[Evento Global] Datastream

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Re: Vuelta a la corrupción

Notapor A Nerd Girl » Sab May 03, 2014 4:35 pm

Los intentos de ir a por los encapuchados eran como una bola de demolición contra nosotros. Nos tiraban y nos destruían de golpe casi de al borde de caer.

Habéis llegado tan lejos y seguís sin entender nada —evité mirarlo por que me da miedo... Esa voz daba pavor.—. Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.

Perro malo.

¡¡Xefil, ahora!!

Muchos han fallado en el pasado. No creas que tu luz es especial.

Dejarlo todo a manos de Xefil, en verdad esperaba que fuera capaz de hacerlo. En el fondo rezaba por acabar esto mientras intentaba ayudar a los que podía. Miré a quienes peleaban contra los encapuchados. Bavol luchaba con todas sus fuerzas a pesar de ser un mero niño. Un chico que quizá le veía antes que yo en volverse Maestro, solo faltaba quitarle el ser cabezota.


Datastream.

Y con esas palabras que se repitieron, como si fuera el código a algo malo, el enemigo cayó y sentí una gran alegría en mi. Al final sobrevivimos, estaba bastante feliz... Si no fuera por que nos devolvió lo que nos arrebataron y quizá eso a más de uno no le gustase.

Entre esas personas: Saxor, quien parecía estar sufriendo. Gritaba de dolor, caído de rodillas, como si le estuvieran clavando espadas en el corazón y en el resto del cuerpo. Me acerqué rápidamente a él. Era mi amigo, aunque el hubiera querido antes algo más, pero a pesar de todo yo nunca le dejaría en ese estado.

¿Estás bien?

No contestaba, estaba fuera de si. No contestaba, estaba sin poder darse cuenta de mi pregunta. No contestaba, estaba fuera de la realidad todos sus pensamientos. No contestaba, su atención estaba mermada hacia soportar la llegada de su oscuridad. Me agaché y decidí hacerle algo que quería hacerle antes. Por ese beso sorpresa.

Un bofetón con casi todas mis fuerzas.

<<Eso por el beso y para que me prestes atención.>>

Me miró y se sonrojó. Miré seria al chico, quizá había vuelto a ser tímido. Apartó su vista de mi quizá con vergüenza. Yo decidí repetir mi pregunta.

¿Estás bien?

N-no...

Será mejor levantarse... ¿no crees?

S-sí...

Le ayudé a levantarse, parecía como un saco de patatas que no quería hacer nada por que no podía. Un saco de patatas al que le habían pintado una cara triste, y con todo el ambiente de celebración de haber vencido, no encajaba... Si alguien le viera casi estaría quitando su sonrisa de la cara.

Eh, tranquilo, al final ganamos, eso es de que alegrarse... Intenta parecer algo feliz o arruinarás la felicidad...

N-no p-puedo...

Intenta parecer que sonríes. Por favor...

L-lo... Intentaré.

Sonreí al ver que intentaba hacerlo. Bastaba con una sonrisa falsa como la mía. Por que yo ahora con el estado de Saxor no me atrevía a decirle que no quería que se ilusionase conmigo.

Mi maestro os está eternamente agradecido. Siempre seréis bienvenidos en la Red. Por favor, contad con mi ayuda en el futuro.

Debisteis matarlo, maldita sea. Ahora ha desaparecido y sabes que viene a por nosotros.

Crow...

¡Lo sabes! Andrei no es ningún santo. Él...

De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.

Y con la última frase me giré cogiendo a Saxor del brazo y apretándolo fuerte, estaba que no me lo creía, incluso me pellizqué para ver si no era un sueño. No estaba solo estaban los demás Maestros. Casi sentía ganas de llorar. Aunque llegar en ese momento fue odioso. ¡Ya podían haberlo hecho antes!

¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! ―reí un poco con esa oferta, era él único y verdadero Ronin, bromista y gracioso.―: ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!

No hablé mientras miraba a Saxor, si no fuera por que tenía ciertos asuntos le pediría venir conmigo a Tierra de Partida. O si no irme a Bastión Hueco. Pero lo mejor ahora era estar separados. Ya desde que me dijo eso pensaba en alejarme algo de él o solo limitarme a algo leve y no llegar a ser tan... empalagoso conmigo.

Poco más tenemos por hacer aquí. Vámonos.

Ya habéis oído, todos a casita

No, no os vais aún.

Tenemos un mensaje para vosotros.

Las copias pararon a los Maestros, miré curiosa que quería hacer. Era extraño...

En el Reaper's Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.

¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? —Suspiré mientras veía a Light y a los que estuvieron en el Coliseo Olimpo. El Emperador, Gabranth, Gárland... Todos ellos parecían ir contra nosotros... Los portadores.—. Andrei, Villanos Finales, ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.

La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.

Conociendo a Kazuki y a Ronin no aceptarían la tregua, quizá a Lyn le agradase la idea pero los otros dos Maestros eran más radicales y hasta no quisieron curar a Diana en su momento.

Terminemos con esta guerra, Ronin.

¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!

Reí por lo bajo mientras veía al Maestro de Bastión Hueco lleno de vergüenza al abrazar a quizá un viejo amigo. Ronin parecía bastante de acuerdo con la idea.

¡Esto no me lo esperaba!

N-no lo entiendo...─miré a Saxor con una sonrisa. En verdad ahora no habría problema alguno...─ P-pero es lo m-mejor.

Pero bueno, ¿Y nosotros qué? ¿A qué esperamos?― Kousen exclamó le miré algo dudosa. ¿A qué se refería? ―¡¡Abrazo Grupal!! ¡Esto hay que celebrarlo!

Sonreí con fuerza y me abracé a Saxor mientras miraba a Xefil o a Light, también miré al resto de aprendices mientras sonreía y nos uníamos al abrazo en grupo. Era un momento de celebrar la victoria, era un momento de celebrar la alianza...

Era un momento de felicidad.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor H.S Sora » Sab May 03, 2014 5:30 pm

Qué triste es vuestra existencia. —comentó sin compasión alguna, y yo empezaba a estar harta también de sus condenados comentarios, los cuales no tenían otra intención que herirme moralmente, a mí y al resto

¿P-Por qué?...

Me levanté de nuevo, quizá la décima vez en un combate que apenas había empezado.

Después de haber sido cortado y atacado númerosas veces por aquel maldito monstruo empezaba a encontrarme más y más fatigado. Aunque solo fuese una sola persona, aquel cabrón era fuerte, muy fuerte.

Es demasiado fuerte...¿E-Esto es el fin?...

Me lancé de nuevo contra aquel encapuchado, pero era en vano, tantos sus reflejos como habilidades eran más que superiores a las mías. Todo lo que hacía era jugar conmigo, como había hecho con todos los aprendices tanto en el Reaper's Game como ahora, todo esto era como un juego para él, pues me tumbó en un suspiro...

Las batallas que se libraban a mi alrededor no tenían resultados para nada esperanzadores. Todos nos encontrábamos en la misma desesperante situación. Gente gritando, sufriendo, otra volando por los aires... ¿Tan poco podíamos hacer para demostrar que merecíamos vivir?...

M-maldito…

Miré momentáneamente a Saeko la cual estana en un estado casi peor que el mío. Seguí su mirada hasta donde se encontraban dos jovenes, me pareció reconocer a uno de ellos en la lejanía, pero aquello no importaba. ¿Acaso uno de ellos era el que llevaba el Disco? Era lo que tenía más sentido, pero de ser así, se encontraban en apuros también, pues no sabría ni decir cómo, Erased había sacado unos tentáculos los cuales parecían tener el objetivo de aplastar a aquellos chicos.

Habéis llegado lejos y seguís sin entender nada.Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.

En parte quizá tenía razón, yo apenas entendía nada con lo ocurrido en el Reaper's Game, ¿pero aquello importaba acaso? Si mis compañeros luchaban por algo, yo podía hacerlo también. Ya me encargaría luego de pedir explicaciones si era necesario, pero no me echaría atrás, no vacilaría por algo tan absurdo como el “no entender”.

Lucharía hasta el final, no abandonaría a mis amigos ni compañeros en la vida. Saldríamos de esta, empecé a levantarme.

¡Te equivocas Erased! Quizá nos hayas traído tu aquí... ¡¡Pero el único que va a a ser eliminado eres tú!!

Volví a mirar a Saeko, la cual parecía más agotada que de costumbre, incluso parecía estar ausente y no luchar al tope de sus posibilidades. Al acercarme a ella vi como el encapuchado tambiém iba hacía ella, y ni se estaba dando cuenta.

Corrí todo lo posible y me interpuse entre el cuerpo de mi amiga y el de aquel maldito ente, para ser atravesado por uno de aquellos sables. No pude evitar escupir sangre, ni que Saeko sufriese parte del daño, aunque lo maximicé bastante dentro de lo que cabía y por aquello me podía sentir algo “alegre” mientras caía al suelo lleno de heridas y perdiendo sangre.

¿Q-Que es eso?...

Miré derribado como algo parecía caer del cielo a todas velocidad. ¿Era una estrella?... No, no era eso. Tenía forma humana... ¿Era el chico de Tierra de Partida que me sonaba?.... Sí, era él y portaba algo en sus manos. Recé sin saber rezar, por que fuese el Disco que había mencionado Quorra, el Disco que podía eliminar a aquel bastardo de una vez.

Me encontraba sin fuerzas, cada vez más agotado, si aquel golpe no salía bien, podía considerarlo como el último que tuviésmeos oportunidad de dar.

Vamos...Vamos...

El chico desapareció por un instante, y llegué a pensar que ni siquiera había podido tocarle, hasta que los encapuchados empezaron a emitir extraños sonidos, sonidos que significaban que habían perdido.

Seguí mirando curioso, viendo como aquel pilar de oscuridad caía y dejaba a Erased sin movilidad alguna, haciendo que se encontrara en el suelo, como muchos de nosotros en aquel momento. Miré satisfactoriamente como aquel monstruo empezaba a desvanecerse y estuve expectante para ver cual era su última acción.

Empezó a reirse. Aquel cabrón se reía mientras estaba siendo eliminado, se reía de nosotros sin decir nada más. Antes de desaparecer, sin embargo si que quiso dedicar una última palabra:

Datastream.

El famoso Disco golpeó una segunda vez al monstruo, librándonos por completo de aquel ser de una vez por todas. Aquel era el fin definitivo de aquel monstruo.

* * *


Me encontré a mi mismo, tumbado sin apenas fuerzas. Todo había acabado, absolutamente todo. Mientras observaba el campo de batalla me perdía en diversos pensamientos acerca de lo acontecido.

Ahora que Erased ya no estaba, ¿que iba a hacer Dark Light? El muchacho había salido huyendo, tanto como para recuperar fuerzas como para seguramente pedirle consejos a su “amigo”. ¿Como reaccionaría al enterarse de que había sido eliminado?... También pensé en donde diablos estaría Andrei, al cual habían desenmascarado como principal culpable de todas nuestras penúrias... Oh sí, aquel cabrón tendría que pagar de lo lindo por lo que había hecho y provocado.

Todos aquellos pensamientos fueron interrumpidos con un agudo dolor que acudió a mi pecho. Era normal, al ser eliminado Erased todo aquello que me faltaba iba a volver... Sonreí irónico, pues no sabía si alegrarme o no. Por el momento varios susurros apenas inaudibles se mezclaban, haciendo que no pudiese entender absolutamente nada de lo que decían.Como por el momento no podía saber si se trataba de Alice, o de mi “amiga” la voz, decidí ignorarlo todo y empezar a moverme.

El primer paso fue curarme, pues en el estado que me encontraba poco podía hacer para moverme. Tras aquello guardé a Alice, desmaterialicé mi Llave Espada y empecé a dar vueltas por el arrasado compo de batalla en el que había estado librando una batalla a muerte un rato antes.

Me detuvé al ver a Saeko, la cual parecía contemplar a la nada. Había curado también sus heridas, pero aún así su cansancio y fatíga eran tan evidentes como en mi caso; sin decir nada, me senté a su lado.

Saeko, ya todo ha terminado al fin. Dime, ¿qué tal estás? —Asintió a mi comentario sin decir nada más, observando también el campo de batalla como yo lo había estado haciendo segundos atrás.

Hasta ese momento Saito no sabía nada de lo sucedido, ni de las penurias por las que había pasado por culpa de mi copia. De algún modo, quise contarle todo, compartir todo aquel dolor con alguien. Y a fin de cuentas, él era mi único amigo del mundo real. La única persona en la que podía confiar, aparte de los Maestros, por supuesto.

Bien, y sí, pero me sigue sabiendo amarga esta victoria… —Saeko tenía la voz rota, aquel tono me recordó al mismo que yo había utilizado la madrugada siguiente de aquella noche que ninguno de los dos podríamos olvidar, por lo que sabía que algo pasaba.— No me ha hecho ninguna gracia que fuese mi copia virtual la que despertase a Erased Data. Me he tenido que responsabilizar de su estupidez —dijo en un tono de enfado, algo más común en ella.—. La otra Saeko quiso ir a Tierra de Partida, incluso traicionar a nuestros Maestros y a Bastión Hueco. No me pudo tocar una copia más idiota, ¿verdad? —La idea de una Saeko en Tierra de Partida se me hacía más que extraña, y más la de una Saeko desleal al Maestro Ryota, o a cualquier otro. Pensé en decirle como manera de romper parte de la tensión en el ambiente que al menos su copia no había muerto siendo literalmente atravesada por un paraguas, pero me lo callé, pues no era ni momento ni lugar para aquello.— ¿Sabes, Saito? La única razón por la que he luchado ha sido por la responsabilidad de derrotar a ese monstruo, el mismo que ella trajo por error en una torre, observando una visión del Maestro Ryota en su juventud, derrumbándose. Je, pensó que de alguna forma, tocando al espíritu… o lo que fuese aquello del Maestro, conseguiría ayudarlo —y me miró con verdadera angustia, podía notar parte de lo que había estado sintiendo ella incluso.—. Pero lo único que consiguió fue transformarse ella misma en Erased.

Intenté asimilar toda aquella información que Saeko me acababa de dar en un momento. Era complicado dar una respuesta pues yo no había llegado a pasar algo parecido con mi copia. La carga tan pesada que ella había tenido que asumir y soportar además de hacerse responsable de esta, era enorme, más de lo que me pudiese incluso imaginar.

Aunque aquello, me hizo comprender un poco más a Saeko. Incluyendo el el por qué la ví llorar cuando empezamos a recuperar los recuerdos de nuestras copias. Ella había tenido que cargar con el sentimiento de haber traído a Erased de vuelta, e incluso de haber sido ella misma Erased , y había asumido la responsabilidad de tener que eliminarlo... Recordé el dolor agudo en el pecho que había notado al “sentir” mi muerte y pensé que era una tontería comparado con todo lo que Saeko tuvo que sentir y asimilar en cuestión de varios minutos.

Aquello si que había sido dolor de verdad, dolor al que se había antepuesto con todas su fuerzas y que ahora intentaba en parte “aliviar” contándome todo aquello. Me hizo feliz que hubiese confiado en mí de aquella forma en la que lo había hecho y me preparé para contestarle con una sinceridad que pretendía aliviarla aún más.

