[La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Trama de Light, Ban Oswald, Ragun y Aleyn

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Soul Artist » Vie May 23, 2014 7:25 pm

La guerra no deja indiferente a nadie que participa en ella.

Bastión Hueco y Tierra de Partida se habían llevado una mala parte de esta. Ambos bandos habían pasado tres días terribles desde que el conflicto se había iniciado, con una terrible tensión encima de ellos. ¿Quién les aseguraba que no guera a presentarse un ejército en las puertas de sus castillos con sed de sangre? ¿Podían los Caballeros visitar sus viejos hogares sin ser derribados durante el vuelo por el enemigo?

Pero siempre en la guerra se tiende a olvidar a los auténticos perdedores. Por mucho que los soldados caigan, que los líderes mueran en combate, las víctimas siempre son las mismas: los civiles. Son sus tumbas las que más pesan, sus casas las que más cuesta reconstruir. Volver a la vida normal tras experimentar algo así es muy difícil: algunos no se recuperan.

Por eso, pocos Caballeros se dieron cuenta de las consecuencias del ataque del terrible Erased Data. El caos que había desatado el corrupto programa fue traumático para todos: el estadio permanecería cerrado un largo tiempo. Los miles de programas que había acudido con la sed de sangre de usuarios no llegaron a salir con vida de manos del monstruo y su ejército de mascotas.

Ragun y Ban veían el estadio frente a ellos, clausurado y cuyas entradas estaban bien protegidas por varios guardias negros. Los carteles encima de ellos mostraban tres carteles de Se busca con los rostros de gente que conocían bien: Quorra, el programa de la Red que les había ayudado aquel fatídico día; a Light, o mejor dicho su copia digital; y por supuesto, al hombre que buscaban ellos mismos aquel día, Andrei Saavedra.

A los tres se les culpaba de masacre y se ofrecía, en nombre de un tal CLU, una gran cantidad de créditos. No era de extrañar que Ariasu les hubiese enviado con el objetivo de recuperar al muchacho, aunque Nanashi no pudiera enterarse de aquello. De cara al resto de Maestros, la misión buscaba recopilar información sobre el mundo, además de lograr una base fija, un mayor suministro de ropa y discos falsos, y por supuesto lograr un buen número de aliados.

Sería una misión complicada. La ciudad era gigantesca, pero moverse era difícil. Tenían ropa por suerte, pero sólo un disco de identidad falso: quién lo iba a llevar dependía de ellos dos, y si veían al otro sin él las consecuencias podían ser desastrosas. Debían pensar su primer movimiento con inteligencia.

¿Adónde irían?

* * *

Como encuentre a ese maldito usuario, ese tal Light, le corto el cuello.

Aleyn no debía estar llevándose una impresión muy positiva de su compañero. Desde que Kazuki les había enviado a aquel mundo con una larga lista de objetivos, se habían encontrado con decenas de carteles que exigían su cabeza en una bandeja de plata. Además de ello, allí ocultos en un callejón de la ciudad, acababan de escuchar a dos programas alejándose mientras aseguraban querer matar al muchacho.

Y tanto, tío. Pero tienes que relajarte. ¿Vienes a tomar algo al Línea de Meta?

Los programas desaparecieron en la distancia y los dos chicos volvieron a quedarse a solas con la gigantesca cabeza de un tal Andrei por encima de ellos en una pantalla que rezaba Se busca. Los dos tenían ropa y discos de identidad, pero al varón no le serviría de mucho de primeras como alguien le mirase a la cara. Quizá aquello no se lo esperara al llegar al mundo.

Con lo poco que habían caminado por la ciudad ya se podían hacer una idea de hacia dónde dirigirse. Cerca de ellos había una especie de estación de metro que no podían tomar sin arriesgarse a que descubrieran a uno de los dos, pero el mapa de las líneas les dejaba caer algunos sitios de interés a los que podían llegar aunque fuese andando. El viaje quizás fuese largo, pero tenían un objetivo que cumplir.

El mundo era gigantesco. Y sus posibilidades, infinitas.

Spoiler: Mostrar
Fecha límite: martes, 27 de mayo de 2014.

¡Bienvenidos a la Trama! No quiero perder el tiempo, así que habéis saltado directamente al interior del mundo, y con ellos, tenéis una lista de objetivos y de lugares que podéis visitar. Ambos pueden crecer a lo largo de toda la Trama, por lo que estad atentos, porque las recompensas por lograr cosas puede ser muy grande. Además de ello, lo que logréis tendrá consecuencias para futuras Tramas en la Red. ¡Ánimo con ello!

Lista de objetivos
- Lograr suministro de ropa.
- Lograr suministro de discos.
- Conseguir una base de operaciones para vuestro bando.
- Averiguar qué fue de Andrei Saavedra.
- Averiguar qué fue de Dark Light.

Lista de lugares
- Coliseo de juegos
- Puerto militar
- Tuipper S.A.
- Central de energía
- Plaza de la ciudad / Birth Wrong
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sombra » Lun May 26, 2014 9:51 pm


Tan solo tres días habían pasado desde los sucesos en el mundo virtual de La Red. Tres días en los que las pesadillas de aquella batalla contra Erased y contra la versión corrupta del que había sido mi compañero en el Reaper´s Game se sucedían, pesadillas de como mi cuerpo era atravesado un millón de veces por Shinju arrebatando mi vida para luego transformarse en Ronin portando un disco ensangrentado.

Habían ocurrido demasiadas cosas traumáticas en muy poco tiempo y lo quisiera o no... Me había afectado.

Aquella mañana nos habían citado a Ban y a mí para ser enviados a La Red otra vez. Nuestra misión era simple: Buscar a Andrei y traerlo de vuelta, al menos eso era lo que Ariasu quería.

<<El preferido de la "profe", ¿eh?>>

De cara a Nanashi (quien parecía haberse transformado en nuestra líder provisional mientras el Maestro Ryota guardaba cama) volvíamos tan solo para conseguir información de aquel lugar y material para futuras incursiones además de una base que pudiésemos utilizar en caso de tener que estar largas estadías en aquel mundo.

A parte de eso teníamos una misión más, algo que consideraba más importante. Encontrar a Dark Light, cualquier pista de él.

Cuando vi que las mascotas corruptas desaparecían junto a Erased no lo había pensado, pero cuando volvimos a Bastión Hueco en mi cabeza se había formulado la teoría de que el mismo destino podría haberle deparado a mi amigo digital. Probablemente había muerto.

Pero era solo una teoría. ¿Y si estaba vivo? Quería comprobarlo. Era lo mínimo que podía hacer.

***


Oswald y yo podíamos ver desde nuestra posición el estadio donde habíamos luchado. El lugar estaba cerrado y varios guardias vigilaban que nadie sin autorización entrase, o al menos eso parecía.

Las ropas que llevábamos eran negras de algún material elástico y resistente con franjas que se iluminaban con una especie de luces de neón similares a las del programa que nos había ayudado; Quorra, cuyo rostro se encontraba en un cartel de Se Busca junto al de Dark Light y el Maestro Andrei.

El cielo de aquel mundo era negro y lleno de nubes que amenazaban con soltar una tormenta eléctrica en cualquier momento. Que mi mundo (El Mundo Inexistente) no fuese muy diferente en aquel aspecto fue algo que llamó mi atención, aunque al menos no parecía haber presencia sincorazón ―por ahora―.

Este lugar me pone de los nervios ―comenté mientras me ajustaba un guante en mi mano izquierda para ocultar lo máximo posible su aspecto―. Oswald, ¿te encargas del disco? Creo que puedo apañármelas sin él hasta que consigamos más.

El problema era que no tenía ni idea de donde podría encontrar algunos, al menos tenía que obtener uno para mí, luego conseguiría una base que nos sirviese y finalmente iría a por ropa y más de aquellos discos de identificación. En cuanto acabase aquello buscaría alguna pista de Andrei y de Dark Light.

Al menos eso era lo que planeaba.

¿Que quieres hacer? ¿Vamos juntos o por separado? ―pregunté.

Por lo que podía ver en un cartel del metro cercano, había varias zonas que podrían interesarme, desde Tuipper S.A. hasta una plaza con un nombre en inglés que no supe muy bien si era el nombre de la plaza u otro lugar.

Si Oswald quería que permaneciésemos juntos no iba a negarme, por lo que iría con él al primer sitio que se le ocurriese, aunque claro que posiblemente diría que prefería ir por su cuenta, en ese caso simplemente buscaría la forma de llegar hasta allí con cuidado de que ningún guardia no me viese e intentando anticiparme escondiéndome en una Evasión Sombría para tratar de ocultarme de cualquiera de ellos.

Spoiler: Mostrar
Si Ban y Ragun van juntos: A donde Ban quiera.
Si Ban va a su bola dejando solo a Ragun - Plaza de la ciudad / Birth Wrong
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Light » Mar May 27, 2014 3:42 am

Light no se imaginaba que tendría que volver a La Red tan pronto. Ver para creer: sólo habían pasado tres días desde el ataque de Erased Data y ya le tocaba embarcarse en aquel mundo. Antes de partir, Kazuki le dio una lista inmensa de tareas que hacer; entre éstas, buscar información sobre su réplica: Dark Light. El aprendiz se vio abrumado por todos los objetivos a cumplir y se cuestionó que pudiera cumplir con las expectativas de Kazuki. ¿Se había vuelto lo suficientemente fuerte para conseguirlo?

Cabía decir que el chico había estado entrenando muy duro durante aquellos días en Tierra de Partida. Por razones obvias no había podido quedar con Ragun para entrenar, así que no le quedó otra que fortalecerse en solitario. Entrenaba al aire libre, alejado del castillo de Tierra de Partida, lugar donde se respiraba más tensión que de costumbre. La guerra contra Bastión Hueco ahora era una realidad y debían estar preparados para cualquier cosa.

La idea de regresar al mundo digital no le debía haber hecho mucha gracia a su mascota. No se había pronunciado al respecto pero podía intuirlo; sobre todo después de la experiencia vivida días atrás. Ninguno de ellos guardaba buenos recuerdos de La Red y Espacio Paranoico.

Con él, iría un aprendiz del que no sabía prácticamente nada. Antes de partir y entrar en La Red, se presentó:

Mi nombre es Light, un placer ―expresó amablemente con la mano tendida, intentando causar una buena impresión.

***


Como encuentre a ese maldito usuario, ese tal Light, le corto el cuello.

Light arqueó una ceja y, claramente exasperado, exhaló un suspiro. A la porra la buena impresión.

Qué demonios...

Él y Aleyn se encontraban ocultos en un callejón, escuchando desde su posición la conversación de dos programas que pasaban por allí.

Dos programas que le querían ver muerto.

Y otros muchos. Los carteles que anunciaban su búsqueda lo decían todo: Light era un delincuente buscado por la ley.

Aunque en realidad no le estaban buscando a él, sino a la copia que tantos problemas les había dado. Lo daba por hecho porque él jamás había cometido un crimen en La Red. En cambio, su réplica actualmente desaparecida sí que había hecho de las suyas al aliarse con Erased Data. Además de intentar destruir los dos bandos, ¿qué otras atrocidades habría sido capaz de cometer?

Y tanto, tío. Pero tienes que relajarte. ¿Vienes a tomar algo al Línea de Meta?

Los dos programas que le querían ver muerto finalmente se alejaron. Light, quien deseaba perderles de vista cuanto antes, se alegró de verles marchar y deseó no volver a encontrarles nunca más.

Ahora, tenían que planear su siguiente movimiento.

Light no sabía por dónde empezar. Agobiado, apoyó su espalda en la pared y comenzó a meditar con la cabeza gacha.

¡No podía mostrarse tan fácilmente si las autoridades le estaban buscando! Y lo peor de todo es que realmente no había hecho nada.

No quería imaginarse lo que estaba pasando por la cabeza de Aleyn en aquellos momentos. Las opiniones de los demás jamás le habían importado mucho, pero él era su compañero de misión después de todo. Vio conveniente aclarar unas cuantas cosas antes de empezar.

Es una historia muy larga y complicada ―confirmó, rascándose la nuca―. De momento, basta con que sepas que no me están buscando a mí, sino a alguien que se me parece mucho ―resumió, sin dar muchas explicaciones.

>>Te lo contaré todo, pero ahora tenemos que planear la misión ―dijo, echando a andar hacia un mapa cercano a ellos―. Antes de nada, creo que debería encontrar alguna forma de ocultar mi físico. No podré ayudarte en esta misión si no puedo mostrarme. Puede que en la Plaza de la Ciudad encontremos algo, y en caso contrario siempre le podemos preguntar a alguien. ¿Te parece bien que vayamos a la plaza?

Light se alejó del mapa del metro y se adentró aún más en el callejón que había servido de escondite. Aprovecharía que estaban ocultos para invocar a su eidolon sin llamar demasiado la atención. En efecto, se materializó la mascota de Light: un perro bípedo de color azul que emulaba a un boxeador.

Entremos dentro de esta estación y tomemos un tren para llegar más rápido a nuestro destino. O si prefieres, podemos ir andando mientras te explico todo lo que está pasando. Tú eliges.

