[Bastión Hueco] Villain's Vale

Trama de Light, Hiro, Xefil, Maya, Ban y Ragun

La aparición del bando de Bastión Hueco ha colocado a la Orden de los Caballeros de la Llave Espada en una tensión creciente difícil de remediar. ¿Llegarán a enfrentarse ambos bandos en conflicto, o será posible la paz?

Moderadores: Suzume Mizuno, Astro, Sombra

Re: Ronda #12 - Villain's Vale

Notapor Sombra » Sab May 24, 2014 12:22 am

Ragun y Xefil

Aunque mi velocidad no se comparaba a la de Xefil ni a la de Nanashi de alguna forma pude mantener el ritmo. No podía ver al Emperador ni a Ban, pero al menos podíamos escuchar sus pesadas pisadas.

<<No está demasiado lejos>>

La Maestra nos llevaba ventaja, demasiada como para que pudiésemos verla al menos.

¡¡Deja de huir, maldito cobarde!! —llegó hasta nuestros oídos el rugido de la Maestra—. ¡Siempre escondiéndote, siempre aprovechándote de los demás!

<<¿Siempre?>>

Por algún motivo, las palabras que salieron de la poderosa maga me hicieron pensar que tal vez Nanashi y Palamecia se conociesen de antes, aquello explicaría por qué sabía que "siempre" actuaba de aquella manera.

Seguí el pasillo tras bajar las escaleras hacia una potente luz que me obligó a cerrar los ojos para evitar verme cegado.

Al avanzar pude ver a la Dama de Hierro, que había logrado arrinconar a Mateus. Al fondo del pasillo había una enorme puerta donde la mascota de la Maestra impedía que nuestro objetivo escapase.

Por mi mente pasaban pensamientos de todo tipo, los poderes que aquel monstruo poseía no eran en absoluto normales e incluso se asemejaban mucho con los que yo, un sincorazón tenía. Si él y yo fuésemos lo mismo significaría una cosa: Odiaba a la llave espada porque todavía tenía su naturaleza de sincorazón, al contrario que yo, que no sentía odio por el arma que portaba.

Devuélveme a mi aprendiz —exigió Nanashi más seria que nunca.

El monstruo acercó a Ban hacia su cuerpo y colocó su arma en su garganta de forma verdaderamente amenazante.

Ragun —llamó entonces Nanashi en un susurro—. Usa tu evasión oscura y quítale a Ban. Xefil, prepárate para sacarlos de ahí con tu elusión. Cuando tengáis a Ban corred. Ahora, cerrad los ojos.

Obedecí sin dudar cuando me pidió que cerrase los ojos, pero no esperé a ver lo que acontecía. En cuanto levantó la mano apuntando al frente yo me hundí en las tinieblas del suelo moviéndome hasta donde Ban estaba. Nada más abandoné el suelo lancé una flama tenebrosa contra la mano que sostenía la vara para que quitase aquella arma del cuello del aprendiz. Sin detenerme agarré con mi único brazo con todas mis fuerzas de Ban y tiré de él.

¡Xefil! —exclamé dando a entender que era el momento de que utilizase su habilidad de teletransporte que había utilizado para salvarme de Gárland.

Algunos quizás se viesen extrañados por preferir salvar al muchacho antes que recuperar mi llave espada, pero si quería ser un Maestro tenía que ser un ejemplo para seguir para los miembros de Bastión Hueco. No podía abandonar a los aprendices y dejarlos a su suerte. Los protegería, y Ban estaba en aquella lista de gente que tenía que proteger.

<<Porque soy la espada que protege a los que aprecio>>
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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor Light » Sab May 24, 2014 2:29 pm

Light abandonó finalmente la sala y comenzó a bajar los escalones, alejándose progresivamente del resto de sus compañeros. Xefil y Ragun decidieron seguir a Nanashi para traer de vuelta a Ban, víctima de Mateus Palamecia. Por otra parte, Hiro y Ronin se quedaron en la sala de reuniones para confrontar a los Villanos Finales. De todos los Portadores, Maya era la única que había decidido acompañarle.

La explosión de luz y los gritos de Nanashi no le tranquilizaron precisamente. Las escaleras parecían no acabar nunca y la angustia de Light se acrecentaba por momentos. Mientras descendía podía escuchar los estertores del joven, quien se encontraba cada vez más cerca de la muerte.

Ya queda menos —le decía a Cloud con un hilillo de voz.

Víctima de la paranoia, se giraba de vez en cuando para comprobar si algún enemigo les seguía, pero únicamente daba con el rastro de sangre oscura que dejaba su guardaespaldas; la sangre que le revolvía por dentro y le encolerizaba.

Tenía muy claro que les haría pagar todo lo que le habían hecho.

El grupo finalmente bajó los últimos escalones y llegó al vestíbulo. Ahora simplemente tenían que atravesar la última puerta para escapar de las torres y alejarse lo máximo posible de aquel infernal lugar.

De no ser por cierto Villano Final, habrían podido escapar. La suerte no estaba con ellos aquel día, definitivamente. Light se detuvo en seco nada más escuchar su voz, alerta. Rápidamente se percató de que se trataba de una voz que había oído hace poco. Las llamas que iluminaron el lugar revelaron su identidad.

Tú...

Vaya, esto sí que no me lo esperaba. Creía que se ocuparían de vosotros en un parpadeo ¿A dónde creéis que vais con el experimento del doctor Hojo?

Naturalmente, maldijo al individuo que se había interpuesto en su camino; el mismo individuo que les había engañado, Rubicante. Cuando Light vio que invocaba la primera llamarada temió que intentara hacerles daño. Dejó a Cloud en el suelo y se interpuso entre éste y Rubicante, en posición defensiva.

No podrían luchar contra él, eso lo tenía muy claro. Y no lo pensaba porque creyera que Rubicante era demasiado poderoso, en absoluto.

El problema era la salud de Cloud. No aguantaría mucho más y no podían permitirse perder el tiempo con un combate.

Afortunadamente, la intención de Rubicante no era luchar allí mismo.

Antes comenté que no me gustaba hacer daño a niños y sigo pensándolo. Dejad al chico, rendíos y me comprometo a no haceros daño. No puedo responder por mis señores, pero al menos yo no os pondré la mano encima. Meditadlo bien. Después de todo, no podéis salir de este lugar… No sin esto, al menos —el hombre retiró momentáneamente la capa que ocultaba su cuerpo para mostrarles un broche con forma de árbol. Al igual que la rosa, debía ser una de las llaves objeto. Acto seguido, volvió a interponer su capa para ocultar la llave de su vista—. ¿Qué decís?

Light intercambió miradas con Maya y después se fijó en Cloud. Él y Maya habían luchado mucho y se habían embarcado en múltiples peligros para traerle de vuelta. Si abandonaban ahora a Cloud, todos sus esfuerzos serían en vano. También le habrían fallado a Aeris.

El trato que les ofrecía Rubicante no le hacía ninguna gracia, cabía decir. Rubicante ya les había engañado en una ocasión, ¿acaso podían confiar en él otra vez? Light se aferró a un recuerdo, recordando la llave con forma de pluma que les había mostrado Ronin. Se suponía que era la llave que habían utilizado para entrar dentro de la torre y acceder al vestíbulo, ¿no? Lo lógica le decía que aquella era la llave que necesitaban para escapar, no la que tenía Rubicante. Por supuesto, no podía estar seguro de que así fuera: puede que el villano les hubiera mostrado la llave correcta.

Light obedeció a Rubicante y se molestó en meditar su decisión. ¿Valía la pena enfrentarse a él? ¿Estaba el tiempo de su parte para permitirse aquello?

Además, si aquella llave era falsa, ni siquiera ellos podían escapar. El trato de Rubicante no era justo, no podían confiar en él.

Lo siento, Maya, pero no nos queda alternativa. Después de lo que hemos visto allí dentro… no hay nada que podamos hacer. Hemos fallado —expresaba insatisfecho: por nada del mundo quería abandonar a Cloud. Acto seguido, se dirigió a Rubicante tras tragar saliva, intentando sonar convincente—. Como comprenderás, después de lo que nos hiciste no podemos confiar en ti. Ya nos entregaste la llave equivocada antes —por un momento, los ojos de Light reflejaron un intenso odio—. Por eso, he de pedirte que nos abras esa puerta —apuntó con la mirada a la puerta de la salida del vestíbulo—. No nos importa la llave, solo queremos que la abras. Si no la abres, no hay trato.

>>Puedo también comprender que no te fíes de nosotros, ya que nosotros también te intentamos engañar —afirmó cabizbajo, apretando sus puños. Light se alejó de sus compañeros y se acercó a Rubicante hasta posicionarse delante de él, a escasos metros—. Mira. Soy el único que puede cargar con Cloud, así que me mantendré alejado de él. No voy a intentar escapar con él una vez hayas abierto la puerta, te lo aseguro; y, aunque lo intentara, me imagino que no te costaría interponerte en nuestro camino y detenernos. No podremos avanzar muy lejos si tenemos que cargar con él —razonó—. ¿Qué puedes perder? Solo te pido que abras la puerta y nos dejes marchar, por favor.

Si Rubicante rechazaba el trato, no les quedaba otra que seguir negociando.

En cambio, si el Villano Final aceptaba su oferta, llevaría a cabo su improvisado plan. Una vez Rubicante abriera la puerta de la salida, Light materializaría una extensa cadena de luz que inmovilizaría a Rubicante; en especial, sus piernas para que no se pudiera mover. Se trataba de Destino Enlazado, una habilidad que había cogido prestada de Nadhia.

¡Maya! —le llamaría la atención a la brujita para que le ayudara a mantenerle a raya—. ¡Gaomon! —exclamó, señalando a Cloud con la mirada.

Huid los tres.

Light era consciente de que Rubicante podría deshacer su hechizo si tenía la suficiente fuerza. Aparte de rodear sus piernas con la cadena de luz, haría aparecer el extremo de la cadena en la palma de su mano —se había limitado a rodear sus piernas, por lo que le quedaba cadena de sobra— y tiraría de ésta con todas sus fuerzas, esperando desequilibrar al Villano Final para que cayera al suelo.

Durante esos segundos de infinito valor, Gaomon tendría tiempo para escapar con Maya y Cloud. El can invocaría su Forma cabalgadura sin más dilación, necesaria para cargar con Cloud. A continuación, utilizaría su habilidad Coger: gracias a las garras extensibles de su espalda, podría coger a Cloud para colocarlo sobre su espalda. El perro sugeriría a la brujita que se montara sobre él y se sujetaran a sus garras con fuerza. Todas estas acciones serían realizadas lo más rápido posible. En el caso de que Destino Enlazado no bastara para mantenerle ocupado, Light apuñalaría a Rubicante con su daga para detenerle.

