[Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Trama de Keiko, Kairi y Nadhia + Ragun, Hana y Malik

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Drazham » Jue Jun 23, 2016 4:30 pm

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Nombre: La venganza de los Diablos

Mundo: Tierra de Partida

Introducción: Desde los eventos del Castillo de Olvido y el ataque de El Coloso, Tierra de Partida ha perdido sus milenarias defensas y se ve sometida cada cierto tiempo al acoso de los Sincorazón. Los Maestros Ronin y Ryota decidieron que ha llegado el momento de poner fin a tal situación y por eso entregaron el Libro de Zephyr al ángel Nithael para que lo estudie y les ayude a encontrar una forma de proteger Tierra de Partida.

Tras una ardua investigación, Nithael está preparado para levantar una nueva barrera, pero necesita encontrar antes ciertos puntos y objetos para crearla.

Entre tanto, el esper Leviathan tiene una historia que contar sobre un peligro que acecha a los mundos desde hace mucho tiempo y recordar que hay enemigos a los que no se debería perder de vista.


NPC’s:
• Nithael
• Ronin
• Ryota
• Hojo
• Zande
• Leviatán
• Los cuatro archidiablos


Requisitos:

-Mínimo un jugador de Tierra de Partida.
-Tener un nivel superior al 10.

Fecha de inicio:

Apuntados:
Participante 1: Keiko
Participante 2: Kairi
Participante 3: Nadhia
Extra 1: Ragun
Extra 2: Hana
Extra 2: Malik


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4 de diciembre de 1012 d.G.


¡Venga, que es para hoy, kupó! ¡Esas paredes no se van a enladrillar solas!

Trabajo, trabajo y más trabajo. Seis Caballeros desafortunados fueron los elegidos para ocupar su día libre en las reparaciones del castillo, yendo de un lado a otro con sacos de cementos ladrillos y otros útiles mientras el jefe de obra, un moguri con un casco amarillo coronando su cabezón, les escupía órdenes con su voz chillona y aguda. Tuviesen la intención de colaborar en la reconstrucción o no, eso a Lyn no le importó en lo más mínimo cuando les encasquetó aquel marrón.

La Maestra tendría una misión urgente que atender con las prisas que tenía en partir, pero eso no le fue impedimento para encontrar a un grupo de «colaboradores», sin reparos a arrastrar a un miembro de Bastión Hueco que andaba por allí, como Ragun. Según ella, mientras estuviese en Tierra de Partida cumpliría con sus órdenes. Y sus órdenes eran aprovechar el tiempo de trabajo para entrenar, típico de ella.

¡Ah, con que andabais por aquí!

Los recién nombrados peones escucharían una voz vivaracha y muy familiar sobre sus cabezas. En cuanto alzasen la mirada, distinguirían una figura roja asomándose desde lo alto de uno de los andamios de madera por los que trabajaban los obreros. Ronin, el Maestro de Maestros, hizo visera con su mano y le dedicó una amplia sonrisa al grupo.

¡No os mováis de ahí! ¡Estoy con vosotros en un momentito!

Dicho y hecho. El hombre fue saltando de tablón en tablón y deslizándose por los mástiles que los sostenían, haciendo gala de una agilidad magistral. Aterrizó justo en frente de los aprendices y, después de sacudirse la ropa como si nada, puso los brazos en jarra.

Mira que me ha costado encontraros. Cuando Lyn me dijo antes de marcharse que os había preparado una sesión de entrenamiento no me imaginaba esto. —Soltó una estridente carcajada un poco forzada pero que ya se parecía a las que solía tener antes de la guerra. Después, dirigió su único ojo al capataz de obra y le señaló a los chicos—. Espero que no te importe que me los lleve. Tengo planes para ellos.

Oh, bueno… Tampoco me sería mucha molestia —dijo con indiferencia—. De todas formas, con el ritmo que llevaban no íbamos a acabar nunca.

El moguri dio un par de palmadas y un grupo de diez de sus congéneres acudieron raudos a la llamada, alzando en el aire los materiales que cargaban los aprendices gracias a una buena coordinación y trabajo en equipo. Cualquiera diría que el jefe de obra los tenía preparados por si se daba el caso.

Por otra parte, Ronin no esperó ni un segundo más y se llevó a los seis escaleras abajo. Tendrían que apurar el ritmo, porque el pirata iba embalado, y no parecía muy concienciado de que a los pobres los acababa de sacar de una tediosa mañana de carga y descarga de útiles de albañilería.

Y a saber cuáles serían sus “planes” para ellos.

Menos mal que aun quedabais unos pocos en el castillo. Con tantas misiones y encargos que nos llueven ya ni sé cuántos miembros hemos mandado por ahí o que tenemos disponibles. ¡Y eso que se supone que me encargo yo! —admitió, sonriendo de oreja a oreja. Ahora sí se parecía más al Ronin de toda la vida, pero había algo en su mirada que revelaba un punto de cansancio—. Pero vosotros seis me venís como anillo al dedo. Ryota se alegrará de saber que no tendremos que posponer más eso.

Así pues, Ronin les condujo hasta las enormes puertas dobles del castillo y salieron afuera. Desde lo alto de las escaleras que conectaban con la entrada, discernirían a una persona en pleno centro del patio exterior. El Maestro Ryota miraba al horizonte con una expresión serena, dignificando su figura en aquel paisaje natural.

Ryota se giró con lentitud nada más darse cuenta de que Ronin y su séquito bajaban por las escaleras.

Te dije que traería unas cuantas manos para que nos ayudasen, ¿no?

El líder de Bastión Hueco posó sus ojos en los aprendices, analizándolos con ojo crítico uno por uno, y frunció el ceño.

¿Estás seguro? Más bien parece que los hayas sacado de una obra —señaló, seguramente fijándose en que la gran mayoría de ellos aun llevaban encima una capa de polvo y tierra al haber estado moviéndose por la zona de obras.

¡Pues claro que los he sacado de una obra! No llego a dar con ellos y fijo que se pasaban el resto del día cargando sacos como mulas. Además, seguro que se divierten más con lo que les tenemos preparado.

Ryota entrecerró los ojos y negó con la cabeza.

Necesitamos a gente en plenas facultades, Ronin, no a muchachos...—miró un momento a Malik y luego continuó tras un silencio— que se han deslomado y a los que apenas les quedarán fuerzas. Recuerda que este es un asunto muy importante.

Deberías tener más confianza en ellos. —Señaló a Ragun con el pulgar. Si hasta te he traído a uno de tus chicos más avezados. ¡No te quejarás!

Ryota resopló y se masajeó el tabique nasal. Tal vez los aprendices pudiesen intervenir y aligerar las cosas, sobre todo si querían enterarse de una vez por todas que se traían entre manos esos dos y para qué les necesitaban.

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¡Bienvenidos a La venganza de los Diablos! Esperamos que esta trama esté al nivel de vuestras expectativas, pues vuestros personajes se van a encontrar con una ardua tarea que veremos a lo largo de su desarrollo. Como viene a ser costumbre, esta primera ronda os servirá para que vuestros personajes se relacionen entre ellos y para formular las pertinentes preguntas a los maestros como si no os quedase otro remedio para enteraros de la copla. Tanto con la fecha límite de esta ronda y la recogida de fichas seremos generosos: tendréis hasta el viernes que viene para postear, y las fichas se cogerán en la quinta ronda.

Mencionar que los GMs que llevaremos la trama seremos Suzu y yo, de modo que para cualquier duda que tengáis estaremos gustosos de responderos vía MP. ¡Suerte a todo el mundo!


Fecha límite: viernes 1 de julio.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Sombra » Vie Jun 24, 2016 4:31 pm

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4 de diciembre de 1012 d.G.


¡Venga, que es para hoy, kupó! ¡Esas paredes no se van a enladrillar solas!

Resoplé de mal humor mientras cogía el saco de ladrillos que había estado cargando y que por un momento había dejado en el suelo para descansar unos instantes... Aunque para el capataz no parecía que estuviese bien que intentásemos recuperar el aliento siquiera.

Su voz chillona era lo peor. Cada vez que abría la boca para soltar alguna de sus quejas o órdenes sentía la imperiosa necesidad de meterle mi llave espada por cierto orificio de su cuerpo.

La idea de trabajar allí no era del todo mía, sí que era cierto que había colaborado varias veces en las obras del castillo, pero aquel día quería encontrar a Light para preguntarle si quería ir a entrenar con Nithael, como ya habíamos hecho alguna que otra vez. Por desgracia, Lyn me había cogido antes de poder empezar a buscar alegando que mientras estuviese por el castillo iba a obedecerla... Y pobre de mí como intentase desobedecer a Lyn. Eran bien conocidos sus entrenamientos que casi podían considerarse torturas.

No era el único que estaba trabajando allí. Los demás eran aprendices de Tierra de Partida con los que me había ido topando de cuando en vez. Con Kairi y Malik ya había estado hacía no demasiado en la misión del Coliseo, por lo que les había saludado con algo de confianza, a Nadhia también la saludé sin saber muy bien como a causa de lo que había ocurrido en Agrabah, a Keiko la conocía también y Hana... Mejor no recordar aquella noche... La pobre había acabado llena de vómito. Solo esperaba que no me odiase demasiado.

No pude dirigirles casi la palabra a ninguno de los presentes, puesto que hablar significaba perder el aliento y cansarme más rápido, que ya lo estaba.

¡Ah, con que andabais por aquí! —escuché la característica voz de Ronin sobre nosotros.

Levanté la cabeza para verlo asomando su cabeza por uno de los andamios. Solo esperaba que no pretendiese ponernos a cargar más piedras y ladrillos, ya teníamos suficiente con aquello y ya me dolía un poco la espalda. El líder de Tierra de Partida sonrió.

¡No os mováis de ahí! ¡Estoy con vosotros en un momentito!

En cuanto acabó de hablar, el hombre se puso manos a la obra saltando por las vigas y los andamios haciendo acopio de unos ágiles movimientos que incluso un felino envidiaría. Cuando estuvo cerca del suelo, dio un último salto cayendo frente a nosotros con total tranquilidad. Se sacudió el polvo que se le había pegado a la ropa y puso sus brazos sobre sus caderas.

Mira que me ha costado encontraros. Cuando Lyn me dijo antes de marcharse que os había preparado una sesión de entrenamiento no me imaginaba esto. —Soltó una carcajada que por poco me deja sordo—. Espero que no te importe que me los lleve. Tengo planes para ellos. —Se dirigió al moguri que era el jefe de la obra.

Oh, bueno… Tampoco me sería mucha molestia —dijo con su horrible voz gritona—. De todas formas, con el ritmo que llevaban no íbamos a acabar nunca.

Lancé al moguri una mirada asesina.

El capataz dio unas palmadas y varios moguris totalmente coordinados aparecieron de todos lados para coger todo lo que llevábamos nosotros. Los graciosos seres se alejaron sin mediar palabra.

Con todo el asunto solucionado, Ronin nos llevó hacia el Hall. El líder de Tierra de Partida caminó rápido, por lo que tuve que esforzarme por mantener el ritmo.

¿Por casualidad sabes para qué nos quiere? —Le pregunté a Malik entre jadeos con la esperanza de que como él y Fátima eran pareja ésta pudiese haberle chivado algo.

