[Espacio Profundo] Ohana

Neru, Colibritany, Renata Leduc & Keiko Akarui

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Medu » Mié Feb 03, 2016 2:23 am

Con una pirueta aérea logré colocarme detrás del sincorazón con el doble salto en cuanto se acercó. Sin pensarlo dos veces, golpeé la desprotegida espalda de la criatura con rapidez, estocada tras estocada. A pesar de la lentitud de la armadura andante, no pude evitar recibir un manotazo por su parte, justo cuando lanzaba mi último golpe.

Retrocediendo unos pasos por el impacto, observé como la tenebrosa criatura se convertía en un denso humo, liberando un brillante corazón que ascendió lentamente por el aire. Lo había matado. Una sonrisa acudió a mi cara al instante. Desde luego no podía comparar aquél lento armatoste con las horribles sombras que había visto la primera vez, pero me tranquilizaba saber que tenía capacidad de luchar y derrotar a los Sincorazón.

¡Haaaala! ¿Cómo has hecho eso?

La vocecilla de la niña me sacó de mi celebración mental. Observé cómo se acercaba lentamente a mí, con la boca abierta. Se notaba que aún estaba nerviosa, pero no parecía tan asustada como para seguir gritando y corriendo como un pollo descabezado.

Estoy… entrenada para el combate, ¡eso! Pero no creas, ha sido un golpe de suerte. ―agité las manos intentando que la chica no indagase más. Al fin y al cabo, había hecho un juramento. No podía decirle nada sobre la Orden así como así.

¿A ti también te han secuestrado los alienígenas? ¿Dónde estamos?

Y tampoco podía contarle sobre otros mundos. Ojeé el pasillo, pero no tenía mucho sentido. La nave era completamente desconocida para mí, aparte de las zonas contadas por las que nos había guiado la Capitana Amelia. No tenía ni idea de donde estaba, así que lo mejor sería intentar tranquilizar primero a la pequeña y dejarle claro que los alienígenas no eran malos. Al menos… no todos.

No, tranquila. Yo no he sido secuestrada ―me puse en cuclillas para mirarle directamente a la cara y dedicarle una sonrisa, a ver si se calmaba―. No debes asustarte, aunque los alienígenas puedan parecer aterradores no quieren hacerte daño.

»Creo que han tenido una pequeña equivocación al traerte aquí. ¿De dónde eres? Seguro que puedo convencerles de que te devuelvan a tu hogar sana y salva.

Me incorporé esperando haberme ganado la confianza de la niña. Por la expresión de todos los presentes en la dársena, estaba claro que esta chica estaba aquí por error. No iban a dejar que una humana tan joven pululase por un lugar tan peligroso como este. Observando de nuevo el pasillo, deduje que mi mejor opción sería volver sobre mis pasos, con la espera de cruzarme con mis compañeros por el camino. Extendí mi brazo hacia la pequeña, ofreciéndole mi mano.

Soy un poco despistada, así que no sé exactamente dónde estamos. Creo que lo mejor será que volvamos con los demás. ¿Vienes? Te protegeré si aparece otra de esas criaturas, lo prometo.

Esperaba que accediese a volver conmigo. Avancé por el pasillo en dirección a la dársena, suponiendo que mis compañeros ya habrían terminado con los sincorazón y estarían buscándonos o alertando a las maestras. Lo que desde luego no esperaba, es que nuestra ruta estuviese cortada.

Era un pasillo, no podía haberme perdido. Sin embargo una puerta metálica bloqueaba el camino, como si una enorme barrera de acero hubiese cerrado el corredor. ¿Algún fallo de sistema? ¿Medidas de seguridad por la aparición de los sincorazón? Desde luego no parecía que pudiese abrir la puerta desde allí, ni tampoco parecía estar ayudando golpear la puerta o gritar.

Bueno… creo que tendremos que tomar otro camino ―le indiqué a la niña. No quedaba otra que averiguar qué había al otro lado del pasillo―. Por cierto, perdona mis modales. Me llamo Renata, ¿y tú?

El problema llegó cuando el camino no quedaba tan claro. Tras una entretenida paseada por el pasillo, llegamos a una bifurcación. La única indicación que nos ofrecían eran un par de carteles con extrañas escrituras y símbolos alienígenas. No hacía falta decir que no tenía ni idea de lo que ponía en cada uno de ellos.

No quedaba otra que elegir a suerte, y odiaba dejar las cosas a la suerte.

¿Qué es lo que recuerdas? ―intenté disimular y elegir pronto el camino de la izquierda, esperando que la chica no notase que estaba completamente perdida―. Es decir, de antes del secuestro. ¿Qué estabas haciendo?

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Renata toma el camino de la izquierda.
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Mentos » Mié Feb 03, 2016 10:53 pm

Gracias a la colaboración de todos, el grupo pudo acabar con la amenaza. Pero Amelia no perdió el tiempo en descansos o celebraciones y corrió rápidamente hacia dónde la niña había salido huyendo. Justo antes de que pudiera ir hacia el pasillo, la puerta se cerró, impidiéndole el paso.

Pero, ¡¿qué?!

Cómo si hubiese sido poseída por un demonio, arremetió contra los controles de la puerta ferozmente en un intento de abrirla de alguna manera. Pero para desgracia de todos, no tuvo mucho éxito.

La aparición de los sincorazón ha debido de activar el nuevo protocolo de emergencia, todavía en proceso de prueba. No tengo los permisos necesarios para desbloquearla.

Qué casualidad...

Capitán, explíquese. ―dijo a Gantu mientras le penetraba con una firme mirada.

¡N-no sé qué ha podido pasar! ¡Perseguí al Experimento 626 hasta ese planeta terrestre y estoy seguro de que le atrapé! ―exclamó con un tono que reflejaba su preocupación―. Esa maldita abominación debió de dar el cambiazo con la pequeña niña terrícola...

Déjate de excusas: busca a la niña y arréglalo. Ya.

El gran alienígena se limitó a asintir. Debía estar bastante arrepentido aunque Coli no pudo sentir demasiada simpatía por él. ¿Cómo no pudo darse cuenta de que era una niña...?

Me preocupa más la aparición de los sincorazón, con el nuevo sistema de seguridad no deberían de poder entrar en la nave. Iré a informar a la Consejera y a vuestras Maestras.

Quizás alguien intentó sabotearlo desde dentro... ―Se dijo a sí misma en voz baja. Estaba empezando a replantearse la idea de que Kuja no tenía malas intenciones.

En cualquier caso, los aprendices debían ayudar a los capitanes. La muchacha no creía que Gantu pudiese recuperar a la niña por sí sólo así que decidió ir ella para encargarse personalmente, además de asegurarse de que su compañera no estaba en peligro.

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Colibritany va con Gantu~
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".

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Re: Ronda #5 - Ohana

Notapor Darkness Seeker » Jue Feb 04, 2016 1:35 am

La batalla contra los sincorazón se recrudeció durante una serie de minutos, no sólo debido a su aparición espontánea y repentina, sino a la confusión provocada por el error del Capitán Gantú al traer a una niña en vez de al experimento 626, alienígena que se dió a la fuga en mi anterior estancia en la estación espacial.

Por suerte, debido a la ferocidad de la Capitana Amelia y el Capitán Gantu, la situación se relajó increíblemente rápido, dejándonos unos momentos de descanso hasta darnos cuenta de que varias de las puertas se cerraron de inmediato.

Pero, ¡¿qué?! ― Amelia se acercó rápidamente a una de las puertas, comprobando como los sistemas de seguridad habían sido vulnerados. No había forma de abrir las puertas cerradas.

La aparición de los sincorazón ha debido de activar el nuevo protocolo de emergencia, todavía en proceso de prueba. No tengo los permisos necesarios para desbloquearlaCapitán, explíquese.

¡N-no sé qué ha podido pasar! ¡Perseguí al Experimento 626 hasta ese planeta terrestre y estoy seguro de que le atrapé! ―El gigante estaba claramente nervioso, pues le costaba hasta mantener la compostura frente a la Capitana―. Esa maldita abominación debió de dar el cambiazo con la pequeña niña terrícola...

Déjate de excusas: busca a la niña y arréglalo. Ya. Me preocupa más la aparición de los sincorazón, con el nuevo sistema de seguridad no deberían de poder entrar en la nave. Iré a informar a la Consejera y a vuestras Maestras.