Una vez todos se hubieran montado, Gaomon haría uso de la habilidad Carrera Animal para cruzar el vestíbulo a una velocidad pasmosa y abandonar finalmente Villain’s Vale. Correría hasta caer en la extenuación y se alejaría lo máximo posible de las torres.

Light también quería salir de allí, pero su prioridad sería impedir que Rubicante obstaculizase la huida de sus amigos. En cuanto Gaomon abandonara la sala, levantaría un Pilar de Tierra para obstaculizar la salida y se interpondría entre Rubicante y el montículo de tierra que había creado mágicamente.

Observaría al Villano Final con el rostro desafiante, incapaz de ocultar una ligera sonrisa.

¿Quién era ahora el engañado?

Temía por lo que podía pasarle, en efecto, pero el deseo de traer de vuelta a Cloud era mucho más intenso que el miedo. Aeris y Ronin habían depositado su confianza en ellos y no estaba dispuesto a fallarles.

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Lo siento mucho, pero ni tengo tiempo para hacer planes B ni para currarme más el post.

Las habilidades usadas son las siguientes:

Habilidad de Light (gracias al nexo-D ):

▪ Destino Enlazado (HM) [Nivel 10] [Requiere: Afinidad a Luz; Poder Mágico: 15] El usuario invoca una larga cadena dorada de tres metros que rodea y atrapa al enemigo durante un turno, provocando a su vez daños afín a luz. Con suficiente Fuerza, la cadena puede ser rota.

Habilidades de Gaomon:

▪ Forma cabalgadura: El eidolon se transforma en una de sus formas, pudiendo desactivarla cuando guste. Cuando utiliza la forma cabalgadura, adopta la forma de un gran lobo cuadrúpedo (1,7 metros) capaz de cargar con dos personajes no muy pesados, como máximo. Debido a su nueva forma cuadrúpeda, es incapaz de utilizar algunas habilidades como Gancho Alto, etc... (La racial de la mascota)

▪ Coger (HC) [Nivel 3] [Requiere Forma Cabalgadura activada; Fuerza: 10] El eidolon en Forma Cabalgadura puede utilizar las cintas adosadas a su espalda como garras extensibles (hasta 8 metros) para múltiples tareas (agarrar a un personaje no muy pesado, oprimir con ellas a los enemigos o arrojarlos lejos, coger un objeto alejado…), pudiendo llegar a utilizar las dos garras con un mismo objetivo en el caso de que sea demasiado pesado. Límite de hasta 80 kilos.

▪ Carrera animal (HC) [Nivel 4] [Requiere Forma Cabalgadura; Velocidad: 10; Resistencia: 10] Utilizando todo el potencial de su fuerte constitución cuadrúpeda, el animal puede desplazarse a una velocidad superior. Habilidad idónea para sortear campos de batalla con enemigos y recorrer rápidamente largas distancias sin cansarse. Recomendable a su vez para huidas. Debido al cansancio extremo, una vez usada no podrá volver a usarse hasta pasados tres turnos.

Habilidad de Light:

▪ Pilar Tierra (HM) [Nivel 7] [Requiere afinidad a Tierra; Poder mágico: 10] El usuario hace surgir una resistente columna rocosa (de altura máxima 6 metros) en un radio de cinco metros para usarla de apoyo. Sólo un personaje puede subirse a ésta, durante un solo turno. El usuario manipula la altura del pilar a su voluntad.
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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor RedXIII » Dom May 25, 2014 4:06 am

¡Bien dicho, chucho!

No me llames chucho — Una espontanea sonrisa se trazó en los labios del aprendiz mientras contemplaba con teson sus enemigos, aquella podía ser su última batalla o la más importante en la que habría luchado jamas.

El Maestro invocó de nuevo su ataque flamígero, asustando al payaso, quien dio un salto hacia atrás para alejarse de dicho ataque.

¡Precioso! ¿Es que no tienes más ataques, estúpido y viejo tuerto?

Ya que tan confiado te veo, creo que te dejaré la pelea a ti— Respondió Seymour —: No creo que te cueste acabar con un Caballero y un chiste de aprendiz, imagino.

La palabrería de aquel hombre desencadeno el que Kefka invocara dos hechizos, un Electro y un Aqua ¿Era posible hacer aquello? No recordaba tal maestría sobre la magia desde hacia bastante tiempo.

¡Por supuesto! ¡Ven aquí perrito! ¿Quieres un huesito?— el ataque de Kefka y Ronin chocaron, provocando una niebla que rodeaba el lugar, dificultando la vista.

¡Ahora, Hiro!

Las armas del aprendiz se levantaron en dirección a las carcajadas del bufón, dispuesto a abrir fuego para alcanzarlo pero aquello fue interrumpido de forma drástica por un fuerte ruido, el ruido del cristal al romperse, una frágil e irónica luz acompañaba mientras caía del techo una cortina negra junto a resquebrajados cristales.

Con gran velocidad el maestro salió del combate para salvar a la cortina en apuros.

¡Cuidado, que me vas a sacar el otro ojo!

¿Ronin? ¿Qué…? ¡Da igual! ¡Quítame esto de encima, ya viene…!

¿Que viene quién?

Una bestia, apareció por la ventana que había roto Ryota y mostró su mas fiero rostro.

¡Ese cristal ha incrementado sus poderes, pero no los controla! ¡Es nuestra oportunidad! ¡Y bájame de una vez, Ronin!

¡No lo bajes, tuerto! ¡Así será más fácil ensartaros a los dos!

El maestro arremetió un ataque contra el payaso que salió volando, mientras Ryota parecía encararse hacia la bestia que había aparecido hace nada y mientras el aprendiz observaba aquella escena, confuso y nervioso.

¡Hiro, ocúpate de él!

Y un fuerte viento inundó el lugar, Ryota invocó una especie de barrera, seguramente para aplacar aquel vendaval.

Ten cuidado, Ronin. No controla bien las ráfagas, pero aun así no tiene mala puntería

¡Oído cocina! — Ronin sonrió —. ¡Como en los viejos tiempos, Ryota!

Como en los viejos tiempos.

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El viento era demasiado intenso y todos los que participaban en aquel combate parecían estar años luz de lo que jamas podría estar el aprendiz ¿Era verdaderamente capa de poder hacer algo en aquella lucha?

La sonrisa de un lunático se alzaba ante el aprendiz, los ojos de un asesino que penetraban su cuerpo y convertían en trozos desquebrajados su atormentada alma, nunca había llegado a apreciar la verdadera amenaza que representaba Kefka, nunca lo había considerado superior a el, en un segundo la seguridad del aprendiz había desaparecido junto al humo del cigarrillo apagado que adornaba absurdamnte la boca del mestizo.

Pero, lo que le hacía débil era lo mismo que hacía débil al arlequín, el viento, sus movimientos eran más lentos de lo normal y el esfuerzo por moverse era mayor, limitando así sus opciones de huir o atacar por sorpresa, aquello parecía haberse convertido en una justa de caballeros, atacar o ser atacado.

El aire agitaba con violencia la capa del aprendiz junto con su coleta mientras levantaba sus armas y abría bien los ojos, susurró con disimulo las palabras para invocar a su amigo Grillo, su ayuda era importante en aquel momento.

Cuando te conocí me hice una promesa — susurró el mestizo mientras dejaba que el cigarrilo volara de su boca —Y cuando vi que mi promesa la había cumplido otra persona me sentí humillado completamente, es decir ¿Capturan a mi mayor enemigo, en que lugar me deja eso? Pero entonces cuando escapaste prometí que no te volvería a dejar marchar — Sus dos sables apuntaban a Kefka, impacientes por abrir fuego contra el.

Por eso pienso zanjar esto... ¡Ahora mismo! — sus armas desprendieron una pequeña luz que desembocó en la punta de su arma, a su vez los ojos y los sables no perdían ni un momento de vista a Kefka, como si solo estuviera el en el lugar, sin importarle el viento, los feroces ataques o sus compañeros, solo lo veía a el y su mano, parecía invocar algo parecido a un trueno, seguramente tenía intención de atacarle, pero el aprendiz no estaba dispuesto a dejarle atacar.

¡Blanco fijado! — Fijó al payaso a la vez que le disparaba dos Disparos Kasai que fueron directamente hacia su enemigo, junto a la promesa de que no le volvería a dejar escapar y la esperanza de que impactaran.

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En un principio, contando el cura anterior, Hiro se quedó con 19 PM's, así que Grillo, Blanco fijado y dos Kasais hacen 19 puntos exactos, dejando a Hiro con 0 PM.
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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor Zodiark » Dom May 25, 2014 7:08 pm

Light, cargando con Cloud, y yo abandonamos aquella enorme sala del trono, rumbo a la salida de la torre, a toda velocidad. Mientras escapábamos, podía oír los jadeos del moribundo Cloud, y veía un rastro de aquella siniestra sangre negra indicando el camino por el que habíamos llegado. ¿Qué había ocurrido? ¿Por qué clase de situación había tenido que pasar Cloud? Aquella gente... Los Villanos FInales... eran seres horribles. No eran humanos... Ningún humano dejaría a otro con el aspecto que tenía Cloud...

Una explosión de luz me cegó momentáneamente, pero seguí corriendo. No había marcha atrás. Cerré los ojos y continué dando zancadas, deseando suerte a los que habíamos dejado atrás mientras oía, cada vez más lejanos, los gritos de Nanashi. Volví a abrir los ojos y dirigí la mirada a Cloud. Él era la prioridad, no sólo por mi promesa, sino también porque había sido una orden de Ronin. Y, también, tenía que ayudar a Light.

Comenzaba a estar agotada, apenas podía respirar después de aquella larga e intensa carrera, pero por fin habíamos alcanzado el vestíbulo de nuevo. Ya sólo quedaba ir hacia la salida y habríamos escapado por fin de aquella torre maldita.

Vaya, esto sí que no me lo esperaba. Creía que se ocuparían de vosotros en un parpadeo ¿A dónde creéis que vais con el experimento del doctor Hojo? —dijo una voz que provenía del centro del vestíbulo, pero éste estaba tan oscuro que no podía verse de quién se trataba, aunque pude reconocer aquella voz al instante.

Tú...

El hombre que nos había dado la llave con forma de rosa que nos había llevado directamente a Palamecia seguía allí, vigilando el enorme vestíbulo de la torre, y esta vez no parecía que fuera a engañarnos con otro truco, sino más bien que iba a enfrentarse a nosotros.

¿Experimento...? —pensé en voz alta, confusa.

¿Se refería a Cloud? ¿Habían estado experimentando con un ser humano y le habían dejado en aquel estado? Eran realmente unos monstruos. Recordé a Gabranth, y su forma de hablar del honor y la valentía. ¿Aquello era para él el honor? ¿Experimentar con un ser vivo para quién sabe qué fines era lo correcto, lo honorable? No daba crédito, parecía que le había juzgado mal... Creía que aun dentro de los Villanos Finales había alguien con cierto sentido de la justicia, pero saber que él también estaba metido en todo ese asunto me hervía la sangre. Secuestrar una persona, experimentar con ella... No, definitivamente aquellos seres no eran humanos, eran demonios sin ninguna clase de remordimiento o moral.

