[Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Trama de Myxa, Neru, Malik y Freya + Enok Zohar

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Mié Oct 08, 2014 8:38 pm

Caminó a buen paso hacia la ubicación del Doble. Tenía la intención de resolver cuanto antes el supuesto misterio del reflejo de la fuente para encaminarse a otro, pensando que todo sería echar un vistazo y ya está. Al llegar se dio cuenta de que no estaba solo.

¿Neru?

El ruido de su voz pareció alertar al muchacho, que se dio la vuelta descubriendo al hombre teambién.

¿Malik? ¿Pero tú no ibas a...? ¿O acaso...?

Pensaba que eran Maravillas distintas...

Algo confuso, recordó que los nombres de las maravillas a las que habían dicho de ir cada uno eran, en efecto, diferentes. Despacio se acercó a la fuente y se miró en ella, mientras Neru, igualmente desorientado, empezaba a sacar su mapa para comprobar quizá, su ubicación. Bueno, aunque hubieran tratado de separarse, sólo tenían que volver a hacerlo para mirar maravillas distintas en cuanto terminaran allí.

El reflejo de Malik le devolvió la mirada seria y todavía desconcertada a su dueño, exactamente como si de un espejo se tratara. Lo que había dicho ese chico, Pence, parecía ser cierto... Hasta que se irguió y se alejó un par de pasos hacia atrás.

¿Qué... ?

Antes de que pudiera formular su sorpresa completa, dos reflejos, tanto el suyo como el de Neru, emergieron del agua y echaron a andar de forma resuelta hacia ellos. Malik entornó los ojos, justo antes de que el reflejo le atravesara. Un a sensación fría le inundó por dentro, como si hubiera...

M-Malik... Creo que tenemos problemas.

Gruñó, dándose la vuelta inmediatamente ante la preocupación de Neru. Allí estaban, los dos reflejos... sólidos, negros, completamente oscuros, con la propia forma del original definida pero sin rasgos. Malik tuvo un mal presentimiento sobre ello, justo antes de que ambas copias invocaran las Llaves-Espada copias de las originales de los portadores. Así que eso eran los Dobles...

Cuidado...

Tenso, preparado para que sobreviniera el ataque en cualquier momento, Malik apoyó el peso de su cuerpo a las puntas de los pies, trastocando así su centro de gravedad para moverse más rápido. Entonces las copias embistieron. Estaba preocupado. Si esos reflejos eran copias reales de sí mismos, esos significaba que sabrían pelear igual que ellos... Y conocerían sus formas de actuar y pelear. Esperaba equivocarse, por supuesto.

¡Acabemos con esto antes de que alguien nos vea!

¡Concuerdo!

Al mismo tiempo que Neru sacaba su arma, Malik realizó un Impulso hacia el lado contrario a Neru, para esquivar el ataque inicial de su propia copia. Después invocaría su Llave-Espada y asestaría su contraataque. No le gustaba la idea de exponerse así, y a su arma de caballero, pero no tenía más medios para defenderse. Como tantas otras veces, la prisa por obtener magia le pinchó, y le hizo apretar los dientes.

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▪ Impulso (HC) [Nivel 5] [Requiere Velocidad 8, Elasticidad 8] Permite realizar una propulsión, tanto aérea como a nivel del suelo, para moverse más rápido por un pequeño trecho de espacio.
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[VC] Las siete maravillas #5

Notapor Sheldon » Mié Oct 08, 2014 9:45 pm

Caminé a través de las calles, pasando mis manos de vez en cuando por las paredes de las casas, marrones y blancos raídos. Quizás olvidé el peligro por momentos, la oscuridad que había engullido se hacía un tanto lejana. Fue egoísta por mi parte hacer lo que estaba haciendo, suplantando mis recuerdos por mis obligaciones. Sin embargo, aquello debía ser así, necesitaba hacerlo, imprimir la palma de mi mano sobre lo que un día fue mi hogar.

Y cuando terminé marché, tenía un asunto pendiente. Esta vez no soportaría perder a alguien más.

Si el tiempo se había detenido durante aquellos dos años en la estación y sus alrededores, el efecto se había expandido también al nuevo entorno, al solar deportivo. Por un momento, incluso, cuando divisé en la lejanía sus formas, creí haber retrocedido todos esos años hasta verme a mi corriendo por el crepúsculo, buscando a mi nueva amiga.

Suspiré abatido, había perdido la cuenta del número de veces que lo hacía. Y finalmente llegué. Obvio la evidente repetición de mis sentimientos al volver a aquel sitio. Sería repetir lo ya repetido.

Has venido, Portador.

Me giré, un tanto asustado. Era él, Seifer. Gracias al físico del chico, hilvané una parte de mis memorias. El muchacho al que yo atribuía el nombre de Seifer era ciertamente alto, de una edad muy similar a la mía. Atlético y bastante musculoso, dado a mostrar partes de su cuerpo. De cabellos dorados sobresalientes bajo un gorro negro que a su vez escondía parte de una significativa cicatriz que recorría su rostro.

Sus ojos, vacíos me miraban. Resultaban aterradores desde aquella perspectiva. Una mirada, la suya, que hasta el día de hoy permanece en mi mente.

El chico era el miembro o quizás el jefe de una pandilla de jovenzuelos del lugar. Nunca me había acercado a ninguno de ellos por el hecho del miedo que sentía hacia todo tipo de conjunto de personas. Pero conocía su nombre porque era más que evidente su fama en el centro de la villa.

Sin alguna palabra más, se adelantó en dirección al cuadrilátero donde la gente, en especial los más jóvenes, luchaban en un extraño deporte conocido como struggle. Nunca llegué a entender su funcionamiento quizás por el hecho de que creía que era algo para gente estúpida. Le seguí mirándole de reojo, con la neutralidad dibujada en mis facciones.

Si quieres salvar a tu compañero, entrega tu cuerpo a mi amo ―dijo el muchacho cuando me hube acercado hacia él―. Niégate, y morirá.

Me extendió su brazo. Pensaba que yo aceptaría donar desinteresadamente mi entereza a alguien como él. Todo tenía un límite, incluso mi propia estupidez y timidez. No estaba dispuesto a morir así como así.

Lo siguiente que aconteció creo que no podría describir sin sentir un escalofrío. Me quedó claro que lo que veían mis ojos no era humano. Durante un instante su cuerpo fue envuelto por una oscuridad que se coló por las cuencas de sus ojos hasta vaciarse.

Respiré hondo.

No... L-lo siento. N-no puedo.

Me alejé un par de pasos, atento a cada uno de sus movimientos. Cualquier cosa podría pasar en los segundos consecutivos.