¡Déjeme acompañarla, Capitana! — le rogué — Crea o no crea en mis palabras de antes, he de volver con la Maestra Iwashi cuánto antes.

Era demasiada casualidad que todo esto ocurriera justo tras intentar desafiar a Kuja...
Maldito sea...

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Neru acompaña a Amelia.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Ronda #6 - Ohana

Notapor Astro » Sab Feb 13, 2016 10:18 pm

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Renata

No, tranquila. Yo no he sido secuestrada. No debes asustarte, aunque los alienígenas puedan parecer aterradores no quieren hacerte daño.

La pequeña puso cara de desconfianza, mirando a Renata con extrañeza. Desde luego, no se terminaba de fiar.

»Creo que han tenido una pequeña equivocación al traerte aquí. ¿De dónde eres? Seguro que puedo convencerles de que te devuelvan a tu hogar sana y salva.

De Hawaiʻi. ¿Lo conoces? Debemos de estar muuuuy lejos de mi casa.

Aunque todavía mostraba un punto de desconfianza, la niña siguió a Renata hasta la puerta que no pudieron abrir, a pesar de que ella gritase para intentar captar la atención de los que estaban al otro lado.

Bueno… creo que tendremos que tomar otro camino. Por cierto, perdona mis modales. Me llamo Renata, ¿y tú?

No parece que te hayan lavado el cerebro... Bueno, creo que puedo confiar en ti. ―contestó, mirando de nuevo a la aprendiza de arriba a abajo―. ¡Me llamo Lilo!

Más tranquila y cercana, acompañó a Renata hasta la elección de caminos, y pese a que ella señaló en un principio el camino de la derecha, no se resistió en seguir con la aprendiza a la izquierda.

¿Qué es lo que recuerdas? Es decir, de antes del secuestro. ¿Qué estabas haciendo?

Pueeeees, ¡oh! ―Lilo dio un respingo, como si hubiera caído de repente en algo, y se pegó a toda prisa a Renata, tirando de su ropa con insistencia―. ¡Mi perro! ¡Esa ballena gigante que caminaba quería llevarse a mi perro! ¡Y entonces él cogió una motosierra! ¡Y había más marcianos. uno muy gordo y otro con un solo ojo! ¡Y, y, y, y, me la voy a cargar como no vuelva a casa para la cena!

Ahora que había pasado el peligro más inminente, el haber recordado puso muy nerviosa a la pequeña, que parecía al borde de las lágrimas. Renata tuvo que tranquilizarla antes de seguir andando, aunque no le costó mucho: a simple vista podía verse que Lilo era una niña muy despierta para su edad. En menos de un minuto, volvía a estar alegre y caminaba hacia adelante, muy cerca de Renata.

El camino de la izquierda las llevó por un largo pasillo que acabó en unas escaleras hacia arriba, luego otro tramo de pasillo a la derecha y más escaleras. Parecía un poco laberíntico, pero por suerte o desgracia no había otras opciones por las que avanzar: todas las puertas que se encontraban a los lado eran metálicas e, igual que la de la dársena, no podían abrirlas.
Mientras caminaban, Lilo fue contando alguna que otra cosa, como que le gustaba bailar "el hula" o que una tal "Mertle" nunca se creería lo que le estaba ocurriendo. También aprovechó para preguntarle a su nueva compi de dónde era o qué le gustaba. Por suerte, no llegó a insistir mucho como para ponerla en un aprieto.

Al fin, llegaron a una zona más abierta, aunque de pequeño tamaño: una sala redonda con una extraña y llamativa plataforma iluminada en el centro. Muy cerca de ella, había un panel de mandos que debía servir para controlarla, hiciera lo que hiciese.

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¡Mira, Renata, mira!

Lilo señaló, con una mezcla de descaro e inocencia, a una criatura que flotaba sobre la plataforma, y que en un principio les estaba dando la espalda. Sin duda, una vez echado un vistazo al lugar, ese ser era lo que más llamaba la atención: cuando se giró, descubrieron que se trataba de un pequeño humanoide verde, de un metro de altura más o menos, con partes de su cuerpo propias de un vegetal y unas preciosas alas a su espalda. A simple vista, parecía una especie de...

¡Es una hada del espacio!

Eso.

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¿Dónde está?

Los ojos del hada se clavaron en los de Renata al mismo tiempo que habló, produciendo un escalofrío en la muchacha. Incluso Lilo retrocedió un poco, ocultándose tras las piernas de la aprendiza.

¿Amigo, o enemigo? Quedaba a su juicio, pero si prefería salir de allí lo más rápido posible tenía dos salidas posibles de alli (aparte de por la que habían venido): una que llevaba hasta una gran puerta metálica y que daba directamente al exterior de la nave, al propio espacio; o la más apartada que conducía a un pasillo que tomaba una curva.

¿Hablar con el desconocido (o desconocida, pues su voz no sirvió para revelarlo) o marcharse?

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Opciones:
· Quedarse a hablar con el/la hada
· Salir al exterior de la nave, al espacio, equipándote con la armadura y el glider (!)
· Salir al pasillo
· ¿Volver por donde habéis venido?

(!) Recuerda que Lilo seguirá a Renata allá adonde elijas sin necesidad de pedírselo.


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Colibritany


El capitán Gantu no puso buena cara cuando se dio cuenta de que Colibritany iba a acompañarle, y le indicó de mala gana que esperase un momento mientras buscaba una cosa en su nave. Tardó bastante, dejando a la aprendiza fuera (no dejó que entrase) mientras todos los demás soldados y empleados de la nave acabaron dejando vacía la dársena ―pues, bajo las órdenes de Amelia, habían acudido a posiciones defensivas o a alertar de la entrada de los sincorazón―.

Finalmente, Gantu salió de su nave, sin llevar nada nuevo encima, pero...

¡Eh, qué es eso! ―gritó, señalando en una dirección.

Colibritany miró por puro acto reflejo, pero fue lo peor que pudo hacer, pues le dio la espalda al enorme capitán. La chica sintió un fuerte golpe en la cabeza, y todo se volvió negro mientras caía inconsciente en el suelo.

...


Despertó, quién sabe después de tanto tiempo, con un fuerte dolor de cabeza y un buen chichón en el cogote. Confusa y aturdida, a Coli le costó bastante recordar dónde estaba o qué había pasado. La buena noticia fue que al menos reconocía el sitio en el que se encontraba: la dársena de la nave. No se había movido, salvo que quien fuera que la dejara inconsciente la había apartado a un rincón de la estancia, oculta tras una caja para que nadie la viese a simple vista.

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Eso sí, la nave de Gantu había desaparecido, igual que él y que cualquier otra persona en la zona. Estaba sola... O tal vez no. Al poco de avanzar, se encontró casi de morros con un dúo de alienígenas que surgieron también desde detrás de una de las enormes cajas de la dársena. Ambos dieron un respingo al ver a la aprendiza, como si no esperasen encontrársela. De hecho, uno de ellos ―la más flacucha, casi un fideo con patas, y con un solo ojo en su redonda cabeza― casi se desmaya de no ser por su compañero ―gordo y de piel morada― que le sujetó. Aunque sin duda, lo que más llamaba la atención de ambos eran sus ropas.

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¡Oh, hola! —saludó el grande, empujando con brusquedad a su compañera para que se pusiera en pie por ella sola—. Qué bueno esss encontrrarr a alguien, ¿verrdad, querrida?

¡S-sí, claro, claro! —respondió ella, muy rápido y con claro nerviosismo—. V-verás, nosotros estamos, estamos...

¡Buscando a nuestrra masscota terrrícola!

¡Sí! ¡Eso! —corroboró ella, abriendo mucho el ojo y estirando su cuello a la vez que asentía—. Es una n-niña pequeña, terrícola, de pelo negro, con un vestido rojo...

¡Siemprrre sse noss escapa! Ess muy trrraviessa.

Ay, cari, eso es porque no la vigilas bien. —Le dirigió una mirada de pocos amigos a su "cari"—. Responde al nombre de Lilo, ¿la has visto?

Ambos esperaron su respuesta, aunque el nerviosismo seguía evidente en ellos. Y que la mujer llevaba una peluca, también, pero eso era otro tema. Colibritany podía ayudar a esta sospechosa pareja o indagar más en ellos, pues la descripción de su mascota acordaba bastante con alguien que ella había visto momentos antes.