Un enorme hechizo de fuego salío del centro de la sala, iluminándola. Allí estaba la figura de Rubicante, bloqueándonos la salida. Light bloqueó la enorme lengua de fuego tras dejar a Cloud en el suelo para protegerle.

Antes comenté que no me gustaba hacer daño a niños y sigo pensándolo. Dejad al chico, rendíos y me comprometo a no haceros daño. No puedo responder por mis señores, pero al menos yo no os pondré la mano encima. Meditadlo bien. Después de todo, no podéis salir de este lugar… No sin esto, al menos —el hombre, con un grácil movimiento, retiró su capa y nos dejó ver su pecho. En él, tenía enganchado un broche con form de árbol, que seguramente se trataba de otra de esas llaves-objeto, como la pluma y la rosa—. ¿Qué decís?

Apreté los puños, furiosa. Ni hablar, no iba a dejar a Cloud de nuevo con aquellos hombres. No podía permitir que siguieran jugando con él, utilizándole, como si fuera una rata de laboratorio. Era el amigo de Aeris, y por tanto, como guerrera de la Llave Espada, mi deber era protegerle.

Light intercambió una mirada conmigo, que entendí al instante, y supe que ambos pensábamos lo mismo:

"No vamos a abandonar a Cloud. No ahora, después de todo lo que hemos pasado."

No íbamos a entregarle a Cloud, pero sospechaba que, aunque así lo hiciéramos, no se trataba más que de otra trampa del hombre de ropajes rojos. La llave-objeto con la que Ronin entró en la torre era una pluma, y sin embargo la llave por la que quería intercambiar a Cloud tenía forma de árbol. Ya nos había entregado una llave falsa antes, así que seguramente volvería a hacer lo mismo. No íbamos a picar en el mismo engaño dos veces.

Comencé a estrujarme los sesos, pensando rápidamente en qué podíamos hacer. No nos podíamos permitir gastar más tiempo, o Cloud moriría allí mismo. Sin embargo, pelear contra Rubicante era una locura, y escapar de allí era imposible.

Lo siento, Maya, pero no nos queda alternativa. Después de lo que hemos visto allí dentro… no hay nada que podamos hacer. Hemos fallado —dijo Light, acercándose a Rubicante.

"¡No!"

Miré a Light, incrédula. ¿Quería rendirse? ¿Había tirado ya la toalla? No, Light nunca haría algo así...

Como comprenderás, después de lo que nos hiciste no podemos confiar en ti. Ya nos entregaste la llave equivocada antes —continuó—. Por eso, he de pedirte que nos abras esa puerta —añadió, señalando la puerta que llevaba al exterior con la mirada—. No nos importa la llave, solo queremos que la abras. Si no la abres, no hay trato.

Entonces lo comprendí. Light no estaba rindiéndose, sino que estaba tratando de abrirnos una salida entrando en el juego de Rubicante: engañándole.

Me quedé en silencio, cabizbaja, para seguirle el juego a Light. Quería que pareciera que había tirado yo también la toalla, que ya no nos quedaba alternativa.

Puedo también comprender que no te fíes de nosotros, ya que nosotros también te intentamos engañar —continuó, alejándose más de nosotros y acercándose a Rubicante—. Mira. Soy el único que puede cargar con Cloud, así que me mantendré alejado de él. No voy a intentar escapar con él una vez hayas abierto la puerta, te lo aseguro; y, aunque lo intentara, me imagino que no te costaría interponerte en nuestro camino y detenernos. No podremos avanzar muy lejos si tenemos que cargar con él. ¿Qué puedes perder? Solo te pido que abras la puerta y nos dejes marchar, por favor.

No sabía qué iba a ocurrir a continuación, pero estaba segura de que Light tenía algo en mente, y si Rubicante accedía a abrir la puerta, actuaría rápidamente y le intentaría inmovilizar para que pudiéramos escapar. Para ayudarle, me preparé para la acción y, en cuanto el Villano Final fuese atacado e inmovlizado por Light, le lanzaría un hechizo Mutis que nos ayudaría inutilizando su magia, si es que funcionaba. Tan sólo esperaba poder huir de allí sanos y salvos con Cloud. Los tres teníamos que conseguir salir de aquella torre a tiempo...
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Re: Ronda #12 - Villain's Vale

Notapor Astro » Dom May 25, 2014 7:19 pm

El intento fue inútil. Casi absurdo. Aquel ser monstruoso bloqueó con su lanza el ataque del chico sin el más mínimo esfuerzo. Ni siquiera se tambaleó usando un solo brazo. Ban no tenía ni una oportunidad contra él.

"¡Demonios, no!"

Pero eso no era lo peor. En su estúpido ataque, el chico también se percató de algo alarmante: sus fuerzas iban desapareciendo poco a poco según avanzaba la oscuridad en la plataforma. Su cuerpo empezaba a fallarle, teniendo que hacer un gran esfuerzo para mantenerse en pie. Respirar le costaba horrores, y el aterrador frío le estaba llegando a las extremidades cada vez más rápido.

Podía sentirlo. Se moría.

¿Por qué?

La voz del Villano retumbaba en los oídos de Ban con fuerza. Le costaba entender sus palabras, mientras luchaba inútilmente por no soltar su Llave Espada.

Me pediste que te salvara y lo estoy haciendo. Si no te destruyo yo, la oscuridad lo hará por ti. Perderás todo.

Y-yo...

El monstruo dio un paso hacia delante, forzando a que Ban retrocediera.

Tus recuerdos.

Otro paso hacia delante de él, otro hacia atrás de Ban.

Tu cuerpo.

Las piernas del muchacho temblaron con violencia, amenazando con derrumbarse. No podría aguantar mucho más frente a aquel monstruo que... ¿Cada vez era más grande? ¿O Ban empezaba a tener alucinaciones?

Hasta tu corazón.

El forcejeo llegó a su fin con un brusco movimiento del Villano. Ban cayó de espaldas sobre el suelo de su vidriera, física y mentalmente agotado. Su patética defensa no había servido para nada.

Entonces la sintió bajo él. Oscuridad. Había caído sobre la mitad de la plataforma ya invadida por la oscuridad. Ban se hundía en ella con rapidez, y en un segundo casi la mitad de su cuerpo estaba sumergido.

Yo sólo te quitaré el corazón y el resto permanecerá en su sitio. A menos que prefieras el olvido absoluto y eterno, por supuesto.

El rubio hizo un esfuerzo por liberarse, pero fue inútil. La oscuridad le apresaba y tiraba hacia abajo con fuerza. Le consumía desde dentro y ahora también por fuera. Una vez más, no podía hacer nada. Nada.

Así pues, elige. O la oscuridad… O que tu corazón sea destruído —finalizó el Villano, alejándose unos pasos del chico.

La mente de Ban era un caos. Estaba bloqueado. Los efectos de la oscuridad no le dejaban pensar con claridad, y aunque pudiese hacerlo no terminaba de entender bien lo que aquel "hombre" decía. No entendía nada. Ni siquiera entendía por qué estaba allí.

Era difícil recordar cómo había comenzado todo. Una misión peligrosa... Nanashi había intentado detenerle, pero él había insistido en ir... ¿Para qué...? Para demostrar que él también podía ser fuerte... Compensar los errores del pasado... Pero había vuelto a fallar... Se había quedado solo.

¿Para qué seguir luchando? Ban era un fracasado. Nadie le echaría de menos. Ni su familia, ni sus compañeros de Bastión Hueco, nadie. Estaba solo.

"No... Yo... Quiero..."

Ban apretó los dientes e intentó levantarse con todas sus fuerzas. La oscuridad le estaba hundiendo hacia el olvido, pero él no iba a rendirse. No entendía la situación, pero se negaba a desaparecer para siempre. Cogió todas las energías que le quedaban y volvió a repetir lo que ya había declarado en varias ocasiones:

¡¡POR FAVOR, AYÚDAME!! ¡¡NO QUIERO MORIR!!

Su vida no tenía sentido, pero era su vida. Y haría lo que fuese necesario para conservarla.

Aunque eso significase volver a confiar en aquel monstruo.
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Re: Ronda #12 - Villain's Vale

Notapor Zee » Lun May 26, 2014 5:41 pm

Es rápida. Mucho más que yo —pensé, refiriéndome a Nanashi, mientras recorríamos a tal velocidad por los pasillos que los muros se distorsionaban y parecíamos avanzar por un túnel desenfocado—. Apenas puedo mantenerla a la vista.

Por más que me empujaba al límite, no podía alcanzar a mi Maestra. De vez en cuando, si avanzábamos en línea recta, podía ver su vestido blanco ondeando detrás de ella; si no, me veía obligado a guiarme por el sonido y por mi sentido común para saber exactamente en dónde había virado. Yo me enorgullecía, a veces, de ser un veloz cometa... ¿pero entonces qué sería ella...?

¿Y el monstruo que se había llevado a Ban, a quien ya había dejado de ver hace bastante tiempo y que Nanashi sencillamente no podía alcanzar? ¿Qué era él, entonces?

¡¡Deja de huir, maldito cobarde!! —ordenó la mujer; su voz hizo eco por los pasillos—. ¡Siempre escondiéndote, siempre aprovechándote de los demás!

"Siempre".

Aquel demonio y Nanashi tenían un pasado. Cuando había llegado Ronin, también se había cuestionado su presencia, porque "debería estar muerto". Se burlaba de ella como si la conociera... y no tenía reparos en recordarle cuánto la había lastimado...

Porque la había lastimado.


Sentía mi cuerpo, mis brazos y piernas, más ligero de lo acostumbrado y el cansancio me parecía una simple molestia que podía apartar sólo con sacudírmela de encima. Mi corazón parecía bombear acero fundido al resto de mi cuerpo. La adrenalina me hacía temblar, no sabía si de expectación o de rabia, pero apenas podía contenerme.

Hubo un potente destello. Di la vuelta en un recodo y me detuve en cuanto me topé con que Nanashi se había detenido, al igual que el monstruo que intentábamos atrapar. Tenía una gran puerta a sus espaldas, pero no podría escapar por allí; no mientras Garuda, que parecía haberse materializado de la nada, estuviese bloqueándole el paso.

Devuélveme a mi aprendiz —ordenó.

Tragué saliva y sentí un golpe etéreo en mi estómago. "Su aprendiz", por supuesto...

El demonio apuntó al cuello de Ban con su arma, amenazándonos en silencio: si nos acercábamos acabaría con él. Ninguno de los tres podría permitirse tomar aquel riesgo, no con la vida del hermanito de Ragun en juego.

