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—¡Sí, síii, la avaricia me corroe!

Tan simple como colocar la Poción con la que nos habíamos encontrado (esa de los Maestros rancios) y dirigirme hacia la puerta de la AVARICIA tirando de Fátima. ¿A quién le interesaba el altruismo? Sí, pensar en los demás y entregarse era algo que hacía constantemente, ya lo había demostrado varias veces, pero no esperaba recompensa por ello. Sin embargo, si pagaba un precio por entrar en un sitio, ¡sí esperaba un premio gordo! ¡Así que todo para mí!

Le tiré los platines de la poción a Fátima (ya que parecía algo dubitativa y poco ilusionada con la idea de gastar un objeto) y golpeé mis manos mientras mis ojos brillaban como si me hubiesen dibujado dos símbolos de platines en ellos.

La solución que dio el grupo más bello de todos no pareció ser la correcta.

—Ugh... siempre igual. ¿Por qué siempre me tengo que encontrar con un puzzle? —Se quejó la aprendiza.

Cansada de buscar una respuesta, la muchacha decidió volver a por su compañero. Cruzó la barrera con el símbolo de menos y colocó su mano en la barrera con el número dos desde su lado, esperando que Neru hiciera lo mismo desde su posición. Una vez estuvieran reunidos ambos, volverían al puzzle y lo intentarían de nuevo.

—A la segunda va la vencida... ¿o era a la tercera?

Justo al virar a la izquierda nos encontramos con... Muchas bifurcaciones. Había tantas que resultaba imposible optar por una los tres... Lo que significaba, como acordamos entre los tres, que nos separáramos en ese momento, aunque si no encontrábamos nada interesante, nos volveríamos a juntar.

Siguiendo el camino me topé con una puerta de piedra custodiada por un atril. Había un hueco en el atril como si para entrar tuviéramos que colocar algo, pero no sabía el qué... Hasta que me fijé que ahí tiradas había un montón de tablillas de piedra (trece, para ser exactos). Pero no había ninguna pista para elegir cuál era la correcta... Suponiendo que tendría que elegir al azar, agarré una de las tablillas y la coloqué delante.

¡Bingo! De la nada, al igual que unas salas atrás, un pequeño frasco apareció entre mis manos, al mismo tiempo que las misteriosas esferas se terminaban de apagar. Esta vez reconocía el objeto, se trataba de una "Panacea", un brebaje mágico que me sería de ayuda en próximos viajes.

De nuevo, coencé a andar y llegué hasta la última dirección por la que vi al resto de mis compañeros. Justo allí, se levantaba una barrera, donde Colibritany me esperaba, haciéndome indicaciones para que pusiera mi mano en la barrera. Al hacerlo, ésta se disolvió permitiéndome acompañarla adónde se encontraban el resto:

Otra sala, con otro enigma a resolver. Les pregunté por lo que sabían al resto del grupo y pensándolo, probé una combinación.

—No hay puzle sin solución —declaré viendo como al colocar la última pieza del puzle la puerta a la sala donde se encontraba Malik se abría.

Pero antes de que pasáramos Light, Maya y yo, un grupo de aprendices llegó a la habitación, entre ellos Nicoxa, que no dudó en guiñarme un ojo de una forma que hizo que me ruborizada. Ocultándome el rostro con el sombro e intentando no mirarla, entré a la siguiente sala rápidamente. ¡¿Por qué la mujer no paraba de hacer ese tipo de cosas conmigo?!

—¿Nuevo puzle? —pregunté viendo que ahora solo había una ranura, pero aun seguían estando allí las trece opciones —. Esperemos que la diosa fortuna nos dé la respuesta correcta.

Enok llego directamente a una habitacion algo mas modesta pero que destaca principalmente por la estatua que se erguia casi en el centro. Un esplendido mago de piedra blanquecina presidia la habitacion.

Evidentemente resultaba un punto de atraccion y Enok no tardo en acercarse a mirar mas de cerca, fijandose en los pequeños detalles.

