[País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

TdP: Light, Maya, Hana y Neru - BH: Freya

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Tsuna » Sab Abr 23, 2016 10:04 pm

El Campamento Indio


Los Caballeros de la Orden se habían terminado reuniendo todos en un mismo punto: el campamento del poblado indio, donde se iba a llevar a cabo una ceremonia. Pero esos Caballeros habían estado separados con anterioridad en dos grupos.

El primero, compuesto por Maya, Hana, Neru, Gabranth y Balthier, se había separado de la maestra Rebecca y los Niños Perdidos para ir a buscar a Mog al campamento. El trayecto lo pudieron hacer bien volando o bien caminando, aunque el villano final no pudiese hacer lo primero, bien podían intentar llevarlo con mucho esfuerzo. Además, sin la atenta mirada de la maestra, los aprendices podían hacer lo que quisiesen, ya fuera discutir, acabar de una vez por todas con posibles enemigos o no hacer nada y limitarse a cumplir con su cometido. El caso es que, una vez llegaron al que había sido su campamento improvisado, hallaron a un Mog aturdido pero ya más recuperado frente a la fogata donde habían desayunado.

¿Q-qué ha pasado, kupó...? ¿Quienes son esos dos que lleváis con vosotros, kupópó...?

Tenían mucho que resumirle al confundido Moguri.

Esperad... esperad a que tome algo de aire, kupó.

Tuvieron que esperar un rato en el campamento, frente a las casetas de campaña, a que Mog se recuperara lo suficiente. Una vez pudieron continuar avanzaron hasta el campamento indio, en la otra punta de la isla. Al igual que con Gabranth, que era incapaz de volar, a Mog lo tuvieron que llevar en brazos si optaban por la vía aérea, que además de rápida era segura.

Light por su parte pudo aceptar el ofrecimiento de Nana de ir a comer a su casa, la cual no era muy grande y estaba poco decorada. Solo una pareja de ancianos y la niña la habitaba en ese momento. Le ofrecieron carne de jabalí y serpiente asada, así como un licor de olor muy potente y que resultaba muy fuerte con un pequeño sorbo. Le ofrecieron una pequeña cama colgante, aparentemente abandonada en una habitación aparte, donde dormir la siesta si lo quería, alegando que era la cama de los invitados y la que había roto un hombre de rojo enorme con un parche la última vez que tuvieron visita.

El grupo de aprendices pudo tardar más o menos en llegar, dependiendo de cómo hubiesen viajado. De haber ido a pie, no alcanzaron el poblado indio hasta casi el anochecer, mientras que volando no tardaron más que dos horas y media. Hacía falta mucha fuerza para poder cargar a Mog y a Gabranth, aunque siempre podían ayudarse dos personas o pedirle ayuda a Balthier.

El caso es que los aprendices pudieron reencontrarse y resumirse la situación entre ellos durante un rato, así como hablar con la maestra Shinju. Gabranth, que no había dicho nada durante el trayecto, no se les separó en ningún momento y tampoco hizo amago de escapar, en caso de que hubiesen optado por dejarlo con vida.

Y el momento llegó. Los tambores resonaron, las fogatas iluminaron el risco y las estrellas se empezaron a asomar desde el cielo. Los indios les pidieron a los aprendices que se sentaran donde quisieran, formando un círculo alrededor de las casetas de campaña y dejando una porción de tierra en el centro para el espectáculo. Les pintaron dibujos tribales en las caras y les ofrecieron comida, deliciosa carne de lo que fuera con un licor que Light ya conocía. Algunos indios salieron al frente, realizando una danza extraña donde se combinaba tanto lucha como baile. Entretanto, los habitantes se pusieron a hablar entre ellos, contar chistes, ponerse retos estúpidos con la bebida... Bueno, parecía que la fiesta estaba solo comenzando.

Y ese era el momento clave, el momento de elegir con quién hablar y de quién buscar apoyo o sacar información.

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La primera ronda para vosotros será fundamental y podrá marcar algunos aspectos importantes de la trama.

No voy a poner restricciones en este aspecto, tenéis total libertad para hacer lo que queráis con Gabranth, eso sí, dependerá de todos los jugadores que vayáis con él tomar la decisión (aunque por la última ronda de la primera parte creo que el punto de vista de cada uno está decidido). Eso no quita que por ejemplo Hana intente matarlo o discutir con el resto, intentad jugar con esos aspectos para la interpretación. Si le preguntáis a los NPCs, Balthier no estará ni a favor ni en contra, y Mog estará en contra como Rebecca.

Luego tenéis la ceremonia. Os podéis colocar donde más os guste, se supone que el jefe indio y Tigrilla están al frente de todos, de espaldas al acantilado vamos, el resto de NPCs andan repartidos por aquí y por allí. Podéis hablar con ellos o entre vosotros, cada uno aportará algo al grupo, eso sí, hay que pensar bien qué decirles y cómo. Todos os pueden beneficiar en alguna manera, y podéis hablar con más de uno si queréis.

Tenéis total libertad en esta ronda.


Algún lugar de la isla


El mundo para Freya se había vuelto negro, muy negro, después de aquel golpe tan contundente en la cabeza. Poco a poco fue recuperando sus sentidos, y lo primero que sintió era que la estaban llevando a rastras por ambos brazos, dos personas distintas. Podía escuchar voces de fondo, así como el piar de los pájaros en la lejanía.

Ese es el plan, ¿todo claro?

Sí eh... esto, Samy, se está despertando.

¿Qué vamos a hacer con ella?

Parecía una conversación, entre la tal Samy y los dos hombres que la llevaban a rastras. La mujer pirata iba delante de los tres, claro, y mientras Freya empezaba a recuperar la visión, todavía emborronada, se percató de que esta se la acercaba. Luego la agarró por los mofletes, apretando a doler, y alzó el rostro de la aprendiz que al fin pudo verle bien la cara.

Estás despierta, me alegro, buena chica. Ahora tenemos una tarea entre manos, así que no hagas tonterías si no quieres lamentarlo tú también, ¿entendido? —esperó una confirmación de su parte, y a cualquier muestra de resistencia, apretó más con sus dedos.

Al final le soltó con violencia el rostro. Entonces Freya pudo ver finalmente donde se encontraba: algún punto de la selva, cerca de un riachuelo donde días atrás ella misma estuvo cazando y buscando comida, y por tanto, no muy lejos de aquella puerta dorada tan misteriosa. Por el cielo ya se asomaban algunas estrellas, lo que indicaba que la noche estaba al caer.

La arrastraron durante un pequeño descenso de barro y tierra hasta el agua, y allí Samy se volvió a virar hacia la aprendiz.

Vamos a hacer algo importante esta noche, el mayor robo al que un pirata puede aspirar. Y si las cosas se salen de control, tú nos ayudarás con esa Llave tuya tan rara —señaló la cintura de Freya, quizá pensando que era algo que tenía ahí guardado, como una espada normal—. La vi la última vez, aquel día que atacastéis el barco, pero no sé dónde la guardas ni cómo haces esos trucos.

Samy alzó una ceja y esbozó una sonrisa, esperando que Freya pillara su parte en el plan. Sólo tenía que ayudar con su Llave Espada si... ¿si las cosas se salían de control? ¿Qué demonios iba a pasar?

»Como sea, no tienes elección. Si eres lista y quieres sobrevivir en este mundo, nos harás caso.

Ya has oído, andando. —comentó el pirata de la izquierda, dando un fuerte tirón del hombro por el que la sujetaba.

Y era eso, que Freya no tenía escapatoria, pues con ambas manos a la espalda y esposadas, poco podía hacer para defenderse por sí sola. Eso sí, durante el tirón comprobó que el pirata de la izquierda, el que le hizo daño, tenía en su cinturón un conjunto de llaves. Quizá, solo quizá, si lograba conseguirlas...

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Te están llevando hacia la puerta de oro, puedes intentar resistirte, o hacerles caso y obedecer como una buena pirata. A tu elección.


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Light Hikari:
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Gaomon:
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Maya Zawrid:
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Ukki:
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Hana Shimizu:
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Neru:
VIT: 46/46
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Freya:
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Fecha límite: Jueves 28 de Abril.

Como ya me ha comentado Crystal, Freya pasará a ser jugadora normal en la trama y puntuará.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Nell » Dom Abr 24, 2016 10:34 pm

Nadie apoyó su idea, aunque Hana tampoco esperaba que fuera bien recibida. Sí le sorprendió que fuera el propio Neru, quien más cerca había estado de la muerte por culpa de Gabranth, quien le defendiera.

Nunca abandones el honor, Hana. Nunca se sabe cuándo el Destino pondrá a cada uno en su sitio.

Despierta, Neru ―chasqueó los dedos, para hacerlo más literal―. Los Villanos Finales son asesinos. Y te han intentado asesinar, ¿recuerdas? Ellos seguirán intentando matarnos impunemente porque saben que nosotros no la devolvemos. Cree en esa entidad llamada Justicia, si quieres, pero como dicen en mi mundo, las manos hay que manchárselas por uno mismo y no esperar a que algo fortuito lo haga por ti.

Sabía que la discusión no iba a llegar a ninguna parte, aunque entendía que Neru no quisiera involucrarse en un acto que consideraba tan mezquino. Ya cambiaría, cuando se diera cuenta de que estaba rodeado de personas aún más malignas. Eso le gustaba pensar a Hana.

Por cierto, me alegro de que estés vivo. ―dijo, con sinceridad. Se cruzó de brazos, relajándose un poco para no propiciar un mal ambiente.

Por el contrario, Rebecca lo empeoró, tras la defensa por parte de Maya:

Tienes mucha razón, Maya. Y Hana, deberías escuchar a tus compañeros. Nadie va a tener que asesinar a nadie hoy, podemos terminar esta historia sin más derramamientos de sangre.

Aquello sí fue como si Rebecca le hubiera clavado una puñalada por la espalda. Los demás simplemente trataban de ser puros y nobles, llenos de ideas caballerosas sobre cómo hacer el Bien. Pero Rebecca era la Maestra, se suponía que debía imponerse y escoger lo mejor para todos. Ronin, como mínimo, habría meditado la posibilidad. Rebecca ni siquiera había intentado escucharla, al contrario que a los demás, a pesar de haber reconocido que ya había habido derramamiento de sangre. La opinión de Hana no le importaba.

Hasta entonces había intentado argumentar su postura desde una actitud lógica y distante, aunque rápidamente habían achacado su rabia contra Gabranth como motivo por el que quisiera su muerte. Hana no quería reconocer que tenían parte de razón, recordándose que su verdadero y único objetivo era Zande. En cuanto Rebecca se pronunció, cerró los puños con fuerza y se contuvo de pegarle a algo.

Por un momento deseó que Gabranth se liberara y pasara algo realmente malo. Más tarde, en frío, se arrepentiría de aquel pensamiento.

Y Maestra, usted debería escuchar a sus aprendices ―le respondió finalmente, conteniéndose para no iniciar una pelea contra ella.

No quiso seguir con la conversación, puesto que solo podía empeorar su humor, aunque escucharía cualquier regañina que quisiera echarle Rebecca. La Maestra se marchó después para buscar a Freya. Ellos, por el contrario, reunirían al resto del grupo y la esperarían, llevándose a Gabranth.

Hana se sintió mejor cuando fue rociada por el polvo de hada, aunque no sabía si tenía efectos tranquilizantes. El solo hecho de poder volver a volar le devolvió los ánimos para continuar. Aún tenían que salvar Nunca Jamás de un ejército de sincorazón..

* * *


El primer problema se les presentó cuando, tras ser rociados por el polvo de hada, tuvieron que decidir cómo llevar consigo a Gabranth. A Hana no le hacía ninguna gracia tener que cargar con el villano. Se dispuso a volar, siguiendo a los demás al campamento que habían improvisado, pero enseguida se arrepintió. No iba a dejar sola a Maya con él.

Bajó de nuevo a tierra, tras probar que aún recordaba cómo volar, para ponerse de acuerdo con la niña.

Creo que podemos llevarlo entre dos, cada uno sujetándolo de un brazo ―propuso―. ¿Quién me ayuda? ―Supuso que Maya se ofrecería, pero se veía tan pequeña…

Y entonces se le ocurrió algo más.

Deberíamos despojarlo de la armadura. En caso de que escape o se recupere, no nos volverá a dar tantos problemas. Estará indefenso. ―Y añadió, para tranquilizarlos sobre sus intenciones―. No le haré nada sin la aprobación de todos. Es una medida lógica de prevención.

En cuanto los demás dieran su conformidad, Hana empezaría a quitarle las piezas de la armadura, una por una. Como eran muy pesadas, iría tirándolas sobre la arena. Solo se quedaría con el brazal izquierdo, en caso de poder ponérselo y cargar con él. Como trofeo.

No podían retrasarse más, por lo que se despidió con un gesto de Peter Pan y los Niños Perdidos. Ya tendría tiempo para hablar con ellos más tarde.

A continuación, junto a quien se hubiera ofrecido, agarraría a Gabranth por el brazo (y sujetándolo por debajo de la axila para sostenerlo mejor), y alzaría el vuelo. Su primer destino era el campamento de los aprendices, donde encontraron a un moguri preocupado. Hana no supo qué decir, sobre todo en presencia de Gabranth, así que presentó a los nuevos:

Balthier, pirata del aire. Y Juez Gabranth, prisionero.

Se negó a explicarle sus pesquisas en Londres con el Villano Final presente, por lo que dejó que Maya o Neru le contaran lo que quisieran. Luego, pusieron rumbo al campamento indio. Hana cargaba con Gabranth, por lo que otro se tendría que ocupar de Mog.

Finalmente, se reunieron con Light, rodeado de sus nuevos amigos. Hana aún no había visto aquella aldea tribal, por lo que se sorprendió de que convivieran en aquella isla de locos con todos esos Niños Perdidos. En primer lugar, se dirigió a la Maestra Shinju, sabiendo que tenía una charla pendiente con ella:

Siento haberme marchado sin decirte nada. Quería ir a buscar a Neru y eso hice, aunque al final él nos encontró a nosotros. ―Imaginaba que ninguna de las explicaciones que le diese le haría librarse de la bronca, aunque realmente no había excusa para lo que había hecho.