Maldije entre dientes y apreté los puños. ¿Lo habíamos alcanzado para nada? No; me negaba a creer eso: tenía que haber alguna manera de arrebatárselo. Podía acercarme en silencio, supuse, parpadeando en el espacio que nos separaba.

Ragun —siseó Nanashi—. Usa tu evasión oscura y quítale a Ban. Xefil, prepárate para sacarlos de ahí con tu elusión. Cuando tengáis a Ban corred. Ahora, cerrad los ojos.

Asentí con la cabeza. La misma idea que yo... y sin embargo, Nanashi confiaba en que lo haría de manera excelente. Yo, mientras tanto, tenía más que claro que me encontraba cerca de exceder mis límites. No sabía con claridad si podía teletransportarme una última vez, mucho menos ir y regresar en una ventana de tiempo tan breve.

Y no sólo eso... tenía que cargar con Ban y con Ragun. Eran dos personas más que añadir a la carga. Desaparecer y reaparecer sin deformar y desestabilizar mis moléculas era sencillo, pues tenía conciencia sobre mi propio cuerpo; pero cargando no con una persona, sino con dos, ¿cómo podía estar seguro de que el hechizo saldría bien?

No iba a salir bien. No había manera. Si perdía la concentración por un instante, por sólo un instante...

Nanashi estiró la mano al frente y no tuve más remedio que cerrar mis ojos. Hubo un fuerte estallido que incluso en el refugio tras mis párpados, molestó mis pupilas y me produjo una punzada en la cabeza. Escuché el grito de Nanashi, entonces, y los volví a abrir, sólo para verla lanzándose al frente.

¡Mierda, no!

Tragué saliva una última vez y, a la par que Ragun se fundía con el suelo, extendí mis dedos al frente y clavé mi mirada en Ban. ¡No tenía escapatoria! ¡No podía simplemente negarme a hacer el conjuro, nuestras vidas estaban en juego! De alguna manera, tendría que lograrlo.

Mano al frente, para una correcta canalización del flujo de magia. Punto focal visualizado. Cubo de espacio virtual delineado. Intersección de los ejes colocada en el centro del campo visual. Aristas equidistantes en relación a la fóvea.

Iba a demostrar mi valía.

Ragun brotó del suelo, de una laguna de oscuridad, y tiró de las prendas de Ban. Supe que era el momento y no me permití pensar dos veces en la situación. Con un fuerte chasquido, me torné invisible al mundo y me convertí en una niebla éterea, millones de motas de polvo flotando en la luz, abalanzándose como una colmena hacia el frente. Crucé el espacio que me separaba de Ragun en un instante y me materialicé frente a él con un resplandor violeta.

Coloqué una mano en su antebrazo y otra sobre la cabeza de Ban. Contemplé los ojos amarillos del demonio de cerca. Amarillos. Brillantes con la oscuridad.

¡Garuda, por favor! —pedí, esperando que me protegiera en cuanto me viera aparecer al otro lado del pasillo.

Hubo un nuevo chasquido y esta vez, los tres nos convertimos en una nube de inexistencia. Cruzamos el camino que yo mismo había trazado, pero en reversa, y aparecimos exactamente en el mismo punto desde donde yo había partido. Sin dar tiempo a circunstancias inesperadas, me apresuré a pasarme un brazo de Ban por encima de mis hombros para cargarlo junto con Ragun.

¡Vámonos, ya!
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Ronda #13 - Villain's Vale

Notapor Suzume Mizuno » Mar May 27, 2014 12:40 am

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Hiro

El muchacho decidió jugárselo todo en un único ataque capaz de alcanzar a Kefka a pesar de las rabiosas ráfagas de aire que desprendía Gárland. Entonces, disparó.

Las dos balas impactaron en el pecho de Kefka que, sorprendido, dejó escapar sus propia magia, que alcanzó a Hiro en el brazo derecho. El dolor, de nuevo, fue indescriptible y le dejó completamente inútil su extremidad.

Pero había cumplido con su propósito: ¡había alcanzado a Kefka, le había hecho perder el tiempo!

El problema era que a pesar de todo, el payaso continuaba avanzando hacia él, con los ojos desorbitados y una sonrisa sádica y cruel.

Ronin y Ryota, entre tanto, habían intentado acercarse a Gárland, sin éxito. La barrera de viento era demasiado fuerte y no hacía más que crecer y crecer, hasta que la comunicación se volvió imposible. Todas las cortinas fueron arrancadas, los cristales de los ventanales estallaron y salieron despedidos hacia el exterior e incluso la pesada mesa de los Villanos se volcó. Lo único que parecía mantenerse en pie eran los dos tronos. Gárland les arrojaba con gestos corrientes que amenazaban con llevárselos por delante y ambos Maestros tuvieron que hacer uso de toda su agilidad para rechazar o esquivar sus ataques.

Hasta que Ryota hizo un brusco gesto en dirección a Ronin. Éste frunció el ceño y trato de entender lo que le gritaba su amigo, pero no había manera. Entonces Ryota colocó su Llave Espada en vertical frente a su rostro y le miró con seriedad. Tras un instante, una sonrisa de comprensión iluminó el rostro del Maestro de Maestros.

Saltando por encima de un torbellino que podría haber arrancado con facilidad una pierna a Ronin, éste acudió hasta el lado de su compañero. Hombro contra hombro, los Maestros encararon a su enemigo y extendieron su Llave Espada.

Ronin disparó un inmenso cañón de fuego y Ryota, con un juego de muñeca, permitió que su Llave Espada exhalara una furiosa ventisca que hizo crecer y crecer las llamaradas. Gárland se cubrió con un brazo y el fragmento de cristal de su mano despidió una luz cegadora que incrementó su barrera.

Sin embargo, para cuando se despejó la cortina de fuego, ni Ronin ni Ryota estaban allí. Gárland no tuvo tiempo para reaccionar cuando el segundo apareció a sus pies y extendió las manos hacia los lados: una ola de viento barrió el suelo y arrancó al Dios Caído de las garras de la gravedad, lanzándolo hacia arriba. Ronin, desde la espalda de Gárland, alzó su Llave Espada, que lanzó un rayo: sobre el dios caído se abrió un círculo de fuego. Con un rugido que hizo retemblar toda la estancia, de su centro surgió una lluvia de fuego que acertó de pleno al objetivo.

Y como toque final, los dos Maestros se arrojaron hacia arriba, para atravesar en una X con sendas estocadas a Gárland.

El viento cesó de inmediato.

Apenas sus pies tocaron el suelo, los dos se precipitaron hacia la salida. Ronin derrapó y atrapó a Hiro por la ropa, colgándoselo al hombro y corriendo detrás de su antiguo compañero.

Atrás quedaba Gárland, que luchaba por incorporarse del suelo… Hiro pudo ver cómo sus ojos resplandecían cruelmente en su dirección.

En absoluto había sido derrotado.

Pero entonces cruzaron las puertas y dejaron atrás la sala del trono. Bajando rápidamente por las escaleras, Ronin soltó un grito de excitación:

¡Hacía siglos que no me sentía tan bien! ¡Es como haber rejuvenecido diez años!

¡Corre y calla! —espetó Ryota.

Sin embargo, el Maestro de Bastión Hueco esbozaba la sonrisa más viva que ningún aprendiz le habría visto jamás.

Ronin rió y soltó a Hiro:

¡Ya has oído, chucho! ¡Corre y calla!


****


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Ban

¡¡POR FAVOR, AYÚDAME!! ¡¡NO QUIERO MORIR!!

El Emperador emitió una tétrica risa.

Tranquilo. No morirás. Todavía.

Se adelantó y en un par de zancadas alcanzó el borde de la oscuridad que lamía la vidriera de Ban. Alzó su vara y la tendió para que el muchacho se aferrara a ella. Después, de un brusco tirón, lo arrancó de las garras de las sombras y lo lanzó sobre lo que restaba del suelo.

La sensación de seguridad, de pisar tierra firme, no duró mucho, pues Mateus reemprendió su ataque contra el corazón de Ban. Esta vez sujetando su arma con las dos manos, la elevó con fuerza sobre su cabeza. Cogió impulso y la incrustó en el centro de la vidriera.

Siguió un instante de silencio. Luego, un chasquido, como el toque de una pequeña campana. Las esquirlas comenzaron a saltar por los aires e innumerables grietas se extendieron a toda velocidad por la vidriera, que se apagó bruscamente. Ban, ya al límite de sus exiguas fuerzas, podría intentar gatear para buscar un lugar donde ponerse a salvo.

Pero no lo había.

Una fisura se abrió debajo de su mano derecha y le hizo perder el equilibrio. Un gran fragmento de corazón se desprendió entre toques de cristal bajo su pierna izquierda. Su corazón se desmoronó y Ban se precipitó a la nada.

Pero pudo aferrarse en el último segundo al escaso borde que restaba de su vidriera. A pocos centímetros se encontraban las botas del Emperador, que lo observaba desde lo alto con sus relucientes ojos amarillos. No parecía en absoluto asustado ante la idea de caer.

Entonces Mateus se arrodilló y le cogió una mano; sus guanteletes hirieron la piel del muchacho cuando lo obligó a separarse de la vidriera.

Disfruta de esta desesperación —de pronto, su aspecto volvió a ser el mismo que había visto al llegar a la sala de los Villanos. Un rostro humano, hermoso, pero terriblemente frío. Alzó las comisuras de los labios—. Será la última vez que la experimentes. A partir de ahora no habrá nada.

Acto seguido lo arrojó a la oscuridad.

****


Light y Maya

Rubicante se mostró satisfecho cuando Light dejó a Cloud en el suelo. Quizás por ello, permitió hablar al joven, en especial después de escuchar aquel «lo siento». Se veía que realmente no quería pelear contra ellos.

Como comprenderás, después de lo que nos hiciste no podemos confiar en ti. Ya nos entregaste la llave equivocada antes. Por eso, he de pedirte que nos abras esa puerta —Rubicante alzó las cejas, acentuando sus monstruosas facciones, en un gesto de incredulidad—. No nos importa la llave, solo queremos que la abras. Si no la abres, no hay trato.

Trato —repitió Rubicante, ladeando la cabeza como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

Puedo también comprender que no te fíes de nosotros, ya que nosotros también te intentamos engañar —Light se aproximó al gigante, que no se movió ni un centímetro, en absoluto nervioso por la cercanía del muchacho—. Mira. Soy el único que puede cargar con Cloud, así que me mantendré alejado de él. No voy a intentar escapar con él una vez hayas abierto la puerta, te lo aseguro; y, aunque lo intentara, me imagino que no te costaría interponerte en nuestro camino y detenernos. No podremos avanzar muy lejos si tenemos que cargar con él. ¿Qué puedes perder? Solo te pido que abras la puerta y nos dejes marchar, por favor.

Rubicante sonrió de medio lado.

¿Por qué no? —extrajo la llave-objeto de su túnica y se dirigió hacia la puerta. Miró a los jóvenes con intensidad y la acercó al pomo.

Con un chasquido, el gran portón se abrió suavemente hacia fuera, dejando entrar un resquicio de luz.

En ese momento, Light intentó materializar una cadena para inmovilizar a Rubicante.

Pobre iluso.

El gigante cerró bruscamente las puertas y, de súbito, las luces se apagaron, quedando todos completamente a oscuras. Light no tuvo tiempo de reaccionar cuando una inmensa bola de fuego se abalanzó sobre él. Lo alcanzó en pleno pecho y lo levantó del suelo, haciéndolo volar un par de metros antes de estamparse contra el suelo y quedarse sin aliento.

Acabas de decir que no vais a intentar escapar… ¿Y ahora me pides que os deje marchar? —se escuchó un resoplido—. Ya se ha visto y se vuelve a ver que muy inteligentes no sois, y que no tenéis ni idea de valorar a vuestros enemigos.

Unas cuantas llamas iluminaron de nuevo el vestíbulo pero, entonces, Maya usó su Mutis sobre Rubicante. La criatura exhaló un gemido ahogado de sorpresa al tiempo que volvían a quedarse a oscuras.

¡Qué…! ¡Maldita sea!

Maya podía sentirse satisfecha. O quizás no: ella sola no podía mover a Cloud y a Light. En todo caso podía escoger a uno de los dos, porque Light había acabado tan maltrecho que no podía moverse: su camiseta entera había ardido y su tórax estaba repleto de quemaduras que dolían solo con mirar.

Antes de que pudiera alejarse demasiado, en cualquier caso, unas luces artificiales se encendieron y deslumbraron a la muchacha. Rubicante salió de un recodo de la gran escalera con un gesto de irritación que no sentaba muy bien a sus rasgos demoníacos.

Dije que no os haría daño, pero si no tengo más remedio, os dejaré inconscientes para cumplir con mi deber —se echó la capa hacia atrás para poder desenvolverse bien con los musculosos brazos y Maya y Light pudieron comprobar que, aunque habían dejado temporalmente a Rubicante sin magia, podía apañárselas sin problemas.

Maya recibió un golpe en el estómago que le provocó una arcada y se desplomó sin fuerzas de lado. De mal humor, Rubicante se encaminó hacia Cloud y se agachó para comprobar su estado.

El joven lanzó una exclamación de horror al ver el rostro de su captor. ¿Es que estaba despierto? ¿Todo aquel tiempo había…?

Rubicante retrocedió de pronto con brusquedad, al tiempo que Cloud, con una mirada velada por la oscuridad, se incorporaba trabajosamente. Extendió su ala con lentitud y, con un desagradable chapoteo, pudieron escuchar cómo el pus y la sangre regaban el suelo.

Cloud emitió un gemido gutural y extendió una mano hacia el enemigo. Sus dedos trazaron un óvalo, dejando a su paso una estela de luz carmesí.

¡Pero qué ha hecho Hojo con…!

De pronto, un halo del mismo color se materializó sobre Rubicante y una luz rojiza lo envolvió como un capullo de mariposa. La luz se contrajo bruscamente, aplastando al demonio, y después estalló en una fugaz onda expansiva.

Rubicante aguantó unos segundos de pie. Después, se desplomó cuan largo era como un pesado saco de patatas.

Cloud alzó la cabeza y trató de decir algo. Pero rompió a toser; cayó de rodillas, llevándose las manos al pecho, boqueando desesperado por aire, hasta que vomitó cuajarones de sangre. Sin fuerzas, se desplomó.

Si Maya se acercaba y trataba de buscarle el pulso, comprobaría que era débil. Tanto que le costó una barbaridad encontrarlo.

Se les acababa el tiempo.

****



Ragun y Xefil

Ragun se fundió con el suelo y se precipitó al frente, adelantando a su Maestra. Al verse atacado por dos frentes, Mateus escogió el peligro más inmediato y trató de hacer frente a Nanashi. En ese momento sintió un tirón y Ragun emergió, intentando arrebatarle a Ban de las manos:

¡Xefil!

En medio de un resplandor violeta, el joven apareció al lado de Mateus y aferró a sus compañeros. Después, desapareció de allí. En ese mismo momento, la Llave Espada de Nanashi se hundió en un hombro del Emperador, quebrando su armadura y arrancándole un grito de dolor.

¡Garuda, por favor!

El fénix respondió con un suave canto, pero no hizo falta protegerles de nada: Nanashi mantenía suficientemente ocupado a su enemigo como para que éste intentara salir corriendo detrás de ellos.

Cuando estuvieron al otro lado del pasillo y se alejaron cargando con Ban, Mateus soltó una pequeña risa.

Llévatelo si quieres, pero sigue siendo mío. Yo tengo su corazón.

Nanashi respondió con un grito de rabia y golpeó furiosamente a Mateus en el costado con su arma, estampándolo contra una pared: se veía que no era demasiado fuerte físicamente. La Maestra se arrojó contra él, Llave Espada en ristre, para atravesarlo por la mitad. El Emperador entrecerró los ojos y se desvaneció, fundiéndose con el suelo y esquivando, en el último instante, el ataque. Ella trató de detenerle pero, una vez usada la evasión oscura, era imposible alcanzarlo. Así que Nanashi y Garuda contemplaron, impotentes, cómo se escurría por debajo de la gran puerta y quedaba lejos de su alcance. La mujer forcejeó con la puerta y la golpeó con un puño, pero no consiguió abrirla.

Apoyó ambas manos en el portón, inclinó la cabeza y le temblaron los hombros. Garuda se apoyó en su hombro y le dio un suave tirón en el pelo con su pico.

Tras un momento, Nanashi se irguió y acarició a su ave. Cuando se giró para corrrer detrás de sus aprendices, su expresión era tan firme y severa como de costumbre. No tardó en alcanzarles y exclamar:

¡Rápido, marchémonos de aquí de una vez!

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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: Ronda #13 - Villain's Vale

Notapor Astro » Vie May 30, 2014 7:12 pm

Dos días antes

Ban estiró la mano, indeciso. Se encontraba plantado frente al enorme portón de la mansión Oswald, de vuelta a Villa Crepúsculo. Había vuelto a la que consideraba su casa, su hogar, pero el chico no lo sentía así.

Tras las malas experiencias en su temporada como Portador, Ban tenía muchas dudas sobre su futuro en Bastión Hueco. El juego en el que Ryota le había ofrecido participar no estaba resultando como él quería. Demasiados fracasos, demasiados golpes. Estaba cansado de fallar, de sentirse un inútil. Ni siquiera se sentía cómodo en aquel maldito castillo.

Volver a casa parecía la mejor idea. Dejar atrás todas aquellas locuras de monstruos y mundos imaginarios, y regresar a la vida real para prepararse como el futuro heredero de todos los negocios de los Oswald. Pero algo no iba bien. Desde que había aterrizado en el bosque de las afueras, se sentía incómodo. Y llegar a la mansión lo había empeorado todo: en el fondo, algo le decía que no quería estar ahí.

Finalmente, el joven Oswald tragó saliva y abrió la puerta. Todo estaba igual de limpio, organizado y reluciente como siempre. Según avanzaba, todos los sirvientes se inclinaban y le daban la bienvenida, sin mirarle a la cara. Como siempre.

Ban estaba apunto de subir las escaleras en busca de algún familiar cuando su madre, apareció a toda prisa en el recibidor.

¡Ban, cariño! No te esperaba en casa. Tengo mucha prisa, ya llego tarde —dijo Caroline Oswald, igual de rubia que su hijo—. Cuando vuelva me hablas de tu nueva escuela, ¿vale?

Con un rápido beso en la mejilla a Ban, la mujer salió rauda hacia la puerta seguida por un séquito de tres ayudantes cargados con bolsos y maletines.

Vale...

Su madre apenas le había mirado a la cara, para variar. De lo contrario, habría visto el moretón que el chico tenía en su pómulo derecho. O tal vez no.

Ban subió por las escaleras, directo hacia su cuarto en el segundo piso. Pero se detuvo al escuchar varias voces provenientes del despacho de su padre. Extrañamente, papá estaba en casa. El rubiales fue directo al despacho para saludarle, pero...

¡¡YO TE DIRÉ CUÁNDO ES SUFICIENTE, ¿ME HAS OÍDO?!! —los rugidos del patriarca Oswald se oían desde el otro lado de la puerta—. SI ME DA LA GANA... ¿Y qué? Se niega, se niega y se niega.

Cuando Ban entró, encontró a su padre, Thomas Oswald, sentado tras su enorme escritorio, teléfono en mano. De pie a su lado estaba su ayudante personal, escribiendo a toda velocidad en una libreta.

¿Tenemos los papeles? —preguntó Thomas a su ayudante, todavía sin notar la presencia de su hijo.

Hola, padre... —dijo Ban, tímidamente.

Aunque los dos eran rubios, padre e hijo eran radicalmente diferentes. Thomas era alto y robusto, y un hombre muy directo, rudo, y activo, todo lo contrario que su hijo menor, bajito y perezoso.

El patriarca, tras echarle un vistazo a Ban, tapó el micrófono del teléfono antes de estallar a gritos:

¡¡ESTOY OCUPADO!! ¡¿QUIERES SACAR DE AQUÍ A ESTE CRÍO?! —fulminó con la mirada a su ayudante.

El hombrecillo corrió hasta Ban, haciéndole señas de que abandonase la habitación. Ban le dirigió una última mirada a su padre antes de salir, cabizbajo, de la habitación.

Buen chico.

Así era siempre. Su padre solía estar más en casa que su madre (no mucho más), pero siempre estaba trabajando y no se le podía molestar. En las apretadas agendas de sus padres había tiempo para todo, pero no había tiempo para Ban. Nunca lo había.

Decaído, el chico fue directo a su habitación. La encontró tal cual la había dejado, impoluta. Ni un sólo objeto se había movido de su sitio. Pero había algo distinto.

Aunque aquel había sido su refugio durante años, no lo sentía igual. Una sensación de incomodidad le invadía al mirar su gigantesca cama o su amplia colección de videojuegos. Ban había descubierto lo que los muros más allá de esta habitación escondían, secretos que pocos conocían. Tal vez, volver aquí no era lo que estaba buscando. ¿Qué le ataba a ese lugar?

No le importaba a su familia, lo acababa de corroborar. Para ellos, sólo era el niño de la familia al que tenían contento con regalos y dinero. ¿Qué importaba que no pasasen ni cinco minutos con él? ¿Qué importaba que no le hubiesen enviado ni una sola carta a su nueva "escuela"? ¿Qué importaba Ban?

No, no se quedaría aquí. Necesitaba tiempo para reflexionar y buscar su sitio, pero tenía algo claro. Si Bastión Hueco era malo, Villa Crepúsculo era peor. El chico se frotó los ojos llorosos con fuerza para limpiarlos, cogió un par de videojuegos y salió a toda prisa de su habitación. Justo al salir, chocó con una de las sirvientas, una chica joven y con aspecto de llevar poco tiempo trabajando.

—P-perdóneme, señorito Oswald —se disculpó a toda prisa, inclinándose.

Estás despedida —sentenció el chico, sin dignarse a mirarla a la cara.

Con una leve sonrisa de satisfacción (despedir sirvientes era una buena forma de relajarse), Ban abandonó la mansión. Caminó hasta el bosque de las afueras, donde pudo invocar su armadura y su glider.

Volvía a Bastión Hueco, pero no estaba convencido. ¿De verdad valía como Caballero de la Llave Espada?

¿Dónde estaba su lugar?

***

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Tranquilo. No morirás. Todavía.

Ban se aferró con todas las fuerzas que le quedaban a la vara que el Villano le ofrecía. De un brusco movimiento, se vio liberado de la oscuridad y aterrizó en una parte limpia de la vidriera, a salvo. Al menos por ahora.

El chico levantó la vista, agotado, justo a tiempo para observar a su demoníaco salvador. El ser volvió a levantar sus brazos, alzando su vara sobre su cabeza, para descenderla a toda velocidad y clavarla en el centro de la plataforma.

Ban se llevó una mano al pecho como acto reflejo. Hubo un momento de aterrador silencio, que pareció eterno. Entonces ocurrió. La vidriera se agrietó por múltiples partes, y rápidamente empezó a derrumbarse. Podía sentirlo: su corazón estaba siendo destruido por momentos.

El chico, presa una vez más del pánico absoluto, luchó por encontrar un lugar donde refugiarse. Pero fue inútil. Al pisar una grieta, una gran parte de la vidriera se desmoronó hacia el vacío, y Ban con ella.

En un último esfuerzo, el muchacho consiguió agarrarse al borde de la poca plataforma que quedaba en pie. Allí se alzaba el Villano Final, impasible ante aquella destrucción. Ni siquiera parecía que le importara caer a la nada cuando el último fragmento desapareciera.

¿De verdad le estaba ayudando? ¿O sólo se había divertido destruyendo su corazón? A Ban le costaba pensar. Estaba haciendo esfuerzos inhumanos por no soltarse, por no caer al oscuro vacío. Ni siquiera le salían las palabras, aunque sus ojos reflejaban el más absoluto terror.

De pronto, el Villano agarró la mano de Ban, forzándole a separarse del borde. El chico ni siquiera se esforzó en resistirse. Sabía que era inútil.

Disfruta de esta desesperación —el aspecto del demonio había vuelto a ser humano, con el mismo rostro frío que cuando le había visto por primera vez en la capilla—. Será la última vez que la experimentes. A partir de ahora no habrá nada.

Ban abrió la boca para intentar responder, pero no le salieron las palabras. Le había soltado. Ya no había lugar al que agarrarse, nada que evitase su caída. Sólo el frío y oscuro vacío.

El chico había jugado a ser aprendiz de la Llave Espada, y había perdido la partida. Se había dado cuenta demasiado tarde de que todo aquello no era ningún juego, que era completamente real. Y esta vez, el precio que había tenido que pagar era su propia vida.

Tantas cosas por hacer, tantas cosas por lamentar... Mientras caía en la oscuridad, sólo hubo un pensamiento en la mente de Ban:

"No quiero morir..."
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Re: Ronda #13 - Villain's Vale

Notapor Sombra » Vie May 30, 2014 11:27 pm

En cuanto hube llamado a Xefil este se materializó a mi lado agarrándonos a ambos para volver justo donde el aprendiz había estado junto a Nanashi.

Nanashi no lo dudó dos veces y atacó a Mateus clavando en su hombro su llave espada logrando que soltase un grito.

<<Se lo tiene merecido>>

¡Garuda, por favor!

El ave soltó un bello graznido. Por suerte no fue necesario que el animal nos protegiese, Nanashi era suficiente para poder derrotar a su contrincante. Admiraba aquella fortaleza que aquella mujer disponía y en cierto sentido la envidiaba. Tal poder... Yo no podía compararme a ella.

¡Vámonos, ya!

Traté de orientarme tras la habilidad que el aprendiz había utilizado y asentí en silencio. Agarré a Ban con mi único brazo con la mayor firmeza que pude mientras Xefil agarraba al aprendiz con el otro y empecé a caminar apresuradamente para sacar al novato fuera.

Llévatelo si quieres, pero sigue siendo mío. Yo tengo su corazón —se rió el líder de los Villanos Finales.

La Maestra rugió con todas sus fuerzas y golpeó con su llave espada al Emperador. El golpe fue brutal y lo estampó contra una pared logrando sorprenderme. Nanashi se lanzó contra él para rematarlo, tratando de alcanzar su corazón.

Falló.

Mateus se había fundido con el suelo utilizando la evasión sombría. Seguí la sombra con la mirada sin poder hacer nada para evitar su escape bajo la enorme puerta que ni siquiera la Maestra pudo abrir cuando lo intentó.

Me paré en seco y observé a la mujer, se veía muy afectada, lo suficiente como para que su mascota; Garuda se posase en su hombro y con notada preocupación trató a su manera demostrar su cariño. La Maestra respondió acariciando al ave antes de colocarse corriendo a nuestro lado.

¡Rápido, marchémonos de aquí de una vez!

¡Sí! —respondí al momento. Íbamos a salir de allí.

Pero... ¿Y Ban? Si lo que Mateus dijo era cierto... El aprendiz no podría seguir con vida, ¿cierto?
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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor Light » Sab May 31, 2014 11:18 pm

Light intentó aprovecharse de la faceta amable de Rubicante para salir de allí. Desgraciadamente, no le salió bien la jugada.

La habitación se oscureció repentinamente, impidiéndoles ver a Rubicante, así como ejecutar alguna clase de hechizo sobre él. Light, incapaz de reaccionar a tiempo ante aquel imprevisto, recibió la inesperada bola de fuego que le lanzó su adversario. Aparte de impulsarle hacia la pared, el proyectil mágico le produjo serias quemaduras. La mascota del aprendiz corrió en su auxilio y no se separó de él a partir de ese momento. Con rostro de preocupación, empezó a examinar sus heridas y a sanarlas con el hechizo Cura.

Acabas de decir que no vais a intentar escapar… ¿Y ahora me pides que os deje marchar? —soltó un resoplido y prosiguió—. Ya se ha visto y se vuelve a ver que muy inteligentes no sois, y que no tenéis ni idea de valorar a vuestros enemigos.

Light dejó salir un alarido mientras se retorcía en el suelo por el dolor. No prestó mucha atención a lo que acaeció los segundos siguientes y se limitó a rezar para que Maya y Cloud salieran de ésta. La primera era solo una niña y el segundo no tenía nada que ver con la Orden de Caballeros: ambos debían salir vivos de ésta, sin importar cómo.

¡Qué…! ¡Maldita sea!

Unas luces iluminaron repentinamente a la bruja, revelándole su posición al Villano Final. Tras acostumbrarse al inaguantable dolor, Light movió el cuello y la cabeza para tener a sus aliados en el punto de mira y empezar a prestar atención.

Dije que no os haría daño, pero si no tengo más remedio, os dejaré inconscientes para cumplir con mi deber.

¡Maya! —exclamó horrorizado en cuanto presenció cómo Rubicante derribaba a Maya con un potente puñetazo. Después, se acercó al muchacho que se encargaban de proteger—. ¡Ni se te ocurra tocarle un pelo! —intentó sacar fuerzas de donde no las había para arrastrarse por el suelo, pero no consiguió moverse.

Rubicante retrocedió con brusquedad al percatarse de que Cloud estaba consciente.

¿Cloud?

Parecía que sus plegarias habían sido escuchadas.

A continuación, ambos aprendices presenciaron un milagro. El mismo Cloud se las arregló para detener a Rubicante. Trazó una figura circular con sus dedos y liberó un hechizo luminoso que cayó sobre su enemigo, aplastándole con todo su poder. Con los ojos abiertos de par en par, Light comprobó que el villano no había logrado soportar aquella luz sobrenatural. Desde el suelo observaba fijamente al demonio derribado, esperando que en cualquier momento se pudiera levantar.

Pero no lo hizo.

Menudo poder” se dijo para sí mismo. Jamás se hubiera imaginado que Cloud fuera tan poderoso.

Le resentía que él, su protegido, tuviera que ser quien les había sacado de aquel embrollo.

¡Cloud!

Light dirigió la vista hacia Cloud tras escuchar su primer tosido. Quiso acercarse a él para comprobar su estado, pero se encontraba tan débil que no podía levantarse. Si aparte de Gaomon Maya se acercaba para curarle, posiblemente pudiera levantarse y seguir cargando a Cloud. Ignoraría el dolor de las quemaduras y seguiría avanzando.

Ya no hay ningún obstáculo que nos impida escapar —afirmó Light, rogando que así fuera. Si ya se podía mover, cogería del brazo de su protegido y lo pasaría por detrás de su cuello para empezar a cargarle y salir de allí. Intentaría buscarle el pulso en su muñeca para asegurarse de que seguía vivo, aunque no por mucho tiempo—. ¡Ya queda menos! ¡Resiste, por favor!

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Sorry por la pésima calidad del post xD

Si Light es capaz de levantarse tras las curaciones intentará cargar con Cloud y salir de allí, y si no pues nanai.

Y sí, ya sé que la puerta está cerrada, pero lo he planeado con Soda y Maya intentará abrir la puerta xD~
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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor Zodiark » Dom Jun 01, 2014 5:00 pm

Rubicante accedió a abrirnos el gran portón que nos permitiría salir de allí si el plan iba bien. Pero, cuando Light materializó en sus manos una cadena mágica que iba a utilizar para inmovilizar al Villano, éste cerró de pronto la gran puerta y las luces se apagaron.

¡¿Eh?! ¡¿Light?! —exclamé, nerviosa, intentando encontrar algún punto de luz que me permitiese localizarles.

De repente, vi una inmensa bola de luz atravesando el vestíbulo, y enseguida comprendí de qué se trataba: uno de los ataques de fuego de Rubicante. El golpe que resonó por la sala y la luz del fuego me permitieron saber quién era la víctima: Light.

Acabas de decir que no vais a intentar escapar… ¿Y ahora me pides que os deje marchar? Ya se ha visto y se vuelve a ver que muy inteligentes no sois, y que no tenéis ni idea de valorar a vuestros enemigos.

Apreté los dientes y los puños, furiosa e impotente. Estaba harta de aquella gente. ¿Por qué no nos salía nada bien? Teníamos que salvar a Cloud a toda costa, pero era demasiado complicado con tantos obstáculos de por medio.

Unas llamas volvieron a iluminar el vestíbulo, permitiéndome localizar de nuevo a Rubicante, y fue entonces cuando lancé mi Mutis sobre él para evitar que siguiera atacándonos con sus conjuros de fuego. Corrí hacia Light justo después, aprovechando el momento en que Rubicante no podía lanzar magia.

¡Qué…! ¡Maldita sea!

Pero, antes de poder llegar, unas luces me deslumbraron, obligándome a taparme los ojos con el brazo como acto reflejo.

Dije que no os haría daño, pero si no tengo más remedio, os dejaré inconscientes para cumplir con mi deber.

¡Maya! —oí exclamar a Light—. ¡Ni se te ocurra tocarle un pelo!

Retiré el brazo de mi rostro justo a tiempo de ver a un Rubicante no muy contento frente a mí. Antes de poder reaccionar, sentí un fuerte golpe en mi estómago.

¡Agh! —grité dolorida al mismo tiempo que soltaba una fuerte arcada que casi me hizo vomitar.

Caí al suelo, sin fuerzas, retorciéndome de dolor con las manos en el estómago. Dolía tanto que era imposible levantarme, pero sabía que en cuanto recuperase las fuerzas podría seguir combatiendo. No obstante, todos estábamos incapacitados para luchar, y esos instantes eran cruciales.

No... No pueden ganar ellos... —musité, intentando reincorporarme, sin éxito.

¿Qué podíamos hacer? ¿Qué esperanza nos quedaba? Era difícil, pero no imposible. Me negaba a perder después de todo lo que había pasado durante esa semana, que me pareció eterna.

Vi cómo Rubicante se acercaba a Cloud, pero seguía estando demasiado débil como para ir a ayudarle.

Cloud... No... —dije arrastrándome por el suelo hacia ellos.

De pronto, Rubicante exclamó horrorizado, y pude ver a Cloud levantándose. ¿Acababa de recobrar la conciencia? ¿O no estaba inconsciente para empezar?

Rubicante retrocedió con temor, y Cloud, con el chapoteo que provocaba al pisar sus manchas de sangre negra, avanzó hacia él, decididamente, como si el hecho de que estuviera a punto de morir no importase. Entonces, alargó un brazo y dibujó una figura en el aire con los dedos.

¡Pero qué ha hecho Hojo con…!

Cuando por fin me encontré con fuerzas de seguir adelante, comencé a reincorporarme, al mismo tiempo que presenciaba el hechizo de Cloud. De un sólo ataque, Rubicante se desplomó en el suelo. Tras ver la fuerza y el poder del hombre de fuego, me sorprendió que Cloud, en su estado, pudiese derribarlo tan fácilmente. Me costaba asimilar lo que acababa de ocurrir, después de todo lo ocurrido, había sido nuestro propio protegido el que nos había salvado. Pero estaba aliviada.

¡Cloud! —exclamó Light.

Le vi intentando levantarse, pero no tenía fuerzas suficientes. Me acerqué corriendo a él rápidamente y le coloqué la mano derecha en el pecho, donde tenía todas aquellas dolorosas quemaduras.

Cura... —murmuré mientras aplicaba mi hechizo curativo sobre él.

Oí un tosido de Cloud detrás de mí, y rápidamente me giré hacia él, pero antes de poder hacer nada tosió un par de veces más escupiendo una gran cantidad de aquella sangre negra, y se desplomó en el suelo, inconsciente otra vez.

Ya no hay ningún obstáculo que nos impida escapar —comentó Light dirigiéndose al chico rubio—. ¡Ya queda menos! ¡Resiste, por favor!

Como Light se encargaría de transportar a Cloud, corrí hacia el cuerpo inherte de Rubicante y rebusqué en él, comenzando por su pecho, para conseguir la llave que había utilizado para abrir el portón. Si la tenía allí y se la conseguía arrebatar, podría abrir la puerta y saldríamos, por fin, de la torre.

Cuidado, quizá aquel tipo tan raro sigue rondando por aquí —advertiría al abrir la puerta, mientras Light, cargando con Cloud, la atravesaba.
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Re: [Bastión Hueco] Villain's Vale

Notapor RedXIII » Lun Jun 02, 2014 3:01 am

Boom


Las dos balas impactaron de pleno contra su objetivo, todo el poder desatado el aprendiz había llegado y herido al enemigo pero antes de que pudiera siquiera apartar la vista su brazo derecho fue alcanzado por el ataque de su enemigo ¿Había sobrevivido a aquello? No podía creer que después de aquel impacto no se hubiera caído hacia atrás o al menos retrocedido, su cara perversa se dirigía hacia el aprendiz mientras este sentía un enorme dolor en el brazo, a causa del ataque recibido no lo podía mover.

Por si fuera poco el viento crecía y crecía haciendo que la capa del aprendiz ondeaba con brusquedad. Los Maestros tenían mientras su propia batalla y aunque fuera una demostración de destreza y trabajo en equipo el aprendiz no podía quedarse atónito mirando mientras una gran amenaza se acercaba lentamente hacia el, Hiro no pudo dejar de sentir algo de miedo en aquel instante, después de haberle atacado con todo seguía como si nada, se sentía algo aturdido.

De golpe el viento paró, un brusco estirón alejó del combate al conmocionado aprendiz.

¿Podía sentir a salvo sobre el hombro del maestro? Los ojos de Garbanth, al cual debajan atrás, le decían que no con un extraño esplendor, por suerte no tardaron en dejar aquel lugar atrás.

¡Hacía siglos que no me sentía tan bien! ¡Es como haber rejuvenecido diez años!

¡Corre y calla!

Ambos parecían contentos, todo lo contrario al híbrido. El maestro Ronin lo dejó en el suelo, este se puso en pie, pero sentía aun entumecido el brazo.

¡Ya has oído, chucho! ¡Corre y calla!

¿Casi lo tenía, podía haber sido su fin? Se preguntaba, se sentía tan flojo, había vivido tantas aventuras y sin embargo sentía como un vacío dentro de el, como si no hubiera aprendido nada en todo aquel tiempo.

Creía... que esta vez si lo lograría — Se dijo a si mismo mientras empezaba a correr tras los maestros, no podía dejar de pensar en aquella oportunidad y en lo que habría pasado si fuera un poco más fuerte.

Pero aquello no le iba a deprimir, solo era una oportunidad para seguir adelante, un día lo conseguiría, algún día podrá demostrar que se había vuelto más fuerte derrotando a Kefka.

¡No me llames chucho!
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Re: Ronda #13 - Villain's Vale

Notapor Zee » Lun Jun 02, 2014 6:49 pm

¡No puedo creer que me haya funcionado! —exclamé con una sonrisa de oreja a oreja, tomando a Ragun por un hombro y sacudiéndolo con emoción. Seguidamente, hice lo mismo con el rubio y repetí—:¡Funcionó, Ban, acabo de transportar a tres personas!

Pero el chico no contestó. Seguía sumido en la inconsciencia, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor. Pese a que lo sacudí un poco y prácticamente le grité al oído, su cuerpo no respondió de ninguna manera.

No estaba muerto, todavía respiraba y podía sentir el pulso en su cuello. Sin embargo, sí me aterró la idea de que hubiese quedado sumido en un coma o algo parecido.

Llévatelo si quieres, pero sigue siendo mío. Yo tengo su corazón —sentenció Mateus, orgulloso. Furiosa, Nanashi se lanzó contra él, golpeándolo con su Llave-Espada con una fuerza tremenda. El Emperador se estrelló contra la pared, mientras la Maestra se disponía a clavarle el arma en el vientre; no obstante, el demonio se fundió con el suelo en el último instante, tal y como había hecho antes por los pasillos, para escapar de aquella muerte certera.

La sombra escapó por debajo de la puerta, lejos del alcance la Maestra. La mujer, sin embargo, no se permitió perder ni un segundo de su tiempo; dio la media vuelta y nos ordenó:

¡Rápido, marchémonos de aquí de una vez!

Asintiendo con la cabeza, apoyé a Ban sobre mi hombro e intenté arrastrarlo por el pasillo. Aunque, a menos que Ragun me ayudara, no soportaría hacerlo por mucho tiempo...

¡Nanashi! ¿Qué le está pasando? —pregunté, alarmado. Era demasiado sospechoso que el chico no respondiese, y tras lo que Mateus había dicho... que se había llevado su corazón, no podía evitar preocuparme por el joven, fuese o no mi enemigo.
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Ronda #14 - Villain's Vale

Notapor Soul Artist » Jue Jun 05, 2014 2:06 am

Light y Maya escaparon de la torre sin más complicaciones. Tras curar a Cloud y salvarle de una más que cercana muerte salieron corriendo hacia la salida de la ciudad; no les apareció nadie más en su camino.

Los siguientes fueron Nanashi, Ragun y Xefil, con Ban a cuestas. La Maestra se ofreció a llevar ella misma al aprendiz moribundo, con una fuerza física muy superior a la de los dos aprendices; una vez fuera y tras pasar por encima del cuerpo de un hombre rojo, Nanashi dejó que Garuda tomara el cuerpo del chico y se lo llevara lejos, poniéndole fuera de peligro. Echaron a correr para buscar la salida de aquel lugar.

Ronin, Ryota y Hiro fueron los últimos en abandonar la fortaleza de los Villanos Finales. Sin embargo, ellos sí encontraron una complicación mayor: los refuerzos habían llegado a la torre. El hombre de los seis brazos les esperaba a las puertas de Villain's Vale, con una lanza en posición defensiva y actitud prepotente. Se rió de ellos y se apuntó a sí mismo con el dedo gordo.

¡Estabais esperando salir de aquí pero en realidad, yo, el gran guerrero Gilgamesh, he estado aquí esperandoos! ¡Preparaos, pues el combate más épico de vuestras vidas va a dar comienzo aquí y ahora! ¡Yo contra...!

Cállate de una vez —le silenció Ryota.

Un portal de oscuridad se abrió frente a Gilgamesh, sorprendiéndole y dejándole sin habla. Los Caballeros de la Llave Espada lo atravesaron y este desapareció, dejando al guardián como un imbécil; el hombre se dio la vuelta, agitó el puño hacia el cielo y juró:

¡La próxima vez te atraparé, inspector Ronin!

* * *


Oswald. Chico, ¿puedes oírme?

El muchacho recobró la consciencia a la entrada de Villain's Vale. Se enontraba rodeado de todos los aprendices y Maestros, tumbado al lado del chico rubio que le había inyectado aquella oscuridad en el cuerpo. Pero no podía odiarle: ya no.

¿Cómo te sientes, Oswald?

Sin sentimientos, sin ser propio. El mundo aún era un lugar extraño para aquel recién nacido, y a duras penas podía comprender lo que le decían: era un zombi, de una forma u otra. La realidad se entremezclaba con aquel lugar donde él y Mateus se habían encontrado, ese sitio tan distante y... Cálido.

Has perdido tu corazón, Oswald. ¿Sabes lo que significa? —le preguntó Ryota, intentando obtener alguna respuesta por el muchacho—. Eres ahora un Incorpóreo, hijo. No tienes Llave Espada.

Si comprendió aquellas palabras o no era algo que Ryota desconocía en aquel momento. El Maestro de Bastión Hueco se levantó y observó a Ronin. No le juzgó, ni tampoco le culpó de lo sucedido, aunque la última vez que había visto al muchacho le había pedido que cuidara de él.

Ryota, te juro que...

El Maestro levantó la mano para silenciar a Ronin, negando con la cabeza. No quería explicaciones por su parte. El pirata obedeció por primera vez. Se sentía culpable por lo que le había sucedido al muchacho, tal y como se podía ver en su mirada.

¿Podéis explicar qué ha sucedido ahí dentro?

La pregunta iba dirigida a todos, pero especialmente a Ragun, cuyas palabras podían tener un peso mayor al ser el único miembro de Bastión Hueco que había estado presente cuando Ban cayó a la oscuridad. Y era hora de juzgar: ¿había sido aquello culpa de Ronin?

Ryota...

La atención del Maestro pasó de los aprendices a Nanashi, la cual se encontraba junto a Ban aparentemente destrozada. Temblaba de rabia, intentando apartar la mirada, conteniendo las lágrimas con esfuerzo. Miró al hombre llena de frustración y le dijo con voz ahogada.

Ha vuelto. Mateus... No está muerto. ¿Por qué?

El hombre se acercó a ella y la abrazó lentamente, dándole su apoyo. La mujer permitió recibir aquella muestra de afecto, pero después le preguntó con gravedad:

Tú lo sabías. Por eso vino Ronin, ¿no es cierto? Drag queen...

Ryota no le iba a mentir. El Maestro de Bastión Hueco se quedó un segundo observándola y, tras la tensión, afirmó con la cabeza lentamente. Nanashi apartó la mirada y se distanció de él, acercándose a Ban y tomándole de la mano para dirigirle de vuelta a su hogar; Ryota se giró hacia Ragun y le indicó que tomara el mismo camino que su antigua aprendiza.

Nos vamos.

¡Espera!

Ronin dejó detrás a los aprendices y a Cloud y dio tres zancadas hasta llegar junto a Ryota. Le sonrió débilmente e intentó sacar de él una última sonrisa, algún atisbo de algo que no fuese aquella amarga despedida.

Ryota, por favor —le suplicó, intentando sonreírle—. Dime que este viaje ha servido para algo. Dime que recuerdas nuestros viejos tiempos.

Esos tiempos no van a volver, Ronin.

Ryota reanudó su marcha tras Nanashi, dirigiéndose hacia el castillo a lo lejos. El rostro de Ronin mostraba un enorme dolor por aquellas palabras.

Supéralo.

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Fecha límite: lunes, 9 de junio de 2014.

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Re: Ronda #14 - Villain's Vale

Notapor Sombra » Jue Jun 05, 2014 4:09 am

Nanashi no contestó a la pregunta del aprendiz por lo que tuvimos que limitarnos a colaborar para cargar a Ban en brazos, parecía estar... cambiado, aunque no sabía decir por qué. Llegamos al oscuro hall donde el cuerpo del guardián de la torre yacía muerto o inconsciente. No pude pararme a comprobar si estaba vivo ya que en aquel momento escoltar a nuestro compañero era mucho más importante, si había sido derrotado por Light y Maya significaba que podríamos haberle vencido entre los tres sin problemas antes.

<<Fuimos engañados para nada>>

En cuanto llegamos a la puerta la Maestra agarró a Ban levantándolo con una sencillez que resultó impresionante dado la complexión delgada de la mujer. Nanashi hizo que su ave agarrase a Ban entre sus patas llevándolo volando lejos de aquel maldito lugar.

Seguí el paso como pude a Nanashi y a Xefil, los dos me sacaban bastante ventaja en lo que a velocidad se refería por lo que traté de no perderlos de vista al menos. Poco a poco dejamos atrás Villain´s Vale, nuestra misión había sido un éxito ya que habíamos recuperado a Cloud, ¿pero a que precio? Había estado en mi mano detener a Mateus, pero no lo hice, del mismo modo que fui engañado por Rubicante e incluso había hecho perder el tiempo a aquellos dos con quienes corría para abandonar la guarida de los Villanos Finales cuando Gilgamesh y yo caímos por el acantilado, era mi culpa.

* * *




Nos encontrábamos alrededor de los cuerpos inertes de Cloud y Ban. Todos estábamos allí; Maya, Hiro, Xefil, Light, Ryota, Ronin y Nanashi. Nunca había visto a un compañero caer ante mis ojos, por tanto aquello tal vez me estaba afectando más de lo que podría haber imaginado, incluso si trataba de ocultarlo mi mirada llena de preocupación era demasiado obvia.

Oswald. Chico, ¿puedes oírme? —preguntó Ryota. Como respuesta, el aprendiz despertó. Su aspecto era como el de un muerto viviente y era difícil saber que pensaba, era como si estuviese ausente.

¿Cómo te sientes, Oswald? —insistió Nanashi.

Has perdido tu corazón, Oswald. ¿Sabes lo que significa? —continuó el líder de Bastión Hueco—. Eres ahora un Incorpóreo, hijo. No tienes Llave Espada.

Entonces, ahora es igual que Wix... —comenté en voz baja. No pude evitar recordar en aquel momento mi primera visita a Bastión Hueco y el combate contra ella.

Me era imposible comprender del todo lo que eran los incorporeos, ¿qué eran? Aquella pregunta recorrió mi cabeza en aquel momento.

Ryota se puso en pié observando al tuerto, no hizo falta que dijese nada ya que Ronin se apresuró a hablar:

Ryota, te juro que...

Ronin se vio interrumpido por Ryota, que con un gesto hizo callar al líder de Tierra de Partida. Era difícil explicar lo que había acontecido, pero si lo que Mateus había dicho era cierto aquello había ocurrido porque le habían inyectado oscuridad en su cuerpo.

<<Tal y como Withecat hizo con Alex>>

Que hubiese tantas similitudes entre lo acontecido con Alexander y Ban me resultaba una horrible broma del destino, al igual que me lo resultaba que Mateus fuese algo parecido a mí.

¿Podéis explicar qué ha sucedido ahí dentro? —quiso saber entonces el Maestro. Por un instante creí que sus ojos se clavaban en mí esperando que yo fuese el que contase todo.

Cuando Maya, Light y yo fuimos emboscados en aquella sala de reuniones por los Villanos Finales apareció Ban con un enano encapuchado y Hiro —expliqué relatando lo acontecido. Me empezaba a temblar la voz aunque trataba de sonar lo más claro posible—. Mateus Palamecia aseguró que le habían inyectado una dosis letal de oscuridad y que moriría si "no le dejaba entrar en él". Ban fue engañado por él porque estaba desesperado. Después... el Emperador se transformó en un monstruo y...

>>Empezó a comerse su corazón. Maestro, eso no es algo que alguien normal podría hacer. Estoy casi seguro de que ese hombre es un sincorazón con apariencia humana, tiene que creerme —fijé mi mirada en Ryota

No quise exponer el motivo por el cual pensaba aquello, incluso teniendo un corazón yo mismo era originalmente una criatura nacida del lado más oscuro de los corazones y no era algo que pudiese decir, no delante de portadores de la llave espada. Me habría gustado dar pruebas e incluso ofrecerme para que pudiesen saber que los sincorazón que podían tomar apariencia humana existían, no podía ser difícil de descubrir si se me hacían unas pocas pruebas médicas tratando de demostrar aquello en concreto.

Pero no quería morir y temía que si abría la boca me convirtiese en un objetivo más que eliminar.

Escuché en silencio cualquier otra cosa que los demás aprendices explicasen, me interesaba sobre todo lo que Hiro fuese a decir ya que no tenía muy claro como había acabado Ban al borde de la muerte.

Ryota... ―la voz de la Maestra por primera vez dejaba ver su lado más delicado, casi tanto como un copo de nieve.

Posiblemente el sentimiento de responsabilidad de un maestro sobre la vida de sus aprendices era muchas veces mayor que el de otro aprendiz, tenía que ser una sensación horrible perder a aquellos que están bajo tu mando sin poder protegerles.

<<Yo tampoco hice nada para evitarlo, yo también tengo la culpa>>

Tenía que haber evitado que aquello ocurriese, había estado en mi mano la posibilidad de impedir su muerte (si convertirse en incorporeo podía considerarse eso) y que le hubiesen hecho aquello, pero no había hecho nada.

Llevé mi única mano a la frente revolviéndome el cabello lleno de frustración.

Ha vuelto. Mateus... No está muerto. ¿Por qué?

Ryota abrazó a Nanashi tratando de consolarla, fue un gesto tierno y que rompía la imagen que había formado en mi cabeza sobre él.

Tú lo sabías. Por eso vino Ronin, ¿no es cierto? Drag queen... ―preguntó la mujer. Ryota afirmó aquello con la cabeza tras unos segundos.

La Maestra Nanashi se apartó de Ryota y cogió la mano del incorpóreo para guiarlo de vuelta a nuestro hogar. Con un gesto, el líder de Bastión Hueco me indicó que siguiese a Nanashi.

Nos vamos.

Que os vaya bien... ―me despedí de los aprendices de Tierra de Partida levantando un poco la mano y sin mucho ánimo.

¡Espera! —exclamó entonces Ronin dando largos pasos para alcanzar a Ryota a quien dedicó una triste sonrisa.

Ryota, por favor —se colocó frente al maestro—. Dime que este viaje ha servido para algo. Dime que recuerdas nuestros viejos tiempos.

Esos tiempos no van a volver, Ronin —sentenció dejando al maestro de Tierra de Partida clavado en el sitio y lleno de dolor—.Supéralo.

Tras aquel pequeño intercambio de palabras empecé a caminar cerca del Maestro evitando volver mi vista atrás, tenía mil y una preguntas sobre Palamecia, sobre aquellos viejos tiempos de los que Ronin hablaba

Maestro... —llamé con una débil voz a medio camino tratando de llamar su atención—. Usted sabe si existe... ¿Hay alguna manera de poder restaurar el corazón de Ban? Quizás si matamos a Mateus...

Sonaba tonto lo que acababa de decir, pero era la única cosa que se me ocurría en aquel momento. Yo no era ni la mitad de sabio que los Maestros, me faltaba mucho para llegar a ser como ellos y... era débil, pero no quería quedarme quieto mientras veía a mis compañeros ser masacrados por los Villanos Finales.

Me convertiré en un caballero de la llave espada que sea digno de llevar el título de Maestro —sentencié con algo de rabia contenida por todo lo que no había podido evitar aquel día, pero muy seguro de mis palabras—. Seré la espada que proteja a aquellos a los que aprecio.

Yo era un sincorazón, pero también un humano. Encontraría una manera de detener todas aquellas muertes sin sentido.

<<Lo prometo>>

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