Menos mal que aun quedabais unos pocos en el castillo. Con tantas misiones y encargos que nos llueven ya ni sé cuántos miembros hemos mandado por ahí o que tenemos disponibles. ¡Y eso que se supone que me encargo yo! —comentó con una amplia sonrisa. No noté que una parte dentro de sí parecía algo apagada—. Pero vosotros seis me venís como anillo al dedo. Ryota se alegrará de saber que no tendremos que posponer más eso.

¿El Maestro Ryota está aquí? —antes de que me diese cuenta mi expresión se había tornado tensa.

A pesar de que el Maestro era alguien comprensivo, sentía que le había decepcionado con mi fracaso en el examen. Yo le respetaba, y me dolía que la persona que admiraba tanto viese en mí un fracaso... No sabía si pensaba eso realmente, pero había suspendido, ¿qué otra imágen podría tener de mí?

El ex pirata abrió el enorme portón del castillo conduciéndonos al patio frente al castillo. Ryota, con un aire sereno y profundo observaba el paisaje que se veía en el horizonte. El Maestro empezó a girarse mientras bajábamos las escaleras. No miré directamente al hombre, sino que bajaba la vista incapaz de mirar sus ojos. Temía ver la decepción en sus ojos.

Te dije que traería unas cuantas manos para que nos ayudasen, ¿no? —comentó el líder de Tierra de Partida cuando estuvimos cerca.

El Maestro Ryota pasó sus ojos sobre todos como si tratase de ver lo más profundo de nosotros.

¿Estás seguro? Más bien parece que los hayas sacado de una obra —apuntó.

Y era bien cierto, nuestro aspecto era sucio, estábamos llenos de polvo y tierra. Seguramente olíamos a sudor, aunque no nos diésemos cuenta.

¡Pues claro que los he sacado de una obra! No llego a dar con ellos y fijo que se pasaban el resto del día cargando sacos como mulas. Además, seguro que se divierten más con lo que les tenemos preparado.

Necesitamos a gente en plenas facultades, Ronin, no a muchachos... que se han deslomado y a los que apenas les quedarán fuerzas. Recuerda que este es un asunto muy importante.

Deberías tener más confianza en ellos. —Noté como Ronin me señalaba con el pulgar, lo que hizo que me encogiese aún más—. Si hasta te he traído a uno de tus chicos más avezados. ¡No te quejarás!

Sus palabras acompañaron a un Ryota que resopló mientras se masajeaba el tabique nasal pensativo. Podía prever el largo e incómodo silencio que se iba a venir encima.

Y... ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer? —intervine con un hilillo de voz. Tosí para aclarar mi garganta—. Si puede saberse, claro.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Tanis » Lun Jun 27, 2016 2:58 pm

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4 de diciembre de 1012 d.G.


¡Venga, que es para hoy, kupó! ¡Esas paredes no se van a enladrillar solas!

Malik no estaba especialmente contento con la tarea que la maestra Lyn le había endilgado encima. Hubiera preferido mil veces el haber podido emplear su tiempo relativamente libre en entrenar sus aun verdes habilidades mágicas. Fátima le estaba enseñando nuevos hechizos, pero todavía no lograba dominarlos por completo y necesitaba ser completamente funcional en combate, usara la técnica que usara.

Claro que en lugar de practicar la gran ola, estaba fraguando cemento en una gran hormigonera (cuyo precario equilibrio sobre el andamio le preocupaba) junto al muro que debían terminar de levantar, mientras a la vez preparaba el yeso que recubriría los ladrillos. Unos cuantos aprendices más, con los que en algún momento de su vida había compartido misión o aventuras, acarreaban sacos de ladrillos. Allí estaba Ragun, que a pesar de su fuerza resoplaba con muy mal humor bajo las cargas que el moguri capataz le obligaba a transportar. Allí estaba Keiko, la muchacha con la que había cargado a medias una de las mitades de la Llave de Nithael. Hana, la sirena, con quién hacía bastante que no trabajaba de forma tan estrecha. También estaba Kairi, la joven aprendiz que viajó con Ragun y él en el Argos en Coliseo del Olimpo... Y estaba Nadhia, mucho más callada, distante y apática de lo que recordaba.

Malik pensaba que tenía cierta suerte al haber terminado trabajando con aprendices que conocía y en los que llegaba a confiar por saber de su carácter y habilidades. Aun le costaba quitarse de encima la imagen de Ragun en el Inframundo, pero la conciliación durante la posterior misión de Tebas y la paz entre las Órdenes además del recuerdo de su primer encuentro en el País de las Maravillas inclinaban la balanza. Además, el trabajo duro tenía el poder mágico de unir a los obreros bajo el yugo común del moguri, por lo que Malik no tardó mucho en resoplar al igual que lo hacía Ragun.

Apúntate a la Orden para esto —Se le ocurrió decir en una ocasión, ganándose a cambio un sopapo de parte del moguri capataz.

Quería mucho a su maestra, pero remover cemento no se lo deseaba ni a los Villanos Finales.

Bueno, quizá sí a Zande.

¡Ah, con que andabais por aquí!

Quizá no esa fuera la primera vez que se alegraba de oír a Ronin aparecer (recordaba la misión de Port Royal, hacía un par de años), pero siempre era como si fuera la primera. Malik bufó y se frotó el puente de la nariz para calmar el picor que el polvo de yeso y cemento le daba. El maestro estaba asomado por uno de los andamios. Malik sintió ganas de replicar porque ¿dónde si no iban a estar los aprendices encargados de la obra si no en las obras? Se calló por puro hastió y aguardó a que Ronin saltara por las plataformas y la estructura hasta que saltó frente al grupo.

Mira que me ha costado encontraros. Cuando Lyn me dijo antes de marcharse que os había preparado una sesión de entrenamiento no me imaginaba esto. —Soltó una carcajada que Malik se contentó con dejar pasar. Esa vez no le hizo gracia el chiste. Cuando su risa se cortó, el maestro se volvió al moguri capataz—. Espero que no te importe que me los lleve. Tengo planes para ellos.

Planes. Eso significaba que iba a rescatarles de ese infierno, de esa obra del demonio. Que no le interpretaran mal, pero prefería mil veces que Lyn (en realidad cualquiera de los maestros) le apaleara durante un entrenamiento de verdad, a seguir respirando cemento.

Oh, bueno… Tampoco me sería mucha molestia. De todas formas, con el ritmo que llevaban no íbamos a acabar nunca.

Malik frunció el ceño y deseó poder incinerar a ese moguri en particular. Al igual que hizo Ragun, fulminó a la criaturita con la mirada y gruñó mientras contemplaba la ida y la venido de los moguris que se llevaron los utensilios de construcción. Malik no echaría de menos la hormigonera.

Una vez en el Hall, se sintió más tranquilo y seguro, a pesar de estar cubierto de polvo blanco. Mientras caminaban, se fue sacudiendo la suciedad que podía de la ropa, aunque seguramente necesitase un baño completo para recuperar su natural y sano color oscuro de piel.

¿Por casualidad sabes para qué nos quiere? —Oyó que le preguntaba Ragun.

Malik chasqueó la lengua e hizo una mueca.

Ni idea, pero sea lo que sea, será mejor que estar cargando sacos —dijo sacudiendo la cabeza.

Menos mal que aun quedabais unos pocos en el castillo. Con tantas misiones y encargos que nos llueven ya ni sé cuántos miembros hemos mandado por ahí o que tenemos disponibles. ¡Y eso que se supone que me encargo yo! —Aquello no sonaba muy halagüeño, la verdad fuera dicha. Miró a sus compañeros con cierta consternación—. Pero vosotros seis me venís como anillo al dedo. Ryota se alegrará de saber que no tendremos que posponer más eso.

¿El Maestro Ryota está aquí?

El tono tenso de Ragun le hizo arrugar un poco la rente y torcer el morro, no porque le disgustara la presencia de Ryota en sí, si no porque fuera lo que fuera lo que quería encargar Ronin, era algo que afectaba a ambos líderes, o por lo menos, a las dos órdenes.

Y seguramente sería algo deliberadamente serio.

¿Eso? —inquirió Malik.

¿Que era eso, a qué se refería, y por qué ese tono?

Ryota estaba plantado, esperando al grupo, en el patio frente al castillo de Tierra de Partida. Malik no había tenido jamás contacto estrecho con él, ni siquiera durante la crisis del Castillo del Olvido. Apenas habían cruzado dos palabras, apenas lo conocía... Pero estaba claro que Ragun no se sentía cómodo con él cerca. Quizá, en una muestra de apoyo inconsciente e impulsiva. Malik palmeó el hombro del aprendiz antes de situarse junto a Ronin a la espera que entre ambos maestros les aclarasen la cuestión.

Te dije que traería unas cuantas manos para que nos ayudasen, ¿no?

Ryota observó al grupo de aprendices.

¿Estás seguro? Más bien parece que los hayas sacado de una obra.

Disimuladamente, Malik carraspeó y volvió a sacudirse la suciedad de una manga, como si Ryota no lo hubiera visto. El aspecto de sus compañeros no era mucho mejor, no estaban dando la mejor de las impresiones.

¡Pues claro que los he sacado de una obra! No llego a dar con ellos y fijo que se pasaban el resto del día cargando sacos como mulas. Además, seguro que se divierten más con lo que les tenemos preparado.

«Seguro».

Necesitamos a gente en plenas facultades, Ronin, no a muchachos...

Malik levantó las cejas y se cruzó de brazos bajo la mirada silenciosa de Ryota, por cuya cabeza posiblemente pasaba una rectificación. En un gesto algo elocuente, Malik ladeó la cabeza y se encogió de hombros.

... que se han deslomado y a los que apenas les quedarán fuerzas. Recuerda que este es un asunto muy importante.

Deberías tener más confianza en ellos. —A Malik casi le dio pena ver cómo Ragun parecía encogerse sobre sí mismo en su sitio, no queriendo realmente que Ryota le mirase—. Si hasta te he traído a uno de tus chicos más avezados. ¡No te quejarás!

Realmente no podía quejarse. Ragun era uno de los aprendices más poderosos que conocía, si quitaba a Fátima y a Light que ya no eran aprendices. Hana y Nadhia eran mucho más avezadas que Malik y contaban con grandes recursos bajo la manga. Él mismo era mucho más fuerte incluso que tras la crisis del Castillo del Olvido, al igual que Keiko y Kairi.

Y... ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer? Si puede saberse, claro.

Tras el hilo de voz de Ragun, Malik le miró de reojo. Sí, casi sentía lástima.

No estamos tan cansados como parece, maestro Ryota —terció, tranquilo y serio—. Sea la tarea que queráis encargarnos, podremos con ello. ¿De qué se trata?
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Nell » Mié Jun 29, 2016 12:45 am

Hana pasaba normalmente los días echándose largas y placenteras siestas, escondida en algún rincón oculto de Tierra de Partida para que Lyn o Rebeca no la listasen para un entrenamiento exprés. Así que el cambio al duro trabajo de la albañilería no le sentó demasiado bien. Su único consuelo es que tenía la compañía de otros cinco aprendices tan desafortunados como ella… Vamos, que estaba esperando un momento en el que el capataz moguri se distrajera para escabullirse y dejarles allí a los demás con el marrón.

¡Venga, que es para hoy, kupó! ¡Esas paredes no se van a enladrillar solas!

Mientras tanto no le quedaba otra que trabajar. Entendía que debían de colaborar todos juntos en la reconstrucción del castillo, pero objetivamente (para ella), en aquella parte del castillo no estaba su habitación. Ni tampoco les hacía falta tener un castillo perfecto. Los únicos que vivían allí eran ellos y recibían pocas visitas del exterior, nadie se escandalizaría por la falta de un par de paredes.

