[Evento Global] Datastream

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Guerra y Odio

Notapor Sombra » Dom May 04, 2014 4:53 am



Y... Era cierto, nunca olvidaría aquel día.

El día en el que una vez más vi la verdadera cara de aquel sucio bastardo. Tan solo unos momentos atrás todo el mundo había vitoreado la paz, una paz que esperábamos que nos uniese a todos como portadores que éramos, pero aquello había sido un error. Habíamos bajado la guardia.

¿Cómo podía haber olvidado que él era el culpable de todos los males? Él era el causante principal de haber resucitado a Gárland, por haber querido crear una invocación para eliminarnos sin miramientos. Era obvio que alguien que era capaz de maquinar algo así no podía cambiar de parecer de aquella manera.

Nunca deberíamos haber confiado en ellos. ¿Traidores nosotros? No, simplemente teníamos ideas diferentes, nada más. Nosotros no éramos traidores, ellos lo eran. De Ronin me lo esperaba, pero que Kazuki pareciese apoyar aquello... Me enfermaba. Sentí respulsión, horror y sorpresa, la misma con la que Rebecca y Lyn parecieron reaccionar ante aquel acto barbárico y cruel.

<<Hijos de puta>>

La sangre empapó el suelo y manchó las prendas de Ronin mientras Ryota caía al suelo mal herido. Me sentí rojo de furia y aquello hizo que mi llave espada reaccionase a aquello materializándose por sí sola, casi como reclamando venganza.

¡¡No!! ―Nanashi fue la primera en reaccionar gritando y alertando a todos los aprendices que aún no se habían dado cuenta de lo ocurrido, perdidos en la felicidad de aquel momento que parecía no haber ocurrido nunca.

Ronin se agachó y agarró por el hombro al líder de Bastión Hueco acercando el disco con el que le había apuñalado.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

La Dama Implacable no dudó ni un instante en lanzar una poderosa ráfaga de viento que lanzó al tuerto con fuerza hacia atrás haciendo que cayese contra el suelo, pero allí se quedó. Mirando al suelo sin poder levantarse, incapaz de hacer cualquier cosa. Si era alguna clase de efecto por la habilidad, se arrepentía o simplemente se sentía avergonzado no era mi problema.

Erased Data no era tan diferente de él. Con razón había escogido aquella forma para enfrentarse a nosotros.

Pude ver a Malik correr hacia su Maestro, no pude evitar mirarle con asco mientras se alejaba, ¿de verdad iba a socorrer a aquella vil serpiente? Pues eso parecía cuando se situó a su lado. Apreté los dientes con fuerza y empecé a avanzar apartando con brusquedad a cuantos estaban en mi camino sin importarme si eran conocidos o no para mí, lo cierto era que en aquel momento estaba lo suficientemente enfadado como para que me importase lo más mínimo la opinión de aquella panda de imbéciles.

Tanto Ariasu como Nanashi atendían a Ryota lanzando todo tipo de magias curativas. Avancé hasta ellas y coloqué mi llave espada en alto tratando de evitar cualquier ataque a traición más, parecía que eran expertos en eso.

¡Monstruos! ―gritó Ariasu desesperada y con los ojos inundados en lágrimas, avanzó dispuesta a acabar con aquel asesino, pero se detuvo cuando Akio y Yami se metieron en medio, incluso para ella resultaría difícil ganar una batalla contra ellos dos―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Nanashi cargó al Maestro Ryota entre sus brazos. No hacía falta ser un genio para ver el dolor que le provocaba ver de aquella forma a nuestro líder, un dolor que se contagiaba a todos nosotros. Habíamos sido humillados. Noté a Alexander tratar de dominar mi mente. ¡Claro! Él podría enfrentarse a ellos, al fin y al cabo poseía aquellos poderes capaces de volver las cosas partes de su propia oscuridad, ¿qué mejor forma para matarlos a todos allí y ahora?

<<No, no puedo ceder>>

Traté de quitarme aquella idea de la cabeza cuando Ariasu empezó a retroceder sin darle la espalda a nuestros enemigos con la llave espada en alto. La imité acercándome lentamente hacia el portal de Luz que Nanashi había abierto para nosotros.

Te creía un hombre de principios, Ronin —sentenció Nanashi decepcionada y dolida, como todos— ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Un silencio incómodo se apoderó de muchos de los presentes y otros, algunos desconocidos (y algún que otro que conocía, como el caso de Alec) se acercaron a nosotros en busca de escapar de las malvadas garras de Ronin, convirtiéndose en renegados, como nosotros.

En cuanto Nanashi vio que nadie más vendría con nosotros alzó la voz una última vez:

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

No me puse en contra de aquella decisión, no aquella vez. Lo que habían hecho en aquella ocasión no era algo que pudiese perdonar fácilmente, aquello ya no era una simple disputa, una tonta rivalidad. Empezaba una guerra donde habría que matar si queríamos sobrevivir y por mucho que me pesase... No dudaría en quitar la vida a alguien si de verdad lo creía estrictamente necesario.

No me gustaba mucho la idea, sin embargo quería defender los ideales de nuestra Orden. Quería mantener el equilibrio de la Luz y la Oscuridad y defendería aquello a capa y espada. La tiranía de la luz que destruyese la oscuridad no debía hacerse realidad jamás.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Miré una última vez a los aprendices que habían decidido permanecer con aquella rata. No habría ningún entrenamiento con Light, ni tampoco visitas casuales a la base del otro bando para encontrarme con Xefil, Nadhia y cualquier otro, aquella amistad con Malik se volvería algo imposible ya que había decidido permanecer allí y apoyar al lado equivocado.

¿Y me engañaban los ojos? Saxor se estaba quedando allí. Chaqueé la lengua, pero no hice ningún comentario. Alguien débil no era necesario entre nosotros.

No dudaría la próxima vez que les viese en darles una oportunidad para venir con nosotros o volver, como en el caso de Saxor. Todo el mundo cometía errores alguna vez y quizás en aquel momento no se diesen cuenta de lo equivocados que estaban aceptando el quedarse allí, pero en el campo de batalla no me iba a contener con nadie.

Yo era alguien neutral ya que no deseaba la guerra, pero ahora era diferente lo veía incluso necesario. Quería descargar toda mi furia.

Degollaría a Ronin yo mismo. Había intentado olvidar que él era el artífice del despertar de Gárland, perdonarle. Pero ya no sería así.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor James Bond » Dom May 04, 2014 12:28 pm

Todos los demás aprendices estaban celebrando el final de la guerra entre ambos ambos, pero yo decidí de mantenerme al margen. Fui directo a preguntarle al Maestro Ronin una duda que me surgió en la batalla contra Erased.

Pero no pude hacerlo. De pronto, las voces alegres de los aprendices se acallaron. Empezaba a hacer frio y de pronto un extraño olor surcó el ambiente.

Un líquido rojo procedente del hombre al que Ronin le había dado antes la mano, salpicaba el suelo. Aquel hombre se desplomó de repente contra el suelo y pude ver como tenía una gran herida. Entonces supe que era aquel líquido: sangre.

Noté que algo se me revolvía en el estómago, que ascendía hasta la garganta. Me llevé una de mis manos hasta la boca, me giré, dando la espalda a aquella escena y vomité durante un buen rato.

El ambiente, antes alegre, empezaba a tornarse hostil.

¡Aléjate de él!― Oí decir a la Maestra Nanashi.

Volví a girarme, y vi como ella y una mujer de pelo rubio estaban tratando de usar magia para tratar las heridas del hombre.

¡Monstruos! ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!― La mujer rubia estaba claramente llena de ira, y era perfectamente normal. Incluso la comprendía.

La antigua Maestra de Tierra de Partida abrió entonces un portal de luz. Recordé cuando salí por primera vez de nuestro mundo, que fue mediante un portal como aquel que Nanashi abrió. La mujer, decidió dirigirse a nosotros, a todos los aprendices del bando de la Luz que nos encontrábamos allí.

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equlibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!
»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo sois masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Sí, me sentía traicionado. Traicionado por que creía que lo que estábamos haciendo era justo, pero aquel ataque despiadado del Maestro de Maestros al “enemigo” hizo que mi opinión a él cambiara radicalmente.

Hasta ahora había luchado para ayudar a los demás y proteger el orden de los mundos. Pero... ¿cómo podía hacerlo, si ni siquiera nuestro líder tenía un mínimo de honor? Miré la Llave-Espada que empuñaba en mis manos. Aquel arma me la había entregado una Maestra de Tierra de Partida, ella fue quien me dio la oportunidad de salir de la monotonía de mi mundo. Estaba agradecido por eso, pero, no podía quedarme en aquel sitio.

Maestra Nanashi, yo, Hikaru Akarui, me comprometo a obedecer a Bastión Hueco, y luchar por vosotros.

Y no solo yo, otros aprendices de Tierra de Partida también decidieron unirse a Bastión Hueco. Supongo que sentirían lo mismo que yo. Antes de atravesar el portal de Luz, envié una mirada a la Maestra Rebecca, y le dije:
Muchas gracias por haberme sacado de mi mundo. Espero, que no tengamos que enfrentarnos nunca, y dígale a Exuy... que lo siento.

Dicho esto, atravesé el Portal, ignorando todo lo demás. Entonces me di cuenta de que llevaba la insignia de aprendiz de Tierra de Partida en el cinturón. Ya la tiraría luego, cuando llegáramos a Bastión Hueco.

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Hikaru se pasa a Bastión Hueco, y en el momento que lleguen ahí, tirará bien lejos su insignia de aprendiz de TdP
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Thailgar » Dom May 04, 2014 5:45 pm

Toda la celebración se vio interrumpida prácticamente de golpe. Fue como un brusco cambio en el ambiente. De pronto, todo era distinto. El aire festivo había desaparecido tan rápido como había llegado. Stelios todavía sujetaba a Malik y Albert por los hombros, gritando de emoción por el triunfo, cuando todo se fue al garete.

