Re: [Tierra de Partida] Penúltima parada
Publicado: Mié May 31, 2017 11:12 pm
No estaba muy convencida de que estuvieran hablando de la misma clase de sirenas, parecía que se refiriera más a las de Port Royal. En cualquier caso, le hizo gracia imaginárselo bebiendo los vientos por una.
—Yo también lo espero —dijo tras un largo silencio. Fátima se había dado cuenta, más o menos, de lo que se le pasaba por la cabeza cuando le hizo la pregunta y contuvo un suspiro. Claro que no, pero parecía que Simbad solo tenía buen humor cuando le venía bien—. Creo… creo que debería irme, se está haciendo muy tarde.
Se acercó e inclinó la cabeza con elegancia.
—Supongo que ha sido un placer conocerte, al margen de las misiones y eso —dijo—. Y gracias por la lección, cuando quieras te devuelvo mi parte del trato con música.
Fátima sonrió y se levantó sin soltar a Harun y con la fría presencia de Ondina a su espalda. Hizo una suerte de reverencia, extendiendo una falda invisible.
—Eso espero. Hace mucho que no toco música. Estaría bien retomarlo.
—Eso sí. Tenlo en cuenta —añadió con una sonrisa arrogante, más típica de él—. La próxima vez que nos enfrentemos ganaré. Va a pasar bastante tiempo, pero podré contigo.
Fátima resopló, sin dejar de sonreír.
—Por cierto, ¿me devuelves la chaqueta?
—Oh. Claro, no querría que esa persona te tuviera que preguntar qué has hecho con ella. Muchas gracias. Ah, una cosa.—Cuando él cogió el otro extremo, retuvo un momento la chaqueta—.Olvidas que, dentro de bastante tiempo, yo seré más fuerte. Pero adelante. Ondina y sus hermanas te estarán esperando.
Gran Ondina se despidió, tentativa, con la mano y Fátima soltó la ropa. Le abrió un Portal para que pudiera regresar a Bastión Hueco.
—Ha sido un placer, Simbad.
Una vez lo cruzó, Fátima cerró el Portal y se dio la vuelta. La verdad era que se encontraba un poco mejor.
Y era la primera vez que nadie aspiraba a superarla.
—Habrá que esforzarse.
Suspiró y se encaminó hacia el interior del castillo. No veía el momento de estar entre los brazos de Malik.
—Yo también lo espero —dijo tras un largo silencio. Fátima se había dado cuenta, más o menos, de lo que se le pasaba por la cabeza cuando le hizo la pregunta y contuvo un suspiro. Claro que no, pero parecía que Simbad solo tenía buen humor cuando le venía bien—. Creo… creo que debería irme, se está haciendo muy tarde.
Se acercó e inclinó la cabeza con elegancia.
—Supongo que ha sido un placer conocerte, al margen de las misiones y eso —dijo—. Y gracias por la lección, cuando quieras te devuelvo mi parte del trato con música.
Fátima sonrió y se levantó sin soltar a Harun y con la fría presencia de Ondina a su espalda. Hizo una suerte de reverencia, extendiendo una falda invisible.
—Eso espero. Hace mucho que no toco música. Estaría bien retomarlo.
—Eso sí. Tenlo en cuenta —añadió con una sonrisa arrogante, más típica de él—. La próxima vez que nos enfrentemos ganaré. Va a pasar bastante tiempo, pero podré contigo.
Fátima resopló, sin dejar de sonreír.
—Por cierto, ¿me devuelves la chaqueta?
—Oh. Claro, no querría que esa persona te tuviera que preguntar qué has hecho con ella. Muchas gracias. Ah, una cosa.—Cuando él cogió el otro extremo, retuvo un momento la chaqueta—.Olvidas que, dentro de bastante tiempo, yo seré más fuerte. Pero adelante. Ondina y sus hermanas te estarán esperando.
Gran Ondina se despidió, tentativa, con la mano y Fátima soltó la ropa. Le abrió un Portal para que pudiera regresar a Bastión Hueco.
—Ha sido un placer, Simbad.
Una vez lo cruzó, Fátima cerró el Portal y se dio la vuelta. La verdad era que se encontraba un poco mejor.
Y era la primera vez que nadie aspiraba a superarla.
—Habrá que esforzarse.
Suspiró y se encaminó hacia el interior del castillo. No veía el momento de estar entre los brazos de Malik.
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