[Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Trama de Keiko, Kairi y Nadhia + Ragun, Hana y Malik

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: Ronda 12

Notapor Sombra » Mar Oct 25, 2016 1:39 am

Logré quitarme a Rubicante de encima y me levanté ayudado por los tentáculos mientras que los otros los usaba a modo de escudo. Me apresuré a tomar los frascos de éter, me extrañó que Rubicante no intentase nada excepto... Mis sincorazón estallaron en llamas cuando se lanzaron a por él, solo estábamos él y yo. Tiré los botes de cristal al suelo y clavé mis ojos en mi enemigo, él también me observaba fijamente.

La primera vez que lo había visto recordaba que fuera en el Villain´s Vale, las torres en ruinas de aquel extraño valle en mitad de la nada, a varios kilómetros de la vieja Vergel Radiante. Recordaba que había intentado engañarle, pero que había sido él el que nos había engañado finalmente a nosotros llevándonos a una trampa. Aquel día tuve la oportunidad de haberlo matado, pues lo había visto en el suelo inconsciente mientras huíamos con un moribunto Ban.

Es una pena que seamos enemigos, me encantaría poder entrenar contigo y no tener que matarte —dije mientras agarraba mi Llave Espada con firmeza.

Es una lástima, sí—contestó mi enemigo, noté algo de tristeza en sus palabras.

En el fondo, entendía lo que él sentía. Éramos dos personas batiéndonos en un duelo a muerte y tanto él como yo habíamos demostrado ser diestros guerreros. Para ser un Villano Final, no podía decir que me pareciese realmente malvado, no como lo eran Mateus o Gárland al menos.

Rubicante abrió su capa, señal de que la cosa se ponía en serio. Hice avanzar mis tentáculos para sujetarle logrando inmovilizar una de sus extremidades. Me lancé directamente contra él en busca de su corazón; lo veía. Brillante y rojo, en mitad de su pecho. Mis ojos dorados resplandecieron con más intensidad de lo normal mientras me acercaba con la Estocada Oscura.

Al instante, me vi a pocos centímetros de mi enemigo, hundí mi Llave Espada en su pecho... Pero Rubicante tenía una velocidad de reacción enorme. Su palma, envuelta en las llamas más brillantes que había visto nunca me golpearon mientras mi espada seguía su camino hacia el corazón del villano.

Caí al suelo mientras notaba como mi carne ardía con intensidad grité mientras me llevaba mis manos al lugar donde me había golpeado. En mi pecho había una horrible quemadura con la forma de la palma de la mano de Rubicante, de algún modo supe que aquella cicatriz quedaría allí para siempre.

Mientras me retorcía de dolor intenté ver a mi enemigo, él también debía estar realmente jodido. Fue entonces cuando vi como Rubicante caía al suelo. La sangre que salía de su pecho a borbotones no era una buena señal. En un primer momento me sentí victorioso, había sido un combate muy complicado, pero había vencido. ¡Había acabado con uno de aquellos cabrones! Por un instante imaginé lo que aquel logro suponía, había hecho un gran trabajo para la Orden gracias a aquello, tal vez el Maestro Ryota me felicitase.

¿Pero realmente me sentía bien?

Recordé en ese momento a aquel chico de Coliseo del Olimpo que tanto rencor me guardaba incluso después de la muerte. Pero... ¿No era diferente aquella vez? Él era un civil, había estado en el momento equivocado en el lugar equivocado, eso era todo... ¿Pero por qué sentía tristeza por Rubicante?

Él era un enemigo de la Orden. Matarlos era mi deber. No tenía que sentir pena o remordimientos.

El villano se tumbó boca arriba, jadeaba con fuerza, mientras que yo, con el pecho carbonizado era casi incapaz de respirar correctamente. Hice un monstruoso esfuerzo para levantarme ayudándome con mis tentáculos y mi Llave Espada para no caer de bruces contra el suelo. Observé al moribundo Rubicante, no parecía guardarme rencor... Yo desde luego no era capaz de odiarlo a pesar de ser mi enemigo... Incluso si el que estuviese en el suelo, a punto de morir fuera yo.

Siento… haberos fallado—susurró—. Pero ha sido un buen final…

Rubicante cerró los ojos y exhaló su último aliento.

Me quedé de pie, frente a su cadáver. No era capaz de dejarle allí abandonado, no de una forma tan poco digna para un guerrero como él. Materialicé la capa de mi armadura de portador y la arranqué de un tirón seco. Cubrí su cuerpo como buenamente pude ocultando su rostro y parte de su cuerpo.

Siento que las cosas hayan salido así —admití con la voz rota. Tenía ganas de llorar, más de las que creía posibles por alguien que apenas conocía y que aún peor, era un enemigo.

Pero aquellas breves palabras que habíamos dirigido el uno al otro durante nuestro duelo me habían dicho mucho de él. No era un ser malvado, ninguna bestia sanguinaria habría dicho algo semejante, no me habría visto como a un rival. Me arrodillé junto a su cuerpo y deslicé la capa levemente hacia abajo para verle una vez más. Cogí de mi bolsillo una ultrapoción e intenté dársela... Pero sabía que ya no había nada que hacer.

Bebí lo que quedaba de la Ultrapoción y otro Éter más. No estaba orgulloso por mi victoria. Había pensado que al acabar con uno de los Villanos Finales me sentiría de una forma muy distinta pero... ¿Era normal sentirse como una mierda? Incluso la reacción de Barbariccia cuando había visto a Scarmiogle herido... Incluso aquello, que me había hecho sentir victorioso ahora me sabía tan amargo como las pócimas mágicas que estaba bebiendo... Sin embargo, aunque mis heridas sanaron la quemadura de mi pecho no desapareció. Aquella cicatriz quedaría como un recuerdo de que no todo era blanco y negro, de que había toda una gama de grises por explorar. Rubicante me había enseñado algo muy importante incluso si aquello no era su intención, algo que jamás creía posible aprender de un enemigo contra el que pelearía a muerte.

Sequé las lágrimas que se me resbalaban por mis mejillas y cubrí nuevamente el rostro de mi enemigo con la capa.

Gracias por la lección que me has dado. Que tu corazón encuentre la luz incluso en la más profunda oscuridad.

Le dediqué unos segundos de silencio pero sabía que no podía quedar a lamentarme allí por la vida que había segado, mis compañeros aún estaban en peligro. Kairi luchaba junto a Nithael contra Zande y Barbariccia, tenía que ayudarles.

Las lamentaciones debía guardarlas para más tarde... Por el bien de todos.

***


Salí del edificio con aire sombrío, pero lo que me encontré fue digno de una comedia: Kairi agitaba su Llave Espada como si tratase de matar algún abejorro o algo así, tal vez por suerte alcanzó a Barbariccia, que también parecía ser víctima de algún tipo de maldición (¿qué otra cosa podía explicar el comportamiento de ambas?) La villana invocó un tornado que golpeó a Kairi y a Nithael, éste último creó una barrera de luz que de súbito se expandió a un ritmo vertiginoso y que derribó a todos los presentes. Yo fui más afortunado, puesto que estaba lejos aún y aquella barrera no llegó a alcanzarme.

Nithael también debía estar siendo víctima de la misma maldición que sufrían Kairi y Barbariccia, salvo que el ángel era mucho más peligrosos que todos los presentes juntos, había portado los dos fragmenos de la Llave Espada que salvaron Tierra de Partida él solo, había derrotado al coloso... Y además, había entrenado con Light y conmigo en varias ocasiones y sabía de antemano que la velocidad de Nithael superaba la de Akio, su magia superaba a Kazuki, su resistencia a Ronin, su fuerza a Lyn... Pero estando así, tal vez tuviese una oportunidad de pillarle por sorpresa, de inmovilizarle.

No podía pensar en Rubicante, tenía que centrarme pese a que sentía como mi pecho se retorcía de arrepentimiento. Tomé aire un par de veces intentando mantener la calma, pero era casi imposible. ¿Cómo podía actuar normal tras matar a alguien? Tres años atrás no comprendía lo que implicaba arrebatar una vida, pero en aquel momento apenas era humano aunque irónicamente ahora utilizase más que nunca mis poderes sincorazón... Pero había vivido sin contacto con el resto de la humanidad, era tosco y no mostraba nunca mis sentimientos. Pero había cambiado, ahora era dentro de mi propia excentricidad una persona normal, me dolían las cosas. Sentía arrepentimiento, el peso que suponía era una carga prácticamente insoportable. ¿Acaso era capaz de volver a hacerlo? ¿Podía llegado el momento asesinar una vez más? ¿Aunque fuesen villanos?

Todavía tenía activado mi Estilo, por lo que debía aprovecharlo. Hana y Malik parecían cuerdos aún al contrario de la villana, Kairi y Nithael. Alguno debería centrarse en Zande puesto que no serviría de mucho retener a Nithael si el villano intentaba matarnos a su vez.

Así pues, teniendo en cuenta el estado de Nithael no podía atacarlo directamente sin arriesgarme a matarlo y... Bastante había hecho ya.

Corrí hacia el ángel cuando vi sus intenciones y traté de sujetarlo con mis tentáculos para evitar que dañase a cualquier otro y también con mis brazos. Confiaba en mi fuerza bruta como para poder mantenerlo lo suficiente como para gritarle.

¡Despierta Nithael! ¡Te necesitamos!

No dudaría en abofetearlo (¡Abofetear a un Maestro! El sueño de cualquier aprendiz) con la esperanza de "despertarlo" y detener su ataque.

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Ragun toma una Ultrapoción y otro Éter.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Nell » Mar Oct 25, 2016 7:20 pm

Cagnazzo estaba tan ensimismado que recibió un buen golpe en la cocorota. Hana sonrió con satisfacción al comprobar que le había molestado especialmente que fuera de su parte. Lo que le gustó menos fue la confianza de Cagnazzo cuando, mirando alrededor, se aseguró de que iba a pelear ella sola. ¿Acaso no la consideraba una rival digna? Pues le haría arrepentirse de esa prepotencia.

Como imaginaba, Cagnazzo prefirió usar su medio natural y se sumergió. Hana esperó a que se lanzara a por ella, y aunque no ejecutó el mismo ataque, lo mismo dio: en cuanto fue a chocar contra ella, saltó y lanzó su ataque eléctrico, obteniendo el mismo resultado.

Al volver a caer, comprobó que Cagnazzo lo había recibido de lleno y estaba aturdido. No se paró a pensar en las causas. Era su momento. Su oportunidad. Agarró la daga y, aunque le temblaba la mano, el golpe a la nuca fue certero, el único lugar desprotegido de la tortuga. Lo bastante como para que el villano reaccionara, casi inconscientemente, e intentara resistirse con un zarpazo a la cara de Hana. Sin embargo, el daño ya estaba hecho.

Cagnazzo comenzó a hundirse. Hana no hizo nada por evitarlo. Se quedó impansible, viéndole descender. Solo le dedicó un soniquete que nada tenía de homenaje a su vida.

And all the harm that e'er I've done
Alas it was to none but me
And all I've done for want of wit
To memory now I can't recall
So fill to me the parting glass
Good night and joy be with you all


Los últimos arañazos que le había regalado Cagnazzo le escocían, además de haberle dañado seriamente el ojo izquierdo. No se preocupó demasiado porque esperaba que algún hechizo curativo se lo arreglara, aunque aquel no era el momento. Volvió a la superficie, convirtiéndose de nuevo en humana ya que sabía que su siguiente combate sería en tierra. Mientras chapoteaba hacia la orilla, se apresuró a vestirse rápidamente con unos pantalones cortos para no aparecer ordinaria ante Zande.

Aunque no tuvo demasiado tiempo para decidir qué hacer a continuación, pues una onda expansiva la empujó. Se trataba de Nithael, a quien ya había visto actuar de un modo extraño. Independientemente de lo que le ocurriera, no parecía estar luchando contra nadie (corpóreo), pero sus ataques eran tan potentes que afectaban a todos alrededor. Barbariccia también parecía sumida en ese estado de confusión. Kairi, por el contrario, tenía pinta de haberse despertado a juzgar por su mirada.

Entonces llegó Ragun, con más brazos que nunca, y sujetó a Nithael por la espalda. Hana no sabía si sería una buena idea, puesto que podía asustarle aún más y hacerle contratacar. En cuyo caso todos saldrían perjudicados.

¡Despierta Nithael! ¡Te necesitamos!

Temía otro ataque como el último. Estaba segura de que Nithael podía ser aún más agresivo de lo que había mostrado. Si le llevaban al límite, quizá incluso podía poner sus vidas en peligro. Así que gritó con fuerza:

¡Nithael! ¡Soy yo, Lirio! ¡Vas a matarnos a todos si sigues peleando!

Y no era del todo mentira. Puede que confundirle más no fuera bueno, pero no se le ocurría ninguna otra cosa.

En vez de ir hacia Nithael, como Ragun ya le estaba reteniendo, se dirigió a Zande. Tenía la impresión de que estaba considerando huir, ya que miraba a Barbariccia como si esperase su apoyo. Hana no pensaba darle la oportunidad.

Y tú quieto ahí. ¡No voy a permitir que escapes! ―le soltó, posicionándose junto a Malik―. ¿Dónde está Leviatán? ¿Qué le habéis hecho al lago?

Tomó aire. Demasiadas preguntas y seguramente no querría contestar a ninguna. La aprendiza jamás hubiese imaginado que el rencuentro sería así. Esperaba algo más honorable, en el que escupiese en su cara que iba a vengar el asesinato de su madre para acto seguido superarle ampliamente en combate. Y darle muerte. Pero en aquel momento no sentía rabia, ni ira. Solo estaba ante un enemigo más, uno al que no se perdonaría perder.

Si te rindes, te apresaremos vivo. Si no, te mataré ahora mismo, como acabo de hacer con tu esbirro ―le ofreció Hana.

No era un farol. Tal y como estaba Nithael, no podían permitirse un combate paralelo con Zande. Era lo mejor para ese momento, aunque Hana no pensaba mantener el trato hasta el final. Ya sabía lo que pasaba cuando se capturaba a un Villano: que siempre cabía la posibilidad de que alguien lo rescatara. En cuanto tuvieran la situación controlada, le mataría para asegurarse de no cometer el mismo error dos veces.

Debido al dolor, mantenía cerrado el ojo izquierdo, por lo que su campo de visión se había visto seriamente reducido. Además, había perdido profundidad. Si Zande iniciaba una persecución, Hana tendría las de perder. Aunque algo le decía que no escaparía corriendo, sino que intentaría algún tipo de portal, como era lo habitual.

Por lo tanto, había dos opciones: si Zande aceptaba, le ataría y se mantendría cerca para asegurarse de que no escapaba mientras solucionaban el problema con Nithael y Barbariccia. Si lo rechazaba… Hana se lanzaría inmediatamente al ataque, con la intención de ejecutar un Aturdidor. Libraría un combate directo con él, sin importar si estaba preparada o no. Solo necesitaba ganar tiempo e impedir que el villano lograra una vía de escape. Estaba dispuesta a seguirle por un portal de ser necesario, pues no quería arrepentirse después de haber desaprovechado la oportunidad. Se conformaría con el intento.


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▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] [Fuerza: 12] Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Kairi » Jue Oct 27, 2016 2:21 am

Era muy extraño. Sus golpes no parecían dar con los cuerpos de las Sombras, parecía que estuviera golpeando al aire. Sin embargo allí estaban, intentando abalanzarse sobre ella. La chica siguió golpeando hasta que por fin dio a una. Y como era de esperar la Sombra se defendió y atacó... ¿con un tornado?

El golpe dejó a Kairi aturdida por un momento. Cuando logró despertar, el paisaje había vuelto a cambiar. Ya no estaba en su añorada isla y tampoco había una horda de Sincorazón. Volvía a estar al lado del templo y sus compañeros estaban allí, junto con los enemigos. ¿Había sido todo un sueño? ¿Una ilusión? Fuera lo que fuera, era lo más horrible que había visto.

El ángel Nithael se comportaba de una forma muy extraña, al igual que Barbariccia. Daban golpes al aire como peleando contra un ente invisible. Dedujo entonces que lo que ella habia visto sólo se trataba de una ilusión creada por el hechizo de Zande y el tornado de Barbariccia la había sacado de él. Pero no había pasado lo mismo con Nithael, quién creó una barrera que provocó una onda expansiva que la lanzó fuertemente hacia atrás.

