[Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Lavanda, Leon18, ruan y Sorkas

La aparición del bando de Bastión Hueco ha colocado a la Orden de los Caballeros de la Llave Espada en una tensión creciente difícil de remediar. ¿Llegarán a enfrentarse ambos bandos en conflicto, o será posible la paz?

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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Lun Oct 08, 2012 12:47 am

-¡Es un maldito impostor!- Él también se había dado cuenta, pero todo fue demasiado rápido. Paul se abalanzó hacia el cuello del falso maestro agarrándolo con fuerza con sus manos.-Venga dime, debilucho, ¿Quién coño eres?-Me pilló por sorpresa pero no pude estarme de intentar parar aquello.

-¡Paul basta! No hace falta.- Y el guía atropelló mis palabras mientras los separó.

¿Qué… estáis haciendo? —exclamó, aún con su tono somnoliento—. Si tan mal os lleváis, no hace falta llegar a las manos… Y si no podéis aguantaros, tendréis que… uhm… marcharos. Os voy a dejar solos y no vais a tener más remedio que apañároslas entre vosotros.- Él debía ser el verdadero Maestro Kazuki.

Todo eso se me venía un poco encima, así que decidí no meterme más de lo que ya me había metido, me limité a mirar al impostor con cara de decepción y mover la cara de forma de negación, girarme e irme con Kazuki y Sorkas. ¿Pero que mosca le había picado a ese tal impostor? Que por cierto, debería ser el Jack que faltaba en mi rompecabezas. No podía fiarme mucho de él... Aunque si más tarde me demostraba que podía merecerse mi respeto y mi confianza, no dudaría en dársela, todo el mundo se merece una segunda oportunidad.

E iba pensando en todo lo sucedido hasta que llegamos al comedor del castillo, donde nos esperaban dos moguris. Uno de ellos parecía dormido, mas el otro parecía esperarnos. Seguían resultandome monos y graciosos, me alegraban la cara y volvía a sonreír.

¡Al fin! Moglullón no aguantará más tiempo, kupó.


Siento el retraso —se disculpó Kazuki, y luego se volvió hacia nosotros—. Haced caso de… lo que os diga Mog. Tiene una muy… importante tarea que daros. Me pasaré… luego. Muy luego.-Y se fué, quien sabe donde, quizás otra vez a echarse una siesta. Qué feliz conciencia esta del maestro, ¿cómo sería luchando?

Entonces me quedé mirando a el moguri despierto. Se presentó, su nombre es Mog, el líder de los moguris de Tierra de Partida, y nos contó que habían desaparecido dos moguris y que temían que se hubieran ido a Bastión Hueco con los otros, ya que no los encontraban por ningún lugar de Tierra de Partida. Así que nuestra tarea era hacer una última revisión del castillo.

Después de contárnoslo, vi como Mog sostenía una "mogunuez" y el moguri durmiente, seguía esta con su naricilla. Aprovechó para presentárnoslo, se llama Mogullón, y dijo que si conseguíamos mantenerlo despierto nos guiaría hasta la localización de los otros moguris. Después tiró la mogunuez al aire y Mogullón abrió los ojos y se lanzó desesperado a por la comida.

Después de la larga explicación entregó una bolsa de mogunueces a Sorkas y un pequeño cofre a mi. Este contenía objetos de los moguris desaparecidos para que Mogullón los oliera y encontrara su rastro.

Yo tengo una pregunta, el castillo está llenos de moguris, ¿cómo reconoceremos a esos moguris? Además, si tuviésemos un mapa del castillo nos resultaría más fácil.-Dijo Sorkas.

Sí, tenía razón. El mapa nos sería realmente útil ya que llevábamos todos escasos días allí.

No dije nada, ya que no tenía nada que decir, solo tenía ganas de empezar con nuestra misión y evadirme un poco del asunto del impostor.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor ruan » Lun Oct 08, 2012 1:00 am

Y… ehm… ¿tenéis alguna pregunta? ¿Algún problema… estos primeros días? —.

Pues no estaría mal que empezaras por decirnos tu nombre. — el de canas dijo al supuesto guía que yo había inventado.

Soy el… Maestro Kazuki… Ya sabéis, os he… convocado… la tarea… en fin…— se me heló la sangre, ya lo sospechaba en un principio pero tachaba esa idea de absurda ¿Cómo sabría yo quien era? aunque si no fuera por él seguramente mi mentira habría engañado a todos.

Sí, tengo un problema. ¿Quién es Jack y quien eres tú niñato engreído? — Sonreí maliciosamente a la chica imbécil, había perdido el juego de la mentira esta vez, pero eso solo mejoraría las cosas.

Sí, soy yo, Jack Lenix— hice una sonrisa más amplia aún para mostrar que había perdido con dignidad— Solo espero que no se haya enfadado conmigo bella dama— Claramente mentira, aquella chica tenía pinta de tragarse cualquier tontería que le dijera.

¡Es un maldito impostor! — Chilló el de pelo blanco lanzándose a mi cuello mientras que con la otra mano sostenía su espada. —Venga dime, debilucho, ¿Quién coño eres?

¿Aquel chico estaba loco? Liss que estaba en mi hombro mordió el brazo del idiota y yo con mi llave espada aún en la mano le di un golpe en la cabeza, no muy fuerte.

¡Yo soy tu peor enemigo!— dije tranquilamente mirándolo con mi mirada asesina.

El Kazuki cara dormida apartó la mano de Paul de mi cuello, después dijo unas cosas que me importaba bien poco así que no lo escuche.

Pase todo el camino lanzando miradas odiosas a Paul para demostrarle que no me gustaba, e realidad, no me gustaba prácticamente nadie pero él… Él era el peor de todos y aún no sabía el porqué.

Al llegar al comedor vi a dos de aquellas criaturas insoportables y bajitas que seguramente nos esperaban para algo, uno estaba dormido y el otro tenía el maldito pompón amarillo. Al verlas me quedé en la puerta del comedor.

¡Al fin! Moglullón no aguantará más tiempo, kupó. — dijo el moguri de pompón amarillo.

¿Por qué tienen que decir siempre la palabra kupó al final de cada frase? — pregunté bajito diciendo la palabra “kupó” con tono despreciable.

Haced caso de… lo que os diga Mog. Tiene una muy… importante tarea que daros. Me pasaré… luego. Muy luego. — Kazuki nos conto, yo simplemente asentí enfadado, este se fue del comedor en un abrir y cerrar de ojos.

Si él era maestro tenía que hacerle caso aunque odiase la tarea.

Como imagino que sabréis, soy Mog, líder de los moguris de Tierra de Partida, kupó. Los cuales afrontan ahora un problema bastante serio. Así que lo primero que quiero es agradeceros vuestra implicación, kupó. Normalmente los aprendices no se preocupan mucho de nuestros asuntos, kupó

Normal— dije en voz alta —a nadie le interesa— me acerqué al resto del grupo.

Puede que ya lo sepáis, pero han desaparecido dos de los nuestros, kupó. Concretamente, no se sabe nada de ellos desde el día en el que gran parte de vosotros os fuisteis a Bastión Hueco, kupó. — Sonreí muy interesado ahora.

»Hemos intentado buscarles por todos los rincones de Tierra de Partida, pero no ha habido éxito. Tampoco en sus mundos de origen, ni en los que frecuentemente visitaban, kupó. Tememos que ese día también se marcharan a Bastión Hueco… y no regresaran, kupó. Pero, para despejarnos todas las dudas, haremos una última revisión del castillo, kupó.

El bicho del pompón dormido movió su nariz de cerdo hacia aquella cosa que el otro sostenía sin ni siquiera abrir los ojos.

Éste es Moglullón, kupó

No me importa— dije mirando a Liss que observaba aquella especie de fruta o algo raro.

