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[Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Vie Dic 23, 2011 12:00 am
por Nell
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Prólogo de Ueki.


Las Islas del Destino era uno de los mundos que más visitaban las personas del universo exterior, por alguna extraña razón. Quizá, por la luz que desprendía, o por su misterio natural y su belleza. En cualquier caso, era algo que Ueki no podía saber, puesto que unos muy pocos individuos conocían la existencia de otros mundos. Pero, sin duda alguna, estaba a punto de descubrirlo.

Desde que el alcalde había prohibido las visitas a las islas más pequeñas adyacentes a la principal, debido a que se habían poblado de sincorazón contra los que nadie era capaz de enfrentarse, la vida era mucho más aburrida. Los niños se aburrían con más facilidad que antes, sin su lugar de recreo personal y único. Y, cada día, se volvían más insoportables para los mayores, sobre todo los más pequeños que no habían disfrutado mucho de las islas sin adultos.

Ueki era, por supuesto, uno de tantos. Por suerte, podía contar con Sano para no aburrirse en exceso, claro...

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Vie Dic 23, 2011 12:39 am
por Ueki_168
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Que conste que escribiré en primera persona

Después de que Sano hubiera regresado tres años después de que me hubieran regalado mi preciada espada de madera, yo me alegré mucho. Él se enteró de la situación de las islas y la cara se le apagó -quizá por la tristeza que le daba no poder volver a la isla que frecuentábamos, o simplemente por saber que se iba a aburrir mucho...-. Pocos días pasaron hasta que nos hartamos de estar juntos y no poder pelear donde nos gustaba. La peor de las ideas se nos pasó por la cabeza a los dos: ir a nuestra isla sin que nadie -ni la familia- se enterara.

Lo hicimos por la noche, escapándonos de la cama. Llevabamos linternas y nuestras espadas de madera. Cogimos un bote con el que fuimos a nuestra isla, que por suerte estaba cerca. Al desembarcar en la playa, avanzamos entre la oscuridad con cierto respeto hasta nuestra cabaña, pero nada pasó. Allí cogimos antorchas que nos pudieran iluminar la playa donde ibamos a pelear. Salimos de la cabaña, e iluminamos la playa con unas cuantas antorchas. Ya podíamos pelear, y así lo hizimos. Puse todo mi empeño en la pelea, pero lo único que queria era divertirme como antes. Terminamos la batalla y lo dejamos todo tal y como estaba. Cuando ya nos fuimos a casa, en el bote pensé: ¿Que serán esos "sincorazón" de los que tanto habla el alcalde?, porque yo no he visto ni uno....

Aquella noche dormí feliz al saber que volví a revivir aquellos momentos tan felizes de mi infancia. Pero me carcomía la curiosidad de saber que podían ser los "sincorazón"...

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Espero que ahora me haya salido bien...

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Vie Dic 23, 2011 10:51 pm
por Zee
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Lo lamento, pero no puedo reconocer ese post como válido. Los Sincorazón, como enemigos que son (NPC's) no pueden ser controlados por el usuario.
Recuerda, sólo puedes controlar a tu personaje. El ambiente, enemigos y otros personajes son controlados por el Moderador General (a partir de ahora, yo).

Así que, mis disculpas, pero tendrás que volver a redactarlo ^^ Gracias de antemano y disculpa las molestias~~

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Vie Dic 30, 2011 2:25 am
por Ueki_168
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Por fin solucioné el problema de los sincorazón... Espero que ahora sea correcto...

Después de que Sano hubiera regresado tres años después de que me hubieran regalado mi preciada espada de madera, yo me alegré mucho. Él se enteró de la situación de las islas y la cara se le apagó -quizá por la tristeza que le daba no poder volver a la isla que frecuentábamos, o simplemente por saber que se iba a aburrir mucho...-. Pocos días pasaron hasta que nos hartamos de estar juntos y no poder pelear donde nos gustaba. La peor de las ideas se nos pasó por la cabeza a los dos: ir a nuestra isla sin que nadie -ni la familia- se enterara.

