[Selva Profunda] Dos Mundos

Trama de Enok y Sorkas + Gata + Fyk

La aparición del bando de Bastión Hueco ha colocado a la Orden de los Caballeros de la Llave Espada en una tensión creciente difícil de remediar. ¿Llegarán a enfrentarse ambos bandos en conflicto, o será posible la paz?

Moderadores: Suzume Mizuno, Astro, Sombra

Enok 11

Notapor Sheldon » Lun Jul 21, 2014 12:39 am

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La ofensiva lanzada por el joven muchacho logró, al menos, uno de sus cometidos: conseguir que la enorme pitón desviara su atención de la gorila. Tras haber conseguido enfocar el ataque con la llave-espada, la serpiente quedó un tanto exhausta más por lo imprevisto del ataque que verdaderamente por el posible dolor que le hubiese causado.

El hechizo de fuego que continuó, a pesar de no conseguir impactar contra la escamosa y chillona piel de la pitón fue el verdadero desencadenante de la furia del depredador. Cuando Enok se fijó en la exagerada y salvaje reacción del gigantesco animal un leve miedo se apoderó de él mostrándole la impulsividad de sus actos.

Con tan solo un movimiento brusco, la serpiente agitó su cuerpo derribando a su paso tanto al aprendiz como al primate. Un sonoro golpe de agua dejó en el aire un chapuzón de agua que tras quedar suspendido en el aire terminó por caer sobre Enok, aquel que lo había causado al ser derribado justo dentro de una charca. Pero la rojiza pitón aún no se había cobrado la venganza completa.

Con un movimiento extremo, el animal estiró todo su cuerpo hacia el cielo para terminar esgrimiendo un voraz ataque en picado hacia el aprendiz, con sus fauces completamente abiertas.

Tras un gruñido de dolor y augurando un terrible final, la reacción interna aunque milimétrica que experimentó el joven se tradujo en el más rápido movimiento de esquivo que pudo hacer en una situación similar. Así, Enok intentó por todos los medios fintar aquel poderoso ataque. Lo hubiese o no conseguido no dudaría en ayudarse de su llave-espada para bloquear como pudiese la terrible contraofensiva.

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He tenido que editar por un fallo que me ha ocurrido al quotear para el tema de la BSO.
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Soul Eater » Lun Jul 21, 2014 2:47 am

Tierra de Partida busca el dominio absoluto de la luz sobre la oscuridad. Bastión Hueco defiende el auténtico equilibrio universal: luz y oscuridad deben coexistir sin que una domine a la otra. Aunque eso suponga, en ocasiones, apoyar a la oscuridad.

El silencio vuelve a imponerse, de forma ligeramente opresiva. —¿Quién iba a pensar que una pregunta tan simple como esa podía llegar a incomodarla?— pienso, algo sorprendida.

El que haya gente que preste tanta atención a conceptos tan abstractos como la luz y la oscuridad me resulta incomprensible. ¿De verdad importa tanto algo como eso? Por mi parte, yo ni siquiera termino de comprender lo que son realmente.

Comprendo que alguien luche por conseguir poder, dinero, por tomar aquello que quiere… incluso por placer. ¿Pero por la luz? ¿Por la oscuridad? ¿Por el equilibrio? —Seguro que todos esos que se arriesgan a morir por esos ideales no han tenido que buscarse la vida nunca. Si no, seguro que sabrían valorar un poco mejor lo que es importante…— reflexiono, con un ligero desprecio hacia todos ellos. Tal vez, incluso con un poco de envidia.

Pronto, mi atención vuelve a centrarse en el mundo exterior cuando comienzo a escuchar el murmullo del agua, que pronto aumenta de volumen hasta convertirse en un imponente rugido, a medida que escalamos por la pared de un acantilado.

Ascender me resulta excepcionalmente sencillo. Sonrío por dentro, agradeciendo el entrenamiento recibido de mis correrías por los tejados. Cuando finalmente llegamos hasta lo alto, mis ojos se abren desmesuradamente al observar una inmensa catarata, que parece presidir todo el lugar.

Nunca había visto nada semejante. Mientras Wix parece examinar el terreno que se encuentra, a todas luces, vacío, me acerco lo máximo posible al borde del precipicio, para poder observar mejor el inmenso salto de agua.

Sin embargo, la cortante voz de Wix interrumpe mi contemplación de forma brusca. —Prepárate— me indica mientras invoca su arma, que dista mucho de ser una llave espada. Había asumido que todos los miembros del Bastión poseían el mismo arma, pero parece que me he precipitado en mis conclusiones.

Entrecierro los ojos ligeramente sin saber a qué se está refiriendo, y me alejo prudentemente del borde para evitar un desliz que pudiera precipitarme al vacío. Nada más observar su postura de combate hago aparecer la llave en mis manos, creyendo por un momento que la mujer se dispone a atacarme.

Sin embargo, sus palabras pronto me sacan de mi error. —Ya vienen— Antes de que pueda preguntarle siquiera a que se refiere, un desagradable sonido resuena a mi alrededor, y una única palabra se forma en mi mente, acompañada de una ineludible señal de peligro: Sincorazón.

Los recuerdo y los conozco, a pesar de no haberlos visto nunca en las calles de la ciudad marítima de la que salí hace escasos días. Más bien, se encuentran ligados a unas memorias mucho más antiguas y confusas que no soy capaz de ubicar, y que se me presentan con un cierto toque onírico.

Pero tanto estas como lo que he aprendido en Bastión Hueco coinciden en una cosa, la más importante: “Son peligrosos”. Y lo que es peor, nos están rodeando, y se encuentran dispuestos a atacar.

Mi reacción no se hace de esperar, y me lanzo sin pensar hacia delante, tratando de colarme entre el hueco de dos de los oscuros primates golpeando a uno de ellos y esquivando al segundo si es que me ataca, para poder, así, salir del cerco y no tener que defenderme de todos los flancos a la vez.