Dolorida, la joven se levantó y corrió para intentar despertar al ángel, pero Ragun ya estaba en ello.

¡Despierta Nithael! ¡Te necesitamos!

Por otro lado, Hana había ido a por Zande, pero parecía que tenía un plan. Ya que Zande era demasiado fuerte, decidió ayudarla.

Si te rindes, te apresaremos vivo. Si no, te mataré ahora mismo, como acabo de hacer con tu esbirro

En el caso de que Zande decidiera luchar, Kairi atacaría junto a Hana con un Electro.

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Si Zande no se rinde:
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Notapor Suzume Mizuno » Jue Oct 27, 2016 4:59 pm

Nithael soltó un grito de la impresión cuando los tentáculos lo inmovilizaron. Quién sabe qué estaba viendo dentro de sus ilusiones. En cualquier caso, cuando lo apresaron por la espalda, agitó frenético las alas.

¡Despierta Nithael! ¡Te necesitamos!

El bofetón lo aturdió por un momento, pero luego se revolvió de nuevo y, tal y como había temido Hana, comenzó a recabar fuerzas para ejecutar alguno de sus potentes hechizos. Lo único bueno era que, aunque ellos no lo supieran, sus ataques eran muchísimo menos potentes que cuando tenía las alas blancas. Además, el esfuerzo lo estaba dejando sin aliento y las mismas alas parecían tristemente sucias y casi marchitas como una flor que ha vivido demasiado. ¿Puede que hasta la oscuridad estuviera extendiéndose por las plumas…? Pero era difícil distinguirlo en medio de su aleteo.

¡Nithael! ¡Soy yo, Lirio! ¡Vas a matarnos a todos si sigues peleando!

Aquello casi lo hizo despertar una vez más. Sus ojos desenfocados parecieron recuperar la cordura por un momento y la magia que estaba acumulando… descendió. Pero debía tener demasiado miedo porque volvió a las andadas.
No parecía que la violencia funcionara en su caso; la locura a la que lo había sometido Zande era demasiado fuerte, quizás porque sus terrores eran más intensos o recientes que los que podía haber vivido Kairi o cualquier otro aprendiz. Así que con la fuerza no parecía que fueran a conseguir nada…

¿Y lo contrario a la fuerza? Podía ser arriesgado, podía hacer mucho daño a Ragun, que además no tenía ni idea de demostrar cariño y para colmo era afín a oscuridad y sufriría en sus carnes mucho más que cualquier otro compañero un ataque de luz…

Pero Nithael estaba hundido en la oscuridad y hacer daño no servía para sacar a nadie de un pozo sin fondo.

Entre tanto, Hana se posicionó junto a Malik, quien la verdad necesitaba ayuda porque no podía manejar solo la situación. Zande se puso en tensión, no tanto porque la viera como una amenaza, sino porque miró en derredor… Y pareció darse cuenta de que se había quedado solo. Quizás se le pasó por la cabeza romper su ilusión para que Barbaricia acudiera a luchar a su lado, pero fijó la mirada en Nithael y torció la boca.

Se había metido él solo en aquel lío y parecía que lo iba a tener crudo para escapar.

¿Dónde está Leviatán? ¿Qué le habéis hecho al lago?

El Villano la miró sin reconocerla y luego gruñó:

Como si os lo fuera a decir, ¿es que los Caballeros sois todavía más estúpidos de lo que soléis demostrar?

La lanza regresó a sus manos y Zande se puso en guardia.

Si te rindes, te apresaremos vivo. Si no, te mataré ahora mismo, como acabo de hacer con tu esbirro.

Zande frunció el ceño, pero no parecía especialmente dolido por la noticia, solo molesto por cómo chasqueó la lengua. Entonces arrojó la lanza al frente, girando sobre sí misma —y la muy capulla volvía con vida propia— y después…

Echó a correr.

El ataque de Kairi no lo pilló por sorpresa, por lo que pudo esquivarlo en parte, pero Zande trastabiló hacia delante y estuvo a punto de perder el equilibrio.

Sin embargo, no fue suficiente para detenerlo. El hombre era resistente, su lanza se las apañó para golpear con la contera a Malik en estómago y dejarlo fuera de servicio. Entre tanto, como temía Hana, abrió un portal cuando estuvo lo suficiente lejos. Y aunque su aturdidor le alcanzó en la espalda, Zande seguía siendo robusto a morir. Se giró con brusquedad, soltando un pequeño quejido de dolor. Zande era un mago, pero no dependía de su magia. Estampó un puñetazo en las costillas de Hana que debió fracturarle como mínimo una; quizás podría haberla esquivado, pero sin haberse curado la cara y con los reflejos disminuidos y sin estar preparada para un contraataque…

Hana rodó por el suelo y la lanza que acosaba a Malik se desvaneció para reaparecer en la mano de Zande. Un grupo de Neosombras apareció y se arrojaron sobre los aprendices. Furioso, los apuntó por el arma y gruñó:

La próxima vez haré que os desvanezcáis en la oscuridad para toda la eternidad.

Y luego atravesó el Portal de luz.

Zande abandonó a Barbariccia, todavía sumida en la pesadilla a la que le había condenado su amo, y Nithael, de quien se debería estar ocupando ya Ragun. Eso y un grupo de seis Neosombras, sin olvidar tres cadáveres.
Mejor terminar el trabajo cuanto antes.

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Podéis interpretar que destruís a las Neosombras sin necesidad de gastar verdadera magia. Lo importante de la siguiente ronda, que ya es la penúltima, es que echéis un cable a Nithael —si Ragun no sabe cómo, Malik, Hana o Kairi pueden echar una mano— y que decidáis qué hacer con Barbariccia.


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Ragun
VIT: 94/122
PH: 28/68

Malik
VIT: 49/62
PH: 5/38

Hana
VIT: 38/52
PH: 5/42

Kairi
VIT: 19/28
PH: 9/32




Fecha límite: martes 1 de noviembre.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Kairi » Mié Nov 02, 2016 9:29 pm

Por desgracia Zande sabía que iba a recibir algún ataque y esquivó el hechizo de Kairi, pero al menos le hizo tropezar. Pero Malik y Hana recibieron a cambio sendos golpes que los dejaron muy maltrechos.

La próxima vez haré que os desvanezcáis en la oscuridad para toda la eternidad.

Y se fue por el portal justo cuando un grupo de Neosombras se abalanzaron sobre ellos. Kairi pudo acabar con un par gracias su hechizo Perla y algunos golpes.

Después volvió con Ragun, quien tenía problemas para despertar a Nithael. El bofetón no hizo demasiado efecto, en cambio las palabras de Hana hicieron bastante más, pero tampoco fueron suficientes. Lanzar un ataque no serviría demasiado y podría hacerle daño a Ragun, que lo tenía inmovilizado con una especie de... ¿tentáculos? De cualquier forma, Kairi agarró a Nithael por los hombros.

¡Despierta Nithael! ¡Sea lo que sea que estés viendo, no es real! ¡Es una ilusión!—le gritó, zarandeándolo si fuera necesario.

Esperó a que los demás intentaran algo. Si no despertaba, no tendría más remedio que lanzarle Perla con las consecuencias que eso acarreaba.

Lo siento.


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Sólo si Nithael no se despierta:
▪ Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Luz. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con muy pocas probabilidades de cegar al enemigo.
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Re: Ronda 13

Notapor Sombra » Jue Nov 03, 2016 1:00 am

Creí que el bofetón sería suficiente... Pero no lo fue ni por asomo. El ángel se revolvió mientras empezaba a acumular energía para lanzar otro de sus hechizos, casi podía sentir aquella poderosa luz abrasándome como a un vampiro con valor suficiente como para salir al sol.

¡Nithael! ¡Soy yo, Lirio! ¡Vas a matarnos a todos si sigues peleando!

<<¿Lirio?>>

Las palabras de Hana parecían funcionar mucho mejor que mi intento por sacarlo de aquella pesadilla ilusoria. Por un momento, creí que todo habría acabado y Nithael despertaría... El poder que había acumulado desapareció anulando el hechizo... O eso creí.

