[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Sector 3 - Ocaso

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Soul Artist » Lun Nov 05, 2012 12:00 am

El sonido de las olas llegaron a los oídos de Fátima, lentamente. El tacto de la arena le tocaba las mejillas, a la vez que notaba que sus ropas estaban húmedas. El sol del ocaso le golpeaba directamente en la nuca, quemándole ligeramente la piel.

Había despertado. ¿Pero dónde estaba? Lo último que recordaba era caer en el vacío, con aquella vidriera rompiéndose. ¿Cómo había llegado hasta una playa? ¿Por qué estaba sola, si iba acompañada de treinta personas más?

Y a todo aquello... ¿Dónde estaba?

* * *

¡Chico, despierta!

Un tortazo en la cara despertó a Edge de golpe y porrazo. Había sido tan brusco que se preguntaría qué estaba pasando; dónde estaba, quién le había pegado... Un camarero con aspecto enfadado le miraba con malos ojos, de pie frente al aprendiz, que se encontraba sentado en la mesita de lo que parecía ser una zona de bares, con la playa de frente a un salto o, si caminaba algo más lejos, unas escaleras de piedra.

La sombrilla de la mesa no le servía de mucho, pues el sol se ocultaba frente a él, en el lejano mar color rojo por el crepúsculo. Sobre la mesilla había un vaso alargado con una pajita, algo de hielo y una aceituna en un palillo. ¿Lo había bebido él?

¡Hora de pagar! —exigió el camarero, extendiendo su mano hacia el joven.

¿Pagarle? Pero... ¿Cuánto habría que pagarle? Si rebuscaba en sus bolsillos, vería que estaba sin blanca. Ni un mísero platín. Solo el móvil que le había dado Ronin, la poción... Y un objeto brillante con forma circular.

Y mientras tanto, a unas mesas a distancia, se dio cuenta de que había alguien más dormido que comenzaba a despertar. Zait Laind abriría los ojos del mismo modo que él: desorientado, en un lugar desconocido y sin un platín.

* * *

Próxima parada: Estación del Ocaso.

Las palabras de aquella voz robótica llegaron a oídos de Paul, que despertó de golpe. Estaba en el vagón de un tren, tumbado en los respaldos, como si hubiese decidido echar una cabezadita allí mismo. La posición en la que había estado no era para nada cómoda, desde luego; le dolía la espalda y el mismo cuello.

No había nadie más allí. Los árboles pasaban rápidamente por la ventana de cristal que tenía enfrente, y justo detrás de él se podían ver algunas casas individuales bastante modestas, próximas a la playa. El sol se comenzaba a ocultar en la lejanía, con un hermonoso crepúsculo que volvía todo a su alrededor rojizo y bello.

Próxima parada: Estación del Ocaso.

De nuevo la voz. Estaba a punto de llegar a su destino al parecer, pero... ¿Qué destino? No era de Villa Crepúsculo. No conocía en absoluto aquel lugar, era todo terreno hostil. Y más viendo a Ariasu el día anterior...

El tren se detuvo lentamente, pero para su sorpresa, no había llegado siquiera a la estación. Las puertas, igualmente, se abrieron de golpe, invitándole a salir. Pero un pequeño desfiladero le impedía hacerlo, no sin algunos daños menores...

* * *

Risas. Risas infantiles e inocentes despertaron a Sorkas, que se balanceaba en un columpio sobre el que sentarse, con las manos bien agarradas a las cadenas que lo sostenían al poste por encima de su cabeza.

Un parque. Estaba en un parque infantil, con lo típico que le gustaban a los niños: un sencillo tobogán, los columpios, una especie de fuerte al que se podía acceder si se era pequeño y escurridizo... Y todo, cómo no, todo ubicado sobre arena para amortiguar posibles caídas de los niños. Todo alegre.

Pero pese a que las risas de los niños eran lo que había despertado a Sorkas, nadie había allí. ¿Igual había sido a lo lejos y ya se habían ido? Igualmente... ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado hasta allí? Delante de él una pequeña zona de césped y unos pocos árboles daban lugar a un parquecito, y más allá, calle abajo caminando un rato, se podía llegar a una pequeña zona de bares frente a la playa, por donde se ocultaba el sol.

El sonido del tren pasando cerca llamó su atención. Se había detenido a una ligera distancia, por encima del parque; un desfiladero le separaba de él.

* * *

El sonido de platines chocando despertó a Saito e Ike.

Al abrir los ojos, Saito se encontró en un terreno en el que nunca había estado antes. Las luces de colores y el sonido de múltiples máquinas le desorientó por completo, pero no tardaría en darse cuenta de dónde estaba: un casino. ¡Un casino!

Sentado frente a una máquina tragaperras, podía ver que le había tocado el premio gordo: tres sietes rojos estaban alineados frente a él, y la máquina no dejaba de expulsar y expulsar dinero. ¡Era rico! ¡Rico!

¿A quién le importaba lo que había sucedido con Ariasu? ¡Con todo aquel dinero, ya no necesitaba preocuparse nunca más por las Llaves Espada, los mundos y todo aquel asunto en el que le habían metido los Maestros!

En el caso de Ike, él estaba algo más alejado, sentado frente a una mesa de póker con otros dos jugadores observándose fijamente entre ellos, con las cartas sobre la mesa. Uno de ellos fumaba un imponente puro que contaminaba todo el ambiente del casino, mientras que el otro, de pelo largo plateado y decenas de cicatrices en el rostro, ni se molestaba en estar atento a sus cartas.

Si Ike decidía echar un vistazo a las suyas, vería que no tenía ni una triste pareja. La cosa no le pintab bien.

* * *

Todos los aprendices se vieron sorprendidos cuando algo vibró en sus bolsillos. Al rebuscar en ellos, encontrarían un objeto que no habían visto antes: un pin negro con el dibujo de lo que parecía ser una calavera blanca, junto con sus móviles y pociones, aunque en el caso de Fátima y Edge también encontraron una esfera brillante circular. ¿Cómo habían llegado hasta allí...? Y para colmo, sus objetos de curación, armamento habituales... ¡No había nada!

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El teléfono móvil, por su parte, indicaba la entrada de dos mensajes de texto nuevos. Al abrir el menú para leerlos encontrarían pocas opciones: los textos, la posibilidad de hacer llamadas (aunque si lo comprobaban, el teléfono no pedía un número de teléfono, sino una especie de código) y lo que parecía ser el icono de un libro con el nombre "Conceptos".

Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor


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¡Nuevos conceptos!

Compositor
Entidad Reaper de máximo nivel en el juego que controla el juego desde algún lugar desconocido.

Game Master
Entidad Reaper superior que maneja a voluntad la misión de cada día. Su objetivo es eliminar el máximo posible de gente posible por día.

Jugador
Tú y cualquier participante en el Reapers' Game. Se les reconoce por un pin negro con una calavera blanca.

Reaper
Clase de persona con poderes superiores a los Jugadores; pueden controlar a los Sincorazón y se alimentan a base de eliminar a la gente. Son el cuerpo de seguridad del juego, asegurándose de que los jugadores cumplen las misiones.

Reapers' Game
Juego en el que han aparecido todos los aprendices de la Llave Espada.

Misión del Día 1:

· Sector Ocaso: Alcanzad a la Playa del Ocaso.

Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master

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¡Nuevos conceptos!

Minutos
El tiempo según los Game Masters se resume en minutos, aunque extrañamente, este es muy relativo, pudiendo pasar media hora de golpe o muy lentamente.
Nota Off-rol: Media hora equivale a una ronda en el rol, hagáis lo que hagáis.

Misión
Objetivo diario que se envía a todoso los Jugadores y con límite de tiempo. Ellos deciden si cumplirla o no, aunque si nadie lo hace significará la eliminación de todos. A menos que la misión especifique lo contrario, con cumplirla una sola pareja de Jugadores es suficiente.