Si tengo éxito, golpearé a aquellos que tenga más cerca y trataré de moverme lo más rápido posible en todas direcciones para dispersarlos, sin centrarme en ningún enemigo en concreto, tratando de debilitarlos a todos para que sea Wix la que se encargue de rematarlos.

A ver si toda esa prepotencia está justificada y nos sirve para algo— pienso con hostilidad, mientras comienza el combate.
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Ronda #12 - Dos Mundos

Notapor Astro » Mié Jul 23, 2014 2:34 pm

Gata

La estrategia de Gata funcionó. Sorprendió a los sincorazón al moverse con rapidez, consiguiendo golpear con su llave espada al más cercano. Eso sí, al segundo lo esquivó por los pelos: casi pudo notar las garras del monstruo a escasos milímetros de su mejilla.

El seguir moviéndose también fue una buena idea, aunque pronto se encontró abrumada por la velocidad y la agilidad de los Primate Y. Se le acababan los huecos por los que escabullirse, y los arañazos pronto empezaron a llegar. No podría con ellos, no así. Afortunadamente, no estaba sola.

De pronto, todos los sincorazón que rodeaban a la aprendiza salieron volando hacia atrás, como arrastrados por alguna fuerza invisible. Y Gata lo podría ver sin problemas: había sido Wix. La Guardiana estaba utilizando algún tipo de habilidad que había atraído hacia ella a todos los primates, que giraban a su alrededor como si fuesen una peonza. Con un rápido y brusco movimiento con su alabarda, la antigua Maestra acabó con todos ellos de golpe.

Eres temeraria. Y descuidada. No les subestimes —se limitó a comentar.

Pero la pelea no había hecho más que comenzar. Un par de piedras golpearon la espalda de Gata, y cuando se girara descubría que un nuevo tipo de sincorazón se había unido a la fiesta: también tenía forma de primate, pero su pelaje era naranja y tenía una forma más femenina. Además, portaba un arma: un tirachinas.

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Eran dos, y habían aparecido muy cerca de la entrada al acantilado. Cogían piedras del suelo y disparaban sin parar, aunque en ese momento su objetivo era Wix.

Sin embargo, no eran las únicas. Un nuevo y numeroso grupo de sus primos azules volvió a aparecer por la zona en busca de pelea.

Ve a por los dos que atacan a distancia —ordenó la Guardiana, haciendo girar su alabarda con maestría—. Yo me encargo de los azules.

Las órdenes eran claras, y no había tiempo que perder. Aunque, claro, Gata siempre podía optar por desobedecer. Al fin y al cabo, Wix no era una Maestra.

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Enok

La suerte sonrió al aprendiz. No sólo consiguió esquivar (un poco por los pelos) el ataque en picado de la serpiente gigante, sino que además tuvo un efecto muy positivo: el impacto contra el suelo dejó a la pitón aturdida por el golpe.

Fue un buen momento para levantarse del suelo, aprovechando que el animal no podía reaccionar. Una vez de pie, Enok podría comprobar que no había rastro de la gorila: seguramente había huido hacia la selva. Pero sí que había dejado algo: la vieja foto estaba tirada en el suelo, muy cerca de la orilla de la laguna.

Aprendiz, era hora de decidir qué hacer. La pitón gigante estaba aturdida, pero no duraría mucho más tiempo. Quizás podía aprovechar para atacar, o huir como habían hecho los demás animales. Sin olvidarnos del viejo marco: ¿valdría la pena intentar recuperar la foto?

Tenía que decidir rápido. La serpiente estaba volviendo en sí.

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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Sheldon » Vie Jul 25, 2014 7:41 pm

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Enok lo logró, consiguió esquivar a la enorme pitón quedando impresionado por sus propios reflejos que, si bien habían actuado justamente en el segundo adecuado, lograron que todo la masa corporal del aprendiz fuese salvada del impacto voraz del depredador.

Tan pronto como pudo, el joven se incorporó un tanto nervioso ante la proximidad de la pitón, sintiendo una fuerte respiración moviendo todo su pecho. Tras ojear a su agresor en la retaguardia, Enok pudo observar como este había recibido su propio ataque, siendo golpeado contra el suelo, lo que garantizaba unos pocos segundos de una tranquilidad inquietante.

Una decena de gotas cristalinas de agua dulce cayeron al suelo, expulsadas de entre la comisura de los mechones rubios del pelo de Enok tras el movimiento lateral al que se vieron impuestos. No había ningún rastro del primate lo que quería decir que había conseguido escapar de la amenaza.

Unos siseos desconcentraron al muchacho haciéndole volver ante el terrible panorama al que se había enfrentado. La serpiente recuperaba la consciencia gradualmente y pronto renovaría su ofensiva. Sin embargo, Enok ya no correspondía a aquel ambiente por lo que decidió actuar de la forma más sensata que pudo. Echó a correr sin mirar hacia la serpiente y se internó entre el espesor del bosque intentando seguir el camino que podría haber recorrido el primate.

No obstante y al no haberse fijado en la fotografía la dejó olvidada en el suelo.
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Soul Eater » Sab Jul 26, 2014 9:39 pm

Pronto descubro por la peor vía que esos sincorazón son mucho más ágiles de lo que me esperaba. Mientras que ellos no parecen cansarse en absoluto, mi respiración pronto comienza a acelerarse al igual que mis latidos, y mis piernas pronto comienzan a protestar por el constante ejercicio al que las estoy sometiendo.

Aun así, a veces en las calles también he tenido que correr más de la cuenta, por lo que estoy acostumbrada a lidiar con el cansancio. El problema llega cuando comienzo a sentir sus afiladas garras cada vez con mayor frecuencia, y me doy cuenta de que no podré aguantar así mucho más tiempo.

Sin embargo y de forma totalmente imprevisible, todos los primates son atraídos hacia Wix ante mi atónita mirada, solo para acabar con todos ellos a la vez. De un único golpe. Sin despeinarse siquiera.

