[Evento Global] El Esclavo del Olvido

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Nell » Dom Feb 22, 2015 1:01 am

Varios aprendices alzaron la voz para animarles a todos a luchar. Hana no se unió a ellos, porque entendía que eran los locos que creían que tenían oportunidad contra aquella monstruosidad (se sorprendió de que Malik se hallara entre ellos, le tenía por alguien cuerdo). Además, esperaba la intervención del auténtico líder allí.

Ronin. Puede que en los últimos tiempos hubiese discrepado y odiado algunas de sus acciones, pero en todo barco había un indiscutible capitán y ese era él. Hana estaba dispuesta a luchar por proteger Tierra de Partida; sin embargo, debía hacerlo bajo sus órdenes si quería seguir considerándose supremo Maestro.

Finalmente, reaccionó y dio la orden:

¡Preparaos para luchar! ¡Aprendices, os enfrentaréis a los Sincorazón que están penetrando por donde ha caído la Cadena! ¡Maestros, nos encargaremos de ese coloso! ―Hana suspiró. Cierto, ellos eran aprendices y de los problemas se encargaban otros.

¡Un momento!—intervino Lyn. La aprendiza temió por un momento que mostrara su lado más perverso de los entrenamientos y los convocara contra la criatura—. Tenemos que reforzar la segunda cadena como sea, ¡no podemos perder tiempo en llegar! Alguien debe quedarse y reforzarla desde la torre. Y tú… Eres el único que sabe cómo hacerlo.

Me ocuparé de ello. ¡Kazuki! —rugió, sobresaltando a la Maestra—. ¡Encárgate de dirigir el ataque! ¡Ganad todo el tiempo que podáis! —Genial, iban a luchar sin el más fuerte. ¡Alguien tenía que comprar las flores!―. Y que a nadie se le ocurra morir. ¡Saldremos adelante! ¡En marcha! ―añadió, como si hubiese leído los agrios pensamientos de Hana. A la chica solo se le ocurrían comentarios mordaces para contrarrestar la horrorosa realidad.

¡Aquellos que no estén dispuestos a perder su hogar avanzad! ¡Vamos, moved el culo! ¡Reuníos en el vestíbulo y organizaos a los pies de la cadena partida! ¡No dejéis que entren!

¡Luchad codo con codo! ¡Nada de hacerse los valientes! ¡Lo importante es evitar que avancen! —se le unió Kazuki.

Hana no necesitó ni los últimos gritos. Ya estaba en marcha en la dirección que les habían indicado, convocando la Llave en cuanto se abalanzó sobre el primero de los sincorazón. El combate la despertó por completo y enseguida se vio inmersa en una de las cosas que mejor sabía hacer: luchar. Aquello sí tenía sentido. Rodeada de sincorazón se sentía más viva que nunca, activa y con una meta clara. Otros se encargarían de ese rollo de las cadenas y las barreras.

Luchó principalmente con la Llave, porque necesitaba descargar la frustración sobre aquellas “inocentes” criaturillas. Lanzó hechizos solo cuando se vio rodeada, principalmente de Aquia y Géiser, aprovechando su afinidad. Por miedo a herir a los demás, no usó las burbujas. Ya tendrían suficientes bajas sin su ayuda.

Estaba en el fragor de la batalla cuando una inmensa luz lo inundó todo. La explosión que vino de esta le hizo caer al suelo, a ella y a todos los demás a su alrededor. Hana creyó por un momento que todo había acabado. Ya fuera porque estaban a punto de morir o porque la dichosa luz volatilizaría a los sincorazón, la lucha había llegado a su fin.

Nada más lejos de la realidad. Cuando abrió los ojos, se encontró de frente un castillo, uno diferente al que estaba tan acostumbrada. Diablos, ¡ni el paisaje era el mismo! Oscuro y tenebroso. Y, por si fuera poco, los sincorazón seguían allí.

¿Habían perdido? ¿Dónde estaba su hogar?

Perdió las ganas de luchar. Y junto a ella, el resto. Los Maestros se batieron en retirada y fue entonces cuando descubrieron a varios miembros (muchos, de hecho) de Bastión Hueco cerca de donde se encontraban. Hana apenas siguió los acontecimientos siguientes (¡ni siquiera se percató de la presencia de Chihiro!), en los que se reunían Maestros de ambos bandos y acordaban una especie de tregua temporal, ordenándoles la retirada al castillo. Nunca le había importado el politiqueo ni las redecillas entre bandos. Iba a limitarse a obedecer.

Estaba anímicamente destrozada. El castillo al que regresaban no era suyo. No era de nadie. Ni siquiera sabía qué hacía regresando a él. Habían perdido y debían aceptarlo. Lo mejor habría sido dejarles ese castillo desconocido y marcharse a buscar uno nuevo.

En su mente surgió la idea de que ella aún estaba a tiempo. Podía elevarse con el glider y marcharse de allí, huir lo más lejos que pudiera y fingir que nada de aquello había pasado. No habría fallado a nadie, no habría sido derrotada por nadie. No obstante, a pesar de la tentación, siguió corriendo y entró tras los demás.

Quizá en otro momento.

Encontró otro motivo más para quedarse cuando, ayudando a abrir las puertas y entrando tras los demás, se quedó estupefacta al ver por primera vez a Chihiro entre la gente de Bastión Hueco.

¿Malik? ―balbuceó, apenas audiblemente, al darse cuenta de que el aprendiz se hallaba cerca―. Dame una torta y despiértame. Dime que no estamos a punto de dejar pasar a esa bruja.

¿¡En qué estaban pensando los Maestros!? ¡Había reducido a cenizas una ciudad pacífica delante de sus propias narices, casi por puro capricho! No podían permitirle el paso a su castillo, por mucho que ya no fuera suyo. No, de ninguna manera. Si Ronin se había perdido, más valía que dieran rápido con él para que la echara de una patada. Hana se ofrecería desinteresadamente a soltarla maniatada con una piedra en el lago… el que ya ni se divisaba.

¿Qué hacía allí? ¿Y en Bastión Hueco? ¿Acaso era una Maestra de allí? Nunca se lo había planteado, ni había mostrado la Llave Espada pero… todo podía ser. Lo dudaba porque Ronin nunca se había referido a ella como tal, sino que la había descrito como una fugitiva (¿y no eran todos ellos traidores/fugitivos?). En cualquier caso, ¿qué pintaba ella en aquella historia?

Poner de relieve sus crímenes sería inútil. Todo el mundo tenía otras cosas en las que pensar, como que el castillo en el que habían vivido había sido sustituido por una copia deforme, para tener en cuenta crímenes pasados de una de las refugiadas. Hana decidió dejarlo pasar, sin quitarle el ojo de encima. Ya encontrarían un lugar para ella (no se quitaba la idea del fondo del lago) cuando Ronin volviera.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tsuna » Dom Feb 22, 2015 1:02 am

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A la primera duda el maestro afirmó que todos los presentes acudiríamos allí, incluyendo los maestros. La verdad, me parecía la opción más sensata. No podíamos pretender obtener los secretos de sus defensas si enviaban a unos aprendices que no sabían siquiera por dónde empezar en plena invasión de Sincorazón; grupo en el que me incluía yo misma, porque nunca había puesto un pie en Tierra de Partida.

A continuación levanté la mano, todavía sin saber muy bien qué pintaba allí la supuesta Chihiro, y el maestro Ryota respondió. Ella misma era la que nos había informado acerca del ataque que estaba sufriendo el bando contrario, y de momento éramos aliados. La mirada que le dirigió el maestro a la mujer me hizo pensar muchas cosas, como que claramente una vez obtuviésemos nuestro objetivo la tregua tocaría su fin. Pero si los maestros confiaban en ella no sería yo la que los cuestionase. Los maestros sabían lo que hacían, por supuesto que sí. El maestro Ryota no era tan débil como lo aparentaba, y eso quedó palpable momentos después.

Asentí finalmente con la cabeza, dándole a entender al maestro que había captado el mensaje y estaría atenta, agradecida por su explicación.

Alec, así creía recordar que se llamaba, el muchacho que le arrebató el corazón al antiguo maestro Andrei en el incidente del Reaper’s Game, juego que, muy en el fondo, me ponía enferma recordar. Cómo no, había traicionado a Tierra de Partida después de que Ronin traicionase nuestra confianza, pero yo ya sospechaba que algo no andaba bien con él.

No hay más que verlo. En el fondo se sigue preocupando por ellos.


Sus argumentos por unos instantes me hicieron dudar a mí también, que me mantenía expectante ante el tremendo discurso revolucionario que se había montado él solo delante de todos. Había que tener bastante coraje para hacer eso, aunque yo tenía las cosas bien claras y no iba a traicionar al maestro Ryota por nada, principalmente porque si lo hacía no tendría a dónde ir, y porque personalmente quería ayudarlo en su tarea. Los aprendices de Tierra de Partida me importaban un pimiento. Nada me pondría más contenta que ver a Light aplastado por una horda de Sincorazón, o el camaleón aquel con el que tuve ciertas disputas en la misión que llevé a cabo con Simbad.

Cuando Alec finalizó dirigí la vista hacia los maestros, alucinada. El aprendiz parecía totalmente exhausto después de aquello, cosa que me parecía totalmente normal. Y si ya tenía los ojos abiertos por la impresión, más me sobresaltaría al sentir cómo Nikolai se separaba de mí para ir hacia Alec. Le miré con evidente preocupación, alarmada por lo que fuese a suceder allí.

Ni se te ocurra hacer el tonto, por lo que más quieras.


Sin embargo, más lejos de hacer cualquier tontería Nikolai me demostró una vez más que podía resolver las cosas usando la cabeza. Asentí desde mi sitio a sus palabras, aunque no pudiese verme. Y por si no fuera poco, el siguiente en aparecer fue Saito, que agarró al brujo por uno de sus hombros para dejarle claras sus ideas. Entre tanto y tanto, miré preocupada a los maestros, imaginando que el peor de los castigos podía desatarse allí, y encima Nikolai estaba metido en medio de todo ese lío.

En lo referente a las palabras de mi amigo, sí me sentí identificada con la gran mayoría. No veía al maestro Ryota como a mi padre, porque yo misma ya tenía uno —el cual no sabía si seguía vivo o no, desgraciadamente—, pero sí era verdad que él mismo había decidido venirse y, en algún momento, tarde o temprano, íbamos a tener que luchar. Pero estaba claro que eso superaba al propio Alec. No le culpaba por ello, y tampoco pretendía matarlo ni mucho menos; en tal caso ya se encargarían los maestros y yo respetaría su decisión.

Cabizbaja, suspiré, deseando que terminase ya esa discusión tan absurda para partir de inmediato a Tierra de Partida y poder infiltrarnos. Cuanto más tiempo pasase, menos aprendices quedarían, y si la intuición no me fallaba los Sincorazón terminarían por fijarse en nosotros. Pero los pasos de la maestra Nanashi me sobresaltaron, y no mentiría si dijese que sentí un escalofrío capaz de ponerme recta al momento cuando sucedió. Sin embargo, el maestro Ryota había decidido encargarse de la situación él solo.

Atónita, escuché su discurso entero, agradeciendo los esfuerzos de Saito para hacerle entrar en razón cuanto menos, y aclaró que si ellos nos daban cobijo, alimentos, y protección, lo menos que podíamos hacer nosotros era luchar por sus intereses. Al fin y al cabo era nuestro trabajo, y si no le gustaba ya serían los tiranos ignorantes de Tierra de Partida los que se encargasen de acabar con nosotros, sin importar nuestros pensamientos respecto a los maestros, sin importar si habíamos decidido ayudarlos o no. El ideal del bando de Ronin era borrar todo lo diferente, siempre lo mismo, y por esa razón el maestro se había encargado de destruir un mundo entero, sumiendo el mismo en la oscuridad. Y eso era exactamente lo que defendíamos nosotros. En Tierra de Partida en cambio los aprendices tarde o temprano terminarían obedeciendo las órdenes de Ronin, que no me extrañaban nada que decidiese acabar con nosotros cuando él mismo intentó matar al maestro a traición. Y nosotros éramos menos, y más débiles.

Éramos, en resumidas cuentas, totalmente libres de decidir nuestro destino: podíamos quedarnos, abandonar Bastión Hueco ya mismo, o acompañar a los maestros. Teníamos que ser fieles a nuestros pensamientos, tal y como había intentado hacer Gata alejándose a escondidas hasta la salida, cómo no. Pero a cambio de todo lo que nos ofrecían, aparte de la propia Llave Espada, teníamos una responsabilidad sobre nuestros hombros.

Increíble…


No tenía palabras para describir la actuación del maestro, quién elegantemente se dio la vuelta para dirigirse a los maestros. ¿Y yo? ¿Acaso tenía claras mis ideas? Pues sí, estaba decidida, en ese momento más que nunca, a apoyar al maestro Ryota. Fruncí el ceño, preparada para ir al campo de batalla y cumplir con mi misión, temerosa, pero llena de vigor.

Y de pronto el maestro gritó de improviso, provocándome un ligero sobresalto. Nos ordenó de ir a Tierra de Partida, y así lo hice. Me encaminé, no sin antes echarle una mirada de reojo al grupito de Alec, donde se encontraba Nikolai. Agradecí que no se hubiese metido en más líos. Observé fijamente las penumbras del portal, a sabiendas de que podía ser la última vez que pisase la sala del trono.

* * *


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Nada más atravesar el portal la brisa fresca de la noche me acarició el rostro. Habíamos aparecido al parecer en una colina de hierba, o algo así. Observé mi alrededor con curiosidad, intentando no perder detalle de cómo era aquel famoso mundo: colinas por todas partes, un lago, campos de entrenamiento, el cielo estrellado, incontables aprendices intentando sobrevivir en la entrada del destrozado castillo, de motivos dorados, y…

¡Ah!

Grité aterrada cuando percaté de que a un lado se encontraba un Sincorazón gigantesco. Un auténtico monstruo que me dejó helada en el sitio. ¿De dónde había salido aquella cosa? ¿De verdad existían Sincorazón así de grandes?

Diana por su parte se mofó de los aprendices, pero a mí eso me daba lo mismo. Mi misión como la de todos era dejarlos morir allí para descubrir aquel secreto que se ocultaba en sus profundidades. La maestra por su parte sugirió esperar a que se les agotaran las fuerzas, y así era, no iban a durar mucho en ese estado. Me sentí un poco mal por ellos, pero era lo que se habían buscado. Y cuando el maestro comentó que no quedaba tiempo hice una mueca de confusión.

¿La otra cara? ¿Qué es eso?


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Me encontraba observando al maestro Ryota, atenta a todas sus posibles órdenes, cuando un estallido de luz revolvió el mundo y me dejó sin aire por un momento. Cuando pude recuperarme de nuevo, asfixiada en el piso, noté que la superficie del mismo era diferente. Ahora más áspera y de tonalidades moradas.

