[Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Lavanda, Leon18, ruan y Sorkas

La aparición del bando de Bastión Hueco ha colocado a la Orden de los Caballeros de la Llave Espada en una tensión creciente difícil de remediar. ¿Llegarán a enfrentarse ambos bandos en conflicto, o será posible la paz?

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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Mié Dic 26, 2012 1:55 am

Cuando me caí y mis labios chocaron contra la puerta sonó un extraño sonido que recordaba haberlo escuchado momentos antes de que Sorkas hubiera abierto la puerta, lo cual me hizo creer que la puerta estaba abierta.

Cuando me iba a disponer a abrirla se me acercó alguien y pude distinguir entre la niebla que era Rhía que parecía estar mejor que yo.

-Rhía... La puerta está abierta-Intenté decirle como mejor pude, pues con todo el gas tóxico que había inhalado la tenía muy ronca y apenas podía hablar.

Rhía entonces me ayudó a levantarme y abrió la puerta para entrar. Era la segunda vez que me salvaba la vida, debía agradecérselo.

-G-Gra..-Intenté decirle pero un ataque de tos me paró, ya lo haría después si sobrevivíamos.

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Como sabes Nell, todo lo correspondiente a Rhía está hablado con Lavan ;D
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Lun Dic 31, 2012 1:47 am

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Lo siento, soy una vaga, a demás trabajo y demases, mis disculpas. Y no se si me he saltado algún post, pero voy a postear a base del de León.


Ya casi al borde de la desesperación vi como Paul caía de morros contra la puerta, pero no tenía fuerzas ni para gritar ni para correr a aguantarlo. Me acerqué como pude a Paul para intentar ayudarlo, y oí como el me decía que la puerta estaba abierta. Prefería ahorrarme energía y respirar poco, así que opté por no hablar.

Me agache y acaricié la cara de Paul para que se tranquilizase, pasé mi brazo por debajo de su axila y rodeando su cintura cogiéndolo del pantalón, así aguantaría mejor su peso, pasé su brazo derecho por encima de mis hombros e intenté levantarlo. Mientras lo levantaba, fuera por el esfuerzo, me vino un ataque de tos, pero conseguí calmarlo.

Con la mano que no cogía a Paul abrí la puerta y caminamos hacia dentro de la nueva sala, era lo único que podíamos hacer, seguir adelante y luchar por nuestra vida.

Oí como Paul intentaba darme las gracias, pero le tapé la boca con mi mano, indicándole que guardara silencio. Cuanto más tranquilos estuviéramos, antes se nos pasaría el efecto de la toxina, pero claro, solo si no era permanente el efecto.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Sab Ene 05, 2013 1:01 am

Efectivamente, el fuego del Piro ayudó a iluminar la habitación. Los dos jóvenes apreciaron dos cosas, aparte de que Rhía y Paul no les habían seguido: un botón que colgaba de un cable en el centro de la sala, y que se podía alcanzar de un pequeño salto normal; y el cartel de la puerta, que rezaba así:

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Libertad. ¡Preciada libertad! Quien diría que sería vuestra propia ‘libertad’ quien os trajera adonde ésta será vetada…

Nombre a todos sus compañeros caídos.


El Piro de Jack se apagaría segundos después, ya que no estaba hecho para ser retenido por mucho tiempo en la palma de la mano. Pero habían visto más que suficiente. Primero, el interruptor de la luz, que nunca habrían podido descubrir de andar a ciegas por la habitación. Y si no fueran sordos, escucharían que el ruido procedía precisamente de éste. En el momento en el que lo accionaran, volvería la luz.

Por otro lado, de nuevo tenían un cartel que desentrañar. En esta ocasión, era una pregunta más directa, más sencilla… si la sabían, claro. Algo debían de haber escuchado por los pasillos de Tierra de Partida, sobre aprendices muertos (porque "caídos" para los de Bastión Hueco, como que no pegaba), y quizá entre los dos dieran con todos los nombres…

Por otro lado, Paul y Rhía atravesaron rápidamente la puerta, librándose del gas tóxico. En la nueva habitación, no había nada en el aire que delatara peligrosidad, por lo que enseguida volverían a respirar con tranquilidad. Parecía que, sin expandirse más por su organismo, los efectos remitían al rato.

La nueva habitación tenía la misma anchura que la anterior, y dos puertas a cada extremo, cada una con su correspondiente pancarta. Sin embargo, estaban demasiado lejos de ellas como para leerlas. Y acercarse…

… no era una buena idea.

El suelo, formado por nueve baldosas bien diferenciadas, tenía agujeros enormes, imposibles de no pisar, en cada una de ellas. No había prácticamente distancia de agujeros entre una y otra. Y peor aún: en algunas, había pinchos surgidos de dichos agujeros. Seguramente pensarían que era tan fácil como evitar los pinchos, pero apenas habían pasado cinco segundos cuando la verdadera naturaleza de la prueba se desató: las agujas bajaron y subieron otras, en otros sitios. Iba a ser imposible cruzar sin caer en ellas.

Por lo tanto, tenían varias opciones: buscar una manera de cruzar sin tocar el suelo, probar suerte entre los dos sobre las baldosas a pisar, observar el patrón, ayudarse mutuamente para cruzar…

Pero tenían que decidirlo rápido: sólo tenían cinco segundos.

