[Agrabah] El gran tesoro

Trama de VaniRoxy, Kailee y James Bond.

La aparición del bando de Bastión Hueco ha colocado a la Orden de los Caballeros de la Llave Espada en una tensión creciente difícil de remediar. ¿Llegarán a enfrentarse ambos bandos en conflicto, o será posible la paz?

Moderadores: Suzume Mizuno, Astro, Sombra

Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor James Bond » Lun Feb 04, 2013 7:15 pm

Empezó la pelea. Los guardias claramente nos superaban en número pero eso no me impidió acabar con uno de ellos. Seguí luchando contra ellos a base de espada. No conocía ningún hechizo ofensivo por lo que tenía que servirme de mi arma. Al final la superioridad numérica nos pasó factur a Aladdín y a mi. Nos cogieron varios guardias de los brazos. Quedé totalmente inmovilizado y no podía hacer nada.

De repente, no volví a ver nada más que la oscuridad.



Cuando me desperté estaba en un sitio donde hacía mucho frío. Oía pequeñas gotas de agua caer del techo y golpear en el suelo. Ni siquera podía ver bien a pesar de la ventana que había en el lugar. Un sonido proviente de la sala me sobresaltó. Parecía un animal, pero no había nadie más aparte de Aladdín (que lo encontré tirado en el suelo cuando me di cuenta al mirar hacia abajo).

Miré al techo y sobre una de las vigas había un pequeño mono marrón y llevaba un pequeño gorrito y me recordaba al de alguien... ¿a quién?. Señalaba a Aladdín entre sonidos incomprensibles. ¿Qué quería decir? Lo primero era despertarlo. Si el mono y Aladdín se conocían por un casual... quizás él podía saber que era lo que quería el animal.

Eh, eh. Aladdín. Despierta.

Le pegué alguna que otra bofetada no muy fuerte para ver si con el daño despertaba.

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Sorry por este cutre-post, hoy no estoy inspirado.

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Vivo al límite, xDDD
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor Sombra » Dom Feb 17, 2013 5:05 pm

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Siento mucho este enorme retraso Chistes de retrasados dejadlos para luego, pls estoy pasando un bloqueo mental muy gordo y no puedo escribir nada que considere decente para publicar. Incluso este post siento que flojea mucho. Lo siento mucho


Yagami y Kailee


En aquel momento Yagami y Kailee podían hacer lo que prefiriesen. Tal vez si se dirigían al palacio pudiesen saber algo más sobre el pobre Hikaru... ¿De verdad iban a ejecutarlo? Quizás incluso pudiesen ir a buscar a Yafar... ¿Por qué no? También podían irse hacia la puerta de entrada y esperar allí. Podrían separarse y explorar diferentes zonas, incluso para abarcar más terreno...

De todos modos, el sol empezaba a ponerse, no quedaba demasiado tampoco para la hora acordada con Wix... Y no debían llegar tarde.

Hikaru


¡Auch! —se llevó la mano a la cara, justo donde Hikaru le había dado el bofetón—. Eso ha dolido.

Aladdín se incorporó sujetandose en la pared evitando caer al suelo, observó un poco los alrededores hasta que los gruñidos del pequeño mono llamaron su atención.

¡Abú! —exclamó contento—. ¿Dónde habías estado, pequeño bribón?

El simio saltó a junto su dueño el cual le pasó la mano cariñosamente por su peludo cuerpo.

Pero una tos interrumpió a la pareja e incluso a Hikaru (si es que estaba hablando)

Desde las sombras de la mazmorra un hombre cherepudo y delgaducho con una larga barba blanca apareció. Tenía una sonrisa extraña y sus ojos desorbitados parecían ver otra realidad, como un loco.

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Decidme... ¿Queréis salir de aquí? Puedo conseguir que vuestra suerte cambie para siempre... Sí... Riquezas infinitas. ¡Oh! La legendaria cueva de las maravillas, con suficientes riquezas como para comprar el mundo... —el hombre se acercó a Hikaru—. Pero a mí me es imposible ir solo... Soy muy mayor y mi espalda no puede cargar mucho peso... ¡Sé donde está! ¿Vendríais?

Tanto el pequeño simio como Aladdín parecían iluminarseles los ojos con las palabras del anciano.

