[País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

TdP: Light, Maya, Hana y Neru - BH: Freya

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Vie Jul 08, 2016 12:40 am

«Así que se trata de eso», Gaomon le informó del contenido de la inscripción. No se sorprendió demasiado: tal como había intuido aquella estatua representaba a un indio, a un guerrero, y debían derrotarlo.

La peligrosa estatua no ofreció tanta resistencia como se había imaginado en principio. De hecho, bastó que Hana arrojara su arma y Balthier le disparara para ponerle fin. El indio de piedra se puso de rodillas y bajó la cabeza, derrotado. Sus ojos habían dejado de brillar.

¿Ya está? —Dispuesto a rematarlo, se detuvo en seco en cuanto se dio cuenta de que ya no era necesario luchar. Incluso la pluma se había revelado. A partir de ese momento, Light era capaz de sentir que su magia había vuelto a la normalidad, menos mal—. Qué brutos sois. —Habló.

Se apropió de la pluma y se aseguró de ponerla a buen recaudo, en un bolsillo interior del kimono. A continuación, comprobó que el muro que les impedía abandonar esa zona había descendido, por lo que podían seguir avanzando.

Empezó a andar hacia Shinju, quien yacía en los brazos de Balthier, y se detuvo delante de ella. La Maestra borde y quejica —no había mejores adjetivos para describirla— no mostraba un buen aspecto precisamente. ¿Pero cómo demonios iban a ayudarla? No podían dejarla así, de ninguna manera, su vida corría peligro.

Entonces, Nono dio con una solución. Una que cayó literalmente del techo, en forma de plantas. Light no tenía ni idea de hierbas medicinales ni de venenos, al contrario que el moguri.

Son hierbas medicinales, muy oportunas kupó. Estuve estudiando sobre ellas hace meses, debemos aplicar su savia en las heridas, kupó. Aunque el veneno tardará en curarse.

Fue Maya quien le dejó sus hierbas, por lo que Light se limitó a guardar las que había recogido. Acto seguido, se acercó a Nana para preguntarle cómo se encontraba y subirla a sus hombros. Balthier, por su parte, cargaría con la Maestra debilitada.

Pues toca regresar a la zona de la primera inscripción, se supone que ahora deberíamos poder avanzar.

Así que tocaba volver sobre sus pasos. Allí, en la capilla, la pluma empezó a brillar y, a causa de ésta, los cristales de la estancia adquirieron un color rojizo. El mural se vino abajo, desbloqueándose así un nuevo túnel por el que podían seguir avanzando.

Podemos seguir bajando, pero todavía quedan dos rutas más. ¿Os atrevéis?

Prefiero avanzar al siguiente nivel, no quiero perder más tiempo, en especial si la Cerradura corre peligro —contestó de inmediato, serio e inflexible. Ya habían tardado lo suyo en abrir el portón y pretendía realizar aquella misión con la máxima brevedad. No podían entretenerse.

No esperó a que los demás le apoyaran —dudaba que les quedara otra que seguirle, pues el mapa lo tenía él— y se puso en marcha. No iba a replantearse su decisión porque la misión no era poco importante precisamente: el mundo estaba en juego. No cometería el mismo error que en La Red.

Siguió avanzando por el túnel oscuro, como siempre: con linterna y mapa en mano.

Debido al aire viciado le costaba un poco respirar, y para colmo era capaz de percibir el desagradable siseo de las serpientes. Aunque estaba ya tan acostumbrado a la fauna de aquel mundo que no le dio tanta importancia. Le desagradaba más la oscuridad que limitaba su visión, menos mal que había traído la linterna para iluminar el camino.

Por el camino, Light empezó a replantearse lo que estaban haciendo. Se suponía que su misión actual consistía en reunir las plumas para acceder al Corazón y localizar la amenaza, pero…

Respecto a Ukki y a mí, nos hemos topado con Fran y Nono. Ella parece tener un sexto sentido para detectar la oscuridad, y según dice cree que sabe dónde está la cerradura del mundo, donde se encuentra la fuente de la oleada de oscuridad que está asediando este lugar".

¿Estás segura? Sois Caballeros, sabéis sobre las Cerraduras. Los Sincorazón ya han traspasado ese portón, si no han destruido el mundo todavía es porque algo los retiene”.

Algo le parecía extraño. Según la mujer conejo, los Sincorazón habían atravesado el portón… pero todavía no se habían encontrado con ninguno, ni rastro de ellos. Solo serpientes y otros bichos. Además eran Portadores, los atraían con enorme facilidad, de estar ahí no deberían haber tardado en manifestarse. Era lo que le decía la intuición.

¿Realmente los Sincorazón habían sido capaces de alcanzar el Corazón? (Ellos ya lo estaban teniendo "difícil" con tanta prueba). ¿De verdad había algo que les retenía? No se imaginaba el qué.

Consideraba a Balthier, Nono y Fran unos aliados y buenas personas, pero, ¿de verdad había sido la arquera sincera con ellos? Quizás solo les había dado una excusa para abrirles el portón y dejarles vía libre para conseguir algún tesoro, por ejemplo. Típico de unos piratas…

«Quizás me estoy rayando demasiado», o quizás no. Definitivamente, no quería poner el mundo en peligro otra vez.

En el momento en que tuvo que agacharse para continuar avanzando —era una de las desventajas de ser tan alto—, le pidió a Nana que se agarrara a su espalda.

Finalmente, llegaron a una estancia muy grande. Dirigió el haz de luz de la linterna hacia varios rincones para investigar el lugar. Comprobó que las columnas alcanzaban bastante altura, la antigua arquitectura y que había varios desvíos, aunque lo último ya lo sabía por el mapa.

Por un desvío podían alcanzar sorprendentemente el nivel del mar, una zona inferior. Y la cueva de la derecha conducía a la siguiente prueba, podía suponer. En cuanto al resto de caminos no parecían llevar a ningún sitio en particular, pues constituían un laberinto, así que los ignoró.

Pues parece que toca ir a la siguiente prueba… —Light no sonaba muy entusiasmado: seguramente por el cansancio acumulado de aquellos días y por las dudas.

Fue entonces cuando Fran y Freya aparecieron (empapadas, por alguna razón). Menos mal. Light, con una sonrisa de alivio, se acercó a toda prisa a la aprendiza de Bastión Hueco.

Cuánto tiempo. Parece que ha pasado una eternidad.

Mi intuición nunca me falla. Eres experta en terminar en los sitios más raros.

¡Freya!

Lo sabía. Sabía que estabas bien. ¿Qué… os ha pasado y cómo demonios habéis logrado entrar sin la llave del portón dorado?

Al fin se habían reunido y estaría encantado de escuchar todo lo que tuvieran que decir. Él les resumiría la situación mientras se dirigían hacia la sala verde.

Creemos que si reunimos tres plumas lograremos alcanzar el Corazón. De momento nosotros tenemos una. El jefe indio nos entregó el mapa de las cavernas, así que esto no debería suponer ningún problema. —Les mostró un momento el pergamino.

Llegaron a la siguiente sala, bastante decorada, por cierto. Ojalá no les esperara otra estatua asesina.

Allí, había una barrera mágica de color verde que les impedía ver lo que había tras ésta y una nota con información de interés. Como no, Light se acercó para examinarla.

La sala del elegido. Es el elegido por nuestro pueblo quien, afín a los poderes de la naturaleza, ha de superar este reto que lo pondrá a prueba en cuerpo y alma. Solo la barrera mágica ha de ser atravesada por él, pues nadie más cuenta con el don más preciado de todos.


Esta ser mi prueba. El Jefe decirle a Nana que ella tener que superar una prueba muy importante, porque yo ser la elegida del pueblo. Pero... Nana tener mucho miedo.

Light se mordió el labio, algo incómodo. Solo era una niña, si le esperaba una prueba tan peligrosa como la anterior no quería que fuera sola. Pero, claro, él no tenía esos poderes de la naturaleza… (¿La magia de Tierra valdría?)

La bajó al suelo —en caso de que en ese momento siguiera cargando con ella—, se agachó y colocó las manos sobre sus hombros.

Nana, entiendo que sientas miedo, pero en momentos como éste tienes que ser valiente. La vida de muchas personas depende de esto. Aunque no pueda pasar contigo a la prueba te seguiré apoyando, cuenta con ello. Sé que puedes hacerlo, confía en ti misma —aseguró con una sonrisa sincera: realmente confiaba en ella.

Entonces, se le iluminó la bombilla. Juraría que había leído algo de magia Natura. Volvió a releer la nota para asegurarse.

»No sé mucho de magia, pero creo que alguien afín a Natura podría atravesar la barrera… para asegurarnos. Maya, ¿podrías ir con ella? —sugirió. Si aceptaba se quedaría mucho más tranquilo. ¿Que implicaba hacer trampas? Le daba igual.

Después, una vez hubieran decidido cómo afrontar aquella prueba, se dirigiría a Fran, más serio de lo normal. Si no lo decía ahora explotaba.

Fran, sobre lo que nos contaste el otro día. ¿Es cierto que los Sincorazón han alcanzado esta cueva? Porque… no nos hemos encontrado ninguno aún —confirmó—. ¿Es cierto que algo los retiene y que la Cerradura corre peligro? Es extraño. Dime la verdad, por favor. —La miró fijamente a los ojos—. Quizás es tarde para dudar, pero quiero asegurarme antes de continuar. La Cerradura es un tema muy delicado y ni el tesoro más valioso del mundo es excusa para intentar alcanzarla.

Después de todo, al abrir el portón y superar aquellas pruebas estaban poniendo en peligro a todo el mundo. ¿La razón? Si desbloqueaban el camino que llevaba a la Cerradura alguien malvado podía aprovecharse…

Solo esperaba que Fran no les hubiera mentido y que, tras eliminar la supuesta amenaza, pudieran sellar la cueva.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Nell » Sab Jul 09, 2016 1:18 am

Hana se elevó en el aire y, como tenía previsto, lanzó su Llave. Esperaba frenar la posible acometida de la estatua y dejarle el paso libre a Light… en cambio, se la cargó ella solita. Rompió la lanza y se incrustó en el pecho. Balthier lo remató disparándole a la cabeza.

Y ahí quedó la lucha. La estatua se quedó inerte y devolvió la pluma roja que había encerrado, y que posteriormente recogió Light. Hana no pudo evitar algo de decepción, puesto que pensaba que sería más duro de perforar. Por otro lado, ya había tenido suficientes batallas por ese día.

¿Ya está? Qué brutos sois.

Él fue quien empezó.

Descendió al suelo y miró la inscripción, aunque no prestó demasiada atención a las palabras. Era un guerrero legendario, como se había imaginado, y aunque hubiese sido grande y feroz en la aldea india, no tenía nada que hacer contra aprendices venidos desde otros mundos. Eso supuso Hana.

La salida volvió a abrirse, aunque tenían otros problemas. Shinju parecía estar en muy mal estado. Hana no sabía qué hacer por ella, pero por suerte sí había alguien presente que usó algunos de las plantas que habían caído por los huecos del techo. El moguri, hasta entonces no más que un adorno para Hana (pues le parecían muñecos voladores), se apresuró a explicarles cómo ayudar a la Maestra:

Son hierbas medicinales, muy oportunas kupó. Estuve estudiando sobre ellas hace meses, debemos aplicar su savia en las heridas, kupó. Aunque el veneno tardará en curarse.

Cada uno de ellos recogieron alguna. Hana iba a ofrecer las suyas, pero Maya se adelantó y la aprendiza calló. Esperaba que fuera suficiente. Si no, en su opinión, lo más prudente sería devolver a Shinju con Rebecca. Sin embargo, Balthier se ofreció a cargar con ella y Hana no tenía ganas de volver a discutir con el resto de sus compañeros. Quizá por el camino fuera recuperándose.

Pues toca regresar a la zona de la primera inscripción, se supone que ahora deberíamos poder avanzar.

Hana asintió. Regresaron con facilidad sobre sus pasos, a la habitación de la capilla. El mural reaccionó a la pluma roja y se reveló un nuevo túnel, por lo que la preocupación de Hana sobre la pureza necesaria de sus corazones había sido infundada. Sonrió por haberse asustado de una estupidez así. Eran las típicas palabras que se decían sin ningún significado real, seguro.

Podemos seguir bajando, pero todavía quedan dos rutas más. ¿Os atrevéis?

Prefiero avanzar al siguiente nivel, no quiero perder más tiempo, en especial si la Cerradura corre peligro

A Hana no le parecía en absoluto eso cierto. ¿Peligro? ¿Por qué? Los únicos allí eran ellos, y Rebecca estaba custodiando la puerta. Si los sincorazón no habían encontrado los huecos del techo aún, no lo harían ya. Aunque la curiosidad la habría aventurado a registrar esos dos caminos para inspeccionar aquel lugar al que posiblemente no volvieran, no quería retrasarlos, ni separarse del grupo.

Como no hubo ninguna objeción, continuaron por el nuevo camino. Esta vez el descenso fue más sencillo y apenas tuvieron que recurrir al mapa, aunque el túnel no estaba pensado para que lo atravesara un grupo numeroso de personas. Hana se aseguró de que Balthier pudiera pasar bien con Shinju a través de los tramos más estrechos. Finalmente, llegaron a una cueva grande, con un edificio blanco, al que ignoraron para dirigirse a la sala verde.

Pues parece que toca ir a la siguiente prueba…

Y entonces se toparon con otro grupo con la misma misión que ellos.

Cuánto tiempo. Parece que ha pasado una eternidad ―comentó Fran, la compañera de Balthier, sobre quien Nono había querido abalanzarse para darle un abrazo. Luego se lo pensó mejor, ya que ambas (con Freya) estaban empapadas.

Mi intuición nunca me falla. Eres experta en terminar en los sitios más raros.

¡Freya!

Lo sabía. Sabía que estabas bien. ¿Qué… os ha pasado y cómo demonios habéis logrado entrar sin la llave del portón dorado?

Allí estaba su compañera desaparecida, aunque Hana no tenía ni la más remota idea de cuánto tiempo llevaba fuera. Rebecca se alegraría de saber que se encontraba bien, después de haberla buscado sin éxito. Escuchó atentamente la explicación de la chica para enterarse de qué había sucedido.

Creemos que si reunimos tres plumas lograremos alcanzar el Corazón. De momento nosotros tenemos una. El jefe indio nos entregó el mapa de las cavernas, así que esto no debería suponer ningún problema.

Descubrieron, además, que Freya había conseguido la pluma azul. Solo les quedaba la verde.

Aún no sabemos qué hay en ese Corazón ―intervino Hana―. Nos deshicimos de los sincorazón antes de entrar. ¿Qué peligro corre exactamente? ¿Y si estamos... abriendo el camino?

No quiso decirlo en voz alta, pero no había olvidado a Seymour. Quizá el Villano no estuviese tan cansado como fingía. Quizá tenía un plan, que involucraba a Gabranth, para alcanzar el Corazón y ellos lo estaban siguiendo punto por punto. Tenía la desagradable sensación de que actuaba como títere de alguien, pero no sabía de quién.

Para saberlo, tendrían que llegar hasta el final, por peligroso que fuera. Su único consuelo es que Rebecca custodiaba la entrada para que nadie entrara tras de sí. Se dirigieron a continuación a la sala verde, cuya puerta no se cerró tras de sí y parecía más segura que su homónima roja. Allí se encontraron con otra inscripción que les indicaba cómo proceder. En esta ocasión ninguno de los aprendices tenía acceso a ella, puros o no de corazón.

Esta ser mi prueba. El Jefe decirle a Nana que ella tener que superar una prueba muy importante, porque yo ser la elegida del pueblo. Pero... Nana tener mucho miedo.

Hana no supo qué decir. Era una niña. Por muy elegida que hubiese sido, a saber cómo, nadie tendría que pedirle que hiciera frente a algo que la aterrara. A otra estatua, quizá, contra la que no pudiera luchar. Pero la única manera de avanzar era pedírselo, así que no retuvo a Light cuando este se puso a su altura para dirigirle unas palabras:

Nana, entiendo que sientas miedo, pero en momentos como éste tienes que ser valiente. La vida de muchas personas depende de esto. Aunque no pueda pasar contigo a la prueba te seguiré apoyando, cuenta con ello. Sé que puedes hacerlo, confía en ti misma

»No sé mucho de magia, pero creo que alguien afín a Natura podría atravesar la barrera… para asegurarnos. Maya, ¿podrías ir con ella?

Eso cambiaba las cosas. Al menos estaría más segura que yendo sola. Maya, por muy niña que fuese, era una aprendiza como ella. Cuando ambas se hubieran decidido, Hana intervendría escuetamente para decirlas:

Buena suerte. Si en algún momento os veis en peligro, volved enseguida. ―Si es que la prueba les dejaba. Una parte de ella se sentía frustrada e impotente. ¿Y si les ocurría algo…? Puede que escucharan sus gritos desde allí, incapaces de penetrar la barrera…

Luego, Light se dirigió a Fran para plantearle algo parecido a lo que le rondaba a Hana por la cabeza, aunque mucho más preciso. La joven no sabía qué podía aportar Fran al tema, pero escucharía su respuesta con atención.

Fran, sobre lo que nos contaste el otro día. ¿Es cierto que los Sincorazón han alcanzado esta cueva? Porque… no nos hemos encontrado ninguno aún —Hana asintió—. ¿Es cierto que algo los retiene y que la Cerradura corre peligro? Es extraño. Dime la verdad, por favor. Quizás es tarde para dudar, pero quiero asegurarme antes de continuar. La Cerradura es un tema muy delicado y ni el tesoro más valioso del mundo es excusa para intentar alcanzarla.

Hana había escuchado hablar de aquellas Cerraduras a otros aprendices. La única razón por la que se había interesado en ellas es porque algunos Villanos Finales habían aparecido en torno a ellas. Aun así no sabía qué demonios eran. Se sentó en el suelo, apoyando la espalda contra la pared, y esperó a que Fran respondiera antes de intervenir:

¿Y por qué es un tema tan delicado? ¿Qué importancia tiene esa Cerradura? ―preguntó desde su ignorancia―. ¿Por qué les interesa tanto a esos desgraciados? ―Nadie podía negar que los sincorazón fuesen desgraciados, a su modo. Aunque Hana no se refería a ellos, pero no quería compartir sus teorías conspiranoicas.

En cualquier momento se marcharían Maya y Nana, si no lo habían hecho ya. Hana desviaría la mirada cuando ocurriera. No le gustaba despedirse así de nadie.
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Re: Todos juntos otra vez

Notapor Crystal » Sab Jul 09, 2016 12:59 pm

Cierto, si encuentra a sus dos hombres de antes sabrá sobre nosotras. Debemos ser cautas de ahora en adelante. Estaré atenta, aunque dudo que me vuelvan a pillar con la guardia baja.

Una vez hubo recuperado todas sus fuerzas, Freya y Fran abandonaron el lugar para adentrarse en el único camino que les quedaba por explorar: aquel que había tomado Samy. Todo aquel sitio era un enorme laberinto, y costaba demasiado ubicarse. Debían ser prudentes si no querían encontrarse con alguna emboscada.

