[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

The End is near...

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad - Ronda #9

Notapor Sombra » Jue Jul 05, 2018 4:40 pm



Ragun rugió con fuerza cuando una de las llamaradas de Ronin calcinaron uno de sus tentáculos. Pese al daño que el hechizo ígneo le causó, el sincorazón logró atrapar con uno de sus otros tres tentáculos restantes la pierna del príncipe atrayéndolo hacia sí provocando que Felipe cayese al suelo.

El príncipe actuó con rapidez evitando daños mayores con su escudo, ya que el suelo empezaba a estar cubierto por el Caos. El hombre no tardó en actuar contra el tentáculo que lo inmovilizaba cortando la extremidad de Ragun, de la que surgió un líquido negro como un chorro a presión. El sincorazón soltó un quejido de dolor e invocó a dos sincorazones que el sincorazón sintió que no le obedecían como debían. Pudo sentir un corazón que intentaba controlar a sus propias invocaciones, sin embargo aunque Ragun estaba molesto no sentía necesidad alguna de atacarle. Su corazón no tenía nada que le sirviese.

Ragun saltó con sus garras apuntando directamente al pecho de Felipe, sin embargo Ronin de un fuerte placaje interrumpió su salto estampándolo contra una pared. El castillo entero tembló ante el atroz golpe y el daño del Maestro no fue pequeño aunque el dolor... Ragun a penas lo sentía ya que tenía una misión más importante: devorar a aquel que le había interrumpido.

¡Vamos, Ragun, joder! ¡Reacciona de una vez! ¡No dejes que Aaron te haga esto!

El Maestro Novato rugió como si intentase articular palabras en vano.

La pelea entre el pirata y el sincorazón empezó. Ronin no daba cuartel al monstruo lanzando ataques tanto de luz como de fuego desde el aire. Ragun atacaba con sus dos tentáculos tratando de atravesar su abdomen, al mismo tiempo que se movía de forma siseante buscando cualquier punto ciego. Sin embargo, aquello era una batalla en la que Ragun no tenía ventaja, todavía no era lo suficientemente fuerte. Necesitaba un corazón, uno más débil, menos brillante... Y entonces su institinto visualizó a Xefil.

El sincorazón alejó a Ronin casi como si hubiese inteligencia en su interior lo suficiente como para que no pudiese reaccionar a tiempo y entonces súbitamente Ragun saltó hacia el aprendiz. Xefil no pudo hacer nada cuando Ragun se abalanzó sobre él inmovilizando sus brazos con sus dos tentáculos mientras que de un salto se acercaba con sus fauces abiertas cerciéndose sobre su garganta.

La mandíbula del maestro se cerró con fuerza haciendo que la sangre brotase a borbotones, Ragun no se detuvo y volvió a morder otra vez, en cuestión de segundos la vida del aprendiz colgaba de un solo hilo.

Los gritos sonaron como música para los oídos del Maestro. Un poco más y el preciado corazón del aprendiz sería suyo... Y entonces tendría poder para devorar uno a uno al resto.

¡NANASHI!

*




Un sabor similar a metales oxidados inundó mi boca mientras subía las escaleras del castillo, ¿o era sangre? Escupí hacia el suelo, sin embargo no había nada extraño en mi saliba. Debía ser mi imaginación.

Había atravesado casi todo el castillo recordando cosas que el propio Alexander habría olvidado: la muerte de su madre, la locura de Adler, el resucitar de antiguos dioses que destruyeron su mundo, la familia Kit evacuando el planeta con sus inmensas naves... Habían pasado muchos años, pero... De algún modo sentía como si aquello se resucitase una y otra vez en un eterno bucle dentro del corazón de Alex.

Alcancé la cima de la torre más alta, donde los tentáculos del cielo empezaban a rodear el corazón. Al ver aquello me sentí mareado, casi como si mi propia consciencia fuera a desvanecerse en cualquier momento.

No... No quiero desaparecer... —caí al suelo viendo impotente como la oscuridad iba cubriendo la gema en forma de corazón—. Debo... Debo volver con Lía... Debo volver con todos mis amigos...

Todavía no era mi final, no podía desaparecer de aquella forma.

Me arrastré lentamente hacia el pequeño altar que había en el centro del torreón donde aquella luz rosácea todavía brillaba. Sentía como si mi cuerpo pesase toneladas y como si el tiempo pasase muy lentamente. Mi brazo izquierdo comenzó a desvanecerse volviéndose poco a poco transparente como un fantasma. Al acercarme a los pies del altar traté de levantarme, podía escuchar ecos lejanos, casi como susurros.

...Otra opción... Ya no es... Acabar con él... Xefil... Muere...

Maestro... Soy yo —agarré con mi brazo la parte más alta del altar.

...Me niego... Luz... Siempre podemos...

Tengo miedo.

¡No hay tiempo...!

Esperadme, ya voy...

...Ronin... Imposible... Caos... Milagro...

La luz se apagaba poco a poco. Me levanté poco a poco sintiendo el peso de todo el mundo sobre mis hombros, dolía. Dolía hacer aquel esfuerzo, si me quedaba quieto... Dejaría de sentir. Sería lo más fácil pero no podía permitirme fallarles.

Me alcé mientras gritaba de dolor, sintiendo como mis huesos crujían, extendí mi mano y agarré uno de los tentáculos que rodeaban el corazón tratando de consumirlos mordiéndolo con mi boca tratando de hacer que se alejasen del corazón con todas mis fuerzas.

¡No permitiré que te quedes lo que es mío! —rugí—. ¡¡¡DEVUÉLVEME MI CUERPO!!! —Una vez apartase el tentáculo dirigiría mi mano hacia la gema brillante intentando arrebatársela a los tentáculos y devorarlo yo mismo para que volviese a mí.

En ese momento, el sabor a sangre se volvió a hacer palpable. Pestañeé encontrándome no en la cima de aquel castillo, sino en la guarida de Xihn... Pero no veía como siempre, había algo extraño en mis ojos, como si pudiese ver todo con más detalle que nunca... Y no solo eso, podía sentir continuamente corazones a mi alrededor y... Sangre.

Mis manos, convertidas en unas horribles garras estaban manchadas en sangre, mis ojos se encontraron con un Xefil con una horrible herida en la garganta y todos me miraban con horror, como un...

Dilo.

Un...

Lo sabes, solo tienes que decirlo.

...Monstruo.

¿Podía volver tras haber hecho aquello? ¿Iban a perdonarme?

Traté de hablar por las fauces del sincorazón.

So...co...rro... —unos lagrimones negros se filtraron por mis ojos. Sentí como resbalaban por unas mejillas y caían sobre el suelo lleno de Caos.

Sin embargo, no podía controlar nada más. Solo mi voz. Mi cuerpo no respondía y era demasiado sofocante, como si me hubiesen enterrado vivo y solo mi voz pudiese salir, era horrible, demasiado. A penas podía sentir el aire... Pero estaba ahí. Podía ver a través de los ojos de mi cuerpo sin que yo lo controlase... Aquel era mi verdadero yo y posiblemente así acabaría si algún día un sincorazón me mataba, convirtiéndome en un ser horrible, un asesino.

No quiero... Haceros daño... —pude decir tras un esfuerzo horripilante.

Matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, NECESITOMORIRmatadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, ESTOYAQUÍ matadme, matadmeTENGOFRIO, matadme, matadme, mataRONINdme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, POR FAVORmatadme, matadme, matadme, mSatOadCmeO, mRataRdmeO, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matMALIKadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, DEBOVOLVERmatadme, matadme, matadme, matadme, matadme, AYUDAmatadme, matadme, matadme, matadme, matadme, mataRYOTAdme, matadme, maFÁTIMAtadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, mataLYNdme, matadme, matadme, matadme, mataLIGHTdme, matadmLÍAe, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, maNANASHItadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme NOQUIEROMORIR, matadme, matadme, matadme, matadme, matadme.

No quiero morir.
Quiero volver con todos.
Quiero sonreír con todos.
Vivir con todos.
Volver con todos.
Vencer con todos.


No quería ser un monstruo. Quería dominar mi lado irracional, hacerlo mío de una vez por todas. Había luchado siempre contra mi instinto, había convivido con él... Pero era hora de domarlo para siempre o en cuanto me pusiese frente a Aaron volvería a pasar lo mismo otra vez, volvería a herir a mis amigos.

Xefil... Lo siento, lo siento tanto... Si te mueres yo... Jamás podría vivir con el peso que supondría. Tienes que sobrevivir.

Les amaba a todos, no podía matarlos, no quería verlos morir. Me dolía el pecho, sentía mi corazón todavía dentro de mí, solo tenía que alimentarlo, recuperar mi cuerpo.

El mundo inexistente, aquel era el hogar de Ragun, aquella Neosombra que había logrado devorar el corazón de aquel humano. Un humano cuyo corazón lo había cambiado para siempre, lo había vuelto humano.


***




Todo se volvió negro.

Me encontraba sobre una cristalera con círculos con caras conocidas y en su centro se encontraba un dibujo de mí mismo durmiendo plácidamente.

Algunas figuras se materializaron, eran personas que habían estado en algún momento de mi vida y... Se habían ido para siempre.

Ivan, Kazuki, Nadhia... Muchas personas que nunca volverían y por las que aún sentía un profundo cariño.

Kazuki se acercó a mí y puso su mano sobre mi hombro.

Eh... Lo has hecho bien, esto... ¿No te gustaría descansar ya? —sonrió de forma afable—. Estoy errr... Orgulloso de ti —dijo entre bostezos.

Iván fue el siguiente, se aproximó y golpeó con su puño mi brazo para llamar la atención.

Puedes venir con nosotros si quieres, siempre he sido el primero en todo. Así podré volver a patearte el culo.

Finalmente, Nadhia se acercó con una sonrisa casi maternal.

Ragun... Gracias por haberme salvado aquel día cuando llegué a Tierra de Partida. Estoy esperando por ti, podemos seguir siendo los mejores amigos para siempre.

No... ¡NO PUEDO! —exclamé dejándome caer de rodillas en el suelo—. ¡Tengo que derrotar a Ragun! ¡¡¡No puedo dejar que los demás acaben como vosotros!!! Tengo demasiadas cosas que hacer todavía, no puedo ir al más allá aún.

Entonces deberías derrotarme, ¿no te parece? —al fondo de la cristalera una nueva figura hizo acto de presencia... Yo—. Invoca tu Llave Espada, caballero. Este es nuestro duelo final, solo entonces podré ser libre y devorarlo todo.

Si así lo quieres que así sea.

No podrás derrotarlo solo, deja que te demos nuestro poder, solo con luz podrás vencer.

Asentí hacia Nadhia. Las tres figuras se desvanecieron uniéndose a mi cuerpo. Materialicé mi Llave Espada, más brillante que nunca.

Maestro... Nunca te pedí perdón por haberte traicionado. Siento haber sido un aprendiz tan difícil e infantil.

Ivan... Me habría gustado haber pasado más tiempo contigo, haber podido curar tu enfermedad. Siempre me dolió haber visto como tu vida se escapaba entre mis dedos.

Nadhia, no estuve ahí cuando más me necesitabas. Te fallé y jamás podré perdoname eso.


Todos mis pecados, todas mis vivencias son mías

La bestia sincorazón se lanzó sobre mí alzando sus tentáculos cual escorpión, di un salto hacia atrás esquivando el ataque por muy poco.

Una oleada de demonios se materializó justo sobre mi cabeza tratando de aplastarme, pero entonces un arco de oro apareció entre mis manos.

Nadhia, gracias.

Apunté al centro de la marabunta de sincorazón velozmente y disparé. La flecha de luz hizo estallar el portal del que surgían los monstruos y aniquiló a todos los que rozó con su luz. Cuando el arco hubo desaparecido un libro de hechizos hizo acto de presencia flotando frente a mí.

Siempre has sido uno de los mejores magos que he conocido, Ivan.

Electricidad, hielo y fuego. Hechizos de los tres elementos se lanzaron con violencia contra el sincorazón, que se movía con una velocidad inhumana. Sin embargo, lo había dañado. Algunos de los potentes hechizos habían logrado herir al monstruo.

Tú siempre creíste en mí pese a que te había traicionado, Kazuki.

Un bastón surgió de la nada. Apunté con él al sincorazón haciendo que su tiempo dejase de fluir. Su cuerpo se detuvo con el poderoso hechizo de tiempo.

Ragun... Es hora de que seamos uno al fin.

Siempre habíamos sido entes separados, un cuerpo sincorazón con un corazón de humano. Aquello nos había mantenido así hasta aquel momento, pero a su vez nos había convertido en una anomalía en sí misma, teníamos un equilibrio demasiado delicado y aquella mínima variación había destruído todo. No podía seguir siendo un corazón y una consciencia, tenía que ser un ser completo si quería avanzar.

Me acerqué a la criatura de piel oscura que permanecía inmóvil con unas manecillas de reloj detenidas sobre su cabeza.

Coloqué mi mano en la frente del sincorazón. Normalmente eran los sincorazón quienes devoraban corazones pero... ¿Y si era yo quien devoraba el cuerpo? ¿Podía convertirme por fin en un ser completo? ¿Ser un verdadero híbrido?

Lo suficientemente sincorazón como para poder seguir usando mis poderes, pero lo suficientemente humano como para poder enfrentar a Aaron y a Xihn sin que volviesen a ponerme en contra de mis amigos.

A mí, sincorazón.

Dejemos de enfrentarnos.

Mi llave espada tocó su pecho haciendo que del interior surgiese una luz cegadora.

***




El sincorazón, a pesar de haber podido hablar durante unos instantes como si hubiese recobrado la conciencia volvió a la carga con todo lo que tenía contra Ronin ahora que le resultaba imposible ir a por Xefil.

Se intentaba defender de los ataques del Maestro mientras hacía aparecer algunas esferas oscuras a su alrededor que danzaban peligrosamente tratando de golpear al tuerto desde todos los ángulos posibles sin embargo, de pronto las esferas se detuvieron y desaparecieron.

El sincorazón rugió, no con furia, sino con tristeza. Algunas lágrimas negras más se resbalaron por el rostro de la criatura. La llave espada que yacía inerte en el suelo empezó a brillar levemente como si buscase a su amo a la par que el corazón que había en el centro del agujero de su pecho relucía con más fuerza, del corazón surgían una especie de venas de un color dorado que se enredaban a la oscuridad que aprisionaba el corazón, como si tratasen de recuperar el cuerpo que le pertenecía por derecho.

