[Monstruo] Dulces olores

[Sombra]

─¿Y tú quién eres?─me preguntó con tono desinteresado, como si mi mera existencia no fuese algo digno de siquiera notar─. Curioso... una fuerte oscuridad emana de ti... y esa llave espada...─continuó hablando con tono dejado y un tanto somnoliento. No pude evitar pensar en el Maestro Kazuki en aquel instante.

>La oscuridad es una aliada muy útil... Tanto para probar como para experimentar.

Observé al desconocido en silencio y alcé una ceja.

─¿Y qué si lo es? ─contesté con un tono indiferente, ignorando aquel aura que parecía poner en tensión a todo el mundo─. Y no has contestado a mi pregunta. Responde si no quieres acabar muy mal.

Me coloqué en posición de ataque, pero sin llegar a saltar contra aquel desconocido.

[Saxor]

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Ante tal amenaza, el hombre de la bata no cambió su expresión un ápice. Seguía mirando el arma de Ragun, mientras Xayim se irritaba cada vez más. Finalmente, al minuto de silencio, una sonrisa le invadió su rostro... Una sádica sonrisa.

─Me caes bien, chico. No te he dicho mi nombre, ¿cierto? Soy el Doctor Hyde.─ Comentó. ¿No había dicho su nombre hacía nada? De todas formas, al final contestó a la pregunta del chico de la bufanda.─ Sí, he sido yo... Pero no es lo único que puedo hacer. ¿Te gustaría participar en uno de mis experimentos? Tranquilo, no te va a doler... a ti.

El científico paró de girar el tornillo, para...¿pulsarlo? Ni Xayim ni Ragun tuvieron tiempo a reaccionar a lo que les avecinaba... Ya que no pudieron moverse. El hombre rió por primera vez. Parecía disfrutar con ello, y eso a Xayim le llenaba de ira. ¿Cómo podía ser inmovilizado de aquella manera?

─ ¿Sabes lo que tienes en tus manos? Si no, ahora te haré una demostración, amigo mío.─ Dijo, riendo. Xayim no paraba de oír chillidos en su cabeza, mientras su cuerpo se empezó a mover cual títere. El chico se levantó la camisa, para mostrar el símbolo de su pecho, el de los sincorazón, sin libertad de opción. Xayim no dejaba de tener una gran estupefacción de lo que le ocurría. Mientras tanto, Ragun también empezó a moverse. Se acercó sin libertad de elegir a Xayim, para, sin miramiento alguno, clavarle en el pecho su llave espada.

... Pero no sintió dolor. Ni siquiera salió sangre del cuerpo de Saxor. La llave espada le atravesó limpiamente, dejando alrededor suya una extraña masa de oscuridad. A Saxor le había pasado antes, cuando Xayim le clavó su propia llave espada. Sin embargo, aquello era distinto. Xayim, casi instantáneamente, había sufrido una sensación de éxtasis por todo el cuerpo. Tardó unos diez segundos en sentir cómo la oscuridad explotaba en su interior. Todo el cuerpo le dolía, pero sobre todo el pecho. Xayim estaba boquiabierto, mientras sentía como volvía a poseer el control. El científico loco había dejado de controlarlos, y Ragun ya podría ser capaz de extraer su arma.

*crac*

Y, entonces, su llave espada crujió, junto con el final del dolor. A la cadena del reino le acababan de salir unas extrañas grietas, por las que salía una oscura niebla. Y, a cada segundo que pasaba, la llave espada se agrietaba más y más...

─Aquí tenéis mi regalo de despedida. Me alegrará volver a veros pronto... Os estaré vigilando.

─ ¡Ah, no, tú no te largas de rositas!─ Y, sin decir ninguna otra cosa, le lanzó una Flama Tenebrosa... O eso creía él. El doctor generó una barrera, pero lo más sorprendente es que la Flama Tenebrosa explotó. ¿Desde cuándo podía hacer eso? Entonces, un portal de oscuridad apareció a espaldas del extraño hombre.

─ Parece que el experimento va bien... Ya no tengo nada más que hacer aquí.─ El hombre volvió a su perezosa cara, tras lo que se volvió hacia el portal, para desaparecer junto al portal. <<¿Quién coño era ese tío?>>

[Sombra]

Pasó un minuto, un minuto de silencio donde ninguno se movió ni dijo nada. El hombre de la bata se quedó ahí, contemplando mi arma con interés. Fue incómodo, mucho. Pero no quería perder mi postura de guardia, en caso de que intentase algo.

