[Evento Global] El Esclavo del Olvido

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tanis » Lun Oct 12, 2015 10:30 pm



Malik dejó espacio a Nanashi nada más ver que se acercaba a la carrera. No tuvo ningún pensamiento hacia la antigua maestra de Fátima, no podía pararse a pensar. Lo único que tenían que hacer era coordinarse y trabajar en equipo. Luego, si acaso, ya vendrían los «gracias».

Yo guiaré la imagen mental para destruir el brazo. Y luego abriremos la entrada para que puedan disparar.

Malik asintió sin protestar. Ella era maestra, era afín a ese trozo de la Llave, sabía lo que hacía. Al igual que cuando Ryota se unió a ellos, la presión y la carga de la Llave disminuyó en cuanto Nanashi puso sus manos en la empuñadura y volvieron a sentir las voces dirigidas con más fuerza hacia el tercer portador. Sin embargo, la cacofonía no fue tan intensa esa vez y una única voz fue la que escuchó: «¡Nanashi!».

Concentrado en canalizar toda la energía que pudiera, Malik sólo tenía ojos para el Coloso y el frontal del castillo. Poco a poco, el efecto de la Llave sobre las estructuras se hizo patente y multitud de lanzas de piedra se dispararon e hincaron en el brazo del Coloso. La mano se seccionó y Malik oyó el grito de júbilo de todos. El dolor no le permitió sentir alivio o gritar con ellos, pero le alegró saber que estaban a un paso de destrozar al monstruo. Nanashi no se quedó sólo en eso, con un nuevo enfoque hizo que la pared frontal del Castillo se desvaneciera, permitiendo a Nithael atravesarlo al vuelo. Inmediatamente después el hueco se rellenó con barras y más barras que ejercieron de cárcel para los sincorazón del interior y de barrera para los del exterior.

Entonces ella soltó la Llave, agotada, y Malik volvió a sentir el peso de la Llave. Bufó, a punto de hincar una rodilla en el suelo por el cansancio y el esfuerzo.

—¡Ahora escuchadme! —Alzó la mirada para mirar al Guía, que había aparecido junto a ellos. Con él habían llegado los aprendices responsables de la otra mitad de la Llave—. ¡No intentéis unirla vosotros! ¡Juntaos todo lo que podáis y preparaos para entregársela a Nithael...! ¡Cuidado!

Malik volvió a asentir sin decir nada y se movió hasta quedar todo lo cerca que pudo de Saito, Freya y Hiro, arrastrando un poco a Keiko en el proceso.

Deja de lloriquear.

«¿Eh?». Al girar la cabeza vio a Chihiro, aparentemente recuperada, extender los brazos. Un escalofrío le recorrió la espalda. A pesar de que su magia afectó a los sincorazón, no pudo evitar sentir una reminiscencia de Cabo Blanco. Se hizo el silencio: los sincorazón habían sido congelados en el Tiempo. Él, que no había apartado la mirada de la mujer, sintió la mordedura de su mirada desafiante. Se la devolvió con un leve atisbo de sonrisa irónica.

¡Ahora, estúpidos!

¡Atacad a los Sincorazón! ¡Eliminadlos a todos! ¡Que ninguno pueda impedir que Nithael use la Llave Espada!

Malik sintió la tentación de soltar la Llave, pero no quiso arriesgarse a que la magia se terminara y los sincorazón volvieran a moverse antes de que el ángel regresara y pudiera coger ambas mitades. No, iba a escoltar su mitad, tal y como debía hacer. Eso le dejaba las manos atadas, por usarla le sería imposible con sólo la ayuda de Keiko.

Malik, escucha... ¿qué te parece si le damos nuestra llave a Nith? Él podrá usarla mejor que nosotros... además, ya no tenemos que preocuparnos de que nos la quiten, ¿no?

La joven sonrisa de Keiko le levantó un poco el ánimo. Asintió.

Nithael sigue allí fuera, tendremos que esperar a que vuelva. —Miró a los portadores de la otra mitad—. Le daremos las mitades entonces, ¿de acuerdo?

No podían hacer mucho más, al menos él, salvo esperar. Contra la entrada, el Coloso caía bajo el fuego del ángel y los aprendices. Malik se fijó en sus movimientos, pensando en que no debía de quedarle mucho. Oteó por el campo de batalla, ¿estaría Fátima fuera también?

De repente Nithael gritó:

¡¡TENEMOS QUE EVITAR QUE ENTREN AL CASTILLO!! ¡DESTRUID AL COLOSO, ACABAD CON ÉL, Y LOS SINCORAZÓN SE QUEDARÁN SIN ALFA AL QUE SEGUIR! ¡DESTRUIDLE Y YO REVERTIRÉ EL CASTILLO DEL OLVIDO PARA QUE LA LUZ ACABE CON ELLOS!

Le vio volar a gran velocidad hacia ellos. Malik se preparó para la llegada del ángel, miró a Keiko y asintió. No necesitaba palabras: En cuanto Nithael se acercase, le darían su mitad de la Llave.

«¡Vamos, vamos!».

Fue entonces cuando el hechizo de Chihiro terminó y los sincorazón se lanzaron hacia ellos como perros de presa. Contra ellos y contra Nithael, que agitaba las alas casi desesperado por alcanzarles

¡¡No les dejéis avanzar!!—gritó Nithael.

Malik, también desesperado por poder darle el fragmento, notó la sangre borbotearle en las venas, como un estallido que nunca antes había sentido. Un picor extraño le recorrió de arriba a abajo y sintió cómo un torrente frío se generaba en su pecho, en el corazón y se deslizaba como una ráfaga de viento por su brazo.

¡Rápido! ¡Dadle los fragmentos de la Llave a Nith! —El grito de Nikolai le enervó.

¡No hace falta que nos lo digas! —gritó en respuesta. Junto con la mano de Keiko, levantó el fragmento de Luz de la Llave para que el ángel lo cogiera—. ¡AQUÍ, NITHAEL!

Esperaba que el ángel pudiera alcanzar la Llave. Si lo hacía, Malik invocaría su propia Llave-Espada y su escudo y se lanzaría a por la Neosombra bien para destrozarla, bien para defender a aito, Freya y Hiro si todavía no habían entregado su parte de la Llave. No le quedaban apenas fuerzas, pero sentía que estaban cerca, muy cerca, de vencer.

«Vamos, Malik, puedes aguantar, ya queda poco».


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*Malik entrega junto con Keiko el trozo de la Llave.
*Tras eso se enfrenta a la Neosombra.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor H.S Sora » Lun Oct 12, 2015 11:21 pm

¡¡¡AHORA!!!

Los encargados de las piedras habían hecho bien su trabajo, y unos extraños rayos de energía se dispararon en dirección del sello que nos impedía agarrar la legendaria arma; unos extraños sonidos empezaron a resonar cada vez que uno de aquellos grabados mágicos se rompía hasta que después de que el último de ellos se destruyese, este explotó tirándonos al suelo con una onda expansiva que fue imposible de esquivar o recibir.

Resoplé en el suelo y me alcé a toda la velocidad, corriendo a la par que Hiro lo hacía hasta que nos encontramos frente a frente; no sabía si era buena idea que el herido aprendiz la cogiese, pero no sería yo quién denegaría la ayuda de Tierra de Partida en aquella ocasión; cogí aire mientras le miraba a los ojos, y anhelé que aquello no doliese demasiado mientras empezaba a contar agarrando la Llave Espada.

Apreté los dientes con fiereza en cuanto llegó la primera tanda de voces tratando de no desconcentrarme en mi serie numérica, pero notaba como trataban de hacer eco con más y más fuerza... todas aquellas voces eran confusas y desconcertantes, yendo desde palabras agradables o de auxilio hasta sanguinarias amenazas; miré a Hiro de soslayo ante la palidez del aprendiz, ¿estaba yo igual?

¡¿Queréis mi luz, mi vida?! ¡Ilusos, no sabéis qué soy!

Tras aquella frase cayó al suelo, inconsciente, mientras ya lo veía como si todo sucediese a cámara lenta: empezó a caer de espaldas hasta que al final soltó la Llave Espada, sus manos dejaron de rodearla dejándome todo aquello para mí; la diferencia era más que notoria, todas aquellas voces tenían ahora un solo objetivo en el que concentrarse y a pesar de que trataba de alzar el arma con todas mis fuerzas notaba como esta hacía todavía más fuerza hacia abajo...

No podía ceder, no ahora...

Traté de gritar por ayuda ya que aquellas voces parecían querer entrar dentro de mí y desgarrarme por completo, pero no soltaría la Llave Espada por mucho que mi mente lo pidiese. No cedería, no cuando faltaba tan poco... noté las manos de Freya rodear aquella mitad de Llave Espada y suspiré aliviado, a pesar de que las piernas todavía me temblaban.

Freya pareció poder aguantar más que Hiro, quizá por su afinidad o por encontrarse en mejor estado de salud. Pero fuese como fuese, no desaproveché la oportunidad; con la ayuda de mi compañera de Bastión logramos acabar sacando la espada de aquel pedestal y una vez logrado, las cadenas y los cristales que contenían a Los Perdidos se descubrieron ante nosotros, al igual que sus rostros... pero no tuve tiempo para contemplarlos, aquello que habitaba en la mitad de Llave todavía seguía atacándonos

Ahí los tenés: Los Perdidos —Logré discernir la voz del Guía entre aquellas que seguían atacando a mi cabeza—. Cuando Freya y Saito logren dominar la Llave Espada os abriré un pasillo que lleva directo al vestíbulo, así todos podréis enfrentaros al Coloso, unir las dos mitades de la Llave Espada y salvar este mundo.

El Guía lo decía con mucha ligereza, pero dominar aquello no era tarea fácil: ahora entendía lo que había dicho acerca de que cuando llegamos, ni cinco de nosotros habrían podido levantar aquello. Le daba la absoluta razón, ya que a pesar de todo lo que habíamos pasado en el Castillo no podía decir que sujetar aquella mitad de Llave Espada no me estuviese resultando demoledor... y por un momento, descuidando los consejos del Guía, me dejé llevar por las voces entremezcladas que parecían tratar de tomar forma dentro de mí...

¡PARAD POR FAVOR!

****


Cuando quise darme cuenta, mi cabeza ardía demasiado como para poder preocuparme de lo que sucedía a mi alrededor. Aquella Llave Espada estaba tratando de entrar en mi mente con aquella especie de recuerdos para... ni tenía fuerzas para pensar que podía suceder si aquello entraba por completo en mí...

Freya me libró de todas aquellas voces mientras entonaba una canción que me resultaba extrañamente familiar.

Glassy sky above... As long as I'm alive, you will be part of me...


Entre todo aquel dolor, sentí la necesidad de cantar junto a ella. Desconociendo por completo el por que, era como si la letra de esta hubiese aparecido frente mi como por casualidad.

Glassy sky the cold... The broken pieces of me.


Tras acabar la canción, notaba como el peso de las voces se hacía hecho mucho más liviano a pesar de que seguían a nuestro acecho. Un error podía significar tener que volver a enfrentarse a ellas, por lo que trataría de ser lo más precavido posible... el Guía nos comentó entonces que podíamos modificar la estructura de aquel Castillo si nos coordinábamos a la perfección, pero que mejor nos reservásemos aquella habilidad, ya que de salir mal las consecuencias podrían ser terribles.

Entonces chasqueó los dedos y Nanashi entró en la sala como por arte de magia, con el Moguri de Hiro totalmente recuperado de sus heridas en la batalla contra Aaron.

Lo habéis logrado —La sonrisa de Nanashi hacia Freya y a mí me hizo recobrar parte de las fuerzas que creía perdidas, y no pude evitar devolvérsela mientras miraba al resto de compañeros—. Os felicito a todos.

>>Ahora bien…

Nanashi se dirigió hacia donde estaban Los Perdidos, y por primera vez les dirigí una cansada mirada, pero cuerda al menos. No pude evitar exclamar un pequeño grito de sorpresa cuando pude ver como todos los aprendices que habían ido al pasado estaban de vuelta, sanos y salvos.

¡Incluyendo a Saeko y Diana! Me alegré de todo corazón de ver a mi mejor amiga ahí, pero no pude evitar arquear una ceja al ver como parecían faltar aprendices, pero supuse que seguían siendo efectos de todo lo que acababa de suceder.

¿Habéis cumplido vuestra misión? ¿Cómo habéis vuelto? —La Dama de Hierro estuvo mirándolos a todos, pero se detuvo en Saeko, que portaba un extraño libro— . ¿Qué es eso...?

Eso es nuestro. Saeko, ten cuidado con él

La atrevida y agresiva Maestra de Tierra de Partida impidió que ella contestase, y si no hubiese estado sosteniendo aquella Llave no se lo hubiese permitido, por mucho que me hubiese apalizado después. ¿Quién se creía que era para hablarle con aquellas confianzas a una miembro de Bastión Hueco?

Detestaba aquellas ansias de liderazgo que Tierra de Partida demostraba en ocasiones como esas.

>>Diana, cuando volvamos a Bastión Hueco quiero un informe completo de lo sucedido. —Nanashi decidió no seguirle tampoco el juego, por lo que me alegré.

S-sí, Maestra.

Nanashi confirmó entonces que faltaba uno de los nuestros, pero el Guía le repuso que había un mensaje explicativo para ella cuando bajásemos. Tras aquello, nuestro interlocutor se puso totalmente serio.

Todos debéis curaros. No escatiméis en utilizar pociones, éters o cualquier cosa que tengáis. Una vez abajo cualquier error puede acabar muy mal y ya no estamos hablando sólo de vosotros. ¿Comprendéis? ¡Y no os olvidéis las piedras! Resultarán muy útiles.

Tras aquello escuché como la voz de Saeko nos llamaba a Simbad y a mí, por lo que le pedí a Freya que nos dirigiésemos hacia mi amiga, a la cual había echado muchísimo de menos en aquellos días en el interior del Castillo; nada más llegar noté como mis heridas se sanaban por un hechizo Curativo de Saeko.

Me alegra que sigáis con vida. ¿Qué ha pasado?

Yo también me alegro de que estés bien —sonreí, mientras pensaba como podía hablarle de todo lo ocurrido. Como hablarle de Aaron y su relación con Erased Data.— Es muy largo como para que te lo explique ahora... pero ya hablaremos cuando volvamos a casa. Pero digamos que hemos logrado nuestro objetivo, al igual que vosotros y el otro grupo.

El Guía había abierto una especie de Portal hacia el vestíbulo, antes de encaminarme hacia el apunté con mi mano a Hiro, que se encontraba realmente herido y con su Moguri recriminándonos todo lo sucedido, y apliqué Dos Curas sobre el hombre que me había salvado de morir atravesado por Aaron.

Yo era de Bastión Hueco, pero una deuda era una deuda.

Tras aquel gasto de magia, tomé un Éter y una Poción para acabar de sanar las heridas que el hechizo de mi amiga no hubiese podido curar; estaba preparado para pelar al máximo de mis facultades, aunque la prioridad sería encontrar a los que portaban la otra mitad de la Llave Espada.

Tanto Lyn como Nanashi se habían adelantado hacia el agujero, preparadas para protegernos, aunque era consciente de que una vez en el vestíbulo la responsabilidad de continuar vivos sería absolutamente nuestra.

¡Que ninguno se atreva a estirar la pata, ¿me habéis oído?! Porque os perseguiré hasta el Más Allá y os obligaré a hacer tres mil flexiones y a dar trescientas vueltas a Tierra de Partida.

Me pareció ver a Nanashi sonreír ante aquel comentario, ¿o seguía alucinando?

Lo mismo os digo.

Tragué saliva, mientras echaba a correr con Freya detrás de las Maestras esperando que nos protegiesen, a pesar de que no dudaría en utilizar aquella Llave Espada para atacar a los Sincorazón que se atreviesen a ir a por nosotros o a por más compañeros.

El momento de reunirnos con todos había llegado.

****


El vestíbulo era un absoluto caos, entre tantos Sincorazón y tantos hechizos volando de un lado para otro no tenía ni la menor idea de como atravesar semejante marabunta, tuve que gritar varias veces a la par que ensartábamos Sincorazón con aquella arma para saber quienes tenían el otro fragmento de Llave; entre vociferaciones varias logré discernir a Light gritando que teníamos al ángel Nithael de nuestro lado, y como si de un salvador se tratase allí estaba la heroica figura del ángel, destrozando a todo Sincorazón que se atreviese a cruzarse en su camino.

¿Estaríamos remontando con aquella inesperada ayuda?

