Re: [Bastión Hueco] Una noche de terror
Publicado: Lun Dic 30, 2013 6:15 pm
Luz…Oscuridad…¿Qué era aquella sensación de paz?
Solamente recordaba haberme puesto en pié gracias a la acción de la oscuridad, la cual actuaba con libertad en aquellos instantes. Ahora no era capaz de ver demasiado, sabía que seguía en aquel lugar de Bastión Hueco y que estaba vivo. ¿Necesitaba más?
Quiero… Quiero que detengas esto.
¿Aún eres capaz de aguantar consciente?
Sí… Y detén esto.
¿Para que quieres que haga eso? Además… aún estás gravemente herido Saito, no te conviene volver por ahora.
¿No te das cuenta de que no me he ido? ¿De que sigo aquí?
¿De verdad? Intenta estar atento, por una vez al menos.
—S-saito, cuidado… T-todavía quedan dos…
Aquella voz… ¿Era la voz de Yukiko?—intenté levantar levemente la cabeza, pero no podía, apenas sabía cómo seguía estando consciente.
Bueno es hora de acabar con esos dos Sincorazón para pasar a la atracción principal.
No voy a dejarte andar a tus anchas…
¿Ni siquiera por Louise?
¿Qué?...
Si no hubiese desplegado ese poder, no tendrías ninguna oportunidad de volverla a ver… Quizá deberías tener más confianza en mí.
Claro, ¿Y volverme loco a las primeras de cambio? No, gracias.
Ring…
¿Qué estás haciendo ya?
Aún nada.
Ring…Ring…
Aquel sonido me resultaba extrañamente familiar y tranquilizador… ¿Pero a qué se debía? ¿De dónde provenía? Intenté levantar la vista para buscar al causante de aquello, ¿Sería de algún objeto que llevaba Saeko o Yukiko? Entonces recordé que era bastante complicado que fuese de alguna de ellas, pues no había visto que llevasen ningún objeto con el que hacer aquel ruido.
Ring…Ring…Ring…
Deja de buscar donde no debes.
¿Cómo?...
Lo que oyes. Buscas en el lugar equivocado… el sonido que oyes no proviene de ningún lugar en el que te puedas fijar así como así.
¿Y qué sabes tú de ese sonido que yo no sepa?...
No demasiado. Solo que se encuentra en tu interior, y que puede significar cualquier cosa… desde nada, un aviso, o un recuerdo incluso.
¿Cómo puedo saber que no me engañas?...
No tengo porque hacerlo.
Y tú… ¿Podrías mandarme a buscar el origen de ese sonido?
Claro, pero no te puedo asegurar que vuelvas.
Sabía que no debía hacerlo, que era la peor opción por escoger… ¿Pero qué podía hacer? Había muchas cosas en juego, entre ellas quizá, cosas que no fuese capaz de recordar. O incluso una pista del paradero de Louise… No quería quedarme de brazos cruzados.
Simplemente mándame allí, yo me encargaré de volver.
Entonces simplemente cierra los ojos, y libera tu mente… e intenta localizar a lo que sea que haga ese sonido.
Entendido… Allá voy.
Y cerré los ojos completamente, olvidándome de la voz, de Yukiko y de Saeko las cuales seguramente estarían preocupadas por mí… quería que todo quedase en silencio, todo lo que me impedía concentrarme en aquello…
Ring…Ring…
Y los volví a abrir. No sabía describir donde estaba… era un lugar tan extraño que no podía describirlo. Me encontraba en un amplio pasillo que daba a una escalera de caracol cuyos peldaños iban combinándose entre rojos y negros y aunque había luz, no había antorchas por ningún lugar.
—¿Qué diablos es esto?... —dije en un susurro que parecía quebrantar el silencio que reinaba en aquel lugar.