Tras unos minutos decidio, finalmente, examinarla mas a fondo por lo que se hacia necesario palpar suavemente el material sobre el que se habia construido. Vacilando, el chico se acerco a examinar la estatua mas de cerca.

Aquel camino que elegimos acabó siendo una grata sorpresa; era un estrecho pasillo en el que se encontraban otros aprendices que habían elegido el mismo sendero que nosotros. Lo curioso del lugar era que estaba rodeado por unas esferas que iban numeradas del uno al cinco, además de una excepción en la que directamente no había ninguna clase de nomenclatura o pista.

Tampoco era que unos números diesen muchas pistas a decir verdad, ¿pasaría algo si las tocábamos? ¿Habría alguna especie de premio, alguna trampa?...

Nuestra otra opción era continuar avanzando hacia el sur, pero aquellas esferas me resultaban endiabladamente tentadoras. Aunque la última vez que algo me había parecido tentador había acabado petrificado.

Indeciso, miré a Saeko. No creía que la mejor idea fuese hacer lo quisiese sin consultárselo antes a ella.

—¿Nos arriesgamos?... —musité, algo emocionado a la par que nervioso.

Tras la respuesta de mi compañera asentí, y la esperé para tocar con sumo cuidado la esfera que no tenía ninguna clase de marca.

Después de unos cuantos giros, Kairi llego a otra habitación sin salida. Pero por lo menos había una Ultrapoción. Cogió la botellita y volvió a la bifurcación de caminos.

- ¿Habrán encontrado algo interesante los otros dos?

Fue por el camino por el que había ido Makoto y se lo encontró atrapado en una jaula.

- ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? - preguntó la Aprendiza mientras iba a librerarle.

Logró sacar a su compañero de alguna forma y decidió ir a buscar a Saxor por si también tenía problemas. Se lo encontró aun en el pasillo que había escogido delante de una puerta con un atril y un hueco en el que cabía algo. Y en un rincón había muchas tablillas, cada una con un símbolo.

- ¿Necesitas ayuda? - preguntó - Supongo que podemos probar con varias.

Cogería la que más coraje le diera y la pondría si la de Saxor no fuera la correcta.

En el centro del pasillo nos cruzamos con unas esferas enganchadas a la pared. Tenían una textura curiosa, tentadora incluso. Parecía que se podía interactuar con ellas. Acercándome observé que cinco de las seis estaban numeradas, con los números del uno al cinco, dejando la última en blanco.

¿Había que tocarlas en orden? ¿Servían para introducir alguna clase de código? ¿O serían para elegir? Vista mi suerte durante el laberinto, no tenía muchas esperanzas en aquellas extrañas bolas.

Sin ninguna clase de pista para escoger, me decanté por el número que más me gustaba de los presentes y toqué con cuidado la esfera marcada con un tres.

En mitad del pasillo se encontró algo bastante peculiar. Seis esferas reposaban en las paredes, numeradas del 1 al 5, con la excepción de una sexta sin cifra alguna. ¿Qué significaba? Ni idea, para variar. Pero lo que si tenía claro es que, por el momento, no las tocaría. Tentar demasiado a la suerte no era bueno, y él se conformaba con la suerte que había tenido. Que el gas de la petrificación o los calambrazos se lo comiese otro.

Se encogió de hombros y pasó de las esferas, siguiendo por el pasillo en dirección sur, a ver que le deparaba al final del todo.

—¡Oh vaya, qué linda y oportuna coincidencia! —dijo la loca de Nicoxa antes de que atravesara la barrera junto a Malik.

—¿Venís? —les pregunté con un gesto de la mano, invitándoles a acompañarnos.

—Será mejor que les sigamos, quizás hay algún peligro más adelante.

Tras reunirnos con Light y Alec, a los cuales Nicoxa también saludó, no con muchos ánimos, completamos el primer acertijo y continuamos hacia adelante, dejando al otro grupo atrás. Podríamos haberles chivado la respuesta... pero era más divertido que la descubriesen por ellos mismos. ¡Los puzles están hechos para ser resueltos!

