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[Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Sab Ene 03, 2015 11:29 pm
por 15nuxalxv
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Cronología:
Jeanne:
Trama: ¡Bibidi Babidi Bu! > Encuentro: Secretos Encuadernados > Misión: Para-Zumbidos
Neru:
Trama: 626 > Encuentro: secretos Encuadernados > Trama: Las 7 maravillas


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Formar parte de la Orden de los Caballeros de la Llave-Espada había supuesto muchos cambios en la vida de Jeanne. Sólo había que comparar Port Royal, su antiguo hogar, con Tierra de Partida. El primero, donde había vivido durante dieciocho años, era un lugar sombrío y atestado de hambruna, pobreza y delincuencia. Sin embargo, el otro era un lugar sosegado y luminoso, donde siempre se hallaba lugares apacibles (la sombra de un árbol, el lago…) y buena comida. Hasta que entró por primera vez en la cafetería, Jeanne jamás hubiera adivinado que su estómago pudiera llenarse tanto.

Uno de aquellos cambios, y el más notorio a su parecer, eran las clases teóricas. La morena acudía a ellas con entusiasmo y ganas de aprender (incluso utilizaba su cuaderno carmín para tomar apuntes), pero mentiría si dijese que comprendía más de la mitad. Acababa de llegar, se decía. Los demás aprendices tampoco parecen enterarse de la explicación completa, se decía. Era totalmente normal que la chica andara un poco perdida.

Aún así, la frustración iba creciendo progresivamente, por lo que tomó una decisión: en todos los ratos libres posibles, iría a la biblioteca a comenzar a crearse una buena base. Al principio se limitó a las clases, pero no pudo evitar hojear todos los campos a su alcance: Matemáticas, Biología, Gramática, Astronomía… Jeanne jamás había visto en su vida tantos libros en una misma habitación (concretamente, en su antigua casa sólo había tres libros, ya una rareza), y sentía que le llamaban, esperando a ser abiertos para mostrar el mundo que componían sus páginas. Era hasta… poético.

Así, un día, después de tomar una de las satisfactorias y deliciosas cenas del cocinero Higashizawa, la Aprendiza decidió pasarse un rato por aquel refugio para la erudición. Aquella mañana, el Maestro Kazuki (un hombre despistado cuyas explicaciones sólo eran entendidas por él mismo) les había impartido una clase de Magia Teórica orientada a las afinidades, y tras darle vueltas al tema durante toda la tarde, había decidido buscar un libro que lo explicara y, en caso de ser posible, descubrir cuál era su magia afín. Según lo que había entendido, la afinidad de una persona era la representación de su alma. Por tanto, realizar hechizos concordes a tu afinidad suponía más potencia y alcance. Además, una persona podía adquirir una segunda afinidad; por ejemplo, mediante la Llave-Espada.

Tras explorar las inmensidades de la casa de los libros cual cazatesoros, la muchacha halló un grueso libro de tapas desvaídas. La portada era sobria, formada solamente por un título antaño dorado que rezaba La Magia del Corazón y por el título de su autor, quién sólo había puesto sus iniciales: J.D. Para su algarabía, entre sus páginas encontró no sólo datos detallados sobre el tema, sino también cómo sacar a relucir tu elemento:

J.D. escribió:El mago debe encontrar su Descenso al Corazón, la representación de su alma. Para ello, debe olvidar todo lo que hay a su alrededor y viajar hasta el centro de uno mismo, descubrir quién es, de dónde viene y adónde va; abrazar la verdad de su corazón, sin censura, sin falsedades. Debe aceptarse tal y como es, y después, tras internarse en ese conocimiento, ir aún más profundo; descubrir lo que estaba oculto en ti, lo que ni siquiera conocías, debe continuar internándose en su alma hasta sentir que esta ya no conoce la barrera física que compone vuestro cuerpo. Cuando eso ocurra, el mago lo habrá logrado.


Parecía fácil sobre el papel, pero algo le decía que no iba a ser tan sencillo. Tras releerlo, decidió intentarlo. Ella podía, se dio ánimos. De pie en uno de los pasillos de la biblioteca (bastante vacía en esas horas), cerró los ojos. Y la oscuridad la envolvió.

Fuego. Rayo. Hielo. Luz. Oscuridad. Viento. Agua. Tierra. Natura. Ilusión. Luna. Espacio. Tiempo. Nada. 14 elementos, 14 afinidades. Una de ellas, la que llevaba escrita en mi alma. Inspiró con fuerza mientras las palabras de aquel libro resonaban en su memoria.

...Descenso al corazón… ...Descubrir quién soy, mi origen y mi destino…

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Yo soy Jeanne Mars, portadora de la Llave-Espada, Aprendizaje de la Maestra Lyn, miembro de la Orden de los Caballeros, del bando de la Luz. La hija del panadero, la chica rara pero simpática, la que hace los repartos del pan. Me gusta la literatura, el pan, despertarme temprano, los árboles, aprender cosas nuevas.

Mis padres son Joseph y Mónica Mars. Nuestro mundo natal es Vergel Radiante, pero huimos a Port Royal. Mi madre...


Se desconcentró levemente; no quería recordar eso, pero de todos modos no desistió:

Mi madre murió cuando yo tenía ocho años. Dejó este mundo al dar a luz al que iba a ser mi hermano pequeño, muriendo éste también.

Mi deseo es combatir contra aquellos que destruyeron mi mundo y que resurja de sus cenizas, esta vez para siempre.


Entonces, mientras repasaba toda su existencia: mis amigos, el día que recibí el don (y la responsabilidad) de ser Portadora, el viaje a Castillo de los Sueños…; Jeanne percibió que tenía los ojos cerrados. No físicamente, sino espiritualmente. Notó que habían estado sellados todo este tiempo. Surgió de ella una seguridad que creía inexistente y los abrió con fuerza.

Lo tenía ante sus ojos: su Descenso al Corazón. Sólo pudo pensar que era lo más bello que sus ojos habían visto nunca. Le produjo una sensación realmente agradable, que le recorrió las venas; saliendo del corazón, que la distribuía con su bombeo. No había tiempo, ni espacio. Sólo esa dicha. Cuando llegó a su cénit, cuando fue enteramente consciente de su alma y su corazón, cuando todo en ella fue uno; Jeanne se atrevió a abrir los ojos, esta vez somáticamente.

Al principio nada parecía haber cambiado, pero luego miró su cuerpo y la vio: un aura negra, rodeándola por completo. Aquella bruma le pareció preciosa, perfecta: oscura, refinada, elegante. ¿Qué podía ser aquello? ¿Espacio, Nada, Oscuridad…? Oscuridad. En cuanto surgió de su mente aquella palabra, notó un gran regocijo. Aquel era mi elemento. Oscuridad.

Pero pronto sucumbió ante la palabra. ¿No eran los sincorazón nacidos de la oscuridad? ¿No era el nuestro el bando de la Luz? ¿Era éste su lugar realmente?

Tal y como solía pasarle a la joven en estos casos, recordó uno de los consejos de Cassandra, la anciana y sabia dueña de una taberna portuaria de Port Royal:

No son las habilidades lo que demuestra lo que somos, Jeanne, sino nuestras decisiones.

Aferrada a esas palabras, se calmó. Aquí era donde debía estar. Defendiendo la luz, luchando contra los que tantas cosas le habían arrebatado: los sincorazón. Además, ¿cómo podría marcharse a Bastión Hueco, las cenizas de su origen? ¿No sería eso aceptar la nueva naturaleza de Vergel Radiante? De ninguna manera, no lo haría.

Más tranquila, se sentó a leer más sobre su recién descubierta afinidad. Oscuridad era un componente de la Dualidad Universal junto al elemento Luz, siendo recíprocos entre ellos. Era un elemento muy manipulable, pero a la vez corrompedor. Jeanne intentó concentrarse en memorizar el hechizo básico, “Flama Tenebrosa”, pero la prueba de afinidad la había agotado. Me quité las gafas y me restregué los ojos con los dedos. Mientras se las recolocaba, pensó:

Tal vez debería retornar a mi habitación. Tal vez…

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Explicación de las afinidades basada en la de la trama “Experimento Extraño”.
Consejo de Cassie sacado del libro Harry Potter y la Cámara Secreta (J.K. Rowling).
Edito para decir que en este encuentro cambio a narrar en 3ª persona, pero sólo en este.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Sab Ene 03, 2015 11:56 pm
por Darkness Seeker
La Luna iluminaba mi habitación a través de los diminutas gotas de lluvia que la tormenta dejaba en mi ventana. Ya nos habían informado de la probabilidad de fuertes lluvias aquella semana, pero el poder que parecía mostrar la tormenta que se acercaba poco a poco a la Ciudad era cada vez más ruidosa y estruendosa. Era capaz de oír los truenos lejanos acercándose mientras la inocente de mi hermana decía cosas sin sentido, “conjuros mágicos” seguramente, a través de la pared.

Me quede un rato viendo el escenario, hasta que decidí volver a acostarme… y fuí capaz de oír una estruendosa explosión. La explosión además provocó un pequeño seísmo que dejó claro una cosa: No era parte de la tormenta.

Mientras oía a mi madre tratando de calmar a mi hermanita para que dejara de gritar “abracadabras” y ese tipo de cosas, no perdía ni un segundo y comencé a bajar las escaleras en dirección a la salida de mi casa. A poco de salir comencé a oír algo terrible. Eran gritos aterradores, llenos de sufrimiento, miedo...

Y provenían de fuera…


+ + +


Abrí los ojos con dificultad, como si los tuviera pegados con algún tipo de pegamento. Tratando de calmarme, comprobé dónde estaba. Un ordenador, varios libros tirados cerca, apuntes de las diferentes clases… Estaba en Tierra de Partida, en mi nuevo “hogar”. Otra pesadilla. No era más que otra pesadilla, pero a diferencia de la anterior, ésta pesadilla si representaba algo que había vivido. Para ser exactos, era del día que se destruyó mi hogar, hacía sólo unos meses.

Me levanté con cierta dificultad, pensando que quizás pudiera hacer algo en aquella noche para evitar más problemas a la hora de dormir. Una vez me vestí, aproveché para recoger algunos de los libros que había pedido prestados en la biblioteca. Quizás pudiera hacer algo interesante allí para variar, aunque visitar una biblioteca sin nadie de noche… Sólo me faltaba un par de canciones siniestras y algún personaje misterioso como el Fantasma de la Ópera y ya tendría bien terminada la noche...

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:03 am
por 15nuxalxv
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Las once de la noche. En un rincón de la biblioteca, bajo una ventana, había una muchacha. La muchacha era Jeanne, que rendida por el esfuerzo que había realizado para alcanzar el Descenso al Corazón, llevaba horas dormida sobre un gran libro desgastado. Su rostro, iluminado por la fantasmal luz de la Luna, reflejaba una gran paz y tranquilidad, como si se reposara en una blanda almohada de plumas, muy lejana a la dura realidad. Sus gafas estaban descolocadas, tocando su frente; y el pañuelo que le cubría la cabeza, torcido. Por suerte, tenía la boca cerrada; al libro no le hubiese gustado una lluvia de saliva.

Era obvio que su sueño era profundo, ya que no le incomodaba ni la posición (sentada y reclinada sobre la mesa) ni el frío que habitaba el aire. Si seguía allí más tiempo, seguramente acabara resfriándose. ¿Quién osaría perturbar el sueño de la joven Aprendiza? Nadie, por supuesto. ¿A quién se le ocurriría un viaje nocturno a la biblioteca, aparte de a ella?

+++


En el Reino de los Sueños, Jeanne había vuelto a las calles de Port Royal, que la habían visto crecer. Paseó por la calle principal hacia el puerto. Por el camino no vio un alma, la ciudad estaba totalmente desierta. Una vez a la orilla del mar, ningún barco la saludó con sus velas mecidas por el viento. Extrañada, buscó su casa, recorriendo ramblas y bulevares. Cuando volteó la esquina, lo que detectaron sus ojos no fue ni por asomo de su agrado: en el lugar donde habría estado su casa, había un pasaje hacia la calle que había atrás. Ningún vestigio de que anteriormente hubiera vivido alguien allí. Jeanne se acercó, y entonces vio a un niño: era un niño de baja estatura, de pelo azabache. Tendría unos doce años. Él la miró, y sus ojos grises como un cielo nublado la atravesaron. No dijo nada, sólo se quedó mirándola, expectante. Tras un silencio incómodo, Jeanne se atrevió a decir:

¿Quién eres?

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La pregunta la dice en voz alta, no en sueños.
El niño de 12 años en mi npc. Sólo aparece en mis sueños.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:04 am
por Darkness Seeker
Los pasillos de Tierra de Partida eran realmente preciosos. Por el día, la luz de las lámparas y el sol a través de los ventanales iluminaban las doradas paredes y baldosas por las que todos pasábamos con mucha frecuencia, y la noche no era demasiado diferente. La brillante luz de la luna traspasaba el cristal de los ventanales, iluminando mi camino a la biblioteca. Además, el suelo y los adornos dorados también reflejaban parte de ese brillo lunar, convirtiendo la zona casi en un cuadro exacto de cuento de hadas.

Por fin, una gran puerta me indicaba que efectivamente, había llegado a mi destino. Una vez entré pude comprobar como toda la tranquilidad que solía haber en la biblioteca se mantenía de igual manera incluso a aquellas horas de las noches, junto con el sonido del viento tratando de entrar por los resquicios de las ventanas. Me encantaba esa sensación de relación, de estar en un lugar donde poder trabajar y buscar información sin esperar ningún problema.

¿Pero qué podía leer en una noche como esa?

Mientras me aseguraba de dejar los libros que tenía aún en mis manos en sus respectivas estanterías,ocupé mi mente pensándolo. No quería pasarme una noche leyendo nada que tuviera que ver con mis clases, y tampoco estaba por la labor de leer algún tipo de novela…

¿Quién eres?

Me sobresalté nada más oír a una voz femenina, pero bastante aguda y casi distante. Creía que estaba completamente sólo en la biblioteca aquella noche. Miré a los lados, pero no pude ver otra cosa salvo la luz de la luna entre los diversos estantes y libros amontonados por todas partes.

¿D-Dónde estás?―le pregunté a la voz mientras revisaba cada hueco entre las estanterías―No voy a hacerte daño…

¿Quién podría estar en la biblioteca a aquellas horas de la noche?

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:23 am
por 15nuxalxv
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Jeanne no escuchó aquellas lejanas palabras. Siguió durmiendo, concentrada en aquel extraño sueño que la envolvía como un manto misterioso.

+++


Cuando escuchó la pregunta de la chica, el niño sonrió. Pero no fue una sonrisa infantil, de esas que brotaban de los rostros infantiles cuando recibían un juguete por Navidad, o cuando ganaban a sus amigos en una carrera por el puerto. No, en esa sonrisa no había atisbo de felicidad ni inocencia. Era una sonrisa cansada, melancólica; inusual en alguien de tan corta edad.

No puedo decirte quién soy ―su voz de barítono, demasiado grave y profunda para su pequeño y famélico cuerpo, resonó de pronto. Jeanne juraría que no le había visto mover los labios.


¿D-Dónde estás?escuchó una voz distante, de fondo. Buscó su propietario, pero no lo encontró. Allí sólo estaban el niño y ella No voy a hacerte daño…

¿Por qué? ―le preguntó al chico.

Porque nadie me recuerda. Y si nadie lo hace, ¿existes realmente? ―cerró los ojos, con una mezcla de resignación y tristeza―. Ni siquiera tengo nombre. No tengo identidad. Por tanto, no puedo decirte quién soy.

Sus filosóficas reflexiones dejaron muda a la chica. ¿Qué le había ocurrido a aquel muchacho, para darle esa sabiduría?

>>Pensé que si me veías; si hablaba contigo, tal vez consiguiera... Pero ya lo has visto. No ha servido de nada.


El chaval volvió a abrir sus grisáceos ojos, del color del cielo, de las calles, de los edificios de Port Royal. Y Jeanne vio esperanza perdida que había en ellos. Después el chico suspiró, se volteó y comenzó a alejarse.

¡Espera!exclamó Jeanne mientras avanzaba hacia él, tratando de llamar su atención―. ¿De qué me conoces?

Era lógico que sabía quién era ella. En caso contrario, ¿por qué habría puesto sus últimas esperanzas en una completa desconocida?

¿Perdón?la voz regresóNi siquiera sé si...

Digamos que, aunque jamás llegamos a vernos, tenemos muchas cosas en común ―no se giró al hablar. No pareció que hubiese escuchado nada.

Jeanne no entendió el significado de su declaración. Era demasiado enrevesada, y no disponía de ni un solo dato. Ni una pista. Supo que no iba a soltarle la verdad así a la ligera, aunque tampoco comprendió el por qué.


Parece que no soy el único con problemas para dormir…

Gracias a la mayor longitud de la frase, la joven pudo descubrir que se trataba de un chico, un adolescente tal vez. Pero allí seguía sin haber nadie. Además, ¿a qué se refería con “problemas para dormir”? ¿Quién estaba durmiendo?

Repasó sus vivencias hasta ahora: lo último que recordaba antes de Port Royal era estar en una biblioteca. ¡La biblioteca de Tierra de Partida! Entonces, ¿qué hacía él en aquel lugar? ¿Era yo la que se había… quedado dormida?

Jeanne miró a su alrededor. Todo parecía señalar aquello, pero él… parecía tan real…

Debía descubrir quién era. Y sólo le quedaba una flecha en su carcaj. La disparó.


Si quieres, yo puedo darte un nombre. Así te recordaré, y existirás.

Esta vez sí que se dio la vuelta. Retrocedió unos pasos, incómodo por la proximidad que había entre ellos. La joven vio en él una expresión con un leve deje de esperanza, pero también de inseguridad.

Mhm. Me pregunto si podrá oírme…el desconocido volvió a tomar la palabra. Jeanne se desconcertó al oír eso. Si tenía aquella duda, ¿significaba que no estaba dentro de su cabeza? ¿Quién narices era?

Antes de poder pensar nada más, el moreno habló:

Un nombre es algo muy importante. No puedes elegirlo a la ligera. Un nombre te define. ¿Crees que podrías cargar con esa responsabilidad?

En su tono se apreció unos toques arrogantes. Le respondí con la misma moneda:

Lo intentaré sonreí de medio lado. Para mi sorpresa, él me correspondió.

Piensa en ello.

Tras haber pronunciado esas palabras, la imagen comenzó a difuminarse más y más, como si mis gafas se hubieran empañado. Después, una luz me cegó, mientras le oía musitar:

>>Ah, y una cosa más. Si vas a ponerme un nombre, procura que sea guay. ¿No querrás causarme ningún trauma infantil, no?

Jeanne sonrió y dijo, antes de que el crío se marchara:

Lo prometo.

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Los textos de Neru están hablados, son los que incluirá en su post.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:27 am
por Darkness Seeker
¿Por qué?

Me volví a girar súbitamente, para no encontrarme con nada salvo el aullido del viento a través de las rendijas de las ventanas y de los libros guardados allí. ¿De dónde diablos provenía ese ruido? Era de una chica, sin duda, pero entre la tensión y lo grande que era la Biblioteca debido al hechizo que aumentaba el tamaño real de las salas la voz se distorsionaba, volviendo un tanto famtasmagórica…

¡Espera!

Me paré al instante. Miré a un lado, y sólo pude ver una hilera infinita de libros que se extendía hasta donde mi vista podía alcanzar. Me giré al lado contrario y los gigantescos ventanales hicieron aparición. me quedé tan desconcertado con la cantidad de la luz que entraban por los cristales. ¿Sería un efecto secundario de la magia que emanaba Tierra de Partida?

¿De qué me conoces?

Me quedé extrañado. ¿Conocerla? ¡Pero si ni siquiera sabía si era real o no!

¿Perdón? ―respondí a la misteriosa voz, que cada vez parecía que se difuminaba menos ―Ni siquiera sé si…

Sin embargo, al girar uno de los estantes pude entenderlo todo. Varias mesas estaban dispuestas frente a unos ventanales, las cuáles eran utilizadas muy a menudo por el resto de miembros de Tierra de partida, e incluso en alguna ocasión por mí. pero lo importante es que encima de una de esas mesas, había una chica que parecía estar profundamente dormida.

Parece que no soy el único con problemas para dormir… ― comenté para tratar de relajarme después de la aventurita por las voces de la chica.

Si quieres, yo puedo darte un nombre. Así te recordaré, y existirás.

Ladeé un poco la cabeza y me acerqué con cuidado. En efecto, ella estaba hablando. ¿Pero cómo podía hablar en sueños? Encogí los hombros y decidí retomar mi objetivo de aquella noche. Ya que no podía dormir, trataría de hacer algo útil.

Me senté frente a la joven dormilona, encendí una pequeña lamparita de la esquina mientras la giraba para que no molestara a mi compañera y me dispuse a comenzar alguna lectura de interés en el libro. Justo antes de empezar, alcé la vista para asegurarme de que la luz no le llegaba ni hacía ningún movimiento que indicara que la hubiera despertado.

Mhm ― comenté al verla durmiendo tan plácidamente ―Me pregunto si podrá oírme...

Lo intentaré... lo prometo...

Volví a verla, sorprendido por la respuesta, que casi encajaba con mi pregunta. Tras mi periplo nocturno en busca de no otra cosa sino la voz de una aprendiz somnolienta, por fin parecía que podría aprovechar aquella noche, que además parecía no haber hecho nada más que empezar. Así pues, comencé a leer un libro que me había llamado la atención y que no había tenido tiempo de comprobar aún.

Nada más ver la portada, ya me había picado cierta curiosidad. En la misma, se veía el grabado de un corazón, el cuál parecía tener alguna placa de un material especial, que hacía que brillara de diferentes colores dependiendo desde dónde se viera. Y de título, unas grandes y decoradas letras doradas daban forma al nombre del libro: “El poder del corazón”.

El autor del libro escribió:
En nuestro mundo, o para ser preciso en todos los mundos que componen nuestro universo, la búsqueda de explicación de cómo se desarrollan los acontecimientos de nuestra vida siempre ha dado lugar a múltiples tipos de pensamientos: Unos postulan sobre el poder de la física y la atracción de los astros, otros sobre el poder de la biología y los quehaceres de la medicina, algunos incluso afirman que el poder de controlar nuestro vida está en nosotros, en formas tan extrañas y dispares como son el karma, el destino o la magia.

Sin embargo, estos son los conocimientos que cualquier ser lo suficientemente inteligente podría plantearse en cuestión a su único y solitario mundo. Los caballeros de la Orden de la Llave Espada, a diferencia de éstos, son mucho más abiertos de mente gracias a los conocimientos que adquieren en nuestros muros, junto a nuestros investigadores de Vergel Radiante. El poder de un caballero no proviene de su fuerza, ni de su mente, ni siquiera de su valentía o de su fé.

Proviene de su corazón.

Dependiendo de la persona o de la opinión, el corazón puede ser tomado como el corazón palpitante que todo ser vivo necesita para vivir, mientras que algunos consideran necesario separar ambas realidades, caracterizándose como el “alma” y el “corazón” humanos. Lo que todo caballero sabe, es que sea conocido como alma o corazón, este ente es el que da fuerza a nuestro ser.

El juramento de la Llave Espada, el poder de las afinidades elementales, todo ésto queda anclado y unido a nuestro corazón de por vida.



Sólo con leer la introducción, ya me había sorprendido la profundidad e importancia que pudiera tener la idea de lo que era el “corazón”. Es cierto que ya sabía que tanto la llave espada, al igual que el poder sobre la magia provenían del propio corazón, pero era algo realmente curioso aquella información.

Decidido a seguir leyendo, alcé de nuevo la vista para asegurarme de que no molestaba a la chica que estaba frente a mí. Parecía estar plácidamente dormido sobre un libro algo gordo como almohada...

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:36 am
por 15nuxalxv
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Jeanne se revolvió un poco ante la súbita aparición de una luz, pero no dio más signos de vida. Siguió en su profunda ensoñación, sin percatarse de su compañero nocturno…

+++


La joven trató de seguir al niño, pero cuando volteó la esquina, sólo se encontró con los desvencijados edificios y el pétreo éter. Ni rastro de vida en ninguna parte.

Jeanne anduvo por aquellas calles que tanto conocía, meditando acerca de aquel encuentro. ¿Quién era aquel extraño muchacho, que hablaba como un sabio? ¿Y aquella extraña voz que solamente ella había escuchado? ¿Se trataba esto de un sueño, tal y como le había incitado el joven invisible a pensar?

Sus piernas, sin un rumbo fijo, le llevaron por casualidad a un lugar que no tardó en reconocer: las tablas podridas en el suelo, los carteles de busca y captura... Aquel era el callejón donde había probado el poder de los sincorazón. Donde Lyn la había salvado. Entonces no lo sabía, pero aquel espectáculo de luz que presenció era un hechizo de tipo Rayo, uno muy poderoso. Palpó las mugrientas paredes del lugar, reviviendo el momento. Jamás podría olvidar aquellos ojos amarillos, observándola desde las alturas, codiciando su corazón...

Cerró los ojos con rabia, recordando el dolor, el miedo, la sangre en su boca. La percepción de una muerte más próxima de lo que habría deseado. Cuando los volvió a abrir, se percató que había invocado su Cadena del Reino involuntariamente. La alzó, tal y como había hecho cuando despertó aquel poder por primera vez, y la acarició. Era la Llave-Espada más básica, la que todos los aprendices novatos tenían, pero a la chica no le pareció por ello menos hermosa. Su belleza no consistía en su elegancia, ni en su fulminación. No, consistía en su esencia, en la razón por la cual fue creada. Tal vez hubieran distintas opiniones de su verdadera función, pero Jeanne no creía que hubiera sido concebida como un arma para la destrucción. No podía odiar aquello que le había salvado la vida en tantas ocasiones.

Por supuesto, había gente con ideales menos nobles, que la usaban para fines más oscuros. Pero en aquello la Llave-Espada no era culpable. Después de todo, era sólo un instrumento. No siempre caía en las manos adecuadas.

Echó un último vistazo al lugar que lo había cambiado todo y siguió caminando, deshaciendo el camino que ella y Lyn habían recorrido. Reconoció el lugar donde Max se había dado la vuelta, harto de la supuesta indiferencia de Lyn. Donde la Maestra le dijo a su mejor amigo "No servirías". En aquel momento no lo había entendido, pero ya se hacía una idea de a lo que la híbrida se había referido.

Max no había nacido para empuñar una Llave. Lo que siempre se preguntaría la aprendiza era qué diferencia había entre ellos dos, que había supuesto que ella hubiera sido elegida.

Paso a paso, llegó al lugar donde el Maestro Ronin había yacido, embriagado por el alcohol. Donde el Maestro de Maestros le había dado su abrigo al verla calada hasta los huesos (menos mal que Jeanne había recordado devolvérselo una vez en Tierra de Partida), y donde había recibido la Llave-Espada, abandonando el mundo instantes después. Donde había dejado de ser la hija del panadero para ser un miembro de la Orden de los Caballeros de la Llave-Espada. Las palabras de Lyn pasaron por su cabeza:

"Veo en tu mirada una resolución inquebrantable. Algo que escasea en muchos aprendices. Aprecio eso y si Ronin no está en contra... Con mucho gusto te tomaré bajo mi cuidado y te enseñaré todo lo que sé. No te lo voy a negar, es peligroso y puede que mueras en el primer enfrentamiento contra los sincorazón en el que participes y los entrenamientos son muy duros. Si de verdad quieres venir a pesar de saber eso eres más que bienvenida".

Tal vez fuera esa la diferencia entre Max y ella, se dijo. Porque ella quería ser algo más.


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Obviamente, Lyn no está presente para decir eso, simplemente Jeanne lo recuerda xD.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:39 am
por Darkness Seeker
Mi compañera de la noche, la cuál debía de ser algo mayor que yo, seguía dando algún que otro gemido frente a mí, aunque en el poco rato que había pasado ya me había acostumbrado y poco me molestaba ahora sus leves movimientos.

Todavía intrigado por el “poder del corazón” del que ya me había hecho un resumen el prólogo del libro, decidí revisar el índice:

El autor del libro escribió:ÌNDICE:
~ Introducción~
~CAP I: Comprensión del alma humana ~
~ CAP II: Conocimientos del Intersticio ~
~ CAP III: El origen de las Llaves Espada ~
~ CAP IV: Las Afinidades Elementales ~
~ CAP V: Los peligros del alma humana ~
~ CAP VI: Corazón Mortal ~
~ CAP VII: Pensamientos Finales ~


Nada más leerlo, casi con un impulso inconsciente, me dirigí hacia el capítulo que más curiosidad me dió:

El autor del libro escribió:
Capítulo IV: Las Afinidades Elementales

Tal y como hemos estado hablando en los anteriores capítulos de este mismo libro, el poder del corazón es algo misterioso, extraño, cuyo origen y finalidad nos es prácticamente desconocido. Usamos este poder en todo momento, ya sea para algo tan simple como el sentir una emoción o para ejecutar hechizos de un poder inconmensurable.

Desde el inicio de los tiempos, todos los seres vivos han tenido cierto control sobre las diferentes energías que existen en el Intersticio. Éstas energías, ésta “magia” como la conocen nuestros aprendices más jóvenes o los nativos de los diferentes mundos que conocen su existencia, es lo que llamamos “Afinidades Elementales”. En los Tiempos Antiguos, éste tipo de actos eran considerados impíos, oscuros, y no sólo los gobernantes o ciudadanos, sino mundos enteros luchaban por erradicar las muestras de lo que bien podría ser alguien que ha aprendido a canalizar el poder de su corazón.

Lamentable, esa práctica sigue muy activa y temida en muchos mundos, en los cuáles cada día mueren miles de jóvenes practicantes o incluso inocentes con falsos cargos de “brujería” que podrían hacer uso de su poder para servir a un bien mayor.


Llegado a este punto, me vino una imagen muy sólida a la mente: Bavol, mi joven amigo. Él mismo me había contado muchas veces que en su tierra el sólo hecho de que te llamaran gitano podía suponerte la cárcel, o incluso algo peor. Era la prueba viviente de lo que decía el libro, pese a que por el aspecto que tenía debía de tener más de treinta o cuarenta años de uso en aquella Biblioteca.

El autor del libro escribió:
Sin embargo, el poder de estas afinidades es sorprendentemente cambiante y variado. Los pocos que aprenden a manejarlos tienen a disposición toda clase de habilidades que probablemente ningún otro ser de su constitución sería capaz de tener. Desde el poder de prender una simple antorcha sin ningún material flamígero, a liberar las energías del espacio y el tiempo a su antojo.

Pese a eso, la orden tiene una clara responsabilidad ante estos casos. Nuestros caballeros y Maestros vigilan los cambios de cada mundo, para asegurarse de que el equilibrio no se rompa. Los Maestros siempre van a velar por la seguridad, no sólo del mundo, sino del propio ser que disponga de esas habilidades. En la mayoría de casos, estos jóvenes deseosos de saber y aventuras acceden a convertirse en nuestros aprendices, de esta manera podemos controlar y entrenar fácilmente su poder.

Lamentablemente, hay casos en los que la diplomacia y las buenas maneras no sirven, y los Maestros nos vemos obligados a acabar con la amenaza de una forma… o de otra. Hubo un tiempo en el que eso era diferente, en el que no era necesario acabar con un sujeto por su poder e ignorancia. Antiguamente, unos pocos y arcanos Maestros eran capaces de realizar una antiguo ritual, que hoy en día se ha perdido con el tiempo. Un hechizo con el que el sujeto quedaba libre de todo poder, para siempre.


Pasaron unos segundos para que pudiera asimilar la información. Si un sujeto demasiado poderoso se resistía a unirse a la Orden… ¿Eran capaces de eliminar todo su afinidad? ¿De arrebatarle hasta el más mínimo elemento adherido a su “corazón”?

Con un arrebato de curiosidad, comencé a leer rápidamente el resto del capítulo, buscando alguna otra referencia a ese “hechizo deselementalizador”, pero no había nada. Pero mientras pasaba las páginas de un lado para otro, me percaté en un pequeño, casi del tamaño de una llave, post-it incluido en el libro:

El autor del Post-It escribió:
“¿Hechizo Ultrapoderoso?
¿Aparecerá en la continuación del libro por J.D.?


¿J.D? En silencio, me levanté de la silla y empecé a inspeccionar los estantes cercanos al lugar de donde había sacado el primer libro, pero no había nada que pudiera indicar que era el segundo tomo.

Después de una minuciosa búsqueda, caí rendido en la silla, mientras miraba a mi dormilona compañera. Fue entonces cuando me fijé en el gran libro sobre el que dormía. De nuevo, con sumo cuidado, me levanté y me acerqué a hurtadillas para ponerme a su lado. En uno de los laterales rezaba el título:

“La Magia del Corazón”


Mierda―pensé nada más verlo.

Parecía el libro que necesitaba. El problema es que había una adolescente con sus añitos usándolo como si se tratara de un cojín o una suave y cómoda almohada. Maldecí lo que estaba a punto de hacer, pero mi mano ya se acercaba con cuidado al hombro de la chica…

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 12:56 am
por 15nuxalxv
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Continuó vagando por las calles. Algo le decía que no iba a encontrar al muchacho cuyo nombre estaba en las manos de la joven, pero aún así no se detuvo. Le invadió cierta nostalgia al ver todos los lugares que había rondado durante toda su vida. Había tenido tantas ganas de abandonar Port Royal que no se paró a pensar si lo echaría de menos. No era una añoranza grande, que le obligara a volver; sólo el anhelo de regresar algún día. Aquello no era necesariamente malo, se dijo a sí misma. Podía ir a visitar a su padre y a sus amigos cuando quisiera, nadie se lo impedía.

De pronto, tuvo el deseo de visitar un lugar. Se orientó y comenzó el camino hasta allí. Sólo había estado una vez, y desde entonces había sido un lugar tabú para ella. Jamás había tenido la fuerza suficiente para enfrentarse a él, y había preferido ignorarlo, borrarlo del mapa. Pero cuando cruzó la oxidada verja del cementerio, supo que la estaban esperando.

No había flores en ninguna de las dos lápidas. Las dos eran del mismo material, piedra dura y nívea dispuesta en paralelo en una de las largas filas de personas sin nombre. Una era más pequeña que la otra, aunque ambas pérdidas habían sido destructoras. Jeanne se arrodilló frente a la tumba grande y acarició las letras esculpidas por una diestra mano: Mónica Mars. Notó pequeñas gotas sobre su rostro. Había comenzado a llover, aunque no era la lluvia la que humedecía su rostro.

Se apartó las lágrimas y se dirigió a la otra lápida. No era más grande que la cabeza de la chica, y estaba algo embarrada. Apartó el fango de la superficie, hasta que aquellas dos palabras jamás nombradas surgieron ante sus ojos.

M. Mars.


+++


Mierda.

El repentino regreso de aquel misterioso acompañante sobresaltó a Jeanne, pero antes de que pudiera hacer nada todo desapareció.

+++


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Cuando notó una mano sobre su hombro, alzó un poco la cabeza, con un pie aún en el Mundo de los Sueños. Mientras se recolocaba las gafas, notó que una lágrima se había escapado de su rostro. La limpió disimuladamente y miró desorientada al frente. Cuando vio las infinitas estanterías llenas de volúmenes que se perdían en las alturas, la aprendiza se percató de dónde se encontraba: la biblioteca de Tierra de Partida.

¡Entonces estaba soñando de verdad!exclamó―. Era todo tan real…

Giró la cabeza a ambos lados, percatándose de la presencia de otra persona. Lo analizó con sus ojos somnolientos: un chico tal vez un poco más joven que ella, de pelo moreno.

Vaya, se parece bastante al niño…

Eso fue lo que pensó, hasta que escrutó le miró el rostro: el pequeño de su sueño tenía ojos grises como un cielo nublado, y los del muchacho que se alzaba ante ella eran dos grandes esmeraldas.

Hasta pasados unos segundos, no se dio cuenta que lo más lógico sería hablarle:

...Hola.

La chica aún estaba algo adormilada, por lo que no dio muestras de sobresalto ni de vergüenza ante la situación. Es más, lo único que se le ocurrió preguntar, mientras trataba de quitarse las legañas de los ojos, fue:

Perdona, pero… ¿sabes qué hora es?

Le respondiese o no, buscaría con la mirada alguna ventana, y cuando viera la oscuridad exterior, se sobresaltaría, despejándose totalmente. Luego volvería la vista hacia el joven que la había encontrado dormida, y no pudo evitar sonrojarse ante la incómoda situación:

No… no suelo dormirme en lugares públicosincómoda, se pasó la mano por la nuca―. Debería dejar para el día los estudios… ¿No te habré molestado, verdad?

>>Aunque… ¿qué haces tú aquí, a estas horas? Sé que no es asunto mío, pero… tengo curiosidad.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:00 am
por Darkness Seeker
Con ciertos nervios, y tratando de evitar pensar en lo que pasaría después, me acerqué a la chica y lentamente me preparé para posar mi mano sobre el hombro de la chica. Estaba apunto de hacerlo, necesitaba el libro sobre el que posaba su cabeza durmiente. No era una necesidad de urgencia o algo realmente importante para mí, pero esa “magia antigua” había logrado llamar mi atención.

Justo cuando mi mano estaba ya a unos milímetros del hombro de la chica, ésta dió un pequeño giro con la cabeza. Retiré la mano temiendo darle un susto si la rozaba, y momentáneamente pude ver casi toda su cara: llevaba unas pequeñas gafas, y aunque sus ojos estaban cerrados se podía ver claramente que eran algo grandes. A simple vista debía de tener entre dieciocho y veinte años, aunque no tenía muy claro la cantidad exacta.

¡Entonces estaba soñando de verdad! ―dijo sorprendida mientras se empezaba a levantar―. Era todo tan real…

Me quedé mirándola, con un poco de vergüenza de pensar que había estado a punto de despertarla un par de veces, e incluso de recordar que me había asustado durante mi aventura previa a leer mi libro.

...Hola― saludó la chica un poco tímida al verme mejor.

Ho-hola...

No pude evitar apartar un poco la mirada durante unos segundos, no sólo por el hecho de estar frente a una chica completamente desconocida que había estado durmiendo en mis narices y yo había estado a punto de despertarla, sino para intentar ocultar que descubriera que me había sonrojado un poco con el nerviosismo de todo lo ocurrido.

Perdona, pero… ¿sabes qué hora es?

No...No tengo ningún reloj a mano, pero...―traté de responderle con calma―deben de ser más de las once de la noche....

No… no suelo dormirme en lugares públicos―incómoda, se pasó la mano por la nuca―. Debería dejar para el día los estudios… ¿No te habré molestado, verdad?

No pasa nada―le comenté cada vez más calmado―De hecho me preocupaba despertarte… aunque al final lo he hecho...

>> Aunque… ¿qué haces tú aquí, a estas horas? Sé que no es asunto mío, pero… tengo curiosidad.

Suponía que ya que le iba a pedir poder mirar su libro y en compensación por haberla despertado, era normal que le contara qué hacía allí:

Pues… No conseguía conciliar el sueño, así que decidí venir aquí para leer algo. Y mientras dormías, leí algo curioso y sobre lo que no había oído nunca.―comencé a contestarle mientras le indicaba el fragmento en el libro―Lamentablemente, en este tomo no decía nada sobre la magia de la que te hablo, pero hay una nota que indica que hay más información en el segundo tomo, que es el que… estabas usando como almohada.

Por cierto, disculpa que te… en fin...despertara.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:06 am
por 15nuxalxv
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Pues… No conseguía conciliar el sueño, así que decidí venir aquí para leer algo. Y mientras dormías, leí algo curioso y sobre lo que no había oído nunca.

Mientras el chico hablaba, Jeanne contuvo el deseo de bostezar ampliamente. No porque le resultaran aburridas sus palabras, sino por el sueño que aún no la había abandonado del todo. Afortunadamente, consiguió vencer y mantener la boca cerrada. El chico le señaló el libro que había estado leyendo, y Jeanne lo miró con atención mientras terminaba de escucharle.

>>Lamentablemente, en este tomo no decía nada sobre la magia de la que te hablo, pero hay una nota que indica que hay más información en el segundo tomo, que es el que… estabas usando como almohada.

La aprendiza se sonrojó ante la incómoda situación. No sabía nada acerca de aquel muchacho. ¿Y si era un Maestro? No tenía apariencia de serlo, pero su propia Maestra era más joven que ella.

Antes de poder disculparse, él se anticipó:

Por cierto, disculpa que te… en fin...despertara.

¡No! Quiero decir… Soy yo la que lo siente. Me imagino que lo pasarías mal… Y que el libro fuera justamente ese… Menuda mala suerte...

La chica se sentía abochornada. Intentando cambiar de tema, decidió preguntarle:

¿Podría… podría echarle un vistazo al libro? Puedes coger el mío…Señaló el tomo que había cogido después de la cena, aún dispuesto sobre la mesa, esperando para desvelar aún más secretos ―. Si necesitas algo, estaré aquí.

>>Por cierto, me llamo Jeanne, aprendiza de la Maestra Lyn.

Tras escuchar lo que él pudiera decirle, Jeanne se sentó en la silla frente a la cual estaba el ejemplar del muchacho, aún caliente por haber soportado el peso de este. Tenía curiosidad por saber qué había leído él para necesitar de la información que su “almohada” contenía; así que leyó el capítulo que estaba abierto, el cuarto.

Definitivamente, el joven tenía razón. Era obvio que ambos textos formaban parte de lo mismo: un intento de explicar los misterios del ser humano. Miró la cubierta del libro poniendo una mano dentro para no perder la página. Observó el corazón de color cambiante y las letras que rezaban El Poder del Corazón. Si no recordaba mal, el título del otro libro era prácticamente igual. La Magia del Corazón, si no recordaba mal.

Hojeó hacia delante hasta toparse con el índice. Le llamó la atención el capítulo séptimo, “Pensamientos Finales”. Tal vez sería interesante conocer las reflexiones del propio autor.