Stelios se giró, buscando el origen de todo aquello, y presenció la escena como si sucediera a cámara lenta. El líder de Bastión Hueco caía, con una herida considerable en el pecho que sangraba en abundancia.

¡¡No!!

Se hizo un silencio que pareció aplastar a todo el mundo. Daba la sensación que, durante aquel instante, todos estaban procesando el brutal cambio de situación que acababan de experimentar. Ya no había paz, ni motivos para celebrar nada, porque Ronin, el maestro de maestros de Tierra de Partida, acababa de atacar a traición a su colega de Bastión Hueco. Una de las maestras contrarias, corriendo hacia la víctima, arrojó a Ronin con un vendaval hacia atrás, tirándole al suelo. Él no parecía reaccionar.

¡Maestro!

Malik echó a correr hacia Ronin, pero Stelios se quedó completamente paralizado en el sitio. Aquello no era lo que esperaba, en absoluto. Había llegado a Tierra de Partida y había vivido allí con la firme creencia de que luchaba por el bien, siempre con honor. Lyn había ahondado en esos principios. Combatiría con honor, siempre de frente, nunca por la espalda, nunca contra alguien desarmado y derrotado. Las ejecuciones eran para los cobardes. Ellos eran guerreros, eran caballeros, no asesinos.

¡Monstruos! ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Y ahora el líder supremo de la Orden atacaba a traición. ¿Dónde estaba el honor en todo aquello? ¡Habían conseguido la paz! Consideraba a Bastión Hueco indignos de su confianza por su pasado, y no estaba del todo de acuerdo con aquella paz obtenida de forma tan imprevista y poco meditada. Sin embargo, ¿Qué debía pensar ahora? ¿Era realmente Tierra de Partida digna de su confianza?

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

Las palabras de aquella mujer se le clavaban en el pecho. Nadie podía reprochárselo. Habían sido ellos los que habían actuado como… los “malos”. Si su líder era capaz de algo así, la Orden era capaz de algo así. ¿Debía él permanecer allí? ¿Verse a sí mismo manchado?

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

No se sentía capaz de reaccionar. ¿Qué debía hacer? ¿Quedarse en Tierra de Partida? ¿Marcharse a Bastión Hueco? Incluso la idea de abandonar ambas organizaciones se le pasó por la mente. Stelios levantó la mirada, buscando a sus amigos, a su maestra. Le sorprendió la expresión de Lyn. Parecía ajena a toda aquella situación, con una expresión en el rostro de… ¿asco? ¿repulsión? ¿se sentía tan traicionada como él?

Quiso hablar con ella antes de tomar ninguna decisión, debía saber que pensaba de todo aquello. Después de todo, eran maestro y alumno. No quería dar ningún paso del que se pudiera arrepentir sin conocer la opinión de alguien más inteligente que él.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

La sentencia cayó como una losa sobre todos, así lo sintió el chico de Coliseo. Varios ya habían cambiado de bando, ofendidos por la acción de su líder. Entendía como se sentían, demasiado bien. Y aún tenía serias dudas sobre qué es lo que debía hacer. Una parte de él le gritaba que abandonara aquella Orden, pero Bastión Hueco le parecía tan poco digno de confianza como el lugar donde ahora mismo se encontraba. ¿Qué le quedaba entonces, a excepción de Lyn y de sus amigos?

Caminaba hacia Lyn cuando vio a Malik junto a Fátima, ambos al lado de Ronin. Parecían estar pasando por todo un trance, al igual que él. Escuchó la voz de la chica, gritando:

¡El Maestro no es así! ¡De haber querido, habría podido matar a Ryota! ¡Si de verdad hubiera querido iniciar una guerra, habría matado a Ryota! ¡Estaba completamente desarmado, nadie habría podido hacer nada! ¡Tuvo el tiempo necesario para rematarlo! ¡Pero no lo ha hecho! ¡Ronin no es así, nunca haría algo así…! Nunca haría algo así…

Eso era cierto, por otro lado. ¿Y si había algo más de lo que habían presenciado? Puede que Ronin no hubiera querido hacerlo, aunque el arma en su mano, la sangre… parecía haber pocas pruebas a su favor, a excepción de la expresión estupefacta en su rostro. Casi parecía tan o más confundido que todos ellos.

¿Y si todo aquello era una trampa?

Aquel pensamiento le hizo pensar que se engañaba a sí mismo para no tener que darle más vueltas a todo aquello, pero quizá… solo quizá…

No tomaría una decisión. No en ese momento. Necesitaba hablar con Lyn, con Malik, con Albert… Quería escuchar lo que tenían que decir. Quizá el propio Ronin explicara sus acciones. Quería creer que todo tenía una explicación que le permitiría mantener su vida en Tierra de Partida sin sentirse un traidor a sus principios.

Siguió caminando hacia Lyn y, si conseguía llegar hasta ella, le preguntaría sobre su opinión en cuanto a todo aquello. Quería creer en que ella vería aquello igual que él. Solo podía ser una trampa. No podían pertenecer a una Orden de traidores y cobardes.

Stelios quería creer.

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Stelios se mantiene en Tierra de Partida. Sin embargo, necesitará conocer la opinión de Lyn al respecto, además de ver los sucesos inmediatamente posteriores para terminar de decidir si realmente la Orden es donde desea estar. Y la opinión de Malik y Albert podrían ayudarle.
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Ficha

Cronología de Stelios

Segunda Saga

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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Sometron » Dom May 04, 2014 5:53 pm

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... ¿Acaso serías capaz de decir quiénes pertenecen a Tierra de Partida y quiénes a Bastión Hueco? Todos somos Caballeros de la Llave, es lógico que estemos unidos a pesar de las diferencias, ¿no crees?

¡¡No!!

Los ropajes de Ronin estaban ensangrentados y el otro Maestro se hallaba derrumbado a sus piés, con una gran herida en el pecho. El Maestro de Maestros sostenía un arma circular, también llena de líquido carmesí; había roto la tregua antes siquiera de poder ser del todo conscientes de ella. Jess lanzó una mirada de horror al Maestro de Tierra de Partida, viendo cómo la utopía que creía que habían alcanzado se derrumbaba delante suyo.

No… no puede ser...

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Ronin había intentado acercarse a su enemigo caído, pero la mujer del vestido blanco le había mandado bien lejos antes de que pudiera hacerle nada más. ¿De verdad estaba pasando todo aquello?

Una chica desconocida con el cabello rubio se acercó también al Maestro herido e intentaron sanarlo entre las dos mujeres. No parecía dar resultado.

¡Monstruos!

La chica de Bastión Hueco se lanzó hacia Ronin con su arma en mano, pero Akio y Yami le cortaron el paso, también armados.

<<Yami… ¿Por qué…?>>

La aprendiza del pelo rojo lanzó una mirada triste a su Maestra y luego bajó la mirada, sintiendo que todo lo que creía saber sobre el bando al que pertenecía era mentira. Le costaba mantenerse en pie.

¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra! ―exclamó con lágrimas en los ojos.

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Un portal apareció detrás de la mujer que parecía haber tomado el mando de Bastión Hueco y Ariasu, la Maestra rubia, se dirigió a él. Antes de salir por el portal, lanzó una mirada hacia el lugar donde ellos, el bando de Tierra de Partida, se hallaban. Sus ojos transmitían una repulsión muy profunda, casi dolía mirarlos. Los aprendices serían los siguientes en salir de allí. La Maestra del vestido blanco se puso en pie y recogió al Maestro de la túnica violeta.

Miró a Ronin y habló con una voz que parecía poder romperse en cualquier momento.

Te creía un hombre de principios, Ronin

Seguidamente cerró los ojos, no se sabía si porque se daba por vencida o porque buscaba fuerzas para continuar hablando. Fue la segunda, puesto que seguidamente proclamó en un tono lo suficientemente firme y elevado para que lo oyeran todos:

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Antes de que pudiera darse cuenta, había dado un paso al frente. Había tomado una decisión Cuando miró hacia los lados, descubrió que no era la única, al parecer, que sentía que un lugar como aquel no era su sitio.

Recuerdo haber pensado que Bastión Hueco se equivocaba, recuerdo haber seguido fiel y ciegamente a Tierra de Partida. Pero hoy he visto la verdad y me repugna, no seguiré a alguien que aprecia tan poco la vida y menos a alguien que la arrebata por la espalda.

Le hubiera gustado dar un discurso como aquel, pero estaba segura de que su voz se lo impediría antes de llegar a articular las dos primeras palabras, así que se limitó a asentir a las palabras del aprendiz del sombrero, el que la había amenazado en la batalla contra Dark Light. Ya ni siquiera sentía repulsión hacia él; a la luz de los nuevos acontecimientos, el resto parecían minucias.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Jess llevó su mirada a la masa de aprendices, a modo de despedida hacia todos ellos, sin importar si eran conocidos en mayor o menor grado, amigos o desconocidos. Era muy probable que la próxima vez que los viera, fueran sus enemigos.

Finalmente, se acercó al lugar en que se encontrara la Maestra Yami. Era lo último que le ataba a la Orden de Tierra de Partida.

Yami… Nunca llegaré a agradecerte lo suficiente por sacarme de aquel lugar y darme esta oportunidad de oro. Has dado un verdadero sentido a mi vida, muchas gracias.

>>Pero no puedo permanecer en este lugar. No mientras siga siendo liderado por un tirano. Lo siento, espero que puedas llegar a perdonarme

Esperaría la respuesta de su Maestra antes de dar la espalda a todo aquello y dirigirse al portal, en busca de una nueva vida. Una vida en que pudiera vivir y luchar bajo los ideales que quisiera.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Darkness Seeker » Dom May 04, 2014 6:14 pm

Un abrazo grupal, una nueva unión... Todo parecía perfecto, las facciones que en estos años habían luchado y se habían enfrentado y rivalizado. Todo iba bien, hasta... que la sangre empezó a gotear.