En el caso de que Aleyn aceptara la sugerencia de entrar dentro de la estación, Light le recomendaría a su amigo que utilizara cierto conjuro sobre él:

Gaomon, usa Tenue.

El perro asentiría y ejecutaría el conjuro sin más demora. De esta manera, Light permanecería oculto y nadie se daría cuenta de su presencia. Si tenía pensado ir a la estación, era la única manera de pasar desapercibido.

―Cuando quieras, nos vamos.

Su mascota desaparecería antes de que empezaran a andar. A partir de ese momento, Light seguiría los pasos de Aleyn. Si Aleyn quería ir a algún lugar en especial, Light no se lo discutiría y se limitaría a seguirle: no podía obligarle a seguir sus indicaciones.

En el caso de que entraran en la estación, el joven procuraría no chocar con nadie y se comunicaría con su compañero en voz baja cuando no hubiera ningún programa cerca. Si el aprendiz se mostraba desorientado ―no debía estar nada familiarizado con aquel mundo―, Light intentaría aclararle sus dudas.

Si todo salía bien, pronto estarían en la plaza central, donde podían comenzar a buscar algo que le permitiera a Light desenvolverse con normalidad por aquel mundo.

Spoiler: Mostrar
No tengo tiempo, tengo sueño y no doy para más, sorry xD

Light en principio sugiere ir a la plaza, pero si Aleyn quiere ir a otro lugar le seguirá. Gaomon usará Tenue sobre Light solo en el caso de que Aleyn acepte entrar dentro del metro.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Astro » Mar May 27, 2014 6:57 pm

Bastión Hueco nunca me había resultado un lugar tan acogedor.

Los tres días que habían pasado desde el incidente en la Red (el secuestro colectivo de Ricitos de Oro y la declaración de guerra entre ambos bandos) fueron los mejores que un servidor había pasado en el bastión. Tensión, miedo, nerviosismo... Aquel clima de guerra era precioso. Pasear por los pasillos, una delicia.

Y entonces llegó el momento de volver a la Red. Por orden de la Maestra Ariasu, Ragun (y su proyecto de brazo) y yo teníamos que regresar a aquel mundo digital en busca del desaparecido Andrei Saavedra. Para Nanashi (Ryota estaba desaparecido desde el ataque a traición), la misión consistía simplemente en conseguir terreno y equipamiento. Discrepancias entre maestros, menuda novedad.

Saavedra. Maldito listillo. Le había estado buscando durante semanas desde que me volví estable, para acabar descubriendo que él había sufrido mi mismo destino al crear un estúpido juego con copias virtuales de otros aprendices. Las esperanzas que había puesto en él prácticamente se habían esfumado, pero conservaba una ligera chispa de que el gitano inventase algo para solucionar el que ahora era nuestro problema. Tanto para él, como para mí. O más le valía.

Pero para eso, primero tendría que encontrarle.

Imagen

Spoiler: Mostrar

Lo que nos encontramos en la Red fue toda una sorpresa.

Ragun y yo habíamos llegado hasta el estadio donde sucedió la lucha final contra Erased, ahora clausurado y custodiado por varios guardias, y unos inesperados carteles de "se busca" brillaban sobre nosotros: Quorra, Light (mejor dicho: su copia digital, según me había explicado Ragun) y Andrei. Tres peligrosos criminales responsables de la destrucción causada por Ricitos de Oro.

Me llevé una mano a la barbilla, pensativo. No tenía claro si aquello iba a ser una ayuda o un problema.

Este lugar me pone de los nervios ―se quejó Ragun, que se esforzaba por esconder su incompleto brazo―. Oswald, ¿te encargas del disco? Creo que puedo apañármelas sin él hasta que consigamos más.

¿Acaso lo dudabas? ―pregunté son sorna, ajustando el disco a mi espalda.

Aunque en el bastión nos habían suministrado ropa propia de la Red para no llamar la atención, sólo nos habían dado un disco de identidad falso para lo dos. Y eso sí que era un problema. El disco era un elemento indispensable en los habitantes (mejor dicho, programas) de la ciudad virtual, y no quería descubrir qué pasaría si algún guardia descubría a alguien sin él. ¿Cómo tratarían a los "usuarios" tras la masacre?

Por suerte para mí, el disco era mío. Ragun ya se buscaría la vida.

¿Que quieres hacer? ¿Vamos juntos o por separado? ―preguntó mi compañero, que al igual que yo también había estado observando los carteles.

Yo voy a buscar a Saavedra, tú haz lo que quieras ―respondí de inmediato, sin pararme a pensarlo―. Llámame si descubres algo, o si te meten en la cárcel. Te llevaré flores.

Me llevé una mano al bolsillo del pantalón, asegurándome de que no se me había olvidado traer el móvil. Tenía el número de Ragun, y él el mío. Si tenía problemas, podría llamar al musculitos para que viniese a ayudarme. Aunque no podía decir que haría lo mismo si me llamara él.

Nos vemos~.

Eché a andar hacia la ciudad por una ruta distinta a la de Ragun, perdido en mis pensamientos. Me dolía, pero tenía que reconocerlo: no tenía ni idea de por dónde empezar a buscar. Saavedra podría estar escondido en cualquier rincón de la Red, y ni siquiera tenía la seguridad de que no hubiese abandonado ya el mundo. Se suponía que el gitano todavía no estaba estable tras el cambio... ¿Adónde habría ido yo cuando me encontraba así?

Me detuve de golpe cuando algo llamó mi atención. Tras un rato andando, había acabado llegando a lo que calculaba que debía ser el centro de la ciudad. Allí, había encontrado un edificio gigantesco con un enorme y llamativo rótulo que decía: "TUIPPER".

Sonreí ligeramente. Tuipper era el nombre de la simpática red social que tanto había utilizado en el pasado. Últimamente la usaba poco, lo reconocía, pero no por ello disminuía mi curiosidad. Sin ninguna pista sobre el paradero del gitano fugitivo, no me pareció mala la idea entrar para echar un vistazo. ¿Sería la sede principal? ¿Encontraría algo con lo que divertirme?

Me moría de ganas por averiguarlo.

Spoiler: Mostrar
Ban se separa de Ragun y acaba entrando en Tuipper S.A.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sally » Mié May 28, 2014 12:41 am

Aquel no parecía haber sido el mejor momento para unirse a Tierra de Partida, ciertamente. La tensión se palpaba en el aire casi como si se tratara de algo físico. Parecía uno de aquellos hongos de los bosques hinchados de esporas, a los que el más mínimo roce hacía que esparcieran su contenido por todas partes. No se había atrevido a preguntar qué ocurría, aunque de alguna forma se había enterado de los rumores acerca de la guerra. Y no era la guerra contra los Sincorazón, puesto que eso no debería presentar ninguna novedad a la Orden, pero no había llegado a conocer al enemigo, y tampoco había tenido tiempo de hablar de aquel tema con Rebecca. Ni siquiera para buscar a Nanashi y darle de nuevo las gracias por salvarles la vida a él y a Rosa.

Y sin embargo, había sido llamado para cumplir una misión junto a otro aprendiz. Supuso que por culpa de aquella guerra había problemas con los efectivos, porque de lo contrario, no habrían enviado a un novato a una tarea como aquella. Sólo esperaba poder dar la talla a pesar de su falta de habilidades.

Dejó a Ygraine en su habitación, pensando que con que uno de los dos fuese a lo desconocido era suficiente aquella vez, y se dirigió hacia el punto desde donde tenían que partir, en el que el otro aprendiz se encontraba ya.

Mi nombre es Light, un placer ―se presentó el que sería su compañero. Era más joven que él, aunque eso tampoco era nada extraño. Toda la gente con la que se había encontrado hasta ahora en Tierra de Partida lo era.

Le tendió la mano y Aleyn se quedó mirándola con extrañeza. ¿Qué se suponía que aquello quería decir? Era la primera vez que se encontraba con otro aprendiz como tal –sólo se había cruzado con alguno por los pasillos y cuando había ido al comedor-, y aunque supiera que no podía estar a la altura de ninguno puesto que era un recién llegado, prefería no quedar mal ante ellos. Y menos ante alguien que parecía tan amable.

El mío es Aleyn —dijo finalmente, esbozando una leve sonrisa.

Supuso que tendría que hacer algo y no dejar al que iba a ser su compañero en la primera misión que emprendería con la mano congelada en el aire, y estuvo a punto de inclinarse para tomársela y besarle los nudillos. Pero a fin de cuentas, Light no era una damisela y podría provenir de algún mundo en el que aquello fuera considerado ofensivo, así que se la estrechó, porque otra cosa no se le ocurría.

Y luego se preparó mentalmente para lo que se les iba a venir encima.

***


Como encuentre a ese maldito usuario, ese tal Light, le corto el cuello.

Las palabras de aquel hombre, al que escuchaban desde su escondite en el callejón, provocaron que diera un respingo. Aunque realmente se había encontrado en un estado entre la sorpresa y el miedo desde que habían llegado al destino de su misión.

La Red.

Al escuchar aquel nombre Aleyn se había imaginado un mundo formado por telas de araña, quizás insectos de mayor tamaño que en el bosque donde había vivido hasta ingresar en la Orden. Pero realmente no tenía nada que ver. No había árboles, ni animales, ni nada que recordara en lo más remoto a la naturaleza, a excepción de las personas que se movían en aquel pueblo tan grande –una ciudad, según le había parecido entender-, cuyos edificios a veces eran más altos que el castillo del reino. El cielo ni siquiera parecía tal. Y todo a su alrededor brillaba, como si las gentes de aquel lugar hubieran sido capaces de atrapar la luz de un sol que no había visto y canalizarla por todas partes. Se había sentido un poco confuso al llegar a Tierra de Partida, pero nada comparable a la sensación que le invadía al mirar a su alrededor. Y por supuesto, aquellos carteles en los que se pedía una recompensa por tres sujetos no ayudaban a calmar sus ánimos. Porque de ser completos desconocidos le hubiera llegado a dar igual, pero cuando el rostro de tu compañero aparece bajo un “Se busca”, tenías un motivo más para preocuparte.

Le lanzó una mirada de reojo a Light, intentando reflexionar. Rebecca le había dicho que no podían inmiscuirse en los asuntos de los mundos a los que visitaban, a menos que tuvieran relación directa con los Sincorazón. Y dudaba que la Orden permitiera a alguien que fuera buscado como un simple criminal, pertenecer a sus filas o ser enviado al mundo en el que no sólo era perseguido sino en el que le querían ver muerto. O quizás, simplemente, no tenían constancia de aquello.

Y tanto, tío. Pero tienes que relajarte. ¿Vienes a tomar algo al Línea de Meta?

Tras esas palabras, los dos hombres se alejaron de ellos, sin duda en dirección al Línea de Meta, fuera lo que fuese aquello.

No parece un mundo demasiado amistoso ―comentó, refiriéndose al asunto de los carteles sin realmente mencionarlos. Había estado a punto de añadir un “Contigo”.

No quería meterse en los asuntos privados de nadie, pero aquello iba a entorpecer su misión bastante y era consciente de que en algún momento se tenía que hablar de ello, aunque fuera levemente. Aparte de que no se sentía demasiado cómodo con aquel silencio que los dos hombres habían dejado tras de sí.

Es una historia muy larga y complicada. De momento, basta con que sepas que no me están buscando a mí, sino a alguien que se me parece mucho ―resumió, sin dar muchas explicaciones.

Que se parecía mucho y tenía su mismo nombre, lo cual parecía mucha casualidad. Demasiada casualidad. Pero era una excusa demasiado pobre como para que alguien la usara como defensa a menos que fuera verdad. Y tampoco tenía muchas más opciones que confiar en él, ciertamente.

―Te lo contaré todo, pero ahora tenemos que planear la misión. Antes de nada, creo que debería encontrar alguna forma de ocultar mi físico. No podré ayudarte en esta misión si no puedo mostrarme. Puede que en la Plaza de la Ciudad encontremos algo, y en caso contrario siempre le podemos preguntar a alguien. ¿Te parece bien que vayamos a la plaza?

Es un buen sitio donde empezar ―aceptó, mientras se preguntaba qué podría hacer con su aspecto. Llevar una capa o algo similar quizás habría sido una sugerencia, pero de alguna forma pensaba que con aquella prenda llamaría igualmente la atención.

Las ropas de aquel lugar no dejaban de ser oscuras, con las mismas luces que recorrían todo a su alrededor. Y luego… bueno, luego estaba aquel disco o como se llamara colocado en su espalda. No tenía idea de para qué servía, sólo podía suponer que era algo importante, así que le resultaba extraño llevar algo así donde tus ojos no eran capaces de vigilarlo. Pero no era como si La Red siguiese la misma lógica que su mente.

La voz de Light le trajo de nuevo al callejón, y le recordó que había cosas más importantes que su extrañeza. Los Maestros les habían confiado una tarea y ellos debían cumplirla.

Entremos dentro de esta estación y tomemos un tren para llegar más rápido a nuestro destino. O si prefieres, podemos ir andando mientras te explico todo lo que está pasando. Tú eliges.