* * *

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A partir de aquel momento las cosas se complicaron. Primero, en la zona de bares, del establecimiento justo a espaldas de Edge surgieron dos criaturas destruyendo lo que veían a su paso; los cristales de las ventanas, las mesas con sombrilla... Todo. Parecían ser barriles vivientes, con unas largas y asquerosas patas puntiagudas que les permitían moverse libremente y, en uno de los agujeros, un ojo amarillo... Y no tardaron en localizar a la joven y a Zait.

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¡Págame! —volvió a exigir el camarero a Edge, extendiendo su mano a él. ¿Cómo era que no se había dado cuenta de que aquellas criaturas estaban allí? ¿O estaba tan obsesionado con el dinero que le daba igual morir?

* * *

El vagón donde estaba Paul se llenó de extraños pasajeros de golpe que surgieron con un extraño sonido. No los vio surgir, pero allí estaban: tres criaturas de pequeño tamaño hechas de bronce, volando por encima de su cabeza y con un símbolo que fácilmente podría reconocer: Sincorazón.

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Podía asegurar, jugarse el cuello, a que el ruido con el que habían surgido no era el habitual. ¿Pero había tiempo para algo así? Las puertas del tren estaban abiertas, no parecía que se fuese a mover de su sitio y los Sincorazón observaban acechantes. ¿Huir o luchar?

* * *

Las cosas en el parque tampoco estaban mejor. De debajo de la arena, como si fuese enormemente profunda, surgió una mano que se agarró con fuerza en el suelo. Lentamente comenzó a surgir una figura semihumana entre todo aquello con un turbante y las ropas de un desierto, a la vez que como arma portaba una cimitarra de aspecto peligroso.

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En cuanto fue libre de su subterránea prisión, apoyó una mano en el suelo mientras con la otra extendía su arma hacia Sorkas. Se preparaba para acabar con su existencia.

* * *

Quizás Saito estuviese intentando recoger todos aquellos platines que caían amontonados al suelo, y tal vez Ike estuviese pretendiendo jugar al póker con aquellos dos desconocidos sin, probablemente, conocer las normas del juego siquiera. Pero ambos vieron el peligro inminente que les amenazaba: dos Sincorazón blancos habían surgido de una nube de oscuridad que había aparecido a sus espaldas, en la salida del casino.

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Los dos jugadores de póker observaron los Sincorazón e, inmediatamente, le restaron toda importancia. El fumador anunció que seguía con la partida y el otro accedió, apostando veinte fichas por su victoria.

No se podía decir lo mismo del fantasma, que se lanzó directo a por Ike sin importarle la partida del juego de cartas.

* * *

El único sitio donde había calma era la playa. Fátima podía disfrutar de la calma y el sonido de las gaviotas; no había surgido ninguna amenaza destacable que pretendiese atentar contra su vida. Ni Sincorazón, ni monstruos barril, ni nada de nada. Solo paz y el rojo sol en el horizonte.

Ya había cumplido su misión. Estaba en el lugar de reunión, ¿qué más quería? Quizás que se fuese aquella soledad. Quizás las respuestas a las preguntas que se formulaban en su mente. O sencillamente, quizás... Nada.

Solo podía esperar...

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Fecha límite: 7 de Noviembre, 20.00 hora peninsular.
Próxima ronda: 7 de Noviembre, 22.00 hora peninsular.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor H.S Sora » Lun Nov 05, 2012 6:05 pm

El sonido de monedas chocando unas contra otras me despertó.

Al abrir los ojos me encontré en un lugar en el que podía asegurar que jamás había estad. Al frotarme mejor los ojos pude observar centenares de luces de colores variados a mi alrededor y el sonido de muchas máquinas me dejo atontado por un periodo algo escaso de tiempo, pero entonces me di cuenta de donde me encontraba

-¡¡U-Un casino!! –espeté de pronto, pensé que la gente a mi alrededor me llamaría la atención pero ni siquiera miraron en mi dirección, solo se concentraban en jugar. Jugar, jugar y jugar.

Me encontraba sentado en una de esas famosas máquinas “tragaperras” y mientras pensaba en cómo demonios podía haber acabado ahí observé cómo tres sietes de color rojo intenso se alineaban y como la máquina no dejaba de expulsar dinero sucesivamente, como si no tuviese fin. Era rico…

-¡Soy asquerosamente rico! –dije en voz alta de nuevo al ver como las monedas no cesaban. Pensé una vez más, que esto alertaría a los demás jugadores pero estos seguían poseídos por las máquinas y continuaban jugando sin cesar

¿Necesitaba preocuparme por todo lo sucedido? Realmente todo era muy extraño , solo recordaba como miles de aprendices tanto de Tierra de Partida como de Bastión Hueco estábamos apilados unos con otros y entonces ella hizo algo y…

-Argh –espeté de golpe al recordar la sensación que tuve cuando la maestra Nanashi hizo aquello. Pero de momento decidí empezar a recoger el dinero , quien sabe quizá con él sería capaz de abrirme las puertas de la verdad que buscaba…

-Brrr…Brrr

El ruido y vibración de algo me sobresaltó. Al rebuscar en mi bolsillo, encontraré un objeto bastante peculiar que me detuve a examinar durante varios segundos: se trataba de un pin negro con el dibujo de una calavera blanca, junto con el móvil que aquél tal Ronnin nos había dado antes de partir...
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-Un momento –dije mientras seguía rebuscando en ambos bolsillos- ¡No hay nada!-dije furioso. No quedaba nada de mi equipamiento… y eso me ponía en serios problemas si algo sucedía.

El teléfono móvil, por su parte, me indicó la entrada de dos mensajes de texto nuevos. Al abrir el menú para leerlos encontraré pocas opciones y me decanté por un icono de un libro con el nombre "Conceptos". En él había una explicación de donde nos situábamos y de lo que debíamos hacer. Fallar en el "Reapers' Game" significaba mi muerte.

Debía sobrevivir durante 7 días cumpliendo las misiones que se me encargasen o moriria. Aquél era el contenido del primer mensaje.

El segundo venía en un formato similar pero con una ligera variación. Aquello era el objetivo de la misión. Debía alcanzar la "Playa del Ocaso" en 120 minutos o sería eliminado de este macabro juego , lo que representaría morir.

Me decidí a coger monedas durante un rato y después ir hacia la misión. Si había de alcanzar aquél lugar solo tenía que ir en dirección al mar... pero entonces noté como un peligro acababa de aparecer y fue entonces cuando también me percaté de la presencia de otro aprendiz en aquél lugar, se encontraba en una mesa de póker cercana a la máquina donde yo estaba. Lo recordaba vagamente durante todo lo que había sucedido pero ni siquiera sabía su nombre… Aunque ahora las presentaciones sobraban ya que acababan de acto de presencia dos Sincorazón blancos los cuales habían surgido de una nube de oscuridad a la salida del casino.

Miré alrededor y la gente seguía calmada, jugando incluso, parecía como si aquello no fuese con ellos, como si no les afectase en absoluto. No se podía decir lo mismo de uno de los Sincorazón, que se lanzó directo a por el chico sin importarle las circunstancias, mientras que el otro siguió merodeando cerca del lugar, pero sin atacarme.
Realmente no sabía donde me encontraba del todo y encontrar esa “Playa del Ocaso” quizá si que me costaría lo mío sin ayudq... así que debía ayudar a aquél aprendiz si o si para sobrevivir a esto, fuese lo que fuese este juego.

-¡Eh tu espabila joder! –lancé mi llave espada hacia el aprendiz sin pensármelo dos veces.

Si había tenido suerte la llave impactaría contra el Sincorazón que se había lanzado en carrera contra él y si más no hacer que frenase para que no se llevase el golpe. Esto también podría hacer que ese Sincorazón se decidiese a cambiar de objetivo y se precipitase hacia mi… fuese lo que fuese que lograra, el otro chico tenía tiempo suficiente como para encabezar un golpe.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Little Sho » Mar Nov 06, 2012 1:09 am

Lo último que vagamente recordaba era la imagen de una gran vidriera rompiéndose. Gracias a lo acontecido tiempo atrás en Nunca Jamás, gracias a Umbreon, Shadow, Zath e incluso Truth supe lo que significaba aquello. Y supe además por qué estaba incompleta. Por un momento llegué a pensar que aquello significaría el fin de mi propia alma. Pero al despertarme supe que aquello era imposible. Fue entonces cuando empecé a suponer qué había pasado. Mi vida había cambiado hace tiempo y, por desgracia para mí, no dejó de hacerlo. Quisiera o no, tendría que acostumbrarme a mi situación, pues no estaba en posición de llegar siquiera a razonar algo.