Junto a los demás, resumió su parte. Ella y Neru habían llegado a Londres sin problemas y se habían separado para investigar. Durante su paseo, Hana se había encontrado con Balthier y los hermanos de Wendy, descubriendo varias cosas, entre ellas, la presencia de los Villanos Finales y cómo estaban enviando sincorazón a Nunca Jamás. Además, la niña había desaparecido, y Neru con ella, por lo que Balthier y Hana habían atravesado el mundo para ir directamente a la isla. Por el camino habían visto a miles de sincorazón cruzar el cielo en su misma dirección, más lentamente. Y al llegar, se toparon con un Peter Pan malherido en la bahía y acudieron al combate contra Gabranth. Lo demás ya lo sabían.

Y de repente, ¡fiesta! Hana no sabía a qué venía todo aquello, pero se unió a la celebración sin rechistar. Dejó que le pintaran la cara, comió y bebió todo lo que pudo (precisamente eso era lo que le hacía falta, aunque sabía algo fuerte). Se sentó a observar la danza de los indios, hipnotizada, y deseando participar. Sin embargo, tuvo que reconocer que aquel momento de paz no iba a ser infinito. Tenía que movilizarse.

En primer lugar se acercó a Balthier. En el fondo no tenían mucho de qué hablar, puesto que tenían claras sus posturas, pero se sentía mal después de cómo la había ayudado.

Creo que debería disculparme de nuevo por el asunto de Gabranth. Supongo que no te estará siendo fácil ―comentó―. Ya sabes cómo soy. Y sé que eso no es excusa. Si hubiera algún modo de asegurar que no vuelve a hacer daño a los míos, sería la primera en proponer esa solución. Pero ambos sabemos que no es así.

»Tú le conoces mejor que nadie. ¿Crees de verdad que cambiará? ¿O que abandonará a los Villanos Finales?

Después de que Balthier le expresara su opinión, se despidió de él y se acercó a Peter Pan, que había acudido también a la fiesta. El niño volador era un presuntuoso muy repelente, pero Hana tenía que reconocerle varias cosas aquella noche:

Gracias a ti sigo viva ―le dijo, agradeciéndoselo indirectamente―. Gabranth me habría hecho papilla si no hubieras intervenido en el combate. Él dijo algo sobre qué te había dejado con vida… ¿qué ocurrió? ¿Qué sabes sobre él o sobre los Villanos Finales?

Finalmente, inspirada por una idea, le sugirió:

Peter, vine a Nunca Jamás siguiendo la segunda estrella a la derecha, hacia el amanecer; y por el camino, vi a un montón de sincorazón dirigiéndose hacia aquí. Llegarán en cualquier momento. Nosotros no dominamos el cielo tan bien como tú, y quizá ni podamos prestarles atención a partir de ahora. Cuando ocurra, ¿puedes avisarnos? O preparar a los Niños Perdidos contra ellos.

No sabía si Peter les acompañaría. En cualquier caso, lo prefería vigilando a esa manada de sincorazón, ya que no tenían ninguna otra forma de prever su llegada. Además, Peter era su único mediador con los Niños Perdidos, a quienes les podían las ganas de diversión frente a la prevención contra esos monstruos.

En algún momento, Light se acercó a hablar con el jefe de la tribu y su hija, a los que Hana no conocía, pero había identificado a través del relato de este. Quiso unirse también, ya que le interesaba la postura de los indios en el asunto. Dejó a Light hablar, puesto que los conocería mejor, y no intervino. Simplemente se enteró de que poseía un mapa que el aprendiz quería. Y que era bastante importante para su cometido.

Cuando terminó la conversación, se acercó a Tigrilla. Parecía maja, había algo que llevaba un buen rato queriendo preguntarle a alguien, y hasta entonces no sabía a quién hacerlo.

¿Me enseñas a bailar?

Hana conocía unas cuantas danzas, aunque ninguna como aquella, y quería aprender. Se uniría al baile si Tigrilla aceptaba y aprendería los pasos. En caso de que rechazara su opinión, se uniría igualmente a los danzarines e intentaría imitarlos.

Por un rato nada más iba a preocuparla.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Jue Abr 28, 2016 8:27 pm

Light en aquellos momentos descansaba en la habitación que le habían ofrecido Nana y su familia. Habían sido muy amables con él e incluso le ofrecieron comida; comida que el aprendiz aceptó con mucho gusto —excepto la serpiente asada—. También les agradeció que le permitieran dormir sobre aquella cama colgante, sin duda le vendría de perlas para recuperar fuerzas.

El aprendiz no se durmió de seguida. Le daba vueltas a todos los acontecimientos ocurridos. Habían descubierto la llave para acceder al Corazón, se habían ganado la confianza del pueblo indio. Y, además, habían impedido que Seymour se hiciera con la susodicha llave. ¿Pero habían acabado con él de una vez por todas? No estaba del todo seguro.

Quizás estaba siendo demasiado paranoico. Pero se jugaban tanto en aquella misión que no podía evitarlo.

«Todavía hay que vigilar bien a Nana», pensó minutos antes de quedarse dormido.

***


Tras el merecido descanso, Light abandonó la casa de Nana. En algún momento se reencontró con sus compañeros aprendices ―Hana y Neru incluidos― y con otros conocidos. De haber logrado traer a Gabranth hasta allí y no haberle robado la armadura, se sorprendería y se quedaría mirándole fijamente, algo tenso. Otro al que debían vigilar muy bien.

En cambio, en caso de que le despojaran de su armadura no le reconocería, así que preguntaría por su identidad.

Anda, pero si es Balthier. ―Le saludó―. Así que en efecto estás vivo. ―Miró a Neru, satisfecho―. Me alegro ver que estáis bien. ¿Y Rebecca? ¿Y Freya? ―Su ausencia le llamó la atención, por lo que preguntó por ellas.

Tras escuchar la respuesta de cualquiera de sus compañeros, les resumió la situación, aunque prefirió omitir el detalle de la llave por si Gabranth estaba por allí.

¿Os informó ya la Maestra? Seymour Guado atacó la aldea y mató sin piedad a unos indios. Después de engañarles y hacerles pensar que nosotros éramos los que habíamos traído los Sincorazón a la isla ―añadió con amargura―. Luchamos contra él y… desapareció. No sabemos si está muerto, así que no bajéis la guardia ―recomendó, serio.

Acto seguido, tras conversar con sus compañeros aprendices, buscó a Osezno y a Peter. Se agachó para ponerse a la altura del primero.

¿Qué tal estáis? ¿Y esa herida? ¿Mejor?

En cuanto comenzó la fiesta, procedió a sentarse al lado de Nana. No se quejó cuando se dispusieron a pintarle la cara y disfrutó de la ceremonia; en especial, por la suculenta carne que les ofrecieron. No se contuvo y se aprovechó de su generosidad para llenar su estómago al máximo.

No se atrevió a unirse al baile, pero si alguien le invitaba no se negaría: no quería quedar como un maleducado. Aunque se mostraría reticente y se lo pensaría unos segundos antes de aceptar, ya que no le hacía demasiada gracia (nunca se había considerado un buen bailarín).

En cuanto al licor, solo lo probó un poco. No estaba dispuesto a emborracharse en plena misión, al contrario que Hana.

No te pases, ¿eh? ―le recomendó a Hana si veía que bebía demasiado.

En algún momento de la ceremonia se puso a charlar con su nueva amiga.

Nana, antes has mencionado a un hombre con parche, un pirata vestido de rojo. Hablo del extranjero que te regaló la calavera, el mismo que rompió esa cama. Por un casual, ¿no se llamaría Ronin? ―Además, le describió su aspecto físico y su carácter para contrastar. Si se confirmaba que también le conocía, sonreiría y añadiría―: Lo sospechaba. Pues creo que tenemos un amigo en común.

»Voy a pedirle al jefe indio ese mapa del Corazón ―le dijo antes de separarse de ella. Si no le acompañaba, Gaomon se quedaría con ella y la vigilaría. Ambos habían acordado que se turnarían si era necesario para garantizar la seguridad de Nana.

Después de todo, que Seymour hubiera perecido no estaba del todo garantizado y por tanto cabía la posibilidad de que intentara hacerse con la llave otra vez.

También, su mascota le echaría un ojo a Gabranth de vez en cuando. Ojalá no les diera muchos problemas.

Light se acercó con lentitud al líder del pueblo indio (más le valía no haber cambiado de idea) y a su hija. En el caso de que se hallaran en el suelo, se sentaría con ellos. Antes de empezar a hablar haría una pequeña reverencia.

Se nota que los indios sabéis divertiros ―comentó mientras echaba un breve vistazo a los bailarines, sonriente―. Gracias por la fiesta, este descanso nos ha venido genial. ¡Y la comida está deliciosa!

»Por cierto, ¿sigue en pie la oferta del mapa del Corazón? Se lo agradeceríamos muchísimo. Ojalá podamos ayudaros a echar a esos demonios de esta isla cuanto antes.

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Aclaración sobre lo de Gabranth: mi personaje le vio en la trama Correo Urgente y si no me equivoco no se quitó la armadura en ningún momento, ni el casco. Así que si mis compañeros consiguen quitarle la armadura, mi pj no le reconocerá y por eso preguntará por su identidad xD
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Crystal » Jue Abr 28, 2016 10:30 pm

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Deberías pensar las cosas dos veces antes de hacerlas, Freya.

«Otra vez tú».

Tras aquel golpe en la cabeza, el mundo para Freya se había vuelto negro, tanto que no supo ni cuanto tiempo había pasado cuando empezó a recuperar la conciencia. Lo primero que notó fue como estaba siendo arrastrada por ambos brazos, por dos personas distintas. Pudo escuchar sus voces con cierta dificultad.

Ese es el plan, ¿todo claro?

«Esa voz... La conozco».

Sí eh... esto, Samy, se está despertando.

¿Qué vamos a hacer con ella?

Al parecer la tal Samy, la pirata que había conocido en el barco, estaba por allí con esos dos hombres que la arrastraban. Freya parpadeó repetidas veces, intentando enfocar su vista, pero ya sabía de sobras que la mujer se le estaba acercando. La agarró por los mofletes, con fuerza, y la aprendiza soltó un pequeño grito sin poder evitarlo; volvían a estar cara a cara.

Estás despierta, me alegro, buena chica. Ahora tenemos una tarea entre manos, así que no hagas tonterías si no quieres lamentarlo tú también, ¿entendido?

Tú... Maldita... —Notó como apretaba con más fuerza, y al sentir semejante presión no le quedó otra que asentir con la cabeza.

Tras aquello la soltó con violencia. Freya gruñó por lo bajo, y después prestó atención a lo que la rodeaba; reconocía el sitio, había estado unas horas antes ahí, cazando y buscando comida. De hecho, cerca de ahí fue donde encontró la puerta dorada y a Nana. Parecía mentira que el tiempo pasase tan rápido: las estrellas empezaban a asomarse por el cielo, la noche estaba cerca y la pelirrosa estaba cada vez más segura de que no la pasaría en el campamento con sus compañeros.

Fue arrastrada por un pequeño descenso de barro y tierra hasta llegar al agua, dónde Samy volvió a girarse hacia ella. Tragó saliva.

Vamos a hacer algo importante esta noche, el mayor robo al que un pirata puede aspirar. Y si las cosas se salen de control, tú nos ayudarás con esa Llave tuya tan rara —señaló la cintura de Freya, la cual miró a la pirata, incrédula. ¿Se creía acaso que guardaba la espada ahí, como un arma normal?—. La vi la última vez, aquel día que atacastéis el barco, pero no sé dónde la guardas ni cómo haces esos trucos.

¿Pretendes que os ayude después de haberme dejado inconsciente y haberme arrastrado como una bolsa?

»Como sea, no tienes elección. Si eres lista y quieres sobrevivir en este mundo, nos harás caso.

Ya has oído, andando. —finalizó el pirata de la izquierda, dándole un fuerte tirón del hombro.

Freya sabía que no tenía muchas opciones para escapar de ahí: tenía ambas manos a la espalda y esposadas, por lo tanto su movilidad estaba bien reducida y era prácticamente imposible llegar a coger sus pistolas. Sin embargo, durante aquel tirón se fijó en las llaves que tenía el pirata en su cinturón y aquello le dio una pequeña esperanza. Intentaría liberarse de la mano del pirata, y si podía, se daría la vuelta para invocar la Llave Espada y asestarle un golpe en la pierna. Si aquello salía bien y aún tenía tiempo, intentaría coger el conjunto de llaves.

«No pierdo nada por intentarlo».

Samy no debía abrir la puerta dorada, daba igual qué hubiese tras ella. Antes de tener que ayudarla, intentaría luchar una vez más.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Darkness Seeker » Vie Abr 29, 2016 2:38 am

Nunca abandones el honor, Hana. Nunca se sabe cuándo el Destino pondrá a cada uno en su sitio.

Despierta, Neru ―respondió la joven, demostrando que aquella rabia que sentía por dentro no decrecería tan fácilmente―. Los Villanos Finales son asesinos. Y te han intentado asesinar, ¿recuerdas? Ellos seguirán intentando matarnos impunemente porque saben que nosotros no la devolvemos. Cree en esa entidad llamada Justicia, si quieres, pero como dicen en mi mundo, las manos hay que manchárselas por uno mismo y no esperar a que algo fortuito lo haga por ti.

Sin decir una sola palabra decidió seguir su camino, alejándose más y más de mí. Finalmente, se paró un instante, para girarse y decir:

Por cierto, me alegro de que estés vivo.

Yo también, Hana.—comenté mientras la chica acaba avanzando hacia la Maestra Rebecca—.Yo... también...

+ + +


Al poco rato, y tras recuperarnos un poco, la pequeña hada, amiga del niño de verde, comenzó a espolvorear sobre nuestras cabezas un extraño y luminoso polvo dorado. No tardé en abrir la boca para preguntar qué clase de hechizo era aquél hasta que los efectos se volvieron palpables: Uno a uno, muchos de los allí presentes comenzaron a volar y a flotar en el aire, como si nada.

No tardé en averiguar el funcionamiento de susodicho hechizo, pues al parecer se basaba en el "creer" que uno era capaz de volar. Nada más oírlo, me pareció un tanto ridículo que semejante poder se manifestara mediante la simple creencia, pero no tardé en comprobarlo en mis propias carnes cuando comencé a flotar sin control, obligándome a agarrarme a algo para poder bajar: Desde luego, iba a necesitar aprender a controlar mi creencia sobre la pequeña hada, al parecer de nombre "Campanila".

De un modo u otro, nos tocaba hacer una parada previa a nuestro destino: El campamento que habían montado previamente mis compañeros al poco de llegar a la isla. Una vez que ya estábamos todos listos, nos preparamos para partir, pero justo entonces Hana se acercó al Villano Final Gabranth, que llevaba un rato allí atado.

Creo que podemos llevarlo entre dos, cada uno sujetándolo de un brazo ¿Quién me ayuda?

Yo mismo

Una vez de acuerdo, nos ubicamos cada uno en un brazo y nos preparamos para llevarle hasta el Campamento Indio. Sin embargo, antes de comenzar a volar, a la aprendiza se le ocurrió una última genialidad:

Deberíamos despojarlo de la armadura. En caso de que escape o se recupere, no nos volverá a dar tantos problemas. Estará indefenso.

Inmediatamente me giré hacia ella con los ojos abiertos como platos. ¿Aquella idea iba en serio? Es decir: Desencadenar a un hombre al que ya teníamos capturado, el cuál por poco nos mata a todos sin problema alguno debido a su gran poder y resistencia, y que encima debía de estar furioso por la derrota que había sufrido... ¡¿Sólo por aligerar peso?! ¡Era obvio que aquella idea no podía acabar nada bien!

No le haré nada sin la aprobación de todos. Es una medida lógica de prevención.

Hana, no creo que sea lo "más conveniente" ahora mismo.— le respondí haciendo énfasis en el "más conveniente" para no decir palabras mayores frente a la pequeña Maya y los niños disfrazados—.Sería mejor que nos limitemos a llevarlo y listos.

Una vez el resto dieran su opinión frente a, aparentemente para mí al menos, estúpida idea, partimos al vuelo gracias a los polvos de la hada campanilla. Atravesando las junglas y diversas playas que parecían poblar la isla, acabamos llegando al campamento de la Orden, en la cuál reposaba el pequeño Mog:

¿Q-qué ha pasado, kupó...? ¿Quienes son esos dos que lleváis con vosotros, kupópó...?

Balthier, pirata del aire. Y Juez Gabranth, prisionero.

Es... una larga historia... Vamos a reunirnos con Light en el Campamento Indio, será conveniente que vengas.

Esperad... esperad a que tome algo de aire, kupó.

No pasa nada, aunque... Maya, ¿Crées que podrías intentar llevar a Mog aprovechando el polvo de Hadas? Sino quizás Balthier podría encargarse mientras Hana y yo llevamos a Gabranth

De un modo u otro, acabamos volviendo a viajar por el aire a toda velocidad, esta vez en dirección al Campamento Indio. Tras un corto viaje, pude entrever una serie de casetas indias, o "tipis" en una zona elevada del terreno, lo que quería decir que acabábamos de llegar.

Al poco de llegar a tierra, una cara familiar surgió de uno de los tipis: Light. Inmediatamente le saludé, haciendo alusión a que, a diferencia de lo que Shinju parecía haber informado, seguía muy vivo. Y hablando de la Maestra, también acabó haciendo acto de presencia, con el mismo carácter de siempre. Decidí no comentar mucho al respecto, puesto que no se le había ocurrido otra cosa que darme por muerto a la primera de cambio, pero me limité a saludarla con un asentimiento de cabeza, garantizándome que supiera que seguía vivo.

Anda, pero si es Balthier. ―comentó Light mientras se acercaba―. Así que en efecto estás vivo.

Eso parece— le respondí con una ligera sonrisa —.Me alegro de poder decir lo mismo de tí. En cuánto oí que te enfrentaste a Seymour sólo temí lo peor...

Me alegro ver que estáis bien. ¿Y Rebecca? ¿Y Freya?

No estoy del todo seguro, pues no llegué a tiempo de ver a Freya, pero la Maestra Rebecca salió en su busca. Imagino que en cuanto tenga algo de información nos avisará por esos colgantes tan famosos que os ha dado.

¿Os informó ya la Maestra? Seymour Guado atacó la aldea y mató sin piedad a unos indios. Después de engañarles y hacerles pensar que nosotros éramos los que habíamos traído los Sincorazón a la isla. Luchamos contra él y… desapareció. No sabemos si está muerto, así que no bajéis la guardia.

Ciertamente, sin Seymour declarado muerto era difícil poder bajar la guardia, más aún pensando en todo lo que me habían demostrado los Villanos Finales: Mateus Palamecia y sus incontables crímenes en Bastión Hueco, Kuja y su obsesión por tomar el control de Villa Crepúsculo, Seymour y Gabranth en el País de Nunca Jamás...

Sería difícil relajarse, pero con una fiesta más tarde, era casi imposible negarse un descanso.

+ + +


La noche comenazó a caer, y con ello comenzaron los espectáculos y bailes entre los indios. Bailes y oraciones, comidas y bebidas, mucha algarabía había en aquél lugar. Quizás incluso demasiada para mi gusto. No soy muy bebedor, por lo que apenas probé lo que fuera que estuvieran tomando, y con la cantidad de golpes y daños que me había llevado entre la escenita de la cueva y la batalla contra Gabranth estaba hambriento cuál lobo, por lo que acabé centrándome en la comida, tampoco sin excederme.

Una vez terminé, me percaté de cómo Light se acercaba a una joven india, con la que comenzó a hablar a poco de terminar también de comer. Seguramente se trataba de "nana", la chica la cuál había estado protegiendo la Llave del mundo. Debido a la poca información que tenía, me era bastante difícil sacar algo en claro de todo aquello.

No tenía el cuerpo para celebraciones, ni mucho menos beber, por lo que decidí hacer algo útil: Vigilar el campamento haciendo una pequeña patrulla, y muy de vez en cuando comprobando que todo en la zona donde hubieran guardado a Gabranth siguiera con normalidad. Tratándose de un Villano Final, no me parecía descabellado que el bellaco intentara convocar sincorazón o cualquier bestia con tal de escapar. De una forma u otra, debía estar preparado.

Además, podía aprovechar que estaría dando vueltas por la aldea para conseguir más información sobre aquel mundo. Después de todo, sólo sabía que habían piratas, que los sincorazón habían invadido el mundo, y la "Llave del Mundo" estaba en peligro. Cualquier información sería útil, ya fuera para esta aventura, o para otras.

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Resumen:
—Neru no apoya el quitarle la armadura a Gabranth.

—Neru se dedica a hacer pequeñas patrullas por la aldea y sus alrededores, tanto para avistar y avisar rápidamente de posibles ataques sincorazón o de Villanos Finales. Le prestará especial atención a Gabranth.

—Durante estas vueltas, si Neru ve a alguien a gente sobria o con la que pueda hablar sin problemas, trataría de sacar información del mundo, en especial:
- Datos de lo ocurrido con Seymour.
- Peligros de la isla (Información sobre los piratas, sirenas y demás posibles peligros sin contar a los sincorazón)
- Sitios que puedan ser importantes (Puesto que Neru lleva consigo el mapa de la cueva debería de ser capaz de apuntar o señalar distintos emplazamientos)
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Zodiark » Jue May 05, 2016 2:42 am

¿Y qué ganamos "devolviéndola", Hana? ¿Acaso crees que se detendrán por matar a uno de los suyos? Lo dudo. Solo provocaremos un ciclo sin fin de venganza y muerte. Ojo por ojo y todos ciegos.

»Así que demostrémosles por qué somos mejores que ellos, sin hacer las cosas a su manera, sino a la nuestra.

En cualquier caso, tenía el apoyo de la Maestra, y aquello me daba cierta seguridad. Sabía que mientras ella estuviera por allí y de mi parte, Gabranth estaría a salvo. No obstante, tendría que tener un ojo puesto en Hana en todo momento, conocía el temperamento de la chica y su forma de hacer las cosas. Sabía que si se le presentaba la ocasión era capaz de tomarse su propia justicia, o más bien venganza, por su mano.

Dirigí la mirada a Gabranth y recordé la conversación que acabábamos de tener. Una expresión de tristeza se dibujó en mi rostro. Había conseguido acercarme a él, y le entendía un poco más, pero sentía que seguía sin conocerle. Y, por alguna razón, necesitaba saber qué era lo que ocultaba su corazón. Él aseguraba que su corazón estaba lleno de oscuridad, ¿pero por qué? ¿Cuál era la fuente de aquella oscuridad?

***


He de admitir que me has dejado asombrado, Zawrid, mas es el mismo punto de vista el que yo empuño. Afirmas con rotundidad que queremos traer la oscuridad a este mundo y hacer daño a los inocentes. Al igual que tú afirmas que tu maestro no era alguien ejemplar, El Emperador también cuenta con seguidores que no son un modelo a seguir. Es por ello que decidí convertirme en su guardián y protector. Es mi mirada la que juzga y sus actos los que son juzgados.

»Pero todos compartimos un mismo fin, y es por ello que si El Emperador los ha aceptado yo no soy quién para sentenciarlos. Muchos de los nuestros, entre los que me incluyo, vemos lo opuesto en vuestra Orden. Sois vosotros los que justificáis vuestras acciones mediante la ambición que supone la Llave Espada. Y eso nos une por encima de nuestras diferencias.

»Respóndeme a la siguiente pregunta, Zawrid: ¿No es Ciudad de Paso un lugar mejor gracias al gobierno que ha impuesto El Emperador?

Bueno, igual que mi Maestro no era como yo creía al comienzo y me di cuenta mucho más tarde de lo que se ocultaba tras lo que yo veía a simple vista, quizá en Ciudad de Paso pasa algo parecido. Quizá parece que la situación va bien, ¿pero y si no es así?

»Hay cosas que se nos escapan, demasiadas. ¿De verdad eres consciente de todo lo que ocurre a tu alrededor? ¿De verdad tienes la potestad de juzgar sus actos, si hay cosas que no puedes ver? Aseguras que tu corazón está lleno de oscuridad... ¿Y si esa oscuridad no te deja ver con claridad? Aunque supongo que eso también va por mí... Seguramente la luz también me ciega, y no me deja ver todo tal y como es...

***


Me quedé unos segundos pensando en nuestra conversación y en lo que le esperaría a Gabranth. En el mejor de los casos, le encerrarían. ¿Sería capaz de librarse de la oscuridad de su corazón allí? Realmente quería ayudarle en ese sentido, sabía que él no era mala persona, y me dolía ver que asegurase que su corazón estaba completamente inundado por la oscuridad, aunque afirmase que no se arrepentía de nada.

Me acerqué al casco de Gabranth, que seguía en la arena, y lo cogí con delicadeza, pesaba un poco Le quité la arena de encima y me lo puse debajo del brazo. Quería cuidarlo bien y devolvérselo una vez le hubiésemos encarcelado, creía que era justo que lo recuperase. Hice una seña con la mano a Ukki para que me siguiera y me acerqué a Balthier, a quien pedí que me vigilase a Gabranth de cerca. Era hora de marcharse.

Ya en marcha, y tras haber ido a buscar a Mog, que por suerte parecía encontrarse bien, nos separamos de Rebecca y comenzamos a dirigirnos hacia el campamento indio, donde Light nos esperaba. Por el camino, Hana propuso despojar a Gabranth de su armadura.

Estoy de acuerdo con Hana, y además nos será más fácil cargar con él si vamos volando. Aunque Neru tiene parte de razón...

Miré a Gabranth a los ojos, como esperando que dijera algo como "Tranquila, no os voy a hacer nada". Aunque sabía perfectamente que se mantendía ahí en silencio. Pero, de alguna forma, supe que si le liberábamos para quitarle la armadura no iba a resistirse. Así pues, decidí por ponerme del lado de Hana en ese asunto.

En cualquier caso, si decidíamos hacerlo, ayudaría a Hana a quitarle la armadura. Con o sin armadura, Hana y Neru se encargarían de llevar a Gabranth por aire, por lo que a mí me tocaba cargar con Mog. Le coloqué el casco a Ukki en la cabeza y lo subí a mi espalda, pedí ayuda a Balthier y entre los dos cargamos con el moguri. Sin perder más tiempo, alzamos el vuelo, durante el que no perdí de vista en ningún momento a Gabranth y Hana.

Y por fin llegamos al campamento indio. Era hora de comer y descansar. Me senté y disfruté de la fiesta con tranquilidad junto a Ukki, hartándonos de comer mientras de vez en cuando echaba una mirada a Gabranth para comprobar que todo fuese bien. En cierto momento, me acercaría a Balthier y le preguntaría si sabía algo del paradero de Fran, y me interesaría por su relación con ella. Además, también le preguntaría sobre su relación con Gabranth.
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Hasta nunca jamás - Ronda #2

Notapor Tsuna » Dom May 08, 2016 2:47 am

En algún lugar de la isla


El pirata que cargaba con el conjunto de llaves en su cintura era robusto, tenía una enorme barriga y parecía alguien resistente, aun así, Freya lo intentó. Pegó un fuerte y rápido tirón, ella no contaba con las fuerzas necesarias para superarlo en fuerza física, al menos en condiciones normales, pero el factor sorpresa influyó. Quizá porque el hombre no esperaba que intentara escapar siquiera.

Y eso jugó a su favor.

La aprendiz se liberó del agarre del pirata, que retrocedió unos pasos nervioso, todavía asimilando que debía prepararse para luchar. Y el siguiente paso en el plan de Freya era escapar, girar sobre sí misma invocando su arma para propinarle un golpe en la pierna. Lo que no contó con el otro pirata que la llevaba todavía por el otro brazo, más alto, delgado y musculoso. De él no se iba a librar porque la mantuvo agarrada por la extremidad restante con mayor fuerza aún.

El pirata regordete no tardó ni un segundo en pegarle un doloroso y seco puñetazo en el rostro a la pelirrosa, que sintió su moflete arder y la cabeza darle vueltas. ¿Se había mordido un labio durante el golpe? Era posible, a fin de cuentas, sangraba por la boca.

Menuda estúpida... ¿Es que no escuchas? —dijo con voz ronca y profunda. La volvió a sujetar, esta vez con tanta fuerza que parecía que le iba a cortar la sangre del hombro para abajo.

Freya había querido luchar una vez más, pero no había conseguido absolutamente nada. Los dos hombres tiraron de ella por el riachuelo, donde sintió algún pececillo en sus tobillos, y Samy, tras un suspiro, se llevó una mano a la frente mostrando clara decepción.

