[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Sector 3 - Ocaso

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Soul Artist » Sab Dic 22, 2012 1:00 am

¿¡Que Alec ha qué?

Fátima, Fyk, Yagami, Xefil, Maya, Ragun y Light despertaron con los gritos de Neku. El chico parecía estar histérico, con la mano colocada sobre su frente y el teléfono móvil colocado frente a él, con los cascos para escuchar a quien quisiera que estuviese hablando.

No habían despertado en la estación de trenes del sector en el que estuviesen. En absoluto: los ocho Jugadores se encontraban frente a las puertas de un imponente casino que otros ya habían visitado con anterioridad. Si consultaban sus móviles, comprobarían que estaban en el Sector Ocaso; Maya y Xefil no habían acabado muy lejos, después de todo.

Vale, Shiki, tranquila —Neku suspiró, intentando concentrarse—. Si Alec estuviese eliminado, a ti te habrían mandado de nuevo al interior de las cápsulas, no afuera. Creo que si estás ahí es una señal. Espera a que Alec aparezca y...

Neku giró ligeramente la cabeza y vio a los Jugadores despiertos y levantándose del suelo, preparados para un nuevo Día. Chasqueó la lengua y volvió a darles la espalda, dirigiéndose hacia su celular.

Te llamo luego. Sólo espera.

El chico colgó y se giró hacia ellos, centrándose en Fátima. En completo silencio le colocó la pantalla de su teléfono móvil en el rostro, con una misión en mayúsculas, distinta a lo que estaban acostumbrados en los dos días anteriores:

JUGADOR:

VE AL CASINO Y ENVÍA POR 010100110100110101010011 EL DISCO A SHIKI.

Y MÁTALE.

~EL GAME MASTER

Tenemos una misión clara —señaló el chico, retirando su teléfono y guardándoselo en el bolsillo—. Y creo que ellos deberían venir también. Convéncelos.

Neku se separó de Fátima y se dirigió hacia la puerta del casino, donde se colocó de espaldas a estas y aumentó el volumen de su música para distanciarse de ellos todo lo posible mientras la joven intentaba convencerles. O quizás ignorara la orden de su compañero: allí estaba sucediendo algo extraño. Si cualquiera de ellos comprobaba sus teléfonos, verían que no había misión alguna. Ni la que el chico les había mostrado ni ninguna otra. Cero mensajes nuevos.

Pero no tendrían que preocuparse. A los pocos segundos de que Neku les dejara solos, los siete Jugadores recibieron un SMS que se contradecía por completo con el del otro Jugador: este, además, estaba bien escrito. Pero no era precisamente relajante.

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra

Neku no dijo nada. Ni siquiera parecía haber recibido el mensaje: sólo continuó escuchando su música a máximo volumen, incapaz de escuchar nada de lo que le dijeran. Ignoraría a cualquiera de ellos, hiciese lo que hiciese, hasta pasado un rato.

Cuando una parte del grupo se hubo ido o todos hubieran decidido entrar en el susodicho casino, Neku volvió a abrir los ojos y bajó el volumen de sus cascos. Clavó su mirada en Fátima: si iban todos o la mayoría, le sonreiría de mejilla a mejilla. Si, sin embargo, iba sólo una pareja o ninguna, se lo reprocharía en silencio, sabiendo que había fallado.

Vamos.

Neku abrió las puertas del casino de par en par, preparado para entrar.

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Recordatorio:
Todos tenéis un PowerUp extra por completar la misión del día anterior.
Algunos tenéis PowerUps acumulados de antes.
Zero: tu caso es especial. Te has juntado con alguien que antes ya tenía dos PowerUps usados. Como la nivelación debe ser dada, debes subir de golpe esos dos PowerUps y además gastar los que ya tenías de antes. Es decir... Tienes que usar seis PowerUps de golpe.

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Fecha límite: 24 de Diciembre, 17:00 p.m., hora peninsular.
Fecha de la próxima ronda: 25 de Diciembre, hora desconocida (madrugada).

Recuerdo a los presentes que no permito ningún post más allá de la hora.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Suzume Mizuno » Sab Dic 22, 2012 7:56 pm

Cuando Fátima despertó, alertada por el tono de alarma en la voz de Neku, se incorporó y miró a su alrededor. Para su sorpresa, había bastante gente con ellos. Entre ellos, el niño azul de antes, su “simpático” compañero. Por lo demás, se encontraban en una… ¿estación de trenes?

Examinó su móvil y leyó un mensaje que no entendió; la Game Master hablaba de un disco…

Vale, Shiki, tranquila —Fátima prestó de nuevo atención a Neku. Ahora que lo pensaba, ¿no había nombrado a Alec? No estaba segura porque todavía andaba algo dormida, pero, desde luego, si estaba hablando con Shiki…—. Si Alec estuviese eliminado, a ti te habrían mandado de nuevo al interior de las cápsulas, no afuera. Creo que si estás ahí es una señal. Espera a que Alec aparezca y...

Fátima se quedó perpleja.

“¿Eliminado? Pero, ¿qué les ha pasado?”

Percatándose por primera vez de que no estaba solo, Neku chaqueó la lengua con irritación y se acercó a Fátima.

Oye, ¿qué le ha pasado a Alec? —preguntó—. ¿Está Shiki bien? ¿Qué ha…?

Pero no llegó a completar su pregunta; con brusquedad, Neku le plantó el móvil frente al rostro para que pudiera leer un mensaje escrito con mayúsculas.

Lo primero en lo que pensó fue que el tono del mensaje era muy, muy distinto a los anteriores. Además, ¿”el” Game Master? Estaba segura de que siempre había firmado como “la” Game Master, usando además un tono irritantemente alegre… Además, extrañamente, no había ningún límite de tiempo. Luego reparó en la tajante orden: Y MÁTALE. ¿Matar a quién? ¿Alguien les estaba esperando en el casino?

Tenemos una misión clara —Neku se guardó el móvil y añadió, o más bien debería decirse “ordenó”:—. Y creo que ellos deberían venir también. Convéncelos.

¿Qué? —se señaló con un dedo, y luego miró hacia los jóvenes—. ¿Pero cómo quieres que yo…?

Sin embargo, Neku le dio la espalda y volvió a aislarse con su música.

Fátima apretó los labios y se reprimió para no lanzarse a cogerle del brazo y cantarle las cuarenta. ¡Ni se había molestado en decirle qué demonios le había ocurrido a Alec!

En vez de ello exhaló un quejido que no hacía justicia, en absoluto, a la frustración que le hacía sentir Neku.
Y encima el niño dándome órdenes. ¿Quién se ha creído que es?

Pero aun así se dirigió hacia el grupo.

Perdón —les llamó la atención, sintiéndose francamente estúpida. Pero a medida que pensaba, se daba cuenta de lo urgente que podía ser ir al casino: no sólo porque Neku, tan amigo de Shiki, prefería hacerlo ir a echarle a su amiga, sino porque tenían que enviarle un disco a Shiki. Todo estaba relacionado, aunque no acertaba a ver mucho más allá de que debían darse prisa. Como de costumbre—. La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

En ese momento, todos recibieron un nuevo mensaje. Fátima se quedó de piedra al leerlo y se volvió hacia Neku. Pero su compañero no parecía ni haberse dado cuenta. Apretó las mandíbulas.

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave —intentaba hablar con seguridad—. Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… —pensó si decirles que Andrei era uno de sus objetivos. Quizás les asustara saber que tenían que enfrentarse a un Reaper. Aun así, lo admitió en voz alta y añadió:—, pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku —miró de reojo al chico y pensó, con angustia, en qué ocurriría si iban sólo ellos dos a enfrentarse a Andrei.

Desde luego, se lanzaría como un loco a matarlo, como había pasado durante su primer encuentro. Y al final acabarían eliminándolos a los dos. Como dudaba mucho que fuera a convencerle de no acudir al casino, se reafirmó en su decisión: necesitaba llevar a todos los que pudiera consigo:

Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana —esperaba que eso les sirviera como acicate. Pero, por si acaso, decidió insistir:—. Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

Esperó, con angustia, cruzando los dedos a la espalda. Por favor, que aceptaran.

Entonces hubo varios que se mostraron dispuestos a ir al casino. Sonrió, y les dio las gracias. Sólo entonces se percató de que no conocía a la mayoría por sus nombres y después de presentarse preguntó por los mismos.

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino—continuó—.Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión—cómo, no lo sabía. Suponía que Neku sí—,la cuestión es que llegue a nuestras manos... Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Se quedó callada, escuchando las posibles sugerencias de cómo actuar. Si se llegaba a un consenso por mayoría, ella también estaría de acuerdo (¿qué iba a hacer, si no?).

Luego se dirigió hacia Neku, que sonreía, y Fátima le devolvió el gesto. Pero no se paró a valorar los cambios de humor del chico o la forma que tenía de relacionarse con los demás, sino que le preguntó, de nuevo, por Shiki y Alec:

—¿Qué les ha pasado? ¿Está bien Shiki?

Mientras tanto, sacó los tres power up que había ganado el día anterior; el que le pasó Neku después de vencer al Sincorazón, el que le había entregado el niño… y el de la misión. Se aplicó dos a su “arma”, y con el tercero titubeó. Pero al final decidió que si iban a enfrentarse a Andrei, más le valdría tener toda la vitalidad posible.

Vamos. —dijo Neku entonces.

Cuando el joven abrió las puertas del casino y Fátima miró por encima de su hombro hacia los otros jugadores. Después respiró hondo y fue tras Neku.

Cuando el joven abrió las puertas del casino y Fátima miró por encima de su hombro hacia los otros jugadores. Después respiró hondo y fue tras Neku.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Light » Dom Dic 23, 2012 4:11 am

¿¡Que Alec ha qué!?

¿Alec?

¿Había escuchado bien? ¿O sería su imaginación, un simple sueño?

Los gritos incrédulos del joven pelirrojo serían los que conseguirían despertar a Light de su sueño, y no sería el único, no. Ragun y otras parejas de aprendices se hallaban allí mismo también, despertando del letargo para comenzar el tercer día del Reaper’s Game.

Aún medio dormido, Light abrió los ojos lentamente y se reincorporó un poco, sin levantarse completamente del suelo. Observó rápidamente su entorno y no tardó demasiado en percatarse de su localización: se encontraban en las proximidades del casino de Villa Crepúsculo, justo delante de sus puertas.

También se fijaría en las parejas de aprendices que les acompañarían, y obviamente, reconocería a la mayoría de ellos.

¿Xefil? ¿Maya? ¡Estáis bien! Es… ¡Es bueno saber que aún no os han eliminado!—exclamó el joven Light, sorprendido y muy dichoso por encontrar a sus amigos de una pieza. Aparte de ellos, el muchacho sólo tendría que girarse un poco para percatarse de otro… conocido—. Y Yagami también está aquí… —añadió con un tono de voz más bien amargo e indiferente; estaba claro que nunca había sido de su agrado.

Un azul y pequeño alien se encontraba allí también, al igual que otra aprendiza que era desconocida para él, pero ni Kousen ni ninguno de los aprendices del día anterior había despertado con él, excepto su compañero Ragun, lógicamente.

Un Ragun que se comportaba de una manera sospechosa.

Joder… —susurró Ragun, ocultando parte de su rostro.

¿Ragun? ¿Te encuentras bien? —preguntó Light en alto; lo suficiente para que los demás pudieran escucharle.

¿Quieres callarte? Estoy ocupado —respondió, pero realmente no parecía estar haciendo nada interesante…

¿Ocupado? —volvió a preguntar Light, extrañado y con una ceja alzada. ¿Por qué se mostraría Ragun así? ¿Estaría… avergonzado por su patético disfraz? Light desvió la vista hacia Xefil y rápidamente volvió a fijarse en Ragun, con una sonrisa pícara—. Oh, ya lo entiendo. ¿Así que ese disfraz echaría por tierra toda la fama de la estocada oscura?

Como vuelvas a hablar te arrancaré la piel a tiras —comentó a modo de broma, cruzándose de brazos.

¡Venga, Ragun! —exclamó enérgico, ignorando descaradamente la falsa amenaza de su compañero y levantándose del suelo. Si Xefil y los demás seguían sin escucharle, seguramente ya tenían graves problemas de audición. El muchacho estiró ambos brazos y soltó un prolongado bostezo matutino. Después, añadió—: ¡Vamos a sobrevivir hoy también!

¡Viva…! —contestó con clara desgana e ironía.

Se llevarían genial, sí… en alguna vida pasada, si eso.

A continuación, Light se aproximó a Xefil y Maya para continuar la conversación que antes podrían haber iniciado de no haber sido por Ragun.

Chicos. Creo que lo mejor sería que cooperáramos todos juntos durante el día de hoy. Ya que nos hemos reunido, tendríamos que aprovechar al máximo este golpe del destino. Ah, por cierto…

>>¿Sabéis algo de Nadhia? ¿Y de Alec? Espero que estén bien…

Después de la destrucción de las vidrieras, a manos de Ariasu, los cuatro aprendices se habían separado y Light no había vuelto a saber de ninguno de ellos. Esperaba… que no hubieran fallado. Esperaba que siguieran con vida en aquel juego tan cruel, y tan, tan…

Estúpido…

Estúpidos de Bastión Hueco —añadió, sin importarle que Ragun estuviera allí mismo—. Realmente son unos imbéciles. Todos ellos. Se atreven a utilizar a los aprendices de su propio bando como juguetes, ¡pero más estúpidos son aquellos que se han unido a ellos por las ansias egoístas de poder únicamente! Ahora tendrán su merecido.

Nadie podría decir que Light tenía pelos en la lengua…

¿Y en qué consistirá la misión de hoy? ¿Otro pilla-pilla? En serio. Esto es ridículo, esto es…

Perdón —la aprendiza de cabello oscuro desconocida para él se dispuso a intervenir en la conversación. Light exhibió su cortesía interrumpiendo lo que tenía que decir, y se limitó a escuchar a la joven del kimono—. La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

¿Ah, sí? Pues vamos todos juntos hacia el casino, ¿a qué estamos esperando? —afirmó Light, sin percatarse del simple hecho de que aún no habían recibido misión alguna en sus teléfonos móviles…

Hasta ahora.

De repente, todos los móviles sonaron al unísono. Aquello solo podía significar una cosa, sí…

La misión del tercer día.

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra


¿Cómo? ¿Andrei Saavedra era el remitente del mensaje?

Y no sólo eso. ¿No les había dicho Fátima que la misión consistía en entrar en el Casino? Andrei parecía no estar conforme con la entrada de los jugadores en ese lugar.

Light guardó el móvil en uno de sus bolsillos y orientó su mirada confundida hacia la joven del kimono, que se hallaba igual de incrédula que él.

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave. Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… —se quedó callada de imprevisto, como si estuviese a punto de contarles algo de lo que se pudiera arrepentir. Light, pensativo, se cruzó de brazos tras la interrupción de Fátima. ¿Se había quedado en blanco? ¿O estaría ocultando algo? Si iban a trabajar juntos, ocultar cualquier dato de importancia relevante podría resultar fatal en la cooperación—… pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku.

¿La orden de matarle iba dirigida hacia él? ¿No tenían todos los jugadores la misma misión? Aunque claro… esa misión no era como las demás, qué va…

La había diseñado un Reaper, y no la Game Master.

Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana —Light se rascó la sien no muy convencido mientras escuchaba sus suplicas. Aquella no era su misión al fin y al cabo, aunque… tampoco podía dejar tirada a aquella chica sin más—. Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

En aquel momento, Light se dio cuenta de la habilidad persuasora de la astuta aprendiza; realmente estaba desesperada por entrar en el lugar. Ella y el muchacho pelirrojo estaban completamente solos, y eso no era todo, sino que su último argumento realmente era lo mejor de todo: ahora que se habían reunido muchos aprendices, podrían unirse todos ellos para igualarse con el Reaper en la batalla, ¡e incluso podrían vencerle!

Pero sabía que, de todas maneras, esto último no sería fácil.

Tienes razón en eso último, pero no te olvides de lo que nos hizo Andrei tras arribar en Villa Crepúsculo. Nos inmovilizó a los treinta aprendices como si nada y se dedicó a jugar con nosotros —pronunció con amargura, realmente había sido una experiencia patética—. Es muy probable que no salgamos vivos de esta si entramos, ¿entiendes? Pero…

Permaneció en silencio, con la mirada perdida y la boca abierta. No era su misión, sí, pero esos dos no tendrían posibilidad de sobrevivir, y nadie merecía morir en un juego tan cruel…

Joder… ¡Qué demonios! Venga, por mí podemos entrar en el Casino. Contad conmigo.

>>Ah, y para los que no me conozcan. Me llamo Light, Light Hikari. Encantado.

Después de que todos pusieran en común todas sus opiniones, confirmaran sus decisiones y se presentaran, planearían la estrategia a seguir para sobrevivir.

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino. Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión, la cuestión es que llegue a nuestras manos —dejó caer la muchacha. ¿Ir a buscar el disco mientras los demás arriesgaban su vida luchando contra Andrei? ¿En serio? Light levantó la cabeza y suspiró, decepcionado—. Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Light ladeó la cabeza de arriba abajo, afirmando su última sugerencia y negando la primera.

Tal como has dicho antes, lo inteligente sería aprovechar la ventaja numérica que poseemos hoy para eliminar al Reaper. Si nos tenemos que enfrentar a Andrei, lo haremos todos juntos. Es lo más seguro, lo más eficaz y lo más rápido. Si nos dividimos, nuestras fuerzas lo harán también, y a Andrei no le costará deshacerse de nosotros.

Tragó saliva. ¿Habría tomado la decisión incorrecta? Y si… ¿se dirigían hacia un suicidio seguro? La misión de Neku y Fátima… ¿realmente tenía que importarles algo? La misión de esos dos llevaba la firma del Game Master, y en cambio, la suya había sido escrita por Andrei; el Reaper que les amenazaba. ¿Carecería esta última de validez? ¿Sería un simple farol? Y lo más importante…

¿Podrían fiarse de Fátima? ¿Y de Neku? Después de las interrupciones y sugerencias de ésta, confiar en ella resultaba claramente difícil.

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Este no va a ser mi último post, haré otro durante esta ronda, y en él especificaré la distribución de la utilización de los Power Ups.
Ah, y por supuesto, no hace falta que recuerde que Sombra y yo planeamos nuestros diálogos previamente xD
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Sombra » Dom Dic 23, 2012 6:31 pm

Nada más abrir los ojos, por culpa de los gritos de un chico-zanhaoria al cual ignoré me di cuenta de que aquel día había coincidido con demasiada gente que se me hacía muy familiar. Xefil, Fyk, aquella bruja novata cuyo nombre no recordaba... En definitiva, gente con la que prefería no juntarme mucho.

Hacía bastante que no tenía noticias suyas y no había hablado con ellos apenas desde mi traición. No me apetecía que me interrogasen por los motivos de mi cambio de parecer.

Bueno... Me alegraba que estuviesen bien... Aunque ahora que lo pensaba... No estaba tranquilo, no después de haber visto en los monitores a Nadhia y Saeko en peligro.

¿Xefil? ¿Maya? ¡Estáis bien! Es… ¡Es bueno saber que aún no os han eliminado!—se alegró mucho mi compañero. Casi me sorprendió el que no se hubiese abalanzado contra ellos—. Y Yagami también está aquí…

Joder… —dejé escapar. Me llevé la mano a la cara. De verdad no me apetecía nada encontrarme con aquellos aprendices.

¿Ragun? ¿Te encuentras bien?

¿Quieres callarte? Estoy ocupado —contesté de mala gana cogiendo mi teléfono móvil y comprobando en donde nos encontrabamos; "Sector 3".

¿Ocupado? Oh, ya lo entiendo. ¿Así que ese disfraz echaría por tierra toda la fama de la estocada oscura?

Como vuelvas a hablar te arrancaré la piel a tiras —reproché. No tenía nada que ver con eso, me daba igual que me viesen vestido de aquella manera, pero simplemente sentía que no podía mirar a la cara a aquellos a los que había traicionado.

¡Venga, Ragun! —se levantó del suelo para luego soltar un prolongado bostezo, un poco maleducado hacer eso en público, ¿no?— ¡Vamos a sobrevivir hoy también!

¡Viva…! —respondí alzando un poco el puño sin darme cuenta de las pocas ganas que tenía. Aquellos cambios bruscos de escenario me estaban pasando factura.

De una colina al muro de una mansión, del bosque a la calle, en una ciudad... Tanta vuelta me iba a marear.

Chicos. Creo que lo mejor sería que cooperáramos todos juntos durante el día de hoy. Ya que nos hemos reunido, tendríamos que aprovechar al máximo este golpe del destino. Ah, por cierto…

>>¿Sabéis algo de Nadhia? ¿Y de Alec? Espero que estén bien…

Tragué saliva al escuchar el nombre de Nadhia y aparté la mirada del grupo. Me levanté del suelo sin poder evitar volver a recordar una vez más a aquellas dos enfrentándose al monstruo blanco.

Estúpidos de Bastión Hueco —insultó de la forma completamente expotanea.

Gracias, Estúpido-De-Tierra-De-Partida.

Realmente son unos imbéciles. Todos ellos. Se atreven a utilizar a los aprendices de su propio bando como juguetes, ¡pero más estúpidos son aquellos que se han unido a ellos por las ansias egoístas de poder únicamente! Ahora tendrán su merecido.

Ni me interesaba aquello, yo hacía lo que quería. Si alguien tenía problemas con ello podía irse si quería. No me sentía ligado a ningún bando, podría traicionar a cualquiera de los dos en cualquier momento si apareciese otro grupo que me resultase más conveniente.

Sí, yo era como una serpiente... muy traicionero.

¿Y en qué consistirá la misión de hoy? ¿Otro pilla-pilla? En serio. Esto es ridículo, esto es…

Perdón —una chica de cabello negro que no estaba nada mal se acercó al grupo interrumpiendo a la sarta de gilipolleces de mi "querido" compañero, ¿no la había visto antes? Halloween... Cierto, la había visto con Ivan Kit—. La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

¿Ah, sí? Pues vamos todos juntos hacia el casino, ¿a qué estamos esperando? —decidió repentinamente mi compañero casi como si yo opinase igual.

Aquí hay algo raro...


Ella había dicho que la misión era entrar al casino... Sin embargo se supone que siempre se recibían a la vez las misiones... ¿Por qué ella iba a tener primera la misión?

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra


Aquella misión no tenía sentido. Era lo único que podía pensar. Sin embargo, nosotros solo teníamos la misión de no ir al casino... Pero si el Reaper insistía en que no fuesemos era por algo, algo que posiblemente pudiese arruinar el jueguecito.

Quizás fuese interesante entrar. Por una vez, estaba de acuerdo con Light en entrar a aquel casino... Aunque no supiese que era eso.

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave. Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… —bueno, de todos modos ella tenía razón. Iban a intentar eliminarnos de todos modos... ¿Por qué no intentar nosotros hacer aquello mismo con ellos? No era mala idea para nada... Total, aquel Andrei nunca me había caído bien—… pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku.

¿Solo al cabeza de Zanhaoria? Eso era... raro. ¿Acaso era especial? Pensandolo bien... No me sonaba de nada, ni siquiera le había visto en Tierra de Partida... ¿Era un novato? Light no parecía conocerle...

No era de confianza.


Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana. Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

Tienes razón en eso último, pero no te olvides de lo que nos hizo Andrei tras arribar en Villa Crepúsculo. Nos inmovilizó a los treinta aprendices como si nada y se dedicó a jugar con nosotros —aquello era verdad, pero su poder parecía estar ligado al azahar en cierto modo, era posible que algunas de sus cartas tuviesen debilidades, tenía que tener algún punto débil, como todo—. Es muy probable que no salgamos vivos de esta si entramos, ¿entiendes? Pero…

Joder… ¡Qué demonios! Venga, por mí podemos entrar en el Casino. Contad conmigo.

>>Ah, y para los que no me conozcan. Me llamo Light, Light Hikari. Encantado.

Supongo que yo también iré —hablé por primera vez para que todos me escuchasen.

A diferencia de Light no me presenté. Tampoco es que hiciese mucha falta ya que la mitad de ellos me conocían de sobra.

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino. Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión, la cuestión es que llegue a nuestras manos. Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Light ladeó la cabeza de arriba abajo, afirmando su última sugerencia y negando la primera.

Tal como has dicho antes, lo inteligente sería aprovechar la ventaja numérica que poseemos hoy para eliminar al Reaper. Si nos tenemos que enfrentar a Andrei, lo haremos todos juntos. Es lo más seguro, lo más eficaz y lo más rápido. Si nos dividimos, nuestras fuerzas lo harán también, y a Andrei no le costará deshacerse de nosotros.

Es evidente que es mejor matarle entre todos —comenté sin tapujos—. Alguno debería esconderse y atacarle por la espalda, con una espada o algo así. Atravesarle. Sin esperar a que diga nada, atacar sin previo aviso, sin que pueda actuar.

Metí mi móvil en el bolsillo donde noté algo circular. Saqué el objeto y lo miré. Por su forma circular y color grisaceo reconocí aquello como un Power Up.

Me lo pasé por la frente sin dudarlo.

Luciérnaga —llamé a Light. En cuanto me mirase le lanzaría el objeto para que él también pudiese utilizarlo.


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Como dijo Light, yo también tendré segundo Post.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor VaniRoxy801 » Lun Dic 24, 2012 12:37 am

¿¡Que Alec ha qué?

Me sobresalté al oír aquellos gritos. Tras despejarme un poco me di cuenta de que había vuelto a quedarme dormido, como al final del primer día. ¿Significaba eso que había logrado sobrevivir al segundo día? Eso parecía… pero de nuevo había sobrevivido por muy poco, al límite de mis fuerzas.

Me costaba recordar lo que había pasado el día anterior. Mis últimos recuerdos estaban bastante borrosos… recordaba que la Maestra Lyn había aparecido, el resto, no lo tenía nada claro. Me venían extrañas imágenes muy borrosas que no lograba reconocer… un… ¿un dragón?

Sacudí la cabeza intentando volver a la realidad, observando que de nuevo, había cambiado de lugar y de compañeros. Fyk seguía estando a mi lado, tal y como iba a estarlo durante el resto del juego, pero el resto eran diferentes, aunque no todos.

El chico que nos había despertado a voces era el mismo que escuché hablando en los túneles el día anterior, y su compañera de juego parecía estar también presente, sentada no muy lejos de mí, recién despierta.

Light también estaba allí, otro chico que no le sonaba haber visto, una niña con sombrero y… ¿Shinju? No, no era Shinju… pero llevaba su mismo traje… y era un tío. ¿Qué clase de motivos le habían llevado a ponerse eso? Aunque, extrañamente me sonaba haberle visto antes…

Vale, Shiki, tranquila. —continuó— Si Alec estuviese eliminado, a ti te habrían mandado de nuevo al interior de las cápsulas, no afuera.

¿Alec eliminado? Bueno, a lo mejor no… Bastante improbable de hecho, conocía de sobras a Alec, no iba a dejarse eliminar tan pronto. Aunque parecía estar en apuros…que raro… ¿por qué me estaba preocupando?

Creo que si estás ahí es una señal. Espera a que Alec aparezca y...

El chico de los cascos se giró para descubrir que estábamos despiertos y seguramente habíamos oído la conversación. Chasqueó la lengua y habló por última vez por el teléfono antes de colgar.

Te llamo luego. Sólo espera.

Oye, ¿qué le ha pasado a Alec? —le preguntó la chica—¿Está Shiki bien? ¿Qué ha…?

Neku dirigió hacia su compañera para mostrarle en la pantalla del móvil algún tipo de mensaje que no pude ver desde donde estaba. Mientras, los demás aprendices parecían estar discutiendo sobre algo, sobretodo Light y su amiguito del vestido de sirvienta.

Tenemos una misión clara. —le dijo mientras volvía a guardar el móvil—Y creo que ellos deberían venir también. Convéncelos.

¿Qué misión? No había poder ver la pantalla de su móvil, pero comprobando el mío descubrí que no tenía ningún mensaje nuevo, al menos por ahora. Neku parecía muy interesado en entrar en el casino, aunque le había cargado el marrón de convencer al resto a su compañera, que empezó a hablarnos a todos algo nerviosa.

Perdón. —dijo para llamar nuestra atención— La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

¿”EL” Game Master? Si la memoria no me fallaba, el resto de misiones las habíamos recibido por parte de LA Game Master, que no era otra que la Maestra Ariasu. Aparte, ninguno de nosotros parecía haber recibido ningún mensaje aún…Justo en ese momento, mi teléfono vibró indicando la llegada de un nuevo mensaje.

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra


El mensaje era de Andrei, Reaper y aprendiz de Bastión Hueco. ¿Qué sentido tenía que nos mandase él la misión? Y vaya misión… NO entrar en el casino…Bajo riesgo de eliminación.

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave. —siguió la chica con su discurso— Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… —hizo una pequeña pausa—pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku.

Por lo que estaba diciendo, parecía que el mensaje que había recibido Neku en primer lugar y que le había enseñado después a ella le ordenaba matar a Andrei. Y por otra parte, Andrei nos había mandado un mensaje diciendo que no nos acercásemos al casino donde seguramente se encontraba él.

Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana. —siguió insistiendo— Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

Ahí llevaba razón. Si lográbamos eliminar a los Reapers podríamos tomarnos el juego con más calma e incluso romper las reglas. Aún así, sabía de sobras que el potencial de Andrei era algo a tener en cuenta. Ya le había visto actuar, y estaba convencido de que no le costaría nada eliminar a alguno de los nuestros, pero… ¿podría contra los ocho? Bueno, eso teniendo en cuenta que los ocho estuviésemos dispuestos a entrar…

Miré a Fyk de reojo. Por su cara parecía dispuesto a entrar, la chica que nos habló y alguno de los allí presentes parecían ser sus amigos y se le notaba que quería intentar ayudarles. Yo sin embargo, seguía con dudas. Por una parte, quería seguir con el mismo plan que el día anterior. Ir por libre y buscar PowerUps necesarios para fortalecerme… pero el visto el fracaso de la otra vez…

Tras separarnos de los túneles nos habíamos encontrado con una Entrevista Reaper y después en los callejones no tuvimos nada que hacer contra la seta morada. Estuvo a punto de matarme, por culpa de mi vínculo con los sincorazón. ¿De qué me servía controlar a los sincorazón si yo sufría sus daños? ¿Qué diferencia había entre mi arma y atacar de frente en persona? No tenía ninguna ventaja… No podía ser más poderoso… Era débil… Necesitaba ayuda…

No me quedaba otra que aceptar entrar en el casino con el resto. Otra escapada en solitario y podría acabar eliminado. Tenía que tragarme mi orgullo y colaborar con los demás para poder mantenerme a mí mismo con vida. Rebusqué el mis bolsillos para encontrar el PowerUp que nos debían haber dado por sobrevivir al segundo día. Lo saqué y lo mantuve en mi mano, indeciso.

¿Debía seguir mejorando mi arma? El combate contra la seta me había demostrado que mi habilidad para controlar a los sincorazón era un gran punto en contra, ¿de qué me servía controlar a más sincorazón? Eso sólo aumentaría los daños que iba a recibir… Aunque tal vez… había que mirarlo desde otro punto de vista… Apreté fuerte la esfera para que se aplicase en mi mano y volviese a mejorarse mi capacidad de control sobre el enemigo.

Spoiler: Mostrar
Aplico el PowerUp en Arma (Fuerza)


Lancé la esfera a mi compañero, sonriéndole y asintiéndole para indicarle que estaba de acuerdo con la opción de entrar en el casino a luchar contra Andrei. Sin embargo, permanecí en silencio durante las presentaciones que hicieron el resto. Que no me quedase otra que colaborar con ellos no significaba que fuese a colaborar por las buenas.

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino—continuó—.Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión, la cuestión es que llegue a nuestras manos... Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Cada uno expuso sus sugerencias, aunque la mayoría coincidían en un ataque conjunto sobre Andrei. No parecía mala idea. Aunque seguramente Andrei no estaría sólo allí dentro y podría aprovecharme de sus “escoltas” sincorazón para sorprenderle.

Seguía sin estar del todo conforme, pero era mi única opción. Me acerqué con el resto a la puerta del casino, donde Neku estaba esperándonos, listo para entrar.

Vamos.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zee » Lun Dic 24, 2012 6:52 am

Spoiler: Mostrar


¿¡Que Alec ha qué!?

¿Alec...? ¿No era Alec el chico que encontré con Light y Nadhia esta mañana?

¿Esta mañana... o hace tres días?


Abrí los ojos al escuchar los gritos de una voz desconocida. Me encontré a mí mismo tirado en el suelo, con la espalda contra las duras losas. Sin embargo, el cuerpo me respondía bastante bien, sin el dolor que uno esperaría si pasara la noche tirado contra el piso.

Me levanté con poco esfuerzo, pensando todavía en las palabras que un Jugador desconocido gritaba contra un teléfono móvil. Un teléfono...

¡Maldita sea, el teléfono...! Olvidé por completo pedirle su número a Saxor. Y al Señor Hanekoma también...

Una magnífica equivocación sin igual, supuse. Hice nota mental de pedírselo a todo el que me cruzara. Bien podría empezar por...

Buenos días, Maya. Supongo que habrás dormido bien —saludé finalmente a mi nueva compañera, con una sonrisa tranquilizadora.

S-sí... Buenos días, Xefil... —respondió con pocas ganas. Supuse que aun debía estar algo afectada por haber perdido a su anterior pareja el día anterior, así que lo mejor que podía hacer era mostrarle mi propia seguridad.

Aunque la verdad era que yo me hallaba algo asustado, igualmente. Probablemente era de los pocos Jugadores que no habían tenido la oportunidad de pelear o defenderse. No sabría decir si aquello era muy buena suerte o una maldición.

Pero ahora... ahora puedo luchar. ¿Es la mejor decisión, sin embargo?

Volví a sonreír en cuanto Maya me respondió, aunque borré el gesto casi de inmediato, pues me dispuse a observar mi entorno. Lo primero que destacaba eran las gigantescas puertas que se alzaban frente a nosotros: el Casino de Villa Crepúsculo. Parecía que, al fin y al cabo, no nos habíamos movido ni siquiera un Sector; apenas una zona diminuta, de hecho.

Podría volver al WildKat si es necesario...

Luego examiné uno por uno a todos los Jugadores. Algunos ya estaban de pie, como el pelirrojo que le gritaba con desesperación a su teléfono móvil... no me sonaba de nada, extrañamente. Al contrario que Fyk (a quien no conocía de primera instancia, pero su aspecto era demasiado peculiar para no reconocerle) o Fátima, con quien ya había coincidido antes**... aquel joven no me sonaba para nada.

Aunque bien podía ser de Bastión Hueco, era cierto. No era el único desconocido, después de todo, pues también estaba un chico de cabello oscuro y ojos violetas. Y del otro lado...

¿Light...? —murmuré, reconociendo a mi amigo en el suelo. Y cuando estuve seguro de que era él (lo cual no me tomó más que unos segundos), repetí con entusiasmo—. ¡Light! ¡Estás vivo!

¿Xefil? ¿Maya? ¡Estáis bien! Es… ¡Es bueno saber que aún no os han eliminado!—respondió el joven, igualmente aliviado por nuestro encuentro. Aun tirado en el suelo, se giró hacia el chico de los ojos violeta—. Y Yagami también está aquí…

¡Light! ¡Qué alegría ver que tú también estás bien! —saludó también Maya, para mi sorpresa. ¡Así que se conocían! Sonreí... pero me pareció más interesante el nombre de alguien más

Oh, ¿le conoces? —murmuré, mirando al chico desconocido del que Light había hablado anteriormente—. Eso será de ayuda, supongo. ¡Oh! ¿Quién es tu compañera? —pregunté, alzando la cabeza para alcanzar a ver a una chica ataviada en un vestido oscuro, la cual parecía haber despertado junto a Light.

El chico no me respondió, pero sí pareció prestarle más atención a la... peculiar muchacha.

Ahora que la veía con atención, su figura no era precisamente femenina... de hecho, nada de ella lo era. Su cabello era muy corto, sus facciones muy poco delicadas, una constitución bastante masculina en sus brazos y piernas...

Poco a poco, miré con mayor atención y...

Madre mía...

¿Ragun? ¿Te encuentras bien?

¿Ers aiate? Eloi oucabo

Light... —llamé, algo asustado por lo que veía venir—. Ése no es... No, no lo es, ¿verdad?

¿Ocupado? Oh, ya lo entiendo. ¿Así que ese disfraz echaría por tierra toda la fama de la estocada oscura?

Como vuelvas a hablar te arrancaré la piel a tiras.

No. Sí que lo era.

Me llevé el puño cerrado a la boca, intentando contener la risa. La disimulé con una tos.

¡Venga, Ragun! —exclamó Light con entusiasmo, finalmente levantándose del suelo—: ¡Vamos a sobrevivir hoy también!

No. No podía...

Un par de carcajadas escaparon de mi boca, y aquella vez no pude disimularlas. Aparté la cabeza, fingiendo que mi hombro me resultaba mucho más interesante, hasta que Light, con intenciones de seguir hablando, llegó a rescatarme:

Chicos. Creo que lo mejor sería que cooperáramos todos juntos durante el día de hoy. Ya que nos hemos reunido, tendríamos que aprovechar al máximo este golpe del destino. Ah, por cierto…

>>¿Sabéis algo de Nadhia? ¿Y de Alec? Espero que estén bien…

Mi corazón saltó (asumiendo que aún lo tuviese conmigo, por lo menos) al escuchar el nombre de Nadhia. Pero no fue sólo porque escuchar su nombre me provocase cosquilleos, sino porque aquello significaba que tampoco Light se había encontrado con ella. Y pensar que, en un principio, habíamos ido los cuatro juntos...

No sé nada de Alec, pero me encontré con Nadhia durante el primer día. No sé qué habrá sido de ella, tenía como compañera a una chica que no había visto nunca. Ah, tengo su número registrado en el móvil.

N-No... Tampoco la he visto... —murmuré, apartando la mirada. Y luego, estúpidamente, añadí demasiado tarde—: E-erm... a Alec tampoco.

Advertí cómo Maya le gritaba a uno de los otros Aprendices, e inmediatamente corría a abrazarlo. De reojo, vi que se trataba de Fyk, el curioso Aprendiz de piel azulada. Simplemente me les quedé viendo por unos momentos, antes de volver con Light:

Estúpidos de Bastión Hueco —insultó mi amigo de pronto, incluso si Ragun era su propio compañero. Supuse, entonces, que no se hallaban juntos por gusto—. Realmente son unos imbéciles. Todos ellos. Se atreven a utilizar a los aprendices de su propio bando como juguetes, ¡pero más estúpidos son aquellos que se han unido a ellos por las ansias egoístas de poder únicamente! Ahora tendrán su merecido.

Apreté el puño. Como Aprendiz neutral, aquellas palabras me molestaban. Y no poco, precisamente. Tuve que morderme la lengua para poder decir algo con cierto orden y poca brusquedad:

Detente. Te olvidas que no todos son así —dije, mirándole con desaprobación a los ojos. Obviamente, refiriéndome a Axel y a Ragun—. Y debes cooperar con tu compañero —añadí, transmitiendo la sabiduría de Hanekoma.

¿Y en qué consistirá la misión de hoy? ¿Otro pilla-pilla? En serio. Esto es ridículo, esto es…

No sé, yo lo hice bien ayer. Maya, por otro lado--

Perdón —reconocí aquella voz, por alguna razón. Al girarme hacia su fuente, pude relacionarla con un rostro y un nombre: Fátima—. La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

Fátima... Ah, ¿misión? No creo haber... —abrí mi teléfono móvil y le eché una ojeada. Ningún mensaje nue--

Spoiler: Mostrar


Qué conveniente.

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra


Ahora, aquello sí que era bastante extraño. ¿Por qué no había enviado la misión "la Game Master" Ariasu? ¿No eran todas las misiones otorgadas exclusivamente por el Game Master? ¿Por qué un Reaper habría de mandar una misión? ¿Y por qué Saavedra, precisamente, y no "los Reapers"?

Bastante extraño, sin duda...

Ésta no es la misión que nos has dicho —expliqué, mirando a Fátima, sin entender lo que ocurría—. ¿Qué pasa aquí? —no la acusaba de nada, pues su expresión de confusión era más que verdadera. ¿El chico pelirrojo sabría algo? Sospechosamente, se había alejado mucho de nosotros...

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle —se defendió Fátima. Y tenía razón, después de todo—. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave. Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… —como arrepintiéndose de algo que iba a decir, Fátima titubeó, para luego corregirse—: …pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku.

¿Neku? ¿Era aquel su compañero, el chico de gigantesca diadema y cabellos rojos?

Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana —me crucé de brazos e hice una mueca. Sonaba... sonaba convincente sin duda. La oportunidad de deshacernos de Saavedra, sí—. Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

Todas las palabras de Fátima estaban llenas de verdad. Era una oportunidad de oro... asumiendo, claro, que siendo más que Saavedra, pudiésemos superarle. Sin embargo, ¿no había sido él mismo el que nos había inmovilizado a todos cuando llegamos a Villa Crepúsculo, con algo tan simple como un movimiento de su baraja? Su magia superaba a la de muchos. Y ahora que no teníamos nuestras Llaves...

Tienes razón en eso último, pero no te olvides de lo que nos hizo Andrei tras arribar en Villa Crepúsculo. Nos inmovilizó a los treinta aprendices como si nada y se dedicó a jugar con nosotros —señaló Light, como leyéndome el pensamiento. Asentí con la cabeza para mostrar que me hallaba de acuerdo—. Es muy probable que no salgamos vivos de esta si entramos, ¿entiendes? Pero…

"Vamos todos juntos", ¿recuerdas, Light?

Joder… ¡Qué demonios! Venga, por mí podemos entrar en el Casino. Contad conmigo.

Je... Típico de ti —sonreí.

¡¿Pero os habéis vuelto locos?! ¡Es una completa locura! No... no quiero que se repita lo de Jack... No quiero que esto acabe así...

De pronto, me giré sorprendido ante las súplicas de Maya, quien no quería que fuésemos al interior del Casino...

Era cierto. Había perdido a su anterior compañero. Qué poco sensible por mi parte... La estaba obligando, prácticamente, a acompañarnos al interior de la boca del lobo.

¿Debía acompañar a mis amigos... o a mi compañera? Su vida dependía de la mía...

Tal vez era una mejor idea retractarme. Aunque... Fátima tenía razón. Éramos muchos y podíamos acabar con Saavedra con facilidad...

No. Esto no era cierto. Éramos Jugadores: no aparecíamos en cierta Zona y se nos daba cierta Misión por nada. Saavedra se esperaba que alguien entrara al Casino, pese a su advertencia.

Aunque... por alguna razón estábamos todos allí. Era bastante raro, considerando que yo había despertado solo los días anteriores. Pero allí estábamos, las cuatro parejas, en el mismo sitio. Tal vez debíamos...

Está bien. Pero tenemos que ir con sumo cuidado.

Una sorpresa más por parte de Maya. Me giré a ella, con la boca abierta, sin creer que hubiese accedido tan pronto.

Tendría que agradecérselo. Y así lo hice, con una sonrisa sincera.

Ah, y para los que no me conozcan. Me llamo Light, Light Hikari. Encantado.

Supongo que yo también iré —expresó Ragun, para mi sorpresa. Al verlo de nuevo, tosí un poco y me di la vuelta disimuladamente, evitando mirarle. No podía estallar. No todavía, por lo menos.

Carraspeé para tragarme las carcajadas; y también para, de alguna manera, volver la atención de todos hacia mí:

Algunos me conocéis; otros, no tenéis tan mala suerte —bromeé, con una sonrisa amable—. Mi nombre es Xefil.

Tras finalizar las presentaciones, Fátima continuó, asumiendo el papel de líder y planeando una estrategia:

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino. Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión, la cuestión es que llegue a nuestras manos. Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Con su (a veces buena, a veces mala) costumbre de siempre hablar lo que pensaba, Light intervino una vez Fátima terminó:

Tal como has dicho antes, lo inteligente sería aprovechar la ventaja numérica que poseemos hoy para eliminar al Reaper. Si nos tenemos que enfrentar a Andrei, lo haremos todos juntos. Es lo más seguro, lo más eficaz y lo más rápido. Si nos dividimos, nuestras fuerzas lo harán también, y a Andrei no le costará deshacerse de nosotros.

Es evidente que es mejor matarle entre todos —añadió luego Ragun—. Alguno debería esconderse y atacarle por la espalda, con una espada o algo así. Atravesarle. Sin esperar a que diga nada, atacar sin previo aviso, sin que pueda actuar.

Mi turno de intervenir, supuse:

No creo que sea tan sencillo terminar a sus espaldas, Ragun. Creo que, como en toda guerra, habrá que asumir roles y formar filas. La gente con arma de tipo Esgrima, como yo mismo, debería ir al frente, mientras los Simbiotes y los Imaginación deberían actuar como soporte.

>>Pero no olvidéis: "honor ante todo". No os lancéis al frente como animales. Saavedra tiene la mala costumbre de ponerse a conversar, por lo que sé. Podría servirnos de algo: sacarle información, buscar un punto débil, lo que sea. No le provoquéis a menos que sea estrictamente necesario luchar
—me giré a una pareja en particular, la cual tenía la característica de ser algo impulsiva... si no es que sádica en ocasiones—. Entendido, ¿Light, Ragun? No queremos "una de consecuencias marchando" tan pronto, Ruta 3 —señalé, haciendo referencia a la última pelea que habíamos tenido los tres juntos, contra el Incorpóreo de la Maestra Iwashi.

>>Y deberíamos aprovechar para obtener números de teléfono. Nos servirán en el futuro.

Spoiler: Mostrar
No tengo ni la menor idea de cómo intercambiar números. ¿Simplemente dando códigos que mágicamente conocemos? De cualquier manera, dejo caer el mío, por si las dudas.


Esperé a que todos terminasen de dar su opinión. Luego, me acerqué hasta Maya, sacando una esfera grisácea de mi bolsillo:

Bien, tenemos cuatro de éstos, ¿no?

Yo tengo otros dos que conseguí con... con mi antiguo compañero... Jack.

Cuando Maya me corrigió, añadiendo dos a la cifra, me corregí:

Oh, claro... Oh, seis, entonces. Perfecto. Espera un momento mientras...

Y yéndome uno por uno, fui colocando todos los PowerUps en sus lugares correspondientes. Dos en la frente... y se los pasé a Maya... otros dos en el pecho... y se los pasé a Maya... y dos en mis recién obtenidas dagas... y se los regresé a Maya.

Spoiler: Mostrar
Sí, dos en cada atributo. Me gusta tener una dieta balanceada.


Una vez Maya hubiese utilizado los nuevos PowerUps que había obtenido gracias a nuestro súbito encuentro, volví a donde Light y Ragun.

Ruta 3 unida de nuevo, ¿no? —señalé, con una sonrisa. No amable, como de costumbre, sino una sonrisa... de guerrero. Salvaje, llena de valor y sedienta de batalla—. Nos faltan algunos miembros, pero creo que haremos bien el trabajo. Como de costumbre.

Y luego... cometí el error de "evaluar" a mis compañeros. Recorrí rápidamente a Light con la mirada, de pies a cabeza... y luego... a Ragun.....

No pude más. Mi resistencia tenía sus límites.

Estallé.

Ha... Haha... ¡Hahaha... hahahahahahahahahaha! ¡Ragun, perohahaha! ¿¡Pero qué estás usa-hahando!? ¡Hahaha hohohodiosmí-ohohohopor qué-hehehe!

Esperaba no haber firmado mi sentencia de muerte.

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**No recuerdo si ya se ha dicho algo en público (si no, estoy cometiendo una estupidez grandísima y spoileando con ganas tremendas), pero tendré Trama con Fátima, o sea que la conozco de antes (aunque no sé cuánto) o.o
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zodiark » Lun Dic 24, 2012 2:38 pm

¿¡Que Alec ha qué?

¿Qué...? —musité despertándome.

Miré al cielo, medio dormida todavía, y comprobé que, efectivamente, seguía en Villa Crepúsculo. Lo había conseguido. Un día más, estaba allí, dentro de "El Juego".

¿Alec...? —pensé en voz alta percatándome de que la voz que me había despertado había pronunciado el nombre de mi amigo—. ¿Acaso ha...?

Buenos días, Maya. Supongo que habrás dormido bien— me saludó Xefil interrumpiendo mis divagaciones.

S-sí... —respondí confusa al verle, y entonces lo recordé. El salto desde la torre, la figura encapuchada, la huida del sector 1 y el pacto con Xefil.

Xefil estaba allí, pero Jack... Jack no estaba junto a mí. ¿Realmente había sido eliminado por Ariasu? Aquello era horrible... Yo le había dejado allí y había huido... Pero no podía estar pensando en esas cosas. Tenía un nuevo compañero, una nueva oportunidad para seguir en el juego, y no podía desperdiciarla. Tenía una nueva oportunidad para tratar de sobrevivir.

Buenos días, Xefil... —le saludé, no muy segura de que fueran precisamente "buenos".

Antes de seguir hablando con mi nuevo compañero, saqué mi móvil para saber dónde nos encontrábamos y para ver si nos habían mandado algún SMS. No teníamos ningún tipo de mensaje y, según el mapa, estábamos en el casino del sector 3. No nos habíamos ido demasiado lejos del lugar en el que acabamos nuestro anterior día.

¿Light...? —escuché murmurar a Xefil— ¡Light! ¡Estás vivo!

Observé al chico al que estaba mirando y me fijé en que, efectivamente, se trataba de Light.

¿Xefil? ¿Maya? ¡Estáis bien! Es… ¡Es bueno saber que aún no os han eliminado! —exclamó el chico bastante contento.

¡Light! ¡Qué alegría ver que tú también estás bien!

¡Oh! ¿Quién es tu compañera? —preguntó Xefil observando a la persona que estaba junto a Light.

Joder… —susurró la voz de dicha persona.

¿Ragun? ¿Te encuentras bien? —preguntó Light.

Ra... ¿Ragun? —pregunté asustada ante la idea de que aquel siniestro chico estuviera allí, aunque... su aspecto... no era demasiado amenazante en aquella ocasión.

Estaba en shock. Observé a Ragun de arriba a abajo, boquiabierta a causa de su nuevo look. ¿Por qué demonios...? Un par de carcajadas por parte de Xefil me hicieron reaccionar, y preferí no prestarle más atención al traidor.

Chicos. Creo que lo mejor sería que cooperáramos todos juntos durante el día de hoy. Ya que nos hemos reunido, tendríamos que aprovechar al máximo este golpe del destino. Ah, por cierto…

Sí, supongo que será lo mejor —respondí no demasiado convencida, no me hacía ninguna gracia pasar el día junto a Ragun, pero no había otro remedio.

¿Sabéis algo de Nadhia? ¿Y de Alec? Espero que estén bien…

No sé nada de Alec, pero me encontré con Nadhia durante el primer día. No sé qué habrá sido de ella, tenía como compañera a una chica que no había visto nunca. Ah, tengo su número registrado en el móvil.

Miré al suelo y me di cuenta entonces de que mi tono de voz no era el mismo de siempre. Estaba desanimada, alicaída... ¿Qué me pasaba? ¿Estaba dolida por la muerte de Jack? ¿O quizá solamente harta de aquel estúpido juego? En cualquier caso, necesitaba algo que me animase, un rayo de esperanza en medio de aquel caos. Y entonces fue cuando vi algo que me dibujó una sonrisa en el rostro.

¡¡FYK!! —exclamé al ver a mi pequeño amigo azulado allí y corrí a darle un fuerte abrazo— ¡Fyk, tú también estás bien! Menos mal... —le murmuré al oído abrazada aún a él— Me alegro tanto de ver que muchos de mis amigos están sanos y salvos...

No sé, yo lo hice bien ayer. Maya, por otro lado-- —escuché que la voz de Xefil pronunciaba mi nombre, y entonces solté a Fyk para enterarme bien de qué estaban hablando.

Perdón —dijo la voz de una chica que estaba también por allí, seguramente otra jugadora—. La misión que nos ha ordenado el Game Master es la de ir al casino y creo que deberíamos ir juntos…

Fátima... Ah, ¿misión? No creo haber... —comentó Xefil mirando su teléfono móvil.

En aquel mismo instante, mi móvil sonó.

Jugadores.

No vengáis al Casino. Hacedlo, y os eliminaré.

Tenéis 180 minutos.

~Andrei Saavedra


¿Andrei...?

Andrei no es el Game Master, eso está claro, por lo que no tenemos porqué obedecerle —comentó la chica—. Además, es un Reaper y su misión es eliminaros en cualquier caso, así que su amenaza tampoco es tan grave. Debe haber algún problema entre el Game Master y él, porque… pero la orden de matarle no está dirigida a vosotros. Sólo a Neku.

No estaba entendiendo prácticamente nada de lo que estaba ocurriendo. ¿Orden de matarle?

Os pido por favor que nos acompañéis. Nosotros solos no tenemos ninguna oportunidad. Pero estoy segura de que juntos podremos terminar con un Reaper que podría eliminarnos mañana. Tenemos que aprovechar que somos tantos para acabar con él. Quién sabe si otro día tendremos que arrepentirnos de no haber aprovechado que éramos muchos, los suficientes para imponernos.

¿Quería entrar en el Casino? ¡Andrei acababa de decirnos a través del mensaje que iba a eliminarnos y quería hacernos entrar todos en la boca del lobo!

Espera, no creo que sea tan fácil acabar con un Reaper —comenté.

Tienes razón en eso último, pero no te olvides de lo que nos hizo Andrei tras arribar en Villa Crepúsculo. Nos inmovilizó a los treinta aprendices como si nada y se dedicó a jugar con nosotros —dijo Light—. Es muy probable que no salgamos vivos de esta si entramos, ¿entiendes? Pero…

"Vamos todos juntos", ¿recuerdas, Light?

Joder… ¡Qué demonios! Venga, por mí podemos entrar en el Casino. Contad conmigo.

Je... Típico de ti —sonreí.

