[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Sector 5 - Mansión

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Zee » Mar Nov 13, 2012 4:27 am

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Lo siento, procuraré no volver a confundirme. Entonces son... ¿siete horas de diferencia? ¿Y ya ha terminado el horario de verano en España?


Lo que me esperaba fuera de la biblioteca no era ningún pasillo. Abrí la puerta, apresurado, y me lancé al frente esperando hallarme en una habitación de similar diseño. Pero para mi sorpresa, me hallé en el interior de un Corredor de Luz.

¡Una trampa!

No caí en la cuenta hasta que fue demasiado tarde. Cuando quise girarme para volver sobre mis pasos, descubrí que me hallaba ya encerrado, envuelto en los cegadores destellos de aquel mágico pasillo. Como la liebre que cuelga de la cuerda: ya no había salida.

Salvo...

Había algo al final. A lo lejos, la luz del crepúsculo se recortaba contra el marco de la salida. Sólo aquello me quedaba. Al contrario que la primera vez, ya no había ningún Maestro para guiarme... Ronin ya no estaba. Y sin embargo, supe exactamente a dónde ir. Algo... o alguien... me decía a dónde dirigirme. No sabría explicarlo puesto que, pese a que no podía ver nada en aquella brillante luz, iba avanzando, finalmente, por cuenta propia.

Y tras caminar durante lo que me pareció una eternidad, salí del portal.


Caminaba por los Altos de la Estación (¿ese nombre...?), subiendo la colina con muy poco esfuerzo, una proeza que antes me hubiese resultado imposible. En mi mano sujetaba un helado de sal marina (¿un helado de qué?) y lo disfrutaba con alegría, deleitándome en su perfecta mezcla entre dulce y salado, ligeramente preocupada (¿preocupada?) por no mancharme las manos o la ropa. Sencillamente, adoraba aquel sabor. Era demasiado perfecto.

¿Te gusta el helado?

Giré mi cabeza, regresándole la mirada a Ronin (y aunque su rostro era muchos años más joven, con una barba más cuidada, y menos cicatrices y arrugas; con aquel parche y aquella característica sonrisa, el Maestro de Maestros era inconfundible...).

¡Maestro! ¡¡Está vivo!!

¡Ya lo creo! ¡No hay nada así en mi mundo!

Me llevé los dedos a los labios, cuestionándome cómo era posible que unas palabras que no habrían cruzado por mi mente hubiesen escapado de mi boca, y cómo aquellas que había querido expresar no se habían presentado de ninguna manera... pero mi mano no respondió. E incluso cuando quise hacer una mueca de asombro en mi rostro, ésta jamás se dibujó, pues la sonrisa que le dediqué a Ronin tenía más fuerza que cualquiera de mis pensamientos.

Y entonces lo noté... aquel no era mi cuerpo. Ni siquiera era una marioneta o había sido atacado por un hechizo. No, era un espectador en el cuerpo y mente de alguien más.

¿Estaba... reviviendo recuerdos? Si era así, ¿por qué? ¿Quién me había guiado allí, y cómo? ¿Cómo era posible que un Portal de Luz me transportara al pasado, a la cabeza de otra persona?

O tal vez... era un engaño.

Estos días han sido mágicos —"señalé", a la par que movía mi helado de un lado a otro—. Primero visitamos aquel lugar donde los sustos estaban siempre asegurados. Luego, viajamos a tu mundo, donde pude volar por primera vez. ¡Y luego le dimos una tunda a esos hunos metomentodos!

Mientras Ronin dejaba salir una fuerta carcajada (parecía que no había cambiado nada en veinte años), en mi mente hice nota de los viajes de aquella joven: Ciudad de Halloween, Nunca Jamás y Tierra de Dragones. Así que el Maestro era nativo de Nunca Jamás, ¿eh...? Volví a prestar atención a la mirada de mi "portadora" y advertí que el mencionado parecía más alegre de lo normal, e incluso algo orgulloso (¿y apenado?) gracias a las palabras de su amiga.

¿No te arrepientes entonces de haber tomado la Llave Espada? —preguntó el joven Ronin. Así que se trataba de una Aprendiza...

¿Bromeas? ¡Si puedo seguir luchando como ayer, habrá sido la mejor decisión de mi vida!

Ronin y yo, la Aprendiza, reímos con entusiasmo. Ambos continuamos subiendo la colina hasta lo que mi portadora reconoció como la Plaza, justo frente a la estación de trenes de Villa Crepúsculo. Y no pude evitar notar cómo alguien parecía estar esperándonos, sentado en las escaleras que llevaban a las puertas de cristal. Algo emocionada, lo saludé con la mano, y éste me respondió casi inmediatamente.

¿Y qué me dices de él? Imposible no notar que has mostrado mucho interés... —expresó Ronin, que, como bien dijo, no había podido evitar advertir el apego de la Aprendiza por el otro muchacho. A manera de respuesta, le empujé, entre juguetona y enfadada.

¡Calla! ¿Es que quieres problemas conmigo?

No, que se une tu novio —continuó burlándose el joven Ronin. En respuesta, amenacé:

¡Te vas a enterar!

...y luego eché a correr tras de él, quien había decidido que ya era un buen momento para iniciar su huida.

Me sentí extrañamente feliz. Como si aquellas situaciones fuesen las más preciadas de mi vida.

No sabría decir si realmente era más rápida y ágil que Ronin, o si éste se dejó atrapar a propósito; lo único acertado era que al final logré alcanzarlo. Lo derribé al suelo de un salto, asiéndome fuertemente de su cuello. Rompí cualquier clase de resistencia por parte de Ronin y caí encima de él una vez se precipitó al piso.

¡Te volví a ganar! —celebré, poniendo todo mi peso sobre la cabeza de Ronin.

Sois peores que unos niños de párvulos...

No tuve que prestar atención a la mirada de la Aprendiza para advertir quién hablaba, pues ella reconoció la voz al instante y un nombre recorrió su mente, apenas en contacto con la mía.

Ryota. El Maestro de la Oscuridad.

Así que... al final habían sido compañeros. Ronin y Ryota... y la Aprendiza también.

Tomé la mano de Ryota y éste me ayudó a levantarme. No pude evitar notar cómo, por supuesto, el también era unos veinte años más joven. No tenía ni una sola cana o arruga, al igual que Ronin, y sus facciones parecían más inseguras que las que nos habían recibido en Bastión Hueco.