<<¿Estación? ¿Tren?>> No tenía ni idea de lo que su compañero estaba diciendo, pero intuyó que se trataba de un medio de transporte. Aunque su atención, más que a intentar entender del todo aquellas palabras, parecía desviarse hacia la criatura que Light había invocado, y cuyo aspecto no le era mucho menos extraño que el mundo en general. Supuso que estaba bien tener más apoyo, a pesar de que de alguna forma, aquel ser, animal, o lo que fuera, le inquietaba.

No… no estoy acostumbrado a este tipo de lugares ―dijo finalmente, intentando no quedarse mirando a la criatura―. Y supongo que es mejor cumplir la misión en el menor tiempo posible para que no te descubran. Así que si disponéis ―sabía lo extravagante que podía llegar a sonar cuando todas las personas de la Orden a las que había llegado a conocer hablaban de tú a tú, pero la costumbre era más fuerte que él― de alguna forma para ocultar o confundir vuestro aspecto, es buena la idea de tomar un… tren.

Gaomon, usa Tenue.

El ser azul, al que podía identificar con un perro porque no era capaz de encontrar otro nombre que encajara mejor, lanzó entonces aquel conjuro sobre Light. Aleyn habría esperado algo que cambiara un poco sus rasgos, así que sus ojos se abrieron como platos al ver que el otro aprendiz se volvía invisible. Desde luego, debía reconocer, así nadie iba a encontrarle para entregarle a las autoridades o para matarle, tal y como aquel hombre había amenazado antes. Sintió una leve punzada de envidia ante tal muestra de magia, puesto que él aún no había tenido tiempo para aprender nada antes de haber sido llamado.

―Cuando quieras, nos vamos.

Un momento…

Gaomon, desapareció, habiendo cumplido su objetivo, y Aleyn se encontró solo en el callejón aunque realmente no lo estuviera. Se sentía un poco extraño al no poder ver a su compañero, pero sabía que era mejor así. Se acercó al mapa que Light había estado mirando antes y localizó la estación. Por suerte tenía una memoria bastante buena, así que sería capaz de guiarse incluso en aquel lugar. Si no se encontraban con ningún obstáculo o problema por el camino y podían entrar en la estación, pronto podrían empezar su búsqueda en la plaza gracias a aquel… ¿tren, había dicho Light?.

Siento tener que preguntar esto, pero… —intentó no hablar muy alto, dado que una persona conversando sola llamaba la atención y eso era lo último que quería— ¿se debe hacer algo especial a la hora de utilizar un tren? No existen en el lugar de donde vengo… bueno… nada de lo que nos rodea, en realidad. Y supongo que es mejor que parezca un habitante normal más.

Tenía muchas otras preguntas que hacer. Pero prefería esperar a que el momento fuera más oportuno, y a que su nerviosismo por aquel mundo hubiera disminuido un poco.
Imagen
“Love is the greatest of dreams, yet the worst of nightmares.”
Ficha
Cronología

Spoiler: Mostrar
Rᴀɢɢᴇᴅʏ ᴍᴀɴ, ɢᴏᴏᴅɴɪɢʜᴛ
Imagen
¡Gracias, ita!
Avatar de Usuario
Sally
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 162
Registrado: Dom Feb 09, 2014 11:25 pm
Dinero: 9,630.15
Banco: 17,139.08
Ubicación: Cathedral of Winchester
Sexo: Femenino
Karma: 0

Ronda #2 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Soul Artist » Jue May 29, 2014 8:39 pm

Plaza de la ciudad / Birth Wrong

El tenue de Gaomon fue muy útil. Light pudo viajar en metro sin problema, y al estar casi vacíos los trenes pudo incluso tomar asiento sin tener que delatar su posición. El trayecto fue de apenas unos minutos.

Ragun llegó casi a la par que ellos, pero estaban demasiados separados como para cruzarse. La plaza a la que llegaron estaba llena de gente, por lo que quizás no fuera el mejor sitio para pasar desapercibido. Cientos de programas se habían congregado alrededor de una fuente, sobre la cual se encontraba un puente que conectaba dos edificios.

En el centro de este estaba el centro de toda la atención de los programas. Los edificios de alrededor estaban equipados con múltiples pantallas que mostraban a la misma figura del puente: un hombre alto, imponente, con las manos ocultas bajo su capa. Junto a él había dos guardias enormes, forzudos y con dos varas a modo de armas.

Spoiler: Mostrar
Plaza Birth Wrong

Imagen

Hombre imponente

Imagen

Guardias

Imagen

Desconocían quién era aquel programa, pero parecía levantar pasiones entre la gente congregada en la plaza. Nadie prestaba atención al careto de Light, ni tampoco a la falta de disco de Ragun, ni a las impresiones de Aleyn al estar en un mundo tan extraño para él; no, todos ellos estaban muy ocupados escuchando las palabras de aquel hombre. Su voz resonaba en todas partes gracias a las pantallas ubicadas por toda la plaza, por lo que era difícil ignorarle:

¡Los usuarios son la fuente de vuestros problemas! ―sentenció el programa, serio y frío como un témpano―. Para ellos no somos más que elementos con los que pueden jugar y eliminar sin tapujos. Sólo tenéis que ver sus acciones en los últimos días: ¡cientos de vuestros amigos han muerto! ¿Y por qué? ¡Por esos indeseables!

Los gritos y vitoreos por parte de los programas en la plaza se hicieron mayores. La mayoría de ellos eran clamando justicia: si uno de ellos había muerto, diez usuarios deberían pagarlo con nuevos juegos. Todos ellos gritaban un mismo nombre, probablemente el de aquel programa: Tesler, Tesler, Tesler. Sonrió y continuó hablando:

Por eso, la Reina Avispa creará pronto nuevos Juegos del Enjambre para ajusticiar a esos parásitos en nombre de nuestro señor, el gran CLU ―sentenció el hombre, anunciándose en las pantallas un nuevo evento cercano: la V edición de los Juegos del Enjambre―. Pero antes de ajusticiar a los usuarios, debemos mirarnos a nosotros mismos. ¡El mayor problema de todos son los traidores!

»Últimamente circulan rumores de que Tron, el gran traidor, ha vuelto. ¡Todos esos rumores son falsos! ¡Tron está muerto, y su legado con él!

Del interior de uno de los edificios surgió un nuevo guardia con una mujer presa. Llevaba esposas en las muñecas y caminaba con dificultad, golpeada hasta verse serias heridas en su rostro. Su ropa blanca cegaba a cualquiera que la mirase demasiado tiempo: detalle importante, pues ningún otro programa presente mantenía ese color tan puro.

Spoiler: Mostrar
Imagen

He aquí una simpatizante de ese falso Tron ―presentó Tesler a la mujer, la cual se vio obligada a arrodillarse ante el dirigente. Este se giró hacia ella y se llevó las manos a la espalda, sonriente―. Contesta, programa. ¿Sabes algo de ese... Renegado?

La respuesta de la mujer fue clara y directa: escupió a la capa de Tesler con las pocas fuerzas que le quedaban. Este no se movió ni un milímetro, recibiendo el escupitajo con total tranquilidad. La programa alzó la cabeza, sonrió con chulería y contestó:

Tron lives.

Tesler contestó con una carcajada sarcástica. Observó al guardia que la había traído y dio una orden directa y sencilla:

Ejecútala a mi orden.

Iban a matar a aquella mujer delante de ellos. El puente en el que se ubicaba Tesler estaba a unos veinte metros sobre el suelo, pero siempre se podía entrar a uno de los dos edificios de los puentes y subir corriendo; el hombre había empezado a soltar un nuevo discurso mientras tanto.

Pero quizás aquello no tuviera nada que ver con ellos. ¿Por qué ayudar a una desconocida? Habían venido por otros asuntos. Había tiendas en las que por sólo 200 créditos vendían capas con capucha, aunque lo que no se veía cerca era ningún tipo de establecimiento donde se vendieran discos. A las malas, había un establecimiento donde se vendían objetos de segunda mano.

Lo peor de todo era que algunos programas parecían estar de acuerdo con la ejecución. Otros tantos no parecían muy cómodos con presenciar aquello, por otra parte.

Tuipper S.A.

Uno de los mayores edificios de la ciudad, sin lugar a dudas. Con más de sesenta plantas, todas ellas dedicadas a una de las mayores redes sociales que mantenían en contacto a todo el Reino de la Luz. Treinta mil programas trabajaban en él, dando soporte a una tonta idea: intercambiar mensajes de 140 caracteres visibles para todo el mundo. Y Ban había aprendido algo muy importante allí:

La ópera es un muermo. Eso, y que la leyenda (¿qué leyenda?) era falsa.

La visita había sido inútil, eso desde luego. Se había pasado cerca de veinte minutos en la planta principal, donde algunos tuipps pasaban por delante de él en una gran pantalla que conmemoraba los mejores mensajes del mes pasado según los usuarios. Los guardias no dejaban pasar a las instalaciones a nadie, y como mucho le dejaban disfrutar de caramelos digitales durante la espera. Aseguraban que pronto se podría realizar una visita guiada, pero nunca le concretaron cuándo.

Así que allí estaba, haciendo el tonto en un sillón mientras el tiempo pasaba. Y probablemente pensara en irse cuando uno de los ascensores se abrió y de él salió un programa: una chica de pelo azul largo, el cual le caía con dos coletas por ambos lados.

Spoiler: Mostrar
Imagen

La desconocida salió con prisas del ascensor y miró hacia ambos lados, clavando su mirada en Ban: se acercó a él corriendo y le sonrió de oreja a oreja.

¡Tonto! ¡Llevo todo el día esperándote! ―le protestó la desconocida, cogiéndole del brazo y tirando de él para llevárselo a rastras hacia la salida―. ¿Qué estabas haciendo? ¡Habíamos quedado arriba, no aquí abajo!

Obviamente, se estaba equivocando de persona. La voz de la desconocida era melódica y atrayente, pero para nada conocida para el pobre Ban: ¿de qué podría conocerle? Nunca se había cruzado con nadie así, y mucho menos recordando que sus visitas a la Red habían sido de todo menos por placer.

Al notar la resistencia del muchacho, la chica se detuvo y comenzó a patalear el suelo, poniéndose los colores de su ropa temporalmente rojos para detonar su enfado.

¡Tonto! ¡Estúpido! ―acompañados por su dulce voz, aquellos insultos se hacían monos e inocentes―. ¡Muévete! ¡Nos esperan en el Línea de Meta dentro de dos microciclos! Ya sabes... No podemos decepcionarle...

La chica guiñó un ojo a Ban y esperó a que el chico reaccionara.

Spoiler: Mostrar
Fecha límite: martes, 3 de junio de 2014.

Lista de objetivos
- Lograr suministro de ropa.
- Lograr suministro de discos.
- Conseguir una base de operaciones para vuestro bando.
- Averiguar qué fue de Andrei Saavedra.
- Averiguar qué fue de Dark Light.

Lista de lugares
- Coliseo de juegos
- Puerto militar
- Tuipper S.A. [Ban]
- Central de energía
- Plaza de la ciudad / Birth Wrong [Light, Ragun & Aleyn]
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Re: Ronda #2 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sombra » Vie May 30, 2014 12:09 am

Finalmente llegué hasta una plaza enorme que parecía ser el centro de la ciudad. Había cientos de personas. Todos ellos atendiendo a una especie de puente que pasaba sobre una fuente y que conectaba dos enormes edificios construidos con aquella peculiar arquitectura que resultaba tan bonita como fría. Sobre la superficie de los edificios había enormes pantallas. En todas ellas se mostraba la misma imagen: Un hombre de piel grisácea y cabello negro con líneas blancas.

Aquel hombre, al contrario que los habitantes normales portaba un traje naranja que le daba una gran presencia que incluso podría llamarse imponente.

Al lado de él había dos guardaespaldas que vestían armaduras que cubrían por completo cualquier rastro que identificase sus facciones, ambos desconocidos portaban varas que posiblemente utilizaban como lanzas o bastón. Sobre la armadura surcaban líneas anaranjadas de neón mostrando que eran guardias.

Me acerqué un poco tratando de entender lo que acontecía, el comportamiento de los habitantes de aquel mundo era anormal desde mi punto de vista, aquello significaba que podría estar a punto de ocurrir algo, aunque no podía decir exactamente lo qué.

La gente del público vitoreaba extasiada al hombre gris, lo que no dejaba lugar a dudas de que era una figura verdaderamente importante.

¿Quiénes son estos tipos? ―me dije para mí mismo.

Por suerte para mí, nadie había notado aún que no poseía un disco y había tanta gente que pasaba desapercibido. Tenía la ventaja por una vez y tenía que utilizarla.

La gente estaba demasiado distraída.

Con total sigilo me coloqué tras alguno que pareciese más distraído que los demás y con sumo cuidado trataría de arrancar el disco de la espalda de aquella persona. En caso de que lo notase y fuese a pillarme no dudaría en hundirme en una Evasión Sombría para alejarme cuanto antes y lo más lejos posible y en cuanto saliese de la sombra me colocaría aquel aparato en la espalda como si no hubiese pasado nada.