Ring…Ring…Ring…Ring…
Aquel sonido parecía provenir de un cascabel o algo similar… pero parecía venir de un lugar muy alejado aún. Empecé a subir las escaleras, intentando quedarme con algunos detalles como la escasez de ventanas, las cuales aún no había vislumbrado ninguna y eso dificultaba saber como era posible que hubiese luz en aquél lugar... Decidí entonces acelerar el paso, para llegar cuanto antes al final de aquella escalera.
Pero antes de llegar una voz volvió a hablar dentro de mi cabeza, pero era diferente de aquella oscura voz… esta era, sin duda, una voz diferente.
¿Qué haces aquí? ¿Vienes a buscar lo perdido quizá? ¿O simplemente buscas algo sin saber el qué?...
Coloqué una mano sobre mi cabeza y me di cuenta de que me encontraba arrodillado, y casi al final de la escalera.
—No me detendré por esto…—me levanté y subí el último peldaño que quedaba.
Con aquella acción llegué a una puerta de un color dorado abierta, la cual daba acceso seguro a otra instancia diferente.
—Así que buscar lo perdido ¿eh?—no pude evitar esbozar una sonrisa— Ahora sí que no pienso marcharme por las buenas.
Y dicho esto, avancé sin rumbo hacía lo que fuese que me esperaba
***
¿Realmente piensa ser capaz de volver?
Ante aquello, no pude evitar esbozar una sonrisa. Confiaba en que Saito sería capaz de volver de cualquier lugar, pero no confiaba en lo que había ido a buscar. ¿Qué diantres sería? Si no volvía quizá me aburriría bastante, por ello confiaba en que lo hiciese.
Aunque ahora tengo juguetes con los que podría divertirme un rato…
Decidí hacer que saliese una parte de mi oscuridad, ya que me encontraba con energías de hacerlo. La prueba de ello era que había sido capaz de liberar ambos brazos oscuros y derrotar a aquel primer Sincorazón sin esfuerzo alguno. Aunque como había dicho Yukiko aún quedaban dos.
Aquella chica Yukiko, me había intrigado desde un principio, y me serviría como calentamiento juntamente con Saeko y Gengar, sabía que sería un espléndido combate. Chasqueé los dedos y pude notar como aquella oscuridad empezaba a emerger hacia el exterior, naturalmente tenía que hacerlo con moderación, pues si aquellos Maestros de Bastión Hueco lo notaban seguramente me encontraría en problemas.
Antes de decir nada, me hice con el control del monstruo y destrocé por completo al primer Sincorazón con escudo, realmente resultó fácil ya que Saito lo había dejado bastante tocado. El segundo fue algo más complicado, pero aún así demasiado fácil y aburrido. Empecé a golpear aquel escudo con cabeza una vez y otra vez, y otra… hasta que el escudo se rompió en pedazos.
Pude observar como aquellos ojos amarillentos sentían terror y sin pensármelo terminé con su vida.
—Bueno…—dije girándome hacía ellas una vez que ambos corazónes de aquellos monstruos hubiesen ascendido a los cielos— ¿Qué os parece si combatimos? Realmente necesito algo con lo que entretenerme, y por ahora sois lo único que me vale… —Miré a Yukiko y esbocé una sonrisa algo cínica. — Realmente no es una pregunta, combatiréis queráis o no.
Cuando terminé de hablar pude ver como todos estaban bastante alejados, y en posición de defensa… por lo que mi ataque seguramente sería fácilmente interceptado, aún así quería ver de que eran capaces empecé a acercarme y entonces pillé un retazo de conversación entre Saeko y la extraña Yukiko.
—Bien, pues yo sugiero esperar a que esa cosa realice el primer movimiento…
¿Con qué eso queremos eh Saeko? Entonces te daré lo que quieres, un primer movimiento.
Sin acabar de escuchar el resto de la frase pegaría un chirrido bastante metálico y sin más dilación, atacaría a Saeko con mi brazo izquierdo para ver si era capaz de bloquear aquello al menos.
Si Saeko intentaba protegerse con su Llave Espada y su otra arma me encargaría de pegarle un puñetazo a la altura del estómago con mi otro brazo libre.
