[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Sector 5 - Mansión

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Soul Artist » Lun Nov 05, 2012 12:00 am

Todos los sentidos se lo gritaban: no debía estar allí.

Alec caminaba por un pasillo con paredes blancas como la nieve, sin saber de dónde venía la luz que las iluminaba. No tenía ni idea de cómo había llegado hasta allí: solo recordaba cómo caía en la oscuridad, mientras su corazón se partía en mil pedazos, al igual que la vidriera que momentos antes había estado pisando... Y perdía el conocimiento.

¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? ¿Unos segundos? ¿Unas horas? ¿Días? ¿Quién sabía si incluso hacía meses de ello? Nada cercano le daba una pista sobre ello. Solo un largo pasillo, dos puertas cerradas a cal y canto... Y la soledad.

No pudo evitar notar la presencia, igualmente, de distintas máquinas llenas de líquido adheridas a las paredes. Eran de cristal, por lo que se podía ver fácilmente su contenido: nada más que un líquido espeso. Apenas había cuatro, y por su forma y color parecían adoptar la forma de flores invernales que todavía no habían comenzado a florecer.

¿Pero qué más daba? Allí no había nada que hacer...

* * *

Si Hana se había sentido mal por cuando había visto su vidriera vacía... Aquello le gustaría menos.

Despertó en una habitación blanca, tirada en el suelo bajo una mesa de cristal. El color del cuarto estaba por todas partes: en las cortinas, en los muebles, paredes, techos... Incluso en los pétalos de las flores de un pequeño jarrón sobre la mesa. Mirara adonde mirara, solo podía ver aquello: pureza y... Vacío.

Vacío, como ella.

¿Sería capaz de soportar estar allí? La puerta no le iba a poner problemas. Si salía, accedería al pasillo del piso superior del hall en lo que parecía ser una mansión. O siempre podía investigar el cuarto blanco.

* * *

¿Cómo se las arreglaba siempre Hitori para quedarse a las puertas de la mansión cada vez que visitaba su mundo natal?

Bueno, siendo justos, estaba al otro lado por una vez. La verja y la muralla del recinto seguían cerrados firmemente para evitar intrusos, pero había despertado al otro lado, en los jardines delanteros que accedían directamente a la mansión. Podía explorar como quisiera por allí, aunque... Ya había visto la mansión una vez, con Shinju. Y ahora que sabía que allí había estado la niña, quizás no fuese buena idea...

Claro que también venía otro caminito por la izquierda. Rodeando la mansión, podría llegar sin problemas a lo que parecía ser un jardín trasero. ¿Qué habría allí? Nunca lo había visto. ¿Estaría tan cuidado como el delantero?

* * *

Xefil despertó cuando un pesado libro cayó sobre su cocorota, Anatomía del corazón.

Al abrir los ojos lo primero que sería capaz de comprender es que estaba en una biblioteca. Una bastante modesta, la verdad, pero que le permitía deducir que se trataba de una privada. Y para ser una personal, estaba bastante completa: ambos lados de las paredes estaban recubiertos de estantes y más estantes llenos de toda clase de libros, que señalaban hacia un escritorio frente a los enormes ventanales que daban luz a la habitación, junto con un imponente asiento de cuero. Además de ello, una mesita central con gran número de dibujos y algunos cojines a su alrededor daban cobijo a una pequeña montaña de libros de toda clase... Que podría hojear, si estaba dispuesto.

Pero no era momento para eso. No, no lo era. ¿Dónde estaba? Lo último que recordaba era a la Maestra Ariasu atacándoles, arrojándoles al vacío e invitándoles a jugar a un juego. Aparecer en un lugar como aquel no era sinónimo de nada bueno...

Si salía de la biblioteca, accedería al pasillo del hall de una mansión. Pero igual le interesaba investigar y no salir...

* * *

Mickael despertó con el sonido del agua corriendo cerca de sus orejas.

Abrió los ojos para ver que estaba en un precioso jardín, entre las tres paredes de un edificio frente a él. La fuente de mármol sobre la que tenía la cabeza apoyada tenía en su centro un imponente pegaso alzándose sobre sus patas traseras y con sus alas extendidas, mientras por la boca escupía un chorro de agua que caía directo a la fuente.

Las plantas crecían a su alrededor con gran abundancia: desde algunas flores bien cuidadas y de gran variedad de colores, hasta algunos árboles como manzanos a unos metros de él, ya fuera del recinto de la mansión que tenía frente a él, incluso con sus debidos frutos. Algunas hiedras trepaban hasta una ventana abierta, cuyo contenido, desde allí, poco podría ver el chico rata.

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Obviamente, menos destrozado.


Sus opciones eran bastante limitadas. Entraba a la mansión por una puertecita corredera de cristal que tenía frente a él, o ir por un pequeño caminito que rodeaba la mansión. Y sobre todo, reflexionar, porque... ¿Cómo se había metido él en aquel asunto? Ariasu no debería haberle hecho aquello. Solo debería haber involucrado a los aprendices de Tierra de Partida...

* * *

Todos los aprendices se vieron sorprendidos cuando algo vibró en sus bolsillos. Al rebuscar en ellos, encontrarían dos objetos que no habían visto antes: un pin negro con el dibujo de lo que parecía ser una calavera blanca, junto con sus móviles y pociones. ¿Cómo habían llegado hasta allí...? Y para colmo, sus objetos de curación, armamento habituales... ¡No había nada!

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El teléfono móvil, por su parte, indicaba la entrada de dos mensajes de texto nuevos. Al abrir el menú para leerlos encontrarían pocas opciones: los textos, la posibilidad de hacer llamadas (aunque si lo comprobaban, el teléfono no pedía un número de teléfono, sino una especie de código) y lo que parecía ser el icono de un libro con el nombre "Conceptos".

Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor


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¡Nuevos conceptos!

Compositor
Entidad Reaper de máximo nivel en el juego que controla el juego desde algún lugar desconocido.

Game Master
Entidad Reaper superior que maneja a voluntad la misión de cada día. Su objetivo es eliminar el máximo posible de gente posible por día.

Jugador
Tú y cualquier participante en el Reapers' Game. Se les reconoce por un pin negro con una calavera blanca.

Reaper
Clase de persona con poderes superiores a los Jugadores; pueden controlar a los Sincorazón y se alimentan a base de eliminar a la gente. Son el cuerpo de seguridad del juego, asegurándose de que los jugadores cumplen las misiones.

Reapers' Game
Juego en el que han aparecido todos los aprendices de la Llave Espada.

Misión del Día 1:

· [ERROR] 11001001010011007983U0FMVURB
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Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master

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¡Nuevos conceptos!

Minutos
El tiempo según los Game Masters se resume en minutos, aunque extrañamente, este es muy relativo, pudiendo pasar media hora de golpe o muy lentamente.
Nota Off-rol: Media hora equivale a una ronda en el rol, hagáis lo que hagáis.

Misión
Objetivo diario que se envía a todoso los Jugadores y con límite de tiempo. Ellos deciden si cumplirla o no, aunque si nadie lo hace significará la eliminación de todos. A menos que la misión especifique lo contrario, con cumplirla una sola pareja de Jugadores es suficiente.

* * *

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* * *

Aquel mensaje no tenía sentido para Alec... ¿Y la misión de aquel día? ¿Cómo pretendía cumplirla si no sabía cuál era?

Pero tuvo que dejar de concentrarse en el móvil. Una de las máquinas pasó a iluminarse de golpe desde su interior, permitiendo ver algo dentro. Le estaba invitando a acercarse y echar un vistazo a su interior. Y así lo haría...

Podía ver un rostro. Alguien dormida dentro, vestida incluso. Pálida como un vampiro, con los ojos cerrados, durmiendo tranquila. Sobre ella, en una placa metálica, había escrito un nombre y un interruptor que en ese momento estaba marcado en rojo.

Shiki.

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Fecha límite: 7 de Noviembre, 20.00 hora peninsular.
Próxima ronda: 7 de Noviembre, 22.00 hora peninsular.

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Anotaciones:

Vosotros, en la mayoría de casos, no tenéis un ataque de Sincorazón como en el resto de rutas, así que no tenéis segunda escena. Podéis tomaros las cosas con más calma, sí, e investigar por vuestra cuenta... Pero seguís teniendo una misión, aunque desconozcáis cuál es.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Hitori » Lun Nov 05, 2012 10:30 pm

Cuando el joven de pelo castaño abrió los ojos, no reconoció el lugar en el que se encontraba. Sólo sabía que estaba tirado en el suelo, boca abajo, y que la hierba acariciaba (o incluso llegaba a pinchar) la piel de sus brazos y de su cara. En cuanto se hubo recuperado, se incorporó, para ver delante de él una verja que le resultó muy familiar.

Esto es... la mansión —dijo, en voz baja. Desconocía si los guardias estaban todavía vigilando, pero de todos modos, él estaba en el lado interior y ellos estarían fuera. Es como si le hubieran encerrado allí.

Hitori recordó entonces todo lo sucedido. De algún modo, todo estaba extrañamente borroso para él, pero era capaz de traerlo a su mente: el paso por el portal de luz, la muerte de Ronin, la llegada a Villa Crepúsculo (ayudados de aquella extraña persona) y la consecuente emboscada... la mirada de sus vecinos, de su familia... de Ben... Y finalmente, esa extraña vidriera, que se había roto en mil pedazos.

Pero... ese no era yo... —el joven miró al suelo, pensativo. Sin duda, el joven que había aparecido representado en aquella vidriera se parecía a él, pero no era él. Estaba seguro de ello. Y de repente, como una descarga eléctrica, una idea le cruzó la mente.

¿¡Sabes algo tú de esto!? —gritó en su mente. Pero no obtuvo respuesta—. ¿Qué estoy diciendo...?

Tras llevarse la mano a la cara, ocultando sus ojos, respiró hondo y pensó en qué hacer a continuación. "Reaper's Game", habían mencionado. ¿De qué iba eso? Como si alguien le hubiese escuchado, la respuesta le llegó rauda. En su bolsillo notó una vibración, por lo que el joven se introdujo la mano y sacó de él el teléfono móvil, junto con las pociones y un extraño pin con una calavera dibujada. Tras examinarlo, leyó el mensaje que acababa de recibir.

"Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor"

Y a continuación, otro más extraño.

"Misión del Día 1:

• [ERROR] 11001001010011007983U0FMVURB
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Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master"

¿De qué va esto? Ni siquiera puedo entender la misión... —el chico se guardó el móvil, ofuscado. Acto seguido, guardó las pociones junto con él y se colocó el pin en la chaqueta—. Fijo que es importante, y aquí no se me perderá...

Sabiendo que no tenía muchas opciones para avanzar, el joven examinó el terreno. Al encontrar un camino que rodeaba la mansión, decidió que era mucho mejor ir por ahí que entrar en el edificio, que podía ser fatal, debido a que era una de las bases enemigas. Así pues, emprendió el camino, rodeando la mansión...
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Vanitasmásde8000 y Death escribió:Vanitas: premio lol

Death: Yaaaaay
¿Qué he ganado?

Vanitas: un nada muy bonito .u.

Death: Bieeeeen
¡He ganado un Nada Bonito!
Descripción: No te permite hacer nada. No da ningún tipo de bonus.
Stats: Fuerza +0, Magia +0, Velocidad +0, Defensa +0, Suerte +0

Lee-kun y Death escribió:-Lee-kun:
http://chzmemeafterdark.files.wordpress.com/2012/02/naughty-memes-untitled7.jpg
-Death:
8<
*Your sanity is reaching lowest levels*
-Lee-kun:
Lol xD
Dotho y su miedo por las vaginas
-Death:
u.u
Las vaginas son más terroríficas que cualquier cosa de Amnesia
-Lee-kun:
No, son pestosas
Pero, saben muy bien (????)
-Death:
Y tienen tentáculos
Y echan babas espaciales que corroen cualquier material
Y además, dicen que si tocas una, absorbe tu alma
-Lee-kun:
Lol
http://youtu.be/5ZXreMV3HQY
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor LightHelco » Mar Nov 06, 2012 12:29 am

No recordaba la forma en la que había llegado a ese lugar. Mi último recuerdo había sido ver como la representación de mi corazón se partía en mil pedazos para después caer en la más profunda oscuridad…y despertarme en aquel lugar.

¿Cuánto tiempo había pasado? Ni lo sabía ni quería saberlo, lo único que importaba ahora era salir de allí y descubrir donde estaban los demás.

No había mucho que hacer en aquel lugar, para resumir, nada. Me encontraba en lo que parecía ser un pasillo bastante bien iluminado y en el cual había dispuestas extrañas maquinas con forma de capullo aun por florecer. La sala disponía de dos puertas, las cuales por su aspecto parecía cerradas, por lo que estaba encerrado en aquel sitio.

Al menos podré jugar un rato a las cartas mientras espero a que alguien abra la puerta —decidí sentándome en el suelo buscando en los bolsillos la baraja de cartas, aunque lo que encontré en ellos no fueron unos naipes.

En mi mano se hallaba una especie de chapa de color negro con un imperdible detrás para colocarlo en la ropa. En el centro se podía distinguir una especie de calavera, pero no había nada que dijera que era ni de donde había salido.

Intenté buscar alguna cosa más, pero aparte del móvil y la poción que nos había dado Ronin mis bolsillos estaban vacios.

Bien, espero encontrarme con la persona que me haya robado mis cosas, ya que va a saber cómo me las gasto cuando me enfado —gruñí cogiendo el móvil para toquetearlo y descubrir cómo funcionaba, recordaba que para hacer aquel formulario en ordenador había tenido que pedir ayuda, por lo que necesitaría un tiempo para aprender a usar aquel nuevo aparatejo. Estúpida tecnología punta.

De la primera vez que lo había mirado, en la pantalla de este pude ver que había aparecido un dibujo de un sobre al lado del cual marcaba el número dos. No entendía muy bien que significaría, pero supuse que esa opción se activaría al pulsar aquel número.

Un dos apareció en pantalla tapando el resto de los dibujos y símbolos. Pulsé otra vez la tecla y otro dos apareció. No necesitaba comprobarlo una tercera vez para saber que saldría, por lo que mi siguiente paso era descubrir como borrar esos dos números.

En esta ocasión di en el blanco a la primera, me había llamado la atención una tecla en la que estaba dibujada una flecha hacia atrás, por lo que al pulsarla pensando que podría hacer, vi que la pantalla había vuelto al inicio, con el sobrecito aun parpadeando.

Vale, si pulso el dos solo voy a conseguir sacar ese número, si le doy a la flecha voy atrás…por lo que… —intentaba comprender como funcionaba aquella cosa, pero era demasiado compleja para alguien que aun veía la televisión en blanco y negro —¿Y si pulso este botón central?

Al instante la pantalla cambió a otra con tres opciones, la primera tenía forma de sobre, por lo que esa sería la que tuviese que mirar, la segunda el dibujo de un teléfono en el que había que introducir algún código extraño y la tercera era un dibujo de un libro con la palabra conceptos. Si, un diccionario nos vendría bien ahora.

Preferí no perder más tiempo con eso y pulsé el botón central otra vez. Una nueva pantalla apareció mostrando dos títulos: “Bienvenidos, Jugadores” y “Misión del Día 1

Siete días. Siete misiones.

Pasé del primer mensaje y fui al segundo ayudado por una cruz que rodeaba la anterior tecla, no estaba para saludos, lo importante ahora era saber cuál era la misión y librarme de ella.

Misión del Día 1:

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Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master


¿Qué?

Simplemente: ¿Qué?

¿En el idioma de que condenado mundo estaba eso escrito? Fuera quien fuera el tal Game Master tenía un precioso sentido del humor que nos iba a matar en dos horas.

Oh, bien, creo que no hay nada mejor que pasar tus últimos minutos de vida encerrado en un pasillo con aparatejos… ¿vacios?

Me levanté y acercándome a uno de los capullos pude ver dentro a una chica de ropas cortas y ajustadas. Tenía los ojos cerrados como si estuviese dormida. Me preguntaba cómo habría acabado aquella niña atrapada dentro de esa cosa y con todo el líquido que contenía. Encima de la chica se encontraba una pequeña placa en la cual podía leerse una palabra.

¿Shi…ki? Curioso nombre para una niña —supuse ya que no le veía mayor sentido a la palabra.

No estaba muy seguro de que hacer, si aquella chica estaba allí sería por alguna razón, pero tampoco veía justo el dejarla ahí metida. ¿Qué diablos? Al menos tendría compañía antes de morir. Busqué algo que abriera la flor y tras encontrar un interruptor rojo, lo pulsé apartándome seguidamente.

Lo siguiente sería esperar a ver si funcionaba y que ocurría.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Zee » Mar Nov 06, 2012 8:55 am

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Bum.

Un agudo destello de dolor recorrió mi coronilla. Al instante abrí los ojos, a la par que mi cuerpo entero se tensaba en su sitio. Mi corazón dio un vuelco y perdí la respiración durante unos instantes.

Joder —maldije, seguramente por primera vez en meses, cuando miré entre mis piernas y me encontré con que un grueso libro reposaba sobre el suelo. Anatomía del corazón, decía la portada. Me froté la cabeza, intentando amainar el dolor, mientras le lanzaba dagas con los ojos a aquel pesado ejemplar. ¿Qué tanto se le podía estudiar al corazón, después de todo?

Anatómicamente, por lo menos.

Dos ventrículos y dos aurículas. No hay que escribir una maldita Biblia para ello —me quejé, a la par que me ponía de pie.

Bueno, me hallaba en una biblioteca. Muy bien equipada, a decir verdad; con estantes en todas las paredes, a excepción de aquella donde un gran ventanal dejaba se colara la luz del sol. Parecía que a los Maestros de Bastión Hueco les gustaba la ironía: aquella sería la segunda vez en el año en la que despertaría rodeado por libros y estanterías sin tener una bendita idea de dónde rayos me encontraba y qué demonios me había sucedido. Bueno, tenía que darles algunos puntos extra. Ni dos minutos despiertos y ya tenía ganas de matarles.

Bueno, no literalmente... creo.


Súbitamente, sentí algo moverse en el interior de mi bolsillo. Como un escarabajo moviendo las patitas frenéticamente contra la tela. Curioso, metí la mano y saqué todo lo que pude alcanzar. Bueno, no había ningún insecto, aunque eso ya lo imaginaba, pero lo hubiese preferido. Y es que lo que me encontré no tenía sentido alguno: el teléfono móvil y la Poción que Ronin me había dado... y un pin. Pero excepto eso, no había nada más: ¿y mi linterna y mi daga? ¿Y el éter que había estado guardando? ¡Nada! ¡Ni siquiera los guantes de piel que solía llevar puestos siempre, ahora que lo pensaba!

¿Pero qué está pasando aquí?

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No soy bueno dibujando, pero tenía que c:


El pin era bastante curioso. ¿Era eso una calavera? La forma era bastante rara, pero supuse que eso era, al no poder hallarle ninguna otra forma además de esa.

Luego examiné el teléfono. Me sentí aliviado al darme cuenta que podía usarlo con fluidez: aquellas clases con Mei en el pasado no se me habían olvidado en lo más mínimo. Podía advertir que dos mensajes de texto esperaban ser leídos. Inmediatamente busqué la opción para encontrarlos: no me interesaba hacer ninguna llamada; de todas maneras, no conocía el número de nadie. Sin embargo, antes de comenzar a leer, encontré que el móvil venía con un pequeño diccionario. Hmm...

Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor




Misión del Día 1:

· [ERROR] 11001001010011007983U0FMVURB
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Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master


¿Qué?

¿Querían que jugáramos a su pequeño juego, pero inmediatamente iban a hacernos perder? ¿Cómo se suponía que sobreviviéramos si la misión de aquel día era completa basura? Una trampa, eso era lo que era aquel estúpido juego. Una jaula de la que no podíamos salir, y en la que estábamos obligados a morir. Vaya sentido del humor.