Lo hicimos por la noche, escapándonos de la cama. Llevabamos linternas y nuestras espadas de madera. Cogimos un bote con el que fuimos a nuestra isla, que por suerte estaba cerca. Al desembarcar en la playa, avanzamos entre la oscuridad con cierto respeto hasta nuestra cabaña, pero nada pasó. Allí cogimos antorchas que nos pudieran iluminar la playa donde ibamos a pelear. Salimos de la cabaña, e iluminamos la playa con unas cuantas antorchas. Ya podíamos pelear, y así lo hizimos. Puse todo mi empeño en la pelea, pero lo único que queria era divertirme como antes. Terminamos la batalla y lo dejamos todo tal y como estaba. Cuando ya nos fuimos a casa, en el bote pensé

-"¿Por qué nos habrán prohibido venir aquí? Que acaso hay algo súper peligroso a lo que no debamos enfrentarnos, que sea muy feo y que hable en gruñidos... No lo creo. Quizá simplemente las ha cerrado por gusto, pero a Sano y a mí nadie nos corta el paso"

Aquella noche dormí feliz al saber que volví a revivir aquellos momentos tan felizes de mi infancia. Pero me carcomía la curiosidad de saber que podía ser el motivo por el cual el alcalde cerró las islas...

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Sab Dic 31, 2011 9:41 pm
por Zee
—¿Está seguro...?

—Sí. Le han visto tomar un bote y alejarse de la isla principal. Dos horas después, regresó y dejó todo como estaba.

Voces. Dos o tres. Tal vez más. Varias voces se escuchaban a lo lejos, discutiendo algo que parecía un asunto grave. Un asunto que... de cierta manera, le resultaba familiar.

—Ueki es un niño impulsivo, pero no es capaz de romper una regla como ésa...

—Y sin embargo, lo ha hecho. Él y su amigo han comprometido la seguridad de las islas al romper la norma. Me temo que tendrá que venir con nosotros...

¿Ueki? Ése era él, sí, sí. ¿Pero a quién tenía que acompañar? ¿Qué clase de norma había roto y por qué todos parecían tan... irritados?

Ueki abrió los ojos. Se encontraba en su habitación y el sol matutino entraba con suavidad por la ventana; posiblemente eran alrededor de las once. En algún lugar detrás de su puerta, su madre discutía con otros dos hombres. Por lo que había alcanzado a escuchar en su semisopor, se trataba de él y de Sano. Los habían descubierto escapando de la isla.

Y no parecían muy contentos respecto a ello.

—¡No! ¡No puede irrumpir en mi casa y llevarse a mi hijo!

Su madre. Su madre gritaba. Iban a llevárselo. A dónde, no sabía; por qué razón, tampoco. ¡Simplemente había salido a jugar!

Pasos recorrían el pasillo en dirección a su puerta. Su ventana estaba abierta de par en par. Tenía dos opciones y menos de diez segundos para decidir.

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Dom Ene 01, 2012 6:15 pm
por Ueki_168
Después de oir la conversación entre mi madre y los otros dos hombres, y tras descubrir que iban a por Sano y a por mí, no dudé ni un segundo. Tenía que escapar, ir a por Sano ya que a él también le iban a buscar, si no lo habían hecho ya, y escapar de allí. No podía permitir que nos arrestaran por hacer algo que no dañó a nadie. Cogí de mi habitación todo lo que me pudiera ser útil: mi cartera, una cantimplora y una pequeña mochila.

-Mamá, papá... lo siento... -pensé en voz alta algo impotente mientras cogía mi mesa y la ponía delante de la puerta para bloquearla-.

Me dirigí a la ventana, di un pequeño salto para ponerme en el marco, miré abajo donde por suerte habia un arbusto y salté. En el aire junté las rodillas a mi pecho y las cogí con las manos para evitar cualquier posible fractura. Después me dirigí corriendo a casa de Sano. Estaba cerca así que no tardé mucho. Cuando llegué, miré alrededor y por las ventanas a ver si también estaban aquellos tipos allí. No lo parecía, pero Sano estaba en su habitación, lo ví. Llamé a la puerta como si nada hubiera pasado. Se abrió la puerta y su madre estaba detrás.

-Hola mamá de Sano -dije con aparente tranquilidad- ¿Podría pasar? necesito hablar con su hijo...

Ella accedió y yo subí corriendo a la habitación de Sano. Abrí la puerta y no me corté ni un pelo explicándole lo que pasaba.

-¡Sano! ¡Nos han descuierto! Vieron como nos fuimos a nuestra isla, ¡y ahora vienen a por nosotros!

Sano se quedó atónito ante mis palabras pues no creía que aquello fuera real -estaba recién despierto...-.

-Tenemos que escapar -dije- ¿O acaso quieres que nos arresten?

-No no -contestó- Pero... ¿Y nuestros padres...? -Dijo esto último bastante preocupado-.

-No podemos preocuparnos por eso cuando lo primero por los que nos tenemos que preocupar somos nosotros -sentencié-.

Sano cojió lo que pudo de su habitación, como yo, bajamos las escaleras, se despidió de su madre dejándola confusa, y nos marchamos. Fuimos hasta la avenida principal a paso ligero y allí Sano me preguntó:

-¿Y ahora qué hacemos?