¡Los usuarios son la fuente de vuestros problemas! ―proclamó el tipo gris con una seriedad que desafiaba a la propia Nanashi―. Para ellos no somos más que elementos con los que pueden jugar y eliminar sin tapujos. Sólo tenéis que ver sus acciones en los últimos días: ¡cientos de vuestros amigos han muerto! ¿Y por qué? ¡Por esos indeseables!

Las palabras del programa crearon una ola de éxtasis en forma de gritos apoyando lo que aquella especie de líder decía. Me fue imposible no sentir algo de nerviosismo al saber que se refería al incidente con Erased. Pero estaba interpretando mal todo, muchos aprendices habían ido a la ciudad para proteger a los ciudadanos de aquel mundo, ¿por qué no mencionaba eso?

Entre las voces y vítores pude escuchar el que posiblemente era el nombre de aquel individuo: Tesler.

Caminé un poco por la plaza hasta unas tiendas cercanas que parecían vender capas y similares. Empecé a mirar varias prendas, hasta fijarme en una capa con capucha

Por eso, la Reina Avispa creará pronto nuevos Juegos del Enjambre para ajusticiar a esos parásitos en nombre de nuestro señor, el gran CLU ―continuó mientras en las pantallas aparecían las palabras anunciando unos "juegos del enjambre". Ya había visto algo con ese nombre antes, en el estadio de aquel mismo mundo―. Pero antes de ajusticiar a los usuarios, debemos mirarnos a nosotros mismos. ¡El mayor problema de todos son los traidores!

»Últimamente circulan rumores de que Tron, el gran traidor, ha vuelto. ¡Todos esos rumores son falsos! ¡Tron está muerto, y su legado con él!

CLU, Tron... demasiados nombres que no podía reconocer. Necesitaba conseguir información para establecer una base, pero también me preocupaba otro asunto más. Los usuarios estábamos en peligro de una forma u otra, aquello no me agradaba.

Disculpe, ¿aceptan esto como método de pago? ―enseñé un puñado de platines al tendedero.

En caso afirmativo compraría una de aquellas capas, que me colocaría al momento ocultando así mi identidad.

He aquí una simpatizante de ese falso Tron ―una mujer con el pelo rapado y vestida con una túnica de color blanco fue obligada por un tercer guardia a arrodillarse en el suelo frente a Tesler. Con una sonrisa prepotente el hombre se dirigió a la prisionera:―. Contesta, programa. ¿Sabes algo de ese... Renegado?

La chica no tardó en contestar, un escupitajo en la cara de aquel líder que lo recibió sin siquiera dignarse en cambiar su expresión.

Tron lives ―proclamó la chica ganando únicamente una risa burlona por parte de Tesler.

Ejecútala a mi orden. ―sentenció tras observar al guardia durante unos instantes.

¿La iban a matar así? ¿Sin un juicio? Levanté una ceja poco convencido con aquello. No me gustaba lo que iba a ocurrir, ¿pero que podía hacer yo? Estábamos hablando de enfrentarme directamente a guardias, no eran personas ordinarias y probablemente uno de ellos podría ser tan fuerte o más que yo, algo que me resultaba preocupante.

<<¿En serio puedo dejarla a su suerte?>>

Apreté mi puño, me molestaba aquello. Nadie la apoyaba, todo el mundo estaba en su contra, era casi como yo... Como cuando vivía en Tierra de Partida y todo el mundo me odiaba.

Pero no podía hacer nada, ¿cierto? Estaban las tres normas de los portadores, entre ellas una indicaba no meterse en asuntos de otros mundos. ¿Era capaz de romper las normas de aquella manera?

¿Podía salvarla?

Debo hacerlo ―susurré―. Tengo que hacerlo.

Pensando con frialdad, si la salvaba me debería un favor y por tanto, si de verdad había un grupo rebelde tal vez pudiese conseguir de ellos suministros e incluso una base.

<<No lo hago porque quiera romper las normas, tan solo busco la forma más eficaz de cumplir mi misión>>

Desde mi posición saqué mi par de alas e invoqué mi llave espada. Sin pensarlo más me lancé volando hacia allí arriba haciendo un placaje contra uno de los guardias.

Conmigo, ¡ya! ―le grité apresurando a la chica para que viniese hacia mí. Si alguno de los Guardias trataba de atacar lanzaría un Láser Oscuro contra uno de ellos. Dudaba que fuese a resultar letal, pero al menos se pensarían dos veces el acercarse.

Si la mujer me obedecía y se acercaba a mí me tiraría hacia ella y saldría volando sujetándola con mi único brazo tras desmaterializar mi llave espada. En caso de que el efecto de las alas fuese a desaparecer lo extendería utilizando otra vez la misma habilidad.

Tendríamos que alejarnos.

¿Hacia dónde vamos ahora? ―le preguntaría a la chica y en caso de que contestase seguiría sus indicaciones.


Spoiler: Mostrar
▪ Evasión Sombría (HC )[Nivel 7] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Reflejos: 8; Elasticidad 12] El usuario se vuelve uno con el suelo evadiendo así cualquier ataque mágico o físico durante un post. También sirve para meterse por lugares estrechos.
▪ Alas del Equinoccio (HM) [Nivel 9] [Requiere Poder Mágico: 11, Afinidad a Oscuridad] Crea unas alas de Oscuridad adosadas a la espalda que permiten planear a gran velocidad o volar. Dura un máximo de un post
▪ Láser oscuro (HM) [Nivel 7] [Requisitos: Afinidad a Oscuridad, Flama Tenebrosa] El usuario comprime una Flama Tenebrosa y la expulsa en forma de fino rayo laser que alcanza grandes velocidades y una larga distancia.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Re: Ronda #2 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Astro » Dom Jun 01, 2014 7:36 pm

"Qué coñazo."

Tuipper S.A. era un aburrimiento, sin más. Por mucho que fuera un edificio gigantesco en el que trabajaban miles y miles de programas (o eso decía su propaganda), estar ahí sólo servía para malgastar mi valioso tiempo mientras reprimía, cada vez con más dificultad, mis instintos asesinos.

El problema: no me dejaron pasar de la planta principal. Los guardias del edificio, que debían estar programados por idiotas, bloqueaban el acceso a cualquiera ajeno al edificio, y se limitaban a decir una y otra vez que tenía que esperar a una visita guiada que nunca parecía llegar. Y aunque me dieron ganas de sacarles los ojos con mi daga, me tuve que aguantar. No podía permitirme llamar la atención o montar una escena. Al menos por ahora.

Y veinte minutos después, nada había cambiado. Sentado en un sillón, lo único que me había entretenido era leer los "mejores tuips del mes" en una pantalla gigante y coger de vez en cuando un caramelo digital (me daba la sensación de estar chupando una pila). La posibilidad de poder entrar al fin y encontrar alguna manera para tomar el control de la aplicación era lo único que me mantenía allí, pero... Incluso para alguien sin corazón, aquello era un muermo eterno.

Estaba ya apunto de rendirme y volver a la búsqueda del gitano fugitivo, cuando uno de los ascensores se abrió. La persona que salió era, sin duda, peculiar: una chica joven con dos enormes coletas de pelo azul eléctrico.

Spoiler: Mostrar
Imagen

Con un ritmo acelerado, la chica miró en varias direcciones hasta reparar en mí. Enarqué una ceja, sorprendido, viendo que venía directamente hacia mi persona a toda velocidad.

¡Tonto! ¡Llevo todo el día esperándote! ―chilló la Coletas Gigantes, agarrándome el brazo y tirando para intentar arrastrarme hacia la salida―. ¿Qué estabas haciendo? ¡Habíamos quedado arriba, no aquí abajo!

¡Eh! ―protesté, resistiéndome al tirón.

Aquel fue uno de esos momentos en los que mi cerebro no sabe cómo debería reaccionar emocionalmente. ¿Sorprendido? ¿Asustado? ¿Excitado? No estaba claro. Desde luego, mi primer impulso fue resistirme, plantando los pies para evitar que tirase de mí. Era un programa femenino, a la que no había visto nunca (al menos que recordase), y que me hablaba con naturalidad como si me conociese diciendo que teníamos planes... ¿Acaso me había confundido con otra persona, o estaba jugando conmigo para sacarme de allí? Difícil de decir.

La desconocida, viendo mi negativa, soltó mi brazo y se puso a darle patadas al suelo enfadada. Las luces de su ropa se habían vuelto rojas y reflejaban el ánimo de la chica.

¡Tonto! ¡Estúpido! ―me habían llamado cosas peores, seguro―. ¡Muévete! ¡Nos esperan en el Línea de Meta dentro de dos microciclos! Ya sabes... No podemos decepcionarle...

La chica me guiñó un ojo, divertida. Ese detalle me desconcertó un poco, la verdad.

Tuve que pensar rápido. Fuese una equivocación o un engaño, la Coletas Gigantes podría serme útil para moverme por la Red y averiguar cosas de la mano de uno de sus habitantes. Y tampoco perdía nada al marcharme de esta empresa de aburrimiento perpetuo.

Si se había equivocado de persona, podía fingir que era él hasta que lo necesitase (o me descubrieran); y me mantendría en todo momento alerta por si resultaba ser una trampa. Además, una parte de mi mente había pensado en Saavedra cuando la chica había dicho lo de "no decepcionarle". Pero me mantuve realista: era improbable que fuese él.

Finalmente, sonreí a la chica con naturalidad. Fingir emociones es bastante fácil cuando no tienes un corazón que te produzca unas propias.

Claro, claro. Me he distraído entre los tuips y los caramelos ―me excusé, frotándome la cabeza con gesto inocente―. Al Línea de Meta, ¿no? Vamos.

No tenía ni idea de qué era el "Línea de Meta", pero sonaba a algún lugar de la Red. Y si lo había mencionado en voz alta sin disimular, era que se trataba de un lugar público.

Seguiría a la chica (cuyo nombre real tendría que descubrir cuanto antes) sin protestar, por la ruta y con el ritmo que ella eligiese, pero sin bajar la guardia en ningún momento.

Coletas Gigantes, sorpréndeme.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Ronda #2 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sally » Mar Jun 03, 2014 8:26 pm

El hechizo que Gaomon había invocado sobre Light cumplió bien su papel, y el aprendiz tuvo el cuidado de no chocar o pisar a nadie durante el camino a la estación y el posterior viaje en tren, que se desarrolló sin dificultad. El trayecto, al contrario de lo que podía haber esperado, no costaba dinero, lo cual era sin duda alguna un enorme avance. Aparte de que se movía mucho más rápido de lo que nunca hubieran podido lograr yendo a pie.

Su destino, la Plaza de la ciudad, estaba repleta de gente, justo al contrario que el transporte que habían tomado, y Aleyn temió que su compañero tuviera problemas para moverse. Además, quién sabía cuánto iba a durar aquel conjuro. Algo incluso peor que el que alguien se sorprendiera de un empujón venido de ninguna parte era que se pasara el efecto y Light quedara expuesto ante todos. Quizás era un buen momento para elaborar un segundo plan. Sin embargo, su atención quedó atrapada por otros asuntos.

La fuente alrededor de la cual los asistentes se arremolinaban era la única cosa que le resultaba familiar desde que había llegado a La Red, pero no, no era aquello, sino algo que se alzaba por encima, un puente que conectaba dos grandes edificaciones, tachonados con algo a lo que no fue capaz de poner nombre, aunque cuya función estaba bastante clara: hacer más visible para todos la figura que se erguía en el mismo centro de la pasarela. Aún obviando a los guardias que le custodiaban, aquel hombre resultaba sin duda alguna señorial, y Aleyn, se preguntó si sería alguna clase de noble. Si es que aquel lugar tenía nobles, por supuesto, pero… ¿por qué no habría de tenerlos?

Lo que estaba claro era que se trataba de una persona muy importante, dado que el fervor de la gente que le rodeaba podía palparse en el ambiente, y bebían de sus palabras con tanto ahínco que, por el momento, volcaban su atención completamente en él. Lo cual les permitía estar más o menos a salvo.

¡Los usuarios son la fuente de vuestros problemas! ―estaba diciendo aquel sujeto.

Su voz gélida le produjo un escalofrío, mientras se preguntaba qué quería decir con “usuarios”. Había escuchado a aquellos dos hombres de antes llamárselo a Light, aunque no tenía idea de qué significaba. Porque un usuario era quien usaba algo, ¿cierto? ¿O acaso era como se denominaba a los extranjeros en aquel mundo?

Si era así… no sólo su compañero podía tener problemas.

Para ellos no somos más que elementos con los que pueden jugar y eliminar sin tapujos. Sólo tenéis que ver sus acciones en los últimos días: ¡cientos de vuestros amigos han muerto! ¿Y por qué? ¡Por esos indeseables!

La Plaza recibió con regocijo aquellas palabras. Entre los gritos que sólo repetían un nombre, Tesler –seguramente el de aquel hombre-, creyó oír otros que clamaban justicia… mediante una Ley del Talión que parecía desproporcionada. No tenía ni la más remota idea de qué habrían hecho los “usuarios” en La Red, pero desde luego olvidó todo pensamiento de que aquel lugar estaba más avanzado.

Por eso, la Reina Avispa creará pronto nuevos Juegos del Enjambre para ajusticiar a esos parásitos en nombre de nuestro señor, el gran CLU ―mientras su imagen en los edificios quedaba sustituida por un anuncio de la V edición de los Juegos del Enjambre, respiró hondo para calmar su acelerado corazón.

¿De qué está hablando? ―musitó apenas con un hilo de voz, intentando que no se le notara el miedo.

Antes podía haber intentado no llamar la atención por aquello de no revelar la existencia de otros mundos, pero ahora estaba convencido de que sólo con respirar de forma diferente a los demás, podrían echársele encima. La gente parecía estar sedienta de sangre. De sangre de personas como él. Y eso que no entendía la mitad de las palabras que el tal Tesler había empleado. Aunque "Juegos del Enjambre" no sonaba precisamente halagüeño.

Pero antes de ajusticiar a los usuarios, debemos mirarnos a nosotros mismos. ¡El mayor problema de todos son los traidores!

»Últimamente circulan rumores de que Tron, el gran traidor, ha vuelto. ¡Todos esos rumores son falsos! ¡Tron está muerto, y su legado con él!

Un tercer guardia se personificó entonces en el puente, llevando con él a una mujer cuyas ropas eran de un blanco tan intenso que hacía daño a la vista. Sin embargo, a pesar de que sus ojos protestaran, Aleyn pudo comprobar que no sólo se trataba de una cautiva, sino que además su trato debía de haber sido terrible. No caminaba bien y su rostro presentaba varias heridas.

He aquí una simpatizante de ese falso Tron ―obligó a la mujer a arrodillarse ante él ―. Contesta, programa. ¿Sabes algo de ese... Renegado?

Ni siquiera se paró a pensar lo que Tesler pretendía decir con “Programa”. Estaba conteniendo la respiración, sin poder parpadear siquiera. Tras un escupitajo al que su captor ni se dignó a reaccionar, ella dijo simplemente:

Tron lives.

Si la cautiva había esperado conseguir una reacción de asombro o miedo por parte de Tesler, del que sin duda era rival aquel Tron, estuviera vivo o muerto, se quedaría decepcionada al ver que sólo lograba una carcajada. Y una oración escueta pero concisa, dirigida a uno de los guardias.

Ejecútala a mi orden.

<<¿Cómo?>>

¿Iba a ejecutarla en público? La gente a su alrededor mostraba opiniones contrarias ante tal evento; algunos estaban ansiosos de que la prisionera muriera, otros no tanto. Pero lo que estaba claro era que nadie iba a ayudarla. ¿Por qué habrían de hacerlo? Todos parecían seguidores de Tesler, y lo más probable sería que cualquiera que protestara acabaría como la mujer. Sintió que el estómago se le revolvía.

Quizás porque el suyo había sido un mundo tranquilo, o quizás porque había estado tantos años en el bosque, había olvidado que los humanos tenían su lado oscuro, como todo. Y él podía odiar a Maléfica y sus esbirros, podía odiar a los Sincorazón, pero nunca había llegado a pensar que podría llegar a odiar a otras personas hasta el punto de querer enfrentarse a ellas.

¿No podemos hacer nada? ―le susurró a Light, horrorizado, mientras Tesler iniciaba otro discurso― El único delito que se le impugna es el de ser una seguidora de ese Tron. En sí mismo no parece algo que merezca una pena capital. ¿Se habrá celebrado un juicio acaso? ¿Cómo puede permitirse esto?

Su tono de voz era angustiado. No podía ver morir a aquella mujer sin más. Recordaba aún de forma vívida la escena que había encontrado al adentrarse en el castillo del rey Stéfano, toda aquella matanza, y no se veía capaz de contemplar tan pronto el color rojo de la sangre manchando el suelo otra vez.

Sin embargo… Sin embargo, él era débil. No le había dado tiempo a entrenar prácticamente nada, no conocía el terreno, y aunque su compañero era más fuerte, tenía una recompensa pesando sobre su cabeza. Se mordió el labio inferior. Light, al tener más experiencia como aprendiz, seguramente trataría de convencerle de que no podían entrometerse en el devenir de otros mundos. Allí no había Sincorazón, sólo personas. A pesar de que no le parecieran mucho más piadosas que aquellas criaturas en esos instantes.

Y si, efectivamente, Light quería evitar meterse en problemas, Aleyn dejaría de insistir en el tema. Una decisión que le sentaría como si tuviera hierro fundido retorciéndose en sus entrañas, pero no tenía otro remedio. Sería suicida ir solo. Aparte de que si los usuarios sobre los que clamaban venganza los asistentes eran aquellos que provenían de fuera, ya tenían bastantes problemas encima.

Echó un vistazo a su alrededor, como si de alguna forma fuera a encontrar una solución a todo, y sus ojos encontraron una tienda más o menos cercana que vendía diversos productos, entre los cuales uno le interesaba; una capa con capucha. Antes había desechado la idea al no saber si era un ropaje normal en La Red, pero al ver que estaba disponible, supo que tenía que hacerse con una, para cuando los efectos del hechizo se disiparan del todo.

Será mejor que os compre una capa ―le indicó a su compañero, apretando la mandíbula mientras seguía pensando en la mujer que esperaba a su ejecución―. Al mercader le resultaría extraño que vos os hicierais con ella.

Y se dirigió hacia la tienda lo más rápido que pudo, intentando no ponerse a gritar en medio de la Plaza que cómo podían consentir aquello. Quizás Light prefería acompañarle, o quedarse en medio de la multitud, no sabía lo que sería mejor para que llamara menos la atención. Lo que estaba claro es que había que hacer aquello rápido. La capa costaba 200 créditos, pero él sólo tenía platines, así que sólo podía rezar para que se los aceptaran, porque la otra opción sería intentar robarla.

Sin embargo, cuando se disponía a pagar, un tumulto comenzó a su espalda. Alguien, a quien la distancia no le dejó distinguir, se había abalanzado sobre uno de los guardias, con un par de alas a su espalda y… ¿aquello que llevaba en la mano era una Llave Espada?

No era consciente de que hubiera más aprendices en La Red, pero aquel escándalo era su oportunidad. Si el dependiente de la tienda no aceptaba los platines como moneda de cambio pero quedaba distraído al intentar averiguar lo que estaba pasando, saldría corriendo con la capa de la tienda, y se intentaría reunir con Light en la Plaza, si no le había acompañado.

Sabía que tenían una lista de objetivos que cumplir en aquella misión, pero lo único en lo que podía pensar en esos momentos era en salir de allí. E intentar dirigirse a un lugar que no estuviera atestado de tanta gente que quisiera verles en aquellos dichosos juegos. Cualquier transporte, cualquier callejuela podría valerle.

Aquel mundo estaba patas arriba, fuera culpa de los usuarios, de Tron, de Tesler, de CLU o de la mismísima Muerte. Y prefería no tener que convertirse en su víctima.
Imagen
“Love is the greatest of dreams, yet the worst of nightmares.”
Ficha
Cronología

Spoiler: Mostrar
Rᴀɢɢᴇᴅʏ ᴍᴀɴ, ɢᴏᴏᴅɴɪɢʜᴛ
Imagen
¡Gracias, ita!
Avatar de Usuario
Sally
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 162
Registrado: Dom Feb 09, 2014 11:25 pm
Dinero: 9,630.15
Banco: 17,139.08
Ubicación: Cathedral of Winchester
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Light » Mié Jun 04, 2014 12:57 am

Siento tener que preguntar esto, pero… ¿se debe hacer algo especial a la hora de utilizar un tren? No existen en el lugar de donde vengo… bueno… nada de lo que nos rodea, en realidad. Y supongo que es mejor que parezca un habitante normal más.

Supongo que tendrás que comprar algún billete, ¿no? —razonó, recordando la estación de trenes de su ciudad—. No te preocupes, estaré todo el rato contigo y te ayudaré.

Antes de entrar en el lugar, respiraría hondo. Esperaba que la invisibilidad durara al menos durante el trayecto: no quería imaginarse lo que podría pasar si se dejaba ver delante de muchos programas.

Finalmente, dio el primer paso dentro de la estación y continuó su avance.

***


El viaje transcurrió con normalidad y no ocurrió ningún tipo de incidente. A la vista de que el tren estaba más que vacío, Light decidió sentarse en uno de sus asientos y esperó impacientemente a que llegaran a su destino: la plaza de la ciudad.

Mientras llegaba a la plaza se dio cuenta de que su cuerpo volvía a ser visible lentamente. Light entró en pánico durante los primeros segundos: aquel era el lugar menos apropiado para dejarse ver, pues estaba repleto de programas.

Estar allí expuesto ante todos suponía un suicidio, pero Light decidió echarle valor y se adentró aún más en la plaza. Aleyn y él divisaron a un hombre importante, quien parecía ser el centro del mundo en aquel momento. Todos los programas mantenían la cabeza alzada y observaban fijamente al hombre de la capa, llenos de fervor. Por tanto, Light no tendría muchos problemas para pasar inadvertido.

Light frunció el ceño y observó al hombre imponente con cierta irritación. Las luces rojas que exhibía su traje le recordaban al Comandante Sark y a su ejército de soldados. Los guardaespaldas de aquella celebridad también llevaban trajes de similar color.

Es como Espacio Paranoico.

¡Los usuarios son la fuente de vuestros problemas! ―su primera frase logró atraer toda la atención de Light. También aumentó su nerviosismo―. Para ellos no somos más que elementos con los que pueden jugar y eliminar sin tapujos. Sólo tenéis que ver sus acciones en los últimos días: ¡cientos de vuestros amigos han muerto! ¿Y por qué? ¡Por esos indeseables!

¿Qué?” era mentira que ellos provocaran tales acciones. De hecho, ellos habían defendido aquel mundo de Erased Data. Tampoco recordaba que se hubiera producido una masacre de tal magnitud en La Red: estaba claro que algo ajeno a ellos había ocurrido.

Muchos de los programas reunidos alabaron las palabras de aquel hombre: Tesler. Repitieron su nombre múltiples veces, asegurando así que ninguno de los aprendices lo olvidara.

¿Ellos también nos consideran sus enemigos?” entonces, Aleyn y todos los aprendices que entraran dentro de aquel mundo estaban en peligro, no solo él. Desconocía si, al igual de los programas reunidos en la plaza, todos los programas de Espacio Paranoico tenían las mismas ideas. Pero algo sí que tenía claro: el Comandante Sark las compartía.

Aquella era la realidad: programas que se sublevaban a sus creadores.

Por eso, la Reina Avispa creará pronto nuevos Juegos del Enjambre para ajusticiar a esos parásitos en nombre de nuestro señor, el gran CLU ―dictaminó. En múltiples pantallas se mostró el anuncio de los juegos, confirmándoselo.

Light apretó los puños, enojado y lleno de rabia, recordando los fatídicos momentos que tuvo que pasar cuando le encerraron a él y a otros aprendices dentro de un laberinto lleno de trampas. Las intenciones del tal Tesler eran las mismas que las del Comandante Sark.

Pero antes de ajusticiar a los usuarios, debemos mirarnos a nosotros mismos. ¡El mayor problema de todos son los traidores!

>>Últimamente circulan rumores de que Tron, el gran traidor, ha vuelto. ¡Todos esos rumores son falsos! ¡Tron está muerto, y su legado con él!


Acto seguido, uno de los guardias de Tesler acudió con una rehén. El programa luminoso presentaba una imagen deplorable: en su rostro se asomaban espantosas heridas. Era imposible pasar por alto su imagen; y además, su traje presentaba unos colores que ningún otro programa utilizaba, por lo que su presencia era más que notoria.

He aquí una simpatizante de ese falso Tron ―señaló el aclamado programa. La programa retenida permaneció arrodillada durante aquellos momentos―. Contesta, programa. ¿Sabes algo de ese... Renegado?

El programa respondió con un escupitajo, dirigido hacia el rostro de Tesler. Sonrió y dos palabras salieron de su boca, alto y claro:

Tron lives.

Esta chica tiene valor…

El imponente y aclamado programa reaccionó con una carcajada. Acto seguido, les dio una orden muy clara a sus subordinados.

Ejecútala a mi orden.

Quería matarla delante de todos. Un escalofrío recorrió la espalda de Light, intranquilo. Sus ojos comenzaron a buscar a las multitudes reunidas en la plaza. ¿Apoyaban todos los programas su ejecución? ¿Ninguno de ellos iba a intentar salvarla?

Light no conocía de nada a ese programa y tampoco le transmitía mucha simpatía: ni ella ni el resto de programas. El Comandante Sark, los esbirros de éste, su réplica virtual, Erased Data… todos ellos habían intentado acabar con él.

No obstante, le parecía tremendamente injusto que ejecutaran a un programa por considerarla una traidora. ¿Quién se creía ese tal Tesler para decidir sobre la vida de los demás?

¿No podemos hacer nada? ―cuestionaba su compañero de misión, aterrado. Se le veía bastante inconforme con aquella ejecución.

No deberíamos meternos en asuntos de otros mundos ―le susurró el aprendiz, quien no pudo evitar morderse el labio. Era una de las primeras lecciones que aprendían los aprendices de la Llave Espada, por lo que estaba seguro de que Aleyn recordaría esa directriz en particular―. Y ya ves cómo está la situación actual, no conviene que nos descubran.

Pero es tan injusto…

El único delito que se le impugna es el de ser una seguidora de ese Tron. En sí mismo no parece algo que merezca una pena capital. ¿Se habrá celebrado un juicio acaso? ¿Cómo puede permitirse esto?

Yo tampoco me lo puedo explicar. No hay quién comprenda a estos programas… ―dio su opinión en voz baja, asegurándose de que nadie cercano les escuchaba.

Light volvió a sumergirse en el silencio y empezó a escuchar el siguiente discurso de Tesler. Sacó su bloc de notas y empezó a anotar en éste toda la información revelada hasta el momento. Kazuki y los demás Maestros debían saber sobre aquellos Juegos del Enjambre y sobre el profundo odio que los programas sentían por los usuarios.

¿Cómo demonios voy a conseguir una base en este lugar? Si nos odian a muerte.

Será mejor que os compre una capa ―la sugerencia de Aleyn interrumpió sus pensamientos. Antes de asentir, Light echó un ojo al escaparate y comprobó que estas capas contaban con una capucha, la cual podría utilizar para ocultar su rostro―. Al mercader le resultaría extraño que vos os hicierais con ella.

Esto… sí, tienes razón. Te lo agradecería si fueras en mi lugar.

Ambos aprendices se separaron finalmente. Light agacharía la cabeza y terminaría de anotar toda la información descubierta hasta ahora en aquel mundo. Paranoico, de vez en cuando levantaría la cabeza para comprobar si alguno de los programas acababa descubriéndolo. Tampoco podía dejar de observar a la orgullosa programa que iba a ser sacrificada.

Posiblemente se formaría el caos allí mismo muy pronto y alguien intentaría salvarla. Light levantaría la mirada del papel y visualizaría a un programa ―Como se encontraba lejos de su posición, no sospecharía que se trataba de un aprendiz conocido― en el cielo, con dos oscuras alas mágicas adosadas en su espalda.

Oh, genial.

Puede que el programa aliado de Tron se salvara y todo. De todos modos, aquella no era su mayor preocupación: supuestamente era un fugitivo, y muchos programas querían verlo muerto. Light aprovecharía el caos creado por Ragun para escapar con su compañero Aleyn, quien le proveería de una capa para mantenerse oculto. El aprendiz de Villa Crepúsculo le daría las gracias y se pondría la capa sin más tardar.

Ambos buscarían cualquier salida que les permitiese alejarse de la multitud.
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Ronda #3 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Soul Artist » Mié Jun 04, 2014 3:47 am

Ragun

Ragun había salido victorioso en prácticamente todo. En primer lugar, logró robar el disco al pobre programa distraído, aunque necesitó usar Evasión sombría para escapar de la vista de este al notar que le habían robado lo más preciado del mundo, su propia identidad. Había que ser cruel para hacer algo así.

También logró que le aceptaran los platines por créditos en la tienda, por lo que pudo salir disfrazado sin problemas oculto bajo una capa. Ahora podía unirse a una hermandad de asesinos ocultos en la oscuridad si así lo deseaba.

Pero si algo tenía que hacer era salvar a aquella programa. No lo dudó: invocó sus alas y voló hacia el puente, donde Tesler interrumpió su discurso de inmediato al ver a aquel ser monstruoso de un brazo y con alas. Los guardias en un principio se asustaron y colocaron sus armas en posición defensiva, dispuestos a bloquear el paso al aprendiz; pero con un Láser oscuro alcanzó a dos de ellos, los cuales cayeron de espaldas del puente para dirigirse hacia su más que probable eliminación a aquella altura. El tercer guardia sólo tropezó al suelo del puente, pero había quedado lo suficientemente atontado como para no enfrentarse al aprendiz.

Conmigo, ¡ya!

La programa levantó la mirada hacia Ragun cuando bajó al puente y se apresuró a obedecerle. Se levantó de su sitio, con las cadenas tras ella, y corrió hacia él para agarrase a él y escapar de allí.

Pero la estrategia de Ragun fallaba en muchos aspectos. Algo obligó a la mujer a detenerse en seco mientras Ragun notaba cómo algo le agarraba del pecho. La programa quiso moverse de su sitio, pero estaba bloqueada allí, estancada.

Un brazo. Un brazo naranja, extremadamente largo y muy caliente le estaba atravesando el pecho con una herida que se estaba abriendo cada vez más y deshaciendo su cuerpo en cientos de cubitos; y ella incapaz de hacer nada. El final del brazo, una mano de luz mucho más fuerte y en forma de garra con dedos muy afilados, estaba agarrando a Ragun por la ropa.

Tron li...

La mujer no pudo terminar su oración. Su cuerpo desapareció, desintegrado con tal abrupto ataque, y mostró a su asesino: el hombre de severo rostro. Había apartado la capa que tenía alrededor de su pecho para mostrar su otra mano, igual que la que mantenía sujeto a Ragun pero en una extensión normal. Y aquel cretino sonreía.

El brazo tiró de él con gran fuerza y Ragun se vio arrastrado hasta Tesler, el cual le recibió con un potente puñetazo en la mejilla. Ragun voló un par de metros por el puente, restregándose contra el suelo de este al tocarlo. Al levantar la mirada vio que el guardia tocho que había derribado anteriormente se apartaba para quedarse al final de la salida del edificio contrario a él.

El público no sabía cómo reaccionar. Algunos animaban a Tesler, otros habían quedado horrorizados ante la ejecución tan repentina; pero al hombre aquello le parecía dar igual. Ahora tenía una nueva víctima ante él, y la sorpresa bajo su capa estaba revelada.

¡Un nuevo simpatizante del Renegado! ―dedujo el hombre, colocando sus brazos frente a él para animar a Ragun a atacarle―. Habla, programa: ¿qué te motiva a seguir a ese traidor? ¿Es por el poder? ¿La fortuna? ¿O es que crees en la basura que propaga para sus propios objetivos?

Aquellos brazos suyos eran demenciales. Se podían estirar a saber cuánto, quemaban al mínimo contacto y había matado a aquella mujer sin apenas esforzarse. Y aunque parecía satisfecho por la aparición de un digno rival como Ragun, por sus palabras parecía no estar esperándole a él, sino al tal Renegado.

Fuera como fuese... Ahora Ragun se había metido en todo un lío.

Spoiler: Mostrar
Ragun
VIT 72/82
PH - 21/44

* * *

Light & Aleyn

El caos provocado por Ragun fue perfecto para que los dos aprendices pudieran escapar sin que nadie se fijara en ellos. Lograron escapar hasta un callejón apartado de las calles principales, oscuro y perfecto para su huida. Sin embargo, los problemas estaban a punto de cruzarse en su camino.

¡Deteneos!

Un guardia como los que acompañaban a Tesler surgió al final del callejón para bloquearles el paso. Otro igual apareció en la entrada, con su vara en alto para evitar que huyesen.

En nombre de CLU, entregas vuestros discos o preparaos para ser eliminados ―amenazó el programa, avanzando hacia ambos mientras bloqueaba el paso.

Su huida sí había llamado la atención después de todo. Probablemente tuviese relación el hecho que usasen platines en vez de créditos en la tienda; aunque estos habían sido aceptados por el vendedor, seguía siendo dinero extranjero. Aquello llamaba la atención de cualquiera.

Los discos ―ordenó con fiereza el programa tras ellos―. Ahora.

El sonido de una moto rugiendo llamó la atención del guardia delantero. Este giró la cabeza para ver qué sucedía, pero antes de que se diese la vuelta del todo una gigantesca rueda le había arrollado, arrojándole a los pies de Aleyn y Light. La luz cegadora del foco del vehículo les cegó, pero pudieron ver una sombra saltando del asiento del piloto hasta detrás de ellos.

Un programa había acudido en su ayuda. Vestía totalmente de blanco, con un casco que ocultaba su identidad y un símbolo de luces azules en su pecho que no habían visto en ningún otro habitante de aquel mundo.

Spoiler: Mostrar
Imagen

El individuo tomó su disco de su espalda y se lanzó contra el guardia negro restante, el cual apenas pudo defenderse ante aquel desconocido; sólo colocó su muñeca al nivel de su boca para gritar:

¡El Renegado está...!

Un golpe seco en el casco dejó al guardia fuera de consciencia. El programa guardó su disco de nuevo y se apresuró al final del callejón para observar los sucesos de la plaza, pero lo que vio no debió ser de su agrado; dio media vuelta de inmediato y tomó a Light y Aleyn de sus muñecas, obligándoles a moverse de inmediato.

¡Mi nombre es Tron! ―explicó el programa mientras tomaba asiento de nuevo en la moto y animaba a los dos chicos a subirse detrás de él, con espacio suficiente para todos; su voz sonaba distorsionada, irreconocible si le hubiesen conocido con anterioridad―. ¿Sois vosotros? ¿Los usuarios?

»Tenemos una amiga en común. ¡Subid!

Tras el aviso de aquel guardia estaba claro que llegarían en cualquier momento, pero ¿cómo esperaba aquel individuo que se montaran en una moto con él para acabar dios sabía dónde? Seguramente tendrían cientos de preguntas, pero sólo yendo con él podría contestarlas. Claro que, ¿sería capaz de irse sin ellos si no se montaban?

* * *

Ban

Claro, claro. Me he distraído entre los tuips y los caramelos. Al Línea de Meta, ¿no? Vamos.

¡Chico eficiente! ¡Así me gusta! ―agradeció la chica con una sonrisa a Ban, tirando de él con prisas y medio corriendo por las calles―. ¡Vamos, vamos, vamoooos!

El Línea de Meta había resultado ser un club. No un club cualquiera, eso desde luego: estaba ubicado al oeste de la ciudad, y resltaba ser uno de los edificios más altos de toda la ciudad. Aunque el establecimiento estaba ubicado en los últimos pisos de este, desde donde podían ver a través de las paredes de cristal toda la ciudad a sus pies, el edificio entero parecía ser parte del club: a saber para qué servían el resto de plantas.

Los programas bailaban o hablaban entre sí con cócteles digitalizados entre ellos, riéndose y divirtiéndose como nunca lo habían hecho. La música tecno se había hecho con aquel lugar: un programa DJ se había hecho con los mandos y tocaba una canción que, si bien era pegadiza, le faltaba algo de estilo propio.

La mujer programa parecía nerviosa cuando llegaron. Lo primero que hizo fue respirar aire y expulsarlo lentamente, con los ojos cerrados y rostro relajado. Observó a Ban y le sonrió de oreja a oreja, intentando disimular sus nervios, pero se notaba que estaba al borde de un ataque de nervios.

¡Mira, mira, mira! ¡Está ahí!

La nueva amiga del aprendiz señaló hacia un piso superior encima de la zona de baile, conectado por dos escaleras a ambos lados y que daban a un despacho personal. Fuera de este se encontraba un hombre de pelo blanco y largo, con ropas llamativas, un bastón azul en la mano y dos mujeres a ambos lados que le hacían una más que agradable compañía.

Spoiler: Mostrar
Imagen

¡Sí! ¡Sí! ¡Esta es mi noche, lo presiento! ―la chica tomó de ambas manos a Ban y comenzó a botar, haciendo su pelo revolverse con ella―. ¡Si le impresionamos querrá contratarnos aquí, todas las noches! ¡Vamos a ser famosos, vamos a ser famosos!

Pero un brusco estampido hizo que la programa se detuviera y se diera la vuelta de golpe. La música se había detenido y todos habían callado: las luces habían pasado a apagarse con aquel sonido. Todos estaban atentos al ascensor, que ascendía entre todo aquel caos.

Y entonces, llegaron.

Spoiler: Mostrar

Los dos programas más extravagantes que había visto Ban en su existencia. No sólo llegaban con su propia música, no sólo la luz se iluminó para ser el centro de varios focos de luz azul neón; sus cascos tan característicos, con bombillas que ocultaban sus rostros, les había parecer robots. Y la gente parecía reconocerles, pues un gran estallido de gritos de júbilo se hizo con el club en cuanto les vieron.

¡Son Daft Puuuuunk! ―gritó una fan histérica.

Spoiler: Mostrar
Imagen

Y esto es canon.

La gente parecía estar realmente entusiasta con la nueva música y los visitantes sorpresa. La atención del hombre de pelo blanco se centró en los dos robots, sonriendo y llevándose una mano a los labios: y esto pareció enfurecer a la amiga de Ban. Intercambió mirada con los robots y su objetivo y sus ropas se pusieron, de nuevo, naranjas por un segundo.

¡No, no, no! ¡Esta era nuestra noche! ―protestó infantilmente la muchacha, cerrando los ojos con fuerza y agitando los puños―. ¿Qué hacen aquí? ¡Escogí esta noche porque no vendrían! Es como aquella vez, argh, cuando estaba a punto de ganar ese concurso con mi anterior compañero y... ¡Me aplastaron! ¡Me dejaron sin nada!

El DJ había dejado de tocar para escuchar la excelente música de los dos invasores. Aquella situación parecía haber hundido a la chica, pues estaba claro que nadie les prestaría atención con aquellos sujetos allí. Sus sueños, aplastados por una entrada por todo lo grande.