Tengo que contenerme para no abrir lo boca de par en par. Jamás había visto algo semejante. —Si ella es capaz de hacer eso, ¿de qué será capaz Ryota?— me pregunto, impresionada. —Y lo que es más importante, si ella puede encargarse tranquilamente de todos ellos, ¿qué es lo que pinto yo aquí?

Apoyándome sobre la llave para recuperarme más rápido, observo como se dirige a mí con esa irritante insensibilidad. —Eres temeraria. Y descuidada. No les subestimes

Su comentario es casi divertido —Temerario habría sido quedarme quieta y esperar a que me golpearan.— Aun así, a pesar de ser una reprimenda, me siento ligeramente halagada. —Más vale parecer temeraria que cobarde, aunque una cosa lleve a la otra— Abro la boca para replicar, pero solo sale un ligero gruñido de sorpresa cuando una piedra golpea dolorosamente mi espalda.

¿Y ahora qué?— pienso con fastidio, volviéndome rápidamente únicamente para comprobar como el combate no ha terminado todavía y que han aparecido nuevos enemigos, dos de los cuales adornados con un lacito y responsables de la pedrada. —¿Es que ahora también pueden ser macho o hembra?

Ve a por los dos que atacan a distancia. Yo me encargo de los azules.— me ordena Wix, dejándome con las ganas de protestar tanto por su comentario anterior como por el hecho de tener que obedecer.

Sin embargo, teniendo en cuenta que es preferible luchar contra dos que contra diez, tampoco estoy en situación para quejarme. Dejarle a ella el trabajo duro me parecería la mejor opción aunque ella no hubiera dicho nada.

Así que, sin molestarme en asentir siquiera, comienzo a correr hacia una de las dos sincorazón, siguiendo una trayectoria en zigzag para tratar de evitar cualquier proyectil que pudieran dirigirme, e ignorando totalmente a la otra, para tratar de golpearla con la llave antes de que tuviera oportunidad de escapar.

En el caso de que comenzara a cansarme de correr y no lograra darles caza, trataría de derrotarlas con sus mismas armas y pasaría a tratar de alcanzarlas con piedras en el momento en que ellas me estuvieran apuntando con su tirachinas.
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Re: Ronda #10 - Dos Mundos

Notapor Final Fan » Dom Jul 27, 2014 2:17 am

Ay.

El disparo no me lo había esperado, pero al menos no había pasado nada extremadamente grave...

Usted no preocupar, Profesora Rebecca —le respondí en voz alta, exagerando el acento cada vez más y fingiendo una voz bastante fatigada—. Yo quedar reposando para curar herida súper grave, chí.

Así que entre pitos y flautas me encontraba en aquella tienda de campaña tan espaciosa. Bastante cómodo, todo hay que decirlo, pero tenía que fingir que el hombro me dolía horrores, claro.

Gracias, señorita Jane, usted muy, muy cha-chachi, chí.

Volví mi cabeza hacia ella y sonreí lo más dulcemente que pude, para casi al instante poner una horrenda mueca de dolor y comenzar a toser como un condenado, agarrándome las vendas. Me retorcí de ese modo durante unos pocos segundos, antes de tranquilizarme de nuevo y volver a reposar quietecito.

Ay, estoy hecho una cha-chapuza. Menos mal que está usted aquí, chí... Mami en tribu le da ja-jamacuco si se entera. Por aquí no tribus menígenas, ¿no? ¿Menígenas? ¿Inógenas? No sé.

Exhalé un suspiro melancólico, con una pizca de tono dolorido.

Estar cerca de muerte me pone nostálgico, tribu ser ambiente que no hay en muchos sitios. Maestra venir aquí para estudiar menígenas pero no haber. Sólo uga uga. Monos.
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Ronda #13 - Dos Mundos

Notapor Astro » Mar Jul 29, 2014 8:45 pm

Enok

Escapar de la serpiente no fue tan fácil como el aprendiz había podido imaginar. No señor. Enok apenas había puesto un pie entre dos árboles para salir de la laguna hacia la selva, cuando notó que algo le agarraba con mucha fuerza de su pierna izquierda. Los colmillos de la pitón.

La pitón se había recuperado mucho más rápido de lo previsto. Y no estaba dispuesta a dejar escapar a su presa de ninguna manera. Tiró con fuerza hacia atrás, mandando a volar al muchacho contra el suelo y devolviéndole al interior de la laguna. Poco faltó para que Enok cayese en el agua: aterrizó con violencia en el suelo, quedándose justo en la orilla. La herida de su pierna, donde el animal le había mordido, tenía mala pinta. Y dolía muchísimo.

Por supuesto, la serpiente gigante enseguida se lanzó de nuevo al ataque, arrastrándose por el suelo a toda velocidad, mostrando sus enormes colmillos, y avanzando directamente hacia Enok. El aprendiz tenía poco tiempo para reaccionar: ya había descubierto que físicamente era muy superior a él.

Necesitaría inteligencia para conseguir escabullirse con vida. O tal vez fuese mejor luchar contra ella que huir.

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Fyk

Hemos llegado hace poco a la selva, es la primera vez que me encuentro con alguien como... tú —comentó Jane, trasteando entre las cosas de un armario—. Y lo más cerca que he estado de un gorila han sido esos monicacos de antes.

Espero que podamos encontrarlos pronto... —añadió con un suspiro—. Uy, me he olvidado las cerillas para calentar el té. ¡En seguida vuelvo!

Y salió de la tienda a ritmo ligero, dejando a Fyk solo en la tienda.

No habrían pasado ni dos minutos cuando un grito, claramente femenino, pondría en alerta al pequeño aprendiz. Cuando saliera de la tienda, descubriría a pocos metros a una Jane sentada en el suelo con cara de terror.

Frente a ella, gruñendo y acercándose lentamente, había un leopardo.

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¡¡A-aléjate!! —gritó, agitando torpemente la tetera que tenía en las manos.