Es el moguri más perezoso y dormilón de todo el universo, kupó. Sólo está despierto catorce días al año, el resto inverna. Sin embargo, tiene un gran olfato, kupó. Si esos dos moguris siguen aquí, os guiará hasta su localización… Si conseguís mantenerlo despierto, kupoclaro. Y no hay nada como mogunueces para conseguirlo, kupó.

¿Es que aquel moguri no pararía de hablar? Almenos ya nos había dicho cual era nuestra misión de hoy, buscar dos criaturas del pompón en el castillo ¿Acaso no había suficientes ya?

Seguidamente el moguri más insoportable de todos le dio una bolsa de aquella extraña comida de bichos del pompón al chico de canas y un cofre con un disfraz de humano pequeño y un mini-moguri a la chica imbécil.

Yo tengo una pregunta— preguntó el chico con canas al moguri parlante —el castillo está llenos de moguris, ¿cómo reconoceremos a esos moguris? Además, si tuviésemos un mapa del castillo nos resultaría más fácil.

Por fin el chico de canas sería útil, ¿por qué no se me ocurrió esa pregunta a mí?

Yo tengo otra pregunta— dije acariciándome el pelo — ¿Qué haremos cuando encontremos a esos moguris?
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Mar Oct 09, 2012 7:49 pm

Cuando me abalancé hacia el impostor, oí cómo Rhía me gritó que parara, pero no podía, se había burlado de mí y no iba a dejarlo pasar.

La mascota del impostor me mordió en el brazo y su dueño me dio un golpe en la cabeza con su Llave Espada, pero pude aguantarlo y poder seguir agarrándolo.

¡Yo soy tu peor enemigo!— Gritó mientras me miraba con su mirada de siempre, con unos ojos llenos de maldad.

-¿Sí? ¡Ya veremos!-Dije mientras me preparaba para hacerle un corte en el brazo con mi espada, tampoco quería matarlo, pero entonces una mano se interpuso y apartó la mía del cuello del impostor, la del verdadero Maestro, ¿recibiría un castigo? Aunque me daba igual.

-¿Pero qué haces? ¡Merece un castigo!- Le protesté pero no me hizo mucho caso.

¿Qué… estáis haciendo? Si tan mal os lleváis, no hace falta llegar a las manos… Y si no podéis aguantaros, tendréis que… uhm… marcharos. Os voy a dejar solos y no vais a tener más remedio que apañároslas entre vosotros.

Pues al final no se lo había tomado tan mal, solo nos dijo que nos podíamos marchar si queríamos, cosa que no iba a hacer, para un entrenamiento que tengo en mucho tiempo, aunque eso sí, si el impostor seguía en el grupo no le iba a dejar pasar ni una más.

Me fui detrás de Rhía que iba siguiendo a Kazuki y al canoso, del que no sabía el nombre aún, bueno, ya me enteraría.

Mientras seguíamos andando vi cómo el impostor seguía mirándome con cara malvada, sin duda iba a tener que estar en guardia con tal elemento al lado, solo nos iba a traer problemas seguramente.

Finalmente llegamos al comedor, donde había dos de las criaturas esas que me habían entregado la carta, uno de ellos un poco gordete y otro con un gorrito dormido a su lado el cual me recordaba a Kazuki cuando lo vi en los Jardines.

Kazuki se disculpó de la tardanza y se volvió hacia nosotros y nos dijo que teníamos que hacernos caso de aquel Moguri y que volvería dentro de un buen rato.

-A pegarte una siesta vas otra vez, ¿no?-Pensé, él pudiendo pegarse toda la tarde durmiendo y yo sin poder dormir una hora. Puse una cara de indignación y me puse a escuchar lo que nos iba a decir el Moguri.

Nos contó que él era el líder de los Moguris y nos dio las gracias por venir, el impostor le soltó una bordería pero nadie le hizo caso. Siguió contándonos que habían desaparecido unos Moguris y que íbamos a hacer una última revisión para encontrarlos.

-Pues vaya mierda de entrenamiento.-Pensé, yo quería que nos enseñaran tácticas de luchas o algo así, pero, ¿buscar unos Moguris? Vaya tontería.

Nos presentó al otro Moguri, a lo cual respondió malamente otra vez el impostor, qué tonto era aquel niñato. Nos comentó que nos iba a guiar hacia ellos gracias a la comida que tenía, llamada Mogunuez.

Seguidamente le entregó un cofre a Rhía y una bolsa de Mogunueces al canoso y nos preguntó si teníamos alguna pregunta.

Dejé que hicieran cada uno sus preguntas, el canoso preguntó sobre un mapa y cómo los reconoceríamos, era una buena pregunta para llevar a cabo la misión. El impostor hizo una pregunta estúpida, que qué haríamos cuando los encontrásemos.

-Pues traerlos aquí, idiota.-Me dije en voz baja para que no lo escuchara, no quería más problemas con ese.

Viendo que Rhía no hacía ninguna pregunta me decidí a preguntarle.

-Bueno, yo tengo una duda. ¿Qué vamos a ganar haciendo esto? Yo se supone que vine a hacerme más fuerte y en cambio esto no veo que pueda hacerlo, aunque si hay que hacerlo se hará, pero no veo ningún beneficio hacia nosotros.- Le dije, puede que me llevara una bronca de Mog o quizás me conteste mal, pero era verdad, yo vine a hacerme fuerte, nadie dijo de revisar el castillo en busca de Moguris que quién sabe dónde están.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Mié Oct 10, 2012 12:40 am

Mog pasó inmediatamente a responder a sus preguntas, mientras Moglullón, que había terminado de engullir la mogunuez, se hacía un ovillo en el suelo para disfrutar de nuevo de la siesta, pese a que preveía ser corta.

Dudo que encontréis a esos moguris andando apaciblemente por los pasillos de Tierra de Partida, kupó. Al fin y al cabo, todos los nuestros han estado muy ocupados buscándolos. Pienso que quizá estén en un desván escondidos, o encerrados; o bien, que se hayan perdido en los alrededores y no hayan vuelto, kupó. Si necesitáis datos más específicos, kupó… Son blancos y tienen un pompón rojo —semejante descripción se merecía el premio a la ayuda más inútil—. Además, si confiáis en el olfato de Moglullón, él os indicará cuando habéis hallado a uno, kupó.

Del mapa, no mencionó ninguna palabra. Al parecer, su única ayuda iba a ser el adormilado moguri… si conseguían que fuese de alguna, estando despierto, claro. Mog tenía muy claro que no necesitarían nada más.

El siguiente a preguntar fue Jack, por lo que Mog se giró hacia él. Fue bastante breve, puede que porque los anteriores comentarios bordes del muchacho no le hubiesen sentado muy bien (y porque Paul ya le había contestado a su manera):

¿Qué tal si empezáis por traerlos a mi presencia, eh? No será muy difícil para ti, kupó. No tienen ninguna razón para resistirse a volver, kupó.

Lo cual daba lugar a otra opción: ¿y si se habían escapado? ¿Tendrían entonces que utilizar la fuerza? Mog no lo dejó claro, ni tampoco mencionó dicha posibilidad. Si de verdad se la había planteado… probablemente lo dejase a decisión de los aprendices. Él sólo quería noticias de sus chicos, o a ellos mismos.

Por último, quedaba la cuestión de Paul. Mog, en esta ocasión, quedó entre sorprendido e indignado.

¿Ganar? ¿Beneficio? ¡Kupokupokupo! ¿Qué tal un poco de solidaridad, kupó? Puede que a ti no te preocupen, y pese a que sean de otra raza, ¡sí que hay mucha gente triste por ellos, kupó! ¿Acaso su rescate no debería ser lo más importante, kupó? ¿De qué te servirán los alardes de fuerza si no los usas para nadie, kupó? ¿A qué tipo de familia quieres pertenecer? —pasado el ataque de ira, terminó por decirle, únicamente en dirección al chico—. Pero está bien, kupó. Si eso es lo que quieres, te daré una recompensa si consigues traerlos a ambos aquí, kuposanos y kuposalvos. ¿Es suficiente para ti, kupó? Prometo no defraudarte con el premio, kupó.

Solucionadas las dudas, sólo quedaba empezar el encargo. Moglullón seguía frito en el sueño, soñando con quién sabe qué. En cuanto pusieran una mogunuez bajo su nariz, comenzaría a olisquearla, hasta dejarse guiar por ella, e irse despejando poco a poco. Sería entonces cuando tendrían unos valiosos segundos con los que entrar en acción, antes de que volviera a dormirse.

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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor ruan » Mié Oct 10, 2012 7:33 am

Yo tengo una pregunta— preguntó el chico con canas al moguri parlante —el castillo está llenos de moguris, ¿cómo reconoceremos a esos moguris? Además, si tuviésemos un mapa del castillo nos resultaría más fácil. —

Dudo que encontréis a esos moguris andando apaciblemente por los pasillos de Tierra de Partida, kupó. Al fin y al cabo, todos los nuestros han estado muy ocupados buscándolos. Pienso que quizá estén en un desván escondidos, o encerrados; o bien, que se hayan perdido en los alrededores y no hayan vuelto, kupó. Si necesitáis datos más específicos, kupó… Son blancos y tienen un pompón rojo — no me podía creer esto.

Has pasado prácticamente una hora hablando cosas inútiles y ahora que necesitamos que nos cuentes algo importante nos respondes con esas ¿miseras palabras?— no tenía sentido aquella criatura del pompón parlante, ¿como quiere que les encontremos con tal magnifica descripción?

Además, si confiáis en el olfato de Moglullón, él os indicará cuando habéis hallado a uno, kupó.— al menos teniamos algo de esperanza.

— Yo tengo otra pregunta— dije acariciándome el pelo — ¿Qué haremos cuando encontremos a esos moguris?

Pues traerlos aquí, idiota.— ¿pero que era esto? Ese chico estaba más que loco o era horriblemente idiota y aparate me irritaba de una manera casi inhumana.

¿Qué tal si empezáis por traerlos a mi presencia, eh? No será muy difícil para ti, kupó. No tienen ninguna razón para resistirse a volver, kupó.

No le hize mucho caso a la criatura del pompón hablamucho, ya que sabía que carecían de inteligencia humana, pero lo que de verdad me enfureció fue Paúl.

¿Eres imbécil?— pregunte enfadado, aquel chico iba a conseguir sacar lo peor de mí —¡Ya sé que eres un poco sin cerebro y actuás a lo bruto como si fueras de la era de los monos!...— me encantó esa frase— y lo digo porque si fueras un poco más listo entenderías que...

>>si los moguris, o como los llamo yo, criaturas del pompón ya han rebuscado por todo el castillo, se supone que las criaturas perdidas están en lugar de difícil acceso, se han escapado por motivos obvios o bien se han quedado atrapados en algún lugar o raptados y pude ser que ni siquiera estén aquí, ¿que haremos cuando los encontremos y estén en una situación tan complicada que no podamos hacer nada? ¿Que haremos si ellos no quieren volver? Y un largo etcétera de situaciones que pueden pasar. ¿Entiendes ahora o te lo tengo que deletrear? Tenemos que estar preparados por si se nos presenta alguna situación difícil.


Por cierto,— le dije señalando con mi llave espada que aún no había guardado —como intentes cogerme del cuello otra vez o hacer cualquier tontería resolveremos esto a tu estilo, o sea, a lo bruto.— le miraba serio, quería intimidarlo —Quien avisa no es traidor, ¿a que suena raro viniendo de mí?— sonreí maliciosamente.

Bueno, yo tengo una duda. ¿Qué vamos a ganar haciendo esto? Yo se supone que vine a hacerme más fuerte y en cambio esto no veo que pueda hacerlo, aunque si hay que hacerlo se hará, pero no veo ningún beneficio hacia nosotros.

¿Ganar? ¿Beneficio? ¡Kupokupokupo! ¿Qué tal un poco de solidaridad, kupó? Puede que a ti no te preocupen, y pese a que sean de otra raza, ¡sí que hay mucha gente triste por ellos, kupó! ¿Acaso su rescate no debería ser lo más importante, kupó? ¿De qué te servirán los alardes de fuerza si no los usas para nadie, kupó? ¿A qué tipo de familia quieres pertenecer? — solté una carcajada al más puro estilo Ronin al escuchar al moguri reprochar al bruto de Paúl, aquel moguri tenía razón en cierto punto— Pero está bien, kupó. Si eso es lo que quieres, te daré una recompensa si consigues traerlos a ambos aquí, kuposanos y kuposalvos. ¿Es suficiente para ti, kupó? Prometo no defraudarte con el premio, kupó.

Y ahora teníamos que ponernos en marcha con la operación mogurescate, sin embargo, si tenía que trabajar con aquellos tres débiles tenía que saber sus nombres por si acaso.

¿Como os llamáis?— pregunté sin más y sin menos. —Como debéis saber, soy Jack, Jack Lenix y esta es Liss, mi compañera.

¿Empezamos esta estúpida misión de una vez? — esperaba una respuesta —¿Como mantendríamos al moguri dormilón despierto sin gastar tantos de esos frutos raros? — añadí sin muchas canas.

¿Como lo haríamos? Tenía que haber una forma de mantenerlo despierto sin necesidad de usar tantos frutos, ¿podríamos observar el tiempo máximo que el dormilón se quedaba de pie?

Podríamos mirar si él va atrás del fruto cuando lo tiramos al suelo enrollado en el disfraz, esta es mi sugestión.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Sorkas » Dom Oct 14, 2012 12:00 pm

Dudo que encontréis a esos moguris andando apaciblemente por los pasillos de Tierra de Partida, kupó. Al fin y al cabo, todos los nuestros han estado muy ocupados buscándolos. Pienso que quizá estén en un desván escondidos, o encerrados; o bien, que se hayan perdido en los alrededores y no hayan vuelto, kupó. Si necesitáis datos más específicos, kupó… Son blancos y tienen un pompón rojo —me respondió Mog—. Además, si confiáis en el olfato de Moglullón, él os indicará cuando habéis hallado a uno, kupó.

Sin duda, no me gustó la respuesta. ¿Qué se creía? ¿Qué no sabía cómo eran los moguris? Como si no hubiese tenido suficiente con estos dos últimos años…

Aun así, acepté la respuesta sin ningún reproche. Tampoco me importó mucho que ni mencionase la posibilidad de darnos un mapa. Si esto era una misión de entrenamiento, estaba claro que no nos lo pondrían fácil. Tal vez ni siquiera habría moguris perdidos sino que se han escondido aposta como forma de entrenamiento. Decidí seguirles el juego, por el momento.

Al falso maestro tampoco le gustó la respuesta, pero él no se calló como yo sino que contestó de mala manera. “Qué imbécil… Deberíamos abandonarle y seguir los demás con la misión solos. Tal vez se lo proponga a Rhía y al otro chico…

Tras otra pregunta del falso maestro, a la que no hice el menor caso, nos soltó un discurso de todas las situaciones complicadas en la que se podrían encontrar los moguris. Al final, volvió a amenazar al chico del pelo blanco, pero no llegó a más.

Sin más, y tras otro discurso de Mog que creo que iba sobre los beneficios de la misión, aunque tampoco le hice el menor caso, pues estaba observando como Moglullón seguía durmiendo apaciblemente. Intentaba pensar ya en la manera de sacarle el máximo rendimiento a nuestras mogunueces. Esta vez, el falso maestro se me adelantó:

¿Cómo os llamáis? Como debéis saber, soy Jack, Jack Lenix y esta es Liss, mi compañera. —nos dijo, así que ya sabía su nombre, sin duda no lo olvidaría—. ¿Empezamos esta estúpida misión de una vez? ¿Cómo mantendríamos al moguri dormilón despierto sin gastar tantos de esos frutos raros?

En eso estaba pensando mismamente yo, tal vez Jack era insoportable, pero tonto no era ni mucho menos.

Podríamos mirar si él va atrás del fruto cuando lo tiramos al suelo enrollado en el disfraz, esta es mi sugestión.

No era mala idea, pero a mi también se me había ocurrido otra en el transcurso de la situación. Era una idea en la que no tenía muchas esperanzas, pero como Mog no nos había puesto límite de tiempo supuse que no perdíamos nada en intentarla.

Me llamo Sorkas… “Encantado” de conocerte —respondí a Jack, remarcando la palabra “encantado”, seguro que pillaba la doble intención—. Podríamos intentar mantenerle despierto a cambio de algunos platines. Al fin y al cabo es un moguri como otro cualquiera, y si algo sé de los moguris es que les encantan los platines.

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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Lun Oct 15, 2012 10:35 pm

Tras las preguntas formuladas por mis compañeros, Mog les respondió inmediatamente.

Dio una absurda descripción de los Moguris y nos remarcó que confiáramos en Moglullón para encontrarlos.

Antes de que me diera cuenta Jack y Paul volvieron a pelearse.

¿Eres imbécil? Ya sé que eres un poco sin cerebro y actuás a lo bruto como si fueras de la era de los monos!... y lo digo porque si fueras un poco más listo entenderías que...

>>si los moguris, o como los llamo yo, criaturas del pompón ya han rebuscado por todo el castillo, se supone que las criaturas perdidas están en lugar de difícil acceso, se han escapado por motivos obvios o bien se han quedado atrapados en algún lugar o raptados y pude ser que ni siquiera estén aquí, ¿que haremos cuando los encontremos y estén en una situación tan complicada que no podamos hacer nada? ¿Que haremos si ellos no quieren volver? Y un largo etcétera de situaciones que pueden pasar. ¿Entiendes ahora o te lo tengo que deletrear? Tenemos que estar preparados por si se nos presenta alguna situación difícil.


Por cierto, como intentes cogerme del cuello otra vez o hacer cualquier tontería resolveremos esto a tu estilo, o sea, a lo bruto. Quien avisa no es traidor, ¿a que suena raro viniendo de mí?

--Eh, eh, calma chicos, los encontraremos en equipo, así que relajaos ya que pasaréis un largo rato juntos.-Dije para intentar calmarlo. No podía permitir que estuvieran más pendientes de pelearse entre ellos que estar por la faena. Teníamos que encontrar aquellos Moguris, era nuestro entrenamiento, y si nos habían puesto esa tarea sería por algo.

Mog no nos dio ningún mapa, yo al menos estaba perdida en aquel enorme castillo, no sabría cómo moverme por allí, me crucé de brazos y me rasqué l barbilla. Abrí el cofrecito y empecé a mirar el peluche y el disfraz, eran realmente curiosos. Los olí y apenas pude distinguir el olor de uno al del otro, ¿cómo podría Moglullón poder encontrar aquellos Moguris tan solo con poder olerlos?

Me había embobado, sabía que habían estado hablando, pero la voz de Jack me despertó de mi sueño.

¿Como os llamáis? Como debéis saber, soy Jack, Jack Lenix y esta es Liss, mi compañera. ¿Empezamos esta estúpida misión de una vez? ¿Como mantendríamos al moguri dormilón despierto sin gastar tantos de esos frutos raros?

-Como ya dije en los Jardines, me llamo Rhía- Y volví a intentar sonreír intentando olvidar lo pasado- La verdad es que lo había pensado, podríamos contar más o menos cuántos frutos hay, más que nada para no quedarnos sin ninguno.

Podríamos mirar si él va atrás del fruto cuando lo tiramos al suelo enrollado en el disfraz, esta es mi sugestión.[/quote]

Sorkas también se presentó.

Me llamo Sorkas… “Encantado” de conocerte. Podríamos intentar mantenerle despierto a cambio de algunos platines. Al fin y al cabo es un moguri como otro cualquiera, y si algo sé de los moguris es que les encantan los platines.

Se notaba que él también estaba molesto con Jack. Al fin y al cabo seguro que todo seríamos útiles en esta misión, solo teníamos que centrarnos en ella y dejar aparte los problemas de enemistad y lo sucedido, aunque con ese par, sería difícil.

-Yo creo que es tan vago que no querrá los platines, primero lo podríamos tentar acercándole una Mogunuez a la nariz y dejar que oliera los objetos, seguidamente le podríamos dar la Mogunuez y que se pusiera en marcha- Dije explicando claramente y haciendo muchos gestos para que lo entendieran. Teníamos que agilizar, el Castillo era enorme y no sería tarea fácil.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Mar Oct 16, 2012 12:38 am

Mog respondió al canoso con una respuesta un poco tonta y además de que no dijo nada sobre el mapa, a saber cómo nos podríamos manejar por aquel gigantesco castillo.

También respondió al impostor diciéndole lo mismo que yo, pero con unas palabras más suaves. Tras haberlas escuchado, vino hacia mí con cara de cabreado.

¿Eres imbécil?

Por lo que se veía se había molestado por mi comentario, lo cual hizo que me riera, si tan listo se creía ¿por qué no me ignoraba? Decidí mofarme de él.

-No, pero me parece que estoy hablando con uno ahora mismo-Le dije y comencé a reírme.

-¡Ya sé que eres un poco sin cerebro y actúas a lo bruto como si fueras de la era de los monos!... - Me dijo, se creía que me iba a doler aquel insulto, estaba equivocado. y lo digo porque si fueras un poco más listo entenderías que...

Según parecía iba a soltarme un buen discurso por lo que decidí darme la vuelta y no hacerle ni pizca de caso.

-Bah…- Dije mientras moví la mano para aclararle que no tenía intención de escucharle.

Siguió hablando pero no le estuve prestando atención hasta que escuche el sonido de la cadenita que tienen las Llaves Espadas al moverse. Instintivamente me llevé la mano a la empuñadura de mi espada por si me atacaba, pero solo me amenazó.

Por cierto,- Giré el cuello para mirarle—como intentes cogerme del cuello otra vez o hacer cualquier tontería resolveremos esto a tu estilo, o sea, a lo bruto. Quien avisa no es traidor, ¿a que suena raro viniendo de mí?

¿Estaba amenazándome? Lo único que consiguió es que me riera, él no tenía ni una posibilidad contra mí.

-Como veas- Dije mientras le guiñé un ojo.

Tras nuestro cruce de palabras llegó Rhía para poner paz.

-Eh, eh, calma chicos, los encontraremos en equipo, así que relajaos ya que pasaréis un largo rato juntos.--En realidad tenía razón, pero me parecía que aquel chico solo iba a causar problemas.

-Tranquila Rhía, yo paso de él.-Le dije mientras le di una palmadita en el hombro para tranquilizarla.

Por fin pude hacer mi pregunta a Mog, la cual hizo que se impresionara un poco, aunque ya me lo esperaba.

-—¿Ganar? ¿Beneficio? ¡Kupokupokupo! ¿Qué tal un poco de solidaridad, kupó? Puede que a ti no te preocupen, y pese a que sean de otra raza, ¡sí que hay mucha gente triste por ellos, kupó! ¿Acaso su rescate no debería ser lo más importante, kupó? ¿De qué te servirán los alardes de fuerza si no los usas para nadie, kupó? ¿A qué tipo de familia quieres pertenecer?

Al instante oí cómo se reía el impostor, pero no le hice ni el más mínimo caso. Mog tenía un poco de razón, lo cual me hizo que pensara que es como si mi padre fuera el que estuviera desaparecido.

Pero está bien, kupó. Si eso es lo que quieres, te daré una recompensa si consigues traerlos a ambos aquí, kuposanos y kuposalvos. ¿Es suficiente para ti, kupó? Prometo no defraudarte con el premio, kupó.

Lo que me dijo hizo que se me dibujara una sonrisa en mi cara.

-¡Pues cuenta conmigo entonces!- le contesté mientras cerré el puño para afirmarle que iba a poner todo de mí.

Mog se quedó callado y entonces el impostor se acercó a nosotros.

¿Como os llamáis? Como debéis saber, soy Jack, Jack Lenix y esta es Liss, mi compañera.

¿Cómo que debíamos saber su nombre? Ni que fuera alguien importante, yo le iba a seguir llamando por “El impostor” aunque no olvidaría su nombre.

¿Empezamos esta estúpida misión de una vez? ¿Cómo mantendríamos al moguri dormilón despierto sin gastar tantos de esos frutos raros?

Buena pregunta aquella, aunque Rhía inmediatamente vino para presentarse.

-Como ya dije en los Jardines, me llamo Rhía. La verdad es que lo había pensado, podríamos contar más o menos cuántos frutos hay, más que nada para no quedarnos sin ninguno.

Sí, también esa era una buena idea, lo peor que nos podría pasar es quedarnos sin los alimentos esos, porque a ver quién despierta al dormilón ese.

Podríamos mirar si él va atrás del fruto cuando lo tiramos al suelo enrollado en el disfraz, esta es mi sugestión.- Por fin parece que iba a servir para algo el impostor. Tras esto el canoso se presentó.

Me llamo Sorkas… “Encantado” de conocerte. Podríamos intentar mantenerle despierto a cambio de algunos platines. Al fin y al cabo es un moguri como otro cualquiera, y si algo sé de los moguris es que les encantan los platines.

Por lo que se veía Sorkas también estaba un poco mosqueado con el impostor. Me alegraba ver que no era el único, aquel chico me estaba empezando a caer bien.


-Yo creo que es tan vago que no querrá los platines, primero lo podríamos tentar acercándole una Mogunuez a la nariz y dejar que oliera los objetos, seguidamente le podríamos dar la Mogunuez y que se pusiera en marcha-Propuso Rhía, no era mala idea, pero yo propuse otra cosa.

-Bueno, pues yo soy Paul, me alegro de conocerte, Sorkas.- Le dije mientras le ofrecía la mano esperando que hiciese lo mismo, en cuanto lo hiciera me decidí a decir mi propuesta.- Bueno, pues yo apoyo la idea de éste-Dije sin muchas ganas mientras señalaba al impostor.- Pero en vez de tirar la Mogunuez enrollada en el disfraz directamente lo que podríamos hacer es dejar la Mogunuez en el suelo y cuando se acercase para comérsela tirar el disfraz, por ejemplo, encima para que lo oliera.-Propuse, supongo que era una buena estrategia, pero debíamos elegir una que le gustase a todos.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Sab Oct 20, 2012 12:31 am

Al final, parecía que el grupo iba a desintegrarse por sí mismo antes de llegar a ningún lado, tras los embustes de Jack, el claro rechazo de sus compañeros por él, y su discusión con Paul, frente al mismísimo Mog, que los ignoraba deliberadamente. A ellos, y al comentario sobre “las criaturas con pompón”.

Sin embargo, al comenzar la misión de verdad, cada uno propuso varias ideas para usar a Moglullón.

Lo primero de todo, es que había un total de veinte mogunueces en el saco. Puede que fueran muchas, o puede que fueran pocas. No lo sabrían hasta que comenzaran a utilizarlas, pero al menos podían pensar poco a poco cómo racionarlas. Y siempre quedaba la opción de pedirle más a Mog, si es que tenía.

Como no había forma de saber cuál era la mejor idea, probaron todas. Primero, la de Sorkas, ofreciéndole platines. Pero nada. Moglullón seguía totalmente frito, sin importar la cantidad que mencionases. Quizá lo lamentase una vez estuviera consciente, cuando se percatara de que podría haberse comprado muchas más mogunueces…

En cualquier caso, la siguiente propuesta fue de Jack. De los dos objetos que les habían entregado, optaron por usar el disfraz, enrollando en él la mogunuez. Efectivamente, al sacar el fruto del saco, la nariz de Moglullón comenzó a reaccionar. Avanzó, casi a tientas, guiándose únicamente de dicho sentido y… se comió la nuez y olvidó por completo el disfraz. Seguramente no hubiese captado la intención de los chicos… Tirar la prenda encima tampoco habría servido de nada, puesto que Moglullón no prestaba atención a más olores.

Por último, vino la idea de Rhía. Tras tentarle con una nuez, dejaron que Moglullón captase el olor del disfraz, acercándoselo a la nariz, deseando que en aquel estado de seminconsciencia (cuando más le convenía), registrase el aroma. Y luego, le ofrecieron la mogunuez como recompensa.

El efecto fue inmediato: Moglullón comenzó a volar, casi a ras del suelo, como si no quisiera separarse de él, en dirección a la puerta. Al parecer, había sido tratado como un perro en ocasiones anteriores, así que estaba domesticado para aquel tipo de trabajos.

Moglullón avanzó, completamente decidido, a través de los pasillos del castillo. Tenían que abrirle las puertas para que no se chocaran (y alguna que otra ventana por la que quería pasar), y darle de vez en cuando nueces para que no se cansara, pero el trabajo en sí fue sencillo. Pasaron por la cocina, la biblioteca, la sala del trono, el gimnasio, los Jardines, el Gremio, la habitación de Kazuki, los baños de mujeres, la lavandería y una especie de habitación de juegos para las mascotas que no habían visto hasta entonces.

Habían recorrido más de medio castillo cuando Moglullón se detuvo ante una puerta, esperando que la abrieran. Al hacerlo, los chicos se encontraron con una desagradable sorpresa: habían vuelto al comedor. Toda la vuelta les había llevado hasta el mismo punto de partida, y en el saco sólo quedaban siete mogunueces. Pese a todo, Mog estaba a pocos metros de ellos, sentado en un banquillo picando algo.

No obstante, pudieron apreciar que Moglullón, quien tampoco parecía demasiado listo como para maquinar aquel plan de engañarlos para comer nueces, siguió avanzando, hasta una mesa concreta del comedor. Allí, cayó sobre el centro de la superficie, y se tumbó.

Pudieron entonces apreciar que su nariz seguía aspirando todos los olores posibles. La búsqueda continuaba. Pero, ¿qué demonios estaba haciendo?

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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor ruan » Lun Oct 22, 2012 3:26 am

¿Eres imbécil?— pregunte enfadado, aquel chico iba a conseguir sacar lo peor de mí.

No, pero me parece que estoy hablando con uno ahora mismo— Dijo Paul y después se puso a reír como un idiota, jamás superaría mi risa maléfica.

¡Ya sé que eres un poco sin cerebro y actuás a lo bruto como si fueras de la era de los monos!...— me encantó esa frase— y lo digo porque si fueras un poco más listo entenderías que...

>>si los moguris, o como los llamo yo, criaturas del pompón ya han rebuscado por todo el castillo, se supone que las criaturas perdidas están en lugar de difícil acceso, se han escapado por motivos obvios o bien se han quedado atrapados en algún lugar o raptados y pude ser que ni siquiera estén aquí, ¿que haremos cuando los encontremos y estén en una situación tan complicada que no podamos hacer nada? ¿Que haremos si ellos no quieren volver? Y un largo etcétera de situaciones que pueden pasar. ¿Entiendes ahora o te lo tengo que deletrear? Tenemos que estar preparados por si se nos presenta alguna situación difícil.

Observé como Paul se había girado y no me hacía el más mínimo caso y eso me irritó.

Por cierto,— le dije señalando con mi llave espada que aún no había guardado —como intentes cogerme del cuello otra vez o hacer cualquier tontería resolveremos esto a tu estilo, o sea, a lo bruto.— le miraba serio, quería intimidarlo —Quien avisa no es traidor, ¿a que suena raro viniendo de mí?— sonreí maliciosamente.

Como veas— Paul me guiño el ojo.

En ese momento él me demostró que carecía de madurez e inteligencia. Sin embargo, antes de que pudiera decir cualquier cosa la chica se aproximó intentando tranquilizarnos, no lo iba a conseguir conmigo.

Eh, eh, calma chicos, los encontraremos en equipo, así que relajaos ya que pasaréis un largo rato juntos.

Tranquila Rhía, yo paso de él.

Decidí dejarlo estar, ya no quería molestarme en decir nada más a aquel idiota.

¿Como os llamáis?— pregunté sin más y sin menos. —Como debéis saber, soy Jack, Jack Lenix y esta es Liss, mi compañera.

Como ya dije en los Jardines, me llamo Rhía— y la tal Rhía sonrió — La verdad es que lo había pensado, podríamos contar más o menos cuántos frutos hay, más que nada para no quedarnos sin ninguno.

Y así hicimos, contamos todos los frutos, en total había veinte frutos para el moguri.

Podríamos mirar si él va atrás del fruto cuando lo tiramos al suelo enrollado en el disfraz, esta es mi sugestión.

Me llamo Sorkas… “Encantado” de conocerte. Podríamos intentar mantenerle despierto a cambio de algunos platines. Al fin y al cabo es un moguri como otro cualquiera, y si algo sé de los moguris es que les encantan los platines. — dijo el chico canoso remarcando la palabra “encantado”, seguramente para dejar más claro que me admiraba.

No era una mala idea la de Sorkas, pero no tenía mucha fe en ello, no creía que él moguri dormido tuviera uso de razón como para saber las cantidades que mencionásemos.

Yo creo que es tan vago que no querrá los platines, — la chica pensaba igual que yo — primero lo podríamos tentar acercándole una Mogunuez a la nariz y dejar que oliera los objetos, seguidamente le podríamos dar la Mogunuez y que se pusiera en marcha

Otra idea que no era mala, pero la mía era mejor en todos los sentidos.

—[color=#BF0000]Bueno, pues yo soy Paul, me alegro de conocerte, Sorkas.[/color] — Paul le ofreció la mano para que Sorkas se la diese también, en mi opinión, yo no sé la daría —Bueno, pues yo apoyo la idea de éste— me señaló, yo sonreí alegremente, al parecer era tan listo que hasta mis enemigos me admiraban — Pero en vez de tirar la Mogunuez enrollada en el disfraz directamente lo que podríamos hacer es dejar la Mogunuez en el suelo y cuando se acercase para comérsela tirar el disfraz, por ejemplo, encima para que lo oliera.

La sonrisa se me borró de la cara, mi plan era perfecto tal como era, no necesitaba ningún cambio.

Mi plan es perfecto— dije mirando seriamente a Paul —¿Probamos las ideas ya? — pregunté —Recomiendo que empecemos por la de Sorkas.

Y así hicimos, ofrecimos varios platines, pero nada, el moguri no se inmutó, no era de extrañar.

Seguidamente probamos con mí idea. Al sacar el fruto del saco la nariz de la criatura del pompón comenzó a moverse de una manera humillante. Este avanzó hasta el disfraz y la mogunuez, al llegar se comió a esta descaradamente olvidando el disfraz que se quedó tendido en el suelo.

¿Pero qué? — no me podía creer que mí plan perfecto había fracasado.

Estaba frustrado, pero aún así mantuve la calma en todo momento.

Por último probamos la idea de Rhía. Dejamos que el moguri dormilón oliese la mogunuez, después le acercamos el disfraz y por ultimo le dimos la nuez para que se la comiera.

Yo no creí en lo que vi. La criatura del pompón se levantó y se fue volando hacía la puerta, yo se la abrí perplejo.

¿Cómo la idea de aquella chica de cara inútil funcionó? No tenía respuesta para eso.

Fuimos siguiendo al moguri medio dormido todo el tiempo, yo le abrí un par de veces más las puertas por la que él quería pasar. Rodamos todo el castillo, fuimos a la cocina, la biblioteca, la sala del trono, el gimnasio, los Jardines, el Gremio, la habitación de uno de los maestros, los baños de mujeres, la lavandería y un extraño salón donde había juguetes y demás chorradas para animales.

Llegó un momento en el que el moguri se paro en una puerta esperando a que la abriésemos. Al abrirla, en lo único que podía pensar era estrangular a aquella estúpida criatura por simple fato de que habíamos vuelto al comedor.

Gruñí enfadado.

Moglullón siguió volado hacía una mesa. Al llegar se tumbó en esta sin dejar de mover su nariz.

Gire la cabeza enfadado hacia Mog que estaba sentado picando alguna cosa, decidí poner las cosas claras.

Veamos, ¿que pretendes? — pregunté tranquilamente a Mog mientras me acercaba a él —¿Por qué hemos dado toda esta inútil vuelta para luego él bichejo este se tumbe en la mesa? — me volteé para añadir algo más a mis, por lastima, compañeros — ¿Y ahora qué hacemos?
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Sorkas » Mar Oct 23, 2012 11:38 pm

Después de presentarme, los demás empezaron a proponer otras ideas a la causa.

Yo creo que es tan vago que no querrá los platines —argumentó Rhía, gesticulando excesivamente—, primero lo podríamos tentar acercándole una Mogunuez a la nariz y dejar que oliera los objetos, seguidamente le podríamos dar la Mogunuez y que se pusiera en marcha.

Bueno, pues yo soy Paul, me alegro de conocerte, Sorkas —me dijo Paul, ofreciéndome la mano como saludo. Estreché su mano asintiendo complacido— Bueno, pues yo apoyo la idea de éste. Pero en vez de tirar la Mogunuez enrollada en el disfraz directamente lo que podríamos hacer es dejar la Mogunuez en el suelo y cuando se acercase para comérsela tirar el disfraz, por ejemplo, encima para que lo oliera.

Otras dos ideas igual de válidas que las demás, daba la sensación de que íbamos a probar todas. No tenía nada que objetar.

Mi plan es perfecto —señaló Jack dirigiéndose a Paul. No pude sino reírme ante tal demostración de amor propio— ¿Probamos las ideas ya? Recomiendo que empecemos por la de Sorkas.

Vaya, he de reconocer que me sorprendió, aunque tal vez se reservaba su “plan perfecto” para el final y que nos asombrara a todos. Pese a todo, no estaba dispuesto a discutir pues no tenía sentido. Asentí levemente.

Por desgracia para mi, y para regocijo de Jack, el moguri no mostró reacción alguna a los platines. Estaba claro que éste no era uno de los moguris con los que he convivido en los últimos años.

Está claro que éste no es uno de los moguris con los que he convivido en los últimos años… —pensé en voz alta.

Acto seguido probamos el plan de Jack. Tal vez se cansó de esperar resultados.

Esta vez me tocó a mí reírme, puede que demasiado alto. El moguri apenas se había desplazado lo suficiente para comerse la mogunuez sin hacer ni caso al disfraz. La cara de Jack era todo un poema.

Por último quedaba Rhía. Sacamos otra mogunuez, se la acercamos al hocico de Moglullón y rápidamente le pusimos a oler el disfraz de humano. Finalmente dejamos que se zampase su comida.

Esta vez el moguri emprendió el vuelo y se puso en camino hacia una dirección que solo él conocía.

¡Funciona! —exclamé bastante sorprendido.

Todos nos pusimos a seguirle, más lentos de lo que me gustaría pues el moguri no era precisamente un atleta. El moguri realizó un auténtico tour por todo el castillo, recorrimos la sala del trono, los Jardines, la habitación de un Maestro, una habitación de juegos y un sinfín de sitios en los que jamás había estado.

Tras un buen rato, mi sentido de la orientación se mosqueó. Notaba que estábamos en un sitio conocido. Sin embargo, estaba bastante seguro que por aquel pasillo no habíamos ido. Aun así, en ese momento creí que estábamos cerca de algún lugar que habíamos pasado.

Chicos… Creo que estamos…—dije, aunque no me hicieron caso y abrieron la puerta ante la que estaba Moglullón.

Y ahí estaba el objeto de mi sospecha. Habíamos regresado al comedor donde plácidamente comía Mog. El moguri, como si no hubiese hecho nada malo, fue apaciblemente a tumbarse sobre una mesa.

Como no, el primero en mostrarse airado fue Jack.

Veamos, ¿que pretendes? ¿Por qué hemos dado toda esta inútil vuelta para luego él bichejo este se tumbe en la mesa? ¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Jack, visiblemente cabreado.

Como siempre, yo intenté no perder la calma. Cada vez estaba más convencido de que todo era un simple entrenamiento en el que los moguris se habían escondido.

Tal vez haya algo debajo de la mesa —indiqué sin mucho convencimiento mientras observa a Moglullón—. Deberíamos investigarla a fondo. Y si no encontramos nada, debemos probar con el moguri de peluche.

Al mencionar al moguri de peluche me percaté de que se nos acababan las mogunueces. Miré a la bolsa y apenas conté que quedaban siete. Este maldito moguri nos había dejado sin nueces y no habíamos conseguido nada.

Sin esperar la respuesta de mis compañeros me giré hacia Mog.

Por supuesto, si ni siquiera nos das un mapa, supongo que tampoco nos darás más mogunueces —grité para que me oyera.

Dependiendo de su respuesta tal vez pudiese saber si realmente querían encontrar a los moguris perdidos o simplemente era un ejercicio.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Jue Oct 25, 2012 7:40 pm

Mi plan es perfecto -Me dijo el impostor mientras me miraba con una cara muy seria. Encima que más o menos lo había apoyado seguía así, qué tonto era. Yo sólo me limité a asentir pero de una forma irónica.

-¿Probamos las ideas ya? Recomiendo que empecemos por la de Sorkas.-Recomendó el impostor.

-Vamos allá.

Le ofrecimos unos cuantos platines al Moguri, pero ni caso, parecía que sólo iba a hacer caso a las Mogunueces esas.

Probamos la idea del impostor, pero tampoco hizo caso, simplemente se comió la Mogunuez, así que decidí no probar mi idea porque iba a ser mi mismo resultado y no era cuestión de gastar muchas.

Miré a Jack y tenía una cara de cabreado porque no le había salido el plan. Yo me reí y me mofé de él.

-¿No era perfecto?-Le dije y seguí riendo, Sorkas también se rió, cada vez me caía mejor.- Bueno,¡ vamos con tu plan Rhía!

Le pusimos una Mogunuez en la nariz con mucho cuidado para que no se la comiera de inmediato, después le dejamos oler el disfraz y le dimos la Mogunuez esperando que funcionara de algo.

Y así fue, empezó a correr a ras del suelo, el plan de Rhía había conseguido hacer que nos hiciera caso.

-¡Bien hecho Rhía!-Le felicité mientras le di una colleja no muy fuerte-Te la debía-Le comenté riéndome un poco y le guiñé el ojo-Bueno,¡ vamos a seguirlo que se nos escapa!

Seguimos al Moguri por todos lados buscando el rastro, llegamos a pasar por la cocina, la biblioteca, la sala del trono, el gimnasio los Jardines, una taberna llamada el Gremio, una habitación que a saber de quién sería, los baños de mujeres, que menos mal que no había ninguna, porque íbamos a liarla si había alguna y una habitación con como atracciones pero muy pequeñas.

Tras recorrer casi todo el Castillo, el Moguri se paró delante de una puerta.

Chicos… Creo que estamos…-Dijo Sorkas, según él ya sabía dónde estábamos.

Se la abrimos y seguidamente vimos que habíamos acabado donde empezamos, en el Comedor, hasta Mog seguía por allí.

-¿Tanto camino para esto?-Me quejé y me llevé la mano a la cara en señal de decepción.

Me percaté que Moglullón se dirigió hacia una mesa y se tumbó allí, aunque sin dejar de mover su nariz, quizás oliera algo más.

Veamos, ¿qué pretendes? ¿Por qué hemos dado toda esta inútil vuelta para luego él bichejo este se tumbe en la mesa? ¿Y ahora qué hacemos? — Preguntó Jack, muy cabreado.

Sorkas, con mucha calma comentó que quizás hubiera algo debajo de la mesa y si no había nada que probáramos con el otro objeto. Pero tras mirar a la bolsa de las Mogunueces que, al parecer había muy pocas en ella, se dirigió cabreado a Mog.

Por supuesto, si ni siquiera nos das un mapa, supongo que tampoco nos darás más mogunueces —Gritó, tenía razón con los de las Mogunueces, ya quedaban muy pocas.

Por mi parte también estaba cabreado, pero ellos dos ya se habían quejado así que decidí seguir la recomendación de Sorkas.

-Rhía, vamos a mirar debajo de la mesa, quizás encontremos algo productivo.

Esperé su respuesta y me dirigí a la mesa aunque Rhía no me siguiese.

-A ver…

Me arrodillé y empecé a tocar en el suelo que había debajo de la mesa, en la parte de abajo e incluso llegué a mover a Moglullón de su sitio, quizás encontráramos algún objeto de los Moguris, no creo que se hubiera quedado ahí por nada en concreto.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Sab Oct 27, 2012 12:25 am

Cuando estuvimos todos presentados, Paul apoyó la idea de Jack. La verdad es que me molestó un poco, esperaba que me apoyara a mí no se porqué, pero así era. Pero no me enfadé, no le di demasiada importancia ya que para variar tuvieron otro pique, ya pasé de meterme, son cosas de niños. ¿De verdad tienen que competir por todo? Me provocaba cierta risa.

Propusieron empezar con la idea de Sorkas, y así lo hicimos.
Como yo había previsto lo de los platines falló, hice una sonrisilla maliciosa, aunque no iba en ese plan. Jack ansioso dijo de probar la suya, parecía desesperado por volver a competir y ganar, lástima de que fallara su idea. El moguri pasó completamente de las pertinencias cuyas tenía que oler y fue directo a engullir la mogunuez.

¿Pero qué? — Dijo frustrado. Pooobre, me reía por dentro, no lo mostraba ya que no quería faltarle al respeto como él había hecho con nosotros antes.

-¿No era perfecto?-Paul directamente se mofó de él, y reí de su gracia tímidamente.- Bueno, ¡vamos con tu plan Rhía!-Parecía más emocionado que yo, me hacía gracia, lo hacia mono.

-Allá vamos.-Le dije giñandole un ojo.

Cogí una mogunuez y me acerqué a Mogullón, con delicadeza le acerqué la mogunuez a la nariz, cuando vi que era el momento le acerqué el disfraz y el peluche para que los oliera, una vez olidos le di la Mogunuez.

Me aparté de un salto, feliz, ¡había funcionado! Sonreía mientras vi a Mogullón volar a ras de suelo hacia quien sabe donde en busca de los Moguris perdidos.

-¡Bien hecho Rhía!-Que cutre, me alegraba que se alegrara. Ostión.-Te la debía- No pude evitar mirarlo de reojo y soltar algo absurdo por impulso.

-¿¡Oye, de qué vas!? ¿Y así se trata a una dama?- Me giré para que no me viera reírme, quería que se tragara mi enfado, pero era prácticamente imposible.

-Bueno, ¡vamos a seguirlo que se nos escapa!

Y como niños pequeños fuimos tras Mogullón, recorriendo todo el castillo. Moglullón avanzó por los pasillos del castillo, íbamos dándole Mogunuezes de vez en cuando para que no se cansara, le teníamos que ir abriendo las puertas ¡y hasta alguna ventana! Pasamos por la cocina, la biblioteca, en la cual me paré un momento a mirar algún libro interesante, pasaría más tarde. La sala del trono, el gimnasio, los Jardines, el Gremio, la habitación de un maestro, los baños de mujeres, vaya pervertidos... la lavandería, que me recordó que quería ropa nueva y una especie de habitación de juegos para las mascotas, aunque no había visto muchas.

Seguimos tras Mogullón, y me iba fijando por donde pasabamos, ese pasillo me sonaba, y si mi sentido de la orientación no fallaba...

Chicos… Creo que estamos…— Dijo Sorkas.

-¿En el punto de partida?- Seguí su frase, cómo si nos hubiéramos leído la mente.

Abrimos la puerta del comedor y allí estábamos. Mientras, por raro que parezca, Jack le cantaba las cuarenta a todo bicho viviente, observé como Mogullón voló hasta una mesa.

-¿Qué hace?- Le pregunté a Paul.

-Rhía, vamos a mirar debajo de la mesa, quizás encontremos algo productivo.- Parecía una buena idea.

Él empezó a mirar el suelo buscando algo, pero nada. Quedaban pocas Mogunueces, ¿Y ahora qué?

-Oye, ¿Y si movemos la mesa a un lado? Quizás algo le impide seguir.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Sab Oct 27, 2012 12:26 am

Cuando estuvimos todos presentados, Paul apoyó la idea de Jack. La verdad es que me molestó un poco, esperaba que me apoyara a mí no se porqué, pero así era. Pero no me enfadé, no le di demasiada importancia ya que para variar tuvieron otro pique, ya pasé de meterme, son cosas de niños. ¿De verdad tienen que competir por todo? Me provocaba cierta risa.

Propusieron empezar con la idea de Sorkas, y así lo hicimos.
Como yo había previsto lo de los platines falló, hice una sonrisilla maliciosa, aunque no iba en ese plan. Jack ansioso dijo de probar la suya, parecía desesperado por volver a competir y ganar, lástima de que fallara su idea. El moguri pasó completamente de las pertinencias cuyas tenía que oler y fue directo a engullir la mogunuez.

¿Pero qué? — Dijo frustrado. Pooobre, me reía por dentro, no lo mostraba ya que no quería faltarle al respeto como él había hecho con nosotros antes.

-¿No era perfecto?-Paul directamente se mofó de él, y reí de su gracia tímidamente.- Bueno, ¡vamos con tu plan Rhía!-Parecía más emocionado que yo, me hacía gracia, lo hacia mono.

-Allá vamos.-Le dije giñandole un ojo.

Cogí una mogunuez y me acerqué a Mogullón, con delicadeza le acerqué la mogunuez a la nariz, cuando vi que era el momento le acerqué el disfraz y el peluche para que los oliera, una vez olidos le di la Mogunuez.

Me aparté de un salto, feliz, ¡había funcionado! Sonreía mientras vi a Mogullón volar a ras de suelo hacia quien sabe donde en busca de los Moguris perdidos.

-¡Bien hecho Rhía!-Que cutre, me alegraba que se alegrara. Ostión.-Te la debía- No pude evitar mirarlo de reojo y soltar algo absurdo por impulso.

-¿¡Oye, de qué vas!? ¿Y así se trata a una dama?- Me giré para que no me viera reírme, quería que se tragara mi enfado, pero era prácticamente imposible.

-Bueno, ¡vamos a seguirlo que se nos escapa!

Y como niños pequeños fuimos tras Mogullón, recorriendo todo el castillo. Moglullón avanzó por los pasillos del castillo, íbamos dándole Mogunuezes de vez en cuando para que no se cansara, le teníamos que ir abriendo las puertas ¡y hasta alguna ventana! Pasamos por la cocina, la biblioteca, en la cual me paré un momento a mirar algún libro interesante, pasaría más tarde. La sala del trono, el gimnasio, los Jardines, el Gremio, la habitación de un maestro, los baños de mujeres, vaya pervertidos... la lavandería, que me recordó que quería ropa nueva y una especie de habitación de juegos para las mascotas, aunque no había visto muchas.

Seguimos tras Mogullón, y me iba fijando por donde pasabamos, ese pasillo me sonaba, y si mi sentido de la orientación no fallaba...

Chicos… Creo que estamos…— Dijo Sorkas.

-¿En el punto de partida?- Seguí su frase, cómo si nos hubiéramos leído la mente.

Abrimos la puerta del comedor y allí estábamos. Mientras, por raro que parezca, Jack le cantaba las cuarenta a todo bicho viviente, observé como Mogullón voló hasta una mesa.

-¿Qué hace?- Le pregunté a Paul.

-Rhía, vamos a mirar debajo de la mesa, quizás encontremos algo productivo.- Parecía una buena idea.

Él empezó a mirar el suelo buscando algo, pero nada. Quedaban pocas Mogunueces, ¿Y ahora qué?

-Oye, ¿Y si movemos la mesa a un lado? Quizás algo le impide seguir.
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¿Quieres que te lave la ropa?


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Gracias Shosho~


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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Sab Oct 27, 2012 4:52 pm

Mog siguió comiendo con parsimonia al escuchar las airadas palabras de Jack. Pareció darse cuenta entonces de que los chicos habían vuelto al punto de inicio, pero no le dio demasiada importancia.

A mí no me lo preguntes —respondió, en cuanto hubo tragado la comida—. Es vuestro trabajo. Ya os he dado los medios necesarios para cumplirlo.

Y continuó a lo suyo, observando de reojo los próximos movimientos de los aprendices. Lo único que hizo, en favor a los aprendices, fue sacar otra bolsa de mogunueces, que dejó en la mesa donde estaba comiendo, por si Sorkas quería acercarse a cogerla.

Por otro lado, Paul y Rhía, quizá menos desconfiados, dieron rápidamente con el problema. Nada más retirar la mesa, Moglullón volvió a alzar el vuelo, para quedarse revoloteando en el nuevo hueco que habían dejado. Si observaban bien, apreciarían enseguida que, camuflado con el color y la textura del suelo, había una trampilla.

El moguri esperó a que alguno de ellos la abriera. La bisagra cedió con dificultad, claramente oxidada por el paso del tiempo, como si llevara allí mucho más de lo que pudieran imaginar. Moglullón, aun cabeceando, pero sin pedir más premios, descendió por ella hasta una habitación a la que podrían saltar los chicos.

El sótano al que accedieron era, claramente, viejo. Probablemente hubiese sido un trastero tiempo atrás, pero en ese momento sólo quedaban cajas rotas y vacías, cubiertas de una capa de polvo que hacía irrespirable gran parte del aire del lugar.

No obstante, sí había algo que descuadraba con el ambiente abandonado del sótano.

En una de las paredes había un mensaje, recientemente escrito, a juzgar por el olor a pintura. Estaba bastante remarcado, para que fuera increíblemente visible, y las letras eran grandes y muy bien cuidadas. Tenían hasta diversas florituras encantadoras.

El Juego está listo.
Las Cámaras esperan nuevas víctimas.
Si eres lo suficiente valiente como para enfrentarte a ellas…
¡No dudes en continuar!


Y, al lado, había dibujada una flecha que señalaba la única puerta de salida.

Moglullón se dirigió con seguridad hacia ella, esperando que alguno de los aprendices le permitiera el paso para continuar.

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Debido a que estaré de viaje, no podré esperar a nadie que se retrase =/
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