¡¿Pero os habéis vuelto locos?! ¡Es una completa locura! No... no quiero que se repita lo de Jack... No quiero que esto acabe así... —miré a los demás. Estaban completamente convencidos de aquello, yo no podía hacer nada, pues incluso mi compañero iba a entrar. No tenía otra alternativa, estaba claro que no les iba a lograr convencer. Suspiré—. Está bien. Pero tenemos que ir con sumo cuidado.

Xefil y Light se presentaron ante aquellos que no les conocían, y yo por mi parte hice lo mismo. Después de las presentaciones, llegó la hora de idear un plan para entrar en el casino y no salir perjudicados. No acababa de entender muy bien por qué íbamos a entrar allí, pero tampoco me fiaba mucho de alejarme de aquel lugar. Aquella gente jugaba sucio, y estaba segura de que iba a acabar metida en algún lío hiciera lo que hiciese.

Deberíamos pensar en cómo organizarnos cuando entremos al casino. Dos de nosotros deberían ir a buscar el disco, y los demás cubrirles. Como somos Neku y yo quienes tenemos que enviarlo a la mansión, la cuestión es que llegue a nuestras manos. Claro que Andrei no nos lo va a poner fácil. Quizás deberíamos enfrentarnos todos a la vez a él primero.

Tal como has dicho antes, lo inteligente sería aprovechar la ventaja numérica que poseemos hoy para eliminar al Reaper— comentó Light—. Si nos tenemos que enfrentar a Andrei, lo haremos todos juntos. Es lo más seguro, lo más eficaz y lo más rápido. Si nos dividimos, nuestras fuerzas lo harán también, y a Andrei no le costará deshacerse de nosotros.

Es evidente que es mejor matarle entre todos —añadió Ragun—. Alguno debería esconderse y atacarle por la espalda, con una espada o algo así. Atravesarle. Sin esperar a que diga nada, atacar sin previo aviso, sin que pueda actuar.

No creo que sea tan sencillo terminar a sus espaldas, Ragun —intervino esta vez mi compañero, Xefil—. Creo que, como en toda guerra, habrá que asumir roles y formar filas. La gente con arma de tipo Esgrima, como yo mismo, debería ir al frente, mientras los Simbiotes y los Imaginación deberían actuar como soporte. Pero no olvidéis: "honor ante todo". No os lancéis al frente como animales. Saavedra tiene la mala costumbre de ponerse a conversar. Podía servirnos de algo: sacarle información, buscar un punto débil, lo que sea. No le provoquéis a menos que sea estrictamente necesario. Entendido, ¿Light, Ragun? No queremos "una de consecuencias marchando" tan pronto, Ruta 3. Y deberíamos aprovechar para obtener números de teléfono. Nos servirán en el futuro.

Me limité a escuchar lo que estaban planeando en silencio. Aquello seguía pareciéndome una locura como para ponerme a dar ideas, simplemente quería hacer lo que hiciera falta para acabar con todo aquello de una vez por todas.

Bien, tenemos cuatro de éstos, ¿no? —dijo Xefil acercándose a mí.

Yo tengo otros dos que conseguí con... con mi antiguo compañero... Jack.

Seis, entonces. Perfecto. Espera un momento mientras...

Uno por uno, Xefil fue utilizando todos los Power Ups, y conforme iba usándolos me los iba pasando. De aquellos seis Power Ups yo había utilizado dos, por lo que tenía cuatro por usar. Utilicé uno en mi frente, uno en mi sombrero y los otros dos en mi pecho.

Tras usar todos los Power Ups, Xefil y yo regresamos con los demás. Después de una breve conversación, Xefil comenzó a reírse a carcajadas al ver de nuevo a Ragun, lo que provocó que, a pesar del miedo que me infundía el traidor, yo también soltara una carcajada. La situación, aun ser bastante seria, se hacía realmente cómica con la presencia de aquel chico vestido de aquella forma.

Oye, Xefil —me dirigí al chico una vez hubo dejado de reírse mientras los demás se preparaban para entrar en el Casino—. Dime... ¿Has estado solo durante estos dos días? ¿O tú también perdiste a tu compañero?
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Sombra » Lun Dic 24, 2012 4:33 pm

¿Qué pasa, cucaracha? —se cachondeó mi compañero ante el apodo que le había puesto mientras cogía el PowerUp al vuelo y utilizándolo al momento, también sacó otro del bolsillo que deduje que había encontrado por la mansión para también usarlo para después lanzarlo de la misma manera que yo había hecho.

Pasé el objeto por mi cuerpo para aumentar la "VT", acto seguido el objeto empezó a desaparecer como pasaba cada vez que era utilizado.

Ruta 3 unida de nuevo, ¿no? —dijo después Xefil tras haber actuado de forma bastante rara. Sonrió contento de vernos a todos allí, al parecer aquello de Ruta 3 era una forma de llamarnos a aquellos que habíamos optado en el llamado "Ocaso de una Estrella" por ir hacia el castillo—. Nos faltan algunos miembros, pero creo que haremos bien el trabajo. Como de costumbre.

Cierto, faltaba aquella psicópata y la otra traidora con orejas de gato, Saxor y el forzudo... Mejor dicho, faltaba por lo menos la mitad que habíamos participado juntos. Me di cuenta de que Xefil me miraba fijamente.

El rostro del chaval empezó a enrojecerse hasta que...

Ha... Haha... ¡Hahaha... hahahahahahahahahaha! ¡Ragun, perohahaha! ¿¡Pero qué estás usa-hahando!? ¡Hahaha hohohodiosmí-ohohohopor qué-hehehe! —de la enorme carcajada pude "descifrar" que me preguntaba por que motivo vestía así.

Me lo vendió un tipo ayer. Tiene una habilidad especial que evita el que me eliminen —expliqué brevemente—. Al parecer, las cosas que vende son como "extras" que dan habilidades especiales y suben estadísticas. A ti también te vendió algo, ¿no es cierto, Light?

Cogí el teléfono móvil y se lo mostré a Xefil y a mi compañero.

VIT +5
Habilidad: Cura Venenosa [Pasiva]
Cuando la VIT del sujeto baje a cero, recuperará un cuarto de esta de inmediato para prevenir su eliminación. Sin embargo, se verá afectado por un estado alterador al azar.


Y por cierto, Xefil. Mi arma de Esgrima no es recomendable para ir de frente —hice aparecer mi arma, su longitud dejaba mucho que desear, sin duda y unas cadenas no podían compararse a una espada, eso seguro—. Es mejor para atacar por la espalda y estrangular. De todos modos, yo vi ayer a Nadhia. Aunque no sé si sigue o no viva.

¿¡Qué!? —Light me miró sorprendido y me agarró de los hombros empezando a zarandearme—. ¿¡Qué pasó ayer con Nadhia!? ¡Contesta! ¡¡Contesta!!

Si me dejas hablar mejor que mejor —le dije a mi compañero tranquilamente el cual se disculpó al momento dandose cuenta de que se acababa de comportar como un imbécil—. Ayer, Light y yo exploramos una mansión en el bosque de Villa Crepúsculo —aclaré para que Xefil pudiese comprender nuestra situación—. Buscabamos un USB que quería un tipo para a cambio darnos un PowerUp.

>Para acabar antes Light y yo nos separamos, yo fui por la parte de abajo y Light por la de arriba. Mientras buscaba abajo abrí una puerta que llevaba a un sótano con una especie de ordenador con decenas de monitores donde se veía la situación de todos los jugadores a lo largo y ancho de toda Villa Crepúsculo; Xefil estaba al parecer en una biblioteca, por ejemplo. Entonces me fijé en que Nadhia y una compañera mía llamada Saeko estaban juntas peleando contra un monstruo que no había visto nunca, no parecía un sincorazón, pero tampoco era humano... Estaban luchando bien, dudo que hayan muerto.

>En aquel ordenador había varias carpetas, por lo que pude ver deduzco que esa mansión es una especie de Base Reaper o algo similar, fue por eso que tras darme cuenta de donde estábamos decidí irme de allí con Light cuanto antes. Es inútil esconderse, ellos siempre saben donde estamos...

Dejé de hablar con una voz bastante amarga. Era cierto que era imposible esconderse, no existía un refugio o un lugar seguro pues cualquier lugar podía ser encontrado desde allí. Ahora mismo, los Reapers eran casi como dioses en comparación a nosotros, unos simples jugadores.

Bueno, creo que es mejor si vamos entrando. No deberíamos dejar sola a la chica y al chico Zanhaoria —solté después al ver que habíamos estado hablando bastante—. Light, acabemos con esto —animé a mi compañero para que me siguiese, lo que quisiesen hacer los otros era problema de ellos.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Light » Lun Dic 24, 2012 6:38 pm

Después de que Ragun apoyara la sugerencia de Light, Xefil sería el siguiente.

No creo que sea tan sencillo terminar a sus espaldas, Ragun. Creo que, como en toda guerra, habrá que asumir roles y formar filas. La gente con arma de tipo Esgrima, como yo mismo, debería ir al frente, mientras los Simbiotes y los Imaginación deberían actuar como soporte.

>>Pero no olvidéis: "honor ante todo". No os lancéis al frente como animales. Saavedra tiene la mala costumbre de ponerse a conversar, por lo que sé. Podría servirnos de algo: sacarle información, buscar un punto débil, lo que sea. No le provoquéis a menos que sea estrictamente necesario luchar —se giró hacia ellos tras pronunciar esas palabras—. Entendido, ¿Light, Ragun? No queremos "una de consecuencias marchando" tan pronto, Ruta 3 —Light no pudo evitar sonreír y sonrojarse tras rememorar cierta frase de su propia cosecha.

La experiencia que les recordaba Xefil… ¿resultaría más peligrosa que la aventura en el casino que les esperaba? Light no sabía que decir. La fuerza y velocidad sobrehumana de la Guardiana, sin duda, no tenían parangón, en su opinión, dudaba bastante que Andrei pudiera resultar un rival más peligroso que ella.

De todas formas, aún era pronto para hacer suposiciones. Bravuconadas y excesos de confianza no estaban permitidos en el Reaper's Game.

Luciérnaga.

¿Qué pasa, cucaracha? —suponiendo que Ragun se refería a él con aquel apodo tan ridículo, se giró de mala gana hacia él y cogió en el aire la esfera grisácea que su compañero le había lanzado.

No hacían falta explicaciones. Cogió de sus bolsillos el PowerUp que había conseguido en la sala blanca de la mansión, y lo condujo hasta su pecho una vez más, junto con el otro que su compañero le había acabado de pasar. De la misma manera, le lanzaría el Power Up que aún no había utilizado.

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Light aumenta la VT en dos niveles.


Ruta 3 unida de nuevo, ¿no? —afirmó el sonríente y resuelto de Xefil, haciendo referencia al camino escogido por unos pocos aprendices durante la primera visita a Bastión Hueco—. Nos faltan algunos miembros, pero creo que haremos bien el trabajo. Como de costumbre.

Podemos hacerlo, estoy seguro— añadió Light, en parte contagiado por el arrojo del aprendiz.

>>¿¡Xe-Xefil!?

Ha... Haha... ¡Hahaha... hahahahahahahahahaha! ¡Ragun, perohahaha! ¿¡Pero qué estás usa-hahando!? ¡Hahaha hohohodiosmí-ohohohopor qué-hehehe!

El muchacho del Reino Encantado empezó a desternillarse por la extraña apariencia de Ragun, lo que resultaba totalmente normal. Light consiguió guardarse las ganas de reír, y simplemente se dedicó a presenciar la impredecible reacción de su compañero.

Me lo vendió un tipo ayer. Tiene una habilidad especial que evita el que me eliminen —justificó, soportando la vergüenza, manteniendo… la dignidad—. Al parecer, las cosas que vende son como "extras" que dan habilidades especiales y suben estadísticas. A ti también te vendió algo, ¿no es cierto, Light?

Esto le tendió la red de oro a Xefil durante unos segundos y la volvió a posar sobre su hombro derecho.

Para probar que lo que decía era cierto, Ragun les mostró a Light y a Xefil su teléfono móvil; donde venía recogida la habilidad del vestido y explicaba la utilidad de ésta.

VIT +5
Habilidad: Cura Venenosa [Pasiva]
Cuando la VIT del sujeto baje a cero, recuperará un cuarto de esta de inmediato para prevenir su eliminación. Sin embargo, se verá afectado por un estado alterador al azar.


La habilidad de resucitar… indudablemente era una habilidad fabulosa, se mirara por donde se mirara, Ragun había hecho un buen negocio con Stan. El estado alterado estorbaba, pero el mero hecho de salvarse de la eliminación se agradecía.

¿Por qué su red de oro no traía una habilidad como aquella?

Y por cierto, Xefil. Mi arma de Esgrima no es recomendable para ir de frente —también les mostró su arma de Jugador: la Cadena de Memorias—. Es mejor para atacar por la espalda y estrangular. De todos modos, yo vi ayer a Nadhia. Aunque no sé si sigue o no viva.

¿¡Cómo que la has visto!?

Si antes había surgido el humor entre los aprendices, ahora se manifestaría el drama en estado puro. Light abrió los ojos de de par en par, mientras se volteaba súbitamente y precipitadamente hacia Ragun, con el rostro consternado.

¿¡Qué!? —de pronto, cogió a Ragun por los hombros y clavó su mirada de terror con la suya, sin pestañear, con la respiración entrecortada, tembloroso e incapaz de contenerse.

No daba crédito. ¿Ragun vio ayer a Nadhia? Light no la había visto, así que supuso naturalmente que se la había encontrado en la Mansión, cuando se separaron.

La Mansión, sí, aquel lugar tan peligroso…

"Ragun... casi acaba con mi vida"

¿¡Qué pasó ayer con Nadhia!? ¡Contesta! —insistió, sacudiéndole violentamente para que desenbuchara de una vez por todas. Abrió los ojos aún más, y volvió a replicar—: ¡¡Contesta!!

Espera… ¿Qué estoy haciendo?