─Me caes bien, chico. No te he dicho mi nombre, ¿cierto? Soy el Doctor Hyde.─

─¿No te llamabas Damon Frankenstein? ─recordé.

Ignorando mi pregunta, se volvió hacia mí para contestar a lo que le había preguntado antes.

─Sí, he sido yo... Pero no es lo único que puedo hacer. ¿Te gustaría participar en uno de mis experimentos? Tranquilo, no te va a doler... a ti.

Aquel loco dejó de hacer girar su tornillo y lo presionó. ¿No debería estar muerto por hacer aquello? Fue entonces cuando me di cuenta demasiado tarde de que me era imposible moverme. El Doctor empezó a reír. Desconocía si era una burla o algo más, pero no dije nada.

Intenté moverme, pero era como si todo mi cuerpo fuera de piedra y no reaccionase ni lo más mínimo. Era frustrante, insultante.

─Te... mataré... ─salió de mi boca con mucho esfuerzo. Al menos podía mover un poco mi boca y cuerdas vocales para decir algo.

─ ¿Sabes lo que tienes en tus manos? Si no, ahora te haré una demostración, amigo mío ─fruncí el ceño (o eso intenté) extrañado. ¿Qué es lo que conocía de mi llave espada?

Sabía que no era como las demás. La mía no tenía llavero en primer lugar y según tenía entendido se había forjado mucho tiempo atrás al haber hecho algo que de lo que no había información pues era un tabú, magia demasiado prohibida como para permitir que alguien supiese como crearla.

Desde que se creó había pasado de mano en mano, entre gente que al final siempre tenía el mismo final. Consumidos por la Oscuridad.

¿Acaso la Llave Espada Oscura poseía algún tipo de característica especial?

Saxor empezó a moverse de una forma un tanto innatural. Comprendí que su cuerpo estaba siendo controlado por Damon Frankenstein. El joven levantó su camisa mostrando su pecho, que lucía orgulloso un emblema que ya conocía muy bien; el de los sincorazón.

¿Era un simple tatuaje? ¿Una marca que tenía por algún motivo personal? Aquello era de mi desconocimiento.

Antes de que me diese cuenta, mi cuerpo también empezó a moverse. No pude hacer nada para impedirlo.

No...

Agarré mi arma con ambas manos y me eché un paso hacia atrás para coger impulso. La espada atravesó limpiamente el cuerpo de Saxor. Pero fue extraño.

No había sangre recorriendo el oscuro filo, ni había sentido la sensación de la carne al ser desgarrada, como había ocurrido con el inocente con el que había tenido que acabar para evitar la resurrección de Gárland.

Una masa de oscuridad empezó a rodear en forma de aura el cuerpo del joven.

Mi cuerpo, porfín pudo volver a reaccionar. Retiré la llave espada del pecho del joven. No había herida en su cuerpo, más bien era como si...

Como si algo hubiese cambiado. Su energía de oscuridad parecía alterada, mucho. No podía explicar que pasaba, pero estaba claro que la Llave Espada Oscura había tenido algo que ver en aquello.

*crac*

Aquel sonido hizo que mirase mi llave espada. Recordé mi Cadena del Reino cambiando, pero no era la mía.

Era la de Saxor.

Numerosas grietas habían aparecido y se iban extendiendo cada vez más.

─Aquí tenéis mi regalo de despedida. Me alegrará volver a veros pronto... Os estaré vigilando.

─ ¡Ah, no, tú no te largas de rositas! ─negó mi compañero lanzando una Flama Tenebrosa. Pero el Doctor parecía haber previsto eso, generando una barrera que deshizo por completo aquella magia mediante una explosión. Un portal de oscuridad se generó tras él.

─ Parece que el experimento va bien... Ya no tengo nada más que hacer aquí.

...Y se fue dejándonos solos.

─¿Estás bien? ─le pregunté─. No te preocupes por tu llave espada, creo que se debe a que está cambiando. Aunque...

>>¿Fue mi culpa?

Miré el filo de mi arma en silencio.

─De todas formas, no hacemos nada aquí parados. Completemos esta misión.

[Saxor]

Más grietas iban apareciendo. Xayim miraba su arma, extrañado. ¿Qué diantres le había hecho? Si el arma de Ragun era capaz de hacer eso... Ni siquiera sabía qué efectos había tenido en él. Aunque... Se sentía más poderoso.

