[País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Ban y Gata; Light, Bavol + Fyk

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Notapor Nell » Lun Ene 12, 2015 1:23 am

Tierra de Partida


La Calma de Bavol ayudó a sembrar un ambiente de tranquilidad completamente ilógico para la situación durante el griterío de Light. Sin embargo, este captó la atención de todo el mundo en cuanto mencionó la existencia de un antídoto, y todos se le echaron encima para preguntarle dónde estaba. El capitán de los mosqueteros tuvo que dar órdenes a sus hombres para que retiraran a las masas y así llegar hasta el chico.

Le preguntó acerca del antídoto, de cómo lo había encontrado y por qué sabía de su existencia. La explicación sobre los detectives privados no le convenció mucho, hasta que Bavol llegó con la caja en cuestión, repleta de frascos para todos los infectados. A partir de entonces, pospuso las preguntas para repartir el contenido entre los invitados.

Chico, nadie quiere ahora mismo comer nada del lugar donde les han envenenado. Ni siquiera sabemos en qué platos se encontraba el veneno o si todavía queda comida infectada.

Mientras el capitán pegaba más órdenes para buscar vasos y distribuía el antídoto entre los nobles, Light se acercó a Lucile y le preguntó por su amiga.

Quién sabe. Salió corriendo en cuanto se enteró de que estaba envenenada a por su médico familiar. Supongo que volverá en cuanto se entere de que tiene aquí el antídoto ―sonrió―. Acepto tus disculpas, señor detective. Y espero que me perdones por haberte mentido a su vez. A mí también me regalaron la entrada para «hacer un trabajito», aunque mi amiga pensara que su padre la había conseguido por otros medios. Sin embargo, alguien se encargó de ello por mí con un micrófono desde el escenario. Espero que aun así mi tito me pague lo prometido. Por cierto, ahí viene. Un placer, Light ―se despidió, terminando la copa y dejándola en una mesa.

Acto seguido, se alejó de él para arrojarse a los brazos de Boris y darle un abrazo. La expresión le había cambiado por completo y se asemejaba más a la de Augustine, como una niña asustada.

Ya no tenían nada más que hacer allí y, tarde o temprano, empezarían a hacerles más preguntas y a encontrar los fallos de su historia. Hallaron a Fyk y decidieron partir.

De acordarse, si Bavol se pasaba antes por el vestuario, recuperaría su preciado disfraz.

* * *


La noche era cerrada y no había nadie más por los alrededores. Solo les iluminaba una farola de la plaza cuando aterrizaron en Tierra de Partida.

Encontrarían a Yami sentada sobre los escalones que había a la entrada del castillo. Estaba arropada por una manta (que Lyn le había dejado para que no pasara frío) y hablaba con alguien… invisible, como era habitual.

Ay, ¡no nos regañes! Si hubiera sabido que querías ver la ópera, te habría esperado para ir a verla juntas. ¡Como en los viejos tiempos! ―le decía a su acompañante, antes de atisbar a los aprendices―. ¡Habéis vuelto! ―Se le iluminaron los ojos y se puso en pie―. Mis bonitos chocobitos. O sardinitas. ¡Ya no me acuerdo! ¿Se cumplieron vuestros deseos?

Aquella era su última prueba. ¿Qué versión de la historia debían contar?


Bastión Hueco


Estaban tendidos bajo un manto de estrellas, arropados por prendas de varias ropas como chalecos, pantalones, una liga… La cabeza les daba vueltas, confundiendo la realidad con las disparatadas imágenes de su imaginación, que se mezclaban con sus últimos recuerdos y con los más lejanos.

Apenas eran capaces de mantenerse lúcidos. De eso era muy consciente el chico que estaba sentado a sus pies, de espaldas a ellos, y que verían al ladear la cabeza.

Jamás se lo tendría que haber dicho. Esto ha sido una locura. Esto…

Hablaba sin parar para sí mismo.

Su voz fue menguando poco a poco. Por el ruido que hizo al moverse involuntariamente uno de los aprendices, Daichi se giró y pudieron ver qué le ocurría: había lágrimas en sus ojos, que se derramaban sin control, a pesar de que el joven hacía lo posible por retener los gemidos y espasmos.

¿Qué? Es normal llorar. Puede que haya cometido muchos errores en las últimas horas. Eso no cambia nada. Era como una madre para mí.

Incapaz de mantenerse durante más tiempo despiertos, se rendirían otra vez al sueño.

* * *


Despertarían dos días después en la enfermería, cuidados por una malhumorada Shinju, quien no paraba de berrear que cuando fuera Maestra se las pagarían todas juntas (por encargarle trabajos tan engorrosos). Una vez lúcidos y conscientes ambos, se sentó a explicarles lo que sabía:

Wix ha muerto. No me preguntéis cómo ni por qué, porque no lo sé. Es lo que dice ese tonto de Daichi, y como no ha aparecido para hacer sus labores, habrá que creerle. Estabais envenenados por el veneno que el muy idiota creó, y os administró el antídoto (aunque llevaba poco) a tiempo para salvaros.