—Aquí tienes su primer movimiento —diría sonriendo levemente.
Solamente recordaba haberme puesto en pié gracias a la acción de la oscuridad, la cual actuaba con libertad en aquellos instantes. Ahora no era capaz de ver demasiado, sabía que seguía en aquel lugar de Bastión Hueco y que estaba vivo. ¿Necesitaba más?
Quiero… Quiero que detengas esto.
¿Aún eres capaz de aguantar consciente?
Sí… Y detén esto.
¿Para que quieres que haga eso? Además… aún estás gravemente herido Saito, no te conviene volver por ahora.
¿No te das cuenta de que no me he ido? ¿De que sigo aquí?
¿De verdad? Intenta estar atento, por una vez al menos.
—S-saito, cuidado… T-todavía quedan dos…
Aquella voz… ¿Era la voz de Yukiko?—intenté levantar levemente la cabeza, pero no podía, apenas sabía cómo seguía estando consciente.
Bueno es hora de acabar con esos dos Sincorazón para pasar a la atracción principal.
No voy a dejarte andar a tus anchas…
¿Ni siquiera por Louise?
¿Qué?...
Si no hubiese desplegado ese poder, no tendrías ninguna oportunidad de volverla a ver… Quizá deberías tener más confianza en mí.
Claro, ¿Y volverme loco a las primeras de cambio? No, gracias.
Ring…
¿Qué estás haciendo ya?
Aún nada.
Ring…Ring…
Aquel sonido me resultaba extrañamente familiar y tranquilizador… ¿Pero a qué se debía? ¿De dónde provenía? Intenté levantar la vista para buscar al causante de aquello, ¿Sería de algún objeto que llevaba Saeko o Yukiko? Entonces recordé que era bastante complicado que fuese de alguna de ellas, pues no había visto que llevasen ningún objeto con el que hacer aquel ruido.
Ring…Ring…Ring…
Deja de buscar donde no debes.
¿Cómo?...
Lo que oyes. Buscas en el lugar equivocado… el sonido que oyes no proviene de ningún lugar en el que te puedas fijar así como así.
¿Y qué sabes tú de ese sonido que yo no sepa?...
No demasiado. Solo que se encuentra en tu interior, y que puede significar cualquier cosa… desde nada, un aviso, o un recuerdo incluso.
¿Cómo puedo saber que no me engañas?...
No tengo porque hacerlo.
Y tú… ¿Podrías mandarme a buscar el origen de ese sonido?
Claro, pero no te puedo asegurar que vuelvas.
Sabía que no debía hacerlo, que era la peor opción por escoger… ¿Pero qué podía hacer? Había muchas cosas en juego, entre ellas quizá, cosas que no fuese capaz de recordar. O incluso una pista del paradero de Louise… No quería quedarme de brazos cruzados.
Simplemente mándame allí, yo me encargaré de volver.
Entonces simplemente cierra los ojos, y libera tu mente… e intenta localizar a lo que sea que haga ese sonido.
Entendido… Allá voy.
Y cerré los ojos completamente, olvidándome de la voz, de Yukiko y de Saeko las cuales seguramente estarían preocupadas por mí… quería que todo quedase en silencio, todo lo que me impedía concentrarme en aquello…
Ring…Ring…
Y los volví a abrir. No sabía describir donde estaba… era un lugar tan extraño que no podía describirlo. Me encontraba en un amplio pasillo que daba a una escalera de caracol cuyos peldaños iban combinándose entre rojos y negros y aunque había luz, no había antorchas por ningún lugar.
—¿Qué diablos es esto?... —dije en un susurro que parecía quebrantar el silencio que reinaba en aquel lugar.
Ring…Ring…Ring…Ring…
Aquel sonido parecía provenir de un cascabel o algo similar… pero parecía venir de un lugar muy alejado aún. Empecé a subir las escaleras, intentando quedarme con algunos detalles como la escasez de ventanas, las cuales aún no había vislumbrado ninguna y eso dificultaba saber como era posible que hubiese luz en aquél lugar... Decidí entonces acelerar el paso, para llegar cuanto antes al final de aquella escalera.
Pero antes de llegar una voz volvió a hablar dentro de mi cabeza, pero era diferente de aquella oscura voz… esta era, sin duda, una voz diferente.
¿Qué haces aquí? ¿Vienes a buscar lo perdido quizá? ¿O simplemente buscas algo sin saber el qué?...
Coloqué una mano sobre mi cabeza y me di cuenta de que me encontraba arrodillado, y casi al final de la escalera.
—No me detendré por esto…—me levanté y subí el último peldaño que quedaba.
Con aquella acción llegué a una puerta de un color dorado abierta, la cual daba acceso seguro a otra instancia diferente.
—Así que buscar lo perdido ¿eh?—no pude evitar esbozar una sonrisa— Ahora sí que no pienso marcharme por las buenas.
Y dicho esto, avancé sin rumbo hacía lo que fuese que me esperaba
***
¿Realmente piensa ser capaz de volver?
Ante aquello, no pude evitar esbozar una sonrisa. Confiaba en que Saito sería capaz de volver de cualquier lugar, pero no confiaba en lo que había ido a buscar. ¿Qué diantres sería? Si no volvía quizá me aburriría bastante, por ello confiaba en que lo hiciese.
Aunque ahora tengo juguetes con los que podría divertirme un rato…
Decidí hacer que saliese una parte de mi oscuridad, ya que me encontraba con energías de hacerlo. La prueba de ello era que había sido capaz de liberar ambos brazos oscuros y derrotar a aquel primer Sincorazón sin esfuerzo alguno. Aunque como había dicho Yukiko aún quedaban dos.
Aquella chica Yukiko, me había intrigado desde un principio, y me serviría como calentamiento juntamente con Saeko y Gengar, sabía que sería un espléndido combate. Chasqueé los dedos y pude notar como aquella oscuridad empezaba a emerger hacia el exterior, naturalmente tenía que hacerlo con moderación, pues si aquellos Maestros de Bastión Hueco lo notaban seguramente me encontraría en problemas.
Spoiler: Mostrar
Antes de decir nada, me hice con el control del monstruo y destrocé por completo al primer Sincorazón con escudo, realmente resultó fácil ya que Saito lo había dejado bastante tocado. El segundo fue algo más complicado, pero aún así demasiado fácil y aburrido. Empecé a golpear aquel escudo con cabeza una vez y otra vez, y otra… hasta que el escudo se rompió en pedazos.
Pude observar como aquellos ojos amarillentos sentían terror y sin pensármelo terminé con su vida.
—Bueno…—dije girándome hacía ellas una vez que ambos corazónes de aquellos monstruos hubiesen ascendido a los cielos— ¿Qué os parece si combatimos? Realmente necesito algo con lo que entretenerme, y por ahora sois lo único que me vale… —Miré a Yukiko y esbocé una sonrisa algo cínica. — Realmente no es una pregunta, combatiréis queráis o no.
Cuando terminé de hablar pude ver como todos estaban bastante alejados, y en posición de defensa… por lo que mi ataque seguramente sería fácilmente interceptado, aún así quería ver de que eran capaces empecé a acercarme y entonces pillé un retazo de conversación entre Saeko y la extraña Yukiko.
—Bien, pues yo sugiero esperar a que esa cosa realice el primer movimiento…
¿Con qué eso queremos eh Saeko? Entonces te daré lo que quieres, un primer movimiento.
Sin acabar de escuchar el resto de la frase pegaría un chirrido bastante metálico y sin más dilación, atacaría a Saeko con mi brazo izquierdo para ver si era capaz de bloquear aquello al menos.
Si Saeko intentaba protegerse con su Llave Espada y su otra arma me encargaría de pegarle un puñetazo a la altura del estómago con mi otro brazo libre.
—Aquí tienes su primer movimiento —diría sonriendo levemente.
Spoiler: Mostrar