[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

The End is near...

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad - Ronda #1

Notapor Sombra » Vie Jul 20, 2018 11:28 pm

¡RETIRADA! ¡TODOS FUERA!

El estruendo fue ensordecedor. Vi a Xefil mirarme y gritar mi nombre a tiempo de arrancar su glider y empezar a alejarse a toda velocidad. Lo seguí buscando la salida más cercana mientras que el castillo se desmoronaba como un castillo de naipes.

Mi corazón latía a mil por hora, casi parecía como si buscase escapar de mi cuerpo y así lo habría pensado si aquello no fuese imposible.

El polvo cegaba nuestra visión haciendo imposible prácticamente saber por donde salir y esquivar los escombros pareció una tarea imposible.

Logramos lanzarnos al exterior y vi como a mi lado algunos escombros salían disparados en todas direcciones. Uno de ellos impactó contra mi glider con inmensa fuerza que hizo que cayese al suelo. Rodé durante varios metros hasta que mi cuerpo se estrelló contra los restos de una columna que estuvo a punto de aplastarme y que había caído de algún lugar de los pisos superiores. El golpe fue brutal y tardé un tiempo en recuperarme.

Respiré con dificultad cuando la polvareda y la oscuridad lo cubrieron todo y cerré los ojos intentando que la arena y las partículas pudiesen provocar incluso el más mínimo daño en mis ojos. El humo ascendió y fue dispersándose mezclándose con la luz rojiza. En el cielo brillaba un eclipse rojo que parecía incluso sangrar... Era como la imagen del fin del mundo.

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Me alcé sobre la montaña de escombros cuando la polvareda se hubo disipado lo suficiente. Los escombros temblaban bajo nuestros pies y parecían moverse como un pulmón, como si algo estuviese acercándose o intentase salir.

En ese instante sentí una voz a mi espalda, un susurro irreconocible e incorpóreo como un fantasma:

Corred.

Abrí los ojos como platos y eché a correr hacia el grupo. A simple vista estaban todos, lo que significó un alivio para mí solo me preocupaba una cosa... ¿Y Malik?

¡Llaves listas, Caballeros! —exclamó entonces Xefil para que todos le escuchásemos—. ¡Hay algo bajo las ruinas!

¿Algo? Es evidente quien es —respondí con un tono alarmista y apurado convocando mi Llave Espada. Pulsé la pieza de mi armadura cubriéndome por completo con ella—. ¡Aquellos con menos resistencia retroceded! —exclamé haciendo un gesto con la mano. Me preparé para recibir a nuestro archienemigo.

¿De quién era aquella voz? ¿Un corazón de Xihn que nos quería advertir?
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab Jul 21, 2018 1:40 am

El castillo había quedado reducido a un auténtico desastre, pero no me quedaban fuerzas ni para que me importara. En cuanto Chihiro me devolvió el control sobre mi cuerpo, me encontré con que estaba a punto de venirme abajo. Apenas tuve tiempo de echar un vistazo general al aspecto de mis compañeros, que ya se reunían alrededor del boquete que había dejado la torre, y me tumbé en el jardín.

La cabeza me daba vueltas, y todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo suplicaban descanso. Era irónico. No haber recibido ninguna herida, pero habría jurado que nunca me había sentido peor.

Aún así, Chihiro todavía encontró el momento para decir un último comentario:

«Y nunca vuelvas a decir que le cedí alegremente mi cuerpo a Xihn o sí que te mataré.»

Me lo creía.

«Lo siento. ¿Qué querías que pensara? Estabas con él... aunque fuesen todo apariencias,» respondí mentalmente. «De todos modos... bueno, sigue siendo una mierda. Pero sabiendo esto, tiene más mérito que ahora nos ayudes. Gracias, aunque me hayas dejado al borde del colapso. Cuando esto termine... si vivimos... me aseguraré de que todos sepan de parte de quién has estado. ¿Te... parece bien?» Titubeé. Me daba la sensación de que estaba hablando demasiado, y el agotamiento tenía buena parte de la culpa. «No sé si te importará, siquiera...»

¡Celeste! —La voz de Alanna me distrajo de Chihiro—. Eres… Eres tú, ¿verdad?

Sonreí.

Soy yo, sí. Chihiro sólo me quitó el control para salvarnos de la torre... de mi propio plan, sí. Qué desastre...

¿Te encuentras bien? Dioses. Cuando vi que esa arpía te…

No te preocupes. Sólo ha sido un susto. Podría haber sido mucho peor, la verdad... Y si estáis todos bien, habrá valido la pena. ¿Gabriel sigue contigo? ¿Habéis podido quitarle a Xihn más corazones?

Esperé a que respondiera, y me alegré al oír que Gabriel también se encontraba bien. Antes de que pudiera preguntarle por lo ocurrido con Lyn y el Caos, Saeko —esta vez sí que era ella y no Friederike— intervino:

Siento que tuvieses que estar ahí en ese momento. —La voz de Saeko me distrajo de Chihiro—, pero intentemos usar lo mejor que podamos estos poderes que nos han concedido, ¿de acuerdo? Yo acepté esto voluntariamente, pero todos entendemos que te pueda resultar incómodo, intenta no forzarte. Toma.

Perpleja, me quedé mirando el elixir.

¿Que no me...?

Perdona, ¿he oído bien? —Alanna explotó en ese momento. Mierda. Sabía que no tenía a Saeko en gran estima y, hasta cierto punto, podía entenderla, pero...—. ¿Qué tú la entiendes?

Alanna...

Traté de interrumpirla, pero a medida que alzaba la voz, incrementaba mi dolor de cabeza. Tanto que me llevé las manos a las sienes. Aún así, me arrepentí de no haberlo hecho cuando, furiosa, batió las alas y se alejó de nosotras.

La llamé a gritos, pero ya era tarde. Me obligué a tragarme la desesperación y, avergonzada, miré de reojo a Saeko.

Se... Se le pasará. Sólo necesita tiempo para superar lo de... Bueno, el cómo te marchaste y dejaste a Nikolai atrás. —Me di cuenta del error demasiado tarde y cerré los ojos—. Lo siento. No quería decir que... O sea, estuvo mal, sí, pero... no te juzgo. Yo tampoco pude soportarlo.

Acepté el elixir, e hice un esfuerzo por no bebérmelo de inmediato.

Pero esto es más que un poco incómodo. Se han abierto paso por mi mente y, aunque fuera con buenas intenciones, ha sido terrible. Yo no he aceptado nada de esto. No tengo otro remedio que el de aguantar, y no voy a quejarme, pero no te atrevas a tratarme con condescendencia sólo porque tú has podido escoger.

Quise añadir algo más, pero vi que se acercaba Fátima y no quería meterla en la discusión. La pobre ya tenía bastante con lo suyo... y es que ella misma parecía una esencia. Aunque era un aspecto realmente mágico, no atenuó mi preocupación ni un poco.

¡¿Estás bien?! ¿Qué ha ocurrido?

Dios santo, ¡eso tendría que preguntártelo yo a ti! —exclamé, dándole la espalda a Saeko y abrazándola con fuerza—. Hemos luchado contra Xihn en la torre... Los fantasmas de Chihiro, Gabriel, Aaron y Friederike nos están ayudando, cada uno se encuentra dentro de uno de nosotros. No sé qué es de Aaron, pero Gabriel está con Alanna, Friederike con Saeko y, ah... Chihiro conmigo —dije muy deprisa—. No te asustes, suena peor de lo que es. Estoy perfectamente. Pero tú... ¿Cómo...? ¿Qué...?

Si eso era Caos, era muy distinto a todo lo que habíamos visto hasta ahora. Por un momento, me horroricé al pensar que quizás Nithael no podría devolver a Fátima a su estado original, pero tenía que confiar en él. No valía la pena detenerse a pensar en ello ahora. Todo iba a salir bien. Todo tenía que salir bien.

«Oye, Chihiro... ¿Crees que tenemos alguna posibilidad?»

Me arrepentí de habérselo preguntado de inmediato, pero no podía aguantar más.

Fuera como fuera, me aseguraría de que aquella batalla terminaba en victoria. Demonios, no había pasado por todo lo de París como para perderlo ahora otra vez.

¿Cómo os ha ido?...

Al llegar Saito, ya casi recuperada del todo, levanté el pulgar:

Algo me dice que esto no ha acabado —dije. Y vacilé un segundo antes de añadir:—. Y creo que Chihiro, aquí presente, opina lo mismo.

Me señalé el pecho y volví a dejar caer el brazo con un suspiro. De todos modos, iba a enterarse tarde o temprano.

¿T-Tu también?…

Asentí.

Lo siento. Infectado de Caos, en mi caso. Lo que me faltaba, pegároslo.

Oh.

Recordé cómo había acabado Lyn, y pensé en decirle que, al menos, no lo llevaba tan mal. Por suerte, me mordí la lengua a tiempo.

¿Es... tás bien?

No es nada grave, mientras no me toquéis de forma directa.

Durante la pelea, varios han quedado afectados. Nithael se está encargando de ellos, por si... quieres aprovechar y curarte.

Saeko decidió marcharse con él. Mi primer impulso fue ir a buscar a Alanna, pero supuse que querría estar sola. De modo que decidí sacarle a mi «posesión» el máximo partido.

«La batalla continuará pronto. ¿Quieres que vuelva a cederte el control para pelear? ¿O me prestas tu magia para usarla yo?»

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Celeste se toma el elixir de Saeko.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab Jul 21, 2018 1:48 am

«No. No lo harán.»

Malik se dio cuenta demasiado tarde del error que había cometido. Justo cuando el portal se abrió, la torre desapareció y se transportó a otro sitio. Contuvo el aliento. Era…

«Villa Crepúsculo.»

Viejo y demacrado. A eso se había visto reducido su poder con el paso de los años. Él, que era el Caballero más puro que quedaba en el universo, el último de un larguísimo linaje, sentía la muerte pendiendo sobre su cabeza como una sombra.

Traicionado por su propio cuerpo. Qué irónico que hubiese sido una incursión al Reino de la Oscuridad lo que le había hecho enfermar de aquella manera. Justo cuando su poder traspasaba todos los límites imaginables... se veía incapaz de culminar su venganza, que tantos años llevaba planeando.

El reloj daba las siete en punto. Era la hora acordada y, como solía suceder, su invitada no le hizo esperar ni un segundo más de la cuenta.

¿Te has decidido?

Aaron desvió la mirada de su reflejo y, sin girarse, la posó sobre la mujer. Antaño había sido una gran reina, había leído su historia en los libros de Tierra de Partida. Ahora su cuerpo, al igual que el de él, perdía la fuerza y la resistencia.

Por eso, la criatura que vivía dentro de ella le había ofrecido un trato. Aaron le prestaba su cuerpo, ella cumplía su venganza y le concedía poderes inimaginables. Al fin y al cabo, compartían muchos intereses. Se necesitaban.

Y la venganza era lo único que le quedaba.

Sí. He tenido tiempo para pensarlo —respondió, volviendo al reflejo. Tenía bolsas bajo los ojos, y la vista empezaba a fallarle, pero reconocía la misma mirada en ellos todavía.

Bueno es saberlo. Echaba de menos tener un cuerpo afín a Oscuridad. —La reina sonrió—. No niego que la curación y la magia de Natura pueden llegar a resultar muy útiles, pero son tan poco... imaginativas.

Tendrás que conformarte con ellas, porque no pienso cederte nada.

Se permitió saborear la satisfacción cuando la criatura entornó los ojos.

¿Cómo dices? ¿Eres consciente de que vas a...?

¿Morir? Sí. Como he dicho, he tenido bastante tiempo para pensarlo. Pero preferiría morir antes que poner mi sangre en tu poder. Preferiría mil veces renunciar a mi vida antes que dejarme llevar por un despojo inmundo como tú. —El odio impregnó su voz—. No me pondrás la mano encima. Tierra de Partida caerá por el peso de su propia incompetencia, y mi venganza se verá realizada.

La mirada de Friederike se volvió fría.

Qué noble por tu parte. Pero respóndeme a una pregunta: ¿cómo vas a impedir que te posea?

¡Insolente! ¿Acaso dudas de mi poder? ¡Soy el primero en milenios que ha podido cruzar la puerta al Reino de la Oscuridad y volver con vida!

¿De veras crees que tienes la menor oportunidad contra mí? Te hacía más inteligente, pero, como todos los habitantes de este Reino, no eres más que una decepción. Mereces ser eliminado... como todos.

Hubo un destello y, antes de que pudiese reaccionar, Friederike había aparecido ante sus ojos y le asestaba una patada contra el plexo solar. Aaron cayó hacia atrás y atravesó el espejo con un gran estrépito.

Traido...

Unas enredaderas le silenciaron. De pronto, tenía los brazos y el cuello inmovilizados, y la naturaleza lo retenía de rodillas contra el suelo.