Pensé detenidamente en la pregunta y respondí con sinceridad.

-No lo se.

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Mar Ene 03, 2012 9:03 pm
por Zee
Ambos muchachos salieron de la casa de Sano con el mayor cuidado y atención que les fue posible, intentando mantener los ojos bien puestos en sus alrededores, por si alguien los vigilaba. Y sin embargo, los chicos no tenían la menor idea de quiénes los perseguían por haber roto la regla. ¿Eran el alcalde y sus hombres? ¿O alguien más? Ueki maldijo y deseó haberse quedado a ver sus rostros, por lo menos.

Corrieron por el pueblo sin detenerse, tomados de las manos como cuando eran pequeños, evitando mirar a las personas a los ojos. ¿A dónde iban? No lo sabían. ¿Qué harían? No lo sabían. Aquellas eran las palabras con las que Ueki respondía cada vez que Sano se lo preguntaba, y esto cada vez hacía que éste último se desesperara más y más.

—¡Piensa una maldita estrategia! —gritó, exasperado, mientras cruzaban la plaza a toda velocidad.

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Mié Ene 04, 2012 3:18 am
por Ueki_168
Paré en seco cuando Sano me diijo eso, pues esa era una de las pocas situaciones en las que realmente no sabía que hacer. ¿Donde iríamos? ¿Quien nos persigue? ¿Que nos harán? Eran muchas preguntas y muy poco tiempo para responderlas.

-En que piensas -Dijo Sano algo impaciente- Por favor, dime que es un plan.

-Déjame pensar, ya casi lo tengo... -contesté con inseguridad- Mira, tenemos dos posibilidades ahora mismo: o seguimos escapando sin rumbo, o nos enfrentamos a nuestros perseguidores.

-¿¡Estas loco!? -Dijo casi gritando- Si nos enfrentamos a ellos nos cogerán... ¡y a saber lo que nos harán!

No le dió tiempo a pararme cuando di media vuelta y me dirigí a casa de nuevo. Quería dejarles clara la situación a esos tipos: no pensábamos irnos de la isla pasase lo que pasase.

-¡Ueki, para! -gritó Sano a lo lejos-.

Seguí corriendo como si se me cayera el suelo a los pies en dirección a mi casa, tomando el camino más rápido. Cuando llegué estaba algo exhausto, pero no paré. Vi aparcados fuera unos cuantos coches que parecían de alguna autoridad, ya que tenían esas luces rojas que giran. Sin dejar de correr me adentré en la casa y sin fijarme en si habia alguien grité:

-¡Nadie se nos llevará de estas islas sin que yo lo quera! ¿¡Entendido!?

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Mié Ene 04, 2012 9:38 pm
por Zee
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¿Quién te ha dicho que quien te persigue es una autoridad? ¿Quién te ha dicho que tienen coche? ¿Quién te ha dicho que siguen en tu casa? Cuidado, Ueki. No es lo mismo controlar a tu NPC que controlar el ambiente. Recuerda que es el moderador quien crea una trama preestablecida y quien te dirige con indirectas hacia ella.

En resumen, el ambiente corre por mi cuenta. Seré yo quien te diga con qué Maestro encontrarte y cómo, cuándo y dónde. Vuelve a intentar

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Jue Ene 05, 2012 1:36 am
por Ueki_168
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Lo siento, esta es la primera vez que hago algo así, me siento muy noob. Pero espero aprender de estos errores...


Paré en seco cuando Sano me diijo eso, pues esa era una de las pocas situaciones en las que realmente no sabía que hacer. ¿Donde iríamos? ¿Quien nos persigue? ¿Que nos harán? Eran muchas preguntas y muy poco tiempo para responderlas.

-En que piensas -Dijo Sano algo impaciente- Por favor, dime que es un plan.

-Déjame pensar, ya casi lo tengo... -contesté con inseguridad- Nuestras opciones son limitadas... Pero creo que ya sé cómo podemos escapar.

-Creo que ya sé a lo que te refieres. -dijo Sano leyéndome los pensamientos, algo que solía hacer- Pero el puerto donde están nuestras barcas está muy lejos de aquí...

-Robar una barca cercana solo daría más problemas... -dije cruzando los brazos- Creo que tendremos que ir corriendo, y evitar sitios comunes, para que no nos vean.

Asentimos, ya que estábamos de acuerdo, y salimos corriendo. Corríamos como si los pies nos quemaran por calles estrechas y vacías, pero en todo momento sabíamos a donde íbamos. Yo iba delante de Sano ya que yo me sabía guiar un poco mejor, aunque aquellas calles fueran desconocidas. Como íbamos corriendo ya no estábamos cogidos de la mano.

Llegamos al puerto muy cansados. Reposamos poniendo las manos en las rodillas mientras recuperabamos el aliento. Cuando pude, me puse derecho y busque nuestras barcas. Tuvimos suerte al acabar a apenas 200 metros de donde estaban. Sin fijarme en si nadie nos veía, animé a Sano para que me siguiera hasta las barcas, nos montamos y remamos lo mas rápido que pudimos hasta nuestra isla. Cuando llegamos no tiramos en la arena ya que estábamos agotados de correr, correr y correr. Pero como en la arena se estaba muy bien, y como de despertarnos por la mañana aún teníamos sueño, nos quedamos dormidos boca arriba con los brazos y las piernas extendidos.

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Espero que esta vez no haya cometido ningun error...

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Jue Ene 12, 2012 1:44 am
por Zee
El primero en despertar fue Sano. Cuando el sol comenzó a ponerse en el horizonte, sus ojos decidieron que aquél no era un buen lugar para descansar, por lo que le avisaron con un cierto picor a su dueño, quien los abrió lentamente cuando la molestia comenzó a acabar con su paciencia. Cuando se halló a sí mismo, tumbado sobre la arena y tirado junto a su amigo Ueki, recordó dónde estaba y qué había pasado. Golpeó el suelo entre sus piernas, enfadado, cuando se acordó que lo perseguían.

—Ueki... Ueki... —llamó, sacudiendo levemente a su compañero por un hombro, esperando despertarlo sin molestarlo realmente. Al cabo de unos instantes, funcionó y el chico de cabello verde se quejó e hizo algunas muecas, para finalmente abrir los ojos.

La isla se hallaba completamente vacía. Nadie los había seguido y tampoco había parecido ningún "peligro"; o por lo menos, eso parecía desde el lugar donde se hallaban. Aunque como habían llegado por el muelle, era casi imposible que no hubiesen notado la llegada de alguien externo a la isla.

Alguien de adentro, por otro lado...

—Está anocheciendo, Ueki —explicó Sano—. Deberíamos hacer lo que la otra noche... O poner algo de luz, por lo menos. Es probable que nos encuentren con las antorchas, pero es mejor que permanecer los dos solos en la oscuridad

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Vie Ene 13, 2012 1:57 am
por Ueki_168
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Supongo que puedo tener una cabaña en la isla, porque ya la mencioné en un post anterior.

Me sobresalté dando un bote y asustando a Sano. Miré alrededor y vi nuestra isla, vacia -excepto por Sano-, calmada, sin perseguidores... Estaba anocheciendo y Sano me dijo que hiciera algo, ya que no podíamos quedarnos allí cuando fuera de noche. Me levanté y le dije a Sano.

-No parece que nos hayan seguido hasta aquí. -afirmé con seguridad ya que, al haber pasado mucho tiempo dormidos, si realmente nos habían conseguido seguir, ya nos hubieran alcanzado- Así que, ¿por que no aprovechamos que estamos en nuestra isla y volvemos a pelear como la última vez?

-¡Genial! -exclamó Sano al considerar aquella idea- ¿Pero luego como hacemos para refugiarnos?

-Supongo que podemos aprovechar nuestras antiguas y viejas camas de la cabaña -dije recordando unas pequeñas camas hechas con arena y un saco del tamaño de un colchón- ¡Aunque quizá nos vayan pequeñas jajaja!

Los dos nos reímos y nos pusimos a ello cuando ya el sol había caído del todo y solo quedaba un pequeño manto rojo azulado sobre el cielo. Volvimos a coger unas antorchas de la cabaña para ponerlas en la playa para volver a pelear. Queríamos ser sigilosos, pero al saber que estábamos solos -o almenos eso esperábamos- no pudimos evitar ser escandalosos. Sumando al agotamiento que llevábamos de la escapada el cansancio de la batalla, acabamos exhaustos. Ya muy de noche, tal era el agotamiento que teníamos, que no nos importaba para nada ni el tamaño de nuestras "camas" ni de que estaban hechas, solo queríamos dormir y descansar hasta el día siguiente.

-Buenas noches, Sano. -dije en voz baja- Ahora no te preocues por lo que pueda pasar mañana... Ya pensaremos algo.

-No me gusta mucho la idea... -contestó Sano en voz baja también- Pero ahora estoy demasiado cansado como para discutir contigo. Buenas noches.