Tanto Freya como yo pusimos rumbo en busca de los Portadores de la otra mitad, pero las cosas en aquel infierno no eran tan fáciles como cruzar una sala en linea recta, no señor. Por poco no acabamos aplastados por culpa del brazo del titánico Sincorazón que parecía haber sido puesto en apuros, pero que todavía no caía. Varias piedras fruto de esquivar por pura suerte a aquel Coloso impactaron contra mi costado, y tuve que reprimir un quejido de fastidio mientras trataba de continuar; pero aquello no fue todo ya otro gigantesco Sincorazón al que no me apetecía catalogar en aquel momento trató de llevarnos por delante, la ayuda de la Maestra Shinju y el aprendiz Hiro que nos cubría desde la retaguardia resultó indispensable para poder esquivarlo de nuevo por los pelos.

El grito de Nadhia Hodges retumbó con fuerza en toda la sala.

¡¡Todos, este sincorazón tiene un punto débil en el pecho!! ¡¡Se abre cuando intenta lanzar un ataque!! ¡¡Hay que impedírselo!!

Me permití contemplar como brevedad como todos colaboraban, algunos con piedras como las que habíamos utilizado para romper el círculo mágico de Los Perdidos, otros a base de fuerza bruta o hechizos y en gran mayoría aquella especie de remontada se debía a protegerse unos a otros.

Maestros, Aprendices e incluso un Ángel luchando codo con codo... aquello parecía una de aquellas situaciones que pasarían a la historia de los libros. Historias en las que quizá se nos recordaría por hazañas como aquella y en las que quizás por primera vez, Bastión Hueco no quedaría como uno de los malvados.

Un estremecimiento global me hizo contemplar como habían logrado arrancar el brazo a aquel monstruo de oscuridad, para después modificar la estructura del Castillo del Olvido a una que impidiese que más Sincorazón entrasen y permitiendo que pudiésemos acabar con los que se habían quedado desprotegidos... ¡debían de ser los de la otra mitad de la llave! ¡Ya casi estábamos llegando a ellos! Y dicho y hecho, al cabo de pocos segundos llegamos hasta los dos aprendices de Tierra de Partida que poseían la otra mitad y a una Maestra Nanashi que parecía al borde de un ataque.

Maestra Nanashi...

Traté de alargar una mano hacia ella, pero el Guía acababa de aparecer junto a nosotros acaparando toda la atención con sus gritos.

—¡Ahora escuchadme! ¡No intentéis unirla vosotros! ¡Juntaos todo lo que podáis y preparaos para entregársela a Nithael...! ¡Cuidado!

Deja de lloriquear.

Me giré para observar como Chihiro daba un paso al frente mientras extendía sus brazos, no tenía ni idea de lo que pretendía aquella bruja pero más le valía que no fuese ninguna especie de treta porque de lo contrario estaríamos todos perdidos; un hechizo surgió de ella a toda velocidad y atravesó a cada uno de los Sincorazón dejándolos inmóviles en el acto... era nuestra oportunidad de contraatacar, aunque a saber por cuanto tiempo.

¡Ahora, estúpidos!—gritó ella.

¡Atacad a los Sincorazón! ¡Eliminadlos a todos! ¡Que ninguno pueda impedir que Nithael use la Llave Espada!

Me percaté entonces de que el ángel no estaba, por lo que lo más seguro era que se hubiese quedado fuera peleando contra toda aquella horda que tratábamos de mermar poco a poco; sin saber cuanto duraría el hechizo de Chihiro o cuando regresaría Nithael me negaba a soltar aquella mitad de Llave Espada tan valiosa, por lo que nos arrojamos sobre el Sincorazón paralizado más cercano y empezamos a atacarle hasta que se desvaneciese, utilizando aquella estrategia con todos los que pudiésemos.

Saito... —dijo Freya en medio del fragor de toda aquella batalla— Cuando se acabe todo esto, tenemos que hablar.

La miré a los ojos, asintiendo.

Lo sé Freya, pero antes tenemos que acabar con esto y volver a casa.

Mientras seguíamos luchando vislumbré como aquel Sincorazón había dejado un espacio hueco en su pecho que desembocaba en la más profunda Oscuridad. Aquel era el momento de que la aprendiza de Tierra de Partida nos había hablado, el momento en que aquel ser mostraría su punto débil.

¡¡¡AHORA!!!

Lo siguiente sucedió demasiado rápido, ya que antes de poder ver como aquella energía que expulsaban acababa de impactar contra el monstruo el destello de luz que provocó me obligo a cerrar los ojos y a apartar la vista para no quedar ciego; tras aquel lapsus lumínico, pude apreciar desde el gigante agujero que habían dejado abierto como el Coloso se tambaleaba con un boquete de la misma magnitud en el pecho.

Empezó a caer con lentitud y cuando lo hizo, no tuvimos más remedio que dejarnos arrastrar por el temblor para caer tal y como él lo había hecho, aunque con una pequeña diferencia: nosotros podíamos levantarnos todavía con relativa facilidad, y a esa mole de maldad le llevaría un rato.

Nithael volvió a la entrada, señalando el vacío de oscuridad que se extendía más allá del gigantesco Sincorazón, hacia donde sus seguidores aguardaban órdenes.

¡¡TENEMOS QUE EVITAR QUE ENTREN AL CASTILLO!! ¡DESTRUID AL COLOSO, ACABAD CON ÉL, Y LOS SINCORAZÓN SE QUEDARÁN SIN ALFA AL QUE SEGUIR! ¡DESTRUIDLE Y YO REVERTIRÉ EL CASTILLO DEL OLVIDO PARA QUE LA LUZ ACABE CON ELLOS!

No había hecho más que acabar la frase cuando entraron las bestias de oscuridad en tropel por la entrada, abalanzándose sobre aquellos aprendices que se habían quedado más cerca pero tratando de avanzar hasta otro objetivo. Sin saberlo, podía hacerme a la idea de que seríamos nosotros, los portadores de la mitad de Llave Espada que podría destruirles por completo.

Nithael voló hacia donde estábamos los cuatro aprendices encargado de proteger los fragmentos, su expresión era una curiosa mezcla de absoluta determinación y desesperanza; pero por desgracia con la llegada del ángel también se acabó el hechizo “petrificador” de la bruja de Chihiro, dejando sueltos a los pocos Sincorazón que quedaban viniendo en dirección hacia nosotros.

¡¡No les dejéis avanzar!!—gritó a todos los aprendices que estaban cerca.

Había llegado el verdadero momento en aquella guerra contra los Sincorazón, el momento de darlo todo.

Freya, démosle a Nithael nuestro Fragmento de Llave y defendámosle de todos los enemigos que vengan...

Tras que la chica respondiese, pediría ayuda a dos Maestros de Bastión Hueco o de Tierra de Partida — los que estuviesen en mejores condiciones y más cerca — para que entre todos pudiésemos acabar de defender al que sería nuestro salvador.

Creo que esto te pertenece —le entregaría entonces aquella mitad de Llave Espada al ángel y le ofrecería mi ayuda y la de mi compañera para acabar de juntarla, aunque lo más seguro era que no la necesitase y se las pudiese apañar él solo para manejar la Llave Espada completa.

Si tal y como pensaba no necesitaba de nuestra ayuda y después de entregarla aquella mitad, invocaría mi Llave Espada y defendería a Nithael de cualquier Sincorazón enemigo que se acercase, utilizando la habilidad Explosión de Oscuridad hasta dos veces si veía que no podía zafarme de ellos mediante ataques físicos o la ayuda de otros compañeros.

Si lográbamos hacer retroceder a aquellos sedientos de corazones y mi ayuda fuese prescindible, no dudaría en ir a ayudar a alguno de los aprendices que estuviesen cargando aquellas piedras para atacar al Coloso.

Quizá aquella fuese la última oportunidad que tuviésemos, no me importaba jugármelo todo.

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Siento que el post haya quedado tan largo, pero tenía que adjuntar lo de la ronda anterior también uwu Pero las acciones de Saito en esta ronda son:

—Pedir ayuda a los Dos Maestros que estén en mejores condiciones de ayudar para defender a Nithael.

—Entregarle a Nithael la Mitad de Llave Espada que sostiene con Freya y ofrecer su ayuda para juntarla por si el ángel la necesitase.

Pero como seguramente no la necesite lo que Saito hará después es:

—Ponerse como "defensa" ante los Sincorazón que vengan a atacar a Nithael utilizando la Llave Espada y dos veces la habilidad Explosión de Oscuridad.
Explosión de Oscuridad (HM) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 13] Crea una bola de oscuridad de tamaño medio, la cual se divide en otros 3 orbes más pequeños que explotan simultáneamente.

—Como última acción y solo si la ayuda de Saito ya no es tan necesaria, irá a ayudar al que tenga más cerca para cargar las piedras que se disparen contra el Coloso.
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Re: Ronda 29

Notapor Marioxulo » Lun Oct 12, 2015 11:48 pm

Aquello era un completo caos. Decenas de sincorazón nos atacaban incesantemente, mientras el Alfa iba poco a poco perdiendo energía. Como no iba a ser gran cosa atacando, decidí que lo mejor era quedarse atrás, ayudando a los maestros. Logré que una peligrosa bola enorme de fuego impactase con uno de los allí presentes, pero no hubo tiempo para dar las gracias: aquello era una lucha sin cuartel.

Sin embargo, un enorme estruendo llamo mi atención. Las paredes que rodeaban el brazo del alfa habían sido modificadas por completo, usadas para que de estas surgieran unas enormes lanzas de piedra que cortaron por completo el brazo del Alfa.

Pero no todo acabo ahí. De golpe, todos los sincorazón quedaron congelados de golpe. Nithael aprovechó entonces y, rodeado de sincorazón, se hizo paso como si nada hacia el coloso. Este intentó derribarlo, pero NIthael era demasiado rápido: le alcanzó el hombro, y este comenzó a cargar energía. Entonces aprovecharon para dispararle con los rayos de las piedras. Una explosión de luz nos cegó a todos. Cuando pudimos ver, el Alfa tenía un enorme agujero en su pecho, y caía hacia atrás. Nithael volvió para recoger los fragmentos de la Llave Espada, y los sincorazón fueron librados de su embrujo. Se abalanzaron sobre nosotros y Nithael. Pero no podíamos permitir que se acercasen.

Me puse junto a Nithael, y saqué la piedra que me había guardado antes. Aun no la había utilizado, pero no encontraba un momento mejor que este. Me puse a cargar la energía de esta, aunque nadie viniese a ayudarme, y dispararía contra el primer sincorazón que se acercase demasiado al ángel. Después de esto, no me quedaría más que defenderlo con mi llave espada.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor RedXIII » Lun Oct 12, 2015 11:54 pm

El aprendiz alzó el arma y se pegó a sus compañeros, que se juntaron con el extraño ángel que había por ahí.

Preparaos — Dijo el aprendiz mientras se colocaba de rodillas para apuntar mejor, su moguri se colocó al lado y preparó su látigo para atacar a los extraños seres y defender a Hiro.

Sí vais a coger los cristales, cogedlos ya — Ordenó mientras disparaba dos balas al enemigo más cercano que tuviera —Si vais a defender, no os pongáis en medio.

¿No le recuerda esto al campamento?

Ojalá no me lo recordara — cargó el arma y disparó tres balas.

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Hiro y Goei se quedan atacando a la primera cosa que se acerque a Nithael o a los que defienden
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Crystal » Lun Oct 12, 2015 11:54 pm

Lo sé Freya, pero antes tenemos que acabar con esto y volver a casa.

Cuenta con ello.

¡¡¡AHORA!!!

Una gran luz emergió de algún lado de la sala, provocando que Freya tuviese que apartar la vista con rapidez si no quería quedarse ciega. Cuando pudo volver a mirar, pudo contemplar un espectáculo casi de película; el Coloso había caído tras muchos ataques por parte de todos. Y la aprendiz y todos los demás también cayeron a causa del gran temblor.

Sin embargo, aquello no había terminado. El Coloso volvía al ataque.

¡¡TENEMOS QUE EVITAR QUE ENTREN AL CASTILLO!! ¡DESTRUID AL COLOSO, ACABAD CON ÉL, Y LOS SINCORAZÓN SE QUEDARÁN SIN ALFA AL QUE SEGUIR! ¡DESTRUIDLE Y YO REVERTIRÉ EL CASTILLO DEL OLVIDO PARA QUE LA LUZ ACABE CON ELLOS!

Aquellas bestias de oscuridad arrasaron con los aprendices que estaban más cerca de la entrada, intentando de avanzar más allá de ellos. Estarían acabados si lograban alcanzarles.

Nithael se acercó a ellos con determinación, pero la ruptura del hechizo de Chihiro provocó que los Sincorazón que aun quedaban dentro del Castillo, se abalanzasen sobre él.

¡¡No les dejéis avanzar!!—gritó a todos.

Freya miró a todos lados, confundida. Tenía miedo de dar un paso y que fuese erróneo.

Freya, démosle a Nithael nuestro Fragmento de Llave y defendámosle de todos los enemigos que vengan...

E-Está bien —La idea de seguir a Saito no era tan mala, así que aceptó sin pensárselo mucho—. Vamos.

Saito se encargó de pedir ayuda a algunos de los Maestros más cercanos para ayudarlos a defender a Nithael. Entretanto, se acercaron al susodicho para entregarle su fragmento.

Creo que esto te pertenece —Le entregaron la mitad de la Llave Espada al ángel.

¡Nos encargaremos de ayudarte!

Probablemente no necesitase mucha ayuda de ellos, pero Freya sentía la necesidad de aclararlo y ofrecerse por si las moscas.

La aprendiza se limitaría a usar sus dos pistolas como siempre, evitando que los Sincorazón se acercasen. Si veía que alguien necesitaba su ayuda, no dudaría en dejar aquello e ir corriendo a socorrer a quien lo necesitase. Cuando lo viese oportuno, usaría un par de Balas Oscuras.

Miró su muñeca y observó la pulsera que no había podido usar con Aaron batallas atrás. Sabía que ahora era el momento oportuno.

Era hora de jugar.

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Acciones de Freya:

—Entregarle a Nithael la Mitad de Llave Espada que sostiene con Saito y ofrecer su ayuda para juntarla por si el ángel la necesitase. copiado descaradamente de Hssora, sí

—Defender a Nithael disparando a los Sincorazón con balas normales. Si es necesario, Freya usará Balas Oscuras.
Bala oscura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 5; Puntería: 3]. Disparo de oscuridad que al impactar contra el objetivo le provoca daños afines a Oscuridad. Consume una bala.

—Como no se contó el uso de la pulsera con anterioridad, Freya decide usarla en esta ronda para potenciar sus acciones o hacer lo que sea que haga la pulsera.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Kairi » Mar Oct 13, 2015 12:25 am

Kairi sostenía la piedra con todas sus fuerzas, aun sabiendo que sus dedos le ardían. Los rayos de todas las piedras juntas impactaron en el pecho del Coloso, provocando una explosión de luz que la cegó.

Cuando pudo ver de nuevo, el Coloso estaba inclinado hacia atrás con un enorme agujero en el pecho. ¿Lo habían derrotado? Varias flechas de luz hicieron que terminara de caer al suelo.

Pero volvió a intentar levantarse. Era más duro de lo que creía. Otro ataque de las piedras bastaría para derrotarlo, pero Kairi tenía las manos quemadas, con un dolor insoportable e imaginaba que los demás también.

- ¡¡TENEMOS QUE EVITAR QUE ENTREN AL CASTILLO!! ¡DESTRUID AL COLOSO, ACABAD CON ÉL, Y LOS SINCORAZÓN SE QUEDARÁN SIN ALFA AL QUE SEGUIR! ¡DESTRUIDLE Y YO REVERTIRÉ EL CASTILLO DEL OLVIDO PARA QUE LA LUZ ACABE CON ELLOS!

Debía volver a usar la piedra, de modo que usó Cura en sus manos para que, si no se curaban del todo, al menos dejaran de dolerle.

Volvió a coger la piedra y apuntó de nuevo al pecho del Coloso. Miró a los que sostenían las otras piedras para sincronizarse con ellos y disparar a la vez.
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Gracias Aru :D
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I love you Red ^^
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor LightHelco » Mar Oct 13, 2015 12:26 am

Gracias —dije simplemente apartando la mirada cuando Diana derrotó a las Neosombras, no quería verme distraído por su habilidad —. No le queda mucho al brazo, ¡vamos!

En algún momento lo que quedaba de la pared de la entrada se estremeció y empezó a caerse a pedazos y en esta ocasión no iba a quedarse a medias. Ilana saltó a mis brazos rápidamente y Diana me agarró apartándome a tiempo y librándonos de ser aplastados por las piedras. Entre la brusquedad del tirón y la polvareda que se iba levantando, me empecé a sentir algo mareado, pero al segundo la cabeza se me despejó… más que antes.

Ugh, gracias, Diana —le agradecí por segunda vez a la mujer permitiendo que Ilana volviera al suelo para así llevarme la mano libre a la cabeza —. No sé que ha sido eso, pero me siento raro… —ladeé la cabeza quitándole importancia para volver a la batalla.

Aunque no sería tan rápido, ya que de la pared y el techo derruidos se habían formado varias lanzas de piedra que se estaban clavando en el Coloso consiguiendo destruir finalmente el brazo. Varios aprendices se alegraron de aquello, pero no por mucho tiempo cuando los Sincorazón se abalanzaron sobre nosotros nuevamente. Usando mi magia, ataque a varios de ellos, esperando que entre Diana, Ilana y yo fuéramos suficientes para aguantar en esa zona.

Más luchar no fue necesario, cuando todos los Sincorazón dejaron de moverse al mismo tiempo. Me giré hacia el lugar donde estaban la mayoría de aprendices y vi a Chihiro usando su magia, parecía que había detenido el tiempo de todos los monstruos.

¡Atacad a los Sincorazón! ¡Eliminadlos a todos! ¡Que ninguno pueda impedir que Nithael use la Llave Espada!— se le escuchó rugir al Guía e inmediatamente hice aparecer nuevamente a Naipe Mágico para destruir a los Sincorazón.

Nithael pasó volando y atacó al Coloso con tal fuerza que lo hizo retroceder. Me quedé con la boca abierta cuando lo logró, más aun cuando al grito de Nadhia, cuatro potentes haces de luz impactaron en el pecho del demonio, cegándonos a todos momentáneamente. Cuando pude abrir los ojos, el Sincorazón gigante se encontraba inclinado frente al castillo, malherido. El ser intentó recuperarse, pero Nithael arremetió contra él con fuerza hasta que se derrumbó haciendo que todo el edificio temblara debido a su peso.

¡Si! ¡Lo logramos, Ilana! —agarré a la gatita levantándola en el aire, pero al recordar que Diana estaba al lado mío, la baje y acaricie su cabecita mirando a otro lado —. Por fin parece que nos vamos a librar de ese monstruo… El Maestro podrá descansar tranquilo.

Que equivocado estaba, quizás el Coloso estuviese en el suelo, pero aun vivía y los Sincorazón que lo seguían también y ahora que no teníamos ni techo ni paredes podían entrar sin problemas.

El ángel dio la orden de atacar y sin perder ni un segundo, lancé a Naipe Magico al aire y me monté en el tras beberme un segundo Eter. Me giré a donde Diana ofreciéndole la mano, aunque imaginaba que ella iría en su propio Glider.

¿Lista para el asalto final? Ese monstruo seguramente intente levantarse, así que si puedes atarle las manos al suelo nos facilitarías el trabajo a los que ataquemos de forma directa —miré a Ilana que estaba intentando subirse al Glider para acompañarme —. Buena suerte y gracias otra vez.

Enganchando los pies en la tabla, alcé el vuelo y me fui directo contra el Coloso, preparando un hechizo para atacar a la bestia. Ya nos habían dejado claro que el punto débil del Sincorazón estaba en el pecho y ahora con ese boquete tan grande que tenía nos sería fácil causarle daño. Agarré con fuerza la Monocromo de Kazuki, como intentando que el alma del Maestro nos apoyara en esta batalla, teníamos que ganarla, por él… íbamos a matar a ese maldito saco de oscuridad por Kazuki.

¡Esto es por el Maestro! —rugí creando dos esferas de fuego en el aire que empezaron a tomar forma de palomas, aquél era el proceso que realizaba dentro del sombrero ya que quedaba más mágico, pero a falta de este me iba a tocar desvelar el truco de las palomas explosivas.

Las aves empezaron a volar en dirección al Coloso para estamparse contra él. Con la magia que me quedaba e intentando no detenerme en mi vuelo, lancé dos Sotas de Picas también contra la zona del pecho. Ilana mientras tanto se quedaría al lado mío vigilando por si algún ataque nos daba y alguno de nosotros necesitaba curarse. Le ofrecería un Éter a la gatita en ese caso para que siguiera curando y su Guardia Familiar se mantuviera activa en todo momento, ella podía sobrevivir a una caída del Glider… que lo hiciera yo ya no lo tenía tan claro.

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Acciones de Alec e Ilana

—Alec se toma un Eter y le dice a Diana si puede retener al Coloso para que no se levante

Truco de magia: palomas blancas (HM) [Nivel 12] [Personalizada] [Requiere Poder mágico: 15, Puntería: 15, Afinidad a Ilusión] Alec invoca la ilusión de dos pequeñas palomas desde su sombrero. Éstas seguirán al objetivo marcado y explotarán al chocar con él, ocasionando daños leves.

(Se que pone lo del sombrero, pero si se me puede perdonar al ser algo estetico y no un super requisito xD)

Sota de Picas[Nivel 5][Puntería requerida: 6, Poder mágico requerido: 8]. El usuario crea dos esferas de aire del tamaño de una pelota de tenis y las lanza contra uno o mas objetivos. (x2)

Cura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 7]. Cura las heridas más leves y alivia un poco la fatiga. (las que haga falta y siempre y cuando no baje su PH de 5)

Si usa Cura, Ilana se tomara un Eter

Guardia Familiar (HC) [Nivel 5] [Requiere Resistencia 15, Velocidad 15, Reflejos 15, Habilidad: Lazo Familiar]. Habilidad pasiva que requiere que Familiar y Brujo se encuentren juntos. En el caso de que el Brujo fuese a recibir un golpe mortal, el Familiar saltaría a defenderlo recibiendo así el ataque y salvando a su dueño.

PD: Si, se que me he pasado por el forro el code del Guia, pero ya tuve bastantes lios con el durante la pruebecita de marras.
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Re: Ronda 29

Notapor Zodiark » Mar Oct 13, 2015 12:54 am

El vestíbulo era un completo caos. Desde que había llegado, no había tenido tiempo siquiera de analizar quién estaba allí y quién no, y ver quién se encontraba bien de salud o quién necesitaba cuidados médicos. Veía caras conocidas, de aquí para allá, peleando con todas sus fuerzas, mientras yo me intentaba defender como podía con mi Llave Espada.

Pero, llegado a cierto punto, todo pareció cambiar. Gracias a las piedras y a Nithael, aquella batalla tan igualada dio un giro drástico. ¿Habíamos... ganado...?

No...

El ruido de los torpes intentos del Coloso por reincorporarse me alertaron, no estaba acabado aún. Era pronto para suspirar aliviada.

Nithael descendió y se posó en la entrada, frente a todos nosotros. En medio de aquella oscuridad, adornado con aquel halo dorado, parecía más celestial que nunca. Abrí los ojos como platos. En aquel momento, tuve completa fe en él, por alguna razón viendo aquella imagen, comprendí que sería él quien nos salvaría de aquella situación, quien nos guiaría en aquella dura batalla. Que decía la verdad cuando aseguraba que protegería Tierra de Partida con todas sus fuerzas. Para mí, se convirtió en todo un ejemplo a seguir en ese preciso instante.

¡¡TENEMOS QUE EVITAR QUE ENTREN AL CASTILLO!! ¡DESTRUID AL COLOSO, ACABAD CON ÉL, Y LOS SINCORAZÓN SE QUEDARÁN SIN ALFA AL QUE SEGUIR! ¡DESTRUIDLE Y YO REVERTIRÉ EL CASTILLO DEL OLVIDO PARA QUE LA LUZ ACABE CON ELLOS!

Asentí con la cabeza y observé al Coloso. Tenía mi energía al completo, y aquel horrible monstruo estaba más débil que nunca. Tenía que haber algo que yo pudiese hacer para acabar con él y no quedarme atrás, limitándome a sanar a los heridos. ¿Pero qué? Mi magia ofensiva era mi punto débil, y poco podría hacer con la Llave Espada.

No voy a correr, no voy a escapar más. No me quedaré atrás. Quiero ser una Maestra, proteger aquello que me importa, encontrar a mi abuelo, y también quiero luchar por no morir. Pero esta vez sin miedo, sino con valor y fuerza.


Aquellas palabras cruzaron mi mente, y me hicieron reaccionar. Nithael y todos los demás estaban haciendo todo lo posible para acabar con aquella situación, y yo estaba allí parada sin hacer nada, pensando en qué podía hacer una inútil como yo.

¿Qué demonios estás haciendo, Maya...? —murmuré, pensando en voz alta— ¡Reacciona!

¡También hay que cargarse al gigante, no lo olvidéis! ¡Que alguien me ayude que yo sola no puedo con esta cosa! —La voz de Nicoxa, que estaba cerca de mí, llegó a mis oídos.

Me giré y observé a la chica. Suspiré aliviada al ver que se encontraba a salvo y me fijé en que agarraba en sus manos una de las piedras, que pronto reconocí como la que había usado anteriormente junto a Light, que se había marchado. Sí, definitivamente intentar rematar al Coloso con el inmenso poder de las piedras parecía una buena idea. Había sido testigo hacía unos minutos de tal poder, sabía que otro rayo de luz como aquel le debilitaría mucho más.

Colibritany, la inseparable amiga de Nicoxa, corrió junto a ella y no tardó en cargar la piedra de energía junto a su compañera.

Necesitaremos a más de dos para que haga pupa. ¡Que alguien más se nos una, porfa!

¡Os ayudaré! —exclamé acercándome a toda velocidad hacia ellas, quitándome los guantes y guardándolos en un bolsillo por el camino.

Antes de posar las manos sobre la piedra, apunté con las palmas a las dos chicas y les apliqué un hechizo Revitalia. Acto seguido, me coloqué una mano en el pecho y utilicé otro Revitalia sobre mí misma.

Esto nos ayudará a mermar el daño que nos pueda causar cargar la piedra de energía —comenté, colocando por fin mis manos desnudas en la poderosa piedra y concentrando toda mi energía allí.

Clavé mi mirada en el Coloso, preparada para poner toda la carne en el asador, y sonreí, confiada. Había dicho que no huiría, que no me quedaría nunca más atrás, y yo misma había reconocido que había actuado de forma cobarde para salvar mi propia vida ante El Guía. Pero ahora estaba arriesgándola para cargar aquella piedra de energía y salvar a Tierra de Partida y a toda la Orden. A pesar del miedo que me provocaba el dolor infernal que pudiera causarme aquella piedra, me sentía bien, como si me hubiese quitado un gran peso de encima. Sentí mi pecho más ligero, sabía que había sido fiel a mí misma y había cumplido mi promesa, y que, allá donde estuviesen, mis familiares estaban orgullosos de lo que estaba haciendo.

Pero era pronto para cantar victoria. La sonrisa de mi cara se borró para dar paso a una expresión seria y decidida, y retiré la vista del Coloso para dirigirla a la piedra. Entonces, apreté dientes y dedos con fuerza y dejé que todo mi poder fluyera hasta mis yemas y, desde allí, hacia aquella roca.

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Maya utiliza tres Revitalias en total para intentar minimizar los daños provocados por la piedra: uno en ella misma, uno en Nicoxa, y uno en Colibritany, gastando 21 PH en total, quedándose a 13 PH.

Acto seguido carga la piedra de Nicoxa junto a ellas dos para utilizar su poder contra el Coloso.

Revitalia (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 12]. Recupera al personaje algo de vitalidad gradualmente, más que Cura, durante cinco turnos.
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Ronda 30

Notapor Suzume Mizuno » Mar Oct 13, 2015 2:53 pm



Light abandonó la piedra en manos de su compañera, confiando en que le resultaría más útil, y salió disparado a defender a Nithael.

El Ojos Rojos volvió con brusquedad la cabeza hacia él cuando recibió de lleno su ataque. No tuvo tiempo para reaccionar, porque el aprendiz saltó sobre el Sincorazón y arremetió con todas sus fuerzas. De no haber sido por Gaomon, que lanzó hechizos básicos en el último segundo, la criatura habría podido sacudirse a Light de encima y apresarlo entre las mandíbulas. También tuvo que dar las gracias a Yui quien, portando la poderosa espada que le había regalado Nithael, intervino en el último segundo. A pesar de que contra los Sincorazón el arma no parecía tener tanta fuerza, su presencia sirvió para desconcertar al Sincorazón. Nikolai saltó entonces sobre su cabeza y le clavó su Llave Espada para después continuar de largo hacia la Gigasombra. Con un último golpe de Light, el Sincorazón se arqueó y comenzó a desaparecer.

Saxor, entre tanto, se ocupaba del Invencible con una lluvia de ataques que hicieron retroceder al monstruo. Luego se marchó hacia la piedra que tenía más cerca, pero Guilmon permaneció luchando en su lugar, sin dar tregua al Sincorazón. Sin embargo, había sobreestimado al monstruo, que se teleportó detrás de Guilmon y arremetió con un golpe de su pesada espada. Incluso aunque Nikolai le vio en problemas, sus ataques no fueron suficientes para detener al Sincorazón. Si no hubiera sido porque Shinju había decidido echar una mano a los defensores de Nithael, Guilmon habría acabado partido por la mitad. En su lugar, la chica le dio una patada al animal, apartándolo en el último segundo. La espada se hundió en el suelo. Shinju lanzó un hechizo contra la cabeza del Sincorazón con tal potencia que se la arrancó de entre los hombros.

Nicoxa, que no había soltado la piedra —y tuvo el acierto de ejercer un conjuro sanador sobre sí misma para que sus maltratadas manos pudieran continuar sosteniendo el objeto—, se encontró de pronto apoyada por Colibritany y Maya. La última se aseguró de que ninguna de las tres sufriría grandes daños antes de que cerraran las manos sobre la piedra y esta comenzara a extraerlas vida para cargarse. Al dividirse entre tres, fue una sensación mucho menos desgarradora.

Ryota invocó su glider e iba a lanzarse a ayudar a destruir al Coloso cuando Saeko se le acercó y le entrego un Éter. Sorprendido, el Maestro tardó un segundo en reaccionar y agradecerle el gesto con una breve sonrisa.

Gracias, Saeko. No lo desperdiciaré.

Maestro…. Voy a salir fuera para disparar la piedra contra el Alfa. Si nos dividimos los sincorazón harán lo mismo, y tendremos más posibilidades de ganar terreno.

Ryota asintió pero respondió con severidad:

Concéntrate en el Coloso. Si necesitas ayuda, yo te ayudaré a disparar. Todavía tenemos un minuto antes de que lleguen los Sincorazón.

Y, sin perder tiempo, salió disparado hacia el cielo. Saeko buscó a Shinju con la mirada, pero no la encontró: la chica había salido corriendo junto a Akio a ayudar a defender a Nithael.

Hana decidió salir con Saeko para destruir de una vez por todas al Coloso. Las dos aprendices salieron disparadas hacia el cielo. Allí varios Maestros, entre ellos Ryota, Lyn, Ariasu, Nanashi y Rebecca gastaban sus últimas gotas de magia contra el Coloso en un intento de destruir su núcleo para siempre.

Pero ellas sabían bien que lo que destruiría al Coloso no serían ataques normales. Cerraron las manos sobre la piedra y comenzaron a cargarla. Entonces, quizás para sorpresa de ambas, Ryota se situó entre las dos y se unió a ellas. Miraba con una inquina y un odio casi físico al Coloso.

Abajo, en la entrada del Castillo, Alec dijo:

¿Lista para el asalto final? Ese monstruo seguramente intente levantarse, así que si puedes atarle las manos al suelo nos facilitarías el trabajo a los que ataquemos de forma directa.

Diana miró al Coloso, soltó una risa sarcástica y dijo:

No creo que pueda retenerlo del brazo más que unos segundos, pero lo intentaré.

Buena suerte y gracias otra vez.

Diana asintió con la cabeza y echó a correr al frente. Se plantó no muy lejos del Coloso, respiró hondo y su cuerpo se vio envuelto en un aura verdosa. Cuando Alec comenzó a disparar sus palomas blancas, el Coloso intentó atraparlo con una mano. En ese momento Diana activó sus enredaderas y con un rugido levantó una pequeña selva que atrapó la muñeca del gigante. Las plantas comenzaron a estallar ante la presión, pero sirvió para que Alec pudiera lanzar un último ataque antes de la zarpa del monstruo lo alcanzara. Aun así rozó su glider y él e Ilana dieron varias violentas vueltas de campana que les hicieron bastante daño antes de recuperar el equilibrio del glider.

Diana resopló e invocó otra avalancha de plantas, pero tuvo que retroceder cuando el pie del Coloso fue tras ella.

Ya casi estaba completamente sentado y se esforzaba por levantarse.

Entre tanto…

¡AQUÍ, NITHAEL!

El ángel descendió en picado hacia ellos, extendiendo las manos y aterrizó con brusquedad. Casi se los llevó por delante con las inmensas alas. Jadeando, aferró la Llave Dorada de manos de Makik y Keiko y se volvió hacia Saito.

Creo que esto te pertenece.

¡Nos encargaremos de ayudarte!

El ángel asintió con la cabeza y tomó el otro fragmento. Su rostro se contrajo en un rictus de dolor y la sangre le huyó del rostro.