No lo empeores. Este cuerpo ya está lo bastante maltrecho como para que encima le causes daños.

La boca se le llenó de sangre cuando trató de maldecir, de gritar. Los ojos le ardían de rabia, y sólo más tarde, comprendió que era por las lágrimas.

Friederike —no, la criatura, Xihn— le sujetó la cara con las manos. Era casi una caricia, un gesto maternal, como el de ella. El asco hizo que se estremeciera. El terror le impidió gemir.

Lo siguiente fue dolor, un desgarro que le atravesó la cabeza. Ojalá hubiese parado ahí. Ojalá hubiese perdido la consciencia en ese momento, y la muerte, plácida, se lo hubiese llevado.

Pero lo que vino a continuación fue mucho peor.


Malik boqueó y le dieron arcadas. El dolor era inmenso, terrible, desgarrador. Igual que el recuerdo. Supo que había perdido el control, pero esta vez no gritó. La furia de Aaron, la ira, el rencor, la vergüenza… Las emociones le arrollaron, mezcladas, arremolinadas unas con otras como en una marea. Supo que no sólo había perdido el control del cuerpo, si no que estaba jodido. Las emociones eran tan potentes que no lograba concentrarse en nada más que en evitar ahogarse.

«No, no, no, no, no… »

¿Qué he hecho?


¿Por qué había creído que era más listo?

Nunca he sido más listo.


Todavía podía sentir el dolor, ese dolor nauseabundo. Sentir cómo invandían tu cuerpo, era algo familiar. Debió de ser horrible.

«Aaron.»

El pensamiento salió solo. La llamada se hizo sola. Aaron no hablaba, no habló. Tan sólo existía aquel tornado de emociones, tan denso, tan oscuro, que no podía respirar. Parecía que fueran a…

… devorarle.

La carne en los brazos, las piernas le dolían, y también el corazón. Era una agonía insufrible.

Espera, espera, espera, ¡espera!


Malik se cubrió la cara con los brazos, como si aquellas emociones tormentosas le golpeasen en la cara. Se sentía caer de rodillas hacia la nada, pero no había lugar donde caer. El vacío sempiterno era casi su amigo. Pero fue de nuevo en ese vacío donde un pensamiento y una idea cobraron forma.

Lo siento.


Malik sorbió por la nariz, pero se tragó la ola del sollozo y se estiró de nuevo, contra las emociones turbulentas de Aaron, y las suyas propias. Había hecho tantas cosas mal… Parecía que nunca aprendía lo suficiente. Había sido arrogante, como en el pasado.

El corazón dio un latido más fuerte.

Malik miró hacia la nada, en silencio, esforzándose por no dejarse avasallar. Era muy difícil. Frunció el ceño, preocupado, inspiró hondo y entreabrió los labios. Pero no fue la voz de su boca la que tronó, si no la de su corazón.

El corazón dio otro latido más fuerte.

«Aaron… »

Sabía que no iba a contestar, pero tenía que hacer algo, tenía que sobrevivir. Y tenía que hacer algo importante.

«Nunca peleamos… Cuando atacaste no estaba allí, no te conocí, nunca te vi… He sido estúpido al pensar que podría doblegarte a mi voluntad.»

Se rió, como un quejumbroso gruñido. Sintió que su consciencia era firme. Que aceptaba las cosas, pero no se dejaba llevar. ¿Tenía que ser así? Malik cerró los ojos, inspirando y exhalando hondo para intentar tranquilizarse. le temblaban las manos, pero tenía que intentarlo.

«Xihn te engañó, y yo te he intentado engañar. No debería haberlo hecho.»

Lo siento.


«Ha sido una estupidez», repitió. Apretó los dientes y los puños. «Incluso si me quitaste el control, ha sido una estupidez. Me enfado muy fácil últimamente, no tengo derecho a quejarme.»

Malik exhaló de nuevo, hondo, para calmarse todo lo que pudiera. Quería mantenerse firme.

«Has visto mi vida, me conoces lo suficiente.»

Él también había visto suficiente como para saber lo necesario, pero no lo había aprovechado. No podía pelear contra Aaron, desde luego.

«Derrotaremos a Xihn, y le haremos pagar todo lo que nos ha hecho a todos. Lo destruiremos, nos vengaremos. No voy a pelear más contra ti, quiero trabajar contigo. Me necesitas para sobrevivir, y yo te necesito para sobrevivir. Podemos con ello. Después... Cuando todo acabe.. cuando acabe... Lo prometo.»

Lo prometo.


El eco resonó en sus oídos, fuerte, y el corazón le latió con ese pulso fuerte. Estaba siendo sincero, quería ser sincero.

Traido...


Malik abrió los ojos, decidido a colaborar de verdad, firme y determinado.

«A mí tampoco me gustan los traidores.»

¡Malik!


La voz de Fátima resonó entonces por todas partes, y automáticamente Malik vio a través de sus ojos. Fátima… Dentro del vacío, Malik contempló atónito el aspecto de su esposa.

«¿Qué...»

No sabía lo que pasaría si Fátima se enteraba aquí y ahora de lo que estaba pasando, pero a ella le debía de haber pasado algo también. Porque estaba flotando a la altura de su cara.

¡Gracias…! ¡Oh, gracias! Pensé que estarías muerto, creí que la torre… ¿Estás bien? ¿Por qué te separaste del…?

Tanto si Aaron le había perdonado los conatos de soberbia y arrogancia y le dejaba fingir a él, como si no, Malik hablaría.

«¿Puedes... ?», Malik vaciló, Fátima les estaba besando. Ni siquiera mencionó a Aaron que no se regodeara, estaba concentrado en otra cosa. «El Caos estaba por todas partes, y está muy alterada, podemos… »

Engañarla durante un tiempo. Ella también estaba afectada por lo que fuera que la había convertido en... Malik se mordió la lengua. Iba a pagar por todo lo que estaba haciendo ese día.

¿Cómo…? ¿Ha sido el Caos?

«Eso, sí.»

Lo mío es una historia muy larga de contar. Andrei me contagió con Caos. Ahora mismo creo que soy una esencia, pero me encuentro bien, no te preocupes.

«Claro, no te preocupes, sólo soy un espíritu que se invoca con un anillo… Ya sé que yo no estoy mejor, hombre.»

Pero tenemos que movernos rápido. Xihn sigue vivo, ¿verdad? Debemos lograr que Nithael y las Princesas lo purifiquen antes de que sea tarde.

Malik no dijo nada entonces, se limitaría a estar atento. Purificar a Xihn...

¡Vamos! Además, debo encontrar a Ariel y pedirle un favor.

No creía que quisiera acercarse a las princesas, tan luminosas y dañinas para él.

«Bueno, nada de princesas. ¿Nos reagrupamos?»

Malik suspiró en el vacío. No podría sentir cómo era abrazar a Fátima, lo echaba de menos.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab Jul 21, 2018 1:52 am

Salvados. Habían conseguido atrapar a Nithael antes de que golpeara el suelo y entre los dos, Dos y Saito salieron de la torre con sus gliders llevando al ángel con ellos. Ya fuera, esperando a que este se despertara antes de poder pedirle nada.

La droide había vuelto a notar la sensación de antes, ese ardor en sus circuitos, aunque no era algo potente aun, sabía que podía ir a mas... aun así, la estaba volviendo más fuerte. Recordó lo poco que había podido hacer para ayudar a su Maestra, quizás tendría que seguir, intentaría mantenerse cerca de Nithael en caso de llegar a un limite que su cuerpo no soportara, pero aprovecharía esa oscuridad para ayudar a sus compañeros.

Viendo que las cosas estaban calmadas, decidió separarse un instante para ver que tal se encontraba Hiro, cuando... Fátima hizo acto de presencia. Era... ¿un fantasma? ¡No! Había dejado que Andrei acabara con ella. ¿Qué había hecho? Todo el cuerpo le tembló un instante antes de que se lanzara volando hacia la mujer.

¡Maestra! ¡Maestra! —gritó bastante desesperada —. ¡Perdóneme! Esto... e-es mi culpa, ¿verdad? Debería haberla dejado marchar sola, solo... solo fui un problema y ahora, ahora ya no podrá regresar con el señor Malik. Le he fallado.
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Ronda 12

Notapor Suzume Mizuno » Dom Jul 22, 2018 5:26 pm

Malik, que se encontraba más o menos alejado de la vista de todos por haberse refugiado contra el edificio, entre varios escombros, aguantó en silencio unos momentos mientras su futuro se decidía.

«Por una vez, Malik, has acertado en todo,» contestó Aaron con voz neutra. «Has sido un verdadero estúpido. Pero no te preocupes. Nunca más tendrás que preocuparte por eso.»

Sonaba frío, tajante, pero cuando Malik continuó hablando, sintió que le escuchaba. Quizás sí que tenía una última oportunidad.

«Derrotaremos a Xihn, y le haremos pagar todo lo que nos ha hecho a todos. Lo destruiremos, nos vengaremos. No voy a pelear más contra ti, quiero trabajar contigo. Me necesitas para sobrevivir, y yo te necesito para sobrevivir. Podemos con ello. Después... Cuando todo acabe.. cuando acabe... Lo prometo.»

«¿Cuando acabe?»

Malik notó una vez más cómo Aaron hurgaba en su mente. Notó su desesperación, su afán por encontrar algún rastro de mentira, de que no podía estar sugiriendo eso de verdad.

Pero los dos sabían que iba en serio.

Un remolino de sentimientos confusos envolvió a Aaron y, por ende, a Malik. Sorpresa, duda, y esperanza reprimida.

No tuvo tiempo de decir nada más. Fátima, aprovechando que podía volar, localizó a su marid y la confusión de Aaron se convirtió en recelo. Al notar el enfado de Malik, se apresuró a confesarle:

«Ni te molestes. No me gustan nada estas... cosas.»

Si se refería a los besos o a las mujeres en general, no era fácil de decir. De todos modos, se mostró colaborativo, y le retransmitió a Fátima todo lo que su marido quería decirle, imitando su tono de voz para que no sospechara.

Como era de esperar, no quiso acercarse a las Princesas, pero poco importaba. Tenían asuntos más importantes de los que ocuparse.

*


Regocijado, Gabriel respondió a Alanna:

«No se me da bien. Es tu talento natural. Simplemente lo he forzado a salir. Vas a ser muy impresionante dentro de unos años, Alanna, ¿te das cuenta?»

A su vez, Chihiro escuchó a Celeste sin interrumpirla. Cuando respondió, parecía muy cansada:

«No me importa, muchacha, que sepan si he ayudado o no. Solo me importaba lo que pensaba una persona, y ya no está. Pero… gracias por tu preocupación.

Sintió que Chihiro aprobaba que se tomara el elixir que le ofrecía Saeko y también una vaga irritación ante el enfrentamiento que se dio entre esta y Alanna. Estaba claro que pensaba que eran unas niñatas y que no era el momento ni el lugar. Sin embargo, no dijo nada.

Más tarde, cuando Celeste la consultó, la mujer dijo:

«Muchos de vosotros sois torpes, novatos y, para colmo, no tenéis conciencia de grupo. No tengo ni idea de si tenemos una oportunidad, a menos que podáis colaborar. Siempre he preferido ir por mi cuenta, pero después de Xihn deseé como nunca haber tenido ayuda. Esa es mi respuesta. Eso y que si estáis dispuestos a morir por ello, entonces sí podríais tener una oportunidad.

Por su lado, la reina Friederike no pareció muy contenta con la respuesta de Saeko —que pudo sentir su rechazo— y guardó silencio durante el discurso de Alanna, sin ofrecer su opinión. Luego se acercaron a Nithael, que le había prometido en su momento a Saito que se ocuparía de él. Este no tuvo más que rozar la nariz de Harun y el dragón se sacudió un instante. Luego sus ojos se iluminaron, por fin libre del Caos, y se retiró para consolar a Alanna con algunos lametones. El ángel agradeció a Saeko su intervención, aunque no pudo evitar mirarla con el ceño fruncido. Friederike tomó entonces el control de la lengua de Saeko, visto que nadie le había explicado al ángel lo que estaba sucediendo, y le resumió la situación.

Majestad… Es un honor contar con vuestra fuerza en esta batalla.—Realizó una reverencia, extendiendo las alas a los lados—. Lamento no poder dedicaros la atención que os merecéis, pero debo seguir ocupándome del resto.

Friederike puso una sonrisa en los labios de Saeko y luego la liberó para que la muchacha se dirigiera hacia Yasmín. La princesa trabajaba, frenética, codo con codo con Nanashi. Esta, a su vez, había tomado la poción que les ofreció Hiro y había espantado al muchacho para que no les molestara. Necesitaban espacio y no alguien hablara con una persona inconsciente.