Si Fyk no hacía algo, era bastante probable que Jane acabase como comida para gatos. Aunque claro, en teoría él estaba herido y apenas podía levantarse de la cama.

Menudo dilema.

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Gata

El zig zag funcionó a las mil maravillas. Gata no sólo consiguió esquivar los proyectiles de las Primate X, también consiguió evitar que alguno de sus primos masculinos se le abalanzara encima.

Los golpes de la llave espada sirvieron para destruir a la primera de las sincorazón, cuya resistencia era bien baja. Su corazón se liberó con el último golpe, libre por fin de la oscuridad que le había tenido cautivo. Pero la otra primate no se quedó quita: varios proyectiles alcanzaron a Gata. Y hacían daño.

La idea de imitarlas y tirarles piedras sí que no funcionó. La segunda sincorazón, tomando nota del destino de su compañera, se puso a correr como loca de un lado a otro a muchísima velocidad, disparando a la aprendiza en los pocos segundos que paraba quieta.

Entre la puntería de la propia Gata y la falta de un tirachinas (el de la sincorazón destruida también había desaparecido junto con ellas) para lanzar mejor, fue imposible que ninguna piedra acertara.

Pero a la fiesta se unió un Primate Y, que se había separado del grupo y había saltado sobre Gata.

Volvía a tener dos enemigos, y cada vez más moretones por todo el cuerpo. Tenía que conseguir reaccionar y superarles, o añadaría más golpes a su colección.

Aunque pedirle ayuda a Wix siempre era una opción, claro.

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Queda poco para el final, ¡ánimo!

Fecha límite: sábado 2 de agosto.
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Soul Eater » Vie Ago 01, 2014 4:51 am

El hecho de haber logrado acabar con uno de los sincorazón por mi propia cuenta me llena de un orgullo salvaje que por unos instantes me hace esbozar una amplia sonrisa. Pero claro, la alegría solo me dura un momento, para terminar bruscamente cuando recibo el golpe de su compañera.

Contengo el impulso de frotarme la zona herida por la piedra, para centrarme en atrapar a la molesta criatura. Sin embargo, esta no parece haber revelado todos sus trucos ya que a los pocos segundos comienza a correr como alma que lleva el diablo de un lado para otro, impidiéndome tanto alcanzarla como acertarle con cualquier clase de proyectil.

Desde luego, hoy no parece ser mi día de suerte. Y el hecho de que otro de los monos azulados decida dejar en paz a la pelirroja para unirse a la refriega contra mí, no sirve precisamente para equilibrar las tornas.

Los arañazos del sincorazón, de los que trato de defenderme a duras penas con la llave espada, me hacen soltar unos ligeros gruñidos de dolor. No puedo evitar tener la sensación de que estoy haciendo el ridículo, ya que no tengo ninguna razón para estar peleando contra esos seres, aparte del hecho de que Wix me haya llevado hasta allí con un propósito desconocido, sin que necesitara mi ayuda para nada.

Si estás esperando a que tenga que suplicar por mi vida antes de hacer otro de esos ataques fantásticos te vas a llevar una decepción— trato de animarme, mientras redoblo los esfuerzos por acabar con mis enemigos.

Ya que tengo que enfrentarme a ambos a la vez, trato al menos de sacar partido a mi situación, intentando que el mono azul quede siempre entre su compañera y yo, para que me sirva de escudo contra sus ataques a distancia, y procuro acabar con él antes de volverme hacia ella.

Ya que no puedo hacer otra cosa, trato de contar con el elemento sorpresa, cogiendo mi daga con la mano izquierda y tratando de apuñalarle, para desviar su atención y permitirme asestarle el verdadero golpe con la llave espada —Aunque no sé si un arma normal causará alguna clase de efecto en estos seres— se me ocurre, aunque desecho el pensamiento ya que no tengo tiempo para distracciones innecesarias.

En caso de acabar con el sincorazón, volvería a perseguir a la mona amarilla esta vez corriendo directamente hacia ella sin importarme que esté apuntando hacia mí, para tratar de abalanzarme sobre ella y atacarla aunque para ello tenga que recibir algún golpe de frente.
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Notapor Sheldon » Vie Ago 01, 2014 10:19 pm

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[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=Xq_cGF8F6l4[/youtube]


Un paso apresurado. Huir. Cuando el fin del camino se convertía cada vez más en los primeros arbustos un súbito y profundo dolor se extendía por una de las piernas del muchacho, difuminándose hacia la altura de la ingle. Los colmillos de la serpiente que segundos antes se encontraba semi-inconsciente se habían clavado de lleno en la pálida piel del aprendiz dejando una hilera fina de sangre deslizarse a través de la carne, tiñéndola de un escozor penetrante.

Durante un instante, aquel en el cual el aprendiz salió volando por los aires ante el poderoso tirón que ejerció la serpiente, la mente del chico aceptó su muerte. Durante un instante quiso morir. No era la sangre, ni el dolor, ni el fresco y ligero viento que hacía que su pelo se alborotase en el aire. Tan solo era el simple deseo, instantáneo aunque replicado.

Su pecho se embutió en un doloroso rebote que administró el peso de la caída a todas las partes de su cuerpo. La corriente de sangre se había abierto al haber sido desgarrada por el feroz movimiento del depredador y ahora caía administrada por cuentagotas en el verde del suelo, deslizándose a su vez por el entramado de hierba hasta alcanzar el agua que, a escasos metros, formaba el pequeño lago y manchándola con cientos de gusanos líquidos sin forma.

Enok gruñó ante la idea de haber vuelto a la vida. Un torrente de pensamientos amenazaba con convertirse en la imagen del terror. La pitón se lanzo en sprint hacia la que ahora se había convertido en su presa, con los colmillos ensangrentados por el resto de la ocre sustancia. Antes de que pudiese siquiera sentir el pulso del suicidio, sus labios dejaron escapar una palabra mientras su llave-espada aparecía en sus manos:

Ráfaga.

