Re: [Agrabah] El gran tesoro
Publicado: Sab Ene 12, 2013 8:54 pm
—Ya lo verás.
Eso fue lo que me respondió la Maestra, aunque parecía que lo hacía con pocas ganas. Supongo que después de lo pasado, era normal que todavía siguiera enfada conmigo. Que le vamos a hacer...
Seguía a la mujer a través de lo que se conocía como el “intersticio de los mundos”. Era mi primera vez viajando a través de aquel lugar. Era algo impresionante. Parecía que estaba en una película de Ciencia-Ficción situada en el espacio. Pero no podía perder de vista a la Maestra, sino me perdería.
Al final se notó mi poca experiencia con el Glider. La Maestra Lyn era demasiado rápida y no podía alcanzarla por mucho que quisiera. Debía mejorar aquello. Tal vez le pediría a Rebecca o a algún otro Maestro algunos consejos.
Sin embargo, creo que logré encontrar el mundo de Agrabah. Así que descendí sobre un edificio y me quité la armadura, aparte de hacer que mi Glider volviera a su forma original.
Miré hacia el cielo y pude comprobar que estaba totalmente despejado. Ni una nube. Además hacía un calor horroroso, propio del verano. Esperaba poder sobrevivir en ese lugar, o al menos adaptarme al clima.
Pero ahora lo primero que debía hacer era encontrar a la Maestra Lyn. Me sentía algo inseguro en un mundo totalmente desconocido y sin compañía. En Nunca Jamás tuve a Zait y a Exuy. Me pregunto que estarán haciendo en estos momentos... Seguro que están en Tierra de Partida relajados en la colina o en algún otro sitio. Que suerte tenían los dos.
Así que decidí saltar a uno de los edificios. Si bajaba por las escaleras que estaba viendo quizás podrían tomarme por un ladrón. Pero antes de poder hacer nada, un chico de piel morena y vestimenta extraña chocó contra mi, provocando que ambos cayéramos al suelo.
—Oye, deberías tener más cuidado...— le repliqué.
Entonces oí unos gritos. Dichos gritos parecían decir algo como “dos ratas” y “a por ellos”. Esperaba que por “dos ratas” no se refierese a mi. El chico me dijo:
—¡Venga, vamos por aquí o nos cortarán las manos!
Empezó a correr en dirección a un callejón. No tenía muchas ganas de quedarme sin manos, así que opté por ir detrás suya. Quizás así encontraría a Lyn.
—Perdona, al menos podrías decirme tu nombre. Yo soy Hikaru Akarui, encantado. ¿Por qué te siguen los tipos esos?
Eso fue lo que me respondió la Maestra, aunque parecía que lo hacía con pocas ganas. Supongo que después de lo pasado, era normal que todavía siguiera enfada conmigo. Que le vamos a hacer...
Seguía a la mujer a través de lo que se conocía como el “intersticio de los mundos”. Era mi primera vez viajando a través de aquel lugar. Era algo impresionante. Parecía que estaba en una película de Ciencia-Ficción situada en el espacio. Pero no podía perder de vista a la Maestra, sino me perdería.
Al final se notó mi poca experiencia con el Glider. La Maestra Lyn era demasiado rápida y no podía alcanzarla por mucho que quisiera. Debía mejorar aquello. Tal vez le pediría a Rebecca o a algún otro Maestro algunos consejos.
Sin embargo, creo que logré encontrar el mundo de Agrabah. Así que descendí sobre un edificio y me quité la armadura, aparte de hacer que mi Glider volviera a su forma original.
Miré hacia el cielo y pude comprobar que estaba totalmente despejado. Ni una nube. Además hacía un calor horroroso, propio del verano. Esperaba poder sobrevivir en ese lugar, o al menos adaptarme al clima.
Pero ahora lo primero que debía hacer era encontrar a la Maestra Lyn. Me sentía algo inseguro en un mundo totalmente desconocido y sin compañía. En Nunca Jamás tuve a Zait y a Exuy. Me pregunto que estarán haciendo en estos momentos... Seguro que están en Tierra de Partida relajados en la colina o en algún otro sitio. Que suerte tenían los dos.
Así que decidí saltar a uno de los edificios. Si bajaba por las escaleras que estaba viendo quizás podrían tomarme por un ladrón. Pero antes de poder hacer nada, un chico de piel morena y vestimenta extraña chocó contra mi, provocando que ambos cayéramos al suelo.
—Oye, deberías tener más cuidado...— le repliqué.
Entonces oí unos gritos. Dichos gritos parecían decir algo como “dos ratas” y “a por ellos”. Esperaba que por “dos ratas” no se refierese a mi. El chico me dijo:
—¡Venga, vamos por aquí o nos cortarán las manos!
Empezó a correr en dirección a un callejón. No tenía muchas ganas de quedarme sin manos, así que opté por ir detrás suya. Quizás así encontraría a Lyn.
—Perdona, al menos podrías decirme tu nombre. Yo soy Hikaru Akarui, encantado. ¿Por qué te siguen los tipos esos?