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Mié Ene 18, 2012 9:04 am
por Zee
Ueki despertó con el sol golpeando sus ojos, como Sano lo había hecho el día anterior. El sol ya se hallaba un poco más arriba de lo esperado, por lo que el chico asumió que eran cerca de las once de la mañana.

La arena le picaba la espalda y sentía los hombros torcidos. Mala noche, sin duda. Eso le pasaba por intentar dormir en un pequeño costal que lo único que hacía era doblarlo como a una ramita. Frotándose los lugares que tenía contracturados, se puso se pie para despertar a Sano.

Un escalofrío recorrió su columna. Por su mente desfilaron decenas de imágenes, todas relacionadas con sus extraños perseguidores, buscando al par de chicos alrededor de las islas durante la noche.

Y es que Sano no estaba allí.

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Jue Ene 19, 2012 12:08 am
por Ueki_168
Aún me dolía todo de dormir encima de la arena, pero no tenia tiempo de hacer muecas de dolor... ¡Sano había desaparecido!

-¡Saanooo! -grité algo inútilmente- No no, no pasa nada, cálmate. -me dije a mi mismo-

Decidí que tenia que calmarme. Quizá Sano se habia ido a buscar comida, quizá estaba fuera entrenando... Como estaba temporalmente calmado aproveché para quitarme toda la arena que me quedaba en el pelo, y así es como tardé alrededor de diez minutos en peinarme. Después de eso cogí mi espada de madera y me dirigí a la puerta para salir. Fuera no había nadie, lo qual me hizo volver a preocuparme y volver a tener ese escalofrío tétrico. Supuse que Sano debía estar en el pequeño bosque que tenia la isla buscando fruta, así que esperé. Pero decir "esperar" es como no decir nada, porque no pasaron ni cinco minutos hasta que desesperé y me levanté con intención de ir al bosque. ¿Me podía perder? si. ¿Podía no encontralrlo? también, pero tenía que hacer algo o me moriría de los nervios, así que con mi espada en mano me fui con paso decidido hasta ponerme en frente de los arboles del bosque. Suspiré y avancé por el bosque mirando atrás para no perder la playa. No tenía muchas opciones, si quería encontrar a Sano, así que lo más senzillo se me pasó por la cabeza, gritar.

-¡¡SANOOOO!! -grité con todas mis fuerzas-

Re: [Prólogo] Nada más allá

NotaPublicado: Sab Ene 21, 2012 4:01 am
por Zee
El grito de Ueki resonó entre aquella espesa vegetación. El joven comenzaba a preocuparse, y en serio. ¿Por qué razón podría haberse alejado su amigo? ¿Por qué no lo había despertado como la tarde anterior? ¿No había dejado ninguna señal o nota explicando su partida o si iba a regresar? Aquello parecía tremendamente sospechoso y ciertamente escalofriante.

Ueki repitió su acción, dejando que el viento arrastrara el nombre de Sano, esperando que pudiese oírlo allí donde se hallaba.

¡Tío, tranquilo! —consoló una voz entre los árboles. De alguna parte detrás de una gruesa palmera, apareció Sano, con un montón de gruesas ramas y hierba seca entre sus manos—. Aquíestoy, aquíestoy... ¿Por qué tan agitado? Soy perfectamente capaz de defenderme yo mismo, ¿sabes? —el muchacho guiñó un ojo, haciendo referencia a los múltiples duelos de espada que habían tenido desde la infancia.

Ueki se llevó la mano al pelo y dejó salir un suspiro. Por lo menos todo estaba bien, no importaba el enfado. Ya volvería con Sano a la playa y podría batirse a duelo con él para dejarle claro que con aquellas cosas no podía ju...

Por cierto, me he encontrado a alguien en el camino... —apuntó Sano, señalando a algún lugar detrás suya con la cabeza. Como si hubiese esperado aquella señal, desde la vegetación apareció una mujer portando un elegante kimono y cargando hierba seca entre sus brazos, tal y como el otro chico.

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Pensamos... quiero decir, pensé, yo, yo pensé que sería una buena idea ayudar a un par de náufragos —comenzó la mujer, frenéticamente, sin realmente mirar a ninguno de los dos muchachos—. Porque sois náufragos, ¿no? A lo mejor no; a lo mejor sois otra cosa. Vaqueros no, por lo menos, que no tenéis pinta de vaqueros. ¿Un poco de leña para antorchas y fogatas? Aunque claro, a lo mejor a tu amigo no le interesa tener antorchas, Sano. A lo mejor no... o a lo mejor sí. ¿Tú crees que sí? Porque yo creo que sí. Aunque si es un vaquero, a lo mejor y no...