Si por el contrario le corría más prisa irse de allí, podía darles la respuesta que quisiera y salir a toda velocidad hacia una de las dos únicas opciones posibles: o hacia el interior de la nave, donde habría ido Gantu; o por un pasillo que llevaba directamente hasta el hall principal de la nave, donde habrían ido Neru y Amelia. Ella decidía.

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Neru


Amelia no puso ningún pero a la petición de Neru, y ambos avanzaron a toda prisa por un pasillo que les llevó tras cinco minutos hasta el hall de la nave, el mismo lugar donde se separaron de las maestras. El lugar era un caos: multitud de alienígenas hacían cola en el mostrador de recepción, había discusiones por doquier, y muy pocos empleados de la Federación a la vista. Mal asunto.

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Hall de la nave
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La capitana indicó a Neru que esperase un momento allí mientras preguntaba por los nuevos códigos de seguridad. Mientras esperaba, al aprendiz no se le escapó por el rabillo del ojo una silueta que llamó sin duda su atención: Kuja. El villano se marchaba por una de las múltiples puertas del hall, caminando con total tranquilidad, pero antes de que Neru pudiera siquiera dar un paso para seguirle...

¡Muerte a la Federación!

Una llamara pasó rozando a Neru, quien se libró de acabar con medio cuerpo quemado de milagro. El origen del grito era un misterioso individuo, muy alto y envuelto en unos extravagantes ropajes, que se había subido a la mesa de la recepción y disparaba bolas de fuego a doquier. Pero sin duda lo más llamativo era que en su mano portaba algo que Neru reconocería de sobras: una llave espada. Una Cadena del Reino, para ser más precisos, aunque completamente negra.

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¡Morid, morid!

Si antes había caos instaurado en la zona, ahora directamente había pasado a ser puro pánico. Los alienígenas corrían en estampida, alejándose como bien podían del pirómano. Amelia y los pocos soldados presentes hacían lo que podían por ayudarles, pero la aparición de sincorazón Sombra en el hall solo empeoró la situación.

¿Qué podía hacer Neru? Si no se daba prisa, sería muy tarde como para tener la oportunidad de seguir a Kuja. Pero por otra parte, la situación en el hall era demasiado caótica y peligrosa como para marcharse y dejar a todos aquellos inocentes a su suerte. Por no mencionar que el culpable era nada más y nada menos que un portador de la llave espada...

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¡Siento mucho el retraso! He tenido una semana complicada, pero ya puedo recuperar el ritmo como antes, así que a por todas~.
He puesto imágenes a los lugares, por si se os ha pasado, incluyendo el hall de la nave. El único que quedaría sería una oficial para la central de energía, que será definitivamente esta:

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Fecha límite: jueves 18 de febrero.
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Medu » Jue Feb 18, 2016 9:08 pm

Pueeeees, ¡oh!

La pequeña Lilo dio un respingo, como si hubiera recordado al instante lo sucedido. Para mi sorpresa, se abalanzó sobre mí, tirando de mi ropa con ganas y relatándome una historia que no esperaba para nada.

¡Mi perro! ¡Esa ballena gigante que caminaba quería llevarse a mi perro! ¡Y entonces él cogió una motosierra! ¡Y había más marcianos, uno muy gordo y otro con un solo ojo! ¡Y, y, y, y, me la voy a cargar como no vuelva a casa para la cena!

¡Tranquila, tranquila! ―exclamé intentando combatir los tirones de Lilo―. Aún tenemos tiempo, seguro que encontramos alguna manera de volver antes de la cena, ya verás.

No estaba segura de que mi argumento fuese muy convincente, menos aun cuando la pequeña parecía estar al borde de las lágrimas. Por suerte, ya fuera por su inocencia o su actitud, no tardó mucho en calmarse y continuar caminando a mi lado.

Estaba claro que el punto de vista de una niña no concordaría del todo con la realidad, pero podía apostar un par de dedos de la mano a que esa “ballena gigante” era el capitán Gantu, el que había conocido en la dársena. Los otros marcianos podrían haber sido alienígenas bajo su mando, que habrían vuelto con otras naves y aterrizado en otros hangares.

Lo que más me extrañaba era el perro de la motosierra. Aunque si Lilo decía que el ballenato quería llevárselo… ¿Podría ser el experimento peligroso que querían capturar?

Desde luego, decir que aquella nave era enorme era quedarse corto. Andamos un buen trecho, subiendo escaleras y torciendo esquinas. Probé algunas puertas que encontraba por el camino, pero ninguna tenía la menor intención de abrirse. Por suerte, la caminata se había más amena con Lilo a mi lado.

Me iba contando algunas cosas de su tierra natal, sobre un extraño baile que le gustaba practicar y sobre lo que intuía que era una compañera suya. Obviamente, no pude librarme de sus preguntas. Quizás tuve suerte de que no indagó mucho, o quizás fue porque yo me fui mucho por las ramas.

Soy de Mont Saint-Michel, bastante lejos, si te lo preguntas. Un lugar muy pintoresco y agradable ―me rasqué la cabeza con una sonrisa, recordando mi hogar―. Oh, me gusta bastante correr y saltar, me ayuda a sentirme libre.

Quizás habría sido mejor contarle sobre mi hobby cocinando bollería, aunque Lilo no parecía de las que opinaban que correr y saltar por ahí era cosa de locas. Menos mal que no especifiqué que lo hacía por los tejados de mi tierra natal. ¿Habría algún otro mundo por ahí en el que podría hacer lo mismo? Desde luego Bastión Hueco estaba descartado, si no quería acabar ensartada por la extravagante arquitectura.

¡Mira, Renata, mira!

Lilo llamó mi atención cuando entramos en una sala circular algo más abierta. Lo destacable era una extraña y brillante plataforma que se hallaba en el centro y que la pequeña estaba señalando. Me acerqué con curiosidad para ver qué alarmaba tanto a Lilo, y desde luego, yo también me llevé una sorpresa. Había algo o alguien.

Un pequeño ser de color verde, parecido a una planta.

¡Es una hada del espacio!

¿Hada del espacio? Desde luego no era algo que hubiese visto antes, así que mi mente optó por clasificarlo como alienígena. Al fin y al cabo, la nave estaba llena de todo tipo de marcianos pintorescos.

¿Dónde está?

Di un respingo por puro instinto. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando el hada del espacio posó sus ojos sobre los míos y habló. Lilo también debió asustarse, ya que se escondió detrás de mí. Aun siendo un alienígena de la nave, quedaba una duda. ¿Habitante o prisionero?

Dónde está…¿Quién?

Esperaba no haberme metido en lío aún mayor.

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Renata se queda a hablar con el/la hada.
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Mentos » Sab Feb 20, 2016 12:56 am

Gantu indicó a la siempre bella Colibritany que esperase mientras él iba a buscar algo a la nave. Aunque tenía prisa, no le quedaba más remedio que esperar.

¡Eh, qué es eso!

Pasado un rato, el capitán salió de la nave y gritó intensamente mientras señalaba una dirección. Coli, por acto reflejo, miró hacia allí y...

Un fuerte golpe en seco la dejó inconsciente.

...


Cuando por fin despertó, todo a su alrededor daba vueltas y en su cabeza había aparecido un chichón. Pero el dolor físico que sentía no era nada comparado con haberse dejado engañar por una táctica tan típica. ¿En qué estaba pensando...?

Una vez se reincorporó, se dio cuenta de que estaba en el mismo sitio que antes. Obviamente, no había rastro ni de Gantu ni de su nave por lo que no podía vengarse aunque quisiera.

<<Maldito... ya me las pagarás>>.

Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que cerca suya había un par de... alienígenas. Ella se sorprendió al verlos y viceversa. La chica de apariencia delgada hasta estuvo apunto de desvanecerse pero el otro tipo la sujetó a tiempo.

¡Oh, hola! Qué bueno esss encontrrarr a alguien, ¿verrdad, querrida?

¡S-sí, claro, claro!V-verás, nosotros estamos, estamos...

El comportamiento de ambos resultaba bastante sospechoso para Colibritany. Era cómo si estuvieran ocultando la verdad... pero tampoco es que fuera una experta en comportamiento alienígena.

¡Buscando a nuestrra masscota terrrícola!

¿Eh?

En cuanto dijeron su objetivo, supo perfectamente de quién estaban hablando. Seguro que se trataba de la niña que Renata decidió seguir.

¡Sí! ¡Eso!Es una n-niña pequeña, terrícola, de pelo negro, con un vestido rojo...

¡Siemprrre sse noss escapa! Ess muy trrraviessa.

Ay, cari, eso es porque no la vigilas bien. Responde al nombre de Lilo, ¿la has visto?

Pues...

No inspiraban mucha confianza la verdad pero... justo por eso no podía ignorarlos. Debía saber por qué buscaban a esa niña y qué tenía de especial. No podía ser una simple mascota, sonaba ridículo.

Lo cierto es que sí creo cuál es su paradero —confesó—. Si queréis os acompaño y tal vez quizás podamos encontrarla juntos. La verdad, estoy preocupada por ella... no es bueno dejar a los niños solos. Aunque... ¿para vosotros es una mascota?

La muchacha esperaba que la extravagante pareja confiara en ella y así poder saber más sobre ellos, aunque no parecía que fuesen a ser muy sinceros con esas pintas...
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Re: Ronda #6 - Ohana

Notapor Darkness Seeker » Lun Feb 22, 2016 1:38 am

Acompañando a la Capitana Amelia, sólo dos cosas me pasaban por la cabeza: Había que volver cuánto antes con las Maestras, en especial con Iwashi, y avisarlas sobre el peligro que corría la nave por la presencia de Kuja. La otra, era el extraño e inmediato ataque de los sincorazón tras haber tratado de desenmascarar al villano.

Por mucho que lo negara Amelia estaba claro, ambas cosas estaban relacionadas de una forma u otra.

Tras atravesar una serie de pasillos, llegamos a una sala llena de alienígenas, yendo cada uno a lo suyo. Las colas en dicha sala eran monumentales, puesto que parecía algún tipo de zona de control o zona de información. La animal antropomórfica me indicó que me quedara esperándola allí, en lo que iba a buscar más información. Buscando un sitio donde sentarme, pude ver como una figura familiar abandonaba la sala. Intrigado, me giré para verle mejor y me quedé petrificado.

Kuja.

¡Muerte a la Federación!

Antes de que pudiera siquiera asegurarme de que era él, una extraña criatura se subió a una de las mesas y comenzó a gritar a los cuatro vientos, para justo después comenzar a lanzar ataques ígneos de forma aleatoria por toda la sala. De inmediato me moví y me puse a cubierto, intentando ver la identidad del ser: Era una criatura alta, con ropajes de tela y decorados y símbolos que no era capaz de recordar. Sin embargo, lo que llamó mi atención fue el arma que portaba: Una Llave Espada Negra. Aquella criatura... ¡¿Era un Portador?!

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¡Morid, morid!

Pronto, para terminar de armonizar un perfecto caos en la sala, varios sincorazón Sombra comenzaron a emerger del suelo. Había que actuar pronto. Con un vistazo rápido, vi como Amelia y varios guardias hacían lo posible por evacuar la zona, por lo que seguramente estaría "sólo" frente al extraño Portador.

Sin pensarlo mucho, desenvolví mi Látigo de Cadenas y canalicé una Cadena de Agarre sobre el misterioso hombre, haciendo lo posible para jalar de él, desequilibrarlo y así tirarlo al suelo o incluso si tenía suerte contra una pared o algún mueble.

¿Quién eres tú? ¿Y cómo es que puedes utilizar la Llave Espada?

Una vez cayera o consiguiera incluso herirle al propulsarlo contra alguna pared o algo, me acercaría a él corriendo de inmediato con la intención de inmovilizarlo, ya fuera con mis cadenas normales o a base de alejar su arma de una patada o algo y abalanzarme encima suya. En caso de que las Sombras se interpusieron en mi camino o trataran de repelerme, las echaría a base de latigazos e incluso hechizos Piro si fuera necesario.

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1º Neru utiliza Cadena de Agarre para atraer al Portador y así tirarlo de la mesa. En caso de que pudiera incluso trataría de "lanzarlo" contra una pared o alguna mesa aprovechando la energía de la atracción.

2º En cuanto tire al Portador, Neru correrá a él con cuidado de los sincorazón Sombra, con la intención de desarmarlo. Para defenderse en la "carrera", Neru usaría su Látigo y hechizos Piro si éstos fueran necesarios.

▪ Cadena de Agarre (HC) [Nivel 5] [Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 5] Usando una cadena materializada de Oscuridad, el usuario alcanza a un objetivo a distancia máxima de 5 metros y aprovechando su control sobre ella se impulsa a través de ella o incluso impulsa el objetivo hacía sí mismo.

▪ Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Proyectil de fuego lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras.

Siento el retraso, entre los estudios, los proyectos y que he estado malo todo este tiempo no he podido ponerme antes.
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Ronda #7 - Ohana

Notapor Astro » Dom Feb 28, 2016 9:04 pm

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Renata

Dónde está…¿Quién?

¡Nuestro señor! ¡Esta sylph vino a la nave gigante del espacio en su busca con su hermano sylph, pero me separé de él por error! ¡No sé dónde estoy!

Rompió a llorar con fuerza, tapándose los ojos con los brazos y gritando mucho. Lilo, sin pensárselo dos veces, acudió en seguida a consolarla.

Oh, no te preocupes, hadita. Yo también me he perdido. ―Le dio unas palmaditas en el hombro, que sirvieron para que la criatura dejara de llorar poco a poco―. ¡Pero Renata conoce este lugar y puede ayudarte, como está haciendo conmigo! ¿Verdad?

La pequeña miró a la aprendiza con unos ojitos de pena que le resultaría difícil decir que no, sobre todo porque la sylph (debía de ser el nombre de su raza, tal vez) también lo hacía.

¿D-de verdad ayudaréis a esta sylph? ¡Gracias, muchas gracias! ―Dio unos saltitos de alegría en el sitio, aunque en el último no llegó a tocar el suelo, sino que se quedó flotando en el aire como si nada―. Lilxia ser el nombre de esta sylph. ¿Cómo os llamáis, habitantes del intersticio?

Lilo puso cara rara con la última palabra, claramente no la entendió, pero no pareció darle más importante y se presentó al instante:

¡Yo soy Lilo!

Es un placer ―dijo Lilxa, una vez Renata también se hubo (o no) presentado―. Esta sylph os está muy agradecida, de verdad.

No te preocupes, encontraremos a tu hermano. ¡En marcha! ―gritó, mirando directamente a Renata después.

La sylph también lo hizo, y quedaba claro el por qué: ella lideraba la marcha, ya que en teoría conocía la nave. Las opciones volvían a ser las mismas: salir al pasillo circular (en el que tendrían que elegir si ir por la derecha o por la izquierda), o volver por el camino por el que ya habían venido. Estaba también la puerta que daba directamente al exterior de la nave, pero salvo la aprendiza misma, las otras dos no tenían forma de sobrevivir ahí fuera. Aunque ese aparato que había en el centro de la sala, el que Lilxia estaba curioseando cuando Renata y Lilo llegaron, podría ser interesante...

¿Qué haría Renata?

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Opciones:
· A la derecha en el pasillo circular
· A la izquierda en el pasillo circular
· Volver por el camino de antes

También puedes curiosear el aparato del centro de la sala antes de marcharos por el camino elegido. Es muy aconsejable que aproveches la ronda para hacerle preguntas a Lilxia.


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Colibritany


Ambos alienígenas soltaron un suspiro cuando Coli accedió a ayudarles sin hacer más preguntas que una sola:

Aunque... ¿para vosotros es una mascota?

No, bueno, esto... Es nuestra...

¡Sobrrrina! —interrumpió su marido, con claros signos de estar improvisando. Eran malos actores—. Mi, essto, esspossa, no entenderr bien algunass palabrras.

La mujer asintió repetidas veces, aunque mirando de reojo a su compañero. Con la situación aclarada (más o menos), el grupo avanzó por unas escaleras para ascender al a parte superior de la dársena y salir por la única puerta que permanecía abierta y que no requería ningún código para avanzar. Allí se encontraron una inmensa sala circular que se alargaba hacia arriba varios pisos, llena de cajas y aparatos conectados a las paredes.

Esstamos en ssala de conexión —comentó el cuatro ojos.

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Nota: estáis en la parte más abajo del todo

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¡AH! ¡Jumba, mira allí —gritó el otro, abriendo mucho su ojo y señalando hacia arriba.

