[Tierra de Dragones] Guerra inminente

[ruan]

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Siento el corto post pero no se me ocurría nada más.

Ronin me dijo que no hacía falta hacer ninguna prueba para conseguir el arma, pero si que había entrenamiento para los aprendices, no sin antes me llevar a un sitio apartado de allí.

Al llegar al lugar que él me había guiado y después de dar su pequeña explicación sobre él los métodos de entrada de su ejército me enseño su arma. El loco alzó su brazo y de repente una luz apareció de la nada dejándome ciego durante unos segundos, cerré los ojos para que no me dañase tanto la vista aquel resplandor magnifico y luego abrí los ojos con entusiasmo y una curiosidad increíble.

Al abrir los ojos vi una magnifica y elegante arma de empuñadura cuadrada de color gris y marrón con un filo fino y negro acabado con una forma de E. En cierto modo recordaba a una llave.

—Esta es mi llave espada. ¿Es chula, verdad? Hay tantos tipos como personas en el mundo. He conocido varios elegidos que se dedicaban a conseguir llaveros para darles nuevas formas cada día y probar sus habilidades únicas.

— Uauh — solo pude decir eso.

[Sombra]

—Sí, "uuah" es lo que suelen decir la primera vez que ven una —rió el hombre—. ¿Te digo como escogemos los Maestros a nuestros aprendices? —dijo de pronto tratando de hacer que la duda surgiese en el rostro de Jack—. El destino. Los corazones unen a la gente, como lazos invisibles. En cuanto un Maestro y una persona normal se reunen suelen pasar algunas cosas que acaban uniéndoles de por vida. Normalmente son cosas como encontronazos con nuestros enemigos, los sincorazón. Aunque hay más formas de volverse un aprendiz... Normalmente, los jóvenes que nos llaman la atención son puestos bajo "observación" un tiempo, aunque casi nunca son lo que buscamos, una pena. Sin embargo...

El maestro miró al joven con interés y también a la dragona alternando varias veces la vista, sonrió ladeando un poco la cabeza.

—¿Sigues queriendo alistarte a mi "ejército"?

[ruan]

Cuando había abandonado mi estado mental de impresión sobre aquella extraña arma que apareció de la nada pude pensar con más claridad.

—Sí, "uuah" es lo que suelen decir la primera vez que ven una — se rió con su risa que me daba un escalofrió cada vez que lo oía —. ¿Te digo como escogemos los Maestros a nuestros aprendices? — preguntó Ronin dejándome en duda durante unos segundos, pero luego añadió—. El destino. Los corazones unen a la gente, como lazos invisibles. En cuanto un Maestro y una persona normal se reúnen suelen pasar algunas cosas que acaban uniéndoles de por vida. Normalmente son cosas como encontronazos con nuestros enemigos, los sincorazón. Aunque hay más formas de volverse un aprendiz... Normalmente, los jóvenes que nos llaman la atención son puestos bajo "observación" un tiempo, aunque casi nunca son lo que buscamos, una pena. Sin embargo...

Entonces alcé una ceja en señal desconcierto. ¿A qué venía lo de “sin embargo”? Supuse que sería que mi caso sería diferente al ver el loco mirarme a mí y a Liss con cierta cara de interés.

— ¿Sigues queriendo alistarte a mi "ejército"?

Fingí que pensaba durante un rato, quería unirme a aquel ejército y convertirme en el mejor de allí pero algo me decía que yo no era indicado.

— Respóndeme a la pregunta siguiente— dije señalándolo— Acabas de decir que en teoría el destino es lo que nos unió aunque no de forma “tradicional” según he entendido, pero… — di una pequeña pausa pensando aún en la forma correcta de preguntar— ¿Por qué me enseñas tal arma poderosa sin dudar casi? ¿Qué te hace pensar que soy la persona indicada para poseerla? — quería dramatizar un poco las cosas.

Me quedé quieto observándolo mientras acariciaba a Liss, esperaba una respuesta.

[Sombra]

—No puedo saberlo —admitió Ronin sin dudar un segundo—. Pero la mayoría si que cumplen su labor y no cambian de parecer, por lo tanto somos un grupo bastante numeroso. Aquel que se "pasase de listo" acabaría mal tarde o temprano. Consumido por la oscuridad, literalmente o pudriendose en la Prisión Durgon de Espacio Profundo.

Aquellas palabras que Ronin había dicho podrían pasar casi como una advertencia, incluso una amenaza. Al menos eso podría pensar Jack, sin embargo, no más lejos de la realidad, él tan solo se refería a uno de los casos que conocía. Uno de tantos.