Pero... ¿y los Aprendices de Bastión Hueco? Ellos también estaban jugando, ¿no? ¿Cómo iban Ariasu y Ryota arriesgar así a sus preciados Aprendices, tan vitales contra las interminables olas de carne de cañón de Tierra de Partida?

No... aquel juego tenía una salida. Solamente debíamos comprender cuál era.

Bien... piensa como un jugador, Xefil. ¿Por qué has terminado en la biblioteca?

Decenas y decenas de libros... aunque una pila en específico descansaba al lado de un mullido sillón. ¿Servirían de algo? ¿O tendría que buscar en todos? Si no fuese así, habría perdido demasiado tiempo leyendo portadas para nada. Tenía 120 minutos en total. Dos horas. ¿Sería suficiente para recorrerme los títulos de todos los libros, en búsqueda de alguno que tuviese información sobre lenguajes de codificación? ¿O podía solo enfocarme en los que habían sido apartados?

Tienen que estar allí por algo —me dije, finalmente rindiéndome. Revisaría los libros de la pila y todo lo que se hallaba alrededor. Si no encontraba nada que pudiese ayudarme... ¿entonces qué?

Miré el libro de Anatomía del Corazón. ¿Sería también una pista, o meras paranoias mías? Por lo menos podría hojearlo y luego ponerlo de vuelta en su sitio.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Nell » Mié Nov 07, 2012 1:55 am

Jamás había temido la oscuridad. Había otras muchas cosas en aquel vasto mundo, o mundos, como Hana había descubierto tras salir del suyo, peor que aquel abrazo maldito que amenazaba con llevarla al olvido. Por lo tanto, no se resistió a la caída. Tampoco le importaba. No sentía nada, y si bien las tinieblas no eran una grata compañía, al menos sabía que no la abandonarían nunca.

Estaba rota, como la muñeca a la que el hermano mayor ha decidido desmembrar.

Se notó, entonces, despertar. ¿Había estado dormida hasta ese momento? La sensación era, sin duda, rara. Pero mantuvo los ojos cerrados. Antes de regresar a la realidad, antes siquiera de vestirse con esa cubierta de aprendiza temeraria e interesada, quería oírle una vez más. Necesitaba escuchar sus palabras de apoyo. ¿Por qué sino seguía allí? Eran sus ánimos los que la permitían siempre salir de las peores situaciones. Él era lo único que la quedaba. Y se había convertido, a lo largo de los años, en el bastón que la permitía levantarse, no rendirse y continuar.

Pero estaba callado. No hablaba. No decía nada. Hana esperó con impaciencia. ¿Acaso no había caído, hacía sólo un momento, en la desesperación? ¿Por qué no la ayudaba, como tantas otras veces? ¿Se habría ido? ¿O sabría que lo estaba aguardando? ¿Es que sólo intervenía en las situaciones que él consideraba?

La inquietud dio paso a la preocupación. Y ésta, que no le sentaba nada bien a Hana, colapsó en la ira. La muchacha abrió los ojos, repentinamente, encontrando sólo una superficie de cristal cerca de su cara. Pronto se dio cuenta de que era una mesa, así que se deslizó para salir de debajo.

Mientras se reincorporaba, notó movimiento en sus bolsillos, que tendrían que estar vacíos, salvo por… Sacó todo lo que en ellos había, encontrando un pin negro, un móvil y pociones, a los que no dio importancia, porque su objeto más preciado no estaba. Rebuscó y rebuscó, pero no dio con él. Y se sintió perdida, y completamente desorientada. ¿Se lo habían quitado? ¿¡Por qué!? No… No podían. Era suyo. Suyo, suyo, suyo. Lo necesitaba, como el aire para respirar y la aventura para vivir.

Ni siquiera prestó atención a los mensajes que le llegaban al móvil, aparato que nunca había sabido muy bien cómo funcionaba. Dejó caer los hombros, quebrada por dentro. De verdad, más que nunca, necesitaba ayuda. SU ayuda. ¿Por qué seguía sin escucharle?

Estaba… enervada. ¿¡Qué demonios le pasaba!? ¿¡Por qué no había hablado!? Y, al mismo tiempo, qué estúpidos pensamientos los suyos. Sólo era un corazón. No pensaba. La guiaba. Punto. Si dejaba de hacerlo, no le serviría de nada. Tendría que deshacerse de él. Sí… eso sonaba muy bien. Así aprendería ese niñato a no traicionarla. ¡Ni que tuvieran ocho años y él la estuviese gastando una de sus habituales bromas!

Pero… ¿Y si le habían arrebatado también ese corazón, junto al suyo? ¿Sería eso posible? De todos modos, Hana no se paró mucho a pensarlo. Le gustaba más echarle las culpas. Le hacía sentir mejor.

Y lo que era aún peor, la habitación… Parecía una broma. ¿Se estaba acaso alguien burlando de ella? ¿Por qué existía un lugar tan endemoniadamente irritante como aquel? No le gustaba. No le gustaba nada. Y lo que a la niñita no le gustaba… lo acababa redecorando a su gusto.

Así fue como empezó a descargar la frustración que luchaba, desde hacía rato, por matarla. Dio primero una patada a una de las patas de la mesa. Le reconfortó. Y continuó con otra. Luego, tiró aquel absurdo jarrón de flores. ¿A quién podían gustarle aquellas patéticas plantas? Eran asquerosas. Horribles. Continuó con la masacre. Tiró de las cortinas, echó sillas abajo, golpeó paredes (como si de ese modo pudiera eliminar ese color blanco que tan nerviosa la ponía, mancharlo, o destruirlo), reventó cristales...

Rompió todo lo que pudo y estuvo a su alcance. Y, cuando no quedó nada que le sirviera, decidió correr. Abrió la puerta y salió a un enorme hall que no le sonaba de nada. Se dio cuenta, entonces, de que tendría que estar meditando acerca de su condición. Había entrado en un “Reaper’s Game”, la habían impuesto una misión para no ser “eliminada” y se había despertado en un lugar ciertamente siniestro. No obstante, decidió eludir el tema. Tenía algo más importante que hacer.

Y esto era, efectivamente, huir de allí. Había salido de la habitación embrujada, pero eso no le bastaba. Pensaba abandonar aquella casa cuanto antes. Bajó las escaleras hasta el piso inferior y vio, con alivio, la libertad.

No sabía muy bien si la puerta frente a ella la llevaría al exterior, puesto que el único castillo que conocía era Tierra de Partida, y no sabía cómo se disponían las salas en los demás. Por eso, decidió optar por lo que ella consideraba más fácil: el jardín. Saldría al exterior, buscaría la valla que delimitaba el terreno de la mansión, y la saltaría. Una vez fuera, y lejos de allí, buscaría a esos malditos Reapers, al gitano de la estación, a la de la seta en la cabeza, y a quienquiera que intentase impedirla recobrar su libertad y salir de aquel maldito “juego”.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Mickael » Mié Nov 07, 2012 5:36 pm

Mickael abrió los ojos poco a poco, despertado por el constante fluír del agua, que sonaba cerca de su oreja. En cuanto pudo ver con claridad, la confusión se adueñó de él. Ante sus ojos se encontraba un extraño lugar, un hermoso jardín, que parecía ser parte de una gran mansión. En el centro del mismo, una fuente parecía ser el origen del agua que lo desveló, coronada por un caballo alado que sin duda destacaba en aquel escenario. A su alrededor también se encontraban hermosas flores y algunos manzanos, parecía que aquel lugar estaba bien cuidado. Desde su posición, podía visualizar una ventana abierta perteneciente al piso superior, aunque no era capaz de observar su interior.

Tras ser consciente de que no conocía aquel lugar y no saber cómo había llegado a él, Mickael comenzó a preguntarse cual sería la razón. Recordó lo anterior a su despertar... ¿Acaso...? No, no podía ser que a él también lo hubieran metido en el juego, no había ninguna razón para ello, ¿por qué haría eso Ariasu? Tan sólo los aprendices de Tierra de Partida deberían haberse involucrados. ¿Era el suyo un caso especial, o también le había ocurrido lo mismo a sus compañeros? Saxor, o Sombra, ¿estarían ellos también metidos en aquello? Y en tal caso, ¿con qué propósito? ¿Acaso Batión Hueco no perdonaba su pasado como protectores de la luz? Aquello no tendría sentido, los mismos maestros y aprendices de Bastion Hueco habían sido protectores de la luz también. Entonces, ¿por qué? El roedor no era capaz de encontrar una explicación lógica a aquel hecho.

En aquellos pensamientos se encontraba sumido cuando de repente, algo vibró en sus bolsillos. Sorprendido, descubrió que llevaba con él un móvil, junto con un extraño pin negro con una calavera. No recordaba tener aquellos objetos anteriormente. Rebuscando entre sus ropajes, también pudo comprobar que sus objetos habituales le habían sido sustraídos. Observó el teléfono, el cual parecía haber sido la fuente de la vibración, en él, aparecía la notificación de que había recibido dos mensajes. Los abrió:

Mensaje 1
Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor


Mensaje 2
Misión del Día 1:

· [ERROR] 11001001010011007983U0FMVURB
250513012124650523040400QUxFQw==
7773328369718578686530313030313130303031303031313030303130303030303130313031303131303031303030313031

Tenéis 120 minutos. Fallad, y seréis eliminados.

~ El Game Master


Ya no había ninguna duda: él también había sido incluído en el Reaper's game, aunque seguía sin desconocer los motivos. Antes de intentar averiguar cuales eran las órdenes que se le estaban dando, decidió trastear un poco en el móvil, pudiendo comprobar que si quería llamar en vez de un número tendría que poner un código, y que el aparato contenía también un pequeño manual con conceptos sobre el juego que le podían ser útiles.

Aún confuso por su situación, el hombre-rata sabía que si estaba en el juego no debía perder el tiempo. Miró de nuevo la misión que se le había encomendado y tras reflexionar unos minutos siguió sin encontrarle algún sentido. Resignado, decidió que lo mejor era avanzar, escogiendo la opción de adentrarse en la mansión, quizás allí encontrase más pistas.

Quizás en realidad lo habían metido allí para estorbar a los aprendices de Tierra de Partida, o quizás tan sólo estaban probando su lealtad y fuerza, quién sabe...
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Ronda #2

Notapor Soul Artist » Jue Nov 08, 2012 2:00 am

Nadie en la mansión invocó su Llave Espada, pero no tardarían en enterarse de una pequeña sorpresa en cuanto los cinco aprendices que allí estaban recibieran dos SMS al teléfono móvil:

Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

~ El Game Master

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¡Nuevo concepto!

Entrada
Precio para participar en el Reapers' Game, generalmente algo de gran valor para los Jugadores. En este caso, la entrada de todos los aprendices es sus Llaves Espada.

No solo eso. Pocos segundos después llegó otro mensaje que, seguramente, descolocaría a más de uno:

Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master

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¡Nuevos conceptos!

Arma
Única para Jugador, aparecerá cuando este establezca un Pacto con uno o más compañeros. Son, por lo general, algo muy cercano a la persona que lo porta o una representación de su esencia. Existen tres tipos: simbionte, donde el arma tiene vida propia y lucha en nombre del Jugador; esgrima, donde el Jugador debe usarla para luchar de manera directa; e imaginación, donde puede no tener forma física y no ataca el jugador en sí, pero tampoco lo hace un sustituto.

Pacto
Trato que permite liberar el potencial de un Jugador, pero lo ata a sus compañeros durante el resto del Reapers' Game. Es posible hacerlo con una o más personas, pero no es recomendable hacerlo en grupo, pues la eliminación de uno solo de ellos conllevará la perdición de todos los demás. Si no se realiza un Pacto, no se podrá luchar; pero terminar el primer Día sin haberlo realizado con alguien tampoco significará su eliminación. No es posible romperlo, a menos que el compañero sea eliminado.

¿Les esperaría alguna sorpresa desagradable más a los jóvenes, o aquella era la última? Con Ariasu al mando, quién sabría...

* * *

Alec pulsó el botón y la cápsulo comenzó a vaciarse del líquido que tenía dentro. En cuanto terminó, el cristal se hizo a un lado y permitió a la chica de su interior saborear la libertad.

No tardó en despertar de su estado de sueño. Abrió los ojos lentamente, adormilada, y observó el rostro de Alec con los ojos entrecerrados. Le llevó la mano a la mejilla, acariciándole con debilidad. Estaba realmente confusa.

¿Neku...?

La chica abrió los ojos como platos de golpe y se llevó la mano a la boca, apartándola del rostro de Alec de inmediato. Salió de la cápsula, empujándole levemente, y se alejó unos metros de él, hasta quedar a una distancia prudencial.

¿Quién eres? ¿Por qué estoy en la Mansión? —le interrogó al joven atropelladamente, asustada y observando a su alrededor, realmente paranoica—. ¡Ganamos el juego! ¡Vencimos! ¡Yo me sacrifiqué por ello! ¿O...? ¿No lo hicimos...?

La chica se llevó la mano al pecho, preocupada. Bajó el rostro, triste, y se miró los pies. Había enmudecido de golpe.

Neku... ¿No pudiste vencerle...?

La chica volvió a levantar la cabeza, observando seriamente a Alec. Apretó el puño y se dirigió hacia él, firme, para cogerle de la mano.

¡Muy bien! Eres un Jugador, ¿no? —preguntó la chica, clavando la mirada en los ojos de Alec, como un reto—. Entonces, ¡haz un Pacto conmigo! ¡Tenemos que destruir el nido de una vez por todas!

La chica se dio cuenta de que Alec andaría desorientado con aquel concepto. Arqueó una ceja y le miró extrañada.

¿No sabes qué es...?

Sin embargo, el móvil del chico vibró, avisándole de que había llegado nueva información. Solo la recibió él, y no era un SMS, sino un aviso del apartado Conceptos.

Spoiler: Mostrar
¡Nuevo concepto!

Nido
Zona donde nacen los Sincorazón. Si es eliminado, las criaturas dejarán de aparecer en el sector al que pertenecía el nido, librando de peligro a los Jugadores. Es aconsejable destruirlos en grupo.

Unos amigos y yo dejamos muy debilitado el Nido de este sector, que está en la habitación contigua —explicó la chica, señalando hacia la puerta izquierda del final del pasillo—, así que podremos eliminarlo entre los dos. ¡Por eso necesito que hagas un Pacto conmigo!

Bueno, Alec elegía. La verdad era que, atrapado allí, no sabía bien cómo esperaba que la joven abriese ninguna puerta...

* * *

Xefil no pudo evitar resistir la curiosidad que le provocaba aquella biblioteca. Se dirigió hacia los libros apartados en la mesa central... Pero antes de ello, decidió hojear el libro que había caído sobre su cabeza, Anatomía del corazón.

Parecía un libro como cualquier otro. Al abrirlo no notó nada en él: la mayoría de capítulos hablaban acerca de la biología de los corazones en distintos tipos de animales, en humanos, híbridos... Nada de más allá. La realidad era que, como había pensado, ¿qué más hacía falta saber de los corazones?

Buena pregunta que quizás debiera hacérsela al dueño del libro, pues parecía realmente interesado en un capítulo...

Cerca del final del libro, de las páginas 243 a la 278, las hojas habían sido arrancadas. Faltaban dos capítulos que, si lo comprobaba en el índice, correspondía al 12 y 13: Luz y oscuridad: el origen del corazón correspondía al primero, pero el segundo... Había sido tachado. El número del capítulo estaba claramente puesto allí, pero alguien había decidido eliminar el título de este con una barra negra. Completamente omitido.

¿Quién se iba a molestar en arrancar aquellas hojas y tachar el título de un capítulo? Carecía de sentido.

Los libros de la mesa, para sorpresa del joven, tocaban temas parecidos. El misterio del corazón, Descubrimientos científicos sobre la anatomía... Solo uno se salía de lo habitual: El mundo: ¿vivo o no?.

Ninguno estaba omitido, pero el que hablaba acerca del mundo era ciertamente interesante. Hablaba sobre si el mundo tenía vida propia, pues de la tierra crecían las plantas, el agua alimentaba a todos, el aire mantenía a los seres vivos con vida... Y por tanto, el autor llegaba a una reflexión curiosa que, además, venía subrayada en negro.

¿Tenía corazón el mundo? Y de ser así... ¿Dónde estaba?

Teorías locas, sin duda alguna. Interesantes, pero locas. En cuanto Xefil dejara el libro sobre la mesa, podría ver algo que le dejaría con habla: a través del reflejo de la ventana pudo ver su espalda, y allí había alguien encapuchado en el marco de la puerta. Una figura no muy alta, a quien solo se le podía ver la barbilla. Fue solo un segundo, pues en cuanto se fiera la vuelta, comprobaría que allí no había nadie: la puerta de la biblioteca ni siquiera estaba abierta.

¿Había sido una alucinación, o alguien le había estado observando y había salido corriendo?

* * *

Hana e Hitori llegaron a la vez a los jardines interiores, donde también esperaba Mickael.

La realidad era que no le había sucedido mucho a ninguno de ellos. El camino para Hitori había sido completamente normal, y Mickael al esperar no había hecho mucho. Como mucho, Hana en su huida de la habitación blanca, a la cual había maltratado cruelmente, había pasado por alto un objeto circular y brillante oculto en el florero que había lanzado al suelo.

Quizás al verse los dos aprendices de Tierra de Partida se viesen en peligro por la presencia de uno de los traidores que provenían de Bastión Hueco. Sin embargo, olvidarían aquello en cuanto viesen un peligro inmediato más peligroso: el sonido de un traqueo lejano, como un tren. O mejor dicho... Un tanque.

Entre los árboles de la lejanía lo vieron, dirigiéndose hacia la mansión peligrosamente. Era gigantesco, enorme, probablemente de unos diez metros de alto. Si lo deseaba, podría cargarse sin molestarse el edificio... ¡Y a ellos de paso!

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¡Iba a aplastarlo si no buscaban cobijo de inmediato!

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Próxima ronda: 10 de Noviembre, 23.30, hora peninsular.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Nell » Sab Nov 10, 2012 1:58 am

Aún corría, o más bien huía, cuando le llegó el mensaje. Se paró en seco ante el pitido insistente del móvil y, con curiosidad, y un tanto de recelo, se repuso de la carrera y lo sacó para comprobar el nuevo mensaje.

¿Entrada? ¿Vidriera? ¿Corazones de “aquellos que poseen su Llave Espada”? ¿Significaba eso que alguien le había quitado su arma y que, en aquel momento, esa misma persona la poseía (y era, por tanto, a quien se le había roto la vidriera)? No tenía mucho sentido, pero era lo único que se le ocurría a Hana, con sus limitados conocimientos. Probó, sólo por si acaso, a convocar el arma, y vio por sí misma la verdad contenida en el mensaje.

El objetivo, entonces, estaba claro, ¿no? Zurrar al nuevo ladrón que tenía su Llave Espada.

Y salir cuanto antes de la mansión, claro.

No obstante, iba a retomar su paso, esta vez más calmado, puesto que se había tranquilizado y había espantado los desesperantes pensamientos que amenazaban con destruir su frágil psique, cuando otro nuevo mensaje llegó.

Como no, pareció, una vez más, una tomadura de pelo. ¿Un arma surgida de alma e imaginación? ¿Un pacto con otro jugador? ¡Venga ya! Ella no necesitaba a nadie para ganar aquel estúpido juego. O, mejor aún, para terminar con semejante pantomima que se habían montado. ¿Quién era el idiota que había ideado esas reglas absurdas? Podía ser, perfectamente, el creador de los mensajes, a juzgar por esa actitud tan tonta que tenía.

Lo cual, reflexionando un poco más sobre su situación, recordó Hana la conversación entre el gitano y la muchacha del gorro blanco. Sin duda, estaban implicados en aquel juego. Y él había mencionado algo sobre darle a ella el título de “Game Master”. Las conexiones eran lentas en la cabeza de Hana, que nunca había visto antes a aquellas personas, ni sabía quienes eran. Pero le daba igual. Con saber que eran los culpables, y por tanto, los objetos de su venganza, le bastaba.

Por otro lado… También decía que, en caso de acabar el día, cualquiera sin pareja sería eliminado del juego. ¿Y si no conseguía encontrar a ninguno de sus enemigos antes? ¿La alcanzarían ellos mismos? ¿O bien mandarían a otro? La primera opción la tentaba. Sin embargo, Hana tenía que reconocer que, sin arma ni nada que le sirviera, estaba en desventaja.

Y, por alguna razón, eso de la eliminación no le daba, en absoluto, buena espina…

Echó de nuevo a caminar. Deslizó la puerta corredera y fue a parar, como esperaba, al jardín. Inmediatamente, dio un rápido vistazo para localizar la valla que delimitara aquella propiedad. Puede que ya no tuviese tanta prisa y que se hubiese relajado, pero eso no quitaba que aún no tuviera la idea de marcharse de esa mansión maldita.

Por supuesto, cómo no, antes siquiera de localizar el muro, vislumbró a dos personas que también se encontraban en los jardines. No conocía a ninguno de ellos. Sin embargo, sí le sonaba de haberlos visto entre los aprendices que habían ido hasta allí.

Entonces, lo oyó. Las vibraciones en el suelo también fueron una clara seña de que algo se acercaba. Hana no habría sabido decir la naturaleza del sonido, pero pronto se dejó entrever por la maleza: un sincorazón. Más específicamente, era como una especie de atalaya con ruedas que avanzaba, lenta e inexorablemente, hacia la mansión.

Y, más importante aún, hacia ellos.

El sincorazón en sí le daba igual. No obstante, su presencia ayudó a que Hana se decidiera a caer en aquel Juego. Se volvió, inmediatamente, hacia aquellas dos personas que había encontrado allí.

¿¡Sois Jugadores, no!? —exclamó—. ¿Tenéis un… —tuvo que pararse a recordar la palabra utilizada en el mensaje—… Pacto entre vosotros? ¡Haced uno conmigo! —les exigió. A ambos. No le importaba mucho ese compañero que le obligaban a tener, ya que esperaba poder prescindir de él en cuanto acabase con ese gitano de la estación.

Y si ya tenían un Pacto ambos, pues… se uniría a ellos en un trío. ¿Decían las normas algo sobre eso? Evidentemente, daban a entender que no, pero puesto que Hana quería cargarse a los organizadores, no importaba mucho que se saltara las propias reglas con tal de sobrevivir hasta el esperado rencuentro.

Por supuesto, en el momento en el que le diesen la respuesta, se apartaría de la trayectoria del monstruo para dialogar con quien se ofreciera para ser su compañero. Y, en caso de que el objetivo de dicho sincorazón fuesen ellos, mucho mejor para Hana. Tendría una excusa para huir de la mansión, hacia el bosque, sin tener que explicarles nada a aquellos dos.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor LightHelco » Sab Nov 10, 2012 2:06 pm

Sentí una pequeña vibración en el bolsillo donde había guardado el móvil, pero la capsula se estaba empezando a abrir y la chica de su interior a despertar, por lo que pasé de aquel aparatejo del demonio y me preparé por si la chica necesitaba algún tipo de ayuda.

La muchacha acercó su mano hasta mi mejilla dejándome helado por unos segundos. No entendía a que venía eso, supuse que aun estaría desorientada ya que seguidamente menciono a un tal Neku, pero aun así no le veía sentido al tocar gente ajena.

En cuanto su mundo se volvió el mío Shiki se llevó la mano a la boca alejándose de mí unos cuantos metros y ametrallándome a preguntas sobre quién era o por qué estaba ella allí, las cuales me costaba contestar ya que la chica no terminaba de hablar.

¡Ganamos el juego! ¡Vencimos! ¡Yo me sacrifiqué por ello! —explicó, de alguna forma — ¿O...? ¿No lo hicimos...? —la joven se llevo una mano al pecho preocupada. Neku... ¿No pudiste vencerle...?

Estaba empezando a entrarme curiosidad sobre ese Neku el cual parecía ser bastante importante para ella ¿su hermano o pareja acaso? Sea quien fuera debía ser alguien bastante paciente, Shiki parecía ser de aquellas que no callan hasta soltarlo todo.

Volvió a mirarme a los ojos en esta ocasión con una expresión seria acercándose a mí para cogerme de la mano. Esto estaba empezando a resultarme incomodo.

¡Muy bien! Eres un Jugador, ¿no? —asentí a su pregunta, prefería no saber que me contestaba si se la negaba —. Entonces, ¡haz un Pacto conmigo! ¡Tenemos que destruir el nido de una vez por todas!

Abrí y cerré los ojos ante la oferta y la mención de un nido, no entendía nada de lo que había dicho.

¿Un Nido y un Pacto? No entiendo muy bien a que te refieres la verdad —respondí con una sonrisa nerviosa, a saber la que me caería ahora.

Por fortuna la joven no pudo decirme nada, el móvil volvió a vibrar avisándome de otro mensaje, o eso creía.

Disculpa un segundo.

Saqué el móvil de mi bolsillo y miré todas las cosas nuevas que habían llegado. Primero los dos mensajes en donde se nos informaba que al entrar en aquel “juego” se nos habían confiscado nuestras Llaves Espadas, cosa que no me hizo ninguna gracia. En el segundo mencionaban el Pacto que me había sugerido Shiki y un arma que nos sería entregada tras este.

Busqué un tercer mensaje más, cuando me di cuenta de que la última vibración había sido para los Conceptos. Entré en esta opción y vi los referentes a Nido y Pacto. El Nido parecía ser un criadero de Sincorazón, mientras que el Pacto…

“Trato que permite liberar el potencial de un Jugador, pero lo ata a sus compañeros durante el resto del Reapers' Game.

¿Estaba preparado para pasar una semana con aquella niña? Tampoco es que tuviese muchas más opciones, aparte de que no era mi intención morir allí, por lo que tendría que aceptar.

Unos amigos y yo dejamos muy debilitado el Nido de este sector, que está en la habitación contigua —explicó la chica, señalando hacia la puerta izquierda del final del pasillo—, así que podremos eliminarlo entre los dos. ¡Por eso necesito que hagas un Pacto conmigo!

De acuerdo, hagamos ese Pacto —accedí finalmente —. Y ya que vamos a pasar bastante tiempo juntos, será mejor que te aprendas mi nombre, Alec Ocus, encantado de ser tu compañero en el juego, Shiki —sonreí de forma burlona, suponía que la chica se sorprendería al saber que conocía su identidad.

Tras hacer el Pacto tenía pensado dirigirme a la puerta, de algún modo tendríamos que abrirla y viendo como se me daban los móviles prefería no saber cómo acabaría con ese tipo de puertas.

Por casualidad, ¿no sabrás cual es la misión de hoy, verdad? La que me recibí está bastante cifrada y no sé que significará.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Hitori » Sab Nov 10, 2012 8:20 pm

Por suerte, el camino para Hitori fue bastante seguro y pronto llegó a lo que parecía el jardín trasero de la mansión, sin ningún contratiempo. Además, le había dado tiempo a comprobar que los alrededores de la mansión, como ya se imaginaba, estaban completamente rodeados por el bosque y sería imposible salir de allí por otro sitio que no fuera la puerta delantera.

Una vez en el jardín trasero, sin que el chico hubiese podido adentrarse demasiado e investigar, el móvil volvió a vibrar en su bolsillo. Hitori lo cogió y comprobó que tenía, nuevamente, dos mensajes sin abrir.

" Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

~ El Game Master"

El joven se quedó boquiabierto. No intentó llamar su Llave Espada, ya que sabía que ellos iban completamente en serio. No se echarían un farol así, sabiendo que cualquiera intentaría invocar su arma al ver eso. Pero sin duda, aquello era un gran problema. Acto seguido, leyó el otro mensaje.

"Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master"

Un arma creada a partir de la imaginación... que saldría tras un "Pacto". La curiosidad de Hitori era bastante grande, aún cuando se lamentaba de no tener su Llave Espada. Pero... sí que podría ser divertido tener un arma así y ver hasta dónde podía llegar sin usar su arma habitual.

Finalmente, el chico guardó el móvil y se adentró en el jardín, donde pronto vio una cara familar: Mickael, uno de los aprendices que se había pasado al bando enemigo. Aunque no tenían sus armas, era posible que el... ¿chico? se guardase algun as bajo la manga, por lo que le observó desde una distancia prudencial. No parecía estar buscando nada en particular, quizá tan sólo estaba esperando por algo o alguien.

Y de pronto, otra joven apareció. Parecía algo enfadada, y se fijó en ambos aprendices. No obstante, a ninguno le dio tiempo a hacer mucho, puesto que de repente el suelo empezó a temblar, como si hubiese un terremoto. Pero no era ningún terremoto... sino un gran Sincorazón que parecía un tanque.

M-mierda... —maldijo Hitori por lo bajo. No podía luchar; ninguno de ellos podía. A menos que...

¿¡Sois Jugadores, no!? —la chica corrió hacia ellos. Parecía que se había dado cuenta de lo mismo que Hitori—. ¿Tenéis un… Pacto entre vosotros? ¡Haced uno conmigo!

No tenemos ningún pacto, así que... ¡está bien, hagamos un Pacto! —Hitori no se fiaba demasiado del aprendiz de Bastión Hueco, por lo que se dirigió tan sólo a la nueva chica. Si el otro quería pactar con ellos, no se negaría, pero no le iba a invitar. "Qué desconfiado me he vuelto...", pensó.

Era hora de realizar el Pacto, y ver qué ocurría con ellos. Aunque un Sincorazón así... el chico estaba seguro de que con la Llave Espada no hubiera podido vencerle. ¿Acaso iba a poder con esos nuevos poderes?
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Vanitasmásde8000 y Death escribió:Vanitas: premio lol

Death: Yaaaaay
¿Qué he ganado?

Vanitas: un nada muy bonito .u.

Death: Bieeeeen
¡He ganado un Nada Bonito!
Descripción: No te permite hacer nada. No da ningún tipo de bonus.
Stats: Fuerza +0, Magia +0, Velocidad +0, Defensa +0, Suerte +0

Lee-kun y Death escribió:-Lee-kun:
http://chzmemeafterdark.files.wordpress.com/2012/02/naughty-memes-untitled7.jpg
-Death:
8<
*Your sanity is reaching lowest levels*
-Lee-kun:
Lol xD
Dotho y su miedo por las vaginas
-Death:
u.u
Las vaginas son más terroríficas que cualquier cosa de Amnesia
-Lee-kun:
No, son pestosas
Pero, saben muy bien (????)
-Death:
Y tienen tentáculos
Y echan babas espaciales que corroen cualquier material
Y además, dicen que si tocas una, absorbe tu alma
-Lee-kun:
Lol
http://youtu.be/5ZXreMV3HQY
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Mickael » Sab Nov 10, 2012 10:04 pm

Mickael se dirigía a entrar en la mansión cuando recibió dos nuevos mensajes:

Primer mensaje:
Jugadores:

Ayer me tomé la libertad de tomar vuestra entrada. ¿Recordáis aquella vidriera que visteis todos en la Plaza? Pues representaba los corazones de los Portadores. Concretamente, de aquellos que poseen vuestra Llave Espada.

Sí, me quedé con vuestras armas. Muy bonitas algunas. Espero que no os importe =D

~ El Game Master


¿Cómo? ¿Sin Llaves-espada? ¿Entonces cómo nos defenderemos de los peligros? ¡Maldita sea! —se quejaba el hombre-rata.

Segundo mensaje:
Jugadores:

No me peguéis, soy nueva en esto. Me olvidé de explicaros muchas cosas =(

Al no tener Llave Espada, necesitáis un arma que será invocada a partir de vuestra alma e imaginación. Sin embargo, para poder llamarla, necesitaréis hacer un Pacto con otro Jugador: hasta entonces no podréis atacar a vuestros enemigos y seréis ligeramente débiles ante los Sincorazón.

Sin embargo, aceptar el Pacto lleva una pega: estaréis atados a vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game. Si este es eliminado y al final del día no habéis encontrado otro, vosotros también caeréis, aunque podréis usar el arma hasta entonces.

¡Ya veréis qué díver!

~ El Game Master


Al leer el segundo mensaje, el aprendiz de Bastión Hueco obtuvo la respuesta a sus preguntas: un arma invocada a partir del alma. Pero el requisito necesario para obtenerla no el hacía ninguna gracia, tendría que colaborar con otros jugadores para poder llevar el juego adelante. Para el hombre-rata, quien había decidido no colaborar con nadie para poder volverse realmente fuerte por su propia cuenta y evitar repetir los errores del pasado, aquella noticia le sentaba como un jarro de agua fría, ¿Qué debería hacer ahora?

Mientras andaba inmiscuido en aquellos sentimientos, una persona, otro de los jugadores, un aprendiz de Tierra de Partida creía recordar, se presentó en los jardines. Mickael reaccionó a la defensiva, no es que tuviese realmente nada contra ellos, pero debía comportarse como un miembro de su bando para poder lograr sus objetivos. Intentó materializar su Llave-espada, hasta que al realidad le hizo recordar lo que se le había explicado antes en aquel mensaje.

Resignado, no sabía que hacer o como actuar cuando otro jugador, otro aprendiz de Tierra de Partida, entró en escena. "Que mala suerte", pensó el hombre-rata, pues ya que tenía que colaborar con alguien, prefería hacerlo con alguien de su bando, por otra parte, él estaba sólo con dos aprendices del otro bando, que quizás hubieran sellado previamente un pacto y ahora se dispusieran a atacarle. No le dió tiempo a sacar más conclusiones, pues inmediatamente un sincorazón gigante que al moverse hacía temblar el suelo se dirigía hacía ellos, dispuesto a aplastarlos.

¿¡Sois Jugadores, no!? —la chica corrió hacia ellos. Parecía no haber entablado contacto con el otro aprendiz a juzgar por sus palabras—. ¿Tenéis un… Pacto entre vosotros? ¡Haced uno conmigo! —lanzó de sopetón.

Mickael quedó confuso, ¿acaso se atrevía a hacer un pacto con un aprendiz del otro bando sin pensarselo dos veces? ¿O acaso no lo sabía? Y además, ¿estaba sugiriendo un pacto entre tres? ¿Acaso era eso posible? Lo cierto es que en las reglas no aaprecía nada especificado. Antes de que el aprendiz pudiese contestar, su compañero se adelantó:

No tenemos ningún pacto, así que... ¡está bien, hagamos un Pacto! —dijo.

A Mickael se le acababa el tiempo para decidir, el sincorazón estaba ya casi encima de ellos.

¡Maldita sea! —se quejó—. ¡Si es posible un pacto entre tres, yo me uno con vosotros, defensores de la luz, aunque sólo sea por sobrevivir! —les explicó.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Zee » Sab Nov 10, 2012 11:04 pm

¿Un Pacto...?

Volví al menú principal del teléfono móvil cuando advertí que había llegado a la final de la lista de Conceptos. Luego, tras revisar que no quedara más que se me hubiese pasado por alto, me lo metí de nuevo en el bolsillo.

Por lo menos la lista de Conceptos había servido de algo. Las pocas preguntas que me quedaban sobre aquel juego habían sido solucionadas por la herramienta que había pasado por alto la primera vez. No fue hasta que llegó un segundo mensaje del Game Master (Ariasu, supuse), que noté la otra opción del menú.

Y ahora me decía que tenía que encontrar un compañero... perfecto. Y el Game Master no mentía: por más que lo intenté, mi Llave-Espada no acudió a mi llamado. Ni una sola gota de sangre.

¿Significaba eso que, realmente, mi Entrada había sido mi corazón? ¿Entonces...?

Némesis... —llamé.

Sin respuesta.

¿E-Elizabeth? ¿Estás allí?

Nada.

¿Era... libre?

Sacudí la cabeza y me concentré en llevar a cabo la tarea que me había impuesto anteriormente, intentando no pensar que aquella situación me había dado una respuesta más al misterio que envolvía a la Locura:

Némesis y Elizabeth, la Locura y la Hechicera, vivían sólo en mi corazón.


Apresuradamente, pues ya había perdido bastante tiempo, comencé a hojear los libros. Comencé por el que me había golpeado, Anatomía del corazón. Nada especial, como supuse. Estudios del corazón respecto a su morfología. Nada más... excepto.

Faltaban varias páginas. 35, para ser exactos, las cuales no eran pocas. Revisé el índice, comprobando que los capítulos habían sido arrancado completos. El primero, el capítulo 12, se llamaba Luz y oscuridad: el origen del corazón. El segundo, por otro lado, había sido tachado con una tinta bastante oscura. Por más que intenté sentir las letras impresas sobre la hoja o verlo a contraluz, no pude adivinar lo que había dicho anteriormente.

Suspiré y me dirigí a la mesa, dispuesto a revisar los demás. Y todos iguales: todos hablaban del corazón. Salvo uno, en realidad, que inmediatamente me llamó la atención por su título:

El mundo: ¿vivo o no?.

"Entonces, si ha quedado claro que de la madre tierra surgen las plantas, que el agua supone el alimento, y que sin el aire no existiría la vida... ¿tendrá el mundo vida propia? Si es capaz de darle sostén a otros, ¿tendrá un corazón propio? ¿Dónde se halla, por qué está oculto, es posible llegar a él...?"

Un destello de comprensión recorrió mi mente, descendiendo por mi espina en forma de un apenas perceptible escalofrío:

El mundo tenía corazón. El cielo era hueco y el mundo tenía corazón.

De pronto, todas las piezas encajaban. Los mundos caían en la oscuridad cuando los Sincorazón se apoderaban de ellos, y buscaban tal meta porque, en esencia, siempre habían estado buscando lo mismo. Un Corazón que devorar. ¿Y cuál podría ser más satisfactorio que el de todo un mundo y la vida que sostenía?

Un escalofrío recorrió mi espalda. Alcé la mirada y, para mi sorpresa, descubrí que alguien me observaba desde la puerta. Un encapuchado de corta estatura, cuyo rostro quedaba oculto bajo sus ropajes oscuros. Asustado, me giré e intenté materializar mi Llave, la cual nunca acudió a mi llamado.

Cuando me había dado la vuelta, no había nadie allí.

Apresurado, y pensando que se trataba de otro jugador, salí de la biblioteca al hall, sin olvidar el libro de Anatomía del Corazón. Y luego, sin saber a dónde dirigirme, eché a correr hacia la primera salida que pudiéseme topar enfrente.

Aproximadamente media hora había pasado. Si quería sobrevivir, necesitaba hacer un Pacto.

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Espero que no haya problema con que me invente las citas textuales.

Pd. ¿Habéis elegido ya pareja off-rol?
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Ronda #3

Notapor Soul Artist » Dom Nov 11, 2012 2:00 am

Los Jugadores que solicitaron un Pacto y lo vieron aceptado fueron alcanzados por un haz de luz que les elevó unos centímetros del suelo, relajando sus músculos y embriagándoles con una potente sensación de tranquilidad, fuese cual fuese su situación. En cuanto la luz desapareciese volverían a estar en alerta por los más que seguros peligros que tenían a su alrededor, pero volvían a sentirse completos.

Recibieron un nuevo SMS, pero no solo eso: al abrir el menú, verían disponible una nueva opción, Estadísticas, con el icono de una espada en él. Si clickaban sobre él, descubrirían su arma, sus "valores" e incluso la habilidad que conocían.

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El nuevo SMS, por su parte, estaba de nuevo enviado por el Game Master. Su lectura le explicaría varias cosas:

¡Enhorabuena, Jugadores!

Ya veo que la mayoría de vosotros ha tomado las riendas y ha realizado un Pacto. ¡Espero que lo os divirtáis con vuestro compañero durante el resto del Reapers' Game.

¡Una pequeña explicación! Ahora tenéis el potencial para ser mejores Jugadores, pero sois un poco debiluchos. ¡Por eso tenéis que lograr PowerUps! Encontraréis una infinidad de ellos por todo el mundo, y además, cuando completéis una Misión se os dará entrega de uno.

También debo deciros que dependiendo de vuestra sincronización con el compañero, podréis realizar una fusión muy poderosa que aniquilará a vuestros enemigos.

¡Buena suerte a todos!

~ El Game Master


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¡Nuevos conceptos!

PowerUp
Objeto pequeño, circular y gris que aumenta las estadísticas de una pareja de Jugadores aplicándolo sobre su arma (Fuerza), pecho (Vitalidad) o frente (Habilidad). Para lograrlos, los Jugadores deben explorar zonas, cumplir objetivos o encontrar eventos.
El máximo número de PowerUps aplicables a cada estadística varía de tres a cinco.

Habilidad
Habilidad especial de cada Jugador. El número de habilidades que ha aprendido es equivalente al número de habilidades que puede usar en el transcurso de un Día.
Off-rol: Las habilidades a aprender ya están seleccionadas de antemano.

Fusión
Ataque muy poderoso de dos o más compañeros que solo es posible usar una vez en un Día. Su nivel de poder variará del Nvl 0 a Nvl 3, siendo 0 poder nulo y 3 máxima potencia. El aumento de poder de la Fusión dependerá de la sincronización con el compañero.
Off-rol: la sincronización equivale a escenas realmente importantes entre ambos durante el Juego. Si tenéis un momento conmovedor durante un Día y yo valoro que merece un Nivel, os lo concederé así pues. Pero señalo que, cuanto más alto es el nivel, más tendréis que esforzaros. Las escenas forzadas y carentes de sentido conociendo a ambos personajes no se verán recompensadas.
Además de ello, vosotros elegiréis qué clase de ataque realizáis entre ambos.


* * *

¿Cómo sabes mi...? —la chica se asustó, pero al ver su cápsula comprendió la situación—. Oh... Encantada, Alec.

Se llevó la mano al móvil y observó los nuevos mensajes para ver la misión por la que le había preguntado Alec. Desgraciadamente para él, negó con la cabeza al ser incapaz de descifrarla.

¡Tranquilo! Si no podemos nosotros, otros lo harán —le animó ella, llevándose la mano a la nariz y dedicándole una amplia sonrisa—. Aunque nunca antes había habido una misión en este Sector, no hasta el séptimo día...

Tras contestar sus dudas, Shiki afirmó con la cabeza e invocó un peluche negro entre sus manos con aspecto de gato. Se abrazó a él e hizo una señal a Alec para que se acercara con ella a la puerta del final del pasillo. Esta se abrió automáticamente nada más estar los dos frente a ella, como si el Pacto hubiese sido la llave para abrirla.

Accedieron a una nueva estancia cuadrada, amplia y más oscura que la anterior. Al final del camino podrían ver otra nueva puerta mecánica, pero Shiki la ignoró: tomó del hombro a Alec y señaló hacia una de las paredes, hacia un orbe de pura oscuridad.

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¡Ese es! ¡El último bloque del nido! —susurró Shiki, incapaz de ocultar su alegría... Aunque aquello de bloque poco tenía—. ¡Si lo destruímos, no habrá más Sincorazón en la mansión! ¡El Game Master no podrá usarlos en nuestra contra el último día!

Sin embargo, en forma de respuesta a la alegría de Shiki, dos sombras en su camino a la mole de oscuridad: dos Sincorazón bípedos, de aspecto humano, se levantaron y clavaron su mirada sobre los dos Jugadores, sedientos de sangre. La chica se echó atrás, asustada, mientras una gota de sudor le recorría la frente.

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¡Estos son muy fuertes! ¡No podemos con ellos! —explicó ella—. ¡Alec! ¡Si tu arma puede atacar a distancia no te concentres en estos, ataca al nido! ¡Yo usaré a Mr. Miau para abrirte el camino!

La joven se centró en su propio combate, distrayendo a uno de los Sincorazón atacándolo con su gato de peluche, que se lanzó a arañarle casi de inmediato con sus bracitos. El Neosombra no tardó en enfurecerse y se lanzó a ella, sabiendo que era el peligro más inmediato e hiriéndola en el hombro.

O la ayudaba, o atacaba a la mole. Pero otro Neosombra esperaba en su camino...

* * *

Xefil salió de la biblioteca, desesperado por encontrar a alguien con quien realizar un Pacto... Pero no llegó más lejos.

Nada más abrir la puerta no accedió a un hall de una mansión, como pensaba que pasaría. Todo lo contrario. Un extraño pasillo de luz se abría ante él, por el cual no tuvo otra opción que caminar hasta llegar al final. Era como aquella vez el día anterior, cuando accedieron al mundo: no podía ver nada claramente entre tanta luz, pero sabía hacia donde dirigirse. Alguien le guiaba de algún modo, le susurraba al oído el camino a tomar... Hasta que llegó al final, donde una luz más especial, la luz del crepúsculo, marcaba su destino.

Se encontraba en la calle, en Villa Crepúsculo, caminando hacia la Plaza de la estación. Si había estado antes en el mundo, sabría que aquel callejón se le conocía como los Altos de la Estación, lugar donde muchos muchachos jóvenes jugaban o hacían algunas compras básicas.

Xefil comía un helado de sal marina mientras subía la cuesta, contento consigo mismo. ¿Cuándo lo habría adquirido? Estaba realmente bueno. No podía dejar de chuparlo, por mucho que quisiera: jamás había probado un helado así, tan delicioso, tan... Genial. Nunca, jamás en su vida desde que había salido de su mundo.

Extraño... Casi no pensaba como si fuese él.

¿Te gusta el helado?

Xefil giró la cabeza para encontrarse frente a frente con un rostro que si bien no le dejó boquiabierto, poco le faltó. Un joven alto que rondaría los veinticinco años le dedicaba una amplia sonrisa. Era musculoso, apuesto, con una perilla realmente destacable... Pero eso no era lo importante. Lo realmente llamativo, lo que activaba todos sus sentidos, era su parche. Un parche negro de pirata.

Estaba junto a Ronin.

¡Ya lo creo! ¡No hay nada así en mi mundo!

Aquellas palabras habían salido de la boca de Xefil, pero ni siquiera se había detenido a pensarlas. Fue entonces cuando, por fin, se dio cuenta de lo que realmente le estaba sucediendo: no tenía control sobre su cuerpo. No podía dejar de caminar, no podía hablar sobre lo que quisiera, ni siquiera podía dibujar en su rostro sorpresa por el reencuentro con el Maestro. ¿Qué clase de hechizo le habían echado encima?

Estos días han sido mágicos —explicó Xefil, zarandeando su helado de sal marina—. Primero visitamos aquel lugar donde los sustos estaban siempre asegurados. Luego, viajamos a tu mundo, donde pude volar por primera vez. ¡Y luego le dimos una tunda a esos hunos metomentodos!

Ronin expulsó una de sus clásicas carcajadas que animaba a cualquier aprendiz siempre que lo necesitaba. Se pasó el dedo por la nariz y se rascó ligeramente. Estaba más lleno de vida de lo habitual...

¿No te arrepientes entonces de haber tomado la Llave Espada?

¿Bromeas? ¡Si puedo seguir luchando como ayer, habrá sido la mejor decisión de mi vida!

Tanto Ronin como Xefil echaron a reír en alto, provocando que algún habitante del mundo les mirara con malos ojos. Siguieron avanzando hasta finalmente llegar a la Plaza, donde, frente a las puertas de la estación de trenes, esperaba alguien sentado en las escaleras. Xefil no tardó en levantar la mano y saludar al desconocido, el cual no dudó en devolverle el saludo.

¿Y qué me dices de él? Imposible no notar que has mostrado mucho interés... —Ronin arqueó las cejas, a lo cual Xefil contestó empujándole con brusquedad.

¡Calla! ¿Es que quieres problemas conmigo?

No, que se une tu novio.

¡Te vas a enterar!

Ronin echó a correr mientras se burlaba de Xefil, a lo cual este contestó persiguiéndole como un niño pequeño. Aquello alegraba el corazón del aprendiz de algún modo, como si aquellas situaciones habituales las disfrutara enormemente...

Finalmente, Xefil alcanzó a Ronin a las puertas de la estación, donde se lanzó a su cuello para derribarle. Increíblemente, logró tirar al Maestro de Maestros al suelo, cayendo encima de él y demostrando su fuerza y, se podría decir, superioridad en cierto sentido.

¡Te volví a ganar! —se burló Xefil, aplastando la cabeza de Ronin con su cuerpo.

Sois peores que unos niños de párvulos...

Xefil levantó la vista, y el rostro que encontró fue aquel que no esperaba ver en mucho tiempo. Aquel que vio sólo una vez, prometiéndole la sabiduría, la verdad, el auténtico horror de los Maestros de Tierra de Partida...

Ryota.

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Xefil le tomó la mano y se levantó de encima de Ronin. También estaba bastante más joven: su mirada estaba llena de energía, aunque con ligeros rasgos de nerviosismo e inseguridad. Sus canas habían desaparecido por completo, y si pelo castaño brillaba con la luz del crepúsculo.

¡Eres testigo, ya le he ganado seis veces esta semana!

Ryota contestó con una sonrisa tranquila.

Bueno, aquella en el comedor de Tierra de Partida de anteayer no la contaría como...

¿A que te doy una tunda?

Ronin echó una de sus carcajadas mientras se levantaba y colocaba su mano sobre Xefil, orgulloso del joven.

¡Témela, Ryota! Yo creo que sería capaz de darle hasta a nuestro Maestro con tal de pelearse con alguien.

Cuánta violencia...

Ambos echaron a caminar hacia el interior de la estación de trenes, quedándose Xefil unos pasos más atrás, pensativo. Se llevó la mano al pecho y sonrió ligeramente.

No es por la violencia por lo que me gusta luchar...

El joven volvió a levantar la mirada, dispuesto a echar a caminar hacia el interior de la estación. Pero no dio un paso más.

Un encapuchado le esperaba enfrente, bloqueándole el paso. Sin duda, era el mismo que había visto en la biblioteca de la mansión: sus ropas negras y su capucha no le permitían a Xefil ver su rostro, pero algo podía asegurar: no era alto.

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Aquellos días fueron inolvidables para ti...

De golpe, toda la plaza comenzó a ser engullida por la luz. La figura desapareció y Xefil volvió a tomar control sobre su cuerpo, mientras veía cómo Ronin y Ryota desaparecían a unos pasos de él, tragados por la luz...

Xefil pestañeó. Cuando volvió a abrir los ojos, vio que se encontraba frente a la puerta abierta de la biblioteca de la mansión, tirado en el suelo.

No sabría decir bien qué había sucedido...

* * *

Hana e Hitori confirmaron su Pacto por su parte, pero ninguno de ambos aceptó en un principio el propuesto por Mickael para crear un grupo. Si querían hacerlo, debía ser cuanto antes.

Desde luego, el Sincorazón no perdió un segundo de su tiempo. Avanzó derribando árboles, con paso lento, y los tres soldaditos que lo montaban cogieron ballestas con las cuales comenzaron a disparar como locos hacia los tres jóvenes, obligándoles a retroceder.

Solo podían hacer tres cosas: entrar en la mansión, huir hacia el jardín delantero... O enfrentarse a aquella gigantesca máquina que, seguramente, les haría papilla antes de siquiera poder dar el primer golpe.

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Faltas: ruan (1)
* Zero, no te contaré falta por esta ocasión porque al ser de México, quizás no tuvieses clara la hora peninsular española. Lo cierto es que debería poner a qué hora termina el plazo allí, culpa mía.

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Fecha límite: 13 de Noviembre, 21.00, hora peninsular.
Próxima ronda: 13 de Noviembre, 23.30, hora peninsular.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor Nell » Mar Nov 13, 2012 2:38 am

Al parecer, no tenían ningún Pacto. Eso contentó a Hana, por supuesto. Así no tenían excusa para negarse a su petición. Y fue breve el momento de duda, puesto que enseguida uno de los chicos se adelantó para aceptar la propuesta. El aprendiz restante también quiso unirse, pero ya era tarde.

Hana no sabía muy bien cómo se hacían los Pactos. Sacó su Pin de Jugador, pero tampoco habría hecho falta. Enseguida, se vio flotando a varios centímetros del suelo, rodeada de luz, albergando un sentimiento que… ¿cómo decirlo? Se le asemejaba, de alguna manera, al mismo que la embriagó cuando obtuvo la Llave Espada. La cual, irónicamente, estaba perdida en ese momento. Aquel Pacto sería, pues, su sustituto, hasta que Hana la recuperara.

Si quieres unirte a nuestro Pacto, está bien, adelante —contestó entonces Hana, encogiéndose de hombros, ante la desesperación de Mickael.

Le daba un poco igual la delicada situación del chico, puesto que ella ya tenía asegurada su permanencia en el juego con el Pacto que acababa de hacer. Pero era innegable que no le tentaba la opción del trío. Cuantos más fuesen, mejor. Además, nada le aseguraba que el otro chico no fuera un completo inútil. Con un poco de suerte, entre los dos se compensarían.

Mi nombre es Hana —comenzó a decir, rápidamente, a su nuevo compañero (o nuevos, si la rata se unía), mientras ojeaba las nuevas aplicaciones desbloqueadas en el móvil—. No me gustan las reglas, ni este estúpido juego, pero las seguiré hasta acabar con quienes nos han metido en él: el gitano y la cabeza-seta —les bautizó brevemente—. Ahora tenemos que…

Se cortó en mitad de frase, porque encontró en el móvil sus Estadísticas. ¿A qué demonios jugaban esos Reapers? ¿Cómo los catalogaban tan fácilmente con números y capacidades? ¿¡Y por qué los suyos eran tan ridículos!?

Más importante aún, y la verdadera razón por la que Hana se interrumpió, fue que había encontrado finalmente lo que le habían arrebatado: la concha. Se había convertido en su propia arma. Lo cual no le hacía mucha gracia, por supuesto, puesto que era un objeto que quería proteger, no ponerlo al alcance de los demás. Ni, mucho menos, mostrarlo abiertamente. Nadie tenía que saber su mayor debilidad.

No obstante, no le quedaría más remedio que usarla. Al fin y al cabo, no tenía un arma mejor. Y ya que habían sido tan amables de dotarla con habilidades, tampoco era plan de rechazarlas.

No importa —finalizó, dejando pasar el anterior comentario—. ¡En lo que tenemos que centrarnos es en eso! —gritó, señalando el sincorazón.

Estaba más cerca que antes. Además, se mostraban sobre él otros sincorazones menores, que no iban a dudar en intentar alcanzarlos con las ballestas de las que disponían.

¿Qué hacer en una situación tan crítica? Hana no los quería como enemigos, desde luego. Por otro lado, bordear la mansión podía ser un arma de doble filo: les alejaría del enemigo, pero estarían al alcance de las flechas durante la huida. Y, por último, tenían la opción de entrar a la mansión. La chica rechazaba categóricamente la idea, pero parecía ser la alternativa más segura. Incluso si el sincorazón era capaz de derribarla, disponían de unos cuantos segundos de ventaja en los que no serían sus blancos.

¡Vosotros! —les llamó, mordiéndose previamente el labio inferior por la desagradable “orden” que iba a dar—. ¡Vamos dentro! ¿¡Sabéis dónde está la otra salida!? —no se veía ninguna puerta en los límites de la mansión, así que Hana dio por hecho que no estaba en la entrada principal—. ¿Sí? ¿No? ¡Da igual! ¡Habrá que encontrarla!

Y si no les daba tiempo a atravesarla a tiempo… Pues, bueno, su vida no había sido muy larga, pero al menos fue intensa mientras duró.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 1

Notapor LightHelco » Mar Nov 13, 2012 3:24 am

El pactó se realizó bastante rápido y tan pronto como acabó recibí un nuevo mensaje felicitándome a mí y a otros que pudieran haberlo realizado, también apareció una nueva sección en el móvil en la que hablaba sobre mis…¿estadísticas?

Shiki también miró su móvil para comprobar la misión de hoy, pero desafortunadamente tampoco supo descifrarla.

¡Tranquilo! Si no podemos nosotros, otros lo harán —intentó animarme siendo optimista, aunque no estaba seguro de si alguien más estaría en aquel lugar —. Aunque nunca antes había habido una misión en este Sector, no hasta el séptimo día...

Levanté la vista del aparato ante aquella noticia, quizá fuera esa la razón por la que hubiese salido de aquella forma el mensaje. Prefería no darle más vueltas y hacer lo que la niña me había pedido, acabar con el nido.

Desde la puerta Shiki me hizo una seña para que me diese prisa, aunque no se para que lo quería si la puerta estaba cerrada… ¿o no? Para mi sorpresa está se abrió sin problemas, como si hacer el Pacto la hubiese desbloqueado. Aquello me resultaba más extraño a cada paso.

La siguiente habitación resultó ser cuadriculada y bastante oscura en comparación a la anterior, era algo espaciosa, por lo que si nos atacaban tendríamos sitió para luchar con comodidad. Shiki se acercó a mí para mostrarme algo, fue en ese momento cuando vi que ahora llevaba un peluche negro con forma de gato. El objeto a mostrar fue una especie de bulto negro que se hallaba pegado a una pared.

¡Ese es! ¡El último bloque del nido! —susurró Shiki, aunque más que bloque parecía un moco—. ¡Si lo destruímos, no habrá más Sincorazón en la mansión! ¡El Game Master no podrá usarlos en nuestra contra el último día!

Bien, eso haría que los otros portadores que pudiesen estar aquí cumplieran la misión mas tranquilamente —añadí bastante aliviado de saber que al menos en aquel lugar no íbamos a tener Sincorazones —. Entonces no perdamos el tiempo y acabemos con ese nido.

En el momento en que di un paso dos Sincorazones negros aparecieron frente al nido impidiéndonos acercarnos, los pude reconocer como Neosombras, unos Sincorazón bastante poderosos. ¡Vaya!, al final leer todos esos libros iba a valer la pena.

¡Estos son muy fuertes! ¡No podemos con ellos! ¡Alec! ¡Si tu arma puede atacar a distancia no te concentres en estos, ataca al nido! ¡Yo usaré a Mr. Miau para abrirte el camino!

¿Mi arma? Ahora que no tenía la Llave Espada me encontraba totalmente desarmado y no estaba seguro de si aquella nueva arma que me habían entregado con el Pacto iba a ser suficiente. Iba a decirle algo, pero la chica ya estaba luchando junto a su gato de peluche contra uno de los Sincorazón, mientras que el otro parecía esperar a que yo diese el primer paso.

¿Pero cuál era esa arma? Toqueteé el móvil rápidamente para mirarlo, no tenía mucho tiempo antes de que Shiki cediera o la Neosombra se lanzara a por mí, necesitaba algo útil y deprisa…

¿Cartas? ¿Mis armas son… cartas?

Una sonrisa apareció en mi rostro a la par que guardaba aquel aparatejo en mi bolsillo e invocaba las trece cartas que componían el palo de Corazones en la otra. Aquello iba a ser interesante.

Separé tres cartas del resto, las tres empezaron a aumentar su tamaño volviéndose tan grandes como yo, el restó las preparé para lanzar contra el nido. Con un movimiento de mano, dos de los gigantescos naipes se lanzaron contra el Sincorazón para aplastarlo e impedirle el avance, la tercera quedó a mi espalda lista para ser usada como escudo en caso de que algo fallase. Las últimas diez acabaron volando dirección al bulto para clavarse en él y destruirlo.
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