[Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Participantes: Fátima, Kairi, Saito, Neru, Jeanne

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: Ronda 3

Notapor H.S Sora » Sab Jul 11, 2015 10:56 pm

Durante un instante solo podía percibir silencio por parte de mis dos acompañantes. Quizá aquello de que les apetecía hablar habían sido solo imaginaciones mías después de todo. Pero justo cuando había decidido desistir, comprobé en que me había equivocado por completo.

Yo provengo de un país curioso y excéntrico para la mayoría, tuve problemas al llegar a la Orden por mi comportamiento.

Asentí, pensativo y divertido para mis adentros: ¿habría existido antaño una versión de Ariasu capaz de desquiciar a cualquier Maestro que se propusiese adiestrarla, o a pesar de todo no habría cambiado con el paso del tiempo?

>>El País de las Maravillas es un mundo que necesita gente de mente abierta que acepte lo contrario a lo que se considera "normal". Si eres abierto de mente, Saito, disfrutarás mucho la estancia en El País de las Maravillas. Si no, te volverás loco. Bueno, ¡como todos los que habitan allí!

No pude evitar sonreír mientras me apuntaba mentalmente el nombre de aquel interesante mundo dónde había nacido Ariasu; si aquel lugar era capaz de poner a prueba la cordura de cualquiera era algo que por muy peligroso que fuese, me apetecía comprobar por mi mismo. ¿Qué podía salir mal de ir a comprobar si existían más personas igual de peculiares que la Maestra?

Yo... —En un principio, Diana no habló, parecía querer pensarse mucho en si debía o no abrirse tal y como habían hecho los demás.— Coliseo del Olimpo. Por ciertos motivos la Orden se involucró en asuntos del hogar de los dioses. Y por otra serie de razones, acabé siendo acogida por ellos.

Tal y como pensaba, Diana no había querido excederse en la información que acababa de darme, pero sin duda era mejor que nada; apunté el nombre de aquel otro nombre y el irónico hecho de que alguien como Diana — considerada una semidiosa — creyese en algo como eso. Y más preocupante y desconcertante me resultaba que creyese en más de uno.

Nada más haber formulado mi segunda y tercera pregunta, supe que habían sido un completo error; Ariasu y Diana habían intercambiado miradas, unas miradas que no podía comprender pero cuyo significado podía tratar de intuir: “Te has metido donde no te llamaban, chico”, o algo por el estilo. Pero la curiosidad me podía más que cualquier otro sentimiento en aquel momento.

Más incluso que aquello que Diana era capaz de hacer sentir con su mirada coaccionando a la tuya, lo hiciese o no sin querer.

Como te he dicho, Saito, —Ariasu parecía encantada de que preguntase ya que me estaba respondiendo a todo. A medida que nos íbamos adentrando más y más en aquel bosque y en aquellos asuntos, sabía que había tomado la elección correcta yendo con ellas— ellos no aceptaban del todo la oscuridad en los mundos, y menos en la gente que se encontraba entre sus filas. Alexis es una niña que ha sufrido su condición en Tierra de Partida por haber nacido como un ser afín a oscuridad. La excentricidad de la pequeña era difícil de entender, pero quizás tú sí... proviene de Ciudad de Halloween. —Abrí los ojos como platos casi sin proponérmelo, a pesar de que en su día me había imaginado que aquella chica podría venir de allí por su apariencia. ¿Acaso me habría conocido sin yo saberlo durante su tiempo allí? Quizá algún día pudiese hablarlo con ella.

Ellos nunca consiguieron aceptar los gustos de Alexis, pero tanto yo como Diana y Shinju sí. Es una buena chica, pero atormentada por su pasado y por las consecuencias de convivir con gente de la Orden.

El Maestro Ryota —intervino Diana esta vez para mi sorpresa— fue la primera persona que logró enfrentarse a Ronin, y admiramos mucho su valentía pues fue tan amigo de él como lo soy yo de Alexis y Shinju... renunciar a una amistad por un acto noble es algo que todos tenemos en estima...

Así que Ryota sacrificó su amistad con Ronin para fundar el bando de Bastión Hueco... sabía que el Maestro Ryota era el mejor, pero esto lo confirma.

Me dispuse a continuar con aquella interesante ronda de preguntas cuando un repentino grito de terror hizo que pegase un bote que casi me costó un tropiezo. Por el tono de aquella voz, parecía ser un hombre el que se había visto metido en aquel problema. Inmediatamente lo sentí, pero ya me lo había imaginado solo con oír como aquel hombre gritaba.

Solo una cosa lo suficientemente real y aterradora podía hacerte gritar así al más valiente de los hombres: los Sincorazón.

Vaya, parece que alguien se ha metido en la boca del lobo. Necio.

Pero no podemos entretenernos —replicó casi al instante Ariasu, claramente desinteresada en lo que fuese a pasarle al desconocido—. Si no nos damos prisa, Tierra de Partida se nos puede adelantar. Además, no me extrañaría que Lyn hubiera escuchado el grito. Nanashi ya nos advirtió de que tiene un olfato y oído increíbles.

Estamos bastante cerca del castillo. Puedo encargarme de ese idiota y su caballo y asegurarme de que Lyn ni ninguno de sus aprendices se acerquen.

Me paré en seco. ¿Estaba hablando enserio? ¿Quería dejarnos ahí tirados? A pesar de que ella decía que nos encontrábamos relativamente cerca de nuestro objetivo... ¿Qué tenía pensado hacer con el hombre y el caballo que le acompañaba? ¿Salvarles?

Por la indescifrable sonrisa con la que Ariasu miraba a la aprendiza, podía imaginarme que quizá aquel hombre con mucha suerte tuviese una inesperada muerte rápida y sin dar paso a convertirse en un verdadero monstruo.

¿Cerca? ¿A cuántos metros?

Setecientos hacia el norte

¿Aquello era cosa de su afinidad, o se estaba inventado las coordenadas? No tenía demasiado claro que motivo podía empujar a Diana a querer salvarle la vida a aquel hombre, pero no podría adivinarlo aunque me esforzase.

Mmm... Saito, ¿te vienes conmigo o querrías ayudar a Diana?

La pregunta de Ariasu me pilló completamente desprevenido dado que yo había estado centrado en mis propias conspiraciones mentales. De alguna manera, agradecía que la Maestra quisiese darme un poco de libertad para hacer lo que creyese conveniente, pero dudaba que pudiese serle de mucha ayuda a Diana.

>>Aunque debo reconocer que el castillo te va a parecer más interesante que luchar por la vida de un inepto.

Y mi curiosidad volvía a la carga, para que negarlo.

La acompaño Maestra Ariasu, —explicaría— no creo que fuese capaz de ayudar en mucho a Diana. Como mucho podría estorbarla si me entrometo.

Entonces me dirigiría a mi rubia acompañante haciendo acoplo de todas mis fuerzas por no parecer un estúpido integral.

>>Mucha suerte con ello Diana, supongo que nos veremos en el Castillo. Ten cuidado.

Después de hacer aquella absurda despedida a una aprendiza que estaba más que experimentada, esperaría a que la Maestra Ariasu emprendiese la marcha y la seguiría.

El castillo nos estaba esperando.
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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Suzume Mizuno » Sab Jul 11, 2015 11:02 pm

Sí... Fue Ronin quien me hizo Caballero. Si no fuera por él, ahora mismo... no tendría un sitio al que llamar hogar. Por aquella época era... no, para qué nos vamos a engañar, no ha cambiado nada. ¡Sigue queriendo escaparse a la taberna como siempre!

Rió por lo bajo junto a la Maestra, aunque no pudo evitar pensar, con una punzada de pesar, en que Ronin había comenzado a cambiar desde lo ocurrido en la Red…

Gracias, Fátima. —Le alivió comprobar que no había metido la pata cuando Lyn le puso una mano en el hombro—. Y tú también lo eres al depositar tu confianza en mí.

Sonrió.

No creo que eso sea noble. Siempre confiaré en usted, Maestra.

No lo sé, pero debe haber algo o alguien que los esté atrayendo ahora hacia la aldea —respondió Lyn a su pregunta—. Estaban concentrados en el bosque y hasta ahora eran sólo unos pocos, pero que de repente aparezcan tantos... también hay que averiguar a qué se debe ese aumento, porque también debe haber otro ente o ser que esté atrayendo con la oscuridad de su corazón... y creo estar segura de qué es.

Iba a preguntar qué era, pero Lyn continuó hablando:

Y sobre el corazón del mundo...

De repente las pupilas de Lyn se afilaron e irguió las orejas a la vez que pegaba un brinco y se incorporaba. Con el corazón en la boca, Fátima la imitó y miró a su alrededor, buscando Sincorazón. No tardó en darse cuenta de que la mirada de la Maestra se dirigía hacia el bosque.

Maldición, hay un hombre ahí dentro —masculló Lyn, mostrando los colmillos—. Está siendo atacado por... una manada de...

No preguntó cómo podía saberlo. El oído de Lyn era muchísimo más fino, así que seguramente estaba escuchándolo en aquel momento. Y, con mucho esfuerzo, se obligó a sentarse.

Maldita sea, Ronin —gruñó Lyn—. Date prisa...

Fátima apretó los labios y miró con angustia hacia el bosque. Había prometido a Ronin que intentaría evitar que Lyn entrara al bosque —todavía no entendía el motivo—, pero parecía que no iba a hacer falta. No pudo evitar imaginarse al pobre hombre perseguido por la manada y apretó los puños con tanta fuerza que se hizo daño en las palmas con las uñas. ¡

Tengo que ir, Fátima —dijo Lyn, que continuaba sentada pero la miraba con angustia—. Tienes todo el derecho a no creer en mis palabras, pero Ronin no contaba con que hubiera inocentes adentrándose en el bosque. Hay alguien pidiendo ayuda. Estoy escuchando el trote de su caballo, y el aullido de...

A la vez que Lyn terminaba la frase, escucharon unos aullidos que le pusieron la piel de gallina.

... lobos.

Fue a asentir con la cabeza, pero luego pensó que si Ronin le había pedido aquel favor debía ser por algo lo suficiente importante como para que Lyn ni siquiera pudiera moverse en aquellas circunstancias. Pensó rápido. Maldijo.

Luego se llevó una mano al pecho.

Déjeme ir a mí. Yo ayudaré al hombre. Así usted no tendrá que entrar en el bosque y no romperá su promesa. Por favor. Yo confío en usted. Confíe en mí.—La miró con seriedad. Cada instante que perdían podía ser fatal—. Le salvaré. Soy lo suficiente fuerte. Por favor.

De una forma u otra, no iba a quedarse allí sentada sabiendo que podía evitar una muerte. Así que, si Lyn se negaba a permanecer en la roca, la acompañaría. En caso de que le diera permiso asentiría y no perdería un instante en correr hacia el bosque. Trataría de encontrar a los lobos por sus aullidos, aunque no sabía si llegaría a tiempo. Invocaría su pistola: confiaba en su puntería para atacar a los lobos e, incluso si no estaba lo suficiente cerca, podía disparar al aire para intentar atraer su atención. Lo haría incluso si Lyn la acompañaba, a menos que esta viera su arma y le dijera que la guardara.

Sólo esperaba poder ayudar al pobre hombre.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Kairi » Dom Jul 12, 2015 7:52 pm

Llegaron al mercado, que estaba abarrotado de gente. Vendedores mostraban su mercancia e incitaban a la gente a comprarles, no solo comida, también ropa y complementos. Aunque aquellas vestimentas le parecieran antiguas a Kairi, algunos vestidos eran bonitos. También se podían oír las conversaciones que tenían las gentes de la aldea.

—¿De verdad que esta noche no volverá a pasar?

—Eso dijo Gastón. Podemos confiar en su palabra.

—Pero mi marido es pastor y está muy nervioso. Quizás esta noche haga guardia...

—¡Qué tonterías, mujer! Si Gastón dice que no hay rastro de lobos, es que no los hay.

—Yo igualmente no pienso dejar las ventanas abiertas hasta el amanecer.

—¿Y quién me dice que mis hijos están a salvo cuando han desaparecido dos hombres ayer y todo su rebaño?

Sí había oído bien, una manada de lobos rondaba cerca de la aldea, pero un tal Gastón decía que se habían ido y que no había peligro. La Aprendiza no se fiaba de las palabras de unos desconocidos, había peligro cerca y se mantendría vigilante.

Pero no pudo prestar más atención a aquellas mujeres porque una voz femenina les estaba hablando a las dos chicas por detrás.

- Disculpad, ¿pueden dejarme pasar, por favor?

Kairi se giró y vio a una hermosa chica con vestido azul y el pelo recogido en una coleta. Kairi, embelesada, se apartó para dejarla pasar.

- ¡Gracias!

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Kairi se sintió extraña, una sensacion de atracción invadía su cuerpo... No era amor, ella tenía muy clara su sexualidad. Simplemente sentía fascinación y curiosidad por aquella muchacha. Era muy bonita.

Jeanne, que también se sentía atraída por la desconocida, se dirigió a Kairi.

- Esto… ¿No has sentido una especie de… atracción por esa chica? Qu-Quiero decir, como si fuera distinta.

- Eh... sí... un poco... Es la más bonita de todas las que he visto en la aldea - reconoció.

- Creo que… debería seguirla, aunque no tenga que ver con la misión… Creo que ella es importante. Llámalo instinto, si quieres.

>>Tú... puedes quedarte aquí e interrogar a esas señoras, y seguir con la misión. Perdona por dejarte sola, pero necesito saber... quién es. Aunque por supuesto, puedes venir tú también si quieres. Intentaré recoger más información de camino.

>>¿Qué me dices?

La pelirrosa tampoco quería quedarse sin saber quién era aquella chica. Posiblemente ella también sabría algo sobre los ataques en la aldea.

- Iré contigo. Esa chica podría saber también algo sobre los ataques, ¿no crees? - le dije a Jeanne sonriendo con curiosidad.

Así que siguió a su compañera que se fue detrás de la muchacha de vestido azul.
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Re: Ronda 4

Notapor EspeYuna » Dom Jul 19, 2015 3:51 am

Neru


Si que son idiotas, pero si hablan de un cazador puede que estos borrachos sepan algo de lo que está ocurriendo aquí. Voy a tratar de sacar algo en claro y salgo en cuánto pueda.

Akio asintió sin más, dejando la taberna a cargo de Neru si así lo deseaba. El pequeño maestro salió del lugar, no sin antes toparse con un par de amiguetes preguntándole por su mami.

Disculpen—quizás por el berrinche tan escandaloso de las tres hermosas damas, Neru quiso ser caballeroso y acercarse a ellas para darles un pañuelo con el que secar sus lágrimas—Al entrar no he podido evitar verlas llorar tan desconsoladamente en un antro como este. ¿Ha ocurrido algo?

Las tres dejaron de llorar, observando sorprendidas que entre aquel escenario de machos descontrolados por el alcohol hubiese un joven que se preocupara por ellas. La que vestía de color rojo fue la primera en coger el pañuelo.

G-Gracias. Pues verás... nuestro... nuestro querido Gastón ha anunciado que se casa y... y...

La muchacha no pudo evitar llevarse las manos al rostro, mientras que la que vestía de verde le arrebataba el pañuelo para sonarse los mocos de forma estrepitosa.

¡Es injusto! ¡Esa chica ni le mira!

¡Con lo guapo y valeroso que es...! —profirió la del vestido dorado, abrazando a la de rojo.

Parecía que no sacaría mucho más de ellas, así que se dirigió hacia el propietario del bar, quien se encargaba de servir un par de jarras para que la camarera la llevara a una mesa donde dos aldeanos acababan de llegar, quizás igual de perdidos que él, pero que parecían restarle importancia cuando el cazador gritó:

¡Hoy no invitará la casa, pero sí que invito yo!

—Este Gastón, y ni siquiera se ha comprometido todavía ni recibido un sí por respuesta —suspiró a espaldas de Neru el dueño—. Pero bueno, si al menos va a pagar esta barbaridad de rondas hasta la tarde, recibirá una felicitación por mi parte. Me pregunto quién será la afortunada...

Dijo aquello último con un deje de guasa, volviendo a atender a más gente.

¡Hola, chavalote!

Frente a Neru se presentó un hombrecito de estatura más baja que él (y la de cualquiera de los aldeanos presentes), regordito y con una nariz redonda y colorada que abultaba su cara.

¡Estamos buscando gente para ayudar con la pedida de mano del mejor cazador de nuestro pueblo! ¿Te gustaría apuntarte? ¡Podrás asistir a la ceremonia esta misma noche!

Antes de que Neru pudiera contestar, se escuchó un estruendo fuera. Aunque casi todo el mundo seguía ocupado bebiendo y pasándoselo bien allí dentro, Neru habría jurado oír el relinchar de un caballo y voces. ¿Algún accidente, quizás?

Puede que no hubiera sido para tanto y que realmente le interesara más acercarse al mejor cazador de la aldea.

Jeanne y Kairi


Las dos aprendices de Lyn decidieron que su corazón les guiase, ambos latiendo por cada paso de aquella misteriosa muchacha que, aunque aparentaba ser una aldeana sin nada especial... parecía ser algo más.

La dama vestida de azul celeste se acercó a un puesto donde vendían leche y huevos. Preguntó por el precio y, conforme, se llevó una docena y una botella.

—Bella, ¿al final tu padre se ha quedado en la aldea, verdad? —preguntó entonces la vendedora, antes de obsequiarle el cambio y la mercancía.

No, no quería perder la oportunidad de ir a la feria y se ha ido esta mañana —respondió con tranquilidad la muchacha.

—¡Pero cariño! ¿Cómo te ha dejado sola estando a las afueras de la aldea, con lo peligroso que es ahora? ¿Y cómo se atreve tu padre a adentrarse en el bosque él sólo? —la mujer no daba crédito a lo que oía, con los ojos bien abiertos y el rostro desencajado.

Sé valerme por mí misma —respondió, algo molesta, Bella—. Y mi padre también.

—¡Pero los lobos...! ¡Está loco!

Mi padre no está loco, ¡es un genio!

» Que tenga un buen día.

La joven se alejó con la mercancía, seguida de cerca por Jeanne y Kairi, que habrían escuchado la conversación. Se dieron cuenta que, un buen rato siguiéndola, acabaron saliendo de la aldea para dirigirse a las colinas cercanas, repletas de pastores con sus rebaños de ovejas pastando.

A medio camino, Bella se dio la vuelta y observó, con ojos curiosos, a ambas. Cualquiera se molestaría porque dos desconocidas siguiesen sus pasos, acosando, pero ella sonrió.

Nos hemos visto en la aldea, ¿cierto? —intentó confirmar— ¿Sois nuevas por aquí? ¿Venís de fuera?

Parecía bastante interesada y emocionada porque así fuera.

Saito


La acompaño Maestra Ariasu, —diría Saito, decidido a ir con la mentora— no creo que fuese capaz de ayudar en mucho a Diana. Como mucho podría estorbarla si me entrometo.

>>Mucha suerte con ello Diana, supongo que nos veremos en el Castillo. Ten cuidado.

Gracias —contestó Diana, dándose media vuelta para correr y adentrarse por otro camino, perdiéndose su cuerpo entre tanto verde.

Bueno, Saito. Parece que nos ha dejado la diversión a nosotros —dijo Ariasu, juguetona—. ¿Seguimos nuestro camino?

*****


Pues sí, Diana tenía razón con la distancia que nos quedaba.

En efecto, no habían tardado mucho en alcanzar el castillo desde que se separaron de la joven semidiosa. Ambos contemplaron el puente que los separaba de los misterios que guardaba aquel lugar.

Vaya, parece que no lo vamos a tener fácil.

Ariasu señaló con su vara en dirección al puente. En medio del camino había una línea de cuatro estatuas fijas en el suelo, dos armadas con hachas y el otro par con espadas. Cualquiera pensaría que se trataban de figuras de piedra sin vida, pero Saito percibió aquel sentimiento.

El que sólo un sincorazón podía provocar en el corazón de un portador.

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Esta es una buena oportunidad para que me demuestres de lo que estás hecho, Saito —dijo Ariasu, colocándose tras Saito y, sin previo aviso, dándole un pequeño empujón con su vara—. Ryota estará satisfecho si sabe que puedes valerte por ti mismo con sincorazón de este nivel. O, al menos, que lo has intentado sin mi ayuda.

Si Saito se daba la vuelta, comprobaría que Ariasu le guiñaba el ojo, en señal de confianza. No había presión ninguna, parecía bastante segura de lo que decía y confiaba en que Saito se desenvolviera bien en combate.

Así pues, comenzaba el duelo. Y parecía que los sincorazón aún no habían percatado su presencia...

Fátima


Déjeme ir a mí. Yo ayudaré al hombre. Así usted no tendrá que entrar en el bosque y no romperá su promesa. Por favor. Yo confío en usted. Confíe en mí.—Lyn la miró, sorprendida y seguidamente con el ceño fruncido. No parecía bastante segura de que aquello fuera una buena idea—. Le salvaré. Soy lo suficiente fuerte. Por favor.

La maestra cerró los ojos, e inspiró profundamente para luego expulsar el aire por la boca, de forma lenta y pausada.

Confiaré en ti, Fátima —respondió, cohibida por la situación—. Pero procura volver en menos de una hora. Si para entonces no estás aquí, iré en tu busca —la miró de nuevo, con un rostro que reflejaba frustración—. Espero que para entonces Ronin venga de la Federación para ayudarnos... ve.

Fátima correría hacia el bosque, rauda y veloz. Lyn observó como la figura de su aprendiz se perdía entre el manto de árboles donde comenzaba lo que fue una vez su hogar.

Escuchó otro aullido en la distancia, y se encogió.

Perdonadme, por favor...

*****


¡Socorro! ¡Ayuda!

Fátima tropezaría por el camino con matorrales y alguna que otra raíz, pero conseguiría alcanzar aquella voz en una carrera de apenas diez minutos. Al parecer el inocente había corrido en su dirección escapando del peligro y se le había hecho más fácil encontrarlo.

Lo vio aparecer entre los árboles. Era un hombre ya entrado en edad, algo regordete, canoso y con bigote. Llevaba ropa de viajero y no soltaba de una de sus manos lo que parecía ser un pergamino. Cayó al suelo tras perder el equilibrio de manera inevitable. Estaba exhausto y le faltaba el aire, víctima del pavor por lo que quiera que le estuviera persiguiendo.

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¡Muchacha, atrás, atrás!

Fátima fue rápida al estar preparada. Algo se abalanzó encima suya, pero consiguió herir al atacante gracias a su pistola, pues había apretado el gatillo por la impresión y el susto.

Al caer al suelo y alejarse de lo que le había caído encima, comprobaría que se trataba de un animal a cuatro patas. En efecto, tenía todo el aspecto de ser un lobo. Sin embargo, lo que no se esperaría sería el aspecto de este...

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... pues tenía la marca de un sincorazón en su pecho.

El lobo se incorporó sin problemas, mostrando sus afilados colmillos a la aprendiz. Había encontrado a una nueva presa, quizás mucho más apetitosa.

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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Kairi » Jue Jul 23, 2015 1:27 am

Así pues, las dos Aprendizas siguieron a la bella muchacha. Kairi se sentía como una acosadora, pero sus intenciones no eran esas ni de lejos. Sólo buscaba información y parecía que aquella chica podría ayudarla.

La joven se detuvo en un puesto, donde compró leche y huevos. La dependienta se puso a hablar con ella.

—Bella, ¿al final tu padre se ha quedado en la aldea, verdad? —preguntó, revelando el nombre de la muchacha que le sentaba que ni pintado.

No, no quería perder la oportunidad de ir a la feria y se ha ido esta mañana -respondió esta.

—¡Pero cariño! ¿Cómo te ha dejado sola estando a las afueras de la aldea, con lo peligroso que es ahora? ¿Y cómo se atreve tu padre a adentrarse en el bosque él sólo? —la mujer parecía muy preocupada y asustada.

Sé valerme por mí misma. Y mi padre también.

—¡Pero los lobos...! ¡Está loco!

Mi padre no está loco, ¡es un genio!

»Que tenga un buen día.

Bella salió de la tienda y de la aldea, metiéndose en unos campos con ovejas pastando. Kairi y Jeanne la seguían de cerca, la primera con el pañuelo que le había dado su compañera cubriéndole su llamativo pelo.

-No creo que puedan defenderse solos -comentó Kairi muy bajito -. Si hay Sincorazón no tendrán nada que hacer.

Bella parecía que la había oído, porque se dio la vuelta y las miró a las dos, sonriendo. Kairi dio un respingo y se quedó quieta.

Nos hemos visto en la aldea, ¿cierto? —preguntó con curiosidad— ¿Sois nuevas por aquí? ¿Venís de fuera?

-Eehh... A-algo así... -balbuceó -. Yo me llamo Kairi, encantada - se presentó con una sonrisa.

»¿Es cierto lo que dicen de que hay lobos? ¿Y no habrás visto también por casualidad otras criaturas? Hemos oído que alguien llamado Gastón dice que no hay lobos, pero...
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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Suzume Mizuno » Jue Jul 23, 2015 9:56 pm

La pausa de Lyn le hizo daño, aunque se cuidó de dejarlo ver. En su lugar guardó silencio y apretó los puños mientras el corazón le latía, alocado.

Confiaré en ti, Fátima —respondió al final Lyn, aunque no parecía muy convencida y Fátima se mordió la lengua para no contestar—. Pero procura volver en menos de una hora. Si para entonces no estás aquí, iré en tu busca.Espero que para entonces Ronin venga de la Federación para ayudarnos... ve.

Asintió con la cabeza y giró sobre sus talones, mortificada. Comprendía que Lyn sintiera angustia, pero había pensado, había creído que, después de tanto tiempo, confiaría en ella.

Pero no se quejó. Quizás, al final, sí que necesitara su ayuda. No tenía que ser tan egoísta, ni egocéntrica. ¡Todavía no era Maestra y debía respetar las órdenes de Lyn!

Aun así, escocía. Muchísimo.


****


¡Socorro! ¡Ayuda!

¡Aquí, señor!—gritó Fátima, después de trastabillar con una raíz.

Se le encogió el corazón al comprobar que se trataba de un anciano rollizo, con un gorro de viaje y que apretaba un pergamino. Al verlo caer maldijo y se adelantó pero, entonces, el viejo gritó:

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¡Muchacha, atrás, atrás!

Reaccionó, gracias a Dios, con rapidez y disparó antes de que su atacante se le echara encima. Retrocedió para asegurarse de que no le hacía daño y comprobó que se trataba de un lobo. No, un lobo normal no.

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Un Sincorazón—siseó.

Por suerte o por desgracia, el lobo decidió concentrarse en ella en vez de en el viejo. Fátima asintió para sí misma y exclamó:

Señor, ¿hay más lobos? ¡Aléjese, pero no me pierda de vista! ¡Acabaré con ellos y lo dejaré a salvo!

Fátima invocó su Guadaña y se precipitó al frente, dispuesta a atacar con un Aturdidor. Había visto que era una criatura muy rápida, por lo que decidió intentar obligarla a escapar hacia la izquierda con su embiste. Si el lobo esquivaba su atauqe dispararía dos rápidos tiros empleando, para más seguridad, un Blanco Fijado.

Si no conseguía nada con sus ataques, intentaría retroceder y atraer al animal para alejarlo del anciano y trataría de reorganizar su estrategia.

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▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] [Fuerza: 12] Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

▪ Blanco Fijado (HC) [Nivel 5] [Puntería: 7]. Aumenta la Puntería del usuario en 5 puntos y disminuye en un nivel el gasto en habilidades de arma de fuego. El usuario permanece inmóvil durante el uso de esta habilidad. Al desconcentrarse o moverse, sus efectos se anulan.
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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor 15nuxalxv » Vie Jul 24, 2015 6:02 pm

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Así, ambas nos lanzamos en pos de la muchacha de ropajes azules, siguiendo el latido de nuestros corazones. Sin embargo, intenté no mirarla fijamente, pasar la vista de una tienda a otra. No quería que se enterase que la seguía, al menos no de momento.

La chica se detuvo frente a una parada a comprar algunos alimentos básicos. Yo hice lo mismo que con los vestidos: me puse a ojear la mercancía del puesto contiguo mientras ponía la oreja en la conversación entre la chica y la vendedora:

—Bella, ¿al final tu padre se ha quedado en la aldea, verdad? —Así que ese era su nombre… Le quedaba como anillo al dedo, para qué mentir.

No, no quería perder la oportunidad de ir a la feria y se ha ido esta mañana —respondió ella, sin darle mucha importancia.

—¡Pero cariño! ¿Cómo te ha dejado sola estando a las afueras de la aldea, con lo peligroso que es ahora? ¿Y cómo se atreve tu padre a adentrarse en el bosque él sólo? —Sin duda, yo estaba igual de sorprendida que la mercadera.

Sé valerme por mí misma —replicó la joven, algo enojada—. Y mi padre también.

—¡Pero los lobos...! ¡Está loco!

Mi padre no está loco, ¡es un genio!

»Que tenga un buen día.

Dicho esto, Bella se alejó con su compra. Yo me quedé unos segundos atónita, antes de seguirla. ¿Acaso su padre era un fuerte leñador, o algo así? Porque en otro caso, no me imaginaba cómo podría enfrentarse a una manada de lobos, o incluso tal vez de sincorazón. Pero lo que más me extrañaba es que la chica calificara ese comportamiento propio de un genio. Sin duda admiraba a su padre, podría decir que ciegamente. No quería prejuzgar, pero…

No creo que puedan defenderse solos —Mi compañera le puso voz a mis pensamientos—. Si hay Sincorazón no tendrán nada que hacer.

Asentí, conforme. Alejé esos pensamientos de mi cabeza y observé mi alrededor. Estábamos saliendo de la aldea, dirigiéndonos hacia unos verdes pastos. La mujer había dicho que vivía a las afueras, recordé.

No pude evitar sorprenderme cuando la muchacha se dio la vuelta y se quedó observándonos. Borré esa expresión de mi rostro, y me fijé en la chispa de curiosidad que había en sus ojos castaños y en su sonrisa. No era la reacción que me esperaba, ciertamente. Este hecho subrayaba que ella era especial, sin ninguna duda.

Nos hemos visto en la aldea, ¿cierto? —preguntó, casi emocionada— ¿Sois nuevas por aquí? ¿Venís de fuera?

Eehh... A-algo así... —farfulló la otra Aprendiza—. Yo me llamo Kairi, encantada.

Yo soy Jeanne —me presenté, sonriendo también. Tal vez así nos ganásemos un poco su confianza—. Estamos de paso.

»¿Es cierto lo que dicen de que hay lobos? ¿Y no habrás visto también por casualidad otras criaturas? Hemos oído que alguien llamado Gastón dice que no hay lobos, pero…

Verás… Tenemos que continuar nuestro viaje, y, con esas habladurías, no sabemos si salir del pueblo es seguro o si deberíamos esperar. Perdona por seguirte, pero no sabíamos a quién preguntar… Y tú pareces inteligente, esto... —Sonreí de nuevo, esperando que se presentara (aunque ya supiésemos su nombre).

Por la conversación que había tenido con la tendera, en el pueblo pensaban que su padre estaba ido; y era posible que también dudaran de la cordura de la chica. Y, dejando de lado mis propias opiniones, si me ponía en contra de esos chismes, tal vez nos brindara más información… Aunque parecía más que dispuesta a mantener una conversación.
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Re: Ronda 4

Notapor Darkness Seeker » Vie Jul 24, 2015 7:03 pm

G-Gracias. Pues verás... nuestro... nuestro querido Gastón ha anunciado que se casa y... y...

Y de pronto la chica rompió a llorar sin más, sin llegar a terminar la frase, aunque teniendo en cuenta cómo comenzó ya parecía que no iba a lograr gran cosa en ese antro.

¡Es injusto! ¡Esa chica ni le mira!

¡Con lo guapo y valeroso que es...!

¡Hoy no invitará la casa, pero sí que invito yo!—gritó de pronto el cazador en el centro de la sala, el cuál estaba rodeado por hombres borrachos e increíblemente ebrios.

—Este Gastón, y ni siquiera se ha comprometido todavía ni recibido un sí por respuesta —comentó el tabernero, al cuál me acerqué a ver si recibía alguna información referente a nuestro objetivo—. Pero bueno, si al menos va a pagar esta barbaridad de rondas hasta la tarde, recibirá una felicitación por mi parte. Me pregunto quién será la afortunada...

¿Este hombre se casa y con lo famoso que es nadie sabe quién será la chica?—pensé para míQue raro...

¡Hola, chavalote!

Un hombrecito, bastante rellenito e increíblemente bajito en comparación con el resto de borrachuzos de la taberna, se me acercó bastante interesado. ¿Qué querría?

¡Estamos buscando gente para ayudar con la pedida de mano del mejor cazador de nuestro pueblo! ¿Te gustaría apuntarte? ¡Podrás asistir a la ceremonia esta misma noche!

Al instante, oí un estruendo justo a la salida. ¿Qué había sido eso? Akio había salido antes... ¿Se habría metido en algún lío ya?

¿No ha oído eso? — le pregunté al hombre — Será un placer pero, ahora mismo tengo que irme, disculpe.

Acto seguido salí corriendo para comprobar que podía ser aquel estruendo: En caso de que hubiera sido un accidente, trataría de ayudar en lo que pudiera, pero si se trataba de los sincorazón invocaría la Llave Espada metiendo la mano en mi abrigo, para evitar sorpresas como la de la llegada al pueblo, y me lanzaría sobre los sincorazón usando mi Látigo de Cadenas si fuera necesario.
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Re: Ronda 4

Notapor H.S Sora » Vie Jul 24, 2015 8:26 pm

Tuve una grata sorpresa cuando Diana, en lugar de responderme con algo que podría haberme dejado en ridículo, se limitó a aceptar mi comentario e incluso me dedicó un agradecimiento. No sabía si eran cosas mías, pero la joven parecía estar bastante rara hoy.

Bueno, Saito. Parece que nos ha dejado la diversión a nosotros ¿Seguimos nuestro camino?

Por supuesto Maestra Ariasu, la sigo.

A pesar de mi convicción en aquellas palabras, tenía una extraña inquietud acerca de lo que la Maestra podía llegar a considerar como “divertido”. Pero estando ella ahí dudaba que pudiese llegar a pasarme algo grave, por lo que proseguimos en nuestro camino sin ningún problema por mi parte.

*****


Pues sí, Diana tenía razón con la distancia que nos quedaba.

Miré de reojo hacia atrás, tratando discernir de manera mental el camino que habíamos tomado desde que Diana se había fundido con aquella verdosa tonalidad que poseía el bosque y por un momento mi mente se perdió ahí, en aquellos últimos momentos que habíamos pasado todo el grupo antes de que se separase. ¿Habría llegado a tiempo de salvar a esa persona inocente? ¿Y que motivos llevarían a un civil a intentar pasar por aquel bosque conociendo el peligro que había?...

Pero no podía entretenerme con aquellos asuntos. No cuando un solo puente nos separaba del castillo en el que Ariasu me había asegurado que encontraría una grata diversión, pero no por ello significaba que no pudiese haber peligro por tal y como parecían estar las cosas en aquel mundo.

Vaya, parece que no lo vamos a tener fácil.

Aún no había podido preguntar siquiera el motivo de aquella afirmación, cuando Ariasu usó su vara para señalarme al punte, más concretamente por la mitad de este. Al principio no me percaté de nada en particular, hasta que no tuve más remedio que especular que se refería a cuatro estatuas que se encontraban colocadas en fila; parecían dos parejas puesto que eran iguales dos a dos, unas empuñaban una espada y las otras un hacha.

Sin contar el tétrico aspecto de estas, no había nada fuera de lo común. ¿Estaría Ariasu de guasa o realmente le parecía complicado rodearlas para poder pasar?

Entonces me sobrevino un escalofrío por todo el cuerpo y se me encogió un poco el pecho. Sorprendido, decidí fijarme mejor en aquellas estrafalarias figuras, y al hacerlo y ver lo que realmente sucedía, me golpeé la frente con la palma de la mano.

¿Con que rodearlas eh, genio? Claro, ya puestos me pongo una manzana en la boca y me tumbo ahí delante de ellos para que puedan devorar mi corazón y disfrutar del festín sin problemas.

La idea de aquellos Sincorazón era buena, a pesar de que era casi imposible que hubiesen podido pensarla: simulaban parecer estáticos y de aquella manera podían engañar a cualquiera que hubiese tenido la suerte de llegar hasta donde lo habíamos hecho nosotros. Así podían atacar a los corazones fuertes y convertirlos en los monstruos que ellos ya eran.

Esta es una buena oportunidad para que me demuestres de lo que estás hecho, Saito

Antes de acabar de procesar lo que Ariasu quería decirme, me encontré con que ya no estaba a mi lado. Y mientras me planteaba si aquella Maestra no sería en parte una ilusionista de esas, noté un empujoncito con un objeto a mis espaldas que me hizo avanzar un poco tras la sorpresa inicial. Tenía que ser la maga de Ariasu con aquella vara tan extravagante.

Recordé la misión de París y como la batalla contra aquel Neosombra no había ido de la mejor manera posible... y tragué saliva, a punto de comentarle a Ariasu si de verdad no podía venir conmigo, o poner alguna clase de excusa para que lo hiciese ella.

>>Ryota estará satisfecho si sabe que puedes valerte por ti mismo con sincorazón de este nivel. O, al menos, que lo has intentado sin mi ayuda.

Ante aquellas palabras no pude decir nada de lo que había pensado, o habría quedado fatal entre ambos Maestros: ¿cómo debía mirar a la cara de Ryota si él confiaba en mí para una misión de nivel elevado y yo se lo pagaba acobardándome a las primeras de cambio por los errores de mi pasado?

Tenía que demostrar en aquella batalla que merecía estar en el bando de Bastión Hueco, y que mis progresos desde la última vez habían sido más que notorios.

Al girarme para preguntar por un último consejo me encontré a Ariasu guiñándome un ojo. Aunque sonase estúpido, aquella señal de confianza de la Maestra me subió un poco más la moral, por lo que desistí en tratar de preguntar algo que podía tratar de adivinar por mi mismo en combate.

Debía fingir que estaba solo, aunque luego Ariasu tuviese que salvarme de una vergonzosa situación, cosa a la que de verdad esperaba que no hubiese que llegar. ¿Tan mal no me podía ir en aquel combate, no?

Lo haré lo mejor que pueda, Maestra Ariasu —sentencié con una sonrisa, mientras me daba la vuelta y me dirigía hacía el puente pensando en una buena estrategia.

Al llegar al inicio de este me detuve, tratando de dar forma a lo que se me había pasado por la mente... aquella fila de Sincorazón todavía parecía no haberme visto, por lo que tendría el factor sorpresa de mi parte, al menos durante unos instantes. Debía ser rápido y preciso, o todo sería en vano y Ariasu se cansaría y vendría a ayudarme cuando me viese poco desenvuelto contra ellos.

Allá vamos...

Materializaría en la mano derecha mi Llave Espada y saldría corriendo en dirección al grupo de estatuas demoníacas, y cuando estuviese cerca y fuesen a atacarme o se percatasen de mi presencia, realizaría un Doble salto que intentaría que acabase cerca de ellos para cuando fuese a caer del aire realizar un Aturdidor que acertase a todos ellos. Si lograba aturdirles, centraría mi atención a uno de ellos, al cual atacaría con mi Llave Espada hasta eliminarle.

Una vez hubiese acabado con él, retrocedería y me pondría en guardia, evocando un Perla en mi mano izquierda el cual lanzaría si alguno de los restantes se acercaba demasiado. No pensaba dejarles demasiados turnos para actuar, ni que aprovechasen demasiado aquel que les acababa de “ceder”.

Esperaba que la siguiente parte de mi estrategia resultase mortal para el conjunto restante de enemigos, porque no pensaba quedar en evidencia ante la Maestra Ariasu, la cual imaginaba que estaría observando el combate a pesar de que no podía verla.

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Pongo aquí las habilidades que usa Saito, y en esta ocasión creo que las acciones han quedado bastante claras, sino coméntamelo por mp o en el siguiente post, Espe ^^

— Doble salto (HC) [Nivel 3] [Requiere Elasticidad: 4]. El usuario es capaz de saltar mucho más alto que los demás, alcanzando lugares más inaccesibles.

— Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

— Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4]. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con probabilidad de rebotar si golpea alguna superficie sólida.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: Ronda 5

Notapor EspeYuna » Dom Jul 26, 2015 2:07 pm

Neru


Neru hizo caso a su instinto y pasó de ayudar al casanova con su pedida de mano. Había escuchado un ruido estrepitoso fuera de la taberna, y eso podía significar o que había ocurrido un accidente, o que los sincorazón ya andaban cerca. Fuera como fuera, tenía la intención de ayudar.

Lo primero que se encontró al salir del local fue a un grupo de gente rodeando lo que parecía ser un carro de mercancía hecho pedazos y volcado hacia un lado. Los dos caballos estaban tirados en el suelo e intentaban levantarse con mucho esfuerzo, dado lo difícil que era volver a ponerse en pie con la sujeción y el peso del trasto del que tiraban de un lado a otro.

Le sorprendió ver, entonces, a una figura familiar. Era Akio, quien se encontraba lidiando con la prisión de los caballos para liberarlos del sufrimiento. Se los encargó a un aldeano que andaba cerca y se acercó al grupo de gente que intentaba auxiliar el interior del carro.

La escena que presenciaron Akio y Neru fue un tanto desconcertante, y qué menos, tétrica: en el interior se encontraba una media de diez personas, hombres, mujeres y un par de niños. Se abrazaban unos a otros y observaban a los aldeanos que habían acudido a rescatarlos con terror. Sus ojos expresaban un miedo atroz y temblaban como si hiciera mucho frío. Un hombre intentó sacar a uno de los niños, pero éste se abrazó a una mujer y gritó.

¡¡No!!

¡Piedad, por favor!

¡¡Iros, dejadme en paz!!

¡Marchaos!

¡¡No nos comáis!!

¡Iros al infierno...!

¡¡Lo... lobos!!

Akio observó detenidamente, por meros segundos, el panorama. Intercambió una mirada con Neru, cruzándose de brazos.

Al parecer es un carro que lleva a la gente enferma al manicomio —explicó el maestro, serio—. Es un lugar donde encierran a la gente que se le ha ido la olla por completo. Y no me interesaría demasiado si no fuera porque... no me parece normal. Si te fijas todos tienen el mismo tipo de alucinación. Y lobos, para rematar la faena de hoy —se quejó, bastante molesto de ese detalle, a saber por qué—. Quizás haya un sincorazón ilusorio cerca o... algo peor.

El maestro no explicó mucho más sobre lo que le rondaba por la cabeza en aquel momento, sólo se limitó a descartar sitios donde recabar información y elegir otros cuantos:

No he averiguado mucho en los comercios de aquí, sólo que ha habido ataques de lobos en las afueras últimamente y que algunos aldeanos de los comercios más céntricos han confirmado escuchar unos aullidos espantosos, como si se encontraran tan sólo a la vuelta de la esquina —Akio le señaló a Neru la taberna—. ¿Qué te han dicho por ahí? —Akio escucharía la información, más bien escasa, que podría darle el muchacho— Como me temía, una pérdida de tiempo. Está bien, entonces nuestras mejores bazas por el momento son hacerle una visita al que haya metido a esta gente en el loquero o ir al bosque y acabar con el asunto de raíz.

De nuevo, dos caminos a seguir. Pero Akio no dijo nada, se limitó a esperar la decisión de Neru mientras observaba como los aldeanos intentaban sacar a la gente de ahí dentro sin demasiado éxito.

Jeanne y Kairi


Eehh... A-algo así... Yo me llamo Kairi, encantada.

Yo soy Jeanne. Estamos de paso.

¿Es cierto lo que dicen de que hay lobos? ¿Y no habrás visto también por casualidad otras criaturas? Hemos oído que alguien llamado Gastón dice que no hay lobos, pero…

Verás… Tenemos que continuar nuestro viaje, y, con esas habladurías, no sabemos si salir del pueblo es seguro o si deberíamos esperar. Perdona por seguirte, pero no sabíamos a quién preguntar… Y tú pareces inteligente, esto...

Bella, a pesar del inesperado interrogatorio, sonrió ilusionada al encontrarse con viajeras.

No creáis nada de lo que digan en la aldea —dijo de primeras—. Mi padre y yo hemos estado viviendo muchos años en las afueras y ningún animal del bosque se ha atrevido a pisar las colinas, jamás. Los lobos han sufrido mucho la caza del hombre y me extraña muchísimo que se acerquen —explicó con un deje de tristeza en la voz—. Y si Gastón dice que no hay lobos... bueno, él es, se supone, el mejor cazador del pueblo. En este sitio las buenas historias quedan a un lado y sólo se basan en el miedo para llevar a los niños a la cama. Es una lástima, ¿verdad?

Bella sacó de su cesta un libro.

¿Os gusta leer? A mí me encanta —dijo la muchacha, mostrando su ejemplar—. Tengo más en mi casa. ¿Os gustaría venir a descansar? Si estáis de paso y no habéis reservado una habitación en los hostales, podéis quedaros conmigo hasta que sigáis vuestro camino. Y... ¿podríais hablarme de vuestros viajes? Me encantaría... salir de aquí algún día con mi padre, y ver mundo como vosotras.

Tenían una invitación a la casa de aquella muchacha tan encantadora que hacía que sus corazones saltaran de alegría. Sin embargo, parecía que no iban a sacar mucha más información de la joven y tenían una misión que cumplir.

¿Qué harían? ¿Volverían a la aldea o aceptarían la invitación?

Saito


Saito decidió aprovechar la inmovilidad de su enemigo para lanzarse al frente y atacarlos cuanto antes, realizando un salto doble que pillaría por sorpresa a dos de las estatuas. Cuando cayó y fue a dar su primer golpe, estas recibieron el ataque y se quedaron aturdidas por unos instantes. Sin embargo, las otras dos habían conseguido escapar del campo de visión del joven y colocarse a su espalda, ambas impidiéndole atacar por segunda vez.

Una la empujó, mientras que otra le asestó un tajo que logró alcanzar su brazo. Por suerte, no era con el que manejaba la Llave-Espada. Todavía podría hacer uso de ella durante el combate.

Tenía que ser veloz, pues en aquel combate, era un uno contra cuatro, y dos de sus enemigos se encontraban aturdidos por unos instantes. Pero, ¿hasta cuánto?

Mientras, Ariasu se había subido a la rama de un árbol cercano, relajando todo su cuerpo en la misma, bastante confiada y observando la batalla de Saito con una sonrisa de oreja a oreja, concentrada en cada uno de sus movimientos. ¿Quizás lo estaba evaluando?

Notó como uno de los aturdidos intentaba moverse a pesar de su estado. No era momento para distraerse.

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Reservas los puntos del ataque de Perla pues Saito no ha podido usarlo


Spoiler: Mostrar
Saito
VIT: 43/60
PM: 15/26


Fátima


El hombre hizo caso a la muchacha, aun con dudas sobre alejarse y dejarla con aquella bestia acechando. Se escondió detrás de un árbol y observó, atónito, a la joven que le iba a salvar la vida.

Fátima invocó su arma y se precipitó contra el lobo sincorazón, pero el lobo fue más astuto, saltando por encima de su cabeza y preparado para lanzarse contra su espalda. La joven fue rápida y, con la mayor concentración posible, logró asestar aquellos dos tiros de su pistola en las patas delanteras del animal.

Sin embargo, la aprendiz recibiría una fuerte embestida del animal antes de que éste cayera al suelo. Ella también lo hizo, con un dolor agudo, pero soportable, de todo el peso que le había caído encima. El lobo fue a incorporarse, pero los disparos parecían haber acertado de lleno.

Fátima estaba a tiempo de rematar con su guadaña o con su pistola si se daba prisa.

Y fue entonces, cuando escuchó aullidos en la lejanía, pero los sintió tan de cerca que se le heló la sangre. El lobo al que había acertado comenzó a aullar también, y se temió lo peor.

Estaba pidiendo auxilio a su manada.

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Fátima
VIT: 26/32
PM: 37/50


Fecha límite: jueves 30 de julio a las 15:30


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Chicos, no sé si la semana que viene podré postear. La fecha y hora límite tienen razón de peso, pues me mudo el 31, de noche seguramente, y a partir de entonces hasta a saber cuándo (no sé si serán días o semanas) no tendremos internet en la nueva casa. Tampoco sé si podré postear el mismo 30 porque estaré haciendo maletas. Siento las molestias.
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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor 15nuxalxv » Dom Jul 26, 2015 5:23 pm

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Cuando terminé de hablar, Bella sonrió. Sin duda era realmente amable, pese a nuestra avalancha de preguntas. O tal vez demasiado confiada.

No creáis nada de lo que digan en la aldea —nos aconsejó—. Mi padre y yo hemos estado viviendo muchos años en las afueras y ningún animal del bosque se ha atrevido a pisar las colinas, jamás. Los lobos han sufrido mucho la caza del hombre y me extraña muchísimo que se acerquen —Noté un poco de tristeza ante esto—. Y si Gastón dice que no hay lobos... bueno, él es, se supone, el mejor cazador del pueblo. En este sitio las buenas historias quedan a un lado y sólo se basan en el miedo para llevar a los niños a la cama. Es una lástima, ¿verdad?

Así que Gastón era un cazador… Y el mejor, al parecer. Tal vez tuvieran razón en cuanto a los lobos, pero si había sincorazón en el bosque, no dejarían tranquilo a todo un poblado de suculentos corazones. Y, sobre todo, con una muchacha que hacía que nuestros corazones de portadoras palpitasen. Si a nosotras nos atraía, no quería ni pensar cuánto lo haría a aquellas criaturas.

La joven sacó un libro de su cesta. No pude evitar mirarlo con curiosidad, igual que hacía siempre que veía uno.

¿Os gusta leer? A mí me encanta —nos confesó, mientras nos enseñaba el tomo—. Tengo más en mi casa. ¿Os gustaría venir a descansar? Si estáis de paso y no habéis reservado una habitación en los hostales, podéis quedaros conmigo hasta que sigáis vuestro camino. Y... ¿podríais hablarme de vuestros viajes? Me encantaría... salir de aquí algún día con mi padre, y ver mundo como vosotras.

Al escuchar eso, se me ablandó el corazón: me recordaba a mí misma antes de que Lyn me hiciese su Aprendiza. Atrapada en la rutina de su pueblo, soñando con algo más. No mentía si deseaba ir con ella, aunque tal cosa conllevara alejarme de mi objetivo... Aunque la joven nos hubiese dicho que no sacaríamos nada útil de sus vecinos. Decidí discutirlo con Kairi. Así, me dirigí a Bella:

¿Te importa que hablara un momento con mi compañera? —Sonreí mientras esperaba alguna respuesta, si la llegaba a haber. Después, tiré levemente del brazo de Kairi para que nos alejáramos un poco— Esta chica tiene algo que atrae a los corazones —Me llevé una mano al pecho para expresarlo mejor, mientras hablaba entre susurros para que no nos escuchara. Seguramente ella también lo habría notado, así que sabría de qué hablaba—. Y me temo que, si vive tan cerca del bosque… Atraiga a posibles sincorazón —No sabía con total certeza que hubiera en el bosque, pero lo sospechaba—. Seguramente Lyn y Akio me maten por desobedecer y no seguir con la misión de recogida de información —suspiré. Si es que no estaban ocupados peleando cuando volviéramos—. Si no quieres meterte en un lío, lo comprenderé —Sonreí de nuevo. La otra Aprendiza podría hacer lo que quisiera, venir conmigo o seguir con la misión. No pondría ninguna traba—. ¿Qué me dices? ¿Vienes?

Una vez Kairi tomara su decisión, me acercaría de nuevo a Bella y, todavía sonriente, le preguntaría:

Muchísimas gracias por tu invitación. Sería un placer descansar un poco, y de paso leer un buen libro... O contar una buena historia. ¿De qué trata? —Señalé el volumen que llevaba en sus manos con un movimiento de barbilla.

Así, en cuanto Bella quisiese reemprender la marcha, caminaría junto a ella, observando los alrededores de vez en cuando. Si era cierto que los lobos nunca habían dado problemas, y que de pronto habían comenzado a hacerlo, me temía lo peor.

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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Kairi » Mié Jul 29, 2015 9:21 pm

- No creáis nada de lo que digan en la aldea - explicó la muchacha - . Mi padre y yo hemos estado viviendo muchos años en las afueras y ningún animal del bosque se ha atrevido a pisar las colinas, jamás. Los lobos han sufrido mucho la caza del hombre y me extraña muchísimo que se acerquen. Y si Gastón dice que no hay lobos... bueno, él es, se supone, el mejor cazador del pueblo. En este sitio las buenas historias quedan a un lado y sólo se basan en el miedo para llevar a los niños a la cama. Es una lástima, ¿verdad?

A Kairi ya le caía mal ese Gastón sólo por el hecho de ser cazador. No toleraba el daño hacia ningún animal, tenía la certeza de que las personas que maltrataban animales o los mataban por diversión no podían ser buenas.

La joven sacó un libro de su cesta. Kairi miró de reojo intentando averiguar el título.

- ¿Os gusta leer? A mí me encanta. Tengo más en mi casa. ¿Os gustaría venir a descansar? Si estáis de paso y no habéis reservado una habitación en los hostales, podéis quedaros conmigo hasta que sigáis vuestro camino. Y... ¿podríais hablarme de vuestros viajes? Me encantaría... salir de aquí algún día con mi padre, y ver mundo como vosotras.

Bella parecía entusiasmada con la idea. Se notaba que no solía haber muchos extranjeros por la aldea y que estaba aburrida de ver siempre lo mismo. Kairi, que seguía sintiéndose atraída por ella, iba a aceptar la invitación. Fue entonces cuando Jeanne la apartó un poco de Bella para hablar en privado.

- ¿Te importa que hablara un momento con mi compañera? - se disculpó con Bella.

- Esta chica tiene algo que atrae a los corazones - se llevó una mano al pecho. La pelirrosa sabia de lo que hablaba, ella sentía lo mismo - . Y me temo que, si vive tan cerca del bosque… Atraiga a posibles sincorazón. Seguramente Lyn y Akio me maten por desobedecer y no seguir con la misión de recogida de información. Si no quieres meterte en un lío, lo comprenderé. ¿Qué me dices? ¿Vienes?

- ¡Pues claro! - asintió - . Si lo que dices es cierto, no podemos dejarla a su suerte. Hay que protegerla. Los Maestros lo entenderán... espero. - se llevó una mano a la cabeza.

Después de oír su respuesta, Jeanne volvió con Bella.

- Muchísimas gracias por tu invitación. Sería un placer descansar un poco, y de paso leer un buen libro... O contar una buena historia. ¿De qué trata?

- A mí también me gusta leer - añadió Kairi sonriendo - . ¿Cuáles son tus géneros favoritos?

La Aprendiza siguió a Bella hacia su casa, aceptando su invitación. Sabía que se estaba apartando de la misión original, pero pensó que proteger a una inocente era mucho más importante que buscar información.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Kairi
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Re: Ronda 5

Notapor Darkness Seeker » Jue Jul 30, 2015 1:03 pm

Nada más salir la escena me sorprendió más de lo que esperaba: Un carruaje tirado en el suelo, y dentro de él un montón de personas encerradas, algunos incluso con camisas de fuerza. Con ayuda de Akio el carro no tardó en ponerse en pie y pepararse para su camino.

Al parecer es un carro que lleva a la gente enferma al manicomio —me comentó Akio, como si no supiera lo que era un manicomio—. Es un lugar donde encierran a la gente que se le ha ido la olla por completo. Y no me interesaría demasiado si no fuera porque... no me parece normal. Si te fijas todos tienen el mismo tipo de alucinación. Y lobos, para rematar la faena de hoy —comentó algo molesto—. Quizás haya un sincorazón ilusorio cerca o... algo peor.

¿Un sincorazón ilusorio?—comenté al recordar mi aventura en la Torre de los Misterios—Mhm... no es una mala posibilidad...

No he averiguado mucho en los comercios de aquí, sólo que ha habido ataques de lobos en las afueras últimamente y que algunos aldeanos de los comercios más céntricos han confirmado escuchar unos aullidos espantosos, como si se encontraran tan sólo a la vuelta de la esquina ¿Qué te han dicho por ahí?

Rápidamente le conté todo cuanto había descubierto, escaso e inútil técnicamente.

Como me temía, una pérdida de tiempo. Está bien, entonces nuestras mejores bazas por el momento son hacerle una visita al que haya metido a esta gente en el loquero o ir al bosque y acabar con el asunto de raíz.

Mhm... Eso de que todos hayan visto exactamente lo mismo es bastante extraño. Quizás sería conveniente que visitáramos al loquero, quizás tenga algo más de información sobre todo esto...

Dicho esto preguntaría y trataríamos de visitar al loquero, en caso de ser posible. Si no pudiéramos,iríamos directamente al bosque en busca de la fuente de aquél caos.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Re: Ronda 5

Notapor H.S Sora » Jue Jul 30, 2015 1:40 pm

Mi plan salió bien. O al menos, la mitad de él...

Había podido aturdir a dos de aquellas estatuas aberrantes cuando aterricé frente a ellas y realicé mi ataque, pero aquel había sido el principal problema: solo había acertado a dos, cuando en total eran cuatro. En aquel momento me pregunté donde diablos se habían metido las que faltaban, aunque no me haría falta mucho tiempo para averiguarlo.

Cuando fui a mirar hacia atrás, un empujón hacia delante hizo que tratase de recuperar el equilibrio con desesperación, pero lo que sobrevino entonces me lo impidió: algo alcanzó mi hombro izquierdo y trató de desgarrarlo, pero por suerte tan solo salió una fea herida. Aunque quizá no pudiese seguir usando mi brazo izquierdo en aquel combate.

Me giré y retrocedí para tener en mi visión a los cuatro Sincorazón. Aquel combate no era precisamente uno que pudiese considerar como “justo”, ya que estaba seguro que uno por uno podría acabar con aquellos devora corazones sin ningún problema... pero habría que hacer un sobreesfuerzo. La vida no tendía a ser justa con nadie.

Entonces me percaté de que la Maestra Ariasu ya no estaba en el mismo lugar de antes, pero buscándola con la mirada pude dar con ella sin mucha dificultad; se encontraba subida a un árbol, mientras me miraba a mí y al resto de aquel combate con una extraña fijeza y concentración, acompañando ambas cosas con una sonrisa por la que no sabría determinar si aquello era bueno o malo.

Quizá si lograse terminar en el siguiente turno, la impresionase gratamente.

Uno de los Sincorazón a los que había logrado aturdir trató de moverse mientras yo observaba a Ariasu, por lo que me obligué a mi mismo a centrar de nuevo la atención en el combate. Quizá por ahora no le estuviese funcionando, pero poco más duraría aquel efecto.

Ya podrías quedarte quieto como tu compañero...

Apuntaría con mi Llave Espada a la sombra del Sincorazón no aturdido que estuviese más cerca de uno de los que sí lo estaba, o en su defecto solo a un Sincorazón no aturdido. El hechizo que planeaba usar era bastante nuevo, más le valía funcionar o tendría problemas.

Que empiece el baile.

Deformaría la sombra de aquella estatua para que una multitud de “pinchos” la atravesase a ella, y si llegaba a darle a alguna de sus compañeras mucho mejor. Antes de avanzar haría que los “pinchos” la envolviesen lo mejor que pudiese para tratar de retenerla y aprovechando aquel intento de confusión, avanzaría todo lo rápido que pudiese en dirección a ellos, para rematar a golpe de Llave Espada a la estatua que había tratado de moverse. Y con un Perla y los golpes que hiciesen falta a la otra, a la cual no podía quedarle mucho para empezar a moverse de nuevo.

Retrocedería una vez finalizado aquella parte de mi plan, cogiendo distancia y tratando de mantener a las dos estatuas que esperaba que quedasen en mi campo de visión.

Era una jugada arriesgada, pero dicen que en la vida hay que arriesgar si se quiere conseguir algo. Además, cuanto más tiempo estuviese dándoles juego más oportunidades tendrían para acabar conmigo.

Y aquello no pensaba permitirlo bajo ningún concepto.

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En primer lugar, no te preocupes Espe. Tarda lo que tengas que tardar, que estaremos aquí esperando el tiempo que te haga falta :3

Y en segundo las Habilidades usadas por Saito ^^ (cualquier duda respecto a las acciones, avísame por mp o como veas mejor nwn)

Baile de Sombras (HM) [Nivel 10] [Requiere Poder Mágico: 15, Afinidad a Oscuridad] El usuario concentra su poder mágico de tal manera que puede controlar y modificar la sombra de un objeto o persona (incluido él mismo) durante un turno. La sombra controlada puede modificarse para que adquiera otra forma diferente (garras, puntas afiladas...) para que esta salga a la superficie y ataque, pero no puede ser separada de su dueño. Debilidad ante ataques relacionados con la luz.

Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4]. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con probabilidad de rebotar si golpea alguna superficie sólida.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
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Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Suzume Mizuno » Vie Jul 31, 2015 1:19 am

El puñetero lobo era rápido. Fátima maldijo para sus adentros cuando esquivó su ataque y se le escapó un gemido de dolor después de recibir una embestida del lobo. Al menos había conseguido acertarle con las balas en las patas.

Entonces el Sincorazón se puso a aullar.

¡Joder!

Fátima apuntó a la cabeza de la criatura y, después, al pecho. Si con eso no conseguía callarlo, arremetería con él con su Llave Espada, para asegurarse de que no volvía después para darle problemas. Sabía que estaba usando demasiadas armas delante del anciano, pero esperaba que el miedo pudiera hacerle creer que estaba teniendo una ilusión. Y si no, pues se aseguraría de dejarlo a salvo y luego se escaparía. Con vestirse de hombre serviría para no tener más problemas.

Eso si antes conseguía salir entera, claro. Si conseguía matar al Sincorazón, permanecería unos instantes atenta.

¡Señor, tenemos que marcharnos!—exclamó Fátima, corriendo hacia él y ayudándolo a moverse por un brazo, independientemente de si había conseguido eliminar al Sincorazón o no, pues lo más importante ahora era salva su vida—. ¿Sabe si hay cerca un camino?

Dependiendo de si los lobos estaban muy cerca o muy lejos, actuaría de diferente forma. En el primer caso, si el anciano conocía algún camino cercano, lo guiaría hasta este y luego le indicaría que regresara al pueblo mientras disparaba al aire y se alejaba del hombre, gritando para atraer a los lobos. Con la Llave Espada en mano, se prepararía para esquivar y devolver la mayor cantidad de golpes posibles.

Si estaban lejos, trataría de acompañarlo, tirando de él si era necesario, bien por el camino, bien por donde ella había venido. Más o menos el bosque estaba al noroeste, de modo que intentaría orientarse con la luz del sol para viajar en sentido contrario. Protegería al anciano a toda costa con su Llave Espada y le obligaría a caminar rápido, consciente de que su rastro sería muy claro. No se separaría de él hasta que estuviera convencida de que los lobos iban a atraparlos, en cuyo caso los atraería disparando al aire y alejándolos del hombre mientras se preparaba para luchar. Intentaría correr con la esperanza de que los lobos más rápidos la alcanzaran primero y así no tener que enfrentarse a todos de golpe.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Suzume Mizuno
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