Re: [País de Nunca Jamás] Final Countdown
Publicado: Dom Jun 16, 2013 10:47 pm
- Paul, eh... ¿Has matado a alguien alguna vez?
- No. Pero no me importaría si fuera ella.
¿En serio esa conversación estaba teniendo lugar en ese momento? Una expresión de horror se dibujó en la cara de Kairi debajo de su casco. El concepto de matar a alguien no le gustaba nada, no entendía por qué tenía que morir una persona. Si tuviera opción nunca optaría por esa, ni siquiera con la niña psicópata que estuvo a punto de destrozarlos en aquella mina infernal.
- Hace algún tiempo, antes de que nos traicionase aquel día en el Ocaso de una Estrella tuve un aprendiz que... Bueno... Eh... No sois muy diferentes. Incluso sois del mismo mundo.
Kairi escuchaba atenta lo que contaba el Maestro Kazuki, sin decir nada.
>Él no era un mal Aprendiz. Tal vez eh... un poco escalofriante. Ese aprendiz, junto a otro más participó en un torneo llamado "Copa Phil" y... Cuando llegaron a la última ronda se enfrentaron a una persona poseída por una armadura maldita. Pudieron eh... salvarle. Pero en vez de eso, aquel Aprendiz decidió matar al huesped. Por culpa de eso eh... Empezó a cambiar... Hasta que nos traicionó uniéndose a las fuerzas de Bastión Hueco.
Pensó que tal vez fuera algún miembro de los que se encontraron en Bastión Hueco aquél fatídico día.
>Paul, matar es... Eh... Matar no está bien aunque la persona se lo merezca. Eso solo genera más odio. Una cadena interminable de odio.
Es justo lo que pensaba Kairi. Desgraciadamente, no todo el mundo pensaba como ella.
- ¡No, joder! ¡Sigues sin entenderlo Kazuki! - estalló Paul - ¡Ella mató a Megiro el día de las Cámaras sin ninguna piedad! ¡No es justo!
Enfadado, se alejó de ellos un rato. Entendía lo duro que podía ser aquello, aunque ella nunca lo había vivido, ni quería. La verdad es que una situación como aquella le hacía a uno pensar. ¿De verdad valía la pena acabar con la vida de alguien porque hubiera matado a un ser querido? ¿Rebajarse a su nivel? Kairi sacudió la cabeza.
En ese momento, Kazuki respondió a la pregunta de Kairi, con un tono que parecía alegrarse de cambiar de conversación.
- Nos dirigimos a Londres, una zona del mundo Nunca Jamás. Hemos registrando una eh... Gran actividad de sincorazón en ese mundo y eh... Tenemos que hacer una exterminación de todos los que veamos. Es bastante simple y eh... rutinario.
¿Nunca Jamás? Vaya nombre más raro para un mundo, pensó Kairi. Aunque ese nombre le daba una pinta de misterio, quería llegar ya.
Al cabo de un rato, apareció ante sus ojos el mundo al que se suponía que iban y Paul se volvió a acercar. Aterrizaron juntos al lado de un puente, en la ciudad. Desde allí se veía una torre que marcaba la hora. Era de noche. Kairi hizo desaparecer su Glider y se quito la armadura.
- ¡Ah! - La lluvia la empapó enseguida y hacía frío.
- ¡Awa! - Awa-chan dio un salto y se escondió en la espalda de Kairi, tapado por la melena de ésta. No le gustaba nada el agua.
- Estad atentos. Ya están aquí - advirtió Kazuki. Una humareda apareció ante ellos. Los Sincorazón se acercaban.
- ¡Esto ya me gusta más! - exclamó Paul. Kairi se preparó e invocó su arma. Su compañero lo tenía más facil al disponer de su Llave Espada y una espada más aparte. Kairi se preparó para esquivar los ataques que le llegaran mientras golpeaba con su arma a los Sincorazón. Y si su compañero tenía problemas, lanzaría una Perla a su enemigo para ayudarlo.
- No. Pero no me importaría si fuera ella.
¿En serio esa conversación estaba teniendo lugar en ese momento? Una expresión de horror se dibujó en la cara de Kairi debajo de su casco. El concepto de matar a alguien no le gustaba nada, no entendía por qué tenía que morir una persona. Si tuviera opción nunca optaría por esa, ni siquiera con la niña psicópata que estuvo a punto de destrozarlos en aquella mina infernal.
- Hace algún tiempo, antes de que nos traicionase aquel día en el Ocaso de una Estrella tuve un aprendiz que... Bueno... Eh... No sois muy diferentes. Incluso sois del mismo mundo.
Kairi escuchaba atenta lo que contaba el Maestro Kazuki, sin decir nada.
>Él no era un mal Aprendiz. Tal vez eh... un poco escalofriante. Ese aprendiz, junto a otro más participó en un torneo llamado "Copa Phil" y... Cuando llegaron a la última ronda se enfrentaron a una persona poseída por una armadura maldita. Pudieron eh... salvarle. Pero en vez de eso, aquel Aprendiz decidió matar al huesped. Por culpa de eso eh... Empezó a cambiar... Hasta que nos traicionó uniéndose a las fuerzas de Bastión Hueco.
Pensó que tal vez fuera algún miembro de los que se encontraron en Bastión Hueco aquél fatídico día.
>Paul, matar es... Eh... Matar no está bien aunque la persona se lo merezca. Eso solo genera más odio. Una cadena interminable de odio.
Es justo lo que pensaba Kairi. Desgraciadamente, no todo el mundo pensaba como ella.
- ¡No, joder! ¡Sigues sin entenderlo Kazuki! - estalló Paul - ¡Ella mató a Megiro el día de las Cámaras sin ninguna piedad! ¡No es justo!
Enfadado, se alejó de ellos un rato. Entendía lo duro que podía ser aquello, aunque ella nunca lo había vivido, ni quería. La verdad es que una situación como aquella le hacía a uno pensar. ¿De verdad valía la pena acabar con la vida de alguien porque hubiera matado a un ser querido? ¿Rebajarse a su nivel? Kairi sacudió la cabeza.
En ese momento, Kazuki respondió a la pregunta de Kairi, con un tono que parecía alegrarse de cambiar de conversación.
- Nos dirigimos a Londres, una zona del mundo Nunca Jamás. Hemos registrando una eh... Gran actividad de sincorazón en ese mundo y eh... Tenemos que hacer una exterminación de todos los que veamos. Es bastante simple y eh... rutinario.
¿Nunca Jamás? Vaya nombre más raro para un mundo, pensó Kairi. Aunque ese nombre le daba una pinta de misterio, quería llegar ya.
Al cabo de un rato, apareció ante sus ojos el mundo al que se suponía que iban y Paul se volvió a acercar. Aterrizaron juntos al lado de un puente, en la ciudad. Desde allí se veía una torre que marcaba la hora. Era de noche. Kairi hizo desaparecer su Glider y se quito la armadura.
- ¡Ah! - La lluvia la empapó enseguida y hacía frío.
- ¡Awa! - Awa-chan dio un salto y se escondió en la espalda de Kairi, tapado por la melena de ésta. No le gustaba nada el agua.
- Estad atentos. Ya están aquí - advirtió Kazuki. Una humareda apareció ante ellos. Los Sincorazón se acercaban.
- ¡Esto ya me gusta más! - exclamó Paul. Kairi se preparó e invocó su arma. Su compañero lo tenía más facil al disponer de su Llave Espada y una espada más aparte. Kairi se preparó para esquivar los ataques que le llegaran mientras golpeaba con su arma a los Sincorazón. Y si su compañero tenía problemas, lanzaría una Perla a su enemigo para ayudarlo.