Vámonos. Total, no somos programas MP3 nacidos para la fama con gente como ellos...

Quizás rendirse era una opción. Sin embargo, era imposible no fijarse en que en la zona donde estaba el DJ había un teclado muy llamativo y precioso, parecido al de un piano que seguramente se controlase igual; y también un micrófono al alcance del nefasto DJ. Pero definitivamente, allí no había nada que hacer.

La música de aquellos dos robots era demasiado excelente.

Spoiler: Mostrar
Fecha límite: martes, 10 de junio de 2014.

Lista de objetivos
- Lograr suministro de ropa.
- Lograr suministro de discos.
- Conseguir una base de operaciones para vuestro bando.
- Averiguar qué fue de Andrei Saavedra.
- Averiguar qué fue de Dark Light.

Lista de lugares
- Coliseo de juegos
- Puerto militar
- Tuipper S.A.
- Central de energía
- Plaza de la ciudad / Birth Wrong [Light, Ragun & Aleyn]
- Club Línea de Meta [Ban]
ImagenImagenImagen
Imagen
¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
Imagen
Avatar de Usuario
Soul Artist
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4170
Registrado: Dom Jul 30, 2006 3:30 pm
Dinero: 2,576.12
Banco: 4,041,456.56
Ubicación: Tus pesadillas
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 46

Re: Ronda #3 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sombra » Vie Jun 06, 2014 2:58 am

Spoiler: Mostrar


El programa no dudó en correr hacia mí, me agarró con fuerza y estuve a punto de utilizar nuevamente las alas para escapar con ella, sin embargo la mujer se paró en seco. Bajé un poco la mirada para ver lo que ocurría encontrándome una escena horrible. La mujer había sido atravesada por un brazo naranja tan largo que parecía de goma, aquella era sin duda una herida fatal. El cuerpo de la prisionera se deshacía con una velocidad sorprendente.

Empecé a sentir un calor en la zona por la que había sido agarrado con aquella mano de luz anaranjada.

Tron li...

El cuerpo de la chica se desvaneció finalmente sin poder acabar aquella frase, tras ella estaba el hombre que había pronunciado aquel discurso y también su ejecutor. Aquella pobre programa había muerto, mi intento de salvarla tan solo se había convertido en una vana acción.

<<Mierda>>

La sonrisa de Tesler logró que un escalofrío recorriese mi cuerpo y entonces empezó a tirar de mí para recibirme con un puñetazo que me lanzó literalmente por los aires e incluso me hizo rodar por el suelo unos metros. El guardia que había caido se incorporó para colocarse al final del puente tratando de evitar que pudiese escapar.

¡Un nuevo simpatizante del Renegado! ―exclamó mientras trataba de provocarme―. Habla, programa: ¿qué te motiva a seguir a ese traidor? ¿Es por el poder? ¿La fortuna? ¿O es que crees en la basura que propaga para sus propios objetivos?

<<Es muy fuerte>>

Medité unos instantes mi respuesta, hice una mueca de desagrado y me llevé la mano a la mandíbula. No me gustaba en lo que me había metido, pero ya no había marcha atrás. Tenía que evitar un enfrentamiento contra aquella persona, desconocía sus poderes y si podía matar de aquella forma a una persona... Prefería no saber si podría acabar igual.

¡Te equivocas! ―exclamé tratando de provocar las dudas en Tesler―. Lo has malentendido todo, tengo el mismo objetivo que tú.

>>Ese programa no iba a contestar a tu interrogatorio sin importar que le hicieras.

Di un paso hacia el Bandersnatches* con las manos alzadas como en señal de rendición. Bajé el tono de mi voz lo suficiente como para que tan solo él me escuchase y clavé mis ojos en los suyos como si tratase de probar mi determinación.

Lo que pretendía era ganarme su confianza y que me revelase toda la información que buscas incluyendo su centro de operaciones. Habría sido un golpe letal para los Renegados.

>>No necesitamos irregularidades como ellos, tenemos que eliminarlos a todos... Y después es el turno de los usuarios ―finalicé la frase como si la propia palabra "usuarios" me diese asco.

Ocultar lo que de verdad pensaba era realmente difícil, pero era mi propia vida lo que estaba en juego, quería que creyese mis palabras. Aquello no excusaba que dos de sus soldados hubiesen muerto a manos de mi magia, pero si lograba hacerle creer que todo era por un bien mayor...

Había perdido la oportunidad de salvar a aquella chica y así tener un acceso fácil de materiales para la misión, necesitaba asegurar aquellos suministros que supuestamente teníamos que buscar cuanto antes para poder empezar la búsqueda del Maestro Andrei, sin embargo La Red era demasiado grande, podía estar en cualquier lugar. ¿Cómo era posible encontrarle? Una loca idea apareció en mi cabeza, no sabía si podía funcionar pero tampoco tenía muchas más opciones.

Apreté el puño y bajé mi mano mirando con intensidad a Tesler.

No quiero poder o fortuna. Deseo que La Red siga mejorando y quiero contribuir lo máximo posible en ese propósito. Quiero ser parte de la Guardia, eso es lo que busco.

En mi imaginación cruzaba los dedos. Si salía mal tendría que escapar cuanto antes invocando mis alas y huyendo a donde pudiese.

Spoiler: Mostrar
*Bandersnatches es un monstruo del Resident Evil Code Verónica que podía alargar su brazo. El propio nombre significa "brazo largo".
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Light » Lun Jun 09, 2014 11:02 pm

¡Deprisa! ―alentó a Aleyn para que se moviera más rápido.

Ambos aprendices lograron escapar gracias a la distracción provocada por aquel individuo. Ahora que la capucha ocultaba su rostro, su identidad, estaba más tranquilo. Esperaba que aquel atuendo resultara normal y nadie sospechará de él por esconder su rostro.

¡Deteneos!

Dos imponentes programas salieron a su paso, impidiéndoles que siguieran avanzando. Light dejó escapar un “mierda” y paró en seco.

Light intercambió miradas entre sus perseguidores y se replanteó la posibilidad de escapar por el aire, aunque la rechazó porque cabía la posibilidad de que Aleyn no supiera materializar Alas de Solsticio u otra habilidad semejante. Ni se replanteó la absurda idea de cargar con él mientras escapaba con las alas.

En nombre de CLU, entregas vuestros discos o preparaos para ser eliminados ―ordenó uno de los programas, quien comenzó a aproximarse.

El aprendiz volvió a intercambiar miradas, esta vez con Aleyn. Negó con la cabeza, dejando claro que no lo entregaría bajo ningún concepto. Ignoraba lo que pudiera pasar con ellos si los entregaban, y tampoco quería averiguarlo. Recordó que en Espacio Paranoico los programas que se encargaban de Los Juegos utilizaron sus discos para adquirir información sobre ellos. No podía asegurar que fuera el mismo caso en La Red.

¿Pero por qué demonios nos están persiguiendo? ¿Acaso hemos llamado mucho la atención? Imposible.

Los discos ―insistió―. Ahora.

Light se dispuso a materializar su Llave Espada, cuando de repente…

El rugido de un motor se hizo oír, despistando a uno de los guardias. Light se volteó rápidamente para comprobar que uno de los soldados había sido arrollado por un vehículo. El soldado herido yacía ahora bajo sus pies, colapsado por el gran impacto.

¿Qué demonios?” siguió con la vista a la sombra que saltaba por encima de ellos, oculta por la intensa luz de su vehículo. El individuo que conducía el vehículo descendió de éste y dio un salto para interponerse entre los aprendices y el último de los guardias en pie.

¡El Renegado está...!

El programa utilizó el disco que llevaba en su espalda como arma para derribar al programa y salvarles así el pellejo.

Aquel programa había acabado con ellos sin despeinarse. Light miró de arriba abajo al programa que les había salvado: ocultaba completamente su cuerpo con una armadura completamente blanca. Su traje además tenía la peculiaridad de que, en la parte del pecho, contaba con unas luces de color azul.

En conclusión, aquel programa lucía bastante diferente respecto a otros programas que habían visto en La Red.

Su salvador se asomó a la plaza para comprobar por sí mismo la situación. Al mismo tiempo, Light dirigió su mirada hacia Aleyn, posiblemente tan estupefacto como él.

Esto… ¡Eh! ¿Qué estás haciendo? ―soltó otra exclamación en cuanto el programa empezó a arrastrarles consigo, cogiéndoles por las muñecas. Light meneó con violencia el brazo para liberarse de él―. Antes de nada, ¿quién eres tú?

¡Mi nombre es Tron! ―se presentó el programa. Aquel nombre lo habían escuchado recientemente de hecho: un traidor según Tesler, alguien que supuestamente ya estaba muerto―. ¿Sois vosotros? ¿Los usuarios?

Light asintió con la cabeza sin pensárselo y en seguida se arrepintió. No debía ir por ahí diciendo que eran usuarios tan a la ligera.

Tenemos una amiga en común. ¡Subid!

¿Una amiga?

Light se mostró reacio en un principio. Era cierto que aquel programa les había salvado el pellejo, en efecto; y, al igual que ellos, se podía considerar un enemigo de Tesler. Por consecuencia, ¿podían considerarse aliados?

Por otra parte, Light no confiaba en aquel programa, y resultaba natural porque no lo conocía de nada. Además, los programas no le causaban precisamente mucha simpatía, ¿podría confiar en él?

Estaba claro que no.

Aunque no arreglarían nada quedándose allí de todas maneras. Otros guardias podrían atraparles tarde o temprano: a la vista del caos de la plaza, no sería extraño encontrarse con más subordinados de Tesler rondando por los alrededores. Su prioridad seguía siendo alejarse de la plaza.

Vamos ―Light finalmente tomó una decisión y se subió al transporte del supuesto Tron.

>>¿Por qué nos has salvado? ¿Estás a favor de los usuarios? ―comenzó a preguntarle mientras se alejaban del lugar. Antes de nada, quería conocer las intenciones de aquel tipo.

"Mi maestro os está eternamente agradecido. Siempre seréis bienvenidos en la Red. Por favor, contad con mi ayuda en el futuro."

Solo había conocido a un programa de la Red que encajara con aquella descripción. No la conocía demasiado y no podía considerarla una amiga, pero sí que podía considerarla una aliada de los usuarios como él.

Un programa nos ayudó la última vez que estuvimos aquí, cuando luchamos contra Erased Data. Ahora no recuerdo su nombre, pero recuerdo que tenía el cabello negro y corto… ¿Encaja con la descripción de esa supuesta amiga nuestra?

>>¿Podrías llevarnos con ella?


Spoiler: Mostrar
No recuerdo que Quorra se haya presentado o nos hayan dicho su nombre. Por eso Light no sabe su nombre xD

Tampoco tengo el código de Quorra xD asi que no le he puesto color
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Light
144. Xion Forma Final
144. Xion Forma Final
The Unknowns
 
Mensajes: 4309
Registrado: Mar Ago 24, 2010 7:20 pm
Dinero: 116.22
Banco: 474,840.29
Sexo: Masculino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 59

Re: Ronda #3 - Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Astro » Mié Jun 11, 2014 1:30 am

¡Chico eficiente! ¡Así me gusta! ¡Vamos, vamos, vamoooos!

Medio a rastras, la chica me llevó hasta el Línea de Meta, que resultó ser, para mi asombro, un club. Un club enorme y seguramente famoso, pues parecía que todo el edificio (uno de los más altos de la Red) formaba parte del establecimiento. Cuando llegamos, lo que me encontré consiguió sorprenderme: diversión.

Sí, se me hizo raro ver a los programas bailando, riendo y disfrutando. Con todo lo que recordaba y lo que había vivido en la Red, siempre había identificado ese mundo como uno triste y oscuro (uno ideal, vamos). Y descubrir que me equivocaba, que los habitantes sí que podían llegar a ser felices y disfrutar, me descolocó. Incluso me molestó un poco.

Música tecno, repetitiva y con falta de estilo, no paraba de sonar. Coletas Gigantes, visiblemente nerviosa, intentó relajarse mientras me sonreía. Era obvio que había venido con algún objetivo, buscando o queriendo algo de este club. Y tenía que descubrirlo cuanto antes si no quería levantar sospechas.

¡Mira, mira, mira! ¡Está ahí!

En un piso superior a la pista de baile, frente a un despacho, se encontraba un hombre bastante llamativo: ropa azul, pelo blanco, un bastón en la mano, y acompañado por dos alegres señoritas. Sólo había que mirarlo para darse cuenta de que era uno de los que mandaban allí.

Spoiler: Mostrar
Imagen

¡Sí! ¡Sí! ¡Esta es mi noche, lo presiento! ―me agarró de las manos y empezó a saltitos cual conejo―. ¡Si le impresionamos querrá contratarnos aquí, todas las noches! ¡Vamos a ser famosos, vamos a ser famosos!

Asentí con una sonrisa, fingiendo que compartía su entusiasmo, mientras analizaba la situación. Contratarnos. Vale, veníamos buscando un trabajo, ¿qué tipo de...?

Un fuerte ruido me sacó de mis pensamientos. La música, la luz y las voces desaparecieron. Y el ascensor se abrió: con ellos dentro.

¿Pero qué...?

Spoiler: Mostrar

Absurdos. Esa era la palabra que mejor definía a a los dos programas que habían aparecido: cascos gigantes, su propia música y enfocados por todos los focos de la sala. Parecían robots. La gente gritaba, histérica, al verles.

¡Son Daft Puuuuunk! ―gritó una fan histérica.

Spoiler: Mostrar
Imagen

Contemplé, divertido, a mi compañera apunto de darle un ataque de nervios. Cuando el dúo dinámico entró en la sala, toda la atención del jefazo blanco había pasado a estar en ellos. Su ropa volvía a estar naranja por momentos, mientras se esforzaba por no explotar de ira.

¡No, no, no! ¡Esta era nuestra noche! ―pataleó, enfadada―. ¿Qué hacen aquí? ¡Escogí esta noche porque no vendrían! Es como aquella vez, argh, cuando estaba a punto de ganar ese concurso con mi anterior compañero y... ¡Me aplastaron! ¡Me dejaron sin nada!

Arrugué un poco la nariz, imaginándome lo que habíamos venido a hacer aquí: a hacer de músicos para que nos ficharan. El trabajo soñado para un programa, vamos. Miré de reojo al DJ de la sala, que había dejado de tocar en cuanto Daft Punk habían aparecido, eclipsado por su música.

Vámonos. Total, no somos programas MP3 nacidos para la fama con gente como ellos... ―me pidió, deprimida.

Me llevé una mano a la barbilla, indeciso. Aunque no me entusiasmaba la idea, conseguir un trabajo de este estilo podría darme contactos en este mundo, con lo que facilitar la búsqueda de Saavedra. El dueño tenía toda la pinta de tener sus hilos en los lugares oscuros de la Red. Además, me intrigaba la reacción de estos "programas" ante la música: ¿tenían los mismos sentimientos que un humano? ¿O sólo hacían lo que estaban programados a hacer? Este lugar había abierto una nueva percepción de ellos.
Incluso podría conseguir equipo y una base para el bastión, asegurándome que Nanashi no nos echara la bronca al volver (mi confianza en Ragun era escasa, por no decir nula, en este tema).

Pero para eso, antes tendría que ocuparme de los dos raritos de Daft Punk. Miré a la zona del DJ, descubriendo un teclado que me llamaba a gritos y un micrófono. Dirigí la mirada a Coletas Gigantes, y la agarré de la mano.

Ni hablar. Vamos ―esta vez fui yo quien tiró de ella, arrastrándola con fuerza para que me siguiera.

Intentando no llamar la atención, la llevé hasta la zona del DJ. Mi plan, además de apresurado, era bastante arriesgado. Tenía demasiadas incógnitas, demasiados vacíos llenados con suposiciones. Pero la ausencia de un riesgo real hizo que siguiera adelante: esta vez no había demonios ni duendes que me comiesen si fallaba.

Quita de en medio ―ni corto ni perezoso, aparté al DJ de un patadón para que dejara la zona libre.

Debía ser rápido. Solté la mano de la chica y probé el teclado, asegurándome que se podía usar como el piano que yo conocía: el sonido era más digital, pero serviría.

Quieres ser famosa, ¿no? Impresionar al jefazo y tocar aquí todas las noches. Pues bien, eso no vas a conseguirlo si te rindes sin luchar, Coletas Gigantes ―le dije, pasándole el micrófono―. Canta como tú sabes, y dejémosles con la boca abierta.

Tuve que hacer esfuerzos para no vomitar arcoíris, o que no se notara el asco que me daba soltar tantas cursilerías. Desgraciadamente para mí, si quería que me hiciera caso, tenía que convencerla con palabras bonitas que tanto gustan a los blandengues.

»Por cierto, no me acuerdo de ninguna canción, así que tendremos que improvisar ―le comenté, volviendo a poner la falsa cara de arrepentimiento―. Tranquila, seguro que lo haces bien. Tú sigue mi música, y asegúrate de no fastidiarla.

"O te arrancaré todo el pelo hasta dejarte calva."

Miré al teclado, concentrándome. Mi mente funcionaba a toda velocidad, elaborando una partitura que funcionase tanto con la voz de la chica como con el estilo del local. Por suerte, que el crío jugase a tanto videojuego me era muy útil en ese momento. No tener corazón también, pues sólo tenía que pensar y tocar, no había nervios que me hiciesen fallar o dudar.

Tras un minuto, estaba preparado. Asentí a Coletas Gigantes, indicándole que estaba listo, y empecé a tocar una melodía que fui improvisando sobre la marcha. Esperaba que la chica fuese la suficientemente buena como para seguirme con una letra a la altura, o que al menos gustase lo suficiente al público.

Spoiler: Mostrar

El plan tenía muchos agujeros. Muchísimos. No sólo teníamos que conseguir que la coordinación entre ambos fuese perfecta (o casi), también teníamos que lograr que gustase a la gente del local, sobre todo al jefazo. Por no mencionar que en cualquier momento podrían los matones del club para echarnos a patadas. Por suerte, el único peligro era ese: una patada en el culo, y fuera. Lo que podía ganar era mucho mayor que lo que podía perder. Esta vez, merecía la pena desafiar la lógica y probar suerte.

Quien no arriesga, no gana.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [La Red] Un lugar por el que obsesionarse

Notapor Sally » Mié Jun 11, 2014 5:06 am

¡Deprisa! ―urgió Light, aunque Aleyn no necesitaba que le animaran.

Sus piernas corrían todo lo rápido de lo que eran capaces mientras tomaban un callejón, escapando por fin de la locura que se había formado a su espalda. No obstante, su huida no resultó satisfactoria ni mucho menos, puesto que fueron interceptados por un guardia, que apareció ante ellos.

¡Deteneos!

Frenó lo más rápido que pudo para darse la vuelta y dirigirse de nuevo hacia la Plaza, pero un segundo guardia, armado, les interceptó igualmente. Se quedó tan impresionado momentáneamente que sólo fue consciente de que Light dijo algo, pero no el qué.

<<¿Qué es lo que he hecho mal?>> Pensó, notando que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento, de lo rápido que le latía.

No podía ser casualidad que aquellos guardias les hubieran hecho detenerse. ¿Acaso se notaba tanto que no era de allí? ¿Había sido por usar los platines en vez de créditos? ¿O era porque, a pesar de la capa, habían distinguido el rostro de Light? El callejón estaba oscuro, pero no dejaba de ser alguien buscado por las autoridades…

En nombre de CLU, entregad vuestros discos o preparaos para ser eliminados ―uno de aquellos guardias empezó a acercarse, y Aleyn retrocedió un poco de forma instintiva.

¿Los discos? Sabía que era aquello que llevaban a la espalda, aunque no conocía su función ni el motivo por el que se los estaban exigiendo, pero debían ser lo bastante importantes como para que la opción a no dárselos fuera la muerte. ¿Debían entonces entregarlos para no tener más problemas? Miró a Light, con la esperanza de que estuviera menos perdido que él, y ganando una negación con la cabeza como respuesta. Nada de obedecer a los guardias, pues.

Los discos ―repitió entonces el hombre que estaba a su espalda, viendo que ninguno de ellos estaba por la labor de dárselos―. Ahora.

No tenían ninguna salida, y no daba la impresión de que aquellos dos fueran a retractarse de su amenaza anterior. “O preparaos para ser eliminados”. Sintió un escalofrío. ¿Tenían que luchar? Porque de ser así, iban a estar en clara desventaja. Los latidos de su corazón eran como fuertes golpes de tambor en sus oídos, y su cuerpo se tensó, preparándose. Tal vez si atacaban primero podían contrarrestar su falta de habilidad…

Sin embargo ninguno de los aprendices llegó a invocar su Llave Espada antes de que un ruido hiciera volver la cabeza al guardia que tenían enfrente, justo antes de que las ruedas de un extraño transporte se llevaran su cuerpo por delante, lanzándolo a sus pies. Una luz demasiado intensa para su gusto emanaba del vehículo que parecía haberles abierto una ruta de escape, pero aun así pudo distinguir, a pesar de la protesta de sus ojos y de la sorpresa, que un hombre, vestido de blanco como la mujer de la plaza, desmontaba de él.

La mente de Aleyn estaba aún procesando lo ocurrido, cuando el misterioso recién llegado se dirigió hacia el otro guardia, empuñando un disco, que seguramente sería el de su espalda.

¡El Renegado está...!

Antes de que terminara de avisar a quien fuera –o eso imaginaba, al verle hablando con su muñeca-, el hombre de blanco le dio un golpe seco con el disco, dejándole fuera de combate. Sin mediar palabra, el desconocido siguió avanzando por el callejón en dirección a la plaza, seguramente para ver a qué se debía el escándalo, o de qué habían estado huyendo.

<<¿Nos ha salvado? ¿Por qué nos ha salvado?>>

Sin darle tiempo a repetir aquella pregunta en voz alta, regresó junto a ellos y les agarró por las muñecas, obligándoles a moverse. Suponía que aquel hombre no pretendía hacerles daño, o les habría dejado en manos de los guardias, pero aun así, no estaba acostumbrado a que los desconocidos le tocaran, y mucho menos que intentaran arrastrarle hacia ninguna parte.

Esperad, caballero… ―musitó angustiado, aunque con un tono mucho más bajo que el de Light, cuya actitud ante las acciones de su salvador era más violenta.

Antes de nada, ¿quién eres tú? ―preguntó su compañero tras intentar liberar su brazo.

¡Mi nombre es Tron! ―eso encajaba con lo que el guardia había estado diciendo antes de que le dejara inconsciente; a fin de cuentas, Tesler le había llamado Renegado en la Plaza… Aunque también había dicho que estaba muerto. Aleyn consideró que no era educado preguntarle a alguien que por qué seguía vivo cuando se suponía que no debería estarlo―. ¿Sois vosotros? ¿Los usuarios?

Aún no tenía claro el concepto del todo el concepto de “usuario”, no obstante, vio a Light asentir por el rabillo del ojo, así que supuso que tenía razón al pensar que era el término para los extranjeros. O quizás el otro aprendiz sólo estaba intentando congraciarse con el tal Tron.

Tenemos una amiga en común. ¡Subid!

Miró con aprensión el transporte al que les estaba invitando a subir. Era imposible que se estuviera refiriendo a él cuando decía “Tenemos una amiga en común” porque sólo tenía una amiga y no estaba allí, así que se imaginó que se refería a los usuarios.

¿Estaba bien fiarse de un desconocido, aún cuando les había salvado de una mala situación? ¿Y si era en realidad un seguidor de Tesler, disfrazado para obtener información o algo similar? Antes de haber entrado en La Red, seguramente habría confiado en él sin problemas, pero ya no era capaz de ver las cosas de la misma manera. No en ese mundo, al menos. No obstante… si quería ayudarles de verdad, suponía una forma rápida de alejarse de la Plaza y de otros guardias que pudieran venir a rastrear la zona. Además, si formaba parte de alguna clase de resistencia clandestina, podía serles de ayuda en su misión, ya fuera con las cuestiones de suministro o información.

¿Deberíamos ir…? ―le preguntó a Light, señalando a Tron con la cabeza, pensando que iba a cansarse de esperarles en cualquier momento.

Vamos.

Aleyn se subió al vehículo después de su compañero, sin saber exactamente cómo funcionaba o dónde tendría que agarrarse. Esperaba no caerse durante el tiempo que durara el trayecto adonde Tron quisiera llevarles.

¿Por qué nos has salvado? ¿Estás a favor de los usuarios? ―preguntó Light una vez que se hubieron puesto en marcha. No se andaba con rodeos, desde luego― Un programa nos ayudó la última vez que estuvimos aquí, cuando luchamos contra Erased Data. Ahora no recuerdo su nombre, pero recuerdo que tenía el cabello negro y corto… ¿Encaja con la descripción de esa supuesta amiga nuestra?

>>¿Podrías llevarnos con ella?


¿Y podríais explicar por qué parece que la ciudad está… ―¿loca? ¿Agresiva con los extranjeros? ¿Oficiando ejecuciones públicas? ― tan belicosa? No da la impresión de que lleve mucho tiempo en ese estado, aunque esté claro a quién le agrada semejante ambiente…

Había añadido aquello último pensando en las personas que en la Plaza no habían mostrado contento por la muerte de la mujer de blanco, y porque pensaba que, si los Maestros de Tierra de Partida hubieran sabido lo mal que estaban las cosas allí, habrían enviado a más aprendices a investigar, o incluso habrían ido con ellos.
Imagen
“Love is the greatest of dreams, yet the worst of nightmares.”
Ficha
Cronología

Spoiler: Mostrar
Rᴀɢɢᴇᴅʏ ᴍᴀɴ, ɢᴏᴏᴅɴɪɢʜᴛ
Imagen
¡Gracias, ita!
Avatar de Usuario
Sally
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 162
Registrado: Dom Feb 09, 2014 11:25 pm
Dinero: 9,630.15
Banco: 17,139.08
Ubicación: Cathedral of Winchester
Sexo: Femenino
Karma: 0

Siguiente

Volver a Tercera Saga

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron