Foros KHWorld

Los hunos. Unos grandes guerreros que se encontraban viajando por toda europa y atacando muchas ciudades. Lo más positivo de todo esto, es que eran nómadas, por lo que cualquier inclusión ante un reino más grande que una simple villa era un suicidio para los invasores. Pero Ryu había escuchado de que un hombre estaba intentando unir a todos los Hunos en un gran ejercito...Sería aquel hombre....Shan Yu. Me alegro de ser una simple persona que no destaque mucho

El chico sacó una sonrisita y espero a que se marchará el general para buscar su oportunidad para acabar con su vida. No había hecho todo este camino de manera silenciosa para matar delante del emperador a su mejor emperador y podría aprovechar esta invasión para pasarle el muerto a otro. La verdad, todo se estaba poniendo muy a favor del oriental para pasar desapercibido en todo este asunto

Ryu decidió no atacar todavía, por lo que tuvo que esperar a que el Emperador y el General terminaran su reunión. El hombre siguió intentando convencer al soberano del peligro que corría en caso de que los hunos llegaran hasta la Ciudad Imperial, pero este siguió negándose en rotundo a que se colocara un ejército en el palacio cuando su pueblo podía correr peligro.

Finalmente, el Emperador fue el primero en abandonar la estancia, dejando al General solo y en compañía de sus guardaespaldas. Se llevó la mano al cuello y se lo frotó ligeramente, sin saber cómo reaccionar a todo aquello.

—Si el estúpido de Ronin lo hubiese hecho hace veinte años... —mencionó en alto para sí mismo, aunque nadie fuese capaz de entender sus palabras.

Li hizo una orden para que los guardias le siguieran, y ambos caminaron tras su espalda hacia la salida de la habitación. Ryu había ganado ventajas y desventajas por igual al esperar: el Emperador ya no se encontraba allí, por lo que había eliminado un testigo en potencia del asesinato que le había sido encargado. Pero había sacrificado con ello el factor sorpresa, y el único modo de ataque ahora era saltar frente al General para impedirle la salida de la estancia o esperar a que saliera con los guardias y sortearlos de algún modo en el pasillo.

Algo seguro: si permitía que saliese del palacio, su misión de daría por terminada con un fracaso absoluto.