─¿Estás bien? ─preguntó a Xayim. Este no respondió, ya que seguía sopesando los efectos sobre su cuerpo... y sobre su arma─. No te preocupes por tu llave espada, creo que se debe a que está cambiando. Aunque...

>>¿Fue mi culpa?

¿Así que su llave espada estaba cambiando? Entonces, mirando en los recuerdos de Saxor, pudo ver que a Ragun le pasó exactamente lo mismo. Mientras Ragun miraba su arma, Xayim miraba la suya. En ese momento, la Cadena del Reino era completamente negra, y las grietas seguían creciendo.

─De todas formas, no hacemos nada aquí parados. Completemos esta misión.─ Dijo su compañero. Xayim, al oír esto, se levantó.

─ Sí...─ En mitad de la respuesta, se dió cuenta de que su voz era la de Xayim, no de Saxor. Para disimular el cambio de voz (sin saber si se había dado cuenta), se aclaró la garganta─Sí, vamos. Quiero irme de este apestoso lugar.─ Y, tras ello, empezó a andar.

Al rato, las grietas llegaron hasta la punta, ocasionando que la llave espada se rompiera en cientos de pedazos minúsculos. Sin embargo, a diferencia de Ragun, no fue una llave espada nueva lo que en su interior se encontraba, sino una especie de líquido negro, que cayó al suelo.

─ ¿Qué...?─ Dijo, sorprendido, al ver como esa oscura masa se desintegraba en el suelo. ¿Había perdido su llave espada? No, se resignó a creerlo. Intentó invocar su llave espada, y... Funcionó, pero de una forma un tanto extraña. Sombras solidificadas empezaron a salir del suelo, generando un vórtice en su mano al juntarse. Empezaron a tomar, rápidamente la forma de la nueva llave espada de Xayim... y el símbolo que se repetía en ella dejaba más claro si era posible el estatus de Xayim.

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─ Je, me gusta.─ Comentó, aliviado. Sin embargo, no quitaba el hecho de que aquello había sido por culpa de ese Doctor, y eso le irritaba. Algún día le encontraría, y le mataría... Antes de que pudiera pensar en nada más, el sonido de una armadura moviéndose sonó a través del pasillo de carne. ¡Estaban cerca del Soldado grande!─ Vamos, esta vez no se nos va a escapar.─ Dijo, mientras se ponía a correr.

[Sombra]

─Sí...─ se puso en pie, no hice mucho caso a su cambio de voz─.Sí, vamos. Quiero irme de este apestoso lugar.

Saxor se adelantó caminando en el frente. Fue entonces, cuando su llave espada estalló en minúsculos cristales brillantes los cuales se mezclaron con un líquido negro que cubrió el suelo antes de desintegrarse

─ ¿Qué...?

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─ Je, me gusta.

─Es bonita ─asentí.

Tenía un diseño peculiar. El mango eran un par de alas negras y rojas similares a las de un murciélago, también tenía el emblema de los sincorazón un total de tres veces a lo largo del arma, sin contar el del llavero.

─Vamos, esta vez no se nos va a escapar.

Saxor empezó a correr en ese mismo momento. Suspiré un momento antes de seguirle de cerca corriendo también.

El problema era que encontrar a aquel sincorazón iba a ser demasiado difícil. Por algún motivo no nos atacaba, sino que había cogido la caja y había huído. ¿Debería reportar aquel comportamiento extraño al Maestro Ryota? Normalmente no parecían seguir estrategia alguna, pero poco a poco empezaba a pensar que tal vez nos estuviese arrastrando a una emboscada.

Era una posibilidad, al menos.

[Saxor]

Xayim empezó a correr, lo más rápido que pudo, a través de las entrañas de la ballena gigante. Xayim quería acabar con aquella asquerosa misión cuanto antes, y nada le iba a impedir llegar hasta ese sincorazón. Quería llegar a su casa con la recompensa y no volver a tener que entrar en ese mamífero espacial. Al final, llegaron a una... ¿sala? más grande. El él, el Soldado gigante había dejado la caja en el suelo, y se estaba retorciendo como todos los Soldados. Sin embargo, antes de dar un paso, muchas orbes oscuras aparecieron, dejando libres a varios soldados más pequeños de lo normal, y de color verde.

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x10

─ Maldita sea, cómo les gusta burlarse de nosotros...─ Comentó, mientras veía a todos esos soldados verdes corretear de un lado para otro a toda pastilla. Así cualquiera apuntaba...

[Astro]

Misión cerrada por las reformas de misiones y por abandono de los usuarios.

Un saludo~