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Perdón por la tardanza. Asuntos de clases y demás.
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Ronda #6 - Las siete maravillas

Notapor Astro » Vie Oct 10, 2014 7:23 pm

Myxa ― La bolsa animada

No hubo suerte preguntando por el tren fantasma. Sobre todo, porque Myxa se cruzó con muy pocas personas durante el trayecto: como les había avisado el recepcionista de la estación, las terrazas estaban casi desiertas. Y los pocos a los que pudo preguntar o desconocían el paradero del famoso tren o se marchaban a toda prisa, negándose a hablar de cualquier tema relacionado con las Maravillas.

Así pues, no le quedó otra que subir a la colina para investigar la quinta: la bolsa animada.

Myxa se encontró sola en la Colina del Atardecer. En el pequeño parque de la cima, rodeado de arbustos y de bancos para sentarse (e incluso una bonita estatua que imitaba el reloj de la torre de la estación y que daba la hora), había tranquilidad. Según los rumores, en ocasiones una bolsa de basura cobraba vida y se ponía a saltar por la zona.

Pero la aprendiza no encontró nada de eso. La única bolsa de basura que había en toda la colina estaba dentro de un cubo, y no podía parecer más normal.

Myxa podría estar todo el tiempo que quisiera allí, investigando, sin nada de éxito. Pero cuando se giró para marcharse se encontró con una sorpresa. Algo le golpeó en la espalda, haciendo que cayera al suelo de cara. Al volverse, descubriría que una bolsa de basura, cerrada, había aparecido como de la nada.

No era una bolsa normal. Un pequeño humo negro salía de ella, y sólo mirarla le producía una extraña sensación.

La bolsa saltó de repente, con la intención de caer sobre la cabeza de Myxa. Quien, si no la esquivaba, acabaría bastante mal.

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Freya ― Los quejidos del túnel

Los disparos y el Hielo funcionaron, o al menos eso parecía al principio. Los monstruitos del sombrero ni siquiera intentaron esquivar los ataques, y se deshicieron en humo negro al recibirlos.

Pero durante muy poco tiempo.

El mismo humo que habían dejado volvió a tomar forma, generando más de esos seres. El doble, para ser exactos. Seis pares de ojos amarillos miraban a Freya mientras se repartían a su alrededor, rodeándola.

De tres, había pasado a seis. Mala idea.

¡Venga, juguemos! ―los seis parecían hablar a la vez, al unísono―. Mi nombre es Vivi, ¿y el tuyo?

Sin esperar respuesta, todos los pequeños Vivi empezaron a agarrar a Freya de donde podían, tirando de ella con insistencia. Ya fuese de los brazos, de la chaqueta, o incluso del pelo, la aprendiza no tardaría en verse agobiaba por tantos tirones de todas partes. Pudo intentar defenderse con su Llave Espada o con su pistola, pero la inusual fuerza de los seres sin cara le ponía difícil el apuntar o el solo mover el brazo con normalidad.

¡¡Queremos jugar, y el que gane se queda tu cuerpo!!

Oh, eso sonaba más serio. Sobre todo porque de repente los seis habían empezado a emitir un tenebroso humo negro de sus cuerpos, que ahogaba a Freya. Le costaba respirar. Tenía que quitárselos de encima, y rápido. O algo malo sucedería.

"¡¡No te dejes engañar!!"


Un voz masculina resonó en la cabeza de Freya con fuerza, seguramente sorprendiéndola. Pero si miraba no encontraría a nadie más en aquel túnel. Entonces, ¿quién...?

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Freya
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Neru & Malik ― El doble

Ambos aprendices intentaron defenderse y contraatacar a sus dobles, pero se toparon con un problema bastante gordo: imitaban sus movimientos a la perfección.

La Llave Espada del doble de Neru, en un segundo escaso, había pasado a ser el mismo látigo de cadenas que el de su original, y ambos latigazos se bloquearon entre ellos. Lo mismo ocurrió con Malik: sus ataques con la Llave Espada eran imitados como un espejo por su doble, bloqueándose mutuamente.

Resultado: ninguno salió herido, ni originales ni copias. Y la cosa no acabó ahí: los dobles ahora habían adoptado una postura idéntica a las de los aprendices, moviéndose como si todavía fueran imágenes en un espejo. Salvo que eran bien sólidos.

Pero había algo que notaron enseguida los dos: se habían cansado demasiado en muy pocos movimientos. Un cansancio inusual les invadía. Algo o alguien les estaba debilitando, sin duda.

"¡¡No puedes vencer a tu reflejo, pero sí a...!!"


Una voz masculina retumbó en la mente de Malik y de Neru, salida de la nada. Pues por la zona, afortunadamente, no había nadie. El misterioso mensaje parecía haber sido cortado, ¿qué podía significar? ¿Les ayudaría para derrotar a sus dobles antes de caer al suelo agotados?

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Malik
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PH: 17/22

Neru
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PH: 16/16

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Enok ― Solar deportivo

Seifer retiró la mano en cuento el aprendiz se negó a aceptar su oferta. Pero su rostro, inexpresivo, no cambió ni un ápice.

Te has negado. Tu compañero morirá ―sentenció―. Y tu cuerpo será reclamado por la fuerza.

Lo siguiente ocurrió muy rápido. Del cuerpo de Seifer surgió una ráfaga de viento negro en todas las direcciones, alcanzando a todos los presentes en la zona. Pero ninguno se cayó al suelo o protestó: ninguno hacía nada. Salvo Enok y Seifer, todos los presentes en la zona se habían quedado congelados en el sitio, paralizados.

Como si el tiempo se hubiese detenido.

Un fuerte golpe en el estómago sorprendió a Enok, derribándole de espaldas al suelo hasta el borde del campo de struggle. El responsable: Seifer, armado con un bate de struggle que había aparecido de la nada. Por supuesto, el arma no era normal: más humo negro salía de ella, y no indicaba nada bueno.

Lucha por tu vida, Portador ―le señaló con el bate―. O ríndete y sirve a mi amo.

Mal asunto.

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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Myxa » Dom Oct 12, 2014 9:56 pm

Las calles estaban semidesiertas, vacías y silenciosas. Era extraño que se cruzase con tan poca gente, sin mencionar que la mitad con los que habló salieron corriendo nada más mencionar las maravillas. Ni que hubieses visto a un Soma cabreado en la cocina, con el cuchillo en alza, dispuesto a probar puntería después de recibir noticias del último lío en que se había metido. La gente normal se asustaba por nada.

En el lugar donde supuestamente se encontraba la maravilla tampoco encontró nada fuera de lo usual. El parque estaba desierto, los solitarios bancos rodeaban el perímetro a la espera de alguien que se posase en ellos; la única conclusión a la que podía llegar era que nadie se había pasado por ahí en bastante tiempo.

A pesar de todo eso Myxa examinó cada palmo, cada banco, cada piedra, e incluso se aventuró a mirar colina abajo desde el borde del vallado, sin éxito alguno. Tras un buen rato de husmear y meter narices en cada cubo de basura que vio (que por cierto, olían fatal) se resignó. Encogió los hombros, dio un largo suspiro y emprendió la marcha a la maravilla más cercana. No obstante, en el momento en que se dio la vuelta, algo la sorprendió por la espalda y la golpeó de forma tan contundente que provocó que la muchacha perdiese el equilibrio y callera de bruces al suelo.

¡Ñaucho! ―gruñó mientras se frotaba la cara y se incorporaba―. Está visto que este mundo me odia.

Posó la mirada en el causante de su dolor de espalda y se sorprendió con lo que encontró: de la nada había surgido una bolsa que emitía un humo negro desde su interior. No sólo eso: de pronto la bolsa saltó en dirección a su cabeza, con intención de aplastarla. Por fortuna Myxa poseía buenos reflejos y una elasticidad envidiable a su nivel y no le costó nada rodar por el suelo para esquivarla. Acto seguido desenvainó su espada y la clavó en la parte superior de la bolsa para obstaculizar sus movimientos y finalizó invocando su Llave-Espada en el aire y haciéndola descender para propinar un golpe contundente en el centro de su enemigo. De haber estado gente cerca nunca habría llamado a su arma, pero dada las circunstancias era mejor erradicar cuanto antes cualquier posible enemigo. Además: la extraña bruma que salía de ella le ponía los pelos en punta y algo en su interior le decía que tuviese mucho cuidado con lo que había adentro. Si no hubiese sido por aquella vocecita interior habría desgarrado la bolsa entera con la espada y habría perforado lo que había dentro como hacen los prestidigitadores con las cajas donde metían a sus ayudantes.

No contenta con lo que había logrado, y para evitar movimientos inesperados, golpeó una y otra vez la bolsa, sin cesar, hasta que dejase de moverse. Incluso si dejara de moverse se esperaría un contraataque, siempre ocurría algo similar cuando uno bajaba la guardia, creyendo que había vencido, y comenzó a preparar un Asynchro, dispuesta a usarlo si a la bolsa se le ocurría volver a atacarla de sorpresa. O si otro enemigo surgía de la nada, todo era posible y no debía bajar la guardia ante ninguna posibilidad.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Darkness Seeker » Lun Oct 13, 2014 8:55 pm

Las extreañas copias sombrías se mantenían en posición, frente a nosotros, sin ningún ápice de cansancio o algún otro sentimiento conocido para nosotros. Dispuesto a aprovechar aquella aparente inactividad de mi copia, que además noté que era exactamente igual a mí, en una nube de sombras hice aparecer mi látigo de cadenas y ataqué contra él.

*Clinc* *Clinc*


Sorprendido, alcé la vista para comprobar que, además de que la criatura parecía copiar también cada uno de mis movimientos, también había copiado sin darme cuenta las cadenas que sostenía. Los dos látigos se bloquearon entre ellos varias veces, e incluso en algún momento llegaron a trabarse entre sí.

Mierda―Pensé para mis adentros.

Volví el látigo hacía mí mismo, mientras comprobaba que la situación entre Malik y su copia no era demasiado diferente a la mía y mi sombra. Me llevé una mano al pecho, tratando de respirar lentamente para relajarme. ¿Porqué estaba tan cansado? Busqué en la mirada de Malik una respuesta, aunque él parecía tan cansado como yo incluso pese al poco tiempo que llevábamos luchando.

"¡¡No puedes vencer a tu reflejo, pero sí a...!!"


Rápidamente comprobé los alrededores: No había un alma salvo los ya presentes en aquella pequeña zona.

Malik, ¿Has oído eso?―le pregunté extrañado ante aquella voz.

¿De dónde provenía aquella voz? ¿Tendría algo que ver con que estuviéramos tan cansados? Sólo una cosa estaba clara, y es que teníamos que acabar con aquellas criaturas cuanto antes, aunque... ¿cómo?

Malik―le comenté en cuanto se me ocurrió una idea―¡Probemos al contrario!

Sin perder más tiempo, nos pusimos ambos en acción, listos para acabar con aquello de una vez. Lancé un Piro concetrado hacia la Sombra de Malik, para acto seguido volver a invocar mi Látigo de Cadenas y tratar de dañarle lo máximo posible antes de que pudiera volver a copiar los movimientos de Malik. Mientras ponía mi idea en marcha, sólo deseaba que mi copia no intentara lo mismo contra el Malik real.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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[VC] Las siete maravillas #6

Notapor Sheldon » Mar Oct 14, 2014 11:37 pm

Seifer hizo lo mismo. Deshizo el gesto de “invitación” que había mantenido con la mano alzada aunque apenas varió los rasgos que dibujaban su rostro, ya de por sí apagados y muy fríos.

Era el turno de que hablase y evidentemente fue lo que hizo a continuación. Cualquiera podría haberse esperado tal desencadenante de mis acciones, fue en definitiva el efecto de mi causa.

Te has negado. Tu compañero morirá ―su voz sonaba aún más neutral e inhumana. Estaba asustado, eso era evidente en este tipo de momentos pero desconfiaba de sus palabras. Estaba seguro no había muerto aún y que tendría ocasión de rescatarla. Al fin y al cabo era una portadora y lucharía sin dudar por su vida―. Y tu cuerpo será reclamado por la fuerza.

Al instante, la escena envuelta en la tensión se resolvió de sopetón en la batalla, en la lucha. Así pues era lo que me tocaba hacer, de nuevo. Atracción fatal, lo suelen llamar algunos. La desdicha se pegaba a mi y a ella tenía que hacer frente.

En unos escasos segundos, el muchacho que físicamente podría recibir el nombre de Seifer emitió unos destellos. Unos recuerdos golpearon de sopetón las cunas de mis ojos y me mostraron su contenido. Todo se asemejaba tanto a aquella amenaza, el conocido como Erased Data, supuestamente ya eliminado, que me provocó unas terribles nauseas, un sentimiento de desazón ante la más que evidente realidad.

Porque aquello debía ser real, no era un sueño. Mi mundo natal, Villa Crepúsculo, había sido invadido por la oscuridad. Podría exponer las teorías que tiempo más tarde elaboré respecto a este periodo pero dudo que alguna vez las convierta en escritos, más por el peligro que entrañaría hilvanar mis memorias que por el simple hecho de querer descubrir lo que ocurría.

Necesitaba respuestas, decenas de respuestas. Necesitaba una explicación de cómo todo se había vuelto una carnicería, una batalla y una amenaza. Quería saber el motivo que me impedía disfrutar, o al menos intentar hacerlo, de mi regreso

Pues bien, tras el destello llegó la brisa, un aire cortante aunque profundo que casi acarició todo el espacio. El tiempo humano se detuvo, los sonidos cesaron, las voces se apagaron.