Por supuesto, ¿pero como? Estamos aquí encerrados.

Ah, ah, ah... Nunca subestiméis a un viejo... —y con un golpe a la pared un pasadizo secreto se abrió mostrandoles una salida que les conduciría por un túnel que bajaba como si fuesen unas escaleras de caracol y que les dirigiría a los exteriores del palacio, justo al lado de las murallas al salir por un pasadizo que se cerraría a sus espaldas.

Hikaru podría quedarse en la mazmorra si lo prefería... Pero no era muy seguro, la verdad. Quizás no pudiese hacer nada más... O incluso podrían acabar ejecutandoles...

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No hay fecha límite, pero mientras antes posteéis mejor, claramente.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor VaniRoxy801 » Lun Feb 18, 2013 10:18 pm

Voy a dar una vuelta. —dije finalmente.

Habían pasado unos minutos desde que los guardias habían pasado con los prisioneros y durante todo ese tiempo, habíamos estado completamente en silencio, sin hablar ni hacer nada. Finalmente había decidido darme una pequeña vuelta por el palacio hasta que fuese la hora acordada.

De todas formas, el paseo no iba a ser una pérdida de tiempo, o eso esperaba yo. Tenía intención de buscar a Wix, o al menos al visir Yafar. Necesitaba preguntarles más sobre la incursión que habían hecho los de Tierra de Partida. Si sabían lo que estábamos haciendo aquí, seguramente abrían mandado aprendices para entorpecer nuestra misión, y eso me preocupaba.

El chico al que habían capturado antes no había podido venir solo ni queriendo, y si mis sospechas sobre la sombra que había visto antes eran ciertas, había que mantener un ojo abierto. Eran dos como mínimo, y ya nos habían localizado.

Puede que vaya a ver si encuentro a Wix o a Yafar. —le expliqué a Kailee—No es necesario que vengas si no quieres, gatita.

Realmente, prefería incluso ir solo. No sabía cómo explicarlo, pero a veces tenía la sensación que Kailee no encajaba en aquél entorno. Me había percatado cuando los guardias trajeron a aquél aprendiz de Tierra de Partida. Mi rostro permaneció frío y distante, pero la cara de preocupación de la gatita era imposible de pasar por alto.

No iba a ser buena idea que viniese conmigo mientras buscaba a Wix o a Yafar. Si les encontraba, les pensaba preguntar sobre los de Tierra de Partida que nos acechaban y como eliminarlos, cosa que no sé por qué, no pensaba que le fuese a sentar muy bien a la gatita. Ella era demasiado infantil e inocente como para quedarse impasible ante la idea de luchar y probablemente matar a nuestros enemigos. A veces me preguntaba por qué se había venido a Bastión Hueco…

Dejé la sala dispuesto a buscar al visir o a la guardiana, con cuidado de no alejarme mucho para no perderme y poder volver rápidamente cuando se acercase la hora acordada.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor James Bond » Vie Mar 01, 2013 4:05 pm

¡Auch! Eso ha dolido.

Aladdín se llevó la mano al sitio donde le había abofeteado y se incorporó.

¡Abú!— Exclamó cuando los gruñidos del mono le llamaron la atención—. ¿Dónde habías estado, pequeño bribón?

Así que... ¿Os conocéis?

Antes de que Aladdín pudiera responderme, una tos interrumpió la conversación. Invoqué mi Llave-Espada por si se trataba de un enemigo... que no resultó ser. Era un hombre con larga barba blanca con ojos de loco. Me preguntaba si era otro prisionero. Aunque de serlo... ¿por qué escoger justo este momento para darse a conocer? Algo me decía que no era de fiar. Aquel tipo empezó a hablar.

Decidme... ¿Queréis salir de aquí? Puedo conseguir que vuestra suerte cambie para siempre... Sí... Riquezas infinitas. ¡Oh! La legendaria cueva de las maravillas, con suficientes riquezas como para comprar el mundo...— el hombre se me acercó. Tan solo el haber dicho “la legendaria cueva de las maravillas” hizo despertar la curiosidad en mi—. Pero a mí me es imposible ir solo... Soy muy mayor y mi espalda no puede cargar mucho peso... ¡Sé donde está! ¿Vendríais?