No vas a dejar de intentarlo, ¿verdad? Te hemos arrastrado porque te necesitamos, pero no confundas a los piratas de Nunca Jamás con unos cualquiera. Si sigues viva es por eso, así que siéntete afortunada. —explicó, después se giró arroyo abajo y continuó la marcha.

»En marcha.

Caminaron durante unos minutos, unos tortuosos minutos de dolor para la aprendiz que seguía con el moflete al rojo vivo. Salieron del riachuelo y se adentraron en un caminito ascendente cubierto de nieve, subiendo previamente por una explanada de tierra. Escuchó el siseante silbido de alguna serpiente acechando desde los árboles, el piar de los pájaros y las frías ráfagas de viento sobre su cabeza, donde se empezaban a formar las estrellas, pero los piratas no prestaron mayor atención. Arriba del todo se podía ver el final de la colina, donde el bullicio era cada vez mayor. Al llegar comprobó por qué: piratas, un gran grupo de piratas.

El sonido de sus pisadas sobre la nieve cesó al estar frente a la banda de corsarios. Una vez allí los dos piratas obligaron a Freya a caer de rodillas sobre la nieve con una fuerza atroz, desde donde se podía apreciar un precioso paisaje de fondo, en el que se veían estrellas y miles de mundos, como si el cielo se tratase de una enorme bóveda.

Capitán, ya la tenemos aquí.

Pero unos pasos sonaron con fuerza en aquella multitud, obligando a todos a mantener silencio. De entre los piratas, un hombre ya conocido apareció.

Vaya, vaya, vaya... ¿¡a quién tenemos por aquí!?

Vestía principalmente de rojo, con colores blancos o rosados. Aquel sombrero con la pluma, aquellos bigotes estrafalarios, esa mirada cargada de maldad y su enorme estatura... Era imposible no reconocerlo, porque se trataba del capitán de los piratas: el Capitán Garfio.

Su oscura figura rompió con todo lo precioso que podía aportar el paisaje y se acercó a Freya, con su única mano palpando el mango de su estoque, y con su garfio amenazador.

Nos ha costado traerla, capitán. Pero como ya sabe —se aseguró de mirar a Freya con severidad—, no tendrá elección. Nos ayudará. —claro que eso Freya podía hacerlo o no cuando la liberaran. Si la liberaban.

La figura del capitán se aproximó a Freya despacio, lento y amenazador, con su única mano todavía sobre el mango del estoque. Cuando estuvo delante suya enarboló el garfio de metal a toda velocidad, y el sonido del acero chirrió en los oídos de la aprendiz. Antes de darse cuenta se encontró con el garfio ante sus ojos.

Ha pasado mucho tiempo, Freya... No puedes imaginar cuánto —exhibió una sonrisa cargada de malicia, sin apartar el rostro de ella—. Tú y tu maestra, salidas de la nada, me engañastéis para encontrar un Tesoro, ¡pero me traicionastéis, ayudando a ese mocoso de Peter Pan! Y claro, mi barco, mi tripulación y yo... sufrimos las consecuencias.

Aproximó el garfio de acero a la mejilla donde tenía el morado, paseando con lentitud su peligrosa arma por la misma.

»Muchas noches he pasado, pensando en lo idiota que fui, pero eso se acabó. Esta noche acabará todo para ti y tu grupito, y para ese indeseable de Pan —habló con claro desprecio—. Si no fuese porque te necesitamos ahora... no dudaría en rebanarte la cabeza. Espero que seas considerada y te portes bien, quizá me hagas cambiar de parecer. ¿Eh?

Se aseguró de presionar con fuerza el moflete con la punta de su garfio, reprimiendo las ganas de acabar con ella allí mismo. Luego se separó y se dio la vuelta, dándole la espalda. Se ajustó el sombrero y se adentró en la multitud. Samy por otro lado aprovechó para acercarse a ella y con un movimiento de cabeza, ordenó a los dos piratas que la sujetaran de nuevo. Luego la llevaron tras Garfio, hasta el final de aquella colina.

Va a ser complicado que el capitán cambie de parecer... Pero si nos ayudas, yo te podría devolver el favor. —le susurró.

Y una vez cerca del risco, que conectaba con otra parte inferior de la jungla —donde se hallaba el portón de oro, lo que no se podía ver desde allí—, Garfio alzó su estoque al aire, apuntando a las estrellas.

C-capitán... ¿cree que es una b-buena idea?

Así es, Smee. ¡Esta será la noche de mi venganza! ¡Adelante, Sincorazón!

Al principio no sucedió nada, sino que solo se escuchó el silbido del viento, pero después unas nubes de oscuridad se manifestaron en el aire dejando ver a dos fantasmas. Garfio bajó su estoque y titubeó, luego miró al resto de su tripulación entre la que se encontraba Freya, y Samy se adelantó.

Funciona, pero estos no nos valen, necesitamos uno de los grandes. —Garfio tragó saliva y empezó a sudar, quizá nervioso por algo.

A Freya la seguían manteniendo apresada por ambos brazos, pero la tripulación seguía concentrada en el espectáculo que estaban viviendo...

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Bueno, tienes varias opciones en esta parte, como intentar de nuevo escapar (aprovechando que los piratas andan despistados), o quién sabe, igual puedas convencer a Garfio de que lo que intenta es una locura, aunque claro, cuentan con Freya por si las cosas se salen de control. Quizás puedas aprovechar eso a tu favor o no... Siempre puedes sorprenderme, recuerda que también tienes cierta complicidad por parte de Samy.


El Campamento Indio


¿Mi armadura...? —comentó Gabranth, entre sorprendido y confundido cuando Hana apoyó la idea de despojarlo de su armadura.

Fuera como fuese el villano no ofreció resistencia alguna, es más, se limitó a quedarse quieto y en silencio, obediente hasta el final. Cuando la última pieza de metal cayó en la arena los aprendices vieron su auténtico aspecto: se trataba de un hombre corpulento, alto, y vestía con traje, el mismo que le había visto Neru la mañana en Londres. Aunque el estado de su traje era lamentable: mojado y lleno de arena o desgarros y marcas de quemaduras.

Cargaron con el Juez y marcharon volando hasta el campamento. Las piezas de su armadura eran muy pesadas, pero entre todos podían intentar llevarlas. De verlos con problemas Balthier sacó una bolsa en la que ofreció guardar toda placa metálica que hubiese llevado el Juez encima. Excepto el casco, que seguía en posesión de Maya Zawrid.

Cargar con Mog tampoco fue fácil, y más llevando la armadura. Siempre tuvieron la opción de dejarlas todas en el campamento, dentro de alguna tienda de campaña, pero eso ya era decisión suya. Nada más alcanzar el campamento indio en el risco principal, todos dieron un informe de la situación, tanto a Light como a la maestra Shinju y a Nono, que el Moguri no parecía querer separarse de los Caballeros de la Llave. Hana, por su parte, tenía cosas que justificar:

Siento haberme marchado sin decirte nada. Quería ir a buscar a Neru y eso hice, aunque al final él nos encontró a nosotros.

Shinju se llevó ambas manos a las caderas y miró atónita a la aprendiz.

Si no fuese porque me llevé la bronca de los padres de esos críos me daría igual, ¿sabes? —afirmó mientras Lolo se posaba sobre su hombro.

Los aprendices se pusieron al día y el tiempo siguió su curso, sin pausa. La tarde fue algo lenta pero sin incidentes, se podían considerar incluso afortunados de que ningún sincorazón hiciese acto de presencia en todo el poblado. Los Niños Perdidos terminaron por aparecer desde las alturas, y Light fue el primero en acudir a ellos, preocupado por Osezno.

¿Qué tal estáis? ¿Y esa herida? ¿Mejor?

Oh, Light, lo siento. Me temo que te debemos una disculpa. Los que acudieron bajo mis órdenes para reunirse contigo se quedaron dormidos... ¿No tienes nada que decir al respecto, Osezno?

L-lo siento... ¡pero estaba muy mareado! Aunque ya estoy bien. Mira, no me duele nada. —expresó haciendo algunos estiramientos que parecían costarle una barbaridad.

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Y la celebración empezó, sin venir muy a cuento con la peligrosa situación de la isla, perspectiva que pudo desconcertar a algún aprendiz. Todos llenaron sus estómagos y se divirtieron, sin apartar la vista del atado y exhausto Gabranth. Al ver que incluso Light invocaba su mascota para vigilarlo, soltó una sonrisa misteriosa. ¿Denotaba arrogancia, diversión, o qué...? Nadie le preguntó, así que se mantuvo en su sitio, apartado de la fiesta y observado por todos para que no hiciera ningún movimiento sospechoso, cosa que no sucedió porque no se movió ni un milímetro del sitio.

La noche cayó sobre el mundo y todos presenciaron un magnífico campo de estrellas que lo cubría todo como un manto infinito de luces. Parecía como si la propia isla de Nunca Jamás tuviese una bóveda que conectara con el resto de los mundos.

Neru se alejó para hacer patrulla en los lindes del poblado, puesto que en la fiesta no parecía que nadie le fuese a prestar atención a sus preguntas y había demasiado jaleo. Presenciando o no el precioso paisaje nocturno encontró alguna que otra pareja o grupo de amigos que se alejaban de la zona para hacer de las suyas a escondidas de los adultos. También halló a más de un guerrero en la misma situación que él, viligando y con lanza en mano. El aprendiz quiso indagar en los asuntos de la isla, así que le tuvo que preguntar a varias personas, ya que no todas tenían suficiente tiempo para él.

—¿Seymour? Él aparecer hace una semana, salvando a hermano mío de los demonios. Yo todavía no creer que él traicionar y engañar a todos, y encima asesinar a compañeros. Ahora tengo claro que él mentir y ser auténtico culpable, y vosotros ser buenas personas que querer impedir todo esto. Yo querer también saber de donde vosotros venir, y qué ser esas armas tan raras.

El guerrero señaló a la cintura de Neru, pensando que guardaba allí su Llave Espada. Era libre de responder o no, pero el indio ya le había ofrecido sus impresiones sobre Seymour.

—¿Peligros? Los únicos peligros que tú encontrar en la isla, joven, ser los piratas, o las serpientes venenosas. También haber insectos peligrosos, pero estar alejados de nuestro poblado. Nosotros vivir en paz. Pero los piratas y su capitán ser muy peligrosos, sí, sí. Los Niños Perdidos ayudar mucho a nuestro pueblo, ellos ser muy amables.

Le comentó la señora que encontró a altas horas de la noche frente al poblado, cargando algo de leña hacia una de las casetas. Neru prosiguió con su patrulla nocturna pero no encontró a nadie más, eso sí, en cierto punto, algo alejado del poblado, el chasquido de unas ramas desde las profundidades de la jungla rompió el silencio. En aquella zona todo estaba muy oscuro, pero sí, sin duda, esa era la silueta de alguien...

Una persona le estaba observando desde los matorrales.

Entretanto la fiesta continuaba. Los tambores sonaban con fuerza, el calor de las llamas calentaba sus rostros, y los aprendices se movilizaban. Tanto Maya como Hana aprovecharon para acercarse a Balthier, que probaba algo de carne acompañado de Nono, si algo les podía llamar la atención era el hecho de que tenían las bebidas intactas: no pensaban beber, ni él ni el Moguri. La sirena de pelo azul fue la primera en entablar conversación.

Creo que debería disculparme de nuevo por el asunto de Gabranth. Supongo que no te estará siendo fácil ―Balthier la miró con los mofletes hinchados por la comida, alzó una ceja y continuó masticando―. Ya sabes cómo soy. Y sé que eso no es excusa. Si hubiera algún modo de asegurar que no vuelve a hacer daño a los míos, sería la primera en proponer esa solución. Pero ambos sabemos que no es así.

Kupó, ¡apoya a los Villanos Finales, no hay más que hablar!

»Tú le conoces mejor que nadie. ¿Crees de verdad que cambiará? ¿O que abandonará a los Villanos Finales?

Balthier tragó y bebió de una cantimplora suya, lo más probable es que se tratase de agua, puesto que estaba evitando el alcohol de la celebración. Suspiró y miró tanto a Maya como a Hana, la niña pudo enterarse de muchas cosas gracias a la conversación.

Si os soy franco, no lo sé. Ya sabes que venimos del mismo mundo, nuestra situación es similar, pero él ha decidido escoger ese camino, mientras que yo llevo el mío. A menos que alguien derrote a los Villanos Finales dudo que las cosas cambien... ¿Y tú, sirena? ¿Cuál es tu objetivo ahora, lo has pensado? Podrías aprovechar para sacarle información de los villanos, querías contactar con ellos, ¿no es cierto? —resopló, y luego afirmó—. Pero dudo que suelte prenda.

Hana consideró que ese era el final de la conversación, le pudo dedicar unas últimas palabras o no, pero ella tenía otro objetivo en mente: Peter Pan. Se acercó al chaval, que andaba en ese mismo instante jugando con un muslo de pollo con otros dos niños, cerca de Tigrilla y su padre. Cuando Hana se le acercó dejó que Zorrillo se hiciese con la carne para prestar atención a la aprendiz. Se elevó en el aire hasta su altura, acompañado de Campanilla, que no parecía muy contenta con su presencia allí.

Gracias a ti sigo viva. Gabranth me habría hecho papilla si no hubieras intervenido en el combate. Él dijo algo sobre qué te había dejado con vida… ¿qué ocurrió? ¿Qué sabes sobre él o sobre los Villanos Finales?

¿Eh? ¡Qué va! Ni siquiera le conozco, pero ya se lo comentamos a Light la otra mañana, ya habíamos visto a ese Juez vagando por Nunca Jamás, siempre cerca de la Bahía de los piratas. ¿Crees que puede tener relación con ellos? —esperó la respuesta de Hana—. Bueno, me dejó con vida porque... porque... No sé por qué me dejó con vida la verdad, murmuró algo sobre que no volviera a ayudaros. —Miró a Gabranth, que se mantenía cabizbajo apartado del núcleo de la fiesta, sentado y vigilado por Gaomon—. ¡Pero que conste que yo no me dejé vencer, nos atacó por sorpresa con un ataque demoledor!

Peter, vine a Nunca Jamás siguiendo la segunda estrella a la derecha, hacia el amanecer; y por el camino, vi a un montón de sincorazón dirigiéndose hacia aquí. Llegarán en cualquier momento. Nosotros no dominamos el cielo tan bien como tú, y quizá ni podamos prestarles atención a partir de ahora. Cuando ocurra, ¿puedes avisarnos? O preparar a los Niños Perdidos contra ellos.

¿Qué? ¿Lo dices en serio? Entonces tenemos que prepararnos, Hana. ¡Déjame esto a mí, te lo haré saber de inmediato! —Peter se viró hacia los niños, que chillaban y reían como monos frente a la comida—. Ey muchachos, es hora de ponernos manos a la obra. Tenemos que ayudar a Hana.

Los Niños no se parecieron tomar la noticia de muy buen grado, porque preferían quedarse allí saltando y revolviéndose sobre la comida a estar vigilando, ¡qué aburrimiento! Pero después de todo obedecieron y siguieron a Peter hasta las estrellas.

Light por su parte había pasado el rato con Nana, preguntándole sobre el invitado tan especial que tuvo tiempo atrás.

Nana, antes has mencionado a un hombre con parche, un pirata vestido de rojo. Hablo del extranjero que te regaló la calavera, el mismo que rompió esa cama. Por un casual, ¿no se llamaría Ronin?

¿Eh? Sí, él llamarse Ronin, ser exactamente igual que como tú describir.

Lo sospechaba. Pues creo que tenemos un amigo en común.

»Voy a pedirle al jefe indio ese mapa del Corazón

Vale, yo querer ir contigo. —se ajustó la calavera de la cabeza.

Ambos se levantaron de sus asientos y se acercaron al jefe indio, que estaba acompañado de otros ancianos y ancianas y Tigrilla, así como los Niños Perdidos y Peter Pan que no estaban muy alejados. El aprendiz hizo una reverencia que fue bien recibida por el hombre, y se sentó en el suelo con Nana, a su lado.

Se nota que los indios sabéis divertiros.

Ser tradición —afirmó—. Nuestro poblado siempre honrar a aquellos que querer acceder al Corazón desde tiempos ancestrales. La ceremonia permitir que vosotros poder cumplir vuestra tarea con éxito.

¿Les daría la ceremonia buena suerte, entonces?

Gracias por la fiesta, este descanso nos ha venido genial. ¡Y la comida está deliciosa! —El hombre asintió, satisfecho.

»Por cierto, ¿sigue en pie la oferta del mapa del Corazón? Se lo agradeceríamos muchísimo. Ojalá podamos ayudaros a echar a esos demonios de esta isla cuanto antes.

Así ser, pero todavía no poder entregarlo. Vosotros tener que esperar un poco más.

Tigrilla, que había estado pendiente a su conversación fue sorprendida por Hana.

¿Me enseñas a bailar?

¿Eh? —musitó por unos momentos—. ¡Claro!

Tigrilla se levantó, sujetó a Hana por una muñeca y la sacó a la improvisada pista de baile, que no era otra cosa sino tierra y polvo rodeada de gente comiendo, charlando o tocando el tambor.

Primero tienes que mover la pierna así, ¿ves? —ejecutó el movimiento con una precisión envidiable—. Luego mueves la cadera hacia un lado, sin apartar la vista del contrario, y aprovechar la otra pierna para desplazarte, manteniendo el equilibrio.

Por cómo lo decía y hacía parecía algo muy fácil, pero se necesitaba mucha elasticidad en el cuerpo si se deseaba conseguir esos movimientos. Por suerte la elasticidad no era un problema para la aprendiz, aunque con lo que llevaba encima de bebida quizá le costara mantener la precisión de los movimientos.

Es la primera vez que un entranjero me pide que le enseñe. Estoy muy emocionada. ¿Cómo te llamas? Yo Tigrilla. —se presentó, amable.

Y ese fue el clímax de la celebración, cada uno dedicado a una cosa en particular. Maya quiso indagar en el pasado de Balthier tras la marcha de Hana, a lo que el hombre le pudo responder como pudo, aunque no fue posible resolver todas sus dudas.

¿Fran? Ahora que lo dices, sí, es muy extraño. Ni siquiera ha contactado con Nono o conmigo. Si te soy sincero me empiezo a preocupar de verdad, quizás haya percibido algo en la jungla, no lo sé. Pero esto no me gusta —miró en dicha dirección, hacia la selva oscura y llena de nieve—. La ayudé en el pasado, es una historia un poco trágica y a ella no le gusta hablar de eso. Desde entonces colaboramos. —finalizó sonriente.

»Como ya habrás escuchado, Gabranth y yo venimos del mismo mundo, pero cayó en la oscuridad y ahora seguimos rutas distintas.

Pero la conversación no pudo continuar. Estuviesen lo que estuviesen haciendo todos los aprendices se vieron interrumpidos por igual por el cese de los tambores. El ritmo de la fiesta aminoró y el jefe del poblado indio alzó una de sus manos.

Todos los guerreros, ¡ante mí! —miró a Light, que debía estar a su lado.

Oh, ¡ya ha empezado, Hana! —susurró Tigrilla a Hana. Las dos habían estado practicando la danza durante un rato—. Os van a entregar el mapa y a bendecir. Colócate al frente.

Era hora de moverse, ¿no?

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En definitiva, el Jefe Indio os ha llamado a los aprendices para que os coloquéis frente a él. Neru puede mirar en los arbustos o acudir con todos los demás, pues la voz del Jefe indio ha resonado en todo el poblado y los tambores ya han dejado de tocar.

Podéis hacer lo que queráis con la armadura, os he dado la posibilidad de que Balthier la guarde en una bolsa, pero os podéis quedar con ella o esconderla por ahí. A vuestro gusto.


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Light Hikari:
VIT: 66/66
PH: 58/58

Gaomon:
VIT: 36/36
PH: 20/20

Maya Zawrid:
VIT: 36/36
PH: 40/40

Ukki:
VIT: 6/6
PH: 2/2

Hana Shimizu:
VIT: 56/56
PH: 38/38

Neru:
VIT: 46/46
PH: 28/28

Freya:
VIT: 26/30
PH: 28/28


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Fecha límite: Viernes 13 de Mayo.


Spoiler: Mostrar
¡Atención!


Bueno, esta última semana he estado reflexionando mucho sobre todo esto y cómo presentarlo para mejorar el rendimiento del tema en general y de los propios jugadores (vosotros). He llegado a la conclusión de que el ritmo de la trama es algo muy importante, ya no solo porque se agilice el tema (lo que me permite incluir cosas o no en el argumento, pues no es lo mismo tener tiempo de sobra a no tenerlo y tener yo, como GM, que omitir ciertos detalles para que no se eternice), sino porque hay unos plazos establecidos para todo el mundo por igual y es muy injusto, por no llegar a decir que me parece una falta de respeto, ignorar las fechas marcadas dando excusas un día sí y otro también, mientras que algunos de vuestros compañeros tienen que postear a tiempo todas las rondas.

Es por estas razones que he decidido ponerme muy estricta y tomar las siguientes medidas:

- Primero aclarar que no os contaré faltas a ninguno, pero el retraso de muchas rondas contará con una bajada significativa de PX al final de la trama, independientemente de si la interpretación del personaje ha sido excelente o no.

- A partir de este punto (desde esta misma ronda), solo daré como plazo un día extra a partir de la fecha límite. La misma noche, inmediatamente después de ese día extra, pondré candado a la trama para que nadie pueda postear. Si veis que no vais a poder os ruego que me aviséis con antelación desde el primer momento (a ser posible, indicando las acciones del personaje, pero no abuséis de esto, porque si os dedicáis a participar a base de mensajes privados no tendré nada con que puntuaros al final), tampoco me vale que me vengáis la noche del cierre a decirme que no habéis podido, lo siento pero no. Que para enviarme un mensaje tenéis todo el periodo del plazo hasta la fecha límite y considero que es más que suficiente.

Y creo que esto es todo. Siento ponerme así, pero veo que no me queda otro remedio porque se van a seguir acumulando retrasos que no nos podemos permitir y pueden afectar de forma negativa a la trama.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Lun May 09, 2016 10:47 pm

Ser tradición —respondió el jefe indio—. Nuestro poblado siempre honrar a aquellos que querer acceder al Corazón desde tiempos ancestrales. La ceremonia permitir que vosotros poder cumplir vuestra tarea con éxito. —Vamos, que Light no se arrepentía de haber aceptado la invitación.

Light asintió y después preguntó por el mapa, el objeto que les facilitaría su misión de proteger el Corazón.

Así ser, pero todavía no poder entregarlo. Vosotros tener que esperar un poco más.

Ya veo…

Vaya por Dios, todavía no se lo iba a entregar. Bueno, tampoco se morirían por esperar un poco más.

A partir de ese momento se limitó a presenciar la clase de baile que Tigrilla le impartía a Hana, con una media sonrisa. No se unió a ellas, sino que optó por quedarse al lado del jefe de la tribu y Nana. Si su compañera se llegaba a tambalear por culpa de la borrachera, soltaría una carcajada inevitable.

Pensó en Rebecca y Freya, las desaparecidas. Esperaba que regresaran pronto, porque estaba empezando a preocuparse. No tardaría en ponerse en contacto con la Maestra si seguía sin aparecer por allí: no le gustaba un pelo la idea de estar de fiesta mientras las otras se encontraban en peligro. Ojalá no fuera ese el caso.

Hasta que el jefe indio les diera el aviso, conversaría con cualquier persona que se acercara a hablar con él.

Finalmente, llegó el momento. El ruido de los tambores cesó y el jefe indio les dio el aviso:

Todos los guerreros, ¡ante mí!

Light, quien se encontraba cerca del jefe indio, se colocó en frente suya, tal como les había pedido. Permaneció serio y expectante: se imaginaba que no tardaría en entregarles el famoso mapa.

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Según hemos acordado Zodiark y yo, Maya habla con Light en esta ronda. La contestaré en la siguiente ronda si se da el caso.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Nell » Vie May 13, 2016 8:30 pm

Gabranth pareció sorprendido ante la propuesta de Hana. ¿Por qué? Era un prisionero y del mismo modo que no le permitían ir armado, tampoco merecía estar protegido. Neru se mostró reacio, mientras que Maya le apoyó. Hana no sabía nada de armaduras, por lo que le fue desencajando las piezas a base de tirones.

Al final obtuvo su capricho y se quedó con uno de los brazales, que se colocó en el brazo. Pesaba, pero lo soportaría. El resto de piezas le daban igual. Pudieron cargar más fácilmente con Gabranth gracias a que había perdido lastre.

Una vez en el campamento, intercambiaron información y experiencias. La disculpa con Shinju no fue fácil y Hana optó por no responder a la Maestra. No se soportaban mutuamente y eso no iba a cambiar. Ni de un lado, ni de otro. Por otro lado, la conversación con Balthier tampoco le dio demasiados ánimos.

Si os soy franco, no lo sé. Ya sabes que venimos del mismo mundo, nuestra situación es similar, pero él ha decidido escoger ese camino, mientras que yo llevo el mío. A menos que alguien derrote a los Villanos Finales dudo que las cosas cambien... ¿Y tú, sirena? ¿Cuál es tu objetivo ahora, lo has pensado? Podrías aprovechar para sacarle información de los villanos, querías contactar con ellos, ¿no es cierto? —A Hana no le había pasado desapercibido que ni Balthier estaba bebiendo alcohol. A ella le daba igual: iba a seguir haciéndolo, porque aquello era una fiesta y necesitaba algo para despejarse—. Pero dudo que suelte prenda.

Por eso no lo haré. Sería perder el tiempo. Mi objetivo ahora sigue siendo el mismo que cuando llegué a este mundo: salvar Nunca Jamás de los sincorazón. Ya he pasado por situaciones así, en donde mis metas personales estaban en conflicto con la misión de la Orden. No volveré a cometer el mismo error.

Dejó a Balthier para irse a charlar con Peter Pan, lo cual no era un cambio a mejor, que digamos.

¿Eh? ¡Qué va! Ni siquiera le conozco, pero ya se lo comentamos a Light la otra mañana, ya habíamos visto a ese Juez vagando por Nunca Jamás, siempre cerca de la Bahía de los piratas. ¿Crees que puede tener relación con ellos?

No lo sé. Pero no lo creo. ―Hana siempre sentía respeto por otros piratas. Sin embargo, concretamente por el Capitán Garfio y su tripulación, no.

. Bueno, me dejó con vida porque... porque... No sé por qué me dejó con vida la verdad, murmuró algo sobre que no volviera a ayudaros ¡Pero que conste que yo no me dejé vencer, nos atacó por sorpresa con un ataque demoledor!

Hana no podía negar que Gabranth, tras su retorcida lógica, escondía el deseo de no involucrar a nadie más en su lucha. Peter Pan no pertenecía a ninguna Orden, ni se oponía a los Villanos Finales directamente. De cierta forma era noble, o más bien no ruin, haberle dado la oportunidad de mantenerse neutral.

Lo bueno que sacó de aquella conversación es que Peter Pan escuchó sus inquietudes sobre los sincorazón y se puso manos a la obra. Mandó a los Niños Perdidos que se prepararan para empezar a vigilar el cielo, lo cual en realidad no dejaba más tranquila a Hana. ¿Iba a ser la causante de varios infanticidios?

A continuación, comió y bebió algo más, antes de acercarse con disimulo a escuchar la conversación entre el jefe y Light. Solo mencionaron el mapa, así que se desinteresó enseguida y se acercó a Tigrilla para hacerle la petición del baile.

¿Eh? ¡Claro!

Tigrilla la guio hacia la zona donde el resto de indios danzaban. Tendría que practicar sus primeros pasos públicamente, pero eso a Hana no le molestaba. Ella se divertiría aprendiendo y ellos observándola.

Primero tienes que mover la pierna así, ¿ves? —Hana la imitó en todo lo que dijo—. Luego mueves la cadera hacia un lado, sin apartar la vista del contrario, y aprovechar la otra pierna para desplazarte, manteniendo el equilibrio.

A la aprendiza le gustaba bailar, así que disfrutó de los nuevos pasos. Tigrilla era mucho más diestra que ella, y la bebida no le ayudaba nada a perfeccionarse, pero se mostró satisfecha del resultado. Seguiría practicando y, cuando volviera, podría enseñarle a Tigrilla danzas de otros mundos.

Es la primera vez que un entranjero me pide que le enseñe. Estoy muy emocionada. ¿Cómo te llamas? Yo Tigrilla.

Yo soy Hana. Y gracias por enseñarme, normalmente no participamos en fiestas así.

«Normalmente tenemos que volver a Tierra de Partida sin saber muy bien si hemos ganado o no», completó para sí misma.

Siguieron bailando, mejorando cada vez más los pasos, hasta que la música paró y el jefe irrumpió momentáneamente la celebración.

Todos los guerreros, ¡ante mí!

Oh, ¡ya ha empezado, Hana! —le susurró Tigrilla—. Os van a entregar el mapa y a bendecir. Colócate al frente.

¿A quiénes? ¿Yo también? ¿De qué va esto? ―le preguntóó en murmullos.

Se rezagó un poco, por si Tigrilla le explicaba un poco lo que iba a ocurrir o por qué, y luego se adelantó como le habían pedido. Se colocó junto a Light, deseando que la bendición fuera algo sencillo y rutinario. No rechazaría un chupito, por ejemplo.
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Re: Hasta nunca jamás - Ronda #2

Notapor Crystal » Vie May 13, 2016 11:30 pm

Freya pudo liberarse del agarre del pirata, que retrocedió unos pasos. Se preparó para atacar con la Llave, pero ignoró la presencia del otro pirata que la sujetaba. Éste le propinó un fuerte puñetazo en el rostro. Freya estuvo a punto de perder la conciencia de nuevo: el moflete le ardía y la cabeza le daba millones de vueltas. Creía haberse mordido el labio también puesto que la boca le sabía a sangre. No había sido un gran plan.

Menuda estúpida... ¿Es que no escuchas?

No vas a dejar de intentarlo, ¿verdad? Te hemos arrastrado porque te necesitamos, pero no confundas a los piratas de Nunca Jamás con unos cualquiera. Si sigues viva es por eso, así que siéntete afortunada.

»En marcha.

Caminaron durante unos minutos que se hicieron eternos para la aprendiz. Apenas tenía fuerza para discutirles nada, así que se limitó a dejarse arrastrar por aquellos hombres. Ojalá hubiese podido disfrutar de aquellas vistas y no estar en la situación tan incómoda en la que se encontraba. Se fijó también en el bullicio que había al final de la colina: un gran grupo de piratas. No le sorprendió lo más mínimo.

Una vez llegaron frente a la banda, obligaron a Freya a caer de rodillas sobre la fría nieve. Suspiró, agotada; no sabía qué partes del cuerpo le dolían más.

Capitán, ya la tenemos aquí.

Vaya, vaya, vaya... ¿¡a quién tenemos por aquí!?

Freya levantó la vista, con el ceño levemente fruncido: ante ella había un hombre que vestía de rojo, con un gran sombrero de pluma y su característico bigote estrafalario. Garfio.

Tú...

Se acercó a la aprendiza, sujetando el estoque. Intentó mantener la mirada hacia él, pero algo consiguió que se acobardase y la acabó apartando. Tenía miedo. Por primera vez estaba sintiendo que realmente no tenía otra opción que quedarse quieta a merced de aquellos tipos. Y lo único que pasaba por su cabeza era el gran dolor que sentía en la mejilla y el miedo a que le hiciesen más daño.

Nos ha costado traerla, capitán. Pero como ya sabe —miró a Freya con severidad—, no tendrá elección. Nos ayudará.

El capitán se acercó lentamente hasta Freya, y cuando la tuvo delante, enarboló el garfio a toda velocidad, asustando a la aprendiz.

Ha pasado mucho tiempo, Freya... No puedes imaginar cuánto. Tú y tu maestra, salidas de la nada, me engañastéis para encontrar un Tesoro, ¡pero me traicionastéis, ayudando a ese mocoso de Peter Pan! Y claro, mi barco, mi tripulación y yo... sufrimos las consecuencias.

Acercó el garfio a la mejilla que tenía hinchada por el golpe.

»Muchas noches he pasado, pensando en lo idiota que fui, pero eso se acabó. Esta noche acabará todo para ti y tu grupito, y para ese indeseable de Pan —habló con desprecio—. Si no fuese porque te necesitamos ahora... no dudaría en rebanarte la cabeza. Espero que seas considerada y te portes bien, quizá me hagas cambiar de parecer. ¿Eh?

Presionó con fuerza el moflete, y Freya comprobó las ganas que tenía de acabar con ella en ese preciso momento. Pero como la necesitaban, no lo haría. Luego se separó y se alejó, sin decir nada más. Tras la orden de Samy, los hombres volvieron a cargar con ella para llevarla tras el capitán. La aprendiza tuvo que reprimir las ganas de llorar; no iba a hacerlo delante de toda aquella muchedumbre, pero el hecho de que la trataran de esa manera hacía que se sintiese bastante miserable.

Va a ser complicado que el capitán cambie de parecer... Pero si nos ayudas, yo te podría devolver el favor. —le susurró.

¿D-Devolverme el favor...?

Una vez cerca del risco, Garfio alzó su estoque al aire, apuntando a las estrellas.

C-capitán... ¿cree que es una b-buena idea?

Así es, Smee. ¡Esta será la noche de mi venganza! ¡Adelante, Sincorazón!

Miró a su alrededor, algo confundida, y después vio las nubes de oscuridad que empezaban a manifestarse en el cielo. Empezaban los problemas. Aunque quizás... Si los Sincorazón se manifestaban de esa manera, en masa, sus compañeros se enterasen de la presencia de ellos y viniesen. Pero eso sería involucrarlos en más problemas...

Funciona, pero estos no nos valen, necesitamos uno de los grandes.

¿Qué coño estás haciendo, Garfio? —escupió la aprendiza, con cierto odio—. Es una idea totalmente descabellada.

»Perderás el control, y por mucho que intente ayudaros será imposible de detener toda esa masa de Sincorazón. Y si ya quieres uno de los grandes, puedes imaginar el desastre, ¿verdad?

Hizo una pequeña pausa; le dolía hablar con la mejilla tan hinchada y tenía miedo a volver a morderse de nuevo el labio.

Sé que ya te traicioné una vez, y que no querrás hacerme caso porque pensarás que estoy en contra de esto. Pero no tengo más opción que ayudaros, hagas lo que hagas: si quieres seguir con esto, adelante, invocaré la Llave por si las cosas salen mal. Pero no quiero morir, Garfio, y con este plan que estás intentando llevar a cabo, tú tienes las mismas posibilidades de palmarla que yo. Podemos buscar otra manera de hacer esto, piénsalo.

Más valía que Samy le devolviese el favor por todo aquello.
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Re: Hasta nunca jamás - Ronda #2

Notapor Zodiark » Sab May 14, 2016 1:00 am

Finalmente optamos por despojar a Gabranth de su armadura. Entre Ukki y yo, y con la ayuda que tan amablemente pedí a Balthier, logramos cargar con las piezas de la armadura, las cuales dejamos a un lado, alejadas del Villano, en el campamento indio (excepto el casco, que seguía en poder de Ukki durante el trayecto, y después volví a cogerlo para llevarlo en brazos durante la fiesta). Eso permitió a Hana y Neru cargar con más facilidad con él, pero nosotros tuvimos algunas dificultades para llevar la armadura y a Mog. Por suerte Balthier era bastante fuerte y pudo salvar la situación. Le debía una.

Una vez en la fiesta, y tras hartarme a comer, me acerqué a él, con la inteción de hablar sobre Fran y Gabranth.

¿Fran? Ahora que lo dices, sí, es muy extraño. Ni siquiera ha contactado con Nono o conmigo. Si te soy sincero me empiezo a preocupar de verdad, quizás haya percibido algo en la jungla, no lo sé. Pero esto no me gusta

¿Siempre que percibe algo se va por su cuenta? Es decir, ¿no es la primera vez que hace algo así?

La ayudé en el pasado, es una historia un poco trágica y a ella no le gusta hablar de eso. Desde entonces colaboramos.

Asentí con la cabeza y dejé el tema. Lo comprendía, no quería hablar del tema, después de todo parecía ser algo doloroso para ellos, especialmente para la viera, así que lo dejé pasar.

Como ya habrás escuchado, Gabranth y yo venimos del mismo mundo, pero cayó en la oscuridad y ahora seguimos rutas distintas.

¿Qué es lo que le sucedió? No sé, parece un buen hombre, creo que a pesar de todo tiene un corazón bondadoso. ¿Por qué acabó cediendo a la oscuridad?

El sonido de los tambores interrumpió nuestra conversación. Me giré rápidamente y vi que estaban acercándose los demás aprendices, parecía como si fuese a tener lugar un ritual indio o algo así, seguramente como colofón final de la fiesta.

Todos los guerreros, ¡ante mí! —exclamó el jefe.

Vaya, parece que yo también tengo que ir. Será mejor que me acerque, sino el jefe podría enfadarse y rechazar ayudarnos.

»Balthier, hazme un favor. No quiero dejar a Gabranth sin supervisión, ¿podrías vigilarlo por mí? Ah, y llévate a Ukki, por favor añadí haciendo una señal para que el mono saltase a su hombro rápidamente, la cual obedeció sin chistar—. Hace poco que lo tengo a mi cargo así que no está domesticado del todo, y no quiero que monte un escándalo delante del jefe o los indios podrían sentirse ofendidos.

Le dediqué una sonrisa amable al hombre y me acerqué a los demás, que ya estaban frente al jefe indio, en posición. Intentaría volver con Balthier cuanto antes para recoger a Ukki e ir a vigilar a Gabranth, aún quería charlar un poco más con él. Por otra parte, si Balthier decidía rechazar mi petición, Ukki volvería a mi hombro durante la charla con el jefe indio.
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Hasta nunca jamás - Ronda #3

Notapor Tsuna » Dom May 15, 2016 11:19 pm

En algún lugar de la isla


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¿Qué coño estás haciendo, Garfio? —contestó Freya con odio. Se ganó de inmediato la atención del capitán pirata, que no esperaba siquiera escuchar su voz. El hombre todavía sudaba y mantenía cierto temor en su mirada—. Es una idea totalmente descabellada.

¿Qué te hace pensar eso? —respondió Samy de inmediato.

Una ráfaga de viento sopló y sacudió con violencia toda la colina: hacía mucho frío. Luego escucharon el piar de unos pájaros en las profundidades de la jungla, quizá asustados por algo.

»Perderás el control, y por mucho que intente ayudaros será imposible de detener toda esa masa de Sincorazón. Y si ya quieres uno de los grandes, puedes imaginar el desastre, ¿verdad?

Las palabras de Freya calaron de forma muy profunda en los piratas, que la escucharon sin abrir la boca siquiera. La realidad era que ellos no tenían ni idea de lo que estaba pasando en ese lugar, a excepción de Garfio, Smee y Samy, y la propia aprendiz, claro. Pero todos tenían un objetivo común por el que luchar: librarse de una santa vez de todos sus enemigos.

Ante sus palabras empezaron a cuchichear en voz baja, asustados y desconcertados.

—Pero qué dice esta cría.

—¿Perder el control? ¿Un desastre?

—¿Va en serio? Quizá deberíamos...

¡No vamos a hacer nada, no ahora, panda de merluzos! —exclamó el capitán mientras enarbolaba su garfio y recuperaba la compostura, parecía muy nervioso, se le notaba en su voz—. No le vamos a hacer caso a una maleducada mentirosa.

—Sí, es verdad... Ella nos engañó y por su culpa quemaron parte del barco.

Sé que ya te traicioné una vez, y que no querrás hacerme caso porque pensarás que estoy en contra de esto. Pero no tengo más opción que ayudaros, hagas lo que hagas: si quieres seguir con esto, adelante, invocaré la Llave por si las cosas salen mal. Pero no quiero morir, Garfio, y con este plan que estás intentando llevar a cabo, tú tienes las mismas posibilidades de palmarla que yo. Podemos buscar otra manera de hacer esto, piénsalo.

C-capitán, quizá tenga razón...

¡NO! —exclamó Garfio con rabia, apartando al señor Smee de un empujón. Ahora sus ojos, su voz y su gesto estaban cargados de rabia—. ¡No hay otra manera! ¡Es la única forma de terminar con esto: con ese malcriado de Peter Pan, que me cortó la mano y me maldijo; y con vosotros también, contigo y tu grupito! ¡Light también está con vosotros, ¿verdad!?

El hombre, casi fuera de sus cabales, desenvainó su estoque en un rápido y chirriante movimiento, luego lo alzó al aire, consumido por la rabia.

»¡Todo terminará esta noche, y podremos emprender un nuevo rumbo!

Pero no pudieron seguir la discusión. Porque dijeran lo que dijeran, hiciesen lo que hiciesen, ya estaba hecho, no había marcha atrás. Un sismo de enorme potencia originado bajo la colina, donde en teoría se hallaba el portón dorado, sacudió la isla hasta sus cimientos. Todos los piratas, incluso Freya, cayeron al suelo de forma inevitable. Luego se alzó una masa negra, oscura, gigantesca, que superó incluso las copas de los árboles más altos.

El caos se desató en Nunca Jamás.

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¡Tu parte continúa más adelante!



El Campamento Indio


Durante la ceremonia, y mientras Light contemplada a las bailarinas junto al Jefe Indio y los ancianos del poblado, una mujer de avanzada edad se le acercó. Le tocó en su hombro derecho para llamar su atención y le acercó una especie de frasco de cristal, este contenía en su interior una especie de líquido amarillento y no muy agradable a la vista.

—Toma, es algo que os ayudará en vuestra tarea a todos vosotros. Recuperará vuestras fuerzas en caso de necesidad, no lo utilicéis a la ligera. Usadlo sabiamente.

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Light recibe: Elixir x1.

Ten en cuenta que el Elixir está hecho con plantas medicinales, estará MUY amargo y tendrá un sabor terrible, pero actuará como tal. Al final de la Trama se echará a perder, así que no podrás utilizarlo en futuros temas. Y como ha dicho la anciana: usalo con sabiduría.


Entretanto, la conversación de Maya y el pirata del aire continuaba...

¿Qué es lo que le sucedió? No sé, parece un buen hombre, creo que a pesar de todo tiene un corazón bondadoso. ¿Por qué acabó cediendo a la oscuridad?

Eso es algo que debe responder él, ¿por qué no le preguntas? —Balthier miró a Maya, pensando que quizá decirle eso de esa forma no fuese muy convincente, a fin de cuentas, Gabranth no iba a soltar prenda con tanta facilidad—. Te diré un secreto: puede parecer muy reservado, pero te lo dirá si le insistes.

Pero el sonido de los tambores dio pasó al punto más importante de la celebración.

Todos los guerreros, ¡ante mí!

La voz del Jefe Indio resonó por todo el valle con fuerza. Los aprendices tenían que moverse.

Vaya, parece que yo también tengo que ir. Será mejor que me acerque, sino el jefe podría enfadarse y rechazar ayudarnos.

»Balthier, hazme un favor. No quiero dejar a Gabranth sin supervisión, ¿podrías vigilarlo por mí? Ah, y llévate a Ukki, por favor. Hace poco que lo tengo a mi cargo así que no está domesticado del todo, y no quiero que monte un escándalo delante del jefe o los indios podrían sentirse ofendidos.

¿Eh? Claro —Ukki saltó en ese momento a su hombro—. ¿Quién se va a portar bien, eh? —le habló al mono en un intento de acariciarlo.

¿De verdad te vas a quedar con ese saco de pulgas? Avísame cuando haya terminado todo, kupó.

Nono se levantó y se alejó de la zona central, buscando a Mog, que andaba por un rincón con la maestra Shinju.

Por otra parte, Tigrilla se aseguró de avisar a Hana en mitad de su danza.

Oh, ¡ya ha empezado, Hana! Os van a entregar el mapa y a bendecir. Colócate al frente.

¿A quiénes? ¿Yo también? ¿De qué va esto?

¡Ya lo verás por tí misma! —respondió Tigrilla con una sonrisa divertida en la cara, y luego, empujó a Hana con cuidado hasta el lugar.

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Los aprendices, uno a uno, se colocaron en su sitio: frente al Jefe Indio, que andaba cruzado de brazos y muy serio en ese momento. Una ráfaga de aire sacudió la zona, como si fuese el aviso de que algo importante estaba por suceder. El paisaje frente a los aprendices era precioso: el mar que se extendía hasta el infinito, oscuro y negro, conectado con aquel cúmulo de preciosas y brillantes estrellas, que no eran otra cosa sino el resto de los mundos.

Guerreros que ayudar a nuestro pueblo y vengar a los caídos, guerreros que tener el poder de derrotar a los demonios acudir ahora al Corazón de Nunca Jamás. Ser bendecidos con nuestra ceremonia para en ningún obstáculo fracasar. —empezó a relatar el hombre, como si fuera un discurso memorizado que decía casi sin pensar.

Una mujer joven fue la elegida para ir aprendiz a aprendiz. Sostenía entre sus manos una especie de candil hecho con madera, del cual se podía oler un aroma embriagante e hipnótico. La forma del candil era muy extraña, contaba con una especie de agujero en su parte superior desde la cual salía el humo de la llama que ardía en su interior.

La chica colocó el candil frente a ellos, en su cara, y sopló por dicho agujero. Aquel humo que olía tan bien impactó en sus caras sin piedad. Podía resultar tan incómodo como relajante: era una sensación extraña, quizá incluso se sintiesen especiales.

Luego apareció frente a ellos un joven indio, de la misma edad que la chica anterior podían suponer. El muchacho fue aprendiz por aprendiz, tal y como hizo su compañera, pero esta vez con un pequeño tarro en el que parecía tener pintura, ¿o era sangre aquello? Debido a la fuerte luz que emitían las antorchas a sus espaldas, en contraste con el oscuro paisaje que tenían ante ellos, fue complicado averiguar qué clase de sustancia era. Pero el chico al final les pidió lo mismo: que colocaran al frente su brazo izquierdo. Allí les dibujó con calma y cuidado un símbolo muy parecido a una pluma. Quizá estuviese relacionado con el colgante de Nana.

Una vez acabaran con todos los aprendices, el Jefe Indio se adelantó hasta Light, el cual suponía que sería el líder por alguna razón, y le entregó un pergamino muy viejo que emitía un olor penetrante y fuerte. Estaba enrrollado, así que no podía verlo en el acto o hasta que acabara la ceremonia.

»Las estrellas desear que vosotros volver con vida.

Pasaron unos segundos de tensión, de emoción, todos miraban expectantes a los elegidos para entrar en el Corazón.

Y ese fue, en teoría, el fin de la ceremonia, ya con el mapa y los símbolos pintados en sus brazos. Pero fue el final porque no pudieron hacer más: ya tuviesen planeado partir a la mañana siguiente o esa misma noche, no pudieron. Fue imposible.

Porque se desató el caos en la isla.

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Un potente terremoto sacudió la isla de arriba a abajo con una fuerza atroz. Tiró a todo el mundo sin excepción al suelo, y el chasquido de innumerables árboles siendo partidos por la mitad y cayendo al suelo resonó en todo el poblado indio. Provenían del centro de la jungla, donde en teoría se hallaba la puerta al Corazón.

Todos los presentes lo pudieron ver al girar sus cabezas al mismo punto: una criatura gigantesca y monstruosa, que quizá les pudiese resultar familiar o no, se alzó desde las profundidades de la selva:

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Era muy complicado que los aprendices o los propios indios supiesen sobre aquel ser, pero era en cierto modo familiar al Coloso que había atacado Tierra de Partida hacía unas semanas. Y los primeros sabían las consecuencias que aquello podía tener.

La oscuridad se manifestó sin misericordia en el poblado: incontables esferas de oscuridad dejaron ver peligrosas criaturas de oscuridad que comenzaron a atacar a diestro y siniestro. La gente chilló, gritó, algunos indios se intentaron defender para caer en el acto y ser consumidos por sus enemigos. Un espectáculo dantesco.

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El sincorazón gigantesco de la selva pareció golpear con fuerza una montaña cercana, pues se escuchó el chasquido de numerosas piedras cayendo en el suelo. Luego se empezó a mover sin rumbo fijo, pero era demasiado lento.

¿¡Qué hacéis ahí parados!? ¡Moved el culo! ¡Podéis acompañarme o quedaros aquí, pero no hagáis ninguna locura! Vamos Lolo.

La maestra Shinju, sin ningún reparo, invocó su Glider en plena carrera y salió disparada hacia el cielo, directa a por el Lado Oscuro, con el caos que se había desatado nadie le prestó atención. Los aprendices podían ir con ella o quedarse en el poblado indio a ayudar. El caso es que debían organizarse bien.

¡K-kupó, ayuda kupó!

¡Atras, bichos kupó!

Seis fantasmas tenían acorralados a los dos Moguris, que poco podían hacer. Balthier se encontraba con Gabranth y Ukki en ese momento, como el primero no se podía mover era el pirata del aire quien disparaba y golpeaba a los cinco fantasmas que les rodeaban. Y por último, el Invisible, que volaba de allá para acá, asesinando sin piedad a cualquier inocente que se encontrara.

¡Hana, Hana! Oh, veo que he llegado tarde... —comentó Peter, que llegó volando desde las alturas.

El resto de sincorazón seguían repartidos por todo el campamento, así que Peter y los Niños se decantaron por enfrentarse a ellos.

Nana se acercó a Light y se agarró a una de sus piernas, asustada, mientras que Tigrilla, el Jefe Indio y algunos guerreros ayudaban a evacuar a los ancianos hacia sus casas, en un intento desesperado. Pero no había organización alguna, allí cada uno estaba intentando sobrevivir por su cuenta.

Tenían que poner orden.

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Resumen de la situación:

-Mog y Nono vs 6 Fantasmas.

-Gabranth, Balthier y Ukki vs 5 Fantasmas.

-Tigrilla, el Jefe Indio y los ancianos vs 4 Fantasmas.

-El Invisible y los cinco Fantasmas restantes andan por el poblado atacando a la gente, los Niños Perdidos los están combatiendo también.

Podéis quedaros en el Campamento o ir con Shinju a por el Lado Oscuro. Lo ideal es que os dividáis en grupos, porque si abandonáis a los indios no podréis contar con su ayuda de cara al futuro, pero dejar el jefe solo a la maestra también puede traer consecuencias. En caso de ir a por el jefe grandote, podéis indicarme las acciones de vuestro personaje en caso de poder atacarle (aunque no sepáis qué escenario os encontraréis, podéis decirme algo en plan: "Si llego hasta el Lado Oscuro le disparo un Piro+ en la cabeza").

Pensad que tenéis varias cosas pendientes además de defender el campamento, como puede ser el qué hacer con Gabranth o Nana, si querer llevarlos con vosotros o qué.



En algún lugar de la isla



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Un monstruo gigantesco era lo que se había alzado de entre las profundidades:

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Durante su ascenso partió incontables árboles cercanos, que cayeron con violencia cerca del grupo, amenazando con aplastar a alguien.

¡C-capitán, es uno de los grandes!

¡Sí, lo hemos conseguido! —exclamó Samy apretando su puño derecho, victoriosa.

Pero la situación no tardó en salirse de control. El enorme sincorazón puso su vista en el grupo por un momento, aunque no lo pareciera, estaba mirando a Freya. La luz de su corazón le atraía. Garfio no daba crédito a lo que estaba mirando, y le temblaban las piernas.

—¿Es eso lo que estábamos buscando?

—¿Y de verdad va a hacer lo que le digamos?

Sin previo aviso el gigante se movió con violencia y arremetió contra la montaña en la que estaba la puerta de oro, que conectaba también con la colina en la que estaban ellos, pero más arriba. El temblor de la avalancha los pilló a todos desprevenidos, pues seguían tirados en el suelo a causa del terremoto, y al cabo de unos segundos Freya pudo escuchar a sus espaldas los gritos de socorro de algunos corsarios antes de ser aplastados sin piedad por las piedras.

El pirata que llevaba el conjunto de llaves también fue enterrado a su lado bajo un montón de escombros, aunque las llaves se le habían caído al suelo, a un lado. Se levantó un montón de humo y el monstruoso ser giró su cabeza en otra dirección, hacia el norte de la isla. Puso rumbo hacía allí, pero como tenía que dar un largo rodeo tomó otra ruta: iba a tardar en llegar.

El caso es que la colina había terminado siendo un cementerio de roca y polvo. Los corazones de los piratas fallecidos, que no eran pocos, ascendieron a lo alto para verse tragados por la oscuridad:

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¡Freya, ¿dónde estás!? ¡Freya! —exclamaba Samy desde algún lugar. Las piedras eran tan grandes que no se podía ver más allá de estas sin escalarlas o dar un rodeo—. ¡Tienes que ayudarnos!

¿Pero Freya estaba dispuesta a hacerlo?

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Tienes varias opciones: liberarte y largarte, dejando a los piratas a su suerte, o ayudarlos a derrotar a los sincorazón. De irte puedes ir a por el Lado Oscuro, ya que no sabes donde están el resto de tus compañeros (en este caso te digo lo mismo que a ellos: en caso de ir, puedes indicar dónde atacarlo), tampoco te encontrarás con Shinju y los demás, pues están lejos y van a tardar en llegar, así que empezarías sola el combate contra el jefe. Y sí, puedes volar.


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Light Hikari:
VIT: 66/66
PH: 58/58

Gaomon:
VIT: 36/36
PH: 20/20

Maya Zawrid:
VIT: 36/36
PH: 40/40

Ukki:
VIT: 6/6
PH: 2/2

Hana Shimizu:
VIT: 56/56
PH: 38/38

Freya:
VIT: 26/30
PH: 28/28


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Fecha límite: Viernes 20 de Mayo.

Darkness Seeker me ha comunicado que abandonará la trama, así que seguiremos sin él.
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Tsuna
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Light » Jue May 19, 2016 9:24 pm

—Toma, es algo que os ayudará en vuestra tarea a todos vosotros. Recuperará vuestras fuerzas en caso de necesidad, no lo utilicéis a la ligera. Usadlo sabiamente.

Oh, pues muchas gracias. Así haremos. —Light guardó el frasco que le había entregado la anciana y le agradeció el amable gesto. Así a simple vista no tenía buena pinta (se imaginó algo muy desagradable), pero no le iba a rechazar el detalle.

No podía quejarse de nada: los indios les estaban tratando genial.

***


Guerreros que ayudar a nuestro pueblo y vengar a los caídos, guerreros que tener el poder de derrotar a los demonios acudir ahora al Corazón de Nunca Jamás. Ser bendecidos con nuestra ceremonia para en ningún obstáculo fracasar.

La parte más importante de la ceremonia había dado comienzo. Se les acercó una mujer que llevaba un candil de madera. Ésta se encargó de hacerles llegar el aroma de una especie de… ¿Incienso? Aunque olía bien a Light no le relajó precisamente; le resultaba incómodo el humo, pero mantuvo la compostura en todo momento.

«Venga, ¿esto es necesario realmente?».

Después, se aproximó a ellos un muchacho. Se colocó delante de cada uno y les pidió que estiraran el brazo. ¿Para qué? Pues para pintarles la extremidad con una especie de pintura o sangre. No distinguió lo que era debido a la desfavorable luminosidad. Prefería no saberlo, así que se ahorró las preguntas y dejó que realizara su trabajo.

«Una pluma», se dio cuenta del curioso detalle. ¿Tendría algo que ver con el colgante de Nana? Quizás sí, quizás no…

Una vez pintara el símbolo a todos, el indio jefe se aproximó a Light. Al fin, le hizo entrega de un pergamino bastante antiguo, el objeto que llevaba deseando y una de las razones por las que había aceptado asistir a la ceremonia.

Las estrellas desear que vosotros volver con vida.

¡Gracias! —expresó, satisfecho. Sonriente, se volteó hacia todos los testigos de la ceremonia para que comprobaran que, en efecto, el objeto ya era suyo; y después lo guardó.

Sin embargo, la felicidad duró muy poco. Todo se acabó torciendo.

Ahora solo tenemos que... —No pudo acabar la frase.

Un terremoto repentino les derribó a todos sin excepción: por un momento se temió lo peor. Light, confundido y nervioso, soltó un «¡Maldición» y trató de reincorporarse lo más rápido posible. Buscó a Nana y a sus compañeros para asegurarse de que estaban bien.

«Esto es una locura. ¿Qué cojones…?», percibió el sonido de los árboles al caer: provenía del centro de la isla. Genial.

La situación empeoraba por momentos en el mundo. Y Rebecca seguía sin aparecer.

Levantó la mirada y apreció la terrible y monstruosa criatura que se erguía. Un gigante. No era como el Alfa que atacó Tierra de Partida recientemente, pero le recordaba un poco a éste. Se imaginaba el fatídico destino que les esperaba si dejaban a Sincorazón como ese campar a sus anchas.

Pero aquel gigante no era el único de sus problemas. Otros Sincorazón menores se manifestaron en el campamento: un Invisible y varios Fantasmas Farol. Estos empezaron a atacar a la gente sin compasión, provocando una tragedia.

«¡No!», Light abrió los ojos como platos, horrorizado. ¡Tenían que hacer algo ya mismo, no podían permitirlo!

¿¡Qué hacéis ahí parados!? ¡Moved el culo! —¿En serio era necesario que les ordenara algo tan obvio?—. ¡Podéis acompañarme o quedaros aquí, pero no hagáis ninguna locura! Vamos Lolo —dijo antes de dejarles atrás. Hubiera querido acompañarla, pero en aquel momento otros necesitaban su ayuda con más urgencia.

Light ya había decidido quedarse allí y enfrentarse al Invisible: el Sincorazón más peligroso de todos a su juicio, sin contar el Lado Oscuro claro.

El caos reinaba en el campamento; algunos como los Moguris apenas podían defenderse; Balthier, por su parte, atacaba a las criaturas con su arma de fuego. Gabranth, en cambio, estaba inmovilizado y no podía hacer gran cosa.

Y Nana… permaneció pegada a él, asustada. Se mordió el labio, ¿cómo iba a protegerla adecuadamente habiendo más de veinte enemigos que eliminar? No iba a dar abasto: el pueblo entero les necesitaba.

Relajó el rostro, más calmado, y se agachó para ponerse a la altura de la guardiana de la llave. No quería que la niña le viera nervioso y sintiera más miedo, así que se mostró seguro.

Tengo que luchar, Nana, así que ponte a salvo. Todo saldrá bien. Mi mascota se quedará contigo, no te preocupes, ahora te veo —aseguró a la niña asustada, acariciando su calavera, en un intento de tranquilizarla. Deseaba eliminar cuanto antes al Invisible y no iba a permitir que la pequeña estuviera cerca de ese monstruo.

Materializó su Alma Inquebrantable, decidido a intervenir ya mismo, y se dirigió hacia el temible Invisible. Disparó su más poderosa Brecha lunar y siguió corriendo tras su proyectil; de no bastar para exterminarle, atacaría de seguido con una Embestida, golpeándole con la Llave Espada. No dejaría de arremeter hasta verle eliminado.

Gaomon acompañaría a Nana en todo momento y la protegería, una vez más. Si cualquier criatura se aproximaba a ellos, emplearía su Luna Protectora para dañarle y hacerle retroceder. Si el enemigo seguía en pie, arremetería con Envite Lunar. Posteriormente atacaría a base de placajes y mordiscos si era necesario, incluso haría de escudo.

En cuanto a Light, si se había librado del Invisible, trataría de ayudar al grupo de Tigrilla. Se aproximaría a las cuatro criaturas fantasmales, a ser posible, y emplearía un Aturdidor para atontar y dañar al mayor número de Sincorazón. Los remataría a base de golpes normales de llave si la habilidad no resultaba suficiente para exterminarles a todos.

¡Nosotros nos encargamos, centraos en poneros a salvo! —Le hizo saber al jefe indio y a los demás que estaban ayudando a evacuar a los ancianos.

Si había logrado vencer al Invisible y a los mencionados cuatro fantasmas, apoyaría a Peter Pan y al resto de niños en el combate. Dispararía una Onda lunar al Sincorazón que más problemas les estuviera dando.

También socorrería a Nana y a su eidolon —se voltearía hacia ellos de vez en cuando para comprobar que estaban bien— en el caso de que necesitaran su ayuda por cualquier motivo: iría allá donde ellos estuvieran y arremetería contra los enemigos que les amenazaran.

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Light:

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.

▪ Embestida (HC) [Nivel 18] [Requiere Fuerza: 18; Velocidad: 13; Resistencia: 15]. Arremete rápidamente contra el rival, golpeando de frente fuertemente. Puede causar aturdimiento.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

▪ Onda lunar (HC) [Nivel 3] [Requiere afinidad a luna; Combate con arma blanca: 7; Fuerza:7]. El movimiento personal de Light. Sacude la llave espada raudamente para liberar un rayo, lineal y en forma de luna creciente. Es ligeramente cortante y de baja potencia.

Gaomon:

▪ Luna protectora (HC) [Nivel 6] [Requiere afinidad a Luna; Fuerza: 6; Resistencia: 10; Elasticidad: 6] Inesperadamente, la mascota toma la forma de una flotante esfera de luz que gira en círculos hasta tres veces, embistiendo repetidamente contra los enemigos próximos que rodeen a su invocador, normalmente. Técnica poco dañina y con escaso alcance, pero que puede hacer retroceder a los enemigos.

▪Envite lunar (HC) [Nivel 10] [Requiere afinidad a Luna; Forma Cabalgadura; Carrera animal; Fuerza: 13; Poder mágico: 10] El personaje envuelve todo su cuerpo de energía lunar y carga violentamente contra el enemigo, con una velocidad desmedida. Gran poder y probabilidad baja de causar mudez, pero daña ligeramente al usuario.

Sé que he tenido que meter muchas acciones, pero somos Zodiark y yo y 20 bichejos thanks neru. Si te parecen demasiadas acciones para un turno de combate, Zeix, corta por donde veas xD
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Re: Hasta nunca jamás - Ronda #3

Notapor Crystal » Vie May 20, 2016 9:27 pm

C-capitán, quizá tenga razón...

«Sí, a veces la tengo».

¡NO! —exclamó el capitán—. ¡No hay otra manera! ¡Es la única forma de terminar con esto: con ese malcriado de Peter Pan, que me cortó la mano y me maldijo; y con vosotros también, contigo y tu grupito! ¡Light también está con vosotros, ¿verdad!?

¡¿Qué coño te importa eso, eh?!

Garfio, consumido ya por la rabia, desenvainó su estoque y lo alzó al aire. La pelirrosa gruñó por lo bajo.

»¡Todo terminará esta noche, y podremos emprender un nuevo rumbo!

Pero ya daba igual, ya no había vuelta atrás. Un sismo de gran potencia, originado desde dónde se encontraba el portón dorado, sacudió toda la isla. Todos cayeron al suelo, incluyendo la pelirrosa, que cayó de culo sin poder agarrarse a nada a tiempo. Una masa negra, enorme, oscura y tenebrosa se estaba alzando por encima de todo.

«¿Q-Qué es esa cosa?»

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Se trataba de un monstruo gigantesco, sin duda.

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Algunos árboles cayeron cuando éste se alzó, y amenazaron con aplastar a alguno de los presentes. Debería ir con cuidado si no quería acabar bajo uno de esos.

¡C-capitán, es uno de los grandes!

¡Sí, lo hemos conseguido!

Genial —añadió, con clara ironía.

Freya miró al gran sincorazón, que parecía estar observándola. ¿Por qué? ¿Por qué a ella? Empezó a ponerse nerviosa y a dudar si sería capaz de manejar la situación ahora que parecía fuera de control. Garfio tampoco parecía mucho más seguro que ella.

—¿Es eso lo que estábamos buscando?

—¿Y de verdad va a hacer lo que le digamos?

«Lo dudo», pensó con amargura la aprendiz. ¿De verdad aún mantenían la esperanza de que aquel bicho les obedeciese? «Nos bastará si conseguimos salir de aquí con vida».

Y tal y como ella pensaba, el gigante se movió con violencia y atacó la montaña. El temblor de aquel golpe les pilló a casi todos por sorpresa, puesto que aún seguían en el suelo por el anterior terremoto. Freya se giró al escuchar unos gritos de socorro a sus espaldas; algunos de los piratas estaban siendo aplastados por las piedras. Era un espectáculo horrible de presenciar.

El pirata que llevaba el conjunto de llaves quedó enterrado bajo los escombros, aunque las llaves cayeron a un lado. El monstruo puso rumbo hacia el norte de la isla, pero por una ruta distinta. Freya aprovechó el momento para lanzarse a por las llaves e intentar liberarse de aquellas molestas esposas que empezaban a provocarle molestias en las muñecas.

Al echar un vistazo a la colina, pudo comprobar que todo se había convertido en un cementerio de piratas, cuyos corazones ascendieron para ser tragados por la oscuridad.

¡Freya, ¿dónde estás!? ¡Freya! —exclamaba Samy desde algún lugar; las piedras dificultaban la visibilidad—. ¡Tienes que ayudarnos!

La duda invadió a Freya durante unos instantes, aunque no tardó en llegar a una decisión. No iba a dejarlos allí tirados a su suerte por mucho que hubiesen jugado con ella durante ese tiempo. Por mucho odio que pudiera tenerles, aquella masacre era horrible, y no se la deseaba ni tan solo a ellos. Echó mano a sus pistolas, decidida.

¡Samy! ¿Dónde estás? —exclamaría, intentando que volviese a contestar para situarla por la dirección de su voz—. No os preocupéis, yo me encargo de estos.

Usaría el Blanco Fijado y apuntaría a cada uno de esos sincorazón, disparando repetidas veces con balas normales. Si aquello conseguía debilitarlos lo suficiente, guardaría las pistolas e invocaría su Llave Espada para lanzarse a atacarlos directamente con ella. Para finalizar, y solo si no había acabado ya con ellos, usaría un Orbe de oscuridad, lanzándolo las dos veces correspondientes, para finiquitar la tarea.

«Ese monstruo gigante... Hay que acabar rápido aquí y hacer algo con él, o acabará con toda la isla».

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Dejo por aquí las acciones de Freya:
Blanco Fijado (HC) [Nivel 5] [Puntería: 7]. Aumenta la Puntería del usuario en 5 puntos y disminuye en un nivel el gasto en habilidades de arma de fuego. El usuario permanece inmóvil durante el uso de esta habilidad. Al desconcentrarse o moverse, sus efectos se anulan.

Y en el caso de necesitarlo para el final:
Orbe de Oscuridad (HM) [Nivel 12] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 11] Crea una bola de oscuridad de tamaño medio, la cual una vez tirada vuelve a su creador para que pueda ser lanzada una segunda vez. En el segundo impacto, el orbe explota, provocando daños afines a Oscuridad.
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Re: [País de Nunca Jamás] Hasta nunca jamás (II)

Notapor Nell » Sab May 21, 2016 2:12 am

Tigrilla prefirió no desvelarle la sorpresa y empujó a Hana para que se adelantara como había pedido el jefe de la tribu.

Guerreros que ayudar a nuestro pueblo y vengar a los caídos, guerreros que tener el poder de derrotar a los demonios acudir ahora al Corazón de Nunca Jamás. Ser bendecidos con nuestra ceremonia para en ningún obstáculo fracasar.

Oh, no. Oh, no. Era uno de esos ritos. De las que te pintaban y embadurnaban con los símbolos de su pueblo. Hana se sentía muy orgullosa de exhibir los suyos propios, los numerosos tatuajes que se hacía según adquiría experiencia, así que no estaba muy por la labor de aceptar otros nuevos. Sin embargo, rodeada de todo el grupo, no creyó muy inteligente declinar la oferta.

En un principio no había nada que temer, puesto que una muchacha se limitó a echarles el humo de su pipa (como interpretó Hana) en la cara. El temido momento llegó cuando un chico con pintura les pidió que extendieran su brazo izquierdo; Hana obedeció, maldiciendo la encerrona. Por suerte se había procurado del brazal izquierdo de Gabranth, que desencajó para mostrar el brazo desnudo, por lo que podría tapar la marca.

El jefe le entregó el prometido mapa a Light, dando por finalizada la ceremonia con las siguientes palabras:

»Las estrellas desear que vosotros volver con vida.

«Y yo también».

¡Gracias! —¿Y esa ironía?

Entonces el caos se desató. Un temblor les sacudió a todos del suelo, haciéndoles caer, y apareció el culpable no muy lejos de allí, en la jungla: un sincorazón enorme. Y como todo jefe, estaba servido de un ejército que no tardó en aparecer y empezar a arrasar la villa. Decenas de sincorazón invadieron la fiesta sin permiso, antes incluso de que pudieran reaccionar.

Hana se levantó del suelo y se puso el brazal izquierdo de Gabranth. La gente corría despavorida a su alrededor, mientras intentaba vislumbrar a la distancia qué estaba haciendo el sincorazón gigantesco. Al parecer, golpear montañas.

¿¡Qué hacéis ahí parados!? ¡Moved el culo! ¡Podéis acompañarme o quedaros aquí, pero no hagáis ninguna locura! Vamos Lolo.

Shinju se adelantó a todos ellos, preparó su Glider y se dispuso a reunirse con el sincorazón gigantesco. Era una locura. Primero había que asegurar la aldea.

¡Hana, Hana! Oh, veo que he llegado tarde... ―Peter no podía ser más oportuno. Aunque, pensándolo fríamente, había sido culpa de la propia Hana que se alejara de la tribu y llegara más tarde.

¡Pon a todos los que puedas a salvo! ―le gritó. Luego cayó en la cuenta de que debería haber priorizado a los niños, como manda la costumbre; y desde luego, tampoco le parecería mal que centraran sus esfuerzos en los sincorazón.

Miró todos los sincorazón a los que se enfrentaban. Eran alrededor de una veintena, pero allí tenían a guerreros de la tribu, la tropa de Peter Pan, Balthier y sus propios compañeros. La amenaza se centraría sobre ellos y dejarían en paz a la población. Tarde o temprano tendrían la situación controlada. En cambio, el sincorazón gigante seguía destruyendo montañas.

Me encargaré del grande, ¡recordad el no-sé-qué de las estrellas! ―les hizo saber a Light y Maya.

Invocó su Glider y persiguió a Shinju. No iba a esperar instrucciones de la Maestra o el siguiente movimiento del sincorazón, directamente se lanzó sobre él. Ya no solo porque contaba con el factor sorpresa, sino que contaba con que la marcara como objetivo y dejara de destruir la isla. Invocaría la Llave Espada y le arremetería con un Aqua filo, para después retirarse y esperar la coordinación con Shinju.


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Aqua filo (HC) [Nivel 15] [Requiere Afinidad: Agua, Fuerza: 20; Combate con armas blancas: 20; Poder Mágico: 20]. Recubre el arma de agua y corta al enemigo con un tajo descendente.
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