¿Necesitáis ayuda? Deberíamos eliminar primero el Caos, o volverá a enloquecer.

«¡Silencio, muchacha! ¿Acaso sabes algo del Caos? Déjalas trabajar, bien saben hacer su trabajo sin necesidad de que nadie las interrumpa.

¿Sabes? Pudimos salvar Agrabah, esta situación no será diferente.

La princesa, que desprendía una luz cegadora por las manos mientras recorría el cuerpo de la Maestra y se esforzaba por devolverle una apariencia humana, se secó el sudor de la frente y miró a Saeko. Arqueó una ceja.

Saeko, querida, no creo que sea ni remotamente la misma…!

¡No te desconcentres!—espetó Nanashi, con los dientes tan apretados que prácticamente no se la entendió. Lanzó una mirada fulminante a Saeko y luego volvió a trabajar. Yasmín también le dio la espalda a la muchacha y se concentraron en salvar la vida de Lyn.

Por su lado, Alanna se había apartado al lado de Harun y Bella había logrado purificar su Llave Espada con la ayuda de Felipe. Luego las Princesas acudieron a la llamada de Fátima. Pero Alanna no se quedó sola:

«Alanna… Creo que no ha sido el lugar ni el momento para echar en cara cosas personales, pero comprendo por qué lo has hecho. No eres idiota, solo joven.Es más fácil pelearse por asuntos personales que soportar la tensión que supone Xihn. No te martirices, Alanna. No tiene sentido que sufras así. No aquí, no ahora, al menos.

Ariel se volvió hacia Fátima cuando se acercó. Como tendía a pasar, se la quedó mirando boquiabierta y tardó un segundo en reaccionar.

Con tu poder, creo que podría sacar partido a este tipo de cuerpo —concluyó Fátima después de explicarle lo ocurrido—. ¿Aceptaríais ser mi catalizador, Alteza?

La Princesa sonrió y le cogió las manos con dulzura.

Viniste a Atlántica cuando nuestro mundo necesitaba ayuda contra Xihn. Y eres la Maestra de Bella, una de mis amigas más preciadas. Por supuesto que acepto. Será todo un honor.

Nada más decir estas palabras, un anillo blanco apareció por arte de magia en el dedo de Ariel. Cerró el puño, satisfecha, y Fátima sintió a la vez un subidón de energía exageradamente grande. De ahora en adelante, sus hechizos no sólo serían más poderosos, sino también más grandes y llamativos. Incluso su propia esencia pareció fortalecerse. Brillaba más, y hasta parecía menos transparente y etérea.

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El daño mágico de Fátima se multiplica por tres. A su vez, el rango de sus habilidades se duplica, y la duración de los hechizos se extiende un turno más.


Ronin, Ryota y el círculo de Princesas —con excepción de Yasmín, que seguía trabajando en salvar a Lyn— escucharon atentamente a Fátima. Se veía que muchas querían hacer preguntas, pero se mordían la lengua.

Entonces Felipe dio un paso al frente, aferrando su Espada, y dijo:

Puedo sentir el Caos manando de la torre. Xihn todavía sigue vivo, así es. Estoy seguro de que si logro abrirme paso hasta él y le clavo mi arma en el pecho, podremos librarle de parte de la corrupción.

Ariel acarició el Tridente, se apartó el pelirrojo cabello del rostro y dijo:

Creo que yo podría abrir un camino a través del Caos con mi Tridente. El resto—miró a sus compañeras—podríais reunir a dos o tres Caballeros y abrirles un camino también. Por desgracia, no creo que todas puedan permitirse rechazar Oscuridad y Caos a la vez. Me temo que vamos a necesitar la ayuda de los niños.

Puedo enviar a las esencias de Fátima a apoyar a los grupos, si es necesario.

Ronin y Ryota miraron a Bella, sorprendidos al ver los anillos, pero al asumir que sería demasiado largo de explicar, no hicieron preguntas. Ryota masculló:

Sin embargo, hay otro problema con el que debemos contar. Aaron…

¡Llaves listas, Caballeros!

Se hizo el silencio y todos se volvieron hacia las ruinas.

Los escombros temblaban con tanta fuerza que era imposible no escucharlos. Comenzaron a derretirse por un lado, a congelarse por otro. Hubo fragmentos que se redujeron a polvo, mientras que otros estallaron como si fueran bombas y Ryota tuvo que proteger a los que estaban más cerca arrojando una hoz de viento para desviar la metralla.

Fue entonces cuando todos los infectados por el Caos experimentaron una desagradable sensación. Percibieron un latido que los estremeció por dentro. El Caos borboteó en su interior y dio un violento coletazo.

Primero apareció el guantelete plateado, recorrido por innumerables fisuras entre las que se filtraban delicados hilos de Caos. Después, bañado casi en lava candente, Xihn emergió con lentitud del lugar donde habían pretendido enterrarlo vivo.

La mayor parte de su armadura estaba a punto de caerse a pedazos.

Dentro de Malik, Aaron se revolvió, inquieto.

«Está al límite de sus fuerzas. Gabriel también debe de notarlo. Ahora mismo, arrebatarle todos los corazones que le quedan es más fácil que nunca. Si te pones de acuerdo con la niña pelirroja... Podríamos acabar con él antes de que la armadura se rompiese y liberase todo el Caos. Algo que os interesa.»

A esa distancia no pudieron escuchar nada, pero Xihn logró desplomarse a un lado y luego lo vieron encogerse casi en postura fetal, como si estuviera sufriendo un gran dolor.

El aire se enrareció. La oscuridad parecía incrementarse por momentos y el halo de sangre que rodeaba el eclipse era cada vez más y más fino.

Fátima percibió a un Andrei disgustado alejándose de Xihn y regresando junto a Bella y ella. Entonces, con un chasquido de dedos, se hizo visible para todos.

O aprovecháis ahora, o la armadura se romperá.

Como era de esperar, su aparición no fue bien recibida.

¿TÚ? —gritó Cenicienta, invocando la Llave Espada de un destello y apuntándole con ella—. ¡Qué hace él aquí!

¡Esperad! Colaborará con nosotros —interrumpió Bella. Saltaba a la vista que no le hacía la menor gracia interponerse entre Cenicienta y Andrei, pero no se apartó—. Si Xihn libera el Caos, él será el primero en morir. Necesita que ganemos tanto como nosotros.

No es lo peor que tenemos aquí —admitió Ronin entonces. Miró a Fátima, como preguntándose hasta qué punto estaría de acuerdo, pero no dijo nada.

Cenicienta, sin parecer convencida lo más mínimo, bajó el arma muy despacio. Bella le dio un apretón suave en la mano.

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Ryota asintió y se llevó una mano al mentón.

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.

Por favor—dijo entonces una voz. Zel se incorporó, con sus hermanos intentando echarle una mano a cada lado. Les acarició la cabeza a ambos antes de mirar al frente. El largo cabello se apartó de su rostro, dejando al descubierto una expresión decidida y manchurrones de lágrimas—. Tenemos que acabar con esto.

Ariel dedicó una larga mirada a los niños.

Juntos podremos lograrlo. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto.

Yo os cubriré desde el cielo —añadió Nithael—. Es probable que Xihn todavía centre sus ataques en mí, pero, al aire libre, le costará más alcanzarme. Podré atacar y proteger a la vez mientras os encargáis de él.

Eve se mordió el labio inferior y apartó la vista, sin querer mirar a Xihn, mientra que Ruz no dejaba de vigilar con creciente angustia a Lyn. Nanashi y Yasmín continuaban trabajando sobre ella como si Xihn no hubiera aparecido.

Allí tenían su posible futuro si el Caos se apoderaba de ellos.

Friederike, dentro de Saeko, murmuró:

«No nos corresponde esta decisión. Solo podremos apoyar desde lejos. Deberías elegir a quién protegerás.»

Chihiro, a su vez, siseaba:

«Todos nos jugamos la existencia. Si se echan atrás, ¿qué sentido habrá tenido llegar tan lejos? Podemos ir al frente, muchacha, pero creo que seríamos más útiles en la retaguardia. No sé cómo afectará el Caos a mis poderes de Tiempo.

Por otro lado, Gabriel decía con emoción mal reprimida:

«Debemos arriesgarnos, Alanna. ¡Hay que acercarse y arrebatarle todos los Corazones que podamos, es nuestra única oportunidad! Una Princesa puede protegernos y, si vamos con el Príncipe, puede que en pocos golpes acabemos con esto…

Aaron, por su parte, ya había hablado y dado su opinión. Con todo, sería inteligente por parte de Malik no acercarse hasta que comenzara la batalla. Xefil ya lo había visto de refilón y nadie sabía qué sucedería si Ronin, Ryota, Felipe y Ragun lo avistaban también.

*



Xihn logró ponerse a cuatro patas y, entonces, con lentitud, se fue poniendo de pie. Aaron, a través de los ojos dorados de Malik, contempló a los Caballeros en silencio.

¿Cuál sería su decisión?




Spoiler: Mostrar
*redoble de tambores*

Nos acercamos a la batalla final, que empezará en esta ronda, así que ya podéis ir decidiendo ataques. Con todo, vamos a aclarar algunas cosas.

-Si Aaron y Gabriel atacan ahora y arrancan Corazones a Xihn, el Caos permanecerá, pero vuestro enemigo se volverá mucho menos poderoso en la segunda fase. ¿El problema? Los Corazones romperán la armadura en esta misma ronda al ser extraídos. Si recordáis lo que les sucedió a Karel y a Andrei, que no podían controlar su Caos, sabéis lo que os espera.

-Para asegurarse de que el Caos sea efectivo se necesitan al menos a cuatro personajes contagiados y no valen NPCs. Podéis contagiar a otros, por supuesto —tocar a Lyn, Saito, Dos, Fátima o Andrei debería bastar—, pero recordad que los que están poseídos no deben acercarse al Caos o perderán a Gabriel, Aaron, Friederike o Chihiro.

-Los que acepten usar el Caos a pesar de todo, tendrán una capacidad de ataque brutal durante dos rondas (esta y la siguiente). A la tercera, sin embargo, usaremos random.org y vuestros personajes podrían llegar a morir. Podéis libraros del Caos en la siguiente ronda, decidir que queréis una muerte gloriosa o arriesgaros con la suerte. Al tener el Caos es muy posible que podáis derrotar en pocas rondas a Xihn, eso sí.

-Si optáis por el camino seguro, la batalla se alargará, ¡pero no habrá peligro para vuestros personajes!

-En cualquier caso, necesitáis que os abran el camino. Las Princesas que abrirán paso son: Ariel (aliada con Fátima por fuerza), Bella (quien vaya con ella contará con el apoyo de las esencias), Cenicienta y Blancanieves.
-Zel apoyará a la Princesa por donde vaya Alanna.
-Ruz a la Princesa donde vaya Hiro.
-Eve a la Princesa por donde vayan Xefil o Ragun, dependiendo de cómo organicemos a los NPC.
-Los Maestros apoyarán dependiendo de cómo vean al resto del grupo.
-Felipe cargará por la zona de Blancanieves.

Y eso es todo. ¡Suerte y a ver qué sucede!
P.D.: sí, morir es morir. No quedarse inconsciente. ¡Vamos a darle drama a todo esto!



Spoiler: Mostrar
quote]Ragun:
VIT: 200/200
PH: 92/92[/quote]

Xefil:
VIT: 40/40
PH: 56/56


Saeko:
VIT: 80/84
PH: 58/58 (70 poder curativo)


Alanna:
VIT: 55/60
PH: 14/38


Celeste:
VIT: 26/26
PH: 50/58
Te quedas sin éteres


Kairi:
VIT: 35/40
PH: 25/52


Hiro:
VIT: 10/28
PH: 22/54


Malik:
VIT: ????/138
PH: ????/58


Fátima:
VIT: 32/32
PH: ????/????


Saito:
VIT: 110/120
PH: 33/60


Dos:
VIT: 36/40
PH: 25/38



Spoiler: Mostrar
Dos: 15%

Saito: 15%

Fátima: 15%



* * *


Fecha límite: viernes 27 de julio


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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: Ronda 12

Notapor Sombra » Vie Jul 27, 2018 4:34 pm



Corrí a tiempo cuando algunos de los escombros salieron disparados, en cuanto sentí que ya no estaba en riesgo me giré a tiempo de ver como un guantalete plateado lleno de grietas que rezumaban hilillos de Caos salía del suelo como un muerto saliendo de su tumba. Xihn, encerrado en una especie de armadura que parecía a punto de romperse. Su cuerpo parecía como bañado en lava que resbalaba por la armadura.

Retrocedí por puro instinto al verle. Era un ser monstruoso y que segregaba una sensación horrenda que me hacía querer escapar. Aquella sensación de peligro era grande, no como lo que había enfrentado hasta ahora... Xihn era muchísimo peor, ni siquiera Gárland se le podía comparar.