Ejem…no quería interrumpir a su compañero en la lectura, pero se le veía interesado por el tema, así que tal vez le gustara leer aquello también Siento interrumpirte. He encontrado un fragmento que podría ser útil; si quieres leerlo, ven a verlo.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:13 am
por Darkness Seeker
¡No! Quiero decir… Soy yo la que lo siente. Me imagino que lo pasarías mal… Y que el libro fuera justamente ese… Menuda mala suerte…

No pasa nada, tranquila…

Aunque todavía estaba algo nervioso tras nuestro pequeño encuentro en la biblioteca, poco a poco sentía que el nerviosismo se iba desvaneciendo. Sería el momento, la tranquilidad o simplemente lo simpática que era la chica, pero me sentía más calmado que antes.

¿Podría… podría echarle un vistazo al libro? Puedes coger el mío… ―me dijo la chica mientras señalaba su libro― Si necesitas algo, estaré aquí.

Claro, gracias por dejarmelo.

Una vez realizado el intercambio, cada uno se dirigió a su libro. Ella se acercó al libro que ya había leído, y yo al suyo respectivamente.

Por cierto, me llamo Jeanne, aprendiza de la Maestra Lyn.

Oh, es verdad. Me llamo Nerusuke, pero llámame Neru. Soy aprendiz del Maestro Akio.

Tras presentarnos como es debido, me desplazé hasta el libro de Jeanne, y nada más verlo, pude comprobar que estaba escrito por un tal J.D. El mismo que nombraba el post-it. Me decidí a abrir el libro para examinarlo a conciencia:

J.D. escribió:ÌNDICE:
~ Introducción~
~CAP I: Mentalidad del Corazón ~
~ CAP II: Descenso del Corazón ~
~ CAP III: Poderes del Corazón ~
~ CAP IV: Afinidades y Representaciones Naturales ~
~ CAP V: Cristales Elementales ~
~ CAP VI: Corazón Mortal ~
~ CAP VII: Pensamientos Finales ~


Ejem… ―tosió de pronto Jeanne― Siento interrumpirte. He encontrado un fragmento que podría ser útil; si quieres leerlo, ven a verlo.

Arqué una ceja algo extrañado por aquello. Hubiera jurado que al comprobar el libro ya había visto todo en él. ¿Habría pasado algo por alto que ella hubiera notado? Me acerqué a la mesa, para comprobar que era lo que podría ser importante.

J.D escribió:
~Pensamientos Finales ~
“Durante todo este libro, he tratado de hacer comprender las diferencias, deberes y derechos que nosotros, los Caballeros de la Orden de la Llave Espada, disponemos por nuestro entrenamiento, formación y estatus en el Orden Natural del Intersticio.
Sin embargo, al igual que el mal puede aparecer en los múltiples mundos en formas y poder de distinta categoría e índole, “ese mal” u oscuridad también puede germinar dentro de cualquiera de nosotros. Por ello antes de proteger cualquier mundo, se ha de tener siempre en cuenta la protección de uno mismo, pues de no ser así acabaríamos sucumbiendo ante aquello contra lo que combatimos: El Caos.

No son pocos los que durante años han pensado que los problemas que se dan a lo ancho y largo de los mundos siempre han sido provocados por alguna fuerza elemental, la luz, la oscuridad, la propia unión de ellas… A diferencia de ellos, con los años he llegado a aceptar que todos nosotros, y nuestros corazones, estámos formados por esas fuerzas a las que constantemente echamos la culpa de aquello que en realidad motiva nuestros movimientos.

Nuestra mente es débil, y las fuerzas del caos siempre tratarán de usar esa debilidad en nuestra contra. Podrán intentar separarnos, contradecir nuestros deberes en pos de nuestros deseos, hacernos luchar por unos valores contaminados por nuestro temor, o incluso acabar realizando acciones fuera de nuestro deber por el simple hecho de disponer de ese poder.

Aún teniendo en cuenta todo esto, debemos de ser fuertes. No sólo de corazón, sino de mente.”


Mhm… es algo interesante ―comenté nada más terminar de leer el fragmento ― es increíble que un Maestro de más de cuarenta años nos pusiera sobre aviso sobre lo que traería una Guerra… como la que sufrimos ahora con Bastión Hueco…

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:16 am
por 15nuxalxv
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Neru se levantó y, acercándose a Jeanne, se puso a hojear el apartado que le había indicado. Ella también lo leyó por encima.

J.D. escribió:
~Pensamientos Finales ~

“Durante todo este libro, he tratado de hacer comprender las diferencias, deberes y derechos que nosotros, los Caballeros de la Orden de la Llave Espada, disponemos por nuestro entrenamiento, formación y estatus en el Orden Natural del Intersticio.

Sin embargo, al igual que el mal puede aparecer en los múltiples mundos en formas y poder de distinta categoría e índole, “ese mal” u oscuridad también puede germinar dentro de cualquiera de nosotros. Por ello antes de proteger cualquier mundo, se ha de tener siempre en cuenta la protección de uno mismo, pues de no ser así acabaríamos sucumbiendo ante aquello contra lo que combatimos: El Caos.

No son pocos los que durante años han pensado que los problemas que se dan a lo ancho y largo del intersticio siempre han sido provocados por alguna fuerza elemental, la luz, la oscuridad, la propia unión de ellas… A diferencia de ellos, con los años he llegado a aceptar que todos nosotros, y nuestros corazones, estamos formados por esas fuerzas a las que constantemente echamos la culpa de aquello que en realidad motiva nuestros movimientos.

Nuestra mente es débil, y las fuerzas del caos siempre tratarán de usar esa debilidad en nuestra contra. Podrán intentar separarnos, contradecir nuestros deberes en pos de nuestros deseos, hacernos luchar por unos valores contaminados por nuestro temor, o incluso acabar realizando acciones fuera de nuestro deber por el simple hecho de disponer de ese poder.

Aún teniendo en cuenta todo esto, debemos de ser fuertes. No sólo de corazón, sino de mente".


Le pareció interesante cómo el autor relacionaba todo eso a la situación de la Orden; le hizo preguntarse cuánta edad tendría el libro. Después de todo, parecía una especie de profecía: si había entendido bien los rumores, Tierra de Partida estaba en guerra con alguien.

Mhm… es algo interesante murmuró el Aprendiz para síes increíble que un Maestro de más de cuarenta años nos pusiera sobre aviso sobre lo que traería una Guerra… como la que sufrimos ahora con Bastión Hueco…

Así que habían pasado cuarenta años desde la publicación del libro… Sin duda, la Orden era bastante antigua. Aunque la Aprendiza no pasó por alto el detalle de Bastión Hueco. Aquel nombre le sonaba...

Entonces recordó: el Maestro Ronin le había dicho que Vergel Radiante, su mundo natal; había caído en la oscuridad y pasado a llamarse de ese modo. Entonces, ¿peleaban contra alguien cuya base se encontraba en aquel mundo?

Mhm, Neru… ¿Me podrías explicar un poco el tema de la guerra? No me he enterado todavía, soy una aprendiza nuevale preguntó. Después de todo, la mejor forma de esclarecer sus dudas era que alguien se lo explicara.

Le miró atentamente, esperando a que le respondiera. Ya era la hora de averiguar lo que estaba pasando, sobre todo cuando era algo que le afectaba tan de lleno. Y probablemente Neru tendría la respuesta.