Me levanté como pude, apoyándome sobre mis rodillas, y allí, ante mí, no quedaba nada sino un castillo flotando en la nada. Estábamos rodeados de oscuridad en un camino flotante, frente a una retorcida y siniestra construcción que el maestro denominó como el Castillo del Olvido. No entendía nada, no comprendía qué había pasado. ¿Acaso esa era la otra cara de la que se había hablado? ¿Y por qué en ese instante? No lo vi bien desde esa distancia, pero parecía que los del bando contrario se encontraban igual de confusos, por lo que no era algo que sucediese todos los días.

Y claro, a nuestras espaldas… El terrible Sincorazón nos acechaba con hordas de monstruos. Nuestros enemigos además nos acusaron de culpables, como era de esperar, pero estábamos acorralados, sin escapatoria. Ellos entrarían dentro, y nosotros moriríamos afuera. Aun así, sospechaba que los portales de oscuridad siguiesen funcionando. No teníamos que temer… o de eso intentaba estar convencida.

El maestro Ryota pareció convencer a Tierra de Partida para que nos dejase entrar, y supuestamente Ronin había desaparecido. Y eso no era todo, sino que uno de los nuestros se lanzó directo a por los monstruos. ¿En qué estaba pensando aquel idiota? En cualquier caso, recorrí con la vista el escenario en busca de caras conocidas. Mientras Nikolai, Enok, Saito, Simbad o Gata estuviesen a salvo, yo estaría contenta.

La maestra Nanashi nos ordenó de seguir hacia el castillo, y yo, asustada, corrí hacia el lugar. No sabía dónde estábamos, y tampoco estaba segura de querer saberlo. Porque todo había ido bien hasta ese momento. En caso de que nos permitiesen entrar en el castillo, buscaría a Nikolai con la vista y me dirigiría al chico. Más preocupada que seria. Me tomé unos segundos para coger aire, y le reprocharía en voz baja.

No vuelvas a meterte en problemas de esa forma. Me has tenido muy preocupada.

Esperaba que tuviese en cuenta mi opinión.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Kairi » Dom Feb 22, 2015 1:19 am

- ¡Preparaos para luchar! - ordenó Ronin - ¡Aprendices, os enfrentaréis a los Sincorazón que están penetrando por donde ha caído la Cadena! ¡Maestros, nos encargaremos de ese coloso!

- ¡Un momento! - exclamó la mentora de Kairi, Lyn - Tenemos que reforzar la segunda cadena como sea, ¡no podemos perder tiempo en llegar! Alguien debe quedarse y reforzarla desde la torre. Y tú… Eres el único que sabe cómo hacerlo.

- Me ocuparé de ello. ¡Kazuki! ¡Encárgate de dirigir el ataque! ¡Ganad todo el tiempo que podáis! Y que a nadie se le ocurra morir. ¡Saldremos adelante! ¡En marcha!

- ¡Aquellos que no estén dispuestos a perder su hogar avanzad! ¡Vamos, moved el culo! ¡Reuníos en el vestíbulo y organizaos a los pies de la cadena partida! ¡No dejéis que entren!

- ¡Luchad codo con codo! ¡Nada de hacerse los valientes! ¡Lo importante es evitar que avancen! - Kairi nunca había visto a Kazuki con esa actitud, tan... despierto.

Obedeciendo a las órdenes de los Maestros, la pelirrosa empuñó su Llave Espada dispuesta a defender su hogar de las Sombras y Neosombras que habían invadido la plaza y los jardines. A los que estaban más lejos les lanzaba hechizos mientras apartaba con espadazos a los que estaban a punto de atacarla. Más de una vez estuvo a punto de dar a algún Aprendiz, pues estaban todos allí apelotonados luchando y todo era un caos tremendo. Con el miedo en el cuerpo, continuó luchando y poniendo en práctica lo que había aprendido de su Maestra Lyn. Mientras, los Maestros se perdieron de vista. Habían ido a enfrentar al Sincorazón gigante, dejando a los Aprendices a cargo de la defensa del castillo.

Aquella pelea parecía eterna. Daba igual cuántos Sincorazones derrotara, seguían apareciendo más y más. El cansancio comenzaba a notarse en los jadeos de Kairi, pero no se detuvo. Una a una, hacía desaparecer a las Sombras que se abalanzaban sobre ella evitando así que pasaran por la puerta. Y así hubiera seguido de no ser por un destello de luz que inundó toda la sala seguida de una explosión que la tiró al suelo. Instintivamente, se cubrió la cabeza con las manos y cerró fuertemente los ojos.

Cuando el destello de luz hubo desaparecido, Kairi abrió los ojos. Los Sincorazones habían desaparecido. De hecho, todo lo que conocía había desaparecido.

- ¿Q-qué...? ¿Dónde estamos?

Se encontraba en una isla suspendida en medio de un espacio oscuro en el que no se veía fondo alguno. Y en medio de esa isla había un castillo, pero no era el que ella conocía. Era más frío, con torres y formas extrañas. Detrás de él se podía ver un fondo más claro, como si fuese un portal al exterior, pero inalcanzable.

¿Era ese el castillo de Tierra de Partida? ¿Pero por qué había cambiado? La nueva apariencia no le daba ninguna confianza.

Y al final del camino que conducía a él estaba el coloso Sincorazón rodeado de muchas Sombras. También estaban los miembros de Bastión Hueco, con Ryota a la cabeza. Era mucha casualidad que se encontraran allí en ese preciso momento. Y con ellos estaba Chihiro, la mujer que había traído de cabeza a Kairi en más de una ocasión.

No había tiempo que perder, los Sincorazones seguían ansiosos por atacar.

- ¡Abrid las puertas, al interior, rápido, rápido! - gritaba Lyn.

- ¡No ataquéis a nadie! ¡Dejadlos entrar! ¡Buscad a Ronin! ¡Buscadle! - ordenó Kazuki.

Asombrosamente, tres Maestros de Bastión Hueco se encargaron de retener a los Sincorazones para darles tiempo a los demás de refugiarse en el nuevo Castillo. Obedeciendo la orden de Kazuki, Kairi corrió hacia el interior del Castillo sin atacar a nadie.

<<Ronin, ¿donde te has metido?>>
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Gracias Aru :D
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I love you Red ^^
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Sombra » Dom Feb 22, 2015 8:20 pm

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¡Adam! —gritó Nanashi cuando lo vio saltar sobre la barrera que Diana, Ariasu y Shinju estaban convocando. A pesar de ello, las mujeres no se detuvieron y continuaron haciendo crecer el muro, cada vez más alto y grueso. Había muchas más vidas que las de Adam en juego.

El vampiro no duró ni medio minuto. Eran demasiados para un ejército de aprendices. ¿Qué iba a hacer uno solo?

Las Sombras fueron empujando al aprendiz hasta el borde del camino flotante hasta que una Neosombra dio el golpe de gracia. Un zarpazo precipitó a Adam al vacío de oscuridad. Nanashi se permitió poner los ojos en blanco un instante antes de invocar su Glider y rescatarlo al vuelo.

¿¡No has escuchado la orden!? —le gritó cuando lo dejó con violencia sobre el puente—. No tenemos tiempo para esto, estúpido. Ya me encargaré de ti más tarde —sentenció, apuntando con un dedo hacia la entrada del Castillo del Olvido—. Si quieres pelear podrás hacerlo en breve. Ahora entra.

No había lugar para las negativas. Si no lo hacía, Nanashi le dispararía un rayo de luz que lo impulsaría al interior del Castillo.

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El vestíbulo no se parecía en nada al lugar que una vez habían conocido. Las paredes, el techo y el suelo eran de un blanco inmaculado, casi cegador. La estancia entera parecía respirar luz a pesar de que no encontraron ninguna clase de iluminación convencional. De inmediato, y a pesar de lo asustados o enfadados que estuvieran, percibirían algo extraño en aquel lugar. Algo inquebrantable, algo que los superaba a otro. Si alguna vez habían esperado experimentar una caricia inmaterial, una… presencia superior cuando entraban a una iglesia o a un templo sagrado, identificarían de inmediato la sensación.

Era como si miles de ojos los estuvieran vigilando, desde todas partes. Como si hubiera algo que llevaba mucho tiempo durmiendo. Y ellos habían venido a despertarlo. La magia vibraba en la atmósfera, recorriendo los entresijos de aquel lugar. Y no podían estar seguros de que fueran bienvenidos.

La estancia tenía forma de “T” y estaba conformada por un largo pasillo flanqueado por columnas estriadas pegadas a las paredes. Al fondo una amplia puerta, levantada para gigantes de al menos cinco metros de altura, con rebordes dorados y un inmenso candado rodeado de cadenas plateadas entrecruzadas. A los lados había dos pasillos más cortos que finalizaban en escalinatas; la del pasillo de la izquierda ascendía mientras que la de la derecha descendía.

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Amarillo: Puerta Dorada [Sellada]
Roja: Puerta de Entrada [Cerrada, imposible salir]
Azul: Pisos superiores
Violeta: Pisos inferiores


Una vez las Maestras de Bastión Hueco también entraron, cerraron el portón. Y, por una vez, una fila entera de Maestros de ambos bandos se pusieron en fila, apuntando con sus Llaves Espada, y murmuraron al unísono hechizos protectores. Estos cubrieron a modo de barrera cristalina la entrada, de tal modo que nadie podía entrar… Ni salir.

El ambiente general era de confusión, tensión y desconfianza y no pocos aprendices estaban a punto de sacar sus llaves espadas y lanzarse contra los miembros del bando contrario, aunque aquellos que habían conocido a Chihiro también clamaban por una explicación, porque se hiciera justicia.

Atendedme todos —pidió entonces Kazuki, que estaba al lado de Ryota. Apretó los labios cuando comprobó que los aprendices seguían hablando, discutiendo o contemplando el lugar—. ¡¡Silencio!! —bramó, logrando que se hiciera el silencio. Ryota arqueó las cejas, pero no dijo nada—. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello —apuntó Ariasu.

Kazuki ignoró su interrupción.

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. —La mirada del hombre se dirigió hacia el candado cubierto de cadenas—. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

Una risa grave, profunda, resonó desde todos los rincones del vestíbulo, apagando la voz del líder temporal de Tierra de Partida. Todos los Maestros se pusieron en guardia, invocando sus armas y mirando con desconfianza en dirección a la puerta dorada que se encontraba al fondo del pasillo.

Si los aprendices se daban la vuelta verían a alguien que antes no estaba allí. Era una figura alta, embozada en una capa negra y con una capucha tan amplia que no dejaba al descubierto ninguna parte de su rostro. Por su fisonomía, no podrían deducir si se trataba de un hombre o una mujer. Sus hombros se sacudían al son de su risa. De pronto abrió los brazos a los lados, de forma un tanto melodramática.

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Me temo que te equivocas —dijo. ¿O dijeron? Pues pudieron escuchar varias voces a la vez, tanto de hombre como de mujer. De niño y de adulto. Gesticulaba con exageración, como si estuviese en el escenario de un teatro—. Aquel que buscáis no está en este mundo… No existe.

¿¡Quién demonios eres!? —rugió Lyn.

Vuestro guía. —Realizó una pronunciada reverencia que pretendía respeto, aunque resultó demasiado sobreactuado para resultar creíble—. ¿O vuestro juez? —rió con voz cavernosa—. No hace falta que os presentéis. Sé quiénes sois y qué queréis. Buscáis devolver Tierra de Partida a su forma original, aunque ahora que no está Ronin, solo uno de los aquí presentes tiene algo de idea sobre el tema, ¿verdad, Ryota? —Su risa esta vez resultó un tanto aguda, como la de un niño pequeño. Ryota no alteró el gesto, se limitó a continuar observando al desconocido con frialdad, preparado para un ataque. El guía caminó por delante de la puerta dorada—. El tiempo se le acaba a este mundo, si fuese otro estaría ya destruido, pero Tierra de Partida es diferente. Este lugar, el Castillo del Olvido es la última y más poderosa defensa del mundo. Sin embargo, un sincorazón se ha colado en su corazón. —Se llevó las manos al pecho, entrecruzándolas como si le hiciera daño—. Y poco a poco se pudriráHasta que caiga en la oscuridad. Con vosotros dentro, claro. Qué lástima, ¿verdad? Bastión Hueco no debería haber venido. Cuántas almas van a perderse. Amigos que quisieron ayudar a antiguos compañeros, personas incapaces de romper sus vínculos, fieles aliados de los Maestros… Todo para descubrir nuestro secreto. —Se quedó un momento quieto y luego suspiró—. ¡Pero bueno! Todavía podéis conseguir todos vuestro objetivo. Un secreto a cambio de devolver este mundo a la normalidad, ¿no? Un negocio interesante, cuanto menos. Eso si los Sincorazón no destruyen este lugar antes, por supuesto.

¿Y qué debemos de hacer entonces? —interrogó Kazuki, antes de que aquella persona pudiera continuar hablando.

Reunir las llaves e ir a la puerta dorada —dijo Ryota.

¡Bingo! —Aplaudió el encapuchado tras señalar a Ryota con un dedo—. Las Llaves Espada no sirven para esta puerta. Necesitáis reunir las dos mitades de esa Llave y traerlas aquí. Al corazón de este mundo.

El encapuchado se desvaneció y reapareció en el pasillo de la izquierda.

Hay una en lo alto del castillo. —Se desvaneció en medio de una cortina de luz y oscuridad y reapareció en el otro extremo, a la derecha—. Y otra en lo más bajo. No os puedo decir lo que os encontraréis allí puesto que la estructura de este castillo es un tanto… Especial.

Ryota levantó una ceja.

Es tal como dijo el Maestro Rayim entonces —mencionó—. El Castillo del Olvido se transforma cada vez que alguien entra.

¡Exacto! ¡Alguien ha hecho sus deberes! Lástima que no seas el heredero de la voluntad de Rayim, ¿verdad? Porque entonces sabrías lo que hay que hacer… Una vez tengáis las Llaves. —Alzó las manos como diciendo «qué se le va a hacer»—. Es algo que sólo se transmite entre los líderes de Tierra de Partida. Un conjuro peligroso cuanto menos. Pero, yo, claro, ¡no puedo decíroslo! Es posible que ni entonces sirviera. Nadie previó que el mismísimo Corazón correría peligro cuando apareciera el Castillo del Olvido. ¿No sería más fácil que os marcharais? ¡Vamos, abrid un portal y escapad! —Estalló en roncas carcajadas—. ¿O no podéis? ¡Probad, probad!

Los Maestros se miraron entre sí. Mascullando algo, Nanashi fue la primera en adelantarse y hacer un gesto. Pero no se abrió ningún portal de luz. No pareció sorprendida. Lyn mostró los dientes y, con las orejas erizadas, gruñó:

¿A qué estás jugando? ¿Por qué no podemos salir?

No es cosa mía, eso os lo aseguro. Desde el momento en que llegasteis a este mundo, os encerraron. —Se encogió de hombros—. Así que podéis salir a luchar y morir como héroes o…

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo? —El grito de Nanashi interrumpió al encapuchado y llamó la atención de la mayoría de los presentes.