Saeko, no te preocupes por eso. Erased ha sido eliminado y todo ha terminado, de una vez por todas. No más copias baratas de nosotros mismos, ni más juegos de muerte estúpidos se volverán a llevar a cabo; y nosotros hemos contribuido a que eso suceda. Todo lo malo o estúpido que haya podido hacer tanto tu copia como la mía, queda saldado con todo lo que hemos hecho hoy, que no te quepa duda..

Suspiró y empezó a sonreir levemente, acto que me hizo sonreir a mi también sin saber el por qué.

Y cuando me trajeron a este lugar, terminé encontrando por casualidad al Maestro Andrei. Parecía bastante debilitado, no sabría explicarlo… como si fuese una marioneta sin voluntad. Me sorprendió descubrir que fue él quién creó nuestras copias digitales… —Asentí a aquella información. ¿Andrei había acabado siendo una marioneta en su própio juego? Esperé, algo expectante, a que Saeko pudiese aclararme donde estaba aquel maldito.— Quise protegerlo, a fin de cuentas, es Maestro nuestro. Pero lo terminaron secuestrando durante la batalla. ¿¡Y sabes qué!? —Aquella reacción tan sobretaltada por su parte mientras se levantaba me sorprendió, y me hizo a su vez esbozar otra sonrisa.

>Erased está muerto, no pienso hacerme responsable de nada más. Ni de la desaparición del Maestro, ni de las tonterías que se creyó mi copia virtual. Venga, vamos.

Asentí a su comentario y la acompañé, era preferible que me olvidase de Andrei y de su misterioso paradero durante un tiempo. Si Saeko podía hacerlo, yo no iba a ser menos.

Para cuando llegamos, Quorra estaba marchándose mientras se llevaba el Disco que había eliminado a Erased. ¿Era seguro dejárselo a ella?... Fuese como fuese, no iba a salir corriendo tras ella como un loco, no aquel día.

Debisteis matarlo, maldita sea. Ahora ha desaparecido y sabes que viene a por nosotros.

Crow…

¡Lo sabes! Andrei no es ningún santo. Él…

Intenté ignorar aquella conversación; Era momento de “relajarse”, Andrei podía quedarse una temporada más donde fuese que estuviese, ya habría tiempo de encontrarle o hacer lo perteneciente más adelante.

De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.

Me giré al escuchar aquella voz, provenía del verdadero Maestro Ronin el cual estaba acompañado por lo que supuese que era el resto de Maestros de Tierra de Partida.

Vaya, los “heroes” aparecen justo a tiempo...

Naturalmente era irónico, la ayuda de aquellos Maestros a tiempo nos hubiese venido de perlas para no sufrir de la manera en la que lo habíamos hecho.

¡Una chuche para quién me explique que pasa aquí!: ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!

Aprendices de Tierra de Partida se acercaron a Ronin, el cual parecía estar tratándolos como verdaderos críos. Me aparté un poco de aquel espectáculo tan deplorable y pude ver como el Maestro Ryota junto al resto de Bastión Hueco también había venido.

Pensé preguntarle más adelante y en privado a Ryota, dónde había estado en su momento, aunque era más que probable que siquiera me respondiese. Suspiré, pese a la impoténcia que sintiese podía hacer lo que le diese la gana, al fin y al cabo era el Maestro de los Maestros de Bastión Hueco, pero alguna explicación de vez en cuando vendría bien para entender las cosas.

Maestro Ryota, siento informarle que el Maestro Andrei fue secuestrado durante la batalla. Lamento no haber podido seguir su rastro.

Saeko había hecho bien en informar al Maestro Ryota de aquello, aunque aún me quedaban algunas dudas al respecto en ese ámbito.

Poco más podemos hacer aquí. Vámonos.

Ya habéis oído, todos a casita.

Crow y la chica vuluptuosa nos cortaron el paso a ambos bandos.

No, no os vais aún.

Tenemos un mensaje para vosotros.

¿Que querrían ahora? Todo había terminado, no había nada más que discutir.

En el Reaper’s Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.

¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? Andrei, Villanos Finales., ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.

¿Villanos Finales?...

Me sonaba el tema, pero no sabía demasiado de que iba la cosa. Aun así, ¿que querían lograr? Hasta ahora nos había ido bien uniendo fuerzas de vez en cuando, y luego cada uno por su lado.

La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí ―yo no estaba de acuerdo―. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.

El Maestro Ryota no dijo nada, solo permaneció pensativo a todo aquello, un silencio sepulcral lo inundaba todo. Solo Saeko se atrevió a romperlo con una duda que todos teníamos en nuestro interior.

¿Maestro…?

Tanto el Maestro Ryota, como el Maestro Ronin avanzaron entre la multitud de aprendices (ambos acompañados por un Maestro respectivamente) hasta encontrarse cara a cara el uno con el otro. Mi Maestro dió el primer paso, y le tendió la mano al Maestro de Tierra de Partida, Ronin.

Terminemos con esta guerra, Ronin.

¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!

Mi Maestro parecía avergonzado ante tal acto, al menos en un principio. Luego esbozó lo que parecía una sincera sonrisa y devoldió el abrazo sin tanto ahínco como el primero de Ronin.

Así que llega la “paz”...

A pesar de que la idea no me entusiasmaba tampoco me acababa de disgustar. Al fin y al cabo aquello no significaba tener que abandonar Bastión Hueco, ¿verdad?... Aquel sitio me gustaba, mucho. Y no querría abandonarlo por nada en el mundo.

El resto de “cambios” que se produjesen los podía soportar sin problema alguno, mientras pudiese seguir luchando a favor del Maestro Ryota y en lo que yo creía y por lo que creía, no tendría problema en adaptarme la situación.

Aunque he de admitir que aquel cambio me producía cierta inquietud, ¿un enemigo que causase la necesidad de unir ambos bandos enfrentados? Prefería no darle muchos vueltas pues aun no comprendía el por qué de muchas cosas, pero sabía que todo iría bien, según fuese la marcha.

Esto no puede ser verdad… —escuché decir a Saeko, la cual me hizo esbozar una ligera sonrisa ante su comentario, sacándome de dudas y pensamientos.

Yo había tenido trato casi nulo con Tierra de Partida, pero ahora que la paz llegaba quien sabía lo que podría suceder. Era como un sueño, todo estaba yendo bien por el momento, la derrota de Erased, la reconciliación de ambos bandos...Así que no era el día de empezar a actuar de manera pesimista, había que intentar “divertirse”.

Pero bueno, ¿Y nosotros qué? ¿A qué esperamos? —un aprendiz de Tierra de Partida, que había estado junto al que portaba el Disco se encontraba cerca mío y de Saeko, este llamó mi atención— ¡¡Abrazo Grupal!! ¡Esto hay que celebrarlo!

En poco menos de unos segundos una gran masa de aprendices nos encontrábamos abrazándonos unos a otros, incluso me pareció tener a Saeko cerca y escuchar una queja tímida por su parte, pero no pude hacer otra cosa que reír mientras era abrazado por gente que ni conocía.

Era una sensación extraña, la del compañerismo. Cualquier diría que allí mezclados, entre abrazos y risas, habíamos estado siendo enemigos hasta hacia unos minutos. Aunque aquello ya no contaba por lo visto, ahora eramos todos una extraña y rara “familia”, más fuertes que nunca.

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Bueno simplemente decir que buen trabajo (por si esta es la última ronda xD) ¡Y un placer haber participado!
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor RedXIII » Sab May 03, 2014 6:13 pm

MoguDer esquivó todos lo ataques del aprendiz, no podía creer la agilidad que se escondía tras aquellas pequeñas patitas, aprovechó el desconcierto del aprendiz para lanzar una bomba pero no hacia Hiro, si no a otro aprendiz, Kousen, la cual fue interrumpida por Tandy, no sabía el porque de aquello pero la vergüenza que sentía por el acto del Moguri le comía por dentro.

Dos mascotas se unieron al aprendiz, parecían querer luchar, pero no quería aceptar su ayuda, aquel combate era entre su mascota y el.

¿Una bomba? — Suspiró mientras lanzaba su cigarrillo al suelo —Se nota que tu no eres como el — El aprendiz se lanzó a toda velocidad contra MoguDer, soltando pequeñas rachas de puñetazos los cuales esquivaba con dificultad, los ojos del híbrido se llenaron de lágrimas y sus golpes cada vez eran más lentos, algo que aprovechó el Moguri para abofetearle.

De todas las mascotas que hay, de todos los datos que han registrado ¡Tenías que ser tú! — Un inesperado puñetazo golpeó la cara del Moguri, la rabia y el dolor sentidos por el aprendiz se canalizaron en aquel golpe tan intenso que lanzó con violencia a la mascota contra el suelo.

El mestizo jadeaba de cansancio, el sudor caía por todo su cuerpo y su pelo solo le hacía pasar calor, sus ojos tranquilos se habían tornado de nuevo en los de una bestia, su sed de violencia había despertado.

Masuku — Terminó la lucha con una patada voladora contra el Moguir, no sabía si había logrado su objetivo pero al menos había desfogado toda su rabia contenida.

El combate había absorbió tanto a Hiro que ni siquiera se había dado cuenta de lo que pasaba a su alrededor, el gran pilar cayó, el suelo tembló con fuerza y el Ronin gigante desapareció entre carcajadas.

* * *

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Hiro no pudo evitar apartarse un poco de los demás mientras encendía otro cigarrillo. Se dedicó a pensar en sus cosas, en su Moguri, en la hazaña cometida por el aprendiz que no cambió el destino de una guerra, el llanto silencioso de un corazón torturado.

Había recuperado su normalidad pero no podía dejar de sentir algo extraño en su pecho, el tiempo sin su oscuridad había transcurrido tan lento y a la vez tan rápido que no sabía si se trataba de un sueño o de una ilusión, era todo tan extraño y no podía hallar una respuesta clara.

¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!― Aunque el aprendiz era un fanático de las chucherías no se sentía con ganas de intervenir, aunque tuviera fuertes motivos para hablar con el maestro.

Poco más tenemos por hacer aquí. Vámonos.

Ya habéis oído, todos a casita

Todo había terminado...

...O eso creía el aprendíz.


No, no os vais aún.

Tenemos un mensaje para vosotros.

En el Reaper's Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.

¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? Andrei, Villanos Finales, ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.

La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.

Pasaron unos breves segundos hasta escuchar la respuesta de los Maestros.

Terminemos con esta guerra, Ronin.

¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!

Al aprendiz se le pasó por la cabeza la posibilidad de que en realidad fueran datos, como las mascotas, y todo aquello no fuera más que una broma macabra, sería bastante cruel, de todos modos se hacía una pregunta ¿Donde había estado antes el Maestro, no estaba desaparecido? No le dio muchas vueltas a aquello.

Unos cuantos aprendices se unieron a la acción de los Maestros y se juntaron en un gran abrazo colectivo, en el cual no participó Hiro, ni ganas, después de todo lo ocurrido lo último que quería era acercarse a nadie aunque le confortaba el ver lo felices que estaban.

Suspiró mientras exhalaba de nuevo el humo del cigarrillo y clavó en el suelo uno de sus sables...

Yo te perdono
Aquellas palabras vagaron en el aire.
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Awards chupis:

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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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¿Héroe?

Notapor Zee » Sab May 03, 2014 6:44 pm

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The Amazing Spider-Man 2 — Still Crazy


Qué triste es vuestra existencia.

Habla por ti… Yo sigo luchando.

A mi alrededor veía al resto de los Aprendices luchar. Parecía una especie de batalla campal, con todos peleando mientras yo continuaba avanzando. En cierto momento creí, lo pensé sinceramente, que estaban abriendo un camino para mí y para Kousen. Los encapuchados no parecían tener ningún problema para mantener a los reclutas más novatos a raya, aunque estos cumplían su cometido y apartaban a las figuras de nuestra carrera. Y aunque tenían problemas para enfrentarse a las réplicas, las cuales desaparecían y aparecían en la oscuridad, invocaban Sincorazón y atacaban con sus sables, oprimían con penumbras y aprisionaban en vórtices… seguían luchando.

Nos recordaba lo débiles que éramos.

Y sin embargo, estábamos todos juntos. Finalmente parecíamos una Orden. No había caos. Todos sabían lo que debían hacer y todos se sincronizaban como uno. Era como si tuviésemos una conexión invisible, creada a partir de nada, gracias a nuestro trabajo en equipo. O tal vez…

Tal vez sólo me lo estaba imaginando. Tal vez necesitaba esa pequeña pizca de optimismo mientras avanzaba a toda velocidad en dirección al gigantesco monstruo que era Erased Data. Había sido elegido, sin quererlo, como el arma clave de aquella pelea… De verdad necesitaba creerme que todo iba a salir bien.

Si fallaba…

¡No, no, no! ¡No se toca al muchacho! ―se escuchó la voz de Shinju a un costado mío. Me giré justo a tiempo para ver una ilusión desvanecerse. Sonreí orgulloso al ver que sí, había ocultado mi presencia del enemigo.

―¡Erased!

Escuché una explosión al otro lado mientras avanzaba. Inconscientemente me detuve por un momento para ver qué ocurría, cuando noté que la réplica de Tandy caía al suelo tras haber alzado vuelo. No sabía que había ocurrido, pero el pequeño moguri se precipitó malherido, dejando una estela de datos detrás de sí.

Sin embargo, no podía detenerme por nada. Aparté la mirada y apreté los dientes, e incluso los párpados, en un esfuerzo por no volver a girarme, mientras continuaba corriendo con Kousen siguiéndome. Ya no quedaban más que unos cuantos metros para llegar al gigantesco pilar, el cual parecía ser más alto conforme más nos acercábamos a él.

Salté, esperando encontrarme con las manos de mi compañero para apoyarme. No obstante, el escenario cambió en sólo un segundo: decenas de tentáculos brotaron del suelo, el cual comenzó a resquebrajarse como si estuviese hecho de un fino cristal.

Habéis llegado tan lejos y seguís sin entender nada —rió la columna de oscuridad, mientras yo aterrizaba en el suelo resquebrajado tras haber perdido a Kousen a mitad del camino. Sujeté el disco con fuerza, pero aguanté las ganas de lanzarme contra los gigantescos tentáculos que habían aprisionado a mi compañero—. Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.

El enorme apéndice de la bestia sujetó al joven y lo levantó en el aire con tremenda fuerza y poco esfuerzo. Lo agitó de un lado a otro y apretó su cuerpo, buscando hacerle el mayor daño posible. Me quedé de piedra por un momento, sin saber qué hacer: no podía seguir corriendo, no había por dónde seguir… El suelo se movía bajo mis pies en todas direcciones y los tentáculos no paraban de brotar de las penumbras, bloquéandonos el camino. Todavía no estaba lo suficientemente cerca como para teletransportarme hasta arriba…

Perdí el aliento cuando un peso me cayó súbitamente en el pecho. Caí al suelo. Tuve unos instantes, sólo unos instantes, para alegrarme por haber sido golpeado por Kousen y no por un tentáculo como había pensado en un principio. Sin embargo, en cuanto posé las manos en el piso para intentar levantarme, el poco alivio que había sentido se esfumó en un momento. Mi piel experimentó la familiar y terrible sensación de la Oscuridad proyectándose, extendiéndose como pequeñas garras para intentar asirme…

¡Apártate! —le ordené a Kousen con brusquedad, rodando como un tronco para quitármelo de encima y poniéndome en cuclillas con un preciso impulso de los brazos. Giré sobre mis talones para no perder de vista el objetivo; y entre el bosque de tentáculos que se había formado frente a nosotros, pude distinguir la figura del eidolon de Light enfrentándose a la bestia.