El trabajo pesado le aburría, por lo que se puso a tararear en voz baja para hacerlo más ameno. Eso no le impidió escuchar los desacuerdos de alguno de sus compañeros.

Apúntate a la Orden para esto ―comentó Malik, llevándose un castigo a cambio.

Ella también tenía algo que decir para amenizar el trabajo, aunque se guardó de hacerlo lejos del oído del capataz para ahorrarse el chichón.

Si nos dieran una recompensa cada vez que salvamos a alguien, ahora nos podríamos permitir un ejército de moguris albañiles que nos dejarían el castillo mejor que antes. Pero seguro que todo el dinero de la Orden se lo gastan en tonterías. Ronin, por ejemplo, en alcohol, eso ya lo sabemos todos. Y los demás tendrán sus vicios, porque todo el mundo tiene alguno: juego, rameras, gasolina para la nave de Simon cuando tenemos gliders, armas que nadie usa porque tenemos la Llave o cosas así, y no lo importante, la reparación que nos encasquetan a nosotros. Estoy deseando convertirme en Maestra para mangonear a los aprendices como hacen ellos, sobre todo Lyn.

¡Ah, con que andabais por aquí!

Vio a Ronin en un andamio por encima de ellos. Lo que le faltaba, que hubiese ido expresamente a cachondearse del trabajo duro que estaban realizando para la Orden de forma gratuita. Esperaba que no la hubiese escuchado despotricar sobre los Maestros, aunque lo dudaba.

¡No os mováis de ahí! ¡Estoy con vosotros en un momentito!

Y así nació la esperanza.

¿Creéis que será el príncipe que viene a rescatarnos o el brujo que se reirá de nuestra desgracia? ―preguntó con sinceridad a sus compañeros.

Ronin bajó hasta donde estaban, balanceándose por los andamios para llegar hasta ellos. Hana frunció el ceño, porque el Maestro apenas había puesto cuidado por donde iba, según su impresión, cuando estaban en mitad de las labores de reparación. ¡Seguro que si rompía algo se lo tomaba a broma!

Mira que me ha costado encontraros. Cuando Lyn me dijo antes de marcharse que os había preparado una sesión de entrenamiento no me imaginaba esto. —Hana bufó. Ella tampoco—. Espero que no te importe que me los lleve. Tengo planes para ellos.

Oh, bueno… Tampoco me sería mucha molestia. De todas formas, con el ritmo que llevaban no íbamos a acabar nunca.

Ni siquiera se enfadó con el moguri, ya que Ronin les había salvado cual príncipe de tener que continuar con la obra. De todas formas tenía fichado a aquel moguri y estaba casi segura de poder reconocerlo la próxima vez que le viera. Más le valía tener cuidado de qué comía.

El capataz llamó a varios amigos para que les sustituyeran, quitándoles los sacos que cargaban. Hana se sacudió la ropa, preguntándose si no habría sido más sencillo para todos llamar a los expertos desde el principio. Sin embargo, no tuvo tiempo para nada más, porque Ronin les hizo bajar y echaron a andar rápidamente tras el Maestro, que no se detuvo ni un minuto a considerar que estaban cansados. La aprendiza mantuvo el ritmo como pudo, sin quejarse, porque como decía Malik, aquello era mejor que continuar con la obra.

Menos mal que aún quedabais unos pocos en el castillo. Con tantas misiones y encargos que nos llueven ya ni sé cuántos miembros hemos mandado por ahí o que tenemos disponibles. ¡Y eso que se supone que me encargo yo! —Eso siempre era una buena noticia para Hana. Así le resultaba más sencillo escaquearse de las misiones más engorrosas—. Pero vosotros seis me venís como anillo al dedo. Ryota se alegrará de saber que no tendremos que posponer más eso.

¿El Maestro Ryota está aquí?

Hana no conocía demasiado a Ryota. Le había visto solo en un par de ocasiones y la única impresión que tenía de él es que era demasiado serio. En ese aspecto le gustaba más el liderazgo de Ronin, aunque había que admitir que la animosidad del Maestro jefe a veces era excesiva con el cargo que desempeñaba.

¿Eso?

Se le ocurrieron tantas cosas que no preguntó, sino que esperaría a que Ronin se lo contara. Solo esperaba que no fuera una tarea tan desagradable como la reparación del castillo.

El Maestro los condujo hasta la salida del castillo. Fuera les esperaba Ryota, serio como siempre (lo cual reafirmaba la impresión que tenía Hana de él). Y no le gustó demasiado la mirada que les dirigió.

Te dije que traería unas cuantas manos para que nos ayudasen, ¿no?

¿Estás seguro? Más bien parece que los hayas sacado de una obra.

«¡Bingo!».

¡Pues claro que los he sacado de una obra! No llego a dar con ellos y fijo que se pasaban el resto del día cargando sacos como mulas. Además, seguro que se divierten más con lo que les tenemos preparado.

Necesitamos a gente en plenas facultades, Ronin, no a muchachos...
que se han deslomado y a los que apenas les quedarán fuerzas. Recuerda que este es un asunto muy importante.


Deberías tener más confianza en ellos. Si hasta te he traído a uno de tus chicos más avezados. ¡No te quejarás!

En realidad creo que no le hemos puesto tantas ganas a las tareas de reconstrucción ―comentó Hana, poniendo los brazos en jarras. La caminata le había costado, pero se estaba recuperando poco a poco del esfuerzo―. Tenemos las manos mejor que ese moguri la garganta ―dijo con orgullo mal disimulado.

Y... ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer? Si puede saberse, claro.

No estamos tan cansados como parece, maestro Ryota —terció, tranquilo y serio—. Sea la tarea que queráis encargarnos, podremos con ello. ¿De qué se trata?

Todos sus compañeros estaban de acuerdo en colaborar. Hana sonrió. Se hacía patente que nadie quería volver bajo ningún concepto a los andamios bajo las órdenes de aquel mandón.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor James Bond » Jue Jun 30, 2016 10:36 pm

Bajo el caluroso y agobiante sol de Tierra de Partida, seis aprendices trabajaban bajo las órdenes de un moguri en la reconstrucción del castillo. ¿La razón? La Maestra Lyn les había cogido a todos como "voluntarios" mientras ella se iba de misión. Era injusto, pero claro, ¿quién iba a replicarle a la maestra perruna? Entre los aprendices que estaban "ayudando", Keiko reconoció a Ragun, aprendiz de Bastión Hueco con el que había entablado amistad hace muy poco, y el cual estaba de un humor de perros.

No tardó mucho en llegar Ronin y sacarlos de allí, aunque estaban tan sudorosos y cansados, o Keiko al menos lo estaba, que apenas podían moverse.

Ronin les llevó hasta donde estaba el Maestro Ryota, a quien Keiko no había visto desde los eventos del Castillo del Olvido.
Maestro Ryota, es un placer volver a verle —saludó cortesmente Keiko, haciendo una reverencia al Maestro de Bastión Hueco, si no hubiese sido por el, Keiko no estaría alli para contarlo ya que usó la Llave de Luz para ganar tiempo frente al Coloso.

Sus otros compañeros hicieron las pertinentes preguntas de por que estaban alli, que era lo que pasaba y demás.
Sea lo que sea para lo que nos necesiten, pueden contar conmigo, Maestros.

Luego se dirigió a Ragun.
Parece que vamos a ser compañeros, Ragun. Estoy deseando volver a trabajar contigo otra vez.

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Siento que sea tan corto pero mañana me voy y estoy ausente el fin de semana y he estado ocupado esta semana haciendo preparativos. Ya para las próximas rondas estoy mas libre
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Kairi » Vie Jul 01, 2016 9:08 pm

- ¡Venga, que es para hoy, kupó! ¡Esas paredes no se van a enladrillar solas!

Trabajar de albañil. Eso es lo que le había tocado hacer a Kairi ese día. ¿Por qué tenía ese trabajo? ¿No podrían contratar a alguien cualificado para ello o usar algún tipo de magia para arreglarlo en segundos? Pues no, parecía que la magia no podía solucionar aquello. Un pegote de algo parecido al cemento calló en el pelo de Kairi.

- ¡Ay, lo que faltaba! - se apresuró a quitárselo rápidamente antes de que se secara, aunque su pelo ya estaba suficientemente estropeado - ¿En serio no existe algún tipo de magia para esto?

Lyn le había encasquetado ese trabajo a ella y a otros Aprendices mientras se iba de misión. ¡Qué lista! Cualquier cosa era mejor que eso. Junto a ella estaban trabajando Malik y Ragun, Aprendices con los que había estado en la misión del Coliseo; Nahdia, quien la había ayudado en su viaje a la Tierra de Partida del pasado, y otras chicas a las que no conocía demasiado, Keiko y Hana, si mal no recordaba.

Mientras escuchaba las quejas de sus compañeros, oyó otra voz familiar por encima de ella.

- ¡Ah, con que andabais por aquí!

Sobre un andamio pudo distinguir al Maestro Ronin. ¿Habría venido a supervisar el trabajo o a explotarles aun más? Una buena bronca al Moguri capataz no estaría nada mal.

- ¡No os mováis de ahí! ¡Estoy con vosotros en un momentito!

- ¿Creéis que será el príncipe que viene a rescatarnos o el brujo que se reirá de nuestra desgracia - preguntó Hana.

- Yo espero que al menos no nos exija más que el Moguri...

Ronin hizo gala de su agilidad y bajó hasta ellos deslizándose por los andamios, si ningún cuidado respecto al trabajo que ellos habían realizado.

- Mira que me ha costado encontraros. Cuando Lyn me dijo antes de marcharse que os había preparado una sesión de entrenamiento no me imaginaba esto. Espero que no te importe que me los lleve. Tengo planes para ellos.

Kairi no imaginaba en qué podría ayudar en su entrenamiento un trabajo de albañilería. Puede que a soportar entornos de calor extremo.

- Oh, bueno… Tampoco me sería mucha molestia. De todas formas, con el ritmo que llevaban no íbamos a acabar nunca.

Dejó de prestarle atención al Moguri ya que no iba a trabajar más para él. Prefería mil veces enfrentarse a un Lado Oscuro enorme en vez de aquello. El capataz llamó a otros Moguris que les quitaron los sacos y las herramientas a los Aprendices. Kairi aprovechó para quitarse el polvo del vestido y del pelo.

- Menos mal que aún quedabais unos pocos en el castillo. Con tantas misiones y encargos que nos llueven ya ni sé cuántos miembros hemos mandado por ahí o que tenemos disponibles. ¡Y eso que se supone que me encargo yo! Pero vosotros seis me venís como anillo al dedo. Ryota se alegrará de saber que no tendremos que posponer más eso.

¿A qué se referiría con eso? Pronto lo sabrían, Ronin les condujo hacia la salida del castillo donde les esperaba el Maestro Ryota, a quien Kairi había visto en contadas ocasiones. La mirada que les lanzó no le dió mucha confianza.

- Te dije que traería unas cuantas manos para que nos ayudasen, ¿no?

- ¿Estás seguro? Más bien parece que los hayas sacado de una obra.

¡Muy agudo!

- ¡Pues claro que los he sacado de una obra! No llego a dar con ellos y fijo que se pasaban el resto del día cargando sacos como mulas. Además, seguro que se divierten más con lo que les tenemos preparado.

- Necesitamos a gente en plenas facultades, Ronin, no a muchachos... que se han deslomado y a los que apenas les quedarán fuerzas. Recuerda que este es un asunto muy importante.

- Deberías tener más confianza en ellos. Si hasta te he traído a uno de tus chicos más avezados. ¡No te quejarás!

- En realidad creo que no le hemos puesto tantas ganas a las tareas de reconstrucción. Tenemos las manos mejor que ese moguri la garganta.

- Y... ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer? Si puede saberse, claro.

- No estamos tan cansados como parece, maestro Ryota. Sea la tarea que queráis encargarnos, podremos con ello. ¿De qué se trata?

- Sea lo que sea para lo que nos necesiten, pueden contar conmigo, Maestros.

- Seguro que es mejor que lo que estabamos haciendo hace un rato. ¿De qué se trata eso? - añadió Kairi.
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor EspeYuna » Vie Jul 01, 2016 11:16 pm

Trabajo de obra. Ése había sido el entrenamiento especial que le había mandado hacer Lyn aquella mañana. Bajo las órdenes de un moguri escandaloso y desagradable, Nadhia sufría el mismo calvario que el resto de sus compañeros.

Sin embargo, a pesar de que el trabajo era duro, tedioso y no muy propio de unos caballeros de la Orden, ella se encontraba tranquila, serena, sin decir ni pío, salvo para colaborar con el resto del grupo. Tras algunos encuentros fortuitos con los sincorazón, estaba claro que había perdido demasiada confianza en sí misma. Y si no era el caso, se sentía extraña combatiendo contra ellos. Había intentado controlar la oscuridad, como hacía Ragun, pensando que le ayudaría. Si no fuera por Xefil o Fátima, las cosas habrían acabado mal tanto en Port Royal como en la ciudad de la querida Notre Dame. Todavía no podía creer que algo que Ragun había percatado con tanta facilidad fuera tan poco obvio para ellos.

Tenía sentimientos encontrados respecto a ello. El orgullo la mantenía firme, o su nueva e insoportable personalidad. Pero le dolía pensar que lo único que estaba consiguiendo era perder todo lo que le había hecho feliz hasta ese momento, y que sus amigos no se daban cuenta de que algo malo le estaba pasando, aunque no quisiera admitirlo y compartirlo. Definitivamente, era una completa imbécil.

Por eso, un día tranquilo haciendo trabajo de obra reconstruyendo el castillo, sin mandarla a combatir sincorazón y lejos de su mejor amiga y su... bueno, lejos de aquellos dos se sentía mejor.

Observó de reojo al grupo que la acompañaba aquel día. Salvo a Keiko, una muchacha con la que nunca había coincidido, conocía a todos los demás. Había viajado al pasado con Kairi y Hana, con quienes podía mantener una conversación formal sin problemas, pues no eran amigas íntimas. El problema se centraba en los otros dos.

Por un lado, estaba Ragun. La última vez que había coincidido con él, descubrió y le hizo saber lo que le pasaba. Le prometió hablar con Ryota sobre el tema, pero no había hecho tal cosa. Temía que la confundieran con alguien como Aaron. Y hablarlo con Ronin tampoco le parecía buena idea. Ni con Akio, ni con Lyn... con nadie.

Y luego estaba Malik. Podía mantener una conversación con él sin problemas, pero se sentía incómoda al ser la pareja de Fátima. Podía contarle cómo la había visto aquel día, si había dicho alguna bordería o había cometido alguna imprudencia. Sabía que Malik no era así, que tanto él como Fátima sólo se preocupaban por ella... ¿sí? ¿No?

Le era demasiado difícil tener una visión limpia y coherente de lo que le rodeaba. Por eso, intentaba pasar desapercibida. Pero sabía que en cualquier momento, quizás algún descanso, Ragun iría a hablar con ella, o Malik.

Cual fue la desagradable sorpresa de la visita de Ronin. Y, tras decir que los necesitaba para algo en especial (lo cual no había sonado demasiado bien en su cabeza), tenía el regalo exclusivo de un duplicado con el maestro Ryota.

Todos se interesaron enseguida por la misión, dirigiéndose a ambos maestros. Nadhia fue la única que, en el primer momento, se quedó en el sitio agarrando una tabla, no muy segura de qué hacer.

Negarse no era una opción. Si seguía así, los maestros sospecharían. Con tal de colaborar y no acercarse demasiado a los sincorazón, todo iría sobre ruedas. Keiko, Hana y Kairi no eran un problema. Lo que le dio escalofríos es tener a Ryota y Ragun en el mismo lugar, con ella presente. Y más con Ronin.

Se acercó al corrillo, escuchando a Hana y sonriendo y asintiendo con su comentario. Sintió la mirada crítica de Ryota y evadió la mirada, incómoda. Él no la conocía de nada, y en cambio ella... había visto sin permiso unos recuerdos muy dolorosos de su vida. Y todavía tenía una promesa que cumplir, y era decirle al maestro de Bastión Hueco lo que Eileen no le pudo expresar en vida.

Pero aquel no iba a ser el día que se jugara el pellejo. No tras aquel examen visual y el estado en el que se encontraba ella. Sólo esperaba que Ragun mantuviera el pico cerrado.
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Ronda 2

Notapor Suzume Mizuno » Lun Jul 04, 2016 12:11 am

Maestro Ryota, es un placer volver a verle —dijo Keiko nada más reconocer al Maestro de Bastión Hueco.

Este inclinó la cabeza en su dirección a modo de reconocimiento mientras Hana declaraba su disponibilidad.

Tenemos las manos mejor que ese moguri la garganta.

¡Así se habla!—sonrió Ronin.

Y... ¿Qué es eso tan importante que tenemos que hacer? —dijo Ragun, no muy seguro de sí mismo—. Si puede saberse, claro.

No estamos tan cansados como parece, maestro Ryota —saltó Malik, apoyando a su compañero—. Sea la tarea que queráis encargarnos, podremos con ello. ¿De qué se trata?

Sea lo que sea para lo que nos necesiten, pueden contar conmigo, Maestros.

Seguro que es mejor que lo que estábamos haciendo hace un rato. ¿De qué se trata eso?

Ya ves, Ryota, tienen ganas de arrimar el hombro.

Ryota se encogió de hombros.

En ese caso, adelante. Vayamos bajando mientras les explicas lo que tienen que hacer.

Se encaminaron hacia el borde de la montaña central, atravesando los jardines y zonas de entrenamiento de los aprendices, ahora en general vacías. Todos estaban muy ocupados en diferentes misiones u, ocasionalmente, en defender los bordes de Tierra de Partida para mantener bajo control a los Sincorazón. Era un silencio extraño, que sólo se veía interrumpido por el silbar de viento, alguna que otra ave y el lejano clangor de las obras donde los moguris se afanaban en reparar el castillo.

Veamos… Sabéis que, desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así?—Ronin miró de reojo a Nadhia y Kairi. Ellas habían estado en el Pasado y también estuvieron hasta cierto punto envueltas en la obtención del Libro—. El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana.—Ryota soltó un pequeño resoplido de desdén ante la forma de expresarse de Ronin—. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki…—le falló un poco la voz, pero se recuperó casi de inmediato—hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…

Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida—interrumpió Ryota, yendo al grano—. Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver qué tenemos que hacer.

»Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?


No parecía una tarea muy difícil, aunque quién sabía lo que les iba a exigir Nithael. Entonces Ronin y Ryota invocaron sus glider y empezaron a bajar por la alta montaña.

Se dirigían hacia la vieja ciudad de los Portadores, donde antiguamente habían vivido los diferentes Clanes. Los aprendices probablemente la hubieran visitado alguna vez, pero ahora toda su vida era en lo alto de la montaña así que nunca le habrían prestado demasiada atención. Ahora, sobre todo a las que lo habían conocido en el Pasado, si se fijaban mejor verían restos de la antigua muralla, así como el trazado de las casas. La mayoría se habían desmoronado, aunque quedaban esqueletos de las más grandes e imponentes.

El que mejor se mantenía era el palacete central, donde solían reunirse en el pasado los líderes de los Clanes. Había pasado por muchas reformas, así que ya no se parecía más que un par de torres a lo que habían visto en el Pasado. Aterrizaron frente a este. Los muros estaban desvencijados y plagados de vegetación con hermosas flores. También captaron el veloz movimiento de lagartijas y otros animalillos que ahora habían hecho de aquel lugar su hogar.

Debería estar en la sala de audiencias—dijo Ryota mientras cruzaban el hueco de la gran puerta de la que ahora ya no quedaba nada.

La cúpula de la sala de audiencias estaba medio rota, así que la luz se derramaba sobre la figura que trabajaba, encorvada, en el centro.

Las alas de Nithael, que siempre habían sido de un blanco resplandeciente, ahora destacaban por su negrura. Como si alguien las hubiera bañado en tinta, solo las puntas se mantenían más o menos intactas. El ángel las mantenía plegadas a la espalda, recordando a un cuervo. Al escucharlos llegar, se dio la vuelta hacia ellos y dijo con una débil sonrisa:

¡Qué bien que ya estéis aquí!

No parecía estar muy sano. Se le habían formado ojeras bajo los ojos y tenía las mejillas muy chupadas, de tal forma que se le marcaban demasiado los pómulos. También le brillaban un poco los ojos, pero no sabían si ese aire amarillo era porque estaba enfermo, por culpa de un reflejo del sol o… algo más.

Venís perfectos, necesitaba un descanso—se apartó con cuidado del lugar que estaba trabajando y señaló con un gesto a un rincón donde había varias cestas—. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras os explico qué…

»¿Por qué estáis llenos de polvo?


A pesar de que intentaba mostrarse animado, se notaba que Nithael estaba muy cansado y que se moví con cuidado, como si tuviera miedo de caerse o hacerse daño. Así que podían echarle una mano para montar el pequeño picnic. No encontrarían nada de carne para comer, solo frutas y verde, pero los batidos y zumos tenían pinta de estar muy ricos.

Si no, siempre podían acercarse a ver qué había estado haciendo. El ángel había limpiado de hojas y polvo el suelo de la sala y… Parecía haber estado muy ocupado con una especie de varita. Había hecho toda clase de surcos que formaban círculos concéntricos, con glifos, runas y figuras geométricas que no tendrían ningún sentido para ellos. Aunque puede que quienes habían viajado al Pasado reconocieran el tipo de idea.

Nithael cuchicheó un par de cosas con Ryota y Ronin. Parecía bastante cansado.

¿Cuánto sabéis de magia?—inquirió Nithael, extendiendo un poco las alas para no perder el equilibrio al sentarse en el suelo, de piernas cruzadas, y empezar a picotear de su comida con desgana.

Ryota se sentó también con el ceño fruncido y rechazó comer, mientras que Ronin decidió probar uno de los batidos, un poco decepcionado porque no tuvieran alcohol.


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Kairi tienes dos opciones: o pones las rayas de diálogo como el resto de tus compañeros o pones las rayas como el resto de tus compañeros. Tú eliges.


Fecha límite: sábado 9 de julio

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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor James Bond » Mié Jul 06, 2016 10:34 pm

Ryota inclinó la cabeza cuando Keiko le saludó. Inmediatamente, junto a ella, los otros aprendices anunciaron su disponibilidad para ayudar a los Maestros. Estaba claro que todos estaban deseando librarse de ayudar en las obras bajo la dirección de aquel moguri tan mandon.