Ronin llevaba como maestro muchisimos años, más que el resto de maestros de Tierra de Partida. Había empezado su labor algún tiempo después de dejar la banda del Capitán Garfio, en Nunca Jamás.Había visto muchos Portadores que acababan muy mal por su propia arrogancia. Pero aquello era un caso entre decenas y normalmente aquel tipo de traición se "veía venir" de lejos por lo que no resultaba dificil guiarlos al buen camino, al menos la mayoría de las veces... Obviamente, todo aquello no podría saberlo el joven Jack, ya que tan solo sabía lo que Ronin había dicho. Pero si pudiese leerle la mente, podría ver que en su memoria había amargos recuerdos referentes a los que no eran indicados. Incluso en aquel momento, sabía que en Tierra de Partida había aprendices que estaban caminando por una senda peligrosa y que podría hacer mucho daño, tanto a ellos como a los de su alrededor.

[ruan]

Las palabras de Ronin me dejaron un poco asustado, no entendía muy bien lo de ser consumido por la oscuridad, tampoco me gustaba la idea de ir a una prisión siendo tan joven y noté cierto tono de amenaza en su voz que odiaba cada momento más.

Yo sabía que no era la persona más buena de todas, pero tenía mi lado bueno, aún conservaba cierta bondad de mi madre en mi corazón y esa bondad salía de vez en cuando en los momentos más adecuados. Pensar en mi madre hizo que todo el mundo de mi alrededor desapareciera, hizo que recordara todos los momentos buenos que había pasado junto a ella y sobre todo me hizo recordar todos los problemas que había sufrido en su ausencia, sin darme cuenta cayó una pequeña lagrima de mis ojos, seguidamente sentí una lengua húmeda en mi mejilla, era Liss lamiéndome la gota.

—De acuerdo, me uno a tu ejército— dije sonriendo para mi pequeña dragona —Que por cierto ¿Dónde está ahora? —.

Mientras esperaba una respuesta por parte del lunático de kimono me dispuse a observarlo mejor su cara con cicatrices y no pude evitar preguntarme el cómo se las izó ¿En una guerra o en una batalla uno a uno? No tenía forma de saberlo y tampoco lo iba a preguntar.

[Sombra]

—¿Dónde? No en este mundo, chico —rió el hombre—. Está en las estrellas, muy lejos de este mundo —aseguró mirando hacia el cielo azul.

El hombre se acercó al joven y le tendió su arma por el mango.

—Este es el ritual de iniciación. Al coger se te concederá el don de invocarla, es un arma muy poderosa a la par que valiosa así que confío en que sepas cuidarla y usarla con moderación.

En cuanto el muchacho cogiese el arma esta se desvanecería y volvería a las manos de su propietario, pero a pesar de que aquella arma ya no estaba en sus manos podía sentir que "algo" había despertado en su interior. Era casi imposible describir aquella sensación, era una calidad muy agradable que llenaba su interior. Un nuevo poder que había aflorado en su corazón.
Podía sentirlo, ahora podía invocarla en cuanto la necesitara.

[ruan]

—¿Dónde? No en este mundo, chico — antes de Ronin continuar él dio una de sus risas extravagantes para mí —. Está en las estrellas, muy lejos de este mundo — y miro al cielo azul, yo seguí su mirada sin mucha confianza en las palabras del lunático.

No sabía si creerme el cuento de los mundos exteriores, mi madre me explicaba historias cuando era pequeño sobre otros mundos en las estrellas, pero yo nunca me los creí. No me lo creía porque cada noche miraba al cielo con la esperanza de encontrar aquella dragona blanca que destruyo mi vida y la de mi madre pero no veía nada más que estrellas inmóviles, estrellas brillantes pero simplemente estrellas, puntitos en el cielo que formaban figuras e iluminaban el cielo junto a una luna cambiante.

Antes de acabar de pensar en mis cosas Ronin se puso a hablarme con su espada de punta de E señalándome con el mango.

—Este es el ritual de iniciación. Al coger se te concederá el don de invocarla, es un arma muy poderosa a la par que valiosa así que confío en que sepas cuidarla y usarla con moderación.

Pensé unos instantes antes de coger él arma tan valiosa, pensé en cómo podría cambiar mi vida aquella cosa, pensé que esa sería la forma perfecta de convertirme en él mejor, pero principalmente pensé en las palabras que loco de Ronin acababa de pronunciar y sobre todo en como mejoraría mi forma de ser haciéndole honor a mí madre.

Cuando cogí aquella cosa en mis manos sentí luz en mi cuerpo, una luz que me llenaba por dentro y acababa con todas aquellas cosas que me hacían ser una mala persona, era la misma sensación que tenía cuando estaba con mi madre en sus días de vida, una sensación a miles de estrellas correr por mis venas. Cerré los ojos para disfrutar de aquel momento que me proporcionaba el arma durante los pocos segundos que estuvo en mis manos.

Cuando la maravillosa arma desapareció delante de mí para volver con Ronin sentí otra vez la sensación de vacío que tenía antes de cogerla, pero ahora mi cuerpo estaba cálido y sentía una pequeña estrella en mi corazón que seguramente estallaría en miles otra vez cuando le pidiera otra vez la espada majestuosa del loco.

Ya estaba tranquilo y seguro de que quería ir con Ronin adonde fuese (aunque tuviera que soportar sus risas irritantes) y quería decírselo pero me di cuenta de que algo iba mal, de que mi espalda ya no estaba vacía.

Una gota de sudor corrió por mi frente hasta gotear en el suelo, sentí que me iba a morir en cualquier momento cuando mire para atrás y vi mi ala rojo sangre colgar de un lado de mi espalda y mire a Ronin sin saber que decir.

¿Fue la espada de Ronin la que despertó mi maldición? Quería creer que no era eso porque sería un grave problema.

[Sombra]

—¡Muy buena elección, chico! Ahora que estás, intenta invocarla, venga, simplemente desea que aparezca. Es fácil, ya verás —animó Ronin a su nuevo aprendiz—. También... toma esto —el maestro lanzó una pequeña placa de metal flexible y moldeable con una especie de botón en medio—. Es una armadura, aunque no lo parezca. Puedes darle forma de cualquier accesorio y colocartela donde quieras. Siempre cuento esta anécdota, pero una vez un aprendiz se la intentó poner en la entrepierna —el hombre soltó una sonora carcajada, al parecer recordando aquello.

>Por cierto, ya que nos vamos a ir deberías ir al campamento y coger tu ropa y cosas de valor, además de despedirte de tus compañeros. Cuando vuelvas serás tan fuerte que ninguno se atrevería a llamarte débil.

Tras eso, Ronin dejó tiempo a Jack para que este hiciese sus cosas. No tenía prisa por lo que podría esperar todo el día si hiciese falta, aunque no es como si estuviese obligando al aprendiz a que se fuera a por sus cosas. Si quería podían irse en nada, aquello dependía del muchacho.

[ruan]

— ¡Muy buena elección, chico! Ahora que estás intenta invocarla, venga, simplemente desea que aparezca. Es fácil, ya verás — me dijo Ronin animándome a hacerlo.

Cerré mis ojos y toque mi corazón con mi mano derecha y con la izquierda acaricie a Liss. Sentí un fulgor en mi corazón que luego iba directo a mi mano derecha y al abrir los ojos lo vi, la espada con forma de llave.

A diferencia de la de Ronin la mía era más parecida a una llave y sin embargo me gustaba más.

La mire de arriba abajo, por todos los ángulos, tenía la forma de una llave, con la hoja color plata y la punta terminada en corona, el mango era dorado y al final acababa en una cadenita con tres círculos.

— Gracias —dije simplemente y con una sonrisa en la cara, aunque esos tipos de gestos no eran muy apropiados en mí y me sentía muy incomodo.

—También... toma esto —el loco me lanzó una placa metálica que cogí en el vuelo y luego la examiné con mucho interés —. Es una armadura, aunque no lo parezca. Puedes darle forma de cualquier accesorio y colocártela donde quieras. —cuando Ronin acabó de hablar me busque un sitio para ponerme la placa de metal pero luego él añadió— Siempre cuento esta anécdota, pero una vez un aprendiz se la intentó poner en la entrepierna — y luego soltó una carcajada que acompañé con un sonriso, la verdad es que era la primera vez que Ronin tenía motivos verdaderos de reír y hacerme reír también.

>Por cierto, ya que nos vamos a ir deberías ir al campamento y coger tu ropa y cosas de valor, además de despedirte de tus compañeros. Cuando vuelvas serás tan fuerte que ninguno se atrevería a llamarte débil.
Señalé que sí con mi cabeza y me fui de vuelta al campamento.

En realidad no tenía prácticamente amigos ya que para todo el mundo era insoportable y engreído y pude que lo sea pero no me importaba lo que pensaban de mí ya que ahora había conseguido lo que nadie en este lugar tan incomodo consiguió.

Cuando llegué al campamento me fui a mi tienda, cogí mi ropa que estaba encima de mi cama y me la puse con gusto mientras Liss perseguía con las garras a una mariposa que revoloteaba cerca del suelo dulcemente. Al ver a Liss hacer tal travesura se me ocurrió visitar el lugar donde estaba mi antigua casa ahora en cenizas, aunque no sabía que tenía que ver las dos cosas.


Al llegar a la montaña donde antes estaba la cabaña de mi madre lo vi todo en cenizas tal como había quedado tras haberme marchado, todo gris pero rodeado de varias tonalidades de verde y la única cosa que se había conservado de la casa era la roca que tenía esculpida una águila en el medio y que antes se encontraba en centro del jardín de la casa. En teoría contenía el espíritu protector de mi familia y que al parecer era falso ya que mi familia era un desastre y yo me iba a marchar de aquel lugar apestoso.

Mira la roca con cara de asco pero luego vi un puntito brillante en el ojo del águila, me acerqué a mirar y cuanto más me acercaba más Liss clavaba sus garras en mí hombro pero no me dolía. Solo me faltaba tres metros para tocar aquella cosa brillante que antes no estaba hasta que mire hacía un lado por intuición y vi un pequeño libro al lado de mis pies.
Ese libro era una recopilación de cuentos típicos chinos que mi madre me contaba cuando era pequeño. Me acorde de todas las noches que pasaba escuchando su suave voz pronunciando cada palabra con una tranquilidad enorme y una calma que me hacía dormir, me acordé de todas las veces que habíamos jugado en nuestro enorme jardín al escondite o cuando ella preparaba una deliciosa comida cada día diferente pero con el mismo toque maternal.

Sentí su falta, sentí que la había perdido, sentía que jamás volvería a estar con ella y eso me hizo llorar, me hizo llorar como cuando aún era un bebe mientras pasaba las páginas del libro infantil y recordaba cada momento junto a ella.
De golpe cerré el libro con fuerza y odio y volví a mirar la roca espiritual para contemplar otra vez más aquel brillo en los ojos del águila, pero ya no estaba, era como si hubiese desaparecido o alguien lo hubiese quitado.

Decidí volver con Ronin para cumplir sea cual sea mi cometido y dar la venganza que tanto deseaba a la culpable de todo lo malo que me pasaba, La Gran Dragona Blanca, no sin antes mirar una vez más a mi vieja casa ahora muerta.


Al llegar al lugar donde estaba Ronin intenté sonreír disimuladamente para esconder todo mi camino con lagrimas en los ojos, aparte ya no me importava mostrar mi ala roja que colgaba de mi espalda y sin darme cuenta aún sostenía la pieza metálica que Ronin me había dado y me la decidí poner en el hombro derecho que para mi sorpresa se ajustó perfectamente.

— Ya estoy de vuelta —dije intentando no mirar la cara del loco mientras acariciaba a Liss con mi mano derecha ya que estaba situada en mi hombro izquierdo.

[Sombra]

—Bienvenido de nuevo, piltrafilla —saludó Ronin, el cual había estado esperando pacientemente sentado en el suelo—. Bonita ala, por cierto. No tuve la oportunidad decirtelo antes. ¿Es de verdad? —se interesó—. Bueno, no es tan raro. Entre la chica-gato, el hombre-perro, Lyn y todas las mascotas que hay por allí tenemos todo un zoologico en Tierra de Partida. Algún día te presentaré a Mordisquitos.

El hombre comprobó que no había nadie por los alrededores antes de pulsar su hombrera, el lugar donde tenía aquel trozo de metal con una especie de botón. En cuanto presionó aquel botón, una luz envolvió su cuerpo durante unos segundos haciendo que su cuerpo se viese recubierto por una armadura de placas que no dejaba ver ni un poco de su piel.

—¡Vamos, haz tú lo mismo! —le animó mientras invocaba su llave espada. El hombre la lanzó hacia el aire haciendo que esta empezara a brillar con fuerza. Aquel brillo fue sustituído por una especie de vehículo volador, para Jack, que nunca había visto algo parecido (o no debería haber visto nunca uno, al menos) El vehículo descendió quedando al lado del hombre.

—Y así es como se invoca el Glider. Fácil, ¿eh? Yo normalmente invoco directamente el Glider sin lanzar la llave espada, pero no es algo que un novato pueda conseguir así que limítate a lanzar tu arma al aire. ¡Venga, que nos vamos!

Ronin saltó sobre la plataforma voladora y se elevó varios metros esperando a que el muchacho hiciese lo mismo que él.

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Último post y paso a las puntuaciones :D

[ruan]

—Bienvenido de nuevo, piltrafilla —vi que Ronin me había esperado sentado en el suelo todo el tiempo—. Bonita ala, por cierto. No tuve la oportunidad decírtelo antes. ¿Es de verdad? —respondí que sí con la cabeza, no estaba muy interesado en lo que decía—. Bueno, no es tan raro. Entre la chica-gato, el hombre-perro, Lyn y todas las mascotas que hay por allí tenemos todo un zoológico en Tierra de Partida. Algún día te presentaré a Mordisquitos —me pregunté quién sería ese o esa tal Mordisquitos pero no quería saberlo y ni preguntarlo en realidad, solo por el nombre la idea de que alguien intentase morderme me daba asco y incomodidad.

El loco también hablo de personas gato y perro pero nunca me quería acercarme a ellas por si tuvieran alguna cosa contagiosa.

Luego vi como Ronin se aseguraba de que no había nadie por los alrededores y seguidamente pulsó un botón que había en una pieza de metal parecida a la que él me había dado que estaba en su hombre. Luego una luz le envolvió todo su cuerpo durante unos segundos, pero tenía la certeza de que alguien ya nos había localizado solo por esa luz tan brillante y que seguramente se vería desde lejos. Después de esa luz mágica vi que el lunático de Ronin llevaba ahora una especie de armadura que le cubría todo el cuerpo, sin dejar ni un rastro de piel a la vista.

— ¿Cómo ves? —pregunté pero parecía que él no me escuchaba con la emoción que puede ser él pensaba que tendría con todo esos brillos y cosas mágicas.

— ¡Vamos, haz tú lo mismo! — me animó, aunque no estaba muy seguro.

Y sin dar pausa, casi, lanzó su llave con punta de E al aire que luego descendió en forma de una nave extraña. No me sorprendió mucho en realidad, después de ver la demostración de la espada mágica nada me sorprendería.

—Y así es como se invoca el Glider. Fácil, ¿eh? Yo normalmente invoco directamente el Glider sin lanzar la llave espada, pero no es algo que un novato pueda conseguir así que limítate a lanzar tu arma al aire. ¡Venga, que nos vamos!

Apreté el botón de mi placa metálica y sentí una luz cubrir todo mi cuerpo.

Aprecié mi nueva armadura, tan bella y a mí estilo que parecía que la había escogido yo mismo, era plateada y bastante grande, en el hombro izquierdo llevaba una corona que expresaba lo que era en realidad (el mejor) y en el derecho unas plumas que formaban una pequeña ala, también llevaba dos cinturones que encajaban perfecto con los pantalones negros. Me encantaba mi atuendo por ser muy cómodo pero no podía mirar mi cara para comprobar la forma del casco.

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Luego lancé mi llave espada al cielo, tal como había hecho Ronin, espere varios segundos impaciente para saber cómo era ese tal “Glider”. Al volver apareció una especie de moto que flotaba en la superficie, era del mismo color que mi que mi armadura con algunos detalles amarillos. Lo llamaría Veloxi.

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Para decir la verdad estaba contento de haber conocido al loco de Ronin.

Subí en Veloxi mientras veía Ronin elevarse, poco a poco me iba acostumbrando a los sencillos controles del Glider y al cabo de un minuto ya había alcanzado al lunático.

Fuera lo que fuera lo que me esperaba yo estaba preparado para cumplirlo y mejorar para pagar una deuda e inclusive volver a ser el que era a unos años atrás.

[Sombra]

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LOL, ¿ESE VEHÍCULO NO ES DE JACK 2? *^*

Ronin explicó los fundamentos básicos del control del Glider para que el muchacho aprendiese a manejarlo sin que fuese directo al suelo. No era difícil, los controles eran muy intuitivos, como si aquel vehículo estuviese hecho expresamente para él.

—Te acostumbrarás a la vida allí, ya lo verás —intentó tranquilizar el viejo Maestro a su pupilo—. Siempre que no digas nada sobre la existencia de otros mundos a la gente, ni rompas el equilibrio entre la luz y la oscuridad o interfieras en asuntos de otros mundos...

Y dicho eso, los dos se dirigieron a las estrellas sin esperar a nada más. Desde el cielo se podía ver el mundo tan pequeño... China parecía un simple trozo de un universo mucho mayor. Y es que en el universo existían miles, millones de mundos por explorar.

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Obtienes 14 PX, subes de nivel. Enhorabuena.
También recibes:
-Llave espada: Cadena del Reino
-Glider
-Armadura
-Habilidad: Materialización del arma.

Pasate por el tema correspondiente para elegir/inventar una nueva habilidad, repartir los 8 puntos para estadísticas y ya de paso poner las imágenes que quieres utilizar para poner en la ficha de tu personaje.