 2016 12:17 am

Era curioso que el más precabido fuera Hiro, sin duda habría sido el primero en darle una paliza, pero nunca consideró que el payaso cediera ante tal bulgaridad, o tal vez tenía las espectativas demasiado altas, ya que desembuchó a la primera. Carraspeó y se aclaró la garganta cuando escuchó que no existían los dragones.

Sigue siendo un bocazas — Suspiró al ver que el interrogatorio había sido tan aburrido, sobretodo porqué no había podido hacer nada.


Debería entregarlo a la Federación pero… Pero… creo en lo que dice de los dragones. Existen. Todavía queda al menos uno… No quiero que Kefka se acerque a él pero deberíamos buscarlo si es cierto. Por otra parte, si Kefka conoce una entrada al Palacio… ¿Qué opináis?

E-en mi opinión... S-sea v-verdad o no, es muy peligroso llevárnoslo. Ha-ay muchas probabilidades de que se logre escapar. P-puede ser incluso una trampa...

He venido aquí para ver si encontraba a Kefka, y lo he hecho, mi único objetivo ahora mismo es llevármelo a rastras, si hace falta, y entregarlo a la federación, puesto a que los tres estamos de acuerdo en eso, va siendo hora de que lo vayamos llevando — Sacó de su bolsillo una cadena —Pero que quede claro, yo voy a entregar a Kefka, llevo demasiado tiempo buscándole para que ahora sea otro quien se lo lleve — Comentó mientras fruncía el ceño y se acercaba al payaso.

Alargó por su cintura la cadena y la ató con todas sus fuerzas.

Cuando queráis — Dijo mientras esperaba a que soltaran al payaso para poder llevárselo —Os recomiendo que estéis atentos, es un experto en escaparse — No soltó en ningún momento las cadenas, atravesó el portal y empezó a tirar de el sin miramientos, aquel era el momento que tanto había esperado y no iba a dejar que los estúpidos trucos de aquel villano lo estropeara.

Goei no se movía de la entrada del sótano, si intentaba escapar le bloquearía con todo su cuerpo.

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Me es indiferente la decisión a tomar sobre el fraccionamiento de la trama.
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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Ronda #8 - Leyendas se contarán

Notapor Soul Artist » Mié Feb 24, 2016 4:03 pm

Capital del caos

Watson acompañó a Xiang sin detenerse a dudarlo. Tras despedirse de su compañero salieron de la torre y se encontraron en una situación de desesperación: la ciudad se había bañado de fuego en algunas de las casas y algunas paredes y puertas habían sufrido violentos ataques. Nada quedaba de la tranquilidad y la alegría del espíritu festivo que apenas unas horas antes se respiraba en la ciudad.

Un pelotón de soldados apareció al final de la calle por un momento con sus armas en alto. Todos vestían la misma armadura reglamentaria de color verde oscuro, pero poco más tenían en común: uno era bajito, otro alargado como un fideo y el tercero gordo como una mole. Les dirigía un cuarto de colores rojos y vivos, que con su espada en alto apuntaba hacia un enemigo y daba instrucciones en voz alta sobre qué hacer. Xiang hizo un además de lanzarse a ayudarles, pero Watson le retuvo con una pregunta.

Recemos porque no sea demasiado tarde. ¿Dónde vamos primero? ¿Ayudamos un poco antes de tu cita con Gilgamesh?

Dudo que espere allí con lo que está sucediendo. —El pelotón desapareció tras las calles. Xiang chasqueó la lengua y sacó su espada—. Te ayudaré a buscarlo, pero primero centrémonos en el ahora. ¡Cuidado!

Xiang empujó a Watson a un lado y atacó a su espalda. Dos criaturas oscuras estaban preparadas para atacar al aprendiz: dos Sincorazón con los brazos levantados y un trozo de papel que cubría parte de su cara. Acabó con uno tras dos cortes de su arma, pero el otro golpeó su espalda aprovechando que defendía a Watson: era hora de que el aprendiz le intentara ayudar, o que salieran corriendo del combate en dirección hacia donde habían desaparecido los soldados.

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Una vez solucionada la situación Xiang se tomaría un momento para recuperar sus heridas. Observó el final de la calle por donde les habían atacado y vio tres más de aquellas criaturas que avanzaban en dirección contraria a ellos, flotando por la calle despreocupado del caos y avanzando hasta una gran muralla gigantesca.

Hay más de los que esperaba. Algo no encaja…

Algo interrumpió al guerrero. Un enorme y ensordecedor grito que hizo que los oídos de ambos casi explotaran del dolor: aquello no había sido humano. Sonaba como el llanto de un monstruo que clamaba venganza al cielo, preparado para lo peor. Y casi así era: una gigantesca sombra pasó al instante por encima de sus cabezas, surcando el cielo libre como un pájaro.

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La criatura había pasado muy cerca de ellos, en dirección a los soldados que acababan de ver. Los Sincorazón al final de la calle reaccionaron a la bestia bailando un momento a su son, y tras su paso, retomaron su camino en dirección a la muralla. Xiang dejó de taparse los oídos y clavó sus ojos en Watson.

Tenemos que ayudar a la gente.

Si, pero había dos formas de ayudar. Podían avanzar por el mismo camino que los soldados de antes, esperando encontrarse con el ejército y dar su apoyo eliminando el número máximo posible de Sincorazón, con el riesgo de encontrarse con el nuevo gobernador de los cielos; o podían seguir a los noctámbulos que parecían huir del combate y dirigirse a la muralla. Ambas opciones, desde luego, parecían horribles.

* * *

Amistades extrañas

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Fuera lo que fuese aquello no iba a dejar dormir en paz a Ragun. Algo pudo descansar y su cuerpo, que se recuperaba rápido, lo agradeció: pero aquel grito tuvo que poner todos sus sistemas alerta. Algo se había agitado en el ambiente, y podía escuchar desde la torre a algo surcar los cielos con violencia, furioso.

Fue capaz de ver a la criatura por un segundo por la ventana, o más bien su sombra. El terreno tembló y cayó algo de polvo del techo: supo entonces que el monstruo se había posado encima de él. Durante unos segundos la calma parecía haber regresado. Después la pared se vino abajo.

La cabeza de la gigantesca criatura había atravesado la ventana a la fuerza, derrumbando parte de la torre con él. Era gigantesca, casi el doble que él, y eso que no se trataba de su cuerpo completo. Con la oscuridad no era capaz de verla con total claridad, pero sí sus enormes ojos amarillos, brillantes como dos faros. Escuchó el sonido de los dientes chocando a unos centímetros de él repetidamente y notó algo de saliva manchándole el cuerpo. El caballo de Xiang comenzó a relinchar y saltar tras Ragun, intentando escapar del cruel destino que les esperaba.

La torre era demasiado pequeña para él. Frustrado con no poder devorar a su presa, el monstruo expulsó su grito a escasos centímetros del aprendiz y se retiró del edificio. En principio no sucedió nada: después, la torre comenzó a temblar. Pudo ver la sombra del monstruo volando no muy lejos y, de golpe, lanzándose contra el edificio.

El piso se inclinó hacia un lado. La torre estaba a poco de derrumbarse; o era cuestión de tiempo o de más golpes de la bestia. El caballo quería su libertad, y Ragun podía dársela si lo veía necesario, pero era imposible bajar a tiempo.

Cuando la tormenta acecha y el tiempo apremia…

Una sombra saltó desde el suelo hasta la pared derrumbada y se mostró frente a Ragun. Un hombre de casi tres metros de alto, cubierto por ropajes rojos carmesíes y armado con un sinfín de espadas y lanzas. Su voz bonachona y burlona era inconfundible su silueta inequivocable: era el viejo conocido y eneamigo de muchos aprendices de la Orden, él incluido. Se trataba de…

¡Tatatachán! ¡Soy yo, Super mata dragones heroico ultra guay!

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El hombre corrió junto a Ragun y le ofreció su mano para ayudar a levantarse. Aceptase su generosidad o no, le subiría a lomos del caballo negro de Xiang y se colocó tras él, abrazándole con dos brazos para que no se cayera mientras tomaba las riendas con otros dos. El misterioso héroe echó una carcajada en alto.

¡Qué generoso! ¡Qué héroe más grande! ¿Quién será el misterioso salvador del pobre e indefenso niño? ¿Quién podría ser tan bueno, tan guay, como para…?

La torre tembló ante otro golpe de la criatura voladora. El guerrero ahogó un grito y ordenó cabalgar al caballo a toda prisa; el piso cada vez se inclinaba más, cediendo ante el gran poder de la gravedad.

¡Mierda mierda mierda…!

Por pocos segundos saltaron por la pared. Por unos segundos parecieron volar: después cayeron sobre un montón de heno convenientemente colocado bajo ellos. El edificio sse derrumbó y una gran nube de polvo se levantó a su alrededor, cegando a los dos humanos y el animal por un minuto aproximadamente.

Cuando el aprendiz pudo volver a ver se encontró con el misteriosísimo personaje tumbado a su lado de costado, con el puño colocado bajo su cabeza. Se había quitado la capucha y, en su lugar, una máscara cubría su rostro: una de sí mismo, clavada en su aspecto.

Bueno, bueno… Creo que alguien me debe un gracias…

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Ragun ha reposado un poco y ha recuperado un 5% de su vitalidad máxima. Deja de tomar pociones que no vas a recuperar más por ellas, drogadicto.


* * *

Peligro inmediato

Los muchachuelos de Tierra de Partida no tuvieron el mínimo problema con meter a Kefka en prisión. Desde luego, en la Federación no rechazaron al prisionero, que se entregó casi orgulloso. Había sido demasiado fácil: enmudecido, golpeado e intimidado, ¿cómo no iba a serlo? Y al contrario que Mateus era alguien con una carrera criminal innegable. Este no se libraría de la cárcel, no en un largo tiempo. Y antes de irse sacó la lengua a Hiro, burlón, como si no hubiese perdido del todo. Es más, parecía sonreír mientras le llevaban a la sala de interrogatorios… Y es que había recibido una clarísima paliza física por parte de Fátima. No parecía preocupado, por extraño que fuera.

Oh, qué más daba. ¡Un payaso más en la cárcel!

<spoilers menores de Final Fantasy VI a continuación>
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¡Enhorabuena! ¡Habéis metido a Kefka en la prisión de la Federación!
1/16 Villanos Finales encarcelados.

</spoilers>

*

Con la misión cumplida sólo faltaban dos cosas: recuperar el arma y tratar el tema de Shiva. Aquel no era su mundo, por lo que debían encargarse de su cuestión lo antes posible. Pero cuando atravesaron el portal de vuelta a Tierra de Dragones se dieron cuenta de que igual los planes se habían ido un tanto al traste.

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Se reunieron todos en el hall principal. Saxor ya estaba allí, y Shiva y Exuy se unieron de inmediato tras el grito y la aceptación del segundo a la misión que le había encargado la semidiosa. Feng, por su parte, había subido a las habitaciones un momento, como podría explicar Saxor: lo que no podría entender sería el grito que acababan de escuchar del exterior.

¡Dragones! —teorizó Shiva en voz alta.

Debía estar cerca de la verdad. La mujer se apresuró a bajar las escaleras y lanzarse a la puerta; si nadie la había abierto con anterioridad ella sería la primera en hacerlo. Al otro lado no encontraron la misma ciudad que habían visitado pocas horas antes.

Parecía que una guerra hubiese arrasado el territorio: algunos edificios habían sido asaltados, la decoración festiva ardía con llamas intensamente rojas y en la lejanía podía escucharse los gritos de horror de algunos ciudadanos. Pudieron apreciar cómo una torre, la que se encontraba junto al palacio del emperador, se derrumbaba en la lejanía.

Y no sólo eso. Un pequeño ejército de Sincorazón surgió de varias nubes de oscuridad en los jardines de la casa: serían seis o siete, la mitad de ellos lunas voladoras y la otra mitad centauros poco amistosos y armados con lanzas. Shiva, en vez de recurrir al combate, extendió su brazo hacia la entrada e invocó una pared de hielo que les bloqueó el paso a la casa.

La situación estuvo lejos de mejorar cuando escucharon una explosión en el piso de arriba. Feng surgió apresurado, armado con su arco y flechas, y bajó las escaleras corriendo. Parecía desesperado.

¡Rei no está aquí! —advirtió en voz alta entre jadeos—. ¡Han atacado la casa mientras no estábamos, y ahora la invaden esas cosas de oscuridad! ¡Los he retenido, pero vienen más!