El ente se desplomó y se empezó a encoger como si estuviese sufriendo. Aquel ya ni siquiera era Xihn, era probable que hubiese perdido por completo el control y el juicio... O eso parecía. Ni siquiera él había podido con el Caos. Pude ver por el rabillo del ojo a Andrei, no entendí que hacía él aquí... Pero no parecía estar luchando contra nosotros en aquel instante. Ese maldito traidor simplemente había cambiado de bando cuando Xihn dejó de serle útil... O cuando perdió el control.

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

¿Qué? —abrí la boca.

Afectados por el Caos, ¿quiénes? Miré a Fátima, que portaba aquella extraña apariencia, luego a Saito... Por el Primero... No podían morir, no podían. ¿Y Lyn? ¿Qué le había pasado?

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.—propuso Ryota.

Por favor. Tenemos que acabar con esto. —suplicó Zel.

Juntos podremos lograrlo. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto.

Yo os cubriré desde el cielo —informó Nith—. Es probable que Xihn todavía centre sus ataques en mí, pero, al aire libre, le costará más alcanzarme. Podré atacar y proteger a la vez mientras os encargáis de él.

Xefil avanzó como voluntario para infectarse con el Caos. En mi caso... Debía hacerlo también, no tenía mis poderes sincorazón. Me sentía débil en aquel momento, tenía que ganar fuerza... Y si para ello tenía que arriesgar mi vida pues que así fuera. Si con ello lográbamos detener la destrucción del univero no me importaba sacrificarme. No quería que los ciudadanos de Tierra de Partida muriesen y de todos modos... Ya íbamos a arriesgar nuestras vidas peleando allí, aceptar el Caos no era nada.

Fátima... Infectame, por favor. He perdido mis poderes de sincorazón, ahora mismo soy demasiado débil. Lo necesito —dije con una voz suplicante—. Es lo único que puedo hacer.

No pude evitar preguntarme donde estaba Malik... O Aaron. ¿Lo sabía? Lo cierto es que aquel no era el mejor momento para hablarle de lo sucedido antes.

Poco después, vi como Xihn empezaba a levantarse lentamente. Se puso a cuatro patas primero y después, pesadamente se alzó poniéndose en pie.

Me coloqué junto a Cenicienta, Hiro y Kairi para la batalla. Observé a los tres:

Tengo buena resistencia, así que iré por delante. Necesito alguien en la retaguardia que pueda cubrirme, confío en tu puntería; Hiro —comenté—. Cenicienta, si crees que el Caos empieza a afectarme demasiado hazte cargo, por favor —continué hablando dirigiéndome a la princesa.

Empecé a correr contra Xihn preparando mi Hoja Letal, mi ataque físico más poderoso. Di un Doble Salto para alzarme lo máximo posible y trataría de golpear su casco con todas mis fuerzas para después retroceder tan rápido como pudiese portando mi escudo en la mano que tenía libre.

Spoiler: Mostrar
Resumen: Ragun pide a Fátima que le infecte con Caos, después se une a Cenicienta, Hiro y Kairi y avanza contra Xihn dando un doble salto y asestándole una Hoja Letal para finalmente cubrirse con su escudo ante posibles contraataques.

▪ Doble salto (HC) [Nivel 3] [Requiere Elasticidad: 4]. El usuario es capaz de saltar mucho más alto que los demás, alcanzando lugares más inaccesibles.
▪ Hoja letal (HC) [Nivel 40] [Requiere Fuerza y Combate con armas blancas 60] El usuario blande su espada con ambas manos y esta aumenta su tamaño hasta 2 metros de longitud, lo que le permite dar un único y poderoso golpe con altas posibilidades de aturdir al enemigo.
Última edición por Sombra el Sab Jul 28, 2018 12:29 am, editado 1 vez en total
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor H.S Sora » Vie Jul 27, 2018 9:14 pm

A medida que el tiempo pasaba, la inquietud que me producía el Caos se acentuaba por momentos. ¿Era tan sólo el Caos o era la situación en sí? La tensión cortaba el aire, todo el mundo parecía atento al mínimo cambio que se diera en el ambiente. Maestros y Princesas estaban reunidos, no muy lejos de dónde me encontraba reposando.

Todos menos la Maestra Nanashi y la Princesa Yasmín, que seguía luchando contra lo que el Caos le había hecho a la Maestra Lyn. Una punzada se encargó de que mi cuerpo temblara unos instantes. El sudor me perlaba la frente, mientras no dejaba de preguntarme si ese era el destino de todos los que intentábamos usar ese poder.

Negué con la cabeza y arremetí todos los sentimientos negativos hacia dentro lo mejor que pude para tratar de encerrarlos. Nithael me había asegurado que llegado el momento se encargaría de mí, y confiaba en él.

Por lo que lo daría todo sin preocuparme hasta que no pudiera más.

Las bocas del grupo se iban moviendo mientras tanto, pero había algo que me impidió centrarme en primera instancia en lo que decían: Fátima. O tenía que ser ella, por mucho que me costara creerlo. No encontraba palabras para describir lo que le había pasado…

Me mordí la lengua, tratando de centrarme. Habría solución, la encontraríamos una vez terminásemos con esto de una vez por todas.

Puedo sentir el Caos manando de la torre. Xihn todavía sigue vivo, así es. Estoy seguro de que si logro abrirme paso hasta él y le clavo mi arma en el pecho, podremos librarle de parte de la corrupción.

Creo que yo podría abrir un camino a través del Caos con mi Tridente. El resto podríais reunir a dos o tres Caballeros y abrirles un camino también. Por desgracia, no creo que todas puedan permitirse rechazar Oscuridad y Caos a la vez. Me temo que vamos a necesitar la ayuda de los niños.

Puedo enviar a las esencias de Fátima a apoyar a los grupos, si es necesario.

Las preguntas se me amontonaban, pero no veía a nadie dispuestos a hacerlas. El tiempo corría, y las explicaciones podían esperar.

¡Llaves listas, Caballeros!

«Desde luego que sí.»

Me reincorporé, invocando el Glider y elevándome un poco para tener más perspectiva. Nadie decía nada, todo el mundo estaba pendiente de las ruinas y de lo que estuviera por suceder a continuación. El temblor fue haciéndose más grande por momentos, hasta el punto de que los escombros que habían sepultado a Xihn empezaron a sufrir las consecuencias.

Estallidos, congelación… el espectáculo que nos brindaba tenía que ser solo una parte de lo monstruoso que podía llegar a ser. O de lo mucho que había enloquecido y de lo incapaz que era ahora de controlarse.

«Tenemos que darle muerte cuanto antes.»

El Glider volvió a desestabilizarse, y necesité descender hasta el tumulto que se había concentrado para decidir que hacer mientras me agarraba el pecho con una mano y jadeaba levemente.

«No lo digas como si tuvieses una enfermedad.»


Compuse una risa sardónica, recordando lo que mi compañera había dicho poco antes. No pensaba que hubiera pensado mucho en sus palabras, y me recordaba en parte a muchas de las estupideces que había dicho y hecho en el pasado.

Y puede que, durante unos segundos, me hubieran entrado ganas de espolvorearle un poquito del mágico Caos que me revolvía las entrañas en toda la cara. Mi respiración se aceleró al ver como Xihn resurgía, abriéndose paso por las ruinas de la torre.

Su armadura se encontraba con todavía más grietas de las que recordaba, fruto del horrible derrumbe y todo el daño que ya se le había hecho. Parecía al borde de que se le cayera entera, unidos tan solo los fragmentos por filamentos de Caos que se escapaban de las fisuras.

Parecía estar recuperándose poco a poco. No había que darle más oportunidades, era ahora o nunca.

«Está al límite de sus fuerzas. Gabriel también debe de notarlo. Ahora mismo, arrebatarle todos los corazones que le quedan es más fácil que nunca. Si te pones de acuerdo con la niña pelirroja... Podríamos acabar con él antes de que la armadura se rompiese y liberase todo el Caos. Algo que os interesa.»

Miré en dirección a Malik. Estaba algo apartado, y no quería pensar en cómo le estaría afectando todo esto. Aunque lo había intentado con Saeko y Celeste, me sentía algo incómodo al haberlo hecho de manera inconsciente con el hombre.

Respiré hondo, sintiendo como los hilos del Caos habían ganado fuerza tras esa oleada que había sentido. Pero la voz que le hablaba a Malik tenía razón: lo de arrancarle corazones funcionaba, lo había visto con mis propios ojos. Si se los quitaban todos, quizá...

¿TÚ? —Me giré a tiempo de ver a Cenicienta, Llave Espada en mano, apuntando nada más y nada menos que a Andrei Saavedra—. ¡Qué hace él aquí!

¡Esperad! Colaborará con nosotros —Bella fue la única que se atrevió a interponerse en el camino de la otra Princesa—. Si Xihn libera el Caos, él será el primero en morir. Necesita que ganemos tanto como nosotros.

No es lo peor que tenemos aquí.

Al final Cenicienta cedió, bajando su arma a regañadientes.

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.

«Morir...»

Me miré las venas, cada vez más marcadas a medida que el Caos se hacía más presente en mi interior. ¿Estaba dispuesto a llevar las consecuencias hasta el final? Miré como el halo del eclipse se había hecho aún más fino, al igual que la presencia de la oscuridad en todo el lugar.

Por favor. —Todos los que estábamos cerca miramos a Zel. Se me formó un nudo en la garganta cuando su rostro quedó al descubierto, y no pude evitar mirar a sus hermanos también—. Tenemos que acabar con esto.

Juntos podremos lograrlo. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto.

Yo os cubriré desde el cielo. Es probable que Xihn todavía centre sus ataques en mí, pero, al aire libre, le costará más alcanzarme. Podré atacar y proteger a la vez mientras os encargáis de él.

«No nos corresponde esta decisión. Solo podremos apoyar desde lejos. Deberías elegir a quién protegerás.»

Dejé escapar una bocanada de aire, todavía poco acostumbrado a lo abrupto que me llegaban las voces. Asentí en dirección a Saeko en silencio, sabiendo que con la ayuda de Friederike y Nithael para curarnos tendríamos las espaldas bien cubiertas.

«Todos nos jugamos la existencia. Si se echan atrás, ¿qué sentido habrá tenido llegar tan lejos? Podemos ir al frente, muchacha, pero creo que seríamos más útiles en la retaguardia. No sé cómo afectará el Caos a mis poderes de Tiempo.»

Puse una mueca, sabiendo que para mi desgracia Chihiro podía tener razón. Era mucho más inteligente que nosotros después de todo, y si por lo visto el Caos tendría efectos indeseados en sus habilidades tan preciadas… lo mejor sería que Celeste nos apoyara con ellas en lugar de arriesgarnos y perderlo todo.

«Debemos arriesgarnos, Alanna. ¡Hay que acercarse y arrebatarle todos los Corazones que podamos, es nuestra única oportunidad! Una Princesa puede protegernos y, si vamos con el Príncipe, puede que en pocos golpes acabemos con esto…»

Me quedé mirando a la muchacha con los ojos entornados. ¿Alguien más, aparte de Malik, era capaz de arrancarle Corazones a esa bestia? Entonces lo mejor sería que ambos fueran al frente para intentar hacer todo lo posible.

Eso me hizo plantearme cuanta gente se había sacrificado para darles cabida a los renegados que habían escapado de las garras de Xihn... Y de lo mucho que tendríamos que hacer el resto para compensarlo.

«Ahí viene...»

Con parsimonia, lo que quedaba del ser más temible del Intersticio se empezó a reincorporar. Y nuestra ofensiva tenía que empezar antes de que la suya diera comienzo.

Me acerqué —bajando del Glider y dejándolo en su forma de Llave Espada— sin perder el tiempo a una de las Princesas del Corazón que iba a despejar el camino, Bella.

Me gustaría acompañarte. —La miré con seriedad y asentí, dispuesto a seguir a la mujer en todo lo que me dijera.

Xefil llegó en ese momento. Parecía que no estaríamos solos.

Bella, quisiera ayudarte. Tienes a las esencias de Fátima y puedes con la Oscuridad y el Caos. Y yo peleo de cerca, no conozco otra forma… Además, hemos luchado juntos antes. Si de verdad puedes abrir un camino, si hay una oportunidad… entonces quisiera apoyar.

Dejé que la Princesa del Corazón decidiera, por mí no había ningún problema. Fruncí el ceño al ver que planeaba dirigirse hacia mí.

Si necesitas de mi ayuda, Saito, también puedes… —Se detuvo al mirarme bien. Las maravillas del Caos, intuí—: ¿Estás… infectado? ¿No es eso peligroso?

¿No has oído hablar a Saavedra hace un momento? —Hice un gesto desdeñoso en dirección a Andrei—. Los infectados moriremos si Xihn libera todo el Caos. Por otra parte...

¿…te ha ayudado en algo?

Lo ha hecho, y todavía puede hacerlo. Con la ayuda del Caos y las cualidades que otorga, podríamos acabar con Xihn cuánto antes.

No, escucha, es una idea desquiciada, pero… si el Caos que tienes dentro de alguna forma puede fortalecerte… entonces…

>>¿Te importaría compartirlo conmigo? Nanashi utilizó el Caos para sanarme hace no menos de media hora, así que definitivamente hay cosas que podemos hacer con él. Podemos usarlo. Y si es así…

Mi cabeza daba vueltas. Alguna de las voces que había oído de camino a la torre cobraban ahora sentido, o empezaban a hacerlo. Pero no era el momento de pensar en ello.

Contágiame.

La mano del hombre quedó en el aire. Lo miré unos segundos, inexpresivo, antes de añadir:

No tenemos tiempo para discutir esto. Es tu decisión, y de verdad espero que no te arrepientas. —Levanté un brazo y lo extendí en su dirección—. Te aviso de que no va a ser agradable.

Estreché su mano sin miramientos. Y si era necesario, no dudaría en espolvorearle un poco de Caos con la otra mano para acabar de infectarlo. Antes de partir, por eso, quise informar a Bella sobre lo que sabía:

Malik y Alanna tienen la capacidad de arrancarle Corazones a Xihn. No estoy seguro, pero es muy probable que utilicen esa habilidad para darnos ventaja. —Al menos eso era lo que les habían propuesto las contrapartes a las que estaban unidos.

»¿Crees que podrías invocar a Thor o a Selene para que nos ayuden? Ambos pueden atacar a distancia, y apoyarnos si las cosas se nos complicaran un tanto… no lo sé. ¿Cómo lo ves tu?

Había otra cosa que me inquietaba, y era Malik. ¿Actuaba por su propia voluntad? Lo último que había oído no era demasiado preocupante, pero aquello de que dejara de resistirse… había estado a punto de comentárselo a Bella, pero me mordí la lengua en el último momento.

Ahora teníamos que centrarnos en Xihn, y la Princesa del Corazón tenía que tener todos sus sentidos puestos en el enemigo. Aún con todo, intentaría tenerle puesto el ojo encima mientras no peleáramos contra Xihn. Solo por si acaso.

Por otro lado, respetaría la decisión de la Princesa fuera cual fuera y me pondría en marcha en dirección a Xihn. No estaba seguro de lo que haría la bestia en ese estado de enajenación... pero intenté estar alerta a las órdenes de la Princesa y de lo que el Caos pudiera susurrarme a medida que nos acercáramos.

Y en el momento en que viera que podía intentar atacarnos, o si estábamos lo suficientemente cerca, le lanzaría un Sagitta Tenebris.

Spoiler: Mostrar
Sagitta Tenebris (HM) [Nivel 21] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 30]. El usuario dispara una concentración de poder mágico hacia el cielo, que al llegar se fragmenta y cae en forma de una lluvia flechas que ataca a todos los enemigos en un radio de 5 metros.

PD: Diálogos acordados con Zee.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Kairi » Vie Jul 27, 2018 11:57 pm

Xihn salió de entre los escombros, rezumando Caos por todo su cuerpo. Su armadura estaba a punto de romperse del todo. Kairi retrocedió, muy asustada. Aquella imponente figura le inspiraba un miedo aterrador. Su primer impulso hubiera sido el de huir de allí, pero no podía hacer eso. No podía abandonar a los demás ni dejar que se destruyeran más mundos. Pero, ¿qué podría hacer? No tenía la suficiente fuerza como para hacerle frente. Le daba la impresión de que sus ataques sólo le harían cosquillas y no digamos los de Awa-chan.

Pero no estaba sola. Contaba con la ayuda de sus compañeros, Maestros y princesas. Cada princesa ayudaría a abrir camino para que todos pudieran atacar. Kairi fue junto a Cenicienta, a la que se le unieron también Hiro con Ruz y Ragun.

Me niego a aceptar el Caos para vencerlo. Tiene que haber otra manera—dijo con firmeza—. Haré todo lo que pueda.

Tengo buena resistencia, así que iré por delante. Necesito alguien en la retaguardia que pueda cubrirme, confío en tu puntería; Hiro—comentó Ragun.

Dejó que Ragun se adelantara y cuando Xihn estuviera ocupado con él, corrió y usó su habilidad Remolino, confiando en que le hiciera algo.


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▪ Remolino (HC) [Nivel 25] [Requiere Tiro Mortífero; Puntería: 23]. Es un Tiro Mortífero con efecto: el arma, en vez de ir lineal, da vueltas por todo el escenario causando daño a todo aquel que se encuentre en su camino.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tsuna » Sab Jul 28, 2018 12:24 am

El estado de Saeko no era precisamente uno de los mejores. Se alejó de Nanashi y de Yasmín con un ligera sensación de frustración, algo que se pudo haber quedado ahí.

Me hace gracia toda esta empatía de alguien a quien no le cuesta pisotear los sentimientos de los demás.


Pero las palabras de Alanna seguían rondando por su cabeza. Parecía una tontería pensar en ese asunto a esas alturas, cuatro años después. Claro que también podía comportarse como la egoísta e insensible que era e ignorar a la pelirroja por completo, experta como era pisoteando sentimientos no le costaría, pero no, Saeko no era así, después de tanto tiempo se seguía martirizando por aquella decisión y más sobre todo cuando se lo echaban en cara, ya no solo por Nikolai, sino por todo en general.

Tú sigue con ese papel de heroína de fantasía que te has creado.


Todavía recordaba el sentimiento que había supuesto luchar en el Castillo del Olvido, ayudando a los clanes y utilizando las piedras para derrotar al Coloso, cooperando con Tierra de Partida. Eran tiempos lejanos pero en el fondo lograba recordarlo, la sensación de estar haciendo lo correcto, de tener el valor para luchar y que los demás contasen con ella como una más. Como aprendiz en Bastión Hueco había dejado mucho que desear, pues solo se había movido por sus intereses y viendo su situación actual no resultaba extraño que hubiese terminado de esa forma.

Pero una heroína... ¿no era eso lo que había intentado ser todo ese tiempo?

Ser fuerte e independiente.

¿Tú crees que todos han olvidado, Saeko?


La presencia de la reina lograba poner presión de por medio para que pudiese resistirse y mantener la cabeza alta, a fin de cuentas ambas se sentían y no quería hacerla pasar por su dramatismo, pero ese último pensamiento logró tumbarle la moral por un momento. Pensó en Nanashi, en Ryota, en los demás...

Y se preguntó qué demonios estaba haciendo ahí, en medio de ese campo de batalla, peleando.

Se le humedecieron los ojos por un momento e hizo un esfuerzo tremendo para sencillamente, no derrumbarse en el sitio. Al principio se sorprendió, ni siquiera recordaba la última vez que había derramado una lágrima y la sensación resultaba cuanto menos desconcertante. Las lágrimas bajaron con rapidez y sin control, como si necesitaran encontrar una vía de escape con urgencia, a lo que se apuró a secarse con sus manos.

«Siento que haya tenido que estar presente en esa discusión.»

Pensó con resignación y vergüenza.

Fue difícil, pero después de unos segundos de paz interior encontró la fuerza para dejar todo eso de lado y seguir caminando.

Una vez se alejó lo suficiente de la torre y manteniéndose cerca del grupo de princesas, escuchó a la maestra Fátima alzar la voz, confirmando que su aspecto se debía al Caos y no a cualquier otra cosa, su visión sobre su apariencia dio un giro radical y empezó a preocuparse de verdad. Sus palabras fueron seguidas de las princesas, que comenzaron a planear los siguientes movimientos: clavar la espada del príncipe Felipe en el pecho de Xihn, abrirse paso en grupos y contar con la ayuda de los niños.

Pero poco más siguió la discusión cuando los escombros de la torre comenzaron a temblar. La atención de todos los presentes se centró en las ruinas, que estallaban de cualquier manera, ofreciendo un espectáculo cuanto menos grotesco. La criatura, todavía cubierta por una armadura que a duras penas se sostenía, se retorció de dolor por unos momentos.

Saeko contempló expectante, se sentía intimidada, pero algo dentro de ella sentía lástima, cierto era que Xihn era el culpable de todos sus males y de la muerte de tantísimos inocentes, pero verlo así le decía que algo no estaba bien.

O aprovecháis ahora, o la armadura se romperá.

Fue escuchar esa voz que ya conocía tan bien y darse la vuelta llena de rabia e impotencia. Observó a Andrei de arriba a abajo, el gitano había aparecido de la nada y no tenía intención de luchar contra ellos. Tan solo hacía unos días que se habían enfrentado a muerte y allí estaba, como siempre, en el bando ganador. Le dedicó una mirada asesina por un momento y pensó que el maldito tenía la suerte del mismísimo diablo.

Si Xihn libera el Caos, él será el primero en morir. Necesita que ganemos tanto como nosotros.

No es lo peor que tenemos aquí

«Cobarde.»

El asco que sentía hacia Andrei en ese momento no podía medirse con palabras, pero tampoco iba a centrarse más de la cuenta en ese niñato.

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Como siempre, parecía un sabelotodo cuando abría esa bocaza suya.

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.

Por favor. Tenemos que acabar con esto.

Juntos podremos lograrlo. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto.

Yo os cubriré desde el cielo. Es probable que Xihn todavía centre sus ataques en mí, pero, al aire libre, le costará más alcanzarme. Podré atacar y proteger a la vez mientras os encargáis de él.

Spoiler: Mostrar


Una vez decididos a utilizar los poderes del Caos, todos empezaron a organizarse y Saeko pensó en un planteamiento inicial.

«No nos corresponde esta decisión. Solo podremos apoyar desde lejos. Deberías elegir a quién protegerás.»

Pudo percatarse de la mirada de Saito en el último momento, pensar en el Caos y lo que conllevaba hizo que aumentara su preocupación. Intentando mantener la fe en que todo saldría bien, le correspondió asintiendo con la cabeza también.

Analizó con detalle los movimientos de los presentes mientras procuraba mantenerse en la retaguardia, el príncipe Felipe contaba con su espada y era necesario que alcanzara a Xihn, por lo que utilizó un hechizo protector sobre él. Pensó en los demás, en sus ventajas y desventajas, no fue una decisión fácil puesto que tenía que usar sus poderes con cuidado, debía prevenirse del Caos y tampoco quería hacerle favoritismos a nadie por ninguna razón.

Tras evaluar a conciencia la situación se decidió por ella. Cogió aire y se concentró, convocando otro hechizo protector sobre Alanna. Evitó dirigirle la mirada sin embargo y se abstuvo a decir nada, no esperaba que la chica le diera las gracias ni que cambiara su punto de vista sobre su pasado, hacía tan solo un rato que se lo había echado todo en cara y las cosas estaban más que claras.

Pero Saeko sabía cuándo sacar asuntos personales, esperaba la misma madurez por su parte.

Se percató de que Celeste también se había quedado en la retaguardia, la miró por el rabillo del ojo y pensó por unos momentos. Se planteó adoptar una postura más agresiva con ella que la que había mostrado, y también plantearle que haber estado delante sin poder hacer nada no le ponía las cosas fáciles, porque habían usado su cuerpo para eso.

Al final no lo vio necesario y decidió centrarse en la batalla.

«Estaba pensando si sería posible bordear a Xihn con las raíces y capturarlo con la guardia baja, de este modo no supondríamos un obstáculo para nadie. Pero tiene razón, desconozco cómo podría afectarnos el Caos si lo intentamos, puede que las raíces se deshagan como sucedió con la torre, y también habría que tener cuidado con el magma que desprende.»

Recordaba que las raíces no dependían de ella, sino de Friederike, por lo que si recibía el visto bueno de la reina se concentraría como la última vez, dejando escapar el poder de la naturaleza.

«¿Sabe? Me hubiese gustado conocerla en vida.»

Sí, quizá así las cosas hubiesen sido distintas. Entonces, observando una última vez al monstruo, cerró los ojos...

Spoiler: Mostrar
-El hechizo que utiliza sobre Felipe:

Limitador, nivel 25 (reduce a la mitad los daños de un personaje durante 2 rondas en
un personaje. Solo se puede usar una vez cada turno).


-Y el que usa sobre Alanna:

Regeneración, nivel 32 (recupera 30 + 5 VIT por cada turno. Dura 3 rondas).

Después intenta usar las raíces para bordear Xihn e intentar inmovilizarlo, esperando el momento adecuado.
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Tsuna
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor RedXIII » Sab Jul 28, 2018 12:56 am

Alargó su brazo hasta que crujió su armadura. Sacó su rifle y lo agarró entre ambas manos. Con un gesto de negación se apartó de cualquier contacto relacionado con el Caos mientras se preparaba para el combate.

Me niego a aceptar el Caos para vencerlo. Tiene que haber otra manera. Haré todo lo que pueda.

Entonces ya somos dos — Preparó su arma y apuntó a aquella cosa gigante que se alzaba ante ellos, pedazos de armadura y caos rodeaban a aquel ser ¿Seguía siendo consciente o simplemente se había convertido en algo tan corrompido que ya sólo existía porqué su corazón aun latía?

Tengo buena resistencia, así que iré por delante. Necesito alguien en la retaguardia que pueda cubrirme, confío en tu puntería; Hiro.

No me gusta que me den órdenes — Refunfuñó mientras tomaba un éterAunque tampoco hay nada mejor que hacer — Apuntó a aquel ser y utilizó un Tiro contundente directo al enemigo.

Se preparó para volver a disparar a cualquier cosa que se intentara acercar a Ragun.

Spoiler: Mostrar
Usa un éter.

▪Tiro contundente (HC) [Nivel: 25] [Requiere: Puntería 60] Disparo preciso a la cabeza o parte vulnerable de un enemigo, lo cual provoca que retroceda unos metros. Tiene alguna posibilidades medias de provocar confusión.
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Awards chupis:

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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Drazham » Sab Jul 28, 2018 12:57 am

¡Eh! ¡E-espera! ¡Me vas a…!

Pero Harun no quiso esperar. Travieso como él solo, no dudo en devolverle las carantoñas a Alanna a base de avasallarla con lametones. Bonita forma de «empaparse de gloria» tras un arduo combate. No obstante, la chica no pudo hacer otra cosa que romper a reír a carcajada limpia, incluso si el afecto de Harun venía con una ducha de babas de regalo. Al menos había bastado para subirle los ánimos.

Mira que eres granuja. Voy a tener que decirle a Fátima que está criando a un dragón muy baboso —dijo, reprimiendo una risita a duras penas. Luego, se inclinó un poco hacia el dragón para plantarle un beso en el hocico.

Ya un poco más serenada, se quedó rumiando para sus adentros. Gabriel tenía razón en que todavía pecaba por ser un poco “niña”. Tan solo tenía que verse a sí misma: haciéndole mimos a un animal para escabullirse por unos minutos de la situación a la que se enfrentaban. O pagando su frustración con la persona a la que le había colgado una diana inmensa desde que todo aquello comenzó. Aun así, sus reticencias con Saeko no iban a desaparecer de la noche a la mañana, y mucho menos si ésta seguía teniendo la desfachatez de hacer como si no le hubiese asestado aquella puñalada trapera a la persona que más quería.

No quería poner a Nikolai en ningún compromiso por meterse en asuntos que no le competían, pero… Demonios, ¿cómo mantener la compostura delante de ella si no hacía más que pretender que no había dejado en la estacada a sus compañeros? ¿Y qué sarta de embustes le habría contado a la reina Friederike para que accediese a prestarle su poder?

A ese paso, iban a pasar muchos años antes de que se volviese tan impresionante como Gabriel le prometió si seguía encendiéndose por culpa de una mentirosa. Aunque si era capaz de pensar en los años venideros, es que todavía debía albergar esperanzas en volver a casa sana y salva cuando todo aquello acabase.

Entonces, Xefil gritó, y el silencio que se produjo después apenas duró unos meros segundos hasta que la tierra que pisaban se estremeció. Entre un manto de polvo y llamas, Alanna se estremeció al contemplar un guantelete emerger de los escombros. Xihn, todavía envuelto en una suerte de armadura que amenazaba con venirse abajo, se alzó como si de un vástago de los infiernos se tratase.

No fue el único monstruo que se apareció delante de ellos. En un chasquido, la silueta de Andrei en un estado que rozaba lo mortecino apareció de la nada. Indignada, se hubiese unido a las protestas de Cenicienta, pero por alguna razón, Bella y Fátima parecían de acuerdo en la idea de que les… ayudase.

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Lo que les ponía a todos ellos en una batalla contra el tiempo. Alana se llevó un pulgar a los labios y se mordisqueó la uña, rabiosa de impaciencia. ¿De verdad que sus únicas opciones eran cargar en un ataque suicida o recurrir al desgaste?

«Debemos arriesgarnos, Alanna. ¡Hay que acercarse y arrebatarle todos los Corazones que podamos, es nuestra única oportunidad! Una Princesa puede protegernos y, si vamos con el Príncipe, puede que en pocos golpes acabemos con esto…»

Cierto. También tenían la baza de arrebatarle la fuente de su poder a Xihn. Su intento anterior acabó siendo un fracaso absoluto con toda esa maraña de corazones agolpados. Pero ahora estaba tan machacado que quizás tuviese una oportunidad, y ella tenía a más personas en las que apoyarse. Si podía aunar fuerzas con alguien más…

Sus orbes rotaron hasta Malik. O, más bien, hasta Aaron, a quien le mantuvo una mirada de circunstancias. Hasta qué punto confiar en alguien tan problemático dependía de cuanto necesitaba que le ayudase a extraer los corazones. Pero si iba a colaborar, si de verdad quería colaborar, le haría saber que ella estaba dispuesta a arriesgarse antes de quitarle los ojos de encima.

Alanna se bebió uno de sus éteres de dos tragos, y se ayudó de sus alas para dar un salto que la catapultó hasta Blancanieves y Felipe.

¡Alteza, permitidme acompañaros! —le pidió con un tono firme al príncipe, llevándose la mano al pecho—. Si se me da la oportunidad, podríamos extraerle los corazones que alberga Xihn y disminuir su poder. Os apoyaré en la medida de lo posible para que le alcancéis con vuestros ataques.

Se fijó en que Zel también acudió para servirle de protección frente a la oscuridad que zozobraba de Xihn. Le dedicó una escueta sonrisa antes de tomar posición.

Una vez emprendido el camino de no retorno, Alanna se mantendría a la defensiva, apoyándose en las protecciones que le brindasen sus compañeros para acercarse lo suficiente y recurrir al poder de Gabriel. Aunque si era necesario, también emplearía su aliento para despejar el camino de amenazas o cubrir a los demás.

Spoiler: Mostrar
En caso de que fuese necesario para cubrir al grupo:

Aliento de Dragón[/] (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Fuego; Poder Mágico: 15]. El usuario coge aire durante unos instantes para seguidamente lanzar una bocanada de fuego por su boca que puede llegar a golpear enemigos hasta a dos metros de distancia. Bajas probabilidades de causar quemaduras.

▪ [i]Éter
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab Jul 28, 2018 1:19 am

Tener otra vez el control fue agradable, pero distinto de la primera vez. Era como si de repente estuviera totalmente calmado, sin la angustia o la desesperación anteriores. Se dio cuenta de que Aaron había dejado de luchar contra él y le embargaba la confusión y la esperanza. Malik inspiró hondo.

Iba a cumplir con la promesa.

«Bien, de acuerdo… ».

Estaba apartado de los demás. Salvo Fátima nadie se le había acercado y aunque sabía que algo había sucedido mientras Aaron se la jugaba, no sabía exactamente el qué. Así que buscó. No hizo ningún movimiento ni sonido y no trató de hacerle daño de nuevo. Pero sí le dolió la cabeza y el estómago se le encogió. También le escocieron los ojos y tuvo ganas de... Se enfadó, claro que lo hizo. Había, había…

«Está bien, no tenemos tiempo para eso.»

Decidió mantenerse al margen y todo lo oculto al grupo que pudo. Entonces se hizo el silencio y Malik miró hacia las ruinas. Pero algo retumbaba. El temblor de los cascotes era estruendoso. Empezaron a derretirse y congelarse en lados opuestos, a hacerse polvo y a explotar en una miríada de efectos diversos y diferentes. Malik observó todo lo impasible que pudo, desde la distancia. Vio cómo Xihn emergía de los escombros poco a poco.

Su armadura estaba a punto de romperse.

Dentro de Malik, Aaron se revolvió, inquieto.

«Está al límite de sus fuerzas. Gabriel también debe de notarlo. Ahora mismo, arrebatarle todos los corazones que le quedan es más fácil que nunca. Si te pones de acuerdo con la niña pelirroja... Podríamos acabar con él antes de que la armadura se rompiese y liberase todo el Caos. Algo que os interesa.»

«Sí, sí, estoy de acuerdo.»

Vio también cómo Xihn se desplomaba hasta convertirse en una bolita acurrucada en el suelo. Parecía sufrir… Malik aspiró aire por la boca, dándose cuenta entonces de que el aire se había vuelto denso, de que pesaba y se enrarecía por segundos… Al apartar la vista del montón de cascotes y de Xihn, Malik vio a Alanna observarle desde lejos. Mantuvo el rostro todo lo impasible que pudo.

Le dio la sensación de que sospechaba algo, pero no sabía nada… ¿verdad?

Había hecho que Ragun perdiera el control, había… Pero Fátima no lo sabía, no se lo había echado en cara. Claro que Aaron por sí solo levantaba sospechas, eran todos los demás los que se habían enfrentado a él después de todo. Malik cerró los ojos durante un momento. Podía escuchar las voces de los otros, tenían que moverse ya.

Se mantuvo lejos, escondiéndose más si podía de ellos, y habló a Aaron.

«Vale, vamos… Vamos a hacer una cosa», pensó primero. «Si no podemos quedarnos atrás esperamos a que una princesa abra un camino por el Caos. Vamos detrás y le sacamos los corazones a Xihn». Malik apretó los labios, reorganizando las ideas. «Será mejor que no nos acerquemos a Felipe y a Ronin o Ryota. Ragun y Xefil… No, mejor que no. Ni a ninguna princesa. Haremos eso. Atrás, lejos de Xihn, lejos de las princesas y de los maestros. Arrancamos los corazones que quedan. ¿Qué te parece?»

En cuanto Aaron le diera el visto buena pondría en marcha el plan aprovechándose de sus poderes oscuros y siguiendo las directrices que él pudiera darle mientras no se saltasen esas pequeñas guías. Sabía que no era momento de rencillas o de peleas, lo dejaría para más tarde.

Con esa idea, Malik convocó la llave de Aaron y se preparó.
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[X] #12 - Caos

Notapor Zee » Sab Jul 28, 2018 1:34 am

 
Caos: m. Cualidad perteneciente a ciertos sistemas muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones implican grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo.



El Caos despertó junto con su dueño. Los restos de la torre empezaron a cambiar bajo los efectos de la entropía, algunos deshaciéndose, otros estallando como esquirlas. Xihn extendió su mano envuelta en un guante brillante hacia el cielo, hacia la luna sangrienta, como un no-muerto saliendo de su tumba. La gran armadura, apenas y sujeta al cuerpo de su dueño por unas cuantas piezas, emergió de la torre destrozada y se desplomó hacia a un lado.

Todo el evento me enfrió hasta los huesos.

Los Caballeros tuvimos apenas un minuto para recuperar nuestro aliento. En esos momentos de preocupación y pesadumbre, Andrei apareció frente a la Orden, revelando que había estado espiándonos después de lo ocurrido. Evidentemente, su presencia allí, y más de sorpresa, estuvo a punto de llevarlo a recibir varias llaves en el cuello, hasta que Bella explicó que el gitano estaba dispuesto a colaborar, al menos hasta la caída de Xihn:

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Ni siquiera teníamos tiempo para cuestionarlo. Con Xihn aporreando la puerta, no había oportunidad alguna de enfrentarnos a Andrei. Aparte, el joven hablaba la verdad, y los Maestros lo sabían. Ryota fue el que pareció hablar en nombre de todos:

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.

Me giré hacia los escombros. La corrupta armadura se hallaba todavía en el suelo, retorciéndose y meciéndose como la enfermiza imitación de un infante. En el estado en el que se encontraba, quizás pudiéramos hacerle daño. Quizás pudiéramos acabar con él.

Por favor. Tenemos que acabar con esto.

El ver a los hermanos hizo que mi corazón diera un vuelco. Los tres niños, tomados de las manos, parecían de alguna forma ser la esperanza personificada. Inocentes, pese a su origen, luchaban a nuestro lado. Después de que la Orden los hubiese buscado por años, y Xihn por décadas, allí estaban, los tres tomados de la mano, liderándonos de alguna forma. Después de todo lo que había ocurrido, allí estaban, convencidos de que teníamos que hacer algo, de que teníamos que acabar con todo, de que teníamos que ganar.

Lentamente, Xihn comenzó a moverse, enderezándose como un animal a cuatro patas.

Pasé saliva. El fin estaba cerca.

Juntos podremos lograrlo —manifestó Ariel—. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto.

Sí. Lo sabía. Tenía que luchar. Antes que pudiese razonarlo siquiera, Xihn se había puesto de pie y la Orden se había comenzado a mover presurosa.

¿Qué debía hacer yo? Miré a mi alrededor por enésima vez en el día, intentando encontrar la respuesta en el resto de mis compañeros. Sin perder ni un segundo, la mayoría de los Aprendices se acercó a alguna de las Princesas o a los Maestros, y se apresuraron a discutir posibles planes y estrategias para la batalla que estaba por avecinarse. Ariel se había emparejado con Fátima para ayudarla a controlar sus poderes, Ragun se había aproximado a Cenicienta para solicitar su apoyo, mientras que Alanna le pidió a Felipe su compañía y su protección con la espada y el escudo. Los escombros que mantenían a Xihn en su lugar seguían sacudiéndose y por alguna razón mi mente no parecía funcionar de forma adecuada.

¿Miedo? ¿Locura? ¿Caos?

«Xefil, contrólate. Tienes que recomponerte. Eres un Caballero», ya no supe con claridad si era mi propia voz interna o la de Jessamine la que me urgía mantener la compostura.

Escudriñé el campo de batalla y percibí a Bella discutiendo algo con Saito. Al ver a dos personas con las que ya había compartido una experiencia en el campo de batalla, me sentí ligeramente más tranquilo. Ligeramente. Mis pies me llevaron hasta la Princesa y el Caballero más rápido de lo que hubiera querido. Me sentía flotar, como si fuera un fantasma; mis piernas respondían de forma torpe y aletargada, mis movimientos eran imprecisos e innaturales, como si estuviese controlando a una marioneta. Me acerqué a ambos Portadores, con un nudo en la garganta y un gran peso en el estómago, y dije:

Bella, quisiera ayudarte —Me llevé una mano abierta al pecho, como para indicarle que si quería su ayuda, la quería de corazón. No había otra Princesa allí con la que me sintiera más seguro. En especial después de lo que había sucedido en Reino Encantado, sabía que podía confiarle la vida—. Tienes a las esencias de Fátima y puedes con la Oscuridad y el Caos. Y yo peleo de cerca, no conozco otra forma… —La miré con decisión. Si podía enviar a una de las esencias para cubrirme las espaldas, entonces podía arriesgarme el acercarme a Xihn para alcanzarlo con mis armas y al menos astillarle un poco—. Además, hemos luchado juntos antes. Si de verdad puedes abrir un camino, si hay una oportunidad… entonces quisiera apoyar.

Asentí con la cabeza, esperando la decisión de Bella. Mientras la Princesa hablaba, le dirigí una mirada a Saito, reconociendo su presencia. Sabía que si había estado hablando con la chica, era porque también se había decidido a pedirle ayuda. Me aguanté las ganas de hacer una mueca, algo incómodo, preparándome para el trato algo amargo que el joven solía tener conmigo.

Si necesitas de mi ayuda, Saito, también puedes… —me interrumpí. Me había girado en mi lugar sólo un poco para mirarlo de frente. Y tras verlo con mayor atención, noté que si piel se hallaba… Marcada. Hilillos negros la recorrían; eran mínimos, y de hecho se perdían bajo la luz del eclipse… pero, sin dudarlo, se trataban del Caos. Alarmado, cuestioné en voz un poco más baja—: ¿Estás… infectado? ¿No es eso peligroso?

¿No has oído hablar a Saavedra hace un momento? —preguntó de forma retórica, apuntando en dirección a Andrei—. Los infectados moriremos si Xihn libera todo el Caos. Por otra parte...

Fue entonces cuando, repasando en mi mente las palabras de Andrei, recordé algo que se había mencionado en varias ocasiones al referirnos al Caos: “los poderes que nos otorga”. Xihn y sus generales utilizaban la entropía como arma; y aunque era evidente que esto había traído consecuencias inquietantes para sus cuerpos, lo cierto era que no se habían deshecho… todavía. Y Andrei había dicho “nos”, incluyéndose a sí mismo y a los infectados allí presentes.

Aparte… Nanashi lo había utilizado para sanarme, ¿no? Mi cuello lucía como si la herida hubiese ocurrido semanas atrás, pero la lucha con Ragun no había sido más que nos minutos antes que la torre se derrumbase.

Podíamos usar el Caos.

¿…te ha ayudado en algo? —intervine, cortando a Saito de brusco. Clavé los ojos en él después de mi breve período de ensimismamiento, intentando forzar una respuesta, pero para mi sorpresa, el joven no tuvo reparos en explicar que:

Lo ha hecho, y todavía puede hacerlo. Con la ayuda del Caos y las cualidades que otorga, podríamos acabar con Xihn cuánto antes.

Entonces estaba decidido. Con el apuro manifestándose en mi voz, me incliné un poco hacia el frente y, llevando mi mano otra vez al pecho, dije:

Bueno, escucha, es una idea desquiciada, pero… si el Caos que tienes dentro de alguna forma puede fortalecerte… entonces…

»¿Te importaría compartirlo conmigo?
—Antes que Bella o Saito intentasen advertirme al respecto, tiré del cuello de mi saco y mi chaleco para exhibir la cicatriz que me cubría el lado derecho del cuello—. Nanashi utilizó el Caos para sanarme hace no menos de media hora —La cicatriz era señal de ello—, así que definitivamente hay cosas que podemos hacer con él. Podemos usarlo. Y si es así…

No quedaba mucho tiempo. Xihn podía terminar de despertar en cualquier momento. Le tendí la mano derecha a Saito, con la palma abierta y vuelta hacia arriba. Lo miré, resuelto.

Contágiame.

Saito me devolvió la mirada. Y por unos instantes en los que no supe qué estaba pensando, sentí dudas respecto a lo que había decidido.

No tenemos tiempo para discutir esto. Es tu decisión, y de verdad espero que no te arrepientas. Te aviso de que no va a ser agradable.

Asentí con la cabeza y envolví la mano de Saito con la mía, abriéndole así las puertas al Caos. Los efectos de la infección fueron casi instantáneos, y los sentí en primer lugar en mi cuello. Mi piel y mi carne empezaron a arder y a congelarse, una sensación extraña y ajena a mí comenzó a retorcerse por mis venas, mis dos corazones comenzaron a palpitar y a retorcerse, detectando al temible intruso que sin esfuerzo se estaba extendiendo a cada rincón de mi cuerpo.

Confío en que Bella pueda ayudarnos antes de que caigamos por el borde del abismo —sentencié, llevándome la mano derecha al cuello para intentar calmar un poco el ardor.

Malik y Alanna tienen la capacidad de arrancarle Corazones a Xihn —Escuché que Saito le explicaba a Bella. De Malik no me sorprendía, por su cercanía con Aaron, ¿pero Alanna? La busqué con la mirada de nueva cuenta, esperando verla con Felipe—. No estoy seguro, pero es muy probable que utilicen esa habilidad para darnos ventaja.

Entonces necesitan acercarse —murmuré. Necesitábamos apoyarlos para que pudieran hacer lo suyo. Preparándome para lo que estaba por venir, concentré toda la energía gravitacional que pude y activé mi Quasar para hacer mis hechizos más fuertes y duraderos.

Saito le pidió a Bella que invocara a las esencias para que lo ayudaran en su intento por aproximarse a la bestia. Yo no pude hacer más que mirar a la Princesa con decisión, confiando en su juicio en caso de que el Caos o Xihn se tornaran en un peligro inevitable para cualquiera de los dos. Dejando que la entropía fluyera en mí para fortalecer mi estilo todavía más, troté en dirección a los restos de la torre, donde la armadura se había levantado.

El resto de la Orden había comenzado a moverse. Todos contra Xihn.

«¡Necesitamos mantenerlo en su sitio!», me dije a mí mismo mientras trazaba un arco con la mano derecha e invocaba un hechizo de Gravedad en el centro de la torre para intentar al menos enlentecer el movimiento de la armadura. Tomé aire y luego resoplé, intentando tranquilizarme.

Mi corazón latía con tanta fuerza que lo sentía retumbar bajo mi cicatriz.

«¡Magnetokinesis!», después pronuncié mentalmente, evaluando qué tanto el Caos y mi Quasar habían fortalecido mis poderes mágicos. Estirando las manos a los lados, intenté levitar las dos rocas más pesadas que mi magia pudiera permitirse. Blandiéndolas como dos mazos, asesté un golpe con cada una en el brazo con el que Xihn estuviese sosteniendo su arma, intentando dejarlo incapacitado o al menos debilitar su agarre un poco.

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Xefil:
VIT: 40/40
PH: 26/56


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▪ Magnetokinesis (HM) [Nivel 10] [Personalizada] [Requiere Afinidad a Espacio, Poder Mágico: 18] Xefil usa sus poderes espaciales para adquirir un cierto grado de telekinesis durante un turno, permitiéndole mover objetos a distancia, empujarlos con fuerzas invisibles y levantarlos en el aire. Límite de 3 kg.
▪ Gravedad (HM) [Nivel 10] [Requiere Poder Mágico: 12]. El usuario crea una esfera de energía gravitatoria concentrada que hace caer en una localización, aplastando a los enemigos que se encuentren debajo e inmovilizándolos según la Fuerza que posean.
▪ Estilo: Quasar // Fortalece todos los hechizos afines a Espacio en un 35%.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab Jul 28, 2018 1:59 am

Quise decir algo más. Entendía que a Chihiro le diese igual lo que pensaran de ella, pero si de verdad no quedaba nadie para apreciar sus acciones finales... Eso era terrible. Realmente terrible.

Me prometí a mí misma que yo la recordaría. No se lo dije, pero supongo que lo notó en cuanto lo decidí. No había olvidado que había sido nuestra enemiga; y, desde luego, poseerme por la fuerza y utilizar mi cuerpo como un títere no era una experiencia agradable, pero... Bueno, empezaba a preguntarme hasta qué punto había sido libre de tomar la decisión de enfrentarse a nosotros. Y lo de poseerme había sido porque no tenía otra opción.

La empezaba a perdonar. Maldita sea. Qué incómodo. Pero era verdad, al menos un poco. Nadie merecía ser recordado sólo por sus pecados.

Ensimismada, no vi a nuestro más reciente aliado hasta que fue demasiado tarde. Y, por supuesto, su presencia anuló por completo todos mis buenos pensamientos.

O aprovecháis ahora, o la armadura se romperá —dijo Andrei con desgana. Con esa estúpida voz. Como si le diera igual.

«Y una mierda. No. Nononono.»

¿Por qué?

¿TÚ? ¡Qué hace él aquí!

«Cómo se atreve. Cómo coño se atreve. Y encima delante de Fátima como si nada. Delante de todos. Ese grandísimo hijo de puta.»

¡Esperad!

No, no, no. De eso nada. No quería oír ni una maldita excusa, y menos ahora. Apreté los puños y sólo entonces me di cuenta de que temblaba. Lágrimas de rabia se amontonaron en mis ojos, de rabia por verle y de rabia por saber que, a pesar de todo no podía hacer nada. Ni yo ni nadie. Bella tenía razón. Y por muchas ganas que tuviera de probar por mí misma esa nueva afinidad a Tiempo...

No. No.

Me obligué a respirar. La justicia no estaba en mi mano. Ahora no era el momento. Ahora no. Ahora no. Y menos si Fátima o Cenicienta lo aceptaban. No.

«¿Chihiro? Nos quedamos en la retaguardia, sí.» Ni loca me acercaría a Andrei. Aguantaría y me comportaría, pero si tenía la oportunidad de darle un empujoncito hacia las fauces de Xihn, Dios sabía que nada podría detenerme. Y quizás era una mala idea. «Voy a utilizar un Tempo sobre Alanna y su grupo, ¿sí? En cuanto se rompa la armadura, un Paro para dar tiempo a todos a prepararse.»

Por ahora me limitaría a eso. Observar y apoyar. Quedaba mucha pelea por delante.

Pero no pude estarme de hacer un último comentario.

«¿Estaría fuera de lugar proponerte matar a ese energúmeno a traición?» gruñí a Chihiro, sólo medio irónica.

Spoiler: Mostrar
Las habilidades son dos de las que había en la lista de predeterminadas, así que en principio no debería haber problema o/

Al grupo de Alanna, Blancanieves y Felipe:

▪ Tempo (HM) [Nivel 25] [Requiere Poder Mágico: 27]. Acelera el tiempo para el usuario en un pequeño radio de unos 5 metros. Lo que para los personajes que se encuentren dentro es un segundo, para el personaje serán cinco. Sin embargo, no se verán afectados los que estén fuera del perímetro.

A Xihn cuando/si se le rompe definitivamente la armadura:

▪ Paro (HM) [Nivel 30] [Requiere Poder Mágico: 33]. Detiene el tiempo para un individuo en concreto durante quince segundos. Una vez pasados, el tiempo volverá a correr para él.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Suzume Mizuno » Sab Jul 28, 2018 2:04 am

¡¿Estás bien?! ¿Qué ha ocurrido?

Dios santo, ¡eso tendría que preguntártelo yo a ti! —exclamó Celeste, abrazándola con fuerza—. Hemos luchado contra Xihn en la torre... Los fantasmas de Chihiro, Gabriel, Aaron y Friederike nos están ayudando, cada uno se encuentra dentro de uno de nosotros. No sé qué es de Aaron, pero Gabriel está con Alanna, Friederike con Saeko y, ah... Chihiro conmigo. —Fátima se quedó mirando en silencio a Celeste, en un intento de asimilar tanta información—. No te asustes, suena peor de lo que es. Estoy perfectamente. Pero tú... ¿Cómo...? ¿Qué...?

Es cosa de Andrei. Creo que me he convertido en esencia. Creo. Thor parecía muy contento, al menos.—Se percató de la expresión de Celeste, repleta de horror, y Fátima le acarició el abundante cabello—. Al menos ahora soy más poderosa. Cuando hayamos solucionado esto, ya me preocuparé por volver a la normalidad. Y tú, eh… Espero que… ¿Chihiro? ¿Señora? No dé… Quiero decir, ¿no haya problemas? Oye Celeste, ¿no sabrás dónde está…?

Escuchó unos gritos y, al darse la vuelta, experimentó un arrebato de alivio tras ver quién se acercaba a toda velocidad.

¡Maestra! ¡Maestra! —gritó Dos, con un tono que nunca le había escuchado antes. Casi se habría esperado que rompiera a llorar—. ¡Perdóneme! Esto... e-es mi culpa, ¿verdad? Debería haberla dejado marchar sola, solo... solo fui un problema y ahora, ahora ya no podrá regresar con el señor Malik. Le he fallado.[/quote]

¡Dos! —exclamó Fátima con alivio. La abrazó y le pasó una mano etérea por la cabeza—. ¡Menos mal que estás viva! Cuando Harun volvió solo no supe qué pensar.—Se agachó un poco para quedar a su altura y sonrió con algo de amargura—. No, Dos, esto es mi culpa por no saber cuándo he de actuar. Y podré regresar con Malik, ¡mira cómo vienen las Princesas! Ellas me ayudarán. Pero, la verdad, creo que esta forma me permitirá explotar mi fuerza más de lo normal, así que no te preocupes. Estoy bien.—Al menos de momento—.La que me preocupa eres tú, ¿cómo te encuentras? Después de que Andrei te manipulara…

Esperó a que respondiera y muy rápidamente le dio un beso en la frente:

Esto es una orden; no te comas la cabeza. No ha sido tu culpa. ¿De acuerdo? Ahora tengo que encontrar a Malik y dar unas noticias importantes a los Maestros, reúnete conmigo en unos minutos, ¿sí?

Después de reunirse con Malik, se dirigió hacia la diosa del mar.

Ariel se quedó boquiabierta al verla y, en otras circunstancias, Fátima habría disfrutado de la impresión que causaba allá donde iba. De niña habría dado cualquier cosa porque despertara esa clase de admiración o, al menos, de impacto. Pero no había tiempo, así que resumió todo lo que pudo e hizo su petición.

La Princesa le dedicó una preciosa sonrisa y le tomó las blancas manos sin asomo de rechazo o miedo.

Viniste a Atlántica cuando nuestro mundo necesitaba ayuda contra Xihn. Y eres la Maestra de Bella, una de mis amigas más preciadas. Por supuesto que acepto. Será todo un honor.

Fátima exhaló despacio, conmovida. Dio un apretón a las manos de Ariel y dijo con un hilo de voz:

El honor es mío, Alteza.

Sintió de inmediato cómo se creaba el lazo y, con un pequeño resplandor, un anillo blanco apareció en uno de los dedos de Ariel. La Princesa cerró el puño y contempló la alhaja con satisfacción. Fátima fue sacudida por un torrente de energía y casi se elevó un par de centímetros del suelo de la impresión. Se miró las manos con incredulidad. Casi resplandecían y parecían menos fantasmales, como si hubiese cobrado consistencia.

Jamás había sentido nada igual, como si fuera a explotar si no lanzaba algún hechizo, sino se arrojaba sobre un enemigo. Estaba ahíta, repleta, se sentía poderosa.

Sonrió a Ariel y elaboró una pequeña reverencia. Luego se apresuró a reunir a Maestros y Princesas para comunicarles lo poco que sabía. Debían darse prisa si era cierto que Xihn seguía vivo. Nadie la interrumpió, a pesar de que vio en la cara de algunos que querían hacer peguntas. Lo agradeció, porque no es que tuvieran mucho tiempo.

El príncipe Felipe se adelantó con expresión grave:

Puedo sentir el Caos manando de la torre. Xihn todavía sigue vivo, así es. Estoy seguro de que si logro abrirme paso hasta él y le clavo mi arma en el pecho, podremos librarle de parte de la corrupción.

Ariel acarició su Tridente, de acuerdo con su compañero.

Creo que yo podría abrir un camino a través del Caos con mi Tridente. El restopodríais reunir a dos o tres Caballeros y abrirles un camino también. Por desgracia, no creo que todas puedan permitirse rechazar Oscuridad y Caos a la vez. Me temo que vamos a necesitar la ayuda de los niños.

Puedo enviar a las esencias de Fátima a apoyar a los grupos, si es necesario.

Fátima asintió en dirección a Bella y no se le pasó por alto que a Ronin y Ryota les sorprendía ver sus anillos en manos de la Princesa. La verdad es que notaba los dedos horriblemente desnudos, pero prefería que estuvieran con Bella que con otra persona.

Sin embargo, hay otro problema con el que debemos contar. Aaron…

Fátima recordó lo que había dicho Celeste acerca de los Corazones y le subió un escalofrío por la espalda. ¿Cómo era que Aaron no estaba localizado para…?

¡Llaves listas, Caballeros!

La voz de Xefil resonó con fuerza y aplacó todas las conversaciones hasta que el silencio cubrió el lugar. Fátima entornó los ojos para estudiar las ruinas y apretó los labios. Ryota tuvo que protegerlos de una explosión, rechazando con viento la metralla que saltó contra ellos. Luego despejó el polvo y…

Lo que emegió de los escombros, medio derritiéndolos y haciéndolos desaparecer, la dejó descompuesta. Parecía un Caballero. Uno destrozado por innumerables batallas, consumido y… Entonces se desplomó a la vez que se doblaba por la mitad, como si algo doliera tanto que no pudiera mantenerse en pie.

De pronto notó cómo se enrarecía el aire. Suerte que no necesitaba respirar, pero todo su cuerpo, su esencia, se resintió un poco. Xihn estaba extendiendo el Caos a su alrededor.

Fátima notó cómo Andrei se acercaba y se puso tensa sin querer. Pero el muchacho se limitó a hacerse visible una vez más con un chasquido de dedos.

O aprovecháis ahora, o la armadura se romperá.

«¡Pero qué estás…!

¿TÚ? —gritó Cenicienta, que apuntó con su arma a Andrei, a punto de arrojarse sobre él—. ¡Qué hace él aquí!

¡Esperad! Colaborará con nosotros —exclamó Bella, poniéndose entre él y su amiga—. Si Xihn libera el Caos, él será el primero en morir. Necesita que ganemos tanto como nosotros.

No es lo peor que tenemos aquí —reconoció Ronin, que echó un vistazo en su dirección. Fátima arqueó una ceja, desconcertada, pero el Maestro de Maestros no insistió.

Cenicienta, ceñuda, bajó la mano y Bella le dio un apretón de agradecimiento. Andrei, sin prestar la más mínima situación a lo ocurrido, continuó:

No hay tiempo que perder. Si Xihn libera todo el Caos, los que estamos afectados perderemos el control sobre nosotros mismos. Moriremos. Por otra parte, perderemos los poderes que nos concede, que no son poca cosa, y la batalla se hará demasiado larga.

Entonces, sólo tenemos dos opciones. O utilizamos los poderes del Caos para matar a Xihn cuanto antes, aun a riesgo de morir; o nos libramos de ellos y entablamos batalla de forma más segura... hasta que la armadura de Xihn se rompa y libere todo su poder.

Fátima se miró las manos y luego buscó a Malik con la mirada, sin terminar de encontrarlo. Pensó en sus ojos dorados y supo que él intentaría aprovechar cualquier ventaja.

Cerró un momento los párpados y visualizó a los niños. Con suerte, seguirían durmiendo en casa a pierna suelta, con Clío velando por ellos. Si fallaban allí…

Por favor—Zel se incorporó con la ayuda de sus hermanos y Fátima sintió un aguijonado de dolor al ver cómo les acariciaba el pelo con cariño. Tuvo que resistirse para no ir y abrazarlo al notar los rastros que habían dejado las lágrimas—. Tenemos que acabar con esto.

Juntos podremos lograrlo. Nos encargaremos de frenar el avance del Caos y la Oscuridad todo lo que podamos. Sigue siendo un gran riesgo, y no podemos asegurar que salgáis todos con vida, pero vale la pena intentarlo. Es hora de poner fin a esto—dijo Ariel.

Yo os acompañaré, Alteza—prometió Fátima, llevándose una mano al pecho—. No seré nada en comparación con vos, pero tengo hijos que proteger y os aseguro que no resultaré una carga.

Yo os cubriré desde el cielo —intervino Nithael—. Es probable que Xihn todavía centre sus ataques en mí, pero, al aire libre, le costará más alcanzarme. Podré atacar y proteger a la vez mientras os encargáis de él.

Fátima miró por un momento a Ronin y a Ryota, sin poder olvidar cómo el primero había querido parecer indicarle algo, pero al final meneó la cabeza y se alejó. Asintió en dirección a Bella, así como a Celeste y Alanna. No quería tocarlas, no ahora que notaba el Caos borbotear en su interior, reaccionando a Andrei. Al pasar por delante del hombre apretó las mandíbulas.

«Si no nos hubiera contado esto habríamos partido con una desventaja… Pero también podría habérmelo dicho antes.

Ve a buscar a Karel—dijo con un grave susurro y lo miró a los ojos—. ¿O lucharás con nosotros?

Continuó de largo solo para torparse con Ragun.

Fátima... Infectame, por favor. He perdido mis poderes de sincorazón, ahora mismo soy demasiado débil. Lo necesito —suplicó—. Es lo único que puedo hacer.

Fátima se quedó desconcertada. Quiso preguntar cómo era posible que hubiera sucedido algo así, pero no había tiempo para pensar, debían atacar cuanto antes y no tenía derecho a negarle la posibilidad de pelear. Apretando los labios, asintió de nuevo.

No es agradable. Prepárate.

Le cogió una mano, como si se estuvieran dando un apretón, y notó cómo el Caos fluía hacia él. Fue una sensación desagradable, igual que si estuviera perdiendo sangre. Al mismo tiempo, sin embargo, notó que un pequeño peso se le quitaba de encima. Pero el apretón fue demasiado breve, porque no quiso arriesgarse a intentar hacer con él lo que Andrei le había hecho.

Suerte. Espero que no nos arrepintamos de esto.

Continuó hasta situarse donde Ariel considerara apropiado. En el momento en que Bella invocara a sus esencias, les lanzaría mensajes de ánimo. Luego se permitió un instante para buscar a Malik.

«Debería haberme despedido otra vez.»

Pero ¿cuántas despedidas serían necesarias para que se quedara satisfecha?

Vamos—susurró.

En cuanto Ariel despejara el camino, Fátima se lanzaría a lo alto y volaría. Confió en que su conexión con la Princesa sirviera para que sus hechizos no se desviaran del todo y arrojó al frente una Tormenta que precediera a sus compañeros y afectara a la armadura. Con algo de suerte, al menos podría despistar o molestar a Xihn durante el suficiente tiempo para que el resto pudiera acercarse, y quizá Ryota o sus esencias reforzaran su Tormenta.

En caso de que viera que la armadura caía, no dudaría en desplegar un brutal Juicio Final, con cuidado para dar un grito a sus compañeros y que así se apartaran.

Todo el tiempo se mantendría en el aire, preparada para esquivar ataques o retroceder.


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▪ Tormenta (HM) [Nivel 38] [Requiere Afinidad a Agua, Hielo, Viento y Rayo; Poder Mágico: 60]. Fátima despliega una tormenta que abarca de cinco a diez metros de fuerte lluvia helada que puede limitar el movimiento provocando una superficial congelación (y vuela en la dirección que a Fátima le convenga), así como rayos menores que pueden acertar a los enemigos. Dura dos turnos.
▪ Juicio Final (HM) [Nivel 35] [Requiere Afinidad a Rayo; Poder Mágico: 45]. En un radio de dos a ocho metros, Fátima despliega una lluvia de rayos y relámpagos que aciertan a sus enemigos.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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