Sentía curiosidad por ver esa “legendaria cueva de las maravillas” a pesar de que no me fiaba del todo. Las riquezas me importaban bien poco, nunca me había preocupado por ellas y jamás espero preocuparme. Pero Aladdín habló por mi cuando preguntó como iríamos si estábamos encerrados.

Ah, ah, ah... Nunca subestiméis a un viejo...

Tras decir eso dió un golpe a la pared y se mostró un túnel que tenía pinta de ser uno de esos pasadizos secretos de los que se hablaban en los cuentos infantiles de Villa Crepúsculo. No tenía gana alguna de quedarme en aquella habitación esperando mi incierto destino. Con Llave-espada en mano, seguí a Aladdín, al mono y al viejo por aquel túnel en busca de la salida. Me preguntaba donde estaría la Maestra Lyn.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor Suzume Mizuno » Jue Mar 07, 2013 12:17 am

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Hola a todos~. El staff me ha seleccionado como master temporal, así que estaré con vosotros hasta que vuelva Sombra al rol (no será mucho tiempo, no os preocupéis)


La princesa, que había estado demasiado aturdida para prestar atención a lo que ocurría a su alrededor, se incorporó de repente y masculló entre dientes:

Yafar… —sus ojos almendrados se entornaron con fiereza y apretó los puños.

Sin decir más, y sin fijarse en el extraño lagarto que se le había acercado les dio la espalda y se alejó rápidamente.

Después de quedarse solos, Yagami decidió que quería ir a investigar y preguntó a su compañera si quería acompañarle. Ella lo meditó unos instantes y al final se decantó por permanecer donde estaba.

El joven recorrió la amplia galería que rodeaba el jardín. Algunos sirvientes encendían las antorchas y le miraban de reojo, extrañados por su vestimenta, aunque no dijeron nada. Que los guardias se encargaran de él si no debía estar allí. Con todo, Yagami prácticamente no encontró a nadie durante su paseo y dobló por un pasillo que se internaba en el palacio, buscando a Yafar o a Wix. Aunque en un palacio tan grande, era muy fácil perderse…
Estaba a punto de llegar al final del pasillo cuando una figura se interpuso entre la salida y él.

El joven apenas sí tuvo tiempo para reaccionar. Cuando quiso darse cuenta una mujer joven, protegida por una armadura, se abalanzaba sobre él con su Llave Espada en ristre.

Yagami sintió un violento tirón del cuello de su camisa, que le cortó la respiración, y lo lanzó hacia atrás. Cayó de espaldas sobre el suelo al tiempo que escuchaba un resonante sonido metálico.

Wix estaba de espaldas a él, y retenía a su enemiga con su alabarda. Las dos mujeres presionaban con todas sus fuerzas, les temblaban los brazos y sus pies resbalaban ligeramente sobre el suelo hacia atrás.

Al final, Lyn saltó hacia atrás con agilidad, pero no hizo desaparecer su Llave Espada. Sus orejas estaban erizadas, los colmillos sobresalían, más pronunciados que nunca, entre sus labios, y sus pupilas se habían afilado como agujas.

¿Por qué? —gruñó Lyn—. ¿Por qué nos traicionaste, Iwashi?

Wix no contestó. Alzó su alabarda, preparada para defenderse.

Se sostuvieron la mirada unos segundos. Al final Lyn lanzó un gruñido y meneó la cabeza, frustrada. Si se ponían a pelear, ocasionarían tal destrucción que no podría justificarlo de ninguna manera en Tierra de Partida. Así que retrocedió sin darles la espalda hasta que salió del pasillo y desapareció de su vista.

Wix todavía aguardó unos segundos en guardia, pero visto que la Maestra se había marchado, se volvió hacia Yagami y le dijo:

Vamos

Sin más, echó a andar, sumida en un espeso silencio que el muchacho no lograría romper con ninguna pregunta. Pocos minutos después regresaron a donde Kailee esperaba a Yagami. Le hizo un gesto a la muchacha, indicándole que la siguiera, y atravesaron las altas e imponentes murallas que guardaban el palacio, rumbo a la salida de la ciudad.

Rápido, tenemos que encontrarnos con el visir.

La noche estaba a punto de cubrir Agrabah.