Se encontraban en un serio problema. En el piso de arriba, más Sincorazón; por el jardín, también Sincorazón; y puede que no hubiese abajo en el sótano, pero se quedarían atrapados sin salida aunque podrían ganar tiempo. Y lo peor de todo es que no entenderían por qué estaba sucediendo todo aquello.

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Fecha límite: domingo, 28 de febrero.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Tierra de Dragones] Leyendas se contarán

Notapor Suzume Mizuno » Dom Feb 28, 2016 4:05 am

Fátima no respiró tranquila hasta que regresaron de la Federación. Ya estaba, se lavaba las manos del asunto. Kefka estaba entre rejas y, por lo que a ella correspondía, no tenía nada más que ver con él.

Cruzó el Portal de Luz sin ningún remordimiento, aunque le costaba no pensar en el huevo de dragón o en la tranquilidad de Kefka. Claro que con los antecedentes de Andrei y el Emperador…

Sacudió la cabeza. No valía la pena pensar en ello. Sonrió de soslayo a Hiro mientras lo llevaba de vuelta a China. Ahora les quedaba algo igualmente duro: ver qué hacer con Shiva. Antes se imaginaba que llevaría a Exuy de vuelta a casa, porque no creía que quisiera quedarse en aquel mundo durante mucho tiempo cuando podía estar confortablemente en su habitación o en los jardines de Tierra de Partida. Luego tendría que hablar con Hiro y Saxor para explicarles el plan para conseguir el arma…

Se encontraron todos, con la excepción de Feng y Rei, en el vestíbulo. Fátima saludó a Exuy y arrugó un poco el ceño al verlo al lado de la diosa. ¿Es que no le daba miedo después de todo lo que había pasado?

Ya está encerrado. No nos dará problemas, esperemos, a partir de ahora. Tendríamos que…

No pudo terminar la frase porque un alarido que venía del exterior la interrumpió.

¡Dragones!

¿Qué?

La diosa se precipitó hacia la puerta, que abrió de par en par. Fátima corrió tras ella y se quedó de piedra. Había fuego, había gritos y, con un gemido, una de las torres del palacio imperial comenzó a derrumbarse. Desconcertada, Fátima abrió la boca y no supo qué hacer. Hacía menos de una hora la ciudad parecía tan normal y ahora, de pronto…

¿Es que era una pesadilla?

Entonces vio a los Sincorazón voladores y creyó empezar a comprender. Fue a invocar su Llave Espada, pero Shiva se le adelantó, levantando un muro de hielo para que no pudieran pasar. La miró con sorpresa y luego inclinó, agradecida, la cabeza en su dirección.

Fátima intentaba pensar en qué hacer cuando Feng bajó corriendo por las escaleras, cargando su arco y sus flechas, y gritó:

¡Rei no está aquí!

¡¿Qué?!

Lo primero que pensó fue que el muy idiota se había adelantado por su cuenta.

¡Han atacado la casa mientras no estábamos, y ahora la invaden esas cosas de oscuridad! ¡Los he retenido, pero vienen más!

Entonces… ¿Qué había pasado con…?

Se le revolvió el estómago. Las víctimas de Sincorazón no dejaban un cuerpo. No, no podía ser. Rei era muy fuerte.

Claro que si lo habían cogido desprevenido…

No. ¡No! Joder, ¡no! ¡Por dios, que el muy idiota se hubiera ido por su cuenta mientras ellos no estaban atentos!

¡Vamos arriba!—exclamó, acercándose a Exuy y cogiéndolo por una mano si él se lo permitía—. Tenemos que ver qué ha pasado y hacer un plan. ¡Feng, prepara las flechas!

Esperaba no encontrar demasiados Sincorazón, pero preparó la Llave Espada para eliminarlos a sablazos si era necesario, porque no iba a malgastar su magia. Protegería en todo momento a Exuy y, cuando llegaran a la habitación de Rei, la examinaría de punta a punta para averiguar qué hacer.

Puede que haya un cambio de planes, chicos—informó, pensando en todas las malditas horas que había dedicado a idear una forma de colarse en el palacio—. Con todo este jaleo lo mejor será que permanezcamos juntos hasta que averigüemos de dónde vienen los Sincorazón—dijo mirando a sus compañeros por si alguno no quería subir al piso superior—. Si aun así queréis salir, tened los móviles preparados y buscad el origen de los Sincorazón, por favor.

Luego continuó subiendo por las escaleras.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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