La pesadilla que tenía sometido al maestro tenía que ser algo muy profundo y que tocaba sus traumas más grandes.

Dolía decirlo, pero Nithael estaba hundido en la oscuridad. Sus alas, su olor... Todo demostraba aquello, llevaba una carga demasiado grande. Probablemente se había dado cuenta cuando vio nuestro presente... Sabía que nadie que había conocido seguía con vida. ¿Cómo habría reaccionado yo? Era evidente que nadie podría tomarselo a buenas.

¡Despierta Nithael! ¡Sea lo que sea que estés viendo, no es real! ¡Es una ilusión! —gritó Kairi.

Pero era fácil decir que era una ilusión, lo difícil era demostrar que lo era puesto que era imposible saber lo que veía... Sin embargo no podía permitir que se hundiese más en la oscuridad. Era un ser de luz, podría acabar muy mal parado si era corrompido.

Tal vez, me veía como un jodido monstruo, tal vez nos veía así a todos. Solo podía hacer una cosa para ganarme su confianza.

Liberé a Nithael de los tentáculos y me apresuré a darle un abrazo. No me importaba resultar herido, intentaría mantenerme firme. Si no le deteníamos muchos podían morir.

Sé que has sufrido mucho, Nithael. Soportas una carga que nadie más podría llevar... Y aún intentas cargar con los problemas de nuestro presente —dije con la voz rota dejando que mis sentimientos de culpa por lo sucedido con Rubicante brotasen libremente—. Maestro, no hagas algo de lo que vayas a arrepentirte. No cargues con ese dolor o te seguirá torturando para siempre. Si quieres gritar grita, si quieres llorar hazlo. Pero para eso tienes que despertar. Vuelve con nosotros. Eres importante para mucha gente aquí, no queremos perderte.

Si aquello no funcionaba y veía a Kairi intentando atacar a Nithael no dudaría en materializar mi llave espada y meterme en la ruta del proyectil para bloquear el hechizo.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Nell » Jue Nov 03, 2016 1:05 am

Ante sus preguntas, Zande respondió:

Como si os lo fuera a decir, ¿es que los Caballeros sois todavía más estúpidos de lo que soléis demostrar?

Eso le hizo hervir la sangre. Odiaba que la consideraran igual que el Caballero medio, ella no quería considerarse ninguna justiciera o aprendiza de tres al cuarto. Y por si eso fuera poco, Zande prácticamente no parecía haberla reconocido. Así que no se sintió demasiado triste cuando el villano echó a correr. Durante su huida se vio atacado por Kairi y logró esquivarla; lo bastante para atacar también a Malik. Y cuando llegó su turno, descubrió que el aturdidor no era suficiente para detenerle. Zande se giró y le propinó un puñetazo en las costillas, aprovechando su punto ciego.

Zande llegó a salvo al portal. Incluso tuvo tiempo para hacerles una advertencia antes de atravesarlo:

La próxima vez haré que os desvanezcáis en la oscuridad para toda la eternidad.

¡¡Cobarde!!

Pero ya se había ido. Le habría gustado decirle tantas cosas. Tantísimas… Y ahora que se había ido, ya no había forma de alcanzarle. Le había vuelto a perder.

Aunque tenía otros asuntos de los que ocuparse. Se encargó de las Neosombras junto a Kairi, aunque debido a la herida de su ojo estaba más presionada. Se sentía más indefensa y demasiado cauta, ya que ni siquiera era capaz de percibir la profundidad del campo de batalla. Cuando hubo terminado con ellas, se volvería hacia sus otros dos problemas: Barbariccia y Nithael.

¡Despierta Nithael! ¡Sea lo que sea que estés viendo, no es real! ¡Es una ilusión! ―insistió Kairi, zarandeándole.

Sé que has sufrido mucho, Nithael. Soportas una carga que nadie más podría llevar... Y aún intentas cargar con los problemas de nuestro presente. —Ragun le abrazó. Aquello sí era sorprendente—. Maestro, no hagas algo de lo que vayas a arrepentirte. No cargues con ese dolor o te seguirá torturando para siempre. Si quieres gritar grita, si quieres llorar hazlo. Pero para eso tienes que despertar. Vuelve con nosotros. Eres importante para mucha gente aquí, no queremos perderte.

Hana no se atrevió a llegar a ninguno de esos extremos, porque no sabía cómo podía reaccionar el ángel. Estudió sus movimientos para intervenir en caso de que intentara dañar a Kairi o a Ragun. Mientras tanto, ella también le habló.

Nithael, hemos perdido.

No se le ocurrió qué más decir. Conocía a Nithael, pero no tanto como para saber qué le haría despertar. Ni siquiera entendía demasiado bien qué era ese hechizo en el que le habían sumergido. Solo intentó una cosa más. Tan cruel como, quizá, eficaz.

¿Qué diría Gabriel si te viera ahora?

Luego, salvo que Nithael atacara a Kairi o Ragun (en cuyo caso se interpondría para defenderles o ayudarles, aunque no atacaría directamente al ángel), se volvería hacia Barbariccia para golpearla. A ella no le importaba dejarla inconsciente. Además, sería más fácil que hacerlo con Nithael.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Suzume Mizuno » Vie Nov 04, 2016 2:52 am

¡Despierta Nithael! ¡Sea lo que sea que estés viendo, no es real! ¡Es una ilusión!—gritó Kairi mientras zarandeaba, sin mucho éxito, a Nithael.

Entonces Ragun pasó a la acción… aunque para ello primero tuvo que deshacerse de sus tentáculos. Era un gesto que a muchos les habría sorprendido. Y fue el correcto.

Abrazó a Nithael con firmeza en un abrazo y dijo:

Sé que has sufrido mucho, Nithael. Soportas una carga que nadie más podría llevar... Y aún intentas cargar con los problemas de nuestro presente —dijo Ragun. Quizás fue el cambio de tono o la sorpresa de que la ilusión que debía estar haciéndole daño… no lo hacía. Pero Nithael dejó de forcejear. ¿Era posible que las palabras le estuvieran llegando?—. Maestro, no hagas algo de lo que vayas a arrepentirte. No cargues con ese dolor o te seguirá torturando para siempre. Si quieres gritar grita, si quieres llorar hazlo. Pero para eso tienes que despertar. Vuelve con nosotros. Eres importante para mucha gente aquí, no queremos perderte.

Hana, entre tanto, había llegado rápidamente tras perder a Zande y ser atacada por una manada de furiosas Neosombras. Por suerte, recibió la ayuda de Kairi para librarse de ellas y proteger a Malik, quien debía haber salido realmente malparado del golpe en el estómago, porque no se levantaba de suelo. Sin saber bien qué hacer, soltó un:

Hana no se atrevió a llegar a ninguno de esos extremos, porque no sabía cómo podía reaccionar el ángel. Estudió sus movimientos para intervenir en caso de que intentara dañar a Kairi o a Ragun. Mientras tanto, ella también le habló.

Nithael, hemos perdido.—Pero, ¿de qué iba a servirle eso a Nith para salir de la pesadilla en la que lo había sumido Zande? Lo que dijo a continuación, en cambio, fue mucho más efectivo―:¿Qué diría Gabriel si te viera ahora?

Aquello dejó paralizado a Nithael. Entre eso y el abrazo firme de Ragun y la voz de Kairi, comenzó a reaccionar. Su mirada se despejó y enfocó. Sus alas perdieron fuerza y se hundieron hacia abajo mientras el ángel miraba en derredor y empezaba a comprender.

Oh… He…—Cerró las manos sobre los brazos de Ragun, sin tener muy claro si quería quitárselos o si buscaba que le sujetaran, porque parecía que iba a perder pie de un momento a otro.

¿Es que no se os puede dejar solos ni diez minutos?

Un Portal de Luz se había abierto y de él salieron Ronin y Ryota, acompañados de un moguri que revoloteaba a su alrededor. Ambos hombres venían con expresión de ligera alarma, una que se incrementó al ver el estado en el que se encontraban los aprendices. A los que miraran bien, no se les pasaría por alto que tenían la ropa arrugada y los cuellos mal cerrados. Ryota todavía se lo estaba arreglando, aunque a Ronin parecía importarle bastante menos. ¿Y esos pelos que traían…?

¡Los encontré yo, kupó! ¡Estaban en un armario de…! ¡KUPÓ!

El moguri se encogió cuando Ryota le clavó una helada mirada que prometía profundos horrores si decía una sola palabra más. Ronin hizo caso omiso y, tras asegurarse de que los aprendices y Nithael no estaban gravemente heridos, fue hasta Barbariccia, quien seguía encerrada en la pesadilla. Desconcertado, los miró con el ceño fruncido.

Iba muy en serio cuando decía que no se os puede dejar solo. ¿Qué ha pasado?[b]

Y Ronin tenía derecho a estar sorprendido: en total ni habría transcurrido mucho más de una hora desde que los dejaron a solas. Pero a ellos seguro que se les había hecho mucho, mucho más largo.

****


No había sido una buena misión para ninguno. Tanto Ragun como Hana como Kairi habían terminado matando a alguien. Ryota le había dicho a Ragun:

[b]¿Eres consciente de lo que has hecho?
—Lo miraría de arriba abajo—. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por defenderte? ¿Porque tenías hambre…?

Por otra parte, Ronin reunió a las chicas a un lado y les dijo:

Os habéis defendido bien, pero lo que acabáis de hacer no tiene vuelta atrás. Por mucho que los odiárais o no, o fueran nuestros enemigos.—Ronin se cruzó de brazos—. Habrá que enterrarlos y vosotras os encargaréis de ello. ¿Algo que decir?

Ambos responderían a sus aprendices y pasarían a encargarse de lo que tenían entre manos. Tras una pequeña discusión, Ryota aceptó que Ronin se quedara a Barbariccia, pero siempre que ambos la interrogaran. Decidieron que ellos terminarían los círculos más tarde, cuando hubiera más Maestros en Tierra de Partida, e indicaron a los aprendices que no salieran del Castillo.

Como estaban solos rodeados de moguris que querían hacerles trabajar, lo lógico era que acabaran en algún lugar juntos. Lo que ya no esperaban tanto era encontrar a Nithael sentado en un banco con un par de botellas de vino que debía haber sacado de la cocina. O quizás de los moguris de la obra, que también tenían derecho a sus caprichitos.

Los oyó llegar y los saludó elevando la botella en su dirección. Hipó, con las mejillas sonrojadas y aspecto de tener fiebre. Los ojos le brillaban y no tenían muy claro si era porque iba a echarse a llorar o a reír. Cuando habló, tenía una clarísima lengua de trapo:

¡Nunca lo… había probado! ¡Y ahora entiendo porqué a la gente le gusta tanto! Aunque sabe mal. Fatal. Qué asco.—Hizo una mueca de asco y al sacudir la botella le cayó un poco de vino encima—. ¡Venid con…hip…migo! A menos que seáis… adultos responslables. No, espera… Respon… responsables. Eso. Yo ya me he cansado de serlo y da igual. —Se sirvió en un vaso, pero se le cayó la mitad del contenido fuera, tiñéndole la ropa de rojo—. Uuuh esto no va a salir, ¿verdá?

Se quedó un momento en silencio, mirando hacia el cielo. Luego se incorporó y abrió las alas a los lados para no caer redondo.

¡Por la mala suerte, que una vez te coge, no te deja ir! ¡No! ¡Por el Facraso!—Indignado, sacudió las alas y dio un trago. Ni siquiera le importó que el vaso no tuviera más que un dedo de vino—. ¡Porque da igual cuánto lo he intentado, nada sale bien! ¡Así que, a partir de ahora, un chupito por cada vez que falle! ¡Al menos haré ganar dinero a los mogris! No… mogures. ¡Qué más da! ¡Se supone que debo proteger a la gente! ¡Para eso me crearon! ¿Y qué he conseguido?—Se dejó caer en el asiento y a punto estuvo de echarlos a todos por culpa de las alas—. Seguro que Gabriel se reiría de mí. Seguro.

Cogería la botella más próxima y como la mano le temblaba, terminó bebiendo de morro, aunque no mucho y haciendo caras de asco. Mejor que se la quitaran antes de que acabara provocando un accidente.

Pero me alegro de qué estéis vivos, niños.—Se le saltaron las lágrimas y hasta le moqueó un poco la nariz—. Me alegro mucho de que estuvieráis ahí.

Por suerte, no terminó de romper a llorar, quizás porque lo asaltó un ataque de hipo. Y lo que parecía una arcada, aunque la controló bien.

Los aprendices podrían unirse a él a beber o ser la voz de la conciencia y llevarlo a la cama… estuviera donde estuviera. En cualquier caso, la misión por fin había terminado.

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¡Última ronda! Venga que ya se termina, intentad postearme todos dentro de la fecha límite, ¿sí?



Fecha límite: martes 8 de noviembre.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Kairi » Mié Nov 09, 2016 12:04 am

Por suerte no fue necesario usar su magia. La palabras de todos en general acabaron funcionando y Nithael empezó a recobrar la cordura poco a poco hasta que al fin salió de la ilusión.

Oh… He…

¿Es que no se os puede dejar solos ni diez minutos?

Ronin y Ryota aparecieron por medio de un portal de luz junto con un Moguri que venía de la obra. Pero no venían tan radiantes como siempre. Tenían la ropa arrugada e iban un poco despeinados. ¿Habrían estado ayudando en la obra? Conociendo a Ronin eso era muy poco probable.

¡Los encontré yo, kupó! ¡Estaban en un armario de…! ¡KUPÓ!

El Moguri cayó de repente en cuanto Ryota le lanzó una severa mirada. Kairi se ruborizó un poco y desvió la mirada. Obviamente, lo que hicieran los Maestros en la intimidad no le importaba demasiado. Ronin revisó a los Aprendices y al ángel y luego miró a Barbariccia, que seguía en su ilusión.

Iba muy en serio cuando decía que no se os puede dejar solo. ¿Qué ha pasado?

... Lo siento... Nos atacaron... y nosotros nos defendimos—trató de explicarse Kairi.

Ronin llevó aparte a ella y a Hana y les habló:

Os habéis defendido bien, pero lo que acabáis de hacer no tiene vuelta atrás. Por mucho que los odiárais o no, o fueran nuestros enemigos. Habrá que enterrarlos y vosotras os encargaréis de ello. ¿Algo que decir?

Yo... Estaba asustada—dijo Kairi a punto de llorar—Lo siento.

Al final Ronin se haría cargo de Barbariccia y ellos terminarían los círculos junto con otros Maestros. En cambio, a los Aprendices les ordenaron que no salieran del Castillo.

Se quedaron de nuevo con los Moguris, que insistían en que continuaran con la obra. Kairi estaba demasiado cansada y deprimida como para seguir trabajando más. En cambio, Nithael había sacado un par de botellas de vino de la cocina y estaba sentado en un banco, muy alegre.

Cuando Kairi se acercó, la saludó con un hipo.

Has bebido demasiado.

¡Nunca lo… había probado! ¡Y ahora entiendo porqué a la gente le gusta tanto! Aunque sabe mal. Fatal. Qué asco. ¡Venid con…hip…migo! A menos que seáis… adultos responslables. No, espera… Respon… responsables. Eso. Yo ya me he cansado de serlo y da igual. —Al servirse más vino, se le manchó la camisa—. Uuuh esto no va a salir, ¿verdá?

Kairi esbozó una sonrisa. Se sentó en el banco, aunque no bebió nada porque no le gustaba el alcohol.

¡Por la mala suerte, que una vez te coge, no te deja ir! ¡No! ¡Por el Facraso! ¡Porque da igual cuánto lo he intentado, nada sale bien! ¡Así que, a partir de ahora, un chupito por cada vez que falle! ¡Al menos haré ganar dinero a los mogris! No… mogures. ¡Qué más da! ¡Se supone que debo proteger a la gente! ¡Para eso me crearon! ¿Y qué he conseguido? Seguro que Gabriel se reiría de mí. Seguro.

¡No digas eso! Seguro que está orgulloso de ti, nos has ayudado mucho—intentó animarlo.

Pero me alegro de qué estéis vivos, niños. Me alegro mucho de que estuvieráis ahí.

Nithael continuó bebiendo. Ya ni se molestaba en echar el vino en una copa. Kairi intentó apartarle la botella.

Si tan mal sabe, ¿por qué sigues bebiendo?

No entendía a los que bebían alcohol. Ella misma había probado un sorbito alguna vez en su vida y sabía a rayos. Había otras formas mejores de pasarlo bien.
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Sombra » Mié Nov 09, 2016 2:02 am

Las palabras de Hana fue el "golpe de gracia" que hizo falta para devolver a Nithael a la normalidad. Aquel nombre, Gabriel provocó en el ángel una reacción que nadie más había conseguido.

Oh… He…—Balbuceó mientras agarraba mis brazos. No pude adivinar si pretendía soltarse, pero no lo hice... No hasta que escuché la familiar voz de Ronin.

¿Es que no se os puede dejar solos ni diez minutos?

Acababa de abrirse un portal de luz. Ronin y Ryota habían salido de allí, acompañados de un moguri que supuse, era uno de los que había advertido cuando llevé a Keiko. Ambos Maestros estaban despeinados y tenían la ropa un poco desaliñada, como si acabasen de vestirse a toda prisa o hubiesen estado haciendo deporte.

¡Los encontré yo, kupó! ¡Estaban en un armario de…! ¡KUPÓ!

Aunque el moguri dejó de hablar cuando el Maestro Ryota clavó su mirada en el pequeño ser había dicho lo suficiente como para deducir lo que estaban haciendo. No sabía que ellos dos fuesen algo y me llamó la atención ya que pocos meses antes habíamos intentado matarnos entre todos.

Sonreí contento por ellos dos mientras veía algo divertido como Kairi se ruborizaba.

Iba muy en serio cuando decía que no se os puede dejar solo. ¿Qué ha pasado?[b]

Hubo unos momentos de silencio. Mi sonrisa se borró como si acabasen de tirarme encima un cubo de agua helada devolviéndome a la realidad recordando lo que había pasado en las ruinas con Rubicante.

[b]Lo siento... Nos atacaron... y nosotros nos defendimos


Sí... Aquello era cierto, pero lo mío era distinto. Rubicante no era como Zande, él no era un cruel asesino; tenía honor. Bajé la mirada sin saber qué decir, pero no fui consciente del resto del mundo hasta que la voz de Ryota se clavó en mis tímpanos como un puñal venenoso.

¿Eres consciente de lo que has hecho?

No respondí, era incapaz de mirarle a la cara.

¿Por qué lo hiciste? ¿Por defenderte? ¿Porque tenías hambre…?

¡No! —interrumpí en aquel momento con un grito. Jamás le había levantado la voz a un Maestro y menos a Ryota, rompí a llorar—. No quería... No pensé en las consecuencias. Quería dejarle incapacitado, pero...

>>Lo siento, Maestro. No era mi intención gritarle, estoy profundamente arrepentido por lo que he hecho y no puedo poner excusas. Aceptaré cualquier castigo que me imponga, sea lo que sea me lo merezco.

Hice una pausa y clavé mi vista al suelo. Sentía como me temblaban las piernas, y poco me faltaba para caer al suelo de rodillas.

No es la primera vez que mato a alguien —dije tras unos segundos—. La otra vez... Fue diferente. Era una persona corrompida por la armadura de Gárland y no quedaba más remedio. Era eso o dejar que Tebas fuese destruída, pero ésta vez... Pude haberlo evitado, si tan solo hubiese pensado mejor las cosas... Si hubiese hablado con él... Rubicante era diferente, era un hombre de honor, tal vez podría haber cambiado. Merecía algo mejor, lo comprendí mientras luchábamos. Me enseñó una lección muy importante y que desconocía.

Tras aquello, no dudé en ayudar a enterrar el cuerpo de Rubicante, no hacía falta que me lo mandasen... Era algo que debía hacer, era mi responsabilidad.

Llevé el cuerpo de Rubicante a lo alto de una de las montañas. Estaba algo alejada del castillo, pero era un lugar con unas vistas maravillosas. No lo sabía, pero quería creer que le habría gustado ese sitio. Hana y Kairi también habían matado a Cagnazzo y a Scarmiogle y debían hacerse cargo de sus cuerpos por orden de Ronin, no podía sentir lástima por aquellos dos Diablos ya que a uno no lo conocía y el otro... El otro sabía de sobra que era cruel, además era lo que había originado (en parte) el virus zombie que habían usado para experimentar con humanos y con nosotros los portadores. Barbariccia era la única que quedaba de los cuatro y ambos líderes de los caballeros de la Llave Espada se encargarían de interrogarla.

Enterré cuidadosamente a Rubicante, que había envuelto en telas. Encima del lugar donde descansaba su cuerpo empecé a amontonar cientos de piedras creando una especie de pirámide que medía poco más de un metro de altura.

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Sé que una disculpa no es suficiente pero... Siento mucho todo. Ojalá pudiese cambiar lo que hice.

***

Volví a la zona del castillo. Sin embargo, los moguris no dejaban de acosarnos para mandarnos a trabajar. Hana, Kairi y yo terminamos reunidos por los jardines cuando pudimos ver a Nithael sentado en un banco.

Fue una imagen extraña ver al ángel con un par de botellas de vino a su lado mientras que tenía otra abierta en sus manos. No fue difícil ver que estaba ebrio dada su reacción al vernos llegar.

Has bebido demasiado. —Apuntó Kairi.

Y creo que tiene motivos para hacerlo —contesté con un tono amargo. Yo también tenía ganas de beber un poco.

¡Nunca lo… había probado! ¡Y ahora entiendo porqué a la gente le gusta tanto! Aunque sabe mal. Fatal. Qué asco.—Sacudió la botella—. ¡Venid con…hip…migo! A menos que seáis… adultos responslables. No, espera… Respon… responsables. Eso. Yo ya me he cansado de serlo y da igual. —El ángel intentó servirse otro vaso, pero estaba tan borracho que acabó derramando sobre él parte del contenido manchando la toga de rojo—. Uuuh esto no va a salir, ¿verdá?

Lo dudo —sonreí mientras me sentaba a su lado y cogía una de las botellas de vino que Nithael había traído consigo.

Arranqué el corcho de un mordisco y lo escupí al suelo para dar un generoso trago a la bebida.

Habría preferido ron, la verdad —comenté, aunque el vino no me desagradaba del todo.

Nithael se levantó abriendo sus alas para mantener el equilibrio y no irse de bruces contra el suelo. Esquivé por los pelos las alas, que por poco me dan en toda la cara.

¡Por la mala suerte, que una vez te coge, no te deja ir! ¡No! ¡Por el Facraso!—Brindó mientras bebía el poco contenido de su vaso. Alcé la botella.

¡Por el fracaso!—Bebí a los pocos segundos —. Y por ti, Rubicante —murmuré de forma inaudible para el resto.

¡Porque da igual cuánto lo he intentado, nada sale bien! ¡Así que, a partir de ahora, un chupito por cada vez que falle! ¡Al menos haré ganar dinero a los mogris! No… mogures. ¡Qué más da! ¡Se supone que debo proteger a la gente! ¡Para eso me crearon! ¿Y qué he conseguido?—Volvió a sentarse bruscamente y a poco estuve de caer del banco por culpa de las alas—. Seguro que Gabriel se reiría de mí. Seguro.

¡No digas eso! Seguro que está orgulloso de ti, nos has ayudado mucho

Asentí, de acuerdo con la aprendiza.

Maestro, antes escuché decir a Hana ese nombre también. ¿Quién era Gabriel? —pregunté.

Hubiese o no respuesta no insistí en el tema, Nithael era un Maestro al fin de cuentas incluso estando en aquel estado. No quería faltarle al respeto.

Pero me alegro de qué estéis vivos, niños.—Aseguró mientras las lágrimas caían por sus mejillas—. Me alegro mucho de que estuvieráis ahí.

Le di unas palmaditas en el hombro mientras hipaba.

Si no te hubiese llamado por el comunicador no habrías tenido que ver las ilusiones de Zande, es mi culpa —apreté el cuello de la botella y clavé mis ojos en el líquido granate.

Si tan mal sabe, ¿por qué sigues bebiendo?

Déjale, Kairi. Por un día no pasa nada.

Cerré los ojos y di otro trago a la botella. Empecé a enrojecer y a sentir calor en el cuerpo, el alcohol empezaba a surtir su efecto.

¿Cómo era la Tierra de Partida de tu época? Tenías... ¿Algún mundo de origen o algo? —quise saber—. Yo solo tengo la Orden. Mi mundo no existe y mi "familia" son aquellos a los que tengo que eliminar con la Llave Espada, no tengo a donde volver.

Acabé desahogando penas con la bebida y me quedé en el banco bebiendo para olvidar. No me importó que anocheciera y al final tal vez pudiese dormir al raso, aunque estuviesen por ahí los sincorazón.

Brindaría por cada error como había dicho Nithael, pero para lidiar con ellos. Jamás podría olvidarlos, llevaría las marcas que Rubicante me había provocado para siempre.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Nell » Mié Nov 09, 2016 2:28 am

Consiguieron despertar a Nithael de la ilusión. Y cómo no, parecía terriblemente perturbado. Hana no se sentía con ganas para intentar levantarle el ánimo. Aún se estaba reponiendo de su confrontación contra Zande. Su desastrosa confrontación.

Entonces llegaron los Maestros y uno de esos peluches flotantes, exigiendo explicaciones. Mientras ellos cumplían la dichosa tarea de los portales, ellos se habían dedicado a la buena vida, al parecer. A Hana no le hacía ni pizca de gracia. Si por ella hubiese sido, ni habría trabajado en las obras. Mucho menos en la barrera con sus principales supervisores dándose el lote por ahí.

... Lo siento... Nos atacaron... y nosotros nos defendimos ―quiso explicar Kairi.

Hana ni siquiera sabía por dónde empezar.

Resulta que sin la barrera no solo se nos cuelan sincorazón perdidos, sino otra clase de fauna más villanesca ―dijo con enfado. ¿No se suponía que había patrullas y demás? ¡Todo había fallado!―. Y por cierto, ¿qué ocurrió con Leviatán? Aparte de que debieron de llevárselo nuestros amigos, claro.

Cuando terminaron las explicaciones de lo ocurrido, cada Maestro se dirigió a sus aprendices. Hana puso los ojos en blanco incluso antes de que Ronin abriera la boca. Ya sabía que le iba a caer bronca por lo de Cagnazzo.

Os habéis defendido bien, pero lo que acabáis de hacer no tiene vuelta atrás. Por mucho que los odiarais o no, o fueran nuestros enemigos. Habrá que enterrarlos y vosotras os encargaréis de ello. ¿Algo que decir?

Yo... Estaba asustada—se excusó Kairi—Lo siento.

Cagnazzo está bien donde está ―opinó Hana, encogiéndose de hombros―. Puede quedarse a alimentar a los peces o podemos darle un entierro en otro mar, aunque no sé a cuál pertenecía. Era un ser acuático y ese es su lugar ―decidió ella sola. No iba a oponerse a la orden de Ronin, pero lo haría en sus términos.

Finalmente llegaron a la conclusión de que lo mejor era terminar los círculos cuando hubiera más Maestros presentes. ¡Al menos se habían librado de esa parte! Hana estaba deseando tomarse el resto del día libre. Necesitaba descansar. Y curar su ojo. Había mirado disimuladamente el parche de Ronin y no le envidiaba en absoluto. Esperaba que lo suyo tuviera reparación mágica. Por el momento lo cubrió con un pañuelo para mitigar la incomodidad que suponía.

Sin embargo, de camino al castillo, resultó que había moguris empeñados en que regresaran al trabajo. Hana ignoró a todos y cada uno de ellos. Tenían la mejor excusa del mundo para asegurarse de no cargar ni un saco más.

Pero cuando llegaron al castillo, se encontraron con una escena variopinta. Nithael se encontraba sentado en un banco, bebiendo en solitario de un par de botellas. Hana había visto una escena similar el número suficiente de ocasiones como para saber qué venía a continuación.

Nithael los saludó para animarles a que se acercaran.

Has bebido demasiado.

Y creo que tiene motivos para hacerlo.

¡Nunca lo… había probado! ¡Y ahora entiendo por qué a la gente le gusta tanto! Aunque sabe mal. Fatal. Qué asco. ¡Venid con…hip…migo! A menos que seáis… adultos responslables. No, espera… Respon… responsables. Eso. Yo ya me he cansado de serlo y da igual.

Al sabor te acostumbrarás. En mi mundo dicen que solo aprendes a apreciarlo cuando maduras ―dijo, sonriendo. En realidad la frase ya no le parecía tener tanto sentido, pues que solo era una excusa para animar a los más jóvenes a beber cuanto antes.

Se sentó en el banco justo cuando él se ponía en pie. Si Nithael iba a compartir botellas con ellos, Hana no iba a negarse.

¡Por la mala suerte, que una vez te coge, no te deja ir! ¡No! ¡Por el Facraso! ¡Porque da igual cuánto lo he intentado, nada sale bien! ¡Así que, a partir de ahora, un chupito por cada vez que falle! ¡Al menos haré ganar dinero a los mogris! No… mogures. ¡Qué más da! ¡Se supone que debo proteger a la gente! ¡Para eso me crearon! ¿Y qué he conseguido? Seguro que Gabriel se reiría de mí. Seguro. ―Volvió a dejarse caer y por poco la echó.

¡No digas eso! Seguro que está orgulloso de ti, nos has ayudado mucho

Hana iba a decir que posiblemente Gabriel se hubiera reído de todos ellos, pero que por suerte no podía hacerlo porque estaba muerto. Sin embargo, valorando el contexto de la situación, optó por guardárselo.

Pues yo hoy me he encontrado con el asesino de mi madre y ni siquiera me ha reconocido el muy cabrón. Un chupito por ese fracaso de mi parte ―brindó, sirviéndose y tomando el trago.

Maestro, antes escuché decir a Hana ese nombre también. ¿Quién era Gabriel?

Ese no era un buen momento para hablar del tema, pero Hana tampoco dijo nada. Ya era tarde. Seguramente que solo la mención haría reaccionar duramente a Nithael.

Pero me alegro de qué estéis vivos, niños. Me alegro mucho de que estuvieráis ahí.

Ragun comenzó a indagar sobre el pasado del ángel, a lo que Hana no se unió. Eso le pondría nostálgico, y un borracho nostálgico era asqueroso y amargaba la bebida.

Si tan mal sabe, ¿por qué sigues bebiendo?

Lo entenderás cuando bebas ―le respondió escuetamente.

Al final todos se habían quedado a hacerle compañía. Hana había pensado en retirarse para estar sola, pero ese plan no estaba del todo mal. Escuchó lo que dijeron, siguió bebiendo y no dedicó ni un chupito a Cagnazzo. Ya rendiría cuentas con él cuando muriera. Si debía enviarle un presente antes… ese sería Zande.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Tanis » Mié Nov 09, 2016 6:04 am

Malik recuperó la inconsciencia justo cuando Nithael bajaba las alas. Al principio se sintió confuso, por supuesto dolorido y sin saber muy bien qué había pasado. Recordaba a Zande, la lanza, la pelea…

Recordó el puñetazo.

Como pudo se levantó a trompicones y casi se cayó de nuevo al ponerse de pie. Se puso una mano sobre el estómago, sin ocurrírsele aplicarse magia encima para sanarse. Había pasado tanto tiempo sin poder hacer ningún hechizo que se le olvidaba si sólo podía concentrase en una única cosa.

De repente un portal de luz se abrió e hizo aparecer a los maestros Ronin y Ryota. Malik miró en derredor, aun aturdido, y se acercó a paso renqueante. Se sentía mejor, pero el dolor en el cuerpo aun persistía. Dio gracias a que todos estaban bien, aunque él… no hubiera hecho nada.

¿Es que no se os puede dejar solos ni diez minutos?

Malik miró al maestro Ronin y se fijó casi por casualidad en que su ropa estaba arrugada, descolocada, y el pelo algo revuelto. Cuando miró a Ryota se encontró con un panorama similar, aunque el maestro estuviera arreglándose ya la ropa. Malik no pudo evitar preguntarse y hacer conjeturas, y no era muy difícil ir por la misma dirección. Las palabras del moguri se lo confirmaron.

«Nos la hemos cargado», pensó el aprendiz.

No sabía cuánto se había perdido, pero… Sólo con echar un vistazo pudo imaginarlo. Incluso si él no había participado en los estadios finales de la batalla, sintió el enfado de Ronin y se encogió sobre sí mismo, en una imagen mental.

Iba muy en serio cuando decía que no se os puede dejar solo. ¿Qué ha pasado?

Malik miró a los demás de reojo, esperaba que ellos respondieran a la pregunta con mejor capacidad que él.

****


Desde luego no había resultado ser su mejor misión. No sabía qué pensaría Fátima cuando se enterase del fracaso. No sólo los demás habían… matado a uno de sus enemigos, si no que se habían llevado a Leviatán de forma definitiva. Como a Ifrit, como a muchas otras criaturas como él, según se rumoreaba. Lo que fueran a hacer los Villanos Finales era algo gordo y peligroso, más de lo normal.

Y no sabía si podrían detenerlos.

Mientras Ronin y Ryota hablaban respectivamente con Ragun, Kairi y Hana, Malik se mantuvo a distancia, esperando quizá a su propia bronca, una que nunca llegó. Eso le hizo sentir peor. Creía que había pasado el tiempo de sentirse un inútil por no saber hacer muchas cosas, pero… Parecía que no era así. En silencio, se retiró y buscó por su propia cuenta a Nithael, después de echarle una larga y triste mirada al lago, como una suerte de despedida.

Incluso cuando los demás se unieron al ángel, que bebía, se echaba el vino encima y hablaba como si tuviera un trapo en la boca, Malik se mantuvo en silencio y bebió con sus compañeros. Ni siquiera intentó quitarle la botella a Nithael, no estaba de humor para hacer mucho más que echar un trago tras otro.

Ese día había sido un total fracaso. Hana tenía razón

Cuando bebas, lo entenderás.
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Tanis
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Ronda 15 (final)

Notapor Suzume Mizuno » Jue Nov 10, 2016 5:27 am

Ronin miró largamente a Hana pero al final no dijo nada. Dio una palmada a la cabeza de Kairi y esperó a que dejara de llorar antes de marcharse con Ryota. Este, por su parte, escuchó las palabras de Ragun y lo miró también sumido en un silencio meditabundo.

Si eres consciente de lo que has hecho y en el futuro no te justificas… Supongo que entonces está bien. Tienes que seguir adelante siendo consciente de que no se puede volver atrás. Nunca. No habrá castigo. Casi es un milagro que hayas llegado hasta aquí sin casi matar.

Dicho esto, Ryota se fue con Ronin a ocuparse de su nueva prisionera.

****


Maestro, antes escuché decir a Hana ese nombre también. ¿Quién era Gabriel?

Nithael guardó un largo silencio y pareció que fuera a romper a llorar. Pero al final respiró hondo y dijo, casi sobrio:

Era mi mejor amigo. Eso es todo lo que importa.—Y hubo algo en su tono que dio a entender que no iba a seguir por ese camino.

Si tan mal sabe, ¿por qué sigues bebiendo?

Déjale, Kairi. Por un día no pasa nada.

Lo entenderás cuando bebas ―le respondió escuetamente.

Lir-Hana tiene razón. Es que entra con mucha facilidad—reconoció Nithael, mirando con fascinación y perplejidad la botella casi vacía.

¿Cómo era la Tierra de Partida de tu época? Tenías... ¿Algún mundo de origen o algo? —quise saber—. Yo solo tengo la Orden. Mi mundo no existe y mi "familia" son aquellos a los que tengo que eliminar con la Llave Espada, no tengo a donde volver.

Entonces la Orden es tu mundo.—Nithael hipó, pero señaló a Ragun (o más bien hacia donde pensaba que estaba Ragun) con un dedo admonitorio. Seguramente no cogió la referencia a que el chico era un Sincorazón porque el ángel, con la cogorza que estaba cogiendo, no estaba para sutilezas—. No digas que no tienes mundo porque… uf… Lo que importa es donde… dónde vives ahora. Por esho… quiero proteger este mundo. Y no fracasar mucho más… —Nithael se frotó la cara en un intento de despejarse—. Siempre ha sido mi casa… después de… ¡hip! Todo. Antes era más grande, más poblado más… estricto. Había familias, había casas, había vareidad. No, variedad. Mucha más magia, muchas más armas. Más odios y enemistades. Más reglas. Vosotros… vosotros podéis crear un mundo más amable. No más hermoso… pero sí más amable.

»Y eso es lo que importa.


Satisfecho con su sentencia, Nithael siguió bebiendo, acompañando en su taciturno silencio a Hana y Malik.

Faltaba tiempo para la noche y para que regresaran los otros aprendices. Pero ese día lleno de Fracasos pronto iba a acabarse. La mala suerte, aunque se aferrara como una garrapata a las espaldas de los jóvenes, tendría que terminarse. A pesar de todo, habían conseguido librarse de unos cuantos enemigos. Todavía quedaban, sí. Y llegaría el día en que les plantarían cara y no permitirían que volvieran a cogerles desprevenidos.

Porque, a veces, hay que hundirse en el fango antes de resurgir.

Quizás pensamientos de esa clase se les pasaron por la cabeza a los caballeros y aprendices. O puede que estuvieran más ocupados acabándose el vino. Ya que se estaban calzando la mitad de las reservas de la cocina mejor hacerlo antes de que Ronin pudiera quejarse… o unirse a ellos.


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¡Y se terminó!

Siento ser escueta: ando un poco pachucha y estoy bastante cansada así que esta vez no va a haber comentarios extensos, ni para Kairi que es la única que recibe puntuación —jojojo— ni para los extras. Suelo hacerlo pero seguro que no los echáis de menos porque estaréis hartitos de mí.

Eso sí, diré a nivel general que creo que todos estaremos de acuerdo en que la trama ha sido «meh». No se han cumplido los objetivos iniciales, ha tardado en arrancar, se nos han caído muchos compañeros por el camino y no lo he aprovechado lo suficiente para hacer que os enfrentéis a los Diablos. En gran medida es culpa mía aunque espero que no me quitéis que en parte las circunstancias han tenido su parte de responsabilidad. Como había bastantes jugadores, la idea era dividiros y que hicieseis frente a los Diablos para intentar terminar los círculos, volviendo todo más personal. No ha podido ser y lo siento mucho.

Si hubiera adelantado los encontronazos, tanto Malik como Hana habrían tenido más espacio para desarrollarse emocionalmente contra Zande o Cagnazzo. No puedo dejar de pediros perdón por ello. Como Tanis ha faltado en las últimas rondas, aunque me gusta cómo ha enfocado la final, no ha habido tampoco ningún aprovechamiento de Zande o Cagnazzo. Por tu parte, Nell, entiendo la frustración de que Zande se escape y que la relación con Cagnazzo es mucho más superficial así que no comentaré mucho. Solo que lamento que no hayas podido tener tu verdadera venganza. En sí, quien más jugo ha sacado ha sido Sombra, aunque tuviera a Ragun de un lado para otro, al final ha tenido su momento con Rubicante y una buena reflexión final. ¡Aprovéchala y no ovlides desarrollarla cuando tengas la oportunidad!

El ánimo ha decaído mucho hacia el final, habéis faltado —sí, te estoy mirando Tanis— u os habéis retrasado demasiado. Suerte que no os puedo restar puntuación, EH. En el caso de Bond y Espe, lo siento pero no vais a recibir puntos. Es más, dudo que estéis leyendo esto. Pero la una abandonó rapidísimo y el otro también pronto y dejó a un compañero en una situación muy comprometida. Creo que las circunstancias hablan por sí solas.

Espero que en la próxima ocasión que comparamos trama podáis disfrutar más y se lleve un ritmo más intenso o entretenido.

¡Sin más dilación!

Kairi: recibes 60 PX. ¡Subes de nivel! ¡Y corre a actualizar que ya tienes dos pendientes!

Creo que ya te vas a conocer el cuento pero en general interaccionas poco con los personajes y tendrías que aprovechar más las oportunidades que se te dan para tener relación con ellos. Quitando eso, agradezco que pasaras a usar las rayas, incluso con mi forma de exigírtelo. Has participado en general bien, retrasándote de vez en cuando, pero cumpliendo hasta el final, aunque les falta un poquito más de contenido.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Suzume Mizuno
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