[Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Participantes: Fátima, Kairi, Saito, Neru, Jeanne

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Ronda 6

Notapor EspeYuna » Lun Ago 31, 2015 12:39 am

Neru


Mhm... Eso de que todos hayan visto exactamente lo mismo es bastante extraño. Quizás sería conveniente que visitáramos al loquero, quizás tenga algo más de información sobre todo esto...

Akio asintió, convencido de que aquella escena era de todo menos natural, aunque procediera de la pobre mente rota de un grupo de aldeanos yendo de camino al manicomio. Avanzó por las calles, esperando que Neru le siguiera.

Tenían asuntos pendientes con el director del destino de aquella gente.

*****


Tardaron un rato largo en llegar al lugar donde algunos de los aldeanos le habían indicado, dado que muchos otros los habían esquivado o negaban saber dónde vivía o trabajaba aquella persona, de nombre Monsieur D'Arque. Quien más les ayudó fue un anciano que les aconsejó que tuvieran mucho cuidado con aquel "energúmeno", si no querían acabar encerrados en el loquero.

Eso sí, por culpa del silencio de unos y las malas indicaciones de otros, acabaron llegando a las propiedades de su objetivo al ponerse el sol.

Todo parece indicar que no es una persona bastante admirada por la aldea —bufó Akio, avanzando a la entrada de aquella casa—. Bueno, cuando antes terminemos con él podremos...

Entonces, el maestro se detuvo, y evitó que Neru avanzara si no se había dado cuenta, y se giraría hacia él para hacerle un gesto, tal y como si estuviera cerrando su boca con una cremallera. Luego, le señalaría con un dedo para que se acercaran a la ventana más cercana. Akio avanzó semi-agachado y escuchó, junto a Neru, dos voces procedentes del interior de la casa.

Ha llegado a mis oídos que el carro que transportaba a nuestros nuevos pacientes ha tenido un... accidente —la primera voz resultaba ser gangosa y adulta, la de un hombre ya entrado en edad—. ¿Quizás haya sido obra tuya?

¿Por qué habría de serlo?

Neru comprobó que Akio apretaba los nudillos, y su mirada se perdía en una expresión un tanto desconcertante para el aprendiz. Parecía cabreado.

Muy, muy cabreado.

Shinju —susurró, apretando los dientes—. La ilusionista de Bastión Hueco —explicó a Neru, si no sabía de quién estaba hablando—. Esa gente está así por su culpa, maldita sabandija...

Akio se vio interrumpido por la pobre risa del hombre que acompañaba a la mencionada Shinju.

Llamar la atención, quizás.

Oh, parece que lo has adivinado —respondió la voz femenina, bastante joven de hecho, pero con un deje desagradable y sarcástico—. Bravo.

Verás, no me conviene en absoluto que mi reputación siga cayendo en picado, y más por tus juegos. A pesar de la gran suma de dinero que me ofreciste, todavía no entiendo tus intenciones.

¿Y eso qué le importa a usted?

Morbosa curiosidad. Y como he dicho, mi reputación, por supuesto.

Hubo un escueto silencio durante los siguientes segundos. Sin embargo, Shinju resopló y confesó:

Mi intención es aplastar a un chucho pulgoso.

Neru comprobó que Akio se revolvía en el sitio. Con la mirada perdida en el odio, sus ojos ardían de furia.

Entonces, Neru sintió un leve cosquilleo en su cuello. Al girarse de manera irremediable, su mirada se encontró con la de dos ojos puntiagudos y fríos, y una lengua que siseaba para mostrar luego sus fauces, amenazando dos veces con descuartizar su rostro. Sintió que aquella cobra procedente de la nada comenzaba a abrazarse a su cuello con el objetivo de estrangularlo. Neru no podría pensar qué demonios hacía un animal tropical en medio de un pueblo francés, no pensaría cómo deshacerse de ella. Estaba paralizado por el miedo, y comenzaba a ahogarse.

De repente, una bocanada de fuego rodeó a Neru y el chillido de la espantosa serpiente retumbó en sus oídos, escuchando su cascabel perdiéndose en la distancia. Cuando Neru volvió a abrir los ojos, tal fue la sorpresa de que la cobra había desaparecido. Es más, no sentía dolor alguno tras el intento de estrangulamiento. Y si respiraba con dificultad era por el susto que había recibido.

No había rastro de su existencia.

Akio, por su parte, se había levantado del sitio y miraba hacia el interior de la casa, con Llave-Espada en mano, aunque por su estatura sería complicado para el acompañante de Shinju verla y más diferenciarla en la oscuridad, pues ya estaba anocheciendo.

Nunca cambiarás, maldita rata de alcantarilla —expresó Akio, echando chispas—. Siempre jugando sucio y yendo por el eslabón más débil.

¡Oh, me has pillado! —cantó Shinju con voz infantil. Si Neru se levantaba, comprobaría que vestía con sus atuendos rosados y estaba sentada sobre la mesa de aquella sala iluminada por dos velas pobremente gastadas. A su lado, el anciano de aspecto deteriorado y piel amarilla observaba, en silencio, la escena— ¿Desde cuándo te importan los débiles?

Desde que me hice maestro y me di cuenta de que tengo aprendices de los que hacerme cargo —confesó, más serio que nunca—. ¿Quién ha sido el imbécil que te ha dado el Título, eh?

Ah, parece que te lo han chivado —sonrió, satisfecha, la niña—. No te importa quien me lo haya otorgado o no, lo gané yo misma. ¿Tienes algún problema al respecto?

Shinju observó a Neru y soltó una pequeña risa.

Que te hayas asustado con esa inocente criatura, ¡qué patético eres!

Neru, busca a tus compañeros o a Lyn, e informa de la situación —ordenó de pronto Akio.

Oooh, ¿sabes que no lo dejaré marchar tan fácilmente, verdad? —dijo Shinju, cruzando sus piernas encima de la mesa observando a Neru como si se tratara de un animal salvaje habiendo localizado a su presa.

Haz lo que te digo —insistió el maestro, poniéndose en guardia—. Yo te cubriré.

Era el momento de tomar una decisión. Aquella maestra de Bastión Hueco parecía un hueso duro de roer. Sus intenciones, aún algo confusas para Neru, estaba dirigidas a hacer el mal en la gente de la aldea. Nada tenía que ver con su misión, pero... ¿iban a dejar que Shinju hiciera lo que le viniera en gana? Es más, ¿qué ganaba con ello?

Neru tenía tres opciones: la primera era hacer caso a Akio y salir corriendo en busca de ayuda. La segunda, quizás la más peliaguda, era pedir explicaciones a Shinju y entender qué diantres pretendía haciendo sufrir a inocentes. O puede que al director del manicomio, que permanecía en su sitio, pero con las uñas clavadas en la butaca. Estaba claro que no se esperaba una batalla campal en medio de su casa sólo por hacer negocios con una pequeña bruja.

La tercera, era unirse a Akio y acabar con ella.

Pues, estaban en guerra, ¿no?

Jeanne y Kairi


Bella dejó que ambas extranjeras hablaran entre ellas. No le molestó en absoluto que discutieran en voz baja si quedarse con ella o no. Parecía ser una doncella bastante inocente y buena. Cuando las dos muchachas aceptaron la invitación, Bella sonrió de oreja a oreja, con un rostro lleno de vida y unos ojos iluminados por algo tan simple como aceptar que la acompañaran a casa.

¡Gracias! —tras la pregunta de Jeanne, miró su ejemplar y lo abrió para mostrarle un bonito lienzo entre las páginas llenas de texto, donde un apuesto joven se agachaba a una fuente en medio de un jardín lleno de rosas para llamar la atención de una hermosa doncella de cuento— Trata de un príncipe que se enamora de una doncella que conoció cuando paseaba por sus propiedades. Pero tras pasar un tiempo con ella, recibe la inesperada visita de una bruja que reclama su amor. Al rechazarla, es condenado a una maldición y... ¡oh, perdonad! ¡No me gustaría contaros el final!

Rió junto a ellas y cuando escuchó la pregunta de Kairi, le respondió con la misma sonrisa, preciosa y honesta:

De todo tipo, pero siempre me han fascinado los libros que tratan de aventuras. Y de lugares lejanos, pues nunca he salido de mi aldea. ¡Pero si todo sale bien en la feria de este año, pronto podré salir de aquí junto a mi padre!

>> ¡Oh! ¡Ya estamos aquí!

*****


Serviros, estáis en vuestra propia casa.

La casa de Bella y su padre era muy bonita y pintoresca por fuera, con sus animales de granja, el pasto verde y la flora de alrededor, no muy lejana al bosque. Y por dentro, el hogar de la mujer embriagaba por su calidez. Les ofreció asiento en medio de la sala de estar y cuando volvió de la humilde cocina trajo consigo pastas y té caliente.

¿De dónde venís? —preguntó, impulsiva— Lo siento, es sólo que... os veo a vosotras, tan jóvenes, y pienso que no es tan absurdo que yo pueda salir de este lugar a ver mundo junto a mi padre. Las mujeres de por aquí sólo están interesadas en casarse y tener hijos. A mí... me gustaría tener aventuras, antes de que fuera demasiado tarde para vivirlas. Me entendéis, ¿verdad?

La tarde se presentaba bastante agradable para las dos aprendizas. Tomando té y pastas con una compañía tan especial, podían olvidarse de su misión y preguntarle a Bella sobre su vida, si estaban interesadas en saber sobre ella y su padre. También tendrían la oportunidad de irse cuando quisieran, pero parecía que ambas estaban preocupadas por la seguridad de la muchacha.

Saito


La jugada había sido arriesgada, pero bastante efectiva.

El primer sincorazón, quien era referido por Saito como el que le había atacado por la espalda no pudo evitar el tajo de Saito tras ser abrazado mortalmente por su propia sombra. Sin embargo, no fue suficiente para acabar con él, aunque parecía estar ya en sus últimas.

Por otra parte, el hechizo de luz que había proyectado contra el sincorazón aturdido dio de pleno en su figura, desvaneciéndose en la oscuridad.

Vaya, vaya —dijo Ariasu desde su posición, silbando de gozo—. No está nada mal, Saito.

Pero aquello todavía no había terminado. Aunque Saito se había alejado del enemigo, éste se lanzó con rapidez contra él en cuanto las fauces de su sombra hubieran desaparecido, sin darle tiempo al aprendiz a reaccionar y esquivar el ataque, una poderosa estocada que logró alcanzar su pierna derecha. No lo había dejado cojo de milagro, pero le sería difícil contraatacar si pretendía avanzar hacia él a la carrera.