La criatura permaneció inmovil.

No quiero esto... Quiero volver. Xefil, lo siento. Lo siento tantísimo... —se lamentó con su voz inhumana.

Cayó de rodillas.
Última edición por Sombra el Vie Jul 06, 2018 10:12 pm, editado 1 vez en total
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Suzume Mizuno » Jue Jul 05, 2018 10:16 pm

La presión desapareció cuando, al fin, Andrei la soltó. Fátima aspiró una larga bocanada de aire. Luego otra. Y otra. Se llevó una mano al pecho, apretando los dientes, porque había esperado algo de alivio.

En su lugar, seguía sintiéndose desaparecer. Su cuerpo parpadeaba y sus pensamientos iban y venían, cada vez más envueltos en bruma, con su forma física. Se miró las manos, bloqueada, si saber qué hacer. De pronto podía ver a través de ellas e, igual de súbitamente, volvía a ser corpórea. Cuando volvía a estar «completa» su cuerpo parecía gritar de pura ansiedad y respiraba hasta que creía que le iban a reventar los pulmones. Pero, entonces, volvía a desvanecerse.

Y luego regresaba.

Cada vez más y más rápido.

Tenía que hacerlo —dijo Andrei. Fátima se obligó a centrarse en él. Luz, le costaba entender a qué se refería. Lo único que tenía claro era la rabia de Thor, que parecía a punto de hundir su lanza una vez más sobre Andrei—. Xihn ya ha perdido el control. Del todo. Ahora ya no queda otra opción que acabar con él antes de que acabe con todos. Lo que significa que... tenemos los mismos intereses.

Fátima sacudió la cabeza. Tenía que centrarse, tenía que estar allí. Boqueó, se le escapó un gemido y hundió los dedos en el suelo para concentrarse en algo que fuera firme.

¿Ahora… me vienes con esas? Nunca… estuviste de nuestra parte.

Andrei arrugó la nariz.

No me interesa vuestra lucha. Lo que pase me importa muy poco, pero... tengo mis motivos para volver a ese castillo. Déjame ir.

Perpleja, Fátima esperó unos momentos, por si había escuchado mal. Cuando regresó de un nuevo desvanecimiento, soltó una carcajada ronca.

No. Me estás matando. No me importan tus motivos, vas a…

El mundo desapareció. Cuando regresó, Andrei estaba hablando una vez más.

Cuando tu hija llegue con la Princesa, ella podrá curar tu estado. He visto de lo que son capaces. Y entonces...

El viento se levantó a su alrededor. Cephiro volvía a toda velocidad. Utilizaba su magia para impulsar a una despeinada Bella, quien, nada más distinguir a Andrei, endureció su expresión.

Entonces Thor soltó un grito interno de regocijo. ¡Ya vienen, ya vienen! A su voz se superpuso la de una agotada y asustada Cephiro, que exclamaba ¡mamá, mamá, he traído a Bella!. Bella. Aquel nombre resonó dentro de Fátima y le dio cierta esperanza, pero de pronto no sabía por qué debía alegrarse de que estuviera allí. Sintió el viento acariciándola cuando alguien se acercó a ella y la envolvió en un preocupado abrazo y oyó cómo una voz conocida la llamaba.
¿Qué ha ocurrido, Fátima? ¿Y qué hace ese aquí?

Otra voz respondió:

Ayudar, si me lo permitís. Aunque cueste de creer, ahora... No importa. Deberías curarla, el Caos va a hacer que desaparezca en cualquier momento y...

Y entonces el dolor la hizo doblarse por la mitad, cegada, ensordecida, y soltó un alarido.

Después todo se desvaneció.

Al abrir los ojos, pensó que había llegado al Cielo. Una parte de ella constató, sorprendida, que sí existía a pesar de todas sus dudas. Era… maravilloso. Nunca se había sentido tan ligera, tan libre y perfecta. Así debía ser volar en medio de la inmensidad.

Cuando su visión se aclaró, se dio cuenta de que estaba donde antes. Y, aun así, no le importó demasiado. Tenía la sensación de acabar de salir de un sueño reparador y ni ver a Andrei, a Bella o a sus niñas mirándola con los ojos redondos por la impresión rompió esa agradable sensación.

Se estiró de forma inconsciente y sonrió a Bella.

Esta dio un paso al frente, francamente preocupada, y exclamó

¡Fátima! ¿Ha sido él quien te ha hecho eso? . Las demás Princesas están de camino. Iremos al castillo a por Xihn, todas juntas. Dilo, y no tendrá escapatoria alguna.

Fátima entrecerró los ojos, desconcertada. Volvió a examinar al chico, a Andrei, y lentamente recordó que habían estado luchando a muerte. El que le había hecho…

Se miró las manos y la asaltó la curiosidad. Siempre había sido pálida, pero no tenía palabras para describir la blancura de su piel, que resultaba un poco luminiscente. Al tocarse, tampoco notaba la rotunda presencia de carne y huesos, a pesar de que sabía que había algo ahí debajo. Algo más o menos frágil, repleto de energía, pero que no era humano.

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Hasta sus ropas habían cambiado, por no hablar de su pelo, de un blanco tan puro como su nueva piel.

Cephiro se acercó a ella, maravillada. Thor también lo habría hecho de no haber estado vigilando a Andrei. Cuando Cephiro acarició su mano, Fátima se sorprendió porque todavía siguieran ahí. En general, su cuerpo no habría soportado durante tanto tiempo, sin éteres al menos, la presencia de ambos hermanos.

De súbito, comprendió de golpe lo que le pasaba. Ahora era como ellas. Era una esencia.

Se giró hacia Andrei, boquiabierta. Luego miró a Bella.

Debería haber sentido pánico. Una parte de ella sospechaba que pronto lo experimentaría, pero que estaba demasiado afectada por el repentino cambio. Abrió y cerró los puños. Notaba la fuerza en su interior, pero no lograba invocar sus hechizos. Su magia estaba sellada. Necesitaba a alguien que… la ayudara a sacarla.

Con pies ligeros, que casi parecían flotar sobre el suelo, se acercó a Andrei y vio que todavía seguía afectado por el Caos. Susurró:

Me mantuviste viva porque querías contagiarme, salvarte, lo cual es normal en un cobarde como tú. Dijiste que tenías un motivo para volver al castillo, pero que tu causa no es la de Xihn. —Sonrió—. Si no me dices por qué quieres regresar, le diré a Bella y las demás princesas que acaben contigo. O a Thor, que acaba de recordar lo que casi me haces y le encantaría clavarte la espada.

Se deslizó hasta Bella y le tomó la mano libre. Después se inclinó para susurrarle al oído:

Creo que me he convertido en una esencia. Necesito a alguien que me haga de catalizador para sacar mi magia. Toma los anillos de mis niñas, supongo que yo ya no puedo usarlos. Si Andrei se niega a colaborar, deberíamos matarlo, pero si colabora dejaré a Thor con él con órdenes de que lo mate de inmediato. Podría guiarnos hacia donde está Xihn. —Se separó un poco—. ¿De verdad vienen todas las princesas? Es perfecto. Así podremos ayudar a Malik, Celeste y el resto antes de que sea demasiado tarde. Andrei ha dicho que Xihn pronto perderá el control, así que vuestra ayuda será inestimable. De poco importa que contengáis el Caos de los alrededores si no logramos acabar con Xihn.

Con una suave sonrisa, esperó a ver qué respondía Bella. En caso de que Andrei intentara alguno de sus trucos, no dudaría en enviar a Cephiro y a Thor para acabar con él.

Por su parte, más le valía aprender si había alguna diferencia entre sus poderes ahora que era una esencia… Esperaba que a Malik no le disgustara demasiado…
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Drazham » Jue Jul 05, 2018 10:27 pm

«Nunca hemos sabido cuántos éramos. Xihn devoró muchos Corazones a lo largo de su existencia. Solo puedo decirte… que son demasiados.»

Con razón Gabriel nunca llegó a saber cuántos podía haber ahí dentro.

Alanna sintió un terrible escalofrío recorrerle la espalda al concentrarse y dar con lo que Xihn había hecho con todos los corazones que fue apresando de los cuerpos usurpados. Por todo lo sagrado, que horror. Ni siquiera llegaba a distinguir uno solo de ellos en esa… masa deforme de luces que hervía como una caldera. Se le revolvían las tripas de imaginarse hasta qué punto habría machacado y torturado a esas pobres almas para convertirlas en eso.

Tratar de extraer esa amalgama de Xihn iba a ser un calvario, por no decir imposible si a su objetivo no lo retenían un mínimo. Alanna gañó de exasperación. ¿Cuánto tiempo podían estar Gabriel y ella aguantando el tipo hasta que consiguiesen cualquier resultado?

Quizás, en una suerte de lucidez mientras apartaba asqueada la vista de la masa de luces, captó una larga melena a su lado que le resultaba familiar. Alarmada porque no le hubiese hecho caso, estuvo a punto de gritarle a Zel que se alejase de inmediato. Aunque pronto entendió que tal vez fuese ella la que estuviese corriendo demasiados riesgos: sus nuevos sentidos percibieron una especie de aura que mantenía a la oscuridad alejada de ella. ¡Maldición! ¡¿De qué le estaba sirviendo quedarse allí si cualquier cosa en esa sala podía fulminarla en cualquier instante?!

Entonces el rugido de lo que más bien era una bestia le erizó los pelos. Se fijó en el último instante que alguien se abalanzó sobre Xihn y lo estampó contra el suelo. Reconoció a la Lyn, pero… Había algo raro. A Alanna se le formó un nudo en la garganta al contemplar cómo el cuerpo de la maestra se iba hinchando, llenándose de pelo y…

Por los dioses, ya casi ni le quedaban rastros humanos. ¿Eso era lo que pasaba cuando la bestia en su interior se desataba?

Xihn se la quitó de encima con un golpe de su espada y Alanna ahogó un grito. Lyn se incorporó como si nada, pero eso no era lo que le preocupaba. Esa aura repugnante con la que estaba impregnada era la marca de Xihn; la había infectado de Caos y Oscuridad. Y aquello solo parecía alimentar unos instintos salvajes que se apoderaban de ella. Acababa de desatarse otro desastre más en aquella habitación de locos.

«Así no podremos», se mordió el labio inferior y bajó la Llave Espada. «Si no controlamos la situación antes…»

Al verse obligada a retroceder en su intento de extraer los corazones, pudo atender a lo que Zel tenía que comentarle. Por lo visto, sus compañeros a las afueras de la torre pretendían frenar a Xihn con una idea que jamás se hubiese planteado: derrumbar la torre y echársela encima.

¡¿Qué?! Oh, por el amor de… —Se llevó una mano al casco. ¿Tan desesperados estaban? Pero, aun así, seguía siendo una soberana locura. Lyn seguía poseída como un animal rabioso. Y Nithael pretendía quedarse allí para purificar la torre entera. Se volteó a Zel, desquiciada, y masculló—: Maldición. ¿Y cómo pretenden que saquemos a Lyn y a Nithael de…?

La voz se le cortó ipso facto. Su percepción mejorada captó una, no, dos nuevas presencias en la torre. Se volteó con celeridad y encontró a Malik saltando al interior de la torre.

Pero ella había percibido a dos entidades. Y que la segunda se refugiase dentro del hombre le extrañó sobremanera. Malik contaba con un segundo corazón en su interior, lo cual solo podía significar una cosa. Y esos ojos ambarinos le daban muy mala espina…

«¿Quién es el que está dentro de Malik, Gabriel?»

Su respuesta le sentó como un puñetazo en el estómago. Aaron. Malik había permitido que una de las figuras más infames de la Orden se introdujese en su cuerpo. El por qué no quería ni saberlo, porque temía más lo que ocurriría si Fátima se enteraba de que en su marido residía el corazón de un asesino.

De todas formas, seguía siendo una de las entidades de Xihn que podía ayudarles a equilibrar la balanza a su favor. Y tenían problemas más serios que tratar, como el sacar a los demás de la sala cuanto antes.

¡¡Nithael!! —bramó, con la esperanza de que la escuchase en mitad de su cántico—. ¡¡Tienes que salir de aquí ya!! ¡¡No es seguro!!

El otro problema era Lyn. Santísima Madre, y a ella tenían que sacarla por otros métodos más directos. Se giró hacia Zel y le posó las manos en sus hombros con firmeza.

Zel, escúchame: voy a tratar de atraer a Lyn hacia mí y llevármela fuera de la torre. Necesito que hagas lo que puedas con la Oscuridad que la rodea para que se tranquilice y que salgas de aquí. —Temió que le podría estar pidiendo algo exagerado, o que se sintiese excluido por su petición. El chiquillo solo quería sentirse útil y se notaba que el tema de Xihn le estaba afectando demasiado. Se acuclilló para quedar a su altura y le dio un suave apretón en los hombros—. Por favor, Zel. Tenemos que sacar a todos de aquí y no puedo hacerlo yo sola. Necesito que me ayudes en esto.

Esperó a lo que el pequeño tuviese que decir al respecto y le dio un último apretón para alentarlo.

Tocaba encargarse de Lyn. Reprimió una risita histérica. Debía de estar loca para hacer lo que pretendía. Ya tuvo sus roces con ella en el pasado, y sabía cómo se las gastaba de normal. Pero cuando a quien tenía delante era una bestia con la sangre hirviendo…

Conjuró un Piro en su palma y lo disparó al rostro de Lyn. Era un hechizo nimio, pero esperaba que fuese suficiente para llamar su atención. Le dirigiese la mirada o no, le lanzaría una segunda bola de fuego para acrecentar su preocupación. Y en cuanto se lanzase a por ella…

Correría como nunca antes. O más bien volaría con el Glider y le echaría una mano a Zel si no podía salir de la torre por su propia cuenta. En cualquier caso, estaría lista para usar Traslación si tenían a Lyn muy cerca o no podía quitársela a la fuerza.

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Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3] Ataque básico de elemento Fuego. Proyectil ígneo lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras en el enemigo.

Traslación (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico: 12]. El usuario se teletransporta a una ubicación cercana en un radio de cinco metros.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor H.S Sora » Vie Jul 06, 2018 6:03 pm

El camino hacia el castillo fue de lo más incómodo que hubiera recordado en mucho tiempo. Entendía que la droide tenía las mejores intenciones al preocuparse por mí y que su manera de ser era especial por su condición… pero eso no quitaba que mi primer impulso hubiera sido el de querer arrojarla del dragón sin contemplaciones.

Evidentemente no lo había hecho.

¿Sería además por la influencia del Caos? Sentía como poco a poco me encontraba peor, haciendo verídicos mis pensamientos sobre que quizá tener esa cosa encima no sería lo más seguro, pero esperaba poder aguantar un poco más.

No me sentía capaz de pensar con claridad, no cuando el ruido de las voces se iba acrecentando por momentos. Quizá por eso no me había opuesto a que Dos quisiera continuar tras explicar lo acontecido con su Maestra, porque en circunstancias normales le habría hecho dar media vuelta de inmediato. Como era normal.

Pero no había sido así, y las voces pasaron de ser casi un murmullo a intentar taladrarme con fuerza a medida que llegábamos. ¿Tendría algo que ver con la proximidad hacia el lugar en el que nos encaminábamos?

Cogí aire, y me humedecí los labios antes de preguntarle:

¿Cuáles son nuestros niveles actuales de...?

En ese momento el crecimiento de las voces escaló de sobremanera.

¡Está así porque nos buscaba! No pienso quedarme atrás en la bata…¡No! ¡Demasiado Caos! ¡No voy a poder controlarlo, tenemos que…!¡Ah…! ¡M-mi cuerpo!…¡detenerlo o matará al príncipe! ¡XEFIL! No fallaré. Esta vez no. Esto va a termin- Hacer caer la torre… es una buena idea¡NithCUIDADO!Un nuevo cuerpo, antes de queVamos, vamos, ¡trae a la prin-!Harías mejor en dejar de resistirte, Malik, o será peor¡Nana, ¿qué pretendes?!

Me llevé las manos a la cabeza, incapaz de escuchar nada más que no fueran aquellas voces. Cada vez más fuerte, empezaba a distinguir algunas de ellas aunque todavía se entremezclaban otras que me eran desconocidas o que no terminaba de comprender sus palabras porque se interrumpían entre sí.

Miré a mi compañera de hito en hito. No estaba seguro de por qué, pero algo me decía que si dejaba que esa sensación fuera a peor podría terminar muy mal. El dolor no era insoportable, pero si el ruido ensordecedor se iba haciendo constante…

No quería ni pensarlo. Era capaz de ubicar algunas de ellas, o eso pensaba al menos, y quizá esa fuera una ventaja a tener en cuenta.

Las voces se están volviendo más fuertes. Creo que todos lo están pasando verdaderamente mal… No consigo entender lo que está sucediendo, pero tenemos ayudarles de inmediato.

La torre rugió entera en ese momento, casi como si la hubieran sacudido hasta sus cimientos. El Caos y la Oscuridad se desprendían en volutas de ella, escapándose poco a poco. El grito de alarma necesario como para que nos diéramos la prisa que no nos estábamos dando.

Aún con todo, sentía el Caos pinchándome con cada vez más fuerza. Eso tenía que significar algo, ¿verdad? Karel o Xihn, no nos quedaban muchas opciones dado que Fátima se estaba encargando de Saavedra según Dos. Con la garganta seca y las palmas de las manos sudorosas me atreví a apostar por lo que nos encontraríamos ahí dentro:

«Xihn.»

Era lo lógico, ¿verdad? Aunque eso significaba que nuestros planes se habían torcido mucho más allá del contratiempo que Saeko y yo habíamos tenido.

En ese momento el fogonazo de luz nos golpeó de lleno en la vista cuando estábamos a punto de llegar. A pesar de eso, el emisor de ese extraño fenómeno había venido de una de las ventanas superiores de la torre… arqueé una ceja.

No podía tratarse de Nanashi, su voz la ubicaba más lejos de todos aquellos gritos y explosiones que no cesaban. Era un canto agónico que no anunciaba nada bueno. A pesar de todo, nuestra única opción era esa. Seguir adelante.

Invoqué el Glider y bajé de Harun. Tomé un Éter y una Ultrapoción mientras me acercaba un poco más a la ventana. Una vez la atravesáramos no habría vuelta atrás. Y daba igual lo que viéramos, habría que ir hasta el final.

Sube al Glider, Dos. —O esperé a que invocara el suyo—. Harun debería descansar, seguir con nosotros no le estará haciendo ningún bien. Perdona —le dije, dirigiéndome hacia él. Suficiente había hecho por nosotros ya.

Aceleré, metiéndome de lleno en la ventana.

***


¡¡Nithael!! ¡¡Tienes que salir de aquí ya!! ¡¡No es seguro!!

«¿Qué?...»

Examiné mi alrededor con toda la presteza que pude: Nithael se encontraba con las manos extendidas a modo de plegaria. Parecía demasiado concentrado como para darse cuenta de las palabras de Alana, o quizá aún con el aviso quisiera seguir.

Mi atención se la llevó entonces la armadura, que se encontraba un poco más abajo. Lo que desprendía, las tinieblas que nublaban su rostro… no había duda, se trataba de Xihn. Tenía que ser él. No había ningún monstruo parecido en todo el Intersticio.

En ese momento conseguí rescatar las palabras de una de las voces que habían resonado en mi cabeza:

«Hacer caer la torre… es una buena idea.»


No sabía si sería eso a lo que se referiría Alanna diciendo que era peligroso seguir aquí, pero en cualquier caso había que apoyar a Nithael para escapar una vez hubiera terminado con lo que estaba haciendo. Y por ende, intentar echarle una mano mientras tanto.

Dos, tenemos que hacer todo lo posible para que Nithael pueda terminar con lo que esté haciendo y luego salir de aquí pitando...

Por suerte no estábamos solos, ya que Malik también había entrado en escena. Invoqué mi Rex Nominis Umbra y la guadaña.

En el momento en que Xihn intentara ir hacia el ángel, trataría de agarrarlo con todos los tentáculos para devolverlo hacia abajo, evitando la lucha directa contra ese monstruo. O en el peor de los casos embestirle con el Glider hacia el lado cotrario con tal de tratar de alejarlo de Nithael mientras terminaba. Llegando a utilizar mi Profanus con tal de retenerle todo lo que hiciera falta.

Esperaba que con eso, la ayuda del Caos y el apoyo de Malik, pudiéramos ganar los minutos que le hicieran falta a Nithael.

Y luego más nos valía correr. No quería quedarme a comprobar si el plan era de verdad tirarle la torre encima o si algo peor estaba por suceder.

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—Éter x1

—Ultrapoción x1

Rex Nominis Umbra (HM) [Nivel 27] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Baile de Sombras; Poder Mágico: 40]. El usuario hace que su sombra se sitúe en sus lumbares y la ramifica en cuatro tentáculos moldeables que pueden utilizarse para diversas tareas (atacar, agarrar…). Son débiles a la Luz. Desaparecen tras dos rondas o con un ataque físico o mágico de nivel superior.

Profanus (HC) [Nivel 15] [Requiere afinidad a Oscuridad, Poder Mágico: 20, Combate con armas blancas: 15, Fuerza: 20]: El Usuario imbuye su Llave Espada o Arma Blanca con Oscuridad en el filo y este se expande y crece dos metros de largo. Tras esto una aura de oscuridad rodea al usuario y ataca de 3 a 5 veces golpeando a todos los enemigos que entren en su radio de alcance e infligiéndoles bastante daño. Dura un turno.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab Jul 07, 2018 1:06 am

¿Señor Saito, se encuentra bien? —preguntó alarmada la droide tras ver como este se agarraba la cabeza dolorido —. Hay que encontrar al señor Nithael cuanto antes, esta sufriendo y ademas habla de voces… ¿pueden los orgánicos escuchar voces?

Dos sintió la necesidad de mirar el interior de la cabeza de su compañero en ese momento, ya que no entendía ese concepto de escuchar voces, no fuera de uno que requiriera tener varios cables en el cerebro.

Consiguieron llegar a la torre a costa de la salud de Harun, el cual no paraba de sufrir debido al Caos constante que desprendían los cuerpos de los dos portadores.

Los indices de Caos han subido en un 10% en cada uno de nosotros —informó la robot algo culpable, ella había sido la primera afectada y la que más cubierta estaba y ahora les estaba pasando todo a ellos dos.

Por suerte Saito tuvo una gran idea, el joven invocó su Glider y saltó a él permitiendo a Harun librarse de su carga.

Sube al Glider, Dos. Harun debería descansar, seguir con nosotros no le estará haciendo ningún bien. Perdona

Tiene usted toda la razón, señor Saito —asintió Dos, pero en vez de subirse al del chico, hizo lo propio con el suyo, aprovechándose de que este era una tabla que se ajustaba a sus pies y no tendría que hacer uso de los brazos —. Aunque si me disculpa, usare el mío propio para evitar un traspaso mayor de Caos a su persona.

Antes de entrar, Dos se giró una última vez al dragón.

Debería regresar con la Maestra, estará preocupada y seguramente necesite de sus servicios para llegar aquí también —tras eso le dejaría marchar, ya que seguramente no pudiera entrar en la torre con la misma facilidad que ellos.

Dentro les esperaba toda la fiesta.

Una ser alargado y cubierto con armadura les esperaba en el interior junto al ángel y varios aprendices más. La cantidad de energía, Oscuridad y Caos que desprendía aquella cosa y como casi hacía estallar todos sus sensores, fueron las pistas suficientes para dejarle claro a Dos que estaban al fin frente a Xihn. El verdadero, no un cuerpo manejado como si fuera una marioneta, no, eso era el monstruo que amenazaba con destruirlos a todos.

Dos, tenemos que hacer todo lo posible para que Nithael pueda terminar con lo que esté haciendo y luego salir de aquí pitando... —le indicó Saito preparándose el también para la batalla.

Eso haré, señor Saito —. Dos agarró su brazo con la boca mientras en el otro hacía aparecer su Llave Espada y activaba un Éter que le recuperara las energías que ya empezaban a fallarle.

Pudo escuchar durante unos instantes y de forma lejana la voz de CUBO, intentando avisarla del estado de su cuerpo. Pero no llegó a la droide, el Caos que había en su interior intensificándose a la vez que una abrasadora energía la recorría para concentrarse en el filo del arma.

Sentía que nada era suficiente, es por ello que también forzó a su cuerpo a ir un paso más. Le dolía debido a la influencia del Caos, como le arrancaba la energía y le quemaba las entrañas, pero consiguió sobrecargar su cuerpo y darle el impulso que necesitaba para lanzarse contra el monstruo y aprovechándose de su velocidad aumentada y pequeño tamaño, rebanarle una de las piernas para que no pudiera moverse.

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Dos usa el Eter que no llego a usar la anterior vez y gasta todos sus PHs en las siguientes habilidades:

▪ Sobrecarga Crítica (HC) [Nivel 10] Tras que el cuerpo del usuario haya recibido múltiples daños, este podrá entrar en un modo critico en el que libera una gran cantidad de energía, aumentando sus estadísticas de Fuerza y Velocidad (x1,25). Este estado funciona como una locura.

▪ Hoja Piro+ (HC) [Nivel 15] (Requiere Hoja Piro, Fuerza 16) El usuario realiza un corte descendente u horizontal causando daños considerables de elemento Fuego. Probabilidades medias de causar quemaduras.

Al menos en la segunda, usa tambien ese supuesto poder del Caos que uso en la anterior ocasion.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab Jul 07, 2018 1:14 am

Lyn entró en escena antes de que nadie pudiese hacer nada, pero no hubo tiempo para alegrarse. Se abalanzó contra Xihn sin pensárselo dos veces, y, para horror de todos, se expuso de lleno tanto al Caos como a la Oscuridad.

Lo siguiente me trajo viejos recuerdos, tan lejanos que casi los había olvidado. Lyn empezó a transformarse en lobo rápidamente, pero no como tendía a ocurrir en caso de necesidad. Era un lobo malo. Grande, feroz y sin control, un lobo que una vez se había vuelto contra nosotros, sólo que esta vez era peor. Era mucho peor.

Miré a Saeko, inquieta. Ella había estado ahí en esa ocasión, y sabía de primera mano que, como no encontráramos la forma de curarla, íbamos a tener un serio problema.

Por suerte, Nithael se nos adelantó y aprovechó la batalla para intentar hacer magia. Curativa, supuse; purificar la habitación. Intervine para frenar a Xihn como pudiera, y Zel impidió que acertara al ángel.

¡Es inútil! Por mucho que le derribemos, su único objetivo es...

Solo está interesado en Nithael.

Di un respingo, sobresaltada por la repentina voz.

¡Malik! ¡Oh, gracias a Dios!

Si lo perdemos, nadie más podrá purificar el Caos y estaremos perdidos. —Preocupado, miró a Alanna—. ¿Qué está haciendo? ¿Por qué la habéis dejado sola dentro de la torre?

Arrancarle los corazones a Xihn. Es complicado de explicar, pero el caso es que puede hacerlo. ¡Tenemos que ayudarla, quitarle a Xihn de encima cuando ataque y...! Eh, ¿te encuentras bien?

Malik respiraba con dificultad y tenía una mano en la cabeza. A simple vista, no parecía herido, pero... ¿Y si le había contagiado el Caos?

Le tendería una poción si la necesitaba, y escuché con atención lo ocurrido con Karel. Saber que más gente iba a llegar en breves me tranquilizó un poco, y asentí.

¿Hacerle daño? —repetí—. Saeko y yo te cubriremos, pero ve con cuidado: vamos a derribar la torre encima de Xihn. Es demasiado fuerte. Lyn... —Vacilé un momento—. Ha entrado en contacto con el Caos y está fuera de sí, como aquella vez en Agrabah, así que será mejor que no te acerques mucho a ella.

Antes de que se marchara, creí ver un destello dorado en sus ojos, uno lo bastante intenso como para achacarlo a una ilusión. Entonces comprendí.

Saeko... ¿Hay alguien fusionado con Malik?

Ladeé la cabeza ante su respuesta y luego me acerqué de nuevo a la puerta. Imaginaba que Saeko podría encargarse ella sola de derribar el edificio. Le preguntaría si me necesitaba por si acaso y, si decía que sí me quedaría a asistirla. Pero, si no, entraría de nuevo en la sala y trataría de impedir que ninguno de mis compañeros muriese aplastado por la torre con Gran alcance.

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En caso de que Alanna o Zel necesiten ayuda con Lyn (y esto lo pongo aquí porque es importante y, si pasara, tendría que rolearlo bien), se interpondrá entre ambas sin vacilar ni un solo segundo. Adelante con el Caos. Lo mismo se aplica a si, por ejemplo, Xihn está a punto de alcanzar a Nithael o a Malik.

· Gran alcance (HC) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Espacio; Elasticidad: 15; Habilidad Doble salto]. Transporta al usuario a una localización que tenga a la vista. No puede atravesar paredes ni ningún tipo de materia orgánica. Combinado con Doble salto puede escalar muros y trepar a sitios altos.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor RedXIII » Sab Jul 07, 2018 1:48 am

Hiro permanecía en su lugar de vigía mientras observaba una pequeña caja, la caja de un viejo amigo que siempre le traía suerte, era su único pasatiempo en aquel momento hasta que alguien tiró de su manga. Al principió creyó que era Goei, buscando algo para entretenerse, pero resultó ser Ruz.

¡Señor perro! ¡Chihiro ha desaparecido!— Tal como vino, se fue, al mestizo le dio un poco de igual ese detalle, ya que Chihiro le importaba más bien poco, hasta que se percató de que eso significaba que Kairi y Lyn se habían ido solas sin su apoyo.

¡Puedo protegerme solo! Pero como sé que le has dicho a Lyn que me protegerías, ¿por qué no vienes conmigo y nos asomamos?

No lo dudo, pero es pel... ¡Eh! — Exclamó al ver que se iba por su cuenta, mientras corría hacia la barandilla, tomó un éter y sus ojos se volvieron los de una bestia, además sus oídos se levantaron ligeramente, podía escuchar, ver y sentir cualquier cosa con una precisión inigualable.

¡Oh, no! ¡Está en peligro, señor perro, tenemos que hacer algo! ¡Lyn siempre cuida de nosotros, esta es nuestra oportunidad de devolverle el favor! ¡Y así ella podrá ayudar a Nith mejor que nadie!

No bajes — Cogió su hombro, tirando para que no se acercara a la barandilla —Quieren llevar a Lyn afuera y volar la torre encima de Xihn — le explicó mientras movía las orejas para captar las voces de los demás.

Si quieres ayudar a Lyn tendrá que ser rápido o fuera — Dejó caer un cubo en el suelo que rápidamente se transformó en una scooter —Monta, bajaremos con esto y luego iremos afuera con los demás, pilotaré para que puedas hacer lo que quieras, pero no bajes — Le ordenó de forma bastante sebera, ya era una locura querer precipitarse como para que encima quisiera bajarse o hacer cualquier imprudencia.

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Ah, y ten cuidado con las extremidades, Ronin perdió el ojo por asomar la cabeza fuera de la moto — Bromeó mientras él y Goei tomaban asiento. Se colocó los protectores oculares y a continuación envolvió su cuello y parte de su boca con el pañuelo que siempre llevaba, no creía que fuera a evitar aquella corrupción pero por probar tampoco perdía mucho, además, tampoco sabía cómo iba a afectarle aquello, la luz que corría por sus venas podía ser una mezcla explosiva.

¿Puedes repeler la oscuridad que amenaza a Nithael? Creo que está haciendo algo importante — Le explicó mientras le instaba con la mano a que subiera en la parte de detrás del asiento —Tal vez sea mejor que empezar por Lyn — Encendió el motor y un estruendo resonó por la sala, el manillar era tan ligero que con un simple giro de muñeca la scooter salió disparada. Saltó la barandilla y cayeron al piso de abajo con los demás.

Hiro rápidamente sacó su pistola para disparar a toda aquella amenaza que se acercara a Ruz o a los demás mientras los presentes iban secuenciando sus planes y la huida. Una vez se empezaran a ir todos, se uniría junto a Ruz para salir del lugar sobre la scooter.

Avísame cuando quieras salir, pero ni se te ocurra hacer alguna tontería— Si veía que aquella oscuridad afectaba a Ruz, saldría del lugar antes.

Las marcas del mestizo volvieron a brillar a través de sus mangas.


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▪ Grillo [Nivel 2]. Se dice que trae buena suerte. Nadie lo ha comprobado por el momento.
Su Objeto de Invocación es una jaula donde se recomida tenerlo encerrado para que no escape y se lleve con él, además, toda esa supuesta suerte.

Consume Éter

▪ Sentido animal (HC) [Nivel 7] Los sentidos de Hiro se agudizan y le permite olfatear, ver y escuchar mejor y a mayor distancia, pudiendo intuir, detectar y reconocer a la gente que haya cerca o rastrear objetos. Dura dos turnos.
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Awards chupis:

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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tsuna » Sab Jul 07, 2018 1:54 am

Me alegra haberme equivocado contigo, Saeko. Será un honor pelear contigo, venzamos o perdamos.

Saeko reflejó sorpresa en sus ojos cuando Friederike le tendió la mano, no podía negar que por un momento había creído que la reina escogería a alguien con menos oscuridad, como lo era Celeste. Asintió despacio con la cabeza y cargada de determinación correspondió estrechando su mano.

La luz la envolvió y el efecto fue inmediato, se sintió incómoda por unos segundos, unos momentos en los que pareció como si algo dentro de ella la atragantara en el sitio. Sentía cómo la presencia de Friederike era capaz de percibir el exterior a través de sus ojos y sus sentidos, pero también se sintió observada por dentro. Fue una sensación muy extraña, pero no tardó en acostumbrarse en cuanto la reina le devolvió el control de su cuerpo.

«Voy a darte mi magia. Solo tienes que pensar en usarla y yo te la daré. Los hechizos curativos son sencillos, déjame enseñarte unos pocos.»

Escuchó con atención la voz la mujer, que parecía susurrarle al oído, y como si los conociese como la palma de su mano aprendió hechizos curativos de gran poder y muy versátiles. Todavía lo asimilaba cuando Celeste se dirigió a ella, apurándola.

No hay tiempo. Saeko, ¿puedes curarnos a todos y proteger a Nithael? Creo que podríamos... derribar la torre sobre Xihn.

«Ninguno necesita una cura urgente ahora mismo, como mucho el ángel. Mas antes deberías contemplar otras posibilidades más urgentes, Saeko. Esa idea de derribar la torre es posible. Podríamos quedarnos fuera, encontrar los puntos donde el Caos está debilitando la estructura y atacar con mis enredaderas. Eso te costará tu energía corriente, Saeko, posiblemente la mitad o aun más. Es una torre inmensa y es arriesgado. Pero es una posibilidad que podría ralentizar a Xihn. Dile a tu amiga que deben advertir al ángel o morirá con Xihn. Debéis sincronizaros bien y a su señal, actuaremos.»

No creo que derrumbar la torre sea suficiente para derrotarlo, pero sí quizá para detenerlo.

Hablando con Friederike como si ambas fueran una, se fijó en Celeste.

En ese caso deberíamos avisar a todos los que estén dentro —comentó, respondiendo a la sugerencia—. Nosotras podemos ocuparnos de la torre, así que esperaremos a vuestra señal. Nos pondremos manos a la obra y la haremos caer, pero no podremos ocuparnos de nadie cuando eso pase.

Entonces entraré a proteger a Alanna y la espabilaré cuando sea necesario. No tengo poderes suficiente desarrollados para nada más y no traeré Sincorazón a este lugar para que Xihn pueda usarlos, aunque esté… Como está.

Miró a Zel, el aura que le transmitía era más tranquila y menos agresiva que la del otro muchacho, Eve. En el fondo una parte de ella lo agradeció.

Avísala sobre lo que estamos intentando hacer —y a continuación volvió a dirigirse a Celeste, frunciendo el ceño con determinación—. Yo os protegeré, pero primero tenemos que poner a salvo a Nithael.

Zel se adelantó hasta donde el combate proseguía con temblores y gruñidos que hacían dudar sobre la estabilidad de la estructura. Sin embargo antes de poder hacer nada una figura llamó su atención por el rabillo del ojo en el último momento, alertándola de inmediato.

Se trataba de Malik

Solo está interesado en Nithael. Si lo perdemos, nadie más podrá purificar el Caos y estaremos perdidos ¿Qué está haciendo? ¿Por qué la habéis dejado sola dentro de la torre?

Saeko, que se fijó en Alanna, le explicó sus razones.

Arrancarle los corazones a Xihn. Es complicado de explicar, pero el caso es que puede hacerlo. ¡Tenemos que ayudarla, quitarle a Xihn de encima cuando ataque y...! Eh, ¿te encuentras bien?

Tenemos pensado derribar la torre sobre Xihn, actuaremos en cuanto estén preparados.

En cuanto desvió su vista de nuevo hacia su compañero frunció el ceño con preocupación, la exclamación de Celeste también la había alertado, pues Malik se llevaba la mano a la sien con dolor. Por un momento se vio a la expectativa de lanzar un hechizo o no, aunque su compañera ya le estaba ofreciendo una poción.

Karel ha detenido al resto más atrás. Ronin y Ryota deben estar en camino. Xefil y Ragun venían conmigo, pero decidimos separarnos (tonta decisión) porque había varias rutas posibles y pensamos que al menos uno debería llegar. Así que no os preocupéis, llegarán los refuerzos. Entraré y trataré de distraer a Xihn. Alguien tiene que ocuparse de la Maestra Lyn por mí. No quiero… hacerle daño.

¿Hacerle daño? Saeko y yo te cubriremos, pero ve con cuidado: vamos a derribar la torre encima de Xihn. Es demasiado fuerte. Lyn... Ha entrado en contacto con el Caos y está fuera de sí, como aquella vez en Agrabah, así que será mejor que no te acerques mucho a ella.

Si tienes ocasión de ponerla a salvo, hazlo.

El planteamiento se quedó en el aire, observó a Malik unirse a la pelea y un color ya conocido y familiar, ambarino, brilló por un momento. Por muy descabellada que pareciese la idea, Celeste le arrebató las palabras de la boca, mas no supo qué responder en ese instante, se limitó a observar a Malik en un intento de discernir algo.

Celeste le preguntó entonces si necesitaba ayuda para derrumbar la torre, Saeko negó con la cabeza.

Es mi intención protegeros y una vez empiece no podré ayudaros, cuantas más manos tengamos aquí más seguro será. Hagamos todo lo posible.

Antes de marcharse lanzó uno de sus nuevos hechizos sobre Celeste, con la esperanza de que, si se veía en apuros, le diese la suerte de salir adelante.

Estoy preparada majestad, no se preocupe por mi magia, si es necesario consumirla toda así lo haremos.

Apoyó su mano sobre la pared y concentrada, dejó fluir el poder de Friederik a través de sí, perforando y quebrando toda la roca que encontrara a su paso, en todas las direcciones. Confiaba en que la reina la ayudaría en la tarea. También consumiría algunos éteres en caso necesario.

La torre no tardaría en empezar a ceder.

Spoiler: Mostrar
Lo utiliza sobre Celeste:

Limitador, nivel 25 (reduce a la mitad los daños de un personaje durante 2 rondas en un personaje. Solo se puede usar una vez cada turno).
Última edición por Tsuna el Vie Jul 20, 2018 2:59 pm, editado 1 vez en total
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[X] #9 - Conjunción astronómica

Notapor Zee » Sab Jul 07, 2018 1:56 am

 
Conjunción astronómica: f. Dos astros están en conjunción cuando observados desde un tercero se hallan en la misma longitud celeste.


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Negro.

Frío.

Silencioso.

Solo.

Nunca imaginé que mi corazón llegaría a lucir así. Árido y vacío, una roca diminuta y desolada en medio de un mar y un firmamento profundos e infinitos. Esa visión tan desalentadora, ¿qué reflejaba respecto a mi interior? ¿Qué me quería decir mi corazón roto?

Parecía... muerto.

¿Así que esto lo era? ¿El final? ¿Morirse? ¿Tan simple como eso?

Miré mi reflejo en el agua oscura y abismal, iluminado sólo por el brillo titilante y mortecino de mis ojos carmesíes. El Xefil de espejismo lucía cansado y triste, pero satisfecho. No, no eso: resignado, tal vez, sería el concepto más adecuado. Conforme con su destino. Sometido por la desgracia. Sólo... aceptando lo que estuviera por venir.

El reflejo también estaba cubierto de sangre fresca. Manchaba su cabello, escurría por su cuello y empapaba su saco y chaleco.

No hay estrellas —murmuré, lastimero, a la par que mis ojos ascendían al lienzo negro que lo cubría todo. Que cubría nada—. Esperaba que al menos hubiese estrellas...

Una voz familiar pareció estar atenta a mis pensamientos; y no le tomó más que unos instantes hacerse presente en algún lugar por debajo del agua lúgubre y turbia, e intervenir:

He escuchado esas palabras antes —respondió mi reflejo, hundiendo su propia mirada escarlata en mi rostro. El sereno mar se agitó por un momento; sólo un poco, como si una brisa lejana hubiese acariciado su superficie, pero lo suficiente para borrar la imagen que el agua exhibía—. Como en aquella ocasión, no suponen un buen presagio —El océano se calmó y, cuando el espejismo volvió, era Némesis, Jessamine, quien me devolvía la mirada, sentada en su propia isla desolada en su propio mar imperturbable bajo su propio cielo infinito y sin estrellas.

Nos miramos el uno al otro, cada quien el reflejo distorsionado en el corazón del contrario. Uno mismo. Dos diferentes. Ambos y ninguno, al mismo tiempo.

Estás muriendo...
Estás muriendo...

Una sonrisa mordaz. Dos. Intentando hallarnos satisfechos con el enfermo humor de nuestras circunstancias, incluso al final de todo.

Lo sé.
Lo sé.

Nos miramos el uno al otro, cada quien contemplando su cuasi-reflejo en el mar de aguas negras. La imagen de la joven Bruja temblaba y se sacudía, perturbada por las gotas de sangre que se deslizaban por mi piel y se precipitaban por el borde de la isla de obsidiana para perderse en la eterna oscuridad.

Es casi un chiste —comentó Jessamine, mirando algo en su lado del océano que sólo ella podía ver. ¿El exterior, quizás?—. Todo este tiempo pensé que moriríamos luchando contra Xihn o contra los Sincorazón...

Y sin embargo, aquí estamos. Despedazados bajo las fauces de un viejo amigo —terminé por ella. Ni siquiera me vi capaz de sonreír ante la ironía de la situación.

Es curioso cómo el destino da vueltas —dijo la Bruja.

No lo llamaría destino —Dudé por unos segundos si continuar. Miré a mi alrededor, intentando escudriñar la oscuridad. Ni el atisbo de una silueta—. Toda tragedia que he vivido en el camino es a causa mía. Porque mi propia incapacidad.

»Esto también.


Me incliné al frente hasta el borde de la roca y me senté con los pies colgando sobre el agua. Jessamine hizo lo mismo. La isla se palpaba fría y lisa, como una losa pulida de mármol, innatural. El agua se agitó cuando las puntas de mis botas rozaron la superficie; las pequeñas ondas resultantes se perdieron en la oscuridad.

Estoy harto de no poder hacer nada. Siempre dependo de otros. O de ti —dije, asiéndome a la roca con fuerza, un sentimiento familiar de ira e impotencia burbujeando dentro de mí. Miré los ojos rojos de Jessamine, pensando en aquella ocasión cuando me había salvado de los Sincorazón. ¿Podría hacerlo de nuevo? ¿Arreglarme?

Como si pudiera leerme la mente (probablemente podía), Jessamine advirtió:

Entenderás, Xefil... Que estás solo esta vez. No hay nada que pueda hacer.

Lo sé —asentí, alejando la mirada—. Hiciste más que suficiente reparándome en Reino Encantado, Bruja. No podrías siquiera apagar la flama de una vela con tu magia.

Sonrió. No era un insulto y ella lo sabía. Era la verdad. Cualquier poder que alguna vez hubiera tenido se había esfumado cuando unió su corazón con el mío.

Cuando había sacrificado todo para... para... ¿qué?

¿Por mí?

¿Que demonios podía ofrecerle yo, salvo una prisión de carne?

¿Por qué...? —pregunté, incapaz de mirarla a los ojos. Quizás por vergüenza, apenado por haber tenido que ser salvado por ella, a quien siempre había considerado mi némesis, en mi punto más bajo.

Conoces bien la razón —enunció como si fuera obvio, pero al instante percibí su deshonestidad—. Tú mueres, yo muero. Tan simple como eso.

Mentiras.

No aquella vez —Estaba seguro de ello. Sus acciones habían sido definitivas. La situación era muy diferente a cualquier otra en la que le hubiese pedido ayuda: en esta ocasión, ella no ganaba nada. De hecho, lo perdía todo—. Lo que hiciste es irreparable. No puedes separarte de mí nunca más. No más cuerpos nuevos, no más regeneraciones, no más vidas para reemplazar las anteriores.

El reflejo de Jessamine se removió un poco en su sitio, algo incómoda. Una situación en la que ella no sabía qué responder era raro. No ocurría con nada de frecuencia. Tardó casi diez segundos en contestar:

Supongo que... entré en pánico.

Más mentiras.

Tú nunca lo haces —acusé, inclinándome ligeramente hacia frente, arriesgándome a precipitarme al agua—. Yo lo hago. Y cometo locuras. Tú siempre vas un paso adelante, incluso de la muerte misma —Noté que mi voz se aceleraba y aumentaba de volumen, y como si el mar reflejara el estado de mi inconsciencia, el agua empezó a agitarse con una corriente suave y ligera—. Probablemente tenías una oportunidad. De escapar. De ser libre y encontrar un nuevo cuerpo. Xihn pudo hacerlo.

Xihn es rey de su propia raza —restó importancia la Bruja, con la mirada clavada en algo que yo no podía ver. O tal vez, solamente no podía poner sus ojos en los míos—. Este mundo le obedece. Su magia y su naturaleza son superiores a las de una hechicera de pantano.

Pero esa no fue la única ocasión —exclamé. El oceáno levantó unas cuantas olas—. Pudiste tomar mi cuerpo en Bastión Hueco —La primera vez que me encontré con ella, cuando la Locura se apoderó de mi cuerpo—. En Ciudad de Paso —Cuando usé sus poderes para engañar a la Jorougumo y recuperar la vista de Nadhia—. En el Coliseo —Cuando su magia me revitalizó para poder escapar de las garras de Gárland junto con Ragun—. En muchas ocasiones, necesité de ti; y por alguna razón, siempre estuviste allí. Nunca te aprovechaste. Tuviste muchas oportunidades y nunca las tomaste.

Jessamine sonrió ligeramente antes de responder. Sus ojos se perdieron en la nada, con su atención quizás muy ocupada en rememorar las cosas que habíamos pasado juntos los últimos años.

Supongo que... siempre fui especialmente afecta a ti.

¿Pero por qué? —insistí, todavía alterado e inquieto como el mar negro que rodeaba la isla—. Ni siquiera era el recipiente adecuado, soy varón: No soy nada especial para la Bruja Eterna.

Jessamine no respondió. Continuaba sentada en el reflejo, con la vista perdida en el pasado. Aproveché los minutos de silencio para tranquilizarme y el agua volvió a la calma. Me reacomodé en mi sitio y me miré las manos: ambos guantes, uno de piel, uno de metal, estaban cubiertos en sangre fresca y brillante. Mi saco también estaba empapado. Una sensación cálida se retorcía y me acariciaba un costado del cuello, como una pequeña llama ardiendo bajo mi piel. Dócil, suave, consoladora.

Si vamos a morir aquí —sentencié, acariciándome las manos ensangrentadas con pensatividad—, no perderás nada con decirme.

La Bruja volvió a levantar sus ojos y los encontró con los míos. Levantó una de sus manos blancas y con sus largas y afiladas uñas se pasó uno de sus mechones dorados por detrás de la oreja. Sus dedos descansaron unos momentos más de los necesarios sobre su cuello, al lado de su garganta, presionando contra algo invisible que sólo ella sabría describir. Sus labios pálidos se torcieron en una mueca ajena en ella: una sonrisa triste. En melancolía y arrepentimiento. Dolor. Pérdida.

Me recuerdas a alguien... —dijo, clavándose las uñas en el cuello como si quisiera apaciguar algo bajo su piel. El mío propio comenzó a cosquillear—. A alguien a quien amé inmensamente, hace mucho tiempo atrás.

Su confesión me tomó por sorpresa. ¿Un amor pasado? ¿Ella, la Bruja Eterna, que robaba corazones y recuerdos, que arrebataba vidas y cuerpos, había sido capaz de amar?

¿Y yo... le recordaba a ese amor?

«Supongo que nadie, sea bruja o no, odia a propósito, o con un propósito. Sólo somos gente herida, queriendo herir a los demás.»

Me percaté que los ojos de Jessamine se habían tornado cristalinos, como si lágrimas estuvieran esforzándose por escapar. Pero la Bruja no lloraría. No lo había hecho en siglos.

¿Un amante? —inquirí. Un esposo o un novio, quizás. Alguien a quien había conocido en su juventud y a quien había perdido.

Pero me equivoqué.

A mi hijo.

El mar pareció quedarse más quieto todavía. Como si en lugar de agua, fuese una lámina delgada de cristal pulido.

Era un soldado también. Y él, también, estaba satisfecho con morir protegiendo a alguien. A quien fuese.

»Quería ser recordado y amado como un héroe.

»Ingenuo. Nunca podré recordarlo como algo más que el pequeño retoño que vino de mí.

Permanecí en silencio, sobrecogido por la confesión de la Bruja Eterna.

Había perdido a un hijo.

Por eso era como era. Por eso había hecho lo que había hecho. Por eso buscaba eludir a la muerte.

¿Sólo por eso?

Sólo por eso.

Era más que suficiente.

Mi corazón pareció encogerse en su sitio.

Escucha. El mar canta.

...Otra opción... Ya no es... Acabar con él... Xefil... Muere...

Me erguí en mi sitio, levantando la cabeza sólo un poco, como si eso pudiera ayudarme a mejorar mi oído. Sí, Jessamine tenía razón. Más allá de la marea inexistente había algo. Un susurro casi imperceptible. Más tenue que la brisa. Lejano. Etéreo. Pero allí estaba... Era... Era...

Eso... son voces —apunté.

Ryota. Nanashi. Ronin.

Supongo que alguien no está dispuesto a morir todavía si sus oídos todavía funcionan —señaló Némesis, acomodándose el cabello una vez más. Su sonrisa estaba de vuelta, como si nunca hubiera desaparecido. Una vez más, estaba entretenida. Quería ver la historia llegar a su fin desde primera fila. Sus ojos rojos finalmente estaban posados en mí.

...Me niego... Luz... Siempre podemos...

¡No hay tiempo...!

...Ronin... Imposible... Caos... Milagro...

Me puse de pie con tal rapidez que mi mente ni siquiera lo registró. Antes de que me diera cuenta, ya estaba con las puntas de mis botas posadas en la nada, balanceándome precariamente en el borde de la isla desolada. El océano y el cielo seguían vacíos, negros, pero definitivamente estaban allí. Afuera.

¿Llamándome por mi nombre?

¿Preocupándose por mí?

¿Cómo puedo llegar a ellas? —pregunté. Jessamine se puso de pie también, mirando el horizonte de su mar en su lado propio del reflejo, intentando ver más allá. Hizo una mueca, no muy convencida, y se encogió de hombros.

¿Puedes? —inquirió, alzando uno de sus delgados dedos y apuntando al fin del mundo—. Este mar de la inconsciencia es interminable. Aunque admito que sería entretenido verte ahogar en tu propia psique.

Tragué saliva. Esa era la pregunta. ¿Podía?

¿Quería?

Tengo que intentar. Son mis Maestros. Mis amigos. Mi familia.

»No puedo morir aquí. Estoy harto de no poder hacer nada.


Jessamine sonrió, orgullosa, incluso aunque sus palabras denotaban una advertencia:

Estás desangrándote. A estas alturas, probablemente hayas entrado en shock. No sólo eso, pero el Caos...

Tengo que intentarlo. Aunque me mate —concluí.

La Bruja cerró los ojos, satisfecha, y volvió a sentarse en el borde de la roca.

Con un salto, me lancé al mar de oscuridad. El agua estaba helada y el golpe de frío me hizo tomar una bocanada desesperada de aire. Empecé a temblar casi al instante, mis músculos se quejaron y dejaron de responderme. El peso de mi propio cuerpo me arrastró bajo la superficie y el resto de mi cabeza se hundió en las gélidas penumbras.

Vaya. Quién lo diría. Allí sí que había algo.

Una pequeña luz.

Comencé a nadar.

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Tomaré la segunda opción. La Bruja ya no tiene forma de sanar a Xefil según mi historia; y si va a haber algún deus ex machina para mantener al muchachón con vida, entonces prefiero que sea producto de las circunstancias y no por alguna locura mía que me tengo que inventar en último minuto por encima de las que ya me he inventado estos años.

Entiendo que habrá consecuencias por mi falta y por mi error. Pero espero que podamos lidiar con ellas y que no amarguen a nadie. Lo menos que quiero es arruinar la experiencia para otros.

Perdón a todos
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Kairi » Sab Jul 07, 2018 1:57 am

¡Lyn!

Lo primero que vio Kairi al entrar ahí fue a la criatura en la que se había convertido Lyn tirada en el suelo. Pero algo raro le pasaba... Su cuerpo estaba siendo invadido por el Caos y no parecía ella misma. Daba la impresión de que, si atacaba, no haría distinciones entre amigo o enemigo.

Por lo que pareció ver, Xihn sólo estaba interesado en el ángel Nithael. De modo que había que llamar su atención de alguna manera para que no le atacara. Kairi se preparó. Sabía que iba a doler. Y mucho.

¡Eh! ¿Por qué no vienes a por mí?—le gritó a Xihn mientras le lanzaba su mejor Perla+ y se preparaba para salir de allí rápidamente. Su intención era que Xihn se centrara en ella mientras los demás preparaban lo que tenían pensado hacer, que era derribar la torre encima de Xihn.


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▪ Perla+ (HM) [Nivel 16] [Requiere Perla; Poder Mágico: 16]. Ataque de elemento Luz. Proyectil de luz más grande y lineal en forma de esfera, con ciertas probabilidades de cegar al enemigo y más potente.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab Jul 07, 2018 1:58 am

Horrible, ¿no es así?

Malik se sobresaltó al ver y sentir de repente a Aaron junto a él. Podía percibirlo perfectamente, verlo. En aquel océano oscuro era lo único que se distinguía. Su aspecto, tan joven y seguro de sí mismo, hizo que sintiera aun más miedo.

Este ha sido mi destino durante más tiempo del que quiero recordar. Por eso puedo mantener una forma aquí, así. Podría decir que no se lo deseo a nadie, pero mentiría, y de una forma muy descarada, además... Pero es verdad que la muerte parece una alternativa preferible.

Devuélveme mi cuerpo.

Pero Aaron se encogió de hombros y Malik apretó los dientes.

No me caes mal, Malik, para ser un Caballero y eso. La cabeza un poco en las nubes por pensar que fusionarte conmigo iba a salir bien para vosotros, pero bueno, no llegas al nivel de Ronin. Por eso quiero que sepas que, cuando todo esto termine, te liberaré para que puedas vivir con la encantadora Fátima y tus preciosos hijos —Malik sintió como el corazón latía más fuerte y lento. Su corazón, la luz—. Xihn derrotado, tú y tu familia a salvo... y lo único que tienes que hacer es prestarme tu cuerpo un poco más de tiempo. No me negarás que es un trato justo.

¿Justo? Podía parecer justo, pero… Implicaba sacrificar muchas cosas, sobre todo porque no tenía la garantía de que Aaron fuera a devolverle el cuerpo. Tampoco tenía la garantía de que Fátima y los niños fueran a sobrevivir. No tenía la certeza de que nada fuera a salir bien.

Calma, primero tenía que recuperar la consciencia.

Malik se quedó callado frente a Aaron y le dedicó una mirada seria y fría, determinada y decidida. No aceptaba su trato. Entonces Aaron empezó a desaparecer.

Dejándolo solo.

Seamos sinceros, ¿es que tienes algo mejor que ofrecerme?

Malik cerró los ojos mientras el eco de la voz se perdía. Estaba atrapado. Ya había estado atrapado antes, en situaciones de peligro y de muerte de las que no sabía si iba a salir. Aquella era una más, ¿verdad?

¿Verdad?

El recuerdo nunca muere si lo llevas en el corazón… así que no morirás del todo, te lo prometo


Su voz se perdió en el vacío, pero la había oído clara y fuerte. Era algo que había dicho hacía mucho, mucho tiempo, a alguien a quien había olvidado. Había roto aquella promesa… Una sensación de malestar le apretó la boca del estómago. Malik emitió un quejido y apretó los labios, mientras se le formaba un sollozo en el pecho.

Empezó a llorar.

No caían lágrimas de verdad, pero el dolor era real. La Oscuridad era tan fría y solitaria, un vacío sin fin y sin tiempo en el que vagaba sin poderse mover. Malik gritó y se mordió los labios y la lengua. No podía hacer nada. Volvió a gritar.

Recordaba… No recordaba. ¿Por qué estaba allí?

Tienes miedo

Siempre has tenido miedo


Vamos a hacer que él también lo tenga


Malik abrió los ojos y de repente el vacío se iluminó.

Le molestaba la luz


Sintió el dolor desgarrador en la espalda, como si mil cuchillas afiladas les atravesaran la carne de lado a lado. Y gritó sin oírse a sí mismo, notando la sangre resbalando columna abajo, empapando la ropa.


El miedo le atenazó e inconscientemente aguanto la respiración, como si las garras que le sujetaban del cuello fueran a apretar y destrozarle si lo hacía.


Le matarían, le arrancarían el corazón.


Dejando a un lado el pavor a morir, Malik clamó:

¡¡¡ATACAR!!!


Miedo. Siente miedo. Siente miedo. Siente todo el miedo que he sentido toda mi vida.

Se oyó un rugido atronador y la tierra tembló


De repente las fuerzas parecieron abandonarle. Pero al fin lo habían encontrado. Ifrit era monstruoso. Sintió terror.


Terror. Terror. Terror. Aaron, siente ese terror.

Malik volvió a mirar en derredor, buscando con ansiedad, pero no logró encontrarla, ni a ella ni a sus amigos. Sintió miedo.


No deberíamos habernos separado


Logró ver a tiempo el desliz de la larga cola de sirena de aquella mujer al sumergirse y soltó todo el aire de golpe. Una sirena. Una sirena a metros de él, al alcance de la mano... A la vez sintió miedo.


Miedo. Miedo. Miedo.

Miedo.


La oleada de recuerdos se sucedió uno tras otro, uno tras otro una y otra vez. Se solapaban unos con otros, la voz de Malik tronaba por todas partes, y el miedo y el terror llenaron el vació oscuro. Pero Malik no lo sentía, tenía los ojos abiertos y fijos en la inmensidad, sin hacer caso a nada, recordando todas y cada una de las cosas que le habían pasado.

Seamos sinceros, ¿es que tienes algo mejor que ofrecerme?

... Sí, sí que lo tengo.


Algo golpeó con mucha fuerza a Asah. Malik gritó.


Algo se clavó en el ojo y dolió como mil tormentas relampagueantes.


Oscuridad fría y viscosa, el olor y el río... Malik vio el río y los esqueletos en el agua y tragó saliva.


Aguantó la respiración, pero no tardó en sentir el cuerpo pesado y denso, y la quemazón en los pulmones.


Fátima...


No podía haberla perdido, no podía, tenía que ser un truco, una mentira, algo, lo que fuera, pero no se negaba a pensar que la había perdido...


Sin darse cuenta, atónito y de repente asustado, apretó los dedos sobre el brazo mecánico y contempló la enorme sombra que tomaba forma a lo lejos. Un ala se abrió, después otra, y se reveló el cuerpo siniestro de un monstruo, aún más oscuro que la noche de aquel mundo, y que estaba unido a la montaña por la cintura. Malik entreabrió los labios, con el aliento contenido.


Un dolor agudo le recorrió el costado y supo que la Dama le había cortado con su espada. La maldita espada. Aguantó como pudo el dolor.


Se sentía… cansado, muy cansado.


Malik sintió en la boca un sabor pastoso que reconoció enseguida. Miedo… empujar a Fátima contra la pared antes de sentir un dolor agudo en el brazo izquierdo. Otra flecha le había atravesado a él.


Inspiró hondo, apretando el pergamino en la mano.


Sintió cómo se le emborronaba la vista, mientras se agachaba y cambiaba los símbolos erróneos por los verdaderos. Se limpió la cara con la manga de la túnica.


Si alguien tenía que pagarlo, era él.


Llorar.

Lágrimas.

Malik sintió cómo caían las lágrimas y le rodaban por las mejillas.

Por fin.
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Ronda 10

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jul 10, 2018 9:17 pm

En la entrada del castillo


En el limbo entre la consciencia y la inconsciencia, Ragun y Xefil volvieron a oír a sus Maestros.

Es arriesgado, pero podría funcionar. Las consecuencias...

Es mejor que morir. Nithael y las Princesas se encargarán de purificarlo más tarde. Me hago responsable de lo que pueda ocurrir. ¿Ryota?

Me ocuparé.

Xefil fue vagamente consciente de que lo levantaban. Alguien —¿Ronin?— llamó a Felipe y gritó algo ininteligible. Hubo un destello de luz cegadora. Luego, un dolor intenso en el cuello.

Caos.

Empezó a invadirle a través de la herida y recorrió rápidamente sus venas. Una luz lo frenaba e impedía que le afectara al corazón, pero su mera presencia bastaba para que los mordiscos se cerraran. Las caras de Nanashi y Felipe aparecieron ante Xefil, con los ojos abiertos como platos y miradas expectantes. En cuanto los cortes se hubieron cerrado, Felipe lo levantó en brazos y se alejaron del charco de Caos.

Xefil se sentía bien, y también la Bruja en su interior. Aunque el Caos seguía dentro de él (y ambos lo notaban) no parecía estar haciéndole daño. Tampoco percibía nada fuera de lo común. Todo era... normal. Extrañamente normal.

En cuanto a Ragun, el Sincorazón percibió que un corazón distinto se acercaba hacia él. El humano, a Ryota. El Maestro había invocado su Llave Espada y, con la ayuda de su propio Sincorazón, un Guardián, retenía a Ragun con fuerza. Este apenas oponía resistencia —se trataba de otro Sincorazón, al fin y al cabo— y ni siquiera el delicioso corazón de Ryota bastaba para despertar sus instintos. Su lado más salvaje casi se había visto erradicado, pero eso Ryota no lo sabía.

Seguramente por eso hizo lo que hizo.

Ryota le puso una mano en la frente y otra en la garganta, y cerró los ojos. Dentro de Ragun, algo se inquietó. El presentimiento de que algo horrible iba a ocurrir.

Desaparece.

Antes de poder aceptar Ragun a su yo Sincorazón, Ryota canalizó un hechizo que, ante sus ojos, lo desterró.

Así, Ragun recuperó por completo el control sobre sí mismo. El Guardián lo soltó tras un momento, y Ryota le dedicó una mirada extraña. ¿Era lástima eso que veía en sus ojos? El Maestro intentaba recuperar el aliento, agotado tras el uso de su habilidad

No está muerto —dijo, anticipándose a su pregunta—. Podré devolvértelo... con el tiempo. Pero no me has dejado otra opción que la de neutralizar tu lado Sincorazón. No podemos permitir que Xihn te posea como lo ha hecho Aaron.

Ragun se encontraría con que las habilidades que requerían de su naturaleza de Sincorazón estaban bloqueadas. Sus instintos no humanos, desaparecidos. Seguía notando su presencia, Ryota no había mentido, pero era como si los hubiese enterrado bajo un profundo océano inexpugnable.

Deberías ver a Xefil, por cierto. ¿Recuerdas lo que has hecho?

Ronin levantó la cabeza desde el otro lado de la sala. Tenía las manos manchadas de sangre y, en cuanto se fijaran, verían que Karel ya no se movía. El Maestro no parecía especialmente orgulloso y, para su desgracia, no pudieron permitirse un merecido respiro. El techo encima de ellos empezó a temblar, y las paredes infectadas por el Caos no parecían muy resistentes.

Están luchando arriba. Contra Xihn. —Eve evitaba con todas sus fuerzas mirar hacia Ronin y Karel—. No sé qué ocurre exactamente, pero no me da buena espina. Será mejor que no perdamos el tiempo.

Fulminó con la mirada a Ragun y, sin pensárselo dos veces se subió al glider de Nanashi.

Spoiler: Mostrar
Ragun:
VIT: 200/200
PH: 92/92


Xefil:
VIT: 40/40
PH: 56/56



* * *


Malik


Resultó que la estrategia de Malik surtió efecto... mejor de lo que esperaba. La intensidad de los recuerdos ya resultaba abrumadora para él mismo, pero Aaron, dueño de su cuerpo, se encontró de pronto con que no podía moverse.

Y entonces, algo cambió. Las imágenes de su pasado pronto se vieron sustituidas por otras, otras que no reconocía... pero que le resultaban extrañamente familiares.

¿Mamá?


Una figura alta y delgada, esquelética como la propia Muerte, le tendió una Llave Espada que se le hizo familiar. Pero no relucía como debía hacer, no vibraba con el poder que una vez tuvo. Era una Llave Espada muerta, tan muerta como su Portador. Su padre.

—Ahora es tuya.

¡Pero yo no quiero...!


Terror. Frío. Habían pasado horas desde que lo había encerrado en la oscuridad. Tenía hambre, sed y, sobre todo, mucho frío. Pero si intentaba escapar, su madre lo castigaría. Tenía que ser fuerte. Tenía que...


Dolía, pero no recurriría a la magia de curación. Toda la magia que no era pura oscuridad le hacía débil. Tenía que concentrarse. Hundió la aguja en su piel y las gotitas rojas brillaron sobre su piel blanca. Quiso cerrar los ojos. Quedaba demasiado por coser...


«¡BASTA»


Aaron reapareció de golpe y se abalanzó sobre Malik. Sus ojos estaban inyectados en sangre, temblaba y tenía la frente perlada de sudor. Aunque Malik apenas recuperaba su forma, se encontró con que Aaron todavía le sacaba mucha ventaja. Le retenía casi sin dificultad, y su agarre le dolía en las muñecas y las piernas.

«¿Por qué haces esto?» Aaron rió nerviosamente. «Echa un vistazo a través de tus ojos. Mira lo cómo hemos dejado a Xihn en tan sólo unos minutos.»

Liberó una mano para levantarle el mentón.

«Mira, Malik, lo que podemos hacerle juntos si dejas de resistirte»

* * *


Grupo de Nithael


«Entonces vamos allá» respondió Friederike a los pensamientos de Saeko.

La joven sintió cómo la magia fluía de ella. No necesitó más que unos segundos viendo la luz verde de sus manos para comprender que iba a quedarse muy escasa de éteres en poco tiempo. Al menos fue una sensación maravillosa. Su conciencia no acompañaba a las raíces que agrietaban el suelo a sus pies y se apresuraban a trepar por los muros, pero podía notar cómo crecían, la frescura de las hojas al nacer, la robusta firmeza de las raíces al triturar piedra a su paso. Gran parte de su magia dio con Caos y se le cortó el camino o, irónicamente, aceleró el proceso (aunque conllevó, por tanto, que bastantes raíces se marchitaran antes de tiempo).

De no haber sido por los estallidos de la pelea dentro de la torre, todos habrían sido capaces de escuchar el gemido de las paredes cuando las raíces empezaron a hacer su efecto.

*


«¿Quién es el que está dentro de Malik, Gabriel?»

«Pues… Oh… Es Aaron. No esperaba que aceptara colaborar. Será un buen aliado. Es el más reciente después de Chihiro, de modo que sus poderes son impresionantes. Pero ¿por qué viene solo?»

Alanna no tenía tiempo para detenerse a pensar en ello:

¡¡Nithael!! ¡¡Tienes que salir de aquí ya!! ¡¡No es seguro!!—Si Nithael la escuchó, no dio muestras de ello. Perdida la concentración, Alanna apoyó las manos en los hombros de Zel, que levantó la cabeza con cierta sorpresa—.Zel, escúchame: voy a tratar de atraer a Lyn hacia mí y llevármela fuera de la torre. Necesito que hagas lo que puedas con la Oscuridad que la rodea para que se tranquilice y que salgas de aquí.

¡Pero hay que asegurarse de que Xihn…!

Alanna se acuclilló para quedar a su altura y Zel calló.

Por favor, Zel. Tenemos que sacar a todos de aquí y no puedo hacerlo yo sola. Necesito que me ayudes en esto.

Zel cerró un instante los ojos. Luego asintió con la cabeza, levantó su espada y se preparó para actuar. No ocultó su alarma cuando el fuego acertó en la testa de Lyn, que cada vez parecía más lobo monstruoso que humana. Era más y más difícil reconocer en ella a la Maestra y hasta su cabellera se estaba convirtiendo en melena.

Lyn volvió la vista hacia ellos y mostró una larga hilera de dientes blancos, afilados y repletos de saliva. Aun así, intentó ir de nuevo tras Xihn. Zel masculló algo y descargó una especie de relámpago de oscuridad. Esta vez Lyn aulló y giró en redondo hacia ellos. Se puso a cuatro patas —sus botas se habían destrozado, sus manos ya eran puras garras— y de un poderoso impulso se arrojó contra ellos. Zel ahogó un grito, abrió las manos a los lados para abrir un camino en medio de la Oscuridad y retrocedió. Alanna no dudó en usar su Glider y tuvo que apresurarse a atrapar al chico por la cintura y realizar un tirabuzón para evitar que Lyn lo atrapara y, quizá, partiera en dos.

*


A su vez, Dos y Saito entraron por una de las ventanas más altas de la torre. Una vez se hicieron cargo de la situación, no dudaron en situarse a los lados de Nithael para defenderlo.

Un instante después, Xihn estaba sobre ellos.

Saito logró atraparlo de refilón con sus tentáculos y arrojarlo contra una pared. A cambio, sufrió una brutal descarga y se dobló por la mitad con tanta brusquedad que estuvo a punto de caer de su Glider. Las voces empezaron a aullar en su cabeza.

«¿R…u…z?¡Encontrar un cuerpo! Estoy preparada majestad, no se preocupe por mi magia¡No, no, Lyn no me hagas da-! ¡RUZ!¡Nith, date prisa!¡La maldita Maestra, tendríamos que estar acabando con... él! ¿Por qué ha acabado así? ¿Por qué tenía que ser un m-Lo siento, Ragun¡Xefil, no te vayas!Era sólo un crío, joder...»

Mareado, fue incapaz de ubicarse y Xihn, que se había aferrado al muro, lo miró a través de la negrura de su casco. En el momento en que fue a saltar sobre él, Dos se interpuso en el camino y le asestó un brutal tajo de fuego contra el hombro.

El impulso de Xihn había sido tan poderoso que se llevó a Dos y su glider por delante. Su mano bajó a atraparla por el cuello. Lo habría logrado de no ser por la espada de Oscuridad de Saito que, aún medio cegado, trató de defender a su compañera. Por una vez, el Caos jugó a favor de los Caballeros. La espada no solo se tornó de Luz al rozar el cuerpo de Xihn, sino que penetró entre unas placas del costado.

El alarido de Xihn los ensordeció a todos (menos a Saito, ocupado con sus propias voces) y se precipitó hacia el fondo de la torre. En el último segundo tuvo la entereza suficiente para extender una especie de tentáculo de la oscuridad hacia uno de los pisos interiores y se logró aferrar a una de las balaustradas. De su costado caían gotas negras y el brazo del hombro donde Dos había acertado no terminaba de reaccionar. La armadura se había resquebrajado en ambos puntos y varios fragmentos cayeron al suelo. Por debajo solo parecía haber negrura.

De un salto se situó sobre la balaustrada, que empezó a derretirse bajo sus pies, y apuntó con una mano hacia donde se encontraba Nithael. De sus dedos salió disparado un rayo de Oscuridad. Entonces resonó una moto sobre ellos y un Perla salió disparado contra Xihn. Apenas sí le hizo daño pero entonces Ruz, levantada sobre el asiento, cogió impulso para lanzar las manos adelante. Una brutal fuerza desvió, por muy poco, el rayo y atravesó el techo a menos de dos metros de distancia de Nithael.

*


¡Qué cosa tan rara! ¡Y qué feo con esas gafas!—rio Ruz, señalando a Hiro con un dedo, en cuanto montó en su scooter. Subió de un salto tras él—.¿Esto puede volar? Y creo que puedo ayudar al angelito, pero tenemos que acercarnos y… —Hiro decidió ir a por Lyn y Ruz frunció el ceño—. ¡Pero decídete!

Kairi gritó y arrojó su Perla —debería haber sido un ataque más poderoso, pero no le quedaba la magia suficiente y el hechizo se malogró a mitad de camino— contra la cabeza de Xihn. A su vez, Ruz se incorporó como pudo, apuntó hacia Xihn, y lo desvió de su objetivo. Solo entonces se asomó hacia el destino que les aguardaba y Ruz soltó un grito de alarma al ver cómo Lyn intentaba hacer daño a su hermano. Justo a tiempo, Alanna logró remontar el vuelo y evitar por los pelos las zarpas de Lyn. La Maestra rugió, furiosa, y saltó tras ella.

Hiro cogió carrerilla y se arrojó hacia delante. Tuvo que hacer un caballito para no tragarse la balaustrada y caer dando una hermosa vuelta de campana, eso sí. La caída arrancó un alarido a Ruz, que estuvo a punto de salir volando hacia atrás, y el golpe que se dieron al llegar al suelo no tuvo nombre. Ruz, una vez más, estuvo a punto de caer y Hiro tuvo que apañárselas como pudo para mantenerlo en el asiento.

Lyn se giró hacia ellos, con los ojos resplandecientes en medio del Caos y la Oscuridad. Ruz soltó un gritito, movió una mano y se abrió un camino, libre de Oscuridad, frente a ellos. El Caos empezó a trepar por las ruedas de la moto y Hiro tuvo que ir muy rápido para impedirle que les lamiera las piernas. Lyn se arrojó tras ellos.

Detrás de Alanna, Zel gritó el nombre de su hermano y empezó a arrojar pequeñas bombas de oscuridad contra Lyn, pero esta era demasiado rápida y ágil.

*


Antes de que Xihn pudiera volver a hacer nada, de pronto se quedó paralizado y se tambaleó a un lado. Abajo, en el centro de la torre, Malik empuñaba una Llave Oscura con una sonrisa afilada y los ojos despidiendo luz dorada. Movió la mano y dio la impresión de que la Llave «abría» algo.

Saito y Malik escucharon con claridad un pensamiento:

«Mira, Malik, lo que podemos hacerle juntos si dejas de resistirte»

Xihn se arqueó de súbito y, con un sonoro chasquido, la armadura se quebró por delante. De las grietas surgieron potentes tajos de luz blanca y negra y, luego, algo más. Acostumbrados tras años de destruir Sincorazón, los que miraran se darían cuenta de que se suponía que estaba liberando Corazones. Solo que lo que emergió parecía una mezcolanza destruida, sucia de polvo más que cualquier Corazón completo.

De pronto, con un trueno digno de la peor tormenta que hubieran escuchado jamás, la torre se tambaleó y empezó a caer.

Nithael apuntó a Xihn con ambas manos y un rayo de luz, tan brutal que hizo subir la temperatura hasta que se volvió imposible respirar, los cegó. La explosión los arrojó por los aires a quienes no estaban en el suelo y al resto los barrió hacia atrás. Alanna, Zel, Lyn, Hiro y Ruz fueron expulsados de la torre y siguieron de largo por el pasillo, junto con una ola de Oscuridad y Caos que se consumía por la Luz.

Sin embargo, la explosión quebró la torre por los lados. Las raíces de Friederike no pudieron contener el peso y el techo que había sobre la galería donde esta, Celeste y el resto se encontraban empezó a desmoronarse. A su vez, la torre, colapsó hacia el centro.

Nithael, exhausto, soltó un grito cuando un cascote le cayó encima. No muy por debajo de él, Dos y Saito lucharían por recobrar el control de sus Glider. El Caos en sus cuerpos se había reducido casi por completo, de modo que Dos podía moverse de nuevo con agilidad y su fuerza extra ya no estaba. Las voces de Saito desaparecieron de un plumazo. Kairi, por su parte, había volado hacia atrás y todavía seguía cerca de la entrada por la que había llegado a la torre. Eso sí, se había dado un buen golpe.

Malik, a su vez, se encontró por un momento en control total de sus facultades. Aaron había retrocedido con un alarido ante la explosión de Luz. No había tenido la suerte de Alanna y el resto de encontrarse cerca de la salida y había acabado en la pared opuesta. Ahora le llovían cascotes y mucho más encima.

¿Se arriesgaría a correr o trataría de usar a Aaron para sobrevivir? Si lo intentbaa, ¿sabría? Casi podía sentir sus manos aferrándolo de nuevo mientras le susurraba, espabilándose:

«¡Puedo salvarnos a ambos, rápido!»

Tenían que escapar. Los de arriba, ya fuera por un camino o una ventana y Malik escogiendo entre cruzar la base de la torre o recurrir a magia.

Y, de súbito, todo se detuvo. Los cascotes, bloques y el polvo permanecieron flotando, en pleno derrumbe. El sonido, simplemente, se esfumó. Nithael, que aleteó, sangrante y a punto de perder el equilibrio, murmuró:

¿El tiempo se ha…? —No dijo más porque se venció hacia delante y cayó con los ojos en blanco.

«Chihiro está aquí —comprendió Aaron de súbito—. ¿Qué crees que hará esa bruja con todos vosotros, Malik? No es que os tenga precisamente cariño.

Apenas habían pasado unos segundos cuando, con un chasquido, un enorme bloque volvió a empezar a caer y precipitarse hacia el suelo. Xihn, que había quedado atrapado en el tiempo sobre una balaustrada, también empezó a moverse con lentitud.

La torre volvía caer sobre ellos.

*


Lyn, después de rodar durante varios metros, se levantó sobre las cuatro patas. Sus ojos se clavaron en Ruz, que había acabado cayéndose del destrozado scooter y estaba tan mareado que no lograba levantarse. Las pupilas se afilaron hasta convertirse en agujas. La Maestra cogió impulso para arrojarse sobre él.

Pero, entonces, se detuvo en pleno salto.

A la vez, Saeko sintió cómo su cuerpo, exhausto y al borde del colapso por el brutal gasto de magia, de pronto se movía solo. Giró sobre sus talones al tiempo que Friederike exclamaba con tono imperioso:

¡Chihiro! ¡La torre!

Descubrieron a su antigua enemiga a un lado de la galería. Fue difícil distinguirla en medio de la penumbra, puesto que hasta su resplandor azulado casi se había desvanecido. Saeko, Celeste y Alanna apenas distinguieron algo más que un fantasma precipitándose hacia delante.

Antes de que Celeste pudiera reaccionar —o Saeko resistirse—, Friederike la aferró por los hombros y la inmovilizó. Chihiro frenó frente a ella, le envolvió la cara con las manos y susurró:

Lo siento, chica, es necesario.

Un relámpago de dolor. Presión y desgarro. Celeste se olvidó de cómo respirar, pero poco menos podría haber importado porque se estaba moviendo. Miró hacia Friederike, asintió con la cabeza y extendió las manos.

«No te resistas. Vamos a intentar que no muráis todos en los primeros cinco minutos de batalla.»

Entonces Chihiro arrancó toda la magia de Celeste y la expulsó como si le estuviera arrebatando la sangre de golpe.

El estruendo se detuvo durante unos segundos. La torre, el techo de la galería, se detuvieron como si les hubieran hecho una foto en pleno derrumbe. Friederike gritó:

¡SALID DE AQUÍ! ¡Por las ventanas, RÁPIDO!

Cogió a Celeste por la cintura y la arrastró consigo hacia una de las ventanas de la galería. Zel dio un brusco tirón de Alanna para que se pusiera en pie y luego gritó:

¡La Maestra! ¡Ruz!

Dentro de Alanna, Gabriel gritaba:

«¡Deprisa! ¡La magia de Chihiro no aguantará mucho más…! ¡Se está moviendo! ¡Dispárale, Alanna, con todo lo que tengas! ¡Usa mi magia si es necesario! ¡Oblígala a retroceder!»

La moto de Hiro estaba inservible, pero todavía tenía el glider y su propia velocidad.

Había que moverse rápido si querían sobrevivir.


Spoiler: Mostrar
Saeko:
VIT: 80/84
PH: 0/58 (45 poder curativo)


Alanna:
VIT: 55/60
PH: 14/38


Celeste:
VIT: 20/26
PH: 48/58
Te quedas sin éteres


Kairi:
VIT: 35/40
PH: 0/52


Hiro:
VIT: 10/28
PH: 25/54


Malik:
VIT: ????/138
PH: ????/58


[spoiler]
Saito:
VIT: 76/120
PH: 8/60


Dos:
VIT: 11/40
PH: 0/38



Spoiler: Mostrar
Dos: 1%

Saito: 1%.



Fátima


Bella se puso en tensión cuando Fátima se acercó a Andrei. Apretó con fuerza el mango de su Llave Espada, pero no se atrevió a nada más. Las esencias seguían a su madre maravilladas y protectoras, y comprendió que no iban a permitir que Andrei le hiciera nada. Aún así, se mantuvo alerta.

Me mantuviste viva porque querías contagiarme, salvarte, lo cual es normal en un cobarde como tú. Dijiste que tenías un motivo para volver al castillo, pero que tu causa no es la de Xihn. —Fátima sonrió, y Andrei casi pareció que fuera a desmayarse. Aunque ella había seguido su plan, se notaba que se le estaba yendo de las manos—. Si no me dices por qué quieres regresar, le diré a Bella y las demás princesas que acaben contigo. O a Thor, que acaba de recordar lo que casi me haces y le encantaría clavarte la espada.

El joven retrocedió un paso, con el rostro desdibujado en una mueca de repulsión, y murmuró entre dientes:

Es Karel. ¿Contenta? Si el Caos ha empezado a volverse contra mí, imagino que le habrá ocurrido lo mismo. Y siempre usaba mucho más que yo, así que... —Calló de pronto y sacudió la cabeza—. Es el último que queda, y tampoco sigue a Xihn. Me ayudó a construir la armadura que contiene todo su poder, pero ahora... no creo que aguante mucho tiempo.

Como haciendo eco de sus palabras, un nuevo y violento temblor sacudió la tierra a su alrededor. Andrei se encogió de dolor, pero Fátima no notó nada. La Maestra volvió a acercarse a Bella, que parecía preocupada y miraba de vez en cuando hacia la dirección por la que había venido.

Creo que me he convertido en una esencia —le susurró—. Necesito a alguien que me haga de catalizador para sacar mi magia. Toma los anillos de mis niñas, supongo que yo ya no puedo usarlos. Si Andrei se niega a colaborar, deberíamos matarlo, pero si colabora dejaré a Thor con él con órdenes de que lo mate de inmediato. Podría guiarnos hacia donde está Xihn.

Bella asintió y recogió los anillos. La magia se adaptó a sus dedos para que le quedaran bien, y la Princesa se permitió una pequeña sonrisa.

No te preocupes. Yo haré de catalizador, creo que podré sin problema. O, si prefieres, podemos esperar a Ariel, que es la más poderosa.

Dejó que Fátima se lo pensara. A medida que el tiempo pasaba, el extraño subidón de felicidad iba perdiendo fuerza, y empezaba a acostumbrarse a su nueva condición de esencia. En caso de que aceptara a Bella, un anillo de color azul claro aparecería por su propia cuenta en su dedo.

¿De verdad vienen todas las princesas? —Bella asintió—. Es perfecto. Así podremos ayudar a Malik, Celeste y el resto antes de que sea demasiado tarde. Andrei ha dicho que Xihn pronto perderá el control, así que vuestra ayuda será inestimable. De poco importa que contengáis el Caos de los alrededores si no logramos acabar con Xihn.

Entonces será mejor que nos demos prisa. Que no se os olvide la armadura —añadió rápidamente Andrei—. Si llegamos tarde y se rompe, será una catástrofe.

¿No será que te preocupa verte envuelto de Princesas? —preguntó Bella con ironía.

Andrei la fulminó con la mirada y no respondió. Entre reunirse con las Princesas del Corazón o reencontrarse con sus antiguos Maestros, debía de preferir lo primero, pero nunca lo admitiría en voz alta, e incluso Bella lo podía imaginar.

Voy a enviar a Cephiro a avisar a las demás para que se dirijan directamente hacia la fortaleza —le explicó a Fátima. Luego dijo con dulzura:—. Siento que tengas que ir de un lado a otro todo el rato, bonita, pero eres la más rápida. ¿Lo harás, por favor? ¡Oh! ¡Si habla! —exclamó, sorprendida.

Fátima se dio cuenta de que ella misma podía oír a las esencias y hablar con ellas de la misma manera que podía conversar con Bella o con Andrei. Cada vez se parecía más a sus hijas que a los humanos, y eso añadía cierta urgencia a su misión.

En cuanto a su magia, notó que, por su propia cuenta, no podía hacer nada. Su magia dependía de la persona a la que se enlazara. En el caso de Bella, seguía teniendo magia muy poderosa, pero algo menor a lo que ella misma había sido capaz de usar. Pero si se enlazaba con Ariel, por ejemplo, que era una diosa... o con alguien como Nanashi, tan poderosa...

Seguía teniendo todas sus habilidades disponibles y, en cuanto lanzara un hechizo, comprobaría que no se cansaba lo más mínimo. Sería Bella (o el portador del anillo) quien sentiría los efectos de gastar la magia.

Justo empezaban a ponerse en marcha cuando, horrorizados, los tres fueron testigos de algo terrible. En la fortaleza de Xihn, la torre superior se vino abajo, y un poderoso rugido llegó hasta ellos. Andrei se puso lívido y Bella se estremeció.

Xihn ha...

Dudo que lo hayan podido matar. Tiene que haberse liberado...

Tanto si Xihn se había liberado como si el derrumbamiento de la torre había sido por una habilidad, suponía un enorme problema para sus aliados. Para Fátima, añadía una preocupación más: ¿dónde estaba Harun? Lo había enviado con Dos lejos de la batalla, pero no sabía dónde se encontraba exactamente. ¿Y si se había visto en problemas con Xihn?

Fátima podría alejarse de Bella un tiempo y, con su magia, adelantarse para echar un vistazo. Eso significaría que la Princesa se quedaría sola con Andrei, y quién sabía si ése no intentaría aprovecharse y atacarla. Y si Bella perdía sus anillos...

Por otra parte, Dos se había visto afectada por el Caos antes, y Harun, su pequeño Harun, podía verse en serio problemas. ¿Qué elegir?

Spoiler: Mostrar
Fátima:
VIT: 32/32
PH: ????/????


* * *


Fecha límite: viernes 13 de julio


Faltas:
Helco: II
Zero: I (justificada)
Tanis: I (justificada)
Denna: I
Zero: I
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: Ronda 10

Notapor Sombra » Vie Jul 13, 2018 2:47 am

Fue como si hubiesen cercenado una vez más una de mis extremidades, como lo había hecho Gárland... Pero a la vez muy diferente. Era como si una parte de mí, una muy importante se hubiese desvanecido.

Caí al suelo desorientado y sin saber lo que había ocurrido. Solo sentía aquella sensación... Extraña. Me faltaba algo, no solo físicamente... También podía notarlo. Siempre sentía el olor de los corazones por lo que casi nunca me daba cuenta de ello pero ahora que no los podía ver... Se sentía extraño.

Jadeé y me llevé la mano a la boca. Sangre. Mi piel ya no tenía tonos azulados, ni tenía antenas o cuernos sobre mi cabeza. Tenía mi aspecto humano y desde luego... Nunca me había sentido antes tan humano.

Spoiler: Mostrar
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Y de hecho... Eso me preocupaba, sentía mi cuerpo dolorido y extremadamente cansado, también muy pesado y... Débil. Era como si hubiese perdido gran parte de mi poder.

No sabía lo que había pasado, solo que Ryota estaba frente a mí con la Llave Espada y su Guardían en su sombra. ¿Acaso él...?

No está muerto —informó el Maestro como si hubiese leído mi mente—. Podré devolvértelo... con el tiempo. Pero no me has dejado otra opción que la de neutralizar tu lado Sincorazón. No podemos permitir que Xihn te posea como lo ha hecho Aaron.

Mis recuerdos eran demasiado difusos, aunque sí que recordaba aquello. También gritos y... Aquel lugar oscuro. De algún modo podía sentir muy dentro de mí mi lado sincorazón, pero estaba dormido... Pero mucho más profundamente que cuando me había convertido en Caballero, era como si lo hubiese sellado.

Deberías ver a Xefil, por cierto. ¿Recuerdas lo que has hecho?

Yo... —Me llevé la mano a la cabeza y entonces lo vi.

Xefil estaba junto a Felipe y Nanashi. Al verle supe lo que había hecho. Abrí los ojos como platos y corrí hacia él preocupado.

¡Xefil! —llamé al chico y le di un abrazo con cuidado de no dañarle al ver que no parecía herido—. Por el Primero... Lo siento, lo siento muchísimo. No quería hacerte eso, de verdad... No era yo, era como si hubiese desaparecido toda la razón de mi ser. Ni siquiera era capaz de ver a través de mis ojos, estaba encerrado en otro sitio.

Sabía que no era excusa suficiente para lo que había hecho, no podía justificar mi error. Mi propia debilidad me había llevado a eso. En ese momento noté a Ronin, cuyas manos estaban ensangrentadas, a su lado estaba el cuerpo de Karel en el suelo... Que no se movía. No sabía lo que había ocurrido, pero podía hacerme a la idea viendo al viejo pirata.

Maestro... Siento haberle atacado y también a usted, Príncipe —bajé la cabeza ante ambos. No me merecía llamarme a mí mismo Maestro si había cometido tal atrocidad y había puesto en peligro de aquel modo a todos.

No es que pudiese sentir arrepentimiento por algo que no sentía haber hecho yo, pese a que había sido mi cuerpo el que les había atacado pero... Sabía que todo era mi culpa, no era lo suficientemente fuerte, no era "uno" con el sincorazón. Si hubiese sido más rápido, si hubiese hecho eso antes... Podría ir contra Xihn con todo, ahora... Estaba limitado. No podía sentir los corazones, así que tampoco podía ni pensar en ayudar para arrancárselos a Xihn, tampoco podía invocar sincorazón (y aunque pudiese era probable que se pusiesen en mi contra) y tampoco podía utilizar mis habilidades raciales... Incluso dudaba que pudiese activar mis Estilos. Mi único consuelo era que el combate no era un uno contra uno. No estaría solo.

Instantes después, el techo empezó a temblar amenazando con caer sobre nosotros. Las paredes, impregnadas en Caos parecían estar a punto de ceder ante su propio peso también. ¿Qué estaba ocurriendo arriba?

Están luchando arriba. Contra Xihn. —dijo Eve evitando mirar con todas sus fuerzas a su padre y al cuerpo inerte de Karel—. No sé qué ocurre exactamente, pero no me da buena espina. Será mejor que no perdamos el tiempo.

Sentí la mirada del niño mirándome intensamente, no supe si fue enfado u odio... Tampoco quise saberlo.

Invoqué mi Glider y seguí a Nanashi... Rumbo a nuestro villano final. Después de aquella batalla, si sobrevivía... Era probable que me retirase como Maestro. Estaba seguro de que se sentían muy decepcionados conmigo todos. ¿Era así como se había sentido Light todo el tiempo cuando se había culpado de la muerte de Ronin y de la caída de Ciudad de Paso? Era una sensación terrible y sin embargo no tenía el lujo ni de llorar de la frustración que sentía. No podía hacerles perder más tiempo, tenía que ser útil.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Vie Jul 13, 2018 5:17 pm

La torre tembló. La hiedra mágica, alentada por el Caos, consiguió destrozar la piedra; sin embargo, algo salió mal.

Toda mi atención estaba puesta sobre Lyn, completamente ida, y sobre el indefenso Ruz. Alguien gritó. Quise correr hacia ellos cuando unas manos fuertes me agarraron por los hombros.

¡Saeko! ¿Qué estás...?

Pero aquella no era Saeko, sino la mujer que había dentro de ella. Friederike. El pánico y el horror me cortaron la respiración al comprender. La estaba poseyendo.

Traté de forcejear contra ella. En mi cabeza, nada tenía sentido. ¿Por qué? ¿No estaban de nuestra parte? Gabriel no había sido así con Alanna... Gabriel no...

Y entonces, todo pensamiento racional desapareció. El miedo lo devoró todo y quedé petrificada.

Por favor, no —gimoteé, desesperada—. Ella no. Ella no...

Friederike no me escuchó. Chihiro, con un aspecto tétrico y fantasmal que no había visto nunca antes. Se detuvo ante mí. Helada, dejé de revolverme cuando me tocó. Ni siquiera podía respirar.

Lo siento, chica, es necesario.

No pude ni gritar. El dolor atravesó mi cabeza como un relámpago, tan violento que creí que me desmayaba. Mi consciencia pendía de un hilo y, aún así, mi cuerpo se mantenía en pie.

No sólo eso. Se movía. De haber podido, me habría estremecido de rabia y de asco, pero ya no tenía forma alguna de hacerlo.

«Suéltame. ¡Ahora!»

Tampoco tenía una voz, pero Chihiro me oyó como si hubiese gritado.

«No te resistas. Vamos a intentar que no muráis todos en los primeros cinco minutos de batalla.»

«¿Que no me resista?» repetí, incrédula. «¡Que no me resista! ¡Puede que tú le cedieras tu cuerpo a Xihn alegremente, pero yo no he pedido esto! ¡No pienso dejar que...! E-espera... ¿Qué has a hacer con...?»

Tarde. Chihiro acumuló toda la magia que me quedaba y la utilizó de una sola vez. Noté que mi cuerpo se resentía, y el gasto también me drenó a mí. Nunca había hecho algo parecido. Jamás. Y había logrado detener todo el derrumbamiento de la torre... Ella sola...

Quizás... Quizás esto era lo único que sería capaz de aportar, al final...

Esta vez, cuando Friederike me agarró, no me resistí. No sé si habría podido, de haberlo intentado. En su lugar, me dejé llevar y me dirigí a Chihiro otra vez, más calmada.

«Si... Si te dejo tomar el control y me aparto, sin estorbar... ¿Podrás hacer más cosas como esa? ¿Podrás ayudar a los demás a derrotar a Xihn?»

Era extraño... Debe odiarlo realmente si está dispuesta a colaborar con nosotros.

«Toma toda mi energía... Lo que sea que haga falta, úsalo como necesites. No volveré a protestar... Tan sólo...»

Vacilé.

«¿V-vas a matarme...?»
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Vie Jul 13, 2018 7:33 pm

¿Mamá?


«Mamá...»

Una figura alta y delgada, esquelética como la propia Muerte, le tendió una Llave Espada que se le hizo familiar. Pero no relucía como debía hacer, no vibraba con el poder que una vez tuvo. Era una Llave Espada muerta, tan muerta como su Portador. Su padre.

—Ahora es tuya.

¡Pero yo no quiero...!


«¿Qué… ?»

Terror. Frío. Habían pasado horas desde que lo había encerrado en la oscuridad. Tenía hambre, sed y, sobre todo, mucho frío. Pero si intentaba escapar, su madre lo castigaría. Tenía que ser fuerte. Tenía que...


«Un momento...»

Dolía, pero no recurriría a la magia de curación. Toda la magia que no era pura oscuridad le hacía débil. Tenía que concentrarse. Hundió la aguja en su piel y las gotitas rojas brillaron sobre su piel blanca. Quiso cerrar los ojos. Quedaba demasiado por coser...


«Esto no es mío.»

«¡BASTA»


Malik se sentía tan absorbido por esos recuerdos que no vio venir a Aaron hasta que no lo tuvo encima. Si sus ojos eran llorosos, los de Aaron estaban inyectados en sangre, iracundo y rabioso. Parecía que…

«¿Te he hecho daño?»

Pero era a Malik a quien le estaban haciendo daño. Podía sentirlo. Podía sentir dolor de nuevo, eso le llenó de alivio. Lo había conseguido, había conseguido atraerlo de nuevo, hacerle sudar. Darle un motivo para andar con pies de plomo. Malik se revolvió bajo la forma de Aaron

«¿Por qué haces esto?»

La risa de Aaron le hizo temblar. Sabía que no estaba totalmente en control. Maliik frunció el ceño.

«Podrías no haberme quitado el cuerpo.»

«Echa un vistazo a través de tus ojos. Mira lo cómo hemos dejado a Xihn en tan sólo unos minutos.»

«¿Qué?»

Aaron le levantó la barbilla.

«Mira, Malik, lo que podemos hacerle juntos si dejas de resistirte»

Y Malik volvió a ver.

Lo primero que vio fue que tenía la llave en la mano.

Le tendió una Llave Espada que se le hizo familiar.

La llave de Aaron.

Estaba, estaban, en una torre, en la torre. Y Xihn estaba ahí.

«¿Dónde están todos?»

Algo reventó y despidió luz negra y blanca al mismo tiempo. Pudo contemplar cómo los corazones se escapaban… lo que quedaba de ellos dentro de Xihn. Malik miró sin poder hacer nada más. ¿Cómo lo había hecho?

«¿Cómo… ?

De repente tronó el más terrible de los truenos y la torre empezó a desmoronarse. Los cascotes empezaron a caer sobre el vacío del interior. Por el rabillo del ojo, Malik vio a Nithael, que levantaba las manos y apuntaba a Xihn.

No gritó, no pudo.

Cuando la luz se dispersó Malik sintió su cuerpo de nuevo. También el dolor, pero no le importó. Estaba contra una pared, sin poder ver la salida. Aaron había desaparecido, o al menos lo parecía. Movió los dedos de una mano. Rió aunque la torre le estaba cayendo encima.

«¡Puedo salvarnos a ambos, rápido!»

Las palabras resonaron en su mente. Sabía que si moría, Aaron también lo haría. Eso debía de aterrarle mucho, pero por algún motivo, Malik estaba tranquilo. Se levantó como pudo entre la lluvia de escombros, buscando una salida rápida.

Pero la más rápida era el portal de oscuridad de Aaron. Malik chasqueó la lengua.

Entonces todo se detuvo, suspendido, totalmente quieto. Malik miró en derredor, asombrado y cansado, sintiendo un monstruoso escalofrío familiar. Más allá el aleteo de Nithael le llamó la atención. Estaba herido, sangrante, y cuando cayó con los ojos en blanco, Malik intentó ir hacia él.

«Chihiro está aquí. ¿Qué crees que hará esa bruja con todos vosotros, Malik? No es que os tenga precisamente cariño.

«Y a mí menos que a nadie.»

Una ola de nuevos recuerdos le sobrevino mientras el tiempo se reanudaba. Tenía que actuar rápido.

«Vamos a hacer un trato.»

Sin saber si era buena idea, sin saber si iba a arrepentirse de lo que iba a hacer, echó mano de la Oscuridad de Aaron, y se deslizó a toda velocidad con su magia hacia el ángel, procurando que no le cayera nada encima. Tenía que cunjurar algo encima, un escudop, lo que fuera.

«Vuelve a jugarmela y mis recuerdos no serán los que te atormenten.»

Era una amenaza que esperaba surtiese efecto porque no tenía mucho más tiempo para pensar. Tenía que llegar a Nithael y abrir un portal para sacarlo de ahí, adonde fuese.

A donde demonios pudiera llevarle la magia de Aaron.

Spoiler: Mostrar
Malik esquiva los cascotes con la magia de Aaron y se mueve con habilidades tipo mi Impulso y va a por Nithael mientras impide con escudos que le caiga nada. Una vez lo consiga Malik abrirá un portal y meterá al ángel en él, para salvarlo y salvarse.
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