****


Aladdín, con su simpático y animado mono al hombro, Hikaru y aquel extraño viejo dejaron la ciudad atrás cuando el sol estaba a punto de morir en el horizonte. El hombre montaba en un pequeño pero resistente onagro, asegurándoles que sus piernas no resistirían el camino y no dejaba de mirar de reojo la Llave Espada que portaba Hikaru. Sus miradas se acabaron volviendo tan insistentes que quizás el chico pensaría que lo mejor era ocultar aquella arma. El viejo pareció que iba a preguntarle algo, pero al final meneó la cabeza y pegó los labios.

El camino fue largo, duro para alguien no acostumbrado a luchar contra la resistencia de la arena en la que se hundían los pies una y otra vez.

Es por aquí, por aquí —sonreía el viejo señalando al frente, seguro de sí mismo, a cualquier pregunta que le hicieran.

Aladdin torció la boca y miró de reojo a Hikaru:

Espero que esté en sus cabales —le susurró, empezando a dudar de si había sido buena idea seguirle.

Quizás habría sido mejor marcharse en cuanto los sacó de la cárcel.

El viejo se giró hacia ellos.

¿No me creéis, eh? —y tendió una mano. Cuando abrió los dedos, largos como patas de araña, pudieron ver el maravilloso brillo de varias monedas de oro y de un par de rubíes. Los ocultó rápidamente en su ropa y chasqueó la lengua—. Hay más, mucho más, en la Cueva. Esto no son más que minucias en comparación con las maravillas que hay allí. Pero claro, sin mí… nunca la encontraréis.

Y les dedicó una sonrisa macabra.

Podían intentar atacarle, no era más que un viejo flacucho y sin fuerza. No podría resistirse si insistían en robarle el dinero. Pero demasiado muy lejos de la ciudad como para volver antes de que se hiciera de noche… Y si lo hacían, perderían la oportunidad de conseguir muchas más riquezas.

Aladdin no dudó. La mera idea de ver toneladas de oro le animó a continuar con renovadas energías su camino.

Ya era noche cerrada cuando, de pronto, su extravagante guía rió hurgó en sus harapos. Les mostró un bonito escarabajo dorado que reflejaba la luz de las estrellas:

No lo perdáis de vista, vamos a tener que seguirlo—les advirtió.

Y, sin más, lo lanzó al aire. Para sorpresa de Hikaru y Aladdin, el escarabajo comenzó a despedir una resplandeciente luz propia y agitó a toda velocidad sus alas para salir despedido al frente.

¡Rápido, no lo perdamos de vista!

Para él era fácil decirlo, sólo tuvo que clavar los talones en los costados del onagro para que entrara al galope.
Por suerte, el escarabajo no fue muy lejos. Tras diez minutos de persecución, el bicho se dividió en dos y se hundió bajo las arenas. Se escuchó a continuación un profundo gemido, un rugido que parecía venir de las profundidades de la tierra. La arena comenzó a temblar y se levantó un fuerte viento que les cegó durante un minuto.

Cuando pudieron abrir los ojos se encontraron con una inmensa, gigantesca cabeza en forma de tigre. Su boca estaba abierta de par en par… y de su garganta provenía una luz dorada.

¿Quién osa perturbar mi sueño? —preguntó la cabeza, con una voz que les retumbó en el pecho.

Aguardó unos segundos a su respuesta.

Podéis pasar. Pero no toquéis nada más que la lámpara.

Y abrió de par en par sus mandíbulas.

¡Ahí lo tenéis! —gritó el viejo, que les apuntó con su bastón y entornó los ojos—. ¡No toquéis nada o la boca de la Cueva se cerrará para vosotros y os quedaréis encerrados! ¡Traedme la lámpara! Cuando la tenga, entonces podréis hacer lo que queráis.

Aladdin miró a Hikaru. Abú temblaba en el hombro del muchacho, y se escondió debajo de su fina chaqueta. Aladdin inspiró hondo:

¿Vienes? —le sonrió de lado—. Si no lo haces, mejor que mejor. Más tesoro para mí —y le guiñó un ojo antes de pisar el labio inferior del tigre y bajar por la lengua, que se había plegado en forma de escalera.

