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La mujer-perro abrió la puerta de la tienda, había ropa de muchos estilos colgada de perchas o expuestas en muebles expositores. Lyn se acercó al fondo de la tienda, donde había unos vestidos de color rosa bastante pomposos, casi parecían de muñeca.

—¿Qué hacemos? Buscarte un vestido mono, por supuesto— contestó como si aquello fuese lo más normal del mundo—. ¡Oh! Este es bonito.

La extraña mujer cogió un vestido rosa de una pieza de telas finas que acababan en una sobrecargada falda. Le lanzó el vestido al joven y le empujó hacia el probador.

—Serás una muñequita perfecta, así que pruebatelo, rápido —apuró sonriente.

-Serás una muñequita perfecta, así que pruebatelo, rápido

-En..en serio.. que demonios quieres que haga - dije derrotado al final... no entendía lo que quería hacer conmigo, bueno, si , probarme ropa de nena pero...- QUE SENTIDO TIENE?! No creo que el rosa chillón asuste a los Sincorazón, sabes? Mira, no me estas tomando en serio.. asi que me largo, tu verás. Adios- me dispuse a salir de la tienda, muy enfurruñado. Suponía que acabaría entrando en razon y dandome explicaciones de tanto misterio... A lo mejor es que quería ir de compras con alguien, pero estaba claro que no me conocía.

-No pienso perder el tiempo con estas tonterias... tengo que desaparecer- con desaparecer me refería a volver a un tejado a descansar otro dia mas... Mi vida era totalmente previsible. Al dia siguiente haría lo mismo... y esta chica...

-Grrr...- tras pensar un poco, me quedé plantado en la puerta todavia dentro de la tienda y le dije gritando- Dime YA MISMO que ocurre

—¡Oye!—Llamó la mujer de facciones perrunas mientras veía como Yu se alejaba, suspiró desilusionada, sin embargo su semblante volvió a lo que solía ser cuando vio como este se paraba ante la puerta sin salir de la tienda.

El dependiente casi cae al suelo del susto ante el grito del muchacho, sin embargo Lyn ni se inmutó. Se acercó a él, vestido en mano y le agarró con firmeza de la muñeca.

—Te lo contaré, si te pruebas el vestido —prometió—. Y si me gusta como te sienta... te recompensaré.

La mujer volvió a arrastrar al muchacho hasta los probadores sin añadir nada más. Su persistencia era sin duda digna de admiración y parecía que no aceptaría un no por respuesta, es más. Parecía estar dispuesta a quitarle ella misma la ropa para hacerle probar aquel llamativo vestido si no lo hacía él mismo.

Negarse no era una opción.

Era necesario hacer aquel paripé en aquel momento? No lo tenia claro... estaba como en un momento de esos que se te nubla la mente y no sabes que hacer...

-......mmmmhhhh....- no se iba a dar por vencida nunca... y si lo hacia pues me ayudaría.-De acuerdo.. tu ganas, maldita loca... pero quiero probarmelo en el rincon mas oscuro de este cuchitril y que solo lo puedas ver tu, vale?- me puse a mirar probadores... no habia ninguno en un rincon oscuro, asi que elegí el de mas al fondo a la derecha. Cogí el vestido y me dispuse a ponermelo... estaba nervioso, sería porque no hablaba con una chica con caracter tan fuerte desde... mas bien llevaba tiempo sin hablar con una chica.

Entré en el probador y me puse el cutre vestido rosa chillón.... era demasiado horrendo... mi chaqueta negra estaba tirada en el sucio suelo... si tuviera vida se estaria partiendo el culo

A Lyn se le iluminaron los ojos cuando pudo ver al joven con el trajecito rosa. Sus orejas se movían como si estuviese realmente contenta.

—Te queda realmente bien, muñequita —halagó la mujer—. Es una pena que no pueda llevarte a Tierra de Partida ya que no tienes una llave espada —suspiró con pesar.

La chica de armadura se llevó la mano al mentón y se lo rascó pensativa.

—¡Ya lo tengo! —exclamó sin previo aviso—. Serás mi aprendiz a partir de hoy, así que... —un resplandor hizo que una espada apareciese en su mano, su aspecto la hacía parecer un arma de mentira ya que estaba hecha en madera por lo que era posible que en un principio no se le tomase en serio.



—Cógela

Agarró por la parte que sería el filo de la espada ofreciéndole su mango sin dar explicaciones, era decisión suya si cogerla o no.

-Te queda realmente bien, muñequita . Es una pena que no pueda llevarte a Tierra de Partida ya que no tienes una llave espada — dijo la chica suspirando- Serás mi aprendiz a partir de hoy, así que...- sacudió la mano y de ella salió la llave de madera aquella que habia sacado en el combate contra el sincorazón. Lo habia conseguido derrotar con aquella cosa, aunque no pareciera muy amenazante al estar casi roma.
Me la tendió por el filo para que la cogiera

-Así que tu aprendiz eh? - no me paré a pensarlo demasiado- Por supuesto, esta claro que vas a necesitar mi ayuda contra esos bichos. Damela y vayamos a hacer lo que tengamos que hacer

Lo gracioso era que iba con el trajecito rosa... no me podia tomar en serio mis propias palabras >.<

Lyn sonrió cuando Yu aceptó sin más ser su aprendiz. Cuando cogió la llave espada esta se desvaneció volviendo a la mano de su propietaria como por arte de magia, el joven podría no sentir mucho, pero algo había pasado en su interior, como una sensación de calidez o de "algo" que había llenado su corazón.

—Perfecto, ahora serás mi muñequita personal —dijo con un tono un tanto macabro—. Bien, ya pudes volver a vestirte normal, muñequita. Ah, y a partir de ahora tendrás que llamarme "Maestra Lyn."

La mujer que vestía con armadura esperó a que Yu eligiera si cambiarse o no y salió de la tienda donde le esperó tranquilamente disfrutando de la brisa nocturna que refrescaba su cara.

—Bueno, es hora de irnos entonces —anunció—. Te diría que puedes ir a ver a tus amigos y familiares para despedirte, pero no tienes pinta de ser muy sociable. De todos modos puedes ir, a saber cuando podrás. volver

-Nah... ¿porque crees que he aceptado ir contigo sin mas? No tengo a nadie de quien despedirme en este pueblucho.
Y lo de llamarte Maestra Lyn... ugh - no me gustaba llamar de una manera respetuosa a una que me habia obligado a ponerme un traje rosa. Me lo quité corriendo, lo tiré al suelo y salí con la chica afuera.
Tenia ganas de cambiar de rutina... y esa espada... llave espada... me pertenecia?

Salí fuera con Lyn, dispuesto a irme a recorrer nuevos mundos y a destruir cosas de mas interes que buzones y chimeneas.

-Creo que... a partir de ahora mi vida va a ser diferente. Verdad? Como no lo vaya a ser, lo considero una perdida de tiempo- le dije, mirando a la puerta de salida de Ciudad de Paso

La mujer escuchó la respuesta del joven poniendo una mirada bastante enfadada ante su negativa para llamarla por su título como maestra, sus ojos se habían vuelto en ese momento fieros y sus manos se habían convertido en algo similar a garras. Se tranquilizó tras unos momentos volviendo a la normalidad.

—Tu vida será muy diferente a partir de ahora —aseguró—. Más te vale que no te arrepientas.

La maestra rebuscó algo en un bolsillo de su armadura y sacó una plaquita de metal que dejó en la mano del muchacho, aquel metal parecía poder moldearse y adaptarse a cualquier parte del cuerpo aunque a pesar de eso se podía ver que era bastante resistente.

—Colocatelo en cualquier parte de tu cuerpo y presiona el botón para que aparezca la armadura. Para viajar como nosotros lo hacemos es algo necesario si no quieres acabar muy mal —informó, acto seguido presionó un botón haciendo que apareciese un casco que cubría su cuerpo, por lo demás no había cambiado en nada ya que parecía llevar ya puesta la susodicha armadura.

Lyn, lanzó al aire su llave espada, en algún punto una brillante luz que parecía una estrella hizo que esta desapareciera siendo sustituída por una especie de vehículo.

—Invoca tu llave espada y haz lo que acabo de hacer, partiremos de inmediato. Para invocarla solamente desea que aparezca —dijo esperando a que su nuevo aprendiz invocase su nueva arma y que la transformara en lo que sería su Glider para moverse por el cosmos.

-DIces que al pulsar esto me saldrá una armadura como la tuya?Alucinante.- la verdad es que era bastante impresionante. Le habia salido una armadura como si nada, y un vehiculo que se sostenia en el aire... tenía que probar inmediatamente aquel truco de magia
Me coloqué la placa de metal a la altura del corazón. Tal vez me sirviera tenerlo ahi.
Lo apreté... no pasó ni un segundo cuando me ví envuelto por una armadura, la cosa es que era muy ligera, era como si no llevara nada puesto.



No podia creermelo

-Como me queda? Estoy mas sexy que con un traje rosa eh?

Me dijo que lanzara al aire mi llave espada y que deseara que se transformara en un vehiculo...
Eso hice... la lancé al aire y no podía creer lo que habia pasado cuando pedí un vehiculo...

la llave espada se habia transformado, de la madera a un vehiculo negro muy cañero


-Y dices que esto se llama... Glider no? Esto promete - me subí encima y empecé a maravillarme del diseño... no estaba tan mal mi llave espada despues de todo

—Te quedaba muchísimo mejor el vestidito, muñequita —se burló. La maestra se elevó en el aire con destreza y empezó a volar a su alrededor, algunas personas miraban maravilladas a aquella maestra de la llave espada que estaba revoloteando. Lyn subió hacia el cielo e hizo una señal con la mano para que el aprendiz le siguiese.

—Vamos, muñequita. Todavía tenemos que hacer el papeleo para darte el alojamiento y que seas considerado aprendiz —suspiró, como si no le agradase aquel aburrido papeleo—. Maldita Nanashi...

-Vamos, muñequita. Todavía tenemos que hacer el papeleo para darte el alojamiento y que seas considerado aprendiz
-Deja de llamarme muñequita,.. esto... mmm... Ma..maestra Lyn... vale? No me llames así.- al parecer a la chica no le gustaba la burocracia. Yo no era quien para decir si era un toston o qué. No habia tocado un lapiz en mi vida. La Maestra subió en su llave espada y se fué volando, señalandome para que la siguiera

No volveria a ver este pueblo... tal vez en otro momento distante, pero poco importaba, ahora yo era dueño de mi propio destino, eso me animaba a pensar. Me subí en mi Glider y solo con pensarlo la maquina se elevó a la altura de Lyn. La miré sonriente

-Nos vamos? Maestra Lyn? - No podia evitar hacer una mueca al decir su nombre
Al estar a muchisimos metros sobre el suelo, me sentía un dios. No pude evitar chillar a los cuatro vientos:

-PREPARAOS SINCORAZÓN! QUE YU OCHIGA ESTA DE CAMINO PARA REVENTAROS EL CULO!

Dicho eso, me sentí satisfecho conmigo mismo.

-Hale... vamonos a rellenar papelajos.

La maestra soltó una gran carcajada ante el grito del muchacho, en el que juraba patear muchos culos oscuros. Esta explicó de la manera más básica como era el control del Glider y le dejó practicar unos minutos para que fuese cogiéndo el truco a su manejo un poco extraño.

Cuando esta vio que su nuevo aprendiz ya había aprendido lo suficiente subió verticalmente hacia el cielo seguida muy de cerca por Yu.

—¡Vamos muñequita! Aún tengo muchos vestiditos en Tierra de Partida —animó subiendo a las estrellas con una fiera sonrisa, que no podría verse en el interior de su casco.

Por el camino, Yu pudo contemplar el cosmos que le rodeaba, todo estaba lleno de mundos, cientos de ellos que brillaban con su propia luz como si fuesen estrellas, ahora era libre para ir a donde quisiera.