Sin embargo, desde el fatídico día en el que el destino acudió a mi encuentro no soy más que su emisario, un buscador a sus órdenes. Quejarme no era una de mis opciones contando con la ayuda de Zath, sin embargo, presentía que el ambicioso de Daniel se encontraba muy lejos en aquel momento. Presencié caer al propio Ronin, así que supe que se avecinaba un periplo en el que me encontraría solo. O eso quería creer. El destino me guiaba y yo acataba órdenes. Con un corazón roto, de mucho me sirvieron los conocimientos que Zath me otorgó, aunque fuesen crueles, aunque doliesen.

Desperté con un profundo dolor de cabeza tumbado en la superficie de una mesa que parecía perteneciente a algún tipo de restaurante o cafetería. Gracias al cielo llevaba puesto el collar de mi padre. Desde mi charla con Zath, me hubiese preocupado más no tenerlo que haber perdido una pierna. Por otro lado, agradecí eternamente haber olvidado la carta y la fotografía en casa. Allí estarían a salvo, aunque... ¡Justo ahora que podía leerla! Era como si el caprichoso destino la reservase para mí durante aún más tiempo.

Comprobé decepcionado, y en cierto modo ilusionado, que no llevaba nada más. Aún así, me alegraba saber que mis pertenencias más preciadas se encontraban a salvo.

Al mirar la palma de mi mano comprobé que algo había cambiado. Llevaba una serie de anillos con letras grabadas en ellos. Resoplé con cansancio al comprobar su significado.

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Me desperté al igual que la mayoría de mis días en Londres, sin dinero, agotado y algo solo. Esa desgraciada sensación no duró mucho cuando, al bajarme de la mesa, comprobé como un camarero conversaba, de no muy buena manera, con un joven. Los cabellos azules de aquel individuo llenaron mi abatida memoria. Si mal no recordaba, aquel chaval se llamaba Edge Lemmons y lo conocí el mismo y maldito día que conocí a Fate.

No hice más que intentar acercarme a ellos cuando algo vibró en mi interior. Comprobé entonces que la poción que Ronin nos dio seguía allí, algo que, de un modo u otro me alegró. Sin embargo, aparte de sentir un objeto redondo y metálico, que posteriormente supe que era un pin; saqué de uno de mis bolsillos un aparato electrónico que, como casi todo, se escapaba a mi corto entendimiento.

El primer objeto era de color negro y presentaba la imagen de una calavera un tanto abstracta. Sin pensármelo dos veces, lo acoplé a mi desgastada camisa, reposando en la parte izquierda de mi pecho.

Rechisté al comprobar que faltaba mi ballesta. Deseaba enormemente tener aquel artefacto. O al menos un arco que igualase el trabajo. Me sentía atracado, hablando claro.

Extendí el segundo cacharro metálico en mi mano y lo contemplé con atención. Una luz parpadeante parecía indicar algo. Lo abrí y en lo que deduje que era una pantalla pude leer un aviso de dos mensajes nuevos. Fueran importantes o no, desde luego no eran de mi interés, por lo que cerré el aparato y lo volví a meter en mi bolsillo hasta que llegase un futuro en el que sería necesario leerlos.

Otro intento de acercarme a hablar con el camarero y con Lemmons se vio nuevamente frustrado, esta vez por los sincorazón. Presentaban la estructura propia de un barril, aunque poseían patas de araña y un estresante ojo amarillo que no paraba quieto.

Corrí hacia ambos. El camarero parecía seguir queriendo pedir dinero a mi compañero. Supuse que estaba en mi misma situación y, encima, más confundido que yo al haberse despertado con un ignorante molestándolo.

El muy idiota no se entera —suspiré mientras cogía a Edge del traje y lo arrastraba conmigo—. ¿Sabe quién puede pagarle amigo? ¡Esos dos! —comenté señalando a los sincorazón—. Seguro que dejan un buen premio al morir. Nosotros nos vamos. Aprenda a reconocer a sus clientes, ¡hombre!

Quisiese Lemmons o no, empecé a correr todo lo que pude, jalándolo unas veces y empujándolo otras. La arena de la playa retrasaría nuestros movimientos, por lo que tendríamos que buscar algo sólido.

Hubiese hablado mi compañero o no, sólo dije una cosa.

Corre y calla. Este no es nuestro territorio. Sólo el destino sabe cuántos sincorazón podrían acecharnos si entramos en combate. La supervivencia es primordial, sería una idiotez aclamar la batalla desde el primer momento.

Corrí todo lo que pude, huyendo de aquellas desagradables criaturas de oscuridad y de el probable cabreo del estúpido camarero. Teníamos que encontrar a otros de los nuestros.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Sorkas » Mar Nov 06, 2012 4:29 pm

Oscuridad. Estaba rodeado de oscuridad. Oscuridad. Oscuridad. Oscuridad. Oscuridad y risas… ¿Risas?

Desperté en medio de múltiples risas provocadas por niños, sin embargo, no era capaz de verlos. Intenté abrir los ojos, pero la luz del sol me cegaba. Pasaron un par de segundos antes de poder ver una primera imagen nítida. Para entonces las risas habían cesado y yo ya pude ver que me encontraba en un parque infantil. Estaba en un columpio balanceándome como si nada. Los niños habían desaparecido tan misteriosamente como habían aparecido en mi cabeza, lo más seguro es que me los hubiese imaginado.

Poco a poco mi cabeza se fue situando. ¿Qué era lo que había pasado? Fue pensar en ello y una avalancha de recuerdos se me vino a la mente. Tierra de Partida. Pociones. Móviles. Ronin. Muerte. Villa Crepúsculo. Ariasu… Ariasu… ¿Quién era Ariasu? Tenían una misión, sí, encomendada por el Maestro Ronin, pero…, pero,… “Está muerto…”, todos lo habían visto caer en la oscuridad. “Igual que yo”, lo último que recordaba era haber caído en la oscuridad más profunda que había visto. ¿Significaba que también estaba muerto? Sin embargo había despertado, allí, en ningún sitio.

Después de que se me pasase el mareo, pude echar un vistazo con más detalle. El parque estaba diseñado para el uso de los niños más pequeños. Como pude ver antes, estaba solo allí. El parque desembocaba en una calle desde la que se llegaba a la playa. El sonido del tren captó mi atención, se había detenido en lo alto, sorprendente.

En el momento exacto en el que no tenía nada más que hacer, noté algo vibrando en mi bolsillo. Expectante, me baje del columpio y metí la mano para comprobar que era. Saqué el móvil que nos entregó Ronin, pues era lo más probable. Como había supuesto, había recibido dos mensajes. Antes de abrirlo jugueteé con él un rato para ver si tenía algo en especial. Y sí lo tenía, para empezar solo tenía tres opciones: mensajes, llamadas y conceptos.

Decidí abrir los mensajes, pues estaba seguro de que algo me aclararían la situación.
Bienvenidos, Jugadores.

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Vaya, y yo que creí que iba en serio. Solo es publicidad…”, aun así miré lo de los conceptos. Allí me explicaban las palabras raras de los anteriores mensajes. “Si es una broma, está muy currada”, pero ya me hacía dudar… Busqué por mi cuerpo si conservaba la poción que nos dio Ronin, seguro que tendría que utilizarla. Por suerte, la encontré donde la había dejado, además me topé con otro objeto que no recordaba tener. Un pin.

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El pin me gustaba, así que no lo pensé mucho y me lo puse en mi chaqueta.

