Re: [Islas del Destino] Todo ha cambiado
Publicado: Lun Sep 24, 2012 8:32 pm
Me senté en el puerto, justo en el mismo lugar de antes. Se estaba especialmente cómodo allí. Desaté mis botas y las dejé a un lado para tener los pies liberados y poder sumergirlos en el agua. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al contacto con el helado líquido.
Silvercat, Redcat, Purplecat… Los tres tenían nombres de colores poniendo “cat” tras él. ¿Eran de algún grupo de fanáticos? Parecían interesados en mí, eso era más que obvio y por tanto eran peligrosos. No podía tranquilizarme, aún menos bajar la guaria.
Pero había algo que me preocupaba… Purplecat, algo había pasado. Sus palabras, su forma de actuar, de mirarme… Él estaba bastante herido, además estaba asustado y muy pálido en cambio yo… No había sufrido el más mínimo daño.
Las manchas negras en mi cuerpo… Tampoco sabía lo que eran y otra cosa más y que no entendía era, ¿cómo habíamos llegado hasta allí arriba si estábamos en la ciudad?
Eran demasiadas dudas, demasiadas preguntas y como no, todas sin respuestas.
Mi memoria no se había recuperado a penas. Sabía de sobra que había vivido o al menos estado en Tierra de Partida, seguramente como aprendiz ya que a pesar de que no lo sabía ya tenía mi llave espada desde mucho antes, posiblemente de antes de haber perdido la memoria. El nombre de aquellos tres me era familiar y… ¿Cómo se llamaba la otra persona? ¿Blackcat? También habían mencionado ese nombre… Y me era muy familiar, al igual que todos los demás… Era todo tan complicado… ¿No podían simplemente decirme todo?
¿Por qué no me decían ya quien era? ¿Quien se supone que era?
―¿Qué piensas jefe? ―me preguntó Nyx de golpe al darse cuenta de lo silencioso que estaba, aunque parecía en realidad más atento en encontrar algo en el aire ya que estaba oteándolo con bastante ímpetu.
―No es nada, simplemente estaba meditando algunas cosas ―respondí solamente― ¿Y tú? Parece que buscas algo.
El lobo miró hacia la pequeña isla que se veía como una mancha lejana flotando en medio del mar.
―Huele como aquella chica, Nadhia ―comentó―. Parece como si estuviese en esa isla.
Me levanté e intenté ver mejor los detalles que se percibían a simple vista.
―¿Qué? No tiene sentido que ella viniese a este mundo. ¿Estás seguro? ―dudé un momento del animal, aunque pensándolo bien, él tenía un buen olfato y muy buen instinto.
Pensé un poco que tal vez Nyx tenía razón. Los lobos eran muy buenos rastreadores, al igual que los perros.
―¿Quién está con ella? ¿Algún maestro? ―Pregunté viendo que la mayor posibilidad existente es que estuviese cumpliendo alguna misión con algún Maestro de Tierra de Partida o algún otro Aprendiz.
―No, no huele a que haya alguna otra persona ―negó Nyx. ¿Debería ir? Tenía mucha curiosidad por ver que la había guiado a aquel mundo. Simplemente la vería desde la distancia, sin que ella me pudiese ver. Sería lo mejor.
Invoqué mi llave espada y la lancé hacia el cielo, donde mutó para transformarse nuevamente en una tabla de Windsurf con una pequeña cápsula que la seguía donde se metió rápidamente Nyx. Salté sobre el vehículo y fui rumbo a aquel islote flotando sobre las olas.
Silvercat, Redcat, Purplecat… Los tres tenían nombres de colores poniendo “cat” tras él. ¿Eran de algún grupo de fanáticos? Parecían interesados en mí, eso era más que obvio y por tanto eran peligrosos. No podía tranquilizarme, aún menos bajar la guaria.
Pero había algo que me preocupaba… Purplecat, algo había pasado. Sus palabras, su forma de actuar, de mirarme… Él estaba bastante herido, además estaba asustado y muy pálido en cambio yo… No había sufrido el más mínimo daño.
Las manchas negras en mi cuerpo… Tampoco sabía lo que eran y otra cosa más y que no entendía era, ¿cómo habíamos llegado hasta allí arriba si estábamos en la ciudad?
Eran demasiadas dudas, demasiadas preguntas y como no, todas sin respuestas.
Mi memoria no se había recuperado a penas. Sabía de sobra que había vivido o al menos estado en Tierra de Partida, seguramente como aprendiz ya que a pesar de que no lo sabía ya tenía mi llave espada desde mucho antes, posiblemente de antes de haber perdido la memoria. El nombre de aquellos tres me era familiar y… ¿Cómo se llamaba la otra persona? ¿Blackcat? También habían mencionado ese nombre… Y me era muy familiar, al igual que todos los demás… Era todo tan complicado… ¿No podían simplemente decirme todo?
¿Por qué no me decían ya quien era? ¿Quien se supone que era?
―¿Qué piensas jefe? ―me preguntó Nyx de golpe al darse cuenta de lo silencioso que estaba, aunque parecía en realidad más atento en encontrar algo en el aire ya que estaba oteándolo con bastante ímpetu.
―No es nada, simplemente estaba meditando algunas cosas ―respondí solamente― ¿Y tú? Parece que buscas algo.
El lobo miró hacia la pequeña isla que se veía como una mancha lejana flotando en medio del mar.
―Huele como aquella chica, Nadhia ―comentó―. Parece como si estuviese en esa isla.
Me levanté e intenté ver mejor los detalles que se percibían a simple vista.
―¿Qué? No tiene sentido que ella viniese a este mundo. ¿Estás seguro? ―dudé un momento del animal, aunque pensándolo bien, él tenía un buen olfato y muy buen instinto.
Pensé un poco que tal vez Nyx tenía razón. Los lobos eran muy buenos rastreadores, al igual que los perros.
―¿Quién está con ella? ¿Algún maestro? ―Pregunté viendo que la mayor posibilidad existente es que estuviese cumpliendo alguna misión con algún Maestro de Tierra de Partida o algún otro Aprendiz.
―No, no huele a que haya alguna otra persona ―negó Nyx. ¿Debería ir? Tenía mucha curiosidad por ver que la había guiado a aquel mundo. Simplemente la vería desde la distancia, sin que ella me pudiese ver. Sería lo mejor.
Invoqué mi llave espada y la lancé hacia el cielo, donde mutó para transformarse nuevamente en una tabla de Windsurf con una pequeña cápsula que la seguía donde se metió rápidamente Nyx. Salté sobre el vehículo y fui rumbo a aquel islote flotando sobre las olas.