El sincorazón se apartó, de pronto, cuando un sonido inquietante resonó en medio de aquel paraje. Ariasu y Saito también pudieron escucharlo. Aullidos lejanos, agonizantes, que ponían los pelos de punta. Por alguna razón, el sincorazón alternó sus ojos amarillos entre Saito y el origen de aquella llamada salvaje, en dirección al bosque.

Era la oportunidad perfecta para acabar con él.

Spoiler: Mostrar
Saito
VIT: 18/60
PM: 2/26


Fátima


El lobo recibió varios golpes de Fátima encontrándose indefenso, aunque no permitió dejarla escapar junto con su anterior presa sin antes vengarse de su herida. La aprendiz recibió un mordisco certero en el antebrazo izquierdo, y aunque había logrado quitárselo de encima con otro golpe, el daño estaba hecho y la herida, aun poco profunda, era horrible. La muchacha sintió como la oscuridad penetraba en sus entrañas y le hacía daño, mucho daño. Sin embargo, sacó las fuerzas necesarias para moverse y agarrar al viajero extraviado, gritándole si había algún camino por el cual escapar de la amenaza de los lobos. Un par de aullidos más, terriblemente cercanos, hizo que el señor se levantara de inmediato y corriera con Fátima, por muy sorprendido que estuviera con ella y sus armas.

¡Por aquí! ¡Rápido, rápido! —inquirió el anciano, observando con espanto el brazo de la muchacha.

Los dos corrieron, escuchando a sus espaldas el terrible rugido de algo que no parecía animal.

Y luego un espantoso llanto que se perdió en la lejanía.

*****


Los dos se escondieron en los huecos de un frondoso árbol, ocultos gracias a sus enormes ramas y a la falta de luz, pues ya comenzaba a anochecer y hacerse notar en el interior de aquel paraje. Se escuchaba a los búhos cantar y a algunos otros animales que los acompañaban. Si no fuera por el peligro inminente, incluso el sonido de la naturaleza en aquel instante sería relajante.

Muchacha, ¿te encuentras bien? —el señor se agachó a ella y se arrancó una trozo de tela de sus ropas, intentando ayudarla para hacer un torniquete a su brazo— Lo siento, si no fuera tan viejo y torpe podría haberte ayudado con esa bestia. ¡Diantres! ¡Y encima he perdido a Philippe...!

Sacó de sus ropas una cantimplora, ofreciendo agua a Fátima. Mientras ella decidía beber o no, el hombre se sentó a su lado y comprobó un mapa que traía consigo.

Gracias —dijo de pronto, nervioso—, por salvarme la vida. No he tenido la oportunidad de dártelas. Me llamo Maurice, y en toda mi vida, jamás, había visto nada igual —señaló las armas de Fátima, y en consiguiente la espada gigante en forma de llave. Sin embargo, ésta ya se había desvanecido. El viejo ojeó dos veces ambas manos de la mujer, y resopló, como arrepentido—. Oh, ¿es posible que la hayas perdido? Lo siento mucho, ha sido todo culpa mía. ¿Podría saber vuestro nombre para recordar el nombre de mi salvadora? Es increíble que una mujer sepa manejarse tan bien con las armas. Cuando se lo cuente a mi hija no se lo va a creer...

Maurice parecía un hombre campechano y bonachón. E inocente, lo cual le resultaría fácil a Fátima ocultar su legado, al menos de momento. Escucharon un par de aullidos más, pero era bastante difícil saber si era la misma llamada de aquella bestia o si resultaban ser simples lobos corrientes. El caso es, que habían logrado despistar a la manada a tiempo.

Aunque puede que quedarse durante mucho tiempo en aquel sitio fuera mala idea. ¿O no? ¿Sería conveniente salir del bosque? ¿O recuperar fuerzas y descansar, esperando que amaneciera? ¿La oscuridad sería un punto a favor, o en contra?

Spoiler: Mostrar
Fátima
VIT: 15/32
PM: 37/50


Fecha límite: sábado 5 de agosto a las 15:30


Spoiler: Mostrar
Quería aclarar algo con respecto a los sucesos de este post. Como habréis visto, Neru y Saito ya están viviendo experiencias durante la noche, Fátima durante la puesta de sol y Jeanne y Kairi aún están conversando con Bella durante la tarde. Espero que no os moleste, pues para que todo transcurra con cierta normalidad entre los posts tengo que hacerlo de esta manera para no crear agujeros negros en el relato. Y también siento el retraso de mi trama, pues seriamente, ha tenido que posponerse en un mes, cuando no planeaba ni por asomo que se retrasara tanto. Mil disculpas, y espero que siga con buen ritmo a partir de ahora ;)
Imagen
¡Soy enfermera~!
Nurses are Angels on Earth
Imagen
Mi blog + DeCulture

Imagen
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
ImagenImagen
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
EspeYuna
115. Demyx
115. Demyx
The Unknowns
 
Mensajes: 3437
Registrado: Mar Feb 28, 2012 11:12 pm
Dinero: 53,263.25
Banco: 15,063.87
Ubicación: ¡Entrenándome en Tierra de Partida para combatir a los sincorazón! ¡Ah! ¡Y en FanPlace!
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 54

Re: Ronda 6

Notapor H.S Sora » Sab Sep 05, 2015 2:29 am

Jadeante y satisfecho, sostuve la Llave Espada amenazante en dirección a los Sincorazón que quedaban. Tres eran los monstruos a los que todavia debía enfrentarme.

Vaya, vaya —El silbido de Ariasu me sacó una tensa sonrisa a pesar de que no la estaba mirando en aquel momento.

>>No está nada mal, Saito.

Asentí a sus palabras a pesar de que sabía que no lo estaba haciendo todo lo bien que podía... el Sincorazón que me había atacado había recibido una buena tunda, y a pesar de todo se mantenía vivo, aunque sospechaba que tras todo lo que le había hecho no podría sostenerse mucho más rato si continuaba acometiendo contra él; y con un grado de efectividad sorprendente, eliminé a uno de los aturdidos con un Perla que logró hacerle desvanecer en aquella noche tan oscura.

Pero cometí el error de no bloquear a los enemigos, ya que uno se precipitó irremediablemente contra mí, hundiendo el filo de su arma en mi pierna derecha, sacándome un doloroso alarido que podría oírse en todo el bosque. El ataque me hizo quedar apoyado en la pierna izquierda, mientras que descansaba la otra tocando con la rodilla el suelo.

Adiós a mi sueño de ser atleta.

Hablando más estratégicamente: con aquella herida no podría abalanzarme sobre ninguno de los enemigos que quedaban, incluyendo a mi agresor, a menos que quisiese que me golpeasen primero.

Hablando de enemigos, el mío se quedó alelado en cuanto reculó tras haberme atacado. Por algún extraño motivo había quedado prendado de un desgarrador sonido que se podía oír sin problemas en la lejanía, algo similar a los aullidos de un lobo... ¿serían otros Sincorazón pidiendo ayuda?

Fuese como fuese parecía haber bajado la guardia, era ahora o nunca.

Me cambiaría momentáneamente la Llave Espada de mano y la buena la llevaría al bolsillo hasta sacar mi Pelota, y la arrojaría con todas mis fuerzas al Sincorazón que me había atacado y que debía estar en las últimas. Si no lo eliminaba con el pelotazo, haría un esfuerzo para llegar hasta él antes de que se recuperase y le asestaría un golpe final con la Llave Espada — Con la mano buena empuñándola —, incluso dos si se resistía.

El caso era que una vez estuviese eliminado ese Sincorazón, lanzaría un Electro al más cercano y aprovecharía la confusión del hechizo para golpearle con la Llave Espada, tratando de clavarla en su pecho para finalmente lanzarle contra el último de sus compañeros.

Todavía no había dicho mi última palabra.


Spoiler: Mostrar
Las acciones de Saito creo que quedan bastante claras (Con la "Pelota" se refiere a la "Pelota de Wakka", que tiene en su inventario y que se puede usar como arma) por lo que solo pongo las habilidades que use. Cualquier problema, avisa Espe ^^

Electro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Pequeño rayo que sale de la punta de los dedos del personaje, con muy pocas posibilidades de paralizar.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

[Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor 15nuxalxv » Sab Sep 05, 2015 3:42 pm

En cuanto aceptamos la oferta de Bella, la muchacha sonrió encantada. Debía sentirse muy sola, pensé. No pude evitar devolverle la sonrisa.

Al oír mi pregunta, la joven abrió el libro por una página concreta y me lo mostró: era una bonita imagen en la que aparecía dos jóvenes en una fuente, rodeados de preciosas rosas. Escuché, mientras seguíamos caminando, la explicación de Bella, y sonreí cuando rio al final. Tenía una risa encantadora.

De vez en cuando echaba un vistazo alrededor. No para disfrutar del paisaje (que también), sino para vigilar el bosque, por si a algún lobo (o sincorazón, no descartaba aquella opción) se le antojaba salir de su territorio.

La chica de los ropajes azules también contestó a la pregunta de Kairi, y expresó su deseo de conocer el mundo más allá del bosque. Un auténtico espíritu aventurero. Me sentía realmente a gusto en su compañía, no sólo por aquella cálida sensación que brotaba de mi corazón, sino porque realmente teníamos mucho en común.

***


Al fin, llegamos a lo que parecía ser su casa, puesto que se detuvo allí. Oteé los alrededores, y me sorprendí al comprobar que habíamos aterrizado con los Gliders bastante cerca de su casa. Una suerte que no hubiese nadie en casa.

Serviros, estáis en vuestra propia casa.

La casa de Bella recogía todo lo que esperaba encontrar en una casa de campo: por fuera, rodeada de animales de granja y verdes praderas, y por dentro un ambiente acogedor que denotaba que habían vivido allí durante muchos años. Me senté donde me indicó, observando disimuladamente la sala de estar, e intentando mantener una postura discreta pero a la vez relajada.

Bella volvió con pastas y té. Le di las gracias y tomé una taza entre mis manos, a la que iba dando sorbos de vez en cuando.

Tienes una casa encantadora, Bella –Le sonreí.

Cuando nos preguntó acerca de nuestra procedencia, no pude evitar mirar de reojo a Kairi, para ver su reacción. Yo intenté no mostrar la incomodez que sentía hacia ese tema. Después de todo, estaba prohibido. Sin embargo, Bella se disculpó enseguida, y yo sonreí. Recordé haberle dicho algo parecido a Lyn, una vez. Me aclaré la garganta y comencé mi relato:

Bueno, yo... Vengo de bastante lejos, de una pequeña aunque muy transitada ciudad portuaria. Vivía allí con mi padre, que era panadero. Constantemente venían barcos de otras tierras, y crecí entre relatos de los marineros. Aunque como tú, siempre quise algo diferente... Y como se suele decir, todo lo demás es historia.

Por supuesto, no mencioné nada de la Orden, pero no tenía por qué mentirle. Mientras cogía una pasta, miré a Kairi de nuevo, por si quería añadir algo más. Podía decir que venía del mismo sitio, o de otro diferente, lo que prefiriera.

Una vez acabase de decir algo, desviaría la mirada hacia Bella y le preguntaría:

Si no es indiscreción, me gustaría saber más acerca de la feria a la que ha ido tu padre. Ya sabes... Estamos decidiendo cuál será nuestro próximo destino.

Si no quería contestar (cosa que me extrañaría), no insistiría, estábamos en su casa después de todo. Pero aunque se veía que se moría por preguntarnos más, prefería que hablase ella, no se nos fuera a escapar algo sobre nuestro verdadero cometido.

Busqué de soslayo alguna ventana por la que mirar al exterior, por si acaso. No quería llevarme posibles sorpresas ingratas.

Spoiler: Mostrar
No te preocupes Espe, lo entiendo perfectamente. Espero que todo te vaya bien a partir de ahora, y sigamos con la trama~
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Re: Ronda 6

Notapor Darkness Seeker » Sab Sep 05, 2015 5:39 pm



Finalmente Akio y yo comenzamos a indagar por toda la Aldea e busca del encargado del manicomio, el cuál no parecía ser muy bien recibido en la aldea debido a ciertos comentarios de algunos miembros de la pequeña ciudad. Aquello podía ser interesante, la última que alguien estuvo relacionado con un suceso de desaparición u poder de por medio y resultaba ser repudiado por el resto de su gente fue ni más ni menos que el caso de Agrabah y Yafar. Y a decir verdad, no me hacía mucha gracia recordar lo sucedido aquel día.

Todo parece indicar que no es una persona bastante admirada por la aldea —me comentó el maestro mientras comenzábamos a acercarnos a la casa—. Bueno, cuando antes terminemos con él podremos...

Ha llegado a mis oídos que el carro que transportaba a nuestros nuevos pacientes ha tenido un... accidente —la voz procedía del interior de la casa, y parecía la de un anciano o un hombre ya entrado en edad—. ¿Quizás haya sido obra tuya?

¿Por qué habría de serlo?

Akio se puso furioso al instante, comenzando a apretar fieramente los puños. Algo había captado que yo no era capaz de comprender.

Shinju —me dijo en voz baja para tratar de explicarme—. La ilusionista de Bastión Hueco. Esa gente está así por su culpa, maldita sabandija...

Bastión Hueco. Siempre Bastión Hueco. ¿Cómo demonios hacían para provocar siempre problemas allá por dónde fueran? Agrabah, La Torre de los Milagros, El Bosque de los Enanitos, La Guerra tras DATASTREAM... ¡Por el amor de dios! ¡Cualquiera diría que disfrutan dando por saco e incordiando!

Llamar la atención, quizás.

Oh, parece que lo has adivinado —respondió la voz de la que debía de ser la tal "Shinju"—. Bravo.

Verás, no me conviene en absoluto que mi reputación siga cayendo en picado, y más por tus juegos. A pesar de la gran suma de dinero que me ofreciste, todavía no entiendo tus intenciones.

¿Y eso qué le importa a usted?

Morbosa curiosidad. Y como he dicho, mi reputación, por supuesto.

Mi intención es aplastar a un chucho pulgoso.

Akio tenía la cara tan roja que parecía a punto de estallar. No realizó ningún comentario, a diferencia de mí: ¿"Aplastar un chucho pulgoso"? ¿De quién hablaba? ¿Y cómo es que me sonaba aquella expresión? Era cierto que habíamos venido a resolver unos problemas que al parecer tenían que ver con lobos, pero no parecía referirse a eso. De hecho, por su tono parecía que conocía perfectamente su objetivo. Pensando en aquello eché otra mirada sobre Akio. Y al hacerlo los ojos se me abrieron como platos al recordar la discusión nada más llegar.

[...]¡¡Yo pienso con más sentido común que tú,chucho pulgoso!![...]


¡Lyn!

Justo al pensar aquello, sentí un extraño cosquilleo en el hombro. Y al girarme con lo que me encontré fue algo que me heló el corazón: Una serpiente, que comenzaba a enroscarse en mi cuello. No tenía un miedo especial contra las serpientes u otros reptiles, pero éste comenzaba a mostrar sus afilados colmillos a medida que apretaba más y más a mi alrededor. Apenas era capaz de respirar, y Akio parecía tan concentrado en la escucha que apenas era capaz de girarse a comprobar mi estado. Con las fuerzas que tenía intenté tirar de la escamosa piel del reptil hacia un lado, tratando desaflojar el tirón, pero cada esfuerzo no hacía otra que hacer más y más daño.

Una fugaz imagen de algo parecido a unas llamas me rodeó, por lo que caí al suelo tosiendo e intentado recuperar la respiración. No quedaba ni rastro de la serpiente ni de su ataque a mi alrededor.

Nunca cambiarás, maldita rata de alcantarilla —exclamó Akio levantándose para ver a Shinju cara a cara—. Siempre jugando sucio y yendo por el eslabón más débil.

¡Oh, me has pillado! ¿Desde cuándo te importan los débiles?

Desde que me hice maestro y me di cuenta de que tengo aprendices de los que hacerme cargo —me giré sorprendido hacia Akio ¿Era el mismo Akio de siempre? Desde luego no me creía lo que acababa de decir—. ¿Quién ha sido el imbécil que te ha dado el Título, eh?

Ah, parece que te lo han chivado. No te importa quien me lo haya otorgado o no, lo gané yo misma. ¿Tienes algún problema al respecto? Que te hayas asustado con esa inocente criatura, ¡qué patético eres!

Ignoré aquél comentario, lo último que me faltaba era dejarme llevar por aquella manipuladora. Hice la mano para atrás, con la intención de invocar mi Llave Espada, pero Akio me cortó el movimeinto y me hizo una seña.

Neru, busca a tus compañeros o a Lyn, e informa de la situación

Oooh, ¿sabes que no lo dejaré marchar tan fácilmente, verdad?

Haz lo que te digo —insistió Akio poniéndose en guardia—. Yo te cubriré.

Me mordí los labios. De ser una aprendiza, me atrevería a desobedecer a Akio y terminar esto aquí y ahora. Lamentablemente, era imposible que pudiera contra una Maestra sin más ayuda que la de Akio, que a la mínima de cambio probablemente me protegería quedando al descubierto para la bruja.

Un día de estos... pagaréis por todo cuánto habéis hecho—pensé mientras comencé a correr.

Imaginándome como actuaría Lyn sin Akio o Ronin por delante para pararle, sólo se me ocurría un lugar donde buscarla en plena noche: El Bosque que nos habían prohibido. Lo primero que haría sería alejarme cuánto pudiera de la casa y de Shinju, tratando de esquivar cualquier tipo de truco o enemigo que me encontrara: ya fueran más trucos de Shinju o Sincorazón. Si fuera necesario incluso usaría mis Dobles Saltos para huir por los tejados y evadirme de los peligros que pudiera encontrar. Lo claro es que mientras buscaba a Lyn, alertaría a todos mis compañeros mediante un mensaje por el telecomunicador lo más corto posible para no pararme más de lo necesario:

Neru escribió:BASTIÓN HUECO ESTÁ AQUÍ. LYN ESTÁ EN PELIGRO.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

Imagen

Logros ~ Neru
Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen


Awards

~ 2014 ~

Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

~ 2015 ~
Spoiler: Mostrar
Imagen
Avatar de Usuario
Darkness Seeker
34. Tahúr
34. Tahúr
 
Mensajes: 1004
Registrado: Vie Ago 16, 2013 5:18 pm
Dinero: 171,944.51
Banco: 15,730.00
Ubicación: The Realm of Darkness
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Suzume Mizuno » Dom Sep 06, 2015 2:15 pm

Fátima no gritó cuando el lobo la mordió en el brazo y golpeó con todas sus fuerzas, consiguiendo quitárselo de encima. Giró sobre los talones, cogió al ancianito por la capa y escaparon todo lo rápido que pudieron permitirse. La herida le palpitaba y ya notaba cómo se le hinchaba el brazo. De pronto lo veía todo rojo y le costaba respirar. ¡Dios, cómo dolía! ¡Era como si algo se le estuviera metiendo por dentro! Miró por encima del hombro para asegurarse de que estaban dejando atrás a su agresor y reavivó la velocidad de sus pasos cuando escuchó los aullidos del resto de la manada. Por suerte, el miedo espoleó también al hombre.

¡Por aquí! ¡Rápido, rápido!

El anciano miraba su herida con los ojos abiertos de par en par y Fátima echó un vistazo también. Se arrepintió al instante. Oscuridad. El muy hijo de puta le había metido oscuridad en la herida.

Entonces escuchó un rugido que le heló la sangre. Eso no podía ser cosa de un animal. Apretó la marcha, conteniendo el aliento, y se le puso la piel de gallina al escuchar un llanto extraño, que parecía sacado de un relato de horror.

¿Qué diantres pasaba en aquel bosque?


****


Se estaba haciendo de noche y todavía no habían salido de aquel espantoso lugar. Fátima se dejó caer en la rama de un árbol, ancho y frondoso. La sinfonía de la naturaleza, con los animales nocturnos comenzando a reemplazar a los diurnos, la tranquilizaba. Lo que temía era el silencio, porque entonces significaría que había algo realmente malo cerca. Debía mantenerse atenta.

Muchacha, ¿te encuentras bien? —Escuchó el desgarro de una tela y se sorprendió al ver que el anciano se había acercado a ella y le ofrecía un poco de tela para hacerle un torniquete. Apretó los dientes y siseó cuando el nudo le cortó la circulación—. Lo siento, si no fuera tan viejo y torpe podría haberte ayudado con esa bestia. ¡Diantres! ¡Y encima he perdido a Philippe...!

Antes de que pudiera contestar, el hombre le ofreció una cantimplora. Tras un instante de sopresa, la aceptó con una sonrisa. Tenía la boca seca.

Muchísimas gracias, señor. No se preocupe, es menos grave de lo que parece—dijo, cubriéndose la herida con los restos de la manga. Y era cierto, al menos en cuanto al desgarro, no parecía demasiado profunda. El problema era la oscuridad… Por favor, que no perdiera la sensibilidad del brazo.

Dio unos pocos traguitos al agua, a pesar de que su cuerpo le pedía meterse todo el contenido de la cantimplora de un trago, y se la devolvió tras agradecérselo una vez más.