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He tenido que editar una cosilla sobre la alabarda de Wix. Mil perdones ;w;
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor VaniRoxy801 » Dom Mar 10, 2013 5:56 pm

La gatita decidió no acompañarme y me adentré sólo en el interior del palacio. Empecé buscando por los alrededores del jardín, sintiendo como los sirvientes me miraban con mala cara. Esperaba no estar entrando donde no debía… Estaba por desistir, buscar a ciegas a Wix o a Yafar por aquél palacio era mala idea. Pero justo mientras recorría uno de los pasillos, una figura se interpuso frente a mí.

Era una mujer joven, equipada con una armadura… y una Llave Espada. Apenas tuve tiempo, con tal sólo verme se lanzó sobre mí con su arma en alto. No tuve tiempo de reaccionar, iba a darme…

Noté un fuerte tirón del cuello de mi camisa, que me lanzó hacia atrás, salvándome del ataque de la mujer. Cuando alcé la vista, vi a Wix blandiendo su albarda contra la que me había atacado. Continuaron forcejeando hasta que la desconocida saltó hacia atrás.

Entonces pude observarla mejor. Sus preciosos rasgos animales eran inconfundibles… Sus orejitas erizadas, sus colmillos asomando entre sus labios… y las pupilas de sus ojos… Era Lyn, maestra de Tierra de Partida.

¿Por qué? —le gritó a Wix— ¿Por qué nos traicionaste, Iwashi?

¿Iwashi?

Lyn gruñó y empezó a retroceder, hasta desaparecer por el pasillo. Parecía que no estaba de acuerdo en pelear aquí… Wix se mantuvo en guardia hasta que comprobó que la maestra se había ido. Se giró hacia mí y me indicó que nos moviésemos.

Vamos.

Asentí y empecé a seguirla, intentado seguir su paso ligero. Quería preguntarle por qué habían venido incluso Maestros de Tierra de Partida a Agrabah, pero no parecía el mejor momento. Volvimos a la sala donde la gatita estaba esperando. Con un gesto de Wix, esta se unió a nosotros y nos dirigimos hacia la salida del palacio.

Rápido, tenemos que encontrarnos con el visir.

Alcé la vista hacia el cielo para comprobar que la noche estaba al caer. Debía quedar poco tiempo para que nos reuniésemos con Yafar en la puerta de Agrabah…
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor James Bond » Lun Mar 11, 2013 11:05 pm

Logramos salir de aquél calabozo y dejamos la ciudad cuando estaba a punto de anochecer. El viejo se montó en lo que parecía un asno. ¿Su argumento? Que sus piernas no resistirían el camino. Aquel desconocido cuyo nombre no sabía, se volvió un momento como si fuera a decirme algo pero cambió de idea. Tras una larga caminata, en la que mis pies se hundían cada dos por tres, el anciano nos indicó que era por ahí mientras señalaba al frente.

Espero que esté en sus cabales.— Me susurró Aladdín.
Opino lo mismo que tú, no sé por qué, pero hay algo en esto que no me gusta— le respondí.

Como si supiera de qué hablábamos, se giró hacia nosotros.

¿No me creéis, eh? Hay más, mucho más, en la Cueva. Esto no son más que minucias en comparación con las maravillas que hay allí. Pero claro, sin mí... nunca la encontraréis.— Nos advirtió mientras nos dedicaba una sonrisa macabra.

Mis sospechas se iban reforzando con aquella declaración y actitud. Tramaba algo. Pero si le mataba no obtendría nada. Además, como caballero de la Llave-Espada no debo de intervenir en los asuntos de otro mundo. Eso lo aprendí en un libro que leí en la biblioteca, y creo que me lo dijo mi Maestra.

Seguimos andando pero la noche impedía ver bien por donde íbamos. El anciano de extraña vestimenta sacó un escarabajo que brillaba. Nos advirtió que teníamos que seguirlo y que no lo perdiéramos de vista. Claro, muy fácil para él que iba montado en un animal.

Unos diez minutos después, el insecto se metió debajo de la arena. Se oyó un rugido que no sabría determinar su origen y al poco el suelo empezó a temblar y se levantó el viento por culpa del cual no pude ver nada.

Al abrirlos vi una gigantesca cabeza de tigre, con la boca bien abierta y venía un brillo de su interior.

¿Quién osa perturbar mi sueño?

No sabía que responder, así que le dejé a Aladdín que lo hiciera por mi. No me interesaban las riquezas ni el poder.

Podéis pasar. Pero no toquéis nada más que la lámpara?
¿Lámpara? ¿Qué lámpara?— Pregunté, esa especificación me desconcertó. El viejo no nos dijo nada de ninguna lámpara.

¡Ahí lo tenéis! ¡No toquéis nada o la boca de la Cueva se cerrará para vosotros y os quedaréis encerrados! ¡Traedme la lámpara! Cuando la tenga, entonces podréis hacer lo que queráis.

¿Cómo íbamos a hacer lo que quisiéramos si según sus palabras, la cueva se cerraría si no cogíamos la dichosa lamparita? Pude ver que Abú, el pequeño mono, temblaba ¿de miedo?, en el hombro de Aladdín y se escondió en la chaqueta de este. Mi compañero inspiró profundamente.

¿Vienes? Si no lo haces, mejor que mejor. Más tesoro para mí.— Me guiñó un ojo antes de bajar por la lengua del tigre.
No me interesa el tesoro, iré contigo no vaya a ser que pase algo.

Dicho esto, bajé por las escaleras detrás de él.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor Suzume Mizuno » Mié Mar 13, 2013 3:41 am

Wix no se molestó en darles ninguna explicación cuando llevó a los alumnos fuera de las murallas de Agrabah. No parecía que les esperara nadie, sólo había unos cuantos comerciantes que se apresuraban a cruzar los muros para resguardarse en la ciudad antes de que cerraran las puertas.

La mujer entornó los ojos y miró hacia el horizonte. Después, sin más, echó a caminar, hundiendo los pies en la cálida arena, obligando a los jóvenes a seguirla. Anduvieron hasta que se hizo de noche; para entonces se habían alejado bastante de la ciudad:

Sacad vuestros glider —ordenó Wix—, o no llegaremos nunca.

Cuando Yagami obedeció, ella subió a su lado, aprovechando que su glider servía para transportar a dos personas, y señaló con un dedo:

En esa dirección. —ante alguna posible pregunta de Yagami, Wix añadió:—.Allí encontraremos al visir.

Y se sumió en su habitual mutismo, por lo que Yagami tuvo que tragarse sus preguntas y no le quedó otro remedio que obedecer. Al cabo de un rato de volar relativamente rápido, Yagami y Kailee pudieron sentir cómo el abrasador calor del desierto había sido sustituido por una brisa fresca al principio, helada después. El viento les sacudía las ropas con ferocidad y se colaba hasta acuchillar su piel una y otra vez. Por suerte para ellos, de pronto vieron unas figuras a lo lejos y Wix alzó una mano:

¡Alto! Haced desaparecer los glider.

A partir de entonces avanzaron a pie, acortando las distancias con el grupo que les adelantaba hasta poder distinguirles: un hombre escuálido, encorvado, sobre un onagro y dos jóvenes que lo acompañaban pocos pasos por delante.

Wix avanzaba a través de la arena como si no le costase esfuerzo, pero probablemente Yagami y Kailee en seguida comenzaron a sufrir calambres en las pantorrillas. Al cabo de un rato largo algo captó la atención de los aprendices; un resplandor dorado. De pronto, lo que parecía ser una diminuta estrella fugaz salió de las manos del hombre escuálido y se perdió en el horizonte.

Wix echó a correr bordeando una alta e interminable duna y cuando llegaron al otro lado vieron lo que parecía ser un pequeño torbellino de arena iluminado por la luz de la luna. Les llegó un rugido penetrante, vibrante, que hacía cosquillear las plantas de los pies y del pecho. Cuando el torbellino se deshizo, en su lugar se elevaba una gigantesca cabeza de tigre, cuyos ojos y boca despedían luz dorada.

Estad quietos —les indicó Wix. Luego frunció el ceño—. No estaba previsto que intervinieran los de Tierra de Partida…

Si Yagami preguntó algo, sólo recibió una mirada indiferente por parte de la pelirroja, más interesada en observar qué estaba ocurriendo. Pudieron ver que los dos chicos jóvenes se adentraban por la boca de la bestia. Sólo entonces Wix echó a caminar hasta que llegó a donde aguardaba el viejo encorvado.

Visir Yafar…

El viejo se dio la vuelta y arqueó las cejas.

Ah, eres tú… —dijo con una voz aflautada. Después carraspeó, tosió y se incorporó hasta volverse sorprendentemente alto. Su joroba comenzó a moverse y por el cuello de los harapos emergió un loro rojo aleteando desesperadamente:

¡Eres tú, eres tú!

El viejo se arrancó la larga barba blanca para dejar a la vista una cara delgada, chupada por la edad, pero desde luego mucho más joven, y con una sinuosa barbita negra.

Has tardado —señaló, con una voz mucho más grave.

Ese chico que ha dejado entrar…

Ah, sí —la interrumpió el hombre, masajeándose los hombros y sonriendo de medio lado—. Ha venido con mi “diamante en bruto”. No podía decirle que no viniera, ya que parecen amigos. Así que lo traje conmigo también.

Es un enemigo —declaró Wix.

El visir entrecerró los saltones ojos y apretó los labios.

¿Qué clase de enemigo?

Sólo necesita saber que nos dará problemas.

El visir se llevó una mano de largos dedos al mentón y se retorció la barba, mirando a Wix, luego a Kailee y por último a Yagami, evaluándolos. Después se volvió hacia la entrada de la cueva y masculló:

¿Se intentará llevar mi lámpara…? —se puso rígido y apretó los puños en torno a la barba antes de mascullar en dirección a Wix—. Quiero esa lámpara. Sea como sea.

Wix asintió y miró a los dos aprendices:

Entrad en la cueva —ordenó—. Si veis que el aprendiz de Tierra de Partida intenta llevarse la lámpara, traédnosla.

Y no toquéis nada excepto la lámpara —les advirtió el visir elevando el tono hasta volverlo amenazante:—, si no queréis morir sepultados.—y miró a Wix, como esperando que lo apoyara.

La mujer sólo dio una seca cabezada:

Haced lo que os dice.

Cuando se acercaran a la enorme cabeza, porque no obtuvieron más respuestas ni posibilidades por parte de Wix y el visir, esta cobró vida y les miró mientras preguntaba:

¿Quién osa perturbar mi sueño?

Aguardó una respuesta y pareció mostrarse conforme. Entonces les indicó lo mismo que les había señalado el visir: no tocar nada más que la lámpara.

La boca del tigre se abrió desmesuradamente para permitirles el paso y su lengua se modificó hasta convertirse en unas escaleras que descendían por la garganta, hacia la luz...

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Última ronda. Siento no tener nada para James Bond, pero como ya ha entrado en la cueva...
Las puntuaciones las dará Sombra en cuanto regrese.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor VaniRoxy801 » Dom Mar 17, 2013 7:14 pm

Cuando llegamos fuera de las murallas, no había nadie esperándonos. Wix tardó poco en empezar a andar por la arena, en dirección al horizonte. Estuvo callada hasta que nos alejamos un poco de la ciudad.

Sacad vuestros glider, —nos ordenó— o no llegaremos nunca.

Algo confuso, invoqué la Llave Espada para lanzarla al cielo y hacer aparecer mi Glider, que aterrizó suavemente sobre la arena. Monté en mi vehículo mientras le preguntaba a Wix sobre nuestro destino.

¿Hacia dónde vamos? ¿No había que esperar a Yafar en la puerta?

En esa dirección. —me respondió mientras se subía a mi Glider—Allí encontraremos al visir.

Me extrañó que me hubiese respondido… Arranqué el Glider y me puso en marcha hacia la dirección que había señalado Wix. Aún seguía algo preocupado por el hecho de que habían venido hasta Maestros de Tierra de Partida, pero no parecía el momento de interrogar a Wix. Bueno, realmente dudaba que hubiese algún momento para eso…

Seguimos avanzando por el desierto mientras caía la noche. El viento era cada vez más frío, pero seguía siendo igual de cortante por la arena. Al poco rato, observé cómo se empezaban a distinguir unas figuras en el horizonte…

¡Alto! Haced desaparecer los glider.

Sin rechistar, frené el Glider, me bajé y lo hice desparecer. Caminamos un poco, siguiendo de cerca al grupo que habíamos localizado. Eran dos jóvenes acompañados de un viejo montado en un burro. No sé exactamente cuánto tiempo estuvimos tras ellos, pero ya empezaba a cansarme andar por el desierto.

De pronto, un extraño resplandor surgió de la mano del viejo. La luz saltó de inmediato, rumbo al cielo, hasta perderse de vista. ¿Qué era eso? Wix empezó a bordear la duna mientras la intentábamos seguir. Un fuerte rugido resonó por el desierto. Una cabeza de tigre surgió entre la arena.

Estad quietos. —nos dijo Wix— No estaba previsto que intervinieran los de Tierra de Partida…

Que… ¿Qué es esa cosa? —le pregunté.

Wix no me respondió, tan solo me dirigió una mirada con cara de “No es el momento”. No había manera de hablar con esa mujer… Miré de nuevo hacia el grupo, observando cómo los dos jóvenes entraron dentro de la boca de la bestia. ¿Esos eran de Tierra de Partida? No tuve mucho tiempo para pensar en eso, puesto que Wix volvió a ponerse en marcha, esta vez dirigiéndose hacia el viejo que había quedado fuera.

Visir Yafar…

Ah, eres tú…

Ese… ¿Ese era el visir?

¡Eres tú, eres tú!

Un loro rojo salió de dentro de las ropas del viejo mientras este se “transformaba” de nuevo en el visir que habíamos visto en palacio.

Has tardado.

Ese chico que ha dejado entrar…

Ah, sí. Ha venido con mi “diamante en bruto”. No podía decirle que no viniera, ya que parecen amigos. Así que lo traje conmigo también.

Es un enemigo.

¿Qué clase de enemigo?

Sólo necesita saber que nos dará problemas.

Parecía que sólo uno era de Tierra de Partida… Aún así, Wix tenía razón, sólo daría problemas e interferiría en la misión. Yafar empezó a evaluarnos y observó la boca del tigre algo preocupado.

¿Se intentará llevar mi lámpara…? Quiero esa lámpara. Sea como sea.

¿Lámpara? Cada vez me estaba llenando de más y más preguntas…

Entrad en la cueva. —nos indicó Wix antes de poder rechistar— Si veis que el aprendiz de Tierra de Partida intenta llevarse la lámpara, traédnosla.

Y no toquéis nada excepto la lámpara, —nos advirtió el visir— si no queréis morir sepultados.

Haced lo que os dice.

Resoplé. Nada, de nuevo me tocaba ponerme a cumplir órdenes sin saber si quiera lo que hacía… Supongo que para algo era un aprendiz. Empecé a acercarme a la gran cabeza, que cobró vida y nos habló.

¿Quién osa perturbar mi sueño?

Eh… —me giré hacia Wix algo confuso, pero no parecía tener ganas de echarme una mano—Queremos… entrar a buscar una… lámpara.

Por suerte, la cabeza pareció conforme. Nos dio el aviso de que no tocásemos nada excepto esa lámpara que tanto parecía interesar al resto y se abrió. Eché un vistazo en el interior de su boca. Su lengua se había transformado en una especie de escalera que bajaba hasta una profunda cueva de la que surgía una fuerte luz.

En menudos marrones me meto…

Suspiré y empecé a bajar hacia el interior de la boca.
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Re: [Agrabah] El gran tesoro

Notapor Sombra » Lun Mar 18, 2013 7:42 pm

Spoiler: Mostrar

¡Enorabuena, habéis acabado la Primera Parte de El Gran Tesoro!

Evidentemente esto no acaba aquí, todavía hay una Segunda Parte que abriré esta semana. No os voy adelantar nada, pero creo que os gustará.

También agradecer a Suzume, que hizo una excelente labor como Master Sustituta mientras solucionaba ciertos asuntos.

Y bueno, dejo de irme por las ramas. Pasemos a las puntuaciones:

Hikaru: 44 PX. ¡SUBE UN NIVEL!
Kailee: 39 PX. Originalmente tenías más PX ganados pero como comprenderás no puedo darte una puntuación completa si has faltado a varios post. ¡SUBE UN NIVEL!
Yagami: 53 PX. ¡SUBE UN NIVEL! *Aviso, todavía tienes que actualizar otra subida anterior de nivel.
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