Aprovechando que nadie parecía prestarle atención, Chihiro se había retirado a un extremo del vestíbulo. Allí, con los ojos cerrados y una expresión de esfuerzo, alzaba una mano como si tanteara algo en el aire. Todos pudieron percibir un violento hormigueo. La magia que impregnaba aquel lugar de pronto se había acrecentado, hasta casi volverse palpable. Pudieron ver un destello dorado. Como un rayo.

Este lugar está lleno de recuerdos —dijo ella con lentitud—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. —Ignorando a los Maestros y a los aprendices, se giró hacia el encapuchado, que había recuperado su puesto frente al candado de la puerta dorada—. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

—Ya veo lo que pretendes hacer. Sí, fue él.

Entonces sólo tenemos que preguntarle.

Volvió a haber un resplandor. Esta vez Chihiro hincó los dedos de ambas manos, atrapándolo en medio del aire. Y, con un gemido de esfuerzo, tiró hacia los lados. Como si quisiera abrir una ventana estropeada.

El ambiente se enrareció. Todos se sintieron mal físicamente y un peso inmenso, indescriptible, cayó sobre sus hombros y les comprimió el pecho, arrancándoles el aliento. El suelo se tambaleó bajo sus pies y más de uno caería al borde del desmayo.

Cuando todo acabó, Chihiro estaba cubierta de sudor, el cabello se le había pegado al rostro y su inmutable rostro se contraía en un gesto de dolor. A su lado, con los bordes temblorosos como el agua en el que se refleja la luz, había una corte en el aire. ¿O… en el mundo? Pues del otro lado llegaban voces y, también, si se acercaban lo suficiente, olor a arena mezclado con el típico aroma que antecede a la lluvia. Con todo, no podían ver nada excepto lo que parecía ser un muro oscuro. Uno que, claramente, no se encontraba en los alrededores.

La mujer estaba claramente extenuada y de pronto sus ojos se hundían en unas profundas ojeras. Nanashi no se apiadó. La agarró de un hombro, obligándola a darse la vuelta con tanta violencia que estuvo a punto de tirarla al suelo.

¿Qué pretendes?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada —explicó mientras respiraba con dificultad—. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

¿Y por qué ibas a ayudarnos? —intervino Lyn con agresividad.

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto! —exclamó Alexis.

Silencio. —Pidió Ryota—. Sigue hablando, Chihiro.

Ella sonrió con desagrado.

Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

Nanashi fue a adelantarse, pero Ryota la detuvo con un gesto. En su lugar miró a Kazuki. El hombre se mordió el labio inferior, sin decidirse.

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás —Kazuki se interpuso entre Chihiro y la brecha y la aferró por un brazo—. No podemos confiar en ti.

Chihiro rió sin fuerzas.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

Un violento estallido sacudió los portones de la entrada, que se resquebrajaron. Los bordes de la entrada se iluminaron y humearon con hilillos negros y morados de oscuridad. Por un segundo, la puerta se puso al rojo vivo y las barreras que habían levantado los Maestros brillaron con intensidad.

¡Se acaba el tiempo! —exclamó el guía, de quien sin duda todos se habían olvidado—. Van a entrar. Vaya, es la primera vez que veo un Sincorazón tan monstruoso, aunque me trae recuerdos. —A pesar de que no se le veía el rostro, todos sin excepción pudieron percibir su sonrisa de oreja a oreja—. ¿Qué pasará si logra entrar? Quizás no alcance el Corazón, pero Tiene muchas presas que atrapar.

Como respuesta, las puertas volvieron a combarse y uno de los goznes salió despedido por los aires.

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Kazuki miró a los aprendices y después a la puerta, desesperado. Era ahora él quien debía decidir. Ronin no estaba por ningún lado, Ryota tampoco parecía conocer el secreto para devolver Tierra de Partida a la normalidad y, aunque lo consiguieran, Chihiro tenía razón: no contaban con defensas. La situación no cambiaría.

Aunque, quizás, si conseguían recuperar Tierra de Partida, lograrían abandonar el mundo y salir vivos.

Kazuki… —Yami se acercó a él y le puso con suavidad una mano en el hombro. Le dedicó una pequeña sonrisa—. Confiamos en ti.

Por algún motivo, aquello no pareció alegrar al nuevo líder de Tierra de Partida, sino que le sentó como una patada en el estómago.

¿En quién podía confiar él?

Finalmente y con la tercera embestida, Kazuki se encaró a Ryota:

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo.—Apretó la mano entorno al brazo de Chihiro—. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Entonces estaremos en desventaja. ¿Cómo sabremos que no nos traicionaréis?

Uno de vosotros puede pasar. Puede ir a buscar la otra Llave —aceptó a regañadientes—. No podemos hacer nada si no tenemos las dos, así que estaremos empatados. Pero todos los demás Maestros y aprendices más fuertes permanecerán aquí, defendiendo la entrada.

Esto es maravilloso. —Shinju puso los ojos en blanco y Alexis, que había dejado de lado su consola, miró con irritación a Kazuki.

Pero ningún otro Maestro protestó. Ni siquiera Akio, que parecía a punto de saltar sobre el cuello de Ryota. Ryota asintió con la cabeza y señaló a Nanashi.

Me parece justo. Ella irá en mi lugar. Ahora el problema es qué hacer con ese portal.

Yo iré. —Se adelantó Lyn—. No pienso confiar en nadie de Bastión Hueco para este trabajo.

Lo mismo podríamos decir nosotros —dijo Diana, con una sonrisa desafiante, adelantándose.

Las dos mujeres se clavaron la mirada con frialdad al mismo tiempo que las puertas de la entrada rugían y se abrían por un instante.

¡No hay tiempo para esto! —gritó Chihiro, más pálida que nunca—. ¿Vais a entrar o no? ¡No puedo mantenerlo abierto para siempre!

Claro, pero antes me gustaría saber cómo vamos a volver, ¿eh? —exigió Diana—. Como si fuera a ir a esa cosa sin tener la seguridad de que puedo regresar.

Los Maestros se miraron entre sí. Ryota dijo:

Cuando todos se reúnan con las Llaves aquí, nos ocuparemos de que Chihiro os abra otro portal. Sea como sea o acabaremos con ella. Dudo que alguien como ella quiera morir aquí sin cumplir sus objetivos.

¿Y si no lo hace?

La puerta se cubrió de fracturas. Ryota se volvió hacia ella.

Al menos tendréis la seguridad de que os quedan años por delante. Daos prisa y encontrad la forma de que todo regrese a la normalidad. Y las malditas cadenas.

Abriré otro portal, que aparecerá exactamente dos días después de vuestra llegada en el mismo lugar donde habéis aparecido.

Diana se encaró a Lyn e hizo una reverencia burlona.

Las damas primero.—Luego se volvió hacia los aprendices—. ¿Nadie viene con nosotras? ¿No os apetece hacer turismo por Tierra de Partida hace mil años? ¿O preferís quedaros aquí a luchar con ese rarito y los Sincorazón?[/b]

—[b]Si intentas algo, Chihiro, me aseguraré de acabar contigo
—le prometió entonces Nanashi.

Chihiro no contestó.

Diana y Lyn aguardaron por si alguien quería acompañarlas. Después pasaron, una tras otra, a través del portal y desaparecieron de su vista. Al mismo tiempo, Ryota organizaba a los Maestros que iban a quedar consigo, al igual que Kazuki daba el mando a Yami.

Tenemos que dividirnos y actuar lo más rápido posible. No caigáis en las trampas que os pueda tender el Castillo y no os enfrentéis. Recordad que no queda tiempo. No creo que aguantemos más que un par de horas. ¡Ragun! Tú te quedas con nosotros —indicó Ryota—. Los demás distribuíos como veáis. Pero aseguraos de no quedar en minoría. —Estaba claro que eso iba a ser difícil, pero, ¿quién sabía? Quizás hubiera muchos caminos tras las puertas que los aguardaban.

…y tened cuidado —pedía Kazuki—. Fátima, quédate tú también. Si tenéis alguna pregunta que hacer, es el momento. ¡Pero rápido!

Fátima salió de la fila de aprendices, no sin antes despedirse de Malik dándole un beso y deseándole suerte, mientras que Ragun lanzó una rápida mirada a sus compañeros de Bastión Hueco con cierta preocupación. Luego los dos se unieron a la fila de los defensores.

Entre tanto, se había acabado el tiempo para que los aprendices que hubieran decidido ir al pasado cruzaran el portal. Chihiro lo cerraría con un gemido de cansancio antes de que Kazuki tirara de ella y se dirigiera hacia las escalinatas que descendían a los pisos interiores. Los Maestros del vestíbulo levantaron barreras tanto frente a la puerta como tras ellos, encerrándose a sí mismos…

Pero también cortando la única salida, para evitar que ninguno de ellos cediera y escapara. Lucharían hasta el último segundo porque los Sincorazón no entraran.

Nanashi aguardaba a los aprendices que iban a subir hacia arriba.

Para entonces, el encapuchado había desaparecido. Con todo, pudieron escuchar una risotada de excitación. Alguien, al menos, se estaba preparando para disfrutar del espectáculo.

Bienvenidos al Castillo del Olvido.


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-Tenéis tres caminos:
1. Descender a los pisos inferiores del Castillo del Olvido.
2. Ascender a los pisos superiores.
3. Viajar al pasado en busca de Zephyr para encontrar la forma de devolver Tierra de Partida a la normalidad.
Intentad equilibraros para que una ruta no quede exageradamente llena.



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Fecha límite: 26/02/2015 a las 23:59

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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Nell » Lun Feb 23, 2015 12:01 am

Se le rompió el corazón cuando vio el interior. Tan blanco. Tan vacío. Tanta luz y tan carente de significado. Hasta hacía un momento, aquello había sido Tierra de Partida, su hogar. Ahora, no era nada.

Ya no solo había perdido los cuantiosos y queridos ahorros que guardaba bajo el colchón (dudaba que su habitación siguiera intacta), sino su forma de vida de los últimos tres años. Había sido la primera vez que había tenido una cierta estabilidad. Y la echaría de menos.

La sensación ni siquiera era la misma. Hana intuyó que estaba sobre algo prohibido, sagrado de algún modo. Un lugar que no deberían de haber pisado jamás. Le habría gustado salir corriendo y huir de la pesadilla, pero fuera había un ejército de sincorazón que esperaban el momento de comerse su corazón. Y había jurado no volver a perderlo jamás. Por eso, por el momento, se veía obligada a esperar a que los Maestros trazaran un plan con el que salir de la situación.

Porque había esperanzas, ¿no?

Las puertas se aseguraron con una cuadrilla entera de Maestros, tanto de Tierra de Partida como de Bastión Hueco. Hana supuso que, definitivamente, ellos no eran los causantes del ataque, o no habrían sido tan estúpidos de soltar tantos sincorazón que no pudieran contenerlos. Si estos no se habían rebelado contra sus amos, claro.

Miró otra vez de reojo a Chihiro. Bruja, más que bruja. Iba a cortarle la garganta, en memoria de Cabo Blanco, en cuanto tuviera la oportunidad.

Atendedme todos —intervino Kazuki—. ¡¡Silencio!! —exigió finalmente, para imponerse. Hana se cruzó de brazos. ¿No era el tipo que siempre se estaba durmiendo?―. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Bien, para empezar. No quería tener que vigilar sus espaldas constantemente por algún fanático del bando contrario.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello.

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar. ―Eso, eso. Había que encontrarlo para que mandara decapitar a Chihiro ya.

Finalmente, rió. Hana sintió un escalofrío y achacó aquel ser a la sensación que no se había quitado desde que entró en el castillo, aquella con la que creía estar siendo constantemente observada. Si era la voz de un enemigo, habían caído prácticamente en sus redes.

Pertenecía a una figura encapuchada, que había aparecido frente a la puerta dorada del final del pasillo. Apenas le conocía y ya le odiaba. ¿Por qué ese misterio, por qué ocultarse? Provocaba de por sí, además de la situación crítica, que tuviera miedo. De él y de lo que les iba a contar.

Y tenía razón. Las voces, procedentes de esa única figura, se presentó como su guía y solo trajo malas nuevas: Ronin no se hallaba en aquel mundo, Tierra de Partida (ahora Castillo del Olvido) iba a caer definitivamente en la oscuridad si no hacían algo y no podían escapar.

Le preocupaba la noticia sobre Ronin. Según lo que había entendido Hana, Ronin no existía. ¿Qué significaba aquello? ¿Había desaparecido, junto con Tierra de Partida? ¿No lo hallarían en el interior del Castillo? Puede que eso significara que había muerto. O que, de no regresar a la normalidad, lo haría.

Por otro lado, cualquier plan anterior de Hana sobre escapar se fue al traste. Estaban atrapados. Nada de gliders, ni de Portales. En parte, eso la alivió. Le dio un motivo para seguir adelante, ahora que parecían tener opciones para salir de aquella situación.

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo?

Hana se sobresaltó. Mierda, ¡Chihiro! ¡Había olvidado por completo que ella era el verdadero problema! Y si Ronin había muerto o desaparecido de verdad, llevaría a cabo sus planes sin que nadie supiera el auténtico peligro que representaba. De hecho, ya estaba en marcha.

Apartada en un lado, tanteaba algo en el aire. Hana no era muy ducha en la magia, ni en saber reconocerla, pero incluso ella sintió que allí fluía de manera especial.

Este lugar está lleno de recuerdos —Bla, bla, bla—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

Zephyr. ¿Dónde había escuchado ese nombre antes? Haciendo memoria, y tras observar entre el gentío a Fátima, lo recordó: figuraba en una placa del Santuario de la Reminiscencia. Era su creador o algo así.

Y Chihiro dio inicio al plan, fuera cual fuese. Capturó uno de los destellos dorados y lo forzó para doblegarlo, como si quisiera capturar la magia. Hana se sintió fatal, preguntándose constantemente si pretendía matarlos a todos con el siguiente hechizo o algo así. ¿Qué se lo impedía? El temblor del suelo y la repentina fuerza de la gravedad le hicieron caer, e incluso se desmayó por unos segundos.

Cuando despertó, se sorprendió de que continuara con vida. Mirándose las manos, incluso seguía siendo ella misma. Nada había sido reducido a cenizas.

Ahora, Chihiro estaba cansada y había una especie de desgarro frente a ella. Quizá una salida para marcharse de allí. Hana tuvo que reconocer, poniéndose en pie, que el ataque no había ido dirigido a ellos.

¿Qué pretendes?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada —Hana rechinó los dientes—. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

¿Y por qué ibas a ayudarnos? —preguntó Lyn. Hana asintió con vehemencia, de acuerdo por una vez.

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto!

Silencio. Sigue hablando, Chihiro.

Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

Entonces… ¡el desgarro era un portal hacia el pasado! Una vía para saber cómo rehacer las cadenas, un conocimiento que solo sabían los Maestros supremos. ¡Y el mismo creador, claro! Sin embargo, Hana siguió resistiéndose a la idea de que Chihiro les estuviera ayudando de verdad. Definitivamente no, no se trataba solo de que ella misma pudiera salir de allí. Había venido por algo, un objetivo.

Así pues, iré al pasado yo sola.

Así que era eso, ¡ajá! Allí estaba la clave. Si lo que había explicado era verdad, el portal había logrado abrirlo gracias a la magia del Castillo del Olvido. Poniendo como excusa que quería ayudarles con las cadenas, pretendía engañarles para retroceder en el tiempo, adonde fuera que tenía algo que buscar. Probablemente los matase en cuanto atravesaran la brecha.

No, no irás —se impuso Kazuki, para sorpresa de Hana―. No podemos confiar en ti.

¡Bien dicho! ―Se le escapó.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

Algo desde fuera chocó contra los portones. Como les advirtió la figura, se quedaban sin tiempo. Hana también miró con prisa a Kazuki para que tomara su decisión. No le conocía muy bien, y con lo poco que se habían cruzado se había hecho a la idea de que era un vago, pero en los últimos minutos había demostrado ser el líder.

Y como tal, en ausencia de Ronin, tendría que confiar en él.

Tomó la decisión. Se dividirían con Bastión Hueco para buscar las Llaves que abrieran la puerta dorada, respectivamente en los pisos superiores y en los inferiores; y los Maestros, por otro lado, mantendrían la puerta principal bloqueada. Negoció con Ryota quién lideraría cada ruta y, finalmente, la única cuestión que quedó sin resolver fue la del portal al pasado.

Yo iré —se ofreció Lyn—. No pienso confiar en nadie de Bastión Hueco para este trabajo.

Lo mismo podríamos decir nosotros.

Al cuerno las redecillas de Tierra de Partida y Bastión Hueco. Había cosas más importantes en las que pensar, aunque debía reconocer que Diana nunca había sido de su agrado.

¡No hay tiempo para esto! ¿Vais a entrar o no? ¡No puedo mantenerlo abierto para siempre!

«Sí, seguro que te ofreces desinteresadamente a ir si nadie lo hace, ¿no, ramera? ¿Para qué si no ibas a prestarnos tu ayuda?»

Claro, pero antes me gustaría saber cómo vamos a volver, ¿eh? —Ahí Hana debía de darle la razón—. Como si fuera a ir a esa cosa sin tener la seguridad de que puedo regresar.

Cuando todos se reúnan con las Llaves aquí, nos ocuparemos de que Chihiro os abra otro portal. Sea como sea o acabaremos con ella. Dudo que alguien como ella quiera morir aquí sin cumplir sus objetivos. ―Por fin alguien que la entendía.

¿Y si no lo hace?

Al menos tendréis la seguridad de que os quedan años por delante. Daos prisa y encontrad la forma de que todo regrese a la normalidad. Y las malditas cadenas.

¿Años por delante? Cielos, Hana no sabía muy bien hasta qué punto retrocederían (no recordaba la fecha), pero quizá hasta pudiera encontrarlos de ancianita y todo, dada su nueva longevidad. Esperaba definitivamente regresar, en cualquier caso, ya que ese era su tiempo y vivir en una época más retrasada nunca había sido su sueño.

En estas meditaciones, se dio cuenta de que ya había tomado su decisión. Sí, pasaría a través del desgarro, y por dos motivos muy claros: averiguar si Chihiro tenía algún tipo de interés en él (no le convencía que hubiese abierto la brecha tan generosamente) y regresar con el secreto para proteger a Tierra de Partida.

Además, el Castillo del Olvido la atemorizaba, en cierto modo, y no creía que contribuyera mucho a la reconstrucción de su hogar andar subiendo y bajando por él para buscar esas llavecitas.

Abriré otro portal, que aparecerá exactamente dos días después de vuestra llegada en el mismo lugar donde habéis aparecido ―prometió Chihiro.

No había que fiarse de ella y Hana lo sabía. No obstante, al menos tenía el consuelo que, de no hacerlo, los Maestros la matarían. Solo lamentaría no participar.

Las damas primero. ¿Nadie viene con nosotras? ¿No os apetece hacer turismo por Tierra de Partida hace mil años? ¿O preferís quedaros aquí a luchar con ese rarito y los Sincorazón?[

Haz todo el turismo que quieras. Los demás tenemos cosas más importantes que hacer ―le replicó, pasando por su lado para dirigirse hacia Lyn. No tenían la mejor relación del mundo, pero si iba a ir a un lugar tan desconocido y ambiguo como era el pasado, necesitaría una guía―. Maestra, voy contigo. La información nos ayudará a proteger Tierra de Partida en futuros ataques y nos dará la oportunidad de salir de este. Es mejor que corretear por aquí solo para abrir una dichosa puerta ―En realidad, no se había enterado muy bien de para qué querían franquearla. Miró sin disimulo a Chihiro, frunciendo el ceño―. Y de averiguar qué es lo que pretende esa mujer.

Le interesaba bien poco lo que sucediera a partir de ahí a continuación. Solo esperaba que Kazuki mantuviera a la bruja vigilada. Acto seguido, sin esperar orden o más instrucciones, saltaría a la brecha y cruzaría los dedos porque no fuera un portal de desintegración o algo así.

Si robaba un tesoro en el pasado, ¿podría llevárselo al presente?


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Hana va al pasado~~
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Darkness Seeker » Lun Feb 23, 2015 12:21 am

Fuera lo que fuera que había pasado, había cambiado por completo la Tierra de Partida que yo conocía. Tras el portón nos esperaba un largo pasillo de mármol, ricamente decorado con columnas blancas y pequeñas estatuas que simulaban rosas.

Atendedme todos —pronunció Kazuki sin siquiera dejarme preguntarle por el estado de Tierra de Partida—. ¡¡Silencio!!Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello —comentó Ariasu, la Maestra con la que me encontré en Villa Crepúsculo cuando ingresé en la Orden

Seguimos en Tierra de Partida— continuó Kazuki sin prestarle la más mínima atención a Ariasu—.Sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. —Inmediatamente se giró para comprobar un gigantesco portón dorado, lleno de cadenas plateadas—. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

A poco de que fuera a terminar, una estruendosa risa se oyó por todo el pasillo, hasta que la manifestación corpórea de la misma hizo presencia: Un espectro negro, parecido a los que nos atacaron en Villa Crepúsculo a varios aprendices y a mí unos meses atrás.

Me temo que te equivocas —gesticulando de una manera excesiva,la criatura hablaba con varias voces a la vez, de una manera un tanto perturbadora—. Aquel que buscáis no está en este mundo… No existe.

¿¡Quién demonios eres!? —le gritó la Maestra Lyn invocando su Llave Espada en el acto.

Vuestro guía.¿O vuestro juez? No hace falta que os presentéis. Sé quiénes sois y qué queréis. Buscáis devolver Tierra de Partida a su forma original, aunque ahora que no está Ronin, solo uno de los aquí presentes tiene algo de idea sobre el tema, ¿verdad, Ryota? —volviendo a reir, el Maestro de Bastión Hueco no mostró ningún tipo de represalia, pues seguía mirando fijamente al espectro negro—. El tiempo se le acaba a este mundo, si fuese otro estaría ya destruido, pero Tierra de Partida es diferente. Este lugar, el Castillo del Olvido es la última y más poderosa defensa del mundo. Sin embargo, un sincorazón se ha colado en su corazón.Y poco a poco se pudriráHasta que caiga en la oscuridad. Con vosotros dentro, claro. Qué lástima, ¿verdad? Bastión Hueco no debería haber venido. Cuántas almas van a perderse. Amigos que quisieron ayudar a antiguos compañeros, personas incapaces de romper sus vínculos, fieles aliados de los Maestros… Todo para descubrir nuestro secreto. ¡Pero bueno! Todavía podéis conseguir todos vuestro objetivo. Un secreto a cambio de devolver este mundo a la normalidad, ¿no? Un negocio interesante, cuanto menos. Eso si los Sincorazón no destruyen este lugar antes, por supuesto.

¿Y qué debemos de hacer entonces? —preguntó Kazuki, exasperado por la teatralidad que mostraba aquel tipo y todo cuánto sabía.

Reunir las llaves e ir a la puerta dorada.

Me giré para ver mejor a Ryota al decir eso. ¿Reunir las Llaves? ¿No usábamos un arma capaz de abrir cualquier cerradura? Y mientras pensaba en eso, no pude fijarme en otro detalle. Ryota parecía saber más de lo que aparentaba de este "Castillo del Olvido"... habría que tenerlo en cuenta.

¡Bingo!Las Llaves Espada no sirven para esta puerta. Necesitáis reunir las dos mitades de esa Llave y traerlas aquí. Al corazón de este mundo.

La figura desapareció durante unos instantes para reaparecer unos segundos después al lado de un pasillo con escaleras que ascendían hacia lo desconocido.

Hay una en lo alto del castillo. —Tras una neblina negra, reapareció al otro lado del pasillo, el cuál disponía de unas escaleras hacia las profundidades—. Y otra en lo más bajo. No os puedo decir lo que os encontraréis allí puesto que la estructura de este castillo es un tanto… Especial.

Ryota se llevó una mano a la barbilla, como si estuviera pensando algo mientras hablaba la criatura.

Es tal como dijo el Maestro Rayim entonces —respondió—. El Castillo del Olvido se transforma cada vez que alguien entra.

¡Exacto! ¡Alguien ha hecho sus deberes! Lástima que no seas el heredero de la voluntad de Rayim, ¿verdad? Porque entonces sabrías lo que hay que hacer… Una vez tengáis las Llaves. Es algo que sólo se transmite entre los líderes de Tierra de Partida. Un conjuro peligroso cuanto menos. Pero, yo, claro, ¡no puedo decíroslo! Es posible que ni entonces sirviera. Nadie previó que el mismísimo Corazón correría peligro cuando apareciera el Castillo del Olvido. ¿No sería más fácil que os marcharais? ¡Vamos, abrid un portal y escapad! ¿O no podéis? ¡Probad, probad!

Inmediatamente, una Maestra de Bastión Hueco levantó una mano, y haciendo un gesto con la misma, no parecía sorprendida al ver que no ocurrió nada. ¿Qué estaba pasando?

¿A qué estás jugando? ¿Por qué no podemos salir?

No es cosa mía, eso os lo aseguro. Desde el momento en que llegasteis a este mundo, os encerraron.Así que podéis salir a luchar y morir como héroes o…


¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo?

Fue entonces cuando me fije en una figura que había pasado desapercibida para mí. Era una mujer alta, vestida con un traje militar aunque también de aspecto ceremonial. Un largo pelo blanco caía hasta sus hombros, y su seriedad parecía mostrar parte de su naturaleza... "Chihiro"...

Este lugar está lleno de recuerdos —pronunció Cihiro mientras pasaba la mano por las paredes del pasillo—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto.Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

—Ya veo lo que pretendes hacer. Sí, fue él.

Arqueando las cejas a más no poder ante todo cuánto estaba pasando, dirigí una mirada extraviada a la mujer. ¿Que era lo que "pretendía"? Había oído algunas historias sobre ese Zephyr pero no sabía demasiado sobre él... ¿Quién era exactamente?

Entonces sólo tenemos que preguntarle.

Inmediatamente noté un tremendo mareo, que me obligó a agarrarme como pude al suelo para evitar caerme por completo. ¿Que estaba haciendo aquella chica? Para cuando yo, y todos los presentes, pudimos levantarnos y estar de pie sin necesidad de agarrarnos a nada, una raja había aparecido en una zona de la sala, una raja del que parecían vibrar los ecos de voces lejanas y una lejana oscuridad a través.

¿Qué pretendes?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada —comentó Chihiro—. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

¿Y por qué ibas a ayudarnos? —rugió Lyn furiosa.

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto! —gritó otra chica a la que no conocía de nada.

Silencio. —pidió Ryota con un gesto—. Sigue hablando, Chihiro.

Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

¿Era eso verdad? ¿Podía viajar al pasado? ¿Tanto poder tenía aquella chica? Ir en la búsqueda de un caballero de la Llave espada... ¡El que había creado Tierra de Partida! Casi me sonó a fábula cuando lo oí.

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás —Kazuki se interpuso entre Chihiro y la brecha y la aferró por un brazo—. No podemos confiar en ti.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

Una explosión tuvo lugar en ese mismo instante fuera del Castillo del Olvido, provocando que del resquicio de la puerta brotaran pequeños rastros de oscuridad que ascendían hasta desaparecer en el aire. Nos quedábamos sin tiempo para decidir.

¡Se acaba el tiempo! Van a entrar. Vaya, es la primera vez que veo un Sincorazón tan monstruoso, aunque me trae recuerdos. ¿Qué pasará si logra entrar? Quizás no alcance el Corazón, pero Tiene muchas presas que atrapar.

Kazuki… —A un kazuki altamente preocupado y de vista perdida, se le acercó una Yami dispuesta a luchar por cualquier cosa—. Confiamos en ti.

Kazuki, que buscaba con la mirada una manera de deshacerse de toda esa tensión, respondió:

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo.—Apretó duramente su mano en el brazo de Chihiro—. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Entonces estaremos en desventaja. ¿Cómo sabremos que no nos traicionaréis?

Uno de vosotros puede pasar. Puede ir a buscar la otra Llave —aceptó sin ganas de aceptarlo—. No podemos hacer nada si no tenemos las dos, así que estaremos empatados. Pero todos los demás Maestros y aprendices más fuertes permanecerán aquí, defendiendo la entrada.

Esto es maravilloso. —comentaron dos aprendices de Bastión Hueco a las que no conocía.

Me parece justo. Ella irá en mi lugar. Ahora el problema es qué hacer con ese portal.

Yo iré. —Se adelantó Lyn—. No pienso confiar en nadie de Bastión Hueco para este trabajo.

Lo mismo podríamos decir nosotros —le respondió desafiante Diana, una aprendiza con la que tuve la "fortuna" de cruzarme en una misión en el Espacio Profundo.

¡No hay tiempo para esto! —gritó Chihiro, más pálida que nunca—. ¿Vais a entrar o no? ¡No puedo mantenerlo abierto para siempre!

Apreté los puños con fuerza, pues ya tenía clara mi decisión, pero no sabía si era la más corecta. Me giré un poco para encontrarme con Bavol, al que me acerqué para hablar un instante con él.

Escucha Bavol, —le comenté mientras me ponía a su altura —. parece que vamos a tener que dividirnos para poder arreglar Tierra de Partida. Voy a... a atravesar el portal temporal, a ayudar a encontrar a ese Maestro de la Llave Espada. Sea lo que sea que decidas... No se te ocurra meterte en ningún lío ¿Vale?

Las damas primero.—comentó Diana haciendo una sutil reverencia a Lyn—. ¿Nadie viene con nosotras? ¿No os apetece hacer turismo por Tierra de Partida hace mil años? ¿O preferís quedaros aquí a luchar con ese rarito y los Sincorazón?

En ese instante me despedí de Bavol y de Aru y me encaminé al portal, listo para ayudar a encontrar al Verdadero Maestro de Maestros.

Si intentas algo, Chihiro, me aseguraré de acabar contigo—le oí detrás a la maestra de Bastión Hueco.

Todos los Maestros parecían enfadados con la aparición de Chihiro en aquél momento... Habría que tenerlo en cuenta. Y así, tras Diana y Lyn, atravesó de un paso la raja temporal, esperando que pudiéramos volver de una pieza al presente...

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Neru atraviesa el Portal Temporal
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tidus Cloud » Lun Feb 23, 2015 12:51 am

Bavol sintió una extraña sensación nada más entrar en aquel vestíbulo blanco. No sabía muy bien describir cómo se sentía porque nunca había experimentado algo parecido. Era como si alguien los estuviera observando a todos, alguien muy poderoso, alguien que habitaba en ese lugar y había sido alterado por su repentina visita.

Sin embargo, enseguida decidió apartar esa sensación a un lado y centrarse en lo que más le importaba: la presencia de Bastión Hueco. Cuando realizó su pregunta en alto junto con la de otros Aprendices, Neru se le acercó pidiendo calma. Bavol se limitó a fulminarlo con la mirada unos segundos, indignado con su intervención, para después volver a posar su mirada sobre Kazuki.

Después de que los Maestros de ambos bandos sellaran las puertas con su magia, Kazuki comenzó a dar las explicaciones pertinentes.

¡¡Silencio!! —ordenó al comprobar que nadie le escuchaba en un principio. Bavol debía reconocer que el Maestro estaba más despierto de lo habitual—. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

¡Ronin! Era cierto, no lo había vuelto a ver desde que se marchó en solitario a arreglar aquel problema. ¿Le habría pasado algo malo? No, no podía ser posible, él era su Maestro y también el hombre más fuerte que había conocido. No podía haber caído… ¿Qué sería de ellos sin él?

Tuvo que abandonar su preocupación por su Maestro cuando una profunda risa resonó en el vestíbulo. Bavol se dio rápidamente la vuelta y se encontró con un encapuchado, cuyo atuendo impedía averiguar de quién se trataba en realidad. Fuera quien fuese, conocido o no, tenía un aspecto verdaderamente diabólico.

El encapuchado y los Maestros comenzaron a hablar sobre lo que estaba ocurriendo ante la atenta mirada de todos los Aprendices. La parte de aquella conversación que más afectó al gitano fue sin duda cuando el desconocido afirmó que Ronin ya no estaba. El pequeño se llevó las manos a la cara, debía de estar mintiendo, no era posible que su Maestro hubiera muerto.

Los demás datos que descubrieron no fueron más alentadores. Si querían sobrevivir, tenían que abrir aquella puerta dorada al final del vestíbulo mediante dos llaves, una situada en los pisos superiores del castillo y otra en los pisos inferiores. Y además, parecía su única salida, puesto que comprobaron enseguida que era imposible salir mediante un Portal de Luz.

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo?

Todos pasaron a observar a una mujer de cabellos blancos a la que no había visto nunca antes, quizás también estuviera con Bastión Hueco. No sabía con exactitud qué es lo que había hecho con exactitud, pero un pequeño destello le cegó por un momento.

Este lugar está lleno de recuerdos. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

De nuevo, más nombres que no conocía, era imposible que pudiera seguir bien todo lo que estaba sucediendo. A continuación, Chihiro empezó a actuar. No sabía qué es lo que pretendía, pero estaba consiguiendo que se sintiera muy mareado de pronto. Estuvo a punto de alzar la mano para indicarle que parara, pero terminó justo antes de tener que pedírselo. La mujer había conseguido abrir un portal en medio de la nada, aunque por su aspecto podía asegurarse que le había costado mucho conseguirlo.

¿Qué pretendes?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

¿Y por qué ibas a ayudarnos?

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto!

Silencio. Sigue hablando, Chihiro.

Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

Así que no era un portal cualquiera, era nada más y nada menos que una ventana hacia otro momento del pasado. Un viaje en el tiempo en toda regla.

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás. No podemos confiar en ti.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

No hubo tiempo para nuevas discusiones, un nuevo estallido provocó que Bavol diera unos pasos hacia atrás asustado mientras observaba cómo la barrera levantada por los Maestros se debilitaba. Fuera cual fuese la solución a aquel problema, tenían que actuar deprisa.

Necesitamos sobrevivir —afirmó Kazuki encarándose con Ryota—. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Entonces estaremos en desventaja. ¿Cómo sabremos que no nos traicionaréis?

Uno de vosotros puede pasar. Puede ir a buscar la otra Llave. No podemos hacer nada si no tenemos las dos, así que estaremos empatados. Pero todos los demás Maestros y aprendices más fuertes permanecerán aquí, defendiendo la entrada.

¿Colaborar con un Maestro de Bastión Hueco? Era terrible, o mejor dicho, era sorprendente cómo la lucha por la supervivencia obligaba a hacer extraños aliados. Eran traidores, no eran aliados de fiar, tenían que estar pendientes de ellos. Lo peor es que muchos de sus compañeros no parecían dispuestos a hacer esa labor con sus enemigos, así que tendría que hacerlo él mismo.

La elegida por Ryota para ir a los pisos superiores fue Nanashi. El gitano la conocía, se había tenido que enfrentar a ella para conseguir la espada de Cortés. En un momento de necesidad le había pedido ayuda, pero ella se había negado a colaborar con él. Estaba más claro que nunca que no podían dejarla sola.

Por otra parte, Lyn y otra Aprendiza de Bastión Hueco se encargaría de liderar la escaramuza hacia el pasado. Al menos los que fueran a aquella misión estaría protegidos por la Maestra de Tierra Partida.

Había que decidir un camino para intentar ayudar a traer de vuelta a Tierra de Partida a su lugar. Algunos Maestros se quedarían a defender la zona, Kazuki y Chihiro irían hacia abajo, Lyn al pasado y por último, Nanashi iría hacia arriba. La mayoría de los caminos estaban protegidos por importantes miembros de Tierra de Partida, a excepción del camino de la Maestra de Bastión Hueco.

Ése debía ser su camino también.

¡Yo voy arriba! —anunció Bavol incorporándose rápidamente al grupo de Nanashi—. Encontraremos la llave enseguida y volveremos a ayudaros.

Seguidamente, se acercó discretamente a Nanashi y sin mirarla, le indicó con claridad lo que pensaba:

No me fío de ti. Te voy a tener vigilada.

Una vez hecha aquella aclaración, Bavol esperó al resto de sus compañeros antes de iniciar la marcha hacia arriba para encontrar la llave.

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Bavol va a los pisos superiores
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Ronda #3 - El Esclavo del Olvido

Notapor Astro » Lun Feb 23, 2015 3:06 am

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Lanzarse contra la marabunta de sincorazón fue genial. ¡Divertido! Pero eran demasiados, incluso para Adam, que no consiguió abrirse camino entre los ojos amarillos para llegar a su ansiado coloso. De hecho, ni siquiera había pasado un minuto cuando un zarpazo empujó al vampiro hacia el vacío.

¡Eso es trampaaaa! —gritó, agitando los brazos intentando agarrarse inútilmente a algo.

¿¡No has escuchado la orden!?

Nanashi acudió a su rescate. Montada en su glider, la maestra agarró al aprendiz y le dejó caer sobre el puente, cerca de la entrada.

Esto... ¿Qué orden? —mintió.

No tenemos tiempo para esto, estúpido. Ya me encargaré de ti más tarde —gritó, furiosa, señalando con el dedo la puerta del castillo—. Si quieres pelear podrás hacerlo en breve. Ahora entra.

¡Oh, venga ya, puedo ocuparme de esas cosas! ¡No seas abu...¡

No pudo ni acabar la frase. Un rayo de luz salió de la mano de Nanashi, impactando en Adam y lanzándole por los aires hasta caer justo dentro del castillo. Auch.


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Usar magia sí que es trampa —gruñó el joven chupasangre, frotándose la cabeza.

Ahora que estaba dentro del castillo, aunque todavía sentado en el suelo sin levantarse, observó su alrededor. Todo era muy... blanco. Tanto, que resultaba hasta incómodo. Era difícil de decirlo, pero se sentía como si estuviera siendo observado, con un aura de misterio que le desagradaba. Encima, la magia podía notarse en el ambiente. Ugh, maldita magia.

Tras un largo pasillo, se abrían dos caminos (uno a la derecha, otro a la izquierda), además de haber una gran puerta dorada en el centro de ambos caminos.

Por supuesto, si al vampiro se le ocurrió volver a intentar a salir, lo tuvo imposible. Cuando todos hubieron entrado, las puertas se cerraron, y los Maestros presentes se ocuparon personalmente de sellarlas con hechizos, maldiciones, o lo que fuera.
Y claro, el caos reinaba entre los aprendices. La mayoría hablaban o preguntaban qué había pasado, mientras que Adam se dedicaba a rascarse las heridas producidas por los sincorazón (y por el hechizo de Nanashi), esperando que se curaran pronto.

Vaaale, ¿y ahora qué?

Los monstruos se habían quedado fuera, ¡así no había diversión alguna! Para sorpresa del vampiro, fue uno de los maestros de Tierra de Partida el encargado de poner orden en todo aquello.

Atendedme todo. ¡¡Silencio!! —gritó, consiguiendo captar la atención de todos (o de casi todos, porque Adam se había puesto a beber de su petaca)—. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello —añadió Ariasu.

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

Adam abrió la boca para protestar, pero la aparición de una inesperada figura encapuchada, que reía, interrumpió a todos. Enarcando una ceja, el joven no-muerto se levantó despacio, observándole con muchísima curiosidad. Le daba mala espina. Muy mala espina. ¿Quién era? O mejor dicho, ¿qué era?

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Me temo que te equivocas. —Su voz era extrañamente peculiar. Parecía que sonaba distorsionada, como si varias voces se hubieran mezclado en una sola y se combinaran. En cierta forma, hasta molaba—. Aquel que buscáis no está en este mundo… No existe.

¿¡Quién demonios eres!? —preguntó una de las maestras del otro bando, una con orejas de animal.

Vuestro guía. —respondió.

Lo siguiente fue una extensa retahíla de bla bla bla de la que Adam apenas consiguió captar dos o tres ideas sueltas (aunque tampoco puso mucho interés). Algo de que la única forma de salvarse era encontrar al tal Ronin, y que el mundo estaba apunto de palmarla por los sincorazón... más o menos.

¿Y qué debemos de hacer entonces?

Reunir las llaves e ir a la puerta dorada —Esta vez fue Ryota quien respondió.

¡Bingo!

¿Llaves? ¿Puerta dorada? Sonaba a coñazo. ¡Él quería destruir sincorazón! Incapaz de seguir más tiempo concentrado en la conversación, el vampiro volvió a sentarse en el suelo y, tras un largo trago a su petaca (dejándola casi vacía), se volvió a poner los cascos para entretenerse con música hasta que empezaran a moverse de nuevo. Al menos, escuchar canciones sería más entretenido que aquella charla machaca-cerebros. Y como durara mucho, empezaría a morder a alguien.

No fue hasta que una violenta sensación que el aprendiz volvió a prestar atención a lo que ocurría a su alrededor. Era como si alguien le hubiera golpeado en el pecho, aunque sin llegar a tocarle, y todo se hubiera retorcido a su alrededor. ¿Nanashi echándole la bronca, tal vez...? No, no fue ella, pero sí que había sido una mujer.

¿Qué pretendes?

Chihiro. La mujer tenía una pinta horrible, llena de sudor y hasta con ojeras, como si acabara de levantar una montaña. Y, a su lado, se abría una especie de corte en el aire, como un misterioso portal. ¿Qué había hecho...?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

«¿Zephyr?»

¿Y por qué ibas a ayudarnos?

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto!

Silencio. Sigue hablando, Chihiro.

Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

Espera, ¿viajar en el tiempo? —A Adam se le abrieron los ojos como platos, emocionado por la idea. Si, vale, era magia, pero magia de la chula—. Moooola~

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás —El que parecía líder del otro bando, se puso en su camino—. No podemos confiar en ti.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

¡Se acaba el tiempo! —chilló el "guía", después de que las puertas temblaran tras un golpe de fuera.

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Hubo un momento de silencio. Bastante incómodo, la verdad. Hasta que finalmente, el maestro de pelo castaño, animado por otra, pareció decidirse a ponerse en acción.

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos —dijo, dirigiéndose hacia Ryota.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo.—Esta vez señalara a Chihiro—. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Hubo más blablabla, mientras los maestros se organizaban. Al parecer, la mayoría se quedarían allí con un puñado de aprendices (ninguno mencionó ni miró a Adam, así que él se libró) para evitar que los ojos amarillos entraran. Los demás, se repartirían entre los dos caminos disponibles y

Las damas primero.—Esa voz...—. ¿Nadie viene con nosotras? ¿No os apetece hacer turismo por Tierra de Partida hace mil años? ¿O preferís quedaros aquí a luchar con ese rarito y los Sincorazón?

Espera, ¡¿podían viajar al pasado?!

Y esa voz. ¡Diana! ¡Un viaje al pasado con Diana! No tuvo ni que pensarlo. Además, no llevaba ni cinco minutos en aquel castillo, y ya lo odiaba. Demasiada magia, le resultaba muy agobiante. Si iba al pasado, al menos saldría de allí, respiraría aire fresco, e incluso podría encontrar sincorazón que no formaran parte de aquella marabunta. Como premio, así se alejaría de Nanashi y la "charla" que quería tener con él.

Además. Viajar. ¡Al pasado! ¿Cómo podía resistirse uno a eso? ¡Igual la sangre de hace años sabía distinta!

Levantándose de un salto, el vampiro avanzó a zancadas hasta el portal, sonriente.

Nos vemos al otro lado, encanto~ —le dijo a Diana al pasar a su lado, guiñándole un ojo.

Uno podría tener el temor de quedar atrapado en el pasado, pero Adam ni siquiera tenía ese miedo. Total, él era inmortal, si no conseguían volver sólo tendría que esperar unos cuantos años y volvería a estar en el año correcto. Y, por el camino, hacerse más y más fuerte. ¡Igual hasta más que Nanashi!

En definitiva, no se lo pensó dos veces. No hubo dudas. Adam cruzó el portal, directo hacia el pasado.


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Adam viaja al pasado~
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor James Bond » Lun Feb 23, 2015 10:40 pm

Cuando todos los aprendices entraron dentro del castillo, entraron en una estancia muy blanca, que para nada pegaba con el diseño exterior del edificio. Lo importante era, que por el momento estaban a salvo.

Aparte, se notaba que había un ambiente hostil entre todos los presentes. A Kei le daba la sensación de que en cualquier momento se iban a lanzar unos contra otros, pero por suerte, Kazuki volvió a ejercer de líder y tomar el control de la situación.

Atendedme todos —pidió entonces Kazuki, que estaba al lado de Ryota. Apretó los labios cuando comprobó que los aprendices seguían hablando, discutiendo o contemplando el lugar—. ¡¡Silencio!! —bramó, logrando que se hiciera el silencio. El hombre de pelo moreno arqueó las cejas, pero no dijo nada—. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello —apuntó una mujer vestida de verde y con un báculo o algo parecido.

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro.[/b][/color] —La mirada del hombre se dirigió hacia el candado cubierto de cadenas—. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

De pronto, las explicaciones del Maestro Kazuki fueron interrumpidas por la presencia de un encapuchado que apareció de la nada. Era imposible distinguir su género a ciencia cierta, pues le cubría una gigantesca capa.

Me temo que te equivocas —dijo. ¿O dijeron? Pues pudieron escuchar varias voces a la vez, tanto de hombre como de mujer. De niño y de adulto. Gesticulaba con exageración, como si estuviese en el escenario de un teatro—. Aquel que buscáis no está en este mundo… No existe.

¿¡Quién demonios eres!? —rugió Lyn.

Vuestro guía. —Realizó una pronunciada reverencia que pretendía respeto, aunque resultó demasiado sobreactuado para resultar creíble—. ¿O vuestro juez? —rió con voz cavernosa—. No hace falta que os presentéis. Sé quiénes sois y qué queréis. Buscáis devolver Tierra de Partida a su forma original, aunque ahora que no está Ronin, solo uno de los aquí presentes tiene algo de idea sobre el tema, ¿verdad, Ryota? —Su risa esta vez resultó un tanto aguda, como la de un niño pequeño. Ryota no alteró el gesto, se limitó a continuar observando al desconocido con frialdad, preparado para un ataque. El guía caminó por delante de la puerta dorada—. El tiempo se le acaba a este mundo, si fuese otro estaría ya destruido, pero Tierra de Partida es diferente. Este lugar, el Castillo del Olvido es la última y más poderosa defensa del mundo. Sin embargo, un sincorazón se ha colado en su corazón. —Se llevó las manos al pecho, entrecruzándolas como si le hiciera daño—. Y poco a poco se pudriráHasta que caiga en la oscuridad. Con vosotros dentro, claro. Qué lástima, ¿verdad? Bastión Hueco no debería haber venido. Cuántas almas van a perderse. Amigos que quisieron ayudar a antiguos compañeros, personas incapaces de romper sus vínculos, fieles aliados de los Maestros… Todo para descubrir nuestro secreto. —Se quedó un momento quieto y luego suspiró—. ¡Pero bueno! Todavía podéis conseguir todos vuestro objetivo. Un secreto a cambio de devolver este mundo a la normalidad, ¿no? Un negocio interesante, cuanto menos. Eso si los Sincorazón no destruyen este lugar antes, por supuesto.

¿Y qué debemos de hacer entonces? —interrogó Kazuki, antes de que aquella persona pudiera continuar hablando.

Reunir las llaves e ir a la puerta dorada —dijo el hombre de pelo moreno.

¡Bingo! —Aplaudió el encapuchado tras señalar a aquel hombre con un dedo—. Las Llaves Espada no sirven para esta puerta. Necesitáis reunir las dos mitades de esa Llave y traerlas aquí. Al corazón de este mundo.

El encapuchado se desvaneció y reapareció en el pasillo de la izquierda.

Hay una en lo alto del castillo. —Se desvaneció en medio de una cortina de luz y oscuridad y reapareció en el otro extremo, a la derecha—. Y otra en lo más bajo. No os puedo decir lo que os encontraréis allí puesto que la estructura de este castillo es un tanto… Especial.

El maestro del bando contrario levantó una ceja.

Es tal como dijo el Maestro Rayim entonces —mencionó—. El Castillo del Olvido se transforma cada vez que alguien entra.

¡Exacto! ¡Alguien ha hecho sus deberes! Lástima que no seas el heredero de la voluntad de Rayim, ¿verdad? Porque entonces sabrías lo que hay que hacer… Una vez tengáis las Llaves. —Alzó las manos como diciendo «qué se le va a hacer»—. Es algo que sólo se transmite entre los líderes de Tierra de Partida. Un conjuro peligroso cuanto menos. Pero, yo, claro, ¡no puedo decíroslo! Es posible que ni entonces sirviera. Nadie previó que el mismísimo Corazón correría peligro cuando apareciera el Castillo del Olvido. ¿No sería más fácil que os marcharais? ¡Vamos, abrid un portal y escapad! —Estalló en roncas carcajadas—. ¿O no podéis? ¡Probad, probad!

Por lo que parecía, aquel tal Rayim tenía que ser alguien importante si había logrado hacer un castillo con esas características, pensó Keiko. Una de las Maestras del bando de Bastión trató de abrir un "Portal" de esos que había mencionado el "Guía" pero rápidamente comprobaron que no funcionaba, aunque no pareció sorprenderles en absoluto, como si se lo esperasen.

¿A qué estás jugando? ¿Por qué no podemos salir?

No es cosa mía, eso os lo aseguro. Desde el momento en que llegasteis a este mundo, os encerraron. —Se encogió de hombros—. Así que podéis salir a luchar y morir como héroes o…

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo? —El grito de Nanashi interrumpió al encapuchado y llamó la atención de la mayoría de los presentes.

Aprovechando que nadie parecía prestarle atención, Chihiro, la mujer del pelo largo (que además Keiko pudo comprobar que era bastante guapa) se había retirado a un extremo del vestíbulo. Allí, con los ojos cerrados y una expresión de esfuerzo, alzaba una mano como si tanteara algo en el aire. La joven notó que percibía un violento hormigueo. La magia que impregnaba aquel lugar de pronto se había acrecentado, hasta casi volverse palpable. Pudieron ver un destello dorado. Como un rayo.

¿Qué es esto?— Preguntó una sorprendida Keiko.

Este lugar está lleno de recuerdos —dijo ella con lentitud—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. —Ignorando a los Maestros y a los aprendices, se giró hacia el encapuchado, que había recuperado su puesto frente al candado de la puerta dorada—. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

—Ya veo lo que pretendes hacer. Sí, fue él.

Todo lo que pasó después fue muy raro. Chihiro hizo un extraño movimiento con sus manos, y tras unos instantes, quedó totalmente agotada. Luego reveló el nombre del lugar: el Castillo del Olvido, y por lo que parecía, los recuerdos del mundo permanecían ahí, o eso había logrado entender Keiko. Tras una pequeña discusión los Maestros, surgió un plan, recuperar las cadenas de Tierra de Partida para poder rechazar a los sincorazón y también mencionó algo de viajar en el tiempo, ofreciéndose ella a hacerlo. Algo a lo que el Maestro Kazuki se negó en rotundidad.

¡Se acaba el tiempo! —exclamó el guía, de quien sin duda todos se habían olvidado—. Van a entrar. Vaya, es la primera vez que veo un Sincorazón tan monstruoso, aunque me trae recuerdos. —A pesar de que no se le veía el rostro, todos sin excepción pudieron percibir su sonrisa de oreja a oreja—. ¿Qué pasará si logra entrar? Quizás no alcance el Corazón, pero Tiene muchas presas que atrapar.

Al final, se decidió que se haría cuatro grupos. Uno se quedaría en la puerta principal, defendiendo el castillo del enemigo, el segundo viajaría a la vieja Tierra de Partida, y los otros dos irían en busca de las famosas Llaves para devolver el Castillo del Olvido a su estado original. Como se acordó que solo los más fuertes se quedarían a defender la entrada principal, eso hacía que Kei se quedase con tres opciones: viajar al pasado, ir a los pisos superiores, o a los pisos inferiores. Varios aprendices decidieron viajar en el tiempo, y otros hacia los pisos superiores, pero nadie pareció interesarse por los pisos de abajo.

¡Yo voy con usted, Maestro Kazuki!— dijo Keiko mientras le alcanzaba, y desde luego tenía alguna pregunta que hacerle—. Perdone mi ignorancia pero... Aparte de Shinju... ¿Quiénes son los otros componentes de Bastión Hueco?

En el caso de que Kazuki le preguntase de que conocía a Shinju, ella le contaría todo lo que le pasó el día que conoció a la Maestra Rebecca y como Shinju la atrapó en una pesadilla en la que se vio obligada a enfrentarse a un sincorazón que había adoptado la forma de su hermano pequeño.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Reimeow » Lun Feb 23, 2015 10:49 pm

Nada más entrar una extraña sensación me recorrió, no por el simple hecho de encontrarme entre aprendices de Tierra de Partida si no por el aura que desprendía aquel lugar.
Todo era de un blanco puro, la estancia estaba conformada por un largo pasillo con columnas pegadas a las paredes e iluminada, aunque no se apreciaba ningún tipo de iluminación a simple vista. Al fondo había una enorme puerta con un inmenso candado.

Aquel lugar me hacía tener una sensación extraña que no pude identificar, sólo sabía que me sentía indefensa, y más con aprendices del bando contrario, algunos hasta habían mostrado su desprecio cuando habíamos atravesado las puertas.

Inconscientemente comencé a ir lentamente hacia atrás pasando con cuidado cualquier aprendiz buscando la frialdad de la estructura, hasta que mi espalda tocó la pared de mi derecha y me paré mientras miraba como las últimas Maestras y un chico impulsado por un hechizo entraban y cerraban el portón.

Todos los Maestros de ambos bandos apuntaron sus Llaves hacia el portón, creando una barrera cristalina para impedir el paso de los Sincorazón.

Genial, estamos atrapados aquí dentro.

Busqué entre los aprendices alguna mirada conocida apretando el puño, no veía a Coli y mucho menos a Saito. No solía buscar la compañía de aprendices pero en aquella situación me venía de perlas para distraerme del miedo y los nervios que sentía.

¿Dónde está ese imbécil?

-¡¡Silencio!!–el corazón me dió un brinco haciéndome girar la cabeza hacia aquel Maestro de Tierra de Partida-.Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundoquiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

-Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello.-apuntó mi Maestra.

Exacto.

De todas formas yo no pretendía matar a nadie ni de lejos.

-Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente.

Eso ya se nota.

-Es la otra cara de nuestro mundo-vuestro mundo, mejor dicho-una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro-la mirada de él se dirigió a la enorme puerta-.Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

¿Ronin?

De pronto resonó una risa que me erizó los pelos, haciendo que todos los Maestros se pusieran en guardia mirando hacia el fondo del pasillo.

Yo estaba por hacer lo mismo hasta que giré la cabeza hacia dónde miraban y el miedo me pudo. Había aparecido alguien vestido con una capa negra y una capucha amplia que no dejaba al descubierto ninguna parte del rostro y no se podía distinguir si era hombre o mujer

Aquella manera de ocultar el rostro y la apariencia me recordó en cierta manera a mi Maestra en Villa Crepúsculo, pero a diferencia de ella, aquella silueta me ponía los pelos de punta y me daba un escalofrío en la espalda.

La silueta abrió de forma melodramática los brazos hacia los lados, ni que estuviéramos en un espectáculo.

Cuando comenzó a hablar sonaron varias voces a la vez de todo tipo, lo que me desconcertó bastante. Aquella silueta le contestó a aquel Maestro que al que buscaban “Ronin” ya no existía.

Una de las Maestras de Tierra de Partida rugió por la procedencia de aquel ser a lo que él alegó que era nuestro guía haciendo una reverencia algo sobreactuada.

-¿O vuestro juez?–rió con voz cavernosa.

Aquel ser no podía ser más extraño y más después de alegar que nos conocía a todos, ¿sería una variedad de Sincorazón? Aunque…no llevaba el símbolo. ¿Y cómo narices podía conocerme si no lo había visto en mi vida?.

El ser continuó su discurso dirigiéndose a Ryota quién se mantenía frío diciendo que el Maestro sabía sobre el tema de devolver a Tierra de Partida a su estado original. Al mundo le quedaba poco tiempo según el desconocido, y que uno de los Sincorazón se había colado en el interior del mundo, el Corazón, y que poco a poco caería en la oscuridad…y con nosotros dentro.

Apreté los dientes con fuerza a la vez que mi puño, sin escuchar mucho más. No pensaba morir en aquel lugar y si moría tendría que ser luchando.

¡Maldita sea! ¡Relájate!.

Con mi lucha interna sólo alcancé a escuchar a Ryota sobre reunir unas llaves, a lo que el tipo aplaudió. Volví a prestar algo de atención, podíamos ir hacia arriba o hacia abajo en busca de aquella llaves.

-El Castillo del Olvido se transforma cada vez que alguien entra-fue lo que alcancé a escuchar de Ryota.

Estaba por aplaudir con sarcasmo, ¡encima de que estábamos atrapados aquí, el condenado Castillo sería laberíntico!.

Relájate.

-¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo?

La mujer de la cuál me había olvidado ya, se encontraba en un lado tanteando el aire con expresión de esfuerzo. De repente noté un hormigueo desagradable que comenzó a revolverme el estómago, ¡tenía suficiente con mis sentimientos!. Y fugazmente divisé un destello, que creí había sido provocado por mi mente.

-Este lugar está lleno de recuerdos–dijo con lentitud-.Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia…Lo cual significa que es un portal perfecto.-Ignorándonos a nosotros y los Maestros se dirigió al desconocido-.Fue Zephyr quién ideó este Castillo, ¿no es cierto?

¿Zephyr?

El encapuchado le dijo que sí y volvió a haber un resplandor. Pero esta vez Chihiro atrapó aquel destello hincando los dedos (al final no era que yo delirara) y con un gemido tiró hacia los lados, intentando abrir algo.

De repente me comencé a sentir realmente mal, me faltaba aire como si me presionara un peso enorme hacia el suelo y para arreglar las cosas, este comenzó a temblar, y no pude evitar caer de rodillas al suelo.

El frío del suelo calmaba mi estado un poco y aunque todo terminó me quedé un rato de rodillas allí recuperándome de aquella sensación y de mis propios sentimientos, sobretodo de miedo y terror, que me habían estado atenazando desde que comenzamos aquella misión, al final me habían ganado terreno a mi valentía y por si fuera poco estaba intentando comprender toda la información que habían soltado de golpe, me sentía muy confundida y tenía la mente embotada.

Solo restaura este maldito mundo y cumple tu misión.

Saqué fuerzas de no se dónde levantándome como pude, y en aquel momento me dí cuenta de que exteriormente estaba mostrando más frialdad que de costumbre ante los demás. Cuando me incorporé totalmente me miré las manos que tendrían que estar temblándome ya que el miedo estaba en mí, pero nada.

Levanté la vista en dirección a Chihiro, aquella mujer se notaba cansada y con expresión de dolor pero de alguna manera había abierto una brecha de dónde llegaban voces pero no se alcanzaba a ver nada, solo un muro oscuro, ¿qué había hecho?.

La Maestra qué se le acercó no tuvo piedad con la chica que estaba débil tras lo que había hecho, tirando de ella para que se diese la vuelta.

-¿Qué pretendes?

-El Castillo del Olvido no se llama así por nada-explicó con dificultad-.Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

Es decir, que aquello era un portal al pasado, miré a Chihiro, ¿cuánto poder podía tener aquella mujer?. Mientras yo admiraba el poder de ésta, una Maestra de Bastión Hueco y otra de Tierra de Partida empezaron a mostrar su desacuerdo ya que no se fiaban de ella y Ryota las mandó callar para que Chihiro pudiera seguir hablando.

-Por si no os habéis dado cuenta, estamos aquí encerrados. Necesitamos recuperar las cadenas de Tierra de Partida o dará igual que el mundo regrese a su estado original. Y aunque hay otros Maestros que deben saberlo aparte de Zephyr, no puedo viajar a tantos tiempos seguidos.

En ese momento hubo unos gestos entre los Maestros que no pude entender bien, seguía con la mente bastante embotada.

-Así pues, iré yo sola.

-No, no irás–dijo aquel hombre aferrando del brazo a la mujer-.No podemos confiar en ti.

-¡Bien dicho!-dijo una aprendiza en aquella sala que no llegué a ver.

-Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿de verdad tenéis alguna otra…?

De pronto un estallido sacudió los portones de la entrada que comenzaron a resquebrajarse empezando a vislumbrarse hilillos negros y morados de oscuridad entre las grietas y la barrera que habían creado los Maestros pareció por un momento que iba a estallar.

Se acababa el tiempo, tal y como dijo el guía del que ya casi me había olvidado y parecía ser el único que se divertía con aquella situación. Y para corroborar que el guía tenía razón volvieron a sacudirse las puertas.

-Kazuki…-dijo una Maestra de Tierra de Partida a aquel hombre que había agarrado a Chihiro- Confiamos en ti.

Kazuki parecía algo desesperado pensando, estábamos perdiendo tiempo mientras aquellos monstruitos intentaban entrar aquí, pero al fin con la tercera embestida se decidió todo.

Nos dividiríamos en grupos junto a Tierra de Partida, los más fuertes se quedarían con algunos Maestros defendiendo la entrada para darnos tiempo a encontrar aquellas llaves, Kazuki y Chihiro irían a los sótanos mientras que la Maestra que indicó Ryota iría al piso superior.

-Ella irá en mi lugar. Ahora el problema es qué hacer con ese portal.

-Yo iré. No pienso confiar en nadie de Bastión Hueco para este trabajo.

-Lo mismo podríamos decir nosotros.–añadió la chica adelantándose.

Al parecer, un cuarto grupo iría al pasado. Los aprendices comenzaron a elegir sus caminos, el corazón se me encogía mientras pensaba a toda velocidad como podía con aquella mente embotada. ¿Para dónde voy? ¿No había alguna opción de quedarse en una esquinita encogida?. Me entraron ganas de pegarme un guantazo en medio de aquello tras lo que había pensado y comencé a barajar mis opciones.

El Castillo en sí no me hacia ninguna gracia pero menos lo de ir al pasado con el riesgo de no poder volver, tenía que elegir entre subir por las escaleras con la Maestra de Bastión Hueco o ir con Kazuki y Chihiro abajo.

Mientras pensaba el portal se cerraba con el gemido de Chihiro y los Maestros, junto a los aprendices más fuertes, se encerraban formando una barrera en la puerta detrás de ellos.

Finalmente suspirando decidí ir con Kazuki y Chihiro, ya que, aunque no confiará en ninguno de los dos, aquella mujer debía tener un gran poder para haber sido capaz de abrir aquel portal y él era un Maestro (del bando contrario, pero Maestro al fin y al cabo); con mi poca experiencia me sentiría más segura (dentro de lo que cabe) entre ellos.

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Yui desciende a los pisos inferiores.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor xXOrbOOkXx » Mar Feb 24, 2015 9:46 pm

El Castillo informe que había divisado unos momentos antes, por dentro era... Frío. Era ese tipo de frialdad que te cala, no sólo en los huesos, sino en lo más profundo de tu mente. Los pasillos eran de un blanco antinatural, como si hubieran grandes bombillas escondidas en las paredes y éstas fueran semitransparentes. Y, lo más inquietante, tenía la sensación de que me estaban observando. Y no precisamente por los aprendices.

La estancia, se dividía en dos caminos más anchos que estrechos, inmaculados y decorados de vez en cuando por columnas; dos escaleras ascendían y descendían según el camino al que miraras. Al fondo, había una puerta gigantesca, dorada, y decorada con multitud de gruesas cadenas plateadas.

Me pregunté, dónde podría estar Jeanne y si estaba bien. Bavol, aunque receloso, había comprobado que seguía de una pieza; pero la cosa no quedaba ahí, pues también me preocupé por todos aquellos a los que había conocido o visto de pasada. Freya, a la que divisé más adelante, o Enok o...

El sonido del gran portón que conducía a la salida de aquel pozo de incertidumbre, se cerró y se selló para que nada ni nadie pudiera entrar o salir. Los Maestros se habían encargado perfectamente.

Me obligué a tranquilizarme, aquella situación estaba desviando en algo que ni yo podía afrontar con serenidad. Estaba en la reciente destruida Tierra de Partida, junto a los moradores del mundo y un grupo de Maestros que no conocía y que parecían a punto de lanzarse contra nosotros.

Muchos de los Aprendices, clamaban por una explicación ante aquella mujer, Chihiro. Al parecer, nadie confiaba mucho en ella, a juzgar por sus comentarios, incluidos algunos de los propios Maestros. Fuera lo que hubiese hecho aquella mujer, (tampoco me importaba en demasía, a pesar de mi curiosidad), tenía que andarme con ojo.

Entonces, habló un Maestro de Tierra de Partida, no habría sido importante, si no me hubiera dado cuenta de algo: Yo ya le conocía. Era el mismo Maestro que atacó a Yerai en la Cité. Quizá no me había dado cuenta por el cambio de su ropa, o porque fuera estaba muy oscuro. Y, una vez más, me pregunté la razón exacta por la cual estaría persiguiendo a Saavedra.

Atendedme todos —pidió, se encontraba al lado de Ryota, nunca había visto a dos Maestros tan juntos—. ¡¡Silencio!! Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

A pesar de que en su día me atacó, no habría podido estar más de acuerdo con él en esos instantes. El Maestro ignoró la interrupción de Ariasu, que habría sido divertida en otro contexto.

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. —Así que, con eso se había referido a la otra cara—. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

Su gesto hacia la puerta, había revelado la situación del corazón del mundo. Yo no lo habría hecho, revelar la situación de algo tan importante y que podría acabar destruyendo mi hogar no era algo muy inteligente. Y mucho menos si se trataba de un enemigo.

Y una risa maquiavélica resonó a mis espaldas. Los Maestros se pusieron en guardia, algunos aprendices se giraron, y no pude evitar hacer lo propio. Una nueva figura había aparecido... de la nada. De no ser porque seguramente estaba a punto de morir, me habría parecido todo un actor.

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Me temo que te equivocas —nunca había visto nada igual, su voz era como un millar de otras voces—. Aquel que buscáis no está en este mundo… No existe.

Vuestro guía. —Realizó una reverencia muy recargada—. ¿O vuestro juez? —rió, su risa me puso los pelos de punta—. No hace falta que os presentéis. Sé quiénes sois y qué queréis. Buscáis devolver Tierra de Partida a su forma original, aunque ahora que no está Ronin, solo uno de los aquí presentes tiene algo de idea sobre el tema, ¿verdad, Ryota? —Su risa esta vez resultó un tanto aguda, como la de un niño pequeño. Ryota no alteró el gesto, se limitó a continuar observando al desconocido con frialdad, preparado para un ataque. El guía caminó por delante de la puerta dorada—. El tiempo se le acaba a este mundo, si fuese otro estaría ya destruido, pero Tierra de Partida es diferente. Este lugar, el Castillo del Olvido es la última y más poderosa defensa del mundo. Sin embargo, un sincorazón se ha colado en su corazón. —Se llevó las manos al pecho, entrecruzándolas como si le hiciera daño—. Y poco a poco se pudriráHasta que caiga en la oscuridad. Con vosotros dentro, claro. Qué lástima, ¿verdad? Bastión Hueco no debería haber venido. Cuántas almas van a perderse. Amigos que quisieron ayudar a antiguos compañeros, personas incapaces de romper sus vínculos, fieles aliados de los Maestros… Todo para descubrir nuestro secreto. —Se quedó en silencio y suspiró—. ¡Pero bueno! Todavía podéis conseguir todos vuestro objetivo. Un secreto a cambio de devolver este mundo a la normalidad, ¿no? Un negocio interesante, cuanto menos. Eso si los Sincorazón no destruyen este lugar antes, por supuesto.

Antes de que el encapuchado se desvaneciera, ya teníamos un objetivo en común: encontrar aquellas Llaves que nos conducirían al corazón de Tierra de Partida, que por suerte... No había sido destruida del todo. Aún quedaba una posibilidad.

Es tal como dijo el Maestro Rayim entonces —dijo Ryota, aquello me hizo arquear una ceja—. El Castillo del Olvido se transforma cada vez que alguien entra.

¡Exacto! ¡Alguien ha hecho sus deberes! Lástima que no seas el heredero de la voluntad de Rayim, ¿verdad? Porque entonces sabrías lo que hay que hacer… Una vez tengáis las Llaves. —Alzó las manos, y me —. Es algo que sólo se transmite entre los líderes de Tierra de Partida. Un conjuro peligroso cuanto menos. Pero, yo, claro, ¡no puedo decíroslo! Es posible que ni entonces sirviera. Nadie previó que el mismísimo Corazón correría peligro cuando apareciera el Castillo del Olvido. ¿No sería más fácil que os marcharais? ¡Vamos, abrid un portal y escapad! —Comenzó a reirse—. ¿O no podéis? ¡Probad, probad!

Nada. Absolutamente nada ocurrió cuando intentaron abrir un portal. Hubieron reclamaciones, por parte de otra Maestra del bando contrario, mas el ser, fantasma, mujer, hombre o lo que fuera, se desentendió completamente.

Comprendí que la situación estaba muy pero que muy negra. En un Castillo que cambiaba de forma, atrapados con un maníaco y quién sabe si con innumerables de traidores entre nuestras filas. Estupendo.

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo? —Nanashi, había gritado hacia la mujer, que estaba con expresión forzada alzando las manos en el aire.

Fue como un golpe seco, la potencia de la magia que inundó el vestíbulo. Fue como si una losa gigante hubiera caído sobre mi pecho, hasta el punto de hacerme casi caer, aunque me recompuse en el último momento. Los otros Aprendices no parecían estar mucho mejor.

Al parecer, el Castillo estaba plagado de recuerdos, y cuando Chihiro quiso decir algo sobre un portal, estaba casi seguro de que había perdido el juicio.

Entonces sólo tenemos que preguntarle.

Un momento, ¿preguntar a aquél hombre? Juraría haber escuchado que había muerto o que lo habían conocido hace mucho tiempo o qué se yo... ¿Como íbamos a preguntarle a un muerto, si ése era el caso? Me daba vueltas la cabeza.

Cuando acabó, tras un destello, Chihiro estaba agotada. Nanashi no tuvo compasión, y le exigió una explicación que no tardó en darle.

El Castillo del Olvido no se llama así por nada —informó entre bocanadas de aire—. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

Un portal al pasado. Todo aquello era de locos. Si no hubiera dicho que el portal sólo se podía confeccionar a partir de los recuerdos del Castillo del Olvido, hubiera interrumpido sólo para exigir un portal a la tarde de antes y salir por patas.

Cuando Chihiro quiso ir sola, algunos Maestros se interpusieron, pues no confiaban nada en ella. Mas cuando la mujer quiso replicar, un violento estallido inundó la sala, y el portón de la salida brilló entre la oscuridad y el rojo vivo.

Aquel espectro volvió a aparecer. El tiempo se había acabado.

Las puertas se convulsionaron y uno de los goznes salió por los aires. La tensión aumentó. Un silencio se hizo presente, y rogué al viento con todas mis fuerzas para que a alguien se le hubiera ocurrido algo, porque yo tenía la mente en blanco. Kazuki habló a Ryota.

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

Kazuki informó que no confiaría en Chihiro, y que se adentraría al castillo. Tras unas muestras de desconfianza ante traición, otro Maestro de Bastión Hueco pudo pasar a las entrañas del Castillo, Nanashi, fue la elegida.

Abriré otro portal, que aparecerá exactamente dos días después de vuestra llegada en el mismo lugar donde habéis aparecido.

Chihiro sentenció estas palabras tras una larga discusión, en el que aquella de Bastión Hueco, y una Maestra de Tierra de Partida se encaminaron al portal. Ofrecieron a los Aprendices acompañarla, pero no iba a ir al pasado sin saber que no tenía la garantía de volver.

Tenemos que dividirnos y actuar lo más rápido posible. No caigáis en las trampas que os pueda tender el Castillo y no os enfrentéis. Recordad que no queda tiempo. No creo que aguantemos más que un par de horas. ¡Ragun! Tú te quedas con nosotros —explicó Ryota con un gesto—. Los demás distribuíos como veáis. Pero aseguraos de no quedar en minoría.

Ni de broma voy al pasado... —Me dije—. Y tampoco quiero ir a los sótanos por si no hay salida, pero ir hacia arriba puede ser una ratonera.

Cuando todos los aprendices cruzaron el umbral al pasado, yo seguía debatiendo entre ir hacia arriba o hacia abajo. De algún recóndito lugar, una gran risotada hendió el aire.

Nanashi esperaba para los que quisieran ir hacia arriba.

Vi a algunos conocidos, y a otros no tanto ir hacia abajo. Y, cuando quise darme cuenta, esperaba con brazos cruzados hacia las escaleras que conducían hacia el cielo.

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Simbad va para los pisos superiores.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


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Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
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"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
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"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

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"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
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"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
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Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Drazham » Mié Feb 25, 2015 1:42 am

Blanco. Un blanco cegador. Los ojos de Nikolai aún estaban sensibles por el destello de luz de antes, y el impoluto interior del castillo le resultó un tanto desagradable para la vista. Para más escarnio, nada más poner un pie en el edificio, sintió una desagradable presencia en el ambiente. Una muy grande, o quizás eran muchas, pero el caso es que abarcaba todo el vestíbulo (quizás el castillo entero) y allá donde fuese, no se libraría de ella.

No vuelvas a meterte en problemas de esa forma. Me has tenido muy preocupada.

Saeko apareció a sus espaldas con una cara de enfado que no llegó a camuflar el desasosiego que traía. Obviamente se refería a su intervención en la Sala del Trono del bastión cuando Alec soltó su rabia ante los Maestros. No le iba a negar que había sido un poco precipitado involucrarse, pero tenía que hacerlo.

Perdona si te he preocupado —se disculpó, azorado. Entonces, clavó la mirada en el brujo, a quien encontró entre la multitud—. Pero no podía dejar que él se metiese en problemas mucho más gordos.

Pero ahora mismo sí que había un buen problema. Fijándose en el resto de los presentes, comprobó que la confusión, el pánico y la desconfianza entre los aprendices de distintos bandos se apoderaron de la sala. Era una combinación terrible, y es que en cualquier momento podía desembocar a algo mucho peor.

¡¡Silencio!!

Pero no llegó a ocurrir nada gracias a la intervención del Maestro de Tierra de Partida con el que había negociado antes Ryota. Investigando por su cuenta días atrás, se pudo hacer con algo de información sobre los Maestros del bando contrario. Aparte de Ronin, uno de los superiores que más destacaban era su mano derecha, un hombre de aspecto cansado, pero bastante espabilado para la imagen que solía dar. ¿Sería el Maestro conocido como Kazuki el que acababa de levantar la voz?