Fue él quien inició su ofensiva. Ni siquiera había dejado aparecer mi llave espada cuando sufrí una embestida que me hizo caer hasta el borde del campo de struggle, lanzado unos metros casi en el aire. Alcé la vista y pude vislumbrar el arma con la que había sido golpeado, un bate, concretamente el usado para jugar al ridículo deporte que se practicaba en aquel campo. Pero más oscuridad brotaba de este, casi sumergido en una nube violacea.

Lucha por tu vida, Portador ―intervino Seifer desafiante―. O ríndete y sirve a mi amo.

Mi llave-espada apareció en una de mis manos. Retrocedí unas brazadas sin desviar mis ojos de aquel monstruo, aún en el suelo. Alcé mi arma y apunté hacia Seifer y tras lanzar con un susurro el hechizo hielo intenté incorporarme del suelo. Antes de lanzarme al combate físico necesitaba saber de lo que era capaz aquello que reclamaba mi vida por lo que intenté esquivar y hacer uso de toda la agilidad de la que disponía.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Jue Oct 16, 2014 9:47 pm

Malik se dio cuenta demasiado tarde de que su copia imitaba perfectamente todos sus movimientos. A cámara lenta, casi vio cómo igual que él, ejecutaba el Impulso y el movimiento de ataque con la Llave-Espada. Chocó contra él sin causarle daño, como tampoco el doble a Malik. Por el rabillo del ojo, notó que a Neru le sucedía lo mismo. Exhaló un suspiro ahogado, frustrado y algo irritado.

Se estaba cansando más rápido de lo normal, si no podían vencerse a tiempo...

«¿Qué demonios está pasando?». ¿Qué clase de magia era aquella? Miró con intensidad a su copia, tratando de averiguar la respuesta. Una mueca de fastidio se abrió paso en su expresión, mientras giraba la cabeza hacia su compañero, buscando quizá alguna idea también en él, si es que se le había ocurrido. Pero nada.

Fue entonces cuando aquella voz, masculina y desconocida, resonó dentro de su cabeza. Malik miró en derredor de forma automática, sabiendo que nadie más estaba allí.

"¡¡No puedes vencer a tu reflejo, pero sí a...!!"


Y se dio cuenta.

Malik, ¿has oído eso?

¿La extraña voz que parece habernos dado una pista? Sí, por supuesto.

Esbozando una sonrisa, se preparó para atacar... no a su copia, si no a la de Neru, viendo como el doble imitaba de nuevo sus movimientos. No le hizo falta que Neru le diera luz verde, en cuanto le oyó decir en voz alta lo que también pensaba, saltó tras el Piro de Neru en dirección a la copia del mismo, para asestarle un buen golpe con la Llave-Espada.

No se cubrió.

No le importaba tragarse el hechizo, si así conseguían deshacerse de su copia. Si lo hacía, probablemente el doble hiciera lo mismo y ese no era el plan. Podía llevarse una buena quemadura, pero... Había que hacerlo.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Crystal » Vie Oct 17, 2014 5:57 pm

Todos mis ataques parecieron surgir efecto y en un cerrar y abrir de ojos, los pequeños bichos habían desaparecido dejando tras ellos un humo negro. Ni siquiera se habían movido para esquivar aquellos disparos, cosa que me pareció bastante rara.

Desgraciadamente, aquella tranquilidad que en un primer momento me invadió, no tardó en esfumarse; del humo del que habían desaparecido, aparecieron no tres, sino seis. Todos me analizaban con sus ojos amarillos brillantes, y me rodeaban para asegurarse que no tenía escapatoria alguna.

¡Venga, juguemos! ―los seis hablaron al unísono; el sonido era desagradable y resonaba por el lugar―. Mi nombre es Vivi, ¿y el tuyo?

No tenía intención alguna de contestar, pero tampoco me dio tiempo a articular alguna otra palabra. Todos aquellos seres, que se hacían llamar Vivi, se abalanzaron sobre mí. La angustia empezó a invadirme cuando sentí tirones en el cabello o en las mangas de la chaqueta. Intenté coger mi pistola, que aún se encontraba en el bolsillo interno de mi chaqueta, pero la fuerza de aquellos pequeños bichos era superior a la mía y cualquier movimiento era inútil; estaba atrapada.

¡¡Queremos jugar, y el que gane se queda tu cuerpo!!

Quise chillar y patalear, puesto que la impotencia de la situación me hacía sentir inútil. Noté que me faltaba el aire; todos los bichos con sombrero empezaron a desprender humo negro y sabía que me estaba ahogando. ¿Era posible que todo se acabase allí? ¿Qué no consiguiese salir? No. Por lo menos tenía que intentarlo. Pero no sabía cómo. Empezaba a sentirme más débil, y todo empezaba a volverse borroso.

"¡¡No te dejes engañar!!"


Esa voz resonó en mi cabeza, pillándome completamente desprevenida. ¿De dónde venía? ¿Habría alguien más por allí? No, eso había sonado en el interior de mi mente. Tampoco sabía si podía fiarme de aquella voz o no. ¿Pero que más podía hacer? Pensé detenidamente en lo que había dicho, que no me dejase engañar. En un esfuerzo por no rendirme, intentaría materializar mi llave Espada en la mano izquierda para asestar un golpe al Vivi que estuviese en el lado contrario. Si eso surgía efecto y la mano quedaba liberada, podría coger la pistola para disparar al primero que pillase. De todas maneras seguiría forcejeando e intentando liberarme de ellos, deseando que todo eso acabase lo más rápido posible.
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Ronda #7 - Las siete maravillas

Notapor Astro » Vie Oct 17, 2014 8:08 pm

Myxa ― La bolsa animada

La aprendiza pudo cortar, golpear, e incluso patear la bolsa de basura sin encontrar demasiada resistencia. La bolsa dejó de emitir cualquier tipo de humo desde el primer golpe, y su contenido se desparramó por el suelo y por el calzado de Myxa. Sobraba decir que no olía demasiado bien.

Pero la chica hizo bien en preparar un hechizo, porque la cosa no había acabado ahí. La niebla oscura había vuelto a aparecer por la Colina, y esta vez no venía de la ya muerta bolsa de basura. Venía de todas partes.

Bancos, macetas, setos, cubos de basura... Todos los objetos que había en la zona liberaban aquel extraño humo negro y se habían puesto a dar botes en el suelo, igual que había hecho la bolsa segundos antes. Y, por supuesto, avanzaban hacia Myxa con intenciones poco amigables.

El Asynchro le sirvió, por cierto, para librarse de una maceta que había intentado caer en su cabeza.

Pero el resto de objetos se acercaban, y entre ellos llamaba en especial la atención la pesada estatua que representaba la torre de la estación: también se aproximaba, a un ritmo muy lento, pero haciendo un ruido atronador con cada salto. Normal, estaba hecha de piedra como mínimo.