Cuando Colibritany mirase, reconocería de inmediato la figura del capitán Gantu. El enorme extraterrestre tenía su pistola en la mano y disparaba repetidas veces a algo azul y pequeño que no paraba de saltar a su alrededor, pero que desde esa distancia era difícil de reconocer. En el último disparo, acertó, y un chillido de dolor resonó por toda la sala.

¡Já, te pillé, abominación! —se le escuchó decir desde arriba.

¡¡Es Stitch, tenemos que ayudarle!! —Se volvió hacia Jumba, nerviosa perdida—. ¡¡Haz algo!!

Yo podrría regularr la grravedad de sala, pero ninguno de nosotross poderr enfrrentarsse a Gantu...

Ambos miraron a Coli, esperando que ella dijera algo. ¿Ayudar a unos desconocidos para rescatar a alguien (o algo) que ni siquiera había visto...? A Gantu le conocía, pero todavía estaba la duda de si había sido él quien la dejó inconsciente antes. ¿Qué hacer, qué hacer?

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· Puedes pedirle a Jumba que controle la gravedad para poder alcanzar a Gantu con facilidad
· Si gritas, Gantu te oirá, así que puedes probar a hablar con él o para que pare o para distraerle. O lo que se te ocurra.
· Ten en cuenta que cuando la gravedad se reduzca podrás saltar más, pero será difícil maniobrar en el aire. También puedes ascender sin tocar la gravedad, pero tendrás que ir piso a piso y tardarás más.


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Neru


En un principio, la estrategia de Neru funcionó a las mil maravillas. Su Cadena de Agarre derribó al enemigo al suelo, haciéndole chocar del tirón con una pared, e inmovilizarlo acto seguido no fue muy difícil porque el aprendiz poseía mucha más fuerza que su oponente. Desarmarlo también fue pan comido, pero algo extraño ocurrió cuando pateó la Cadena del Reino negra: se partió por la mitad. Las Llave Espadas no se rompían así como así, desde luego. ¿Acaso era falsa?

¡Soy un Portador de la Llave Espada! ¡Morid, morid!

El contacto con él también era raro. No parecía ser sólido del todo, como si la ropa casi flotase en el aire y en su interior estuviera hueco. Pero antes de que pudiera indagar más, un hechizo Electro surgió de las manos del misterioso ser: electrocutó a ambos, pero al menos sirvió para que Neru se viese obligado a aflojar el agarre de sus cadenas y que pudiera liberarse.

¡La Federación ha llegado demasiado lejos, los Portadores reclamaremos lo que es nuestro! ¡Muerte a la Consejera! —gritó una vez más, al volver a ponerse en pie.

La Llave Espada rota desapareció en volutas de humo, y una nueva Cadena del Reino negra surgió en las manos del encapuchado. Neru, por su parte, ya se habría recuperado del calambrazo y podría reincorporarse a la pelea (tras apartar a un par de Sombras que se acercaron demasiado), pero...

¡Alto! ¡Manos arriba!

Un grupo de cinco soldados de la Federación, de algún escuadrón especial por los ropajes que llevaban, se colocaron en el centro del hall, apuntando con unos rifles muy modernos tanto al atacante del sombrero... como a Neru.

¡Portadores de la Llave Espada, quedáis arrestados! ¡Soltad las armas y levantad los brazos donde podamos verlos!

Jijiji.

Para gran sorpresa, el pirómano lo hizo. Dejó caer su Cadena del Reino al suelo y levantó los brazos, soltando unas risitas desagradables de vez en cuando. Los soldados centraron su atención entonces en Neru, esperando que obedeciese las órdenes. ¿Lo haría? Si buscaba con la mirada, no encontraría a Amelia por ningún lado a simple vista: no contaba con nadie que le respaldase.

Pssst. Aprendiz, por aquí, rápido.

Una voz, casi un susurro, llegó a Neru desde detrás de la mesa de recepción. No podía ver quién le hablaba, pues debía de esconderse debajo, pero el mensaje estaba claro: si no quería arriesgarse a que le disparasen o le arrestasen, debía ir por allí. ¿Pero confiar en una voz sin saber siquiera quién le hablaba? Difícil elegir.

Siempre le quedaba cumplir con las órdenes y esperar que le soltasen en poco, ya que al fin y al cabo, él no había hecho nada, ¿no...?

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Opciones:

· Puedes intentar convencer a los soldados de que no has hecho nada, pero en este momento están muy agresivos. También puedes intentar convencerlos mientras dejas que te arresten.
· Saltar debajo de la mesa de la recepción, confiando en la voz.
· Salir corriendo.
· Liarte a hostias con el encapuchado.


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Fecha límite: viernes 4 de marzo.
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Medu » Sab Mar 05, 2016 12:12 am

¡Nuestro señor! ¡Esta sylph vino a la nave gigante del espacio en su busca con su hermano sylph, pero me separé de él por error! ¡No sé dónde estoy!

Genial, ya éramos un grupo de tres perdidas. Antes siquiera de poder responderle, la pequeña sylph echó a llorar acompañando sus lágrimas con fuertes gritos. Lilo se me adelantó y se acercó a la criatura sin pensarlo, intentando consolarla.

Oh, no te preocupes, hadita. Yo también me he perdido. ―Con unas palmaditas, la hada del espacio empezó a calmarse―. ¡Pero Renata conoce este lugar y puede ayudarte, como está haciendo conmigo! ¿Verdad?

Juraría que se me tensaron un par de músculos. Creía haberle dicho a Lilo que no tenía mucha idea de dónde estaba pero… Niños.

Y-yo no dije que conocie…

Mi mirada se cruzó con la de Lilo. La pequeña me estaba poniendo unos ojitos de cachorrito irresistibles, como quien pide a su madre quedarse con una mascota que ha encontrado en la calle. Lo peor es que la “mascota” estaba haciendo lo mismo. La autonombrada sylph imitaba casi a la perfección a Lilo.

Está bien, está bien ―suspiré cediendo a su presión. Tampoco es que tuviese intenciones de negarme en primer lugar―. Buscaremos a tu hermano, ¿de acuerdo?

¿D-de verdad ayudaréis a esta sylph? ¡Gracias, muchas gracias! ―exclamó emocionada―. Lilxia ser el nombre de esta sylph. ¿Cómo os llamáis, habitantes del intersticio?

¡Yo soy Lilo! ―respondió al instante.

Mi nombre es Renata. ―me presenté dedicándole una amplia sonrisa.

Es un placer. Esta sylph os está muy agradecida, de verdad.

No te preocupes, encontraremos a tu hermano. ¡En marcha!

Tanto Lilo como Lilxia no tardaron tornar su mirada hacia mí, obviamente esperando que liderara la marcha. Intenté ofrecerles mi mejor sonrisa de seguridad antes de contestarles.

Calma, calma. Aunque conozca más o menos el lugar, no puedo saber mágicamente la ubicación de su hermano ―me crucé de brazos, una vez más concluyendo en cuál era mi mejor opción―. Si encuentro a la Capitana Amelia, seguro que puedo preguntarle. Ella quizás tiene alguna pista.

Esperaba que tanto Lilo como la sylph entendieran esa lógica. Aun así, intenté hacer memoria de todos los alienígenas con los que me había cruzado por la ruta turística en la nave. Desde luego ninguno parecía precisamente perdido, y tampoco recordaba encontrarme con alguien similar a Lilxia.

Una pregunta ―dije mientras me ponía en cuquillas frente a la sylph―. Tu hermano es como tú, ¿verdad? Es decir, tiene un aspecto similar, ¿no?

Quizás no me sonaba haber encontrado otro sylph por ahí, pero por alguna extraña razón tenía una sensación familiar cuando escuchaba a Lilxia hablar. Esperé a su respuesta y me incorporé. Antes de irme, tenía otra pregunta para la pequeña hada del espacio. Me acerqué con cautela al aparato que se encontraba en el centro de la sala, examinándolo.

¿Sabes… qué es esto exactamente?

Mi curiosidad satisfecha o no, no podía hacer mucho más tras escuchar a Lilxia y trastear con el dispositivo, así que retomé el plan principal. Vagar por la nave con mi guardería andante a la espera de encontrar algún miembro de la Federación que pudiera sacarme del aprieto. Salimos al pasillo circular, torciendo poco después hacia la izquierda y siguiendo el camino.

Una última cosa… ―no era mi intención atosigar a la sylph con preguntas, pero mi curiosidad me podía―. ¿Cómo te separaste de tu hermano?

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Renata se dirige a la izquierda en el pasillo circular.
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Re: Ronda #7 - Ohana

Notapor Darkness Seeker » Sab Mar 05, 2016 1:47 am

Con todo el Caos que se había originado a mi alrededor, era importante acabar con toda aquella locura de una vez. Sin más tiempo para actuar, logré tirar al misterioso ser al suelo, en lo que me acercaba a toda velocidad esquivando a las Sombras para lograr desarmarlo a toda rapidez.

¿Quién eres tú? ¿Y cómo es que puedes utilizar la Llave Espada?[/color]

—[color=#536878]¡Soy un Portador de la Llave Espada! ¡Morid, morid!


Inmediatamente me lancé encima, lanzando lo más lejos posible la extraña Llave Espada oscura, la cuál se partió a poco de que entrara en contacto con el suelo. ¿Desde cuándo eran las Llaves Espada rompibles? Estas armas estaban afianzadas y enlazadas al corazón de sus usuarios, por ello pueden aparecer y desaparecer a su voluntad pero... ¿Romperse? Nunca había visto algo así.

¡La Federación ha llegado demasiado lejos, los Portadores reclamaremos lo que es nuestro! ¡Muerte a la Consejera!

¡Cállate!

Un ataque eléctrico me recorrió de arriba y abajo, pero no lo suficiente para provocarme algún tipo de daño serio. La extraña entidad se levantó listo para seguir luchando, y yo hice lo propio.

¡Alto! ¡Manos arriba!

Un montón de alienigenas entraron de pronto en la sala, con una serie de trajes realmente llamativos, pero no mucho más que las armas que portaban, que apuntaban directamente al encapuchado. Menos mal que habían llegado pronto.

¡Portadores de la Llave Espada, quedáis arrestados! ¡Soltad las armas y levantad los brazos donde podamos verlos!

Jijiji.

El hueco ser se adelantó riendo, dejando que le apresaran... Mientras varios guardias comenzaban a apuntarme a mí: Debían de creer que estaba con el terrorista. Miré a los lados en busca de Amelia, pero no había nadie allí.

Pssst. Aprendiz, por aquí, rápido.

Una voz desconocida me llegó por la espalda. Alguien estaba debajo de la mesa. Y pretendía que fuera con él... o ella... o lo que fuera. Sin embargo, ya estaba en demasiados problemas como para ganarme más. Además, en cuánto la Consejera o Amelia vieran la situación me sacarían de inmediato. De un modo u otro, más me valía colaborar: Levantando las manos y haciendo desaparecer la Llave Espada, me acerqué a los guardias de forma pacífica, mientras trataba de explicar la situación.

Soy inocente de lo que quiera que haya ocurrido esta vez — narré en lo que me acercaba a los guardias, y una vez comenzaran a darme indicaciones de por dónde ir o qué camino escoger les seguí contando — Me encontraba peleando contra el terrorista para cuando ustedes llegaron, cualquier testigo que estuviera presente antes de la evacuación debería de poder corroborarlo, e incluso las cámaras de seguridad. De hecho, hace un tiempo ya estuve aquí y ayudé en lo posible durante el accidente de la caída de energía de la prisión y la huida del "Experimento 626". Estoy seguro de que aún podrán ver los registros a mi nombre si buscan en su Base de Datos. De cualquier manera, antes de ese ataque me acompañaba la Capitana Amelia y nos dirigíamos al Centro de Control para reunirnos con la Consejera debido a la aparición de los sincorazón...

En caso de que siguieran reticentes a liberarme o incluso pretendieran ponerme en algún tipo de celda preventiva, les pediría lo siguiente:

¿Podría solicitar al menos que la Gran Consejera o la Capitana Amelia fueran informadas de que estoy aquí, o incluso pedir que la Capitana venga en persona?
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Mentos » Dom Mar 06, 2016 1:32 am

No, bueno, esto... Es nuestra...

¡Sobrrrina! —contestó rápidamente—. Mi, essto, esspossa, no entenderr bien algunass palabrras.

Colibritany intentó fingir que no se daba cuenta del tono tembloroso en su voz pero no resultó ser tarea fácil. Sin embargo, tenía que hacerlo si quería descubrir las verdaderas intenciones del dúo. Así que los tres decidieron subir por las escaleras y empezar su búsqueda. La mayoría de las puertas se encontraban cerradas por mecanismos electrónicos pero por suerte una no contaba con ese tipo de protección.

***


Esstamos en ssala de conexión.

Tras cruzarla, llegaron aparentemente al lugar que había mencionado aquel alienígena. No parecía haber nada interesante a primera vista hasta que...

¡AH! ¡Jumba, mira allí!

Arriba, en la distancia, se encontraba Gantu disparando contra un objetivo veloz y azul. Lograba esquivar todos sus disparos hasta que el eco de un gemido sonó por toda la sala, dejando claro que uno le había alcanzado.

¡Já, te pillé, abominación!

¡¡Es Stitch, tenemos que ayudarle!! —gritó a su amigo—. ¡¡Haz algo!!

Yo podrría regularr la grravedad de sala, pero ninguno de nosotross poderr enfrrentarsse a Gantu...

Las miradas de ambos se centraron fijamente en Coli, que tuvo que tomar una difícil decisión... patear el trasero a Gantu.

Será más rápido si controlas la gravedad y asciendo. Luego me encargaré de ese tipo personalmente.

Ese era básicamente su plan: utilizar la gravedad para llegar hacia Gantu y luego lanzar un Piro a sus espaldas para que no hiciera más daño al pequeño ser.
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".

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Ronda #8 - Ohana

Notapor Astro » Mié Mar 16, 2016 10:04 pm

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Renata


Una pregunta. Tu hermano es como tú, ¿verdad? Es decir, tiene un aspecto similar, ¿no?

¡Oh, para nada! El hermano de esta sylph ser más alto, y tener las hojas de la cabeza más onduladas. Para nada somos iguales ―explicó Lilxia.

Como Renata ya sospechaba, por mucho que tuviera una descripción y hubiera visto muchos alienígenas peculiares durante su viaje por la nave, ninguno coincidía.

¿Sabes… qué es esto exactamente?

La sylph negó con la cabeza, comentando que había intentado activarlo antes de que ellas llegaran pero sin éxito. Como la aprendiza sólo lo examinó por encima, no llegó a activarlo, así que el trío de chicas se dirigió por el pasillo y tomó el camino de la izquierda.

Una última cosa… ¿Cómo te separaste de tu hermano?

¡Monstruos negros! ¡Monstruos negros de ojos amarillos nos atacaron! ¡El hermano de esta sylph les hizo frente, pero esta sylph se asustó! ―narró, echándose a temblar al recordarlo. Por suerte, Lilo la calmó rápido con unas palmaditas.

Tras una larga caminata por un aburrido e ―inusualmente― tranquilo pasillo, durante el cual Lilxio y Lilo hicieron migas hablando de cosas como lo rico que estaba el licor de raíces (por parte de la sylph) o de lo travieso que era el perro azul de la niña, llegaron a una puerta metálica que pudieron abrir apretando un botón cercano.

Lo que se encontraron...

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Colibritany & Renata


Jumba obedeció a la petición de la aprendiza, acercándose corriendo hasta la máquina más cercana y empezando a presionar botones. En pocos segundos, una luz roja parpadeó por toda la sala, y los efectos de la gravedad reduciéndose no tardaron en llegar: el cuerpo de Colibritany empezó a flotar, y de un solo salto salió impulsada hacia arriba a toda velocidad. El matrimonio de alienígenas, por su parte, procuraron agarrarse a algo para no verse llevados como ella.

Coli pronto llegó hasta Gantu, que intentaba resistir los efectos de la inesperada regulación de la gravedad, pero para desgracia de la aprendiza un solo Piro no sirvió ni de lejos para parar al enorme capitán. El balleno gruñó al recibir el conjuro, y se giró con cara de pocos amigos para afrontar a su agresora.

¡¡Tú!! ―rugió, enfadado―. ¡¿Por qué siempre os entrometéis?!

Cogió una caja que flotaba cerca de él, y se la arrojó con fuerza a la aprendiza, que no tuvo oportunidad de esquivarla y se vio golpeada y arrastrada hacia detrás. Fue a chocar contra una puerta cerrada, pero en ese momento justo se abrió... y apareció Renata. Coli chocó contra Renata con violencia, acabando con las dos en el suelo y un buen chichón cada una.

Tras la confusión inicial, y después de que las dos chicas se levantaran, Lilo se adelantó para mirar lo que ocurría en aquella gigantesca sala alargada. Sus ojos se abrieron como platos al ver a alguien en particular.

¡Stitch!

Se refería a aquella criatura azul, una especie de extraño animal de largas orejas y grandes ojos negros, que peleaba con fiereza con el capitán Gantu lanzándole cajas flotantes y gritando en un idioma desconocido (aunque podía deducirse que eran insultos). Sin embargo, se le notaba cansado, y tenía algún que otro golpe visible por el cuerpo.

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¡Es mi perro! ¡Stitch! ―gritó Lilo, angustiada, acercándose a Renata a toda prisa y tirándole de la ropa para llamar su atención―. ¡Tienes que ayudarle, por favor! ¡Esa ballena grande y fea quiere hacerle daño! ¡Es quien me secuestró!

Volvió a utilizar sus ojitos de pena, suplicando con la mirada tanto a Renata como a Colibritany. ¿Qué podían hacer? Ambas aprendizas se habían reunido, y tal vez lo más sensato fuera marcharse de allí y buscar a Amelia y a los otros aprendices. ¿Pero podían ignorar las súplicas de Lilo? Además, el Capitán Gantu estaba allí, y Coli ya había dejado claro que no le caía demasiado bien.

Si decidían luchar, la gravedad reducida de la sala de conexión sería un factor a tener en cuenta. Podía serles de gran utilidad... O ser fatal para ellas.

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Neru


Neru, que no tenía nada que temer porque él no había hecho nada malo, no se resistió a que le apresaran mientras intentaba explicarse. El guarda, con forma de lagarto enfundado en un uniforme de soldado, le puso unas esposas en las manos de forma muy tosca, haciéndole daño, y sin prestarle mucha atención a las palabras del aprendiz.

Por su parte, los demás guardas apresaron también al enmascarado, que seguía riéndose cual maníaco.

Cuando el grupo empezó a moverse, Neru preguntó para asegurarse:

¿Podría solicitar al menos que la Gran Consejera o la Capitana Amelia fueran informadas de que estoy aquí, o incluso pedir que la Capitana venga en persona?

¡Silencio!

Pum. El soldado golpeó con la culata de su arma la nuca del aprendiz. A partir de ahí, todo se volvió negro para él...

* * *


Despierta... Guerrero de la Luz...


Neru flotaba en mitad del espacio, del intersticio entre los mundos, flotando en total calma y tranquilidad. A su alrededor, no había nada: ni monstruos, ni mundos, nada. En cierta forma, resultaba relajante.

...a oscuridad.... Debes liberarme...


Aquella voz llegaba con dificultad al chico, como si se escuchase desde la lejanía y no terminase de sonar bien. ¿Se oían interferencias, tal vez?

...sylph...


El violento sonido de un rayo hizo despertar a Neru, devolviéndole a la realidad. Se encontraba dentro de una pequeña habitación blanca, metálica y con detalles tecnológicos avanzados (lo que le indicaba que seguía dentro de la nave). Conservaba todas sus pertenencias, e incluso le habían quitado las esposas, algo era algo. Eso sí, le dolía de mala manera la cabeza por el golpe.

Pero no estaba solo. En una esquina, observándole en silencio, se encontraba una criatura vegetal verde, pequeña, de un metro de altura aproximadamente, y con unas alas en la espalda que le servían para permanecer flotando en el aire. Sus grandes y profundos ojos negros se clavaron en los de Neru, pero sin llegar a decir nada todavía. De momento, conservaba las distancias.

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Aparte de su compañero de habitación, no había literalmente nada que le indicara dónde estaba o qué era ese lugar. No había ventanas, ni decoración alguna, y la puerta no parecía poder abrirse desde dentro... Aunque tal vez un toque de la Llave Espada pudiera solucionarlo. Por intentarlo no pasaba nada. ¿Y qué haría con la extraña criatura verde?

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Siento muuucho la tardanza, me surgieron varios trabajos a traición que desbarataron por completo mis horarios, lo siento mucho, de veras. En teoría ya puedo recuperar el ritmo, y procuraré que así sea.

Fecha límite: lunes 21 de marzo.
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Medu » Mar Mar 22, 2016 9:02 am

¡Monstruos negros! ¡Monstruos negros de ojos amarillos nos atacaron! ¡El hermano de esta sylph les hizo frente, pero esta sylph se asustó! ―Lilxia tembló al recordar a las oscuras criaturas que identifiqué al instante. Lilo la apoyó con unas palmaditas. Entendía el miedo que podían llegar a inculcar los Sincorazón.

Decidí no atosigar más a la pequeña sylph con preguntas y continué en silencio por el pasillo, dejando que ella y Lilo se distrajeran un poco con sus pintorescos relatos. Por lo menos las chicas tenían algo de distracción y me daban algo de espacio para pensar en qué hacer. Avanzar a ciegas por una enorme nave penitenciaria acabaría siendo peligroso.

Tras una larga caminata llegamos a otra puerta metálica, similar a la que se había cerrado tras de mí en la dársena. No tenía muchas esperanzas, pero ojeé los extremos del portón para intentar localizar el panel de control. Extendí el brazo para indicar a Lilo y a Lilxia que mantuvieran distancias y presioné el botón. Para mi sorpresa, el armatoste metálico empezó a moverse e inconscientemente generó una pequeña sonrisa en mi rostro.

Sonrisa que en el mismo instante, fue arrebatada. Lo que parecía ser el cuerpo de una persona chocó bruscamente contra mí en cuanto me asomé a la puerta, lanzándome con fuerza hacia atrás y causándome un fuerte dolor. Tardé un momento en levantar la vista desde el suelo y reconocer el cuerpo.

¿Co…Coli? ―pregunté con un tono de voz que parecía una mezcla entre quejido y alivio.

Recuperándome del golpe y la sorpresa, me incorporé para echarle una mano a mi dolorida compañera. No parecía que nos hubiéramos roto nada, pero no íbamos a librarnos de un chichón o dos.

¡Stitch!

Durante la conmoción de aquella brusca entrada, Lilo se había acercado a la puerta abierta y había ojeado la sala interior. Acercándome rápidamente a la pequeña, asomé la cabeza para contemplar una peculiar pelea. El Capitán Gantu levitaba por la habitación, luchando contra una especie de animal azul que no paraba de balbucear mientras lanzaba cajas al pobre ballenato.

¡Es mi perro! ¡Stitch! ―me explicó Lilo, mientras volvía a tirar de mi ropa para que le prestara atención―. ¡Tienes que ayudarle, por favor! ¡Esa ballena grande y fea quiere hacerle daño! ¡Es quien me secuestró!

Desde luego ya no quedaba duda. Lo que la pequeña humana había bautizado como “Stitch el perro azul” debía ser el objetivo del Capitán Gantu, el experimento peligroso que le habían ordenado capturar. Lo cual me dejaba en un peliagudo dilema, y los ojitos de Lilo no ayudaban para nada a tomar una decisión. Miré de reojo a Colibritany, que también estaba siendo víctima del ataque de Lilo, intentando que me echara un cable.

¿No estaremos yendo en contra de la Federación, no? ―mi rostro se tornó en una sonrisa incómoda.

Suspiré. En el fondo solo estaba intentado buscar una excusa. Una razón que me ayudase a alejar el pensamiento de mi cabeza de que un simple malentendido podría situarnos como enemigas de la Federación. Quizás era demasiado blanda cuando se trataba de niños.

Está bien Lilo, escucha ―me arrodillé y agarré los hombros de la pequeña, para asegurarme que me escuchaba con claridad―. Intentaré convencer al capitán, pero no puedo hacer esto sola. Necesito que calmes a tu… perro. Hazle ver que estás aquí y que se tranquilice un poco. No creo que cara-ballena nos dé el visto bueno si le seguimos tirando cajas.

Tomé aliento y me incorporé, avanzado con paso firme hacia la puerta abierta.

Coli, si el capitán no entra en razón intenta cubrirme. Quizás es demasiado fuerte pero…. ¡EH!

No pude evitar soltar un grito de sorpresa en cuanto me colé en la habitación. Mis pies se desprendieron del suelo y antes de que me diera cuenta, estaba levitando a un par de metros de altura. Al principio pensé que el capitán estaba volando por alguna clase de magia o hechizo, pero parecía que la sala entera tenía la gravedad reducida.

Tardé algunos segundos en acostumbrarme, pero en cuanto pude “nadé” para acercarme al Capitán Gantu, invocando la Llave Espada para que pudiera reconocerme con mayor facilidad.

¡Capitán! ¡Capitán, pare! ―exclamé intentado llamar su atención―. ¡No haga daño al experimento, creo que podemos calmarlo!

O por lo menos, eso era lo que esperaba. Verdaderamente deseaba que Lilo pudiera tranquilizar a su perro o que el capitán atendiera a razones, pero debía estar preparada por si el plan se iba al garete.

Si Gantu decidía atacarme, me vería obligada a bloquear sus ataques físicos con la Llave Espada o intentar romper cualquier objeto arrojadizo que pretendiera agarrar. Si optaba por ignorarme, no me quedaría otra que intentar golpear su cabezón con mi arma, esperando noquearle o por lo menos detener su ataque contra el experimento.
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Medu
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Re: [Espacio Profundo] Ohana

Notapor Mentos » Vie Mar 25, 2016 2:33 am

El Piro de la siempre bella Colibritany no funcionó demasiado bien pero al menos pudo hacer que Gantu se centrara en ella. Sin embargo, eso significaba que iba a ser su próximo objetivo: el grandullón cogió una de las cajas que empezaron a flotar y no dudó en lanzarla de forma agresiva hacia ella. Ante tal movimiento inesperado, Coli no tuvo más remedio que soportar el ataque.

Mientras tanto, la puerta que se encontraba detrás de ella se abrió y por ella entró su compañera Renata. Por lo tanto, cuando Coli fue impulsada hacia atrás por el impacto... chocó con ella.

¿Co…Coli? ―preguntó la chica, aún medio dolorida.

G-gracias por amortiguar el golpe, supongo.

Ambas se incorporaron como pudieron en cuestión de segundos, ya que la niña que vio antes también se encontraba allí junto a ella y gritó fuertemente un curioso nombre:

¡Stitch!

Gantu había aprovechado el momento de confusión para seguir intentando acabar con la extraña criatura que aparentemente se llamaba Stitch. Ahora debían detenerlo de nuevo y quizás ahora que eran dos lo podrían conseguir.

¡Es mi perro! ¡Stitch! ―Empezó a decir la niña―. ¡Tienes que ayudarle, por favor! ¡Esa ballena grande y fea quiere hacerle daño! ¡Es quien me secuestró!

No era muy difícil ver la desesperación que se acumulaba en sus ojos. La verdad es que para Coli era muy convincente, tanto que se rindió ante las súplicas de la niña.

¿No estaremos yendo en contra de la Federación, no? ―Renata pareció sufrir el mismo destino que Coli y ahora ambas estaban decididas a ayudarla.

Espero que no...

Renata habló íntimamente con la niña que parecía llamarse Lilo mientras Coli contemplaba la escena. Sin lugar a dudas, se le daban bastante bien los niños, a diferencia de ella.

Coli, si el capitán no entra en razón intenta cubrirme. Quizás es demasiado fuerte pero…

Claro, no te preocupes.

Renata sería la que fuese directamente hacia Gantu. Buena idea, considerando de que probablemente el gran alienígena odiaba a Coli con todo su ser.

Mientras ella se dirigía hacia él, su compañera Colibritany la siguió quedándose atrás para cubrirla. Si Gantu decidía no hacer caso a las palabras de Renata, utilizaría su hechizo Coraza sobre ella para que no le afectara demasiado el golpe. En el caso contrario, no haría nada excepto dar las gracias porque Gantu habría demostrado tener un mínimo de inteligencia.

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Coli usará Coraza sobre Renata si Gantu decide atacarla

▪ Coraza (HM) [Nivel 10] [Requiere Poder Mágico: 12]. Crea una coraza frente al personaje temporal que detiene todo ataque físico de menor potencia que ella. Se desvanece enseguida.
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".

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Sylph

Notapor Darkness Seeker » Lun Mar 28, 2016 12:12 am

A medida que comenzamos a avanzar por los pasillos de la gran nave intergaláctica, traté de explicarles a los guardias la situación, aunque parecían bastante recelosos de cooperar pese a las varias explicaciones y excusas que les había presentado. Aparte, las esposas que me habían puesto a mala gana comenzaban a apretarme las manos de una forma la mar de molesta.

¿Podría solicitar al menos que la Gran Consejera o la Capitana Amelia fueran informadas de que estoy aquí, o incluso pedir que la Capitana venga en persona?

Molesto por tanta pregunta, o eso me imaginaba yo, tan sólo uno de los guardias se molestó en girarse, con el arma en alto:

¡Silencio!

Parece que me costaría terminar de hacer amigos en esta nave.

* * *


Despierta... Guerrero de la Luz...


La cabeza me dolía muchísimo, probablemente a causa del guardia enfadado. Me costó abrir los ojos, pero para cuando logré abrirlos me quedé durante unos segundos confundidos: El Intersticio de los Mundos.

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A mi alrededor no había nada, salvo las estrellas lejanas, constelaciones y nebulosas que volvían del Intersticio un espacio tan colorido. Pero no había mundos, ni naves... Nada. Un vacío absoluto.

...a oscuridad.... Debes liberarme...


La voz volvió a hablar. ¿Qué se suponía que era todo esto? Mis pesadillas no solían tener un tono así de áspero, y la gran cantidad de colores no terminaban de cuadrarme. La voz además hablaba poco a poco, como si le costara hacer llegar su voz desde donde quisiera que hablara.

...sylph...


Al pronunciar aquella palabra, un estruendoso ruido me despertó: En efecto, todo había sido un sueño... salvo el dolor de cabeza. Adaptándome a la luz repentina de la habitación, pude comprobar como era de un metal muy familiar, aparte de que puertas holográficas tapaban cualquier posible salida al exterior. Sin lugar a dudas me habían encerrado. Molesto me senté, dándome cuenta de otro detalle; Seguía teniendo todo encima: Pociones, elixires, gafas, apuntes, cuadernos, de hecho ni siquiera llevaba las esposas puestas.

¿Porqué me habían encerrado sin quitarme absolutamente nada? No tenía sentido... A no ser que quizás no estuviera realmente en la prisión. Es decir, quizás me estuvieran manteniendo en alguna especie de "sala de interrogatorio" o algo. De cualquier manera, debía de confiar en que la Capitana Amelia o la propia Consejera acabara por aparecer aquí.

Pensándolo de esa manera me acomodé en una esquina como pude... Hasta que me percaté de que no estaba solo: Una pequeña criatura verde se encontraba a mi lado. Por todo su cuerpo parecían colgar hojas y pequeñas enredaderas. La pequeña se sorprendió de verme despierto, despegando con sus pequeñas alas para elevarse en el aire y quedarse mirándome directamente a los ojos, a través de los suyos propios, del tamaño de un pequeño guijarro y negros como el carbón.

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Extrañado por la aparición de la pequeña hada, miré a un lado y a otro, comprobando que no hubiera ningún guardia ni nada. Acto seguido, dí unos pasos hacia la pequeña hada, sentándome con las piernas cruzadas para intentar no asustarla.

Hola— la saludé en voz baja, abriendo mis manos libremente como si de un tazón o superficie se tratara, esperando que así la hada no temiera de acercarse.—¿Eres tú... la que me hablaba en mis sueños? Ahm... ¿Sabes algo sobre lo que soñé, acerca de liberar a alguien?

De pronto, recordé las últimas palabras que mencionó la voz del sueño: "sylph".

¿Te llamas... "Sylph? ¿O... eres... una "sylph"?

De cualquier modo, me quedaría allí esperando una posible respuesta del hada, o de las fuerzas militares que me mantenían allí encerrado: Después de todo, si ya estaba en un lío, como se me ocurriera salir la acabaría de liar de verdad.

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Lamento la tremenda tardanza, pero entre una cosa y otra la Semana Santa se me ha ido en un suspiro con las cosas de clase ^^
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