Frunció los labios, como una niña enfurruñada. Obviamente, no le gustaba estar allí. Cogió una hoja de papel y se dispuso a escribir.

¿Y bien? ¿Qué sabéis vosotros? Porque Nanashi no puede creer que nadie sepa explicarle qué ocurrió hace dos días. Puede que uniendo las partes saquemos algo.

¿Qué era lo que sabían y habían deducido en su experiencia en la ópera?



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¡Menudo jaleo, jo, jo! No me esperaba que fuera a encontrar una situación así. ¡Y qué inútiles los mosqueteros a la hora de actuar! Habrá que informarle a él



Fecha límite: 17 de enero.
Este será vuestro último post. Sin embargo, NO es obligatorio postear. El 17 postearé las puntuaciones y cerraré con la despedida.
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Re: [País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Notapor Light » Lun Ene 12, 2015 8:52 pm

Se sintió mucho más aliviado tras la llegada de Bavol, quien traía el antídoto consigo. Las excusas de Light no parecían haber convencido del todo a las autoridades y estos no dejaban de sospechar de él. Tenía los nervios a flor de piel y los efectos del veneno inofensivo seguían ahí: no estaba para responder preguntas en ese momento precisamente, había pasado por una experiencia bastante dura y lo único que quería era dejar constancia del antídoto y largarse de allí.

Aprovechó el bendito momento en el que le dejaron en paz para hablar con Lucile y compartir algunos tragos con ésta. La pájara le hizo saber que su amiga se había marchado de allí nada más enterarse del envenenamiento.

«Pobrecita, debe haberlo pasado muy mal…».

Lucile también le confesó que había asistido a aquel lugar para “hacer un trabajito”. No especificó mucho más y se alejó del aprendiz para lanzarse a los brazos de un oso barbudo, dejándole con la palabra en la boca.

Aquel oso, Boris, era uno de los que mandaban en aquella ópera; o al menos esa fue su impresión nada más escuchar su mensaje de bienvenida. Lucile y Fyk le habían nombrado anteriormente y, si su memoria no le fallaba, la pájara le había confirmado que se trataba del Director. Puede que se tratara del mismo Director que, según Bavol, les había contratado. Se trataba de una mentira inventada por el gitano obviamente.

No quería levantar aún más sospechas y tampoco estaba de humor para responder más preguntas, así que salió inmediatamente al exterior. Afortunadamente los mosqueteros seguían repartiendo el antídoto, por lo que no le detuvieron ni le llamaron la atención.

Esperó a sus compañeros aprendices afuera y, una vez se reunieran todos, volverían a su hogar. Al fin.

***


El viaje no resultó nada agradable por culpa de su estado, pero al menos podía sentirse afortunado de llegar vivo a Tierra de Partida.

Aterrizó en tierra firme, hizo desaparecer su armadura ―el glider también― y se dirigió con premura hacia la escalinata del castillo, tiritando. Estaba deseando llegar a su habitación y resguardarse bajo las mantas calentitas de su cama. Seguramente no iba a pegar ojo en toda la noche debido a todos los acontecimientos, pero al menos su cuerpo enfermo se lo agradecería.

Yami se encontraba allí, sentada sobre uno de los escalones que ascendían hasta el castillo. Estaba hablando sola, algo muy normal viniendo de ella. Light no pudo evitar sentir un poco de envidia al verla arropada con aquella manta: estaba deseando cubrirse con una cuanto antes.

¡Habéis vuelto! ―Parecía bastante contenta de tenerles de vuelta―. Mis bonitos chocobitos. O sardinitas. ¡Ya no me acuerdo! ¿Se cumplieron vuestros deseos?

«¿Deseos? Oh, la bendición», casi se había olvidado del motivo principal por el que se había embarcado en aquella aventura.

Pues no ―soltó, mirando para otro lado―. Qué casualidad que algunos integrantes de Bastión Hueco acudieron e intentaron matar a todos los asistentes con un veneno letal. Tuvimos… digo, tuve que matar al incorpóreo de la Maestra Iwashi, Hisa Wix, para encontrar el antídoto y salvar a todos ―confesó brusco, haciendo énfasis en la palabra matar. Intentó contener la furia que guardaba dentro, apretando los puños, pero le resultó imposible. Llevaba el cabreo dibujado en la cara―. ¡De puta madre la noche!

Ya se disculparía por sus groseras palabras al día siguiente. Incapaz de permanecer allí un segundo más, se fue directo a su cuarto, como una exhalación. Había hecho caso al informe de Wix y no le había contado a Yami la verdad, respetando así la última voluntad de la traidora de Bastión Hueco. Qué menos podía hacer por ella tras matarla.

Ignoraría si Bavol se lo contaba porque él ya no se encontraría allí para escucharle.

Caminó y caminó hasta alcanzar la entrada a su dormitorio. Entró y dio un portazo tremendo que posiblemente despertaría a más de un aprendiz; y con toda seguridad, a una mascota.

Se trataba de Gaomon. Se encontraba tumbado sobre el suelo, hasta hace un momento en pleno sueño. Su mascota, a la vista del tremendo enfado de su amo, no esperó ni un segundo para preguntarle. Había permanecido allí durante toda la noche y no tenía ni idea de lo que había sucedido.

El joven no respondió y el animal no insistió. Se quitó los zapatos en un momento, haciendo uso simplemente de las puntas de sus pies, y se arrojó sobre su cama tras retirar de un violento movimiento las mantas. No se molestó en cambiarse de ropa, dormiría así tal cual.

Se volteó de tal forma que le dio la espalda a Gaomon e hizo un intento de dormir, en vano. No podía quitarse de la cabeza la muerte de Wix y sus últimas palabras todavía resonaban en su cabeza, así como el secreto revelado en aquella hoja de papel. ¿Habría sido más feliz si no se hubiera enterado nunca de la verdad?

No, en absoluto. Gracias a aquel informe, era consciente de los sentimientos de Wix y la había logrado comprender al fin. Habían compartido la angustia de la guerra y ninguno de ellos había deseado acabar con la vida de nadie.

Pero él, aparentemente, había acabado con la vida de la Guardiana. Y eso le marcaría de por vida con toda seguridad.

«Lo siento», sacó del bolsillo el colgante y lo agarró con ternura, con ambas manos. Aquel objeto era lo único que quedaba de la Guardiana ahora y significaba mucho para él.

Sin soltar el colgante, lloró en silencio hasta que el sueño le venció.

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Y fin. Jo qué triste todo ;w; pero en fin, la trama ha estado lindisima. Ais...

*Le entra una depresión de caballo*
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Re: [País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Notapor Tidus Cloud » Lun Ene 12, 2015 11:44 pm

Espera un momentito, Fyk ―le indicó el gitano a su compañero extraterrestre.

Bavol se había acordado de que, pese a todo lo ocurrido, aún tenía algo que debía recoger: el traje que había traído a la ópera y que le había sido robado. Esperaba que aquel tipo hubiera cumplido con su promesa y se lo hubiera dejado en su sitio, aunque teniendo en cuenta lo sucedido, ya no tendría sentido pelearse más de no encontrarlo.

Si en su camino hacia el vestuario, llegaba a ver a Augustine decidiría acercarse a ella. Simplemente se colocaría a una distancia suficiente para que le pudiera ver y oír claramente e independientemente de si estaba abrazada a las faldas de su madre, le diría:

L-lo siento mucho, Augustine. Yo no quería esto... ―Bavol desvió la mirada apenado por cómo había acabado la relación entre ellos y decidió continuar con su camino.

Una vez en el vestuario, el gitano echó un vistazo al deplorable estado en el que se encontraba su amado disfraz y no pudo evitar soltar un suspiro cansado. Se abrazó al traje y cerró los ojos durante un momento, aquello no era lo peor que había pasado aquel día.

Estaba ya más tranquilo que cuando había tenido que ver morir a Wix (aunque no era la primera vez que veía morir a alguien), pero aún sentía como algo desconocido en su interior le alteraba profundamente. Amenazar la vida de civiles, traiciones, mentiras, peleas, intrigas e incluso la muerte de inocentes… Nunca se imaginó que la guerra entre los dos bandos podía ser de aquella manera.

* * *

Bavol se mantuvo en silencio durante todo el viaje de regreso a Tierra de Partida. No sabía qué decir ni tampoco sus compañeros parecían muy dispuestos a hablar; sin embargo, hubiera deseado con todo su corazón que alguien aligerara aquella tensión.

La alegre presencia de Yami en los jardines del mundo no mejoraba la cosa. El gitano se llevó las manos al corazón al pensar cómo reaccionaría la Maestra ante la noticia de lo que había ocurrido en el País de los Mosqueteros.

¡Habéis vuelto! Mis bonitos chocobitos. O sardinitas. ¡Ya no me acuerdo! ¿Se cumplieron vuestros deseos?

Bavol abrió los ojos alarmado al escuchar la pregunta de la Maestra. Con tantos problemas ya no se acordaba de la bendición, pero entonces recordó que supuestamente hacía que se cumplieran los deseos y eso le llevó a una triste conclusión. Él odiaba a Bastión Hueco y deseaba con todas sus fuerzas ganar la guerra… ¿Había hecho caso la bendición de la ópera del deseo de su corazón? El gitano agachó la cabeza alterado al pensar que él podía tener la culpa de la muerte de Wix.

Pues no. Qué casualidad que algunos integrantes de Bastión Hueco acudieron e intentaron matar a todos los asistentes con un veneno letal. Tuvimos… digo, tuve que matar al incorpóreo de la Maestra Iwashi, Hisa Wix, para encontrar el antídoto y salvar a todos

Light, no… ―musitó Bavol apenado.

Sabía que su compañero sólo quería cumplir el último deseo de la Guardiana, pero al gitano no le parecía bien. Wix era una buena persona y también inocente, no creía que se mereciera ser recordada así. Además, quería confesarlo todo, no podía quedarse con aquel secreto dentro. Necesitaba desahogarse con alguien.

¡De puta madre la noche!

El pequeño observó en silencio cómo Light se marchaba del lugar mientras él se planteaba por última vez qué es lo que debía hacer en aquel momento. ¿Seguirle el rollo a su compañero o confesar la verdad? No sabía si era lo mejor, pero era lo que en aquel momento le parecía más correcto.

Maestra Yami… ―se limitó a decir Bavol mientras le entregaba la carta de Wix para que la leyera.

Sentía como el corazón le latía cada vez más y más rápido ante la espera. Aquellos segundos en los que Yami se leía la carta fueron verdaderamente insoportables para el pequeño. No sabía qué es lo que iba a pasar a continuación y en aquellas circunstancias eso le provocaba más ansiedad de la que podía soportar. Como movido por un impulso, se acercó a Yami y la abrazó con fuerza mientras apretaba su cabeza contra el cuerpo de la Maestra.

H-hicimos lo que pudimos, Maestra ―se lamentó Bavol―. Ella nos había engañado, decía que los iba a matar a todos si no le hacíamos caso. ¡Pero era mentira, era ese Cid el que los quería matar a todos! Wix lo había engañado también, nadie iba a morir, sólo ella…

Bavol apretó más la cabeza contra Yami intentando contener las lágrimas provocadas por la tensión de toda aquella situación. Primero tenía que desahogarse, pero después le contaría a la Maestra lo que había ocurrido con todos los detalles que fuesen necesarios.

No iba a mentir, Wix se merecía que la gente conociera la verdad. No debían recordarla como la malvada Guardiana de Tierra, sino como la justiciera que era en realidad.

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Para mí este es el mejor tema del rol, tanto como jugador como lector. Está PERFECTO. ¡Enhorabuena y muchas gracias, Nell!

Ya haré una crítica más completa en el tema correspondiente. Si no es mucho pedir, me gustaría que nos contaras alguna curiosidad de la trama que se pueda saber :3
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Re: [País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Notapor Soul Eater » Sab Ene 17, 2015 3:04 pm

La mataré. Juro que mataré a esa zorra― Me sentía mareada. Todo se movía a mi alrededor y por un momento creí que me encontraba a bordo de un barco, pero eso no tenía sentido. Aun así, nada de lo que me pasaba en ese momento por la cabeza, tenía tampoco sentido.

A ratos, alcanzaba a mis oídos una voz quebrada, que creía reconocer, pero que era incapaz de identificar, y mucho menos entender lo que decía. Al cabo de un tiempo, comprendí que había una persona llorando.

Sin embargo, a mi nada de eso me importaba. Solamente tres sentimientos habían sobrevivido al veneno que, sabía, había utilizado Wix contra nosotros: rabia, odio e ira.

No quiero morir― pensé, demasiado agotada como para sentir miedo mientras todo lo que me rodeaba se sumía lentamente en las penumbras y los sonidos se deformaban por completo hasta convertirse en un rumor susurrante, que poco a poco terminó por desaparecer por completo.

Me pareció que solo había pasado un instante cuando volví a abrir los ojos. Sin embargo, era obvio que no era así, porque volvía a encontrarme en Bastión Hueco, tumbada en una de las camillas de lo que reconocí como la enfermería.

Sacudí la cabeza, tratando de despejar la bruma que empañaba todos mis recuerdos mientras poco a poco comenzaba a ser consciente de todo lo que había ocurrido. La nota de Daichi, el encuentro con Wix, el veneno, las dudas, Raines, los mosqueteros… todo volvía a recomponerse en mi cabeza como si se tratara de un rompecabezas cuyas piezas se hubieran desperdigado a causa de un vendaval.

Comprobé que no estaba sola. Oswald se encontraba también allí y no me cabía ninguna duda de que había sido igualmente envenenado. ¿Dónde había estado él? Me costaba recordarlo, pero me pareció rescatar una visión fugaz en la que una lágrima caía por su mejilla.

Sí, Wix había mentido en todo menos en eso. Aun así, pronto la voz de la aprendiza conocida como Shinju quebró la frágil tranquilidad en la que me encontraba, bombardeándonos irritada con una larga serie de respuestas a preguntas que no había formulado.

¿Wix ha… muerto?― Me quedé totalmente fría. Por un lado una oscura alegría se abrió paso entre el tumulto de dudas, celebrando la caída de la mujer que había estado a punto de matarme.

Y sin embargo, no alcanzaba a comprender como había ocurrido. ¿Quién había podido acabar con ella? Y sobre todo, ¿por qué? Habría deseado haber podido ser yo quién la asesinara, demostrándole así que su plan había fracasado… ¿pero qué plan era ese, después de todo? Yo no era tan importante, más bien sería un daño colateral. Pero se suponía que estábamos en el mismo bando… ¿o es que simplemente ella no poseía el antídoto y nos engañó para que no ayudáramos a Tierra de Partida?

Por lo menos, Daichi había llegado a tiempo. Parecía que al final sí que había servido para algo… sentí un ligero malestar por dentro bastante novedoso, que solo podría llamar como remordimientos. Tal vez sí que me hubiera pasado un poco con los golpes. Era extraño, nunca me había sentido así en el pasado.

¿Y bien? ¿Qué sabéis vosotros? Porque Nanashi no puede creer que nadie sepa explicarle qué ocurrió hace dos días. Puede que uniendo las partes saquemos algo.

Espera un momento, ¿llevo dos días… durmiendo?― me mordí el labio sin darme cuenta, asimilando la nueva información. No era capaz de construir una historia con sentido acerca de lo que había pasado en ese mundo. Ni siquiera era capaz de comprender lo que había ocurrido hasta el punto de saber si me convenía callar, mentir o decir la verdad.

Solo poseía fragmentos aislados que, intuía, estaban conectados entre sí de formas que se me escapaban. Pero solo tenía clara una cosa. Tenían que saber que Wix había actuado contra la gente de su propio bando, fuese lo que fuese lo que eso significara. Tenía que conseguir que la consideraran una traidora. Era la única venganza que me quedaba una vez que ya estaba muerta.

Wix envenenó a toda la ópera― solté bruscamente, sin saber muy bien como empezar ―Daichi le entregó tres venenos porque ella se los pidió, pero solo uno mataba y el otro era un… eh… pladedo― dije sin recordar el nombre ―pero no un antídoto porque ella no lo quería aunque él lo fabricó.

» Fuimos al País de los Mosqueteros porque recibimos una carta de que Wix nos había encargado una misión… pero era mentira― dije sin entrar en más detalles. Mi tono comenzaba a volverse cada vez más agresivo a causa de la rabia que sentía. ―Y cuando nos encontramos con ella nos hizo beber para que nos envenenáramos, y luego nos engañó diciendo que nos había dado el antídoto cuando no tenía ninguno.

» Y además hizo que la ayudáramos a echarle la culpa de la muerte de toda esa gente a Raines, porque lo habían planeado juntos y quería que las culpas cayeran sobre otro. Él era… no lo sé muy bien, era alguien importante en ese mundo, pero era raro, porque no era un animal como la gente de allí.

» ¡Trató de matarnos!― recalqué, por si no había quedado suficientemente claro ―No solo no nos dio el antídoto, sino que nos hizo creer que lo teníamos para que no lo buscáramos como hacían los de Tierra de Partida. Porque estaban allí también, pero a ellos les dijo que había uno escondido… aunque eso también debía ser mentira.

Dicho así, quedaba todavía más extraño y rocambolesco de lo que había sido, pero nunca se me habían dado bien esas cosas. Las intrigas eran cosas de gente que tenía la barriga bien llena y podía dedicarse a pensar en tonterías.

¿Entonces al final qué ha pasado? ¿Conseguimos que Raines quedara como culpable?― Quedé esperando la respuesta, mientras buscaba un dato que se me escapaba en el fondo de mi mente. Al final, añadí sin tener mucha idea de si era relevante o no ―Creo que Wix estaba preocupada por algo de incorpóreos con corazón, o algo así, no recuerdo muy bien qué.
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Re: [País de los Mosqueteros] No voy a llorar

Notapor Nell » Dom Ene 18, 2015 11:25 pm

Tierra de Partida


La reacción de Light dejó a Yami patidifusa, pero mucho más la carta que le entregó Bavol y la posterior llantina de este. Incluso la Maestra derramó algunas lágrimas, mientras correspondía al abrazo del chico y le atusaba el pelo.

Tranquilo, lo hiciste bien ―le arrulló Yami―. No te sientas culpable por lo que ha ocurrido esta noche. Wix tomó la decisión que le dictó su corazón. No sé si fue buena o mala, pero estoy segura de que fue la correcta, aunque ahora no lo parezca.

»¡Ay, Bavol, los corazones son taaaan raros…! Ahora, cálmate y ven dentro, o nuestras lágrimas se congelarán de frío y no se desvanecerán.

Y le condujo al interior, de regreso al hogar.



Bastión Hueco


Shinju apuntó todas y cada una de las palabras de Gata, haciendo muecas en determinadas partes del relato. Finalizó el informe, lo dobló y se lo guardó en el escote. Todavía tenía ese gesto desagradable.

Pasó que alguien reveló la culpabilidad de Raines públicamente; así que sí, está siendo buscado y perseguido por los mosqueteros de ese mundo ―les contó―. Ni siquiera sé muy bien cómo o quién, porque ni los propios habitantes lo saben y han sido la única fuente que he tenido estos días para desentrañar el misterio. ―Eso explicaba su mal humor: había tenido que hacer labores de investigación de una historia demasiado compleja en pocos días de la que, probablemente, nadie conocía su contenido entero―. Pero sé que los aprendices de Tierra de Partida suministraron el antídoto a los asistentes y después se esfumaron. Y que Wix fue una traidora y una embustera, como has dicho. Menos mal que está muerta, porque si no seguro que me tocaba a mí también ir a darle caza.

»Oh, sí ―sonrió, por primera vez, pero con malicia―. Pero te equivocas en los términos. No existen «incorpóreos con corazón», porque todos los incorpóreos de por sí lo poseen ―cayó en la cuenta de que Ban estaba presente―. Sí, sí, enhorabuena. Al menos, según un estudio que encontró la Maestra Ariasu, y nuestra propia experiencia en este castillo conviviendo con ellos.

»Mmm, supongo que te parecerá cruel ocultarles semejante descubrimiento, ¿no? Pues te equivocas. Los corazones son impredecibles. Si no, mira lo que ha pasado. Wix descubriría que tenía uno y por eso se volvió loca. Después de que dejara atrás su otra existencia, le dimos todo: un hogar, una familia, una misión… ¡Y nada de eso le ha importado para traicionarnos! Nadie en este castillo la llorará, eso tenlo por seguro. ―A pesar de sus palabras, la situación parecía hacerle mucha gracia a Shinju.

Se levantó de la silla y se atusó el vestido. Al ver a los aprendices todavía postrados, como si esperara algo de ellos, les miró con impaciencia.

¿A qué esperáis? Venga, poneos en pie. Aún hay una última cosa que tenéis que hacer.

Continuó quejándose de sus tareas y responsabilidades mientras Ban y Gata tomaban contacto de nuevo con su cuerpo y se levantaban para cumplir ese nuevo encargo, antes de regresar de nuevo a la cama para descansar. Shinju los guió por varios pasillos hasta una zona que hacía tiempo que ninguno de los dos visitaban, y que ambos reconocieron enseguida. Les abrió la puerta correspondiente y les animó a internarse en la absoluta oscuridad.

Dentro, les esperaba él. Al igual que los aprendices, seguía convaleciente, pero tanto su porte como su voz denotaban aún la tranquilidad propia de su carácter… junto a una nueva rabia contenida.

Contádmelo todo.



FIN.


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Nadie ha muerto.

Cid miró a su interlocutor. Habían pasado varios días desde la ópera y llevaba puesta una capa para que no le reconocieran, porque estaba en busca y captura desde entonces. Esquivar a sus perseguidores no había sido complicado, pero resultaba engorroso vigilar constantemente sus espaldas.

Lo sé. Confié en la persona equivocada ―se resignó.

¿Estarías entonces dispuesto a confiar en nosotros esta vez?

No tuvo que pensar mucho en su respuesta.

Sí. Tenías razón. Este París está tan corrupto como el mío. Incluso si hubiese conseguido deshacerme de las altas esferas de esta sociedad oprimida, me habéis demostrado que hay miles de mundos ahí fuera. Más de los que nunca podré visitar en vida. Si me dais la oportunidad de poder arreglarlos todos… os seguiré.

El Emperador ya estaba preparado para esa confirmación.

Respecto a tus problemas con la justicia, puedo encargarme de exculparte de todo delito.

»Ya lo he hecho antes.



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La recién nombrada Maestra le entregó el papel arrugado a su anterior instructora, con todas las anotaciones que había hecho sobre las conclusiones de Gata. A su vez, había añadido las suyas propias de los días en los que había deambulado por el País de los Mosqueteros para averiguar todos los datos dispersos que había.

Cuando tenga un aprendiz, no volverá a hacer el trabajo sucio de nadie.

¡Qué dices! ¡Si el trabajo sucio es lo más divertido! ―rio entre dientes Ariasu―. Respecto a Wix, era cuestión de tiempo que ocurriera. Nunca estuvo cómoda aquí, y en cuanto pudo añorar a Tierra de Partida, voló. Pero, ¿qué hay de Daichi? ¿Sabes algo de él?

Alexis me ha dicho que está bien. Deprimido, dando tumbos por ahí…, pero duda que se marche. Este es su único hogar. Además, ya le conoces: es un cobarde, no se atrevería a traicionarnos.

No, no, el cobarde era el otro…

Me da igual, solo dime, ¿qué hay del sincorazón? ¿Dónde está?

Eh…. lo perdí.

¿¡Has perdido a un sincorazón!? ―se sorprendió Shinju. Y poco a poco, empezó a troncharse de risa―. ¿Me estás diciendo que has perdido de vista a un minúsculo sincorazón? ¡Pero si son tontos, y estaba en la ciudad de Bastión Hueco!

Sigo siendo tu superior, ¿sabes?, controla ese tonito ―se puso roja―. Y sí, es verdad. Desapareció un día y no he vuelto a saber de él. No me molesté en buscarlo porque, después de pensarlo un poco, no es muy inteligente retener en el mismo mundo al sincorazón e incorpóreo de alguien que no quieres que vuelva. Así que espero que esté causando estragos y catástrofes por ahí.

A no ser… ―sugirió Shinju―, que alguien lo matara y esa persona estuviera de vuelta…

Descuida, lo averiguaré y lo pondré de nuevo bajo mi control para asegurarme de que no muere. Alguien tuvo que llamarlo para que se desvaneciera sin más. O bien se vio atraído por algo especial y… ¿Shinju? ¿A qué viene esa cara?

Estaba pensando en lo que me contó Alexis sobre Daichi ―comentó―. Pero no es importante. Me acaba de venir a la cabeza cuando valoré la posibilidad de que Iwashi hubiera regresado. Dijo… que soñaba con oír de nuevo su voz.



(Puntuaciones)
Spoiler: Mostrar
¡Fin de la Trama!

Pues hasta aquí llegamos, chicos, ha quedado un poco larga xDu Estoy muy contenta con el resultado, espero que la hayáis disfrutado y, sino, al menos que os haya entretenido, y que os guste la siguiente que escojáis.

Realmente, esta Trama no hubiese existido nunca si, como todos sabemos, un grupo de aprendices no hubiese salvado a Hisa Wix durante Ocaso de una estrella (a pesar del cachondeo con Ragun, no fue el único en arrojarle algo curativo), momento que echó a perder todos mis planes de darle muerte allí (me pasé toda la semana decidiendo si dejar que se curara o no, y al final cedí xD). Por eso, tras dos años, tengo que estarles agradecida por haberme permitido hacer No voy a llorar.

Y a vosotros, antes de daros las puntuaciones, por apuntaros y lograr que se lleve a cabo. A Gata, por su búsqueda de la verdad a toda costa; a Ban, por ser el cabrón de la trama; a Light, por revivir lo que ocurrió en Ocaso; a Bavol, por solo distinguir entre el bien y el mal; y a Fyk, por ser la más inocente víctima. Gracias.

AHORA sí que sí, puntuaciones:

Soul Eater, 64 PX. Ser fiel a tu personaje te ha perjudicado en el modo de actuar, pero eso no te repercute en la nota (solo en la historia, como ha sucedido), todo lo contrario. Por lo demás, algunas faltas ortográficas (como y cómo) y de presentación, como guiones al final de una frase.
¡Subes a nivel 10! (¿Es motivo de felicidad? :_D)

Astro, nada, puesto que Ban murió =( Siento no haber continuado la tradición de quitarte el móvil (?) Gracias por llegar hasta el final.

Light, 70 PX. Perfecto. Pero juegas con ventaja porque has sido el que más motivos tenía para entrar en la Trama, nomás.
¡Subes a nivel 18!

Tidus Cloud, 66 PX. La evolución de Bavol ha sido espectacular, y es por ello por lo que te felicito. Y que no decaiga esta en posteriores. Respecto a posts, revisa de no repetir palabras en el mismo párrafo, y poco más.
¡Subes a nivel 14!

Final Fan, nada, puesto que eres extra. Has empezado a ser muy irregular de cara al final, pienso que por falta de tiempo y de ganas, aunque he de decir que disfruté mucho con tus teorías mientras estuviste animado. Por lo demás, sigues teniendo ese estilo de post conciso que no está mal si resume todo lo ocurrido, pero peca en ocasiones de omitir cosas (sobre todo de compañeros) verdaderamente importantes.


(Curiosidades)
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A petición de un user, y porque era necesaria la sección después de todos los cabos sueltos que han quedado sin concluir, voy a recoger aquí algunos datos dentro y fuera de la trama. Espero no olvidarme nada:

- El escenario era el siguiente (cual telenovela):
Wix descubre que tiene corazón, Wix no sabe qué hacer con su vida y se encuentra con Cid, quien busca el exterminio de toda la alta clase; y una buena justiciera de Tierra de Partida, como lo fuera en otro tiempo, se lo habría impedido, así que decide aliarse con él para poner freno a sus planes y, al mismo tiempo, conseguir morir haciendo varias cosas buenas por TdP (sin que se descubra su traición en BH, como al final ha ocurrido por la intervención de Gata). Le pide a Daichi que haga tres pócimas: un veneno mortal (para ella misma, y finalmente para los aprendices de BH), uno no letal (para todos los de la ópera) y un placebo (el falso antídoto). Daichi se preocupa, manda a los aprendices y se infiltra él mismo, con el antídoto para el veneno mortal.

Antes de eso, para lograr que el veneno llegue a la comida, Cid y ella pactan con el Vicedirector Boris, que está hasta los osos de la explotación del Director Toni, cuando supuestamente son socios. Boris, a su vez, le entrega entradas al padre de Soizic para que Lucile pueda asistir, y hacer correr la voz de que se encuentra mal, como si la hubieran envenenado (cosa que no sucede porque Ban lo hace por ella). Wix tranquiliza a Boris diciéndole que nadie morirá (palabras pactadas con Cid, aunque sean verdad), que el veneno no es letal. Boris pretende que el causante del veneno quede en la duda para siempre, la treta simplemente tiene que poner a todos en contra de Toni para que él sea Director; finalmente, Cid es culpado.

Los demás (Soizic, Chef, María, Draco, Toni y Augustine) no sabían nada de la trama montada. Clarabella sospechaba que algo iba a ocurrir por su red de información y estaba presente como observadora, principalmente, del papel de los mosqueteros. No quería tampoco tocarla mucho por cuando en el futuro alguien desarrolle la historia del mundo, en el que es pieza clave.

Wix, aparte de revelarse como causante del envenenamiento colectivo con el único fin de matar también a los aprendices de TdP (y dándoles las opciones, de las que estoy un poco decepcionada que no se valorara ninguna x_D), prevee de que irá haciendo lo mismo poco a poco, plantando así la guerra contra TdP (eliminando aprendices sin que parezca causa de la guerra), como ocurrió en el pasado (léase La Historia jamás contada).

Y creo que todo lo demás ya lo sabéis.

- Los extras y camareros que desaparecieron simplemente estaban enfermos de lo mismo (por contagio) y en sus casas, no tenían nada que ver con la ópera. Era un dato menor, que os lo habría facilitado Clarabella.
- «Hallaréis la verdad en la mentira». Lo reconozco, es rebuscado: el informe se ocultaba en el Palco I, de Iwashi, como no paraban de llamarla. De hecho, creo que hice un par de alusiones a eso cada vez que ella corregía, pero no fueron muy buenas.
- Nunca entendí tanta obsesión por el Trovador. Es este y es el narrador de la película de los mosqueteros, pero no participaba en la trama (ni estaba en la lista de NPCs): http://img4.wikia.nocookie.net/__cb2011 ... uetero.jpg
- Wix tenía que cantar por tercera y última vez cuando subierais a la terraza, pero como ocurrió acto seguido a que hicierais lo que os viniera en gana, pensé que era muy forzado y lo dejé para después. Y al principio, la canción era «El universo sobre mí».
- Tal y como se lee en el informe, Wix no planeó nunca la intervención de los aprendices de Bastión Hueco. Sin embargo, al verlos allí, se dejó llevar y los envenenó, recordando las palabras de Nanashi: «Esto es la guerra».
- Wix miente sobre la hora límite del veneno. Para empezar, porque los de TdP tenían uno falso, así que daba igual; por otro lado, para que los de BH no se lo esperaran.
- La mención de la canción sobre “dos” se refiere a Wix e Iwashi, incorpóreo y humana.
- Mientras buscaba títulos de folletos o panfletos para padres sobre hijos gays, encontré más sobre cómo prevenirla o rechazarla =( Y las preguntas son verídicas: http://www.bidstrup.com/sparents.htm
- Cometí un error y, en un principio, teníais que suponer que la carta que os llegó correspondía a Cid (puesto que iba a reunirse además después con vosotros), pero era tan obvio que se trataba de Wix que me di por vencida.
- Si en Cada loco con su tema no hubiesen devuelto a Hime a su casa, habría salido como participante de la ópera xd De hecho, estuve un tiempo emperrada en sacarla, pero ya había mucho personaje y no iba a aportar nada.
- Tenía toda la puñetera muerte de Wix escrita y tuve que mandar la mitad a la mierda porque el niñito tuvo que ir a por el informe justo en aquel momento (?) Por cierto, podíais cogerlo cuando quisierais, o dejarlo ahí y adiós final verdadero (?)
- Descubrí hace poco que Iwashi significa sardina.

Esta trama no tiene continuación como tal (si no, os hubiera avisado), como mucho una digamos «espiritual», puesto que continúan algunas tramas, pero no participan ninguno de los personajes que influyeron en esta.


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161. Kairixula
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