Gracias, por salvarme la vida. No he tenido la oportunidad de dártelas. Me llamo Maurice, y en toda mi vida, jamás, había visto nada igual. —Cuando señaló sus armas, Fátima carraspeó, algo avergonzada, todavía más al ver su expresión de sorpresa cuando no encontró por ningún sitio la Llave Espada—. Oh, ¿es posible que la hayas perdido? Lo siento mucho, ha sido todo culpa mía. ¿Podría saber vuestro nombre para recordar el nombre de mi salvadora? Es increíble que una mujer sepa manejarse tan bien con las armas. Cuando se lo cuente a mi hija no se lo va a creer...

Fátima se quedó un momento callada, debatiéndose entre la ternura, el agradecimiento y la preocupación. Era muy tarde, sin duda había roto su voto de confianza con Lyn —que querría matarla— y encima había demostrado su materialización de armas frente a alguien normal. Por suerte… Bueno, no parecía considerarla una bruja. ¿Podría engañarlo si no le daba demasiada información…?

Me llamo Fátima—le tendió una mano, dubitativa, por si quería estrecharla—. Y es un placer, señor Maurice. Mis armas, digamos que son… Que tienen truco. Ahora mismo no podría explicárselo—trató de mostrarse confiada—, y no hay por qué dar las gracias, señor. Mis armas están bien, no se preocupe.—Guardó otro silencio. Maurice decía tener una hija y había dicho algo de un tal Philippe. Por la forma de referirse a él, «perdido», supuso que se trataba de un animal. Quizás un perro. Lo lamentaba por el anciano, pero no tenía la menor intención de volver a buscarlo. Si era un animal inteligente, podría apañárselas solo si se mantenía alejado de los lobos y los Sincorazón.

Unos aullidos la pusieron en guardia, pero no fue capaz de distinguir de si se trataba del mismo rugido que había escuchado antes o de lobos corrientes. En cualquier caso, era una mala señal. Los lobos se guiaban por el olfato y los Sincorazón percibirían sus corazones, en especial si no había más humanos en los alrededores. Quedarse no era una opción. La pregunta era si Maurice soportaría el trote hasta el linde del bosque… Si es que lograban encontrarlo antes de que desapareciera la luz. Lamentó no haber traído consigo a Harun. Sin duda, su olfato les habría servido de mucho.

Sacó con cuidado su móvil, bajando la luz de la pantalla para que no se viera qué estaba haciendo, y tecleó un mensaje a Lyn con la esperanza de que le llegara a pesar de que dudaba que hubiera cobertura.

Maestra, estoy bien. He rescatado a un anciano en el bosque. Nos dirigimos al linde. Hay una especie de bestia que no parece un animal, pero está lejos. Tenemos unn mapa, espero llegar pronto. No se preocupe por mí. Siento no haber podido ser más rápida.


Ojalá no la preocupara demasiado, aunque algo le decía que lo haría igualmente, pero prefería intentar enviarle al menos un mensaje a mantenerla en ascuas. Guardó el aparato y extrajo una Poción, tendiéndosela a Maurice.

Tómese una, señor Maurice. Es un reconstituyente. Se sentirá mejor y podrá caminar durante un tiempo sin muchos problemas. Sé que debe estar cansado, pero piense en su hija. Debemos regresar al pueblo cuanto antes. —Sólo si sentía que la oscuridad continuaba robándole energía, se tomaría ella misma una Poción—. Le protegeré, no se preocupe, y no intente locuras. ¿Con qué cara me presentaría ante su hija si le digo que su padre se hizo daño porque luchó sin armas? —Le sonrió con amabilidad. No quería ser despectiva, pero sí dejar claro que no necesitaba ayuda en el combate. No quería accidentes que luego tuvieran que lamentar—. ¿Me deja echar un vistazo al mapa?

Si el mapa le servía, se intentaría orientar hacia el pueblo. Si el bosque estaba al noroeste, entonces debían aprovechar la escasa luz que les quedara para dirigirse hacia ir hacia el sureste. Si era necesario, buscaría algún claro para orientarse con las estrellas, si es que era posible o buscaría el musgo en los árboles, que crecía de cara al norte, para establecer un rumbo más o menos correcto.

No pensaba rendirse sin sacar al anciano de aquel lugar. Tendría la pistola a mano, preparada para disparar por si se acercaba un lobo o un Sincorazón. Entre tanto, con la esperanza de aliviar el cansancio del hombre y de animarlo a querer regresar con su hija, dijo en voz baja, con la esperanza de que Maurice imitara su tono:

¿Cómo se llama su hija, señor? ¿Es que le gustaría aprender a pelear? Por lo que dijo antes.

Esperaba no meter la pata. No parecía haberlo mencionado con un tono despectivo, así que se imaginaba que su hija sentiría un sano respeto por la lucha… O al menos por las mujeres de acción. Quién sabía. Lo sorprendente era que parecía que Maurice lo respetaba, al menos en cierto grado, porque no lo había dicho con desprecio. Parecía un hombre muy agradable.

«Tengo que llevarlo como sea a su casa», se dijo con decisión.


Spoiler: Mostrar
-Poción (2 si Fátima siente que la oscuridad le está robando energía)
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Kairi » Lun Sep 07, 2015 10:41 pm

Bella se mostró muy contenta cuando las dos Aprendizas aceptaron su invitación. A la pregunta de Jeanne sobre qué trataba el libro, Bella explicó:

- Trata de un príncipe que se enamora de una doncella que conoció cuando paseaba por sus propiedades. Pero tras pasar un tiempo con ella, recibe la inesperada visita de una bruja que reclama su amor. Al rechazarla, es condenado a una maldición y... ¡oh, perdonad! ¡No me gustaría contaros el final!

Y a la pregunta de Kairi:

- De todo tipo, pero siempre me han fascinado los libros que tratan de aventuras. Y de lugares lejanos, pues nunca he salido de mi aldea. ¡Pero si todo sale bien en la feria de este año, pronto podré salir de aquí junto a mi padre!

Kairi pensó que debía de trabajar mucho cuidando a su padre y la casa para no tener tiempo de viajar. La pelirrosa había tenido suerte al elegirla la Llave Espada, pero Bella lo tenía más difícil. Y antes de eso había estado casi igual que ella, así que entendía perfectamente lo que sentía.

***


Llegaron a la casa, que no estaba muy lejos de donde habian aterrizado con los Gliders. Era una casita bastante acogedora, con establo y rodeada de un inmenso prado verde. El interior era agradable, invitaba a quedarse allí por unos días.

- Serviros, estáis en vuestra propia casa.

Bella trajo algo de té con pastas.

- Muchas gracias - dijo Kairi, hambrienta.

- Tienes una casa encantadora, Bella - sonrió Jeanne.

- ¿De dónde venís? Lo siento, es sólo que... os veo a vosotras, tan jóvenes, y pienso que no es tan absurdo que yo pueda salir de este lugar a ver mundo junto a mi padre. Las mujeres de por aquí sólo están interesadas en casarse y tener hijos. A mí... me gustaría tener aventuras, antes de que fuera demasiado tarde para vivirlas. Me entendéis, ¿verdad?

Jeanne le dirigió una mirada a Kairi. Nadie debía saber la existencia de otros mundos.

- Bueno, yo... Vengo de bastante lejos, de una pequeña aunque muy transitada ciudad portuaria. Vivía allí con mi padre, que era panadero. Constantemente venían barcos de otras tierras, y crecí entre relatos de los marineros. Aunque como tú, siempre quise algo diferente... Y como se suele decir, todo lo demás es historia.

- Yo también vengo de muy lejos, vivía con mi familia junto al mar. Era un pueblo isleño bastante agradable y bonito, seguro que te hubiera gustado. Cerca del pueblo había otra isla que era exclusivamente para niños, solía ir allí de niña a jugar. Pero acabé yendo de un lugar a otro por cosas del destino.

En realidad no le estaba mintiendo, sólo le estaba ocultando alguna que otra verdad. Bebió unos sorbos de té y cogió una pasta mientras Jeanne le hacía la siguiente petición.

- Si no es indiscreción, me gustaría saber más acerca de la feria a la que ha ido tu padre. Ya sabes... Estamos decidiendo cuál será nuestro próximo destino.

- Si, nos gustaría saber de más lugares interesantes que podamos visitar - secundó Kairi con una sonrisa.
Imagen
Gracias Aru :D
ImagenImagenImagenImagen
I love you Red ^^
Spoiler: Mostrar
ImagenImagenImagen
Imagen
Imagen

Premios
Spoiler: Mostrar
KHWorld Awards 2011
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2015
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
AruAwards 2014
Imagen
AruAwards 2015
Imagen
Chorriconcurso Visión Perver
Imagen

La Historia Del Hipercor By Rmedive92
Spoiler: Mostrar
El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


Imagen
Avatar de Usuario
Kairi
37. Aluvión
37. Aluvión
AnimeDesign
 
Mensajes: 1085
Registrado: Lun Mar 30, 2009 10:52 pm
Dinero: 514,029.97
Banco: 15,384.02
Ubicación: Islas del Destino <3
Sexo: Femenino
Clan: AnimeDesign
Estantería de objetos
Karma: 19

Ronda 7

Notapor EspeYuna » Sab Sep 26, 2015 2:16 am

Neru


Neru hizo caso de las palabra de su Maestro y salió corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Shinju se quedó inmóvil, cruzándose de brazos y sonriendo a Akio.

Olvidas un pequeño detalle, cabeza de chorlito.

Una sombra gigantesca apareció tras el cuerpo de la joven maestra. Akio reconoció enseguida a la mascota de Shinju, aquel cuervo negro que se disponía a emprender su vuelo para perseguir a Neru. El Maestro cargó un hechizo poderoso con su Llave-Espada, preparado para impedir que el pájaro llegara hasta su aprendiz, cuando escuchó el sonido de decenas de cascabeles a su alrededor. Fue entonces cuando Akio perdió la concentración cuando se vio agarrado por manos y pies de una media de quince serpientes de cascabel, centrado en salir de aquella ilusión manifestada por su enemiga.

Vamos a divertirnos, ¿sí? —dijo Shinju, desapareciendo de la visión del maestro en medio de la oscuridad, no sin antes regalarle una escalofriante sonrisa.

*****


Neru empleó grandes saltos para moverse por los tejados de la aldea. Había tenido suerte de ser de noche y que ningún habitante deambulara a aquellas horas por las calles, salvo algunos bienaventurados a los que estaban echando de la taberna a patadas en su estado más patético y lamentable apestando a alcohol.

El aprendiz también tuvo suerte y pudo enviar el mensaje a tiempo... pero no de escapar del cuervo de Shinju. El pájaro, camuflándose en la oscuridad de la noche, le asestó un picotazo en el hombro que podría semejarse a un taladro perforándole la carne.

Neru perdió el equilibrio y rodó por el tejado, no podría evitar el suelo... pero tuvo suerte de nuevo al aterrizar en un montón de paja para los caballos.

Cuando fuera capaz de ponerse en pie, el cuervo lo observaba desde la distancia, al otro lado de la calle. Seguía cada uno de sus movimientos, era veloz y había dejado constancia de que su enorme pico era un arma de matar. Neru estaba perdiendo sangre y la cosa no pintaba muy favorable para él.

Podía pedir ayuda a las casas cercanas, pero eso supondría crear pánico en la aldea e ir en contra de sus principios como portador. Otra opción eran dos callejuelas. La de la izquierda estaba más lejana a la mascota de Shinju, sería fácil huir por ella, pero tendría que dar un buen rodeo para llegar a las afueras y dar con Lyn en el bosque. Sin embargo, el camino de la derecha parecía más directo a los valles cercanos a la aldea... justo debajo de la farola donde descansaba su dichoso enemigo.

Y otra opción... era luchar. O usar sus habilidades mágicas para escapar. ¿Qué haría Neru? El tiempo corría, Lyn estaba en peligro, aunque no supiera exactamente qué diantres estaba haciendo Shinju.

Y escuchó, entonces, aullidos en la lejanía.

Spoiler: Mostrar
Neru
VIT: 22/30
PM: 21/24


Spoiler: Mostrar
Te he contado únicamente un solo Doble Salto porque no has especificado bien, pero ten cuidado la próxima vez porque restan PH.


Jeanne y Kairi


Bella escuchó con entusiasmo la historia de ambas jóvenes. Sus ojos brillaban, su sonrisa deslumbraba y parecía la persona más feliz del mundo al pasar una tarde tomando el té con las viajeras de paso.

Sin embargo, al escuchar la pregunta de Jeanne y Kairi, se le cambió la cara. Algo tímida, pasó la taza de té que tenía entre sus dedos, pensativa.

Sé que la feria está más allá del bosque que se encuentra al norte de la aldea —explicó, con una mirada triste a pesar de no perder la sonrisa— , pero no sé dónde se encuentra exactamente, ni cuánto tiempo os llevaría llegar. Es la primera vez que mi padre va a esa feria. Lleva soñando con ella desde hace muchos años, pero jamás se había atrevido a llevar uno de sus inventos y optar por un puesto. Lo siento, la verdad es que no puedo ayudaros...

Tras aquello, Bella siguió preguntándoles por sus hogares, sus familias, los sitios en los que habían estado. Jeanne y Kairi pudieron improvisar sobre la marcha e inventarse historias, o incluso camuflarlas. Cuando quisieron darse cuenta, el sol se había perdido en el horizonte, y se escuchaba el sonido de los grillos afuera. Habían perdido la noción del tiempo, pero era imposible cuando tenían a Bella cerca. Una sensación agradable les inundaba el corazón, y hacían de aquel momento tan simple uno muy, muy especial.

Entonces, se escuchó dos golpes secos, provenientes de la puerta. Bella miró a las dos muchachas, arrugó la nariz y se levantó del asiento, no sin antes hacer un par de señas a sus amigas para que permanecieran calladas. La joven aldeana agarró un artilugio la mar de curioso que se encontraba pegado a la puerta, como si se tratara de un catalejo, y miró a través de él.

No tardó en volver la mirada hacia sus invitadas con una mueca de desagrado. Se acercó a ellas y les susurró:

Es Gastón —dijo, no muy contenta de la inesperada visita— , el cazador más arrogante y egocéntrico del pueblo... no me deja tranquila nunca. ¿Qué querrá a estas horas?

De pronto, algo sonó cerca de Jeanne, un timbre ruidoso. Bella se sobresaltó, pero antes de preguntar de dónde procedía aquella música escuchó otro golpe proveniente de la puerta.

Bella, ¿acaso no me vas a abrir? Quiero hablar contigo de algo muy importante.

Es muy tarde, Gastón. ¿Qué quieres? —reprendió Bella, y razón no le faltaba.

Ya te he dicho que es muy importante, y necesito que salgas. ¡Se trata de una sorpresa!

Bella suspiró. Mientras, las dos aprendices tuvieron tiempo para mirar de reojo el mensaje que había recibido Jeanne en el dispositivo de comunicación que portaba en su muñeca:

Neru escribió:BASTIÓN HUECO ESTÁ AQUÍ. LYN ESTÁ EN PELIGRO.


Suficiente explicación y motivo de sobra para despertar de su pacífica tarde tomando el té con Bella. Si lo que decía Neru era verdad, Bastión Hueco debía estar acechando por los alrededores, y quizás causando problemas. Y lo más serio, es que aseguraba el peligro que corría su maestra allá fuera.

Entonces se giraron a Bella, quien alternaba la mirada entre ellas y la puerta, demasiado preocupada por lo que le esperaba ahí fuera que preguntarse qué diantres era aquella pulsera que Jeanne había usado.

Se la notaba agobiada, y sin pizca de ganas de abrir la puerta. Pero ellas debían marcharse y ayudar a Neru, encontrar a Lyn y advertirla, o quizás salvarla del peligro inminente. Sin embargo, no tenían ni idea de donde se encontraba ahora mismo. Y para salir, tenían que abrir la puerta que estaba aporreando aquel molesto cazador. ¿No estaba acaso acosando a Bella? ¿De verdad la dejarían sola con un hombre llamándola a aquellas horas de la noche?

Tenían que decidir, y rápido.

Saito


El rayo dio de lleno al sincorazón. Una pequeña explosión hizo eco en la oscuridad, y aquellos ojos amarillos desaparecieron. Saito escuchó el sonido de un pequeño aplauso.

Bien hecho.

Todo fue muy rápido. En un pestañeo, la maestra desapareció frente a sus ojos, y escuchó un golpe seco y espantoso a su espalda. No había percibido la presencia de otro sincorazón que se había materializado detrás de él, cuyo cuerpo desaparecía tras que Ariasu le hubiera asestado un golpe mortal con su vara.

Tranquilo, ¡lo has hecho de fábula! —le tranquilizó la maestra, entusiasta— Eso último no me lo esperaba ni yo, ¡por los pelos!

>>¡Bien, en marcha! ¡Veamos qué encontramos ahí dentro!

Ariasu señaló el castillo y, sonriente y vivaracha, atravesó el puente con un par de saltos espectaculares.

Era hora de explorarlo y descubrir más sobre el origen de aquellas estatuas sincorazón.

*****


Tuvieron que separarse. No les había quedado otra posibilidad. Desde que pisaron el castillo, se vieron acorralados por una veintena de neosombras que no les habían dado descanso a ambos. Quizás atraídos por sus armas, quizás por venganza a los caídos allá fuera. Ariasu le ordenó que se separaran en una bifurcación, y Saito acató la orden de inmediato. Por suerte, consiguió darles esquinazo, aunque con un par de heridas que se había ganado a costa de intentar acabar con un par de ellos.

Al final de aquellos entresijos pudo abrir, aún con esfuerzo, una gran puerta. La cerró tras de sí y pudo descansar, de momento. Si echaba un vistazo a su alrededor, no tardaría en darse cuenta de que se encontraba en una especie de cocina, con enormes estantes con una vajilla reluciente.

Vajilla reluciente... y un olor bastante exquisito. ¿Cómo era posible? ¿Acaso alguien se estaba preparando la cena? ¿Una vajilla limpia? ¿Habitaba gente en aquel castillo maldito e infestado de sincorazón?

Podía investigar, buscar otra salida o volver por donde había venido. O, quizás, descubrir de dónde procedía aquel olor. Se pudo dar cuenta, en aquel momento, que le rugían las tripas.

Spoiler: Mostrar
Saito
VIT: 18/60
PM: 0/26


Fátima


Se llama Bella. Y, ¡oh, no la veo luchando de esa manera! —exclamó, riendo ante la idea— Pero sí que es una joven muy intrépida, lástima que tengamos que seguir viviendo en la aldea... si mi invento lograra ganar el premio... ¡oh...! —se llevó las manos a la cabeza—. ¡Philippe, mi caballo...! ¡Se fue con todo! ¡Tengo que encontrarlo! ¿Cómo le miraría a Bella a la cara? ¡Oh, Dios, tantos años de trabajo perdidos...!

En el llanto de Maurice, Fátima recibió un mensaje en su móvil. Pero a medias, apenas podía distinguir unas pocas palabras, quizás por la poca cobertura del bosque. Aunque las justas para alertarse.

Neru escribió:BAST___ ___CO E_T_ A___. LYN ____ __ PELIG_O.


Yo que tú hacía callar a este hombre si no quieres que los lobos nos encuentren.

Y para colmo, una presencia que no habría cabido esperarse. En lo alto de uno de los árboles, Fátima pudo reconocer a Diana Thorn, aprendiz de Bastión Hueco.

Maurice seguía alterado a su lado, suplicándole que volvieran para encontrar a su caballo y su invento.

Os lo suplico, es lo único con lo que tenía una oportunidad para darle a Bella una vida mejor. ¡Por favor...!

De repente, Maurice puso los ojos en blanco, y cayó al suelo, con tiempo suficiente a que Fátima pudiera sujetarlo. Diana suspiró, moviendo el dedo índice, y con una sonrisa tensa, se dirigió a la aprendiz:

Está bien, durmiendo como un bebé. Así no estará dando la lata con su idea de volver a la boca del lobo —Diana la miró de reojo y, observando a su alrededor, se acercó a Fátima, lo suficientemente cerca para hacerla sentir incómoda—. ¿Dónde está Lyn?

La pregunta era bien clara, sin rodeos.

Se escuchó un nuevo aullido en la lejanía.

Mierda... contesta, dónde demonios está Lyn.

Spoiler: Mostrar
Fátima
VIT: 15/32
PM: 37/50


*****


Lyn permanecía agachada en su cuerpo animal, amarrada a su Llave-Espada como apoyo, con la mirada perdida en el húmedo césped bajo sus pies. Llevaba así horas, interminables, insufribles. Se había prometido confiar en su nueva aprendiz. Y en Ronin.

Pero no podía dejar de pensar en ellos. Y en ella.

De repente, Lyn percató la vibración de su comunicador. Apenas lo usaba, Ronin se lo había encasquetado aun no siendo muy amiga de la tecnología. Sin embargo, en aquel momento la maestra lo buscó enseguida por el interior de su armadura y leyó el mensaje que acababa de recibir.

No podría ser más que perturbador.

Fátima escribió:Maest__, _____ __en. He rescatado a un anc____ en el bosque. Nos dirigimos al _____. Hay una especie de bestia qu_ __ parece un ______, pero est_ _____. Tenemos un mapa, espero ______ pronto. No se ___ocupe por mí. Siento no haber podido ___ más _____.


¡Maldita sea! —la maestra tiró el móvil al suelo y se levantó del sitio, furiosa, cabreada, cansada de quedarse sentada, sintiéndose inútil... sabiendo que no había podido hacer nada por ellos cuando tuvo oportunidad.

Spoiler: Mostrar


Observó el bosque, una vez más. Y escuchó de nuevo la agonía, el sufrimiento de aquellos aullidos... parecía una pesadilla.

Sabía que había roto lazos desde aquel día que decidió pensar por sí misma. Pero entonces, ¿por qué se aferraba a aquellos recuerdos que había querido olvidar?

¿¡Por qué sigo atrapada bajo tu sombra, joder!? —rugió en medio de la oscuridad— ¡¡Nunca quise ser como tú!! ¡¡Por eso has acabado así!! ¿¡Qué pretendes que haga!?

Fecha límite: miércoles 30 de agosto a las 15:30
Imagen
¡Soy enfermera~!
Nurses are Angels on Earth
Imagen
Mi blog + DeCulture

Imagen
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
ImagenImagen
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
EspeYuna
115. Demyx
115. Demyx
The Unknowns
 
Mensajes: 3437
Registrado: Mar Feb 28, 2012 11:12 pm
Dinero: 53,263.25
Banco: 15,063.87
Ubicación: ¡Entrenándome en Tierra de Partida para combatir a los sincorazón! ¡Ah! ¡Y en FanPlace!
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 54

Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Suzume Mizuno » Mié Sep 30, 2015 12:43 pm

Se llama Bella. Y, ¡oh, no la veo luchando de esa manera! —Fátima sonrió. Al menos había conseguido hacer reír a Maurice. Debía querer muchísmo a su hija para haberla llamado así. Se preguntó si sería tan hermosa como su nombre afirmaba—. Pero sí que es una joven muy intrépida, lástima que tengamos que seguir viviendo en la aldea... si mi invento lograra ganar el premio... ¡oh...!

¿Qué sucede? —se asustó Fátima al ver cómo se llevaba las manos a la cabeza. ¿Se habría hecho daño, le habría dado un tirón o…?

¡Philippe, mi caballo...! ¡Se fue con todo! ¡Tengo que encontrarlo! ¿Cómo le miraría a Bella a la cara? ¡Oh, Dios, tantos años de trabajo perdidos...!

Fátima se mordió el labio inferior. Antes de aprendiz, había sido campesina y sabía lo importante que era un caballo en un mundo como aquel, pero en ese momento le preocupaban más los lobos que el pobre Philippe, así que se acercó y le dio unas palmadas en el hombro intentando calmarlo. En ese instante el móvil vibró en su bolsillo y la chica dio un respingo. Sacó el aparato con cuidado y le echó un vistazo.

Se le heló la sangre en las venas.

Neru escribió:BAST___ ___CO E_T_ A___. LYN ____ __ PELIG_O.


«¿Bast…? ¿Bastión Hueco? Oh Dios. No ahora. ¡Ahora no!».

Yo que tú hacía callar a este hombre si no quieres que los lobos nos encuentren.

Llave Espada en mano, Fátima se encaró hacia la voz y se le cayó el alma a los pies. Allí estaba Diana, la aprendiza de Bastión Hueco que había visto la última vez que andaba por aquel mundo. ¡Joder, ¿es que no había sitio en aquel mundo, que tenían que encontrarse precisamente allí, en medio de un puñetero bosque y cuando trataba de llevar a su casa a un anciano perdido?!

Maurice, por su parte, no parecía haberse percatado de la llegada de Diana y suplicaba a Fátima:

Os lo suplico, es lo único con lo que tenía una oportunidad para darle a Bella una vida mejor. ¡Por favor...!

Maurice, ahora no es el… ¿Maurice? ¡Maurice!—Fátima lo sostuvo, a duras penas porque debía ser cuatro veces más ancho que ella, antes de que se desplomara en el suelo con los ojos en blanco. Reposó con cuidado su cabeza y le buscó el pulso con manos temblorosas. Al encontrarlo el alivio la embargó, pero se volvió, furiosa, hacia Diana y gritó—: ¡¡Qué le has hecho!!

Está bien, durmiendo como un bebé. Así no estará dando la lata con su idea de volver a la boca del lobo. —Diana echó un vistazo a su alrededor y después avanzó hacia ella. Fátima se puso en pie, con la Llave Espada en guardia, y se plantó delante del cuerpo de Maurice, a pesar de que solo quería salir corriendo. Pero clavó los talones y se obligó a aguantar. Ya no era una niña pequeña ni tampoco estaba indenfensa. Incluso a sus oídos le pareció un argumento patético—. ¿Dónde está Lyn?

Frunció el ceño.

Aquí no, como puedes ver.

Y no iba a ser ella la que la guiara hasta su Maestra. Un aullido resonó en la distancia y se le puso la piel de gallina.

Mierda... contesta, dónde demonios está Lyn.

Fátima apretó los labios, furiosa y asustada, lo suficiente como para no poder moverse o saber reaccionar. Pero ¿de qué iba? ¿De verdad pensaba que le iba a regalar a su Maestra en bandeja? Cerró las manos en torno al mango de su arma. Trató de controlarse. No podía atacar, tenía que proteger a Maurice costara lo que costara, pero si no contestaba a Diana la vida del anciano —y la suya propia— estaria en peligro.

Dividida en dos, sin saber qué hacer, miró a los ojos de la aprendiza enemiga y finalmente dijo, con las mandíbulas pegadas:

No sé dónde está, pero vosotros ya la habéis encontrado, así que vete a preguntar a tus amigos.—Si Diana no se fiaba, le mostraría el mensaje que había recibido y gritaría, frustrada—: ¡Ahora lárgate!

Tenía que proteger a Maurice. Lyn se las podría apañar, esperaba, ya que era nativa de aquel mundo y además era muy fuerte. Aquel anciano, en cambio, dependía de que Fátima lo llevara hasta su hogar. Y Lyn no debía estar muy lejos. Si se daba prisa pero… ¿Cómo llevaría a Maurice, ahora que había caído inconsciente?

Despiértalo—exigió—. Ya me estás ralentizando lo suficiente pero al menos despiértalo y dale una oportunidad para sobrevivir a los lobos, porque yo no puedo cargar con él.—Tanto si obedecía como si no, Fátima no la atacaría y si Diana trataba de hacerle algo, buscaría defenderse con un Escudosi era un ataque mágico o con la Llave Espada si era físico. Cuando Diana se marchara (si es que lo hacía) preguntaría con amargura—: ¿Por qué seguís a Lyn? ¿Por qué aquí?

Dudaba mucho que Diana le respondiera, pero no pudo contener la lengua.

Si Fátima se quedaba a solas, se apresuraría a sacar el móvil y a teclear un mensaje para Lyn:
Diana está aquí. Te busca. Voy lo más rápido que puedo


Intentaría espabilar a Maurice si seguía inconsciente, y si estaba despierto, lo llevaría consigo hacia el pueblo. Esperaba que estuviera lo suficiente aturdido como para no insistir sobre su caballo. Si lo hacía, espetaría:

Señor Maurice, una amiga mía corre peligro y tengo que ir a buscarla. Si su caballo es inteligente y sigue vivo, yo misma iré a buscarlo una vez me haya asegurado de que mi amiga está bien. ¿De acuerdo? ¿Por favor? Sé lo que vale un caballo. Volveré a por él, lo prometo—le aseguraría.

Y pretendía hacerlo pero, en ese momento, solo podía pensar en Lyn y en llegar a tiempo.

Spoiler: Mostrar
▪ Escudo (HM) [Nivel 10] [Requiere Poder Mágico: 12]. Crea un escudo frente al personaje temporal que detiene todo ataque mágico de menor potencia que él. Se desvanece enseguida.


Spoiler: Mostrar
EDIT: con permiso de Espe.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Notapor 15nuxalxv » Mié Sep 30, 2015 4:51 pm

Spoiler: Mostrar


Mientras mi compañera y yo contábamos nuestros relatos, Bella nos observaba con fascinación, como si fuera la historia más emocionante que podría se escucharse. No pude sentirme algo mal por no contarle la verdad; pero las normas eran las normas.

Su semblante cambió al oír nuestra pregunta, bajando la mirada a su taza.

Sé que la feria está más allá del bosque que se encuentra al norte de la aldea —nos contó, algo alicaída— , pero no sé dónde se encuentra exactamente, ni cuánto tiempo os llevaría llegar. Es la primera vez que mi padre va a esa feria. Lleva soñando con ella desde hace muchos años, pero jamás se había atrevido a llevar uno de sus inventos y optar por un puesto. Lo siento, la verdad es que no puedo ayudaros...

No te preocupes —Sonreí y le quité importancia con una mano—. Seguro que a tu padre le irá bien —No sabía su nivel como inventor, pero al meno esperaba que fuese lo bastante rápido para evitar los lobos.

La joven siguió con sus ávidas preguntas, a las que yo respondí como pude: le hablé de mi padre y mis amigos de Port Royal... Sobre mis supuestos viajes no conté mucho; le expliqué a grandes rasgos los Mundos que había visitado (playas, pequeños pueblos, grandes ciudades...) con cuidado de no mencionar ningún detalle fuera de lo "común".

La tarde se nos escurrió de entre los dedos antes de que pudiésemos darnos cuenta. Y es que al lado de Bella, las horas se antojaban minutos. Nunca me había sentido tan feliz por el simple hecho de merendar con alguien.

Dos fuertes golpes me devolvieron a la realidad. Procedían de detrás de la puerta, de la oscuridad de la noche. Bella hizo un gesto de molestia y nos pidió que nos quedásemos en silencio. Después, fue a la puerta y miró a través de un extraño aparato que no supe identificar. Tal vez algún invento de su padre, me dije.

Es Gastón —nos susurró cuando volvió con nosotras, con una mueca de desagrado— , el cazador más arrogante y egocéntrico del pueblo... no me deja tranquila nunca. ¿Qué querrá a estas horas?

Enseguida identifiqué el nombre: era el valiente cazador del que hablaban las mujeres en el pueblo. Sin duda, Bella tenía una opinión muy diferente de él.

Spoiler: Mostrar


De súbito, un sonido parecido a un timbre sonó con intensidad, cerca de mí. No pude evitar un respingo, y un suspiro cuando me di cuenta de su procedencia: acababa de recibir un mensaje, que nos había delatado.

Bella, ¿acaso no me vas a abrir? Quiero hablar contigo de algo muy importante.

Es muy tarde, Gastón. ¿Qué quieres?

Ya te he dicho que es muy importante, y necesito que salgas. ¡Se trata de una sorpresa!

Parecía que ese hombre no iba a rendirse. Me giré un poco para mirar el dispositivo de comunicación de mi muñeca. No pude evitar contener el aire al leer el mensaje de Neru.

Neru escribió:BASTIÓN HUECO ESTÁ AQUÍ. LYN ESTÁ EN PELIGRO.


Llamé a Kairi y se lo enseñé al instante. Las preguntas bullían en mi cabeza. ¿Qué hacía allí Bastión Hueco? ¿Qué había sucedido (o iba a) que pudiera hacer peligrar la vida de mi Maestra? No era alguien débil, precisamente. Y también, ¿qué había de Fátima? Estaba con ella, tal vez tuviese problemas también.

Lo que estaba claro es que teníamos que ir hacia los límites del bosque enseguida. Miré a Bella para comunicarle que desgraciadamente teníamos que marcharnos, cuando vi su cara de agobio. No podíamos dejarla así, no después de la hospitalidad que nos había brindado. Quién sabía qué querría aquel cazador a aquellas horas.

Me quedé pensando unos instantes, barajando ideas, hasta que se me ocurrió una que podría funcionar.

Bella, ¿tu casa tiene alguna puerta trasera, o algo así? —esperé su respuesta—. Muy bien. Kairi... Ve hacia allí. Enseguida estaré contigo. Y... —miré a Bella—Sentimos mucho tener que irnos, ha sido una tarde fantástica. Espero que... puedas cumplir tu sueño.

Una vez respondiera, pondría en marcha mi plan. Consistía en salir de la casa sin que Gastón me viera (si no había ninguna puerta buscaría una ventana) y dirigirme hacia el camino que llevaba al poblado. En el caso de que Kairi se hubiese marchado hacia Lyn, mandaría un rápido mensaje a todos:

Jeanne escribió:KAIRI VA. YO ENSEGUIDA.


Después, me escondería bajo la manga el dispositivo y comenzaría a correr hacia el cazador con cara aterrorizada, gritando:

¡Gastón, Gastón! ¡Te necesitamos! —Una vez llegase hasta él, gesticulando exageradamente, exclamaría—. ¡Lobos! ¡En el poblado! ¡Sólo tú puedes salvarnos, Gastón!

Esperaba que mi improvisación tuviera el efecto deseado y el cazador volviera al pueblo. Lo cogí del brazo y tiré de él para que se que diese prisa en acudir. Después de todo, por lo que había oído en la aldea, era una especie de "héroe local".

Spoiler: Mostrar
Edit para colores, gajes de postear desde el móvil.
Última edición por 15nuxalxv el Mié Sep 30, 2015 7:10 pm, editado 4 veces en total
Avatar de Usuario
15nuxalxv
49. Mandrágora
49. Mandrágora
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 1461
Registrado: Dom May 20, 2012 3:55 pm
Dinero: -600,907.82
Banco: 33,068.83
Ubicación: Kimbolton Castle
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 14

Re: Ronda 7

Notapor Darkness Seeker » Mié Sep 30, 2015 6:38 pm



El único sonido que retumbaba en toda la zona parecía ser el de mis pasos sobre las tejas ruinosas de los edificios de la pequeña Aldea. Casi de milagro, había logrado evadirme de la tal "Shinju" para poner sobre aviso a los demás. Mientras avanzaba, logré vislumbrar como los únicos hombres en las calles parecían más cerdos borrachos que hombres, lo cuál me alegraba al no tener que responder a nadie que diablos hacía recorriendo los tejado de la ciudad.

Venga...¡Venga...!

*Mensaje enviado*


¡Por fin!

SIn embargo, un fuerte y doloroso empujón me tiró del tejado donde me encontraba, aunque por suerte caí en un fardo lleno de heno. Algo dolorido, salí del carruaje para ver al culpable de tal tropezón: Un cuervo enorme, de ojos rojos y plumaje negro cual carbón. Al poco rato pude oír un sonido que me era demasiado familiar como para ignorarlo: Aullidos. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que oí un lobo, pero casi podía confirmar que aquello debía de proceder de uno.

El único problema, es que el origen estaba más allá de una callejuela que el cuervo perforador protegía bajo mirada impasible. Tenía que ganar tiempo para atravesar la zona, pues quizás entre los árboles y arbustos le sería más difícil encontrarme. Quizás era hora de probar una pequeña técnica que quizás pudiera atontar al cuervo el tiempo suficiente, o quizás incluso obligarle a volver con su dueña.

¿Me quieres? ¡Pues ven aquí!

Una vez saliera de mi ubicación y viera como el pajarraco venía directo hacia mí, utilizaría el Mangual del Veredicto, esperando que entre la explosión y el propio golpe del amasijo de hierro y oscuridad el ave se viera obligado a retirarse. En caso de que lograra ganar tiempo para pasar, ya fuera porque el pájaro quedara atontado o incluso le obligara a retirarse de la batalla, trataría de cruzar la callejuela y encontrar el origen de aquellos aullidos. Ya fuera Lyn o no, alguien podía estar en peligro.

Spoiler: Mostrar
Lamento el post a deshoras, pero he tenido problemas "albañilísticos" en la casa u.u

▪ Mangual del Veredicto (HC) [Nivel 10] [Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 10; Combate con armas blancas: 15] Utilizando y sacrificando distancia del Látigo de Cadenas, el usuario invoca un Mangual del Veredicto, forjado en oscuridad, con el que puede golpear al enemigo una sola vez hasta una distancia máxima de 1,25 metros. Al golpear, el cabezal del Mangual estalla en una ligera explosión de oscuridad, hiriendo al objetivo al mismo tiempo que el propio golpe físico. Al estallar, el Látigo recobra sus estadísticas y estructura comunes.
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

Imagen

Logros ~ Neru
Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen


Awards

~ 2014 ~

Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

~ 2015 ~
Spoiler: Mostrar
Imagen
Avatar de Usuario
Darkness Seeker
34. Tahúr
34. Tahúr
 
Mensajes: 1004
Registrado: Vie Ago 16, 2013 5:18 pm
Dinero: 171,944.51
Banco: 15,730.00
Ubicación: The Realm of Darkness
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor Kairi » Jue Oct 01, 2015 6:42 pm

Bella parecía fascinada por las historias de las dos chicas. Kairi se sentía bien consigo misma porque no le había mentido a la muchacha.

A las preguntas de las Aprendizas, Bella se quedó pensativa.

- Sé que la feria está más allá del bosque que se encuentra al norte de la aldea, pero no sé dónde se encuentra exactamente, ni cuánto tiempo os llevaría llegar. Es la primera vez que mi padre va a esa feria. Lleva soñando con ella desde hace muchos años, pero jamás se había atrevido a llevar uno de sus inventos y optar por un puesto. Lo siento, la verdad es que no puedo ayudaros...

- No te preocupes. Seguro que a tu padre le irá bien.

- Sí, puedes estar tranquila - corroboró Kairi.

Aunque no estaba segura del todo. Si había ido por el bosque los lobos podrían encontrarlo. O algo peor...

Bella siguió preguntándoles cosas. Kairi explicó cómo vivía antes de partir, le contó sobre su familia, su mascota, los sitios que había visitado, incluso que había estado en el fondo del mar. No necesitaba camuflar demasiado su historia, lo que sí le ocultó es cómo viajaba a todos esos lugares y todo lo relacionado con la Orden de la Llave Espada.

El tiempo pasó muy rápido y cuando quisieron darse cuenta, el sol ya se había puesto. Habían descuidado un poco su misión pero habían pasado un rato agradable y en compañía.

Se oyeron unos golpes en la puerta de la entrada. Bella les indicó que se quedaran en silencio y fue a mirar por un extraño artefacto que había colocado en la puerta.

- Es Gastón, el cazador más arrogante y egocéntrico del pueblo... no me deja tranquila nunca. ¿Qué querrá a estas horas?

Así que ese era el cazador al que todo el pueblo admiraba. Bueno, todo el pueblo... menos Bella. Ella parecía estar harta de él, con lo cuál se hacía una idea de cómo era él en realidad.

Un timbre sonó con intensidad cerca de Jeanne. Las dos se sobresaltaron, no debían mostrar nada de alta tecnología en aquel mundo o las tomarían por herejes o algo así. Por fortuna, Bella no reparó demasiado en aquel sonido.

- Bella, ¿acaso no me vas a abrir? Quiero hablar contigo de algo muy importante.

- Es muy tarde, Gastón. ¿Qué quieres?

- Ya te he dicho que es muy importante, y necesito que salgas. ¡Se trata de una sorpresa!

- Miedo me da - pensó Kairi.

Entonces Jeanne le enseñó un dispositivo de comunicación que tenía en la muñeca. En él había escrito un mensaje de Neru.

Neru escribió:BASTIÓN HUECO ESTÁ AQUÍ. LYN ESTÁ EN PELIGRO.


Kairi le dirigió una mirada de susto a su compañera. Bastión Hueco siempre se metía en medio. Debian irse de allí inmediatamente y encontrar a Lyn. Decididamente algo gordo había pasado para que Lyn, una mujer muy fuerte, estuviera en peligro. Y posiblemente los demás también.

Pero debían salir de la casa sin que Gastón las viera.

- Bella, ¿tu casa tiene alguna puerta trasera, o algo así? - preguntó Jeanne, esperando una respuests de Bella - . Muy bien. Kairi... Ve hacia allí. Enseguida estaré contigo. Y... Sentimos mucho tener que irnos, ha sido una tarde fantástica. Espero que... puedas cumplir tu sueño.

- Sí, se nos ha hecho muy tarde y debemos partir en seguida. Gracias por tu hospitalidad y cuídate de ese hombre, me da mala espina - se despidió Kairi.

Siguiendo las indicaciones de Bella, la pelirrosa saldría por una puerta trasera si la hubiera (si no, por una ventana) y se dirigiría a toda pastilla a buscar a Lyn y a los demás. Allí no podía usar el Glider, de modo que tenía que confiar en sus piernas.
Imagen
Gracias Aru :D
ImagenImagenImagenImagen
I love you Red ^^
Spoiler: Mostrar
ImagenImagenImagen
Imagen
Imagen

Premios
Spoiler: Mostrar
KHWorld Awards 2011
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2015
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
AruAwards 2014
Imagen
AruAwards 2015
Imagen
Chorriconcurso Visión Perver
Imagen

La Historia Del Hipercor By Rmedive92
Spoiler: Mostrar
El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


Imagen
Avatar de Usuario
Kairi
37. Aluvión
37. Aluvión
AnimeDesign
 
Mensajes: 1085
Registrado: Lun Mar 30, 2009 10:52 pm
Dinero: 514,029.97
Banco: 15,384.02
Ubicación: Islas del Destino <3
Sexo: Femenino
Clan: AnimeDesign
Estantería de objetos
Karma: 19

Re: Ronda 7

Notapor H.S Sora » Jue Oct 01, 2015 11:15 pm

Mi brazo seguía tembloroso tras haber efectuado el hechizo y todo pareció detenerse mientras el rayo impactaba contra el monstruo, apagando sus ojos a la par que lo hacía con su vida en medio de una pequeña y luminosa explosión. Quizá no sería lo mismo que rematarle con la Llave Espada, pero prefería haberle eliminado a que me hubiese matado en el intento de hacer las cosas "bien".

Clap, clap. Clap.

Bien hecho.

Exhausto pero contento por haberlo logrado, dirigí mi mirada hacia la Maestra Ariasu... pero ella ya no estaba en aquel pequeño escondite, acomodada en su árbol. ¿Dónde estaba la gran maga del Bastión? Miré a mi alrededor buscándola, hasta que aquel desgarrador sonido me hizo girarme por el sobresalto y la espontaneidad de este.

Ahogué una exclamación mientras me maldecía para mis adentros: me había confiado demasiado, y un ávido Sincorazón había aprovechado para aparecer a mis espaldas... y si la Maestra Ariasu no hubiese intervenido eliminándolo de un solo golpe, quién sabe lo que hubiera sucedido debido a las heridas que ya portaba.

Debió verme la cara de espanto y decepción, porque se molestó en tratar de tranquilizarme.

Tranquilo, ¡lo has hecho de fábula! —Sonreí un poco ante su entusiasta comentario, el cual agradecía de veras.— Eso último no me lo esperaba ni yo, ¡por los pelos!

>>¡Bien, en marcha! ¡Veamos qué encontramos ahí dentro!

¡A sus órdenes Maestra! —comenté, tratando de animarme un poco.

Sabía que no podría tener siempre un par de ojos Maestros vigilando mis espaldas y que tarde o temprano tendría que aprender a estar por mi mismo... pero de vez en cuando, se agradecía saber que por lo menos no estaba solo o desprotegido.

Mi familia cuidaba de mí.

Antes de poder darme cuenta la Maestra casi había atravesado el puente mediante unos gráciles saltos que me dejaron boquiabierto, tuve que darme prisa por mucho que me doliese la herida de la pierna para alcanzarla o se iría sin mí; en el fondo la entendía a ella y su curiosidad por explorar aquel lugar, pero un sudor frío me recorrió la espalda al observar de cerca la majestuosidad y tenebrosidad del castillo en el que estábamos a punto de entrar.

Tragué saliva mientras dejaba que las sombras de aquel castillo nos amparasen, deseando que nos pudiesen ocultar de cualquier clase de peligro.

*****


Un infierno. Aquella era la única manera de describir lo que habíamos estado pasando desde el momento en que pusimos un pie en aquel maldito castillo; ni me habían dado la posibilidad de contar cuantas de ellas había, solo podía correr y huir mientras que aquellas Neosombras parecían salir de cada esquina en aquel gigantesco lugar.

La única opción y la más sensata que podíamos tomar había sido la de separarnos en una bifurcación, “divide y vencerás” que lo llaman, aunque por desgracia eso también se nos podía aplicar a nosotros. Quizá por la emoción del momento me pareció que la mayoría de nuestras perseguidoras se habían ido tras la Maestra Ariasu, de ahí que tratase de enfrentarme a ellas... mala idea con una pierna herida y siendo ellas muchas más, lo que me obligó a esforzarme el doble para llegar a escapar por los pelos.

Jadeante, me di toda la prisa que pude para abrir una enorme puerta para entrar por esta y cerrar lo más rápido que pude. Los Sincorazón no me seguían por ahora... pero no podía saber cuanto tardarían en volver a por mi. ¿Estaría Ariasu bien? No podía saberlo, pero tenía la corazonada de que seguía bien, ya que a aquella alegre Maestra no le costaría demasiado derribar a todos aquellos Sincorazón en un pestañeo; respiré hondo mientras cerraba los ojos para tratar de pensar en lo siguiente que hacer. Fue entonces cuando me percaté del lugar al que había ido a parar: una hermosa y reluciente vajilla que parecía como nueva se mostraba ante mí junto al resto de una cocina...

Arqueé una ceja, ¿cómo podía estar aquel lugar en tan buenas condiciones con el amasijo de monstruos que habitaban el castillo? Quizá a los Sincorazón no les interesase la cubertería, pero se me hacía raro no ver claros indicios de que habían estado allí. Era como una habitación aparte, lejos del caos apocalíptico que se estaba desatando fuera.

Brrr...

Me llevé la mano al estómago en cuanto aquel olor a deliciosa comida se impregnó por todo mi ser... ¿Alguien se estaba preparando para cenar? Porque hasta donde yo sabía, a los Sincorazón no les hacía falta comer la misma comida que nosotros; les bastaban los corazones, y por el aroma que me llegaba podía casi asegurar que aquello no era comida de Sincorazón.

¿Quién puede vivir en este castillo?... es imposible, con tantos Sincorazón...

Brrrrr...

Tenía un hambre atroz después de aquel combate contra las estatuas, y casi instintivamente me empecé a mover en dirección a aquel olor. Traté de mantener la calma mientras enfriaba mis pensamientos; desde mi punto de vista solo tenía tres opciones, volver por donde había venido — que con todos aquellos enemigos esperando no parecía una idea muy segura —, tratar de buscar una salida alternativa o ir en dirección a la comida.

Si seguía el rastro de comida quizá acabaría encontrando a algún habitante de aquel castillo, ya que por mucho que la idea de que alguien residiese en un lugar tan peligroso como ese fuese absurda, alguien tenía que haber preparado la cena, ¿no?

Y si encontraba a alguien, quizá podía acabar obteniendo parte de aquella información que buscábamos; decidido pero con cautela, me dirigiría a la fuente de aquel extraordinario olor, esperando poder probar bocado de lo que fuese que se hubiese cocinado.

Spoiler: Mostrar
Siento la tardanza ;w; Y por si no queda claro, Saito se va a perseguir el olor a comida xD
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Castillo de Bestia] ¿Quién teme al lobo feroz?

Notapor EspeYuna » Vie Nov 06, 2015 12:15 am

Diana desapareció frente a los ojos de Fátima una vez cruzaron los límites del bosque. La mujer había decidido callar tras las acusaciones de la aprendiz, y en vez de dejarla a su suerte, decidió ayudarla a cargar con Maurice. ¿Qué motivos habría detrás de ella para hacer algo así? ¿Qué había querido de Lyn?

El caso es que había logrado sobrevivir al ataque de los lobos... o lo que quiera que fueran esas criaturas que desgarraban aullidos de dolor en la oscuridad. Sabía que no se olvidaría de aquella terrible experiencia tan fácilmente.

Cuando llegó cual fue su sorpresa de no sólo encontrarse a su maestra. A su lado estaba Ronin, quien suspiró de puro alivio al ver llegar a la muchacha sana y salva. Se acercó para cargar él mismo con el anciano, no sin antes susurrarle un gracias. Luego, advirtió a ambas que se quedaran allí, dado que conocía a aquel hombre y a su hija y que lo llevaría de vuelta a su casa.

Por el camino, Ronin se topó con tres aprendices exhaustos de correr: Kairi, Neru y Jeanne. El trío se había preparado para lo peor tratando de trazar una estrategia en caso de que las cosas se torcieran si Lyn estaba en serio peligro, pero al final no fue necesario. Ronin sonrió, pensando en lo afortunados que eran al tener aprendices así.

Mientras, Fátima estuvo en silencio con Lyn un buen rato. La maestra estaba apoyada en su Llave-Espada con una postura encorvada que debía estarla ya hacer sintiendo mal. Si Fátima intentaba explicarle lo sucedido, Lyn le negaría que le diera detalles y se los reportara a Ronin. Y susurró, en medio de su sufrimiento, que no quería saberlo.

Igualmente, cuando Ronin volvió a aparecer junto al resto de sus compañeros, la maestra posó una mano sobre el hombro de Fátima para levantarse, y forzó una sonrisa a su aprendiz.

Por otra parte, cuando Neru advirtió del peligro que corría Akio, la maestra Lyn no dudó en correr en dirección a la aldea. Pero antes de llegar a tocar un pie en ella, un agarrotado niño cubierto de mugre les esperaba sentado en una roca.

Se acercó a ella, llamándola chucho. Lyn erizó las orejas bajo su capucha, pero no tuvo fuerzas para responderle. Akio asintió para sí mismo y no preguntó. Si bien se había enterado de una posible amenaza contra Lyn desde Bastión Hueco, sólo le fue reportada a Ronin.

Al otro lado de aquel mundo, en el castillo, Saito y su maestra Ariasu se reunieron tras no encontrar absolutamente nada interesante que les aportara información sobre los sincorazón. Saito, exhausto, llamó la atención de Ariasu, quien le felicitó por el trabajo hecho y anunció su vuelta a casa.

Shinju andaba solitaria por las calles de la aldea, acariciando a su fiel mascota. Akio se le había escapado, pero no le importaba. De hecho, tampoco tenía muy claro por qué había comenzado toda aquella locura.

Somos amigas, ¿verdad?

Oh. Cierto.

Spoiler: Mostrar
Procedo a las puntuaciones, que se subirán en un rato a las fichas y editaré para que sepáis si habéis subido de nivel. El máximo de esta trama es de 55 PX debido a su repentino final.

Fátima, 54 PX. ¡Subes de nivel!
Kairi, 45 PX. ¡Subes de nivel!
Jeanne, 50 PX. ¡Subes de nivel!
Saito, 53 PX.
Neru, extra.

Pido disculpas por todo.
Imagen
¡Soy enfermera~!
Nurses are Angels on Earth
Imagen
Mi blog + DeCulture

Imagen
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
ImagenImagen
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
EspeYuna
115. Demyx
115. Demyx
The Unknowns
 
Mensajes: 3437
Registrado: Mar Feb 28, 2012 11:12 pm
Dinero: 53,263.25
Banco: 15,063.87
Ubicación: ¡Entrenándome en Tierra de Partida para combatir a los sincorazón! ¡Ah! ¡Y en FanPlace!
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 54

Anterior

Volver a Tercera Saga

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado