Re: [Evento libre] ¡Exámenes finales!
Publicado: Sab May 14, 2016 9:55 pm
Ay. Me llevé un golpe en la frente, pero al menos nos habíamos salvado y con una sola Sota de Tréboles.
—¡Oh Dios qué puntería tengo! —bromeó Nicoxa tras que el hechizo me hubiese dado, si, la verdad es que en eso me había fijado muy bien, ay —. ¿E-estás bien Alec? Lo siento... ¡pero tenía que intentarlo!
—Sí, no hay de qué preocuparse —sonreí intentando que la mujer no se me resbalase de los brazos —. Peores golpes me habré llevado. Creo que aun tengo alguna marca de las quemaduras que me causo un Villano Final en el cuello.
Los siguientes minutos fueron… incómodos, muy incómodos. Conmigo agarrando a Nicoxa en un abrazo, apretados por las zarzas y Malik pudiendo ver como a cada segundo me ponía más rojo. ¡Agh! ¿Por cuánto tiempo iban a tenernos aquí colgando?
Finalmente descendimos directos a las estacas, aunque estas resultaron ser falsas, ya que en el fondo solo había una gran pila de mullidos y suaves cojines. Resoplé aliviado cuando todo pasó, lo último que hubiese querido es que el resto del grupo me viera junto a la mujer de esa forma, porque vaya, estaba todo el mundo allí. El lugar era una caverna larga en la que no podíamos ver el final. Y con una pequeña y desagradable sorpresa recorriéndola: Una bola gigante de piedra.
Se llevó a un aprendiz por delante y el resto salimos corriendo, algunos usaron sus habilidades y tablas deslizantes para salvarse del peligro, pero yo no podía hacer uso de algo así y mis capacidades físicas eran tan pobres que estaba viendo que la roca me iba a alcanzar en algún momento, a mí y a todos los que corrían más lento que yo. Visto eso, no tuve otra opción que pensar algo rápido, era imposible esquivarla por un hueco, pero quizás si le poníamos trabas podíamos hacer que bajara su velocidad e incluso permitirnos destruirla. Estábamos condenados, así que por intentarlo no se perdía nada.
Me giré rápidamente hacia la rodante piedra y separando los brazos, reuní una gran cantidad de energía para levantarlos a la par que frente a los últimos aprendices del grupo, se alzaba un enorme muro de zarzas. Dudaba que pudiese parar la roca, pero al menos serviría para frenarla unos segundos.
—¡Maya! —llamé entonces a la brujita en cuanto la vi —. ¡Necesito que hagas algo como eso! —. Señalé a mi hechizo y después me dirigí al resto de aprendices —. Y cualquiera que sepa hacer algo parecido que lo haga o se prepararé para atacar a la roca. Los obstáculos la frenarán y los ataques podrán destruirla, ¡es la única opción que tenemos para salvarnos todos!
Si nadie me seguía con aquel plan o si incluso fallaba totalmente, no tendría más opciones que rezar porque mi muro me diera suficiente ventaja como para que mis pobres piernas me sacaran de allí.
—¡Oh Dios qué puntería tengo! —bromeó Nicoxa tras que el hechizo me hubiese dado, si, la verdad es que en eso me había fijado muy bien, ay —. ¿E-estás bien Alec? Lo siento... ¡pero tenía que intentarlo!
—Sí, no hay de qué preocuparse —sonreí intentando que la mujer no se me resbalase de los brazos —. Peores golpes me habré llevado. Creo que aun tengo alguna marca de las quemaduras que me causo un Villano Final en el cuello.
Los siguientes minutos fueron… incómodos, muy incómodos. Conmigo agarrando a Nicoxa en un abrazo, apretados por las zarzas y Malik pudiendo ver como a cada segundo me ponía más rojo. ¡Agh! ¿Por cuánto tiempo iban a tenernos aquí colgando?
Finalmente descendimos directos a las estacas, aunque estas resultaron ser falsas, ya que en el fondo solo había una gran pila de mullidos y suaves cojines. Resoplé aliviado cuando todo pasó, lo último que hubiese querido es que el resto del grupo me viera junto a la mujer de esa forma, porque vaya, estaba todo el mundo allí. El lugar era una caverna larga en la que no podíamos ver el final. Y con una pequeña y desagradable sorpresa recorriéndola: Una bola gigante de piedra.
Se llevó a un aprendiz por delante y el resto salimos corriendo, algunos usaron sus habilidades y tablas deslizantes para salvarse del peligro, pero yo no podía hacer uso de algo así y mis capacidades físicas eran tan pobres que estaba viendo que la roca me iba a alcanzar en algún momento, a mí y a todos los que corrían más lento que yo. Visto eso, no tuve otra opción que pensar algo rápido, era imposible esquivarla por un hueco, pero quizás si le poníamos trabas podíamos hacer que bajara su velocidad e incluso permitirnos destruirla. Estábamos condenados, así que por intentarlo no se perdía nada.
Me giré rápidamente hacia la rodante piedra y separando los brazos, reuní una gran cantidad de energía para levantarlos a la par que frente a los últimos aprendices del grupo, se alzaba un enorme muro de zarzas. Dudaba que pudiese parar la roca, pero al menos serviría para frenarla unos segundos.
—¡Maya! —llamé entonces a la brujita en cuanto la vi —. ¡Necesito que hagas algo como eso! —. Señalé a mi hechizo y después me dirigí al resto de aprendices —. Y cualquiera que sepa hacer algo parecido que lo haga o se prepararé para atacar a la roca. Los obstáculos la frenarán y los ataques podrán destruirla, ¡es la única opción que tenemos para salvarnos todos!
Si nadie me seguía con aquel plan o si incluso fallaba totalmente, no tendría más opciones que rezar porque mi muro me diera suficiente ventaja como para que mis pobres piernas me sacaran de allí.
Spoiler: Mostrar