¡Eres testigo, ya le he ganado seis veces esta semana! —señalé, refiriéndome a mi nueva victoria sobre Ronin. Ryota simplemente sonrió.

Bueno, aquella en el comedor de Tierra de Partida de anteayer no la contaría como...

¿A que te doy una tunda? —le interrumpí, provocando que Ronin soltara unas cuantas risas. Se puso de pie sin ninguna clase de ayuda y luego puso su mano sobre mí:

¡Témela, Ryota! Yo creo que sería capaz de darle hasta a nuestro Maestro con tal de pelearse con alguien.

¿Vuestro Maestro? Así que los tres entrenabais juntos, ¿eh...?

Cuánta violencia...

Pero...

La Aprendiza se detuvo un momento mientras Ronin y Ryota echaban a andar rumbo a la estación de trenes. Sincerándose en la soledad, expresó, con una mano en el corazón:

No es por la violencia por lo que me gusta luchar...

¿...quién eres tú...?

Estuvimos a punto de dar un paso al frente para alcanzar a Ronin y a Ryota, pero nos detuvimos a medio camino. No, me detuve a medio camino. El mundo quedó atado y sólo mi conciencia permaneció despierta; la Aprendiza quedó fuera de mi alcance.

Un encapuchado me había interceptado. El mismo que me había estado observando en la biblioteca. Su cuerpo entero estaba cubierto por el mismo abrigo negro, el cual le quedaba bastante grande para su estatura. No supe decir si era un niño o una chica algo pequeña. Pero de una cosa estaba seguro: no era un Jugador, y parecía estar bastante interesado en mí...
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Aquellos días fueron inolvidables para ti...


Súbitamente, una luz cegadora comenzó a rodear toda la Plaza, separándome de Ryota y de Ronin. Dejé de sentir finalmente la mente y el cuerpo de aquella misteriosa Aprendiza, y recobré el control sobre los míos propios. Poco a poco, aquel mundo del pasado comenzó a desaparecer entre destellos...

¡Espera! ¿Cuál es su nombre? ¿Cuál es tu nombre? ¿Qué es lo que quie--


Pero no pude terminar mi frase. Sin previo aviso, me hallé de nuevo frente a la biblioteca, tirado en el suelo como si hubiese quedado inconsciente. Y no dudé que hubiese sido así. El encapuchado no se hallaba en los alrededores, ni tampoco rastro alguno del Portal de Luz. Sólo yo y el libro que llevaba conmigo.

Maldita sea... El Pacto... —me quejé, a la par que me ponía de pie con no poco esfuerzo. Tenía que encontrar a alguien, y rápido. La salida, la salida, la salida... Debía encontrarla y tal vez allí podría encontrarme con otro Jugador.

Pero en ningún momento el misterio de aquella Aprendiza abandonó mi mente.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Hitori » Mar Nov 13, 2012 6:48 pm

Inmediatamente después de que Hitori aceptase hacer el Pacto, tanto él como la chica ascendieron unos centímetros del suelo y fueron envueltos en un juego de luces y extraña calidez. Aquella sensación era muy extraña... para el chico no era como cuando había obtenido la Llave Espada. En aquel momento se había sentido como si algo despertase en él; ahora, era más bien como si algo entrase. El aprendiz no podría expresar con palabras qué era lo que sentía, pero sin duda era algo nuevo.

Cuando el Pacto se hubo sellado, ambos jóvenes retornaron a la realidad. Hitori intentó escudriñar en el rostro de la joven alguna señal de qué era lo que había sentido, pero sólo mostraba indiferencia a la par que hablaba con el aprendiz de Bastión Hueco.

Si quieres unirte a nuestro Pacto, está bien, adelante —dijo, únicamente.

Lo mismo digo... —el chico mostró su acuerdo, aunque no estaba muy seguro de aquello. Pero no podía ser demasiado malo que se les uniese alguien más, así que le aceptaba en el grupo.

Mi nombre es Hana —se presentó la chica—. No me gustan las reglas, ni este estúpido juego, pero las seguiré hasta acabar con quienes nos han metido en él: el gitano y la cabeza-seta. Ahora tenemos que…

Hana se quedó en silencio, mientras miraba su móvil, pero no llegó a comentar qué era lo que pasaba. Hitori, pensando que sería algún mensaje o similar, comprobó su propio teléfono. En él había una nueva opción, "Estadísticas". Las de Hitori eran... ¿normales? El joven no entendía exactamente qué significaban esos números. Pero lo importante era su arma: El anillo de la amistad. De inmediato, el aprendiz levantó su mano y miró el anillo de Ben, que brillaba de forma extraña. ¿Qué le habían hecho...? El joven quería comprobarlo, pero Hana le interrumpió.

No importa. ¡En lo que tenemos que centrarnos es en eso!

Su compañera estaba en lo cierto. El enorme Sincorazón se acercaba y si no hacían algo, iban a morir aplastados. Sus únicas opciones eran huir o luchar... o, más bien dicho, morir luchando. Era imposible que pudiesen vencer a semejante mole. Pero si huían, estarían a la merced de sus ataques.

¡Vosotros! ¡Vamos dentro! ¿¡Sabéis dónde está la otra salida!? ¿Sí? ¿No? ¡Da igual! ¡Habrá que encontrarla!

Hana tenía razón, debían entrar en la mansión. Hitori creía poder guiarse un poco por la mansión; ya había estado dentro, y desde la puerta principal se veía el jardín donde estaban. Tan sólo tendrían que salir por la puerta que estaría frente a ellos en cuanto entrasen.

¡Creo que sé cómo salir, vamos dentro! —dijo Hitori, intentando sonar confiado. Ahora sólo esperaba que la puerta principal estuviese abierta...
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Vanitasmásde8000 y Death escribió:Vanitas: premio lol

Death: Yaaaaay
¿Qué he ganado?

Vanitas: un nada muy bonito .u.

Death: Bieeeeen
¡He ganado un Nada Bonito!
Descripción: No te permite hacer nada. No da ningún tipo de bonus.
Stats: Fuerza +0, Magia +0, Velocidad +0, Defensa +0, Suerte +0

Lee-kun y Death escribió:-Lee-kun:
http://chzmemeafterdark.files.wordpress.com/2012/02/naughty-memes-untitled7.jpg
-Death:
8<
*Your sanity is reaching lowest levels*
-Lee-kun:
Lol xD
Dotho y su miedo por las vaginas
-Death:
u.u
Las vaginas son más terroríficas que cualquier cosa de Amnesia
-Lee-kun:
No, son pestosas
Pero, saben muy bien (????)
-Death:
Y tienen tentáculos
Y echan babas espaciales que corroen cualquier material
Y además, dicen que si tocas una, absorbe tu alma
-Lee-kun:
Lol
http://youtu.be/5ZXreMV3HQY
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Mickael » Mar Nov 13, 2012 10:49 pm

Los dos aprendices de Tierra de Partida comenzaron a flotar unos centrímetros por encima del suelo mientras eran envueltos por unas extrañas luces. Mickael permaneció inmóvil, sin saber que estaba sucediendo. ¿Aquello era lo que pasaba cuando formabas un pacto? ¿Estaban recibiendo sus poderes? Cuando ambos jóvenes volvieron a la normalidad, ninguno dijo nada o expresó extrañeza ante lo que acababa de sucederles.

Si quieres unirte a nuestro Pacto, está bien, adelante —fue lo único que dijo la muchacha.

Lo mismo digo... —secundó la idea, no muy convencido, el otro portador de la Llave-Espada.

Entonces... ¡Pacto! —dijo Mickael, sin saber muy bien si aquella era la fórmula para realizar aquella acción.

Poco después sintió como su cuerpo se elevaba del suelo y una curiosa sensación de calidez lo embargaba, por lo que supuso que aquello había funcionado.

Mi nombre es Hana —se presentó la chica, sin darle tiempo al hombre-rata a asimilar lo que le acababa de suceder—. No me gustan las reglas, ni este estúpido juego, pero las seguiré hasta acabar con quienes nos han metido en él: el gitano y la cabeza-seta. Ahora tenemos que…

Entonces la muchacha se quedó en silencio y rápidamente atendió a su teléfono móvil, ensimismada en algo que el aprendiz desconocía. Mickael estaba pensando en las últimas palabras de su nueva compañera: "el gitano y la cabeza-seta", ¿se refería a Andrei y Ariasu? ¿Estaba insultando a sus compañeros? En ese caso, ¿cómo debería actuar el nuevo aprendiz de Bastión Hueco? Realmente no sentía simpatía o lazo alguno por ellos, pero se suponía que debía estar en contra de aquel tipo de ofensas hacia su bando. Estaba tan absorto en aquella tontería, que no se dió cuenta de que su otro compañero también estaba comprobando su móvil, mirando algo bastante importante, algo que el hombre-rata también debería haber mirado en aquel momento.

No importa. ¡En lo que tenemos que centrarnos es en eso! —lo despertó de sus cavilaciones la aprendiz, recordándo a sus compañeros el peligro al que estaban expuestos: el enorme sincorazónq ue proseguía su camino, dispuesto a aplastarlos, y que por encima, ahora estaba acompañado de otros más pequeños que lanzaban flechas desde su techo—. ¡Vosotros! ¡Vamos dentro! ¿¡Sabéis dónde está la otra salida!? ¿Sí? ¿No? ¡Da igual! ¡Habrá que encontrarla! —les apresuró a huír.

¡Creo que sé cómo salir, vamos dentro! —secundó la idea el otro chico.

Está bien... —dijo a regañadientes Mickael, la idea de huir de un enemigo no le gustaba, le hacía sentir más débil, y él debía volverse fuerte, pero entendía que en sus condiciones, aquella batalla era demasiado arriesgada, y lo primordial era sobrevivir, por eso había aceptado hacer un pacto con su enemigo. En el fondo no entendía de bandos, amigos o enemigos. Tan sólo entendía que debía cumplir sus propios objetivos.
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30 minutos restantes...

Notapor Soul Artist » Mié Nov 14, 2012 2:25 am

El ataque de Alec tuvo éxito. Las cartas que usó para atacar al Sincorazón lo apartaron de su camino, y con el resto fue capaz de destruir la mole de oscuridad de la que tanto se preocupaba Shiki. Tras brillar unos segundos, el orbe se resquebrajó y dejó salir una luz que al tocar a los Neosombras les provocó quemaduras graves en el cuerpo. Pero aquello no era todo.

En cuanto terminó de resquebrajarse, el nido explotó en una bola de luz que fundió a los Sincorazón por completo, destruyendo sus cuerpos ante los ojos de Alec. Shiki sólo pudo contestar pegando un salto hacia el techo con el puño y una amplia sonrisa.

¡Lo hicimos, Alec! ¡Ahora Ryota no podrá crear más Sincorazón en este sector! —la chica se pasó el dedo por la nariz y se lo rascó, contenta consigo misma—. ¿No te sientes contento contigo mismo? ¡Le hemos dado donde más le duele!

Contento o no, quizás Alec se alegrase más cuando dos esferas grisáceas rodaron hasta sus pies, surgidas de donde estaba el nido. Se trataba de PowerUps, el apreciado tesoro que seguramente muchos Jugadores se morirían por tener: al parecer, destruir un Nido otorgaba dos de aquellos. Quizás después de todo fuese interesante ir a por los de los demás sectores...

La puerta de salida estaba bloqueada. Alec y Shiki debían quedarse allí, pero podían al menos charlar entre sí y conocerse un poco mejor...

* * *

Al poco de recuperarse, antes de poder levantarse, Xefil volvió a ver al encapuchado.

Se encontraba frente a él, silencioso. Su barbilla no mostraba sentimiento alguno: ni tristeza ni alegría por la escena que el chico acababa de vivir. Sólo extendió su mano hacia él y el aprendiz pudo ver que llevaba algo: una esfera grisácea de aspecto no muy pesado que le ocupaba toda la palma. Un PowerUp, como después sabría.

El encapuchado dejó caer la esfera y esta rodó hasta Xefil, que pudo recogerla para sí mismo. Nada más tocarla, el encapuchado desapareció lentamente, como si nunca hubiese estado allí.

Aunque, ¿realmente había estado?

¿Qué más daba? Debía encontrar un compañero cuanto antes o estaría condenado. Atravesó el pasillo y bajó al primer piso, donde no tardó en ser alcanzado por una pequeña multitud desesperada.

Tres jóvenes más, de los cuales quizá conociera a alguno, llegaron perseguidos por lo que parecía ser un taque gigante detrás de ellos. Pero quizás entrar no fuera buena idea. El tanque continuó su marcha, dispuesto a destruir la mansión con tal de eliminarles a ellos también. Cuatro Jugadores menos para el mundo.

Sin embargo, el milagro llegó cuando el Sincorazón se encontraba a apenas unos metros del jardín interior. Una gran luz les cegó a todos y el cuerpo del monstruo contestó ardiendo en llamas, con los ballesteros corriendo en círculos desesperados. Antes de poder salvarse, la luz ya les había eliminado por completo: adiós, Sincorazón.

Los aprendices estaban a salvo. Aunque Xefil sin Pacto, pues habían decidido hacer un trío... Y ya no podían romperlo.

¿¡Qué hacéis aquí!?

Aquella voz no significaba nada bueno para los Jugadores. Al girarse, vieron a una mujer en el marco de la puerta del ala este que esperaban no tener que volver a encontrarse probablemente hasta el final del Reapers' Game, y que quizás Hana quisiese partir la cara: Ariasu.

Parecía tan sorprendida como ellos de verles allí, con el rostro desencajado. Caminó unos pasos hacia ellos, materializando su bastón, y señaló en dirección a Hitori con él.

¡La mansión no es accesible hasta el séptimo día! ¿Cómo habéis superado las medidas de seguridad? ¿Habéis recibido ayuda? Ha sido ese maldito gato, ¿verdad? ¡Sincorazón, a mí!

Ariasu llamó a las criaturas, pero estas no acudieron en absoluto. Se giró sobre sí misma, esperando que alguna mísera sombra surgiese de entre las paredes y el suelo, pero ni tan siquiera hubo un intento.

¿¡Habéis destruido el nido!? —preguntó sorprendida la mujer; aunque más que furiosa, su tono guardaba cierta admiración e, incluso, algo de diversión con todo aquello—. ¡Habéis sido niños malos! Si no me dejáis otro remedio...

La mujer extendió el bastón hacia sí misma, portándolo como un arma, y clavó su mirada en Xefil concretamente. De forma automática, el bastón se iluminó y se convirtió en una Llave Espada. Pero para sorpresa de los cuatro, no portaba un llavero cualquiera. Para desgracia de especialmente Xefil, el llavero se podía reconocer con suma facilidad:

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Tendré que eliminaros —señaló Ariasu, riendo por lo bajo y preparada para atacar.

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Faltas: ruan (1)
Pero un aviso. Si pongo un horario es por algo. En este caso os he perdonado a todos vuestra tardanza, pero en próximas ocasiones quizás no sea tan amable. Tengo mucho que escribir y ya es bastante que la mayoría de usuarios posteen en torno a las tres últimas horas, cuando yo estoy en la univesidad, en vez del resto de días, como para que me retiréis también el tiempo que tengo yo para escribir a esas personas.

Un poco de consideración, que no bajo de las doce páginas cada tres días.

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Fecha límite: 16 de Noviembre, 20.30, hora peninsular.
Final del Día: 17 de Noviembre, 00.00, hora peninsular.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Zee » Jue Nov 15, 2012 1:08 am

No había terminado de levantarme por completo cuando una silueta que advertí de reojo llamó mi atención:

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El misterioso encapuchado, que parecía haberse convertido en una especie de ángel guardián para mí. Me observó impasible, sin ninguna clase de emoción en lo poco que podía vislumbrar de su rostro. Simplemente se quedó allí, observándome sin expresión alguna, como si esperara algo por mi parte.

¿Quién eres? —pregunté—. ¿Eres un Jugador? Yo... yo no tengo un Pacto todavía y... —sacudí la cabeza. ¿Cómo iba a ser él un Jugador? Las reglas no parecían aplicar para un individuo tan misterioso como él, que podía crear portales al pasado y desvanecerse en el aire. Así que me corregí—: ¿Me ayudarías...? Si lo haces, prometo que yo te ayudaré a ti. Soy Xefil.

Necesitaba algo. Y desesperadamente. Podía... de alguna manera, podía sentirlo. Necesitaba algo y me había elegido a mí para ayudarle. Y sólo a mí. No entendía las razones, pero... me necesitaba.

Lo ayudaría, pues.

Le tendí la mano, esperando a que correspondiera a mi gesto. Por un momento creí que iba a hacerlo, pues extendió su brazo hacia mí; pero cuando noté que llevaba una esfera gris en la mano, supe que no sería así. Sin embargo, parecía que... ¿me estaba ayudando? El objeto cayó al suelo y rodó hasta mí. Cuando quise recogerlo, descubrí con sorpresa que mi "amigo" volvía a desaparecer en el vacío.

Guardé la esfera entre mis ropas, esperando que ésta pudiese ayudarme en un futuro, y finalmente me puse de pie completamente. Reanudé mi camino: debía encontrar un compañero y cumplir la misión, cualquiera que ésta fuese. O... o sería eliminado. Caminé por el pasillo y bajé unas escaleras, terminando en lo que supuse sería la primera planta de aquella mansión.

Para mi sorpresa, ya había alguien allí.

Un muchacho de alborotados cabellos cafés, una joven que llevaba un pañuelo sobre su brillante cabellera azul celeste, y un gigantesco ratón que parecía caminar en dos patas... todos huían de algo que no pude ver. Éste último me abría sorprendido por su aspecto y por su bando (pues recordé que había sido un Aprendiz de Nanashi, y que seguía siéndolo tras habernos traicionado) si no hubiese estado preocupado por otras cosas: rápidamente saqué mi pin de Jugador y me lo puse en el pecho.

Y de pronto, un gran destello luminoso me cegó por un momento. A lo lejos, fuera del edificio, en los jardines, escuché el sonido del fuego crepitar. Los otros Jugadores parecieron aliviados, por lo que supuse que algo (¿un Sincorazón?) los había estado persiguiendo, pero finalmente había sido derrotado por algo más poderoso.

¡Rápido! ¿¡Alguno de vosotros está libre para un Pacto!? ¡Sois tres! ¿O se pueden hacer tríos? ¿¡Y cuartetos!? —exclamé desesperado. Tanto que incluso temí que no pudiesen entender mis palabras. Estaba harto de aquel estúpido juego, pero no podía hacer más que seguir sus igualmente estúpidas reglas. ¡Y estaba tan solo, impotente e inútil! ¡Sin Pacto, no servía para nada!

Por un momento creí sentir lo mismo que Iwashi cuando fue transformada en un Incorpóreo: el inhumano deseo de recuperar mi Corazón. Incluso si eso conllevara aceptar a Némesis de nuevo.

Todo lo que quería era salir de aquel estúpido juego. Y no porque fuese un cobarde, no. De hecho, sentía una extraña necesidad de ganar siguiendo al supuesto Game Master, derrotándole con sus propias estrategias. Porque, por alguna razón... supuse que no era el único que lo deseaba. El encapuchado necesitaba algo de mí.

Si yo muero... ¿quién protegerá lo que importa?

¿¡Qué hacéis aquí!?

Aquella voz provocó que un escalofrío recorriera mi espalda. No tuve que girarme y ver su peculiar aspecto (con sus ropajes verdes, su vara de oro y su grandísimo gorro blanco) para reconocerla: se trataba de Ariasu. Maestra de Bastión Hueco.

El Game Master.

Me giré desafiante y le sostuve la mirada. Con o sin Pacto, no podía perder ante ella. Sin embargo, incluso enfadado, logré notar que ella parecía igual de alarmada por vernos a nosotros cuatro allí:

¡La mansión no es accesible hasta el séptimo día! ¿Cómo habéis superado las medidas de seguridad? ¿Habéis recibido ayuda? Ha sido ese maldito gato, ¿verdad? ¡Sincorazón, a mí!

La Maestra llamó a sus sirvientes de la Oscuridad, pero nadie acudió a su llamado. ¿Tendría algo que ver con el Sincorazón que había estallado? Rápidamente giré mi cabeza a los pasillos superiores de la mansión, esperando encontrarme con el encapuchado por algún lado, observándolos. Si éramos "ilegales" allí... ¿nuestra aparición había sido obra suya?

¿¡Habéis destruido el nido!? —cuestionó Ariasu, sorprendida por aquello. No entendí a qué se refería, pero noté cómo mi teléfono móvil vibraba en mi bolsillo. Seguramente un nuevo concepto**—. ¡Habéis sido niños malos! Si no me dejáis otro remedio...

Aquellas palabras no me gustaban nada. Gruñí y rápidamente me puse en posición de guardia... pero no tenía arma alguna. Nada. Sólo un estúpido libro sobre el corazón. Ariasu, por otro lado, parecía más que preparada para la batalla: alzó su vara y lo empuñó como un arma. Los destellos de luz comenzaron a rodearla. Supe lo que vendría después. la Maestra estaba invocando su...

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Por primera vez, sentí miedo.

¿¡Qué!? ¿¡Mi Llave!? —grité, retrocediendo medio paso. ¿¡Cómo era posible!? Aquel llavero debía pertenecerme a mí y sólo a mí, el Monarca de la Locura. ¿Cómo podía ella empuñarla con tanta facilidad? ¿Cómo osaba usar mi propio poder en mi contra?

Y luego lo supe: mi Entrada. Mi Corazón.

Tendré que eliminaros.

Mierda —susurré—. Ayúdame, Ángel Guardián. Te lo prometí, ¿recuerdas?

Tragué saliva, esperando que el encapuchado se apiadara de mí una vez más. ¿Podría confiar en él? Le había prometido ayudarle, después de todo; aunque también le había pedido que me ayudase a mí. Sin embargo, no entendía sus pensamientos ni sus intenciones. No sabía quién era o qué hacía en el Reaper's Game, siquiera. ¿Era humano, por lo menos?

¿De verdad, podría confiar en él?

Yo quería; de verdad quería. Pero...

Deberíamos atacar y correr lejos de aquí —señalé en voz baja, donde Ariasu no pudiese escucharme, pero sí mis compañeros. Giré mi cabeza hacia ellos, sin importarme que la Maestra advirtiera que les hablaba. Mientras no entendiera nuestro plan, todo saldría bien... o eso esperaba, pues el Game Master era un rival muy poderoso para nosotros...

...por lo menos en el primer día.

Mi Llave puede dividirse en dos, así que tened cuidado. Todos al mismo tiempo, ¿de acuerdo? A mi señal.

No era nadie para dar órdenes, y menos si no era parte de su Pacto, pero aquello necesitaba coordinación perfecta. Por más poderosa que Ariasu fuese, la habíamos tomado por sorpresa y éramos cuatro. El mismo número de golpes simultáneos debería, por lo menos, distraerla un par de segundos. Suficientes para correr, quería pensar.

Me giré de nuevo hacia Ariasu y esperé lo suficiente para que los otros Jugadores pudiesen prepararse. Y luego, en el momento que creí preciso, grité:

¡Ya!

No tenía nada. Sólo un libro. Pero aún así se lo lancé con todas mis fuerzas a la mujer, esperando que el hecho de ser "atacada" por alguien sin un arma la tomara mínimamente por sorpresa. Los ataques de mis compañeros debían llegar en el mismo y preciso instante.

Sólo nos quedaba correr y salir de allí.

Pero antes de darme la vuelta, por alguna razón volví a susurrar aquellas palabras:

Te lo prometí, ¿recuerdas?

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**Supongo que, al haber escuchado la palabra clave, recibo el Concepto en mi móvil, ¿no? ¿O me equivoco? Si es así, házmelo notar

EDIT: PX para mi masacota, pls
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Nell » Jue Nov 15, 2012 2:46 am

Al final, aceptaron el Pacto también con la rata, que sufrió el mismo destello luminoso que ambos. Ninguno de los dos le dio su nombre a Hana, sin embargo, a ésta tampoco le importaba mucho: antes que nada, tenían que huir de aquel sincorazón cuanto antes.

Uno de los chicos afirmó saber cómo atravesar la mansión. Hana asintió brevemente y prosiguió a seguirle. A sus espaldas, el sincorazón avanzaba imparablemente, y la muchacha sospechó que tal vez no hubiese sido tan buena idea. Que la casona acabase derribada era lo de menos, pero, ¿y si no conseguían salir de ella a tiempo?

No obstante, por alguna especie de milagro muy sospechoso, una luz les cegó y, al despejarse, los sincorazones ardían. En pocos segundos desaparecieron, como si nunca hubiesen estado allí. Hana paró de correr, sorprendida, y recelosa. ¿¡Qué demonios pasaba con aquel juego!? ¿Primero les enviaban un enemigo para aniquilarlos y luego lo hacían desaparecer? ¿Es que esos Reapers estaban en sus cabales?

Definitivamente, todo era cada vez más absurdo.

Además, dentro de la mansión encontraron a un nuevo chico, un aprendiz al que también había visto la piratilla en el grupo de Ronin, si mal no recordaba. Se había acercado a ellos s para pedirles un Pacto, desesperado. Hana se cruzó de brazos y bufó. Ya eran tres, y pese a que una considerable cantidad de aliados podía beneficiarla, tampoco quería tener que estar aguantándolos a todos ellos.

¿Dónde has estado todo este tiempo, eh? —le contratacó, porque el hecho de hallarse dentro de la mansión, rodeada de lo que creía eran, habitaciones blancas, ya la ponía de por sí furiosa—. Seguro que hay aprendices como tú sin pareja. Y esta mansión parece grande, ¿no? ¿Has buscado en todos sus rincones?

Si sus compañeros aceptaban el Pacto, ella también lo haría, pero no cabía la menor duda de que recelaba del nuevo compañero. No realmente porque le hubiese causado mala impresión, sino porque veía innecesaria otra nueva alianza.

Aquel pequeño lapsus de tiempo no duró mucho. Enseguida, escucharon a sus espaldas, del mismo lugar del que había salido el chico, una voz que conocían desde hace poco, pero que a Hana le resultó inconfundible. Se puso, inmediatamente, en una pose defensiva, a la vez que se giraba para toparse cara a cara con Ariasu.

Por fin, uno de los culpables. Y encima la habían puesto de mal humor. Hana no pudo evitar sonreír. La felicidad le duró poco, porque en breves contratacó con su aguda palabrería contra la Maestra.

¿Ves acaso algún gato, idiota? ¡Hemos llegado por nuestros propios medios! ¡Lo que significa que vuestras medidas de seguridad son una porquería! —no eran las palabras más inteligentes que pudieran dirigirse a la Game Master, pero Hana confiaba en no tener que temer más a ese puesto en breves.

Inmediatamente, Ariasu reclamó a los sincorazón. Hana creía ya estar preparada para el ataque, pero los segundos pasaron y ninguno de éstos apareció. Murmuró algo sobre el nido, el cual era mencionado en la sección de Conceptos del móvil. La muchacha no recordaba muy bien qué era, así que se anotó mentalmente mirarlo más tarde.

En cualquier caso, Ariasu no pareció darse por vencida. Se preparó para el combate. Y la furia que antes había sentido se convirtió en diversión. Hana no sólo lo notó, sino que casi lo experimentó. Hasta entonces, había estado convencida de que lo único que tenía que hacer era encontrar a los culpables y machacarlos. Partirles la cara. La idea aún la tentaba. Pero bien cierto era que algo en su interior había cambiado. No era la misma de siempre. Se notaba más… torpe. Más débil.

Los números… Esos malditos números…

¿Hasta qué punto habían sabido medir su fuerza? ¿Sería verdad que Hana era tan débil como estos marcaban?

No, definitivamente, no. Quería enfrentarse a Ariasu, pero sobre todo, quería ganarla. Acababa de entrar en ese estúpido juego y no había conseguido nada que la ayudase a conseguirlo. Y puesto que le habían dado los medios… ¿por qué no utilizarlos? Lo mismo ocurría con la concha que, en un principio, le habían arrebatado, para luego devolvérsela.

Hana se mordió el labio. Odiaba tomar ese tipo de decisiones que la hacían parecer tan cobarde. Pero, definitivamente, pensaba volver para demostrar su verdadera personalidad.

Y, por supuesto, ante todo, no quería morir.

Por eso, al ver al nuevo chico lanzar el libro, tras reconocer que el arma que portaba Ariasu era su propia Llave (lo cual le importaba bien poco a Hana, pues ella sólo buscaba recuperar la suya), se alarmó ante la exclamación de éste. Era obvio lo que pretendía, pero no el mejor camino para la huida, sobre todo ante un enemigo fuerte.

Hana tuvo que valerse de sus artimañas para intentar solventar la situación, antes de que Ariasu moviese ficha.

¡No, capullo! —le gritó al aprendiz—. ¡Tenías que esperar a la señal! ¡La puta señal! —miró entonces, significativamente, a un punto tras la espalda de Ariasu—. ¡¡Ahora, Edge!!

Entonces, tiraría de la manga de Hitori para que echase a correr, y le indicara el camino hacia la salida. La estrategia de distracción, tan típica, sólo les daría unos segundos de ventaja. En el mejor de los casos. En el peor, Ariasu ni movería la cabeza para comprobar si ese tal Edge estaba ahí.

Si era la Game Master, probablemente conocería a todos los jugadores. El tipo caballeroso que ponía los pelos de punta a Hana estaba con el grupo cuando entraron, según lo que recordaba, por lo que la muchacha esperaba que continuase en el Reaper's Game. Al menos, lo suficiente como para colarle la trola a Ariasu.

Y si todo salía mal, Hana esperaba que simplemente estuviese más molesta con lanzamiento del libro que con la mentira que le había intentado colar.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Hitori » Jue Nov 15, 2012 2:26 pm

Tras hacer el Pacto con el chico-rata, los aprendices echaron a correr hacia la mansión. Por supuesto, la enorme mole les siguió todo lo que pudo, amenazando con aplastarles a la mínima que se descuidasen. Pero, misteriosamente, y sin previo aviso, el peligroso Sincorazón estalló en llamas. Desapareció rápidamente, sin dejar nada más que las llamas que, poco a poco, se extinguieron. Fuera quien fuese el que había eliminado al Sincorazón, debía de ser increíblemente poderoso.

Al menos estaban a salvo, y eso era lo único que le importaba al joven. Suspiró aliviado, mientras echaba un vistazo rápido al interior de la mansión, donde sólo había estado una vez y durante poco más de un minuto. Todo estaba más o menos igual que la última vez, aunque tampoco podía asegurarlo al completo.

Hitori dejó de prestar atención al inmobiliario cuando vio que un chico, aprendiz de Tierra de Partida, había estado allí todo el tiempo, frente a ellos.

¡Rápido! ¿¡Alguno de vosotros está libre para un Pacto!? ¡Sois tres! ¿O se pueden hacer tríos? ¿¡Y cuartetos!? —el joven estaba muy agitado, y casi ni se le entendía lo que quería decir.

¿Dónde has estado todo este tiempo, eh? —Hana le contestó, algo ofuscada—. Seguro que hay aprendices como tú sin pareja. Y esta mansión parece grande, ¿no? ¿Has buscado en todos sus rincones?

Al aprendiz no le dio tiempo a contestar, puesto que una fuerte voz femenina interrumpió la conversación.

¿¡Qué hacéis aquí!? —Ariasu había aparecido sin más, y parecía sorprendida y molesta. ¿Acaso era raro que hubiesen aparecido en la mansión? ¿La Game Master no controlaba esas cosas?

¡La mansión no es accesible hasta el séptimo día! ¿Cómo habéis superado las medidas de seguridad? ¿Habéis recibido ayuda? Ha sido ese maldito gato, ¿verdad? ¡Sincorazón, a mí!

¿Ves acaso algún gato, idiota? ¡Hemos llegado por nuestros propios medios! ¡Lo que significa que vuestras medidas de seguridad son una porquería!

Técnicamente, aparecimos aquí sin más... o por lo menos yo —dijo Hitori, por lo bajo.

Incluso aunque Ariasu había invocado a los Sincorazón, ninguno había aparecido. Sin duda algo extraño sucedía con la Game Master: No controlaba dónde aparecían los jugadores, no podía invocar Sincorazón...

¿¡Habéis destruido el nido!? —el chico se preguntó a qué se refería con "nido"—. ¡Habéis sido niños malos! Si no me dejáis otro remedio...

La Maestra tomó posición de combate y, con un haz de luz, invocó una extraña Llave Espada.

¿¡Qué!? ¿¡Mi Llave!? —el aprendiz estaba sorprendido. Si aquella era su Llave Espada... Ariasu debía de tener el control de todas las armas de los aprendices.

Tendré que eliminaros.

No quedaba más remedio. Hitori confiaría en el poder que se le había dado a través del anillo de Ben. Sin duda, un arma así tenía que ser poderosa. Tan poderosa como su amistad por él...

¡Si su amistad es mi arma, no puedo perder...! —pensó, preparándose para usar su arma. No obstante, un libro cruzó el aire antes de que hiciese nada. Uno lanzado por el aprendiz que se les acababa de unir.

¡No, capullo! —gritó Hana. ¿Qué le pasaba tan de repente?—. ¡Tenías que esperar a la señal! ¡La puta señal! ¡¡Ahora, Edge!!

Sin más, la chica agarró a Hitori de la manga y corrió en dirección a la salida. Aquella situación le recordaba mucho a cuando estaban en Bastión Hueco, huyendo de Andrei... Y eso le daba mala espina. Pero no dejaría de correr, conseguiría huir con su compañera... y con el otro aprendiz de Bastión Hueco, que esperaba que les estuviese siguiendo.
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Vanitasmásde8000 y Death escribió:Vanitas: premio lol

Death: Yaaaaay
¿Qué he ganado?

Vanitas: un nada muy bonito .u.

Death: Bieeeeen
¡He ganado un Nada Bonito!
Descripción: No te permite hacer nada. No da ningún tipo de bonus.
Stats: Fuerza +0, Magia +0, Velocidad +0, Defensa +0, Suerte +0

Lee-kun y Death escribió:-Lee-kun:
http://chzmemeafterdark.files.wordpress.com/2012/02/naughty-memes-untitled7.jpg
-Death:
8<
*Your sanity is reaching lowest levels*
-Lee-kun:
Lol xD
Dotho y su miedo por las vaginas
-Death:
u.u
Las vaginas son más terroríficas que cualquier cosa de Amnesia
-Lee-kun:
No, son pestosas
Pero, saben muy bien (????)
-Death:
Y tienen tentáculos
Y echan babas espaciales que corroen cualquier material
Y además, dicen que si tocas una, absorbe tu alma
-Lee-kun:
Lol
http://youtu.be/5ZXreMV3HQY
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Mickael » Vie Nov 16, 2012 10:28 pm



Los tres aprendices quedaron estupefactos cuando el gran sincorazon que los había perseguido hasta allá estallo en llamas sin motivo aparente. Alguien o algo, no sabían que, los había salvado de una muerte inminente. Pero apenas tendrían tiempo para asimilarlo y pensar en ello, pues el carrusel de sorpresas proseguía.

En el interior de la mansión, un nuevo aprendiz, un nuevo jugador se presento ante ellos, claramente nervioso

¡Rápido! ¿¡Alguno de vosotros está libre para un Pacto!? ¡Sois tres! ¿O se pueden hacer tríos? ¿¡Y cuartetos!? —les asalto instantáneamente.

Por desgracia para el, lo máximo que recibió fue una reprimenda por parte de Hana al no haber encontrado a otro jugador con quien hacer el pacto. Mickael no pensaba manifestarse sobre el asunto, ya le molestaba bastante tener que haberse aliado con dos aprendices de Tierra de Partida, pero ahora que lo pensaba, si hubiera sabido que aquel chico estaba libre, hubiera hecho el pacto con el. Seguiría sin hacerle gracia, pero mejor cargar con uno que con dos, lo que si que le molestaría de verdad seria cargar con tres, pero no estaba en situación de opinar.

¿¡Qué hacéis aquí!?

La voz resonó ante ellos, al joven hombre-rata no le hizo falta verla para saber a quien pertenecía.

-¡Ariasu! -exclamo sorprendido el nombre de la Game Master.

¡La mansión no es accesible hasta el séptimo día! ¿Cómo habéis superado las medidas de seguridad? ¿Habéis recibido ayuda? Ha sido ese maldito gato, ¿verdad? ¡Sincorazón, a mi!

-¡Espera! ¿También me vas atacar a mi? Ariasu, ¿Por que estoy en este juego? ¿Están el resto de aprendices de Bastión Hueco también? En ese caso, ¿Cual es nuestra misión aquí? ¡Necesito saberlo! -lanzo sus dudas al aire el aprendiz ratonil.

¿¡Habéis destruido el nido!? -dijo, ignorandolo. Mickael desconocía que era un nido, pero debía tener algo que ver con los sincorazon. Seguramente se tratara de un nuevo concepto. - ¡Habéis sido niños malos! Si no me dejáis otro remedio...

-¡Contestame! ¡Maldita sea!

Tendré que eliminaros. -dijo mientras invocaba una llave-espada peculiar.

Mickael se quedo de piedra ante aquellas palabras, ¿De verdad lo habían traicionado? El, que se había pasado a su bando y prometio ayudarles, por mas que fuese por sus propios intereses, y ellos lo desechaban tan pronto. ¿Acaso es que sabían de sus objetivos y solo necesitaban soldados comprometidos en alma, cuerpo y corazón con la causa? El hombre-rata no sabia como actuar en aquellos instantes.

Deberíamos atacar y correr lejos de aquí —de repente el nuev jugador se hizo con el liderato del grupo. En otra ocasión, quizás Mickael se lo hubiera discutido, pero en aquella situación era incapaz de prestar demasiada atención —Mi Llave puede dividirse en dos, así que tened cuidado. Todos al mismo tiempo, ¿de acuerdo? A mi señal. -l informo de este modo de que esa era su llave-espada y volvió a mostradora que era quien mandaba.—¡Ya! -grito a la vez que lanzaba un libro que portaba consigo, directo a Ariasu.

Hana le echo nuevamente la bronca para despues hacer lo que pareció un intento de despistar a la Game master con un ficticio ataque sorpresa. Para terminar, agarro al otro aprendiz con el que tenia sellado el pacto. Mickael, instintivamente, no tardo en seguirlos, no pudiendo evitar que un par de lagrimas le resbalaran por las mejillas.

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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor LightHelco » Vie Nov 16, 2012 11:59 pm

La táctica funcionó a la perfección y muy pronto el nido explotó en una bola de luz llevándose a las Neosombras consigo. Aliviado hice desparecer las cartas sabiendo que no las iba a necesitar más durante aquel día.

¡Lo hicimos, Alec! ¡Ahora Ryota no podrá crear más Sincorazón en este sector! —exclamó la chica saltando y pasándose un dedo por la nariz, parecía alguna manía suya eso último—. ¿No te sientes contento contigo mismo? ¡Le hemos dado donde más le duele!

Claro que sí, cuanto más dañemos al enemigo más fácil tendremos para ganar el juego —le contesté sonriendo, aunque mi sonrisa se ensanchó al ver llegar rodando dos esferas grisáceas, según los conceptos aquellas esferas debían ser PowerUps —. Y parece que lo hemos hecho tan bien que nos han entrega un doble premio.

Recogí los PowerUps e invocando una de las cartas coloqué encima uno de estos como explicaba en el aparatejo que tenía en el bolsillo. La segunda esfera la mantuve cerca de la cabeza hasta que desapareciese.

Miré por sea el móvil para ver si podía saber si alguien había completado la misión, ya que el tiempo estaba empezando a agotarse, aunque según Shiki no era habitual que se empezara en ese lugar y eso de error que ponía en el mensaje me daba mala espina.

Bien… —guardé el móvil en el bolsillo dirigiéndome a mi compañera —. Ya que parece que no podemos avanzar más y la misión sigue siendo un misterio… ¿Qué tal si me cuentas un poco de que va este juego y como acabaste dentro de ese aparatejo gigante?
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5 minutos restantes...

Notapor Soul Artist » Sab Nov 17, 2012 2:30 am

Si no hubiese sido por la estrategia de Hana, Xefil estaría muerto.

El libro se lanzó contra Ariasu, pero no llegó a tocarla. Lo cortó por la mitad con un simple movimiento de la Llave Espada y la separó en dos para atacar directamente al chico, marcándolo como objetivo. Sin embargo, el grito de Hana desconcertó a la Game Master; al haberse colado ya cuatro jóvenes en la mansión, ¿por qué no iba a hacerlo el tal Edge?

Por supuesto, no había nadie detrás de ella.

Los chicos consiguieron escapar al jardín trasero, pero allí terminó su viaje. Al poco de salir por él, notaron cómo todo a su alrededor se volvía oscuro. No tardarían en perder el conocimiento, a merced de Ariasu, que caminaba hacia ellos.

El tiempo de la misión había terminado... Y, fuese cual fuese la misión, ¿estaría cumplida? ¿Era aquella la eliminación, o el paso de un día a otro?

Sólo el tiempo lo diría...

* * *

La sonrisa de Shiki se borró cuando su compañero le preguntó acerca de cómo había llegado a la cápsula. Desvió la mirada de este y se agarró el hombro, con los párpados apretados. Parecía ser un recuerdo duro el que tenía en mente.

Lo había olvidado... —murmuró para sí misma—. Tú eres como Kazuki y los demás...

Shiki bajó la mirada a sus pies y, tras unos segundos, se atrevió a volver a mirar a los ojos a Alec. Le sonrió débilmente, pero no estaba siendo en absoluto sincera: en su rostro se podía apreciar algo de pena. No por ella... Sino por él.

Soy una Jugadora desde hace mucho, mucho tiempo... —procedió a explicar, algo tímida—. Aunque no te lo creas, el Reapers' Game no es de este mundo... Es de un lugar más lejano, uno que no alcanzarías a creer. Aunque... No debería seguir hablando por tu bien... Y el mío...

Alec notó cómo la oscuridad comenzaba a apoderarse de su campo de visión. Pronto comenzó a perder el equilibrio, mientras la conciencia le abandonaba. Las últimas palabras de su compañera resonaron en su mente:

Ahora somos iguales...

Y tras aquello, el chico perdió el conocimiento.

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Alec & Shiki alcanzan el Nivel 1 de Fusión.
Discute con tu compañero qué clase de ataque haréis.

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Día 1 completado.

Bajas:
- Nadie -

Puntuaciones:

Zero
20 PX.
Puntuación perfecta. ¿Necesito explicarlo? Está más que merecido, desde luego.
Level 4 reached!
20 PX para Nivel 5.

Nell
19 PX.
Destrozahabitaciones. Hana muy activa, bien hecho. No tengo más que decir, excepto señalarte que has perdido un PowerUp xD
3 PX para Nivel 5.

Hitori[/i]
17 PX.
Pasivo, como viene siendo habitual, pero no ha sido para tanto en esta ocasión. En general, bien.
Level 12 reached!
58 PX para Nivel 13.

[b]Mickael

15 PX.
Has estado activo el post final, aunque claro, escribir en iPad ha hecho daño... Pero es mejor que no haberlo escrito, desde luego.
Level 9 reached!
?? PX para Nivel 10.
Actualiza ya los tres niveles pendientes que tienes.

LightHelco
17 PX.
Tu último post ha sido flojillo, la verdad. Creo que me he estirado mucho al darte el Nivel 1 de Fusión, pero... En fin, tengo mis razones.
22 PX para Nivel 8.


… Se nota que este Sector lo he puntuado en último lugar. Siento no haber profundizado en la crítica, pero bien es cierto que este tema ha sido el de mayor nivel de calidad en escritura en conjunto con todos.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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