Apuntando hacia la charca, hizo que el hechizo intentase crear una capa de gotas de agua que despistase todos los segundos posibles al animal. No tardaría en reaccionar fuese cual fuese el resultado, incorporándose y corriendo tan rápido como se lo permitiese su malherido y cojo pie hacia la maleza. Si sentía al animal cercano dirigiría una bola ígnea (piro) hacia atrás.
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Final Fan » Sab Ago 02, 2014 3:44 am

¿Significaba aquello que no se había encontrado con nada que no fuesen primates o tan sólo se refería a que nunca había visto en la selva a ningún pigmeo de color azul?

¡Eh, espera...! —exclamé, al darme cuenta de que se iba de la tienda. Todavía necesitaba más información para confirmar aquello.

Ya estaba dispuesto a aguardar (im)pacientemente la vuelta de Jane a la tienda, pero no me hizo falta. Un chillido suyo me hizo ponerme en guardia. Desde la entrada de la tienda pude ver lo que pasaba.

¡¡A-aléjate!!

La estaba atacando un animal salvaje de la selva, al parecer. Suspiré.

Hoy estoy que no paro —susurré.

Intenté pensar una solución rápida para aquel embrollo, pero entre que tenía que fingir estar convaleciente y que a Jane lo de la magia la iba a provocar un telele ya no sabía qué hacer.

Bueno, pues de perdidos al río.

Sin salir de la tienda, le eché un rápido vistazo al lugar y materialicé mi armadura a varios metros de altura sobre una mesa llena de cachivaches. Al caer, esperaba que el impacto con aquel equipamiento generase un ruido lo suficientemente estruendoso como para sobresaltar a la bestia y, con suerte, atraer la atención del guardaespaldas de Jane o de alguien que se encontrase por allí. Antes de que nadie pudiese ver qué había causado el ruido, haría desaparecer de nuevo la armadura. Al fin y al cabo, quienes provocasen tal estruendo seguramente habrían sido algunos babuinos con ganas de más guerra. ¿Armadura? ¿Qué armadura?

Si aquello no funcionaba ya podía empezar a estrujarme los sesos para que se me ocurriese algo más.
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Ronda #14 - Dos Mundos

Notapor Astro » Mar Ago 05, 2014 2:19 pm

Gata

El siguiente disparo de la mona impactó, sin querer, en la cabeza de su compañero. Auch.

La idea de Gata había sido buena. Manteniendo al Primate Y entre ella y la Primate X había conseguido una ventaja frente a los ataques a distancia de la segunda, e incluso que las piedras le dieran al enemigo y no a ella. Chica lista.

El apuñalar con la daga no fue tan bien. Aprovechando que el sincorazón saltaba para abalanzarse sobre ella, la aprendiza pudo clavar su arma en el estómago de la criatura, pero ésta no se quedó quieta. Sus garras descendieron sobre la cara de Gata con fuerza, arañándola con fuerza de arriba a abajo.

Sólo la suerte quiso que, por escasos milímetros, los ojos quedaran intactos. Menos mal.

Los siguientes golpes con la llave espada fueron demoledores para el Primate Y. Destruido, su corazón quedó libre. Pero cuando la muchacha buscó con la mirada a la simia que quedaba, no la encontraría. En su lugar, estaba Wix.

Bien —fue lo único que dijo al comprobar el estado de Gata.

La incorpórea hizo desaparecer su alabarda y avanzó hacia el acantilado. La zona había quedado limpia de sincorazón: la Guardiana se había encargado de ello. Al menos, por ahora.

Subió hasta el borde del precipicio y permaneció unos segundos en silencio, contemplando la catarata.

En esta zona hay una inusual actividad de sincorazón —declaró, rompiendo el silencio—. Muy inusual. Pronto llegarán más, sobre todo contigo aquí.

¿Sabrías decir el motivo?

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Enok

El agua levantada por el Ráfaga sirvió para darle un tiempo precioso para huir. Al menos, lo habría sido si su pierna hubiese estado en bien estado.

Cojeando, Enok no fue lo suficientemente rápido como para adentrarse en la maleza antes de que la pitón le viese a través del agua. Silbó, furiosa, y se lanzó a toda velocidad a por su presa. Al poco de alcanzarle, llegó la bola de fuego.

Y esta vez funcionó bastante mejor. Sobre todo, porque el Piro impactó en toda la cara de la serpiente. El animal se agitó, chillando de dolor, y dejando de avanzar. Justo lo que Enok necesitaba.

El aprendiz pudo entrar por fin en la maleza y salir de la laguna, internándose en la selva. Pero no habría dado ni cinco pasos cuando chocó de golpe con otra persona. Ambos cayeron al suelo de culo por el impacto.

¡Enok! —exclamó la Maestra Rebecca, observándole con sorpresa— ¿Dónde has estado?

Le faltó echarle un vistazo al aprendiz mientras se levantaba para descubrir sus heridas, especialmente la de su pierna.

¡¿Qué te ha... pasado?!

Detrás de ellos, en dirección a la laguna, se pudo escuchar un fuerte ruido. Rebecca no sabría lo que era, pero Enok podía hacerse una idea.

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Fyk

El estruendo provocado por la armadura de Fyk llamó la atención del leopardo, quien se giró en dirección al sonido, alerta. Aquella fue la oportunidad de Jane para levantarse y echar a correr, huyendo del peligro.

Oh, mala elección.

En cuanto el felino descubrió que Jane se movía, volvió a centrar su atención en ella y corrió a perseguirla. No tardó nada en alcanzar a la joven y en abalanzarse, garras y colmillos delante, sobre su espalda...

Pero no llegó a tocarla. De pronto, algo golpeó al animal con fuerza y lo derribó al suelo. No, algo no. Mejor dicho, alguien.

Desde su posición, Fyk podría verle. Era un humano, un hombre concretamente, de eso no había duda. Pero uno bastante peculiar. Con una constitución propia de deportistas de élite, su pelo marrón era largo y sucio. Aunque lo que más llamaría la atención sería su ropa, porque lo único que llevaba encima era un maltrecho taparrabos.

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Entre sus manos portaba una rudimentaria lanza. Era difícil para Fyk estar seguro, pero daba la impresión de que era un simple palo al que le habían atado una piedra afilada. Aunque oye, igual era por estar muy lejos.

Otro detalle del recién llegado que sorprendería a todos sería su postura y sus gestos. Se movía encorvado, apoyándose en los nudillos de sus manos al andar. Miraba al leopardo —quien ya se había recuperado del golpe—, desafiante, y le lanzaba gritos inentendibles que parecían más propios de un animal que de una persona.

Y el choque no tardó en llegar. Salvaje y leopardo se lanzaron el uno contra el otro e iniciaron un forcejeo. Pero pronto se vería que el desconocido tenía las de perder: había interpuesto su lanza entre el felino y él, intentando evitar que los colmillos llegasen a su cara, pero no lo tenía fácil ante la fuerza del animal.

En el campamento no había rastro de Clayton, el cazador, ni de ninguna de las Maestras. Jane estaba demasiado asustada y sorprendida como para reaccionar, y contemplaba atónita la situación.

Sólo Fyk podía hacer algo para ayudar, si quería. En teoría, los Caballeros no podían inmiscuirse en los asuntos de otros mundos si no estaban relacionados con los sincorazón. Y aquel leopardo, desde luego, no era un sincorazón. Aunque claro, tampoco era fácil quedarse quieto cuando una persona estaba apunto de ser devorada. O tal vez sí.

Dependía de Fyk decidir.


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Enok 14

Notapor Sheldon » Mié Ago 06, 2014 6:20 pm

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La bola de fuego golpeó directamente las facciones escamadas y agresivas de la serpiente, la cual reaccionó con un fuerte e histérico siseo tras detener súbitamente su letal carrera. Enok, aún cojeando, logró aprovecharse de la situación aún más que la anterior táctica. Sin mayor novedad, logró internarse en el verdoso mar.

Por un momento, tras dar un pequeño paso sintió una especie de satisfacción al haber logrado escapar del depredador acompañada por un discriminado alivio pero pronto calló en la cuenta de que poca era la distancia que le separaba de la serpiente, medida que no tardaría la pitón en recorrer hasta alcanzarle de nuevo. Y allí la persecución podría volverse incluso peor.

¡Enok!—una voz descuadró por completo las expectativas del aprendiz. Apresuradamente dirigió su mirada hacia el foco de emisión y descubrió la figura estilizada de una mujer. Antes de que pudiera fijarse, su cuerpo golpeó al de ahora su acompañante provocando una caída mutua—. ¿Dónde has estado?—Era aquella muchacha que les había acompañado a la selva donde ahora se encontraba.

No...Nada—balbuceó el aprendiz sin encontrar una linea lógica del tiempo para explicarle a la joven. Por otra parte sus sentidos junto con la emisión de adrenalina ocupaban la mayor parte de trabajo cerebral por lo cual le resultaba imposible recordar algo.

Aún con la respiración agitada, Enok se incorporó como pudo.

¡¿Qué te ha... pasado?!—preguntó horrorizada la chica tras haber observado el color ocre de la sangre secándose a través de la pierna del muchacho. Antes de que Enok pudiese abrir la boca un sonido desgarró la atmósfera.

De nuevo, la historia se repetía.

¡E-E-Es una pi-pi-pitón!—exclamó Enok con una mueca de miedo mientras señalaba por lo bajo la dirección del sonido—. Me-Me persigue...
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Soul Eater » Vie Ago 08, 2014 7:24 pm

Bien— Como de costumbre, Wix no se molesta en hacer ningún comentario innecesario, y mantiene una frialdad que llega casi a ser espeluznante. Me cubro la cara con la mano izquierda, dolorida por el ataque del sincorazón, mientras le lanzo una mirada furiosa a través de mis dedos.

¿Bien? No es que haber resultado arañada por una especie de mono y fallar en derrotar a uno de mis enemigos pueda denominarse un éxito.— Pienso, sintiéndome ligeramente derrotada —Si me ibas a ayudar podrías haber tardado un poco menos, o si no ibas hacerlo, al menos déjame acabar.

Aun así, parece que al menos ya ha terminado todo, así que permito que la llave espada resbale de mis manos y se desvanezca en un destello luminoso, antes de volverme hacia la mujer, con una mueca de cansancio.

En esta zona hay una inusual actividad de sincorazón— dice, más como si estuviera afirmando una serie de frases inconexas que como si estuviera hablando conmigo —Muy inusual. Pronto llegarán más, sobre todo contigo aquí. ¿Sabrías decir el motivo?

¿Más?— me pregunto resignada —¿Y por qué voy a saber yo el por qué? Nunca los he atraído, precisamente— Aun así, parece que la pelirroja está esperando una contestación. Me encojo de hombros ligeramente, con ganas de hacer todo menos ponerme a resolver lo que para mí no es más que un enigma sin sentido.

Finalmente, suelto un suspiro que indica lo harta que estoy de la situación antes de añadir algo dubitativa. —¿La llave espada?— A fin de cuentas, es lo único que ha cambiado desde que dejé Port Royal, además de que es lo único que me diferencia de Wix. No puedo evitar soltar, algo enfadada —¿Y cuál es el sentido de todo esto?
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Re: [Selva Profunda] Dos Mundos

Notapor Final Fan » Dom Ago 10, 2014 10:46 pm

Un hombre bestia.

De repente pude entender todos los desvaríos que Yami había soltado durante sus vagas descripciones de nuestro objetivo de aquella improvisada misión de reconocimiento. Lo de tenerlo delante era algo bastante gratificante, pero la situación en la que estaba no invitaba al regocijo. Parecía que aquel hombre era totalmente capaz de vérselas con el leopardo, pero a Jane parecían haberla atado al suelo. Tenía que hacerla reaccionar, pero si el ruido de su equipamiento rompiéndose no lo logró ya no sabía qué más hacer.

¡¡SEÑORITA JANE!! —grité, desde la entrada a la tienda.

Fui hacia ella teniendo cuidado de cojear un tanto si resultaba que estaba mirando hacia mi dirección. Me tiré sobre ella y punto.

¡Aay, ay, ay! —me quejé, exagerando bastante— ¡Yo proteger señorita Jane...! ¡Ay...!

Esperaba que así Jane reaccionase y me llevase hasta la tienda para manterme encamado. Si no era así, me encaramaría a la cara de Jane para no dejarla ver y nos protegería con Coraza.
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Ronda #15 - Dos Mundos

Notapor Zee » Lun Ago 11, 2014 8:59 am

Gata


¿La llave espada?

La Guardiana asintió con la cabeza, aunque lentamente, como si sólo la hubiese convencido a medias. Su mirada seguía perdida en la extensa laguna que la catarata formada, tal vez esperando que al contemplarla pudiese hallar alguna clase de explicación. Pero, salvo la belleza natural, aquel escenario no tenía mucho más que ofrecer.

La Llave los atrae como si fuera miel a las moscas —señaló. Removió la tierra con la punta de una de sus botas, comenzando a hacer garabatos en ella distraídamente—. Pero ya se multiplicaban más de lo normal antes de que llegáramos...

¿Y cuál es el sentido de todo esto? —replicó la Aprendiza con justificado enfado. Wix se giró hacia ella y la miró como si estuviese lidiando con una pregunta tan tonta que no sabía ni por dónde comenzar.

Para predecirlos, por supuesto. Y así reducir sus números y la amenaza que suponen —su mirada volvió a caer en la laguna. Bajando la voz, agregó—: O controlarlos, según algunos...

>>Hmm... intenta apuntar con tu Llave allí, a la laguna
—pidió luego, en actitud meditativa. Parecía haber tenido una idea... ¿pero cuál sería ésta?

¿Y era necesario acercarse? Es decir, bajar era en teoría, posible. ¿Pero en la realidad? Claro que podía hacerlo desde allí arriba, ¿pero no sería más efectivo acercarse a... a... a donde fuese que Wix hubiese apuntado?

¿Y no iban a llegar más Sincorazón? A lo mejor seguir moviéndose sí era una mejor idea...

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Enok


¡E-E-Es una pi-pi-pitón! Me-Me persigue...

¿Una pitón? —repitió la Maestra, alarmada por las palabras del joven. Queriendo confirmarlas, intentó mirar por encima del hombro de él; no obstante, la misma maleza de la que él había salido le impidió a Rebecca ver más allá de donde se encontraban—. Oh… B-bueno, es sólo un animal…

Si la Maestra no hubiese estado mirando en aquella dirección, muy probablemente no habría habido manera de evitar lo que vino a continuación: la joven soltó un grito de sorpresa cuando, sin previo aviso, una gran parte del cuerpo de la serpiente y su enorme cabeza brotaron como una lanza desde el otro lado de la vegetación. Cerró sus fauces con fuerza en cuanto tuvo a Enok cerca (que, con ese preciso placaje, fue en una milésima de segundo), intentando inyectarle su letal veneno o, tal vez, aplastar su cráneo de una vez. Sin embargo, lo único con lo que se encontró, para suerte del chico, fue un muro invisible contra el que prácticamente rebotó debido a la fuerza que llevaba.

¡Está herida! —exclamó la Maestra, reconociendo el trabajo que Enok había hecho. Aprovechando que el animal se encontraba atontado por el golpe que se había dado, Rebecca tomó al Aprendiz por los hombros y lo guió a que se colocara detrás de ella—. No va a dejarnos en paz a menos que la… —tragó saliva y sus ojos se abrieron, como si no pudiese creerse lo que estaba a punto de decir… y al final, ni siquiera lo dijo—: Pero no podemos hacer eso. Esto es solo su naturaleza… Así que vamos a… vamos a correr.

Con una mano Rebecca convocó un orbe de color violeta, pequeño, del tamaño de un puño cerrado, que comenzó a flotar a su alrededor. Brillaba con intensidad y en su interior se revolvían finas redes de plasma, parecía estar a punto de estallar en cualquier momento. Con la otra, tomó con fuerza la mano de Enok y entrecruzó sus dedos con los de él.La serpiente volvió a la carga, levantando la parte anterior de su cuerpo a varios metros sobre el suelo y danzando hipnóticamente, midiendo el espacio entre ella y sus presas, preparada para saltar de nuevo.

Rebecca se había preparado, empero, puesto que en cuanto la pitón se levantó de nuevo, el pequeño orbe violeta salió disparado en su dirección y empezó a girar alrededor de su cabeza, distrayéndola. De la superficie de aquel hechizo brotaron delgados rayos de luz, demasiado bien delineados y… coloridos, como para ser un hechizo Perla o algo parecido. Aquello era ardiente plasma, focalizado hacia un solo punto. Láseres.

Aquello les hizo ganar tiempo.

Vas a sentirte más fuerte de lo normal —explicó Rebecca. En ese momento, Enok sintió una mágica calidez brotar de los dedos de la chica, pasar a los suyos propios y subir por el interior de su brazo hasta su pecho. No desapareció su fatiga ni sus heridas se cerraron, pero de pronto sintió como si… como si comprendiera muchas cosas, como si el mundo se hubiese vuelto más sencillo y pudiese entender el funcionamiento de todo lo que le era invisible. Era difícil de explicar, pero… muy probablemente le sería más fácil hacer magia; y ésta sería más fuerte, también—. Necesito que a mi señal, dispares algún hechizo que la empuje o atonte, ¿de acuerdo?