Y llegamos a otra prueba. De nuevo los malditos símbolos. Malik, Alec y Light probaron cada uno un símbolo distinto. Cuando fue mi turno, también probé con el que vi oportuno.

Enok

La estatua del mago se derrumbó al tocarla con un solo dedo. ¡Cataplom! Se la había cargado. ¡Delincuente!

Pero algo brilló entre los escombros: un accesorio. Al menos, sacaría algo de buen provecho.




Neru, Nicoxa, Colibritany & Ragun

El equipo BellezaSuprema se reunió de nuevo, pero aunque estuvieran los cuatro juntos su mayor enemigo hasta la fecha se resistía a dejarles pasar: las combinaciones de símbolos que intentaron no funcionaron.

Igual deberían haber pensado más en ellos cuatro que en otras cosas.


Celeste

Marchando hacia el oeste, Celeste encontró un nuevo objeto perdido por el laberinto: una poción.

Al seguir avanzando llegó hasta un atril donde debía introducir una de las múltiples tablillas presentes, cada una con diferentes símbolos grabados, pero no tuvo tiempo de intentarlo.




Light, Alec & Maya

La diosa fortuna seguía sin sonreírles a estos tres. Igual deberían haber buscado un trébol de cuatro hojas de verdad...


Freya, Renata, Saito & Saeko

Freya se quedó mirando, sin tocar ninguna esfera, mientras los demás sí que probaban.

Renata probó la del número tres y, aunque ella no lo supo, al hacerlo dejó a todos los miembros del equipo 3 paralizados. Por desgracia, ya era tarde.

Saito y Saeko tocaron la que no tenía número, y a ambos les ocurrió lo mismo: se paralizaron. Otra vez. Al menos, ya no importaría tanto.



Nikolai

Descender hacia el sur llevó a Nikolai a encontrarse con un atril donde debía introducir una de las múltiples tablillas presentes, cada una con diferentes símbolos grabados, para poder avanzar. Pero no tuvo tiempo de intentarlo.



Simbad

La curiosidad de Simbad le llevó a encontrar uno de los mejores objetos de la tienda moguri: ¡un omniéter! Para compensar lo de las gafas de sol, fijo.




Watson

Subir hacia el norte llevó a Watson a encontrarse con un atril donde debía introducir una de las múltiples tablillas presentes, cada una con diferentes símbolos grabados, para poder avanzar. Pero no tuvo tiempo de intentarlo.


Kairi & Saxor

Kairi, después de rescatar a Makoto, acudió con Saxor y ambos probaron suerte en el atril con la tablilla elegida por cada uno, pero no hubo fortuna.


Makoto

Aunque Kairi le liberó, no llegó a moverse.


Fátima & Victoria

Guiadas por la avaricia, ambas dejaron una poción propia en el hueco y avanzaron por el camino indicado por la flecha. Acabaron dando una vuelta entera como si avanzaran en círculo, pero al volver a mirar en el hueco descubrirían que ahora había más objetos: dos pociones más para cada una.




Malik

¡Tenemos un ganador! El símbolo escogido esta vez sí fue el correcto: a la segunda fue la vencida. Malik pudo avanzar por la puerta hasta encontrar un gran portal de luz que gritaba ser la salida por todas partes. Sólo tuvo que armarse de valor, dar un paso al frente, y ganar.

¡Enhorabuena!



Mapa final:


Mapa completo:

¡Y llegamos al final! Felicitaciones a Tanis por ser la ganadora del evento: la suerte te ha acompañado por mucho que hayas sufrido con los acertijos.
Entre hoy y mañana habrá un post en el tema de principal del evento (aquí) con el recuento de premios, la experiencia que habéis ganado por participar, y otros datos sobre el laberinto que se me ocurran. Pido paciencia, que estos días entre tramas que cierran y tramas nuevas ando un poco liado.

¡Espero que os haya gustado el evento! Se agradecerán comentarios, tomates también (?). ¡Gracias a todos por participar!