El Maestro de Bastión Hueco cedió a regañadientes y atravesaron los jardines del castillo.
Veamos… Sabéis, que desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así? El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki —la voz de Ronin se entrecortó cuando mencionó al difunto maestro, aunque no tardó mucho en recuperarse—, hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…
Disculpe Maestro Ronin, ¿qué ha pasado en Reino Encantado? Deduzco por como lo dice que ha tenido que ser algo muy grave.
Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida. Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver que tenemos que hacer.
>>Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?

Dudo que haya algo más exigente que portar el fragmento de la Llave del Castillo del Olvido —comentó Keiko, recordando lo duro que fue portar aquella cosa. Había sido un milagro que no acabase con la cabeza mal.

Se dirigieron a una vieja ciudad. Keiko miró con curiosidad aquellas ruinas. Estaba por preguntar quien había vivido ahí, aunque viendo de donde venían, no le extrañaría nada que aquello fuese una ciudad para portadores de la Llave-Espada, donde pudiesen relajarse.

Lo que mejor se mantenía era una especie de palacete, que se conservaba muy bien a pesar de la evidente cantidad de años que habían pasado.

Debería estar en la sala de audiencias —dijo Ryota a los aprendices.

Cruzaron por un enorme hueco de lo que antes debería haber sido una gran puerta. En la sala de audiencias, parte de la cúpula estaba destruida por lo que entraba parte de luz en la estancia. Keiko se fijo de forma inmediata en las alas de Nithael cuando le vio. Estaban negras como la noche. ¿Qué le había pasado? Ella las recordaba más blancas.

¡Qué bien que ya estéis aquí! —dijo el ángel, una vez se percató de su llegada. Tenía ojeras y los ojos le brillaban como si estuviese enfermo—. Venís perfectos, necesitaba un descanso. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras qué…
>>¿Por qué estáis llenos de polvo?


Aquella pregunta tan repentina cogió por sorpresa a Keiko. Pero la muchacha no tardó en recuperar la compostura y responderle al ángel.
Oh, nada, hemos estado… “colaborando” en la reconstrucción del Castillo. Más importante es… ¿qué te pasa a ti, Nithael? Pareces muy cansado, ¿estás enfermo o algo?
¿Cuánto sabéis de magia?
Pues apenas sé algún hechizo de nivel medio. No creo poder ser de ayuda si necesitas que use la magia, pero si es dar leches a algún sincorazón, puedes contar conmigo para eso, Nith.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Tanis » Jue Jul 07, 2016 2:47 pm

Ya ves, Ryota, tienen ganas de arrimar el hombro.

«Claro que tenemos ganas», pensó Malik poniendo los ojos en blanco. Lo que ninguno quería era volver a aquella obra del demonio.

En ese caso, adelante. Vayamos bajando mientras les explicas lo que tienen que hacer.

Caminaron a través de los jardines y las áreas de entrenamiento, en dónde aun muchos días Malik pasaba las horas practicando sus nuevas habilidades y hechizos o siendo apaleado sin piedad por Lyn. En esos momentos, sin embargo, estaban vacías. Cualquier aprendiz o joven maestro tenía cosas más urgentes que hacer que entrenar. Aun tenían serios problemas para defender Tierra de Partida de los sincorazón atraídos hacia sus puertas...

Veamos… Sabéis que, desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así?—Malik asintió en silencio. Sabía que Nadhia y Kairi habían pertenecido al grupo que viajó al pasado y que dicho grupo había traído ese libro—. El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana.—Ante el resoplido de Ryota y la expresión de Ronin, Malik tan solo se sonrió, pensando en que él también se habría expresado así sin darse cuenta—. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki… hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…

Disculpe Maestro Ronin, ¿qué ha pasado en Reino Encantado? Deduzco por como lo dice que ha tenido que ser algo muy grave.

«Reino Encantado... Ese es el mundo natal de Aleyn... ¿Qué ha pasado?». Malik se anotó el preguntárselo a Fátima por si lo sabía, o al menos buscar algún informe que cualquiera de los integrantes de aquella misión pudiera haber hecho. Si Ronin lo mencionaba era porque algo gordo había tenido que pasar, y si involucraba al ángel...

Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida.—dijo Ryota.

¿Ah, sí?

Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver qué tenemos que hacer.

»Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?


Entendido.

Dudo que haya algo más exigente que portar el fragmento de la Llave del Castillo del Olvido.

El comentario de Keiko le hizo suspirar y asentir mostrando su acuerdo. No lo había pasado tan mal como cuando tuvo que sostener, junto a la muchacha y algunos de los maestros, el fragmento de la Llave de Nithael. Todavía recordaba el dolor, las voces, la intensa sensación de que alguien iba a desgarrarle desde dentro.

La misión no parecía complicada. Las instrucciones de Ryota eran simples: Cumplir con los recados de Nithael y protegerse de cualquier sincorazón que pudiera atacarles. Una vez esos recados estuvieran completos, podrían levantar una nueva barrera y retirar a los aprendices ocupados en la defensa del Mundo.

Nada más ver que Ryota y Ronin invocaban sus glider, Malik hizo lo propio y los siguió montaña abajo, rumbo a la antigua ciudad de los Portadores. Malik contempló las ruinas en silencio mientras se deslizaban ladera abajo. Había estado allí un par de veces anteriormente, la primera por curiosidad y exploración, la segunda tras haber leído un poco de Historia sobre los clanes. No mucho más ya que sus tareas y su vida general giraba en torno al castillo en lo alto de la montaña. Los Clanes le habían interesado en el pasado, aunque no tanto como para sentirse tan emocionado.

Suponía que Nithael se encontraba allí por nostalgia.

Siguió a los maestros hasta el palacete central de la ciudad, el edificio que se conservaba en mejor estado, y aterrizó tras ellos. El glider se deshizo en volutas de luz a la par que Malik contemplaba la estructura del edificio y el derredor. Entre las piedras corrían lagartijas asustadas de la presencia humana.

Debería estar en la sala de audiencias—dijo Ryota mientras cruzaban el hueco de la gran puerta de la que ahora ya no quedaba nada.

El grupo cruzó el umbral, más bien el hueco derruido, de la puerta y caminó bajo la cúpula. O lo que debió de haber sido la cúpula. Malik levantó la vista y observó el juego de luces que se derramaba entre los huecos de la vieja estructura y cuyos haces caían sobre la figura de Nithael, que se encontraba trabajando en el centro de la estancia.

Malik ralentizó su paso a medida que se acercaban a él, y frunció levemente el ceño con cierta... pena. Las alas del ángel, antaño blancas, ahora eran de un negro denso y viscoso, como si las hubiera metido en un recipiente lleno de tinta. Conservaba blancas las puntas de las alas, pero nada más. ¿Qué había pasado, estaba... ? Cuando Nithael se dio la vuelta y les encaró, Malik confirmó que no lo estaba pasando precisamente bien. Esa piel tan demacrada, las ojeras y el aire enfermizo unido a las alas negras...

¡Qué bien que ya estéis aquí!

Que tuviera ese aspecto no podía ser muy buena señal. Malik recordaba cuando Nithael salió de su capullo durante los eventos del Castillo del Olvido, e incluso entonces tenía mejor cara que ahora.

Venís perfectos, necesitaba un descanso. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras os explico qué…

»¿Por qué estáis llenos de polvo?


Oh, nada, hemos estado… “colaborando” en la reconstrucción del Castillo. Más importante es… ¿qué te pasa a ti, Nithael? Pareces muy cansado, ¿estás enfermo o algo?

Malik ocultó una pequeña sonrisa carraspeando. No quiso entrometerse o añadir preguntas de momento. Quizá el ángel, aunque intentase mostrarse animado con ellos, no quería que hurgasen demasiado en lo que le pasaba. Saltaba a la vista que no se encontraba bien, de modo que señalarlo le pareció un poco... grosero.

Claro que está enfermo... —murmuró para sí, muy por lo bajo.

Esa debía ser la razón por la cual debían ayudarle. Nithael no estaba en condiciones de hacer mucho por sí mismo, al menos en apariencia. Con diligencia, él fue uno de los que le ayudaron a montar el picnic con sus refrigerios, tomándose la libertad de agenciarse uno de los zumos de frutas, que se empezó sin disimulo mientras observaba la zona de trabajo de Nithael y este terminaba de cuchichear con los maestros.

Por el rabillo del ojo no dejó de notar que Nithael parecía estar a un paso de derrumbarse de puro cansancio.

¿Cuánto sabéis de magia?—inquirió Nithael a la par que se sentaba en el suelo todo lo grácil que podía.

Malik se terminó el zumo nada más escuchar la pregunta y se permitió el lujo de llevarse una manzana a la boca mientras se sentaba cerca del ángel.

Pues apenas sé algún hechizo de nivel medio. No creo poder ser de ayuda si necesitas que use la magia, pero si es dar leches a algún sincorazón, puedes contar conmigo para eso, Nith.

Yo tampoco soy lo que se dice un experto, la verdad —comentó Malik a continuación de Keiko, tras tragar un bocado de manzana—. Hasta hace muy poco ni siquiera sabía hacer magia, pero me manejo bastante bien con hechizos de agua.

Dudaba de que eso le fuera útil, si atendía a los surcos y runas del suelo. Malik no tenía ni idea de que se trataba, pero aquella era la mejor pista para saber qué era y qué no era.
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Nell » Sab Jul 09, 2016 10:52 pm

¡Así se habla! —le dijo Ronin. Quizá no le caía tampoco bien el moguri capataz.

Los demás se mostraron animados para convencer a Ryota, a quien al final pareció no importarle demasiado llevarlos con ellos. Tendrían que demostrar sus palabras, supuso Hana.

En ese caso, adelante. Vayamos bajando mientras les explicas lo que tienen que hacer.

Siguieron caminando por los jardines exteriores de Tierra de Partida. Habían pasado varias semanas desde el desastre del Castillo del Olvido, pero a Hana se le seguía haciendo extraño que sus anteriores enemigos, Ryota y Ragun, pudieran estar allí sin que a nadie le importara. No es que dudara de ellos. Simplemente no había olvidado que una vez se le había ordenado que se enfrentase a cualquiera de Bastión Hueco con el que se encontrase.

Si había alguien más que reaccionara con la misma incomodidad que ella, no lo supo, pues los jardines estaban escalofriantemente vacíos.

Veamos… Sabéis que, desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así? —Hana dio un respingo. Lo había olvidado por completo—. El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki… —Qué poco tacto— hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…

Miró al resto de aprendices, por si alguno tenía idea de a qué se refería con lo que había ocurrido en Reino Encantado. Hana rara vez estaba al día de los acontecimientos en los mundos.

Disculpe Maestro Ronin, ¿qué ha pasado en Reino Encantado? Deduzco por cómo lo dice que ha tenido que ser algo muy grave. ―preguntó Keiko, lo que quizá todos pensaban.

Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida

¿Ah, sí?

Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver qué tenemos que hacer.

»Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?

Entendido.

Dudo que haya algo más exigente que portar el fragmento de la Llave del Castillo del Olvido ―La réplica de la chica sonaba a una acusación velada, aunque dada la actitud de Keiko, parecía haberlo dicho sin segundas intenciones.

Asintió secamente. Luego, imitó a los Maestros invocando su glider y siguiéndoles. En cuanto vio el rumbo, le recorrió un escalofrío y tuvo sentimientos encontrados acerca del lugar adonde se dirigían. No estaba segura de querer ver las ruinas de una ciudad milenaria por la que había caminado hacia escasas semanas. Sin embargo, tampoco quería dejar entrever que era una cobarde.

La visión de la ciudad demolida le rompió el corazón. Si había un poder que cada vez más temía Hana, era el del paso del Tiempo. Como en Tortuga. Como en aquella ciudad. Bajó junto a los demás y trató de no prestar atención a la arquitectura. Temía reconocer algo que pudiera con sus nervios, como una casa o una calle en particular. Para ella aquella era una ciudad de fantasmas.

¿Te has parado a pensar en que la primera vez que llegamos a Tierra de Partida, en realidad ya nos encontrábamos allí, convertidas en piedra? ―le dijo a Nadhia, intentando pensar en otra cosa mientras atravesaban la ciudad.

Entraron al palacete donde tiempo atrás se reunieron para escuchar las órdenes del día siguiente y descansar. De nuevo, Hana no quiso fijarse ni en las paredes derruidas, ni en los nuevos habitantes del lugar.

Debería estar en la sala de audiencias.

Le vieron en cuanto entraron a la susodicha sala. Al principio Hana no lo reconoció. Las emblemáticas alas blancas se habían tornado de negro y los ojos, antaño azules, brillaban con el ámbar de los sincorazón. La primera reacción de la aprendiza fue ponerse en una posición defensiva, contra aquel demonio parecido a su ángel.

¡Qué bien que ya estéis aquí!

Hana tuvo que obligarse a serenarse. Nadie más parecía alertado por el aspecto de Nithael. Porque… seguía siendo él, ¿no? Una parte de Hana lo dudaba, o quería creer que no. Desde niña había escuchado que los ángeles, buenos y puros, irradiaban luz; Nithael no le había decepcionado en ese aspecto la primera vez que lo vio. En cambio, ahora, ya no quedaba nada de ese resplandor. Parecía más un enemigo que un aliado, aunque supuso que se tendría que acostumbrar. Como había hecho con el brazo marchito de Ragun.

Venís perfectos, necesitaba un descanso.—Pasado el susto inicial, Hana se fijó en el aspecto cansado y las ojeras de Nithael—. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras os explico qué…

»¿Por qué estáis llenos de polvo?


Oh, nada, hemos estado… “colaborando” en la reconstrucción del Castillo. Más importante es… ¿qué te pasa a ti, Nithael? Pareces muy cansado, ¿estás enfermo o algo?

Eso me gustaría saber a mí ―gruñó Hana, quien se dirigió directamente a Ronin y Ryota―. Cuestionáis que estemos preparados y descansados, y ahora nos encontramos con que tenemos que colaborar con alguien casi al límite de sus fuerzas ―señaló a Nithael, por si no había quedado claro―. Sé que la misión debe de ser muy importante, pero llevamos días sin barrera y por uno más no ocurrirá nada. Deberíamos dejarle descansar y posponer la reconstrucción a mañana.

Lo peor que le podía pasar es que la mandasen directamente a vigilar los límites del mundo con los que estaban de guardia en ese momento. Además, Hana ignoraba que una noche de descanso sería suficiente para curar a Nithael.

Las quejas seguramente caerían en saco roto, aunque Hana no se cortó en exponerlas. Mientras le respondían, o durante la breve conversación privada entre el ex-ángel y los Maestros, devoraría un par de frutas y uno de los batidos. Lástima que no hubieran pensado en algo más sustancial o en cerveza, como mínimo.

¿Cuánto sabéis de magia?

Pues apenas sé algún hechizo de nivel medio. No creo poder ser de ayuda si necesitas que use la magia, pero si es dar leches a algún sincorazón, puedes contar conmigo para eso, Nith.

Yo tampoco soy lo que se dice un experto, la verdad. Hasta hace muy poco ni siquiera sabía hacer magia, pero me manejo bastante bien con hechizos de agua.

Es peligrosa. Mata sincorazón. Mata gente también ―concluyó Hana, encogiéndose de hombros y manteniéndose en pie.

Era cierto cuando decía que su conocimiento no iba mucho más allá. Ni siquiera sabía los tipos o debilidades que existían. Se limitaba a enfrentarse a ella, o a usar la suya, en base a la experiencia (el fuego se apaga con agua, ¿no? Pues no hace falta saber más).
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Re: [Tierra de Partida] La venganza de los Diablos

Notapor Kairi » Dom Jul 10, 2016 2:47 am

Ya ves, Ryota, tienen ganas de arrimar el hombro.

En ese caso, adelante. Vayamos bajando mientras les explicas lo que tienen que hacer.

Cruzaron los jardines y las zonas de entrenamiento y llegaron al borde de la montaña. Kairi se preguntaba qué es lo que harían allí.

Veamos… Sabéis que, desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así?

Ronin la miró a ella y a Nadhia. Claro que lo sabía, fue la propia Kairi la que robó el libro de los aposentos de los Unicornios. Y no fue nada fácil, la de horas que tuvo que pasar allí escondida hasta que Lyn fue a rescatarla. Esbozó una sonrisilla ante la mirada del Maestro.

El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki… hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…

Disculpe Maestro Ronin, ¿qué ha pasado en Reino Encantado? Deduzco por cómo lo dice que ha tenido que ser algo muy grave.―Keiko preguntó lo que seguramente todos estarían pensando en ese momento.

Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida. Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver qué tenemos que hacer.

»Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?


De acuerdo. Sólo espero que no nos mande tareas de albañilería—bromeó.

Ronin y Ryota invocaron sus Gliders. Kairi hizo lo mismo y siguió a los Maestros. La ciudad a la que se dirigían le resultaba horriblemente familiar. En aquella ciudadela habían residido hace muchos años los antiguos Clanes. Pero el paso del tiempo la había convertido en simples ruinas. Sólo quedaba el palacete donde se reunían dichos Clanes. Parecía mentira que Kairi hubiera estado allí hace poco.

¿Te has parado a pensar en que la primera vez que llegamos a Tierra de Partida, en realidad ya nos encontrábamos allí, convertidas en piedra? ―oyó preguntar a Hana. A Kairi le dio un escalofrío de pensarlo.

Aterrizaron en el palacete, que estaba irreconocible por todas las reformas hechas y la vegetación.

Debería estar en la sala de audiencias—dijo Ryota.

Ahora la luz entraba por la cúpula rota. En la sala de audiencias había una persona, un ángel de alas negras.

¡Qué bien que ya estéis aquí!

Nithael se dirigió hacia ellos. Se notaba el tiempo en su viejo rostro, tan chupado, con ojeras, ojos amarillos... ¿Amarillos?

Venís perfectos, necesitaba un descanso. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras os explico qué…

»¿Por qué estáis llenos de polvo?


¡Por fin, un refrigerio! Eso le repondria fuerzas a Kairi después de tan intensa jornada de trabajo y estaría más preparada para lo que Nithael le mandara.

Se apresuró a ayudar a montar el picnic y luego se fijó en los extraños círculos y simbolos que Nithael había hecho. No tenía ni idea de lo que significaba, pero intuía para lo que eran. Posiblemente un conjuro para crear la nueva barrera.

¿Cuánto sabéis de magia?—preguntó entonces el ángel.

Todos expusieron más o menos sus conocimientos sobre magia, hasta que llegó el turno de Hana.

Es peligrosa. Mata sincorazón. Mata gente también.

No toda es peligrosa ―replicó Kairi―. Yo, por ejemplo, conozco un hechizo de curación y hasta ahora no ha matado a nadie. Y se otros hechizos elementales que son muy útiles―añadió.

Todo esto lo dijo mientras devoraba un par de frutas y un batido de chocolate. La verdura no le gustaba demasiado.
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Kairi
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Re: Ronda 2

Notapor Sombra » Dom Jul 10, 2016 11:13 pm

Todos estuvimos más que de acuerdo en que fuera cual fuese la tarea que pensaban mandarnos no podía ser peor que ser las mulas de carga de un moguri con mala leche.

Ya ves, Ryota, tienen ganas de arrimar el hombro.

Ryota no parecía muy seguro cuando se encogió de hombros, tal vez previendo que parte de nuestro ánimo para desatender nuestras otras tareas venía de las ganas de librarnos del capataz.

En ese caso, adelante. Vayamos bajando mientras les explicas lo que tienen que hacer.

Empezamos a bajar la montaña central pasando por el jardín y la zona de entrenamiento. No pude evitar sentir un pinchazo de nostalgia al ver los anillos de entrenamiento. Por supuesto, no tardé en darme cuenta de lo vacío que estaba todo el lugar, era como si nosotros fuésemos los últimos que quedaban en aquel mundo... ¿Así se había sentido Ronin tras sobrevivir a la masacre de Aaron? No, aquello tenía que haber sido mucho peor... Allí simplemente no había nadie porque tenían misiones que atender pero Ronin... Había sido el único aprendiz superviviente junto a la Maestra Awyr y el Maestro Rayim.

Veamos… Sabéis que, desde el Pasado, se trajo el Libro de Zephyr, ¿no es así?

Asentí sin poder evitar recordar que Saeko había entregado el libro a Lyn en aquel momento.

El problema era que Zephyr escribía a la forma de su época y además, no tenemos ni pajolera idea de Magia Arcana.—Ryota resopló no muy a favor de las formas que tenía Ronin para expresarse—. El único que sabía es Nithael. Pero, al no tener suficientes manos desde lo de Kazuki…—a ninguno se nos escapó el segundo tenso que dejó en silencio al grupo—hemos tenido que pedirle que nos eche un cable más de una vez. Y luego pasó lo de Reino Encantado. El pobre no ha tenido mucho tiempo para traducir y…

Disculpe Maestro Ronin, ¿qué ha pasado en Reino Encantado? Deduzco por como lo dice que ha tenido que ser algo muy grave —Interrumpió en ese momento Keiko haciendo una pregunta que seguramente todos teníamos en mente.

¿Acaso había ocurrido algo? Si mal no recordaba, aquel era el mundo natal de Xefil, y recordaba que había ocurrido algo malo en su reino poco después de la caída de Vergel Radiante, pero... ¿Tendría que ver con lo que me había dicho?

Pero ya ha encontrado una forma aceptable para sustituir la vieja barrera de Tierra de Partida. Necesita que le ayudemos para realizar el nuevo conjuro y vamos a hablar con él para ver qué tenemos que hacer.

»Vuestro papel será el de completar las tareas que Nithael exija, además de protegeros unos a otros de posibles ataques de Sincorazón. ¿Entendido?


Dudo que haya algo más exigente que portar el fragmento de la Llave del Castillo del Olvido

O más exigente que aguantar el asedio de una horda infinita de sincorazón sin siquiera poder comer o beber durante varios días.

En cierto punto los dos Maestros invocaron sus propios Gliders y nosotros no tardamos en hacer lo mismo. Lo cierto era que nunca había llegado a visitar la antigua ciudad de los Portadores. Obviamente la conocía, pero nunca me había adentrado por sus callejuelas, tan solo la había visto desde lo alto de los jardines.

La ciudad estaba claramente abandonada desde hacía mucho, tal vez varios cientos de años. La mayor parte de casas estaban derrumbadas, o tan solo quedaban unas pocas paredes de ellas. En el centro de aquella ciudad fantasma había un palacete, el lugar que mejor se había mantenido al paso del tiempo.

Aterrizamos frente a aquel edificio, y no pude evitar escuchar a Hana con su razonamiento. Incluso antes de nacer, ellas ya habían estado convertidas en piedra en lo más alto del castillo del olvido... No pude evitar preguntarme si habría alguna versión futura mía convertida en piedra en algún lugar del intersticio. Resultaba un tanto inquietante, a decir verdad.

Debería estar en la sala de audiencias

Alcé la vista para ver como la vegetación reclamaba para sí los imponentes muros del palacete. Pude ver algunas lagartijas correteando por los alrededores. Seguí al resto del grupo dejando a los demás ir un poco por delante, quería evitar estar demasiado cerca del Maestro Ryota, no quería avergonzarle más de lo necesario. Atravesamos el umbral de una puerta inexistente, cuyo único indicio que quedaba de que allí una vez hubo un enorme portón era una serie de visagras a los lados de las paredes.

Avanzamos hasta la llamada Sala de Audiencias, una sala amplia coronada con una cúpula rota por la que se filtraban varios rayos de luz que dejaban ver al ángel encorvado trabajando en algo, en el libro supuse.

Fue imposible no fijarse en que sus alas, que habían sido de un blanco inmaculado ahora eran prácticamente negras a excepción de la punta de las plumas. Cuando se giró hacia nosotros al notar nuestra presencia me fue imposible no sentir lástima por él. Su sonrisa cansada y sus enormes ojeras mostraban que no había dormido mucho, además su rostro estaba chupado, como si no hubiese comido en días.

¡Qué bien que ya estéis aquí!

En aquel momento, al mirar de refilón los ojos de Nithael, me fue imposible no captar un extraño brillo amarillento en ellos, pero bien podía haber sido mi imaginación... O no.

Venís perfectos, necesitaba un descanso—se apartó con cuidado del lugar que estaba trabajando y señaló con un gesto a un rincón donde había varias cestas—. He traído un poco de comida y bebida. Podemos picar un poco mientras os explico qué…

»¿Por qué estáis llenos de polvo?


Oh, nada, hemos estado… “colaborando” en la reconstrucción del Castillo. Más importante es… ¿qué te pasa a ti, Nithael? Pareces muy cansado, ¿estás enfermo o algo? —contestó Keiko terminando con aquella pregunta. Quizás había estado un poco de más, puesto que era evidente que no estaba en plenas facultades. Aquel ángel en su mejor estado era capaz de darnos una paliza a Light y a mí juntos... Y ya lo había hecho varias veces.

Los movimientos de Nithael eran algo más lentos de lo habitual, algo que no pasó desapercibido para nadie. Malik, Kairi y yo no tardamos en acercarnos al lugar donde el Maestro que había venido del pasado guardaba la comida prometida para preparar el picnic. Mientras preparaba todo pude ver una especie de vara con la que el ángel parecía haber dibujado una serie de surcos y símbolos en el suelo. No reconocía para que podían servir, pero se asemejaba a un círculo mágico, o algo por el estilo. No tardamos en terminar de preparar toda la comida sobre el mantel.

Había una gran cantidad de frutas, verduras y varios batidos y zumos. Comida sana, en resumidas cuentas. Tomé asiento en un lugar un tanto discreto para que Ryota no reparase demasiado en mí y cogí un par de naranjas y un batido de fresa.

Ryota y Ronin parecieron hablar algo con el ángel por unos segundos, momentos después Nithael se aproximó a nosotros.

¿Cuánto sabéis de magia?—preguntó de golpe.

Pues apenas sé algún hechizo de nivel medio. No creo poder ser de ayuda si necesitas que use la magia, pero si es dar leches a algún sincorazón, puedes contar conmigo para eso, Nith.

<<¿Nith?>>

Yo tampoco soy lo que se dice un experto, la verdad —admitió Malik tras dar un bocado a una manzana brillante y de aspecto delicioso—. Hasta hace muy poco ni siquiera sabía hacer magia, pero me manejo bastante bien con hechizos de agua.

<<Oh, cierto. Recuerdo que en el País de las Maravillas él no podía usar magia...>>


Es peligrosa. Mata sincorazón. Mata gente también ―Hana dio una respuesta corta, pero elocuente y directa. Sí, sin duda en las manos equivocadas la magia era un arma letal.

No toda es peligrosa ―contestó Kairi, no muy de acuerdo con lo que su compañera acababa de decir―. Yo, por ejemplo, conozco un hechizo de curación y hasta ahora no ha matado a nadie. Y se otros hechizos elementales que son muy útiles.

En mi caso no soy ni un experto ni un novato en magia ―dije tras la pelirrosa―. Creo que Hana tiene parte de razón. La magia en las manos equivocadas puede causar catástrofes... O milagros, si se emplea bien como ha añadido Kairi.

>>Sin embargo, no creo que su pregunta pretendiese que acabásemos en un debate ―intercambié miradas con ambas Portadoras―. Hasta donde sé, la magia es uno de los pilares que forman nuestro mundo, una energía intangible pero que podemos canalizar para realizar todo tipo de proezas tan diversas como volar, crear agua o lanzar fuego... Al menos con la magia convencional, después sé de la existencia de esa "Magia Arcana", pero solo sé que es lo suficientemente poderosa como para que se escape de... La comprensión humana.

Tomé aire y di un amplio sorbo al batido de fresa hecho un matojo de nervios. Quise decir todo aquello simplemente para impresionar al Maestro Ryota, pero temía haber metido la pata en algo, sobretodo en lo último, ya que lo que había dicho en parte era algo que me había sacado de la manga ya que no se me ocurría como acabar la frase.

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Perdón por la tardanza y gracias por permitirme postear >/////<
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Notapor Drazham » Jue Jul 21, 2016 12:48 am

Oh, nada, hemos estado… “colaborando” en la reconstrucción del Castillo. Más importante es… ¿qué te pasa a ti, Nithael? Pareces muy cansado, ¿estás enfermo o algo?

Eso me gustaría saber a mí. Cuestionáis que estemos preparados y descansados, y ahora nos encontramos con que tenemos que colaborar con alguien casi al límite de sus fuerzas. ―Hana no se cortó en mostrar su desacuerdo. Nithael alzó sus cansados ojos y compuso una expresión de pesadumbre cuando el dedo de la muchacha le apuntó―. Sé que la misión debe de ser muy importante, pero llevamos días sin barrera y por uno más no ocurrirá nada. Deberíamos dejarle descansar y posponer la reconstrucción a mañana.

Tuve un accidente que me ha afectado y creo que tardaré un tiempo en recuperarme, pero no os preocupéis. Y eso no será necesario, Hana. Fui yo quien les alentó a llevarla a cabo cuanto antes. —El ángel inclinó el tronco hacia adelante para expresarse, pero un pequeño latigazo de dolor le hizo arquear la espalda y esbozar una mueca—. Tierra de Partida no puede estar durante mucho más tiempo sin medios que la protejan de los Sincorazón. Necesitamos preparar la defensa cuanto antes. Y no os preocupéis con mi… estado, podré apañármelas. A decir verdad, estoy bastante mejor que hace un tiempo.

El problema era que no solo los pupilos estaban preocupados de que aquello fuese demasiado precipitado. Ronin meneó la cabeza y miró hacia otro lado, mientras que Ryota entrecerró los ojos. Se les notaba a simple vista que ya habían tratado ese asunto con Nithael con anterioridad, dada su condición tan frágil, y habían obtenido el mismo resultado que ahora.

Entonces el grupo de Portadores procedió a responder a la curiosa pregunta de Nithael como mejor pudieron.

Pues apenas sé algún hechizo de nivel medio. No creo poder ser de ayuda si necesitas que use la magia, pero si es dar leches a algún sincorazón, puedes contar conmigo para eso, Nith.

A Nithael se le escapó una risa débil con el entusiasmo que exhibió Keiko.

Yo tampoco soy lo que se dice un experto, la verdad. Hasta hace muy poco ni siquiera sabía hacer magia, pero me manejo bastante bien con hechizos de agua.

En mi caso no soy ni un experto ni un novato en magia.

Descuidad, no os voy a exigir una magia muy compleja —les explicó Nithael, con tono tranquilizador—. Con unas nociones básicas para canalizarla bastará, y sabiendo que la mayoría de vosotros la practica regularmente, no habrá problema.

Es peligrosa. Mata sincorazón. Mata gente también —respondió Hana de una forma escueta, pero directa.

――No toda es peligrosa ―intervino Kairi―. Yo, por ejemplo, conozco un hechizo de curación y hasta ahora no ha matado a nadie. Y se otros hechizos elementales que son muy útiles

Ambas estáis en lo cierto. La magia es una herramienta que puede emplearse tanto para hacer el bien como para propósitos destructivos. —Nithael alzó la vista y observó con aire nostálgico la vieja cúpula del palacio. Seguro que Hana, Kairi y Nadhia recordarían la vieja Tierra de Partida de la que provenía, donde la magia se podía considerar el culmen de la sociedad y que les permitió desarrollar instrumentos como los cristales que se usaron para detener al Coloso.

Hasta donde sé, la magia es uno de los pilares que forman nuestro mundo, una energía intangible pero que podemos canalizar para realizar todo tipo de proezas tan diversas como volar, crear agua o lanzar fuego... Al menos con la magia convencional, después sé de la existencia de esa "Magia Arcana", pero solo sé que es lo suficientemente poderosa como para que se escape de... La comprensión humana.

Nithael miró divertido a Ragun mientras hablaba.

Me viene bien que saques el tema, Ragun. Precisamente iba a explicaros que el método que íbamos a usar para levantar una defensa en Tierra de Partida combinaría la Magia Arcana con el poder de los elementos en sí.

¿Sería la Barrera Elemental de la que nos estuviste hablando? —inquirió Ryota.

Nithael asintió. Apartó su plato de comida a un lado y posó una mano en el suelo para inclinarse y dirigirse al grupo.

Repasando el libro, he hallado una forma de levantar una barrera por medio de una vieja fórmula que se basa en círculos mágicos. La idea es crear cinco de ellos, que actuarían en conjunto para formar una red por toda Tierra de Partida. La buena noticia es que no estarían tan a la vista ni tan desprotegidos como las antiguas cadenas —puntualizó, dibujando con el dedo cinco círculos conectados entre sí en el suelo; cuatro formando un cuadrado y el último en el centro—. El problema estaba en que, de por sí solos, no tendrían la potencia necesaria para conectarse, de modo que pensé en añadirles “algo” más para reforzar el vínculo. —Pasó a trazar un símbolo diferente dentro de cada círculo—. Magia elemental.

»Venid conmigo, os lo mostraré.

Nithael procedió a levantarse del suelo con cuidado y resopló. Las plumas de las alas se erizaron por el esfuerzo que le supuso. Esperó a que los demás se incorporasen y fue avanzando con paso lento y cauteloso hasta el círculo rúnico en el que estaba trabajando. Ahora que estaban más cerca, los Portadores darían cuenta de un pequeño saco que se hallaba fuera de la figura. Nithael lo agarró y, una vez desanudado, procedió a verter su contenido en el círculo: arena blanquecina y de grano muy fino.

Fue bordeando el dibujo hasta que rellenó del todo con la arena el anillo más externo.

Me he tomado la libertad de dejar a punto el primero de los círculos, que emplearía la esencia del elemento Tierra. El siguiente paso sería formular el hechizo para activarlo. Llevaría cerca de unos cinco minutos, pero… —Cerró los ojos de cansancio—. Si la única complicación del ritual fuese el tiempo, todo sería más sencillo.

Los Sincorazón. —Ryota les sorprendería por detrás, quien junto a Ronin se aproximó hasta el grupo y examinó por encima el círculo rúnico—. Nithael nos comentó que el proceso para activarlo emitiría magia más que suficiente para atraerlos. Quien estuviese concentrándose en el hechizo quedaría expuesto a sus ataques.

¡Y es ahí donde entráis vosotros! —Ronin chasqueó los dedos y les señaló—. Los seis os encargaréis de que los Sincorazón no le toquen ni un pelo a Nithael mientras prepara el círculo. Fácil, ¿no? Tan solo tenéis que deshaceros de todos los Sincorazón que vengan a incordiar. —Ryota carraspeó sin disimulo alguno, mirando de soslayo a Ronin. Este se percató del toque de atención y torció la boca—. Ah, sí, rectifico: no de todos.

En realidad, necesitamos un último requisito para que la barrera reconozca a los Sincorazón como intrusos y actúe frente a ellos: la esencia de uno de ellos que posea una fuerza notable —añadió Nithael—. Hay que debilitarlo y dejar que el círculo asimile su esencia. Entonces ya estará terminado del todo.

El ángel procedió a posicionarse frente al círculo y alzó una mano por encima de este.

Empezaremos cuando estéis listos.

Así pues, Ronin y Ryota se pusieron de acuerdo y se alejaron a un rincón en donde apartarse y dejarles espacio. Ninguno de ellos intervendría durante el proceso, siendo meros espectadores y dejando al cargo a sus pupilos. Además, Ryota les echó una mirada expectante, cruzado de brazos. ¿Les estaría poniendo a prueba? Si todo salía bien, quizás pudiesen demostrarle de una vez por todas que estarían a la altura para la labor.

Nithael, tras comprobar que todo el mundo estaba en su puesto, cerró los ojos y comenzó a murmurar en voz baja. Al cabo de unos cinco segundos, notarían que la arena que cubría el anillo externo se puso a vibrar, dejando escapar alguna que otra voluta luminosa de color ocre.

Entonces, el singular chasquido de varios portales de oscuridad abriéndose se dejó escuchar. Ya habían llegado.

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Dos Soldados Voladores salieron de sus respectivos portales aleteando, acompañados de tres Neosombras que emergieron del suelo y se acercaron reptando. Los fulgurantes ojos de las criaturas, pese a tener enfrente a los seis Portadores, se clavaron con ansias en el ángel, absorto en su cántico. Tal vez fuese por la magia que emanaba el círculo o porque su Corazón les parecía el más suculento de todos, pero estaba claro que su objetivo principal era Nithael.

Y al rato, un último portal se abrió: el ser llegó a la estancia con pesados pasos y el constante repiqueteo del metal. Alzó e hizo rotar su escudo con la cabeza de un fiero can que mostraba sus afilados dientes.

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Un Sincorazón poderoso. Justo lo que necesitaban.



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Re: Ronda 3

Notapor Sombra » Mié Jul 27, 2016 1:13 pm

Tuve un accidente que me ha afectado y creo que tardaré un tiempo en recuperarme, pero no os preocupéis. Y eso no será necesario, Hana. Fui yo quien les alentó a llevarla a cabo cuanto antes. —Respondió el ángel. Su respuesta era demasiado vaga, ¿un accidente de que tipo? No sabía si la fisiología de la raza de los ángeles era diferente (sin contar las alas), pero dudaba que un accidente provocase que pareciese "afectado" por la oscuridad—. Tierra de Partida no puede estar durante mucho más tiempo sin medios que la protejan de los Sincorazón. Necesitamos preparar la defensa cuanto antes. Y no os preocupéis con mi… estado, podré apañármelas. A decir verdad, estoy bastante mejor que hace un tiempo.

"Bastante mejor", prefería no saber como estaba hace unos días si lo que decía era cierto... Lo que estaba claro, cuando arqueó su espalda fue que incluso sus huesos se resentían. Ronin y Ryota también parecían preocupados por el estado de Nithael.

Tras la pregunta que nos hizo, fue respondiendo a todos. Por lo visto, íbamos a tener que usar magia, aunque para nuestra fortuna no sería una por encima de nuestras posibilidades, algo era algo.

El debate entre Kairi y Hana terminó con la respuesta de Nithael, que intervino de una forma natural.

Ambas estáis en lo cierto. La magia es una herramienta que puede emplearse tanto para hacer el bien como para propósitos destructivos.

Hasta donde sé, la magia es uno de los pilares que forman nuestro mundo, una energía intangible pero que podemos canalizar para realizar todo tipo de proezas tan diversas como volar, crear agua o lanzar fuego... Al menos con la magia convencional, después sé de la existencia de esa "Magia Arcana", pero solo sé que es lo suficientemente poderosa como para que se escape de... La comprensión humana.

Cuando terminé de hablar, Nithael me lanzó una mirada extraña.

<<Mierda, ¿metí la pata en algo?>>

Me viene bien que saques el tema, Ragun. Precisamente iba a explicaros que el método que íbamos a usar para levantar una defensa en Tierra de Partida combinaría la Magia Arcana con el poder de los elementos en sí.

Suspiré aliviado cuando vi que no mencionó que hubiese metido la pata en algo. En cierto sentido, me alegré de haber sacado el tema.

¿Sería la Barrera Elemental de la que nos estuviste hablando? —quiso saber el Maestro Ryota.

El antiguo Maestro lo confirmó asintiendo con la cabeza. Apartó a un lado su comida y se inclinó para empezar a explicarnos un poco mejor aquello.

Repasando el libro, he hallado una forma de levantar una barrera por medio de una vieja fórmula que se basa en círculos mágicos. La idea es crear cinco de ellos, que actuarían en conjunto para formar una red por toda Tierra de Partida. La buena noticia es que no estarían tan a la vista ni tan desprotegidos como las antiguas cadenas —explicaba mientras dibujaba con su dedo los cinco círculos conectados con un cuadrado en el centro que supuse que representaba a Tierra de Partida—. El problema estaba en que, de por sí solos, no tendrían la potencia necesaria para conectarse, de modo que pensé en añadirles “algo” más para reforzar el vínculo. —Dentro de cada círclo, dibujó un símbolo—. Magia elemental.

»Venid conmigo, os lo mostraré.

¿Necesita ayuda, Maestro Nithael? —Le ofrecí tendiéndole mi mano para ayudar a que se levantase.

El hombre caminó con lentitud hasta el círculo mágico que había visto antes. Lo seguí dándome cuenta del saco que había al lado del círculo. Nithael lo recogió y vertió su contenido dentro del círculo rellenando la arena por el anillo externo. Parecía arena normal y corriente sacada de alguna playa, como la de Islas del Destino, aunque el grano parecía bastante más fino.

Me he tomado la libertad de dejar a punto el primero de los círculos, que emplearía la esencia del elemento Tierra. El siguiente paso sería formular el hechizo para activarlo. Llevaría cerca de unos cinco minutos, pero… —El ángel cerró los ojos, agotado—. Si la única complicación del ritual fuese el tiempo, todo sería más sencillo.

Los Sincorazón. —Dijo el líder de Bastión Hueco de súbito haciendo que me girase con un respingo—. Nithael nos comentó que el proceso para activarlo emitiría magia más que suficiente para atraerlos. Quien estuviese concentrándose en el hechizo quedaría expuesto a sus ataques.

¡Y es ahí donde entráis vosotros! —intervino. El Maestro de Tierra de Partida nos señaló—. Los seis os encargaréis de que los Sincorazón no le toquen ni un pelo a Nithael mientras prepara el círculo. Fácil, ¿no? Tan solo tenéis que deshaceros de todos los Sincorazón que vengan a incordiar. —El carraspeo de Ryota me hizo creer por un instante que me estaba defendiendo o algo así—. Ah, sí, rectifico: no de todos.

En realidad, necesitamos un último requisito para que la barrera reconozca a los Sincorazón como intrusos y actúe frente a ellos: la esencia de uno de ellos que posea una fuerza notable —continuó el ángel—. Hay que debilitarlo y dejar que el círculo asimile su esencia. Entonces ya estará terminado del todo.

Sonaba sencillo. Pero dejar a un sincorazón fuerte debilitado, pero no destruirlo no era tan fácil como parecía. Nosotros tendríamos que contenernos, pero en cambio el sincorazón no iba a dejar de atacarnos.

Nithael se colocó frente al círculo y alzó su mano sobre él indicando que iba a empezar.

Empezaremos cuando estéis listos.

Podemos trazar una estrategia entre todos antes de empezar —comenté hacia el resto de aprendices—. Tengo una habilidad que puede atraer a todos los enemigos que haya alrededor, de esa forma no podrían ir a por el Maestro Nithael ni a por vosotros —informé—. Si vais atacando a todos los que vayan a por mí deberíais poder deshaceros de ellos sin problemas. Después, podríamos buscar a ese sincorazón más fuerte e ir debilitándolo lentamente para asegurarnos de que no lo eliminamos, si estamos en continuo movimiento y lo rodeamos no debería correr nadie peligro.

Si estaban de acuerdo, utilizaría el Señuelo para que los sincorazón que aparecieran no molestasen a Nithael en ningún momento. Materialicé mi Llave espada en una mano y en la otra el escudo sincorazón, con el que trataría de bloquear los ataques que me lanzasen los sincorazón una vez apareciesen.

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Ronin y Ryota se alejaron. No parecían muy por la labor de prestarnos ayuda, aunque imaginaba que intervendrían en caso de que el ángel corriese peligro. Supuse que era para vigilar que éramos capaces de hacerlo bien nosotros solos.

<<¡Le demostraré que puedo hacerlo, Maestro!>>


Nithael cerró los ojos y empezó a murmurar algo en baja. Unos segundos después, la arena del anillo empezó a vibrar y algunos pequeños háces de luz de color ocre se desprendieron de la arena.

Pude escuchar como varios portales de oscuridad se abrían, atraídos por el hechizo de Nithael.

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Tres Neosombras y dos Soldados Voladores aparecieron. Los sincorazón clavaron sus ojos en Nithael. No tardó en aparecer un último sincorazón, uno que sin duda era poderoso: Un Defensor. Era una extraña casualidad que tanto él como yo portáramos el mismo escudo.

¡Señuelo! —exclamé tratando de despegar los ojos de los sincorazón del ángel—. ¡Sin piedad!

Tomé un estilo más defensivo que ofensivo, tratando de bloquear los ataques de las criaturas de oscuridad. Si veía que un golpe iba a ser demasiado para mí, lo esquivaría con una Evasión Sombría y saldría con una Explosión Sombría para eliminar a los más débiles y debilitar un poco a aquellos más fuertes. Cuando eliminasemos a los más débiles, intentaría mantener una distancia prudencial con el sincorazón Defensor, sin llegar a atacarlo, esperando que el resto se encargaran de dejarlo moribundo.

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▪ Señuelo [Nivel 5] (HC) Todos los enemigos cercanos centran su atención en aquel que utilice la habilidad, dirigiendo hacia él sus ataques.

▪ Evasión Sombría (HC )[Nivel 7] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Reflejos: 8; Elasticidad 12] El usuario se vuelve uno con el suelo evadiendo así cualquier ataque mágico o físico durante un post. También sirve para meterse por lugares estrechos.

▪ Explosión Sombría (HM)[Nivel 14] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Habilidad Evasión Sombría; Poder Mágico 18] El usuario sale de la Evasión Sombría provocando una potente onda expansiva que daña a los enemigos alrededor pudiendo provocar aturdimiento.


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Sobre el escudo, aún no lo tengo en el inventario, pero lo he comprado y ya lo he pagado y tal. No sé si es válido en ese caso o no, de no serlo me haríais un favor si me lo añadís.
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