Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5
Publicado: Mar Mar 26, 2013 9:48 pm
El combate no estaba yendo tan mal como el chico peliazul esperaba, los demás jugadores habían tenido que permanecer en el campo de batalla, lo quisieran o no, y se habían visto forzados a luchar contra las dos Reapers. Sin embargo, sus estrategias estaban resultando. El gigantesco loro cayó dormido a causa del mismo hechizo que había usado Felix el día anterior, aunque estaba vez sí fue efectivo. La dueña del animal, a pesar de su invisibilidad, fue localizada por Hana y posteriormente agredida por un chico con una extraña arma.
Mientras tanto, varios jugadores se encargaban de Alexis. Un sincorazón con forma de planta atrapó a la Reaper, seguramente obedeciendo las órdenes del chico que iba en calzoncillos, pero a la niña no parecía importarle demasiado y empezó a deshacerse de las raíces que la inmovilizaban.
Fue entonces cuando Zait intentó razonar con su enemiga. Argumentaba la inocencia de ambos frente a la muerte de Diana, puesto que habían sido ellas dos quienes les habían tendido una emboscada el día anterior e incluso habían eliminado a la copia de Paul y a su compañero. Ciertamente Crow siquiera lo lamentaba, había defendido su vida y la de su amigo, había luchado para sobrevivir en aquel juego del cual no había elegido ser partícipe. Incluso Alexis parecía comprender ese detalle y se mostraba más pacífica, pero los comentarios del chico con aspecto de rata encendieron de nuevo.
Paralelamente, nueva información iba llegando a su mente gracias al hechizo libra. Sabía que debían devolverle cuanto antes la vida, y seguramente lo conseguirían a través de los hechizos curativos de su amiga Maya, pero… él había buscado un “plan B”, por si acaso. En medio del caos Crow consiguió robarle la consola, encenderla y empezar una nueva partida. Era una idea descabellada que, obviamente, no funcionó. Alexis, iracunda, lo empujó y contempló con horror como sus anteriores datos guardados habían sido borrados.
—¡Mis Chimpokomon! ¡Había completado la Chimpokodex! ¡¡Mi equipo!! ―se lamentó.
Antes de que su enemiga pudiera reanudar los ataques intervino Maya usando su magia rehabilitadora. Alexis ahogó un grito y se agachó mientras su cicatriz de la frente se cerraba y su piel recuperaba un color natural. Por suerte esa estrategia sí había funcionado. Alexis había vuelto a la vida.
Lamentablemente, los peores temores de Crow se hicieron realidad, aquello que había querido evitar se iba a llevar a cabo. La fusión. No tenían escapatoria.
Fue una experiencia terrorífica, aquello sólo podía evocarles a la muerte. Risas macabras, crujidos, mordiscos, sangre, dolor… Y, sin embargo, seguían vivos. Todo aquello había una ilusión, pero el dolor era real y estaba muy presente.
“Eres un debilucho… Edgie”.
Aún respiraba, y a pesar de que había compañeros con peor estado, a Crow le costaba incorporarse de nuevo. La fatiga invadía su cuerpo mientras que sus compañeros ya empezaban a prepararse para atacar de nuevo.
“No lo pidas, consíguelo por tu cuenta. Hazlo, y tendrás éxito.”
A duras penas, Crow empezó a levantarse. Un sudor recorría su frente, todavía con el recuerdo del monstruo en la cabeza.
“Hemos llegado tan lejos simplemente por perseguir nuestros absurdos objetivos… Pero aún me queda mucho por recorrer, ¡no puedo morir ahora!”
—¡Cura+! Chicos, ha vuelto a ser mortal! ¡Es el momento de ir a por ella! ―gritó Maya.
Su amiga había sanado sus heridas, aun sin pedírselo. Cerró los ojos, sonrió y se lo agradeció de todo corazón. Se levantó y miró a Alexis con determinación mientras invocaba su lanza eléctrica. Rápidamente se hizo de nuevo la herida en su ojo izquierdo que, para él, lo caracterizaba, ya que también se había cerrado con el hechizo de su compañera.
“Seguiré siendo una falsificación aunque salga de aquí, pero… ¿y qué si lo soy? No importa si soy una réplica, ¡seré verdadero si me abro paso a mí manera!”.
Con su arma en mano corrió hacia Alexis. Ésta levantaba su paraguas mientras una esfera de color morado se formaba en su punta. A diferencia de los demás, cambio su rumbo, trataría de rodearla atacándola por la espalda.
―Tú siempre puedes empezar de nuevo una partida…―mustió mientras corría―. Pero yo sólo tengo una oportunidad.