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1. Hay un total de cuatro posibles escenarios. Habéis visto dos.
2. Las puertas están despejadas en dos ocasiones cada una. En una ocasión están las dos bloqueadas.
3. La casilla de inicio sólo está despejada en dos ocasiones.

PD. Os podéis mover hasta donde queráis. Sólo os pondré los carteles de las puertas cuando estéis frente a una de ellas.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Sorkas » Vie Feb 01, 2013 1:19 am

De repente, algo iluminó la sala sin previo aviso. Sorprendido, mire para atrás viendo claramente como Jack había iluminado la sala con un hechizo suyo. “¡Bien!”, pensé. Rápidamente supuse que el hechizo no duraría para siempre así que intenté fijarme en todos los detalles que pude.

Lo primero fue mirar a la puerta, y pude comprobar que había otro cartel similar a los que se hallaban en las puertas de la anterior sala.

Libertad. ¡Preciada libertad! Quien diría que sería vuestra propia ‘libertad’ quien os trajera adonde ésta será vetada…

Nombre a todos sus compañeros caídos.


Sin prestarle más atención de la justa para memorizar lo que ponía, me giré para ver el resto de la sala. Al parecer estábamos solo Jack y yo. Esperaba que estuviesen bien, tal vez habían logrado abrir otra puerta, sino… Aun así nosotros teníamos nuestros propios problemas como para pensar en otras personas. El resto de la sala estaba vacía salvo por un cable que colgaba del techo del centro de la sala. Al final de este cable, estaba sujeto una especie de botón.

Justo en este momento la sala volvió a quedarse a oscuras, la magia de Jack se había agotado. A pesar de ello, yo había logrado memorizar las frases del cartel, más concretamente: “Nombre a todos sus compañeros caídos”. Decidí no darle importancia al botón que colgaba del techo, no vaya a ser que nos cause más problemas.

Centrada mi mente en único objetivo, me puse a pensar en aquellos compañeros caídos. A pesar de llevar poco tiempo en Tierra de Partida, sí que había oído hablar de ciertos aprendices que desafortunadamente habían muerto en diferentes misiones, sin embargo no estaba seguro de si iba a lograr acordarme de todos.

Mm… Estaban Flynn”, pensé, “También Dejay y un tal Zeix… No sé por qué también me suena Daichi, creo que no estaba muerto pero algo le pasó parecido.

Sin poder recordar si había alguno más me dispuse a nombrarlos en voz alta a los cuatro que había podido recordar.

Flyjgdgf… —algo raro pasaba, sin poder oír me resultaba raro hablar—. Flynn, Dejay, Zeix y Daichi.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Mar Feb 05, 2013 11:03 pm

Dolor, un fuerte dolor en el pecho era lo que sentía en aquel momento. Aquel gas había hecho grandes estragos en mi cuerpo, si no fuera sido por Rhía probablemente habría caído inconsciente y quién sabe, muerto.

Pero no fue así, gracias a la ayuda de Rhía y a la extraña apertura de la puerta pude sobrevivir, ¿qué habría pasado para que se abriera? ¿la habría abierto alguien por la otra parte? En un momento lo sabría.

Rhía abrió la puerta pero no había nadie, sólo pude mirar que era parecida a la anterior pero me tumbé en el suelo boca arriba y empecé a toser como nunca lo había hecho.

Escuché que Rhía me dijo algo pero no pude distinguir en aquel momento nada, estaba teniendo un ataque de tos pero más o menos me recuperé.

Intenté ponerme de pie solo, pero tuve que aceptar su ayuda para poder levantarme.

-Muchas gracias Rhía...-Le dije con la voz un poco ronca, con aquel ataque de tos también había conseguido dañarme un poco la garganta.

Miré hacia todos lados, todo estaba tranquilo, quizás demasiado, pero duró poco. En un momento aparecieron unos pinchos mré al suelo y vi que todo estaba dividido en baldosas.

Entonces cuando iba a moverme hacia otra vi que los pinchos desaparecieron y salieron en otras baldosas, ¡todo aquello era un mecanismo!

-¡Rhía! ¿¡Qué hacemos!?-Le dije nervioso, aquello iba a cambiar de un momento a otro y quién sabía si iban a surgir unos pinchos debajo nuestra y ya estaríamos muy jodidos.

-¡Salta!- Gritó y me cogió de la mano, lo cual me hizo recordar el momento del día en el que nos conocimos mientras huíamos de los Sincorazón que me cogió también de la mano para estar a salvo.

Entonces salté a la misma vez que ella hacia la puerta izquierda, ojalá no se quedaran los pinchos.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Lavanda » Mar Feb 05, 2013 11:09 pm

Una vez entramos en la nueva habitación la puerta se cerró a mis espaldas y giré mi cabeza asustada, con el corazón a mil. Logré calmarme rápidamente y miré a Paul, tosiendo como un loco mientras estaba tumbado en el suelo boca arriba. Definitivamente él estaba mucho peor que yo, que solo tenía un ligero mareo y un poco de tos.

Paul me preocupaba, no podía dejarlo en el suelo.