Así que había tenido razón… aquellas réplicas, por más que hubiesen sido programadas por Erased, conservaban su fidelidad. Suspiré con alivio y me permití cerrar los ojos por un segundo, mientras me ponía de pie.

Perro malo.

¡¡Xefil, ahora!!

El escuchar mi nombre de nuevo puso mis sentidos en estado de alerta de nuevo. Mi cuerpo recordó una vez más que se encontraba a mitad de una pelea y el mundo pareció ralentizarse a mi alrededor.

Asentí con la cabeza, comprendiendo al instante. Silbé tan fuerte como pude, mirando a Kousen y esperando su ayuda. Casi al momento el chico se adelantó con sus alas, mientras yo comenzaba a correr de nuevo. Tampoco avanzamos tanto, puesto que el joven se detuvo en cuanto me vio saltar por segunda vez. Me apoyé en sus manos entrecruzadas, tras lo cual intentó levantarme con todas sus fuerzas. Me levanté sólo unos palmos, pero sabía que debía ser suficiente.

Hubo dos chasquidos. Aparecí frente a la criatura y preparé el ataque final.

Instantáneamente, la gigantesca mano del demonio me aprisionó en un preciso agarre. ¿¡Cómo!? ¡No había estado frente a él más que una décima de segundo! ¡Era imposible que hubiese podido predecir mi localización!

El disco amenazó con deslizarse lejos de mis dedos. Lo sujeté a duras penas con la punta de éstos, como si eso de alguna manera pudiese ayudarme. No obstante, Erased seguía apretando todo mi cuerpo, por completo. No había ni una pulgada de espacio libre, no había manera alguna de liberarme; mucho menos de blandir el disco en su contra.

Doblé mi muñeca de manera casi inhumana, intentando al menos rasgar la piel del monstruo.

Muchos han fallado en el pasado. No creas que tu luz es especial.

Gruñí y seguí quejándome, al no poder hacerlo con palabras. Me sacudí, de verdad creyendo que de hacerlo con la suficiente fuerza podría escaparme y poder contestar con el disco.

Y luego… me soltó. Fue tan rápido que no pude comprender qué estaba sucediendo. Simplemente el fatal abrazo se detuvo mientras yo salía disparado hacia arriba a una velocidad vertiginosa. Giré y giré en el aire, y por un momento me sentí perdido al estar apoyado en la nada. Logré detenerme, sin embargo, recuperar el equilibrio por unos instantes…

Había llegado a la cima de mi trayectoria. Todo debajo de mí se veía tan pequeño y tan lejano… y fatal. Si caía desde esa altura, no había hechizo que pudiese salvarme.

Y sin embargo…

Fruncí el ceño y clavé la mirada en el punto preciso en el que quería caer, completamente concentrado en ello. Las cadenas del mundo tiraban de mí, cada vez con más fuerza, con mayor velocidad… Caía y caía desde las alturas, y Erased Data parecía no darse cuenta que venía a por él. Eché la parte superior de mi cuerpo hacia adelante y extendí el disco de Abraxas, mientras la gravedad comenzaba a hacer efecto en mí y arrastrarme hacia abajo.

Giré en forma helicoidal cuando llegué hasta su pecho. El disco de Abraxas, el arma que llevaba al frente, se clavó en su carne como si cortara mantequilla. Con todo el peso que llevaba debido a mi caída, se hundió y hundió en su carne, atravesando su ser. Pronto yo mismo fui incapaz de sostenerme y terminé por ser engullido por el gigantesco demonio.

Pero fue sólo un instante. Sólo un segundo de miedo e incertidumbre, de oscuridad y vacío, en el cual me vi perdido en el interior de aquel ser. No obstante, en ningún momento solté el disco y, creo, fue ésa mi salvación.

Pronto volví a caer. Ésta vez no había nada delante de mí salvo el suelo, que de igual manera parecía estar bastante lejano. Corregí mi postura, preparándome para el terrible impacto de varios metros de caída, y me permití voltear hacia atrás para contemplar el hoyo por el cual había atravesado a la criatura. Sonreí con orgullo mientras aterrizaba con una brusca voltereta; perdí el equilibrio a mitad del camino y me deslicé por el suelo, tras lo cual rodé varios metros por la oscuridad.

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The Amazing Spider-Man 2 — We're best friends


Había quedado bocabajo, pero incluso así me apoyé en mis brazos y alcé la cabeza, contemplando el final de Erased Data. El monstruo se sacudía como si estuviese experimentando terribles convulsiones, al igual que hacían todos sus vasallos, incluidas las mascotas. Una especie de lluvia que fluía al revés, hacia arriba, comenzó a aparecer en el campo de batalla, mientras los pequeños cubos de datos se desvanecían en el aire.

Sentí que podía respirar de nuevo, como si hasta entonces mis pulmones hubiesen estado aprisionados. Intenté levantarme, pero apenas logré sentarme sobre mi pierna izquierda. Después de aquella temeraria maniobra, mi cuerpo ya comenzaba a temblarme, el efecto de la adrenalina rápidamente disipándose. Y estaba cubierto de oscuridad, también, que aunque poco a poco se disolvía, no me hacía sentir mucho más cómodo.

¡Xefil!

Fui derribado al suelo por la influencia de alguien más. Sentí el peso de alguien caer sobre mi espalda, haciéndome caer cuando apenas intentaba levantarme. No me estrellé contra el piso, sin embargo, por lo que cuando lo atravesé por completo, reconocí al autor de aquella técnica.

¿Se… seguís de una pieza? —no le respondí a Ragun. Sencillamente asentí con la cabeza, temblando todavía, mientras me apartaba de él. Fingí una sonrisa, pero por ello mismo ésta me duró sólo unos instantes, tras los cuales tuve que darme la media vuelta.

Hundí mi rostro en mis manos. ¿Por qué me sentía tan mareado y nauseabundo? Si todo había salido bien…

Escuché el estruendo del pilar cayendo y del Avatar de Ronin precipitándose al suelo, golpeando con sus puños a su alrededor. Los encapuchados y las mascotas rugían de dolor, pero él… él reía. Reía y reía a carcajadas, como burlándose de nosotros.

Temí que lo que habíamos hecho estuviese mal. Temí que nos hubiese tendido una trampa por tercera vez. Temí que fuese a regresar de nuevo y tuviésemos que plantarle cara.

Temí haberme equivocado cuando todos habían confiado en mí.

Sin embargo, el disco que sostenía entre mis dedos empezó a temblar. Abrí los ojos y reparé en que una multitud de datos cruzaba el vacío hasta mi posición, girando y retorciéndose por el aire hasta caer en la superficie de mi nueva arma, la cual los recibía como una esponja absorbía el agua. Todos venían del gigantesco Avatar, o de los encapuchados, o de las Mascotas. Eran todos los datos de la Corrupción y el disco parecía estar aprisionándolos.

No más.

Datastream.

El disco saltó de mis manos sin previo aviso. Surcó los aires como si tuviese consciencia propia y salió disparado hasta Erased, al cual atravesó de lado a lado por última vez. Eché a correr mientras el Avatar desaparecía en una nube de Corrupción, la cual comenzó a reacomodarse y a girar como un vertiginoso huracán alrededor del disco. Éste lo absorbió todo como un agujero negro en sólo unos instantes; y para cuando yo llegué a recogerlo, todos los datos ya habían desaparecido.

Se sacudió sólo unos instantes, tras rebotar en el suelo. Y luego de eso, se quedó quieto por última vez, exhibiendo dos nuevas palabras en su superficie:

Data erased.

* * *


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The Amazing Spider-Man 2 — We're best friends (cont)


Mi maestro os está eternamente agradecido ―sonreí ante las palabras de Quorra, a quien justo acababa de devolverle el disco de Abraxas sin dudar ni una sola vez. Ella me ofrecía conservarlo y yo no lo quería en mi posesión, no con lo que había pasado con él ―. Siempre seréis bienvenidos en la Red. Por favor, contad con mi ayuda en el futuro.

Cuando la mujer invocó un vehículo nativo y nos dio la espalda, me permití respirar tranquilo. Había pasado ya un buen rato, durante el cual Crow y Fátima buscaron ponerse al corriente sobre lo sucedido en todo aquel caos. Me permití escuchar la conversación desde una distancia segura, puesto que no tenía ganas de hablar con ellos; me asustaba. E igualmente, tampoco tenía mucho interés por lo que estaban diciendo, pero mi conciencia me obligaba a escuchar de cualquier manera, por mis responsabilidades de Aprendiz y en honor a mi réplica en el Mundo Virtual.

Había pasado tanto en tan sólo unas horas… La versión virtual de Light seguía viva, o al menos lo había estado hasta hacía un rato. La Corrupción se había apoderado de él, pero… tal vez tras la destrucción de Erased, el chico ya se encontrase bien. No obstante, había desaparecido en la infinidad de La Red, al igual que el Incorpóreo de Andrei, presuntamente secuestrado por una joven programa que no era lo que parecía.

Y había habido bastantes muertes, también…

De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.

Me recorrió un escalofrío al escuchar la voz de Ronin. Tras haber luchado tanto contra Erased y haber recuperado mis recuerdos del Reapers’ Game y Avatar, mi cuerpo parecía haber registrado ya su voz como una amenaza. Fue inconsciente el miedo que sentí por unos segundos, pero logré tranquilizarme al ver su jovial y paternal sonrisa.

Y recordándome a mí mismo que, desde un principio, nunca había dudado de él. Y había tenido razón en hacerlo.

No era el único allí. Toda la Orden estaba presente: desde el joven Akio hasta la demente de Yami, pasando por la tímida Rebecca, la estricta Lyn y la faceta severa de Kazuki. Igualmente era una sorpresa, no sabía si agradable, ver allí también al Maestro Ryota y a la Maestra Nanashi, acompañados por Ariasu. Iwashi no estaba presente, pero exceptuándola a ella... y a Andrei, todos los Maestros de la Llave-Espada estaban allí.

Llegáis tarde, para variar ―reprochó entonces Ban, el hermanito de Ragun, en un tono suficientemente alto para que los Maestros lo escuchasen―. Una lástima que esta vez no haya muerto nadie.

Reí con amargura, aunque en mi intento por disfrazarlo sonó más como un resoplido. Había sido una declaración cruda y no se suponía que fuese divertida, pero por alguna razón estuve de acuerdo con ella e inconscientemente lo demostré con aquella maleducada carcajada.

No era la primera vez que nos las arreglábamos sin los Maestros…

¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! ―pidió Ronin―: ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!

Estuve seguro que aquel sitio se convertiría en un maldito gallinero. Especialmente por parte de los Aprendices de Tierra de Partida, que siempre parecían querer matarse por sólo unos segundos de protagonismos. Imaginaba que en sólo unos segundos los más novatos se abalanzarían sobre Ronin, buscando sentirse importantes al explicar lo que ya era obvio o haciendo preguntas sinceramente estúpidas.

Yo era el único que merecía dar explicaciones. Yo era superviviente del Reapers’ Game, era el que tenía mayor cantidad de recuerdos. Y era el que había acabado con Erased finalmente. De cierta manera, era más Asesino del Corrupto yo que Nadhia. Si alguien debía acercarse a los Maestros y hablar sobre lo sucedido, era yo.

Una pequeña parte de mí, esa que quería volverse Maestro con el tiempo, quiso hacerlo. Sin embargo, me sorprendí a mí mismo pensando con frialdad por enésima vez en el día. Pensé un vil “Que se jodan” y me di la media vuelta, alejándome del grupo que poco a poco había comenzado a formarse.

Pasé por un lado de Nadhia, que avanzaba en la dirección contraria y… la fulminé con la mirada. No le dije nada al pasar. Me arrepentí por ello casi al instante, casi al instante. ¿Qué derecho tenía para tratarla así, y sin razones claras? Sin embargo, ya no podía darme la vuelta y disculparme. Quería estar solo. En aquel momento, sentía que ni siquiera ella podía hacerme sentir mejor.

Me alejé hasta que quedé al final de todo el grupo donde, allí sí, me crucé de brazos y me dispuse a contemplar el enfrentamiento entre ambos bandos y la explicación de cualquier valiente que quisiera pretender que podía darla mejor que Joker o yo.

Alec, no Joker, me corregí. Sacudí la cabeza y resoplé, intentando calmarme. Estaba seguro que tendrían mucho que discutir, Maestros y Aprendices, por lo que me dispuse a escuchar en soledad, tiempo que también invertiría en intentar calmarme un poco.

Poco más tenemos por hacer aquí ―concluyó Ryota un poco más tarde ―. Vámonos.

Ya habéis oído, todos a casita.

Y así… se cerraba aquel día. Sin mucho que decir. O eso quería pensar yo, que no tenía mayor deseo que arrojarme sobre la cama y dormir. O mejor, escabullirme al mirador de la torre principal y dormir, acompañado por la brisa.

Pero por supuesto que no iba a ser así…

No, no os vais aún.

Tenemos un mensaje para vosotros.

Resoplé y me di la vuelta. Sabía lo que iba a pasar, de cualquier manera. Toda una misa de explicaciones tendría que aguantarme. No me sentía bien, ni física ni emocionalmente, como para aguantar al resto del mundo hablando como cotorras. ¿No podían esperar hasta que nos fuésemos al castillo? ¿Llamar a una junta de Portadores por la mañana?

¿¡Era yo el único que estaba cansado!?

En el Reaper's Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.

¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? Andrei, Villanos Finales, ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.

La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.

Hubo unos minutos de silencio tras las palabras de ambas réplicas. Ambas habían cumplido su cometido, yo lo sabía, de llevar el mensaje a Tierra de Partida. ¿Tal vez se me hacía tedioso porque yo ya lo había escuchado? Era posible que simplemente ya estuviese harto de escuchar sobre el Reapers’ Game y Andrei por todos sitios, no necesariamente que la pelea me hubiese fatigado. Aunque eso sí, caer como un cometa contra el enemigo “final”… ya era la segunda vez que pasaba y no podía decir que mi cuerpo lo agradecía precisamente.

Ronin y Ryota se acercaron el uno al otro, adelantándose a los dos bandos de Aprendices que casi inconscientemente se habían formado. Se miraron por unos segundos y una chispa de tensión pareció saltar en cuanto ambas miradas se encontraron. Nanashi y Kazuki hicieron ademán de interponerse, pero finalmente la admiración y el respeto que tenían por su superior, respectivamente, terminaron por dejarlos en silencio.

¿Qué estaba ocurriendo? No iban a…

Terminemos con esta guerra, Ronin.

Abrí los ojos por la sorpresa. ¡Estaba esperando todo lo contrario! ¡Un “Nunca colaboraré contigo” o algo por el estilo! ¡No un “Hey, terminemos la guerra porque sí”! ¡No podía ser tan simple!

Se me escapó un <<Qué>>. Reculé un paso. ¿Estaban… firmando la paz?

¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!

Un abrazo de paz entre Tierra de Partida y Bastión Hueco. Eso era… ¡era imposible! ¡Era demasiado para ser verdad!