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~Neru's Soundtrack: "The Sinister Side of Fate"~


Para cuando me di cuenta, me quedé de piedra ante la situación, al igual que muchos otros a mi alrededor. Ryota se desplomó en el suelo, con una letal herida en el estómago... Y Ronin sujetando lo que parecía el arma homicida, un disco como el que Quorra había usado previamente para luchar en aquella locura.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

En ese instante, La maestra que parecía la segunda al mando de Bastión Hueco lanzó un poderoso hechizo contra Ronin, el cuál salió volando hasta nuestra posición.

¡Monstruos! ―Comenzó a gritar una maestra de Bastión Hueco, mientras se dirigía hacia Ronin.

Sin embargo, pero la Maestra Yami y mi maestro Akio se pusieron en su camino.

¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Tenía razón. Ryota había asegurado querer detener la guerra, y Ronin en un principio también quiso aceptar su propuesta. ¿Pero entonces a qué venía todo esto? ¿Porqué Ronin había atacado a Ryota frente a todos nosotros? ¿Porqué tras ese abrazo con él? ¿Porqué todo esto se estaba volviendo una completa locura?

Me lleve las manos a la cabeza, tratando de entender todo lo que estaba pasando.

Te creía un hombre de principios, Ronin ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden?―Prosiguió la Maestra― ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

¿De...Decidir de qué lado...?―Aquellas palabras calaron muy hondo dentro de mí... Y no fui al único. Pronto, varios aprendices comenzaron a caminar hacia el lado en el que Bastión Hueco se ubicaba. Entre ellos Hikaru, uno de los pocos amigos que tenía en Tierra de Partida. Lo peor fue cuando pude oír con mala gana lo que Hikaru le juró a la maestra de BH

Maestra Nanashi, yo, Hikaru Akarui, me comprometo a obedecer a Bastión Hueco, y luchar por vosotros.

Hikaru, y otros muchos habían terminado por pasarse a aquel bando. Pero... ¿y yo? ¿Que debía hacer? Todo aquello... el ataque... Erased... la amistad de los maestros... la traición de Ronin... Eran demasiadas incógnitas, demasiadas preguntas sin resolver... Quería comprenderlo todo. Necesitaba saberlo. Y lo lograría. Juré para mis adentros que trataría de entender toda esta locura; La locura, tras el poder de la Llave Espada.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Al pronunciar esas palabras, mi garganta soltó el nudo que tenía. Si aquello era cierto, si ahora la guerra amenazaba de nuevo nuestras puertas... Entonces, todos aquellos a los que conocí o por poco llegué a conocer...

...A partir de aquél entonces se convertirían en mis enemigos.

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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Tsuna » Dom May 04, 2014 6:37 pm

Me sentí aplastada por unos instantes por todos los Aprendices que decidieron hacer el “abrazo grupal”, incómoda y muerta de vergüenza, mis mejillas comenzaron a tornarse carmesí, ardiendo. Sin embargo, algo extraño cambió en el ambiente: comenzó a hacer más frío de lo normal y algo raro sucedía con las luces del estadio.

Me separé del grupo por la fuerza en cuanto vi una oportunidad, nerviosa y con dificultades para respirar, sostenida sobre mis rodillas, cuando de pronto… vino la sangre. Contemplé atónita y con los ojos abiertos de par en par cómo mi maestro caía al suelo, herido, mientras su verdugo, Ronin, sostenía un arma en sus manos.

¡¡No!!

Traicionada, si hubiese elegido una palabra para describir lo que sentía en ese momento, esa era la ideal. Me costó asimilar lo que sucedió a continuación, aislándome yo misma de todo, excepto de aquella escena. Mis manos comenzaron a temblar y mi respiración se cortó por un segundo, me quedé helada, sin saber qué pensar, en estado de shock.

¡¡Alejate de él!!

Irónicamente, el maestro que conocí durante mi visita al Santuario fue quién en ese momento había intentado asesinar a mi maestro, dando como excusa un abrazo. Mis maestras se apuraron en socorrerlo con magias curativas de alto nivel, pero el cuerpo del maestro seguía igual de débil y pálido. Se estaba muriendo.

¡Monstruos! ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos estar guerra! —la maestra, furiosa, invocó su propia arma

Otros maestros del bando contrario se interpusieron, invocando las suyas propias. Y yo por instinto me adelanté unos pasos, invocando la mía. Dispuesta a matar a quien fuese. La sorpresa y la perplejidad dejaron lugar a la frustración y al odio. Porque eso comencé a sentir hacia Ronin, hacia todo ese conjunto de idiotas que formaban la llamada: “Tierra de Partida”; odio.

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

La maestra cargó con el cuerpo del maestro, y yo lo observé de arriba a abajo, completamente horrorizada. De inmediato un portal se abrió a nuestras espaldas, indicando que nos marcharíamos de allí, sin alianza ni tonterías similares.

Te creía un hombre de principios, Ronin ―y yo también lo creía, ¡maldita sea! Si en el Santuario llegué incluso a sentir pena por él al contemplar su pasado. Pero aquello… había sido demasiado. No era más que una maldita alimaña asquerosa. Era nuestro principal enemigo. Y yo jamás me atrevería a rebajarme y pedirle perdón alguno―. ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que demostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad.

Por supuesto que mis maestros me habían dicho la verdad desde el comienzo, ¿qué razones tenían para mentirme? Ninguna. Ellos me dieron un hogar, me dieron algo por lo que seguir luchando, y me dieron una segunda oportunidad para continuar mi vida. No estuve de acuerdo con la decisión tomada por mi maestro, por supuesto que no, ya que los vasallos de Ronin aprovecharían cualquier situación para acabar con otras formas distintas de pensar.

¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

La maestra, como era de esperar, tenía toda la razón. ¡Toda! Incluso yo misma me dejé llevar por las apariencias de Ronin, pero allí estaba él, tirado en el suelo sin decir nada, porque claro, era evidente lo que había intentado hacer. Si no hubiese sido por la Maestra Nanashi, no hubiese querido imaginar el resultado.

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? ―cabizbaja y mordiéndome el labio de rabia, escuché cada una de las palabras de la maestra. Las cuales no me decían nada nuevo, pues todo eso era lo que ya me habían explicado― Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Yo sí estaba a favor de los métodos del Maestro Ryota para romper la Orden, incluso si tenía que destruir un mundo entero, incluso si tenía que tomar sacrificios, incluso si tenía que arriesgarse de esa forma, intentando confiar en el enemigo para firmar una alianza.

Alcé la cabeza y recorrí con la vista, cargada de odio y desprecio, a todos y cada uno de los aprendices enemigos. No eran más que escoria, como los ideales de mi copia virtual, los cuales no me importó pisotear y desterrar al olvido. Todos eran basura.

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Kingdom Hearts II - Sunset Horizons


Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Pude comprobar cómo algunos aprendices del bando contrario consiguieron recapacitar para pasarse a nuestro lado. Asentí con aprobación a estos, seria, aunque irónicamente, ahora el personaje que había dejado al Maestro Andrei en ese estado pasaba a ser mi aliado. No me importaba, pues a fin de cuentas había abierto los ojos, sin embargo, sí tendría que hablar con él en alguna que otra ocasión.

Esperé un poco más, y distinguí a Enok entre la multitud. Cierto, él era de Tierra de Partida, y parecía estar pensando. No, alguien como Enok no podía seguir allí, en manos de una rata.

¡Enok! ―le grité, desesperada

El muchacho consiguió reaccionar y avanzó a nuestro lado. Suspiré, aliviada y satisfecha con su decisión. En cuanto viese que nadie más pensase abandonar a esa escoria de Maestro, daría un paso adelante, protegiendo a mis compañeros y apuntando con mi Llavero a mis enemigos.

¡Ronin, pagarás por esto! ¡Y tus sucias ratas también! ―se me humedecieron los ojos, y atravesé el portal, consternada

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Deseé en mi interior que aquello fuese cierto. No soportaría la pérdida del Maestro Ryota en esas circunstancias, de hecho, no lo aceptaría. Pero una cosa sí tenía segura, y es que me aseguraría de vengarme de Ronin. No pensaba pedirle perdón, sería él quién nos lo pidiese a nosotros.

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Saeko se queda en Bastión Hueco.
Lo dije en mi último post, pero lo vuelvo a aclarar: Mis PX van para Gengar, por favor.

Respecto al evento, me ha maravillado desde el primer momento. Es cierto que algunas partes han cojeado un poco, pero es algo normal. El final ha sido sublime, espero que se mantenga este nivel en futuros eventos =)
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Soul Eater » Dom May 04, 2014 6:50 pm

Conozco demasiado bien el olor de la sangre. Es algo denso y penetrante. Se expande con facilidad a través del aire, hasta llegar a contaminar todo el ambiente. A los pocos segundos, ya ha envuelto tu cerebro en una nube rojiza que te impide pensar con claridad.

La sangre es miedo, es dolor, es ira, es peligro.

Puedo sentir su fuerte aroma casi de inmediato, mientras todo mi cuerpo se quiebra en un violento escalofrío. Mis pupilas se contraen y mis manos dejan de aferrar la llave espada, que desaparece con un destello luminoso.

Mientras veo el cuerpo de Ryota deslizarse suavemente hacia el suelo, tiñéndose de rojo, soy consciente de que mi maestro acaba de enseñarme la lección más importante que tengo que aprender para sobrevivir. Paradójicamente, también acaba de darme la razón.

Nunca

Debes

Confiar

En

Nadie

Estoy corriendo hacia delante, sin ser apenas consciente de lo que hago, para detenerme a escasos metros del cuerpo inerte. Ronin, Erased Data… tenían la misma apariencia, pero quise creer que no tenía importancia, que el monstruo estaba derrotado. Pero no era así.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

La mujer de pelo plateado, la misma que había tratado de agarrarme e impedir que fuera arrastrada a este lugar, aleja al asesino invocando al viento. Junto con la otra Maestra de Bastión Hueco, las dos mujeres tratan de sanar a su líder, pero parece que es completamente inútil.

Soy incapaz de creer lo que está pasando. No quiero creerlo. La gente ha cesado en sus gritos y su euforia, en sus hipócritas muestras de afecto. Hace apenas unos segundos estaba sorprendida de que mi maestro tuviera un corazón; ahora, me asombro de que fuera humano.

¡Monstruos! ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Desde el momento en que me recluto, siempre he tenido miedo de Ryota. Lo he odiado porque me amenazo de muerte, porque me hizo daño y porque me obligo a obedecer. Me prometí que alguna vez sería lo suficientemente fuerte para derrotarle, pero en el fondo siempre creí que era como un Dios. Que nada ni nadie podrían nunca hacerle daño. Y el mito acaba de derrumbarse por completo.

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

-¿Y ahora qué va a ser de mí?- La angustia me atenaza por dentro. Porque pese a todo, de alguna manera, también le admiraba. Habría deseado poder tener también esa frialdad que él mantenía, esa fuerza que podía percibirse solo con su presencia. Había sido la primera persona que se había dirigido a mí como a un ser humano y no como a un animal.

Me había dado una oportunidad. Y aunque yo no quisiera tener que arriesgar mi cuello por sus metas y quisiera largarme… bueno, no es lo mismo decidir abandonar a alguien a que esa persona muera. Pero ahora, ¿yo seguía teniendo un lugar en Bastión Hueco? ¿Quería siquiera seguir teniendo un lugar en Bastión Hueco?

Ya había visto lo que pasaba por tratar de escapar por mi cuenta. Los enemigos de los portadores no me iban a ignorar por el hecho de que yo no estuviera en ningún bando.

Te creía un hombre de principios, Ronin ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

¿Por qué tenía que pasar esto? ¿Por qué ahora, cuando pensaba que comenzaba a aprender algo, a aceptar el lugar que tenía en el castillo? No acabo de entender si odio a mi maestro, o si por el contrario quiero que viva. Solo sé que no quiero que muera así, apuñalado a traición. No se merece esto.

Comprendo plenamente las acciones del tal Ronin. Si quiere acabar con él, esta ha sido la mejor forma. Es la única manera que los débiles tenemos de sobrevivir. Yo tampoco me habría atrevido a atacarle de frente, y probablemente él sea tan cobarde como yo. Pero hay algo totalmente repugnante en el hecho de matarle mientras se firmaba la paz y mientras le abrazaba.

Retrocedo hacia atrás, temerosa de la gente de Tierra de Partida, de los supuestos guardianes de la luz, de esas personas que no dudarían en acabar conmigo si tuvieran la oportunidad.

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Todos los aprendices están atónitos. Hay incluso quien está llorando. Hay quién parece tener ansias de venganza. -¿Y a mí que me pasa?- Simplemente estoy mirando a mi alrededor. Mi mente es incapaz de procesar los acontecimientos que están teniendo lugar y se encuentra totalmente muda.

Un aprendiz con un extraño sombrero avanza hacia nosotros, declarando que ya no es capaz de seguir a Tierra de Partida. Que va a venir con nosotros. Otro aprendiz, por el contrario, abandona Bastión Hueco para unirse a Ronin.

Miro fijamente a Enok, mientras este cruza lentamente el escenario de la tragedia. No digo nada, mis ojos no muestran emoción alguna. Solamente una muda pregunta que no va dirigida hacia persona alguna, sino hacia el mundo entero. Observo, observo a todos los allí reunidos sin ver realmente nada.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

La guerra. Cargando con el cuerpo de mi maestro en brazos, la Maestra de Bastión Hueco abre un portal de luz, mostrando la salida de este infierno. Tengo ganas de chillar. Si me quedo aquí, me matarán. Si me voy sola, me matarán. Solo tengo una forma de sobrevivir: elegir un bando.

Aunque no crea en esta lucha, aunque no tenga ideales que defender, aunque no entiendo todavía el porqué de las cosas, aunque lo haga únicamente por mí misma.

Y tengo muy claro lo que voy a hacer. No pienso acercarme a ese Ronin con el aspecto de Erased Data, no quiero que me ocurra lo mismo que a mí maestro, además de que alguien tan débil no podrá enseñarme nada. Para acciones cobardes y a traición ya me tengo a mí misma.

Así que vuelvo a Bastión Hueco donde he estado desde que conseguí la llave espada. Si Ryota ya me aceptó una vez, supongo que las otras dos maestras podrán aceptarme. O al menos, eso es lo que quiero pensar, ya que si no me quedaré totalmente sola y sin ningún refugio. Y eso, en estos momentos, significa la muerte.

Tal vez Saeko tuviera razón, y tengo que luchar por los maestros para hacerme fuerte a mí misma. Para ayudarme a lograr mis propios objetivos. Por lo menos, es la única opción que tengo en estos momentos.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Levanto la vista nada más oír estas palabras, mientras atravieso el portal luminoso. ¿Todavía no está muerto? No puedo evitar sentir algo parecido a la alegría. –Entonces todavía tengo un sitio en este lugar. Todavía no está todo perdido-

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Creo que es obvio, pero Gata permanece en Bastión Hueco
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Lealtad al Capitán

Notapor Tidus Cloud » Dom May 04, 2014 8:47 pm

La mayoría de los otros Aprendices decidió fundirse en un abrazo colectivo, pocos habían sido los que se habían retirado del grupo y él era el único que había intentado directamente disuadir a Ronin de aquella locura. Sin embargo, la respuesta a sus reclamos no llegó por parte de su Maestro Ronin como había esperado, sino de la chica pelirroja junto a la que había combatido contra Dark Light y posteriormente contra los encapuchados.

Bavol… mírales. ¿Acaso serías capaz de decir quiénes pertenecen a Tierra de Partida y quiénes a Bastión Hueco? Todos somos Caballeros de la Llave, es lógico que estemos unidos a pesar de las diferencias, ¿no crees?

Bavol se giró para contemplar a los Aprendices abrazándose con alegría, celebrando el fin de aquella guerra. Era cierto que a simple vista no podría haber distinguido quiénes eran los de Tierra de Partida y quiénes pertenecían a Bastión Hueco, quizás fueran todos bastante más parecidos de lo que había creído en un principio; no obstante, también era verdad que algunos de ellos habían traicionado a la Orden al unirse al bando de Bastión Hueco y que debían pagar las consecuencias de sus actos. Debía haber justicia, pero… si todos estaban dispuestos a perdonar…

Finalmente, Bavol no tuvo necesidad de pensar más en aquel dilema.

¡¡No!!

El grito devolvió a Bavol a la realidad. El gitano se llevó las manos a la cara sorprendido por la nueva escena que se mostraba ante él, seguía sin poder soportar del todo la visión de la sangre, aunque fuese la del enemigo. Una herida atravesaba el pecho del Maestro de Bastión Hueco, el cual se encontraba a los pies del Maestro Ronin. Su Maestro agarraba entre sus manos un disco manchado con sangre, seguramente el arma que había sido empleado contra el Maestro de los traidores. ¿Ronin acababa de…?

Ryota...

¡¡Aléjate de él!! ―chilló una de las Maestras de Bastión Hueco, que acudió en defensa de su jefe.

Un repentino vendaval echó a Ronin contra los otros Maestros de Tierra de Partida. Todos sus compañeros, a excepción de Kazuki que había mostrado su desacuerdo hace unos segundos, miraban con desprecio a Ronin, parecía que ninguno de ellos estaba al corriente de lo que iba a suceder. Aquellas miradas de asco, la desaprobación de Kazuki, el aparente arrepentimiento de Ronin… ¿Quería decir todo aquello que había sido él quien había atacado al Maestro de Bastión Hueco?

¡Monstruos!

Otra de las Maestras de Bastión Hueco se dirigió hacia Ronin con Llave Espada en mano; sin embargo, los Maestros Akio y Yami se interpusieron impidiendo que siguieran avanzando. Puede que los Maestros de Tierra de Partida no estuviesen de acuerdo con la decisión de Ronin, pero parecía que al final continuarían siendo fieles al Capitán.

¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Ahora resulta que los malvados de Bastión Hueco iban a ser personas pacíficas y preocupadas por el bienestar de todos; no obstante, Bavol no pensaba creerse semejante patraña. Todo aquello debía ser una nueva estratagema de Bastión Hueco para hacerse con la victoria, pero Ronin había sido más listo que ellos y los había detenido a tiempo. Y ahora querían hacerse las víctimas, no colocaba, que buscaran a otros inocentes a los que engañar. La Maestra de Bastión Hueco, que había frenado a su compañera, invocó un portal de Luz mientras llevaba a su líder entre los brazos.

Te creía un hombre de principios, Ronin —Bavol pudo detectar un gesto de dolor en la expresión de la Maestra, parecía realmente afectada por la situación—: ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

El ambiente entre los Aprendices había cambiado totalmente. El abrazo en el que se había unido todos ya había quedado olvidado, el horror y el odio había comenzado a surgir entre sus compañeros. Él había sido el único que no se había dejado engañar por una falsa promesa de paz, él había sido el único que había sabido cuál era el camino que había que tomar.

¿Y vosotros sois unos santos? ¿Ahora nos queréis hacer creer que vosotros no habéis hecho nada? Ya, claro… ―declaró Bavol mientras entornaba los ojos con desprecio.

Podía llegar a entender que aquella forma de vencer a su enemigo no fuese la más honorable, sin duda habría sido mucho mejor un épico duelo entre ambos Maestros en el que Ronin hubiese demostrado todo su poder como Maestro de los Maestros. Sin embargo, las circunstancias le habían obligado a actuar así ante la falsa representación del líder de Bastión Hueco. Al final, el héroe había vencido al villano, ¿no era eso lo que realmente importaba?

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Aquello había sido desde el principio una guerra entre dos bandos: los defensores del bien y los aliados del mal y los sincorazon. Bavol no entendía que ahora tantos Aprendices se sorprendieran, para vencer al mal había que hacer sacrificios, ¿acaso creía que unas simples palabras lo podían solucionar todo? La Maestra de Bastión Hueco dedicó unas últimas palabras de ánimo para su herido líder. Seguidamente, atravesó el portal guiando a todos los Aprendices traidores, tanto a los antiguos como a los desertores más recientes.

Algunos de los que les abandonaban eran conocidos, eso le rompió el corazón. Les dirigió una mirada suplicante a Hikaru y a Jess con la esperanza de que no les dejaran, pero al final fue inútil. Algunas lágrimas comenzaron a correr por el rostro del gitano, no quería tener que enfrentarse a sus amigos.

¿Quieren traicionarnos? ¡Adelante! ¡No quiero tener nada que ver con esos idiotas! ¡No se merecen NADA!

Bavol avanzó hacia los Maestros de Tierra de Partida, ya había tenido suficiente por hoy. Él se quedaba con Tierra de Partida, no abandonaría al Maestro Ronin. Continuaría siendo leal al Capitán.

¿Nos vamos a casa? ―preguntó a sus aliados soltando un ligero sollozo al final.

La guerra había comenzado para Bavol, la próxima ocasión no habría piedad.

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Bavol continúa con Tierra de Partida. Que comience la guerra.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Leechanchun » Lun May 05, 2014 6:53 pm

El pensamiento de volver a Tierra de Partida y dejar atrás aquel mundo de pesadilla había levantado el ánimo de Albert. Se sentía feliz de estar allí con Malik, Stelios y todos los demás, se notaba que todos deseaban lo mismo y ahora que estaban en paz, todo iría a mejor.

Pero la felicidad que cubría aquel momento se vio interrumpida de raíz, pues el ambiente de alegría del lugar cambió por completo. Todo el mundo dirigió su mirada a los líderes de ambos mundos y Albert no fue menos. La escena era confusa e inquietante: el líder de Bastión Hueco yacía en el suelo y sangraba en abundancia.

¡¡No!!

«¿Qué está pasando?»

Todos habían quedado impresionados por el suceso y parecía que todo el mundo intentaba asimilar lo que estaban viendo. El líder de Tierra de Partida acaba de atacar a traición al de Bastión Hueco.Una de las Maestras del bando de Bastión Hueco se acercó hasta el hombre malherido y empujó con un ráfaga de viento a Ronin.

Malik fue al lado de Ronin, pero Albert se quedó en el sitio sin moverse, no entendía qué pasaba. Desde que salió de Atlántica todo se había vuelto demasiado extraño y complejo, era incapaz de comprender por qué la gente estaba actuando como lo estaban haciendo. Pensaba que iba a iniciar una etapa nueva en su vida, en la cual se descubrirá mejor a sí mismo y de lo que era capaz de hacer.

Así le había parecido ese mes que había estado en Tierra de Partida. Poco a poco se sentía cómodo en su nuevo hogar, le había costado acercarse a la gente, pero ya tenía amigos. Mejoraba en su aprendizaje de la magia poco a poco y Stelios y Malik le ayudaban a manejar la Llave-Espada.

Pero, de pronto, todo se había vuelto distinto en aquel mundo. Nunca había sufrido una experiencia tan horrible en su vida y parecía que la pesadilla no quería terminar. Iban a regresar a casa, todo se había solucionado y parecía que por fin tenían paz. Lejos de la realidad, la oscuridad no iba a cesar.

«¿Por qué tanto sufrimiento?»

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

¿Se sentía traicionado? No lo sabía a ciencia cierta. Si se lo planteaba fríamente, allí todos eran desconocidos para él menos unos pocos y de todos ellos, sólo dos personas le importaban realmente.

¿Qué debía hacer? No tenía ningún lugar al que volver que no fuera Tierra de Partida. Allí estaba su vida ahora y era donde estaban Stelios y Malik. Albert sintió un escalofrío y los buscó con la mirada. Ellos podían pensar distinto… Si se iban, ¿qué iba a hacer? Eran las personas que más le importaban en aquel momento.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Albert no podía creer que estuviera metido en una guerra. Estaba claro que la pesadilla que había supuesto ir a ese mundo no iba a terminar allí, en ese momento. Sintió el impulso de gritar de desesperación, tirar la Llave-Espada y huir para siempre con su familia en Atlántica. Pero la inquietud se lo impidió. Solo esperaba a ver que hacía el resto de la gente.

¡El Maestro no es así! ¡De haber querido, habría podido matar a Ryota! ¡Si de verdad hubiera querido iniciar una guerra, habría matado a Ryota! ¡Estaba completamente desarmado, nadie habría podido hacer nada! ¡Tuvo el tiempo necesario para rematarlo! ¡Pero no lo ha hecho! ¡Ronin no es así, nunca haría algo así…! Nunca haría algo así… —dijo Fátima, que había alzado la voz para que todos la escucharan.

Eso podría ser cierto, ya que hubo oportunidad de hacerse y no se produjo. Debían ofrecerle el beneficio de la duda a Ronin, puede que solo fuera un malentendido o, peor aún, una trampa.

Albert no tenía nada claro en ese momento. Todo lo que solía preocuparle normalmente, en aquel momento, sólo eran pequeñeces, pues le habían dado la opción de tomar una decisión.

El asustado sastre tenía claro qué iba a hacer. Tanto Stelios como Malik le habían mostrado lo importante que era la amistad y era lo que más atesoraba en aquellos momentos de dificultad. Su decisión no se basaba en qué orden era la buena o la mala, si no en las personas, en la gente en la que podía confiar.

Confiaba en ellos dos y haría lo que fuera por ayudarles, por poco que pudiera hacer él.


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Albert se queda en Tierra de Partida
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Re: Paz y amor

Notapor Astro » Lun May 05, 2014 8:22 pm

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Mantuve la vista perdida en el horizonte, observando en silencio los edificios de la Red. Mi cabeza seguía dándole vueltas al asunto, debatiéndome entre quedarme o marcharme. Y entonces lo escuché. Un sonido que había escuchado demasiadas veces en mis sueños. El sonido de un arma al encenderse. Un arma que había usado en el pasado.

Un disco de identidad encendiéndose.

Me giré rápidamente, alertado, llevando la mano a la empuñadura de mi arma. Se notaba en el ambiente que algo había sucedido, e incluso podría decirse que hacía más frío. Avancé a toda prisa hacia el centro de la multitud, hasta que un nuevo sonido resonó en la sala: el sonido de una Llave Espada invocándose fue determinante para que todos los presentes mirásemos a los líderes de ambos bandos.

Ryota se desplomó en el suelo, con una grave herida en el pecho. A su lado, Ronin sostenía el arma del delito: un disco de identidad manchado de sangre.

Había sido un golpe a traición.

¡¡No!!

Maestro...

Parpadeé perplejo, sorprendido por la palabra que acababa de salir de mi boca. Hacía tiempo que no había pronunciado esa palabra...

Nanashi se lanzó a toda velocidad a socorrer a Ryota, quien luchaba por continuar con vida. Ronin, aún con el disco en la mano, se agachó también para acercarse al malherido maestro, pero...

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Un fuerte vendaval empujó a Ronin con violencia, alejándole de los maestros del bastión. Ariasu se unió rápidamente con Nanashi, recurriendo a un hechizo de sanación para intentar ayudar a su líder. Pero no parecía servir de nada: la herida no mejoraba. Ryota se moría.

¡Monstruos! ―chilló la maestra del sombrero divertido, Llave Espada en mano. Intentó dar unos pasos hacia el tuerto, pero dos de los maestros de Tierra de Partida se interpusieron en su camino, cada uno con su llave en la mano―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Nanashi se había levantado, con Ryota en brazos (por alguna razón, aquella escena provocó que me recorriese un extraño escalofrío por todo el cuerpo), haciendo aparecer un portal de luz tras el bando de Bastión Hueco. Ariasu consiguió contenerse con las palabras de su compañera y, tras limpiarse las lágrimas de los ojos, hizo señas a los aprendices para que se retirasen por el portal.

Te creía un hombre de principios, Ronin —cualquiera que mirase a la maestra en ese momento vería que estaba haciendo esfuerzos inhumanos para controlarse y no derrumbarse—: ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

"Nota mental: confiar en alguien es una muestra de debilidad, además de una estupidez."

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Las palabras de la mujer hicieron efecto. Varios de los aprendices de las lucecitas abandonaron a su grupo en un significativo gesto: cambiaban de bando. Me rasqué la barbilla, pensativo, mientras observaba la escena y escaneaba de arriba a abajo a todos los "nuevos". ¿Tan débiles eran las convicciones del corazón humano...?

Entonces, Nanashi lo hizo. Cogió aire, y tras dudar unos segundos, pronunció unas palabras que lo cambiarían absolutamente todo:

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida ―aquellas palabras fueron música para mis oídos.

«No iniciaréis un conflicto innecesario: no seré yo quien declare la guerra a Tierra de Partida.».

Era irónico. Solo habían pasado unas horas desde que la maestra pronunciara aquellas palabras. Nanashi, la maestra que siempre buscaba evitar el choque con Tierra de Partida, había sido la responsable de levantar el hacha de guerra.

En unos minutos, la situación había dado la vuelta. Desde el momento que Ryota había caído al suelo, aquel ambiente de rabia, tensión, nerviosismo, miedo, y sobre todo aquella declaración de guerra... estaba disfrutando como nunca. Era mucho mejor que cuando estaba peleando. El sufrimiento de los demás me alimentaba. Me llenaba. Por una vez en mucho tiempo podía decir que me sentía vivo de verdad.

Cualquiera que me mirase, vería a alguien feliz.