¿El problema? Si Myxa intentaba huir, se toparía con una barrera invisible que bloqueaba el camino. No, no podría salir de allí. Tendría que enfrentarse al ataque de los objetos saltarines. Pero, ¿cómo?

"¡¡Destruye al que está pose...!!"

Una voz, masculina, resonó en la cabeza de Myxa.

Pero allí, en la Colina, no había nadie más.

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Neru & Malik ― El doble

La idea fue buena. Aunque Malik tuvo que aguantar un Piro del reflejo de Neru (quien había imitado a su original), el contacto de la Llave Espada con la sombra provocó un flash de luz que vaporizó al doble al instante.

Uno menos.

El de Malik, era otro cantar. La bola de fuego y los latigazos de Neru le habían pillado desprevenido, al estar intentando imitar los movimientos de su yo real. Pero, a diferencia del otro, éste no desapareció. Seguía ahí, preparado para luchar, salvo que algo extraño sucedió: se hizo grande, muy grande.

El doble de grande, nunca mejor dicho. Y la niebla negra que liberara era ahora mucho más intensa. Los aprendices no tardaron en notar cómo la sensación de cansancio se multiplicaba a toda velocidad.

De un brusco movimiento con su enorme Llave Espada, golpeó a ambos en el estómago derribándoles de culo al suelo. Desde luego, ya no parecía imitar los movimientos de Malik, y el peligro que representaba era mucho mayor.

¿Qué harían los aprendices?

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Malik
VIT: 25/32
PH: 17/22

Neru
VIT: 16/18
PH: 14/16

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Enok ― Solar deportivo

El Hielo impactó en el hombro de Seifer, que apenas dio un paso hacia atrás sin hacer mueca de dolor alguna.

Su reacción no se hizo de esperar. Se lanzó a toda velocidad a por Enok con un golpe descendente, como si su bate de struggle fuese un martillo, que el aprendiz pudo esquivar por los pelos. En su lugar, golpeó una zona del suelo que se resquebrajó por el impacto.

Desde luego, la fuerza del muchacho tampoco era normal. ¿Y cómo había sido capaz de hacer eso con un bate de espuma azul?

Ríndete, y será menos doloroso.

Una veloz estocada hacia adelante por parte de Seifer generó un golpe de viento tan rápido que Enok no pudo esquivarlo a tiempo. El aprendiz fue arrastrado hacia atrás hasta chocar con una pared, cayendo al suelo de inmediato. Sí, había dolido. ¿De verdad podía ganarle?

La respuesta vino con un mensaje en su cabeza. Alguien, un hombre, le estaba hablando:

"¡Libérale con tu llave!"

No dijo más. Y si Enok miraba a su alrededor, vería que todas las personas en el solar seguían paralizadas, congeladas en el tiempo. Salvo, por supuesto, él mismo y Seifer. Y este último se acercaba, bate en mano, hacia el aprendiz.

Tenía que actuar, y rápido.

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Enok
VIT: 25/30
PH: 18/20

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Freya ― Los quejidos del túnel

Los esfuerzos de la chica fueron inútiles. El golpe con la Llave Espada le libró de un Vivi, pero enseguida otros dos aparecieron para agarrar todavía con más fuerza su brazo. Había demasiados, ¡cada vez más!

Freya se ahogaba. El aire le faltaba, no podía respirar... hasta que un fuerte vendaval hizo que cayera de culo. Aunque lo malo tuvo algo bueno: aquel aire, puro, sirvió para darle una bocanada de aire fresco a la aprendiza. Nunca mejor dicho.

Los Vivis, por cierto, también habían salido volando. ¿El origen de aquel mini tornado? Freya lo descubriría pronto: en el techo, volando en círculos con gracia, se encontraba un precioso loro de plumaje blanco. Sí, Lolo había acudido a su rescate. Aunque, de momento, ni rastro de su dueña.

Un detalle importante chocaría a la aprendiza en ese instante: ya no había Vivis, sólo un Vivi. El pequeño ser del sombrero de pico estaba tirado en el suelo, y emitía leves quejidos de dolor mientras se incorporaba poco a poco. ¿Dónde se habrían metido los demás?

A Lolo parecía darle igual, pues soltó un graznido mientras volaba a toda velocidad hacia el túnel que llevaba a la salida de los subterráneos.

Así pues, si Freya quería continuar su pelea no tendría mejor oportunidad: sólo había un Vivi, y estaba indefenso por ahora. Aunque, por otra parte, el camino a la luz del sol parecía estar despejado, y el pájaro ya se había marchado. Nada le aseguraba que no empezaran a aparecer nuevos clones de un momento a otro.

¿Pelear o huir?

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Freya
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PH: 2/4


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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Darkness Seeker » Dom Oct 19, 2014 5:53 pm

Malik comprendió inmediatamente mi plan, y se abalanzó contra mi copia nada más empezar a movernos. Lamentablemente, y sin darme cuenta, nada más lanzar el piro fue cuando me percaté en que Malik se había colocado justo delante de mi copia, el cuál había copiado mi movimiento. No podía perder más tiempo, por lo que tras hacerme un lado para no volver a atacar a Malik, invoqué mi Látigo de Cadenas y me lancé contra la sombra de Malik.

Pero cuando acabé de lanzar mis latigazos noté algo raro: Mi cansancio aumentaba...

... y el tamaño de la sombra de Malik también...


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¿Estás... viendo lo que yo?

La criatura no tardó en supurar una especie de gas negruzco, el cual le rodeaba de una forma enigmática e increíblemente peligrosa. ¿Porqué se había vuelto tan grande ahora? ¿Porqué cada vez nos sentíamos más cansados? Nada parecía tener sentido, y pronto una fuerte golpe me lanzó volando hacia una pared al lado de la fuente, para ser precisos en el suelo.

¿Estás bien?―le pregunté a Malik al verlo tirado en el suelo ―Esto se nos está yendo de las manos... hay que acabar antes de que...

¿"De que" qué? No tenía ni idea de como se había formado ese sincorazón, ni de su poder, ni nada de nada. Pero no por ello podía dejar que esa cosa me derrotara.

Me giré hacia Malik y le hice una seña para indicarle el brazo de la sombra que sostenía la llave espada. Acto seguido, lanzaría un Piro hacia la cabeza y me dirigiríahacia el brazo que sostenía la llave espada, tratando de evitar cualquier golpe a base de volteretas, y una vez estuviera cerca, con el Látigo de Cadenas trataría de agarrar y contener el brazo, intentando conseguir tiempo y probabilidades para Malik.

¡Ahora!
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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[VC] Las siete maravillas #7

Notapor Sheldon » Mié Oct 22, 2014 11:24 pm

El primer golpe, descendente y tremendamente veloz pude esquivarlo. Sin embargo, aquella pequeña victoria me supo a demasiado poco. La trayectoria del poderoso golpe no se detuvo hasta alcanzar el suelo, donde el bate que supuestamente fabricado de espuma produjo una brecha anormal.

Observé asustado, aferrando el acero de mi arma, el poder que se desprendía a la atmósfera, una fuerza oscura en busca de la destrucción. Tenía por seguro, en cualquiera de los casos, que mi batalla había terminado allí. Apenas podría dañarle en el estado en que se encontraba.

Ríndete, y será menos doloroso.

Sin permitirme apartarme unos pasos, Seifer o al menos su forma físico volvía al ataque. Esta vez hizo uso de algo parecido a la magia, logrando atacarme con lo que más apreciaba, el aire. Una ráfaga cortante me empujo hacia atrás, en dirección a un muro con el que choqué, cayendo al instante al suelo.

Hay veces en las cuales las personas creemos que una voz ha dicho nuestro nombre. Y nos giramos de inmediato a la que creemos la fuente emisora del sonido. Desde edades cortas, algunas personas sienten los susurros. Pero todo es falso; buscas con la mirada esa voz que te habla y no existe, nunca ha existido. Y poco a poco dejas de hacerle caso.

"¡Libérale con tu llave!"


Aquellas cuatro palabras, emitidas por un tono masculino, resonaron en mi cabeza. Podría haberlas dejado pasar, haber ignorado lo que muchos creerían que se trataba de un brote esquizofrénico o haber tirado la toalla.

No fue eso lo que hice.

Tenía que levantarme, seguir defendiéndome. Ya no se trataba de ella, Freya, sino de mi propia vida que, aunque valiese mucho menos que la de otra persona, no podía dejarla escapar.

¿Liberarlo con mi llave? No sabía hacerlo, no tenía el poder que otros aprendices poseían. No sabía derrotar a la oscuridad. Era débil, con un par de hechizos podía ser vencido.

Pero debía existir otra manera. Algo, aunque fuese un recurrente deus ex machina.

Me levanté, sin perder la vista de mi adversario. Alcé mis brazos, enfocando la llave-espada en dirección al Seifer oscuro y esperé, con una mueca de nerviosismo en mi rostro. Si aquello simplemente no servía para nada, tan solo me quedaba preparar el hechizo más rápido que pudiese, una ráfaga de aire que me permitiese seguir esquivando sus ataques.

Hasta encontrar la clave.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Crystal » Mié Oct 22, 2014 11:43 pm

Todo lo que intenté fue en vano; el Vivi al que ataqué despareció, sí, pero no tardaron en aparecer dos más que se encargaron de estrujar mi brazo con más fuerza aún. Quizás fuese impresión mía, pero parecía que se estaban multiplicando cada vez más, y con el mareo que llevaba encima apenas era capaz de contar ya cuantos habían.

Me estaba ahogando; de eso tenía certeza. Por mucho que me esforzara, era incapaz de encontrar algo de aire para llevar a mis pulmones. La sensación era angustiante, y mi impotencia aumentaba cada segundo. Me creía perdida, sin esperanzas ya; por mucho que quisiese ya no podría volver a disparar otra vez, y de todas maneras sería en vano.

Pero algo de repente dio un vuelco a la situación.

Caí de culo gracias a una gran ráfaga de aire. En aquel momento ni mucho menos me preocupé por el dolor de la caída; estaba agradecida por volver a poder respirar, y me permití unos instantes para recuperar todo el oxígeno al que antes no había podido acceder.

Miré a mi alrededor para comprobar que todos aquellos seres con gorro habían salido volando también. Busqué por toda la estancia hasta dar con el origen de aquel vendaval: Lolo. El pajarraco de plumaje blanco como la nieve volaba en círculos con la misma elegancia que siempre. Genial, ahora le debía una al que me había amenazado con sacarme los ojos si llegaba tarde al comienzo de esta tarea. Sin embargo, no iba acompañado de Shinju, cosa que me extrañó mucho. ¿Cómo habría sabido dónde estaba? ¿Y por qué me había ayudado si en el fondo me odia? Me rasqué la nuca, pensando en todas aquellas cosas. Sobre todo en una. ¿Dónde estaba Shinju? Desde que nos separamos al llegar a la Villa, no había vuelto a saber nada de ella.

Volví la vista hacía donde deberían haber estado todos los Vivis, pero para mi sorpresa, solo me encontré con uno. Una sensación de alivio me recorrió el cuerpo a medida que me iba levantando del suelo. Sacudí un poco el polvo de mi falda y guardé de nuevo mi pistola, sin quitarle la vista de encima a Vivi, que emitía gemidos a medida que también se levantaba. No quería volver a verme en otra situación como la de antes, así que estaba dispuesta a atacar en el momento que fuese necesario.

Lolo graznó y siguió el camino hacia el exterior. Dirigí una mirada rápida hacia esa dirección, con una especie de alivio y emoción al saber que podría seguirle si lo quería. Sin embargo, sabía que Vivi estaba indefenso, y que podría intentar acabar con él y de paso utilizar de nuevo la Llave Espada para ir acostumbrándome.

Así pues, me aferraría bien a ella y apuntaría a Vivi para lanzar un Hielo. Después, me dirigiría hasta él y efectuaría varios golpes intentando así acabar con el pequeño bicho. Estaría preparada e intentaría defenderme con el arma si en algún momento tenía intenciones de atacarme. Si era capaz de acabar con él, no dudaría ni un segundo en seguir el camino por dónde Lolo se había ido para poder emprender la tan ansiada búsqueda de Shinju y mi compañero.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Mié Oct 22, 2014 11:51 pm

Estuvo a punto de soltar un grito de triunfo al ver que la copia de Neru era destruida, a pesar del escozor del hechizo que todavía resentía en los brazos, sobre todo. Sin embargo, el júbilo murió en sus labios cuando vio a su copia hacerse más grande, mucho, mucho más grande que él...

Un vahído se le escapó, sintiendose repentinamente mucho más cansado que antes, como si le costase gravemente respirar y mantener los ojos abiertos. No le dio tiempo a contestar a Neru, el golpe, que por cierto él no había ejecutado, que les propinó su ahora enorme copia les tiró a ambos al suelo. Aterrizó de espaldas, notando un pinchazo por toda la columna vertebral. Tragó saliva mezclada con polvo.

¿Estás bien?

Sí, eso creo...

Se limpió la boca de polvo y se levantó un poco a duras penas, aún con la Llave-Espada en la mano.

Esto se nos está yendo de las manos... hay que acabar antes de que...

¿De qué?