-¡Vamos Paul levanta, no podemos perder el tiempo!- Le dije mientras le tendía la mano para ayudarle a levantarse, y como siempre primero intentó levantarse solo, pero acabo aceptando mi ayuda, si es que ese chico no tenía remedio.

-Muchas gracias Rhía...- Me dijo con la voz dañada, yo me limité a asentir.

De golpe unos pinchos que había en el suelo desaparecieron y aparecieron unas baldosas en su lugar, ¿Podría pasar también donde estábamos nosotros? Seguidamente Paul me preguntó nervioso:

-¡Rhía! ¿¡Qué hacemos!?- No teníamos tiempo. Entonces le cogí la mano y le dije:

-¡Salta!- y saltamos a la vez hacia la puerta izquierda, teníamos que ser rápidos y cautelosos.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Dom Feb 10, 2013 8:52 pm

Después del balbuceo de Sorkas, vino el silencio. Es decir, ya para el muchacho todo a su alrededor era confuso, aislado de sí mismo, puesto que no podía ver ni oír. Sin embargo, enseguida se haría la luz. La puerta se abrió, dejando entrever la luz de la siguiente habitación.

Además, poco a poco notó que volvía a oír. Quizá porque la sala tenía alguna magia extraña, o porque había pasado suficiente tiempo tras el chirriante sonido como para recuperar su sentido. Por lo tanto, nada le impedía avanzar, totalmente recuperado en sus facultades.

La puerta se cerraría tras él. Aún podía abrirla con total libertad, ya que había quedado permanentemente desbloqueada, pero Jack se había quedado en la otra sala.

La nueva habitación, idéntica en tamaño a las demás, se diferenciaba de éstas en algo sorprendente: la trampa estaba a simple vista. Y en ella, ya había caído alguien. Un pequeño moguri, que se lamentaba entre kupós, magullado y con el cuerpo herido, el pompón alicaído y las alas hartas de intentar echar el vuelo. Porque estaba encadenado a la pared, en manos y patas.

Fuera cual fuese la razón de su sufrimiento, no era perceptible a simple vista.

La única salida de la habitación, aparte de la puerta por la que había entrado Sorkas, era otra en el extremo derecho. El moguri, en cambio, se hallaba en la esquina izquierda, contraria a esta. Su inscripción rezaba:

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¡Rayos y centellas! ¡Esto se mueve muuuuuucho!

Cuando cuentes cuentos cuenta cuantos cuentos cuentas…


Parecía el comienzo de un trabalenguas. ¿Sabría Sorkas el resto de su contenido?

Por otro lado, con gran acierto, Rhía y Paul se movieron rápidamente al cuadrado izquierdo. En apenas unos segundos, los pinchos cambiarían de nuevo, y comprobarían que su elección había sido correcta. No sólo no fueron alcanzados por éstos, sino que parecía que habían descubierto su patrón.

Y por tanto, pudieron ver la inscripción de la puerta que habían escogido:

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Libertad. ¡Preciada libertad! Quien diría que sería vuestra propia ‘libertad’ quien os trajera adonde ésta será vetada…

21-16-3-1-13-5


O lo resolvían rápido, o tendrían que estar pendientes otra vez del movimiento de los pinchos…


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Ahora:
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Anuncio: Como habéis visto, no estoy poniendo fechas límites. Sin embargo, aviso, planeo terminar el tema con tres rondas más. Intentaré ser más rápida para que la agilidad de éste dependa a partir de ahora de vosotros. Si alguno quiere abandonar, que me lo diga, para no tenerle en cuenta.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Lun Mar 04, 2013 10:02 pm

POST DE LEÓN

Rhía y yo saltamos hacia la puerta. Sin duda en un momento tuve miedo de caer en los pinchos, pero debía ser valiente, ¿qué clase de hombre era entonces?

Durante el salto cerré los ojos y me deje caer esperando haber acertado. Entonces aterrizamos y no había nada en el suelo, solté un suspiro tranquilizador pero no debía pararme, aquello podría volverse en pinchos otra vez en cualquier momento. Debía mirar la puerta.

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Libertad. ¡Preciada libertad! Quien diría que sería vuestra propia ‘libertad’ quien os trajera adonde ésta será vetada…

21-16-3-1-13-5


¿Qué coño era aquello? Libertad, unos números que no tenían nada que ver, ya sí que estaba cabreado aquello no tenía sentido, si nos iban a matar que lo hicieran ya.

-¡Joder!- Dije gritando, noté mucho dolor al hacerlo en la garganta pero el cabreo que tenía hacía que me diese igual el dolor.

-¡Ábrete de una puta vez!- Dije mientras le daba con la palma abierta.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Sorkas » Mar Mar 05, 2013 9:30 pm

Al terminar de hablar (o al menos yo juraría que había hablado), se produjo un silencio, que a mí se me hizo eterno. ¿No había acertado? ¿Me faltaba algún otro nombre? ¿O simplemente era que no se iba a abrir hiciese lo que hiciese? La espera me estaba matando y no poder sentir nada no ayudaba a la causa.

Cuando me disponía a replantearme la pregunta otra vez, una fina línea de luz empezó a inundar la habitación: la puerta se estaba abriendo.

La luz me cegó por completo pues ya me había acostumbrado a la oscuridad de la anterior sala, pero me obligué a avanzar aunque fuese a ciegas, no vaya a ser que se me cerrase la puerta en las narices.

Cuando traspasé la puerta todavía hizo falta medio minuto hasta que pude abrir los ojos. Era una sala idéntica a la primera y, supuestamente también a la segunda. Lo que más me llamó la atención era que en la esquina izquierda se hallaba un moguri atado de pies y manos a la pared se estaba quejando y lamentando. Un momento… ¡Quejándose y lamentándose! ¡Lo estaba escuchando! Sin haberme enterado había recuperado mi audición. Me llevé sorprendido las manos a las orejas agradecido de contar, al parecer, con mis cinco sentidos nuevamente.

No había tiempo para la euforia así que seguí analizando la habitación. Pero estaba completamente vacía, salvo por otra puerta que contaba con una nueva inscripción.

Sin duda, aquel sería uno de los susodichos moguris por los que nos habíamos metido en este lio, así que debía rescatarlo. Sin embargo, decidía aproximarme primero hacia la puerta para leer la inscripción:

”¡Rayos y centellas! ¡Esto se mueve muuuuuucho!”

Cuando cuentes cuentos cuenta cuantos cuentos cuentas…


La parte final me llamó bastante la atención. Era un trabalenguas infantil, pero que estaba incompleto. Seguramente bastaba con decir el final para abrir aquella puerta.

Con la respuesta en la mente me dirigí al moguri:

¿Me escuchas? —le dije en una voz tranquilizadora—. Soy un aprendiz de Tierra de Partida. Sorkas es mi nombre. Nos ha enviado Mog a rescataros a ti y a otro de tu especie. ¿Sabes dónde se podría encontrar?

Mientras hablaba me fui acercando sigilosamente y atento a cualquier trampa que pudiese activarse. En cuanto llegase a su posición intentaría desencadenarle de sus ataduras yo mismo. Si veía que no era capaz invocaría mi Llave Espada para romper las cadenas.

Con el moguri libre volvería a la puerta.

A ver cómo era… Cuando cuentes cuentos cuenta cuántos cuentos cuentas…—dije un poco dubitativo—, porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, no sabrás cuántos cuentos has contado tú.

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He puesto cosas como lo de liberar al moguri que no sé si las podré realizar, pero como pones que quieres acabar rápido pues he intentado avanzar todo lo que podía. Si no puedo rescatarle, pues nada.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Vie Mar 15, 2013 1:36 am

Hizo bien Sorkas en ir primero a investigar el trabalenguas, porque cuando quiso acercarse al moguri, éste le vio y le advirtió:

¡No! ―gritó. Sin embargo, parecía no ser capaz de decir nada más, y no añadió la explicación.

En cualquier caso, el daño ya estaba hecho, pues en cuanto el muchacho avanzó un poco, unas barras alrededor de él, formando un cuadrado, surgieron y lo aprisionaron en un reducido espacio. Y en el techo… aparecieron pinchos. Que comenzaron a bajar lentamente hacia Sorkas…

Por otro lado, Paul y Rhía tuvieron más suerte, puesto que al pegar la puerta, ésta se abrió, y pudieron pasar a la siguiente sala. En esta ocasión, la habitación estaba llena de plataformas. Algunas tan altas que apenas podrían subirse en ellas sin chocar la cabeza, mientras otras estaban niveladas con el suelo. Escucharon un click, y si alguno se atrevía a comprobarlo, verían que la puerta por la que habían venido estaba cerrada. Y pronto notarían los pies húmedos. Desde una pequeña cañería, el agua surgía, llenando lentamente la habitación.

La única salida era la puerta de la izquierda. Sin embargo, tenía una inscripción que ya habían encontrado antes: la misma del inicio que ninguno de los cuatro supo resolver. No salir a tiempo supondría ahogarse. De ahí las plataformas.

Ambos grupos se habían metido en situaciones bastante problemáticas. El Juego empezaba a mostrarse altamente letal, y ni siquiera parecían tener la opción de retroceder. ¿Cómo iban a sobrevivir todos entonces? ¿Qué les aseguraba que ninguno de sus compañeros hubiera sufrido un terrible destino ya?

Éste quiso que no fuera así.

Sorkas vio los pinchos pararse, mientras que Paul y Rhía escucharon un nuevo click que indicaba la reapertura de la puerta por la que habían entrado. Ninguno entendería lo que estaba pasando, hasta unos segundos después, cuando todo se descontrolase.

Todas las puertas se abrieron de golpe, con fuerza, y moviéndose aún en su bisagra. Los barrotes de Sorkas subían y bajaban descompensados, pero el muchacho encontraría fácilmente un buen momento para salir de ellos. Además, las cadenas del Moguri también se abrieron en un momento, lo suficiente para que éste pudiera quitar las manos, antes de que se volvieran a cerrar violentamente.

El agua, por otro lado, fluía o dejaba de brotar según le parecía, no suponiendo ya ningún peligro para los chicos.

¡¡NOOOOO!! ―escucharon todos de la misma voz que anteriormente les había hablado―. ¡Has destruido mi Juego! ¡Mi gran OBRA! ¡Todos mis sueños y esperanzas estaban en él! ¡T-TE ODIO! ¡TEODIOTEODIOTEODIO! ―parecía estar pasando algún tipo de rabieta, porque también se le notaba el tono entrecortado por las lágrimas en la voz―. ¡Dijiste que sabías lo que hacías! ¡Que sabías programar este tipo de cosas! ¡Te odio MUCHO! Recuerda esto: ¡Shinju NUNCA olvida! ¡TEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIO!

En la sala contigua, las luces se encendían y apagaban; y la de los pinchos en el suelo había perdido toda su coordinación, y ahora surgían al azar. Y si miraban la puerta siguiente, verían la habitación que tendrían, todos, que haber entrado a continuación. Ésta estaba llena de lo que parecían ser estatuas. Puede que alguno lo reconociese como lo que eran: doncellas de hierro.

Y una de las centrales estaba abierta. En ella, se podían ver por dentro de sus puertas agujas, grandes y afiladas; y que amenazaban, en ese momento, a quien estaba encadenado a ésta:

¡Megiro! ―le llamó el moguri, echando a volar, muy debilitado, intentando acercarse a su amigo.

¡¡AYUDADME!! ¡¡SOCORRO!! ¡¡POR FAVOR!!

Demasiado tarde. El sistema estaba fuera de control, y lo que en principio era sólo una presa para incentivar a los Jugadores de aquel “Juego”, se convirtió en la víctima. Las puertas de la doncella se cerraron, y entre sus bordes pudieron ver el río de sangre que salía de su interior.

El Sr. Bigotitos ya no podría ser rescatado.

¡Tenemos que… salir… de aquí! ―tartamudeó el moguri, que había roto a llorar escandalosamente, y las babas y los mocos no le dejaban decir nada seguido―. ¡Ahora que... no lo controla! ¡Deprisa...a...a...a...a!

La habitación en la que había hallado su final el moguri estaba entre las dos salas donde se hallaban los aprendices. Si seguían allí, podían quedar encerrados, como había dicho el moguri, por lo que no tuvieron más opción que correr hacia la salida, aprovechando el descontrol para solventar las salas sin pasar por ninguna dichosa prueba.

Al llegar a la puerta de inicio, comprobaron que ésta también estaba completamente loca, y la pasaron sin dificultades, escuchando los últimos lloriqueos de Shinju. Al poco de abandonar el lugar, la puerta principal se cerró y nada volvieron a saber de lo que sucedía dentro.

Fuera, en cambio, alguien les interrumpió con un bostezo.

Uhm… ―murmuró el Maestro Kazuki. Estaba tumbado en el extremo de la sala, y hasta entonces parecía haber estado… dormitando―. Oh, ya habéis salido ―se pispó rápidamente, agilidad que había conseguido tras muchos años de práctica―. El moguri… uhm… ése ―señaló a Moglullón, que también dormía a unos metros de él―. Me trajo hasta aquí… pero no podía abrir la puerta… y decidí… esperaros… un poquito…

Al final, parecía que Moglullón había cumplido con su tarea. Aunque no lo hubiese hecho el Maestro Kazuki.

Y, uhm… ¿Qué ha pasado? ―preguntó―. ¿Por qué sólo habéis traído a uno?

El moguri aún seguía llorando. Jamás olvidaría el grito de socorro del amigo al que no pudo ayudar.


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Este será vuestro último post, y la fecha límite será el miércoles 20 de marzo. Cualquiera que no postee en el final, o no dé aviso de su ausencia, no lo tendré en cuenta para la repartición de las próximas Tramas, puesto que pensaré que ha abandonado el juego o está desaparecido.

PD. Tranquilos, ésta no tiene continuación.
PD2. No existen Bolas de Dragón para moguris.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Leon18 » Sab Mar 16, 2013 11:09 pm

Inexplicablemente la puerta se abrió, al igual que la otra que sin saber ni cómo ni por qué se abrió. Dentro de lo que cabía estaba teniendo suerte aquel día.

Pero no era tiempo para pensar en esa puerta. Rápidamente abrí la puerta y cogí del brazo a Rhía y nos metimos dentro de la nueva habitación. Si hubiéramos estado un poco más de tiempo en la otra habitación quién sabe lo que nos hubiera podido pasar.

-Uff- suspiré- parece que nos hemos salvado. A ver lo que nos encontramos ahora.

Miré por toda la habitación intentando analizarla pero sólo veía unas plataformas inútiles. Me dirigí a la puerta que había y vi que tenía las mismas palabras que en las de la habitación del gas. La leí unas cuantas veces pero no se me ocurría nada de nada.

-Rhía,-la llamé haciéndole una señal para que viniera- ¿Se te ocurre algo? Porque a mí como que no. Quizás lo mejor sea que volvamos atrás e informar a esta gente.

Cuando escuché su respuesta, independientemente de si lo sabía o no, empecé a andar a la otra puerta, ya había tenido demasiado por hoy.

*Clic*

Eso fue lo que escuché antes de que llegara y era o una de dos, o se había abierto la otra puerta o se había cerrado. Fui corriendo a la otra y descubrí que fue lo segundo.

-¡Mierda!-Cogí y le pegué una patada a la puerta, estábamos encerrados- Estamos encerrados Rhía, ¿Qué hacemos ahora?

Escuché su respuesta atentamente, pero parecía que ese no iba a ser nuestro único problema. Noté que tenía los pies fríos, más de lo normal.
Miré hacia abajo y fue cuando me llevé la sorpresa. Si antes nos llenaron la habitación de gas, ahora era de agua. Estábamos jodidos. Mucho. El nivel de agua empezó a subir y no sabía qué hacer.

Me estaba poniendo nervioso y aquello no paraba de subir. Miré a Rhía suponiendo que también estaba nerviosa. Entonces puse mis manos en sus hombros y mientras la miraba fijamente le dije unas palabras para intentar tranquilizarla que yo lo necesitaba también.

-Rhía, intenta estar tranquila. Todo esto no vq a acabar aquí, recuerda lo que acordamos, eh. Tú y yo vamos a encontrar a tus padres y esto no va a joderlo todo así que ya se nos ocurrirá algo. Vamos a salir de esta.

Ni yo mismo me lo creía.

Nervioso intentando pensar si matar a Rhía y suicidarme sería una buena opción. Una muerte por ahogamiento no debía ser una muy buena muerte, me daba pánico ponerme en aquella situación y la verdad es que prefería morir de una muerte rápida que así. Aunque era un poco egoísta decidir por Rhía, no quería que sufriera. Decidido y con los ojos un poco irritados como si fuese a llorar me acerqué a ella. No podía mirarla a los ojos, no podía. No quería hacer eso y menos mirándola a los ojos. Así que me acerqué a ella con la cabeza cabizbaja y le hablé para decirle unas palabras antes de la desagradable decisión que había tomado.

-Rhía...

*Click*

Ese click fue nuestro salvador. Todas las puertas se abrieron de golpe haciendo que todos mis pensamientos anteriores se disiparan gracias a Dios.

-¡Salgamos de este sitio ya!- Le dije señalando la habitación de los pinchos.

Pero mejor no, aquello estaba descontrolado, salían pinchos por todos lados, no como antes que podíamos saltar sin que salieran algunos debajo nuestra, aquello sería un total suicidio. Con una señal le hice entender a Rhía que nos dirigíamos a la otra puerta. Aunque por el camino escuchamos aquella insoportable voz.

¡¡NOOOOO!!¡¡NOOOOO!! ¡Has destruido mi Juego! ¡Mi gran OBRA! ¡Todos mis sueños y esperanzas estaban en él! ¡T-TE ODIO! ¡TEODIOTEODIOTEODIO![/color][/b] ―Parecía bastante cabreada, un tanto histérica, ¿pero a quién se estaba dirigiendo? Nosotros no habíamos hecho nada, ¿habrían hecho algo Sorkas o el impostor?―. ¡Dijiste que sabías lo que hacías! ¡Que sabías programar este tipo de cosas! ¡Te odio MUCHO! Recuerda esto: ¡Shinju NUNCA olvida! ¡TEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIO

-Así que se llama Shinju, tampoco lo olvidaré- Pensé para mis adentros.

-Joder, vaya cabreo tiene la nota ¿no?- Le dije a Rhía y solté una carcajada- Anda, sigamos en lo nuestro.

Miramos en la otra habitación y vimos a una de las criaturas esas. Supuse que era una de las que teníamos que rescatar así que intenté ir rápido a rescatarlo mientras que veía a otro intentar ir a ayudarlo llamándolo por su nombre: Megiro. Jamás olvidaría aquel nombre.

¡¡AYUDADME!! ¡¡SOCORRO!! ¡¡POR FAVOR!!- Gritó totalmente histérico.

-¡Ya voy chiquitín! ¡Te resca...

No pude acabar la frase. La puerta se cerró acabando con toda esperanza de rescatarlo. Aquello no podía estar pasando. Lo que hace un momento estaba suplicando ayuda no existía y yo tenía gran culpa de ello.

-No, no, no...-Dije en voz baja- ¡NO JODER! ¡ME CAGO EN TODO!-Dije ya gritando, había estallado y hasta incluso se me había saltado una lágrima. Era el culpable de todo aquello, si no hubiera tardado tanto quizás estuviese vivo y había fallado, ya ni me importaba el premio, aquello era una vida y se disipó en un momento. Pedazo de misión que había hecho. Mejor no hubiera ido.

¡Tenemos que… salir… de aquí! ―Nos dijo el amiguito del fallecido Megiro―. ¡Ahora que... no lo controla! ¡Deprisa...a...a...a...a!

Tenía razón, no podía estar allí más tiempo si no quería morir también. Corriendo juntos a los demás pasamos las demás cámaras y antes de salir me permití gritarle algo a Shinju, aunque no lo escuchara.

-¡YA TE ARREPENTIRÁS SHINJU, YO MISMO HARÉ QUE TE ARREPIENTAS!

Ya afuera de las cámaras nos encontramos a la parejita dormilona, Kazuki y Moglullón. Los dos con la misma cara de dormidos. Nos empezó a decir con todavía voz de dormido que había llegado aquí gracias a Moglullón.

Y, uhm… ¿Qué ha pasado? ―preguntó Kazuki―. ¿Por qué sólo habéis traído a uno?

No podía contestar, sentía una gran vergüenza y no podía. Sólo quería irme, así que me acerqué a Rhía con la cabeza baja.

-Rhía, yo me largo, ya hablamos otro día...- Le susurré, no tenía apenas ni ganas para hablar.

Sin decir nada más me dispuse a irme de allí, si me dijera algo Kazuki o algunome decían algo escucharía lo que me dijeran y me iría a mi habitación, me tumbaría en la cama e intentaría dormir. Cosa que no podría hacer, aquel nudo de garganta no se me quitaría en un buen tiempo.
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Sorkas » Mar Mar 19, 2013 1:12 am

Poco a poco y cuidadosamente me fui acercando a aquel moguri. Él ya había caído en una trampa y estando yo solo allí, no iba a ser nada bueno que quedase yo también atrapado.

¡No! ―gritó el moguri en cuanto me vio avanzar.

¿Creería que yo era el que le había hecho eso? Mostrando una sonrisa di un paso más hacia el moguri para tranquilizarle. Sin embargo, la sonrisa se me borró de la cara en cuanto vi que unos barrotes surgían del suelo dejándome atrapado en un cuadrado de dimensiones reducidas.

Preocupado intenté sin éxito mover los barrotes con las manos. Al poco me di cuenta de que en el techo habían aparecido unos pinchos que iban descendiendo hacia mi posición… No parecía tener escapatoria.

Comenzando a mostrar síntomas de desesperación golpeé más fuertemente los barrotes mientras me iba agachando todo lo que podía para ganar un mínimo de tiempo. Por desgracia, los barrotes no mostraban signos de debilidad. Invoqué mi Llave Espada siendo esta mi último recurso. Pero pese a mis esfuerzos, no lograba hacer mella en mi prisión. Y los barrotes ya estaban a más de la mitad de su recorrido.

Todo parecía indicar que éste iba a ser mi final. Apenas había durado media misión como portador de la Llave Espada. ¿Acaso no iba a hacer nada relevante en mi vida? ¿Realmente tan poco significaba mi existencia en este mundo que podía morir sin realizar nada importante? Menudo momento elegí para ponerme filosófico.

Como movimiento totalmente desesperado intenté poner la Llave Espada para que hiciese de sujeción colocándola verticalmente con respecto al suelo a la vez que intentaba pegarme lo más posible al suelo. Tan solo me quedaba esperar un milagro…

Y justamente cuando los pinchos iban a contactar con mi Llave Espada se pararon en seco. Extrañado miré a la habitación para ver si Jack o algún otro habían hecho algo, pero no parecía ser ese caso.

De repente, las dos puertas de la habitación se abrieron violentamente y los barrotes que me dejaban cautivo perdieron el control ascendiendo y descendiendo totalmente libres. Sin pensar en la situación aproveche el mejor momento para escapar de mi jaula mientras miraba por el rabillo del ojo como el moguri había logrado soltarse de sus ataduras también. Rápidamente me dirigía hacia él para intentar tranquilizarle.

¡¡NOOOOO!! ―inmediatamente reconocía a la misma voz que nos había hablado al principio de las Cámaras―. ¡Has destruido mi Juego! ¡Mi gran OBRA! ¡Todos mis sueños y esperanzas estaban en él! ¡T-TE ODIO! ¡TEODIOTEODIOTEODIO! ¡Dijiste que sabías lo que hacías! ¡Que sabías programar este tipo de cosas! ¡Te odio MUCHO! Recuerda esto: ¡Shinju NUNCA olvida! ¡TEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIOTEODIO!

Intenté no hacer mucho caso a la voz, salvo por el detalle del nombre, “Shinju”, sin duda lo recordaría. Con el moguri, me dirigí a la sala que hubiese sido la siguiente y que estaba abierta debido a aquel pequeño “milagro”.

De la sala contigua pude ver que había un montón de extrañas estatuas y dentro de una de ellas estaba encadenado otro moguri que no hacía falta mucho para deducir que era el otro moguri que teníamos que rescatar. En las puertas de la estatua había muchos pinchos afilados que amenazaban la vida del moguri.

¡Megiro! ―gritó el moguri a mi lado volando débilmente hacia él.

¡¡AYUDADME!! ¡¡SOCORRO!! ¡¡POR FAVOR!! ―respondió su compañero.

Reaccionando rápidamente me lancé hacia donde estaba el moguri encadenado. Viendo como del otro extremo de la sala aparecía Paul. Casi me había olvidado de él y de Rhía, pero no es que hubiese tenido mucho tiempo de preocuparme por los demás. De todos modos me alegraba de que a primera vista pareciera estar bien.

Pensando en mis cosas, me retrasé un poco. Cuando volví a concentrarme en la carrera hacia el moguri un ruido intenso me detuvo al momento. Las puertas de la estatua se habían cerrado de golpe.

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Mi respiración, mi corazón, mis pensamientos, todo se detuvo al momento. Impactado e impotente contemplé como un fluido rojo brotaba desde dentro de la estatua. De mis ojos empezaron a brotar tímidas lágrimas mientras caía derrotado sobre mis rodillas.

¡Tenemos que… salir… de aquí!observó el moguri visiblemente afectado por la muerte de su compañero―. ¡Ahora que... no lo controla! ¡Deprisa...a...a...a...a!

Me levanté de mi sitio todavía sin creerme lo que acababa de suceder. Seguí a mis compañeros completamente en silencio a través de las salas que, efectivamente, estaban descontroladas. Abandonado al sentimiento de culpa, no podía dejar de pensar en que tal vez hubiese sido mejor acabar mi vida debajo de esos pinchos, pues tampoco parecía que iba a servir de mucho. Sin ninguna duda, aquel pobre moguri, Megiro, había acabado así por mi culpa.

Tras varios improperios de Paul, llegamos al inicio de las Cámaras, donde nos encontramos al Maestro Kazuki con Moglullón.

Uhm… Oh, ya habéis salido. El moguri… uhm… ése. Me trajo hasta aquí… pero no podía abrir la puerta… y decidí… esperaros… un poquito… Y, uhm… ¿Qué ha pasado? ¿Por qué sólo habéis traído a uno?

Yo, todavía con los ojos llorosos, era incapaz de levantar la vista del suelo mientras que Paul tampoco fue capaz de decir nada. Haciendo acopio de todo el sentimiento que quedaba en mí, alcé la cara y miré al Maestro.

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Esto… El otro moguri… ―expresé con muchísima dificultad―. Fue culpa mía Maestro. Caí tontamente en una trampa, debí haberlo previsto. Me distraje y eso nos salió caro… Muy caro.

>> Acepto toda la responsabilidad del fracaso de la misión. Yo… Creo que no soy digno de blandir la Llave Espada.

Invoqué mi Llave Espada y se la presenté al Maestro Kazuki esperando que me dijese las consecuencias de mis fracasos y me condenara oportunamente.

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Por si acaso, lo dejo claro. Mi decisión final no significa que quiera abandonar el personaje ni nada xD Solo es un giro dramático por los sucesos que vive xD
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Re: [Tierra de Partida] Las Cámaras de Tortura

Notapor Nell » Jue Abr 04, 2013 1:20 am

Ninguno de los muchachos se sentía orgulloso de la fracasada misión en las Cámaras. Las puertas estaban cerradas, y seguramente nunca volviesen a entrar, pero tras ellas había quedado el primero al que no habían podido salvar.

Cada uno reaccionó de una manera distinta. Paul, avergonzado, se escabulló sin mediar casi ninguna palabra; Sorkas se culpaba de su muerte; y Rhía y Jack guardaban silencio, y quién pudiera imaginar en qué pensaban.

Y, además, Sorkas había llegado hasta el punto de querer renunciar a su título de aprendiz.

O-Oye, cálmate…, chico… Estas no son cosas que se puedan decir a la ligera… ―debía de ser el primer aprendiz que le decía algo parecido, porque Kazuki se había quedado en blanco. Y más que otras veces―. Todos cometemos errores… Vamos arriba a descansar. Mañana verás las cosas de otro… modo.

Ninguno le había explicado lo sucedido realmente, por lo que la pregunta que éste quedó en el aire. Las cosas sucedieron tan rápido (subir a la cocina, tomar algo para quien lo necesitase, soportar la llantina del restante moguri y volver a sus respectivas habitaciones) que no volvieron a tener la oportunidad de charlar a solas con Kazuki, y explicarle a éste su versión de los hechos.

Lo que les pasó en las Cámaras de Tortura, por tanto, no llegó a saberse. Los Maestros se encargaron de taponar la entrada, y nadie corrió el rumor de que allí había algo más que un sótano. Tal vez debieran buscar otra oportunidad de contarlo, pero por el momento, todo había acabado.


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¡Fin de la Trama!

Y sin más dilación, puntuaciones:

León18, 45 PX. Creo que tienes al pj más destacable de esta Trama, pero te han fallado dos cosas: los problemas técnicos, que obviamente no repercuten en nota, pero sí en posts; y la narrativa. Presta atención a lo que escribes, revisa y siéntete cómodo leyéndolo, porque se me hace muy rara a veces tus frases. Y te aseguro que soy incapaz de leerte despacio, los ojos directamente se me disparan con la disposición de comas y puntos.
¡Subes al nivel 8! Tienes un nivel por actualizar.

Sorkas, 49 PX. Has empezado muy bien, aunque te has ido relajando para el final. Revisa los posts, trata de no repetir palabras o estructuras muy seguidas. Me parece que más que descripción, a Sorkas lo que le falta es la chispa de él mismo. Es decir, que nada más leerlo, sepa que es Sorkas y no cualquier otro pj en primera persona. El detalle de que él es él y no hay equivocación posible.
¡Subes a nivel 8! Y tienes cuatro niveles por actualizar. Hazlo YA. O me como a Sorkas.

Lavanda, 38 PX. Lo mismo que Sorkas, pero en tu caso sí me ha parecido más significativa la dejadez final. Ha habido una ocasión en la que has mezclado pasado y presente, pero me parece que ha sido la única, porque esa ya me chocó bastante.
¡Subes a Nivel 6! Tienes tres niveles por actualizar. ¡Hazlo ya!

Ruan, puesto que parece que hayas abandonado, contacta conmigo cuando quieras regresar para que pueda puntuarte debidamente según tu ausencia.

¡En breves tendréis cada uno una nueva Trama!
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