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:21 am
por Darkness Seeker
Mhm, Neru…

Tras comentar mi opinión, Jeanne contuvo durante unos segundos una especie de pregunta, hasta que directamente soltó lo que quería soltar.

¿Me podrías explicar un poco el tema de la guerra? No me he enterado todavía, soy una aprendiza nueva

Me sorprendí un poco al ver cómo de entre toda la preocupación que había en la Orden, todavía hubiera gente que no sabía que estábamos en guerra. No era nada negativo pero… ¿De verdad no se había enterado de nada?¿Nada de nada?

Claro, no hay problema― le respondí aclarandome la voz ―Pero no puedo darte muchos detalles, tampoco llevo demasiado tiempo aquí…

Después de avisarla de eso, me acerqué a la ventana mientras miraba el firmamento y las miles de estrellas que iluminaban la habitación de la Biblioteca. Era una noche preciosa, la verdad. Casi perfecta como para contar historias.

Por lo que sé, hace unos años varios Maestros de Tierra de Partida partieron a una misión de la que no volvieron. Con el tiempo se descubrió que aquellos Maestros… “traidores”― dije haciendo énfasis en la palabra traidores con cierto toque de ironía ―… habían comenzado a reunir a sus propios alumnos, para hacer lo mismo que Tierra de Partida. Por varios sucesos que pasaron después, los dos bandos entraron en guerra…

Comencé a acercarme de nuevo a la mesa, buscando con la mirada entre las estanterías por si por casualidad había algo sobre el tema, para ilustrar mejor mis ideas, sin éxito.

Hace unos meses además, un extraño mensaje llegó a ambas bases. “Código Clave: DATASTREAM”. Finalmente los aprendices de ambos bandos acabamos en un mundo completaente virtual, en el que un virus había tomado el poder. Finalmente, apartamos nuestras diferencias y entre los dos bandos acabamos con el virus. Parecía que por fin acabaría la guerra que llevaba ya unos…

De pronto me llevé la mano a la barbilla, intentando recordar aquel dato.

¿Dos… Tres años? Tendré que revisar luego la Base de Datos… La cuestión es que cuando parecía que por fin íbamos a firmar la paz, el líder del bando de Bastión Hueco cayó herido y Ronin quedó como culpable, provocando que la guerra se intensificara aún más…

Volví a bajar la mirada viendo que entre los libros no había nada que pudiera usar de guía visual para la chica, asi que proseguí.

Sin embargo, estoy seguro de que Ronin es inocente. No sé quién lo habría hecho, pero Ronin deseaba la paz, no tendría ningún sentido que hubiera hecho eso. Y además, no todos los aprendices de Bastión Hueco son malos o sedientos de sangre… De hecho compartí misión junto a dos hace algún tiempo…
Finalmente me senté junto al libro de Jeanne para verlo más de cerca.


Espero haberte ayudado de algo, la verdad es que no sé mucho sobre esta guerra…

Una vez ella se sentara a revisar mi libro o simplemente respondiera de alguna forma, abriría el libro para buscar el apartado que llevaba un rato buscando.

Oye... ¿Qué te parece si intentamos investigar más con estos libros? Puede que haya algo más de información sobre Bastión Hueco o el pasado de la Orden…

Re: [Tierra de Partida] Secretos Encuadernados

NotaPublicado: Dom Ene 04, 2015 1:31 am
por 15nuxalxv
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Claro, no hay problemale dijo, mientras se aclaraba la gargantaPero no puedo darte muchos detalles, tampoco llevo demasiado tiempo aquí…

Neru se acercó al ventanal, por donde se filtraba la luz de la Luna y las estrellas, observando Tierra de Partida desde las alturas. Parecía un filósofo, allí; meditando mientras observaba el firmamento.

Por lo que sé, hace unos años varios Maestros de Tierra de Partida partieron a una misión de la que no volvieron. Con el tiempo se descubrió que aquellos Maestros… “traidores”Jeanne notó el sarcasmo en su voz. Cada uno tendría su versión de aquello, supuso … habían comenzado a reunir a sus propios alumnos, para hacer lo mismo que Tierra de Partida. Por varios sucesos que pasaron después, los dos bandos entraron en guerra…

Se aproximó a la mesa, paseando la mirada por los libros, mientras continuaba:

Hace unos meses además, un extraño mensaje llegó a ambas bases. “Código Clave: DATASTREAM”. Finalmente los aprendices de ambos bandos acabamos en un mundo completamente virtual, en el que un virus había tomado el poder. Finalmente, apartamos nuestras diferencias y entre los dos bandos acabamos con el virus. Parecía que por fin acabaría la guerra que llevaba ya unos…

Se tocó la barbilla con la mano, tratando de recordar un dato que se le escapaba, quizás.

¿Dos… Tres años? Tendré que revisar luego la Base de Datos… La cuestión es que cuando parecía que por fin íbamos a firmar la paz, el líder del bando de Bastión Hueco cayó herido y Ronin quedó como culpable, provocando que la guerra se intensificara aún más…

Abandonó su búsqueda entre las estanterías. La chica, mientras, le miraba callada, asimilando la información.

Sin embargo, estoy seguro de que Ronin es inocente. No sé quién lo habría hecho, pero Ronin deseaba la paz, no tendría ningún sentido que hubiera hecho eso. Y además, no todos los aprendices de Bastión Hueco son malos o sedientos de sangre… De hecho compartí misión junto a dos hace algún tiempo…

Se apoyó en la mesa, cerca del libro, dando fin a su perorata.

Espero haberte ayudado de algo, la verdad es que no sé mucho sobre esta guerra…

Jeanne se paró un momento a reflexionar. Así que la Orden estaba dividida en dos bandos… No entendió muy bien la parte de Datastream, aunque leyó entre líneas. Los aprendices habían colaborado juntos, pero los Maestros habían iniciado la guerra. No necesitaba saber mucho más para adivinar que muchos estarían en contra de la misma. Según lo que le había contado, tal vez ni siquiera Ronin deseara aquel conflicto.

En conclusión, una guerra en la que tanto los soldados rasos como el general de uno de los bandos no querían derramar sangre. ¿Cómo desencadenaría aquello?

Entonces la joven recordó al portador que había visto en el salón de baile, aquel cuyo nombre no conocía siquiera. ¿Era él un aprendiz de Bastión Hueco? Era lo más probable. Se alarmó al darse cuenta de que, si se hubiese dado la ocasión, tal vez le hubiera matado. Sintió un escalofrío recorrerme la espalda.

Gracias por molestarte en contármelo, Neru.

Oye... ¿Qué te parece si intentamos investigar más con estos libros? Puede que haya algo más de información sobre Bastión Hueco o el pasado de la Orden…

Asintió, conforme. La siesta le había quitado el sueño, y tampoco estaba de más recopilar más información. No quería volver a correr peligro por culpa de la ignorancia.

Se volvió hacia el libro que tenía frente a ella. Hojeó de nuevo el índice, buscando alguna sección de utilidad. Los capítulos tercero y quinto parecían interesantes, los busco y comenzó a leer en silencio.

Pasado un rato, cuando iba por la mitad del tercero, le preguntó a su compañero:

¿Has encontrado algo?