Y entonces Rebecca lo soltó. La Maestra dio un amplio salto hacia el frente, levantándose con una gracia y precisión de la que ningún Aprendiz podía presumir todavía. Su pequeño láser se apagó y la pitón le prestó total atención, girando sus fauces hacia ella. La joven abrió sus brazos en el punto más alto de su trayectoria y dio un amplio giro sobre su eje, golpeando a la serpiente con dos fuertes látigos de agua que parecían haber salido de la nada. El animal retrocedió, adolorido, mientras Rebecca aterrizaba tan suavemente que bien podría haber sólo bajado un escalón.

Sus brazos estaban envueltos en agua que ella misma había convocado. Fluía y adoptaba una forma imposible alrededor de su piel; parecía viva y parecía estar obedeciéndola. Uno de aquellos… ¿tentáculos? se levantó y…

¡Oh, esa era la señal!

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Fyk


¡¡SEÑORITA JANE!!

El grito de Fyk atrajo la atención de la joven exploradora, que por unos instantes apartó los ojos del imposible combate que estaba ocurriendo frente a ella para mirar al pequeño niño azul que se había escapado de la tienda. No pudo abrirlos más porque se le habrían salido de las órbitas, pero sí se mostró sorprendida cuando, cojeando con un pie, el Aprendiz empezó a andar hacia ella.

¡Ay, no, ay, no! ¡Fykhjaal, ay, no! —intentó alertarle, sacudiendo frenéticamente sus manos y negando con la cabeza. El Aprendiz ya se había decidido de cualquier manera, por lo que las advertencias de Jane no sirvieron de nada: Fyk se arrojó sobre ella con todo su peso. No habría sido diferente de haber sido él un saco de patatas.

¡Se-! ¡Se-! —escucharon que el misterioso hombre se esforzaba por pronunciar, mientras forcejeaba con la iracunda bestia, intentando a la vez quitársela de encima y no ser alcanzado por sus dientes o garras.

¡Aay, ay, ay! —actuó entonces el chico, activando inmediatamente los instintos maternales de Jane. La joven dejó de prestarle atención a la pelea (algo que había vuelto a hacer tras ver cómo el hombre-bestia intentaba articular palabras) y se la dirigió por completo a Fyk—. ¡Yo proteger señorita Jane...! ¡Ay...!

¡N-no, señor! ¡Tú n-no esta-tás en condiciones de pr-proteger a nadie! —la voz se le quebraba debido al terror que sin duda debía sentir en ese momento. Sin embargo, no permitió que aquello le impidiera actuar y cargó con Fyk en brazos (con esfuerzo, por supuesto, que al fin y al cabo ella era pequeña y menudita).

En aquel momento escucharon el golpe seco de alguien cayendo al suelo. Al parecer, el hombre-bestia se había quitado de encima al leopardo con una certera patada doble y lo había alejado al menos medio metro. El misterioso joven nativo se incorporó, o tanto como podía en su curiosa postura, alzó la lanza sobre su cabeza y gritó triunfante:

¡¡SENORRITAAAAAAAA!!

O bueno, lo que se decía “triunfante”… no tanto. Él sabía, especialmente él sabía que la pelea no podía terminar tan fácilmente. Giró su cabeza hacia Jane y Fyk y les apremió con sonidos indescriptibles aunque levemente articulados. ¿Sería un nativo con su propio idioma? Sus primitivos vocablos no podrían entenderlos, pero sus gestos sí: apuntaba con su palma abierta a la tienda de campaña y daba saltitos en su sitio, apresurándoles para que se refugiaran.

¡Sabor ah uh butuk marchak Tarzán! —exclamó luego, girándose hacia el leopardo, ante lo cual éste le respondió con un fuerte rugido. ¿Acababa de insultar a su madre o algo?

La bestia se lanzó contra él, olvidándose por completo de Fyk y Jane, que tuvieron tiempo de sobra para escapar hasta la tienda de campaña. Sin embargo, la curiosidad pudo con la joven, quien se quedó escondida a medias detrás de la entrada de tela e intentó seguir contemplando la salvaje lucha. Si el chico decidía asomarse también, vería cómo en ese momento el ágil hombre eludía al animal al escalar el improvisado poste de bambú donde habían colgado una bandera. Se quedó allí arriba apoyado en un solo pie, exhibiendo un sentido del equilibrio y un tono muscular increíbles, más de lo que cualquier Portador de la Llave-Espada había conseguido en sus entrenamientos. En su rostro se dibujó una sonrisa altiva. Ya sabía que el leopardo no podía alcanzarlo allí.

¡Señorito bestia!

El grito de Yami vino desde el límite del campamento. Sólo el hombre-bestia se giró en aquella dirección, mientras que el leopardo prefería seguir intentando subir por el asta de la bandera. De inmediato empezó a gesticular a las dos figuras que volvieron a entrar en el refugio: la Maestra Yami y Clayton.

¡Pero qué magnífico ejemplar! —exclamó entonces el cazador, mostrando una enorme sonrisa. Claramente la impecable piel del leopardo llamó su atención; no tardó, pues, en sacar su confiable rifle y disparar sin perder el tiempo en tonterías como apuntar.

¡Bam!

El disparo pareció sacudir a todo el campamento. No acertó a nadie, pero sí que tuvo su consecuencia: completamente aterrorizados, tanto el leopardo como el hombre-bestia se apresuraron a retroceder hacia la jungla. El primero salió corriendo tan veloz como el anterior proyectil, mientras que el segundo bajó de un amplio salto hasta que pudo esconderse entre las altas cañas.

Sin embargo… no se fue. Como a cualquier hombre, la curiosidad era más grande. Permaneció refugiado detrás de la vegetación, observando… y esperando un momento para salir.

O tal vez a alguien que lo tranquilizara.


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Hola, chicos, estoy de vuelta.

Estoy muy seguro de que extrañarán a Astro, porque ha hecho un trabajo magnífico e impecable. Un grandísimo agradecimiento a mi compañero por reemplazarme durante esta larga ausencia. Y claro, un aplauso, que de verdad se lo merece (::::

La buena noticia es que ya casi terminamos. ¡Un par de rondas más y nos vamos a la siguiente Trama!

Próxima fecha límite: 14 de Agosto
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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