Al cabo de un rato llegaron a una enorme cueva repleta de estalactitas y estalagmitas hechas de roca. En el centro había una charca que daba acceso a lo que parecía ser un túnel sumergido. Habría que nadar para alcanzar ese sitio.

Todavía no me has respondido a lo de antes. ¿Qué te parece venirte con nosotros cuando todo esto acabe, y dejar la Orden? Tienes madera y estoy segura de que a los chicos les encantará tenerte a bordo del Strahl. A veces se vuelve un poco solitario, ¿sabes?

Es... Una oferta tentadora, Fran —contestó la aprendiza, después de reflexionar unos instantes—. Pero ahora mismo tengo responsabilidades con la Orden y no me apetece fallarlos. Pero si me lo permites, me encantaría poder visitaros algún día y emprender nuevas aventuras juntos.

A Fran no pareció molestarle la idea, puesto que asintió con la cabeza. Después dirigió su vista hacia el túnel sumergido que tenían justo delante.

Está bien —aceptó la decisión—. Es posible que este sea el único camino para acceder a otra zona. ¿Te atreves? Puede que sea demasiado largo y no podamos salir, pero soy veloz, te puedo ayudar a regresar si veo que hay problemas.

Si no hay otra opción...

La pirata se zambulló en el agua y al cabo de unos segundos sacó la cabeza para mirar a la aprendiz; era su turno. Freya hizo el esfuerzo por apartar el miedo de su cabeza y se lanzó al agua sin pensárselo mucho más. En el primer contacto con el agua, no se sintió como otras veces; podía seguir moviéndose sin problema. Avanzaron por el túnel azul que habían encontrado. Se encontraron algas, pececillos que a Freya le parecieron adorables, medusas y poco más. Nada peligroso. Era como todos los demás caminos que ya habían explorado.

«Mierda...»

Pero en cierto punto Freya empezó a notarse débil de nuevo, tanto por la falta de aire como por saber que su cuerpo estaba bloqueándose de nuevo. Aquella sensación de impotencia volvió a adueñarse de ella, y unos segundos más tarde, perdió la conciencia. Por suerte Fran se percató de ello y agarró su mano, nadando a toda velocidad y cargando con ella para salir de nuevo a la superficie.

Tardó unos segundos en despertar, y buscó a Fran desesperadamente con la mirada. Al encontrarla, soltó un largo suspiro.

Lo siento, Fran...

No comentaron nada más, y seguidamente subieron por un túnel ascendente. Llegaron a una cueva enorme algo oscura, llena de columnas altísimas hechas de piedra, como de costumbre. Pero lo más inquietante es que ya había gente allí.

No estaban solas. ¡Todos estaban allí!

Había podido reencontrarse con sus compañeros, e incluso con la pequeña Nana. Se preguntó dónde estaría la Maestra Rebecca, y si el plan que habían llevado a cabo había salido como ellas querían. Tampoco estaba Jeanne. Intentó contener unas lágrimas de emoción que empezaban a brotar se sus ojos. Había pasado tanto miedo pensando que aquel momento no llegaría nunca, que algún desgraciado podría haberles hecho daño o que probablemente ella acabaría muerta antes de poder verlos de nuevo. Si no hubiese sido por Fran, probablemente la última opción hubiera sido correcta.

Cuánto tiempo. Parece que ha pasado una eternidad.

Mi intuición nunca me falla. Eres experta en terminar en los sitios más raros.

¡Freya!

¡Nana! Me alegra ver que ya has conocido a los demás.

Lo sabía. Sabía que estabas bien. ¿Qué… os ha pasado y cómo demonios habéis logrado entrar sin la llave del portón dorado?

Se tomó unos instantes para acabar de recobrar el aire y comenzar a explicar.

Una pirata, Samy, me atrapó como rehén para llevarme hasta Garfio. Fue él quién invocó a aquel enorme Sincorazón, seguro que vosotros también os lo encontrasteis. Atacó a los piratas, y por intentar defenderles, acabé aquí abajo. Fran me encontró y me salvó. Si no hubiese sido por ella...

»Este subterráneo es increíble. ¡Contiene una gran cantidad de secretos e información! Fran y yo hemos estado explorando, y lo más interesante que hemos encontrado ha sido esta pluma azul. La conseguimos en una sala, tras evitar que unos cocodrilos gigantes nos comiesen. Hay un portón gigante en uno de los caminos, pero se necesitan tres de estas para poder abrirlo. Ni idea de qué puede haber tras él. Lo único que puedo relacionar es que las plumas me recuerdan a la que tiene Nana.

Aún no sabemos qué hay en ese Corazón ―comentó Hana―. Nos deshicimos de los sincorazón antes de entrar. ¿Qué peligro corre exactamente? ¿Y si estamos... abriendo el camino?

No lo sé... Aquí abajo no nos hemos encontrado aún con ningún Sincorazón. Pero me preocupa muchísimo la presencia de los piratas, en especial la de Samy. Esa tía trama algo, y ya no sé de qué parte está.

Según el mapa que había conseguido el grupo se encontraban en otra sala con una pluma. Contaba con una especie de barrea mágica de color verde que llevaba a otra zona. Tenía una inscripción en la pared más cercana:

La sala del elegido. Es el elegido por nuestro pueblo quien, afín a los poderes de la naturaleza, ha de superar este reto que lo pondrá a prueba en cuerpo y alma. Solo la barrera mágica ha de ser atravesada por él, pues nadie más cuenta con el don más preciado de todos.


Esta ser mi prueba —dijo Nana—. El Jefe decirle a Nana que ella tener que superar una prueba muy importante, porque yo ser la elegida del pueblo. Pero... Nana tener mucho miedo.

A Freya se le rompió el corazón. Era normal que tuviese miedo, era solo una niña. Elegida o no, era una misión dura de emprender, y que fuese Nana quien tuviese que hacerlo le preocupaba.

Nana, entiendo que sientas miedo, pero en momentos como éste tienes que ser valiente. La vida de muchas personas depende de esto. Aunque no pueda pasar contigo a la prueba te seguiré apoyando, cuenta con ello. Sé que puedes hacerlo, confía en ti misma

»No sé mucho de magia, pero creo que alguien afín a Natura podría atravesar la barrera… para asegurarnos. Maya, ¿podrías ir con ella?

Buena suerte. Si en algún momento os veis en peligro, volved enseguida.

Nana, estás a salvo con Maya, no tengas miedo. Estoy segura de que todo saldrá bien, ¿vale? Por favor, tened mucho cuidado.

Después de aquello, Light y Hana decidieron acercarse a Fran para preguntarle sus dudas. La pelirrosa se acercó a escuchar, para ver si podía aportar algo al tema.

Fran, sobre lo que nos contaste el otro día. ¿Es cierto que los Sincorazón han alcanzado esta cueva? Porque… no nos hemos encontrado ninguno aún . ¿Es cierto que algo los retiene y que la Cerradura corre peligro? Es extraño. Dime la verdad, por favor. Quizás es tarde para dudar, pero quiero asegurarme antes de continuar. La Cerradura es un tema muy delicado y ni el tesoro más valioso del mundo es excusa para intentar alcanzarla.

¿Y por qué es un tema tan delicado? ¿Qué importancia tiene esa Cerradura? ―Freya tenía la misma duda que ella―. ¿Por qué les interesa tanto a esos desgraciados?

Tengo la sensación que los piratas están detrás de todo esto. Sé que lo he dicho varias veces, pero Samy oculta algo.

No comentaría nada más y se limitaría a escuchar lo que Fran tuviese que decir. Después de todo, ella sabía muchas más cosas que Freya aún desconocía.

Cuando Maya y Nana marchasen, se despediría de ellas moviendo la mano en el aire. Les mandaba toda su fuerza desde allí.
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Re: Todos juntos otra vez

Notapor Zodiark » Dom Jul 10, 2016 7:32 pm

Durante el combate con la estatua, decidí limitarme a cubrir a Nana, tal y como mis compañeros me habían pedido. Me acerqué a Balthier, que por su parte estaba protegiendo a la malherida Shinju, para proteger a las dos. Si la estatua arremetía contra nosotras, las defendería como pudiese con mi Pétalo de Hada, a falta de magia.

Por suerte no hizo falta, y la estatua pronto se dio por vencida. No obstante, no había mucho tiempo de celebrar: Shinju necesitaba atención médica cuanto antes, o el veneno podía pasarle factura. La mujer tenía muy mal aspecto, ciertamente.

¡Qué suerte que convenientemente unas plantas cayeron del techo, como si el cielo nos las hubiese mandado! Había sido todo un golpe de suerte, ya que según Nono esas plantas eran curativas y podían ayudarnos a sanar a la Maestra de Bastión Hueco. A pesar de su arrogancia el moguri parecía bastante inteligente, así que opté por confiar en él.

Le daré una entonces ―dije acercándome a Shinju, recogiendo una de las plantas por el camino―. Nono, ayúdame, por favor.

Con las indicaciones de Nono, utilizaría la planta en Shinju para curarle el veneno. Nono dijo que tardaría en curarse del todo, pero al menos así podría aguantar hasta que saliéramos de allí y pudiera recibir atención profesional.

En cualquier caso, tocaba reanudar la marcha. Con la pluma roja en nuestro poder, regresamos sobre nuestros pasos y, a causa de esta, un camino se abrió en la sala superior, la que parecía una capilla. Un muro se abrió, reaccionando ante la presencia de la pluma, y una nueva ruta se abría ante nosotros.

Podemos seguir bajando, pero todavía quedan dos rutas más. ¿Os atrevéis?

Prefiero avanzar al siguiente nivel, no quiero perder más tiempo, en especial si la Cerradura corre peligro.

Estoy de acuerdo. No estamos aquí para explorar, y el tiempo se nos echa encima. No podemos entretenernos más.

Con todos de acuerdo en continuar por el recién abierto camino, nos adentramos en él. El camino frente a nosotros era oscuro y descendía. Por suerte disponíamos de alguna que otra fuente de luz, pero no era suficiente para dejarnos ver mucho más allá de nuestras narices. Lo que había al fondo nos era desconocido aún, pero no me daba buena espina.

Pero una vez más, me equivocaba. Porque no todo iban a ser malas noticias, allí había alguien por quien nos habíamos estado preocupando.

Tenías razón, estaban aquí —comenté a Balthier, dedicándole una sonrisa.

Saludé a Freya y a Fran con la mano, contenta por encontrarlas sanas y salvas. Era toda una suerte que las encontrásemos allí, nos íbamos a ahorrar mucho tiempo de búsqueda, y ya podíamos hacer frente a lo que fuese que nos aguardaba más adelante. Además, parecía que no habían estado de brazos cruzados, si se encontraba allí, así que me preguntaba dónde habían estado y qué habían descubierto.

Tras los saludos, descubrimos que Freya tenía en su poder una pluma azul, por lo que con la nuestra eran dos, aunque me pareció curioso el relato de Freya. ¿Significaba aquello que podríamos haber usado una ruta alternativa? ¿Tendría aquella caverna más entradas y la presencia de Nana allí no era necesaria, y solo la estábamos poniendo en peligro?

De nuevo, estaba equivocada, pues esta sala, igual que las otras dos, tenía una inscripción. Cuando nos acercamos a leerla, pronto comprendimos que la niña era clave.

La sala del elegido. Es el elegido por nuestro pueblo quien, afín a los poderes de la naturaleza, ha de superar este reto que lo pondrá a prueba en cuerpo y alma. Solo la barrera mágica ha de ser atravesada por él, pues nadie más cuenta con el don más preciado de todos.


Esta ser mi prueba. El Jefe decirle a Nana que ella tener que superar una prueba muy importante, porque yo ser la elegida del pueblo. Pero... Nana tener mucho miedo.

¿Elegida del pueblo? ¿Afín a los poderes de la naturaleza? Observé a la pequeña, curiosa. Desde el comienzo había despertado mi interés, ella era la única capaz de abrir la puerta dorada, y ahora nos enterábamos de esto. ¿Qué clase de secretos y poderes ocultaba aquella niñita?

Volviendo la mirada hacia la inscripción para releerla, me di cuenta de que mencionaba los poderes de la naturaleza, pero también “el don más preciado de todos”. Me preguntaba qué significaba aquello, pero también me preguntaba si…

Nana, entiendo que sientas miedo, pero en momentos como éste tienes que ser valiente. La vida de muchas personas depende de esto. Aunque no pueda pasar contigo a la prueba te seguiré apoyando, cuenta con ello. Sé que puedes hacerlo, confía en ti misma

»No sé mucho de magia, pero creo que alguien afín a Natura podría atravesar la barrera… para asegurarnos. Maya, ¿podrías ir con ella?

Me giré hacia Light, parecía que me había leído el pensamiento. Posiblemente mis poderes no eran como los de la pequeña, pero quizá debía probar.

De acuerdo, lo puedo intentar. Aunque ese “don”…

Dudé unos segundos, pero me armé de valor y decidí que valía la pena probar suerte. Me coloqué la mano en el corazón, como si quisiera despertar mis poderes. Hacía un tiempo que había comenzado a ser capaz de no solo usar hechizos curativos, sino también de controlar pequeñas plantas y demás, y jamás supe de dónde habían surgido tales poderes. Desde pequeña había sido adiestrada en primeros auxilios y hechizos de magia blanca, pero nunca en algo así. Era como si surgiesen de lo más profundo de mi corazón. Era una sensación de lo más extraña, notaba algo allí, algo que estaba despertando en mí aquellos poderes… y de alguna manera me incomodaba.

Nana, vamos allá —dije a la pequeña arrodillándome frente a ella y colocando una mano sobre su hombro—. Yo también tengo poderes de la naturaleza, ¿sabes? Quizá son diferentes a los tuyos, pero quién sabe si la barrera tendrá eso en cuenta o no. Puedo intentar ir contigo y así no tendrás que hacer frente a esa prueba tú sola, ¿qué te parece?

Quisiera o no la niña, no aceptaría un no por respuesta, iba a acompañarla sí o sí. Suficientemente peligroso era ya que estuviese allí con nosotros como para encima dejarla adentrarse sola en una de aquellas pruebas.

Venga, confía en mí —dije levantándome y cogiendo fuertemente la mano de Nana, y después mirándola a los ojos y sonriendo, tratando de infundirle confianza y valor.

Buena suerte. Si en algún momento os veis en peligro, volved enseguida.

Asentí con la cabeza, y me fijé en que todos los ojos estaban puestos sobre nosotras, especialmente sobre mí. Nuestra responsabilidad era enorme, sobre todo para la pequeña Nana, y para mí su seguridad tenía que ser primordial.

Nana, estás a salvo con Maya, no tengas miedo. Estoy segura de que todo saldrá bien, ¿vale? Por favor, tened mucho cuidado.

Sonreí ante las palabras de Freya, y volví a mirar a Nana. Era hora de avanzar.

¿Preparada?

Así pues, comencé a caminar hacia adelante, liderando nuestro pequeño grupo de dos, y me coloqué frente a la barrera, la cual palpé con la palma de la mano, tratando de ver si era capaz de atravesarla, rezando por dentro. Una vez yo hubiese entrado, sería el turno de Nana.
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Un nuevo objetivo

Notapor Tsuna » Lun Jul 11, 2016 8:03 pm

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Dado que el grupo ya poseía dos de las plumas era hora de pasar a la prueba de la última de todas, donde la protagonista esta vez era Nana, la niña india elegida de su pueblo. Pero por muy elegida que fuera no contaba con todas sus fuerzas, se encontraba debilitada y cansada por haber abierto la puerta, de hecho, parecía un milagro que pudiese tenerse en pie por sí sola. Además, después de todo lo que había visto y sufrido estaba aterrada, tenía mucho miedo a entrar ahí dentro sola.

Por ello los aprendices quisieron brindarle todo su apoyo y su ánimo, dado que eran incapaces de entrar con ella era lo menos que podían hacer.

Nana, entiendo que sientas miedo, pero en momentos como éste tienes que ser valiente. La vida de muchas personas depende de esto. Aunque no pueda pasar contigo a la prueba te seguiré apoyando, cuenta con ello. Sé que puedes hacerlo, confía en ti misma. —le dijo Light con confianza, pareció surtir efecto porque la niña alzó la cabeza y asintió, no del todo convencida, pero asintió.

»No sé mucho de magia, pero creo que alguien afín a Natura podría atravesar la barrera… para asegurarnos. Maya, ¿podrías ir con ella?

De acuerdo, lo puedo intentar. Aunque ese “don”…

La idea de Light, sin embargo, rompía los esquemas de aquellos que construyeron ese lugar sagrado. Sólo el elegido del pueblo podía acceder al interior de la prueba gracias a los poderes de la naturaleza, pero el grupo contaba con Maya, que también los poseía. Técnicamente eso era hacer trampas y desconocían si tendría consecuencias negativas o no.

Nana, vamos allá. Yo también tengo poderes de la naturaleza, ¿sabes? Quizá son diferentes a los tuyos, pero quién sabe si la barrera tendrá eso en cuenta o no. Puedo intentar ir contigo y así no tendrás que hacer frente a esa prueba tú sola, ¿qué te parece?

Nana volvió a asentir, no del todo convencida pero decidida a entrar. Comprendía la importancia que tenía eso por las palabras de Light, pero no podía evitar sentirse aterrada.

Venga, confía en mí.

Buena suerte. Si en algún momento os veis en peligro, volved enseguida. —aseguró Hana.

Nana, estás a salvo con Maya, no tengas miedo. Estoy segura de que todo saldrá bien, ¿vale? Por favor, tened mucho cuidado. —intervino Freya esta vez.

¿Preparada?

Nana había estado absorta con los comentarios que todos le estuvieron brindando, tanto a ella como a Maya. De hecho, contar con una compañera parecida en cierto modo a ella —ambas eran niñas y tenían el poder de la naturaleza— le daba cierto valor y seguridad. Nana asintió con la cabeza, sonriente, aunque se la notaba agotada por el cansancio de sus ojos. No podían olvidar que era ya madrugada y ninguno había parado desde que se levantaron la mañana anterior, en el campamento o en el Strahl, excepto por alguna siesta que se tomaran durante la tarde. Inevitablemente estaban agotados, encima Nana tuvo que abrir el portón perdiendo parte de sus fuerzas.

Nana estar lista y preparada. Si Light y sus amigos poder vencer a ese monstruo gigante, ¡Nana no ser menos! —aseguró con optimismo al final.

Maya fue la primera en adelantarse. Palpó la barrera mágica con la mano y pronto se dio cuenta de que podía atravesarla como si fuera aire. Nana por su parte también fue capaz, mientras que los demás no fueron capaces: al tocar la barrera encontraron una superficie tan sólida como si de un muro de piedra se tratase, ni siquiera la magia de tierra valía, tal y como había sospechado Light. Así pues las dos niñas avanzaron solas hacia la incertidumbre, le tocaba al resto del grupo poner su confianza en ellas.


Antesala de la prueba


Al cabo de unos instantes Light, que cargado de dudas en un momento como aquel, se adelantó para hablar con Fran. El chico no podía aguantar más todas esas dudas que le embargaban, porque a decir verdad era razonable que las tuviera.

Los piratas del aire se habían mantenido por separado, a su aire cada uno, contemplando la escena de Nana. Balthier andaba de brazos cruzados en un rincón, cerca de Light y una maestra Shinju todavía agotada como para ponerse en pie, mientras que Nono andaba cerca de la entrada vigilando de tanto en tanto, y Fran en el otro extremo apoyada a la barrera como si fuera una pared más. Por suerte la sala no era muy grande, a Light le bastaron un par de pasos para alcanzarla.

Fran, sobre lo que nos contaste el otro día. ¿Es cierto que los Sincorazón han alcanzado esta cueva? Porque… no nos hemos encontrado ninguno aún. ¿Es cierto que algo los retiene y que la Cerradura corre peligro? Es extraño. Dime la verdad, por favor. Quizás es tarde para dudar, pero quiero asegurarme antes de continuar. La Cerradura es un tema muy delicado y ni el tesoro más valioso del mundo es excusa para intentar alcanzarla.

Fran miró al aprendiz con un rostro sereno, no parecía nada sorprendida por la actitud del aprendiz. Se separó de la barrera y le miró a los ojos, como él estaba haciendo, para responder algo que, quizá, le resultara muy decepcionante y diese un giro por completo a toda la misión.

Me temo que no te puedo responder, Caballero —afirmó con rotundidad, a continuación añadió lo demás—. No estoy segura de que haya una Cerradura en este lugar, puede que sí la haya, o puede que solo estemos investigando un montón de roca abandonada. Convendría analizar mejor todo lo que está sucediendo.

Fran esperó por si Light quería decir algo más, después prosiguió.

»Es cierto que yo dije que podía haber una Cerradura, pero no era más que una suposición. Hace una semana desde que los Sincorazón empezaron a llegar en masa a esta isla, la mayoría parecían atraídos por este lugar, y de hecho, los había muy poderosos aquí dentro.

Entonces intervino Balthier, que parecía querer añadir unos detalles importantes.

Sirena y yo descubrimos en Londres que eran Seymour y Gabranth los que estaban detrás de todo esto, de hecho, secuestraron a uno de los vuestros, ¿no? —hizo un gesto con la cabeza—. Si estaban controlando a los Sincorazón lo más probable es que os quisieran aquí para abrir esa puerta de algún modo.

Cuando estuve abajo con Freya, ante la puerta que requería de las tres plumas, el frío nubló mis sentidos de viera. No fui capaz de percibir nada detrás de ese portón, a diferencia de estas plumas o la oscuridad, que son capaces de afectarme. Y aunque hubiera una Cerradura tampoco sería capaz de percibirla, eso es algo que escapa a mis sentidos —optó por tomarse una pausa, si los aprendices querían exponer sus opiniones las escucharía con gusto—. De camino aquí, incluso ahora, soy incapaz de percibir oscuridad en este lugar. Ahora mismo no hay absolutamente ningún Sincorazón, ya los hubiésemos encontrado.

En definitiva, habían abierto el portón de oro siguiendo un fantasma, una simple suposición, una conjetura. Pero por lo que decía Balthier todo empezaba a cobrar sentido: si Seymour y Gabranth habían estado controlando a los Sincorazón desde el principio y los habían utilizado para penetrar el portón, aunque ellos no pudieran hacerlo, todo indicaba que lo que pretendían era que ellos, los Caballeros, abrieran el camino que estaban abriendo en ese instante. Sabían que la Llave Espada les permitiría cumplir esa tarea.

No obstante nadie, ni incluso el Jefe Indio ni Tigrilla, sabían lo que había al fondo. El Corazón de Nunca Jamás, todo apuntaba a que era el mismo corazón del mundo pero... ¿Y si estaban equivocados, y si no había absolutamente nada?

¿Y por qué es un tema tan delicado? ¿Qué importancia tiene esa Cerradura? ¿Por qué les interesa tanto a esos desgraciados? ―intervino entonces Hana, que no sabía de tecnicismos y se había perdido esa parte de la misión al andar con Balthier por Londres de noche.

Es más delicado de lo que crees, sirenita. Yo que vosotros, la verdad, me mantendría alejado todo lo posible de ese tipo de cosas. Lo único que sé es que parece un blanco más que perfecto para que unos locos vayan detrás de ello. —hizo una mueca.

Tengo la sensación que los piratas están detrás de todo esto. Sé que lo he dicho varias veces, pero Samy oculta algo. —habló entonces Freya, convencida de sus sospechas sobre Samy.

Fran se adelantó unos pasos, hasta el centro de la sala.

Mmm, pude sentir en su corazón mucha oscuridad, como en el capitán pirata, no son personas normales, ya no. Es posible que tus ideas, Freya, sí tengan sentido. Puede que ellos sean los que estén atrayendo a esos Sincorazón en lugar de nosotros, aunque de camino aquí, como dije, no percibí nada. En el mejor de los casos se habrán perdido por las cavernas.

»Y por las palabras que te dedicó Samy, Freya, imagino qué es lo que están buscando. Dijo que la ayudaras a cometer el mayor robo al que un pirata podía aspirar.

Está claro, haya o no una Cerradura tanto los piratas como los villanos buscan el Tesoro de Nunca Jamás. Quizá esté ahí abajo y, en caso de estar, ¿permitiríais que nosotros lo robáramos? —hizo una mueca, no muy contento con lo que estaba diciendo—. Es por lo que llevamos tanto tiempo aquí, aunque viendoos así, tan hechos polvo, me siento un poco culpable.

Kupó, ¡será una broma kupó! ¡Llevamos aquí meses para poder conseguirlo, yo estaba preparado para luchar contra ellos kupó! Míralos, ¡si apenas se sostienen en pie, podemos vencerlos!

Balthier negó con la cabeza y suspiró, resignado y derrotado, como si hubiese perdido toda su ilusión.

Light tiene razón, ni por el Tesoro más valioso del mundo merece la pena poner en peligro el mundo —miró entonces a Light—. No nos rebajaríamos al mismo nivel que toda esa gentuza, ciertamente me veo y siento traicionado, y nos gustaría recibir una recompensa por todo esto.

»Pero os seguiremos ayudando como hemos hecho hasta ahora.

Fran suspiró y sonrió.

Entonces está todo dicho. Nunca es tarde para dudar, Light, y menos cuando dudas de unos piratas.

La maestra Shinju, que había estado al margen hasta ese momento se puso en pie con dificultad, todavía algo mareada por los efectos de aquel veneno tan potente y letal, y les miró con cara desquiciada, parecía harta de aquella misión.

Vamos, que todos han estado como locos buscando ese Tesoro y nosotros les hemos abierto el camino —habló con mal humor—. La única cerradura que quiero escuchar es la de la puerta de mi habitación, estoy harta de esta misión interminable y sin sentido. Ya hemos espantado a esos payasos, y estamos a nada de ver lo que hay allí abajo. ¡Tampoco hay Sincorazón a la vista! Es evidente, la isla está a salvo, así que abriremos esa puerta, miraremos y nos volveremos a casita.

»Ah, y si alguien se entromete... ¡Lo aplastamos como a una mosca y ya está! —aplastó la palma de la mano con su otro puño, imitando el gesto de aplastar una mosca.

Todo empezaba a cobrar sentido. Samy le había dicho a Freya que querían robar algo dentro del Corazón, y por ello Garfio invocó un Lado Oscuro, para intentar entrar y controlar la situación gracias a la aprendiz. Los Villanos habían utilizado a los mismos monstruos para atraer a los Caballeros y hacerles sentir la obligación de cumplir la misma tarea. Y hubiese o no una cerradura, parecía que los piratas del aire lo tenían claro porque ellos también lo habían estado buscando: todos iban tras ese Tesoro.

La diferencia es que los piratas del aire eran buenas personas y podían contar con su apoyo. Así pues, pese a desconocer lo que pudiese haber abajo del todo, ya tenían un nuevo objetivo y más pistas en mente.


Sala de la prueba


Tanto Maya como Nana atravesaron la barrera mágica sin problemas, dejando a sus compañeros atrás. En cuanto la atravesaron se encontraron con la parte posterior de la sala, no muy grande, decorada igual que la otra zona, pero con un ligero cambio: ante ellas se encontraba una puerta que daba acceso a otra sala, la de la prueba era de suponer. Fueron capaces de abrir la puerta sin problema alguno, tenía un pomo viejo que pudieron girar.

La sala de la prueba era muy distinta a la anterior, mucho más oscura y de piedra negra, Nana miró a su alrededor como si le fuera a saltar una bestia encima de un momento a otro. Era una estancia circular y muy elevada. Al fondo, frente a la entrada por la que estaban entrando se veía una especie de hueco en el suelo, lleno de tierra a rebosar. Sobre la superficie se podía entrever unas pocas plantas muy verdes que, de algún modo y pese a la escasa iluminación y humedad, se conservaban en buen estado.

Sobre el montón de tierra, en la pared tras él, se distinguía el dibujo de lo que parecían ser plantas creciendo, dibujadas en la piedra, hasta alcanzar un círculo que se encontraba a bastante altura. Dicho círculo representaba la forma de un sol, que las plantas debían alcanzar.

En una inscripción cercana, pese a la poca iluminación, pudieron leer lo siguiente:

Sólo cuando el poder de la naturaleza alcance todo su esplendor y la vegetación toque el sol, el auténtico premio será revelado.


Parecía más corta que las anteriores y apenas daba explicaciones. Parecía ser que, de algún modo, tenían que intentar que las plantas de la tierra brotaran lo suficiente como para alcanzar el dibujo del sol en lo alto.

Um, Nana no estar segura pero... Nana creer que tener que usar magia para hacer crecer las plantas. Yo querer intentar primero.

Esperó la respuesta de Maya y, aunque estaba cansada, quiso ofrecerse ella misma antes. Se colocó ante el montoncito de tierra, donde asomaban aquellas plantitas verdes y chiquitas, cerró los ojos y apuntó al lugar indicado con las palmas de sus manos. Maya pudo reconocer de inmediato la habilidad que estaba empleando, porque ella misma también la poseía y era muy básica: se trataba del hechizo Zarza.

Las plantitas de la tierra apenas crecieron cuando sintieron el poder del hechizo. Nana en cambio empezó a jadear y, mareada, se tambaleó. Luego se sentó en el suelo de piedra y resopló.

Nana no tener más fuerzas... ¿Tú poder hacer algo, Maya? Yo ver que tú tener mucho más poder que yo.

El escaso poder mágico de la niña y las casi inexistentes fuerzas que le quedaban no lograron prácticamente nada. Al final había sido un acierto que Maya la acompañara, porque ella contaba con una magia más poderosa y un repertorio de hechizos aun mayor.

La última pluma estaba a un poco de esfuerzo.

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Creo que es evidente, pero por si no ha quedado claro Maya debe aplicar un hechizo afín a Natura y relacionado con plantas (por ejemplo, Dulce Aroma no valdría) para hacerlas crecer y que alcancen el dibujo del Sol en lo alto. Cuanta más potencia tenga el hechizo más crecerán, así que piensa bien cuál utilizar.


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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Jue Jul 14, 2016 9:09 pm

Nana estar lista y preparada. Si Light y sus amigos poder vencer a ese monstruo gigante, ¡Nana no ser menos!

Así se habla. —Alzó el dedo pulgar.

Maya y Nana fueron las únicas capaces de atravesar la barrera mágica. Light confirmó sus sospechas: ser afín a Tierra no servía. Así, pues, tuvo que quedarse en la antesala con los demás. Antes de separarse de las afines a Natura les deseó suerte, ojalá consiguieran la pluma.

Decidió aprovechar aquellos momentos para hablar con Fran. Ésta le confirmó que no estaba segura de que allí hubiera una cerradura, que solo era una sospecha. Vamos, que lo mismo se molestaban en reunir todas las plumas para nada. No le contentó del todo su respuesta, pero agradecía mucho su sinceridad.

Sirena y yo descubrimos en Londres que eran Seymour y Gabranth los que estaban detrás de todo esto, de hecho, secuestraron a uno de los vuestros, ¿no? Si estaban controlando a los Sincorazón lo más probable es que os quisieran aquí para abrir esa puerta de algún modo.

En efecto, Seymour quería abrir esa puerta. —El mismo Villano Final prácticamente se lo había confirmado en el Campamento indio, poco antes de su combate.

Cuando estuve abajo con Freya, ante la puerta que requería de las tres plumas, el frío nubló mis sentidos de viera. No fui capaz de percibir nada detrás de ese portón, a diferencia de estas plumas o la oscuridad, que son capaces de afectarme. Y aunque hubiera una Cerradura tampoco sería capaz de percibirla, eso es algo que escapa a mis sentidos. —Hizo una pausa. Light, que permanecía atento a la conversación, no se pronunció de momento—. De camino aquí, incluso ahora, soy incapaz de percibir oscuridad en este lugar. Ahora mismo no hay absolutamente ningún Sincorazón, ya los hubiésemos encontrado.

Como pensaba… quizás se han ido con los Villanos Finales. —A primera vista ellos parecían ser los culpables de todo lo que estaba pasando. Aunque… no podía olvidar algo que le habían dicho Rebecca y Freya, ¿los piratas tenían parte de la culpa también?

¿Y por qué es un tema tan delicado? ¿Qué importancia tiene esa Cerradura? ¿Por qué les interesa tanto a esos desgraciados?

Él lo había ignorado también hasta aquella misión, pues Rebecca se lo había explicado en la primera moche. Ahora le tocaba a él aclarar las dudas de Hana.

Bueno, si un Sincorazón se cuela dentro de una Cerradura… entonces es el fin del mundo. ―Tragó saliva y agachó la cabeza, algo triste―. Me imagino que fue lo que sucedió en Villa Crepúsculo.

»Por esa razón, si la Cerradura corre peligro hay que protegerla como sea, no podemos permitir que vuelva a repetirse otra tragedia
―concluyó, tras una breve pausa, bastante decidido.

Es más delicado de lo que crees, sirenita. Yo que vosotros, la verdad, me mantendría alejado todo lo posible de ese tipo de cosas —opinó Balthier. En parte tenía razón y la misma Rebecca lo había dicho, de ahí su incomodidad: no quería abrirle el camino a la Cerradura a ningún villano—. Lo único que sé es que parece un blanco más que perfecto para que unos locos vayan detrás de ello.

Tengo la sensación que los piratas están detrás de todo esto. Sé que lo he dicho varias veces, pero Samy oculta algo.

Rebecca me dijo eso mismo, Freya. Pero me cuesta creer que estén relacionados con los Sincorazón, no creo que cualquier persona esté capacitada para controlarlos —expresó pensativo mientras se masajeaba la barbilla. Por favor, ¿en serio el panoli de Garfio había sido capaz de invocar ese Lado Oscuro? Le costaba asimilar lo que le había dicho Freya antes.

Aunque cabía decir que no era un experto en el tema, pues no quería saber nada del control de Sincorazón, al contrario que Ragun.

Fran se desplazó hacia el centro de la sala y continuó hablando.

Mmm, pude sentir en su corazón mucha oscuridad, como en el capitán pirata, no son personas normales, ya no. —«Qué demonios»—. Es posible que tus ideas, Freya, sí tengan sentido. Puede que ellos sean los que estén atrayendo a esos Sincorazón en lugar de nosotros, aunque de camino aquí, como dije, no percibí nada. En el mejor de los casos se habrán perdido por las cavernas.

»Y por las palabras que te dedicó Samy, Freya, imagino qué es lo que están buscando. Dijo que la ayudaras a cometer el mayor robo al que un pirata podía aspirar.


“¿Robo?” —Light intercambió miradas entre Balthier y los demás piratas, dubitativo. El hecho de que allí hubiera un tesoro cada vez era más probable. ¿Quizás… era eso lo que los Villanos Finales estaban buscando, en lugar de la Cerradura?

Está claro, haya o no una Cerradura tanto los piratas como los villanos buscan el Tesoro de Nunca Jamás. —El famoso tesoro que no llegaron a encontrar en su anterior misión, supuso—. Quizá esté ahí abajo y, en caso de estar, ¿permitiríais que nosotros lo robáramos? Es por lo que llevamos tanto tiempo aquí, aunque viendoos así, tan hechos polvo, me siento un poco culpable.

Kupó, ¡será una broma kupó! ¡Llevamos aquí meses para poder conseguirlo, yo estaba preparado para luchar contra ellos kupó! Míralos, ¡si apenas se sostienen en pie, podemos vencerlos!

No nos subestimes —le dijo con una pequeña sonrisa: no sería el primer moguri al que pateara el trasero—. A mí al menos no me interesan las riquezas, así que por mí todo vuestro. Pero, si es un objeto peligroso, creo que deberíamos hacernos cargo de él. Que las Maestras decidan en ese caso. —Miró a Shinju un momento.

Si aquel tesoro atraía a los Sincorazón, por ejemplo, debían evitar que otras personas se lo quedaran. Quizás era algo similar a la Armadura de Gárland. En ese caso lo mejor que podían hacer era destruirlo para ahorrarse problemas.

Light tiene razón, ni por el Tesoro más valioso del mundo merece la pena poner en peligro el mundo. No nos rebajaríamos al mismo nivel que toda esa gentuza, ciertamente me veo y siento traicionado, y nos gustaría recibir una recompensa por todo esto.

»Pero os seguiremos ayudando como hemos hecho hasta ahora.


Aquellas palabras agradaron a Light y éste sonrió. En efecto, ellos no se parecían en nada a aquellos desagradables y violentos piratas que había conocido en otras aventuras. Eran buenas personas.

Entonces está todo dicho. Nunca es tarde para dudar, Light, y menos cuando dudas de unos piratas.

Lo tendré en cuenta —respondió sonriente, asintiendo con la cabeza—. Agradezco vuestra ayuda, de verdad —añadió, algo más serio. Era incapaz de negar que su ayuda en aquella durísima misión y en la anterior había sido útil, esperaba seguir contando con su apoyo.

A continuación, Shinju se manifestó. En aquel momento hubiera apostado todos sus platines ahorrados a que soltaría una de sus quejas. En efecto, fue así.

Vamos, que todos han estado como locos buscando ese Tesoro y nosotros les hemos abierto el camino. La única cerradura que quiero escuchar es la de la puerta de mi habitación, estoy harta de esta misión interminable y sin sentido. Ya hemos espantado a esos payasos, y estamos a nada de ver lo que hay allí abajo. ¡Tampoco hay Sincorazón a la vista! Es evidente, la isla está a salvo, así que abriremos esa puerta, miraremos y nos volveremos a casita.

»Ah, y si alguien se entromete... ¡Lo aplastamos como a una mosca y ya está!


Bien dicho.

Así quedaba la cosa. No había ninguna certeza de que allí estuviera la Cerradura —lo que le tranquilizaba por una parte y le fastidiaba por otra—, pero había que asegurarse por si acaso. Y, de haber un tesoro y resultar peligroso, no podían permitir que cayera en malas manos… como las de aquellos piratas (Garfio y compañía).

Se preguntaba qué había ocurrido con ellos. ¿Por qué, según Fran, habían dejado de ser personas normales? Aquel era uno de los pocos misterios que faltaba por resolver.

Uno de los Niños Perdidos dijo que había visto a una criatura con cuernos en el barco de Garfio. ¿Un Villano Final, quizás? Me pregunto si eso está relacionado con los Sincorazón, quizás... ambos grupos cooperaban... —especuló. Puede que eso llegara a explicar el cambio de los piratas.
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Re: Un nuevo objetivo

Notapor Crystal » Sab Jul 16, 2016 1:37 pm

Nana estar lista y preparada. Si Light y sus amigos poder vencer a ese monstruo gigante, ¡Nana no ser menos!

Así se habla.

Freya asintió con la cabeza, satisfecha con las palabras de la pequeña. Finalmente ella y Maya cruzaron la barrera mágica, directas a la prueba que les daría la última de las plumas. Ojalá tuviesen suerte y pudieran conseguirla. Mientras tanto, la pelirrosa hizo compañía a los demás que se quedaron al otro lado de la barrera.

Fran no pudo contestar a la pregunta que le formuló Light. Por lo visto, no estaba segura de que hubiese una Cerradura en aquel lugar, por mucho que todo apuntase a que sí. La mayoría de Sincorazón habían sido atraídos por ese lugar, incluso los había muy poderosos. Pero quizás deberían analizar un poco mejor todo lo que estaba sucediendo.

Sirena y yo descubrimos en Londres que eran Seymour y Gabranth los que estaban detrás de todo esto, de hecho, secuestraron a uno de los vuestros, ¿no? Si estaban controlando a los Sincorazón lo más probable es que os quisieran aquí para abrir esa puerta de algún modo.

En efecto, Seymour quería abrir esa puerta.

Cuando estuve abajo con Freya, ante la puerta que requería de las tres plumas, el frío nubló mis sentidos de viera. No fui capaz de percibir nada detrás de ese portón, a diferencia de estas plumas o la oscuridad, que son capaces de afectarme. Y aunque hubiera una Cerradura tampoco sería capaz de percibirla, eso es algo que escapa a mis sentidos.

La conclusión es que, sea lo que sea lo que haya tras la puerta, es de gran valor —Freya aprovechó la pausa de Fran para comentar—. Si no lo fuese, la puerta no estaría protegida con tres plumas que se han de conseguir al completar unas pruebas. Alguien tuvo que asegurarse que estaría bien protegida, y que solo entraría alguien capaz de poder conseguir las tres.

De camino aquí, incluso ahora, soy incapaz de percibir oscuridad en este lugar. Ahora mismo no hay absolutamente ningún Sincorazón, ya los hubiésemos encontrado.

Como pensaba… quizás se han ido con los Villanos Finales.

Cabe la posibilidad. Pero, ¿y los piratas? Garfio fue capaz de invocar a aquel Sincorazón gigante. No deberíamos descartar la posibilidad de que estén relacionados.

¿Y por qué es un tema tan delicado? ¿Qué importancia tiene esa Cerradura? ¿Por qué les interesa tanto a esos desgraciados? ―intervino entonces Hana.

Bueno, si un Sincorazón se cuela dentro de una Cerradura… entonces es el fin del mundo. ―Freya miró a su compañero, algo triste―. Me imagino que fue lo que sucedió en Villa Crepúsculo.

»Por esa razón, si la Cerradura corre peligro hay que protegerla como sea, no podemos permitir que vuelva a repetirse otra tragedia.


Villa Crepúsculo... Le dolió recordar que ya no quedaba nada del lugar dónde se había criado. Si aquello fue lo que sucedió realmente, debían proteger la Cerradura de ese mundo a toda costa. No podían permitir que el suceso se repitiese. ¿Qué les pasaría a todos aquellos habitantes de Nunca Jamás? No debían tener el mismo destino que los de Villa Crepúsculo. No si ellos podían evitarlo.

Es más delicado de lo que crees, sirenita. Yo que vosotros, la verdad, me mantendría alejado todo lo posible de ese tipo de cosas. Lo único que sé es que parece un blanco más que perfecto para que unos locos vayan detrás de ello.

Tengo la sensación que los piratas están detrás de todo esto. Sé que lo he dicho varias veces, pero Samy oculta algo. —volvió a sugerir Freya, muy convencida.

Rebecca me dijo eso mismo, Freya. Pero me cuesta creer que estén relacionados con los Sincorazón, no creo que cualquier persona esté capacitada para controlarlos

Juro que lo que vi no era mentira, Light. ¡Garfio estaba invocando un Lado Oscuro! Aunque bueno, sigue igual de panoli que siempre...

Fran se adelantó unos pasos, hasta el centro de la sala. La pelirrosa dirigió su vista hacia ella.

Mmm, pude sentir en su corazón mucha oscuridad, como en el capitán pirata, no son personas normales, ya no. Es posible que tus ideas, Freya, sí tengan sentido. Puede que ellos sean los que estén atrayendo a esos Sincorazón en lugar de nosotros, aunque de camino aquí, como dije, no percibí nada. En el mejor de los casos se habrán perdido por las cavernas.

»Y por las palabras que te dedicó Samy, Freya, imagino qué es lo que están buscando. Dijo que la ayudaras a cometer el mayor robo al que un pirata podía aspirar.

El mayor robo al que un pirata podía aspirar. Habían sido palabras textuales de Samy, era cierto. Cada vez quedaba más claro que probablemente todos estaban buscando lo mismo.

Está claro, haya o no una Cerradura tanto los piratas como los villanos buscan el Tesoro de Nunca Jamás —Recordó que ese era el propósito que Nanashi le encargó la primera vez que visitaron juntas Nunca Jamás—. Quizá esté ahí abajo y, en caso de estar, ¿permitiríais que nosotros lo robáramos? Es por lo que llevamos tanto tiempo aquí, aunque viendoos así, tan hechos polvo, me siento un poco culpable.

Kupó, ¡será una broma kupó! ¡Llevamos aquí meses para poder conseguirlo, yo estaba preparado para luchar contra ellos kupó! Míralos, ¡si apenas se sostienen en pie, podemos vencerlos!

¡Oye! ¡Ni se te ocurra o lo pagarás caro!

No nos subestimes —Remató Light—. A mí al menos no me interesan las riquezas, así que por mí todo vuestro. Pero, si es un objeto peligroso, creo que deberíamos hacernos cargo de él. Que las Maestras decidan en ese caso.

Creo que en este caso has hablando en nombre de todos. Nadie mejor que las Maestras para decidir en caso de que fuese un objeto peligroso.

Algo tan protegido... ¿De verdad sería tan solo una fortuna? Aquella puerta parecía contener un gran secreto. Freya esperaba poder llegar a tiempo y descubrirlo antes que cualquiera de los otros pudiese hacerlo.

Light tiene razón, ni por el Tesoro más valioso del mundo merece la pena poner en peligro el mundo. No nos rebajaríamos al mismo nivel que toda esa gentuza, ciertamente me veo y siento traicionado, y nos gustaría recibir una recompensa por todo esto.

»Pero os seguiremos ayudando como hemos hecho hasta ahora.

Aquellas palabras fueron más que suficientes. Freya confiaba de sobra en ellos, puesto que eran compañeros de Fran, y ella había dado su vida varias veces para ayudarla cuando lo había necesitado. Se sentía en deuda.

Entonces está todo dicho. Nunca es tarde para dudar, Light, y menos cuando dudas de unos piratas.

Después de que Light hablase, la aprendiza quiso añadir algo más:

Yo también estoy muy agradecida por vuestra ayuda. A Fran, por haber estado conmigo todo este tiempo, y a los demás por ayudar al grupo desde el principio. Dudo que hubiésemos llegado tan lejos si no nos hubiéramos ayudado mutuamente todo este tiempo —hizo una pequeña pausa, sonriendo—. Así que es hora de seguir y llegar hasta el final.

En ese momento Shinju se manifestó. Freya no había reparado en la presencia de la Maestra hasta que soltó otra de sus famosas quejas. Ojalá se hubiese quedado callada.

Vamos, que todos han estado como locos buscando ese Tesoro y nosotros les hemos abierto el camino. La única cerradura que quiero escuchar es la de la puerta de mi habitación, estoy harta de esta misión interminable y sin sentido. Ya hemos espantado a esos payasos, y estamos a nada de ver lo que hay allí abajo. ¡Tampoco hay Sincorazón a la vista! Es evidente, la isla está a salvo, así que abriremos esa puerta, miraremos y nos volveremos a casita.

»Ah, y si alguien se entromete... ¡Lo aplastamos como a una mosca y ya está!

Bien dicho.

Sí, Shinju, sí.

Tras unos instantes de silencio para reflexionar todo lo que estaba pasando, fue Light quién habló. Habló sobre una criatura con cuernos en el barco de Garfio, sin embargo Freya no se había topado aún con nadie así. No hacía más que escuchar sobre los Villanos Finales, pero aún no había tenido la oportunidad de cruzarse con alguno para saber quienes eran.

Estoy de acuerdo con tu teoría: creo que colaboraron. Pensadlo bien, Garfio ya iba tras el Tesoro la última vez, y seguro que es tan tonto de aceptar la ayuda de cualquiera con tal de llevarse algo —Freya sabía de lo que hablaba. Garfio había aceptado la ayuda de Bastión Hueco la última vez, aunque la pelirrosa optara por traicionarle—. Otra pregunta es de dónde salió Samy. No recuerdo que estuviese en la tripulación de Garfio.

»¿Y si Samy está colaborando también con los Villanos esos? De todas maneras debemos ir con cuidado: ella está por aquí. Fran y yo ya nos hemos encontrado con dos piratas que nos querían robar la pluma para entregársela. Creo que está esperando a que hagamos todo el trabajo sucio por ella.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Nell » Dom Jul 17, 2016 4:45 pm

La inscripción parecía permitir el paso a otras personas afines a los poderes de la naturaleza, como era el caso de Maya, por lo que esta pasaría con la niña. Aquello pareció envalentonarla, a pesar de su patente cansancio.

Nana estar lista y preparada. Si Light y sus amigos poder vencer a ese monstruo gigante, ¡Nana no ser menos!

Hana decidió no decir nada, aunque no creía que una niña nativa del mundo pudiera poner como comparación el sincorazón gigante al que se habían enfrentado. Vio cómo ambas atravesaban la barrera sin dificultad. Para los demás era como una pared que les impedía avanzar, tal y como intentó Hana por si acaso alguno más tenía permitido el paso.

Después de que se fueran, ellos aprovecharon aquel rato para conversar largo y tendido de lo que sabían o sospechaban. Fran respondió a las dudas de Light:

Me temo que no te puedo responder, Caballero. No estoy segura de que haya una Cerradura en este lugar, puede que sí la haya, o puede que solo estemos investigando un montón de roca abandonada. Convendría analizar mejor todo lo que está sucediendo.

»Es cierto que yo dije que podía haber una Cerradura, pero no era más que una suposición. Hace una semana desde que los Sincorazón empezaron a llegar en masa a esta isla, la mayoría parecían atraídos por este lugar, y de hecho, los había muy poderosos aquí dentro.

Sirena y yo descubrimos en Londres que eran Seymour y Gabranth los que estaban detrás de todo esto, de hecho, secuestraron a uno de los vuestros, ¿no? —Hana asintió. Neru—. Si estaban controlando a los Sincorazón lo más probable es que os quisieran aquí para abrir esa puerta de algún modo.

En efecto, Seymour quería abrir esa puerta.

Cuando estuve abajo con Freya, ante la puerta que requería de las tres plumas, el frío nubló mis sentidos de viera. No fui capaz de percibir nada detrás de ese portón, a diferencia de estas plumas o la oscuridad, que son capaces de afectarme. Y aunque hubiera una Cerradura tampoco sería capaz de percibirla, eso es algo que escapa a mis sentidos.

La conclusión es que, sea lo que sea lo que haya tras la puerta, es de gran valor —Freya aprovechó la pausa de Fran para comentar—. Si no lo fuese, la puerta no estaría protegida con tres plumas que se han de conseguir al completar unas pruebas. Alguien tuvo que asegurarse que estaría bien protegida, y que solo entraría alguien capaz de poder conseguir las tres.

Algo de gran valor para el poblado indio ―remarcó Hana―. Para sus ancestros, al menos. Querían protegerlo y, al mismo tiempo, que fuera accesible para determinadas personas. El mapa es un ejemplo de ello. Si debían mantenerlo tan guardado, dudo que se trate de un Tesoro, ya que podrían haberlo aprovechado en su momento, en vez de dejarlo para generaciones futuras. Pero si fuera peligroso, lo podrían haber clausurado y evitar que nadie llegara.

De camino aquí, incluso ahora, soy incapaz de percibir oscuridad en este lugar. Ahora mismo no hay absolutamente ningún Sincorazón, ya los hubiésemos encontrado.

Como pensaba… quizás se han ido con los Villanos Finales.

Cabe la posibilidad. Pero, ¿y los piratas? Garfio fue capaz de invocar a aquel Sincorazón gigante. No deberíamos descartar la posibilidad de que estén relacionados.

Dudo que debamos preocuparnos de un mequetrefe como Garfio ―opinó Hana, quien no se tomaba en serio a ese capitán pirata y no se creía del todo la versión de Freya sobre quién había invocado al sincorazón gigante.

Después de eso, aprovechó para hacer su pregunta sobre las Cerraduras.

Bueno, si un Sincorazón se cuela dentro de una Cerradura… entonces es el fin del mundo. Me imagino que fue lo que sucedió en Villa Crepúsculo. ―Ese era un tema delicado.

»Por esa razón, si la Cerradura corre peligro hay que protegerla como sea, no podemos permitir que vuelva a repetirse otra tragedia.

Es más delicado de lo que crees, sirenita. Yo que vosotros, la verdad, me mantendría alejado todo lo posible de ese tipo de cosas. Lo único que sé es que parece un blanco más que perfecto para que unos locos vayan detrás de ello.

Tengo la sensación que los piratas están detrás de todo esto. Sé que lo he dicho varias veces, pero Samy oculta algo.

Rebecca me dijo eso mismo, Freya. Pero me cuesta creer que estén relacionados con los Sincorazón, no creo que cualquier persona esté capacitada para controlarlos ―Hana asintió, de acuerdo con él.

Juro que lo que vi no era mentira, Light. ¡Garfio estaba invocando un Lado Oscuro! Aunque bueno, sigue igual de panoli que siempre...

Entonces no será difícil deshacernos de él.

Mmm, pude sentir en su corazón mucha oscuridad, como en el capitán pirata, no son personas normales, ya no. Es posible que tus ideas, Freya, sí tengan sentido. Puede que ellos sean los que estén atrayendo a esos Sincorazón en lugar de nosotros, aunque de camino aquí, como dije, no percibí nada. En el mejor de los casos se habrán perdido por las cavernas.

»Y por las palabras que te dedicó Samy, Freya, imagino qué es lo que están buscando. Dijo que la ayudaras a cometer el mayor robo al que un pirata podía aspirar.

No sabe mucho de piratería si aspira a un botín inimaginable ―comentó Hana, en absoluto preocupada. Tenía muy claro que en ese Corazón no había nada de valor.

Está claro, haya o no una Cerradura tanto los piratas como los villanos buscan el Tesoro de Nunca Jamás. Quizá esté ahí abajo y, en caso de estar, ¿permitiríais que nosotros lo robáramos? Es por lo que llevamos tanto tiempo aquí, aunque viendoos así, tan hechos polvo, me siento un poco culpable.

Kupó, ¡será una broma kupó! ¡Llevamos aquí meses para poder conseguirlo, yo estaba preparado para luchar contra ellos kupó! Míralos, ¡si apenas se sostienen en pie, podemos vencerlos!

¡Oye! ¡Ni se te ocurra o lo pagarás caro!

No nos subestimes —Remató Light—. A mí al menos no me interesan las riquezas, así que por mí todo vuestro. Pero, si es un objeto peligroso, creo que deberíamos hacernos cargo de él. Que las Maestras decidan en ese caso.

Creo que en este caso has hablado en nombre de todos. Nadie mejor que las Maestras para decidir en caso de que fuese un objeto peligroso.

Yo solo quiero decir que no me importa que os quedéis el Tesoro. Incluso si pertenece al pueblo indio, hemos sido nosotros quienes hemos bajado a por él, no ellos, que solo han enviado a una niña indefensa. Y no lo cedo por generosidad, sino porque creo que no tendrá el valor que queréis en un Tesoro, y por lo tanto a mí tampoco me interesa ―les dijo a Balthier y Fran. Luego, añadió para el moguri―. Y tú no me busques las cosquillas, kupó. ―Levantó el puño a modo de reto.

Light tiene razón, ni por el Tesoro más valioso del mundo merece la pena poner en peligro el mundo. No nos rebajaríamos al mismo nivel que toda esa gentuza, ciertamente me veo y siento traicionado, y nos gustaría recibir una recompensa por todo esto.

»Pero os seguiremos ayudando como hemos hecho hasta ahora.

Ya lo veremos cuando sepamos qué hay.

A Hana le daba un poco de pena que los piratas del aire se fueran con las manos vacías. Al fin y al cabo habían estado acechando aquel Tesoro por más tiempo, era su trabajo y tenían derecho a una recompensa. Los aprendices, en cambio, estaban allí por una misión de la Orden, obligados. Así que de buena gana les cedería alguna fruslería que pudieran hallar.

Entonces está todo dicho. Nunca es tarde para dudar, Light, y menos cuando dudas de unos piratas.

Lo tendré en cuenta. Agradezco vuestra ayuda, de verdad

Yo también estoy muy agradecida por vuestra ayuda. A Fran, por haber estado conmigo todo este tiempo, y a los demás por ayudar al grupo desde el principio. Dudo que hubiésemos llegado tan lejos si no nos hubiéramos ayudado mutuamente todo este tiempo. Así que es hora de seguir y llegar hasta el final.

Vamos, que todos han estado como locos buscando ese Tesoro y nosotros les hemos abierto el camino. La única cerradura que quiero escuchar es la de la puerta de mi habitación, estoy harta de esta misión interminable y sin sentido. Ya hemos espantado a esos payasos, y estamos a nada de ver lo que hay allí abajo. ¡Tampoco hay Sincorazón a la vista! Es evidente, la isla está a salvo, así que abriremos esa puerta, miraremos y nos volveremos a casita.

»Ah, y si alguien se entromete... ¡Lo aplastamos como a una mosca y ya está!

Bien dicho.

Sí, Shinju, sí.

Hana no dijo nada, porque las palabras quejicas de Shinju le martilleaban la cabeza si les prestaba mucha atención. Aquella niña era insoportable. Algún día le daría una lección, cuando fuera Maestra.

Uno de los Niños Perdidos dijo que había visto a una criatura con cuernos en el barco de Garfio. ¿Un Villano Final, quizás? Me pregunto si eso está relacionado con los Sincorazón, quizás... ambos grupos cooperaban...

Puede que se estuviera refiriendo a un sincorazón. ―Hana se encogió de hombros.

Estoy de acuerdo con tu teoría: creo que colaboraron. Pensadlo bien, Garfio ya iba tras el Tesoro la última vez, y seguro que es tan tonto de aceptar la ayuda de cualquiera con tal de llevarse algo. Otra pregunta es de dónde salió Samy. No recuerdo que estuviese en la tripulación de Garfio.

»¿Y si Samy está colaborando también con los Villanos esos? De todas maneras debemos ir con cuidado: ella está por aquí. Fran y yo ya nos hemos encontrado con dos piratas que nos querían robar la pluma para entregársela. Creo que está esperando a que hagamos todo el trabajo sucio por ella.

Me gustaría proponer ir a buscarla y darle una lección antes que esperar a que nos tienda ella la emboscada. Sin embargo, no deberíamos arriesgarnos a separarnos, ni dejar solas a las niñas. Ahora están a salvo al otro lado de la barrera, pero quizá salgan y Samy las encuentre primero a ellas.

»¿Hasta qué punto puedes captar con esos sentidos a los demás? ¿Podrías predecir la emboscada o revelarnos su ubicación si se halla cerca? ―preguntó a Fran, para entender mejor cuáles eran las capacidades que podía brindarle la viera.
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Re: Un nuevo objetivo

Notapor Zodiark » Dom Jul 17, 2016 10:35 pm

Dejé a Ukki a cargo de Balthier una vez más, suponiendo que él no podría atravesar la barrera al no tener poderes afines a la naturaleza, y tras despedirme de él, me dirigí hacia la barrera junto a Nana.

Estaremos de vuelta en seguida, ¿vale? —dije a los demás, mirando especialmente a Ukki, mientras agarraba a Nana de la mano.

Sin más dilación, y con paso decidido, intenté atravesar la barrera y… ¡Éxito!

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Lo hemos conseguido, Nana —dije a la chiquilla, observando la barrera tras de mí.

Suspiré aliviada al ver que ambas habíamos podido atravesar el portal mágico. Habíamos engañado de alguna forma al que había diseñado todo aquello, y me sentía un poco mal por ello, pero en la situación en la que nos encontrábamos había que hacer todo lo que estuviese en nuestras manos. Además, si estar allí ayudaba a Nana a estar más tranquila, no me arrepentía.

Sin soltar su mano, avancé por el pasillo, yendo por delante para guiarla. Posiblemente la pequeña se sentiría más seguro si no era ella la que iba primera. Giré el pomo de la puerta que nos encontramos al fondo del pasillo, con cuidado, y asomé la cabeza para comprobar que no hubiese peligro al otro lado. Al ver que solo nos esperaba una sala vacía, aunque bastante oscura y lúgubre, entré con Nana.

Exploré la sala con la mirada, y sin duda lo que más me llamó la atención fue el montoncito de tierra que había al fondo, cubierto de pequeñas plantas. Era curioso cómo, a pesar de la poca luz de la sala, aquellas plantas parecían bastante sanas. Me separé de Nana y comencé a curiosear por el lugar. Lo único interesante, además de las plantas, era el dibujo de la pared y la inscripción. Sin duda, aquello era relevante para la prueba que debíamos superar.

Sólo cuando el poder de la naturaleza alcance todo su esplendor y la vegetación toque el sol, el auténtico premio será revelado.


El sol… —musité mirando de nuevo el dibujo, clavando la mirada en lo que parecía un pequeño sol.

Um, Nana no estar segura pero... Nana creer que tener que usar magia para hacer crecer las plantas. Yo querer intentar primero.

Sí, eso parece. Creo que con nuestros poderes seremos capaces. Adelante, y ánimo.

La pequeña se colocó frente al montoncito de tierra, y conjuró un hechizo. Las plantitas comenzaron a crecer poco a poco, sobresaliendo cada vez más de la tierra blanda, pero por desgracia la niña no pudo hacerlas crecer demasiado, y parecía ya bastante cansada. Su poder no era muy fuerte todavía, ya que además parecía cansada después de haberlo intentando, sin mucho éxito.

Nana no tener más fuerzas... ¿Tú poder hacer algo, Maya? Yo ver que tú tener mucho más poder que yo.

Asentí con la cabeza y me acerqué a las plantas. Tras tomar el contenido de un éter, me agaché frente a ellas y me concentré. Iba a utilizar el mismo hechizo que había empleado Nana, el cual había reconocido en seguida, Zarza. Supuse que, tal y como había señalado la chiquilla, mis poderes serían más fuertes que los suyos y podría hacer crecer un poco más las plantas, aunque no sabía si sería suficiente como para alcanzar el dibujo del sol.

Vale, allá voy.

Comencé a conjurar el hechizo Zarza, canalizando todo el poder posible. Era la primera vez que me concentraba tanto para utilizar esa habilidad, así que no sabía cómo de poderoso sería en aquella ocasión. Seguí canalizando mi magia a través de mis manos, utilizando toda mi energía, hasta el punto en que noté que algo dentro de mí crecía. Mi poder se iba fortaleciendo poco a poco, y entonces lo noté. Noté cómo el hechizo Zarza que estaba usando no era como siempre. Era más poderoso, más robusto y recio. Me había concentrado tanto, que había logrado mejorar el hechizo sin siquiera darme cuenta. Aunque eso, claro, implicó que consumiese más energía que de costumbre.

¿Y bien? ¿Qué tal? —pregunté jadeando mientras abría los ojos, aquella magia había agotado mis fuerzas, estaba más cansada que Nana.

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Maya se bebe un Éter y a continuación utiliza el hechizo Zarza+ (y de paso lo aprende in-rol):

▪ Zarza+ (HM) [Nivel 16] [Requiere Zarza; Poder Mágico: 16] Ataque medio de elemento Natura. Grupo de plantas espinosas, más numerosas y recias que en Zarza, que brotan del suelo y golpean a un contrincante cercano, con ciertas probabilidades de causar envenenamiento.
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El Corazón

Notapor Tsuna » Lun Jul 18, 2016 5:47 pm

El hechizo Zarza de Maya fue más potente de lo normal, por alguna razón la niña despertó en su interior una magia mucho más poderosa de lo normal, una versión superior del hechizo básico: Zarza+.

¿Y bien? ¿Qué tal?

¡Woa, mira mira!

Ambas pudieron fijarse a tiempo en el fenómeno que se desató. El hechizo potenciado de Maya logró que las plantas crecieran de forma exagerada, casi anormal, y como plantas trepadoras subieron por la pared, siguiendo los dibujos marcados en ella que simulaban plantas hasta alcanzar el dibujo del sol. Las plantas se enredaron a su alrededor, cubriendo el astro como si fueran un círculo hasta alcanzar su centro y, de pronto, la magia se desató en la sala.

El símbolo del sol brilló con un color anaranjado, muy fuerte y cegador, luego se escuchó el sonido de un enorme portón abriéndose, aunque allí no había ninguno, y entonces el dibujo del sol se rompió en pedazos que cayeron sin fuerza sobre el montoncito de tierra, dejando tras de sí un hueco en la pared que reveló algo brillante y muy intenso: una pluma de cristal de color verde.

La pluma siguió el destino del sol y cayó de forma irremediable sobre la tierra, Maya pudo recogerla sin problemas. Su tacto era suave y emitía una ligera brisa de aire a su alrededor. Pudo sentir cómo sus mechones de pelo bailaban al son del viento.

¡Bien, ya tener la pluma! —exclamó Nana pegando un brinco, muy contenta—. Gracias a Maya poder completar la prueba. Nana todavía ser muy débil. —admitió con honestidad.

Con la pluma en su poder las dos niñas pudieron abandonar la sala y regresar con sus compañeros, los cuales parecían llevar una larga conversación a sus espaldas.

Uno de los Niños Perdidos dijo que había visto a una criatura con cuernos en el barco de Garfio. ¿Un Villano Final, quizás? Me pregunto si eso está relacionado con los Sincorazón, quizás... ambos grupos cooperaban...

Esa respuesta la tenía Maya, sin duda, pues Gabranth ya se lo había explicado: los Villanos Finales nunca llegaron a colaborar con los corsarios. Aunque Hana tenía otra teoría también muy interesante en la que nadie había reparado hasta ese momento, y Maya estaba todavía de regreso con Nana.

Puede que se estuviera refiriendo a un sincorazón.

Estoy de acuerdo con tu teoría: creo que colaboraron. Pensadlo bien, Garfio ya iba tras el Tesoro la última vez, y seguro que es tan tonto de aceptar la ayuda de cualquiera con tal de llevarse algo. Otra pregunta es de dónde salió Samy. No recuerdo que estuviese en la tripulación de Garfio.

»¿Y si Samy está colaborando también con los Villanos esos? De todas maneras debemos ir con cuidado: ella está por aquí. Fran y yo ya nos hemos encontrado con dos piratas que nos querían robar la pluma para entregársela. Creo que está esperando a que hagamos todo el trabajo sucio por ella.

Me gustaría proponer ir a buscarla y darle una lección antes que esperar a que nos tienda ella la emboscada. Sin embargo, no deberíamos arriesgarnos a separarnos, ni dejar solas a las niñas. Ahora están a salvo al otro lado de la barrera, pero quizá salgan y Samy las encuentre primero a ellas.

»¿Hasta qué punto puedes captar con esos sentidos a los demás? ¿Podrías predecir la emboscada o revelarnos su ubicación si se halla cerca?

En ese momento llegaron Maya y Nana, llevaban entre sus manos una pluma de color verde muy brillante que emitía una brisita de aire a su alrededor. La pluma roja, en posesión de Light, emitía un calor intenso y la azul, en manos de Freya, mucho frío. No cabía duda de que las plumas eran objetos extraordinarios.

Fran, todavía con la respuesta en la punta de la lengua decidió resolver las dudas de Hana.

Sí, podría intentarlo. Aunque mis sentidos también pueden verse alterados por otros factores como la distancia a la que estamos por ejemplo: soy incapaz de percibir lo que sucede en la superficie ahora mismo, las plumas también me pierden, emiten una magia que me atrae y me desorienta, así como los cristales de la cueva que hay más abajo —tomó una pausa, esperando que Hana comprendiera lo que le estaba explicando—. También está la Oscuridad. En grandes cantidades puedo percibirla y si hay demasiada, en exceso, podría perder el juicio.

Uh, no os gustaría ver a Fran así, os lo aseguro.

Fran le dedicó una mirada indescifrable a Balthier un momento, después se viró a Hana.

»Pero aparte de eso, sí, si hay gente cerca puedo percibirla sin problemas. Podré verlos llegar si lo que pretenden es tendernos una emboscada. —movió sus enormes orejas.

En ese momento la maestra Shinju, que no perdió detalle de la conversación en ningún momento se adelantó.

Si puedes sentirlos con esas orejas gigantes tuyas, entonces no tenemos de qué preocuparnos. No pienso perderme por todos estos túneles —señaló el mapa que llevaba Light— para buscar a unos piratas de pacotilla. Tenemos las tres plumas, bajemos cuanto antes.

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La orden estaba dada. Pudieron estar de acuerdo o no con la decisión pero lo cierto era que Maya necesitaba ponerse al día con todo lo que habían hablado, ella podía resolver algunas de las dudas planteadas. Salieron de la cueva para llegar a la enorme sala de roca con las columnas, y a raíz de ese punto el camino fue coser y cantar.

Bajaron por el túnel que tenían delante, descendiendo hasta alcanzar una pequeña cueva con una charca en el centro, la cual llevaba a un túnel sumergido, el mismo que atravesó Freya con anterioridad. El túnel era un poco largo y lo más probable es que gente como Nana, sin mucha resistencia, no pudiesen aguantar hasta el final si no les llevaba alguien que se manejara bien en el medio acuático o tuviese suficiente velocidad.

El túnel es algo largo, si no os veis capaces de resistir durante mucho tiempo yo os podría ayudar a cruzar, pero tendría que ser un viaje de ida y vuelta, tendríais que esperar aquí. A menos que uno de vuestros amigos pueda seguirme el ritmo, claro está.

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Como ha dicho Fran, la gente con poca resistencia (tenéis que tener al menos 35 puntos de VIT máxima para poder cruzar por vuestra cuenta) no podrá resistir: son los casos de Nana, Ukki, Nono y Freya. Ella está dispuesta a llevar a los que sean, hará los viajes que crea necesarios a menos que vosotros también queráis ayudar. Tener mucha velocidad o saberse manejar en el medio acuático será fundamental para ayudar a cruzar a alguien.


Fran estuvo dispuesta a hacer viaje tanto de ida como de vuelta, en caso de que quedara alguien rezagado que no pudiese llegar hasta el final por sí mismo. Tenían que organizarse bien. Durante el trayecto encontraron algas, pececillos y algunas medusas que flotaban de un lado a otro, nada peligroso y todo muy bonito. Al salir se encontraron en una enorme cueva muy oscura, conformada por estalactitas y estalagmitas de piedra. Desde allí solo vieron una única salida, un túnel de roca que descendía en la oscuridad.

¡Cómo odio el agua, kupó! ¡Ahora voy a tener que pasar el día cepillándome!

Bueno, un chapuzón nunca viene mal. Son gajes del oficio, al final te acostumbras a esto... y a cosas peores.

Tras el túnel alcanzaron la cueva de cristales que ya les mencionó la pirata del aire, una cueva con muchos desvíos y reluciente por la inmensa cantidad de cristales brillantes que había en paredes y techo. No pudieron arrancar ninguno sin embargo, estaban bien fijados. Según el mapa de Light desde dicha cueva se podía acceder a la sala azul, ya explorada por Freya, o bien seguir la ruta que llevaba hasta una antigua sala muy elevada y ya desde ahí acceder a la puerta. Tomaron ese último camino.

Ay, Lolo debe estar muerto de hambre. ¿No hemos llegado todavía? ¿Falta mucho? —interrogó la maestra mirando con carita de pena la cápsula en la que tenía guardado a Lolo.

La penúltima sala se trataba de esa, una muy elevada, casi formada en su totalidad por roca y algunos mosaicos con símbolos y dibujos antiguos ya muy desgastados en las paredes, los pocos que quedaban al menos. A lo largo de la sala se podían ver diversos palcos de piedra o roca que permitían moverse por la sala subiendo y bajando de uno a otro mediante escaleras de piedra, algunos daban acceso a diversos túneles y cavernas, ya exploradas todas por Freya. Numerosas cascadas de agua fría caían desde agujeros del techo y desembocaban o bien en los palcos —de hecho, la entrada que llevaba a la puerta del Corazón estaba cubierta por una cascada que debían atravesar— o bien en el suelo, abajo del todo. Lo que impedía que la sala se inundara era un hueco negro y oscuro, al fondo, por el que caía el agua. El mapa no indicaba qué había más allá y lo más probable es que se formara de forma accidental por algún desprendimiento. Averiguar qué había allí... quizá no fuese buena idea sabiendo que estaban bajo el nivel del mar, casi en una fosa marina.

El grupo había accedido a esa zona desde la cueva de cristales, donde Freya y Fran vieron claramente a Samy al comienzo. Y era en el palco más elevado de todos, por lo que tuvieron que bajar hasta la mitad de la estancia, aproximadamente, y atravesar la cascada de agua fría que cubría la entrada a la zona de la puerta. El camino que siguió fue un túnel de roca —otro más de los cientos que habían—, iluminado por plantas que brillaban en la oscuridad. Freya ya conocía todo eso.

Finalmente alcanzaron la última sala del mapa, la de la puerta que, en teoría, llevaba al Corazón. El mapa ya se borraba tras la puerta por lo que resultaba imposible averiguar qué se encontraba detrás. Era una sala de roca azul iluminada gracias a las plantas, hacía un frío muy intenso que con razón nublaba los sentidos de Fran. En un rincón encontraron un manantial de agua clara y fresquita, casi parecía mágica.

Deberíais beberla, está muy fría pero os ayudará a recuperar fuerzas. —aclaró Fran, situándose junto a la pequeña fuente.

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Beber del manantial os ayudará a recuperar toda la VIT y los PH. Podéis utilizar botellas vacías también para guardar el agua para futuras ocasiones.


Bien, por fin. A ver que alguien abra esa puerta. —ordenó la maestra, casi histérica por salir ya de allí.

En efecto, frente a ellos se encontraba la enorme puerta. Era idéntica al portón dorado de la selva, lo que estaba desgastada en algunas partes donde se mostraba un color gris plateado. Ante el portón encontraron tres altares de piedra blanca en los que se debían colocar las plumas, cada una encajaba perfectamente en cada hueco y no había un orden definido, podían colocarlas en el altar que quisieran. Eso sí, una por altar.

Fran, ¿estás segura de que no hay nadie por aquí? —preguntó Balthier en voz alta, todos pudieron escucharle.

No —negó con la cabeza mirando al túnel por el que llegaron todos, luego movió sus enormes orejas, intentando percibir sonido—, no hay nadie en los alrededores.

¡Bah, son piratas, nada importante! Ahora abramos ya esa dichosa puerta.

Los aprendices pudieron pasar todo el tiempo del mundo planeando y titubeando sobre los piratas, la idea de que Samy esperara que hiciesen el trabajo sucio por ella no era muy descabellada, pero durante todo el trayecto no percibieron ni sintieron nada sospechoso. Incluso en ese momento Fran no percibía nada fuera de lo común. Lo más probable es que los piratas ni siquiera les estuviesen siguiendo.

Pasara el tiempo que pasara, nadie apareció. Estaban completamente solos allí abajo, aislados del mundo y de todo lo que conocían. Tarde o temprano terminarían colocando las plumas para abrir la puerta, a menos, claro, que tuviesen algo que objetar respecto a las decisiones de la maestra.

Pero al final la decisión de colocar las plumas recaía en ellos y, tal y como confirmaron previamente en la antesala de la prueba, estaban dispuestos a abrirla y vencer a cualquiera que osara intentar entrar con intenciones aviesas. Estaban seguros, por lo que, si los piratas terminaban apareciendo, podían verlos venir. Tenían todas las cartas a su favor.

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En cuanto cada una de las plumas estuvo colocada en su respectivo altar, empezaron a brillar, a emitir un brillo intenso propio de su color. El colgante Pluma de Nana reaccionó ante dicho fenómeno y empezó a brillar con un dorado intenso, la niña ahora rebosaba un inmenso poder que recorría todo su cuerpo.

¡Nana sentirse muy poderosa! —exclamó entre jadeos, asimilando el poder que tenía ahora encima.

Su colgante emitió un rayo de luz dorado y destellante hacia la puerta, que empezó a brillar del mismo modo mientras un temblor empezaba a sacudir toda la zona. Se desprendió algo de gravilla del techo y la puerta se fue desintegrando en la luz poco a poco hasta dejar libre un nuevo túnel oscuro, y muy bonito además. Contaba con plantas brillantes en el techo y el agua, negra y oscura por la escasa iluminación, llegaba hasta la altura de las rodillas:

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Me gustaría ir detrás, es posible que el temblor les haya alertado. Si nos siguen podré saberlo. —sugirió Fran.

Esta vez Nana no quedó al borde de sus fuerzas y su colgante no perdió su brillo mágico. Las plumas, en cambio, podían recogerlas también y guardarlas como recuerdo. No parecían tener mayor utilidad.

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Atravesar el túnel fue una tarea cuanto menos sencilla. No pasó nada de interés y pudieron contemplar el bonito paisaje que les ofrecían las luces de la cueva. Al final subieron unas escaleritas de piedra que les sacaron del agua y encontraron un paisaje más claro y amplio: una sala formada por roca de manera natural y de proporciones gigantescas. El sonido de unas cascadas llegó a sus oídos.

El grupo se encontró en una primera zona muy similar a una cueva, más iluminada que el túnel pero todavía oscura. A los lados, tanto a la izquierda como a la derecha, vieron pequeñas cuevas con diversos agujeros y accesos, formando algo similar a unos túneles que bordeaban toda la estancia. El centro en cambio era bien distinto: encontraron dos enormes montañas de monedas de oro relucientes, una a la izquierda y otra a la derecha, entre ambas se veía un cofre del tesoro dorado, muy bonito y enorme. Estaba cerrado y necesitaban usar la Llave Espada para abrirlo.

Tras el cofre del tesoro y las montañas de oro terminaba esa primera zona, pues existía un risco que dejaba acceso a una segunda parte de la sala y por el cual caían dos enormes cascadas desde una zona superior que no alcanzaban a ver desde allí, a menos que se asomaran y miraran arriba. Si se asomaban al risco verían una sala de proporciones todavía mayores, mucho más clara y de al menos cincuenta o sesenta metros de altura. Las dos cascadas de agua caían hasta el fondo, una especie de lago enorme en el que se estaban formando numerosos remolinos. Salir por allí abajo iba a ser imposible.

Todo parecía indicarlo: estaban en el Corazón de Nunca Jamás.

Hemos llegado. Quién lo diría, que íbamos a ser capaces de presenciar lo más profundo de esta isla.

Nono soltó un enérgico "¡Kupó!", mientras que Balthier se quejó por lo bajo, casi deprimido.

Todavía me duele no llevarme nada de este sitio.

Nana, emocionada, se separó del grupo y se tiró encima de la montaña derecha, jugando con el oro como si fuese una especie de piscina. Y de pronto, antes de que nadie pudiera hacer nada más, la Llave Espada de Hana se invocó por sí sola, la obligó a alzar el brazo, como atraída por la cerradura del cofre del tesoro y emitió un rayo de luz que abrió el cerrojo. Todo en un brusco y veloz movimiento que la aprendiz fue incapaz de rechazar.

El cofre se abrió, revelando el contenido de su interior:

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Una especie de piedra azul con algunos grabados extraños sobre ella. Quizá fuese el tesoro del que hablaban los maestros, aquel que podía poner en peligro los mundos.

¡Nos la llevaremos igualmente! Ryota me pidió que me encargara del Tesoro también en caso de encontrarlo, y aquí lo tenemos. Procurad que no se os pierda.

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Podéis quedaros con la magicita, o bien entregársela a los piratas del aire pese al posible enfado de Shinju. Por otra parte cada uno tiene derecho a ganar un saco de monedas de oro (50.000 platines), canjeable por objetos de la Tienda Moguri, o bien sacrificar el oro y entregárselo a los piratas, en cuyo caso perderíais el objeto (el saco de oro).


Cuidado —alertó Fran entonces a todos—, alguien se acerca, están entrando en el túnel. Son un grupo numeroso, puede que nos igualen en número.

Un grupo numeroso se acercaba, todo apuntaba a los piratas. Al menos contaban con el factor sorpresa para preparse para el inevitable combate que se avecinaba.

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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Jue Jul 21, 2016 11:02 pm

Puede que se estuviera refiriendo a un sincorazón. ―Aquella era una hipótesis plausible, puede que esa criatura con cuernos fuera un Sincorazón.

Estoy de acuerdo con tu teoría: creo que colaboraron. Pensadlo bien, Garfio ya iba tras el Tesoro la última vez, y seguro que es tan tonto de aceptar la ayuda de cualquiera con tal de llevarse algo. Otra pregunta es de dónde salió Samy. No recuerdo que estuviese en la tripulación de Garfio.

»¿Y si Samy está colaborando también con los Villanos esos? De todas maneras debemos ir con cuidado: ella está por aquí. Fran y yo ya nos hemos encontrado con dos piratas que nos querían robar la pluma para entregársela. Creo que está esperando a que hagamos todo el trabajo sucio por ella.


Me gustaría proponer ir a buscarla y darle una lección antes que esperar a que nos tienda ella la emboscada. Sin embargo, no deberíamos arriesgarnos a separarnos, ni dejar solas a las niñas. Ahora están a salvo al otro lado de la barrera, pero quizá salgan y Samy las encuentre primero a ellas.

»¿Hasta qué punto puedes captar con esos sentidos a los demás? ¿Podrías predecir la emboscada o revelarnos su ubicación si se halla cerca?


Light comprobó en ese momento que Maya y Nana habían regresado, con la pluma restante en su poder. Al contrario que la suya, roja y cálida, la pluma que traían era de color verde y emitía un viento suave.

Bien hecho ―felicitó a ambas.

Entonces, Fran respondió a Hana y aclaró que era capaz de percibir a personas cercanas. En efecto, los sentidos de la pirata podían venirles genial para prepararse ante una posible emboscada, así que mejor que mejor.

Shinju sugirió que se dejaran de búsquedas de piratas. Light estaba de acuerdo, no podían entretenerse. Así que comenzó a moverse, hacia la gran estancia de las columnas, y desde ahí tomó el túnel descendiente que les condujo hacia una pequeña cueva. Si querían continuar no les quedaba otra que sumergirse en la charca…

El túnel es algo largo, si no os veis capaces de resistir durante mucho tiempo yo os podría ayudar a cruzar, pero tendría que ser un viaje de ida y vuelta, tendríais que esperar aquí. A menos que uno de vuestros amigos pueda seguirme el ritmo, claro está.

Yo también puedo ayudar. —Aunque nadar no era su especialidad, se veía capaz de cargar con alguien—. Nana, agárrate a mí, yo te llevo —sugirió, invitándola a que se subiera a su espalda.

Una vez la niña estuviera preparada, cogería mucho aire —le recomendaría a Nana que hiciera igual— y rápidamente iniciaría el buceo.

Buceó lo más rápido que pudo, sin olvidar que sus pulmones y los de Nana tenían un límite. No hizo demasiado caso a la fauna y a la flora del lugar, pero tenía que admitir que aquel túnel era bastante bonito; en especial porque no había Sincorazón que les molestaran.

Tras emerger, cogió una bocanada de aire. Dejó a Nana en suelo firme y aprovechó para investigar la zona mientras el resto de sus compañeros llegaban, en el caso de no haber sido más lento que ellos. Se trataba de una cueva oscura con estalagmitas y estalactitas. La salida no tenía perdida, había un solo camino que tomar para avanzar.

¡Cómo odio el agua, kupó! ¡Ahora voy a tener que pasar el día cepillándome!

¿Y tú eres un pirata…?

Bueno, un chapuzón nunca viene mal. Son gajes del oficio, al final te acostumbras a esto... y a cosas peores.

Acabaron llegando a una cueva con cristales. Light sacó el mapa que había guardado previamente en la mochila —antes del chapuzón— y comprobó cuál era el desvío correcto. No era necesario ir a la sala azul, pues Freya y Fran ya habían encontrado la pluma de esa zona. En su lugar, tomaron la ruta que conducía a una sala bastante antigua y elevada.

Ay, Lolo debe estar muerto de hambre. ¿No hemos llegado todavía? ¿Falta mucho?

Light apretó los dientes y miró a Shinju con cara de mala leche.

¿Solo sabes quejarte como una cría? Compórtate como la Maestra que eres. —Le costaba creer que alguien con el rango de Maestro mostrara una actitud tan desquiciante. Estaba deseando separarse de ella y no escuchar más quejas.

Quizás él, un aprendiz, no era el más idóneo para dar lecciones a una Maestra. Pero su actitud dejaba bastante que desear en comparación con la suya propia y la de los demás. Incluso Nana, que era la más pequeña y débil de todos, apenas se quejaba.

Alzó la mirada, hacia varias direcciones, para echar un vistazo a la nueva estancia rocosa. Ellos se encontraban en la parte superior de dicha estancia.

Dos cascadas descendían sobre las rocas —gracias a éstas podían alcanzar diversos túneles— y el suelo. En cuanto echó un vistazo breve a su mapa y a su alrededor, se dio cuenta de que debían descender un poco y atravesar una de aquellas cascadas para poder seguir avanzando. Así hizo.

El nuevo túnel, iluminado por cierto tipo de plantas, les condujo a la última zona que indicaba el mapa: una sala constituida de roca azul. El pergamino ya no les sería de utilidad, de momento, así que lo guardó en la mochila.

«Qué frio, ¿no?», la baja temperatura del lugar no pasó inadvertida para él y apretó los dientes.

Frente a ellos se encontraba la famosa puerta que requería de las tres plumas, solo hacía falta fijarse en los tres pilares para intuirlo, resultaba obvio. Aunque, antes de abrirla, no les vendría mal un descanso, ¿no?

Deberíais beberla, está muy fría pero os ayudará a recuperar fuerzas.

Hizo caso a Fran, por supuesto, y fue a la fuente para beber un poco de agua. Una pena que no llevara botellas vacías, porque aparte de sanar las heridas también recuperaba la magia.

Light, con su magia renovada, se sintió mucho mejor tras ingerir el agua.

Bien, por fin. A ver que alguien abra esa puerta.

Pues venga, solo tenemos que colocar una pluma en cada altar, ¿no?

Fran, ¿estás segura de que no hay nadie por aquí? —Balthier quiso asegurarse antes de continuar avanzando.

No, no hay nadie en los alrededores. —Si Fran lo decía, no había motivos para desconfiar. Ya no.

Pero que no hubiera ni rastro de Sincorazón ni de piratas le seguía intranquilizando. No sabía explicarlo, era… como la calma antes de la tormenta.

¡Bah, son piratas, nada importante! —¿Realmente podían subestimarlos?—. Ahora abramos ya esa dichosa puerta.

Así, pues, procedieron a abrirla. Light sacó su pluma, la cual transmitía bastante calor (que se agradecía en aquella sala tan fría), y la encajó en cualquiera de los tres altares. Ya lo había decidido: quería comprobar con sus propios ojos qué había detrás de aquella puerta a pesar del riesgo que conllevaba. No había vuelta atrás.

Los tres objetos fueron colocados y como consecuencia la pluma de Nana empezó a emitir un brillo dorado.

¡Nana sentirse muy poderosa! —En efecto, un gran poder recorría el cuerpo de la pequeña. Light, que presenciaba la escena con atención, esperaba que la vida de la niña no corriera peligro alguno.

El colgante de la niña liberó un haz de luz dirigido hacia la puerta. Ésta resplandeció también, al mismo tiempo que se producía un seísmo, y empezó a desintegrarse.

Finalmente, el camino se reveló: otro túnel iluminado por aquellas plantas. Por muy bonito que fuera —no lo negaba—, empezaba a echar de menos el aire del exterior. Ojalá salieran pronto de aquel precioso lugar.

Me gustaría ir detrás, es posible que el temblor les haya alertado. Si nos siguen podré saberlo.

Asintió, conforme. Antes de avanzar por el siguiente túnel se guardó la pluma roja que previamente había colocado en el altar. Quizás la necesitaran otra vez, quién sabe.

Vamos allá.

Atravesó el túnel inundado con cierta dificultad y subió por unas escaleritas de piedra. Al final, llegaron a una estancia rocosa bastante amplia. Light, quien atisbó el cofre y el oro en un primer momento, dirigió la vista hacia la derecha y la izquierda para asegurarse de que no había ninguna trampa allí. En absoluto, aparentemente, solo percibió la existencia de unos túneles que bordeaban la sala. Y de la cerradura ni rastro.

Hemos llegado. Quién lo diría, que íbamos a ser capaces de presenciar lo más profundo de esta isla.

Todavía me duele no llevarme nada de este sitio.

Se acercó al cofre, curioso, y se preguntó si aquel era realmente el famoso tesoro de Nunca Jamás. Posiblemente sí, y se moría por saber qué guardaba. Sin embargo, no fue él quien lo abrió con su Llave Espada, sino Hana.

Lo que yacía allí no era otra cosa que un misterioso cristal de color azul. ¿Podía tratarse de alguna clase de objeto mágico? Light, incapaz de pestañear, lo cogió y lo observó de cerca.

¿Qué es esto exactamente? —Desgraciadamente no sabía nada de las magicitas.

¡Nos la llevaremos igualmente! Ryota me pidió que me encargara del Tesoro también en caso de encontrarlo, y aquí lo tenemos. Procurad que no se os pierda.

Definitivamente pondría la magicita a buen recaudo: la guardaría en su mochila. Si se trataba de un objeto peligroso no podían permitir que los piratas se hicieran con éste. No le hacía demasiada gracia entregárselo a ningún Maestro de Bastión Hueco como Ryota, sin embargo; en su lugar se lo daría a Rebecca para que ella decidiera qué hacer con la piedra. Confiaba más en ella simplemente.

Ignoró el oro, pues tal como había dicho antes no le importaban las riquezas materiales lo más mínimo. Permitiría que los piratas se lo llevaran si así querían.

Justo cuando se disponía a investigar la segunda parte de la sala alguien les alertó. La pirata Fran había escuchado algo.

Cuidado, alguien se acerca, están entrando en el túnel. Son un grupo numeroso, puede que nos igualen en número.

Nana, ven aquí —la llamó sin alzar mucho la voz. Le hizo una seña con la mano para que se acercara a él rápidamente—. No hagas ruido —susurró después.

Rápidamente, se resguardaría con la niña en una de las cuevas de los laterales de la habitación. Allí, oculto, esperaría a que los supuestos piratas llegaran y les escucharía con atención, en silencio para no revelar su posición.

Si por cualquier motivo les descubrían, abandonaría el escondite, con la llave materializada y en guardia, preparado para luchar si era necesario. Antes de salir le diría a Nana que se quedara en dicho escondite por su propia seguridad. No aceptaría un «no» por respuesta.
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Hasta nunca jamás - Ronda #13

Notapor Tsuna » Dom Jul 24, 2016 10:41 pm

Balthier y Nono se encargaban de recoger el oro que los aprendices decidieron dejar de lado cuando Fran les alertó sobre la presencia de unos enemigos que se acercaban. Enemigos en teoría, pues no podían comprobar sus identidades desde allí, solo sabían gracias a las enormes orejas de Fran que eran un grupo numeroso, más o menos como ellos mismos.

Nana, ven aquí. No hagas ruido.

Fuera por las razones que fueran cada uno de los aprendices decidió ocultarse en las pequeñas cuevas ubicadas en los extremos, que formaban un pequeño y sencillo túnel sin mucho espacio tampoco, pero el suficiente como para que alguien grande y corpulento pudiese entrar sin problemas. Las únicas personas que no se movieron fueron los piratas del aire, que terminaban de recoger el oro y se mantenían alerta de cara a la entrada, la maestra Shinju, que invocó su Llave Espada y se puso a su lado, y Maya, que se quedó con todos ellos.

Hana decidió que lo mejor era ocultarse, sujetó a la pequeña maga y la llevó consigo a su improvisado escondite, el opuesto al que se encontraban Light, Nana y Freya.

Los piratas del aire no tenían tiempo para esconderse y como los aprendices actuaron tan rápido prefirieron mantenerse en guardia. Igualmente contaban con el factor sorpresa, si la cosa se ponía fea podían salir a ayudar y pillarlos con la guardia baja. En caso, claro, de que fuesen enemigos los que venían por el túnel.

La única cosa con la que nadie contaba era con ella, con la pirata conocida como Samy. Nadie sabía nada acerca de ella con total exactitud, ni siquiera Freya había tenido ocasión de ver su auténtico potencial pese a tener acertadas sospechas, y Fran tampoco consiguió detectarla con sus sentidos. Era imposible sentir el movimiento de una sombra. Light, Nana y Freya, sin saberlo, se dirigieron a la ubicación en la que la pirata se encontraba, por supuesto no vieron nada fuera de lo común, nadie podía sospechar de la oscuridad.

Centrados como estaban en la llegada de esas nuevas personas, que ya era mucha casualidad que les siguiesen la pista después del temblor que produjo el portón al abrirse, no lo vieron venir. Se abalanzó a una velocidad pasmosa, cargó su daga en energía elemental oscura y rajó la mochila del aprendiz, a toda prisa metió la mano y se hizo con lo que más quería proteger en ese momento.

Pasó en cuestión de un parpadeo, Light escuchó como su mochila era rajada y algo entraba dentro para volver a salir con brusquedad. Freya escuchó unos pasos y vio la silueta de alguien de refilón tras su amigo. Pero al darse la vuelta no vieron absolutamente a nadie. Fueron los comentarios de la maestra y de Nono los que les ayudaron a ubicarse.

Espera, ¿¡qué significa esto!?

¿Qué ha pasado, kupó?

Balthier sujetó su escopeta con las dos manos y frunció el ceño.

No tenemos tiempo, ya están aquí.

A través del túnel ya se podía escuchar el movimiento del agua, el misterioso grupo no estaba muy lejos.

Los aprendices probablemente se asomaron ante las exclamaciones de la maestra o justo después del robo, no tardaron en ver lo que estaba sucediendo. Sobre una de las montañas de oro, la más alejada a la ubicación de Light y Freya pero la más cercana a la posición de Hana y Maya, se encontraba una mujer de cabello castaño, con evidente aspecto de corsaria.

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Freya ya la conocía, era Samy.

¡Al fin! Me dijo que el Tesoro estaba aquí y no se equivocó. Después de tanto tiempo... —Cinco años, Freya lo había escuchado de los dos piratas que la asaltaron en las cuevas— ¡Por fin lo tengo entre mis manos! ¡Ya puedo oler mi nueva vida, como el mar! —Se podía ver con claridad, que sostenía la piedra azul que le robó a Light de su mochila en su mano izquierda.

Se pudieron asomar e intentar ir contra ella, pero lo cierto es que no llegaron muy lejos. Una voz conocida ya por la mayoría irrumpió en la sala del Tesoro. Todavía estaban a tiempo de esconderse o seguir escondidos.

¡Buen trabajo, Samy! Sigo sin saber cómo lo has hecho, pero por fin tenemos el último tesoro de esta isla. Oh, ¡y qué tenemos por aquí! —exclamó Garfio, jugando con su bigote. Su mirada maliciosa lo indicaba todo: iban a tener que luchar—. ¡Pero si son el grupito que tiene esas llaves tan raras! ¿Andará Nanashi por aquí cerca? —preguntó con cierta tristeza, refiriéndose a la maestra Shinju que ya tenía su Llave invocada.

Ya podían verlo con sus ojos, pero se trataba del capitán Garfio, el corsario más peligroso de Nunca Jamás. Aunque los aprendices no tenían esa impresión de él, lo cierto es que venía acompañado por seis piratas más, armados con sables y pistolas, además del señor Smee, claro, que estaba detrás del grupo temblando como un flan.

Lo siento, mequetrefe, pero el Tesoro es mío —habló Samy desde lo alto de la montaña—, dejo la banda, es hora de largarme de este muermo de isla. Pero a cambio, Garfio, te voy a hacer un último regalito para no dejarte mal sabor de boca. Por allí tienes a Freya, a otro y a una niña indefensa, y por este otro lado tienes a dos más. —indicó sus ubicaciones.

»¡Sírvete! —finalizó sonriente, para después soltar una sonora carcajada.

Como fueron descubiertos Light optó por salir con la Llave Espada invocada, si no lo había hecho ya, mientras Nana se quedaba asustada dentro de la cueva con los oídos tapados y los ojos cerrados, aterrada.

Vaya, ¡pero si son Freya y Light! Gracias por el regalo, Samy, sabía que podía contar contigo igualmente —desenvainó su estoque con una mirada cargada de maldad. Iba a matarlos y el Tesoro le importaba un pimiento—. El único que falta es ese mocoso de Pan, ¡pero yo sé dónde encontrarle! Ah, y esa traidora de Nanashi, todavía no me he olvidado de ella.

»¡Pero el plan no ha cambiado! ¡Esta será la noche de nuestra venganza, y mañana pondremos un nuevo rumbo! —alzó su estoque hacia ellos, amenazante.

Como si de una orden se tratara, tres nubes de oscuridad se manifestaron a lo largo de la sala:

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Dos Bolas Oscuras junto al grupo de Garfio, parecían ignorar a los piratas por completo, y el Invisible detrás del cofre del tesoro, tras el grupo de Shinju y los piratas del aire.

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¡Ag, otra vez estos bichos! Bueno, da igual, ¡vuestras cabezas van a rodar con o sin ellos! ¡Que no quede ni uno!

Los piratas se adelantaron, ignorando a los Sincorazón, y se prepararon para enfrentar a los aprendices. Tres iban a por Hana y Maya, empuñando sables y pistolas, y otros tres miraban a Light y Freya, desviando de tanto en tanto la vista hacia la cueva, donde estaba "la niña indefensa".

¡Freya! —llamó su atención con aires de satisfacción—. Si me ayudas a escapar y te vienes conmigo, te prometo que serás recompensada por todo lo alto. Él sabrá recompensarte sin dudarlo, tendrás una vida de ensueño. ¡Ayúdame una última vez! —por su sonrisa parecía que le estaba diciendo eso más para recordarle que la estaba utilizando que para buscar ayuda de verdad. Aunque dependía esta vez de ella ayudar, ¿estaba dispuesta esta vez?

¡Id a por ella, ni se os ocurra dejarla escapar por nada del mundo! ¡Yo me cargo al capitán! —ordenó Shinju con autoridad, todavía afectada por el comentario que Light le había dedicado mucho tiempo atrás.

Fuera como fuera, ya si alguien se atrevía a atacar a Samy desde la distancia o no, el cuerpo de la mujer se desvaneció y numerosas sombras salieron en distintas direcciones: las cuevas, tras las montañas de oro... Debía estar en un solo sitio, pero no encontrarla suponía perder el Tesoro. No podían olvidar a los piratas del aire, contaban con su pleno apoyo.

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En definitiva, tenéis un determinado número de rondas que no revelaré para intentar arrebatarle a Samy la magicita; derrotarla o apresarla de forma que no pueda escapar también vale. Si no lo conseguís, alcanzará la salida y escapará con ella. Ahora mismo se encuentra en cuatro posibles ubicaciones, que son a las que se han ido esas sombras: las cuevas de la izquierda, tras la montaña de oro de la izquierda, tras la montaña de oro de la derecha y en las cuevas de la derecha. Evidentemente, solo estará en una de ellas.

Las habilidades de tierra son útiles para detectarla, aunque Fran os puede ayudar ya que escucha a bastante distancia. Por otra parte tenéis a Garfio, los Sincorazón y los piratas. Saben de la ubicación de Nana e intentarán ir a por ella, así como incordiaros. Shinju irá a por Garfio, pero eso no quita que el capitán quiera ir a por vosotros, priorizará a Light y a Freya por encima de los demás en sus ataques.

Y con todo dicho, ¡mucha suerte!


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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Vie Jul 29, 2016 12:32 am

Con la intención de ocultarse y espiar a aquellos que se acercaban, se internó en una de las cavernas con Nana (eran pequeñas, por lo que entró agachado, seguramente permanecería incómodo).

Sin embargo, no espiaría a nadie al final. ¿Por qué? En principio porque Shinju, Maya, Nono, Balthier y Fran no se movieron, no se molestaron en ocultarse. Light puso los ojos en blanco. Iban a tener que enfrentarse a aquellos piratas para nada, pues ya tenían aquella misteriosa joya en su poder, ¿realmente era necesario? ¿No era mejor plan esconderse, espiarles para conseguir información y después poner los pies en polvorosa? Además allí no había ninguna Cerradura que proteger, aparentemente.

Su misión no consistía en darles una paliza a esos piratas ni impedir que se llevaran aquel oro (la joya ya era otra historia). No tenían por qué ensuciarse las manos.

Al menos desde sus posiciones podían lanzar un ataque sorpresa, en el caso de que Shinju y los demás corrieran peligro.

No se imaginaba ni por asomo que en aquel preciso momento le robarían el tesoro. Era impensable. Soltó una exclamación en cuanto se dio cuenta de que alguien rajaba su mochila y metía la mano dentro de ésta.

Se giró, con algo de dificultad, y no descubrió a nadie. Pero no, no había sido su imaginación, alguien en efecto había roto su mochila y había sacado de ésta el misterioso tesoro.

Pero qué... Vale, muy gracioso, ¿quién ha sido? —Miró a Freya y a Nana con cara de pocos amigos.

Espera, ¿¡qué significa esto!?

¿Qué ha pasado, kupó?

No tenemos tiempo, ya están aquí.

Shinju y Nono se mostraban sorprendidos por alguna razón. Tras advertirle a Nana que se quedara ahí se asomó —a la porra el plan de esconderse— y descubrió a una mujer, situada sobre una de las montañas de oro, que tenía aspecto de corsaria. Era la primera vez que la veía.

Se aproximó un poco a ella, con Llave Espada en mano y con cara de pocos amigos.

¡Al fin! Me dijo que el Tesoro estaba aquí y no se equivocó. Después de tanto tiempo... ¡Por fin lo tengo entre mis manos! ¡Ya puedo oler mi nueva vida, como el mar! —Se refería a la piedra azul, la misma que precisamente le había robado. Así que ella era la ladrona…

Pues aprovecha y huele, porque esa piedra no va a durar mucho en tus manos —aseguró. Y estaba dispuesto a emplear la fuerza, la noquearía si era necesario para recuperar la joya.

Light, sorprendido, todavía no comprendía cómo se la había robado. Ellos fueron quienes abrieron la puerta, la misma Fran les había confirmado que nadie les había seguido. ¿Cómo se las había arreglado para sorprenderle por la espalda? No había podido detectar su presencia hasta el momento del robo.

Finalmente los piratas llegaron, tal como se imaginaban. Ya ni se molestó en esconderse.

¡Buen trabajo, Samy! Sigo sin saber cómo lo has hecho, pero por fin tenemos el último tesoro de esta isla. Oh, ¡y qué tenemos por aquí! ¡Pero si son el grupito que tiene esas llaves tan raras! ¿Andará Nanashi por aquí cerca?

Y, en efecto, el Capitán Garfio se encontraba entre ellos. El ridículo y estúpido pirata que, cegado por el odio, permitió que aquel Sincorazón con forma de buque causara el caos en su propio barco. El mismo Light le sugirió en aquella ocasión que cooperaran para detenerlo y se negó.


¡Garfio! ¡Esta batalla es absurda! ¡Deja de joder y pon de tu parte para acabar con ese buque volador! ¡Te quedarás sin barco si dejas que esa cosa siga campando a sus anchas; o peor, acabaremos todos muertos!

¡Cómo si fuera a ayudaros, a vosotros! ¡Peter Pan sabrá lo que…!

«Este tío es tonto».


Lo siento, mequetrefe, pero el Tesoro es mío —afirmó la ladrona—, dejo la banda, es hora de largarme de este muermo de isla. Pero a cambio, Garfio, te voy a hacer un último regalito para no dejarte mal sabor de boca. Por allí tienes a Freya, a otro y a una niña indefensa, y por este otro lado tienes a dos más.

»¡Sírvete!


Se encaró a Garfio, sin bajar la guardia, mostrando un semblante serio. La situación se tornaba cada vez más peliaguda y no le gustaba un pelo.

Vaya, ¡pero si son Freya y Light! Gracias por el regalo, Samy, sabía que podía contar contigo igualmente. —Sacó su arma de la vaina, claramente con malas intenciones—. El único que falta es ese mocoso de Pan, ¡pero yo sé dónde encontrarle! Ah, y esa traidora de Nanashi, todavía no me he olvidado de ella.

»¡Pero el plan no ha cambiado! ¡Esta será la noche de nuestra venganza, y mañana pondremos un nuevo rumbo!

Y entonces lo comprobó con sus propios ojos: Garfio invocó tres criaturas oscuras. Y una era un Invisible, para colmo, un Sincorazón de bastante nivel.

¿Cómo es que puedes invocarlos? —se cuestionó, estupefacto.

¡Ag, otra vez estos bichos! —¿Acaso no los había invocado voluntariamente? ¡Claro, quizás la oscuridad de su corazón los estaba atrayendo!—. Bueno, da igual, ¡vuestras cabezas van a rodar con o sin ellos! ¡Que no quede ni uno!

Relaja, ¿eh?

Los piratas ignoraron a las criaturas que habían surgido y se dispusieron a atacarles. Light se aplicó Fortaleza sin más tardar para protegerse de los ataques físicos que pudiera recibir. También trataría de bloquear con su gran Llave Espada para después contraatacar, esperaba ser más hábil que aquellos corsarios.

¡Freya! Si me ayudas a escapar y te vienes conmigo, te prometo que serás recompensada por todo lo alto. Él sabrá recompensarte sin dudarlo, tendrás una vida de ensueño. ¡Ayúdame una última vez!

«¿Él?».

¡Id a por ella, ni se os ocurra dejarla escapar por nada del mundo! ¡Yo me cargo al capitán!

¡Entendido! ¡Fran, Balthier, ayudadme con estos piratas! —les pidió, refiriéndose a los tres piratas que le amenazaban.

«¡Gaomon, como siempre, encárgate de proteger a Nana!».

Su eidolon apareció en ese preciso momento, justo delante de la caverna en la que permanecía Nana, y no se movió de ahí. Aún no atacaría, pero si algún enemigo se atrevía a aproximarse, recibiría un fiero Envite lunar y varios mordiscos.

Light presenció entonces la desaparición de Samy. En cuanto su cuerpo se esfumó, varias sombras se movieron hacia distintos lugares. Así que le había pillado desprevenido de esa manera…

Pues ahora era el momento de sorprenderla a ella. Sin bajar la guardia y sin perder de vista a ninguno de los presentes, golpeó con firmeza el suelo con su pie y empleó su Sentido Sísmico para verificar el lugar donde se ocultaba Samy. Las ondas invisibles que viajaban por el suelo le permitirían saber la posición de la pirata, aunque no pudiera verla.

¡Hana, Maya, Freya! —En cuanto las llamó por sus nombres señaló con el dedo el lugar donde se encontraba Samy (si su habilidad funcionaba, claro), no hacía falta decirlo expresamente.

Tras localizarla, se elevó rápidamente gracias a la magia de Campanilla —lo máximo posible, para alejarse de los piratas— y decidió eliminar a los Sincorazón en primer lugar.

«Mandoble Celeste», enarboló su Llave Espada, concentrado, y liberó el Estilo: un aura densa de color azul celeste rodeó su cuerpo y su arma, cuyo filo se había extendido considerablemente. Se sentía mucho más poderoso en aquel momento; se sentía capaz de partir a cualquiera en dos con un simple ataque normal. Era una sensación parecida a la que experimentaba cuando utilizaba sus habilidades potenciadoras de Luna.

En primer lugar, y como venía siendo habitual, se desharía del peligroso Invisible. Light, fortalecido por el Estilo, cargaría velozmente contra él con una Embestida explosiva. Si no le ponía fin tras usar la habilidad, le remataría de inmediato con estocadas normales.

En segundo lugar, se encargaría de eliminar a las Bolas oscuras. No emplearía más habilidades, atacaría a base de tajos y estocadas normales. Ojalá el poder ofensivo que le otorgaba el Estilo le permitiera acabar con ellas con relativa facilidad.

Incluso con el poder de Campanilla, sabía que todavía era un blanco para los piratas: estos traían armas de fuego después de todo. Su Fortaleza, su habilidad con la espada a la hora de bloquear, sus reflejos… eran sus únicas bazas para defenderse de Garfío y compañía. Por supuesto, no les perdería de vista durante el combate.

En cuanto a Sami, dejaría que sus compañeras se encargaran de ella de momento. Ojalá recuperaran la piedra.

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▪ Fortaleza (HC) [Nivel 10] [Requiere afinidad a Tierra; Resistencia: 15] Haciendo uso de su afinidad Tierra, la piel del usuario de la habilidad adquiere una notable dureza, similar a la de la roca. El daño recibido por ataques físicos y habilidades de combate (HC) se verá reducido hasta que el usuario reciba un ataque físico de mayor potencia que la Fortaleza, capaz de destruirla. La habilidad finaliza en tres turnos.

▪ Sentido sísmico (HC) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Tierra; Reflejos: 18] A través de un púlsar que viaja por tierra, el personaje es capaz de sentir las vibraciones del suelo para advertir la posición y los movimientos de objetos, personas y otros elementos en contacto con el suelo. Inútil en el mar o con suelo completamente arenoso.

▪ Activa Estilo Mandoble Celeste (-10 PH)

▪ Embestida explosiva (HC) [Nivel 24] [Requiere Fuerza: 42; Velocidad: 30; Resistencia:32] Intensifica el aura que le rodea y arremete fuerte y rápidamente contra un enemigo, con su llave potenciada, provocando una pequeña explosión en el impacto y grandes daños. Envía volando al enemigo hacia una dirección, muy lejos y con muchísima fuerza (aunque depende de su peso y de la fuerza de Light). Ciertas probabilidades de aturdirle.

Y Gaomon usa esto en caso de que alguien se acerque a la cueva donde se encuentra Nana:

▪Envite lunar (HC) [Nivel 10] [Requiere afinidad a Luna; Forma Cabalgadura; Carrera animal; Fuerza: 13; Poder mágico: 10] El personaje envuelve todo su cuerpo de energía lunar y carga violentamente contra el enemigo, con una velocidad desmedida. Gran poder y probabilidad baja de causar mudez, pero daña ligeramente al usuario.

Light gastaría 52 ph (una burrada lo sé lol) y Gaomon 10 ph
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Re: Hasta nunca jamás - Ronda #13

Notapor Zodiark » Sab Jul 30, 2016 8:57 am

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¡Woa, mira mira!

¡Bien! ¡Lo hemos conseguido, Nana! —exclamé contenta dedicándole una sonrisa a la niña mientras las plantas crecían hasta el símbolo del sol.

¡Bien, ya tener la pluma! Gracias a Maya poder completar la prueba. Nana todavía ser muy débil.

B-Bueno, tampoco ha sido para tanto… Ambas hemos hecho todo lo que hemos podido —añadí acariciando con suavidad la cabeza de la pequeña.

Tras agarrar la pluma verde volvimos con los demás. Parecían estar hablando sobre la situación, y haciendo algunas preguntas a Fran (normal, por otra parte, teniendo en cuenta que había desaparecido de pronto). También estaban hablando de los piratas y de su relación con los Villanos Finales.

Si Gabranth me ha dicho la verdad —intervine tras saludar de nuevo a Ukki y subirlo a mi hombro—, ellos no han tenido relación con los piratas. Según él, nunca se rebajarían a colaborar con ellos. Claro que ahora, después de todo, no sé hasta qué punto creer sus palabras… —dije decepcionada y avergonzada.

En cualquier caso mostré a los demás la pluma verde y cómo esta irradiaba cierta energía de viento que resultaba de lo más relajante. Con la pluma roja que tenía Light y la pluma azul que tenía Freya, ya podíamos continuar.

Atravesamos las cavernas en una larga caminata, adentrándonos cada vez más en aquel misterioso lugar. Era realmente bonito, aunque no podía dejar de preguntarme qué era realmente aquel sitio, y si de veras encontraríamos el corazón del mundo allí. Y… si no sería demasiado tarde ya para él.

En cierto punto, tuvimos que atravesar una pequeña caverna submarina. No me hacía mucha gracia, la verdad era que no tenía ganas de mojarme y teníamos a Ukki y a Nana con nosotros, que no sabía si podrían aguantar el buceo. Pero no parecía haber otro camino, así que me acabé resignando y agarrando bien a Ukki me puse a nadar. Por suerte, conseguimos llegar todos bien al otro, aunque esperaba que las plumas no se hubiesen dañado con el agua, ni tampoco el mapa.

Más adelante encontramos un manantial de agua fresca, y tras beber un poco nos sentimos renovados. Frente a nosotros se encontraba la puerta en la que debíamos usar las tres plumas. Una vez hecho esto, la puerta se abriría… ¿Qué nos depararía al otro lado?

Fran, ¿estás segura de que no hay nadie por aquí? —preguntó Balthier mientras tomábamos un pequeño descanso antes de seguir avanzando.

No, no hay nadie en los alrededores.

¡Bah, son piratas, nada importante! Ahora abramos ya esa dichosa puerta.

¿Nada importante? Yo estoy harta de luchar, llevamos todo el día igual —comenté cansada, estirándome ampliamente y tumbándome en el suelo, me apetecía descansar un rato, después de todo lo que había sucedido. Había sido un día largo y duro, y aún nos quedaba lo peor, estaba convencida de ello. Necesitaba reposar un poco—. Tú también quieres descansar, ¿verdad, Ukki?

Con un gruñido, el mono saltó de mi hombro y se sentó a mi lado, bostezando. Pronto cerró los ojos y se echó a dormir. Era increíble la velocidad a la que se había quedado dormido.

Qué morro, si lo he hecho yo todo… —bromeé mientras le tapaba con mi túnica.

Y finalmente optamos por colocar las plumas en su lugar y seguir adelante. Desperté a Ukki y me volví a poner mi túnica. Saqué la pluma del bolsillo y, nerviosa y expectante, la coloqué. No podía evitar sentir nervios pensando qué habría detrás de aquella puerta, y si por algún casual allí estaba el corazón de Nunca Jamás, sería muy tarde para aquel mundo… y para nosotros.

¡Nana sentirse muy poderosa!

El collar de la niña india volvió a brillar junto a la puerta, de la misma forma en que lo había hecho en la entrada a la caverna. Posteriormente, la puerta se… ¿abrió?, mostrándonos un nuevo camino. Tragué saliva y avancé junto a los demás.

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Y, por fin, llegamos al final.

¿Qué es todo esto? ¿Un tesoro?

Mis ojos se abrieron como platos al ver aquello. ¡Era increíble! Toqueteé las monedas de oro y las miré con detenimiento para comprobar si eran auténticas. ¡Incluso mordí una para ver si no era falsa! Pero todo parecía indicar que era un verdadero tesoro.

Esto es lo que buscan esos piratas, ¿verdad? —pregunté a los demás—. Y… vosotros —añadí, clavando la mirada en Balthier, Fran y Nono.

En cualquier caso, me fijé en que detrás del tesoro había algo más. Concretamente, un risco, lo que significaba que aún no estábamos en lo más profundo de la cueva.

¡Uh-uah! —exclamé sorprendida cuando me asomé— ¡Aquí debe de haber casi cien metros!

Debajo solo se veía un enorme lago de agua bañado por dos grandes cataratas y lleno de remolinos. Estaba claro que quien cayera por allí no lo contaría, aunque llegase vivo abajo. Posiblemente el agua se lo acabaría tragando.

V-Volvamos, Ukki, no me gustan las a-alturas…

Hemos llegado. Quién lo diría, que íbamos a ser capaces de presenciar lo más profundo de esta isla.

¿Así que esto es… el corazón de Nunca Jamás? Parece que hemos llegado a tiempo, ¿verdad? Todo parece estar bien.

Todavía me duele no llevarme nada de este sitio.

¿Por qué? —pregunté al hombre tras oírle quejarse por lo bajo—. Llevaos lo que queráis, por mí no hay problema —dije poniendo una mueca de indiferencia, la verdad era que aquel tesoro no me interesaba para nada. Después de todo, mi hogar era el castillo de la familia real de mi mundo, siempre había tenido una vida más o menos lujosa, así que no estaba especialmente interesada en el dinero. Por mí podían quedárselo todo, posiblemente yo no sabría darle buena utilidad de todas formas, y además ellos nos habían ayudado mucho, especialmente Balthier. Se lo merecían—, y no creo que los demás pongan ninguna pega. Quizá Rebecca… pero bueno, ya la convenceremos.

Guiñé un ojo a Balthier y saqué el papelito donde tenía apuntado su número, y se lo mostré, agitándolo.

Además así podrás gastar el dinero en algún regalito para mí cuando me invites a salir.

Sin previo aviso, oí a mi espalda el ruido del cofre abriéndose. Al girarme, vi que Hana había sido la responsable. Bueno, alguien tenía que dar el paso.

El cofre debía contener algo gordo, porque se encontraba justo en el centro de las montañas de oro, majestuoso. Me acerqué curiosa para ver de qué se trataba para ver era, ni más ni menos que…

¿Un cristal?

¿Qué es esto exactamente?

Algo importante tiene que ser, por lo ostentoso del lugar. Quiero decir, en lo más profundo de una cueva, montañas de monedas de oro, y en el centro este cristal… Quizá tenga en su interior poder mágico, un gran poder mágico. O quizá… esto sea el corazón de Nunca Jamás…

¡Nos la llevaremos igualmente! Ryota me pidió que me encargara del Tesoro también en caso de encontrarlo, y aquí lo tenemos. Procurad que no se os pierda.

Light guardó la misteriosa piedra en su mochila, y solo me quedó esperar que Ryota supiera qué narices era. Al menos ya la teníamos en nuestro poder, y no caería en malas manos… ¿o sí?

Cuidado, alguien se acerca, están entrando en el túnel. Son un grupo numeroso, puede que nos igualen en número.

¿Qué?

Todos se apresuraron a esconderse en los túneles laterales excepto Fran y Balthier que seguían recogiendo el oro y Shinju que se puso en guardia para pelear contra quien fuese que viniere. Me coloqué junto a ella dispuesta a ayudarla con alguno de mis hechizos para liquidarles cuanto antes si eran peligrosos, pero antes de poder darme cuenta alguien me agarró de la muñeca y comenzó a arrastrarme.

¡Eh, eh! ¡Vale, vale, Hana, ya me escondo!

Hana me había llevado con ella a uno de los túneles, al parecer había considerado que la mejor opción era esconderse a pesar de que Shinju, Fran y Balthier se habían quedado fuera. Suspiré resignada, viéndolo por el lado bueno podríamos aprovechar nuestro escondite para lanzar un ataque sorpresa si la Maestra de Bastión Hueco y los piratas del aire estaban en peligro.

Maestra Rebecca —susurré lo más bajo que pude al amuleto para intentar ponerme en contacto con ella—, ¿me recibe? ¿Se encuentra bien?

Después de todo, al parecer algunas personas habían logrado entrar en las cuevas a pesar de que la Maestra y los indios se habían quedado vigilando fuera, así que cabía la posibilidad de que hubiesen sido atacados. Tenía que asegurarme cuanto antes de que estaban sanos y salvos.

Espera, ¿¡qué significa esto!?

¿Qué ha pasado, kupó?

No tenemos tiempo, ya están aquí.

Las palabras de los que estaban fuera nos alertaron, y me asomé rápidamente, solo para ver a una mujer en lo alto de la montaña de monedas más cercana a nuestra posición.

¿Una pirata? —murmuré—. ¡N-No…!

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La mujer tenía en sus manos el cristal azul. Preocupada, giré la vista y clavé la mirada en Light. ¡¿Cómo demonios se la habían robado sin que se diese cuenta?!

¡Al fin! Me dijo que el Tesoro estaba aquí y no se equivocó. Después de tanto tiempo... Por fin lo tengo entre mis manos! ¡Ya puedo oler mi nueva vida, como el mar!

¿Y quién se supone que eres tú, exactamente? —pregunté enfadada, saliendo del túnel—. Mira, no llevo todo el día dándome de leches y corriendo de aquí para allá para que ahora nos robes el tesoro, así que devuélvenoslo ahora mismo, choriza.

¡Buen trabajo, Samy! Sigo sin saber cómo lo has hecho, pero por fin tenemos el último tesoro de esta isla. Oh, ¡y qué tenemos por aquí! —una voz a mi espalda me sorprendió. Aquella mujer no estaba sola: los demás piratas también habían llegado ya—. ¡Pero si son el grupito que tiene esas llaves tan raras! ¿Andará Nanashi por aquí cerca?

A lo mejor no te hace tanta gracia cuando te estampemos nuestras “llaves raras” en la cara, imbécil.

Estaba de lo más enojada. ¡Después de toda aquella aventura, ¿iba a acabar así?! No pensaba permitirlo.

Lo siento, mequetrefe, pero el Tesoro es mío —Además de ladrona, traidora, vaya perla de chica—, dejo la banda, es hora de largarme de este muermo de isla. Pero a cambio, Garfio, te voy a hacer un último regalito para no dejarte mal sabor de boca. Por allí tienes a Freya, a otro y a una niña indefensa, y por este otro lado tienes a dos más.

»¡Sírvete!

Lo peor era que el tal Garfio no parecía para nada enfadado, incluso lo contrario. Estaba de lo más contento de poner acabar con nosotros (o al menos intentarlo). ¿El muy idiota no se estaba dando cuenta de que aquella mujer posiblemente les había utilizado y se iba a llevar el tesoro? ¿Es que de veras era tan importante matarnos como para dejarla hacer lo que quisiera?

¡Esta será la noche de nuestra venganza, y mañana pondremos un nuevo rumbo!

Que te lo has creído. Vas a pudrirte en una cárcel junto con toda tu tripulación.

Pero claro, como siempre, la cosa no iba a ser tan sencilla. Siempre era más fácil decirlo que hacerlo. Unos Sincorazón aparecieron de la nada, atraídos por el pirata.

¿Cómo es que puedes invocarlos?

No… No me digas que… —Recordé el ataque de los Sincorazón al campamento indio, todos los daños que provocaron. Y todas las vidas inocentes que se perdieron…—. No me digas que has sido tú…

Furiosa, apreté los puños y las mandíbulas. Notaba cómo me hervía la sangre, y dirigí la mirada hacia Nana, que seguía escondida, asustada. Él había sido el culpable de que todo el sufrimiento de la niña, y ahora quería también acabar con ella. No iba a perdonarle, no podía perdonarle.

¡Ag, otra vez estos bichos! Bueno, da igual, ¡vuestras cabezas van a rodar con o sin ellos! ¡Que no quede ni uno!

Desgraciados…

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Tomé aire mientras tres piratas se lanzaban a por Hana y a por mí, espada en ristre. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, solté una bocanada de aire cargada con mi más potente hechizo Dulce Aroma, intentando golpearles solo a ellos.

Lo siento —diría una vez estuviesen embobados por culpa de mi magia, invocando mi Llave Espada y cargando un Aturdidor—, pero no me gustan los piratas. Ya tuve una mala experiencia con unos, y no pienso repetirla.

Agarrando fuertemente la Pétalo de Hada daría una zancada y saltaría hacia delante, girando sobre mí misma para dar un buen tajo a los tres piratas a la vez y dejarles paralizados.

¡Hana, Maya, Freya! —oí la voz de Light, llamándome. Al girarme hacia él, vi que señalaba hacia un lugar concreto.

Busqué a Samy con la mirada, sin éxito. Había estado tan pendiente de los piratas que ni siquiera me había dado cuenta de lo que había ocurrido a mi alrededor, y por supuesto tampoco de que la ladrona había escapado. Por suerte, Light parecía saber hacia dónde.

Vamos —dije a Hana, y luego miré a los piratas del aire, justo antes de señalar a los tres piratas que se habían lanzado a por nosotras—. ¡Os dejo estos a vosotros!

Eché a correr hacia la dirección que había indicado Light con la esperanza de encontrar a Samy. No podía permitir que se escapase con el tesoro, así que corrí todo lo rápido que mis piernas me podían permitir.

Ukki, estate preparado —susurré al mono, que estaba como siempre sobre mi hombro, mientras seguía corriendo.

Cuando por fin encontrásemos a Samy, si es que la lográbamos hallar, haría una señal a Ukki con la mano para que se lanzase con ella, en silencio. El factor sorpresa podía ser decisivo. El pequeño mono utilizaría la misma técnica de siempre, y saltaría hacia la cabeza de la chica para molestarla, así se distraería y me daría unos segundos para actuar. Así pues, lanzaría un hechizo Morfeo rápidamente a la ladrona mientras se distraía intentando quitarse a Ukki de encima, antes de que le lastimase. Una vez dormida, dejaría que Hana se encargase de recuperar el cristal.

Si por otra parte aquello no acababa de salir bien, consumiría el contenido de un Éter y optaría por inmovilizar a la chica durante unos segundos con Ciclón de Hojas, el tiempo justo para poder saltar hacia ella y arremeter con otro Aturdidor.

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Maya entrega su bolsa de oro a los piratas del aire (concretamente a Balthier :oops: (?))

Habilidades empleadas:

▪ Dulce aroma: (HM) [Nivel 12] [Requiere afinidad a Natura, Poder mágico: 20]. El usuario concentra energía en su garganta y exhala a través de su aliento una empalagosa fragancia a su alrededor que provoca un estado de embriaguez durante unos 30 segundos a todo aquel que la inhale. No afecta al usuario.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

▪ Morfeo (HM) [Nivel 15] [Poder Mágico: 16] Duerme a un único objetivo. Puede despertar con objetos o magias curativas o de manera natural, al cabo de un rato.

PH = 40 - 12 - 8 -15 = 5

Si la táctica de Ukki + Morfeo no funciona o Hana no logra arrebatarle la magicita a Samy (acciones acordadas entre nosotros), Maya además haría:

▪ Éter
Restaura la capacidad de usar habilidades hasta “10 niveles (20 PH)”. En caso de tener menos, el tope del personaje.

▪ Ciclón de hojas (HM) [Nivel 12] [Requiere afinidad a Natura, Poder mágico: 18, Puntería: 8] Del extremo de la Llave Espada del usuario surge un torrente de hojas afiladas que vuelan hacia el objetivo y lo rodean durante unos segundos, girando rápidamente y provocándole leves cortes. Al terminar, las hojas caen al suelo y desaparecen.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

PH = 5 + 20 - 12 - 8 = 5
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Re: Hasta nunca jamás - Ronda #13

Notapor Crystal » Sab Jul 30, 2016 7:27 pm

Freya se escondió rápidamente junto a Light y Nana en un pequeño túnel con la intención de ocultarse y poder espiar tranquilamente a aquellos que venían. Aunque aquel gesto resultó ser poco efectivo, puesto que hubo un pequeño grupo de gente que no se molestó en ocultarse, quedando así descubiertos ante el enemigo.

Pero había algo con lo que nadie contaba; más bien, alguien. En escasos instantes, Freya escuchó unos pasos, y vio la silueta de alguien que se alejaba de Light. Pero al girarse no se encontró con nadie. ¿Qué había pasado? ¿Producto de su imaginación, quizás?

Pero qué... Vale, muy gracioso, ¿quién ha sido?

¿Crees que tenemos intención de gastarte algún tipo de broma? —replicó Freya, algo molesta por la desconfianza—. Se me ha hecho ver a alguien, pero...

Espera, ¿¡qué significa esto!?

¿Qué ha pasado, kupó?

No tenemos tiempo, ya están aquí.

Tras asegurarse que Nana se quedaba a cubierto y cumplía las órdenes de Light, se asomó para ver de quién se trataba. Descubrió entonces, muy a su pesar, que sus especulaciones todo este tiempo no habían sido erróneas: allí estaba ella, la corsaria que había jugado con la pelirrosa desde su secuestro, Samy.

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Freya echó mano de sus pistolas, cargándolas.

¡Al fin! Me dijo que el Tesoro estaba aquí y no se equivocó. Después de tanto tiempo... —Cinco años, para ser exactos. Freya lo había escuchado en algún momento— ¡Por fin lo tengo entre mis manos! ¡Ya puedo oler mi nueva vida, como el mar!

Pues aprovecha y huele, porque esa piedra no va a durar mucho en tus manos

¿Y quién se supone que eres tú, exactamente? —preguntó Maya, saliendo del túnel—. Mira, no llevo todo el día dándome de leches y corriendo de aquí para allá para que ahora nos robes el tesoro, así que devuélvenoslo ahora mismo, choriza.

No creo que la muy puerca tenga intenciones de devolverlo. Habrá que arrebatárselo por la fuerza.

Freya, que ya había tratado antes con ella, sabía perfectamente lo terca y sucia que podía ser aquella pirata. Si el grupo pensaba que quitarle aquel objeto iba a ser fácil, lo llevaban claro.

¡Buen trabajo, Samy! Sigo sin saber cómo lo has hecho, pero por fin tenemos el último tesoro de esta isla. Oh, ¡y qué tenemos por aquí! —exclamó Garfio—. ¡Pero si son el grupito que tiene esas llaves tan raras! ¿Andará Nanashi por aquí cerca?

«A lo mejor te comes las llaves, payaso».

Había perdido el rastro de Garfio al entrar en aquellas cuevas, pero de alguna manera siempre supo que se encontraba por allí cerca. No sabía cómo, pero Garfio siempre conseguía escaparse de todos los marrones.

Lo siento, mequetrefe, pero el Tesoro es mío —dijo Samy—, dejo la banda, es hora de largarme de este muermo de isla. Pero a cambio, Garfio, te voy a hacer un último regalito para no dejarte mal sabor de boca. Por allí tienes a Freya, a otro y a una niña indefensa, y por este otro lado tienes a dos más.

»¡Sírvete!

Freya se posicionó al lado de Light, encarándose a Garfio. Lo único que rondaba la mente de la aprendiz era un pequeño deseo de venganza por todo el mal rato que le habían hecho pasar.

Vaya, ¡pero si son Freya y Light! Gracias por el regalo, Samy, sabía que podía contar contigo igualmente —desenvainó su estoque con intención de atacar—. El único que falta es ese mocoso de Pan, ¡pero yo sé dónde encontrarle! Ah, y esa traidora de Nanashi, todavía no me he olvidado de ella.

»¡Pero el plan no ha cambiado! ¡Esta será la noche de nuestra venganza, y mañana pondremos un nuevo rumbo!

Garfio no perdió el tiempo e invocó una serie de Sincorazón que se manifestaron en la sala a través de unas nubes de oscuridad:

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¿Cómo es que puedes invocarlos?

Permíteme recordarte que te lo dije —Freya sabía que no era momento para aquel tipo de comentarios, pero no pudo aguantarse.

¡Ag, otra vez estos bichos! Bueno, da igual, ¡vuestras cabezas van a rodar con o sin ellos! ¡Que no quede ni uno!

¡Freya! —La pelirrosa la buscó con la mirada—. Si me ayudas a escapar y te vienes conmigo, te prometo que serás recompensada por todo lo alto. Él sabrá recompensarte sin dudarlo, tendrás una vida de ensueño. ¡Ayúdame una última vez!

Samy...

¡Id a por ella, ni se os ocurra dejarla escapar por nada del mundo! ¡Yo me cargo al capitán!

¡Entendido! ¡Fran, Balthier, ayudadme con estos piratas!

Freya echó un vistazo rápido a Nana, pero Light parecía haber ya pensado en eso: su eidolon se había posicionado justo en frente de la cueva dónde se encontraba, con la intención de protegerla. Eso le daba vía libre a ella para ayudar a los demás a atacar.

En primer lugar se rodeó con una Oscuridad protectora, y aprovechando que había desenfundado ya sus pistolas, no perdió el tiempo y ayudó a Fran y Balthier disparando repetidas veces contra toda la cantidad de piratas que se encontraban allí.

¡Hana, Maya, Freya!

Light parecía señalar el lugar dónde se encontraba Samy, o eso supuso Freya, puesto que la corsaria había desaparecido sin haber dejado rastro. Al ver que ellas iban a encargarse del tema, decidió que se quedaría justo dónde estaba, puesto que necesitaban más ayuda.

Yo me quedo.

«Espero que tengan cuidado. Seguramente Samy no esté sola...»

La pelirrosa se elevaría, usando la magia de Campanilla, y esperaría a que Light acabase todos sus ataques para rematar a aquellos enemigos que lo necesitasen con un Orbe de Oscuridad. Contra las Bolas oscuras se limitaría a disparar desde allí arriba, usando siempre el Blanco Fijado.

Todos los ataques que recibiese, intentaría esquivarlos desde allí arriba, o dejaría que la Oscuridad protectora se encargase de ellos. No le quitaría el ojo a Garfio, puesto que si intentaba atacarla a ella o a Light, no dudaría en dispararle sin piedad.

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Las habilidades:

- Balas normales para los piratas.

Oscuridad protectora (HM) [Nivel 12] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 12]. El usuario se ve rodeado por una pequeña nube de oscuridad durante un tiempo (tres rondas), provocando daño de elemento Oscuridad a aquellos lo suficientemente cerca del mismo.

-En el caso de que Light no acabase con el Sincorazón:
Orbe de Oscuridad (HM) [Nivel 12] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 11] Crea una bola de oscuridad de tamaño medio, la cual una vez tirada vuelve a su creador para que pueda ser lanzada una segunda vez. En el segundo impacto, el orbe explota, provocando daños afines a Oscuridad.

-Para las bolas:
Blanco Fijado (HC) [Nivel 5] [Puntería: 7]. Aumenta la Puntería del usuario en 5 puntos y disminuye en un nivel el gasto en habilidades de arma de fuego. El usuario permanece inmóvil durante el uso de esta habilidad. Al desconcentrarse o moverse, sus efectos se anulan.
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