No miró a Neru, pero necesitaban respuestas, o una solución. Le temblaban las rodillas, cada vez más, y cada vez más tenía mucho más sueño. Exhaló. Por el rabillo del ojo vio elgesto de Neru y giró la cabeza, a tiempo para captar su idea. Dio gracias de ser hombre de pensamiento rápido y fluido porque apenas lo vio, Neru ya estaba conformando su ataque. Esperó casi impacientemente a su señal, igual que antes, y... se movió.

Un nuevo Impulso y se acercó lo suficiente como para asestarle un Aturdidor a la gigantesca copia, que Neru retenía del brazo de la espada. Si conseguía aturdirla podría asestarle varios golpes más y deshacerse de ella. Ese era el plan. Neru era más débil, tendría que ser él quien se ocupara de bloquear todo el daño.

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▪ Impulso (HC) [Nivel 5] [Requiere Velocidad 8, Elasticidad 8] Permite realizar una propulsión, tanto aérea como a nivel del suelo, para moverse más rápido por un pequeño trecho de espacio.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Myxa » Jue Oct 23, 2014 12:33 am

Y acertó de pleno. Ahora no tenía a una bolsa animada como enemigo sino todo el parque en su contra, rodeada por supuesto de esa especie de bruma que erizaba el vello de su nuca. Estaba rodeada y sin escapatoria pues una barrera impedía su huida, una barrera similar a la que Kazuki conjuró el día que tuvo que enfrentarse al experimento de Finkelstein en Ciudad de Halloween, por lo que descartó la opción. Al menos no había un Maestro quedándose al margen.

Puso las dos armas en posición de defensa tras esquivar la maceta que casi le partió la cabeza pero, gracias a haber preparado el conjuro, no llegó a su objetivo. El corazón se le puso a mil y un sudor frío le empapaba la espalda; iba a ser duro salir de esa.

"¡¡Destruye al que está pose...!!"


Una punzada de dolor acompañó a la extraña voz que surgió de la nada en la cabeza. ¿De dónde había salido? ¿Sería algún resquicio de su memoria perdida? No, no tenía pinta de serlo. De haber sido así lo más probable fuese que cayese al suelo debido al shock recibido. Lo había experimentado alguna vez y no era una sensación agradable. Por ende sólo cabía una posibilidad: provenía de alguien exterior a ella, aunque en ese momento aquella duda no era lo más importante.

Por el rabillo del ojo vislumbró la efigie que representaba a la torre del reloj aproximándose a una velocidad inferior a las demás y que se comportaba de un modo ligeramente peculiar. Cualquiera hubiese pensado que su lentitud se debería al material que lo componía, pero Myxa supuso que no era por esa razón. Si lo hubiese sido no habría llamado tanto la atención pues los demás objetos del parque también se verían obstaculizados por la densidad de sus cuerpos y no avanzarían a la misma velocidad.

Dejando de lado sus dudas para un momento más oportuno se lanzó hacia la torre en miniatura para asestarle un combo giratorio con su katana y Llave-Espada en sendas manos, sin descuidar por supuesto todo aquello que la rodeaba. No era estúpida, en el momento menos oportuno cualquier elemento del parque podría caerle encima o golpearla en un punto sensible que la haría caer al instante por lo que agudizó sus sentidos y se dispuso a echar a rodar en cualquier momento para evitar una posible embestida o placaje.

Siempre que la situación fuera favorable aprovecharía la más mínima posibilidad de lanzarse contra la torre y evitar destruirla cuanto antes. Lo último que le gustaría es que todos los “enemigos”, por llamarlos de alguna forma, se aconglomerasen y formasen un escudo de chatarra, ahí ya se vería en serios aprietos. Por tanto, su estrategia de combate de esquivar y golpear sería la más adecuada en esta circunstancia. Qué casualidad, ese era precisamente el estilo de lucha al que más habituada estaba.
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Ronda #8 - Las siete maravillas

Notapor Astro » Jue Oct 23, 2014 11:43 pm

¿Has venido a jugar?

Contigo no. Seguro que haces trampa.

Shinju agitaba animadamente las piernas, sentada en lo alto de una de las columnas a la entrada de la mansión. Abajo, Akio apoyaba su Llave Espada en el hombro mientras miraba de reojo a los dos matones trajeados tirados en el suelo, inconscientes.

Pues que sepas que has perdido, llegas tarde ―le respondió la niña, soltando una risita―. Acabo de ocuparme de la maravilla de la mansión.

¿Ah, sí? Mejor, así puedo patear tu culo sin prisas.

El pequeño Maestro apuntó con su llave a su enemiga, colocándose en posición de pelea.

Si insistes. ―Shinju se encogió de hombros―. Pero tal vez deberías irte a ayudar al puñado de aprendices que has traído contigo. Seguro que les has mandado a investigar el resto de maravillas, pobrecitos. A estas alturas deben estar en las últimas.

¿De qué hablas? Este mundo es demasiado aburrido, ni siquiera tiene sincorazón ―replicó Akio, arqueando una ceja. Había bajado levemente su arma, pero seguía alerta.

Oh, ya. Pero han aparecido cosas peores, seguramente ni siquiera sabrás qué son. ―Con un salto ágil, Shinju bajó al suelo con gracia, invocando su Llave Espada―. Sobre todo...

»Si vienen de otro mundo.

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Neru & Malik ― El doble

El Piro de Neru no hizo gran daño al doble gigante de Malik, aunque sí que sirvió para al menos molestarle. La cadena se enrolló en el brazo de la copia para intentar retenerla, pero no resultó como estaba planeado. De un brusco tirón, Neru salió por los aires hasta chocar de nuevo con una pared.

Pero Malik sí que aprovechó la distracción de su compañero. No tan rápido como le había gustado, el Aturdidor golpeó a su copia oscura en todo el pecho, dejando un corte de pura luz en la piel del monstruo. Los siguiente movimientos sirvieron para abrir todavía más la herida, generando más haces de luz en el proceso.

Con el último golpe, el doble explotó en humo negro. ¿Habían ganado?

La respuesta vino por parte de sus Llave Espada. Tanto la de Malik como la de Neru (que había aparecido de pronto en su mano) empezaron a brillar en su extremo, y un pequeño rayo de luz salió de ellas hasta impactar en la fuente. El agua se iluminó con fuerza, alumbrando la zona y expulsando algo extraño de su interior.

No, no era un nuevo doble. Era algo distinto, completamente negro, y que se elevaba en el aire. De hecho, ni siquiera tenía pies. Ni cara. Dos brillantes ojos brillaban en un charco de oscuridad sobre el que descansaba una larga capa negra.

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Aquel ser, fuese lo que fuese, se retorcía de dolor, elevándose cada más en el cielo. Unos gritos de dolor fue lo único que ambos aprendices pudieron oír antes de que se deshiciera en humo.

A partir de entonces, nada raro ocurrió. Por no ocurrir, no ocurrió nada. En la fuente se reflejaban sus imágenes como si fuera un espejo, pero por mucho que esperaran ninguna volvió a salir para saludarles.

¿Que harían ahora?

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El doble: ¡Maravilla resuelta!

Recuperáis libertad de movimiento, podéis ir y hacer lo que queráis en las Terrazas. ¡Elegid bien!

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Malik
VIT: 25/32
PH: 4/22

Neru
VIT: 11/18
PH: 12/16

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Enok ― Solar deportivo

Al mismo tiempo que Enok elevó su Llave Espada, Seifer atacó. Pero algo extraño sucedió en ese momento: un fuerte destello de luz al chocar ambas armas.

Cuando el aprendiz pudo mirar de nuevo, momentáneamente cegado por la luz, vería a Seifer con una rodilla en el suelo y una mano en el pecho, el mismo aspecto que alguien tendría si acabara de recibir un ataque. El humo negro que emitía era considerablemente menor.

La Llave Espada le protege. Esto no estaba en los planes ―exclamó, hablando más para si mismo que con Enok―. Debo informar.

Sin decir más, Seifer se desplomó en el suelo, aparentemente inconsciente. Pero encima de él había aparecido algo, algo muy extraño. Flotaba en el aire encima del chico, y Enok podría jurar que le había visto salir de él. Una larga capa azul cubría su cuerpo casi inexistente, y unos brillantes ojos se clavaron en los del aprendiz.

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No hubo conversación, al menos por parte de aquel ser. Casi en un visto y no visto salió volando hacia el interior de la Villa, dejando a un confuso Enok en el solar deportivo.

Solar que, por cierto, recuperó la vida en cuanto se marchó. Todas las personas volvían a moverse, como si nada hubiera pasado, e incluso la grieta del suelo que se había formado durante la pelea había desaparecido. Seifer también se había levantado del suelo, aunque al menos él sí que tenía cara de confusión, como si no supiera qué hacía allí. Miró de reojo a Enok, pero no le dijo nada.

Aquello, fuese lo que fuese, se había marchado sin dar pista alguna sobre Freya. ¿Que haría Enok?

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Recuperas libertad de movimiento, puedes hacer e ir adonde quieras. ¡Elige bien!

Enok
VIT: 25/30
PH: 18/20

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Freya ― Los quejidos del túnel

Atacar en ese momento a Vivi fue un golpe seguro, pues el pequeño apenas se había levantado tras el vendaval de Lolo. El Hielo volvió a derribarlo al suelo, pero defintiivamente fueron los golpes con la Llave Espada lo que sirvieron de verdad.

Haces de luces surgieron en cada golpe, y antes de que Freya pudiera darse cuenta algo había salido de Vivi. Algo negro, alto, casi habría parecido una capa negra que se movía sola en el aire de no ser por dos brillantes ojos negros y los sonidos que emitía.

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Se retorcía de dolor, hasta que un fino rayo de luz que salió de la punta de la Llave Espada de Freya le atravesó. Al instante, se desvaneció en humo negro. No dejó ni rastro.

¿Q-qué ha pasado?

Vivi se encontraba sentado en el suelo, moviendo la cabeza con aire confuso. No parecía el mismo que había atacado a Freya momento antes, ¿o tal vez sí?

¿Qué hago aquí...? ¡Oh, no, voy a llegar tarde y Seifer se enfadará!

Se levantó torpemente, y apunto estuvo apunto de caerse. Una vez de pie, se despidió con un gesto de la mano de la aprendiza y echó a correr hacia el interior de los túneles. Si Freya quería hablar con él para preguntarle lo que fuese (¡o incluso volver a atacarle por lo de antes!) debía hacerlo antes de que se marchara.

Por lo demás, la chica tenía por fin camino libre hacia el exterior. Fuera se encontraría con unas inusualmente vacías Terrazas del Atardecer, y total libertad para ir y hacer lo que quisiese. ¿Qué sería?

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Los quejidos del túnel: ¡Maravilla resuelta!

Tienes libertad de movimiento, puedes ir y hacer lo que quieras en las Terrazas del Atardecer. También puedes poner que hablas con Vivi y luego te vas, o incluso que le sigues por los túneles. ¡Elige bien!

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Freya
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PH: 0/4

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Myxa ― La bolsa animada

Llegar hasta la torre no fue nada fácil. Los objetos iban y venían y, a pesar de los esfuerzos de Myxa, la aprendiza no pudo evitar que más de uno le golpearan de pasada. Doloroso, pero no lo suficiente para frenarla.

Cuando alcanzó su objetivo, se encontró con una inesperada sorpresa. Consiguió golpearla, pero en cuanto sus armas terminaron de tocar la estatua una fuerza repelió a Myxa con fuerza, derribándola al suelo. Y, una vez allí, la reacción de los demás objetos no se hizo esperar: una montaña de bolsas de basura, bancos, y setos se lanzaron a aplastar a Myxa, dispuestos a romperle todo y cada uno de sus huesos.

La suerte estuvo de su lado. Los objetos apenas habían empezado su ataque cuando, sin más, se quedaron quietos. Ya no salía humo de ellos, ni siquiera se movían. Y, si Myxa miraba hacia la torre, descubriría el motivo: el corte producido por la Llave Espada había dejado una grieta de pura luz en la maciza piedra que había ido creciendo poco a poco.

Con un sonoro grito, algo salió de la estatua. Una criatura negra, casi incorpórea, con una gran capa negra que cubrían su par de brillantes ojos.

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El extremo de la Llave Espada de Myxa se iluminó de luz y, moviéndose por si sola, disparó un haz luminoso que atravesó a ese ser. Se retorció en el aire, gritando de dolor, y con un sonoro clap, se deshizo en humo negro.

Una violenta ráfaga de viento azotó la cara de Myxa, obligándola a cerrar los ojos aunque fuese por un segundo. Cuando los abrió, todo a su alrededor había cambiado. Era como si los últimos minutos nunca hubieran pasado: los objetos estaban cada uno en su sitio, no había bolsa de basura alguna desparramada por el suelo, ni siquiera la estatua tenía los cortes que le había hecho al atacarla.

Por extraño que pareciera, si Myxa seguía allí no encontraría nada más. Podría esperar lo que quisiera, que nada raro ocurriría.

Era hora de moverse y buscar más respuestas.

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La bolsa animada: ¡Maravilla resuelta!

Tienes libertad de movimiento, puedes ir y hacer lo que quieras en las Terrazas del Atardecer. ¡Elige bien!

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Myxa
VIT: 23/30
PH: 9/12


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― Escalones escalofriantes - ¿Resuelta?
― El amigo tras la pared
Los quejidos del túnel - ¡Resuelta por Freya!
El doble - ¡Resuelta por Neru y Malik!
La bolsa animada - ¡Resuelta por Myxa!
― El misterio del tren fantasma

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Fecha límite: martes 28 de octubre.
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