Como una premonición, en cuanto aseguré el pin, algo empezó a removerse en la arena justo delante de mí. En cuanto, apreció una mano, salté hacia atrás del susto situándome justo detrás del columpio. La mano se agarró con fuerza al suelo y tiró para salir de la arena. Poco a poco, la “cosa”, más parecida a un monstruo, terminó por salir. Para entonces, yo ya había materializado mi Llave Espada, que en ese momento, nunca me había alegrado tanto de tenerla.

El monstruo, tenía un aspecto extraño para mí, pero en el pecho se podía observar un emblema que a pesar de llevar poco tiempo siendo un aprendiz, se reconocía fácilmente. Me enfrentaba a un Sincorazón. Sonreí.

Sin tiempo, para idear un plan, agarré el columpio con la mano libre que tenía y lo lancé con impulso para intentar golpear a mi rival. Sin darle, tiempo a reaccionar, y sin mirar si mi “proyectil” había acertado al objetivo, salté la valla del parque y me dirigí corriendo calle abajo hacia la playa. Había decidido que los últimos sucesos extraños daban credibilidad a los mensajes en mi móvil.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Demyx » Mié Nov 07, 2012 7:14 pm

Sobreviven los más fuertes, es la ley de la naturaleza. Los fuertes viven y los débiles mueren. Si lo eres la vida es tuya, sino tu destino es la muerte. Edge era débil, lo había comprobado en Bastión Hueco y bien sabía que poco o nada había cambiado desde entonces. Soñaba con un mundo mejor, quería proteger a los que, como él, eran, en realidad, gente indefensa. ¿Era eso posible? Las mismas dudas que había tenido frente Ryota acerca de unos principios que había concebido siempre como genuinos le acechaban de nuevo. ¿La gente no era buena por naturaleza? ¿Qué era lo justo y lo correcto? ¿Podía él cambiar las cosas? ¡Ronin había sido asesinado! El maestro que era, muy posiblemente, el más fuerte de Tierra de Partida. El aprendiz había admirado, puede que incluso envidiado, su fuerza y poder, pero había muerto sin más. ¿Hasta que punto debía hacerse fuerte? ¿Era eso lo que él necesitaba?

Estaba en una especie de juego, fuera lo que fuese necesitaría ser fuerte, llegar hasta el final, sobrevivir siete días.

¿Un juego?

¡Chico, despierta!

Un golpe le despertó de pronto, entreabrió los ojos, pero la luz le cegó. Se incorporó y vislumbró a un hombre justo delante de él y… ¿estaba en un bar? ¡¿en la playa?! Pues sí, esa era su nueva ubicación, pero antes de que pudiera empezar a hacerse confusas preguntas sobre aquella situación tuvo que atender a aquella persona que parecía tan molesta.

¡Hora de pagar!

Edge miró de un lado a otro. Sin duda alguna estaba hablando con él, ¡pero si no había pedido nada, esa bebida no era suya!

Mis más sinceras disculpas caballero ―sonrió―, pero témome que esto es una confusión. Yo no he pedido nada.

Fue entonces cuando vio que Zait Laind, aquel muchacho que había luchado junto a él en Bastión Hueco, estaba allí, en otra mesa, despertando.

Algo vibró en el bolsillo del joven.

¡Albricias!

Una poción, un extraño pin con una ¿calavera?, una misteriosa esfera y un móvil. Su dedo índice dio varias vueltas tanteando qué pulsar, no entendía mucho cómo funcionaban esos cacharros, pero finalmente consiguió llegar al mensaje. Efectivamente, no había sido un sueño, ahora formaba parte de una competición, ¡y tenía que ganar! El objetivo de la misión era algo raro, pero al parecer tenía que ir hacia la playa, la cual estaba muy cerca de él.

Las mesas cayeron al suelo y varios cristales se rompieron con un fuerte estruendo.

¡Oh, no, qué sucede ahora! ―exclamó abriendo los ojos de par en par.

Y entonces los vio, sincorazones con aspecto de barriles. Ignoró al camarero que parecía no prestar atención a todo aquello, incluso cuando estaban destrozando su establecimiento. Edge hizo el ademán de materializar la llave-espada, pero no lo hizo. El poder que Rebecca le había otorgado no le había servido para nada en Bastión Hueco, ni el arma ni su magia. Lo que al inicio de su aventura creyó que sería lo que le permitiría alcanzar sus metas había resultado serle completamente inútil. ¡Renegaba de la llave-espada! Debía encontrar nuevas formas para derrotar a esos monstruos, pero ése no era el momento. Tocaba huir.

¡Señor, debe huir o de lo contr… ―Zait le arrastró con él.

Al parecer Edge no era el único que había pensado en huir y aquel niño había aparecido en su defensa. Sin decir nada más echó a correr junto a Zait hacia la playa.

¡La misión! ―le gritó a su compañero―. ¡Tenemos que cumplirla, vayamos hacia la playa!
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Quotes
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Mentos escribió:Lemons es Don gato pardo bañado en diarrea galletosa comiendo limones con su mayordomo viejo que se tira pedos llamado Mentos que se quedó encerrado en el congelador

Hollowriku escribió:Pues que mal ¿no? =(

Hollowriku escribió:Omg, ¡muchas gracias por el primer puesto en User invisible! No me esperaba algo así :cry:
En realidad he trabajado duro para conseguirlo, creo que me lo merezco xD

Edgar13 "en resultados en el test de kh ¿k personaje sois?" escribió:Primer post: lo hago para buscar gente compatible con otras personas y hacer amigos :)
Doblepost: esto es para hacer amigos
Triplepost: asi k si alguien cree ke su personaje es compatible con otros ke aya , k venga
Cuadruplepost: tanto chicos como chicas pueden entrar

Kiba/Littlesho escribió:Es que no sabeis hacer otra cosa que insultar?=Nop, topotamadre

Jeanny escribió:Demyx: What?
Jeanny: No sé, what tú.

Kurogane escribió:No sex, no fun here

Claus escribió:Maldito psicópata, la has cagado tio, porque en el remite viene tu dirección, y pienso ir allí pegarte una paliza por listo

Artema escribió:Antes se pilla a un Zerkdo que a un cojo

En una multi de verano escribió:Red: Yo soy especial
Demyx: Especialmente tonto
Vanitas: xDDDDDDDDDDDDDDDD

CHRIS IN THE LiGHT escribió:a finales de este verano sere mod
apuesto tds mi platines
os jugais muxo tu i mentos
sere el rei de los mods

^Sure
Vanitas3, actual Velacrow, & Demyx escribió:Demyx: Darcnesssss es true pawah qVanitas3
Vanitas: Demyx, puta xDDD

Gambit Van Cooper escribió:
Sombra escribió:Una opcion es crear un foro completamente nuevo en otro servidor como puede ser puntoforo o ir al foro de Miké que ya está echo y seguramente os daría a los Mods y Admin los rangos que aqui teniais

Buen chiste.

La derrota de Mentos: http://khworld.webcindario.com/phpbb/viewtopic.php?p=608521#p608521

Jrucsora escribió:OYE SITO TU QUE DICES DE QUE TENGO LOS PECHOS PROMINENTES Y GLUTEOS COMPACTOS MENTIROSO ¬¬

RedXIII en la KHW Family escribió:Dios ¿Porque coño no me despierto como el calvo de los serrano?

RedXIII escribió:COMUNISTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *Señala el gorro de Soda*

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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor DarkIke » Mié Nov 07, 2012 8:38 pm

Me desperté, estaba delante de una mesa de un especie de juego de cartas y estaba participando, el sitio parecía un tipo de lugar donde la gente iba a divertirse gastando mucho dinero, de repente note que algún sitio de mi ropa tenia una especie de artefacto móvil, sonaba y tenia un mensaje, que decía que tenia que ir a la Playa de Ocaso o algún sitio, sino moriríamos, ademas el juego este ponía que se llamaba Reapers Game, supongo que estaría tranquilo ya que no daba mucha importancia a ese juego, de repente salia una nube de oscuridad y salían sincorazón de esa nube, dos nada menos, se uno se dirijia hacía mi y otro estaba merodeando, apareció un chico y lanzó su llave espada , supongo que para dar al sincorazón asi que saque mi llave espada y me puse en guardia.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Suzume Mizuno » Mié Nov 07, 2012 10:17 pm

Cuando Fátima despertó, sintió que le dolían todos los huesos del cuerpo. Se incorporó, notando la boca seca y arena en la piel, en el pelo, en la ropa.

Una vez consiguió deshacerse del estupor que la embargaba, con los ojos entrecerrados por culpa de la brillante luz del atardecer, se incorporó, algo mareada.

“¿Dónde…? ¿Dónde estoy?”

Miró a su alrededor, primero desconcertada, luego asustada.

Lo último que recordaba era caer en la oscuridad, y ese dolor lacerante en el corazón. Se llevó, instintivamente, una mano al pecho. Aturdida, sacudió varias veces la cabeza, intentando aclararse, entender qué había sucedido.

Pero no encontraba una respuesta, por más que pensara y pensara. Así que se obligó a relajarse.

Entonces un sonido vibrante le hizo pegar un brinco. Con el corazón acelerado, tardó unos instantes en darse cuenta de que había vibrado el móvil que le había dado Ronin.

“Ronin…” recordó la figura del maestro hundiéndose en la oscuridad. Pero cerró con los ojos con fuerza y se forzó a no pensar en ello mientras leía el mensaje.

Tuvo que reparselo varias veces, con creciente terror.

¿Eliminados, juego? ¿Reapers? ¿Misiones?

—¿L-la playa del… Ocaso? —miró hacia el sol que se perdía en el horizonte y sintió que se desinflaba como un globo.

“Ya estoy aquí. Porque es aquí, ¿no? Es una playa y está atardeciendo. Pero… podría no ser...”

Se sentó, sin saber qué se suponía que tenía que hacer, mientras repasaba conceptos y demás datos que le proporcionaba aquel extraño móvil.

Entonces sus ojos fueron a parar sobre la Misión y se le congeló la sangre:

“Objetivo diario que se envía a todoso los Jugadores y con límite de tiempo. Ellos deciden si cumplirla o no, aunque si nadie lo hace significará la eliminación de todos. A menos que la misión especifique lo contrario, con cumplirla una sola pareja de Jugadores es suficiente.”

“Pareja”.

Se levantó de un salto, con el corazón latiéndole a toda velocidad y buscó a su alrededor. Normalmente habría desconfiado, habría intentado razonar. Pero después de todo lo que había pasado con Ronin, ya no se fiaba de nada.

“Una pareja. Tengo que encontrar una pareja. Luego ya pensaré de qué demonios va todo esto”.

Pero no había nadie a su alrededor. Con la boca seca, echó a caminar por la orilla, decidida a no alejarse demasiado de la playa.

¡Por favor, que apareciera alguien!
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Leon18 » Mié Nov 07, 2012 10:20 pm

Próxima parada: Estación del Ocaso.

Aquella voz me despertó, al abrir los ojos me encontraba tumbado en el vagón de un tren en el que no había nadie ni nada, ¿quién habría dicho eso? Lo único que recordaba era caer en aquel agujero. ¿Cómo habría acabado allí?

Intenté levantarme y entonces noté un pinchazo en la espalda y en el cuello. Solté un quejido e hice unos cuantos estiramientos para ver si se quitaba la molestia. Cuando ya me encontré algo mejor miré por la ventana y lo que vi eran muchos árboles, algunas casas y al fondo una playa, nunca había estado en ninguna, supongo que sería agradable. También se veía el sol que ya se estaba ocultando, dejando un color rojizo por todos lados.

Próxima parada: Estación del Ocaso.

¿Otra vez esa voz? Si lo repetía tanto es que ya quedaba poco para llegar a aquel lugar, así que me senté y esperé a que llegara a la Estación esa.

Al fin el tren se estaba deteniendo, aunque no parecía que hubiese llegado a la Estación esa, o al menos no lo parecía. Las puertas se abrieron y entonces ya vi lo que pasaba, no estaba en la Estación, lo que había tras la puerta era un maldito desfiladero.

-¡Mierda! -Grité y le di una patada a los asientos. ¿Ahora qué haría allí? Eso no parecía que se fuera a mover.

Entonces algo vibró en mi bolsillo, miré y había un pin negro con el dibujo de una calavera, no le di mucha importancia así que me lo guardé en el bolsillo otra vez. También seguía por allí la poción que tenía el difunto Ronin. Por último encontré lo que vibraba, un teléfono móvil.

Lo cogí y lo abrí y vi que había unas cuantas opciones, había una que ponía conceptos que atrajo mi atención y entonces vi un mensaje que ponía algo sobre un juego y que teníamos que sobrevivir 7 días y que si fallábamos seríamos eliminados y muertos.

¿Se creían que me iban a eliminar? Pues lo iban a tener chungo, no se los pondría fácil. Seguí mirando el móvil y había otro texto en el que ponía que teníamos que alcanzar la Playa de Ocaso en dos horas. La Playa no parecía estar muy lejos, antes la había visto por la ventana, el problema era cómo salir de aquí.

Entonces oí un extraño ruido, me llevé la mano a mi espalda y entonces vi que mi espada no estaba. ¿Dónde estaría? ¿Me la habrían quitado los Maestros esos? Si era así, la iba a recuperar como fuera.

Aún cabreado me di la vuelta y vi que estaban unas especies de robots voladores, que tenían un símbolo que era de los Sincorazón, pero aquella especie nunca la había visto antes.

-¿Vosotros? Lo que me hacía falta.-Les grité y mi primer impulso fue ir hacia ellos, pero recordé la misión, y luchar contra ellos no me iba a servir para nada, tenía que llegar a la Playa lo antes posible, y la única opción que tenía era saltar y caer lo mejor posible.

Me dirigí a la puerta decidido a saltar, pero antes les dediqué unas palabras a aquellas criaturas.

-Que sepáis que no estoy huyendo, ya os la veréis conmigo.-Les señalé y salté.

Cuando cayera intentaría dar una voltereta para amortiguar la caída, y si me hacía mucho daño tenía la poción para curarme.
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Ronda #2

Notapor Soul Artist » Jue Nov 08, 2012 2:00 am

Una desagradable sorpresa se llevaron aquellos aprendices que intentaron invocar su Llave Espada.

Por mucho que lo intentaran, por mucho que se sorprendieran, esta no se materializó. Ni siquiera hizo un esfuerzo: no se dio ninguna clase de indicio de aparición de su arma. Ni un haz de luz, ni unas sombras que cubriesen las manos de los aprendices: nada. Cero.

Estaban completamente indefensos ante su situación... Con los problemas que conllevaba.

No tardó en llegarles un mensaje al móvil que lo explicó todo:

Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

~ El Game Master

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¡Nuevos conceptos!

Entrada
Precio para participar en el Reapers' Game, generalmente algo de gran valor para los Jugadores. En este caso, la entrada de todos los aprendices es sus Llaves Espada.

No solo eso. Pocos segundos después llegó otro mensaje que, seguramente, descolocaría a más de uno:

Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master

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¡Nuevos conceptos!

Arma
Única para Jugador, aparecerá cuando este establezca un Pacto con uno o más compañeros. Son, por lo general, algo muy cercano a la persona que lo porta o una representación de su esencia. Existen tres tipos: simbionte, donde el arma tiene vida propia y lucha en nombre del Jugador; esgrima, donde el Jugador debe usarla para luchar de manera directa; e imaginación, donde puede no tener forma física y no ataca el jugador en sí, pero tampoco lo hace un sustituto.

Pacto
Trato que permite liberar el potencial de un Jugador, pero lo ata a sus compañeros durante el resto del Reapers' Game. Es posible hacerlo con una o más personas, pero no es recomendable hacerlo en grupo, pues la eliminación de uno solo de ellos conllevará la perdición de todos los demás. Si no se realiza un Pacto, no se podrá luchar; pero terminar el primer Día sin haberlo realizado con alguien tampoco significará su eliminación. No es posible romperlo, a menos que el compañero sea eliminado.

¿Les esperaría alguna sorpresa desagradable más a los jóvenes, o aquella era la última? Con Ariasu al mando, quién sabría...

* * *

El arma de Sorkas no surgió, pero no fue problema para él: tenía recursos de sobra.

Con el columpio del parque se las arregó para golpear el Sincorazón y dejarlo confuso. Más que perfecto para echar a correr en dirección contraria, hacia la playa, tal y como decía la misión. Estaba claro que el entorno era su amigo en un caso como aquel, pero su enemigo no quedó muy contento. En cuanto se recuperó, echó a correr espada en mano tras él, preparado para eliminarle.

Precisamente en ese momento llegó Paul, lanzándose de cabeza desde el tren y amortiguando el descenso como pudo. La jugada le fue bien: no se hizo ningún daño y, además, había huido con éxito de los Sincorazón, lo cuales habían decidido no perseguirle. Más bien, al poco de bajar, el silbato del tren sonó y vio cómo se alejaba de nuevo.

Debía llegar a la playa. Corriendo, como Sorkas, al que ya debía conocer de antes.

* * *

Saito no pudo salvar el golpe al no disponer de Llave Espada: Ike, incapaz de detener al Sincorazón, sufrió un cruel mordisco en el hombro que inmediatamente le abrió una herida de gran gravedad. En cuanto pudo librarse de él, el Sincorazón retrocedió un par de metros, pero no se dio por vencido: estaba preparado para volver a atacarle y acabar con él.

Quizás para Saito lo mejor fuese salir por patas, ahora que sabía que no disponía de arma alguna para enfrentarse a aquella clase de enemigos. El otro Sincorazón, a las puertas del casino, se apartó de su lugar de vigilancia para acercarse a Ike. Otro ataque así, y no saldría para contarlo.

La situación estaba negra.

* * *

La joven Fátima echó a caminar por la orilla de la playa, desesperada por encontrar al "compañero" que solicitaba la Misión de aquel primer día. Y por suerte, no tardó en hallarlo.

En la lejanía, corriendo en un sprint hacia ella, se aproximaba un muchacho de más o menos quince años. Lo primero que llamaba la atención de él era, sin duda alguna, sus enormes cascos: cuanto más se acercaba, más podía oír el enorme volumen de la música de estos. Aquello debía estar más allá del recomendado por los médicos...

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El chico llegó frente a Fátima y colocó las palmas de sus manos sobre sus rodillas, jadeando. Acababa de pegarse una buena carrera, el pobre estaba sudando la gota gorda; pero no pareció importarle, pues tomó el brazo de la joven y le gritó:

¡Pacto! ¡Conmigo! ¡Ahora!

Si Fátima había leído los nuevos mensajes de Ariasu, sería capaz de adivinar a qué se refería el joven: quería que fuesen compañeros. Justo lo que andaba buscando, aunque la situación en la que se estaba dando era un tanto extraña. ¿A qué venía esa desesperación?

¡No discutas! —ordenó el joven agresivamente—. ¡Solo acepta!

La tierra comenzó a temblar y Fátima descubrió de inmediato por qué el chico estaba tan desesperado por lograr un compañero de equipo. Un monstruo gigantesco, de aspecto robótico, surgió de entre la arena a escasos metros de ellos y se alzó hacia el cielo, mostrando sus poderosas pinzas de acero: así, de alto, debía medir veinte metros como mínimo... ¡O más!

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La monstruosa criatura cayó sobre la arena, casi aplastando a los jóvenes. Fátima se salvó por poco, salvada por el chico, el cual se había lanzado sobre ella para esquivar por unos centímetros el cuerpo de la bestia.

Ante este panorama llegaron también Zait y Edge, que desde algo más lejos pudieron ver claramente a la criatura y distinguirla: se trataba de un Sincorazón. Uno enorme, francamente, y aparentemente una figura a la que no pudieron distinguir bien se encontraba sobre la cabeza de este, controlando sus movimientos.

Tenían que salvar a los dos chicos que estaban en peligro.

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Fecha límite: 10 de Noviembre, 20.30, hora peninsular.
Próxima ronda: 10 de Noviembre, 23.30, hora peninsular.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor H.S Sora » Vie Nov 09, 2012 6:25 pm

-¿Por qué demonios?...- no fui capaz de reaccionar de otra manera cuando vi que mi Llave Espada no se materializaba. Lo intenté varias veces pero nada, ni siquiera apareció un indicio de luz. ¿Por qué no podía invocar el arma que debía ayudarme a completar el juego?

No tardó en llegarme un mensaje al móvil que lo explicó todo junto con unos nuevos conceptos que como siempre fueron interesantes:

Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

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-Malditos cabrones...–susurré en voz baja , aunque sabía que no podía oírme nadie que dirigiese aquello. O si podía no me importaba.

Por desgracia la cosa no acababa ahí, al rato llegó otro mensaje junto a más conceptos, estos últimos tuve que repasarlos varias veces ya que me costaron bastante de entender.

Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master


-¿Diver? ¡¿DIVER?!

Respiré hondo y trate de calmarme y asimilar todo lo que nos acababan de contar. Me habían quitado mi única arma y para lograr otra debía hacer un pacto con alguien… ¿Pero con quién?

Alcé la vista al oír el sonido de algo clavarse en la piel de alguien. Ese algo fueron los colmillos del Sincorazón que se había dirigido hacía el chico.

-Mierda… me olvidaba deL otro aprendiz –susurre mientras la escena transcurría. Los mensajes me habían distraído de mi objetivo de ayudar al chaval y el no poder invocar su Llave Espada le pasó factura.

Aún en la lejanía de donde me encontraba pude ver perfectamente como ese monstruo le abrió una herida de gran gravedad. Cuando logró librarse de él retrocedió un par de metros, pero no parecía darse por satisfecho ya que parecía estar listo para volver al ataque en cualquier instante y terminar la faena que se había propuesto.

A mi en cambio las puertas parecía que se me abrían de par en par, no solo por el hecho de que el primer Sincorazón estuviese entretenido con el otro chico sino porque el otro Sincorazón que custodiaba la entrada se aparto del lugar y se acercó al chico.
Me dirigí bastante rápido hacia la salida, ya que el pensamiento fue claro. “No tienes arma, no vas a arriesgarte” Pero antes de salir por la puerta me detuve unos instantes ya que podía ver como el chaval me dirigía una mirada que parecía pedir auxilio. ¿De verdad esperaba recibir mi ayuda? Si así era iba listo, ya que no tenía el más mínimo interés en ayudarle, así que al recibir ese ataque su existencia terminaría.

-Bien, ahora solo me queda abrir esta puerta e irme a la playa para cumplir con la misión de hoy…

Ese pensamiento en voz alta hizo que me detuviese antes de abrir la puerta. Estaba en un casino y la playa podía quedar bastante lejos… ¿Y si más Sincorazón aparecían por el camino? Estaría jodido y más que muerto y no podía caer tan fácilmente… Eso me frustró bastante ¿Qué podía hacer en una situación así?

-E-El pacto… -sonreí inmediatamente en la dirección de aquél chaval tan solicitado por los Sincorazón.

Un pacto me daría un arma, un arma significaba una ventaja. Cualquier ventaja significaba ponerme por delante de los demás y eso, era lo que más me importaba ahora.

-¡Eh tu chaval! –Grité para que me oyese sin necesidad de tener que desviar la vista de los demás Sincorazón- Si quieres sobrevivir a esto solo tienes una opción y tienes que creerme aunque no me conozcas.

Le di unos segundos para que pensase que podía ser puesto que imaginaba que no habría llegado a leer el mensaje.

-¡Si aceptas hacer un “Pacto” conmigo obtendremos un arma y podrás salvar la vida! ¿Aceptas si o si?

Quizá el chico creyese que lo hacía por el, pero iba apañado. Si aceptaba el Pacto a tiempo ya habría obtenido lo que quería. Un arma. Si sobrevivía o no me daba bastante igual… Puesto que según el mensaje, podía obtener otro compañero si este nuevo moría. Y en estos instantes, imaginaba donde podían haber más compañeros esperando.

-Playa Ocaso... –susurré en voz baja mientras esperaba a que el chico se decidiese. Ese lugar sería mi próximo objetivo tanto si mi nuevo "compañero" vivia como si no.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Sorkas » Sab Nov 10, 2012 4:15 pm

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Tengo permiso de Leon18 para utilizar a Paul un poco.

En el momento en que intenté convocar mi Llave Espada surgió el problema. ¡No acudía a mí! ¿Cómo era eso posible? ¿Acaso ya no era aprendiz por haber sucumbido a la oscuridad? Mierda… Ahora eso no importaba, tenía un enemigo enfrente surgiendo de la nada y yo sin armas. En ese momento me volvió a sonar el móvil, tenía dos mensajes nuevos.

Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

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Maldita zorra, pagará por esto

Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

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Bueno, al menos, gracias a esto, ya no me quedaban dudas de que estaba metido en un juego macabro dirigido por nuestros enemigos. No había plan más sencillo, debía buscar a los demás aprendices y unirnos para acabar con ese Game Master y todos los demás. Por desgracia, para llevarlo a cabo era necesario buscarme un compañero para realizar ese “Pacto”.

A todo esto, el Sincorazón ya había surgido de la arena. Sin tiempo para que reaccione, le lancé el columpio y me giré corriendo dirección a la playa. No tenía tiempo de ver si había logrado acabar con él.

Iba corriendo calle abajo dirección al objetivo de la misión cuando oí un grito.

¡Sorkas! ¡Te sigue un Sincorazón!

Conocía esa voz. Paul. Lo primero que pensé era que sería un gran aliado. “Bien, algo de suerte por fin”. Miré de reojo hacia atrás y lo que vi me quitó la sonrisa de la cara. El Sincorazón me seguía de cerca y con cara de pocos amigos. Teníamos que reaccionar rápido.

¡Paul! Tenemos que hacer un Pacto—grité mientras me acercaba a él, esperaba que también hubiese recibido los mensajes—. ¡Rápido!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Little Sho » Sab Nov 10, 2012 6:55 pm

Corrí todo lo que pude, corrí hasta que el calor de la ardiente arena frenase mis enérgicos pasos. Cesé mi movimiento y, cogiendo aire, me apoyé en mis rodillas para después secarme el sudor con la mano. Miré a mi compañero y sonreí fugazmente.

Ha estado cerca. Aún así, no debemos confiarnos.

Al comprobar que podía tranquilizarme, aunque fuese momentáneamente y que, dando gracias por ello, estábamos “a salvo”; saqué el aparato de entre mis ropas y me decanté por leer los mensajes que tenía para mí. Ahora podía decir orgulloso que sabía leer en medianas condiciones.

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Mis dudas se fueron resolviendo una tras otra. Y un pensamiento muy fuerte se generó en mi cabeza. No podía perder. No podía permitirlo. Demasiadas personas dependían de mí, tenía muchos cabos sueltos y fuertes lazos. Mi vida se estaba convirtiendo en un conjunto de deberes. Sobrevivir parecía dejar de ser un derecho para comenzar a crecer como obligación. Y yo, simplemente, estaba harto. Es cierto, fui un niño durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Aún así, hice todo lo que estaba en mi mano para cambiar las cosas. Pero había mucho que ni mi mente, ni mi corazón podían entender.

Todo pasó tan deprisa, y el pasado que yo había dejado atrás, tan lejano, se convertía ahora en mi futuro más próximo. Los fantasmas que un día me acecharon no dejaban de perseguirme. Lo irónico es que, literalmente, mi amigo convertido en fantasma me buscaba con ansias de muerte.

Entonces apareció Zath, diciendo que traía respuestas. Dijo que era el encargado de hacer que el destino se cumpliese. Y que yo debía hacer lo mismo. ¿No deja de ser destino cuando alguien interviene? ¿O existen realmente, como yo, emisarios del propio destino?

Lo único que supe es que, por mucho que intentase todo, nada servía. Mi vida siempre había sido un sacrificio. Un sacrificio por el honor, por una guerra, por un mundo, por una amistad, por un deber, por la ayuda de los demás. Sin embargo yo no lo veía así, yo lo veía como una alegría intensa por el fin de arreglar las cosas. ¿Por qué entonces se tornaba todo siempre tan negro para mí? Y ahora me encontraba en aquel desdichado juego, peón de algo muy por encima de mí. Una sensación ya familiar para mí. Una corazonada no paraba de repetirme que Fate dependía de aquello. ¿Por qué? ¿Por qué si no lo vi en la incompleta vidriera de mi corazón, justo antes de romperse? Mi objetivo era acabar aquel juego y salvarle. Y al igual que él, a todos los demás que ansiaban mi aparición. Me resultaba difícil creer que tanta gente depositase su fe, no sólo en mí, sino en mi futuro. ¿Tan importante era la sangre que corría por mis venas? Yo no sentía lo mismo. Yo sentía que mi vida se volvía más complicada conforme pasaba el tiempo. Sentía que nada hubiese sido igual si nunca me hubiese marchado de la isla.

Estaba enfadado, resentido. Las cosas que se me habían prometido no aparecían por ningún lado y, en vez de ello, sólo surgían problemas. ¿Acaso hacía las cosas tan mal? Entonces…. No había más remedio que cambiar mi forma de actuar. Pensar en mí mismo, en mi beneficio. Muchos ejemplos venían a mi cabeza de casos en los que, siguiendo esas normas, había más tranquilidad, más respeto. Sin embargo… ¿Por qué luchar cuando no ves apoyos por ningún sitio y todo se torna oscuro?

… Porque nadie más lo hará. —susurré.

Terminé de leer todos los mensajes, incluso los más nuevos, y analicé los conceptos para exponer mis dudas a Lemmons. Edge me intrigaba, de un modo u otro, pero lo hacía. Quizá es porque aún permanecíamos lejos el uno del otro.

Tuvimos suerte al huir. Si hubiésemos atacado, al no tener con qué, seguramente ahora no podríamos contarlo —suspiré profundamente—. Sin embargo, hay algo que no me cuadra, estamos en la única playa visible en los alrededores, ¿no? ¿No deberíamos haber cumplido ya la misión? O acaso… —indagué en el móvil todo lo que pude, hasta dar con la respuesta. Guardé el móvil y miré fijamente a Edge—Haz un pacto conmigo. No te arrepentirás. Además… Tanto para ti como para mí… No hay nadie muy cerca que digamos. Creo fielmente que es la única forma de cumplir la misión. Y de sobrevivir. Sin armas… No podremos hacer nada.

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Extendí mi mano abierta hacia él, buscando un apretón, típico en los acuerdos.

¿Aceptas?

Justo entonces, la tierra comenzó a temblar, tirándome a mí al suelo. De entre la arena surgió un enorme sincorazón que, desde donde yo lo veía, podría tener unos veinte metros de envergadura. Pude distinguir también a dos jóvenes cercanos al mismo, en verdadero peligro, además de una figura en lo alto del monstruo, que parecía controlar todo aquello.

En otros tiempos hubiese corrido enseguida a ayudarlos. Pero no ahora, no esta vez. Lógicamente hablando, si quería sobrevivir, lo más obvio sería correr en sentido contrario.

Miré a Edge, buscando terminar el pacto y comprobar nuestras armas. Si decidía correr hacia el sincorazón, le frenaría. Y en caso de que el propio bicho acudiese hacia nosotros, huiría llevándome a Lemmons conmigo. Si yo quería sobrevivir, debía mantenerlo vivo.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor DarkIke » Sab Nov 10, 2012 8:17 pm

El arma de aquel chico no se materializó ni la mía tampoco, así que no pudo lanzar como tenia planeado la llave espada ni yo por lo menos defenderme un poco, el sin-corazón me alcanzó, me metió un profundo mordisco en el hombro y podía notar sus colmillos desgarraban mi carne, es muy doloroso, de repente el bicho se aparto como si se riera de mi, solo se aparto para darme el golpe final junto con otro sin-corazón igual que el.

Intenté reincorporarme para salir de ese sitio, pero sabía que no podría ir muy lejos estando en ese aspecto, cuando creí que el chico que me intentaba ayudar se fue, pensé que no solo era un estorbo, pero volvió de manera desinteresada para pedirme un pacto,no tenia el móvil en las manos, sino en los pantalones, lo cogí rápido para leer los posibles mensajes que había tenido, y efectivamente anunciaban un pacto para sobrevivir a este horrible juego. Fueron dos mensajes.

Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

~ El Game Master



Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master


A-Acepto! no quiero morir sin darte las gracias. Comenté.

Estaba sangrando mucho y necesitaba ayuda, alguien en que me pudiera ayudar a curarme, solo quería dar las gracias al chico aunque me haya intentado ayudar de manera desinteresada, ya que como dijo el mensaje, si un jugador muere puede hacer otro pacto con otros. ¿Seria mi final, aquí en un sitio rodeado de personas que no importan los disturbios en alrededor?

Maldito juego, morir nada más empezar, solo podía confiar en el pacto.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Suzume Mizuno » Sab Nov 10, 2012 9:45 pm

Continuaba caminando cuando el móvil volvió a emitir un sonido. Con las manos temblorosas por la ansiedad, se detuvo a examinar los nuevos mensajes.

Se quedó perpleja al leer que aquella vidriera era su corazón. Era la primera vez que escuchaba que el corazón pudiera ser otra cosa aparte de un órgano palpitante o la figura brillante que desaparecía cada vez que destruían a un Sincorazón.

Sin embargo, su sorpresa desapareció para ser sustituida por el horror:

¿¡Que se ha quedado con nuestras armas!? —chilló.

De inmediato intentó materializar su Llave Espada. Pero…no hizo su aparición. El pánico controló a Fátima, que se mareó y tuvo que detenerse a respirar hondo antes de continuar leyendo.

“Con que necesito… hacer un pacto con otra persona para conseguir una nueva arma” frunció el ceño, mientras los latidos de su corazón se relajaban. Al menos no iba a estar indefensa.

Si conseguía un compañero, claro.

“Hay que joderse, ¿ los Sincorazón están aquí también? Pero… ¿entonces de qué van a servir nuestras nuevas armas? ¡Sin las Llave Espada no se les puede destruir por completo!”.

Después vino la parte referente a la eliminación.

“Venga ya. Venga ya, venga ya. No puede ser…”

La idea de morir, o de matar a otra persona, por que uno de los dos fallara le hizo sentir vértigo. Sintió ganas de llorar por la frustración. ¿En qué maldito momento se había torcido todo? ¿Por qué… de repente tenían que matar o ser eliminados? ¿Qué mente retorcida había ideado ese estúpido juego?

Por suerte, cuando sintió que se le humedecían los ojos, se los secó con brusquedad y se avergonzó de sí misma. Siempre había sabido mantener algo de autocontrol y, ahora que más lo necesitaba, ¿iba a perderlo?

No, ni hablar. Tenía que pensar. Ahora no podía perder el tiempo lloriqueando muerta de miedo.

Leyó con atención los conceptos de “arma”, se preguntó cuál tendría ella, y de “pacto”. Y gruñó, irritada, al ver que en ningún lugar se especificaba cómo había que realizar este último. ¿Qué había que hacer? ¿Darse la mano? ¿Hacer algún ritual?

Vaya con la “Game Master” de mierda —dijo con rabia—. Ya que estás podrías disimular menos que quieres matarnos a todos y directamente no decir nada para que nos pudramos. Joder.

Dio una patada a una concha y continuó andando, con su cerebro trabajando a toda velocidad. Debía encontrar ya a un compañero. Pero, ¿y si resultaba que era un inútil? ¿O se llevaban mal? Iban a tener que sobrevivir juntos y lo ideal sería hacer un pacto con alguien con quien pudiera compenetrarse bien. Sin embargo… dudaba que pudiera permitirse ser quisquillosa. Y menos cuando tenían un estúpido límite de tiempo que la estaba poniendo histérica.

Entonces percibió algo que se movía. Levantó los ojos del suelo y vio a un muchacho de pelo peinado a lo puercoespín, de color anaranjado, con unos cascos en las orejas. Tenía más o menos su edad, y era delgado, algo desgarbado, aunque bastante cuco. A medida que se acercaba, corriendo casi con desesperación, Fátima pudo escuchar que de sus cascos salía una potente música.

Se detuvo frente a ella y se detuvo unos instantes a recuperar la respiración.

O-oye, ¿estás bien…? —preguntó, extendiendo una mazo hacia él.

No le sonaba de nada, ¿vendría también de Tierra de Partida? ¿O sería de… Bastión Hueco?

Entonces el chico le cogió el brazo, pegándole un buen susto, y gritó con agresividad:

¡Pacto! ¡Conmigo! ¡Ahora!

¿Eh?

No fue que no entendiera lo que le estaba diciendo, sino que la desconcertó esa violencia. Frunció el ceño y apartó con brusquedad el brazo.

Mira, no te conozco de nada y creo que…

¡No discutas! —la interrumpió con sequedad—. ¡Solo acepta!

Fátima superó por completo su desconcierto y se plantó, cruzándose de brazos, mirándole con desagrado.

Si al menos tuvieras la decencia de…

De nuevo, no pudo terminar su frase, porque de súbito la tierra comenzó a vibrar como si hubiera un terremoto.

¿¡Q-qué…!?

Entonces, con un profundo rugido por la fuerza que ejercía al salir de la arena, emergió de la misma, a poca distancia de ellos, una sombra gigantesca. Fátima vio, paralizada, unos ojos amarillos, una boca gigantesca flanqueada por pinzas gigantescas y… la marca de los Sincorazón. Pero luego surgió el cuerpo entero y su tuvo que doblar el cuello para abarcar su altura, que superaba los veinte metros.

D-Dios mío…

Entonces el monstruo se abalanzó sobre ellos.

Sintió un violento empujón y cayó sobre la dura arena con brusquedad. Al momento siguiente el suelo vibró violentamente cuando el Sincorazón, de varias toneladas, dio de bruces contra la playa.

El chico estaba sobre ella. La había salvado.

Parpadeó, aturdida, y por unos instantes se quedó en blanco. Después su cerebro inyectó dosis de adrenalina a sus venas y las alarmas sonaron en su cabeza: no había tiempo que perder, ni para entender, ni nada. Se incorporó y exclamó:

¡Acepto! ¡Acepto el Pacto!
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Leon18 » Sab Nov 10, 2012 10:13 pm

Tras tirarme del tren caí amortiguando como pude, al final no me hice daño. Miré hacia arriba a ver si me perseguían los Sincorazón, pero no era así, es más, el tren se fue a los pocos momentos, ¿habría hecho bien al saltar? Aunque ya no importaba, ahora debía llegar a la Playa.

Miré hacia atrás y vi que venía Sorkas perseguido por alguien, que tenía una especie de turbante y poseía una espada. Lo miré mejor y vi que era un Sincorazón así que lo avisé.

¡Sorkas! ¡Te sigue un Sincorazón!- Le grité.

Intenté invocar mi Llave Espada pero no aparecía, entonces me llegó un mensaje al móvil, lo abrí y vi que se habían quedado con nuestras Llaves Espadas.

-Hija de puta…

Recibí otro mensaje en el que me decía que para conseguir una arma debía hacer un pacto con alguien, lo cual me hizo recordar que venía Sorkas por ahí, podía ser un gran compañero, ya lo tuve en la misión que nos mandó Mog. Iba a decirle lo del pacto pero se me adelantó.

¡Paul! Tenemos que hacer un Pacto ¡Rápido!- Me gritó mientras se acercaba a mí.

-Sí, sí, ¡acepto!

Ahora sólo era cuestión de ver la arma que tenía y ver si nos enfrentábamos al Sincorazón o seguíamos corriendo en dirección a la Playa.
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Gracias a todos!

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