Si me dejas hablar mejor que mejor.

Lo siento —liberó a Ragun al fin, tras recuperar el control. Levantó su mano derecha y ocultó parte de su rostro con ella, avergonzado por su comportamiento.

Light puso especial atención en la explicación de Ragun; especialmente en la parte que nombraba a Nadhia. El joven aseguraba que había visto a Nadhia y a otra chica a través del ordenador de la Mansión; o mejor dicho, de la Base Reaper.

Estaban luchando bien, dudo que hayan muerto.

Eso espero, Ragun. Eso espero… —musitó.

Entonces, los Reapers les estaban observando desde su base en Villa Crepúsculo…

Ellos siempre saben donde estamos...

Tenían… el control absoluto del juego. Esconderse no servía de nada, por tanto, entrar en el casino o no hacerlo le era totalmente indiferente. Si no entraban y optaban por escoger otro camino, el Reaper de turno iría allí mismo para tenderles otra trampa, para eliminarles. No había ningún lugar seguro en el que pudieran descansar, en absoluto.

Era… un juego horrible, un juego cruel. Un juego absurdo, cuyo único propósito era el de divertir a los Reaper, a costa de la vida de los aprendices. ¿Cuántos... Jugadores habrían caído ya por su culpa? Light sólo podía pensar en Nadhia, únicamente en ella: la chica que al igual que él buscaba la liberación de Villa Crepúsculo. La aprendiza con la que había compartido especiales momentos, y vergonzosos también…

Nadhia no puede morir de ninguna manera. Si ella muere, yo…

Bueno, creo que es mejor si vamos entrando. No deberíamos dejar sola a la chica y al chico Zanhaoria —sugirió Ragun—. Light, acabemos con esto.

Sobreviviremos. Todos. —situó sus manos sobre los hombros de Xefil y Ragun, y dijo—: Nos reuniremos de nuevo con Nadhia.
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150 minutos restantes

Notapor Soul Artist » Mié Dic 26, 2012 2:57 am

Nadie se echó atrás. Neku hizo algo más que sonreír a Fátima: entre todo lo vivido el día anterior y aquella muestra de valía, ambos habían compenetrado, aunque fuese un poquito. Lo suficiente para poder desatar un poder sin igual entre ambos.

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Fusión Nivel 1 de Fátima & Neku alcanzado.

El joven contestó antes de entrar a la pregunta de Fátima. Frunció el ceño, pensando.

Alec no ha aparecido. Shiki ha empezado su Día en la Mansión, con una misión encriptada... Y no puede moverse de su localización sin su compañero. Pero creo que sencillamente lleva un retraso, no creo que deba preocuparse. Vamos.

Así pues, las cuatro parejas entraron en el casino. Preparados para afrontar su destino, no dudaron en abrir las puertas y dar un paso adelante, hacia la oscuridad formada en su interior. Ninguna lámpara iluminaba el edificio, pero la luz del sol a sus espaldas les ayudaba a poder avanzar visualizando vagamente algunas máquinas tragaperras colocadas en fila.

Al poco de caminar por su interior, las puertas del casino se cerraron de golpe y las luces se encendieron. Las bombillas estaban en el alto techo, a unos dos metros por encima de sus cabezas. Pudieron contemplar por primera vez claramente el lugar en el que habían ido a parar: a su izquierda había dos pasillos de máquinas tragaperras que se dirigían de la entrada hacia la pared delantera. Justo al final de los pasillos, y delante de ellos, una fuente se erigía con la imagen de una mujer semidesnuda y con una balanza en su mano derecha, dirigiendo sus pasos hacia ellos mientras de sus pies brotaba el agua.

A su derecha el ambiente cambiaba ligeramente. Tres ruedas de la fortuna giraban en silencio de forma interminable junto a la pared, y junto a ellas, algo más alejadas, había cuatro mesas con barajas colocadas en ella de distintos tipos de cartas, desde las clásicas de póker hasta incluso lo que parecía ser una baraja española. Al final de aquella pared había una puerta hecha de roble, preciosa y con distintas figuras de relieve con formas de palos de barajas en cada esquina. El pomo mostraba un 7 en él, y por mucho que lo intentaran, no podrían abrirla ni tirarla abajo.

¿Tanto cuesta hacerme caso?

La figura de Andrei apareció tras la estatua, con la mano sobre su rostro y tapándose el ojo izquierdo del tatuaje. Neku le reconoció de inmediato y se colocó en guardia, sabiendo lo que significaba su presencia; Fátima podía notar incluso el nerviosismo del chico al verle. Andrei le debía sacar realmente de quicio.

Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio —Andrei se quitó la mano de su rostro y se giró hacia los aprendices, con la sonrisa borrada—. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

¡Por nuestra misión! —inquirió Neku, alzando su móvil hacian Andrei. Este rió para sus adentros.

Una misión claramente falsa. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

Andrei invocó su baraja de tarot y comenzó a barajarla delante de los aprendices. Pronto la soltó y las cartas comenzaron a volar a su alrededor, como una corriente de aire que le hicieron levitar unos centímetros del suelo, relajándose y subestimando a sus adversarios. No eran más que pequeños insectos para él.

Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

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Vs. Andrei [Forma ???]


Viendo su oportunidad de por fin enfrentarse a Andrei en igual de condiciones, Neku apretó los dientes y sonrió para sí mismo. Extendió sus brazos hacia ambos lados y se dirigió hacia Fátima, sin apartar la vista de su contrincante.

El golpe de gracia es mío —le advirtió—. Haré caso de todas tus órdenes en este combate con tal de derrotarle, pero cuando esté al punto de ser eliminado... Ese momento es mío. Espero haber sido claro.

Andrei no se hizo esperar. Alzó la mano hacia los jóvenes y una de las cartas se detuvo ante él, agrandándose y girando para mostrar la figura de una torre derrumbándose frente a ellos. A su acción, de forma inmediata, la carta desapareció y todos los objetos del casino reaccionaron: las máquinas tragaperras comenzaron a funcionar ellas solas, acertando en premios ganadores y lanzando monedas contra los Jugadores; las mesas de póker saltaron por los aires y golpearon a Xefil y Light, en primera línea de batalla, mientras las cartas y fichas de juego comenzaban a volar frente a Andrei como una pequeña niebla de objetos.

El Reaper rió, moviéndose hacia su izquierda en el aire y llevándose consigo aquella pintoresca cortina. No sería tan fácil esquivarla.

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Faltas: Yuehito (1), Little Sho (1), Kousen (1), Lavanda (1), Hitori (1)

Fecha límite: 28 de Diciembre, 20.30 hora peninsular
Fecha de posteo: 29 de Diciembre, 00.00 hora peninsular
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zee » Mié Dic 26, 2012 9:31 pm

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Me lo vendió un tipo ayer. Tiene una habilidad especial que evita el que me eliminen —se defendió Ragun, mientras yo hacía lo posible por mantener mi compostura. Tuve que tragarme las carcajadas como si fuesen un bocado de pan seco, y cubrir mi boca con mi mano—. Al parecer, las cosas que vende son como "extras" que dan habilidades especiales y suben estadísticas. A ti también te vendió algo, ¿no es cierto, Light?

Esto intervino Light, levantando una pequeña red de mariposas que brillaba con un tono dorado. ¿Estaba aquello hecho de oro?

...posiblemente no. Era bastante sencillo pintar acero con dorado. Además, si estuviese hecha de oro, Light no podría levantarla con tanta facilidad. Semejante metal, de tal calidad, era más pesado que el acero de una espada.

Haha, eso es asombroso —reí. Y sinceramente, de verdad, cuando Ragun me mostró la habilidad que aquel revelador traje conllevaba: la posibilidad de evitar la eliminación una vez. Bueno, si así era, incluso yo me lo pondría, tan alegre y gay como me fuese posible.

...quiero decir gay en el sentido antiguo de la palabra.

Oye, Xefil —intervino Maya de pronto, con una mueca de tristeza en su rostro, incluso tras las risas que nos habíamos echado hacía unos segundos a costa de Maidun—. Dime... ¿Has estado solo durante estos dos días? ¿O tú también perdiste a tu compañero?



Aquello me tomó por sorpresa.

Claro... me la pasaba olvidándolo: yo no era el primer Compañero de Maya. Lo había perdido... lo había asesinado la Game Master, Ariasu. Seguramente la mujer había reído, divertida, observando cómo Maya corría desesperada, en busca de salvar su propia vida para así vengar la muerte de su compañero.

Ella conocía ese dolor.

El dolor de estar solo... El dolor de perder lo poco que te queda. El dolor de ver tu pequeña y dulce tranquilidad destrozada por algo que no puedes cambiar, algo fuera de tu alcance y entendimiento...

El dolor de que todo lo que amas se te sea arrebatado.

Maya había estado sola... igual que yo. Tal vez por eso había acudido a mí. Tal vez era cuestión del destino que la niña hubiese llegado a la biblioteca. Tal vez... tal vez algo más poderoso supo que yo la necesitaba tanto como ella a mí.

He estado solo, Maya —contesté, con una sonrisa melancólica—. Desde el mismísimo principio.

Claro que... no me refería precisamente al principio del Reaper's Game.

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Y por cierto, Xefil. Mi arma de Esgrima no es recomendable para ir de frente —continuó señalando Ragun, rescatándome de mis deprimentes pensamientos, mientras alzaba una cadena plateada, de aproximadamente unos 45 o 50 cms de largo—. Es mejor para atacar por la espalda y estrangular. De todos modos, yo vi ayer a Nadhia. Aunque no sé si sigue o no viva.

Mi corazón dio un vuelco, y la cadena de Ragun pasó a un plan secundario. Muuuuuy secundario. ¿Terciario? Fuese como fuese, una sencilla palabra resonó en mi cabeza:

Nadhia...


Mi cuerpo quiso lanzarse desesperado hacia Ragun, tomarle de la camisa y obligarle a responder. "¿¡Cómo!?", es lo que gritaría, "¿¡La has visto y no has dicho nada hasta ahora!? De verdad es cierto lo que dicen... no debe importante nada su vida..."

"Pero a mí... a mí..."

Pero honor ante todo.

¿Está...?

¿¡Qué!? —me interrumpió Light, de pronto, haciendo exactamente lo que por mi mente había cruzado. Tomó a Ragun por los hombros y le dedicó una mirada de... miedo. De incredulidad, sorpresa, enfado...— ¿¡Qué pasó ayer con Nadhia!? ¡Contesta! —insistió el joven, zarandeando a su compañero con una fuerza tremenda—: ¡¡Contesta!!

Claro. Claro que Light iba a comportarse así.

Siempre lo hacía.

Siempre se trataba de él.

Si me dejas hablar mejor que mejor —pidió Ragun, apartando a Light. Y dicho esto, comenzó a explicarme, con paciencia y detalladamente, cómo ellos habían terminado en la Mansión el día anterior. Tras decidir separarse y buscar un objeto en particular, Ragun había encontrado un cuarto de computación. Y en él, monitores que nos vigilaban a todos. Supo decir dónde me hallaba yo al final del segundo día, por ejemplo: en la biblioteca.

Y vio a Nadhia. Tenía pareja, una chica de Bastión Hueco.

Al menos estaba a salvo. Y tenía compañera. Qué alivio...

Dejé salir toda la tensión de mi cuerpo con un suspiro, casi imperceptible.

Estaban luchando bien, dudo que hayan muerto.

Eso espero, Ragun. Eso espero… —dejó caer Light.

Bueno, creo que es mejor si vamos entrando. No deberíamos dejar sola a la chica y al chico Zanahoria —pidió finalmente Ragun, haciendo ademán de dirigirse a la puerta—. Light, acabemos con esto.

Sobreviviremos. Todos. —dijo Light, mientras ponía sus manos en mis hombros y en los de Ragun en una muestra de compañerismo—: Nos reuniremos de nuevo con Nadhia.

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Nadhia...

Por mi parte, yo preferí sonreír para mis adentros, mientras agachaba levemente la cabeza. Era Nadhia, la chica que había caído del cielo. Claro que iba a sobrevivir. Era una magnífica luchadora, perseverante e incansable, siempre en pos del bien.

Una de las muchas cosas de ella que me gustaban... que me...

Y de pronto, mientras pensaba en la seguridad de Nadhia, recordé algo que me habían dicho el día anterior:

Si sois eliminados, no podréis volver a Villa Crepúsculo. Nunca más. Eso en el mejor de los casos. Los últimos que vinieron fueron absorbidos por el Juego y ahora son parte del mundo.

Alcé la cabeza de pronto y abrí los ojos por aquella sorpresiva revelación. ¡Por supuesto! ¿Cómo no le había prestado atención a las palabras de Hanekoma antes? ¡Claro que Nadhia iba a estar a salvo! ¡Todos iban a estarlo!

No podíamos morir. Incluso si Nadhia era eliminada, se hallaría sana y salva en algún otro lugar.

¡Posiblemente Ronin seguía vivo!

¡Maya! ¡Ragun, Light!—exclamé, de pronto, con una gran sonrisa en mi rostro.

Ragun y Light...

Oscuridad y Luz... juntas. Trabajando unidas, como dos buenas amigas. Como hermanas.

Como debía de ser...

¿Y si se enteraban de ello? ¿Y si les dejaba saber que, incluso eliminados, su historia no terminaría? ¿Pelearían con tanto esmero como lo estaban haciendo?

¿Se rompería aquel Equilibro... el Equilibrio que tanto habíamos ansiado?

No, no podía decirles aquello. Su tregua se iría a la basura. Quién sabe, conociendo a Ragun, era posible que se atravesara a sí mismo con mi daga con tal de salir de allí. No podía romper aquel maravilloso Ocaso que entre los dos conformaban.

Y Nadhia... si Nadhia era eliminada, tal vez no moriría... pero no podría volver. Nunca. ¿Qué clase de destino era ése, la imposibilidad de regresar a su mundo, a su hogar, y ver a sus amados? No... Arrebatarle todo; aquello sería peor que matarla. Nadhia tampoco podía ser eliminada.

Nadie podía. Si todos éramos derrotados, ¿quién más lucharía? ¿Quién salvaría a Villa Crepúsculo de la Oscuridad?

Yo era de los pocos que sabían la verdad. Pero... tenía que guardármela para mí. Y seguir luchando con el mismo esmero que tendría si me jugara la vida. Porque estaban en peligro las de otros. La de Maya, la de Nadhia, la de Light, la de Ragun... las de todos los habitantes.

Porque tal vez no dejaríamos de vivir en aquel juego macabro... pero sí perderíamos algo más importante.

Hagámoslo. Ganemos este maldito juego.

***


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Entramos al casino, topándonos con nada más que profunda oscuridad. Solamente la luz del sol del atardecer nos iluminaba, situado a nuestras espaldas y colándose a través del hueco de las puertas, alargando nuestras ocho sombras hasta la infinidad, más allá de lo que nuestros ojos alcanzaban a ver en las penumbras.

Y súbitamente, las puertas se cerraron de un golpe y el lugar se iluminó, alumbrado por incontables bombillas. Con una rápida mirada, me asombré con la visión que aquel elegante sitio nos presentaba: máquinas tragaperras a la izquierda, extendiéndose en filas como un invencible ejército; una magnífica fuente con la figura de una hermosa ninfa con una balanza, de la cual brotaba agua brillante y cristalina; del otro lado, tres ruedas giraban como si alguien acabase de moverlas, y las acompañaban un par o dos de mesas para jugar cartas.

Todo era magnífico.

O así parecía, hasta que su voz resonó en el casino. Después de ello, todo el sitio pareció una prisión.

¿Tanto cuesta hacerme caso?

Saavedra. El Aprendiz de la Oscuridad que, mucho antes que Wix, había tentado con sus palabras a uno de mis amigos...

...a Axel.

El joven moreno apareció de algún lugar detrás de la estatua, sonriente y burlón. El compañero de Fátima pareció reconocerle al instante, pues sin perder ni un instante se colocó en guardia, con los brazos extendidos preparado para atacar.

Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio —Saavedra se apartó la mano de la cara y su sonrisa desapareció, dejando ver su faceta serena—. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

¿Por el bien de todos...? Claro; maldito gitano oportunista —murmuré, apretando los dientes. Acompañado por Light, me coloqué al frente e hice aparecer mi arma. Gracias a los PowerUp, parecía que mi daga de plasma había vuelto. Perfecto. Con suerte, podría quemarle la cara a Saavedra con la hoja.

¡Por nuestra misión! —se defendió Neku, mostrándole su teléfono móvil al Reaper, quien inmediatamente respondió con confianza:

Una misión claramente falsa. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

¿¡Por qué daría un Reaper una Misión, Saavedra!? —grité, esperando que me respondiese. Aquel pequeño zorro tramposo siempre tenía una carta bajo la manga. Literalmente...

El joven sacó su baraja de tarot y comenzó a revolverla tranquilamente frente a nosotros. Me preparé, poniéndome en guardia. Sin previo aviso, las soltó en el aire y éstas comenzaron a revolotear alrededor de él, como arrastradas por una fuerza invisible.

Saavedra permaneció sereno durante todo ese tiempo. Se burlaba de nosotros. Nos consideraba débiles.

Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

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Sin darnos tiempo a nada (¿Conversación? Patrañas. Saavedra estaba de mal humor), el joven levantó una mano y nos apuntó con ella. Una de las cartas se detuvo al instante frente a él, obedeciéndole. Poco a poco, comenzó a agrandarse, como si quisiera que todos observáramos su delicado diseño...

La Torre.

Los planes fracasan. Muerte. Colapso de toda esperanza.


Gruñí y apreté los dientes. Un mal augurio, ¿no, Saavedra?

En respuesta a la carta, todos los objetos a nuestro alrededor comenzaron a moverse. Las máquinas de monedas se activaron, sacando siempre el premio mayor disparando monedas contra nosotros. Cubrirse de semejante lluvia de proyectiles fue imposible.

Mientras tanto, las monedas, fichas y cartas comenzaron a acumularse frente a Saavedra, formando un escudo impenetrable.

¡Rompedlo! —grité, tomando la cabeza estratégica del grupo sin darme cuenta siquiera—. ¡No puede resistir por siempre, abrid un hue--!

Me interrumpí cuando noté una sombra agrandándose a nuestra derecha.

¡¡Light, abajo!! —vociferé, lanzándome hacia mi compañero y tirándolo al suelo, donde, pensé, podríamos evitar el ataque.

No fue así. Después de todo, habíamos sacado La Torre. Las mesas de póker siguieron nuestra trayectoria y nos aplastaron con todo su peso, sin piedad.

Me retorcí de dolor, aun abrazado a los hombros de Light con un brazo, y dejé salir un grito, poseído por la onda dolor que recorría mi espalda.

¡¡Saavedraaaa!!

Buen comienzo...
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zodiark » Mié Dic 26, 2012 10:01 pm

He estado solo, Maya —contestó Xefil con una melancólica sonrisa en su rostro—. Desde el mismísimo principio.

¿Y cómo te las has arreglado hasta ahora? —pregunté yo curiosa, y me quedé pensativa unos segundos—. En fin, eso ahora no importa... Ahora estamos juntos en esto, ¿no? Podemos hacerlo —dije con una sonrisa confiada—.

Después de nuestra pequeña conversación, Xefil se puso a conversar con Ragun y Light sobre Nadhia, y yo preferí mantenerme al margen de la conversación. Cuando hubieron acabado su discusión y comenzaron a caminar hacia el casino, decidí intervenir.

Esto... os recuerdo que tengo a Nadhia registrada en el móvil —comenté mientras me unía al grupo y empezaba a caminar hacia la entrada del casino.

Finalmente, entramos a aquel lugar... ¿Qué nos esperaría allí? Solamente había oscuridad... Pero la débil luz del sol que entraba por la puerta nos permitía seguir el camino. De pronto, las puertas se cerraron, y las luces del interior del casino se encendieron, iluminando todo el lugar.

¿Tanto cuesta hacerme caso? —dijo una voz. Su voz.

Andrei... —musité nerviosa.

Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio —dijo el Reaper tras aparecer de detrás de la fuente—. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

¿Por el bien de todos...? Claro; maldito gitano oportunista —murmuró Xefil colocándose al frente junto a Light.

¡Por nuestra misión! —exclamó Neku monstrándole su teléfono móvil a Andrei.

Una misión claramente falsa. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

¿¡Por qué daría un Reaper una Misión, Saavedra!? —gritó Xefil enojado.

Xefil, no le provoques— le dije a mi compañero apretando los puños—.

Saavedra comenzó a barajar su baraja del tarot y, en un pestañeo, comenzó a hacerlas levitar a su alrededor.

Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

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El Reaper levantó una mano y nos mostró una de las cartas, haciéndola más grande para que todos pudiéramos verla bien. XVI, La Torre. Acto seguido, los aparatos del casino comenzaron a reaccionar. Las máquinas tragaperras expulsaban monedas a tutiplén, como si un jugador hubiera ganado el máximo premio. Me puse en guardia ante aquella espeluznante escena, preparada para lo peor. Una de las mesas voló hacia el grupo, y Xefil, que intentó esquivarla, fue golpeado por ella junto a Light.

¡Xefil, Light! —exclamé preocupada acercándome a ellos por la espalda—. ¿Estáis bien? —pregunté ayudando a mi compañero a reincorporarse—. No pienso perder a más compañeros... ¡Esto no va a acabar así! [/color]—exclamé con determinación alzando la vista y observando a Andrei—. [color=#BF0000]Yo os cubro.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Light » Jue Dic 27, 2012 2:31 am

¡Maya! ¡Ragun, Light!

>>Hagámoslo. Ganemos este maldito juego.

Impulsados por las optimistas palabras de Xefil, los aprendices terminaron aventurándose hacia el misterioso casino, el paraíso del juego y los vicios.

¿Qué sorpresas les depararía allí dentro? ¿Vivirían para poder contarlo, ó serían eliminados irremediablemente por el todopoderoso Reaper?

Sólo la oscuridad les recibió dentro, en parte iluminada por el sol crepuscular que se proyectaba sobre sus espaldas; la única iluminación que reinaba sobre aquella villa tan monótona y simple.

Aquella débil luz no era suficiente…

¿Qué…? —Light se giró súbitamente tras escuchar el pavoroso estruendo del cierre de las puertas.

Ya no había vuelta atrás, ni escapatoria posible de su destino…

Aunque al menos habían encendido las bombillas de la sala; todo un detalle por parte de su anfitrión. Ahora, él y todos los aprendices pudieron observar con mejor detalle el desconocido entorno que les rodeaba: por la izquierda, se expandían dos hileras de infinitas tragaperras que seguramente habrían vaciado más de algún que otro monedero; al fondo, se hallaba la espectacular fuente de una hermosa diosa que invitaba a los Jugadores a probar suerte y les refrescaba, acompañada por su balanza; y a la derecha, tres ruedas de la fortuna giraban una y otra vez, sin jugadores, al igual que las cuatro solitarias mesas; vacías de jugadores, pero no de naipes.

Un escenario triste y aterrador, para qué negarlo…

¿Tanto cuesta hacerme caso?

El Reaper que les había encomendado la misión del tercer día; el aprendiz que tanta superioridad había exhibido.

Andrei Saavedra apareció.

El que bloqueó todas sus Ondas Lunares con su barrera invisible, y además, consiguió inmovilizar a todos los aprendices con un simple movimiento. Light lo recordaba como si hubiera sucedido ayer...

El aprendiz de Bastión Hueco dejó de ocultarse tras la estatua, permitiéndose ver, aunque seguía ocultando gran parte de su rostro. Neku se colocó rápidamente en posición defensiva, preparado para todo lo que le pudiera venir encima.

Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio —Andrei despegó finalmente la mano de su rostro más bien serio, dejándose ver enteramente—. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

¿Por el bien de todos?

Les hemos dado prosperidad, libertad, diversión... Y vida

Sólo queremos lo mejor para este mundo

Nos agradecen nuestra entrada en el mundo hace tres semanas, nuestra protección ante la amenaza que representáis

Otra vez lo de siempre. ¿Por qué los Reapers actuaban como… si estuvieran actuando de buena fe? ¡Habían traído los Sincorazón hasta su ciudad!

Mentira —se posicionó al frente con su compañero Xefil; indignado por las provocaciones, por las palabras absurdas del Reaper.

¡Por nuestra misión! —justificó el compañero de Fátima, mostrando la prueba material de sus palabras: el móvil con la misión.

Una misión claramente falsa —Light mantuvo la mirada desafiante y ceñuda en todo momento, a pesar de la afirmación del Reaper, que bien podría ser otro de sus engaños—. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

Así que Neku y Andrei se conocían…

¿¡Por qué daría un Reaper una Misión, Saavedra!? —Xefil preguntó la duda que seguramente carcomía a casi todos los presentes.

Pero no contestó.

Su temible adversario simplemente materializó la baraja de naipes, y la barajó (como amante del juego que era), para después soltarla, permitiendo que todas sus cartas volaran alrededor de su amo y su dios; el mismísimo centro del universo.

Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

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El primer movimiento de Andrei, la primera de las múltiples triquiñuelas que les guardaba. Levantó su mano y se hizo con la primera de las cartas que utilizaría contra los Jugadores. Mágicamente, el naipe aumentaría su tamaño para dejarse ver mejor.

La Torre.

La carta desaparecía para dejar al Caos reinar por toda la habitación. Todas las maquinas tragaperras de la sala reaccionaron violentamente, expulsando monedas sin control y sin fin. Por mucho que Light interpuso la red de oro entre él y las máquinas, lo único que consiguió fue atrapar unas pocas de las casi infinitas monedas que salían volando hacia él.

¿Eso es todo?

Realmente no. Su adversario había alzado el vuelo, exaltando una vez más su superioridad, envolviéndose además de todos aquellos naipes y premios que habían salido de las mesas y las tragaperras, respectivamente, formando de esta manera una protección excepcional y seguramente difícil de disipar.

¿¡Cómo vamos a atacarle!? —preguntó un Light en estado de pánico, ignorando las mesas que empezaban a cobrar vida.

¡Rompedlo! —exclamó el incansable de Xefil al equipo—. No puede resistir por siempre, abrid un hue--

El espectáculo de Andrei dio sus primeros frutos al fin. Las mesas vivientes se lanzaron sin compasión contra Light y Xefil, testigos directos en esos momentos de la defensa perfecta del Reaper.

Los reflejos de Light no funcionaron correctamente, y tras observar por el rabillo del ojo los muebles que se arrojaban sobre ellos...

Rotó en el sitio, y por simple instinto protector, se colocó entre Ragun y las mesas, con ambos brazos extendidos.

¡¡De aquí no pasan!! —vociferó, refiriéndose específicamente a las mesas que se dirigían hacia ellos.

¡¡Light, abajo!!

Pero de nada sirvió la advertencia de Xefil, pero al menos, gracias a que ambos amortiguaron de lleno todo el peso de los furiosos muebles, consiguieron proteger a sus compañeros con sus cuerpos.

Ambos jóvenes cayeron al suelo, doloridos por el gran impacto.

¡¡Saavedraaaa!! —exclamó un Xefil que empezaba a sacar su lado más furioso y temible.

¿Cómo te atreves...? masculló, hacia Andrei, sin eliminar el contacto visual con él.

Mierda, Light. ¿Eres idiota? Un debilucho como tú debería ser el que se quedase detrás —Ragun, preocupado por lo que le pudiera haber pasado, se dirigió rápidamente a su posición, dispuesto a socorrerle.

Sí, sabía que era débil. Sabía que era el aprendiz más inmaduro e impulsivo de todos. Sabía que no era un aprendiz modelo precisamente. Sabía que Ragun lo era, y que tenía mucha más experiencia y habilidad que él…

Pero era tan difícil de admitir… hasta ahora.

Ya sé que soy débil, pero... —se tragó el orgullo y lo aceptó entre dientes, con la cabeza gacha, la cual levantó con sorpresa al percatarse de que su compañero le estaba tendiendo la mano en ese mismo momento.

Ragun...

Sí… él era débil, pero no era el único. Todos los Jugadores como él estaban indefensos, vulnerables en aquel juego tan extremo. Eran simples hormigas que podían ser pisoteadas con un simple movimiento. Eran fuerzas diminutas que no tenían otra que cooperar para sobrevivir.

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... Pero tengo a Maya y a Xefil conmigo —continuó su frase, con el rostro radiante, y se levantó con la ayuda de su compañero—. Y a ti también.

En efecto, le tenía a él; a su compañero en aquel juego: La estocada oscura, el traidor, el aprendiz de Bastión Hueco…

No, en realidad no. Su compañero ahora era simplemente Ragun. Lucharían como uno solo y se protegerían las espaldas.

La próxima vez no seas tan imprudente, aquí no hay segundas oportunidades —señaló.

No las necesitamos —afirmó con rotundidad, apoyando su brazo sobre su hombro, en señal de compañerismo, sonriente; Tenía fuego en su mirada. Apretaba su puño cerrado, incapaz de contener las infinitas ganas de doblegar a cierto Reaper con el poder de ambos. Terminó abriéndolo para dar un par palmaditas sobre su espalda, y afirmó—: Juntos somos invencibles, ¿verdad?

Claro que lo somos.

No te quepa duda.

Sacudió enérgicamente la red de oro y dirigió la vista al frente, en guardia y preparado para esquivar los ataques de su enemigo: el divino tahúr que decidía su destino y el de los adversarios con las cartas…

Aquel que experimentaría la perfecta sinergia entre el poder de la oscuridad y el poder lunar.

La oscuridad.

La luna, el astro nocturno.

Pese a que siempre había detestado la primera, Light lo tenía en aquel momento más claro que nunca. Eran la combinación perfecta, pues…

Al igual que ellos, ¿no eran la luna y la oscuridad de la noche eternas compañeras?

* — ¡Light! Más te vale cubrirle si quieres que te siga ayudando... —le advirtió Yagami, dejando a su cuidado un...

¿Sincorazón?

¿¡Qué!?

Parecía que no le quedaba otra opción...

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* Añadida esa última parte de mi post. Light cubrirá al claxon sanador de Yagami y le protegerá
Última edición por Light el Vie Dic 28, 2012 12:24 am, editado 2 veces en total
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Sombra » Jue Dic 27, 2012 3:36 am

¡Maya! ¡Ragun, Light! Hagámoslo. Ganemos este maldito juego.

Todos acabamos entrando dentro del casino. No sabíamos que nos deparaba dentro, pero una cosa era clara. Aquella era una buena oportunidad para acabar con un Reaper.

Todo estaba muy oscuro... Y no me sorprendió cuando mi Visión Nocturna no funcionó. Avanzamos unos metros cuando todos escuchamos un fuerte portazo que nos sobresaltó a cada uno de nosotros obligando a que nos girasemos.

Las luces empezaron a encenderse mostrando un montón de aparatos que no llegaba a comprender, nunca había visto algo así. Máquinas con símbolos y luces muy llamativas que me incitaban el que me acercase... Había decenas de aquellas máquinas, al otro lado había varias ruedas con números que giraban y también mesas llenas de cartas. ¿Por qué? Aquella duda quedaría en mi interior. Finalmente, al fondo del todo había una fuente con una estatua con algo entre sus manos que tampoco sabía lo que era.

¿Tanto cuesta hacerme caso? —dijo alguien con una voz agotada.

Tras unos segundos quedó a la vista. Había salido de detrás de la estatua.

No cabía duda, era Andrei, aunque estuviese cubriendo parte de su cara con una mano.

Imité al Zanahoria poniéndome en posición defensiva esperando cualquier posible ataque, aunque lo dudaba. Andrei era muy propenso a los diálogos largos. Era un charlatán.

Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio —apartó la mano de su cara mostrandonos un rostro de todo menos alegre—. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

Y tú por qué no te vas un poco a la mierda... —susurré cansado. Estaba harto de aquel juego. Ya me daba igual a quién tuviese que llevarme por delante, tenía que ganar a cualquier costo.

Mentira —rrespondió Light situándose al frente de todos.

¡Por nuestra misión! —saltó el naranjito mostrando su móvil para justificar el motivo de nuestra estadía allí dentro. Como si eso sirviese de excusa...

Una misión claramente falsa —tenía sentido que fuese falsa... En cierto sentido tenía un formato diferente. ¿Pero por qué tenía esa misión? ¿Qué ocultaba aquel CD? Aquellas dudas me estaban empezando a comer la cabeza... mucho—. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

¿¡Por qué daría un Reaper una Misión, Saavedra!? —preguntó Xefil casi escupiendo su nombre, diciéndolo de la forma más despectiva que pudo. Ahora que lo pensaba... Era verdad, se supone que era el Game Master aquel que daba las misiones. ¿Qué había detrás de todo aquello? ¿No era más fácil eliminarlos a todos a la vez? Sin juegos ni tonterías... ¡No tenía sentido hacer tanto para eliminar a un grupo de aprendices!

Andrei se limitó a hacer que en su mano apareciese una baraja de cartas y empezó a barajarlas como buen profesional. Las cartas empezaron a flotar rodeando su cuerpo casi como si el gitano tuviese órbita propia en cuanto las lanzó.

¿Qué coño? ¿Es un simbionte? ¿Esgrima? ¿Imaginación?


Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

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Una de las cartas aumentó su tamaño de pronto cuando este alzó su mano hacia ella. Una carta con un dibujo que contenía una Torre. ¿Qué quería decir aquello? Yo era un ignorante de aquel tipo de juegos. No sabía que significado podía tener.

De pronto, la carta desapareció y absolutamente todas las máquinas empezaron a reaccionar a su magia. Cientos de monedas salieron disparadas hacia todos lados. Intenté cubrirme, aunque no pude evitar recibir algún que otro pequeño impacto.

¿Solo es este tu poder, Andrei?

No, había visto de primera mano como hacía que treinta personas acababan colgadas boja abajo...

El cuerpo de Andrei empezó a levitar siendo rodeado por todo lo que había sido echado por las máquinas.

Quien pillase ese dinero... —murmuré contemplando al joven gitano que ahora tenía una defensa perfecta.

¿¡Cómo vamos a atacarle!? —gritó mi compañero desesperado.

¡Rompedlo! —respondía Xefil por otro lado, también entrando en pánico. Se le notaba—. No puede resistir por siempre, abrid un hue--

Unas mesas salieron volando en nuestra dirección, una de ellas directa hacia mí. No me daría tiempo de bloquear... Cerré los ojos e interpuse mis manos como pude... El golpe nunca llegó tan solo varios gritos.

¡¡De aquí no pasan!!

¡¡Light, abajo!!

¡Blam!

¿Qué?

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En el suelo estaban Xefil y Light, ambos se habían interpuesto para que ninguno sufriese daños. ¿En serio acababa de protegerme?

¿Por qué haría él eso? Reaccioné dirigiéndome en su dirección, me agaché donde él estaba.

¡¡Saavedraaaa!! —vociferó Xefil, cada vez más enfadado, con unos ojos llenos de ira.

¿Cómo te atreves...? dijo simplemente Light, se le notaba muy dolorido.

Mierda, Light. ¿Eres idiota? Un debilucho como tú debería ser el que se quedase detrás —le tendí una mano para que pudiese levantarse con mi ayuda.

Era lo mínimo que podía hacer... Pero seguía sin entender nada. ¿Por qué iba a ayudar él a alguien como yo? No tenía ni pies ni cabeza mirase como lo mirase.

Ya sé que soy débil, pero... —levantó la cabeza para mirarme y finalmente cogió mi mano

¿Pero?



... Pero tengo a Maya y a Xefil conmigo —acabó de levantarse y me miró sonriente—. Y a ti también.

¿Eh? —una sonrisa se me escapó sin quererlo. Nunca... Nadie me había dicho aquello jamás...

Aparté mi mirada, ante lo que estaba apunto de decir. Sí, en cierto sentido me sentía responsable de Light. Al principio lo veía como un estorbo, pero poco a poco iba cambiando mi opinión. Aunque me costase lo suyo.

La próxima vez no seas tan imprudente, aquí no hay segundas oportunidades —fue lo único que pude decir. Aunque lo dije con un tono algo borde Light pareció notar un deje de preocupación en mi voz pues con una amplia sonrisa me puso su mano en mi hombro amistosamente.

No las necesitamos —dijo ganandose mi curiosidad pues parecía que iba a decir algo más. Me dio una palmada en la espalda—. Juntos somos invencibles, ¿verdad?

Solté una risa algo chulesca y me crucé de brazos.

No te quepa duda —aseguré dándole un puñetazo amistoso en su hombro.

Acto seguido Light se preparó para la batalla. Yo por mi parte me preparé con la cadena. No era muy poderosa, ni muy larga. Pero si aquella era mi arma... Confiaba en ella. No podía mirarla como un objeto. Era parte de mi alma, algo que me representaba...

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[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=3HWl_oQV7YY&list=FLAZC2_VWNxPvueUtgVc_0RQ[/youtube]


En cierto modo, aquella arma era yo mismo. Sí... Si la veía como una extensión de mi cuerpo podría hacer de todo con ella.

Por desgracia, en aquel momento mi arma resultaba inútil, no podía usarla sin que Andrei estuviese a la vista... Pero una cosa era segura.

Si se protegía de aquel modo era por algo: Físicamente era débil. Apostaba mi ridículo vestido resucitador a que así era. No debía tener mucha VT si se valía de escudos... Era imposible...

No tendría lógica al menos...

Pero tenía una duda... ¿Cómo romper aquella barrera? Las monedas tenían metales... Si alguien tuviese magia eléctrica quizás pudiese cargarse el campo magnético si es que sus habilidades eran de Espacio, como las de Wix. El problema era que no estaba seguro de aquello... ¿Y si era un poder telepático como los que tenían los Afines a Nada?

Era un gran dilema.

Por ahora, lo único que podía hacer era proteger a mis compañeros intentando evitar que recibiésen el más mínimo daño.

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Ragun se posiciona para defender a cualquiera que se vea en apuros.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor VaniRoxy801 » Jue Dic 27, 2012 9:58 am

El casino no tenía nada peculiar, era el típico casino con sus tragaperras, mesas, barajas, ruletas y una fuente de agua adornada con una estatua. Al poco de entrar, las puertas se cerraron de golpe y las luces se encendieron, mostrando todo el esplendor del edificio.

¿Tanto cuesta hacerme caso? —dijo Andrei apareciendo detrás de la estatua.

>> Os doy la misión más simple del mundo con tal de manteneros alejados de este sitio. Algo tan simple como no acercaros a este sitio. Lo hago por el bien de todos. ¿Por qué no me escucháis?

¡Por nuestra misión! —le replicó Neku.

Una misión claramente falsa. Esperaba más de ti, Neku. Pero ya que estás aquí, voy a hacer algo que debí haber hecho el primer día...

Andrei invocó sus cartas y empezó a barajarlas. De repente, las cartas empezaron a rodearle, como si fuesen un escudo, haciendo que se levantase unos centímetros del suelo.

Sólo yo tengo la llave para el acceso al cuarto al que queréis acceder, donde el disco os esperará. ¡Eliminaré vuestra existencia!

El golpe de gracia es mío. —advirtió Neku—Haré caso de todas tus órdenes en este combate con tal de derrotarle, pero cuando esté al punto de ser eliminado... Ese momento es mío. Espero haber sido claro.

Andrei empezó su ataque mostrando una carta con la figura de una torre. Al instante, los objetos del casino empezaron a enloquecer. Las máquinas tragaperras empezaron a lanzar monedas y las mesas de póker volaron por los aires, golpeando a los dos que se habían puesto en primera fila.

La cosa no empezaba bien. Había que encontrar alguna manera de atravesar el escudo de Andrei antes de que los objetos del casino acabasen con nosotros. No había ningún sincorazón a la vista, así que tenía que ponerme a invocarlos. Crear dos de ellos bastante poderosos no serviría de nada, al menos hasta que eliminásemos el escudo de Andrei.

De todas formas, utilizase el sincorazón que utilizase, si éste recibía el más mínimo daño, yo lo sufriría también. Necesitaba crear un sincorazón que nos pudiese ayudar en caso de que recibiésemos daño. Concentré una bola de oscuridad en mi mano y la lancé cerca, observando cómo tomaba forma y se transformaba en el sincorazón que había invocado.

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Ordené a la bocina que empezase a sonar para curar a los dos que habían recibido la mesa.

¡Light! Más te vale cubrirle si quieres que te siga ayudando... —le dije mientras ordenaba al claxon que se situase cerca suyo para que lo pudiese cubrir.

Dicho esto, empecé a alejarme todo lo posible de Andrei, buscando un sitio donde poder cubrirme de cualquier objeto que pudiese salir volando. Cuando estuve seguro, empecé a cargar una nueva bola de oscuridad para invocar un nuevo sincorazón.

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Hice que el nuevo sincorazón se quedase a cubierto conmigo, esperando cualquier brecha en el escudo de Andrei para fusilarle a cañonazos.
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31. Francotirador
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