Agarrando su arma con decisión, cogió impulso y arrojó la lanza con todas sus fuerzas.
―¡Yo sólo quiero que me dejéis vivir mi vida en paz!
Si su arma conseguía impactar en Alexis haría que de ella saliera disparado su único hechizo ofensivo mientras gritaba:
―¡ELECTRO!
Mientras tanto, varios jugadores se encargaban de Alexis. Un sincorazón con forma de planta atrapó a la Reaper, seguramente obedeciendo las órdenes del chico que iba en calzoncillos, pero a la niña no parecía importarle demasiado y empezó a deshacerse de las raíces que la inmovilizaban.
Fue entonces cuando Zait intentó razonar con su enemiga. Argumentaba la inocencia de ambos frente a la muerte de Diana, puesto que habían sido ellas dos quienes les habían tendido una emboscada el día anterior e incluso habían eliminado a la copia de Paul y a su compañero. Ciertamente Crow siquiera lo lamentaba, había defendido su vida y la de su amigo, había luchado para sobrevivir en aquel juego del cual no había elegido ser partícipe. Incluso Alexis parecía comprender ese detalle y se mostraba más pacífica, pero los comentarios del chico con aspecto de rata encendieron de nuevo.
Paralelamente, nueva información iba llegando a su mente gracias al hechizo libra. Sabía que debían devolverle cuanto antes la vida, y seguramente lo conseguirían a través de los hechizos curativos de su amiga Maya, pero… él había buscado un “plan B”, por si acaso. En medio del caos Crow consiguió robarle la consola, encenderla y empezar una nueva partida. Era una idea descabellada que, obviamente, no funcionó. Alexis, iracunda, lo empujó y contempló con horror como sus anteriores datos guardados habían sido borrados.
—¡Mis Chimpokomon! ¡Había completado la Chimpokodex! ¡¡Mi equipo!! ―se lamentó.
Antes de que su enemiga pudiera reanudar los ataques intervino Maya usando su magia rehabilitadora. Alexis ahogó un grito y se agachó mientras su cicatriz de la frente se cerraba y su piel recuperaba un color natural. Por suerte esa estrategia sí había funcionado. Alexis había vuelto a la vida.
Lamentablemente, los peores temores de Crow se hicieron realidad, aquello que había querido evitar se iba a llevar a cabo. La fusión. No tenían escapatoria.
Fue una experiencia terrorífica, aquello sólo podía evocarles a la muerte. Risas macabras, crujidos, mordiscos, sangre, dolor… Y, sin embargo, seguían vivos. Todo aquello había una ilusión, pero el dolor era real y estaba muy presente.
Aún respiraba, y a pesar de que había compañeros con peor estado, a Crow le costaba incorporarse de nuevo. La fatiga invadía su cuerpo mientras que sus compañeros ya empezaban a prepararse para atacar de nuevo.
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A duras penas, Crow empezó a levantarse. Un sudor recorría su frente, todavía con el recuerdo del monstruo en la cabeza.
“Hemos llegado tan lejos simplemente por perseguir nuestros absurdos objetivos… Pero aún me queda mucho por recorrer, ¡no puedo morir ahora!”
—¡Cura+! Chicos, ha vuelto a ser mortal! ¡Es el momento de ir a por ella! ―gritó Maya.
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Su amiga había sanado sus heridas, aun sin pedírselo. Cerró los ojos, sonrió y se lo agradeció de todo corazón. Se levantó y miró a Alexis con determinación mientras invocaba su lanza eléctrica. Rápidamente se hizo de nuevo la herida en su ojo izquierdo que, para él, lo caracterizaba, ya que también se había cerrado con el hechizo de su compañera.
“Seguiré siendo una falsificación aunque salga de aquí, pero… ¿y qué si lo soy? No importa si soy una réplica, ¡seré verdadero si me abro paso a mí manera!”.
Con su arma en mano corrió hacia Alexis. Ésta levantaba su paraguas mientras una esfera de color morado se formaba en su punta. A diferencia de los demás, cambio su rumbo, trataría de rodearla atacándola por la espalda.
―Tú siempre puedes empezar de nuevo una partida…―mustió mientras corría―. Pero yo sólo tengo una oportunidad.
Agarrando su arma con decisión, cogió impulso y arrojó la lanza con todas sus fuerzas.
―¡Yo sólo quiero que me dejéis vivir mi vida en paz!
Si su arma conseguía impactar en Alexis haría que de ella saliera disparado su único hechizo ofensivo mientras gritaba:
―¡ELECTRO!