Verse liberados de la monstruosa presión de las Llaves Espadas fue como quitarse un peso gigantesco. Daba la impresión de que fueran ligeros como plumas y pudieran echar a volar. Los sonidos se volvieron mucho más claros y fue como si una garra que no sabían que estaba ahí, aferrándoles por el cuello, se desvaneciera. No había tiempo, sin embargo, para disfrutar de aquellos instantes de libertad. Malik se arrojó al frente contra la Neosombra. A pesar de no tener magia, gracias a su fuerza y al apoyo de Keiko, pudo obligarla a retroceder sin demasiados problemas. Saito, por su cuenta, echó una mano contra la Gigasombra. Los ataques de Freya se incrementaron en gran medida cuando disparó contra el mismo Sincorazón. Por desgracia, la magia que le quedaba no le dio para utilizar su habilidad, por lo que tuvo que conformarse con balas normales y corrientes. Lyon también gastó toda su magia contra una de las Gigasombra a la vez que las balas de Hiro y Goei le atravesaban la enorme cabeza. Fue suficiente para destruirla pero… Quedaba otra, que tomó impulso para arrojarse sobre ellos. Justo cuando parecía que este se los iba a llevar por delante. Akio soltó un grito de guerra y lo atravesó con la Llave Espada. Al instante siguiente, Shinju apareció tras ella y la cortó en dos mitades con un alarido a la vez que Malik y Keiko eliminaban a la Neosombra.

El vestíbulo había quedado despejado. Jadeantes, Shinju y Akio se miraron y, tras unos instantes, alzaron la barbilla y se apartaron la mirada.

Vamos, Nithael. Puedes hacerlo. ¡Concéntrate!

Si se daban la vuelta verían que Nithael había juntado las dos Llaves y se estremecía entre terribles espasmos mientras las plumas de sus alas se erizaban. El ángel soltó un gemido desgarrador. Chispas de luz blanca y negra salían disparadas de la Llave Espada, que intentaba fusionarse pero temblaba y parecía despedir un calor inmenso. El Guía se inclinaba a su lado, susurrándole, animándolo sin tocarlo.

No… Me está… recha-zando

¡¿Es que vas a abandonar a toda esta gente?! ¡Dependen de ti, Nithael! ¡Si no haces esto tú, morirán todos! ¡Y no quedará ninguna Tierra de Partida que proteger, ni ningún recuerdo que perdonar!

Nithael abrió mucho los ojos y mascullo con la boca crispada:

No. Esta vez no.

Gritó y presionó las Llave Espada la una contra la otra y hubo un pequeño estallido de luz cuando volvieron a fusionarse en una.

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Lívido y tembloroso, Nithael se giró. Tenía los ojos inyectados en sangre y los labios tan blancos que parecía que fuera a caerse redondo de un momento a otro. Alzó la Llave Espada y apuntó a la destruida entrada.

Y, de pronto, las enredaderas de Diana se volvieron más gruesas y resistentes. El suelo tembló bajo el Coloso cuando vomitó enredaderas y raíces que lo atraparon por los tobillos y la muñeca. Nithael gritó y estuvo a punto de caer de rodillas, pero se obligó a mantenerse en pie, haciendo equilibrio con las alas. De un ojo le resbaló una lágrima de sangre. Con las mandíbulas tan apretadas que casi no podía vocalizar, les ordenó:

Marchaos fuera. ¡Rápido!

Su tono no daba lugar a discusiones.

¡Un momento! —exclamó el Guía cuando estos comenzaran a obedecer.

Chasqueó los dedos y dos figuras aparecieron flotando frente a Malik y Light, los más fuertes del grupo: Yami y Alexis. Las dos tenían los ojos cerrados y estaban cubiertas de heridas. Comprobarían que Alexis no tenía pulso —si se molestaban en tomárselo— mientras que Yami sí.

¡Lleváoslas o se quedarán aquí encerradas!

Y os… olvidáis… A unos cuantos… más.

Nithael realizó un gesto con la Doble Llave Espada y, en la entrada, aparecieron flotando otros tantos aprendices. Los recuerdos sobre ellos —al menos, quienes les hubieran conocido— volvieron a los presentes como un tortazo: Enok, Lastic, Gata, Bavol. Todos habían fallado en sus pruebas y se habían sumido en el Olvido.

Pero parecía que Nithael, ahora en posesión del Castillo del Olvido, tenía la potestad para hacerlos volver. El Guía sonrió de lado. Era imposible saber si pretendía invocarlos por sí mismo, si no podía hacerlo o si simplemente se había olvidado de ellos, como todos los demás. En cualquier caso, no protestó ni impidió que se los llevaran fuera.

Acompañó a los aprendices hacia la salida, mientras Nithael apuntaba hacia la Puerta Dorada. De la punta de su doble Llave Espada salió un rayo de luz que emitió un delicado sonido cristalino. Cuando llegaron a la entrada, el Guía se detuvo y esbozó una sonrisa blanca y clara. Realizó una floritura con una mano y les dedicó una reverencia.

Ha sido un placer conoceros. Con suerte, no volveréis a verme nunca. No, más bien he de pediros que os aseguréis de que, al menos en vuestra generación, yo no tenga que volver a aparecer otra vez. Proteged Tierra de Partida. Cueste lo que cueste. —El Guía se detuvo un momento y pudieron ver que parecía preocupado. Miró a Saito, Freya, Hiro y Lyon—. A algunos os he preparado para lo que os espera, pero dudo que sea suficiente.

»No os dejéis engañar ni bajéis la guardia. Los monstruos son muy distintos a las Reminiscencias.

Se despidió entonces con un gesto. Una voluta de luz apareció junto al oído de Malik y musitó:

Cuídate, viejo. Y despídete por mí de Hana. Dile que las palabras que oyó al despertar no eran un sueño.

Con un tañido cristalino, la Puerta de Oro, que daba al corazón del mundo, se abrió hacia el interior y Nithael la franqueó a la carrera.

En ese momento, a un grito de Ryota, los cuatro rayos se activaron una vez más.

El Coloso, que trataba de librarse de las ataduras que le había impuesto Nithael, alzó los ojos, que reflejaron la luz que le llegaba desde distintos puntos: el cielo, donde Lyn y Simbad habían vuelto a formar equipo para cargar su piedra; más arriba, con Ryota, Hana y Saeko, cuyo rayo fue el más poderoso de todos. Y dos desde abajo, donde Diana corrió a ayudar a Kairi a cargar su piedra, y donde Colibritany, Nicoxa y Maya habían preparado a su vez la suya.

El Coloso consiguió, en un titánico esfuerzo, liberar su único brazo arrancando una extensión gigantesca de tierra y cubrirse el agujero.

Pero los rayos lo atravesaron de parte a parte igualmente. La inmensa criatura se arqueó con lentitud, a cámara lenta, y comenzó a caer hacia atrás. No llegó a tocar el suelo. Una ola de oscuridad salió despedida de su cuerpo y lo envolvió todo.

¡¡AHORA!! —gritó el Guía.

Desde el interior del Castillo del Olvido, Nithael alzó la Llave Espada. A pesar del dolor, en su mirada había un alivio inconmensurable y una sonrisa le curvó los labios.

Esta vez…

Fuera, la horda de Sincorazón rodeó a los aprendices y Maestros en un cerco de oscuridad que se cerraba por segundos. Venían de todas partes: descendían del cielo, cruzaban el puente que llevaba hacia lo desconocido, trepaban por los lados de la isla flotante y se arrastraban rápidamente hacia la entrada del Castillo. Corrían hacia ellos con los brillantes ojos dorados ansiosos de acabar con esos Corazones que brillaban tanto.

Se acabó.

Nithael disparó.

Y la luz lo envolvió todo. Estalló desde la Puerta de Oro, salió por la entrada destruida, por los ventanales, por los mismos muros del Castillo del Olvido. Barrió la oscuridad que había infectado sus estancias y, con un rugido que, por un instante, pareció el de miles de voces, impactó contra los Sincorazón.

****


Lo primero que notaron fue el olor de la hierba. Lo segundo, el frío del viento que les azotaba el cuerpo. Después escucharon el trino dubitativo de un pajarillo en la distancia. Por último, la calidez del sol en sus pieles.

Cuando los ojos de los aprendices dejaron de parecer teas ardientes y fueron capaces de despegar los párpados, se encontraron —bien volando, bien a pie— a las puertas de Tierra de Partida.

Las mismas brechas y heridas que el Coloso había causado sobre el Castillo antes de que este se transformara en el Castillo del Olvido continuaban ahí. Las cadenas se habían venido abajo.

No había ni rastro de Sincorazón. La luz los había eliminado a todos. Definitivamente, el Castillo del Olvido había sido creado para protegerse de una forma u otra de la oscuridad.

Los Maestros de ambos bandos que estaban en el cielo descendieron con sus gliders. Se miraron unos a otros con alivio, pero demasiado cansados para felicitarse. Rebecca, al ver a Yami, echó a correr hacia ella con cara de horror. Ryota, por su parte, tras palmear el hombro de Saeko y asentir en dirección a Hana, fue a ocuparse de Alexis. Lyn soltó un gruñido a Simbad, musitando un «lo has hecho bien» mientras que Diana, con una sonrisita, le daba una palmada en la espalda a Kairi y marchaba con paso cansino. A Saeko no se le pasaría la mirada que le dirigían tanto Lyn como Nanashi.

Entonces, las puertas de la entrada gimieron y se abrieron con lentitud.

Sosteniendo a Nithael, al que se había pasado un brazo por los hombros y aferraba por la cintura, Ronin salió con un resoplido de esfuerzo y se quedó clavado en el suelo al verlos a todos. Se fijó en especial en Ryota, poniéndose en guardia. El Maestro de Bastión Hueco, que se había arrodillado y trataba de despertar a Alexis, a la que sostenía en brazos, le devolvió una mirada serena.

Por un momento, pareció que Ronin fuera a lanzarse al frente. Después vio que Bastión Hueco y Tierra de Partida estaban entremezclados, pero no peleando entre sí. Cruzó una mirada con Lyn, que meneó la cabeza. Ronin se relajó un poco. Tras superar la sorpresa inicial, esbozó una sonrisa desconcertada y dijo:

¿Y esas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica qué está pasando aquí y de dónde ha salido este…?

Ryota esbozó una sonrisa amarga.

*


Nithael estaba exhausto después de haber devuelto Tierra de Partida a la normalidad, pero tuvo la suficiente presencia de ánimo para sentarse en la escalinata y ofrecerse a curar a los que se encontraban más graves. Gracias a sus cuidados, Yami logró recuperar la conciencia, aunque estaba demasiado débil para moverse. Los Maestros se distribuyeron entre los aprendices para repartir vendajes, cerrar heridas y responder las preguntas que estuvieran en su mano. Alexis terminó por despertarse y empezó a gruñir por su cuello destrozado, jurando entre dientes que iba a matar a «esos cabrones». Suerte para los responsables que estaba demasiado aturdida para buscarles. De momento.

Todos los objetos que habían obtenido dentro del Castillo del Olvido se habían desvanecido, incluyendo la carta que Alec guardaba en uno de sus bolsillos. Los efectos también se vinieron abajo, por lo que quienes tenían habilidades o armas selladas se encontraron con que tenían de nuevo acceso a ellos. Lo único que parecía mantenerse, aunque no por mucho tiempo, era el frasco que contenía los recuerdos de Alec. Quedaba en su mano librarse de él o recuperar las memorias que había decidido olvidar. De una forma u otra, el contenedor desaparecería y, con él, los recuerdos,

Chihiro estaba sentada en la escalera, alejada de Nithael y vigilada por Nanashi y Ryota. Ronin hablaba con este último en voz baja, explicándole la situación.

Entonces el Maestro de Maestros palideció y retrocedió un paso.

Qué...

Ryota bajó la mirada y asintió una única vez. Ronin se tambaleó y tuvo que sentarse en un escalón, cubriéndose el rostro con una mano.

Kazuki no... No puede ser…

Chihiro miró de soslayo a Ronin, pero no dijo nada. Parecía demasiado cansada para moverse o incluso para sentirse triste. Tarde o temprano, la gente recordaría que estaba allí y el papel que había jugado.

Y sólo los aprendices tenían la posibilidad de decidir qué sucedería a partir de ahora.


Spoiler: Mostrar
Lo primero de todo, quiero pedir disculpas. Al parecer Kairi, Simbad y Lyon cogieron cada uno una piedra (aunque creemos haber especificado que sólo había dos) y cada uno actuó independientemente de los demás compañeros. Debido a que la actuación de la piedra era básica en la ronda anterior y que Lyon decidió guardársela en su bolsillo, su acción ha quedado invalidada por el post que realicé sin darme cuenta. Así que en esta ronda no tiene piedra con la que atacar. Esto es un problema de organización por parte de todos, aunque habría preferido que lo solucionarais por vuestra cuenta al poder comunicaros por mensaje privado o por skype. Por eso y sólo esta vez he decidido manejar a Lyon para hacer que ataque con su magia. Habría hecho que colaborara con otro personaje para usar su energía con el Coloso, pero como decidió quedarse a defender a Nithael me ha parecido la salida más lógica.

Por lo demás, esta es la última ronda para vosotros aquí la pringada todavía tiene que escribir las escenas finales así que os señalo unas cuantas cosas:

1) Debéis dar las piedras a los Maestros. Si no lo hacéis, ellos se ocuparán de recuperarlas.
2) Saeko —o cualquiera que sepa de la existencia del Libro de Zephyr— ha decidir qué hacer con el mismo. No vale quedárselo o esconderlo. Acabará en manos de un bando u otro.
3) Para cualquier cosa que queráis decir o hacer es el momento. También tened en cuenta que sois muchos y aunque intentaré que se os respondan a todas las dudas, limitaré las acciones de los NPC si se me hacen varias veces las mismas preguntas.
4) Os recuerdo que TdP y BH siguen en guerra. Está en vuestras manos acabar con esa situación.
5) Fijaos en que he adelantado la hora límite para poder ponerme a escribir antes. No os quedéis fuera por un despiste, que sigue contando para la puntuación final.


Por último: NO, NO HEMOS LLEGADO A UN AÑO. ASTRO, YA ESTÁS APOQUINANDO.

Cualquier duda, no dudéis en consultármela por privado.


Spoiler: Mostrar
Light
VIT: 50/54
PH: 0/40

Gaomon
VIT: 36/36
PH: 0/20

Nikolai
VIT: 20/26
PH: 0/18

Maya
VIT: 32/34
PH: 11/32

Nicoxa
VIT: 30/32
PH: 2/10

Alec
VIT: 18/22
PH: 6/30

Ilana
VIT: 28/30
PH: 6/20

Keiko
VIT: 10/12
PH: 9/14

Malik
VIT: 35/64
PH: 7/26

Saxor
VIT: 30/50
PH: 1/34

Guilmon
VIT: 11/30
PH: 0/14

Yui
VIT: 4/6
PH:2/4

Colibritany
VIT: 14/14
PH: 0/8

Hiro:
VIT: 18/28
PH: 0/28

Goei:
VIT: 18/18
PH:5/10

Simbad:
VIT: 8/24
PH: 11/22

Lyon:
VIT: 10/20
PH: 0/8

Freya:
VIT: 12/28
PH: 4/16

Saito:
VIT: 44/50
PH: 4/22

Hana

VIT: 34/40 [+2 Anillo Coraza]
PH: 32/32

Saeko
VIT: 36/40
PH: 14/26

Gengar
VIT: 58/58
PH: 0/20

Kairi
VIT: 15/22
PH: 5/20

Nadhia
VIT: 41/50
PH: 38/38


Fecha límite: viernes 16 de octubre a las 22:00
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¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

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Suzume Mizuno
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor James Bond » Mar Oct 13, 2015 6:36 pm

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Keiko Theme: Don´t Stop


Keiko y Malik, finalmente acabaron entregando su trozo de la Llave a Nithael, el ángel guardián que descendió hasta su posición desde los cielos. En el momento que Kei soltó la Llave, sintió que su cabeza se despejaba, todo se volvía mucho más claro. La joven agitó la cabeza cual perro para quitarse el agua.

De modo, que gracias a que el ángel se iba a ocupar ahora de portar las llaves, la muchacha decidió optar por un rol más de apoyo. Curó a Malik mientras este lograba apartar y eliminar a una Neosombra que osó cortarles el paso. Cuando la muchacha miró, comprobó que el vestíbulo había quedado despejado. Solo quedaba destruir al Coloso y que Nithael emplease el poder de las dos Llaves Espada para revertir el Castillo del Olvido a Tierra de Partida.

Con los ánimos del Guía, y su propia determinación, Keiko vio como finalmente Nithael logró unir los dos trozos en uno solo. El ángel entonces les ordenó que se marcharan, aunque el Guía los detuvo cuando la joven aprendiza trató de poner los pies en polvorosa.

Entonces, el cuerpo de la Maestra Yami, así como el de una chica de Bastión Hueco, y aprendices de ambos bandos fueron otorgados a los allí presentes, pues si se quedaban en el Castillo del Olvido jamás podrían volver.

Finalmente, el Guía se despidió de ellos, esperanzado de que no volvieran a verse, no al menos mientras la generación actual de aprendices estuviesen vivos. Keiko concordó con él, no le apetecía volver a pisar el Castillo otra vez en una buena temporada.

Ese fue el momento en el que un rayo de luz surgió de la Llave que portaba Nithael envolvió todo y junto a las piedras que los otros aprendices estaban usando contra el Coloso, finalmente lograron acabar con el. Todo había acabado...



---



Keiko bajó las escaleras y se dejó caer en la hierba de Tierra de Partida cuando comprobó que habían vuelto todos... o casi todos. Kazuki había muerto, y seguro que muchos de sus aprendices siquiera sabían que le había pasado al Maestro. Ella desde luego, no era quien para dar tan triste noticia.

Las puertas del Castillo se abrieron, provocando que la aprendiza dirigiera alli su mirada, y el Maestro Ronin, el auténtico, junto a Nithael, apareció frente a todos. El Maestro de Maestros dirigió una mirada al líder de Bastión Hueco, y tras un rato dijo:

—¿Y estas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica que está pasando aquí y de dónde ha salido este?— en clara referencia a Nith.

Keiko esbozó una sonrisa, realmente necesitaba distraerse de la manera que fuera de todo lo que había pasado y cuando vio que los líderes de ambos bandos comenzaron a hablar, fue a buscar a Light y a Malik.

Estuviese donde estuviese el primero, la joven le dedicaría una leve sonrisa y le diría:

Gracias por tu ayuda, Light. No creo que pueda pagarte toda la ayuda que nos has prestado en el laberinto y en la prueba final contra Nithael... Si necesitas ayuda algún día... puedes contar conmigo.

Dicho eso, haría una reverencia e iría a buscar a Malik, quien había ayudado a Keiko a soportar la carga de la Llave Espada.

Malik, gracias. Muchas gracias por ayudarme a cargar esa Llave. Seguramente yo sola no habría podido llevarla. Si necesitas alguna vez ayuda en lo que sea... contacta conmigo, ¿vale?

Con esas palabras de agradecimiento, la aprendiza dirigió su mirada a los líderes de ambos bandos, luego a los maestros y después a los aprendices. ¿De verdad iban a seguir en guerra? ¿Después de todo lo que habían pasado juntos en el Castillo del Olvido? Puede que Tierra de Partida y Bastión Hueco tuvieran ideologías diferentes pero al fin y al cabo, seguían siendo la Orden de la Llave Espada. Además, si los sincorazón habían logrado invadir Tierra de Partida... ¿quién no decía que serían capaces de hacer lo mismo con los de Bastión Hueco? No quería que nadie más perdiese a alguien querido.

Tomó aire, se puso al frente de todos y comenzó con su discurso.

¡Escuchadme! ¡Todos! Después de lo vivido a día de hoy... ¿de verdad seguís viendo necesaria una guerra entre nuestros dos bandos? Creo que lo sucedido deja bastante claro que no. Puede que Bastión Hueco y Tierra de Partida tengan mentalidades diferentes, lo sé. Pero... ya lo habéis visto. No hace falta que nos matemos entre nosotros cuando un ejército sincorazón puede invadir nuestras bases y casi acabar con ellas. Esta guerra no hará sino facilitar la victoria de estos seres sobre nosotros. No cometamos el error de estar divididos. Sé que no será fácil que ambos bandos logren la paz tan repentinamente... pero... no quiero más muertes... Perdí a mi hermano, quizá algunos le conozcáis y quizás otros no. Pero mantengo la esperanza de que siga vivo. Se lo reconocí al Guía, y lo reconozco ahora delante de todos vosotros. Me embarqué en la Orden para encontrarle. Sé que las posibilidades son mínimas... pero... ¿no es acaso la esperanza lo último que se pierde? Por favor... Maestro Ronin... Ryota... acaben con esto de una vez.

Dicho eso, Keiko se dejó caer en el suelo, esperando reacciones de la gente y llorando al recordar a su hermano... y la escena de la muerte de Kazuki.

Spoiler: Mostrar
Bueno, por mi parte creo que ya se acabó todo y me he encargado de dar el discursito para tratar de unir a ambos bandos de nuevo así que ya se lo ahorro a otro. Ha sido todo un placer rolear en este Evento Global que ha sido bastante intenso y duro (por los enemigos y algunas pruebas) pero sin dificultad no hay satisfacción, ¿no? Gracias a Sombra y Suzu por este magnífico evento y me quito el sombrero ante Suzu por tener que haberse encargado en la totalidad de las tres rutas, es sin duda un gran trabajo y seguro que ha debido ser difícil. Si pudiera dar dieces, te los daba todos.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tanis » Mié Oct 14, 2015 12:23 am

Soltar el fragmento de la Llave fue como volver a nacer, como quitarse toneladas de roca de encima, como estar a punto de ahogarse en el mar y de repente volar por los cielos, libre del abrazo mortal del agua. Hasta ese momento Malik no comprendió de verdad a qué clase de presión había sido sometido. De repente las voces y el dolor se desvanecieron y se encontró solo en una isla de paz dentro de su propia mente. Gracias a eso pudo enfocarse mejor en el combate y lanzarse a la pelea contra la neosombra. Era un sincorazón fuerte, pero tanto como para que entre él y Keiko no pudieran despacharlo. Gracias a su propia fuerza y a la magia que le quedaba a la muchacha, consiguieron derrotar a la oscuridad.

Malik derrapó por el suelo blanco del vestíbulo tras la estocada final y se detuvo por un instante a mirar en derredor. Cansado, aunque increíblemente menos que antes, observó el panorama. No quedaba muchos enemigos más…

¿Se ha terminado?

Se acercó a Keiko para asegurarse de que estaba bien y se limpió un hilillo de sangre que le resbalaba por la frente con el canto de la mano. Entonces oyó la voz del Guía.

Vamos, Nithael. Puedes hacerlo. ¡Concéntrate!

Al darse la vuelta vio a Nithael, quien había unido por fin las dos mitades del arma. El ángel se estremecía con las plumas erizadas, como el pelaje de un gato mientras decenas de chispas blancas y negras se disparaban en todas direcciones, como si quisieran unirse pero no pudieran. Malik retrocedió e hizo retroceder a Keiko con él. Sólo faltaba que todo explotara en sus narices.

Algo va mal”.

Sabía que Nithael estaba sufriendo bajo el peso de la espada, pero no podían ayudarle. No podían, ¿verdad? Malik se mordió la lengua dentro de la boca.

¡¿Es que vas a abandonar a toda esta gente?! ¡Dependen de ti, Nithael! ¡Si no haces esto tú, morirán todos! ¡Y no quedará ninguna Tierra de Partida que proteger, ni ningún recuerdo que perdonar!

No. Esta vez no.

Malik esbozó una sonrisa.

Y yo que quería matarte…

Se apartó un poco más, justo cuando Nithael gritaba y terminaba de forzar la unión de los fragmentos. El pequeño estallido de luz que siguió a esa acción le cegó durante un segundo, pero no le hizo daño. Al ver por fin la Llave completa supo que habían ganado, por fin.

Marchaos fuera. ¡Rápido!

Aquel no era un tono ni una orden a desobedecer. Iban a revertir el Castillo, no podían quedarse allí. Malik iba a echar a correr cuando de nuevo la voz del Guía le detuvo.

¡Un momento!

Antes de que pudiera preguntar qué pasaba, el Guía hizo aparecer dos figuras: la maestra Yami y una chica que él no conocía y que por tanto debía de ser de Bastión Hueco. Se adelantó hacia ellas casi por inercia y tomó a Yami en brazos para trasladarla afuera. Estaba herida, pero viva.

¡Lleváoslas o se quedarán aquí encerradas!

Asintió hacia el Guía y se dirigió a la salida todo lo rápido que pudo. Justo cuando llegaba al umbral de las puertas, más cuerpos aparecieron allí, fuera. Más aprendices casi condenados al Olvido, que no habían superado las pruebas. Si no hubiera cargado ya con Yami, lo habría hecho con Bavol. Una vez pisó el primer escalón, se volvió hacia la puerta, hacia el Guía, que les había acompañado hasta allí, tal vez para despedirse.

Ha sido un placer conoceros. Con suerte, no volveréis a verme nunca. No, más bien he de pediros que os aseguréis de que, al menos en vuestra generación, yo no tenga que volver a aparecer otra vez. Proteged Tierra de Partida. Cueste lo que cueste. —Malik pensaba hacerlo. Con un impulso mantuvo a la maestra mejor sujeta—. A algunos os he preparado para lo que os espera, pero dudo que sea suficiente.

»No os dejéis engañar ni bajéis la guardia. Los monstruos son muy distintos a las Reminiscencias.

Monstruos…

Malik chasqueó la lengua. Le debía mucho al Guía del Castillo del Olvido. Le había hecho ver sus errores con mejor claridad, y ayudado a enfrentarse a ellos para mejorarlos. Admitía que le había odiado al principio, pero… La voluta de luz le pilló desprevenido, pero no así su voz.

Cuídate, viejo. Y despídete por mí de Hana. Dile que las palabras que oyó al despertar no eran un sueño.

Lo haré… Y no te preocupes, no estás solo en el Castillo”. Aquella era su despedida, pero eso no significaba que no pudiera saber de ellos. Había prometido no tener que verse de nuevo, sin embargo, Malik no pudo evitar sentir que le echaría de menos. Aquella voz era casi como si fuera la voz del Castillo, una entidad condenada a permanecer en silencio y a solas. Aunque tal y como había dicho, no iba a estar solo. Algún día, esperaba que más tarde que temprano, Malik moriría y su reminiscecia y memoria se uniría al Castillo. Sería entonces cuando podrían volver a verse.

A la vez que los demás, maestros y aprendices terminaban con lo que quedaba del Coloso, Malik se mantuvo atrás, protegiendo a Yami. Quedaba poco muy poco, y con un nuevo ataque de energía, lograron destruirlo. Sin embargo todavía no se había terminado, y hordas y hordas de sincorazón y oscuridad les rodearon. Malik se apiñó junto con los demás y sostuvo más fuerte a la maestra. Si no hacía nadie algo rápido iban a…

De repente estalló aquel haz de luz, aquella Luz tan potente desde todos los rincones del Castillo del Olvido. Malik cerró los ojos por pura inercia y rezó. Un terrible bramido, como si miles de voces se unieran en una, barbotó y chocó contra la Oscuridad.

****


Cuando consiguió abrir los ojos vio que Tierra de Partida había vuelto. Por un instante pensó que era un sueño, o que todo lo anterior había sido un sueño. El sol brillaba, algún que otro pájaro cantaba entre los árboles, soplaba el viento y olía a hierba. Como si nada hubiera pasado…

Bueno, no como si nada hubiera pasado. Los destrozos que hiciera el Coloso a la fachada del castillo continuaban allí, un recuerdo de la pesadilla. No quedaba mucho de las cadenas, aunque tampoco de los sincorazón.

Malik soltó un suspiro de alivio. Se volvió hacia Rebecca nada más verla correr hacia él y le entregó a Yami para que pudiera ocuparse de ella.

Está bien, maestra, se recuperará. —Intentó tranquilizarla de alguna forma. Dudaba de que Yami corriera peligro real, sus heridas no parecían demasiado graves.

Liberado del peso de la maestra, Malik se irguió adolorido y buscó a Fátima con la mirada. Necesitaba un abrazo, uno largo que terminara con un final más que feliz. Su mirada se detuvo en la puerta justo cuando se abría.

¡Ronin!”, pensó Malik al verlo. De repente, el poco alivio que había sentido al verse de nuevo en casa se agrandó como una bola de nieve que rodaba por una ladera. Ronin había vuelto, estaba bien, y traía consigo a Nithael. Se adelantó unos cuantos pasos entre los demás, hacia él, pero la mezcla de emociones en su expresión hizo que se detuviera. Claro, para él nada de lo ocurrido en el Castillo del Olvido había pasado. No tenía ni idea de que ya no tenía sentido ponerse a la defensiva. Bueno, para Malik no lo tenía… Buscó a Chihiro entre el grupo. No podía escaparse. No pensaba dejar que se escapara, saliera impune y nadie supiera la verdad…

Es lo que hay que hacer. No me culpe, maestro”, pensó en Kazuki, al que ya lloraría después, cuando estuviera a solas con su tristeza.

¿Y esas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica qué está pasando aquí y de dónde ha salido este…?

Malik vio de soslayo la sonrisa amarga de Ryotay esbozó la suya propia.

Es una larga historia, maestro.

*



Malik se sentó al lado de Hana y dejó que terminaran de curar sus heridas. No quiso que perdieran mucho tiempo con él, estaba bastante bien para el cómputo general y prefería que los maestros gastaran recursos y magia en otros que estuvieran peor. Se había alegrado como un idiota de verla regresar del pasado, a ella y a Nadhia, aunque no estaba muy seguro de cómo lo habían hecho.

Me alegro de que volvierais de una pieza —dijo, antes de guardar un silencio prolongado tras su respuesta, si es que respondía. Inspiró hondo, pensativo, y añadió—. Oye, las palabras que oíste al despertar… —No sabía a qué pudo referirse el Guía, pero pensaba entregar el mensaje—. El Guía me dijo que no fueron un sueño.

No sabía qué clase de reacción cabía esperar ante eso, pero apretó el hombro de la muchacha con cariño fraternal y miró al cielo, envuelto por el sonido de la paz… Había aprendido mucho durante aquel infierno, en aquel Castillo para no Olvidar. No sólo de sí mismo, sino de demasiadas cosas que no podían permanecer en la oscuridad. No muchos más lo sabía, sólo Keiko, y aquella otra chica de Bastión Hueco y dudaba de que alguna se acordara de ello. Él no podía olvidarlo, jamás podría, como tampoco podría olvidar el recuerdo de Kazuki.
Kazuki…

Malik suspiró, triste y desvió despacio la vista de las nubes blancas hacia unos peldaños más allá, donde se encontraban Ronin y Ryota. Sin pensárselo dos veces se levantó de la escalera y se acercó a ellos. Chihiro estaba sentada cerca de ellos, de modo que se ahorraba el tener que traérsela.

Kazuki no... No puede ser…

Malik se quedó quieto cerca de ellos, pensando en dejarles espacio, al menos a Ronin, para que asimilara la idea. Por el rabillo del ojo vio a Keiko acercarse también, y se volvió hacia ella.

Malik, gracias. Muchas gracias por ayudarme a cargar esa Llave. Seguramente yo sola no habría podido llevarla. Si necesitas alguna vez ayuda en lo que sea... contacta conmigo, ¿vale?

Malik sonrió afable. Él tampoco habría podido cargar solo con esa Llave, los dos habían sido igual de importantes para la tarea, un perfecto balance.

Lo tendré en cuenta, Keiko, gracias a ti también.

Antes de que pudiera hablar con los maestros y esclarecer de una vez por todas el asunto del enfrentamiento, Keiko se adelantó a él y pronunció un pequeño discurso nada desdeñable y bastante elogiable. Malik alzó las cejas con cierta sorpresa, ante la lógica de la muchacha. Durante las correrías por el Castillo no había dado mucha muestra de luces, pero al final parecía que las apariencias engañaban.

¡Escuchadme! ¡Todos! Después de lo vivido a día de hoy... ¿de verdad seguís viendo necesaria una guerra entre nuestros dos bandos? Creo que lo sucedido deja bastante claro que no. Puede que Bastión Hueco y Tierra de Partida tengan mentalidades diferentes, lo sé. Pero... ya lo habéis visto. No hace falta que nos matemos entre nosotros cuando un ejército sincorazón puede invadir nuestras bases y casi acabar con ellas. Esta guerra no hará sino facilitar la victoria de estos seres sobre nosotros. No cometamos el error de estar divididos. Sé que no será fácil que ambos bandos logren la paz tan repentinamente... pero... no quiero más muertes... Perdí a mi hermano, quizá algunos le conozcáis y quizás otros no. Pero mantengo la esperanza de que siga vivo. Se lo reconocí al Guía, y lo reconozco ahora delante de todos vosotros. Me embarqué en la Orden para encontrarle. Sé que las posibilidades son mínimas... pero... ¿no es acaso la esperanza lo último que se pierde? Por favor... Maestro Ronin... Ryota... acaben con esto de una vez.

Algo brilló en los ojos de Malik: esperanza. También era esa esperanza por reconciliar dos bandos que se habían separados desde mucho antes de que él fuera aprendiz, y de eso hacía casi dos años. Pero las palabras de Keiko, aunque bonitas, no aseguraban que Ronin y Ryota entraran en razón. Keiko se había olvidado de un detalle importante, que estaba sentado justo ahí al lado. Tras las palabras de la aprendiza, Malik terminó por acercarse a Ronin, aunque fue a Ryota a quién miró de frente. No le había conocido como maestro, tampoco en persona, hasta entonces, pero recordaba lo abatido que estuvo Ronin tras el periplo de La Red y quiso pensar que en el fondo Ryota y él querían volver a ser amigos.

Ronin no fue quién te apuñaló —dijo serio y grave. Miró a Chihiro y la señaló—. Fue ella por orden de otro. Vi sus recuerdos en el Castillo, alguien quería enfrentarnos todavía más. Deberíamos concentrarnos más en buscar a quién está detrás de esto en lugar de pelear. —Recordó entonces a Kazuki, pensó en la reacción que tuvo en La Red y a pesar de que el recuerdo estaba bastante distorsionado entendía por qué decidió cubrir a la bruja del Tiempo. La había amado de principio a fin y muchos pagaron por eso—. Si eso no basta para que hagáis las paces entonces no sé qué puede hacerlo, pero yo no pienso seguir persiguiendo a niños que no tienen la culpa de nada. Estoy cansado de patearle el culo a la gente.

Despegó la vista de Ryota, miró a Ronin y le dio una ligera palmadita en el hombro antes de dejarles. No quería quedarse a discutir o debatir o lo que fueran a hacer. Una cosa estaba clara, ningún aprendiz tenía la culpa de los errores de sus maestros. Si iban a seguir con esa guerra absurda pensaba pelear por destruirla, le costara lo que le costara. Chihiro estaba en manos de los maestros, no se escaparía. Por fin iba a obtener la justicia que necesitaba y que quería.

Yo me lavo las manos, Kazuki, bastante he hecho”, pensó.

Se alejó de ellos, cansado, agotado más bien, y esta vez buscó a Fátima de verdad. Nada más verla aceleró el paso y la estrechó entre sus brazos, besándola.

Nunca te haré daño.

Eso es imposible.

Bueno. Entonces te prometo que nunca te traicionaré.


Cumpliste tu promesa, Kazuki, hasta el final…”. Le dedicó un último pensamiento personal al fallecido maestro, quien le había guiado hacia su primera misión y su casi muerte, pero que a pesar de todo había sido un buen hombre. Malik, que también tenía a alguien a quien proteger y amar, no pudo evitar abrazar a Fátima con fuerza, mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y ahogaba el llanto en el pecho.

Spoiler: Mostrar
Pues se ha terminado… Ahora tengo un vacío existencial xD. No quiero explayarme mucho porque ya lo haré a su debido tiempo, pero termino muy contenta este Global. Quitando las rondas de la pelea de Jasper, que se me hicieron eternas, el resto ha estado épico, perfecto y para chuparse los dedos. Mis felicitaciones a los masters <3
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Reimeow » Mié Oct 14, 2015 7:21 pm

Por una vez fuí algo útil dentro de ese Castillo, aparte de haber entregado por estupidez mi Llave Espada, protegí a un compañero del ataque de una de las sombras junto a su ¿mascota?.

Aquella lucha estaba siendo la más complicada para todos nosotros, yo por mi parte me mantenía como podía de pie luchando contra aquellas sombras mientras mis compañeros, mis Maestros y Nithael, se encargaban del resto. Pero al final todos recibimos nuestra recompensa.

Fue una ardua batalla contra aquel Coloso pero al final el ángel consiguió juntar los fragmentos de la Llave que tanto nos había costado lograr, ¡por fin iba a acabar todo! Aunque tuve que reconocer que muchos de nosotros habíamos resultados heridos.

Parecía un sueño que todo aquello hubiera terminado pero cuando el Guía, cómo si nada, nos acompañó a la salida de aquel lugar, hasta a mi me sorprendió.

-Ha sido un placer conoceros. Con suerte, no volveréis a verme nunca. No, más bien he de pediros que os aseguréis de que, al menos en vuestra generación, yo no tenga que volver a aparecer otra vez. Proteged Tierra de Partida. Cueste lo que cueste.

Por un momento me pareció ver que dirigía la mirada hacia algunos aprendices. Pude reconocer entre ellos a Saito, ni me había dado cuenta de que estaba allí durante la batalla. Lo miré de soslayo varias veces pensando en acercarme, en preguntarle cómo estaba, pero simplemente suspiré y me eché hacia atrás para contemplar que a la salida aún nos esperaban aquellas hordas de Sincorazón. Esa vez sí que vi toda mi pobre vida pasar frente a mis ojos.

Vaya mierda.

Y entonces, una luz lo inundó todo.

***


¿Hierba?

Pensé mientras abría los ojos lentamente y oteaba mi alrededor. Una agradable brisa alborotó ligeramente mi pelo mientras una suave calidez inundaba mi cuerpo. Todo había terminado, por fin: el Castillo de Tierra de Partida volvía a ser el mismo, con algunas brechas y grietas, pero al menos esos aprendices habían recuperado su hogar.

Reí sarcásticamente para mi interior por la palabra hogar. Yo tenía Bastión Hueco, ¿pero eso se podía considerar un hogar? La única persona con la que tenía más contacto era con mi Maestra y eso era mucho decir.

De repente un pensamiento pasó fugaz por mi mente y en un acto reflejo alcé el brazo y…un alivio recorrió mi cuerpo cuando pude ver como mi Llave Espada se materializaba. Ante aquello no pude evitar dejar caer mi cuerpo al suelo, medio abrazando a mi arma.

Mis demás compañeros se estaban juntando. Los Maestros hablaban entre ellos y pude notar (aunque estaba algo separada del grupo) como Ronin se enteraba de lo ocurrido con Chihiro. La miré desde mi distancia, sentía algo de pena por ella.

Ahora que lo pensaba, se suponía que Tierra de Partida y Bastión Hueco eran enemigos y me resultaba gracioso ver como habíamos colaborado sin matarnos. Con una mirada de soslayo a mi Llave la desmaterialicé quedándome allí sentada dejando que la brisa rozara mi piel.

¿Después de esto vamos a seguir en guerra?” –Pensé para mi misma cuando empecé a escuchar a Keiko.

Daba la razón a Keiko en cuánto a que sería mejor para todos terminar con esto. A ninguno nos beneficiaba…Con un chasqueo de lengua me dediqué a bajar la mirada sumida en mis pensamientos mientras intercambiaba miradas con mis compañeros de batalla, algunos de los que me acordaba de su nombre por casualidad porque estaban en mi bando y otros a los que no conocía de nada pero que me habían ayudado bastante a lo largo de aquella travesía. ¿De verdad íbamos a volver a estar en guerra después de esto?

Seguía queriendo acercarme a Saito o Colibritany para preguntarles cómo estaban.

Tendría que hacer caso a las palabras que el Guía me dijo…que cree nuevos recuerdos, pero..no dijo que fuera tan díficil.

Estaba segura de que ningún aprendiz se acercaría a hablar conmigo no había socializado con nadie y todo lo que había hecho en la misión había sido estorbar y solo estorbar. No pude evitar encogerme un poco.

¿De todas formas de que sirve socializar?” –Meneé la cabeza-."Tendría que intentarlo; al menos…lo de crear nuevos recuerdos.

Me dediqué a estar sentada escuchando a mis compañeros hablar mientras miraba de soslayo al compañero al que me quería acercar. Daría la razón a los que optaran por terminar con la Guerra y unirnos, como bien había dicho anteriormente Malik para luchar contra lo que mandaba sobre Chihiro.

Al final de todo aquello no me acercaría a nadie y permanecería sentada, alejada del grupo mirando a la gente y buscando con la mirada a mi Maestra para ver su estado y por si decidía irse, volver con ella, si ningún compañero me llegaba a acompañar o al menos acercarse a mí. Allí no me quedaba más que hacer, al menos así lo creía.

De verdad, esperaba que aquella estúpida guerra acabara.

Spoiler: Mostrar
No voy a decir mucho ya que, he faltado en bastantes rondas por problemas personales pero eso sí, ha sido un lujo poder participar, he disfrutado cada ronda en la que he participado (hasta en la de Jasper(?))
Os doy mi aplauso.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Sito » Jue Oct 15, 2015 12:10 am

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Nicoxa echó un vistazo a su alrededor, observando preocupada lo que ocurría con el resto de portadores mientras esperaba a que alguien se uniera a ella.

Un sincorazón terrorífico estaba dando bastantes problemas hasta que Light y su mascota lograron acabar con él con la ayuda de la otra aprendiza de Bastión Hueco. Otros tantos enemigos fueron derrotados por el resto de aprendices que recordaba de vista. Todos estaban colaborando con una coordinación asombrosa, iba a tener que ponerse las pilas con lo que se había propuesto ella.

Volvió la vista hacia el Coloso, temblorosa como cada vez que lo miraba directamente. Estaba más recuperado y no podía permitirlo, tenía que usar la piedra ya. Ya empezaba a pensar que tendría que hacerlo sola cuando alguien acudió a su llamada: Colibritany.

Necesitaremos a más de dos para que haga pupa. ¡Que alguien más se nos una, porfa! —pidió mientras Nicoxa miraba a su amiga, primero con sorpresa y después con alivio—. Molaría que esto acabara con un ataque combinado nuestro —dijo mientras le dedicaba una débil sonrisa.

Gracias tía —respondió Nico con decisión, asintiendo y con unas ganas inmensas de aniquilar al Sincorazón—. Acabaremos con el bicho ese como que me llamo Nicoxa.

Entonces Saeko, que se encontraba cerca de ellas, se subió a un glider con su propia piedra. Iba a disparar al Coloso desde otro ángulo, lo que sin duda era una idea genial. Otra chica peliazul se unió a ella justo antes de que despegara.

Contad conmigo ―intervino la joven―. Soportaré el daño que haga falta si eso acaba con ese bastardo de una vez.

¡Suerte chicas! —deseó a sus compañeras—. ¡¡No os acerquéis demasiado a no ser que estéis seguras!!


«Bien, vamos allá...»

Cuando ya iba a empezar definitivamente a cargar la piedra, sintió algo placentero en su interior que la desconcertó en un primer momento.

¡Os ayudaré! —exclamó una voz infantil, a la vez que había realizado un conjuro sanador sobre las dos amigas, causa de ese sentimiento.

La niña se puso junto a ellas y agarró la piedra que sostenían para colaborar con la carga: se trataba de Maya.

Esto nos ayudará a mermar el daño que nos pueda causar cargar la piedra de energía

¡Maya! Menos mal que estás bien —suspiró aliviada y le dedicó una sonrisa sincera—. Venga, ahora sí que sí. Con nuestras energías combinadas esa cosa va a ser historia, seguro.

Comenzó el proceso de la carga, que gracias al conjuro de Maya y a que en esta ocasión el esfuerzo se dividía entre más personas no resultó tan doloroso como la primera vez. Nicoxa cerró un ojo para apuntar mejor al punto débil del sincorazón. Tenían que eliminarle, estaban muy cerca. Deseaba con todas sus fuerzas acabar con esa pesadilla; volver a su cuarto, a reír y a hacer locuras. Plasmó todos sus sentimientos en la piedra y, llegado el momento oportuno, liberó junto a Coli y Maya toda su fuerza en un potente haz de luz. Sus compañeras hicieron lo mismo con la otra, y hasta hubo algunas personas más que también usaron las piedras restantes para acabar con el monstruo.

¡¡AHORA!! —consiguió escuchar del Guía.

Nithael, que ya tenía la llave espada completa, sonrió.

Esta vez…

La horda de sincorazón menores los había rodeado a todos completamente. Era cuestión de segundos que se abalanzaran sobre todos los portadores, pero ya no le quedaban fuerzas ni para preocuparse. Nico miró hacia el Castillo, echando un vistazo a su interior que sería el último aunque ella no lo supiera. Observó al Guía y se despidió de él con sus pensamientos.

«Tendré en cuenta lo que me dijiste».

Se acabó.

El ángel disparó y, un instante después, la luz los cegó a todos.

* * *


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Poco a poco pudieron abrir los ojos de nuevo. El paisaje que se extendía ante ellos le pareció lo más hermoso que había visto nunca, o quizás simplemente era por las circunstancias. La luz del Sol, el aire puro... se sentía muy afortunada de poder gozar de algo tan simple y cotidiano de nuevo. Habían ganado, el castillo había vuelto a la normalidad. No había más sincorazón, se esfumaron como si nunca hubieran estado ahí. Y era real, o eso necesitaba creer.

¡Lo hicimos! —dio un salto de alegría, dejó la piedra a sus pies y abrazó con tanta fuerza a Coli y a Maya que seguramente caerían al suelo de la sorpresa—. Es increíble que lo hayamos logrado al final y... y... —miró a Coli y le lanzó una mirada de reproche, pese a que no tenía la culpa de nada— ¡Me tenias muy preocupada, golfa! Menos mal... —con lágrimas de felicidad en los ojos, se giró hacia Maya—. Y tú... eres una niña muy valiente, Maya. Creo que no te agradecí lo suficientemente bien cuando me rescataste, así que si algún día necesitas algo, ropa moderna, ir de compras o lo que sea ya sabes —le guiñó un ojo y justo recordó lo que había pasado con Kazuki y que muchos de sus aprendices aún no sabían. Ella no se lo iba a contar, puesto que se lo había prometido a sí misma anteriormente, pero aun así se puso seria y le acarició el hombro con su mano—. Y sé fuerte, Maya, pase lo que pase.

Las puertas del Castillo de Tierra de Partida se abrieron, y el hombre más buscado de las últimas horas salió por ella: Ronin. Estaba sosteniendo a Nithael, que aunque parecía estar debilitado por suerte seguía vivo.

¿Y esas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica qué está pasando aquí y de dónde ha salido este…?




Nicoxa recogió la piedra y se acercó a su maestra Ariasu para entregarla, y ya que estaba agradecerle el haberse quedado defendiendo las puertas. Acto seguido empezó a buscar con la mirada a la gente que conocía y corrió para alcanzar a Saeko.

¡Ey! ¿Cómo estás? —le dio un rápido abrazo y le cogió las manos—. Menos mal que lograsteis volver de ese lugar... Algún día, cuando ya esté la cosa más calmada y tal, me tienes que contar como es eso de viajar al pasado ¿vale?

Se despidió con un gesto de la mano y fue en dirección a Light. Se cruzó de brazos y se puso a su espalda.

Parece que al final lo hemos conseguido, Light —esperó a que se girara y le dedicó una media sonrisa—. Después de todo hemos trabajado bien juntos, ¿no es raro? Con lo que habíamos chocado al principio... pero me alegro de haber cooperado al final —se acercó un poco más y le miró directamente a los ojos—. Por cierto, mi nombre es Nicoxa. ¡Más te vale no olvidarlo, eh! —y, acto seguido, empezó a alejarse con unos andares realmente sensuales.

Mientras paseaba por la zona, ayudando a quien podía y felicitando a cualquier persona que se encontrara con ánimo, reparó en la presencia de alguien más que había trabajado junto a ella en esa aventura: Alec.

Se lo pensó unos instantes, pero finalmente se decidió y se acercó a él. No podía acabar todo lo que habían vivido con un rocecillo así. Se aclaró la garganta y pensó bien sus palabras para no fastidiarla de nuevo.

Alec... —tuvo que mirar hacia arriba para poder verle la cara con claridad y se tragó su orgullo—. Perdón por lo de antes, creo que ninguno de los dos quería decir esas cosas en realidad. La situación era mala y cada uno estalló por su lado. Tampoco podía imaginar que... bueno. Que Kazuki fuera tan importante para ti —miró hacia un lado, algo avergonzada—. Yo sólo le conocí un poco y ya me parecía una persona excepcional. Tiene que ser muy duro —volvió a mirarle directamente—. Desahógate, Alec. Es lo mejor; expresa tus sentimientos.

Escucharía lo que el mago tenía que decir, aunque en el fondo y, pese a lo afectado que seguía estando, también esperaba una disculpa por su parte.

Tras todas esas conversaciones, divisó a la única compañera de Bastión Hueco que estuvo con ella en la batalla contra Jasper. Se alejó un poco del resto y a Nicoxa le dio un poco de pena que se aislara de esa forma, así que se acercó a ella y se sentó a su lado, soltando un suspiro de alivio aunque por el momento no dijo nada. En lugar de eso escuchó lo que Keiko tenía que decirles a todos.

¡Escuchadme! ¡Todos! Después de lo vivido a día de hoy... ¿de verdad seguís viendo necesaria una guerra entre nuestros dos bandos? Creo que lo sucedido deja bastante claro que no. Puede que Bastión Hueco y Tierra de Partida tengan mentalidades diferentes, lo sé. Pero... ya lo habéis visto. No hace falta que nos matemos entre nosotros cuando un ejército sincorazón puede invadir nuestras bases y casi acabar con ellas. Esta guerra no hará sino facilitar la victoria de estos seres sobre nosotros. No cometamos el error de estar divididos. Sé que no será fácil que ambos bandos logren la paz tan repentinamente... pero... no quiero más muertes... Perdí a mi hermano, quizá algunos le conozcáis y quizás otros no. Pero mantengo la esperanza de que siga vivo. Se lo reconocí al Guía, y lo reconozco ahora delante de todos vosotros. Me embarqué en la Orden para encontrarle. Sé que las posibilidades son mínimas... pero... ¿no es acaso la esperanza lo último que se pierde? Por favor... Maestro Ronin... Ryota... acaben con esto de una vez.

La chica rompió a llorar en cuanto acabó de hablar. Sus palabras habían sido acertadas y bonitas, y Nicoxa pensaba exactamente igual que Keiko, desde el primer minuto de hecho. Quizás es porque ella no había vivido el suceso que provocó la guerra y por tanto no lo llegaba a entender del todo, pero si de ella dependiera no habría ni siquiera dos bandos, para empezar.

Esta experiencia debería servir de escarmiento para los líderes. Las dos órdenes comparten un objetivo común, y aunque quizás las formas de cada una sean ligeramente diferentes es más importante luchar contra la amenaza real. Keiko se había expresado de por sí muy bien y Nicoxa se mostró de acuerdo.

Tienes toda la razón. En vez de buscar culpables hay que encontrar soluciones, ¿y qué mejor forma de hacerlo que todos juntos? —se limitó a decir, poco más podía aportar a sus palabras.

Entonces miró a la chica que estaba a su lado y le sonrió.

¿Tú eres del mismo barco que yo, verdad? —dijo, refiriéndose a los bandos—. Ha sido duro pero al final lo hemos logrado, gracias a la ayuda de todos —hizo especial énfasis en el todos, por si acaso se sentía triste o algo y por eso se había alejado—. Bueno en especial gracias a la mía —bromeó, sacándole la lengua esperando que no le sentara mal.

Ojalá después de esto ya no haya "barcos" distintos —terminó de decir, más seria.

Le dijo adiós a la chica y se levantó para reunirse de nuevo con Colibritany, su amiga.

Míranos, tía. —Señaló a sus propias prendas a la vez que ponía una mueca de enfado—. Vaya pintas tenemos... espero que mi espejo no se rompa cuando volvamos —le rodeó el cuello con un brazo y se acercó más.

Ay... —podía contárselo a ella. Sabía que no iba a reaccionar tan mal, aunque fuera una noticia desagradable, y tarde o temprano alguien lo diría—. ¿Sabes...? Poco antes de que regresaras al vestíbulo, Kazuki... —empezó a susurrar en voz algo más baja— Fue... asesinado por el sincorazón gigante... Chihiro se volvió un poco loca justo después y uf. Fue bastante triste, incluso Alec ahí donde le ves se lo tomó super mal —miró al resto de jóvenes que aún lo desconocían—. Da mucha pena que esta victoria se haya visto manchada al final por la sangre —esbozó una débil sonrisa—, pero gracias a él pudimos salir con vida —recordó todo lo que le escuchó decir durante el breve tiempo que pasó junto al difunto maestro; empatizó rápidamente con él, no la trató distinta pese a ser del bando rival, la salvó del Invisible... y también quería que la guerra entre los bandos acabara.

Tenemos que honrar su memoria con paz —le dijo al final.

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Pues ale, global terminado. Mi opinión es muy muy similar a la de Tanis. Me ha gustado mucho todo, aunque lo de Jasper quizás se me hizo un pelín largo/pesado. Todo lo demás genial!
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v. Ficha de Nicoxa .v
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Light » Jue Oct 15, 2015 12:41 am

La batalla contra los seres de oscuridad siguió desarrollándose.

Light, dispuesto a abatir al Ojos Rojos, empleó toda su energía mágica para realizar un par de ágiles mandobles que crearon dos potentes Brechas lunares. Pilló al monstruo por sorpresa y éste no pudo iniciar un contraataque, en parte gracias a las acciones de su mascota y otros aprendices.

En efecto, allí estaba él, cooperando con aprendices de Bastión Hueco que en otro momento podría haberlos considerado como sus enemigos.

«¡Muere de una vez!», deseó con todas sus fuerzas, fortalecido por la locura. Se dispuso a lanzar otro ataque: un último tajo rabioso bastaría. Lo ejecutó con éxito. Satisfecho, presenció cómo la bestia se retorcía y desaparecía.

Después, buscó a otros enemigos que liquidar y comprobó que ninguno de los Portadores requirió de su ayuda, todos fueron capaces de acabar con ellos. El vestíbulo había quedado limpio de Sincorazón y ahora Nithael podía concentrarse plenamente en juntar los dos fragmentos.

Vamos, Nithael. Puedes hacerlo. ¡Concéntrate!

Todo indicaba que no era una tarea nada fácil. Light miraba al ángel, intranquilo, y se imaginaba la tortura por la que estaba pasando; si entrar en contacto con una llave había resultado doloroso —lo había experimentado él mismo—, sostener las dos sin la ayuda de nadie debía ser una completa locura.

«Pobre, ¿no podemos hacer algo para ayudarle?».

Había logrado juntar los fragmentos, los cuales despedían chiribitas de luz y oscuridad. También emitían calor. Light cerró los puños en un acto reflejo al recordar el dolor que sintió en las extremidades al agarrar el maldito fragmento; y el maldito baño de lava, demonios. Empalidecía con solo pensarlo.

No… Me está… recha-zando.

¡¿Es que vas a abandonar a toda esta gente?! ¡Dependen de ti, Nithael! ¡Si no haces esto tú, morirán todos! ¡Y no quedará ninguna Tierra de Partida que proteger, ni ningún recuerdo que perdonar!

No. Esta vez no.

Al final no requirió de ninguna ayuda. Tras el resplandor, descubrió una llave muy distinta a cualquier otra que había visto: una llave de luz y oscuridad. Nithael apuntó con ella hacia la entrada.

Lo hiciste…

El debilitado Nithael emitió un grito y estuvo a punto de caer al suelo —Light se acercó a él en ese momento, con la intención de ayudarle a levantarse si lo necesitaba—, pero recuperó el equilibrio por sí solo. El aprendiz atisbó con horror cómo una lágrima de sangre descendía por su rostro.

Marchaos fuera. ¡Rápido!

Parecía que tocaba obedecerle.

El Guía le detuvo justo cuando se disponía a correr hacia la salida.

¡Un momento!

Chasqueó los dedos y dos personas aparecieron delante de sus narices, flotando. La reacción de Light no se hizo esperar.

¡Yami! —exclamó, a punto de romper a llorar, y cargó a la joven pálida de Bastión Hueco en sus brazos (Malik ya se había encargado de agarrar a Yami). Sin soltar a la chica zombi, condujo sus dedos hacia la muñeca de la Maestra para tomarle el pulso—. ¡Está viva, Yami…!

Pensó que Ryota había acabado con la Maestra en los sótanos. Pero no, nunca la mató, de hecho la mujer ni siquiera desapareció delante de sus narices, como suelen hacer todos los Portadores al morir. Y después de todo lo que le dijo, que se quedaría con ella...

¿Cómo había podido ser tan imbécil? Quizás las circunstancias le empujaron a tomar aquella decisión inteligente —en esos críticos momentos creyó que sin Yami no tenía ninguna posibilidad de vencer a Ryota y no le quedó otra que huir—, pero demonios, cómo le dolía haber escapado.

Aun así estaba viva y no existían palabras para expresar su felicidad.

También se molestó en comprobar el estado de la otra chica, aterradora por cierto. No tenía pulso, aunque no se temió lo peor, quizás estaba tan nervioso por la aparición sorpresa de Yami que no era capaz de detectar sus pulsaciones: le temblaban las manos.

¡Lleváoslas o se quedarán aquí encerradas!

Y os… olvidáis… A unos cuantos… más.

Otros aprendices surgieron cerca de la entrada. Solo reconoció a Bavol y a Gata, quienes estuvieron en la ópera donde Wix murió. Light abrió los ojos como platos y no pestañeó durante un buen rato, se quedó absorto. Todos los recuerdos relacionados con esos dos se materializaron en su cabeza; el primero presenciando la muerte de la Guardiana, la segunda brindando con ellos antes del espectáculo... Y muchos más. Era… como si les hubiera recordado de golpe.

Sin mediar palabra, se desplazó en dirección a la entrada del Castillo del Olvido, con Alexis en brazos. Nithael, mientras tanto, empleó la recién conseguida llave para apuntar a la puerta que daba al corazón del mundo.

Antes de abandonar del todo el mágico castillo, se giró hacia el Guía, quien realizó una reverencia.

Ha sido un placer conoceros. Con suerte, no volveréis a verme nunca. No, más bien he de pediros que os aseguréis de que, al menos en vuestra generación, yo no tenga que volver a aparecer otra vez. Proteged Tierra de Partida. Cueste lo que cueste. —Detectó de algún modo la preocupación del Guía. El encapuchado se dirigió a Hiro y otros Portadores en particular—. A algunos os he preparado para lo que os espera, pero dudo que sea suficiente.

»No os dejéis engañar ni bajéis la guardia. Los monstruos son muy distintos a las Reminiscencias.

«¿Eh?», no llegó a entender del todo el sentido de la última afirmación.

Intentaremos que esto no se vuelva a repetir —afirmó—. Gracias por todo, supongo —añadió, ladeando la cabeza. Después de todo, a pesar de su forma de ser desagradable, le había dado una lección que no olvidaría.

»Sólo queda que dejes de aferrarte al pasado o desvirtuará todo tu futuro. Aprender está bien, Light. Pero ese colgante no es un recuerdo de lo que hiciste mal, es una promesa que te puede desviar de lo que debes hacer. Wix quería morir. Iwashi nunca será Wix. Deja de perseguir fantasmas. Revívela, si así lo quieres, pero recuerda que hay cosas más importantes.


Light abandonó al fin el castillo y presenció con el pulso acelerado cómo el resto de Portadores terminaban con la vida del alfa. Los rayos liberados por las piedras le causaron daño mortal: el gigante cayó y empezó a desprender oscuridad.

¡¡AHORA!!

Y Nithael se disponía a revertir el castillo. Todo volvería a la normalidad de un momento a otro, aunque no se calmó todavía. Permaneció tenso hasta el final a causa de la presencia de Sincorazón —quienes se acercaban a ellos con malas intenciones— y no se despegó de sus compañeros. Tampoco se puso en guardia porque tenía los brazos ocupados, solo podía desear que esta pesadilla finalizara ya.

Entonces, una luz tremenda surgió de todo el edificio, acompañada de un rugido que pareció sonar como múltiples voces. Le cegó a él y a los demás presentes. A partir de ese momento no supo qué ocurrió.

Siguió rogando hasta el último momento para que los Sincorazón desaparecieran y su castillo volviera a la normalidad. Habían sufrido tanto, habían pasado por tantas pruebas… era lo mínimo que podía pedir.

*


Detectó el olor familiar de la hierba y después sintió el viento fresco que le golpeaba, además de un calor agradable. También oyó el sonido de algún ave. Recuperó la conciencia con lentitud y luego intentó abrir los ojos. No pudo.

Y resultaba normal, pues no habían estado en contacto con los rayos del sol durante su aventura en el Castillo del Olvido. Al principió le costó acostumbrarse a la luminosidad.

Al rato, cuando abrió los ojos por completo, descubrió que Tierra de Partida había regresado a la normalidad, aunque todavía quedaban los daños físicos producidos por el gigante. Y las cadenas seguían en el mismo estado pésimo. Por supuesto, no había rastro de Sincorazón alguno, aquella luz debía haber acabado con todos.

Light sonrió, aliviado, e intercambió miradas con el resto de sus camaradas y su mascota antes de ponerse de pie.

Al fin lo hicimos, joder…

Algunos de los Maestros se acercaron a las posiciones de Yami y Alexis para auxiliarles. Light hizo igual y se aproximó a la mujer demente, preocupado porque temía por su vida. En ese momento, Gaomon desapareció de la vista de todos y volvió al descenso.

Está bien, maestra, se recuperará.

El comentario de Malik le tranquilizó.

Dos personas salieron del castillo en aquel momento. Ronin (¡qué alivio que estaba bien!), quien ayudó a Nithael a salir de ahí, se mostró sorprendido al encontrar a miembros de Bastión Hueco y Tierra de Partida reunidos. Tras captar el gesto de Lyn, se dio cuenta de que no hacía falta ponerse a la defensiva y se relajó.

¿Y esas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica qué está pasando aquí y de dónde ha salido este…?

Es una larga historia, maestro —indicó Malik.

Muy larga. —Alzó la vista y resopló. Le parecía que había pasado una eternidad allí dentro.

*


Light rechazó con amabilidad los vendajes y pidió que les dieran prioridad a otras personas que se encontraran en peor estado, en especial a Yami. Había recibido hace poco la Bendición del Cielo de Nithael y no había salido muy herido del combate, solo necesitaba recuperar energía mágica y curarse las manos. Seguro que una Cura, una siesta y alguna bebida energética bastarían para sentirse como nuevo.

No se separó ni un centímetro de Yami y la cogió de la mano mientras la trataban, muy serio.

Keiko se aproximó a él en algún momento.

Gracias por tu ayuda, Light. No creo que pueda pagarte toda la ayuda que nos has prestado en el laberinto y en la prueba final contra Nithael... Si necesitas ayuda algún día... puedes contar conmigo.

Somos compañeros, ayudaros es lo mínimo que podía hacer —respondió, asintiendo con la cabeza—. Gracias, Keiko.

Parece que al final lo hemos conseguido, Light —le dijo luego Nicoxa, sonriente—. Después de todo hemos trabajado bien juntos, ¿no es raro? Con lo que habíamos chocado al principio... pero me alegro de haber cooperado al final. Por cierto, mi nombre es Nicoxa. ¡Más te vale no olvidarlo, eh!

Digo lo mismo. Y descuida, no lo olvidaré.

Gracias a Nithael, Yami terminó recuperando la conciencia. Cuando abrió los ojos, a Light se le dibujó una amplia sonrisa.

Tierra de Partida ha vuelto a la normalidad —dijo en voz baja—. Akio, Rebecca y los demás están bien. Ryota y los suyos nunca nos traicionaron, todo eso debió formar parte de alguna prueba del castillo, un engaño. —Hizo una breve pausa—. Ah, y lo siento. Es decir, dije que me quedaría contigo y luego me fui... —Agachó la mirada, incómodo. Aunque tomó la decisión correcta que le permitió salvar a Keiko y a Yui, seguía con aquella espina clavada.

»No digas nada, tienes que descansar —indicó si le contestaba o se esforzaba para hablar. Si hacía algún comentario absurdo (típico de ella) relacionado con las alas mágicas que le habían salido, además soltaría una pequeña carcajada.

Después, dejaría descansar a la Maestra y se acercaría a Nithael. Si seguía en la escalinata, se sentaría a su lado y comenzaría a conversar con él.

Gracias por todo, sin ti estaríamos todos muertos —expresó, mirando primero al horizonte y luego al ángel—. ¿Qué te parece esta Tierra de Partida? ¿Te gusta más que la de tu época? —Escuchó su respuesta—. Por cierto, tengo que darte una cosa… ¡Oh! —Se dio cuenta de que ya no tenía en su bolsillo la nota que le entregó Zephyr y puso una ligera mueca. ¿Se le habría caído en algún lado, o habría desaparecido con el castillo? No lo llegó a saber—. Olvídalo, no la tengo. Era una nota tuya que me entregó Zephyr. La leí y, bueno, supe que tuvo que resultar duro para ti estar solo, sin otros ángeles contigo.

»Pero se acabó eso, ahora eres uno de los nuestros. Oye, tienes que enseñarme a volar con estas alas y mostrarme otras habilidades de ángeles, ¿eh? Mucha gente no sigue mi ritmo en los entrenamientos, podrías ayudarme a entrenar. —Le dio un par de palmaditas amistosas en la espalda.

La revelación de su sangre angelical al final no le había trastornado demasiado. Seguía siendo el mismo Light de siempre, con la diferencia de que ahora tenía alas. Y quizás se sentía un poco más vigoroso.

En cuanto finalizara su charla, Light se dispuso a volver con sus compañeros. Pasó muy cerca de Ronin y Ryota. No pretendía cotillear su conversación, pero oyó algo sin poder evitarlo. Y se paró.

Kazuki no... No puede ser…

¿Kazuki…?

Buscó al perezoso Maestro con la mirada y no lo encontró. Ni ahora ni nunca. No se imaginaba lo que había sucedido con él: Light no presenció su muerte, y por tanto, aquel era un hecho que ignoraba por completo.

Se topó con Alec, que portaba una espada que no le pertenecía. La identificó de inmediato: era la Monocroma de Kazuki. Pero no tenía sentido que la tuviera su antiguo aprendiz.

Y el Maestro no podía estar dentro del Castillo del Olvido, el Guía le habría sacado a tiempo.