Nanashi avanzó con Ryota en brazos hacia el portal. El líder, moribundo, consiguió abrir los ojos, pero su mirada seguía perdida. La mujer sonrió, temblorosa, aferrándose a la idea de que su mentor todavía seguía con vida.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

La maestra atravesó el portal, seguida por el resto de aprendices del bastión (incluidos algunos traidores que cambiaban de bando). Era mi momento de elegir. ¿Volver a Bastión Hueco o marchar en busca de Andrei?
La respuesta estaba más que clara. Ni siquiera dudé. Tendría tiempo para buscar al gitano, pero no estaba dispuesto a perderme aquella guerra por nada del mundo. Dulce, dulce guerra.

Estallé en risas mientras avanzaba hacia el portal, más feliz que nunca en toda mi nueva vida. Justo antes de entrar en el portal, giré sobre mis talones para despedirme del grupo de Tierra de Partida con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Me lo he pasado genial! Tenemos que volver a repetirlo un día de estos, ¿vale? ―hice un gesto de despedida con la mano, manteniendo mi radiante sonrisa― ¡Nos vemos pronto~!

El gesto de mi cara cambió radicalmente, adoptando una sonrisa sádica y unos ojos llenos de maldad.

»Disfrutad de vuestros últimos días.

Crucé el portal de espaldas, riendo. Volvía a Bastión Hueco, pero ya nada era como antes. En unas horas, el destino del universo había cambiado.

La guerra entre Tierra de Partida y Bastión Hueco había estallado.
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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Kairi » Lun May 05, 2014 8:37 pm

Era el fin de la estúpida riña entre Tierra de Partida y Bastión Hueco. El lugar rebosaba de alegría y reconciliaciones. Si bien algunos eran reacios al cambio, simplemente se tendrían que aguantar. Así lo habían decidido los líderes de ambos bandos. Kairi se sentía reconfortada y feliz de que algo fuera bien por fin.

Pero la alegría le duró poco. El ambiente del lugar cambió, las luces bajaron y también la temperatura. Eso no podía presagiar nada bueno. Kairi se mantuvo alerta. ¿Podría ser Erased de nuevo? Pero era imposible, aquel disco lo había absorbido por completo...

Miró a Ronin y Ryota para ver su reacción y actuar en consecuencia, pero algo raro ocurría. Pudo visualizar una gran mancha roja en sus ropas. Con lo ojos como platos, vio la sangre resbalar hasta el suelo y a Ryota caer lentamente de los brazos de Ronin. Tenía un agujero en el pecho.

- ¡¡No!!

Nanashi fue a socorrerlo. Kairi, horrorizada, se preguntó quién había sido tan ruin y rastrero para haber hecho eso justo después de haber acordado la paz entre los dos bandos, pero todos sus pensamientos se despejaron al ver un disco lleno de sangre en manos de Ronin.

- No... ¿Cómo ha podido...? No puede ser...

Kairi no era capaz de articular palabra. Nunca se hubiera imaginado algo así de Ronin, de hecho, él mismo parecía sorprendido por lo ocurrido. Aquello era muy extraño.

- Ryota...

- ¡¡Aléjate de él!!

Nanashi lanzó a Ronin mediante un hechizo hacia sus Aprendices. Aquello no podía llevar a nada bueno. Muchos Maestros y Aprendices no podia creer lo que Ronin habia hecho y ahora lo miraban con cierto desprecio. Y los de Bastión Hueco parecia que iban a machacar a alguien sin pensarlo. Nanashi intentó curar a Ryota, pero no pudo. No había nada que hacer, Ryota se estaba muriendo.

- ¡Monstruos! - exclamó entonces Ariasu dirigiéndose hacia Ronin con su Llave Espada, pero Yami y Akio la detuvieron - : ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

- Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Nanashi cogió a Ryota en brazos y abrió un portal de luz para llevárselo. Por su parte, Kairi tampoco quería esta guerra. No sabía qué es lo que había pasado, estaba tan sorprendida como los de Bastión Hueco. Ya no sabía qué pensar de Ronin. Parecía tan buena persona y simpático. Quizás...

- Te creía un hombre de principios, Ronin - empezó a hablar Nanashi - : ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

>>¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

De alguna manera... Kairi no creía que Ronin hubiera sido capaz de semejante atrocidad. Es cierto que él tenía ese arma en la mano, pero quizá hubiera alguien más entre las sombras, el responsable de todo aquel alboroto. O puede que los propios miembros de Bastión Hueco les estuvieran tendiendo una trampa, cosa que no quería creer tampoco recordando las palabras de Saito. Si de verdad Ronin quería hacer las paces, lo que habia pasado no tenía ningún sentido, lo mismo por parte de Ryota. Y a los dos se les había visto muy seguros.

Había algo que no encajaba. Sin embargo, la joven no pudo contener las lágrimas por las palabras de Nanashi:

- Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Todo iba tan bien y ahora los de Bastión Hueco les habían declarado la guerra por algo que no se sabía si de verdad era cierto. Kairi no estaba en contra de ninguno de los dos bandos, pero ya que había hecho su hogar en Tierra de Partida, no le veía el sentido a cambiarse. Decidió quedarse donde estaba.

Nanashi se fue por el portal de luz con un Ryota muy débil, pero aun consciente. Los demás Aprendices se fueron yendo también, incluso algunos de Tierra de Partida, entre ellos Enok, se fueron con los de Bastión Hueco. Aunque cambiara de bando, Kairi seguiría portándose con él como siempre. Esperaba que él hiciera lo mismo, no quería tener problemas con nadie.

Así, quedaron únicamente en la Red todos los de Tierra de Partida, con Ronin y una Kairi afligida, sin ganas de nada y cabizbaja. Definitivamente, era el principio de otra era, mucho peor que la otra.

- No se qué ha pasado, pero lo averiguaré.

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Kairi se queda en Tierra de Partida.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor Light » Lun May 05, 2014 9:21 pm

¿Eh?” Light levantó la mirada, hacia los paneles del estadio. Se dio cuenta de que las luces del estadio que habían ayudado a encender comenzaban a brillar con menos intensidad.

De repente, escuchó las primeras exclamaciones y el revuelo formado le llamó la atención. Light se guió por las miradas horrorizadas y terminó por localizar a un Ryota ensangrentando. El hombre, incapaz de mantenerse de pie, cayó al suelo y el aprendiz observó estupefacto el boquete inmenso alojado en su pecho.

Acto seguido, se fijó en el rostro de su Maestro, la persona que se encontraba más cerca de él en ese momento y el principal sospechoso de aquel vil ataque.

No ha podido ser él… ¿Verdad?

¡¡No!!

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Nanashi corrió hacia su compañero para socorrerle. Ronin, el supuesto verdugo, reaccionó y se dispuso a agarrarle. Light prestó especial atención a los gestos y movimientos de su Maestro; éste había hecho ademán de ayudarle antes de que Nanashi se interpusiera, no había intentado rematarle. La mujer rechazaría al pirata con un potente vendaval que le mandaría volando hacia sus posiciones, impidiendo que se acercara al Maestro caído.

Light corrió a socorrer a su Maestro y se interpuso entre Nanashi y él, en actitud de defensa, sin desmaterializar su Alma Inquebrantable. Otros aprendices aparte de él se habían acercado para ayudar al Maestro de Maestros.

El resto de Maestros ―excepto Kazuki― no aprobaba la acción inesperada de su líder. Light observó en especial a Lyn, quien debía estar realmente hastiada de la actitud de su superior; sobre todo después del disgusto que tuvo cuando echaron a Diana de Tierra de Partida.

Hace un momento hablaban de reconciliar los dos grupos de Portadores. ¿Qué sentido tenía aprovechar aquel emotivo abrazo para apuñalar a Ryota? ¿No iban a luchar todos juntos contra los Villanos Finales?

¿Qué iba a pasar con Tierra de Partida ahora? Si los demás Maestros dejaban de apoyar a su líder, la orden se vendría abajo.

Light se mantuvo tenso y vigilante en todo momento; y para qué negarlo, nervioso. Puede que la acción de su Maestro desencadenara un combate entre Portadores allí mismo.

Light, ¿qué ha pasado? ¿Está todo bien? ―preguntaba Xefil, quien desconocía la situación actual.

Mira.

Apuntó con la mirada al cuerpo de Ryota. El Portador estaba siendo tratado por Nanashi y Ariasu, sus compañeras de Bastión Hueco.

Hasta hace nada se estaban abrazando y de repente... ―tragó saliva e hizo una pausa, incapaz de continuar: todavía se negaba a creer lo que sus ojos le habían mostrado. Terminó la frase de manera vaga, sin aportar información―. No sabemos lo que ha pasado.

Ronin ha… Ronin ha… apuñalado a Ryota —una aprendiza de Tierra de Partida le aclaró los hechos. Light negó lentamente con la cabeza, incapaz de creerlo todavía—. Ryota está sangrando, tiene una herida en el pecho. Y Ronin tiene un disco… Lleno de sangre…

El maldito disco que le delataba. Nadie más había podido hacerlo aparte de él.

"Ronin… ¿Qué has hecho?" él tampoco podía dar por bueno aquel sucio ataque.

Las pruebas estaban a la vista: Ronin había aprovechado que Ryota había bajado la guardia y le había insertado salvajemente aquel disco. Había rechazado su estrechamiento de manos y había sugerido ese abrazo reconciliador para ponerle fin. No había otra explicación.

Necesitaría unos segundos para asimilarlo. Muchos de los aprendices que no estaban al corriente del plan de la armadura de Gárland se hallaban mucho más sorprendidos que él. En cambio, él ya había conocido la cara más oscura de Tierra de Partida y sabía que Kazuki y Ronin estaban dispuestos a hacer cualquiera cosa para detener a los Portadores de Bastión Hueco.

Finalmente, las autoridades de Bastión Hueco habían abierto un portal de luz para trasladar al Maestro Ryota y sacarlo de allí. Light no mostró ningún ápice de compasión ni pena por el Maestro de Bastión Hueco.

Admitía que había sido víctima de un ataque de lo más rastrero, pero él mismo se lo había buscado.

¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

Light había deseado la paz entre los bandos, y la seguía deseando. Enemigos mucho peores había allá fuera y la cooperación entre los dos bandos de Portadores era crucial.

Además, era incapaz de imaginarse a sí mismo luchando a muerte contra aquellos amigos suyos que decidieran pasarse al bando contrario. Axel, Saxor… e incluso Ragun, con quien había empezado a hacer migas. Aunque le asqueaban sus poderes y la arrogancia que solía demostrar a menudo, sabía que era un buen tipo.

Pero, por otra parte, tenía que seguir los pasos de sus padres. Su abuela no se lo perdonaría si se desviaba del camino y abandonaba Tierra de Partida.

¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? —en aquel momento odió a Nanashi por realizar aquella pregunta: les estaba echando en cara a todos las acciones de un único miembro de la orden—. ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

>>¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

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[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=UWF0pFVJL9k[/youtube]


Cada uno de los aprendices tomó en aquel momento una decisión. El acto horrible que cometió su Maestro influiría en la decisión de la mayoría de los aprendices con toda seguridad. ¿Seguirían al ruin y rastrero pirata u optarían por seguir a Nanashi?

Aun así, por muy ruin que fuera su Maestro, Light ni siquiera se lo replanteó. Tierra de Partida era su hogar después de todo: el lugar donde sus padres vivieron y donde él estaba destinado a completar su entrenamiento. Él luchaba exclusivamente por la luz, nunca tendría un sitio en Bastión Hueco.

No iba a cambiar de hogar ni abandonar sus ideales por el error de otra persona, aunque fuera su Maestro: el hombre que le hizo entrega de su Llave Espada; aquel que ahora había dejado por los suelos la reputación de Tierra de Partida; el mismo pícaro y amable pirata que le había sacado de Villa Crepúsculo.

El pirata bromista que le sacaba una sonrisa cuando realizaba alguna de sus bromas.

El hombre que le había ayudado a volverse más fuerte.

Alec…

Uno de los aprendices de Tierra de Partida tomó una decisión y se pronunció para anunciarla. Se trataba del brujo de Ciudad de Halloween: Alec Ocus. Renunciaba a seguir a un asesino y justificaba que prefería traicionar Tierra de Partida. Light atendió a sus palabras con el rostro cabizbajo, incapaz de mirarle a la cara; del mismo modo que Ronin no se atrevía a dirigirles la mirada.

En otras circunstancias, se hubiera sentido traicionado, pero ahora no podía echarle en cara absolutamente nada. Sus razones eran más que sólidas.

Y, finalmente, todos los aprendices fieles a Bastión Hueco desaparecieron de sus vista tras internarse dentro del portal de luz. Muchos de sus camaradas les habían abandonado, dejando atrás un hogar y otras muchas amistades.

¿Cuándo nos volvamos a ver será para enfrentarnos?

Light observaba seriamente a su Maestro, el responsable del abandono de sus compañeros. ¿Podía ser capaz de odiarle?

Yo no soy peor que él” tenía gracia que él, que defendía el juego limpio en el Struggle, fuera luego el primero en no cumplir con el ejemplo. Y es que él había recurrido al juego sucio múltiples veces. Recordar que había intentado asesinar a la guardiana del castillo de la manera más sucia posible le atormentaba; desde aquel momento no había tenido el valor suficiente de mirar a Axel a la cara o ponerse en contacto con él.

Entonces, Light se dio cuenta de que Ronin se había comportado igual que él en aquella ocasión y llegó a compadecerse de él. De rodillas, sin el valor de mirar a los demás Maestros. Y aún así, ¿acaso no luchaba él por la estabilidad de los mundos, para salvarles de la oscuridad que les amenazaba? ¿Acaso merecía las miradas de repulsión de todos sus compañeros? Light pensaba ―quería pensar― que Ronin había cometido aquel acto cobarde pensando en el bien de todos, para protegerles de las garras de Ryota…

Light apretó los dientes, enfadado. En el fondo, Ryota lo tenía merecido.

Él tenía la culpa de lo sucedido hace dos años, después de todo.

A partir de ese punto, Light permanecería al lado de Ronin, acompañado por los aprendices que habían decidido apoyarle. Aunque todos los demás regresaran a Tierra de Partida, él no se movería del sitio hasta que su mentor lo hiciera primero. Posó su mano sobre su hombro y suspiró simplemente.

Ninguna palabra salio de su boca, solo aire. No le pediría explicaciones: no las necesitaba.

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Edit: Si Nadhia no se cambia que se ignore esa parte del post xDU k
Edit2: parte quitada, sorry por las molestias
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Re: Y el Plus pa'l salón

Notapor A Nerd Girl » Lun May 05, 2014 10:01 pm

Estaba tan centrada en disfrutar el momento, pensaba que no iba a ir nada mal. Todo era tan perfecto que pensaba que era el mejor día de mi vida, sonreía sin parar pensaba que no iba a haber nada mejor. Era demasiado perfecto para ser real.

Nadie pensó que iba todo a ir mal.

¡¡No!!

Miré a Nanashi y miré a los Maestros, entonces vi algo que me dio arcadas: sangre.

No...

Murmuré mientras agarraba de la camiseta a Saxor, una lágrima caía mientras veía como Ronin tenía el arma del ataque y el Maestro de Bastión Hueco estaba agonizando y sangrando de manera que me daba miedo. Nanashi corría a socorrer al herido mientras yo intentaba apartar la vista pero mis ojos buscaban ver que pasaba.

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Ronin salió volando hacia los Maestros de Tierra de Partida, parecía algo anonadado con el suceso...No miraba más que el suelo. Parecía que el tanto los de Bastión Hueco hasta los de de nuestro bando parecían mirarle con desprecio, menos Kazuki... Aunque con lo que pasó aquella vez con Diana y cómo se negaba a curarla claramente se notaba que él estaba de acuerdo con el acto.

Ryota parecía morirse, pues al girar a verme cómo Nanashi junto a otra integrante de Bastión Hueco trataban de curarle. Sin éxito aparentemente...

No...

Agarré más fuerte a la camiseta de Saxor, otra lágrima me caía, yo no quería ver esto. Nadie quería esto...

¡Monstruos! ―La que intentó curar con Nanashi decidió hacer una ofensiva más Akio y otra Maestra trató de protegerle.―: ¡Él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!


Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.─ Miré a Nanashi, esperaba que no fuera cierto... Esto parecía oler a algo que odiaba, que no quería oír...―Te creía un hombre de principios, Ronin. ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

No...

Retrocedí, buscando en Saxor que no fuera, que no se alejase de mi a Bastión Hueco. Aunque él ya era esperaba que no lo fuera a seguir. Si lo hacía quizá le pegase un bofetón de nuevo recriminándole que mucha declaración de amor pero no piensa en lo que siento. Yo solo le veo como amigo pero no quería estar sola.

Repetía un "no" murmurándole mientras agarraba tirando ya de su camiseta, quería saber que había pasado, ¿Que querían hacer con esto? ¿Por qué seguimos siendo portadores tras ver tantas crueldades? ¿Es que acaso nadie quiere al menos gritar más que yo?

¿Mei?

Levanté la mirada a Saxor, me levantó de mis pensamientos y de dolor. La gente iba a Bastión Hueco, poco a poco aceptaban la situación y se iban. Seguían los consejos de Nanashi, yo estaba ahí mirándolos como una piedra. No quería moverme, la situación me vino tan de repente que me asustó tanto que me daba miedo siquiera decir algo para dejar a Ronin defenderse o para dejar claro sus intenciones.

S-Saxor... No...─ Solté mientras miraba a Saxor a los ojos, mis ojos llorosos que difuminaban mi vista.─ ¡No! ¡Esto es...!─ Traté de secar algunas lágrimas con su prenda.─No quiero...

Escucha... Y-yo...Yo voy a quedarme aquí.

¿Eh?

No confío en Ronin, pero sí en Tierra de Partida

Sonreí a su respuesta, quizá tenía razón. No entendía al principio que quisiera estar en Tierra de Partida pero era cierto. Ronin no era el único que estaba en Tierra de Partida, estaba la Maestra Lyn quien quizá estuviera con ganas de partirle la cara a Ronin (y esperaba que a Kazuki por no intentar mostrar indignación con lo que acababa de suceder).

Y Xayim ya no es una amenaza.

Entonces sentí ganas de abrazarle y sonreí mientras me preguntaba si en verdad era cierto...

¿Seguro?

Se... Seguro

Sonreí, no quería estar sola y quería estar con alguien a quien le importaba, miré quien más estaban y vi que estaba Xefil también quedándose e incluso Fátima o hasta Kousen, quien parecía más afectado. Bavol parecía estar viendo la gente que se iba, quizá indignado por que quizá creyese que era una gran traición al "Capitán Ronin".

Iré contigo...

Gracias.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Te pondrás bien, Ryota. Te lo prometo.

Y todos aquellos que se fueron a Bastión Hueco se fueron, dejándonos solos...

¿POR QUÉ?

Kousen parecía el más indignado, el resto o pasaba o intentaba reprimir el dolor. El pequeño cuerpo de Bavol me llamo la atención cuando vi que sollozaba. Algo que nunca quedaba bien en un chico que siempre parecía muy alegre como él. Un chico que vive en la vida alegre y con una gran fidelidad.

Quizá sus amigos se fueron al otro bando, quizá él se sentía mal por ver como la gente se iba siquiera con algo de dignidad. Quizá alguno quisiera despedirse de sus amigos pero... Me acerqué al pequeño niño gitano, él debía mantenerse positivo...

Bavol... Tranquilo, seguro que se arrepentirán algunos y otros se les irá el enfado. Volverán. Así que no llores ni te sientas triste. Por que no me gusta ver tu cara larga, me pone triste...

Le abracé y estuve con él hasta que volviéramos. Él verle así de afligido me hacía sentirme más triste...

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Notapor EspeYuna » Mar May 06, 2014 2:22 am

Todo había pasado demasiado deprisa para Nadhia.

Viéndose envuelta de nuevo en una batalla contrarreloj para acabar con las amenazas que hacían peligrar la paz en los mundos, nunca hubiera podido imaginar que tanto un bando como otro unirían fuerzas para dar fin a la Corrupción.

Y no sólo eso. Cuando aparecieron los líderes y tuvo lugar aquel apretón de manos, seguido de un abrazo que firmaba la paz entre ellos, Nadhia pensó que las expectativas de su copia no habían estado tan lejanas como cabría esperar. Era posible, de verdad, que ambas partes pudieran entenderse.

Sin embargo, aquella celebración llena de júbilo en la que se vio envuelta junto a Kousen y sus demás compañeros tuvo su fin demasiado pronto, como si de repente alguien le echara una jarra de agua fría para despertarla.

La sangre que se escurría entre ambos maestros le hizo ahogar un grito, abriendo los ojos como platos. Y más cuando se dio cuenta de que no había sido Ryota el traidor, de quien habría esperado aquello... quizás.

No, había sido Ronin. Portaba un disco y había atravesado el pecho de Ryota con él. Nanashi no se hizo esperar y lanzó una ráfaga de viento contra el líder de Tierra de Partida, socorriendo al herido. Estaba pálido y no reaccionaba a los hechizos curativos.

Nadhia percató, patidifusa, que ningún maestro de su bando se acercó a socorrer a Ronin. Deseó que Akio reaccionara, incluso ya le era difícil ver que Lyn no se movía del sitio.

Estaba claro que todos se habían llevado una desagradable sorpresa, por lo que a Nadhia le comenzaron a temblar los labios, incapaz de reaccionar ante la escena que estaba viviendo, y más cuando Nanashi declaró en voz alta la guerra que habían deseado no conocer ninguno de los aprendices.

Con la mirada clavada en la sangre que había dejado Ryota en el suelo, vio al bando de Bastión Hueco desaparecer tras un portal, entre ellos a sus amigos, Ragun... y Saeko. Nanashi cargaba con Ryota, prometiendo que se pondría bien. Los sentimientos de Eileen le hicieron dar un par de pasos al frente, preocupada por quien quizás fue la persona más importante para ella.

Sin saber por qué, avanzó peligrosamente hacia el portal. De pronto sentía que le estallaba la cabeza con todos los recuerdos que había intentado dejar a un lado. Que no se cumpliera el deseo de su copia le revolvía las entrañas. Tanto Crow como Fátima Data habían dado un mensaje claro para evitar que la Orden acabara siendo masacrada a partir de una guerra innecesaria y sin sentido... y sin embargo, no había servido para nada.

Quería entender. Y no podía sentir más que vergüenza por lo que había hecho Ronin, a quien había considerado un hombre con ideales nobles, que aunque tuviera su pensamiento, opuesto al de Ryota, acabaría reuniéndose con él y aclararían sus diferencias pacíficamente. Pero no fue así.

Era todo tan raro...

A dónde vas —de pronto, una voz familiar para Nadhia le hizo recobrar el sentido a poca distancia del portal.

Felix se adelantó un par de pasos y se colocó frente a ella, con el rostro desencajado, visiblemente asustado. Entonces se dio cuenta de que debía controlar sus emociones. Aunque fueran los mismos sentimientos, a la par eran bien diferentes, y Felix, aun siendo muy parecido a Xefil, no eran la misma persona.

No lo estás… pensando en serio… ¿no? —preguntó, con un hilo de voz casi inaudible a su alrededor.

Nadhia se quedó sin habla en un principio e intentó apartar la mirada de Xefil, confundida.

Yo… no…

Xefil, ante el temblor de los labios de Nadhia, la agarró de la cabeza y colocó sus ojos frente a los de ella, serio y desafiando a la muchacha sin que tuviera opción de huir.

Cómo que no —y estaba realmente asustado, pues el tono de su voz sonaba inseguro—. Estás aquí…

La apartó a un lado del portal, quizás con miedo a que Nadhia se lanzara al portal en un descuido. Pero, ¿ella sería capaz de hacer algo así?

¿Qué está pasando? —nerviosa por todo lo vivido, Nadhia se llevó una mano a la frente— Ronin nunca haría algo así. Es su amigo, él… Ryota no es…

Xefil la interrumpió, agarrando la mano que había elevado por encima de su rostro para llevarla a sus labios, intentando calmarla.

No lo sé… Pero no estás pensando en… ir… ¿verdad?

Nadhia le miró con los ojos abiertos como platos, asustada por darse cuenta de que no negó en rotundo y de inmediato, si no que se lo estaba pensando. ¡Demonios, se lo estaba pensando seriamente! ¡Traicionar a Akio, a sus amigos, a toda Tierra de Partida...!

No entiendo nada —llevó los ojos de nuevo al suelo sin poder mediar palabra casi—. Y pensé que… quizás…

Sacudió la cabeza en un intento de dejar atrás la pregunta que, inevitablemente, se hizo en voz alta:

¿Quiénes son los buenos?

Tú. Tú y yo, no importa más.

Xefil apoyó entonces su frente sobre la de Nadhia, apoyando a la joven en un momento delicado como aquel.

Si te quedas o te vas… Nadhia, no me importa —Nadhia notó que le temblaba la voz y se sintió culpable— Pero no aquí. No ahora. ¿De verdad puedes pensar después de todo esto…?

Había estado a punto de dejar atrás incluso a Xefil por entrar en pánico debido a lo sucedido. Cerró los ojos y no se apartó del joven, intentando de algún modo dejar salir los nervios haciendo un esfuerzo por hablar.

No lo creo… es demasiado —afirmó, buscando una mano de Xefil para entrelazarla con la suya—. Tienes razón, no… no es el momento. No lo es, ¿verdad?

>> Volvamos a casa.

Tajante y mentalmente agotada, Nadhia se apoyó sobre él, escuchando sus latidos, descompensados. Estaba claro que la idea de que se fuera le había asustado. Sintiéndose mal por ello, Nadhia se aferró a él en cuanto éste la dejó esconderse bajo su regazo, escuchando además aquel suspiro de alivio que se había escapado de sus labios.

Lo pensarás mejor allá.

Iba a asentir, pero no tuvo fuerzas para ello.

No quiero pensarlo —dijo, caminando con Xefil y alejándose del portal, a la par que volvían con sus compañeros—. Sólo dormir.

Vio a Kousen pegar con sus puños el duro suelo de la Red y apartó la mirada hacia el maestro de maestros. Ni siquiera tenía fuerzas para, quizás, compadecerse de él e ir a ayudarlo a levantarse.

No, lo que había vivido aquel día superaba los límites de todo razonamiento y, por primera vez en mucho tiempo, quiso ser egoísta.

¿Triste? No era la palabra exacta. Avergonzada, quizás. Y sin saber qué camino escoger de ahora en adelante, pensó entonces que lo más importante en aquel momento era ella y sus amigos.

Y nada más.

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Re: [Evento Global] Datastream

Notapor RedXIII » Mar May 06, 2014 5:40 pm

Tal vez la historia podía haberse escrito de diferente forma, haber terminado una estúpida guerra, vivir como hermanos, reír y compartir penas, pero el destino tiene una extraña forma de tornar los momentos de felicidad en desgracia, lo que hasta el momento era una falsa sonrisa se convirtió en el rostro de la penuria.

Pudo olerlo enseguida, un olor desagradable que bailaba junto al viento, sangre, unos segundos bastaron para poder ver como Ryota cayó al suelo.

¡¡No!!

Era todo tan extraño y confuso...

Ryota...

¡¡Aléjate de él!!

Un mensaje de paz y compresión se había convertido en los tambores que incitarían una guerra peor que la anterior...

¡Monstruos, él iba a firmar la paz! ¡No queremos esta guerra!

Ariasu, no. Tus aprendices te necesitan.

Todo iba demasiado bien, era tan bonita la idea de ser todos amigos, demasiado bonita para que llegara a ser real.

Te creía un hombre de principios, Ronin ¡Aprendices y Maestros de Tierra de Partida! El ataque de vuestro líder no hace más que mostrar la naturaleza de vuestra causa. Nosotros hemos deseado la paz, la búsqueda del equilibrio; pero es imposible cuando la luz ha tiranizado la realidad. ¡Hemos sido atacados en nuestro momento de mayor debilidad! ¡En el momento en que depositamos nuestra fe en vosotros!

»¿Es esto por lo que os unisteis a la Orden? ¿Esto es lo que deseabais, ver cómo somos masacrados por la espalda con el objetivo de imponer un único ideal? Si es así, quedaos. Si hoy también os habéis sentido traicionados, como nosotros, es el momento de que decidáis de parte de quién estáis.

Hoy, la Orden de Bastión Hueco declara la guerra a los Caballeros de Tierra de Partida.

Algunos marcharon junto a los de Bastión Hueco, comprensible pero era algo que Hiro nunca estaría dispuesto a hacer, aun siendo la luz el bando más cruel.

Sus acciones no me representan — Posiblemente lo que más afectó al aprendiz fue la forma de la cual el maestro Ronin apuñaló a traición a su mejor amigo, ya que era uno de sus ídolos y la persona a la que más respetaba en Tierra de Partida, pero no quería montar una escena por ello, estaba cansado y tenía ya suficientes problemas en su cabeza.

Se sentó en el suelo mientras los aprendices actuaban o decían cosas sobre lo ocurrido, el aprendiz solo se dedicó a exhalar humo y observar el disco que portaba en la mano el Maestro.

¿Y si... fuera el Ronin que se perdió cuando empezó esto, un falso Ronin, como las mascotas, un plan, tal vez, de Erase Data para que nos matemos entre nosotros? — Era algo que se dijo a si mismo, una excusa para pensar que lo que hacía era lo correcto y que el Maestro Ronin no era de verdad así, pero la verdad podía ser peor que su imaginación.
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