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Cheshyre-Catastrophy RMX [Nemesis/Mad Xefil]


¿De verdad te molesta tanto la posibilidad de paz…? No imaginaba que tuvieses esa pizca de sadismo…

Chasqueé la lengua y me di la media vuelta, como si de alguna manera pudiese alejarme de la voz que acababa de volver. Había sentido su presencia de vuelta justo después de derrotar a Erased, pero claro que había tenido que esperar el momento preciso para hacer uno de sus “astutos” comentarios.

Pero bueno, ¿Y nosotros qué? ¿A qué esperamos? ¡¡Abrazo Grupal!! ¡Esto hay que celebrarlo!

¿Por qué me sentía tan molesto…? Mientras me alejaba caminando en dirección a las gradas destrozadas, me cuestionaba a mí mismo qué demonios me estaba ocurriendo. ¿No debía sentirme feliz porque la guerra hubiese terminado? ¿Tras haber derrotado a Erased Data? ¿No debería estar celebrando; por qué alejarme de las personas que quería e irme a sentar en la oscuridad, en las ruinas de aquel coliseo destrozado?

¿Era por tener a Némesis de vuelta? ¿Me molestaba su presencia o... su presencia me obligaba a estar molesto? Era difícil de explicar, si aquellos sentimientos eran por culpa de la Locura o enfocados a la Locura.

Odiaba sentirme así y no saber la razón.

Me senté en el suelo y me recargué contra el muro, mientras sacaba el pequeño frasquito de mi bolsillo. No debía pasarme con la dosis, pero…

Quería callarla.

Efectos adversos (consulte a su médico si experimenta algunos de los enumerados en la sección ADVERTENCIA):
somnolencia, mareos, mayor salivación, constipación, pérdida del apetito, fiebre, dolor de garganta, malestar estomacal, falta de energía, sequedad en la boca, dolor de cabeza, agitación; ADVERTENCIA: temblores, contracción muscular, parálisis muscular, crisis convulsivas, desmayos, confusión, cambios en la visión, sangrado inusual, moratones, cambios en el comportamiento…


Miré la píldora que acaba de sacar y estaba a punto de llevarme a la boca. Aumentar la dosis podía significar… algo malo. No debía pasarme con ella, Sam me lo había advertido, pero...

¿Tenía que continuar viviendo con su molesta voz en mi cabeza? ¿Sabiendo su presencia dentro de mí?

Me descuidé y el bote de medicamento cayó al suelo, desparramando todo su contenido sobre la oscuridad. Las píldoras resaltaban como estrellas en aquel fondo negro…

¿Confías en Sam…? ¿Crees que esto puede ayudarte…?

Me miré las manos que habían sostenido el disco de Abraxas. Todavía me temblaban. Sentía que no podía superar lo que acababa de ocurrir. La batalla no había acabado hacía más que un rato e incluso así se me antojaba tan lejana…

Todos habían confiado en mí. O eso había parecido, puesto que no había visto a ninguno quejarse. Había cargado con una responsabilidad tan grande sobre mi espalda y ahora que había logrado cumplirla satisfactoriamente, no sabía cómo sentirme. Parecía que todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor finalmente estaba alcanzándome, y no podía hacer más sino sentirme sobrecogido por las vueltas que mi vida como Aprendiz daba sin previo aviso.

Me llevé una mano a la frente, intentando amainar el dolor de cabeza. Dejé escapar un leve gruñido mientras la apoyaba contra el frío muro. Y miré, en la lejanía, el abrazo y el festejo del que había decidido no formar parte.

Sólo quería irme a casa y que el día terminara…
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~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Kairi » Sab May 03, 2014 6:51 pm

- Qué triste es vuestra existencia.

Aunque los enemigos eran pocos, eran demasiado fuertes para los Aprendices. Kairi, ayudada por Enok, Diana y el chico desconocido, atacaba con todas sus fuerzas, pero se volvió a llevar más de un corte de los sables de oscuridad que portaba el encapuchado. Aun así, sabía que si fallaba, la guerra estaría perdida.

Tenía que darlo todo en esa pelea, aunque el enemigo les superara a todos en fuerza y pareciera que todo estaba perdido. No podía morir, no ahora que se estaba empezando a cumplir uno de sus sueños. Si fallaba, todos sus esfuerzos habrían sido en vano.

Más de una vez el encapuchado la lanzó fuera de su alcance, causándole magulladuras. Pero eso no la detuvo. Se levantaría las veces que hiciera falta y seguiría luchando.

Por el rabillo del ojo pudo ver a dos Aprendices corriendo veloces hacia el falso Ronin. Eran Xefil y una especie de hombre-bestia. El primero portaba un disco que parecía ser la clave para derrotar a Erased. Estaba a punto de llegar hasta él, pero los tentáculos de antes surgieron del suelo, dando latigazos por doquier. El plan de esos dos se estaba resquebrajando.

- Habéis llegado tan lejos y seguís sin entender nada – habló el pilar de oscuridad con ese tono de burla muy parecido al de Ronin - . Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.

- ¡No, no sere eliminada otra vez! – gritó Kairi mientras se concentraba en atacar al encapuchado. Tenía que mantenerlo entretenido para que no atacase a esos dos.

Siguió dando estocadas sin descanso, deseando que hicieran lo que tuvieran que hacer con ese disco y toda esa guerra acabara de una vez. Cada segundo que pasaba le parecían horas. El cansancio y el dolor se hacían notar por todo su cuerpo. ¿Cuándo acabaría aquella pesadilla?

En un momento, en medio de todo aquel caos, el encapuchado dejó de atacar. Y no solo él, sino todos los demás. Kairi lo miró con fiereza. De un grito, comenzó a desintegrarse en pequeños cubitos, como píxeles desvaneciéndose en el aire. Las mascotas que habían aparecido con Erased también lo hicieron. El pilar de oscuridad se derrumbó, dejando al falso Ronin en el suelo de cintura para arriba. Tenía el pecho agujereado debido al disco de Xefil. Soltó una carcajada y solo dijo una cosa antes de que sus píxeles fueran absorbidos por el disco.

- Datastream.

El disco terminó de absorberlo y cayó al suelo. Erased había desaparecido por fin. Kairi se tiró al suelo del cansancio. Con las manos en la cara, cerró los ojos un momento. Respiró profundamente varias veces asimilando lo que acababa de pasar. Estaba agotada, pero una sensación de satisfacción recorría su cuerpo. Había logrado sobrevivir a una guerra en la que no tenía ninguna posibilidad. Su corazón estaba tranquilo y entero.

- Eh, rosita – dijo una voz - ¿Qué era ese papel que apareció antes en las plataformas?

Abrió los ojos y vio el rostro del chico que había estado con ellos desde el principio. Quería ver el informe del tal Andrei. La chica se levantó lentamente, pues sus piernas aun temblaban.

- Es este – se sacó el papel del bolsillo y se lo enseñó –. No conozco al autor, pero Hiro parece que sí y no le cae muy bien.

El chico lo leyó detenidamente y le saco una foto con su móvil. Después de que hiciera eso, Kairi se guardó el papel rápidamente. No convenía que todo el mundo supiera de su existencia por si acaso.

* * *


El tiempo pasó en aquella estancia y el grupo inicial que encontraron cuando aparecieron allí se informó de todo lo que había pasado, incluída la desaparición de Andrei.

- Mi maestro os está eternamente agradecido - dijo la mujer del grupo - . Siempre seréis bienvenidos en la Red. Por favor, contad con mi ayuda en el futuro.

Cogió el disco que había absorbido a Erased y se fue en una especie de moto de luz. Crow y la otra chica siguieron hablando.

- Debisteis matarlo, maldita sea. Ahora ha desaparecido y sabes que viene a por nosotros.

- Crow...

- ¡Lo sabes! Andrei no es ningún santo. Él...

- De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.

Un gran grupo de gente se acercaba. Eran Ronin, Ryota y el resto de Maestros de Tierra de Partida y Bastión Hueco. Kairi divisó a Lyn y le entraron unas ganas de salir corriendo a abrazarla tremendas.

- ¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! ¡De uno en uno, niños! ¡Sin empujaros!

Kairi se dispuso a contarles todo lo que había pasado. Todos los demás Aprendices también contaron su parte.

- Poco más tenemos por hacer aquí – dijo finalmente Ryota. Dándole la espalda a Ronin, soltó - . Vámonos.

- Ya habéis oído, todos a casita – ordeno Ronin, pero Crow y Fátima les cortaron el paso.

- No, no os vais aún.

- Tenemos un mensaje para vosotros.

Los Maestros y Aprendices se dispusieron a escuchar lo que tenían que decirles.

- En el Reaper's Game tuvimos que colaborar todos juntos. Ni Tierra de Partida, ni Bastión Hueco. Hoy mismo muchos de vosotros habéis luchado codo con codo.

- ¿No veis que hay un enemigo mayor ahí fuera? Andrei, Villanos Finales, ¡Erased Data! Todos intentan acabar con vosotros.

- La guerra no puede continuar. Sólo los que conseguimos colaborar, sin pensar en nuestras diferencias, conseguimos llegar hasta aquí. Si seguís así, vuestros enemigos serán los ganadores. Siempre.

Era evidente que pretendían que Tierra de Partida y Bastión Hueco finalizaran su guerra e hicieran las paces. Pero eso sólo dependía de Ronin y Ryota.

Kairi ya sabía que Bastión Hueco no era malvado. El chico de la guadaña al que conoció en una misión, Saito, se lo había demostrado. Los dos tenían el mismo enemigo en común, solo que Bastion Hueco tenía una forma diferente de hacer las cosas.

Los dos Maestros parecían dubitativos, como reacios a iniciar una relación de amistad, pero al final fue Ryota el que dio el paso.


- Terminemos con esta guerra, Ronin.

Extendió la mano, pero Ronin en vez de estrechársela hizo algo más propio de él.

- ¿Qué mariconadas son estas? ¡Venga un abrazo!

Ya no había motivos para evitar a los de Bastión Hueco. Por parte de Kairi, aquello era una gran noticia y sabía que tenía que pasar tarde o temprano. Sólo hacía falta darles ese empujoncito a Ronin y Ryota.

Todos los Aprendices se fundieron en un abrazo grupal al que ella se unió muy alegre. Sin duda, era el principio de una nueva era en la que la paz y la amistad reinaba un poco más que antes.
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Gracias Aru :D
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Leechanchun » Sab May 03, 2014 7:06 pm

Qué triste es vuestra existencia.

Cada palabra que pronunciaba aquel horrible ser asustaba más a Albert. Paralizado por el miedo que sentía, era incapaz de hacer nada. Todos estaban luchando, todos menos él. No era capaz de pensar con claridad, el pánico nublaba su mente y el pavor le oprimía cada vez más. Solo quería estar lejos de allí, en su hogar.

No distinguía a las personas que peleaban en el coliseo de aquel mundo de pesadilla. Solo eran sombras fugaces delante suya. No sabía dónde estaban sus amigos, sus conocidos y mucho menos los enemigos.

En aquel momento solo existía un trance, en el que el miedo dominaba su ser.

Habéis llegado tan lejos y seguís sin entender nada. Ni siquiera sabéis qué hacéis aquí. Habéis sido llamados para ser eliminados.

«No… Por favor...»

Albert se terminó de derrumbar. Cayó al suelo, de rodillas, y comenzó a llorar. No comprendía nada. ¿Qué habían hecho para ser sentenciados a desaparecer? Se sentía pesado y dejó caer sus brazos, como si ya nada importara. Iba a morir allí y ya nada podía hacer para evitar que fuera a suceder.

De pronto sintió como alguien lo alzaba sobre el suelo, agarrándole por el cuello. Le estaba asfixiando, apretando con mucha fuerza. Albert intentó liberarse sin éxito, no era capaz de hacer frente a nadie. Oyó como Stelios le llamaba, pero no sabía de dónde provenía su voz.

«¡Stelios!»

Sin saber por qué, su atacante lo liberó y comenzó a gritar. Albert se alejó lo que pudo de aquel encapuchado, mientras veía como desaparecia entre formas de cubos. El joven sastre seguía sin comprender lo que pasaba allí.

Datastream.

Resonó aquella palabra en su cabeza, provocándole que volviera a estremecerse. Stelios se arrimó hasta su lado.

¡Albert! ¡Albert! ¡Háblame, maldita sea!

Malik también se había acercado hasta su lado, tranquilizando a Stelios. Albert estaba en shock, pero escuchar a sus amigos le estaba ayudando a calmarse, aunque no paró de llorar.

L-lo siento… Yo… no he podido… no era capaz de… —le costaba encontrar las palabras,aún sentía pánico.

***


La situación se había calmado. Todo el mundo celebraba y vitoreaba una victoria que Albert no entendía. Lo único que esperaba es que nunca tuviera que vivir una situación así otra vez.

Se mantuvo apartado de todo el mundo, aún lloraba en silencio y no quería que nadie, salvo Stelios y Malik , le vieran.

La gente comenzó a reír y no pudo evitar mirar lo que sucedía. Todo el mundo se abrazaba y compartía la felicidad de ese momento. Casi sentía envidia, pero no era para él, no había hecho nada.

Sintió como alguien le agarraba y le sumaba a la celebración. Stelios le había acercado con el resto de la gente, fundiendolo en el abrazo.

¡Nos vamos a casa!

Aquellas palabras le devolvieron de golpe a la realidad y no pudo evitar sonreír tímidamente.

«A casa...»
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor LightHelco » Sab May 03, 2014 7:53 pm

Ilana empezó a calmarse y con ello fui liberándola del agarra hasta que estuvo totalmente libre. Haciendo uso de la libertad lograda, la gata echó a correr para colocarse junto al resto de las mascotas, todas salvo una le plantaron cara a Erased saltando contra sus copias o contra el pilar de Avatar.

Yo tampoco perdí el tiempo, me había quedado sin magia, pero aun contaba con un arma para poder luchar. Uniéndome al grupo que había formado Enix.

¿Os hecho una mano? —les dije a los chicos cortando un tentáculo con mi espada.

Sabía que no sería de gran ayuda contra ese enemigo, pero iba a intentar hacer todo lo posible para que no fueran en ayuda de Avatar y Xefil y el resto logaran su objetivo. No sé cuanto se alargó la batalla, pero en un momento los encapuchados dejaron de moverse, para instantes después gritar de dolor empezar a desvanecerse en el aire como si nunca hubiesen existido.

Miré al frente para descubrir que habían conseguido al fin atravesar el cuerpo de Avatar y que este también empezaba a desaparecer atraído por el disco. Sentí como algo me tiraba del pantalón de una forma que reconocí al instante, me agaché para poder mirar mejor a la pequeña gatita.

Esta también parecía empezar a desaparecer junto al resto de mascotas, por lo que quise aprovechar ese momento para acariciarle la cabecita y rascarle tras la oreja.

Muchas gracias, Ilana —dije con tristeza, sabía que no tenía que preocuparme, que la verdadera se encontraba sana y salva en Tierra de Partida, pero aun así me dolía ver a su copia desaparecer —. Me habría gustado saber si él te hubiese querido consigo, si hubiese aceptado tener una Sota a su lado.

La felina maulló en forma de agradecimiento por mis palabras y caricias a lo que sonreí toqueteándole la nariz cariñosamente antes de levantarme.

Ha sido un placer.

El cuerpo de la gatita se desvaneció del todo junto al de sus compañeros dando por finalizada aquella batalla. No pasó mucho tiempo cuando la oscuridad que nos había arrebatado Erased regreso a nosotros trayendo consigo una avalancha de emociones que iban desde la preocupación hasta el más puro terror pasando por la tristeza.

Aquel ataque de emociones me tiró al suelo en donde me quedé tumbado mirando al extraño cielo del mundo.

Yo también te he echado de menos, Ilana —sonreí sabiendo muy bien que mi Familiar me había enviado todo aquello al sentir que se había restaurado nuestro lazo y siendo sinceros, por una vez estaba contento con que hubiese abusado así de él.

Me pregunto dónde estará Dark Light en estos momentos. ¿Habrá desaparecido junto a la corrupción? —escuché a alguien hablándome, por lo que girando un poco el cuello me dirigí a Light.

Realmente no estoy como para pensar en él ahora, pero espero que no haya sufrido lo mismo —contesté sin muchas ganas —. Quizás nos lo encontremos de nuevo y todo.

Di por finalizada la conversación, estaba agotado y sin una gota de magia a mi disposición tras todo aquello, no tenía casi ni ganas de hablar, por lo que cerré los ojos y disfrute de varios segundos de tranquilidad.

De todas las cosas extrañas que he visto hoy, vosotros dos os lleváis la palma.

Y al momento tuve que volver a abrirlos y pasar a estar sentado. La voz que había escuchado era claramente de Ronin y cuando le vi apareciendo junto a los Maestros tanto de Tierra de Partida como de Bastión Hueco casi me vuelvo a caer del susto, o la sorpresa como prefiráis verlo.

¡Una chuche para quien me explique qué pasa aquí! —pidió Ronin de buen humor.

La verdad es que hubiese preferido que otro aprendiz hablase en ese momento o que incluso lo hicieran Crow y Data Fátima, pero nadie parecía querer dar la cara y explicarle al Maestro lo ocurrido, quizás por desinterés o falta de información, pero la cosa es que nadie habló.

Un poco pronto para Halloween, pero creo que yo aceptaré el trato del caramelo —levanté la mano haciéndome oír entre todos —. Sobre que ocurre es algo difícil de llegar a explicar, ya que no es cosa de un día, si no de una semana.

>>Una semana preparada por el aprendiz de Bastión Hueco, Andrei Saavedra —empecé a hablar dejando de lado las gracias y poniéndome algo más serio con el tema —. Andrei investigó una forma de acceder a un mundo digital como este, una Villa Crepusculo virtual creada por Eileen. Cuando consiguió acceso, descubrió que le sería bastante difícil tomarla, su siguiente objetivo, por lo que creó copias digitales de todos los Maestros y aprendices de Tierra de Partida y Bastión Hueco, a excepción de Ronin, el cual usó como imagen para poder manipular a las copias engañándolas con promesas imposibles.

Tomé aire mientras miraba las expresiones de los Maestros para ver cómo les afectaba aquella información.

Pero en aquel lugar había más gente, un grupo de jóvenes que habían perdido su mundo y que fueron engañados por Andrei para que le ayudaran a conquistar el mundo digital. Estos jóvenes lucharon contra las versiones digitales de Ryota, Ariasu, Alexis, Diana, Andrei y Shinju, las primeras en ir contra las acciones del gitano. Más tarde llegaron los Maestros de Tierra de Partida y después nuestras copias —me detuve unos segundos para pensar bien como contaría esta parte, no me apetecía mucho entrar en demasiados detalles —. Nuestras copias tuvieron que luchar contra los de Bastión Hueco en un juego llamado Reapers’ Game, en donde cada día los aprendices debían cumplir ciertos objetivos y esquivar todos los peligros para no ser Eliminados, o en palabras más adecuadas, acabar muertos.

>>Día a día iban cayendo cada vez más aprendices hasta que los últimos se enfrentaron a Ariasu, la Game Master que controlaba el juego tras la eliminación de Ryota. Los aprendices la derrotaron, pero entonces descubrieron que alguien más había estado moviendo los hilos aparte de Andrei —un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, al recordar a Erased —. Intentando acabar con todo lo que había creado Eileen en aquel lugar, un ser llamado Erased Data enfrentó a los aprendices restantes intentando devorarlos con su Oscuridad, más Eileen les dio su Luz para que pudiesen hacerle frente y así derrotarlo.

>>>Pero como todos han podido ver, fueron unos necios y creyendo derrotar a Erased, se olvidaron de él y regresaron a su lucha contra Andrei, el cual seguía usando la imagen de Ronin. Su idea era usar un “Ban” que lo expulsara de ese mundo e impidiera que regresase, pero al ir a usarlo, descubrieron que Erased seguía vivo y les había arrebatado el “Ban” —miré entonces a Light sabiendo lo que tocaba ahora —. Uno de los aprendices tuvo que sacrificarse para recuperarlo y poder expulsar al Ronin de datos y Erased , pero a cambio el también acabo siendo expulsado y dominado por la corrupción de Erased Data. Algunos nos hemos enfrentado a ese aprendiz, Dark Light se hace llamar ahora y es la copia digital de Light Hikari.

Me volví hacia donde estaban Xefil y Nadhia, buscando un poco de ayuda en ellos para relatar ya la parte final de la historia:

Andrei viendo que ya no podría usar sus avatares, entró directamente a la Villa Crepusculo digital y acabó con los aprendices restantes, dejando solo con vida a aquellos que se le habían unido a su causa —me costaba un poco seguir hablando, después de todo la sensación de ser asesinado no era nada buena —. Por suerte Eileen no quiso permitir que el gitano venciera y les dio su vida a los aprendices caídos los cuales usaron esa segunda oportunidad para combatir a Erased, los que habían estado de su lado también se unieron a la lucha tras darle la espalda y entre todos consiguieron vencerlo y abrir el portal que une este mundo con aquél.

>>Pero… —aquello iba a costar mucho ¿Cómo iban a tomarse aquella noticia en Bastión Hueco? ¿Cómo iba a tomárselo la verdadera Ariasu? —, Andrei no salió bien parado de aquella pelea, uno de los aprendices, el que se coronó como líder le arrancó el corazón convirtiéndolo en un incorpóreo. Las dos personas que veis aquí —señalé a Crow y Data Fátima —, son dos de los aprendices que sobrevivieron y los que se encargaron de traer a Andrei de vuelta aparte de hacer llegar el mensaje de lo ocurrido.

>>>Sobre Erased, parece que el llegó también a La Red y bueno, creo que podéis preguntarle a Quorra lo que ha ocurrido, lo contara mejor que yo —volví a sentarme tras soltar todo aquello —. Crow, la copia de Edge y la Fátima adulta nos dieron los recuerdos de nuestras copias digitales, si se tanto es porque mi copia llegó hasta el final, nada más.

Lo que ocurrió después fue bastante sorprendente, pero yo ya no estaba tan atento. Soltar aquello todo había sido suficiente para mí y tras eso quise quedarme algo al margen, pero la verdad es que ver a Ronin abrazando al Maestro Ryota y algunos de los aprendices imitándoles fue bastante cómico.

Lo que si hice fue levantarme un momento e ir hasta uno de los aprendices de Bastión Hueco, un chico joven que había visto los recuerdos de su copia cortados por una carta.

Esto… no creo que tú y yo podamos empezar a llevarnos bien tras esto —me rasqué la nuca no sabiendo muy bien que decir, me estaba disculpando por algo que no había hecho y hacia alguien que no lo había sufrido, era todo tan raro —. ¿Sin rencores por lo ocurrido con nuestras copias? No sabría como disculparme, ya que tengo claro que jamás la hubiese matado en mi caso.

Le extendí la mano esperando a su respuesta, la cual esperaba que no fuese un puñetezo.
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Paz y amor

Notapor Soul Artist » Sab May 03, 2014 9:59 pm

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El sonido de un disco al encenderse es peculiar; es semejante al de una sierra pasando por una pizarra. Penetra tus oídos, te atraviesa los tímpanos y notas el peligro inminente en tu corazón. Resulta una peligrosa arma en sí misma, más incluso que la base de todo el ser de un programa.

Era el fin de una era, sí. Muchos se alegraron, proponiendo la amistad entre todos los presentes por medio de abrazos y choques de mano; promesas de futuros entrenamientos, reconciliaciones pendientes desde hacía años. Unos pocos intentaron acercarse a los líderes para protestar por las medidas, pero Ryota no escucharía. Aunque no lo reconociera en voz alta, la posibilidad de verse por fin reconciliado con su amigo era una esperanza que había albergado incluso desde el momento en que sus diferencias desgarraron a la Orden.

Quien más sabía que las cosas estaban cambiando era Kazuki. Agitó la cabeza, nervioso, abrió la boca para decir algo, pero apretó el puño con fuerza y dio la espalda a los aprendices.

Y entonces ocurrió. Algo en la atmósfera se agitó. La temperatura descendió y el viento cesó; las luces del estadio se atenuaron, y los abrazos cesaron.

Kazuki invocó su Llave Espada antes de que nadie pudiera saber con certeza lo que estaba pasando. Pero en seguida lo olieron, antes de verlo: sangre.

Entre los brazos de Ronin y Ryota la sangre se resbaló por sus cuerpos. Unas gotas salpicaron el suelo. Nanashi abrió los ojos como platos y Rebecca se llevó una mano a la boca, ahogando un grito. Uno de los dos hombres se deslizó contra el cuerpo del otro, manchándole los ropajes de un intenso carmesí, y se desplomó de espaldas en el suelo.

Una herida grande, profunda, le atravesaba el pecho.

¡¡No!!

Nanashi corrió a socorrer a su Maestro, que yacía a los pies de Ronin. Este contempló el disco que sostenía en las manos, empapado de sangre fresca; volvió a dirigir sus ojos hacia su enemigo, que respiraba trabajosamente y a duras penas. Se agachó a él con el arma en la mano y le tomó del hombro con cuidado.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

La Maestra de Bastión Hueco hizo un brusco gesto y, con suma precisión, envió un fuerte vendaval que lanzó a Ronin por los aires, de vuelta con su equipo. Ninguno de los Maestros se acercó a ayudarle; todos, a excepción de Kazuki, le miraron repletos de estupor y un creciente asco a medida que comprendían las acciones de su líder. Pero a él no le importó; miró al suelo fijamente, incapaz de levantarse. No podía.

A Nanashi se unió de inmediato Ariasu. Entre las dos atendieron a Ryota, cuya piel había adoptado ya un tono mortecino, y que parecía haberse sumido en la inconsciencia; su mano derecha le aplicó un Cura ++, pero no servía de nada.

El Maestro se moría.

¡Monstruos! ―estalló Ariasu. Invocó su Llave Espada y dio unos rápidos pasos en dirección a Ronin, pero Akio y Yami se interpusieron en su camino y materializaron a sus armas también. Eso hizo que Ariasu se detuviera, pero protestó entre lágrimas―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Nanashi levantó a Ryota en brazos con toda la delicadeza que fue capaz y un portal de luz se abrió tras los aprendices de Bastión Hueco. Ariasu dedicó una mirada llena de dolor y odio hacia los miembros de Tierra de Partida. Se limpió las lágrimas y caminó de espaldas hacia el portal con la Llave Espada en alto, alentando la retirada a los jóvenes aprendices.

Nanashi levantó entonces la mirada. Sus ojos no revelaban tanto odio como los de su compañera, pero sí se podía apreciar en ella un agudo y profundo dolor: no sólo por el sufrimiento de Ryota, sino por la traición del hombre en el que había confiado en el pasado. Abrió y cerró los labios, musitando con voz temblorosa:

Te creía un hombre de principios, Ronin —cerró los ojos y dio la impresión de que no iba a poder continuar. Pero, finalmente, consiguió decir, en voz alta y clara—: ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Nanashi aguardó a las respuestas que presentaran los miembros del bando contrario. Muchos dudaron; quizás alguien aceptara. Tras esto, tomó aire y cerró los ojos, pensando seriamente lo que iba a decir: algo que nunca esperaba pronunciar, no, al menos, ella. Aquello que había intentado evitar con tanto ahínco, por lo que hubiese dado su vida con tal de que no se viera realizado.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

La Maestra se giró entonces y se dirigió hacia el portal. De espaldas a todos, dedicó una sonrisa quebrada a su mentor cuando éste abrió los ojos y dirigió una mirada desenfocada a su alrededor. Débil, pero firme. Sobreviviría a aquello; al menos por ahora. Se encargaría de ello. Costara lo que costara.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Con la Maestra habiendo atravesado el portal y los que quedaran tras ella, la luz se apagó. Quedaron así, en la Red, los traidores de Tierra de Partida y su infame líder.

El comienzo de una nueva etapa.

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Fecha límite: 6 de mayo. Última ronda. Las puntuaciones vendrán el 10 de mayo.

Si alguien quiere cambiarse de bando, es el momento.
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¡Gracias, Flan, por Alexis e Ivan!
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor LightHelco » Sab May 03, 2014 11:39 pm

¡¡No!!

Aquel grito hizo que dejara de hablar con el aprendiz y volviera a centrarme en los Maestros y tonto de mi que lo hice, pues descubrí que la sangre de Dark Light no sería la única que vería correr aquel día. Sujetando el cuerpo sangriento de Ryota se encontraba el Maestro Ronin, en un principio pensé que habría sido un ataque sorpresa por parte de algún enemigo, Andrei, Dark Light, cualquiera, pero entonces vi el disco ensangrentado en manos del hombre al que había seguido todo este tiempo.

¡¡Aléjate de él!! —gritaba una de las Maestras de Bastión Hueco alejando con un poderoso vendaval al hombre y yendo a socorrer rápidamente a Ryota.

Me costaba creer lo que estaba viendo, no podía entender porque el Maestro había hecho algo así. Quizás no había llegado a conocerle del todo, pero en mi tiempo en Tierra de Partida nunca creí que fuese capaz de hacerle daño a alguien y menos tras haber pactado una alianza. Aquella acción era inaceptable.

¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu…

Los recuerdos del Reapers’ Game volvieron a golpear mi cabeza con fuerza. La Ariasu del juego había sido tan amable con él y había visto su dolor al perder a sus aprendices, quizá incluso al tener que acabar con otros… y mientras… Andrei había usado a Ronin para matarnos de la forma más mezquina existente. ¿Y si no hubiese estado tan equivocado? ¿Y si Andrei había usado la imagen de Ronin para alertarnos de su verdadera naturaleza? Agh, todo aquello no tenía sentido, pero necesitaba encontrárselo, necesitaba saber si realmente había confiado en un asesino.

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! — volvió a hablar la mujer que había atacado a Ronin —. El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

Yo me había alegrado al saber que habría tregua, las guerras no llevaban a ningún lugar y solo causaban muertes innecesarias. Saber que esta paz había durado menos de un minuto me ponía enfermo, por fin podíamos disfrutar de una alianza real en la que tanto habíamos confiado nosotros los aprendices y Ronin había apuñalado nuestras esperanzas de la forma más vil posible.

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? —¡no!, nunca me uní a un asesino —¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

De parte de la paz, de parte del saber y en contra de la guerra y la muerte. Miré a mi espalda, hacia Light, Maya, Nadhia, Fátima, Enix y el resto de aprendices con los que había luchado codo con codo, ellos seguramente se quedarían, pero para mí esto se había acabado. Iba a serle fiel a mis ideales y si Ronin iba en contra de ellos, yo iría en su contra.

Di un paso al frente decidido.

Recuerdo haber pensado que Bastión Hueco se equivocaba, recuerdo haber seguido fiel y ciegamente a Tierra de Partida. Pero hoy he visto la verdad y me repugna, no seguiré a alguien que aprecia tan poco la vida y menos a alguien que la arrebata por la espalda.

>>Doy la espalda a Tierra de Partida para marchar a Bastión Hueco, como Joker, mi copia digital y la que arrancó el corazón de Andrei le dio la espalda a los suyos para convertirse en un Reaper —hablé en alto para todo el mundo, ya me importaba poco que me relacionaran con él —. Que tanto copia como original sean traidores, es mejor que ser asesinos.

Esperé en silencio para ver si alguien más quería unirse a Bastión Hueco, no sabía como se tomarían mis compañeros aquello, pero había tomado mi decisión y por mucho que me pidieran que fuera con ellos no iba a corregirme.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Y mis amigos serán ahora mis enemigos

La mujer se giró abriendo un portal por el que fueron entrando los miembros de Bastión Hueco, iba a seguirles, pero antes me acerqué al Maestro Kazuki para hablar con él por última vez.

Maestro… —mirando en mis bolsillos saqué una hoja de papel doblada varias veces y se la entregué —. Dudo que necesite volver a usarla. Realmente, me cuesta despedirme de usted, porque tengo tanto que agradecerle que no podría terminar.

>>Nunca olvidaré el día en que me entrego el don de portar la Llave Espada y tampoco lo mucho que he ido aprendiendo de magia con usted, pero yo no puedo seguir aquí… espero que entienda mi decisión y me perdone por ello, Maestro, pero aquí termina mi viaje con usted.

Esperé un poco por si Kazuki tenía algo que decirme antes de partir detrás de los aprendices de Bastión Hueco, incapaz de mirar a los amigos a los que dejaba atrás.

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Alec se une a Bastión Hueco traicionando a Tierra de Partida

La nota que le ha dado a Kazuki es un papel en donde iba apuntando las veces que este se equivocaba con los nombres y otras cosas, es mas interpretativo que algo fisico y lo he estado usando para las tramas de Heartless 101 y La Revolucion
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Re: Paz y amor

Notapor Zee » Dom May 04, 2014 1:55 am

¡¡No!!

Sentí que casi pude haber soltado el pequeño frasco marrón por segunda vez. Levanté la mirada de las pocas píldoras que me faltaba por recoger y miré al lejano grupo de portadores. Estaba tan lejos que aquel grito fue de las pocas cosas que podían haber llegado hasta mi posición, gracias al eco del estadio destruido. Incluso así sonaba enmudecido, débil. De no haber sido por ello, muy seguramente no me habría enterado de lo que estaba sucediendo.

No me tomó más que unos segundos reparar en que se trataba de la voz de Nanashi. Igualmente la joven Maestra volvió a gritar al poco tiempo:

¡¡Aléjate de él!!

...pero salvo su voz, no podía escuchar nada más. El grupo de Aprendices tampoco me dejaba ver claramente qué era lo que estaba ocurriendo, todos parecían arremolinarse alrededor de un punto en particular; y sin embargo, ya no parecía un abrazo grupal.

Me puse de pie lentamente, vacilando, y entrecerré los ojos para intentar ver mejor lo que ocurría a lo lejos. Las siluetas se confundían entre ellas en la oscuridad del estadio y todas de pronto habían empezado a moverse alrededor, por lo que era todavía más imposible ver lo que estaba sucediendo.

Miré alternativamente al suelo, donde todavía estaban desparramadas mis píldoras, y al grupo de Portadores que apenas podía ver en la oscuridad. Una y otra vez, hasta que me decidí a ver qué estaba sucediendo. Rápidamente me puse en cuclillas y me aseguré de meter todas y cada una al frasco, el cual cerré con un movimiento de muñeca mientras me levantaba de un salto.

Tardé sólo un poco en llegar, pero parecía que todo había estado sucediendo demasiado rápido. Para cuando finalmente me uní al grupo, en la parte trasera, agitado y sin aliento, no tenía idea alguna de lo que había ocurrido. Había sido sólo un hueco de unos cuantos minutos, absolutamente nada, y ya me había quedado en blanco.

Light, ¿qué ha pasado? ¿Está todo bien? ―murmuré, poniéndole la mano el hombro al primer amigo que me encontré. En cuanto Light se giró y pude ver la expresión en su rostro supe que las cosas no estaban bien.

Mira ―el chico se ilustró al dirigir su mirada en dirección a alguien que estaba siendo sostenido por Nanashi. Tuve que llevarme una mano a la boca para no dejar escapar alguna exclamación de sorpresa, puesto que lo que me topé fue más de lo que cualquiera pudo haberse esperado

Ryota. Herido.

Hasta hace nada se estaban abrazando y de repente... ―se detuvo unos instantes―. No sabemos lo que ha pasado.

Por qué ―alcancé a decir apenas con un hilo de voz.

Ronin ha… Ronin ha… apuñalado a Ryota—respondió Fátima, con tantas dificultades para hablar como las había tenido yo. Todos, no sólo Light y ella, parecían no poder creerse lo que estaba sucediendo—. Ryota está sangrando, tiene una herida en el pecho. Y Ronin tiene un disco… Lleno de sangre…

¿Estaban seguros? ¿De verdad habían visto bien...?

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Un escalofrío me recorrió la columna. Hasta hace unos minutos estaban firmando la paz y después... todo se había derrumbado. ¿Podía ser eso cierto, que Ronin había atacado a traición a Ryota? ¿Con todos allí presentes? Sencillamente no tenía sentido, pero todos lo habían visto. Absolutamente todos.

Aquello iba en contra de todo lo que defendíamos.

Nanashi dio la espalda a los traidores de Tierra de Partida, sujetó a su mentor y avanzó hacia el destelleante Portal que había sido abierto. No dijo nada al respecto, pero sabía que, sucedido aquello, la gente pronto comenzaría a seguirla. No sólo los Aprendices de Bastión Hueco...

Ahora los traidores éramos nosotros.

¡Diana, espera! ―llamé, observándola acercarse al portal. Avancé hasta ella con unas zancadas, apartando a la gente y la tomé de la muñeca, prácticamente obligándola a que me devolviera la mirada.

Sabía lo que había pasado tras el Coliseo. Cómo nuestra Orden la había tratado. Sabía que después de aquello, me lo habían dicho tras mi incursión a Bastión Hueco, no nos tenía en mejor estima que antes de su propia traición. Y sabía que tenía toda la razón, que mi propio bando no pecaba de buenas acciones. Poco a poco salían a relucir sus propios pecados...

...y yo quería cambiarlo. Quería demostrar que podíamos trabajar juntos.

No somos así. Te lo prometo ―sujeté su mano y la miré a los ojos, intentando transmitirle mi sinceridad. Tragué saliva y retrocedí un paso, tras lo cual la solté y la dejé partir.

Pero no iba a seguirla. Pasara lo que pasara, iba a quedarme donde pertenecía. Y si alguna vez mi familia se desviaba de su camino, sería yo quien fuese capaz de corregirlos.

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Sí, Tierra de Partida. Eso sí, menudo asco le va a coger Xefil a Ronin.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Traidor

Notapor Kousen » Dom May 04, 2014 2:56 am

Los vítores y aplausos se sucedieron durante unos segundos, con unos aprendices uniéndose al festejo y otros alejándose a buscar más intimidad. Aquel momento sería uno que no podría olvidar jamás... por desgracia.

Algo había sucedido. El viento se paró por completo y el lugar se volvió mas oscuro, haciendo que reinase el silencio y los abrazos cesasen. Un olor familiar y con cierto deje similar al hierro se empezó a esparcir a través del estadio, con todos los aprendices girando la cabeza horrorizados al reconocerlo. El olor de la sangre fresca.

Music: The Key of Darkness
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[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=EbcnWWpqFrM[/youtube]


De entre los brazos de Ronin y Ryota comenzó a gotear el líquido vital, y el segundo empezó a caer al suelo, apoyándose en el primero y dejando una gran mancha escarlata según descendía, precipitándose finalmente de espaldas. Una enorme herida surcaba su pecho, del cual brotaba toda aquella sangre.

El horror me dejó completamente paralizado.

¡¡No!!

Nanashi se lanzó sobre el Maestro de Bastión Hueco, mientras Ronin observaba el arma que había causado aquella herida, la cual aún manchaba sus manos de sangre.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Una fuerte corriente de viento surgió de la nada, comandada por Nanashi. Lo siguiente que vi fue a Ronin volando por los aires hasta los demás Maestros, que se apartaban de él con rechazo. El mismo rechazo que estaba empezando a crecer en el fondo de mi corazón.

<<Traidor.>>

Ariasu, la otra Maestra del antiguo Vergel Radiante, se apresuró a lanzar un hechizo curativo sobre su líder, sin resultados.

¡Monstruos!

<<No.>>

La mujer convocó su arma y se dispuso a tomar represalias contra el Maestro de Maestros, pero tanto Akio como mi propia Maestra se interpusieron en su camino, Llave en mano.

: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!― chillo, desconsolada.

Las lágrimas inundaban sus ojos.

<<No, no, ¡no!>>

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Un gran portal de luz se abrió en el mismo momento en que Nanashi levantó a Ryota en sus brazos, igual que aquel que nos había sacado de su fortaleza hace poco más de un año. La maestra alzó entonces su Llave Espada, de un color azul profundo que se comparaba a la tristeza que sus ojos irradiaban

Se me secó la garganta. No era capaz de pronunciar una sola palabra a pesar de lo que estaba aconteciendo ante nuestros propios ojos.

Te creía un hombre de principios, Ronin —confesó—: ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

<<¡No! ¡No es nuestra intención! ¡Ronin...!>>

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

¿Traición? Era exactamente lo que acababa de pasar. El hombre más firme, el buque insignia de Tierra de Partida, el Maestro de Maestros... ¡¡El hombre al que admiraba, maldita sea!!
Acababa de aprovechar el pretexto de un abrazo y había fingido aceptar la paz propuesta por Ryota para intentar acabar con su vida allí mismo, con la de su propio amigo.
Había jugado con nuestra alegría, con nuestras esperanzas y nuestros sueños de poder encontrar por fin una paz para aquella guerra absurda que llevábamos batallando durante dos años. Había ignorado completamente las advertencias de Crow y Fátima, gracias a quienes estábamos allí con vida.
Le habíamos entregado nuestra confianza y nos la había escupido en la cara.

<<¿Por qué, Ronin?>>

Algunos aprendices tomaron su oferta, avanzando hacia el portal que ella había convocado. Aunque hubiese querido, me era imposible siquiera decir algo coherente. Estaba allí de pie, observando los acontecimientos y rezando porque se tratase de un mal sueño, de otro de los trucos de Erased Data. Pero era la cruda realidad.

No podía comprender como Ronin y Kazuki habían permitido que algo así sucediese por su propia mano.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

¡No!― intenté gritar, con la voz quebrada.

Algo empezó a bullir en lo más profundo de mi ser: La tristeza y el dolor de la realización de que la paz y la reconciliación ya eran imposibles. Toda la alegría que acabábamos de vivir y compartir no había sido más que una farsa más. Habíamos luchado juntos contra la muerte y no había servido de nada.
Y por otro lado, ira. Una rabia tan intensa que me clavaba las uñas en la mano. No habíamos sido más que malditas marionetas para llevar a cabo una traición más, esta vez más deleznable que nunca. Con el rabillo del ojo pude ver a Ronin, aún sin poder moverse de donde estaba. Y mi odio crecía, como un fuego que se mezclaba con incomprensión y arrasaba todo a su paso.
¿Qué pensaba aquel hombre?

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Y con esas últimas palabras, los moradores de Bastión Hueco y la luz del portal desaparecieron, dejándonos solos con nuestra desgracia en aquel páramo digital.
Incapaz de mantenerme recto por más tiempo, caí a mis rodillas, con la mirada perdida en el suelo. Acabábamos de hacer estallar una guerra que íbamos a lamentar toda nuestra vida.

Apretando los dientes con tanta fuerza que casi me hice daño, mi puño golpeó el duro suelo de La Red una, dos veces. Y con el tercer golpe, grité:

¿POR QUÉ?

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Kousen se queda en Tierra de Partida, de momento.


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Informo que la mitad de mis PX van destinados a mi mascota, para ahorrar más confusiones y complicaciones.
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"La skin Iceberg del foro es como la Duquesa de Alba, nos va a enterrar a todos."

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Rol de KHWorld: Kousen - "Viento Seráfico"

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Bastión...Hueco

Notapor Sheldon » Dom May 04, 2014 3:07 am

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Enok observaba. Su rostro caído, desalmado en una tristeza profunda y leal, oteaba la escena, la toma exacta de aquella película, de aquel filme llamado Erased Data. Personas y mas personas, aprendices que observaban un futuro por delante prosperar en la unión. Una batalla que recompensaba con la unión y que se había confirmado con aquellas dos personas, aquellos líderes natos de los que Enok solo había oído hablar un par de veces.

El ambiente carraspeó como un pequeño chillido de dolor. Silencio, un segundo del mas sepulcral de los silencios. Frío, aquel mismo gélido e infernal frío que emanaba de la oscuridad. Un pequeño engranaje se había detenido súbitamente, haciendo que la maquinaria de todo el complejo colapsara brutalmente.

Venganza.

La verdadera escena final había sido llevada a cabo. Bajo los ojos de decenas de aprendices el desenlace del viaje había sucedido de forma inevitable, en manos de un destino cruel.

Enok se incorporó lentamente aunque con el corazón apretado por la incertidumbre. No entendía el repentino cese de jolgorios y las abruptas caras de miedo.

¡¡No!!

Un grito que retumbó en todo el estadio, difuminándose en ondas de terror. El rubio aprendiz sintió un impulso irrefrenable de correr hacia sus compañeros, pero ya era demasiado tarde, carecía ahora de todo sentido el volver junto a ellos. No tenía sentido ni siquiera el regresar a aquel lugar, encontrándose con algo que no necesitaba ver simplemente porque no le incumbía. Nada le importaba, no necesitaba a nadie, no se preocupaba por la salud de ninguna de aquellas personas y ni tan siquiera deseaba conocer la tragedia.

Esa tragedia...

Siempre, en cada una de los momentos del ser humano hay un declive, un punto álgido que inevitablemente comunica con un descenso. Todo ello ocurre como simples procesos unidos en si, como cadenas que concluyen continuamente en un mismo esquema repetido, una y otra vez. La alegría se había tornado en odio.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Eran voces huecas, defensivas, recelosas, decisivas.

Enok continuaba observando el transcurso de aquellos acontecimientos. Le resultaba imposible otear lo que había ocurrido con exactitud. Cerró los ojos. De repente, sintió una leve brisa, un hechizo de viento de manos de una intensa energía. El corpulento hombre fue tirado como una mera marioneta junto al grupo de maestras de Tierra de Partida. Los alumnos cada vez se alejaban mas, asustados y temerosos en dirección hacia dos grupos cada vez mas definidos.

Entonces Enok pudo verlo. Entre los brazos de una inmaculada joven reposaba el cuerpo inerte de otro de los Maestros, manchado por hilos de sangre.

¡Monstruos!― exclamó la voz de una chica, que posteriormente avanzó, llave espada en mano hacia el portentoso señor que había sido expulsado por los aires. Esta vez fueron dos los que la intentaron detener, Yami y otro un pequeño muchacho.― ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!― añadió provocándose el llanto tras reconocer que poco podía hacer contra aquellas dos personas.

¿Que...estaba...ocurriendo...allí?

Un portal se iluminó tras el grupo minoritario.

Sa...Saeko... ―susurró Enok. Nadie le escucharía, nadie entendería aquel nombre, pronunciado en aquel justo momento. Eran sus ojos los que la observaban. Aquella belleza, aquel momento y aquellos recuerdos. En un instante, dejo pasar a través de su mente todos y cada uno de los segundos en los que había recordado a la muchacha de pelo oscuro, de fuerte carácter.

La figura arrastrada de la Maestra que había acudido a socorrer al malherido caminó hacia la circunferencia de luz, sosteniendo al cuerpo de su compañero e instando al grupo a abandonar aquel antro de desesperación, de miedo, de venganza. Pero se volvió, levanto el rostro y habló.

Te creía un hombre de principios, Ronin —comenzó sintiendo al instante sus fuerzas flaquear. Tomó aire y deshizo la angustia, retomando un tono dictatorial y muy seguro.— ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.


Bandos. Tierra de Partida y Bastión Hueco. Venganza.

Enok dio unos pasos al frente y sintió su cuerpo desfallecer, caer en la angustia vital. No entendía el trasfondo de lo que había ocurrido, nada. Ni tan siquiera aquella visión, la de Saeko, su rostro.

¿Era aquello realmente la venganza?

Dio un último paso. Aún se encontraba alejado de ambos grupos, al margen de lo que había ocurrido.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Bastión...Hueco.

Avanzó. La figura de Yami comenzaba a ser destruida, pedazo a pedazo, dispersa como pequeños hologramas en el aire que se tornaba en líneas desnaturalizadas.

Lejos de aquel conflicto de fuerzas, necesitaba algo que estimulase su miedo. Poco a poco, cada una de las personas dejaron de ser importantes para Enok, desapareciendo progresivamente del espacio. Había podido presenciar lejanamente un acto de venganza. Dirigió su mirada a sus brazos. Se encontraban manchados de sangre, que descendía a través de la comisura de sus dedos, manchando sus poros y percutiendo sobre el suelo. Se sentía en paz consigo mismo.

¡Enok!

Volvió a la realidad. Era su voz, le llamaba. Saeko

Los aprendices del bando de las tinieblas habían comenzado a abandonar, a través del portal, el escenario. Enok agachó el rostro. Una simple decisión que resolvería sus incógnitas y un paso mas hacia su destino. Gata y Saeko. Aquellas dos personas habían significado algo en sus memorias, habían sido recuerdos lejanos que ahora se transformaban en realidades. No dudaba en ningún momento la magnitud del contraataque de aquellas personas, una ofensiva de la que deseaba tomar parte... Al fin y al cabo, solo poseía la llave-espada para saldar una deuda. Y esa deuda incluía a cada vez mas y mas personas.

Bastión Hueco.

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Enok se va a Bastión Hueco.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Tanis » Dom May 04, 2014 3:25 am

Nada más soltar a Fátima, Malik percibió el extraño cambió de ambiente. Un frío extraño y súbito, el descenso de la luz, y de pronto el resplandor de una Llave-Espada. Giró la cabeza hacia el punto del resplandor, confuso, descubriendo al tenso maestro Kazuki empuñando su arma.

Frunció el ceño.

«¿Qué demonios… ?»

Fue entonces, sólo entonces, cuando por el rabillo del ojo percibió el movimiento del cuerpo de Ryota, y oyó el grito atronador de Nanashi. Estupefacto, contempló la carrera de la maestra, la sangre que ya manchaba el suelo, la herida de Ryota, desde lejos, el asombro y se dejó imbuir el silencio densode todo el mundo. Se le abrieron los ojos de pura sorpresa. Hacía un momento estaban abrazándose, eliminando por fin la fricción entre los bandos… ¿Y Ronin había... ?

¿Había atacado a Ryota? ¿Había destruido la oportunidad de reconciliarse con el otro bando? ¿A traición?

No podía concebirlo. No, no podía, era… era imposible. Una mezcla confusa de pensamientos y sentimientos explotaron a la vez en su mente y pecho y le hicieron perder el aliento, sobrecogido. Dio dos pasos hacia los maestros, confuso, pero se detuvo al ver a Ronin tan estupefacto como los demás, agachándose finalmente hacia el moribundo Ryota para tomarle del hombro.

No, no podía ser… No, el maestro Ronin no podría haber sido capaz de hacer algo así, atacar por la espalda. Era lo que quería creer, lo que quería pensar, pero… No era lo que había visto. Sin embargo…

¡¡Aléjate de él!!

… el instinto de protección y lealtad inconsciente para con Ronin se activó en cuanto vio a aquella otra maestra lanzarlo por los aires con un hechizo de viento.

¡Maestro! —Su voz gritó sola, sus piernas corrieron solas.

Malik casi se deslizó por el suelo del estadio hasta llegar a su maestro y sujetarle del hombro. Miró con rabia a la mujer, sintiendo de nuevo cómo sus propios sentimientos le chillaban que ese hombre había traicionado una oferta de paz y que estaba ahoyando a un ser absolutamente repugnante.

Maestro… —musitó, notando la mirada perdida de Ronin clavada en el suelo, su falta de ganas de levantarse.

«¿Por qué?, ¿por qué lo has hecho…?».

¡Monstruos! ―Volvió a levantar la cabeza, y junto con Akio y Yami, Malik invocó su propia Llave-Espada y se mantuvo cerca de Ronin, como medida defensiva―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Apretó los dientes, y los dedos sobre la empuñadura. Estaba dispuesto a pelear por defender a Ronin, lo admitía. Ni siquiera se habían parado a pensar en que igual ese disco era el causante, o si había sido un accidente. Una persona que intenta matar a otra no se comportaba así, iba rematar… y Ronin no lo había hecho.

¡¿Por qué?!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Mientras se llevaba a Ryota en brazos, Malik se mantuvo tenso y firme junto a su maestro, sin despegar la vista de ellos. Sentía como si el corazón le fuera a atravesar el pecho, la garganta agrietada, la sangre hirviendo. No comprendía de verdad por qué y qué estaba pasando. Lo único que sabía era que el dolor… ese dolor se hacía más grande.

El dolor de la traición.

«¿Pero no han hecho ellos cosas más graves?, ¿no traicionaron ellos primero a Tierra de Partida?».

Miró de reojo a Ronin, pensando en si eso era algún tipo de venganza. No, el maestro que él conocía no era así… ¿verdad? Tragó saliva, intentando que no le temblaran las manos.

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.


El discurso hizo mella en él. Todas y cada una de las preguntas fueron puñaladas que se le incrustaron profundamente en la carne, haciéndole sangrar por dentro. Era un traidor, Ronin era un traidor… Y si él se quedaba con ellos sería también un traidor… Empezó a sentir náuseas.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Había desviado la vista hacia el suelo, pero volvió a levantarla a tiempo para ver cómo aquella maestra lanzaba la sentencia final. Le temblaron aún más las manos, los dedos aferrados a su arma, las rodillas… todo. No sabía qué hacer. No sabía qué pensar, adónde ir.

Miró a Fátima, que estaba a su lado, buscando una respuesta, y miró también a Stelios y a Albert… sus amigos. No soportaba la idea de apoyar a alguien que había traicionado así la confianza de otro, pero… pero… ver al Maestro de Maestros así, sin siquiera intentar plantar cara o defenderse, le destrozaba. Ese hombre, junto con Lyn, le había sacado del agujero de Agrabah, y ahora… ¿esa mujer pretendía que le diera la espalda a todo lo que conocía? Giró la cabeza para mirar a su maestra. Le rompió verla tan alejada, tan… asqueada.

«¿Nadie va a confiar en Ronin?».

El único que parecía hacerlo, Kazuki, era de los maestros que menos confianza le daba a él mismo. Y sin embargo quería… quería creer que Ronin…

Fátima… —murmuró, desorientado— ¿Qué…? —Tuvo que inspirar hondo—. ¿Qué hacemos?

¡El Maestro no es así!—gritó ella, sobresaltándolo. Se le formó un nudo mayor en la garganta al verla tan desesperada—.¡De haber querido, habría podido matar a Ryota! ¡Si de verdad hubiera querido iniciar una guerra, habría matado a Ryota! ¡Estaba completamente desarmado, nadie habría podido hacer nada! ¡Tuvo el tiempo necesario para rematarlo! ¡Pero no lo ha hecho! ¡Ronin no es así, nunca haría algo así…!—despacio rodeó sus muñecas para tranquilizarla, aunque al final las soltó, mirando también a Ronin—. Nunca haría algo así…

Siseó tras un largo minuto de silencio. Tenía razón. Tenía que tenerla… Parte de él lo pensaba, aunque le costase tanto… tanto. Con una exhalación miró por última vez a sus amigos y tomó su decisión. Independientemente de lo que ellos fueran a hacer… él se iba a quedar en Tierra de Partida. A pesar de lo que había pasado, Bastión Hueco abogaba por un equilibrio siniestro entre Luz y Oscuridad, que según sabía dejaba a los sincorazón cierta libertad de actuación. Eso no podía aceptarlo. Por más que le doliera saber que quizá sus amigos quisieran seguir a Bastión Hueco, por más que su maestra no le diera un voto de confianza a Ronin, él ya era mayorcito para hacerlo.

De modo que relajó la postura, bajó su arma y apoyó la punta sobre el suelo, manteniéndose junto a Ronin aún en actitud protectora. Suspiró. Estaba decidido.

No iba a abandonarle cuando podía necesitar su apoyo.

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Malik se queda en Tierra de Partida
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Suzume Mizuno » Dom May 04, 2014 3:38 am

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[youtube]http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=4A1Ge1mlmBY[/youtube]


El frío le puso la piel de gallina. De súbito, la temperatura había descendido bruscamente y la sonrisa se le borró de los labios como por ensalmo. Algo, no supo bien describir qué, acabó de inmediato con la alegría que flotaba en el ambiente. Entonces escuchó el característico sonido que provocaba una Llave Espada al ser convocada y se giró para ver que el Maestro Kazuki llevaba su arma en la mano.

«Qué…».

A continuación, sobrevino el sonido de algo pesado. Como un fardo que cae al suelo. Fátima vio a la Maestra Rebecca llevarse una mano a la boca. Siguió la dirección de mirada y se quedó de piedra.

Ronin sostenía un disco, como el que había usado aquel horrible programa contra ellos. Y estaba lleno de sangre.

¡¡No!!

Nanashi rompió el silencio precipitándose hacia delante. Fátima, al estirarse, pudo ver que Ryota yacía en el suelo con una herida de la que manaba sangre en el pecho. Fátima parpadeó varias veces. Luego alternó la mirada entre Ryota y Ronin, y de nuevo de Ronin a Ryota.

«No… No es…posible».

Vio a Ronin agacharse junto a Ryota y cogerle el hombro, mientras musitaba:

Ryota...

¡¡Aléjate de él!! —rugió entonces Nanashi, que ejecutó un hechizo de aire y arrojó a Ronin por los aires, apartándolo de su Maestro.

Algo se movió a su lado y de pronto, Malik echó a correr hacia delante mientras exclamaba:

¡Maestro!

Casi sin pensar, Fátima hizo amago de apresurarse tras él, todavía sin comprender, sin conseguir asimilar lo que estaba pasando. De nuevo, los acontecimientos se sucedían a demasiada velocidad.

Hasta hace nada se estaban abrazando y de repente.... No sabemos lo que ha pasado. —escuchó decir a Light entonces, que se dirigía a Xefil.

Por qué —dijo este último.

Fátima se detuvo. Miró a los dos chicos y dijo con un hilillo de voz:

Ronin ha… Ronin ha… apuñalado a Ryota—le costó creer lo que estaba diciendo. Pero eso era lo que había visto—. Ryota está sangrando, tiene una herida en el pecho. Y Ronin tiene un disco… Lleno de sangre…—farfulló, en parte recabando los hechos, como si así, por algún casual, pudiera negar lo que le habían mostrado sus propios ojos.

Pero así era. Era lo único que tenía lógica.

No, no tenía nada de lógica. ¡En absoluto!

¡Ronin no era así! ¡Nunca haría algo semejante!

Echó a correr, abriéndose paso entre los aprendices, para llegar junto a Malik, que había invocado su Llave Espada para defender a Ronin. Akio y Yami, entre tanto, se habían interpuesto entre Ronin y la joven de Bastión Hueco que, entre lágrimas, gritaba:

¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Detrás de ella, Nanashi se había agachado y luchaba desesperadamente por curar a Ryota mediante magia sanadora. Fátima se quedó mirándoles largamente, sin saber cómo reaccionar o qué hacer. Ronin se mantenía ahí, sentado y no hizo ningún amago por intentar levantarse. Era como si no estuviera allí.

Lo primero que pensó fue que sentía culpabilidad por haber apuñalado a Ryota.

Pero luego sacudió bruscamente la cabeza. ¡No! ¡El Maestro no era así!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Con una sorprendente entereza, Nanashi levantó a Ryota en brazos, como si no pesara nada. De pronto se abrió un portal de luz que cegó a Fátima por unos instantes. La Maestra rubia, después de dedicarles una mirada resentida, se secó las lágrimas y empezó a retirarse sin dejar de apuntarles con su arma, dispuesta a defenderse. Fátima experimentó sentimientos encontrados.

Les había visto marcharse así alguna vez. Pero, en las demás ocasiones, habían sido ellos, los de Tierra de Partida, las «víctimas», los que tenían la razón. ¿Qué eran ahora? Dios, no comprendía nada. ¿Cómo había podido pasar?

Entonces vio que Nanashi les miraba con firmeza, erguida a pesar del peso que suponía Ryota, con sus blancas ropas empapadas por la sangre de Ryota. Fátima miró a aquel hombre y por primera vez lo vio como una persona y no un simple enemigo aterrador. Una persona que estaba a punto de perder la vida. Gracias a Ronin.

Te creía un hombre de principios, Ronin —al percibir el dolor en la voz de Nanashi, Fátima se mordió el labio inferior y tuvo que apartar la vista. Miró a su alrededor y buscó a Ragun. Cuando le vio, recordó lo que le había dicho en Selva Profunda y apretó las mandíbulas.

¿Es que al final Ragun iba a tener razón y Ronin no era más que un… monstruo?

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! —les llamó entonces Nanashi—. El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

Fátima quiso replicar, quiso gritar que no tenía razón. Pero el cuerpo inconsciente —¿o muerto…?— en brazos de la mujer era una prueba más que concluyente.

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? —ante aquello, no pudo más que fulminar a la Maestra con la mirada, recordando cómo le había ofrecido morir o convertirse en Caballero—. ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Fátima rechinó los dientes, furiosa, impotente. Vio que Alec se volvía hacia ellos y leyó en su mirada cuál era su decisión. El corazón le dio un vuelvo y musitó «No lo hagas». Pero el aprendiz ya había decidido y manifestó su opinión en voz alta:

Recuerdo haber pensado que Bastión Hueco se equivocaba, recuerdo haber seguido fiel y ciegamente a Tierra de Partida. Pero hoy he visto la verdad y me repugna, no seguiré a alguien que aprecia tan poco la vida y menos a alguien que la arrebata por la espalda.

Fátima miró de nuevo a Ronin, desesperada. ¿Por qué no se levantaba? ¿Por qué no se defendía, maldita sea? ¡Por qué no explicaba nada! ¡Tenía que demostrar que estaban equivocados, que todo era un malentendido, que…!

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Fátima cerró los ojos y acusó la frase de su antigua Maestra con rabia y frustración. Porque no costaba entender que esta vez no sería un juego, que esta vez no podrían encontrar a alguien de Bastión Hueco y considerar que quizá podrían entenderse, como había hecho con Ragun.

Sólo hacía falta escuchar el tono de Nanashi.

En esta ocasión, no habría tregua alguna. Y era una idea terrible. Sobre todo cuando todavía podía saborear la esperanza de paz y reunificación que habían estado a punto de alcanzar.

Los aprendices se iban, o se quedaban. Todo en medio de un ambiente de rabia, confusión y desaliento. Fátima escuchó a Kousen gritar y desmoronarse, como seguramente harían muchos otros. Ella misma sintió que le fallaban las rodillas y quiso coger a Ronin y sacudirle para que reaccionara, ¡para que les explicara!


Fátima… —murmuró, entonces Malik. Se volvió hacia él y se le encogió el corazón al ver que estaba tan desconcertado, o todavía más, que ella.— ¿Qué…? —Tuvo que inspirar hondo—. ¿Qué hacemos?

Por una parte sintió ganas de llorar porque Malik le preguntaba a ella, lo que significaba que no la dejaría atrás. Por otra, no sabía qué responder. Pensó desesperadamente. ¿Tenía sentido permanecer? ¿Con un asesino? ¿Con un…?

Abrió los ojos como platos y supo entonces que había algo que estaba fuera de lugar. Un hecho al que se aferró desesperada, como a un clavo ardiendo.

¡El Maestro no es así!—gritó entonces, cogiendo a Malik por la ropa—.¡De haber querido, habría podido matar a Ryota!—continuó, con el corazón latiéndole desbocado—. ¡Si de verdad hubiera querido iniciar una guerra, habría matado a Ryota! ¡Estaba completamente desarmado, nadie habría podido hacer nada! ¡Tuvo el tiempo necesario para rematarlo! ¡Pero no lo ha hecho! ¡Ronin no es así, nunca haría algo así…!—a medida que hablaba su voz fue descendiendo de tono—. Nunca haría algo así…—y miró a Ronin, deseando que se levantara y corroborara sus palabras.

Para su alivio, Malik bajó la Llave Espada y se relajó. Fátima comprendió con inmenso alivio que iba a permanecer en Tierra de Partida.

Entonces tuvo que restregarse los ojos con el dorso de la mano. ¿Cómo había acabado así? ¿Por qué?

No quería ir a la guerra. Ya era suficientemente duro pelear contra los Sincorazón todos los días. ¡No podría enfrentarse a personas! ¿Cómo podría atacar a Alec si alguna vez se cruzaba con él? ¿O a Ragun?

Y de repente se encontró con que no era capaz de contener las lágrimas, que le resbalaban por las mejillas sin remedio. No quería matar, ni tampoco pensar que todavía habría más enemigos allí fuera dispuestos a acabar con ella.

Habían estado a punto de unirse contra un enemigo común.

Y ahora, en cuestión de segundos, todo se había desmoronado…

¿Por qué había tenido que pasar?

¿Por qué?

Buscó, casi sin pensarlo, a la otra Fátima, preguntándose cómo habría reaccionado. Y entonces volvió a mirar a Malik y se dio cuenta de la actitud protectora que mantenía con Ronin. Se tragó las lágrimas y se dijo que ya no había vuelta atrás. Esperaba no haberse equivocado al elegir.

Pero se dijo, otra vez, que, al menos con ella, Ronin no había sido nunca un monstruo. Y que merecía un voto de confianza. Porque quería creer que no era así. Que el alocado y amable Maestro tendría alguna explicación.

Y aunque no la tuviera… ¿Realmente podría haberse ido a Bastión Hueco, después de todo lo que habían hecho? Ellos fueron los primeros en desgarrarse de la Orden, fueron los primeros en decidir oponerse en vez de intentar hacer triunfar su ideología dentro de la organización. Fueron los primeros en declarar la guerra.

Hundió los hombros. Realmente ya no importaba. Los que se habían quedado estaban condenados a pertenecer a Tierra de Partida, puesto que ya habían sido tomados como enemigos por parte de Nanashi y los demás.

Se estremeció al pensar que ahora ya no iba a tener que luchar por librar al mundo de los Sincorazón.

Sino por sobrevivir.

****


Antes de marcharse, Fátima correría a buscar a la otra Fátima, deteniéndose frente a ella. Culpable, musitó:

Sé que dije que te ayudaría a buscar a Andrei y si quieres me quedaré. Pero… —miró hacia sus compañeros—.Me temo que lo mejor será que nos marchemos cuanto antes a Tierra de Partida. ¿Tú qué harás? ¿Vendrás con nosotros? —preguntó en voz baja. En caso de que la joven le respondiera que no, le pidió—: Por favor, dime dónde puedo encontrarte. Te ayudaré en todo lo que sea necesario.

Después se despediría con un gesto y se apresuraría a volver con Malik, Nadhia y los demás. Cansada, harta de todo, pero consciente de que aunque se tirara a la cama en cuanto llegara a casa… No podría dormir.

Porque había empezado una pesadilla. Una pesadilla que parecía que iba a prolongarse durante mucho tiempo.

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Fátima permanece en Tierra de Partida
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Y el Plus pa'l salón

Notapor Saxor » Dom May 04, 2014 4:37 am

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Diálogos, como de costumbre, hablados con Happy.

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Yo también peco del terrible mal de editar, pero este diálogo no me lo podía saltar xD


Durante el abrazo, un joven se acercó a mí. Y aunque no lo conociera de nada, sí que sabía quién era: su copia había matado a mi otro yo durante el quinto día del Reaper's Game.

Esto… no creo que tú y yo podamos empezar a llevarnos bien tras esto —aquel joven del sombrero de copa se rascó la nuca. Un extraño sentimiento me llegaba cuando le miraba... sentimientos de odio—. ¿Sin rencores por lo ocurrido con nuestras copias? No sabría como disculparme, ya que tengo claro que jamás la hubiese matado en mi caso.

Pero esos sentimientos no eran míos, eran de Data Saxor. Y esos sentimientos no estaban dirigidos al que tenía delante... Sino a su copia. Así que no había razón para odiarse.

Sin rencores.─ Dije con una sonrisa mientras estrechaba su mano.─ Algún día podemos ir a visitar a Shiki y a Beat en Ciudad de Paso, ¿no crees?─ Le propuse, pero aquello no parecía ser posible. ¿Por qué?

El sonido de una sierra. Un sonido que se quedaría grabado en mi cabeza. ¿Paz? ¿Amor? Eso no existía.

No existía en la Guerra de las Llaves Espada.

¡¡No!!

Miré hacia la Maestra Nanashi tras aquel grito, y mis ojos se abrieron de estupefacción. El Maestro Ryota estaba con una enorme herida en el pecho... y el Maestro Ronin tenía en sus manos un disco lleno de sangre. ¿Qué estaba pasando? Ronin acercó su mano libre a Ryota, pero no podía ver su rostro..,

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Ronin salió disparado hacia los maestros de Tierra de Partida, y calló al suelo. Aquel hombre miraba fijamente al suelo, y los otros maestros lo miraban con odio... Tanto de Bastión Hueco como de Tierra de Partida, a excepción de Kazuki. Y yo... no sabía qué pensar.

Mientras tanto, Ariasu y Nanashi estaban curando a Ryota, pero no parecían conseguir resultados. Aquel hombre se estaba muriendo.

¡Monstruos! ―Ariasu intentó atacar a Ronin, pero Akio y Yami se pusieron en mitad del camino―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

<<Nadie la quiere.>> Y sin embargo, no sabía qué pensar.

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.─ Ella levantó a Ryota y llevó en sus brazos, y empezó a hablar a Ronin, con unos ojos llenos de dolor.―Te creía un hombre de principios, Ronin. ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Para ella era muy fáciles aquellas palabras... O quizás no tanto. Pero para mí eran aún más difíciles. Ya estaba harto de ideales. Estaba harto de que la gente usara palabras bonitas para justificar hechos horribles. Intercambiaba miradas entre Ronin, el hombre que me salvó la vida, y Nanashi, que defendía una "causa justa". Pero, por otro lado... Parecía que Ronin había atacado a Ryota, y los de Bastión Hueco habían provocado la muerte de mi mundo. Yo debía alegrarme, pero... No lo entendía. No podía. Aquel hombre que odiaba con toda mi alma había sido acuchillado por la espalda por el hombre a quien más respetaba... El Maestro de Maestros de Bastión Hueco había pedido la paz... Y el Maestro de Maestros de Bastión Hueco había aprovechado esa debilidad para matarlo.

Ese ser humano había salvado mi vida una vez... y ese mismo ser humano había intentado matar a Ryota de forma sucia y rastrera. Lo que más deseaba en aquel momento era mirar su rostro. Quería ver en su rostro aquel hombre que me salvó la vida y que poseía principios. Deseaba que todo aquello fuera un malentendido...

¿En quién debía confiar? ¿Y si no podía confiar en nadie? ¿Debía abandonar la llave espada y largarse de allí? No podía confiar en Ronin, quien una vez le había salvado la vida. Tampoco podía confiar en Bastión Hueco, pues eran los causantes de la destrucción de mi mundo. Pero, entonces, algo me vino a la cabeza.

Tierra de Partida no era Ronin. Tierra de Partida eran Yami, Rebecca, Kazuki, Lyn, Akio, y todos sus aprendices. Y todos ellos, a excepción de Kazuki, habían aborrecido con la mirada las acciones de Ronin. Tierra de Partida estaba también en contra de la guerra... Y Tierra de Partida no había sido la que destruyó mi mundo. Pero por mucho que quisiese elegir... Xayim seguía...

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<<Arg... ¿qué narices?>>

Mis ojos se abrieron como platos al sentir aquella voz. Xayim había despertado, y yo estaba allí.

<<¿Xayim?>> Pregunté en mi cabeza. Pude notar cómo el pecho me empezaba a doler... Pero no cedería. No volvería a ceder. <<¿Qué tal tu visita en Erased Data?>>

<<¿Qué coño? Creí que habías muerto...>> Mi pecho me dolía cada vez más... Pero si algo había aprendido de su ausencia es que aún había valor en mí. Sólo debía hacerlo emerger. Mierda, ¿por qué te resistes?

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<<Se acabó, Xayim, he adquirido la voluntad para oponerte.>> Le decía <<Ahora te costará mucho más ejercer influencia sobre mí.>>

<<Maldito...>>

<<Lo siento Xayim... Game Over.>> Porque a diferencia de mi otro yo... Nunca cedería a Xayim. Nunca más.

Y entonces volví a la realidad. La gente ya estaba eligiendo sus bandos... O más bien si seguir en Tierra de Partida o seguir a Bastión Hueco. Kousen estaba en Shock, al igual que muchos otros... Y Mei estaba agarrada a mí, llorando.

¿Mei?─ Le pregunté, mientras forzaba a mis nervios a mantener mi voz firme.

Nanashi aguardó a las respuestas que presentaran los miembros del bando contrario. Muchos dudaron; quizás alguien aceptara. Tras esto, tomó aire y cerró los ojos, pensando seriamente lo que iba a decir: algo que nunca esperaba pronunciar, no, al menos, ella. Aquello que había intentado evitar con tanto ahínco, por lo que hubiese dado su vida con tal de que no se viera realizado.

S-Saxor... No...─ Empezó a murmurar.─ ¡No! ¡Esto es...!─ La comprendía, y mucho. La paz tan anhelada ahora se hacía tan distante... Se agarró a mi camiseta con más fuerza.─No quiero...

Escucha... Y-yo...─ Empecé, tartamudeando. No, no debía tartamudear. Solté un gruñido para intentar forzar mi garganta. Yo voy a quedarme aquí.

¿Eh?

No confío en Ronin, pero sí en Tierra de Partida─ Me expliqué, serio.

<<¿Pero de qué narices estás hablando? Es Tierra de Partida la que ha destrozado toda reconciliación.>> Oía quejar a Xayim en mi cabeza. Sin embargo, lo ignoraba.

Y Xayim ya no es una amenaza.─ Aquello último sí que sorprendió a Mei, quien sabía lo peligroso que podía llegar a ser.

¿Seguro?─ Me preguntó incrédula. Entonces, cuando quise responder, un punzante dolor volvió a mi pecho, haciendo que casi cedieran mis piernas. Seguramente era para que corrigiese mis palabras... Pero no debía dudar.

Se... Seguro─ Terminé diciendo, mientras recuperaba el aliento.

Iré contigo...─ Dijo Mei. Aunque aún no podía mirarla a la cara, había conseguido que mi voz no se quebrara.

Gracias.─ Y caminé hasta encontrarme al lado de los Maestros de Tierra de Partida. Miré a Yami y a Lyn, con quienes ya tuve un encuentro anteriormente, y busqué con la mirada a Light, que esperaba que siguiese fiel a Tierra de Partida. Finalmente, las palabras que todo el mundo esperaba llegaron a pronunciarse, por una dolorida Maestra Nanashi.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

La antigua Maestra de Tierra de Partida, entonces de Bastión Hueco, se giró para darnos la espalda, y un portal de luz se abrió para que los fieles a Bastión Hueco (y nuevos fieles) atravesasen el portal. Miré con preocupación el estado de Ryota.

<<Oh, venga ya... ¿En serio sientes pena por él?>>

<<No es pena... Es respeto y dignidad.>>

<<Los humanos sois unos seres irracionales.>>─ Ante aquel último comentario, decidí volver a ignorarlo. Entonces, pude ver cómo se movía. Parecía que aún seguía vivo.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Y con esas últimas palabras, la Maestra Nanashi junto a los aprendices rezagados entraron en el portal de luz, dejándonos a los portadores de Tierra de Partida solos.

¿POR QUÉ?─ Me giré para ver a Kousen, mientras golpeaba el suelo con furia. Al igual que yo... tampoco parecía saber en quién creer. Con una mirada de pena, caminé hasta mi antiguo maestro, aún mirando al suelo.

Espero que el Maestro Ronin que me salvó la vida me de una explicación de lo que ha pasado.─ Comenté con una mezcla de pena y odio. Aún quería volver a confiar en él... Aunque no lo creía posible. Luego, me dirigí a los otros Maestros─ Me uno a vuestra causa, no para ganar la guerra... Sino para detenerla.─ Sentencié. Porque no quería ganar...

Quería detener la Guerra de las Llaves Espada.

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Saxor cambia a Tierra de Partida.
Última edición por Saxor el Dom May 04, 2014 12:01 pm, editado 1 vez en total
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
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Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
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Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
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Saxor
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