Si no estaba en ninguna parte, si su llave no tenía dueño, ¿acaso había…?

Se volteó hacia Ronin para volver a comprobar su reacción. Tras intuir la muerte de Kazuki o recibir la noticia directamente, negó despacio con la cabeza.

No… —dijo con un hilillo de voz.

Se le hizo un nudo en la garganta y agachó la cabeza. Se quedó ahí, tieso. No lloró, todavía no, ni siquiera podía aceptarlo.

Deseó que todos salieran vivos y al final no había podido ser.

¡Escuchadme! ¡Todos! Después de lo vivido a día de hoy... ¿de verdad seguís viendo necesaria una guerra entre nuestros dos bandos? Creo que lo sucedido deja bastante claro que no. Puede que Bastión Hueco y Tierra de Partida tengan mentalidades diferentes, lo sé. Pero... ya lo habéis visto. No hace falta que nos matemos entre nosotros cuando un ejército sincorazón puede invadir nuestras bases y casi acabar con ellas. Esta guerra no hará sino facilitar la victoria de estos seres sobre nosotros. No cometamos el error de estar divididos. Sé que no será fácil que ambos bandos logren la paz tan repentinamente... pero... no quiero más muertes... Perdí a mi hermano, quizá algunos le conozcáis y quizás otros no. Pero mantengo la esperanza de que siga vivo. Se lo reconocí al Guía, y lo reconozco ahora delante de todos vosotros. Me embarqué en la Orden para encontrarle. Sé que las posibilidades son mínimas... pero... ¿no es acaso la esperanza lo último que se pierde? Por favor... Maestro Ronin... Ryota... acaben con esto de una vez.

Light, al contrario que Keiko, no trató de convencer a su Maestro… de momento. Al principio se mantuvo al margen. Estaba en contra de la guerra, pero la muerte de Kazuki le había sentado como un cubo de agua fría y no tenía fuerzas para hablar. Y no solo eso: seguía detestando Bastión Hueco, sus absurdas ideas, y no perdonaría tan fácilmente sus crímenes. Si algo habían aprendido de la destrucción de Vergel Radiante y del suceso de hoy era que la Oscuridad no llevaba a ninguna parte: había que combatirla, no intentar manejarla.

Entonces, recordó una vez más la carta que redactó Hisa Wix antes de poner en marcha su plan. La mujer, que había heredado los recuerdos de su ser original, estuvo en contra de este conflicto: no quería matar a nadie. Pero tenía que seguir órdenes y al final… pereció.

Aunque no era el más indicado para pedir la reconciliación entre ambos bandos, sacó fuerzas y habló:

Estoy seguro de que Wix hubiera estado en contra de seguir esta guerra. Iwashi también —aclaró a todos los presentes, cabizbajo.

Malik intervino en ese momento para defender a Ronin. Light abrió los ojos lentamente mientras escuchaba la gran revelación:

Ronin no fue quién te apuñaló. Fue ella por orden de otro. Vi sus recuerdos en el Castillo, alguien quería enfrentarnos todavía más. Deberíamos concentrarnos más en buscar a quién está detrás de esto en lugar de pelear. Si eso no basta para que hagáis las paces entonces no sé qué puede hacerlo, pero yo no pienso seguir persiguiendo a niños que no tienen la culpa de nada. Estoy cansado de patearle el culo a la gente.

«¿¡Qué!?».

En el momento del apuñalamiento pensó que Ronin tuvo que tener un motivo importante para herir a su propio amigo. Y al final había descubierto que nunca se trató de él… que fue Chihiro, aquella bruja. Aquella maldita bruja. Ella ensució el nombre de su Maestro, desencadenó la guerra… y a su vez, ésta llevó a la Guardiana del castillo a su perdición.

Tú… ¡Bastarda…! —masculló, fulminando a Chihiro con la mirada. Le hervía la sangre.

No salieron más palabras de su boca. La mezcla de ira y tristeza le impedía hablar.

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Pues fin. Ha sido largo, muy largo ¿el doble que una trama? 140 px enga, ha tenido sus pros y sus contras; pero he disfrutado como un enano, e incluso he podido hacer alguna que otra revelación de mi personaje :D mil gracias a Suzu y a Sombra por todo, nos leemos~~
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor xXOrbOOkXx » Jue Oct 15, 2015 6:33 pm

Todo era un terrible caos, que mezclaba el aire viciado con el olor a sangre. Me recordaba vagamente a las noches rasgadas que guardaba el cielo de París, cuya oscuridad albergaba horrores inimaginables que no quería ni me apetecía pensar en aquellos momentos.

Tanto los gritos de los Aprendices como de Maestros resonaban entremezclados en el ardor de la batalla. Ni si quiera cuando vi a aprendices luchando juntos, independientemente del bando que fueran, con flechas, con las Llaves, con armas de todo tipo y con todo lo que tenían, me di cuenta de que nuestro objetivo, que consistía en encontrar el secreto que guardaba Tierra de Partida, quedaba muy lejano.

Vi, de nuevo la visión del ángel Nithael, que orgulloso peleaba como un fiero guerrero a pesar de su aspecto aparentemente delicado. La sangre me atenazó cuando el coloso retrocedió un momento. Fruncí los labios, preparado para sentir yo solo una vez más aquel dolor que me proporcionaba la piedra. Afortunadamente, la Maestra que nos había encontrado y que tenía rasgos animales, me ayudó a sujetar la piedra, lo cual agradecí con una mueca de alivio.

Disparamos el rayo. La luz nos cegó a todos por un instante que me pareció eterno. Ocho personas sujetando aquella tierra que emanaba poder. Reconocí a Saeko y a Niko más allá, tan concentrados como yo en la labor. Entorné los ojos. Aquello no me impidió ver un espectáculo digno de una canción, de todas las canciones inimaginables, igual de bellas e igual de pálidas.

Gracias a la magia de Chihiro, cuyo nombre no había olvidado, que mantuvo a unas cuantas criaturas paradas, el rayo las pudo atravesar limpiamente y finalmente, atravesar al coloso. Pero no fue lo único. Todos pudimos ver cómo Nithael se alzaba desde las tinieblas, con un arco mucho más grande que él. Y entonces sí que no pudimos ver nada más. Temí por la vida de todos los presentes en cuanto un brillo sobrenatural inundó la estancia, tan brillante que tuve que cerrar fuertemente los ojos para que no resultaran dañados.

Y por fin, con un estruendo, el Sincorazón cayó derrotado.

Pero por supuesto, nada es fácil, ya que la criatura se estaba intentando levantar de nuevo. Solté la piedra durante un momento, notando la quemazón en ella. Tal era el dolor, que se me escapó una pequeña lágrima que me apresuré a limpiar. Sin embargo, todo tenía un precio. Teníamos que eliminar al gigante, tal como había dicho el ángel para no dejarle avanzar o estaríamos perdidos.

Invoqué un hechizo Cura sobre mis manos, y otro sobre las garras de la Maestra de Tierra de Partida que me había ayudado. Me defendí de los Sincorazón que nos acechaban a todos, pero estaba demasiado débil para luchar contra los más peligrosos. Es una excusa pobre, lo sé, pero no os podéis imaginar lo hecho polvo que me encontraba.

Poco a poco, los Sincorazón fueron desapareciendo ante la lluvia de ataques que los asolaban. El Ojos Rojos, un Invencible y un Gigasombra recularon o fueron eliminados mientras la lucha seguía. En el cielo estaban los Maestros, descargando sus ataques más potentes contra el coloso.

Creo que todos vimos como la Llave se fusionaba, para dar a luz algo hermoso, peligroso y poderoso. El ángel estaba contraído por el dolor, con los ojos inyectados en sangre y lo que parecía ser una constante agonía.

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Tras eso todo sucedió muy deprisa y fue muy confuso. El Guía, que no sabía cuando había aparecido, hizo aparecer a los consumidos por el Castillo del Olvido, a personas que había olvidado completamente y que hicieron que una garra invisible que estaba alojada en mi pecho desapareciera instantáneamente.

Ha sido un placer conoceros. Con suerte, no volveréis a verme nunca. No, más bien he de pediros que os aseguréis de que, al menos en vuestra generación, yo no tenga que volver a aparecer otra vez. Proteged Tierra de Partida. Cueste lo que cueste. —El Guía se detuvo un momento y pudieron ver que parecía preocupado. Miró a Saito, Freya, Hiro y Lyon—. A algunos os he preparado para lo que os espera, pero dudo que sea suficiente.

»No os dejéis engañar ni bajéis la guardia. Los monstruos son muy distintos a las Reminiscencias.

Suspiré con hastío. Después de todo lo que nos había hecho pasar y se despedía así. Pero no tenía tiempo de pensar.

Invoqué mi glider mientras le explicaba a la Maestra lo que quería que hiciéramos para causar más daño al enorme ser. No sé cómo acabamos todos en el cielo, sujetando las piedras de nuevo y dispuestos a acabar definitivamente con la montaña. Disparamos. Una vez más no fue suficiente.

»No —pensé, perdiendo toda esperanza—. Hemos perdido.

Y de las entrañas del Castillo, surgió el héroe de leyenda. Empuñaba una espada partida, y su mirada reflejaba el alivio que todos esperábamos. Empuñó el arma, me aferré a mi montura. Cerré los ojos cuando la luz volvió a cegarme por segunda vez.

Una luz salvadora.

****


Pensé que me iba a caer del glider. No hubiera sido la primera vez, eso desde luego. Sin embargo, cuando abrí los ojos, que parecían estar abrasándose con el calor de la luz no me encontré con otra cosa que con Tierra de Partida. No había estado nunca allí, ni siquiera sabía si no habíamos muerto todos. Pero reconocí el Castillo del Olvido, como imbuido en una nueva luz, aunque con las mismas cicatrices de batalla que había dejado todo aquello.

Algo tembloroso, conseguí bajar a tierra. Me sentí mucho más reconfortado.

Busqué con todas mis fuerzas alguna prueba de lo que habíamos vivido. Pero a parte de las heridas ya mencionadas y de las cadenas que anteriormente rodeaban al castillo... Nada. Suspiré notando como toda la adrenalina desaparecía y el cansancio de toda aquella pesadilla se me echaba encima. Cerré los ojos. Había acabado. Por fin había acabado.

Un gruñido me despertó de mi ensimismamiento. Era la Maestra, que me felicitó por el trabajo. Negué con la cabeza, consternado, yo precisamente no había hecho nada, aunque una vez Ariasu me enseñó que siempre se podía hacer algo.
Mientras otros Maestros como Ryota, daban las gracias a los que habíamos portado las piedras, me di cuenta de que aferraba algo con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos.

Toma —me dirigí a... ¿Lyn? Sí, así se llamaba, y le entregué la piedra—. Creo que yo no la necesitaré. Gracias por ayudarme a llevarla.

Me acerqué a Freya, junto a otros aprendices que estaban por allí. Enok, Bavol... Era un alivio verlos a todos. Con un estremecimiento pensé en Jeanne. No estaba. Recordé que no había estado desde el principio. Sonreí, no sé que le hubiera dicho si hubiera tomado una ruta, aunque por otra parte una tenaza me presionó de tristeza al saber que su vida hubiera peligrado.

Por fin se ha acabado —les diría, haciendo desaparecer la Llave. Inspeccioné mis manos, no me había dado cuenta de que estaban negras de lo quemadas que estaban, aunque conservaba la movilidad y me habían dejado de doler—. ¿Qué va a pasar ahora?

Con un chasquido, las puertas del Castillo se abrieron. Apareció uno de los Maestros de Tierra de Partida, llevando a Nithael en hombros, con absoluta cara de confusión.La tensión apareció un momento, y vi lo que pasaba: ambos bandos mezclados, con armas y medio muertos. Temí que nos pusiéramos a luchar allí mismo. No hubiera podido. Algunos de mi ruta habían sido de Tierra de Partida, y no habían dudado al ayudarnos y viceversa. Me mordí el labio inferior... Bavol...

¿Y esas pintas de perro apaleado que me traéis? ¿Alguien me explica qué está pasando aquí y de dónde ha salido este…?

Sonreí cansadamente. La tensión había desaparecido.

****


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Escuchando conversaciones ajenas, aunque fueran de pasada, me enteré de que Kazuki había muerto en la pelea. Por el cansancio no recordé quien era hasta que caí en la cuenta. Me había tirado de una fachada. Con una mueca de melancolía pensé en que en realidad había sido Higashizawa. Solté una carcajada sin fuerzas. El Maestro había curado a Gédéon. No supe verlo en aquel entonces.

A veces sólo veía lo que quería ver. La parte oscura del mundo.

Nithael se apresuró a curar a Yami, otra de las Maestras del bando, que al parecer había salido muy mal parada, al igual que otra chica que no reconocí. Me admiró la gran energía que tenía. Había salvado un mundo entero y todavía tenía fuerzas para curar a los caídos.

Me había quedado en silencio, con la cabeza gacha, mientras mis párpados se cerraban lentamente. Necesitaba dormir algo. No fue el susurro del viento lo que me despertó, ni las voces de todos allí. Fue el silencio que se había instaurado cuando una Aprendiz se adelantó para hablar. Otra vez hubiera pensado que era de Tierra de Partida, pero en aquellos instantes me dio lo mismo. Había peleado con nosotros. Habíamos peleado juntos. Una vez y otra.

¡Escuchadme! ¡Todos! Después de lo vivido a día de hoy... ¿de verdad seguís viendo necesaria una guerra entre nuestros dos bandos? Creo que lo sucedido deja bastante claro que no. Puede que Bastión Hueco y Tierra de Partida tengan mentalidades diferentes, lo sé. Pero... ya lo habéis visto. No hace falta que nos matemos entre nosotros cuando un ejército sincorazón puede invadir nuestras bases y casi acabar con ellas. Esta guerra no hará sino facilitar la victoria de estos seres sobre nosotros. No cometamos el error de estar divididos. Sé que no será fácil que ambos bandos logren la paz tan repentinamente... pero... no quiero más muertes... Perdí a mi hermano, quizá algunos le conozcáis y quizás otros no. Pero mantengo la esperanza de que siga vivo. Se lo reconocí al Guía, y lo reconozco ahora delante de todos vosotros. Me embarqué en la Orden para encontrarle.. Sé que las posibilidades son mínimas... pero... ¿no es acaso la esperanza lo último que se pierde? Por favor... Maestro Ronin... Ryota... acaben con esto de una vez.

El discurso de aquella chica me marcó. Mucho. Y quizás también a todos mucho más de lo que se piensan. Otra chica había comenzado a decir su opinión de igual forma, me di cuenta de que habíamos luchado todos juntos y que se merecían algo más que un simple agradecimiento. Me dirigí hacia ella y la ayudaría a levantarse, diciéndole que no valía la pena. Girándome de nuevo me dirigí a todos los que hubieran seguido en la ruta Bavol,Gata, Enok, Freya, Hiro, Lyon y por último a Saito.

Gracias a todos. Sin vosotros jamás hubiera podido sobrevivir —Después me dirigí a Hiro, el Eterno Olvidado—. Siento no haberte curado cuando estabas indispuesto. Estaba demasiado débil y no tenía pociones.

Después de que los dos últimos aprendices, un hombre bastante alto y una chica pálida, hubieran dicho sus opiniones-en el último caso debo decir que me envalentonó un tanto-, di un paso al frente. Pensé en Bavol, en Jeanne. Sobre todo en Jeanne. Sería genial estar en el mismo barco, tal y como había dicho la muchacha. Suspiré, al final la guerra había sido resuelta con una simple frase de aquel muchacho. No sabía de qué iba el tema, pero de lo que me enteré fue de que el las heridas de Ryota se debió a Ronin, y que la verdad fue que Chihiro estaba detrás de todo eso. Pensar en que toda la guerra se desarrolló por un malentendido fue la gota que colmó el vaso.

Desde que llegué no he sabido por qué el inicio de la guerra —sentencié—. Y a causa de ella han muerto inocentes como su hermano —señalaría con la cabeza a la chica—. Hemos luchado todos juntos ¿no? Tierra de Partida y Bastión Hueco, y en ocasiones hemos arriesgado la vida por alguien del otro bando, y ese Maestro... No lo conocía mucho, pero creo que a nadie le gustaría dejar que muriera en vano.

>>Esto ya no tiene sentido. —Negué con la cabeza ¿alguna vez lo había tenido?—. Así que propongo una tregua para ambos bandos.

Dicho esto, invoqué mi Llave y la clavé en el suelo para afianzar mis palabras.

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El Evento en General me ha gustado mucho. La mayoría de las pruebas eran bastante originales y no en todas había qu e matar todo lo que se te pusiera por delante. Quizá por un poco más lineal en algunas rondas de por en medio en mi ruta, pero por lo demás bastante entretenido. La historia es lo que más he disfrutado, eso sí. Muchas gracias a todos y nos vemos en la cuarta saga ~
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


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Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
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