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

Ahora que lo mencionaba… le habían descrito al líder de Tierra de Partida como un hombre entrado en años que llevaba un parche y vestimentas rojas, pero tal y como había dicho Kazuki, no había nadie entre los Maestros que coincidiese con la descripción.

El tema de la desaparición del Maestro de Maestros paso a segundo plano cuando una distorsionada carcajada resonó en el vestíbulo. Fue cuando apareció Él, una misteriosa figura encapuchada que, peculiarmente, hacía uso de una variopinta cantidad de voces que se entremezclaban cada vez que hablaba, resultando desagradable al oído.

¿¡Quién demonios eres!?

El encapuchado se presentó como un guía, anunciándoles que su situación no había hecho más que empeorar: Tierra de Partida estaba al borde de la destrucción, y lo único que permitía que el mundo aguantase era el último método de defensa que le quedaba: el castillo en el que se encontraban. Si querían que todo volviese a la normalidad, la única opción posible era la de buscar por el castillo las dos llaves que abrirían el portón con el candado dorado que se situaba en el fondo del pasillo. Cualquier otro método de escape; como los portales o los gliders, eran inútiles.

Sin embargo, las llaves por si solas no eran suficientes. También hacía falta un hechizo de gran poder para que el plan funcionase, y desgraciadamente, el único que lo conocía no se encontraba en ninguna parte del Castillo del Olvido: Ronin.

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo?

No tardaron en reparar que la enigmática mujer de cabellos blancos que les había traído hasta allí comenzó a concentrar la energía mágica que fluía por todas partes de la habitación y a manipularla.

Este lugar está lleno de recuerdos —explicó, centrando su atención en la masa de energía—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

Zephyr… Sí, el nombre le era familiar. Lo había visto un par de veces en volúmenes que trataban sobre la historia de los Caballeros de la Llave Espada, pero era un tema que se le escapaba al no haberle dedicado mucho tiempo. ¡Maldita sea, si hubiese ojeado un poco más de historia no estaría tan perdido! Odiaba cuando le pasaba eso.

Chihiro hundió sus manos en el rayo que había creado, desatando una fuerza que causó malestar en la mayoría de los presentes. Niko se llevó las manos a la cabeza, soltando un quejido lastimero. Cuando la sensación de presión cesó, la energía había tomado la forma de una ventana. Un portal.

La propia Chihiro acabó peor que los demás aprendices, extenuada y a punto de caer desplomada.

Podría avisar cuando vaya a hacer eso —jadeó, frotándose la sien.

El Castillo del Olvido no se llama así por nada. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

Nikolai observó la fisura temporal, abrumado. No tenían a Ronin para que les diese la clave que solucionase sus problemas, pero el crear un portal que permitiese viajar a los tiempos del propio creador del castillo era una idea sublime. La magia elemental de Tiempo era de las más complejas, y en las manos apropiadas se podían lograr hazañas como la que estaba contemplando en ese momento. De solo pensarlo se le ponía la piel de gallina.

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás. —Kazuki se abalanzó a por Chihiro, agarrándola del brazo―. No podemos confiar en ti.

Ahí le tenía que dar la razón, la mujer se había ganado muy mala reputación en ambas Órdenes, y aunque él no había tenido el privilegio de conocer sus andanzas, no podía evitar sentir desconfianza por alguien que posiblemente les estuviese ocultando algo.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

Los dos portones de la entrada se estremecieron tras la brutal sacudida que habían recibido. De no ser por la barrera que habían levantado los Maestros; aminorando en gran medida los daños, el golpe las habría destrozado, pero una segunda embestida confirmó que el hechizo no sería suficiente para repeler a los Sincorazón eternamente.

La situación era crítica. Los Maestros no tuvieron más remedio que apartar sus diferencias a un lado por el momento y trazar entre todos un plan. Ryota y Kazuki comenzaron con las negociaciones, y pese a que el segundo; sustituyendo a Ronin como el representante de Tierra de Partida, se mostró bastante estricto, ambos pudieron llegar a un acuerdo, acordando lo siguiente:

Un primer grupo liderado por Kazuki (llevándose a Chihiro por seguridad) bajaría a los sótanos para buscar una de las llaves. Otro grupo que estaría a cargo de Nanashi investigaría los pisos superiores para hacer lo mismo con la otra llave. El último grupo de expedición, en los que la Maestra Lyn y Diana estarían al frente, atravesaría el portal para buscar a Zephyr. El resto de Maestros y aprendices veteranos se quedarían defendiendo la entrada de los Sincorazón.

Decisiones, decisiones… Viajar al pasado habría resultado ser una experiencia inolvidable y la mejor clase de historia que hubiese tenido, pero para que negarlo, esa opción le infundía cierto respeto, incluso para alguien tan curioso como él. La alternativa más segura era, sin duda alguna, unirse a su tutora en la búsqueda de la llave.

Sin embargo, la experiencia le había demostrado que la seguridad no siempre era un factor fiable. Eso y que tenía otros planes en mente.

Voy a ir con el grupo de Kazuki a los sótanos del castillo —le informó a Saeko—. Supongo que decirte que tengo algunas sospechas de que Chihiro nos está ocultando información no te sorprenderá en absoluto. —Se encogió de hombros—. Pero nunca está de más investigar por tu cuenta.

Ya había hecho su decisión. Si Saeko prefería unirse a uno de los otros dos grupos, se despediría de ella, recordándole que tuviese tanto cuidado como el que aseguraba que iba a tener él. En el caso contrario de que optase por seguir su mismo camino, Niko le respondería con una sonrisa y la acompañaría hasta la entrada de los pisos inferiores.

Ponerse al mando de un Maestro enemigo no podía ser tan malo, ¿no?

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Nikolai opta por la ruta de los pisos inferiores.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Light » Mié Feb 25, 2015 2:08 am

Malik, que salió corriendo tras Nadhia y Light, decidió acompañarles. Light se volvió hacia los aprendices y asintió, con una sonrisa efímera.

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Finalmente entraron dentro del nuevo castillo, en busca del Maestro. Un blanco impecable cubría la primera habitación, totalmente opuesta a la oscura fachada; incluso parecía irradiar luz por sí misma. No tenía nada que ver con el anterior vestíbulo que todos conocían; resultaba tan radiante y a la vez tan vacío...

Light no intercambió palabras con nadie de momento, no podía. El aprendiz, que abría los ojos de par en par, se encontraba aturdido por aquel lugar sagrado. Estaría deslumbrado de no ser por aquella sensación que le intranquilizaba tanto, era como si les observaran.

Inmediatamente comprobó que Ronin no estaba por allí. Parecía que no les quedaba otra que tirar hacia la izquierda, hacia la derecha o seguir adelante, por la puerta dorada.

Se le ocurrió sugerirles a Nadhia y Malik que se dividieran cuando se acordó de los Maestros. Preocupado, se paró en seco y se quedó mirando fijamente a los Portadores que iban entrando al lugar.

Kazuki y los demás llegaron tarde o temprano. Pero los de Bastión Hueco también, y eso no le gustaba un pelo. Orientó su mirada atónita hacia los Maestros, incapaz de creer que al final hubieran dejado pasar a los traidores así por las buenas. ¿Olvidaban que estaban en guerra?

Los Maestros de ambos bandos cerraron el portón y se dedicaron a invocar muros mágicos para proteger la entrada. Mientras tanto, Light vigilaba con el ceño fruncido al grupo de aprendices de Bastión Hueco; en especial a aquellos que conocía como Saeko, Ragun y Alec.

¿Qué hacéis aquí? —le preguntó en voz alta a Alec, molesto. Clavó la mirada en el brujo y esperó una respuesta sincera por su parte.

Atendedme todos —les pidió—. ¡¡Silencio!! —vociferó, trayendo al fin el silencio. Kazuki parecía una persona completamente distinta, no cabía duda—. Mejor. Escuchadme atentamente. Olvidad por un segundo quiénes están con nosotros y pensad en nuestra situación. No es el mejor momento para matarnos.

Ya tenemos a unos Sincorazón que se van a ocupar de ello.

«Esperemos que no, por dios».

Seguimos en Tierra de Partida, sólo que… De una forma… Diferente. Es la otra cara de nuestro mundo, una que no conocemos y que sólo sale a la luz cuando el corazón del mundo está en peligro. Tenemos que organizarnos y devolver el castillo a la normalidad. Pero para eso necesitamos a Ronin. Debemos encontrarlo, tiene que estar en algún lugar de este lugar.

La risa grave de determinado individuo le sobresaltó. De la nada había aparecido un encapuchado que les obligó a ponerse en guardia. Light, que ya había invocado su arma, la mantuvo cogida y orientó su punta hacia éste, apretando los dientes. ¿Quién demonios era? No podía decir si era hombre o mujer. Tampoco fue capaz de apreciar su rostro porque lo ocultaba por completo con la capucha.

Su supuesto guía empezó a hablarles con múltiples voces, aturdiendo a Light al comienzo de su discurso.

«¿Cómo que no existe? ¿Ronin no está aquí?».

Les comentó que un Sincorazón había alcanzado el corazón del mundo. Este hecho había desencadenado la activación del Castillo del Olvido, la última defensa del castillo. Si no hacían algo, su mundo estaba destinado a caer en la oscuridad.

Ryota, quien parecía estar mejor informado que ellos, confesó que su siguiente objetivo era el siguiente:

Reunir las llaves e ir a la puerta dorada.

El encapuchado le dio la razón a Ryota. Light no se fiaba de los dos; al primero no le conocían de nada y el segundo era el líder de la facción contraria, el enemigo por excelencia de Tierra de Partida. Observó atónito a sus compañeros y se preguntó si era el único que estaba sospechando de sus intenciones. ¿Iban a creerle así por las buenas?

Aunque no podía negar un hecho: les habían ayudado a mantener a raya a los Sincorazón. Aun así, le extrañaba mucho que únicamente hubieran acudido a su mundo para socorrerles, tenían que tener algún otro motivo.

«Rayim», aquel nombre otra vez. Ronin le habló de él un día: se trataba de su antiguo Maestro. Se notaba que su mentor le admiraba cuando le mencionaba.

El misterioso guía les animó a intentar abrir un portal para escapar de allí. Desgraciadamente, no lo consiguieron y se dieron cuenta de que no había posibilidad alguna de huir. Light suspiró, algo irritado.

De todos modos no tenía intención alguna de marcharse de allí: debía ayudar a evitar la destrucción de Tierra de Partida.

¡Chihiro! ¿Qué estás haciendo? —El grito de Nanashi le alertó sin ninguna duda.

Chihiro… aquel nombre le resultaba familiar, ¿por el periódico quizás? Si su memoria no le fallaba, se trataba de una criminal no precisamente amiga de la orden de Tierra de Partida.

«¡Ya me acuerdo! Hana me habló de ella», buscó a la nativa de Port Royal entre la multitud e intercambió miradas entre Chihiro y la aprendiz.

La mujer de cabellos blancos parecía buscar algo en el aire. Muy sospechoso, sin duda. Light, que se encontraba más incómodo que antes, rechinó los dientes, agobiado. Algo había cambiado en la atmósfera: la magia que fluía por la habitación se había vuelto más fuerte y le daba la impresión de que podía sentirla en su piel.

Entonces, si su vista no le engañaba vería realmente que se materializaba una especie de rayo.

Este lugar está lleno de recuerdos —expresó—. Es casi el Corazón de este mundo. Aquí late su esencia… Lo cual significa que es un portal perfecto. Fue Zephyr quien ideó este Castillo, ¿no es cierto?

—Ya veo lo que pretendes hacer. Sí, fue él.

Entonces sólo tenemos que preguntarle.

De nuevo, surgió otro resplandor. La fugitiva atrapó uno de los rayos y empezó a hacer fuerza con ambas manos, por alguna razón. Light se temió lo peor cuando algo le hizo caer de rodillas sobre el suelo: una increíble presión le aplastaba y le impedía moverse. Se encontraba tan cansado que pensaba que se desmayaría de un momento a otro.

«¿Qué es esto?», se preguntaba una y otra vez, a punto de desvanecerse. ¿Era su imaginación o el suelo de verdad se tambaleaba? Aquello era una locura.

Todo volvió tarde o temprano a la normalidad y pudo volver a ponerse de pie. Chihiro, quien se mostraba bastante cansada, había creado una brecha mágica en el aire. A Light le pareció escuchar voces a través de aquel portal. Bastante inseguro —porque no se fiaba de aquella mujer—, no se acercó a la apertura y esperó impacientemente a que se explicara.

¿Qué pretendes?

El Castillo del Olvido no se llama así por nada —comentó, extenuada—. Este lugar recopila y enlaza el tiempo con las memorias de todo lo que ha acontecido en este mundo. Eso significa que puedo abrir una brecha que conecte con un momento concreto del pasado. Como cuando Zephyr ideó la creación de este lugar.

¿Y por qué ibas a ayudarnos?

Ahí le has dado.

¡Eso es, ella nos ha metido en todo esto! —exclamó una chica de aspecto tétrico.

Silencio. Sigue hablando, Chihiro.

La supuesta enemiga de Tierra de Partida afirmó que necesitaban las cadenas protectoras para poder devolver el mundo a su forma original. Debían viajar al pasado y pedirle ayuda a un tal Zephyr —era la primera vez que Light escuchaba aquel nombre—. Parecía que a Chihiro no le hacía mucha gracia quedarse encerrada, así que les ayudaría.

Así pues, iré al pasado yo sola.

No, no irás. No podemos confiar en ti.

Sois enemigos dispuestos a mataros los unos entre los otros. O con rebeldes entre vuestras filas. ¿De verdad tenéis alguna otra…?

De repente, todos oyeron un estruendo que procedía de los portones de la entrada. Las barreras posiblemente no aguantarían mucho más: se estaban quedando sin tiempo.

Las advertencias del guía encapuchado le pusieron nervioso a Light, hasta el punto que le mandó callar. Al mismo tiempo, un herraje de las puertas se desprendió y salió disparado. En cualquier momento iba a abrirse.

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«Mierda».

Tenían que hacer algo pero ya. Alarmado, para variar, se quedó mirando fijamente a Kazuki. En ausencia de Ronin él estaba ahora al mando, era el nuevo líder y debía darles las órdenes.

Yami habló por todos los presentes —por aquellos que confiaban en Kazuki, lógicamente— y le ofreció todo su apoyo. Light cabeceó, afirmando lo dicho por la Maestra demente.

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo. —Se refería a Chihiro—. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Entonces estaremos en desventaja. ¿Cómo sabremos que no nos traicionaréis?

Uno de vosotros puede pasar. Puede ir a buscar la otra Llave. —A Kazuki tampoco le hacía ninguna gracia que alguien del bando contrario se internara en el castillo—. No podemos hacer nada si no tenemos las dos, así que estaremos empatados. Pero todos los demás Maestros y aprendices más fuertes permanecerán aquí, defendiendo la entrada.

Los Portadores se organizarían de la siguiente manera: Nanashi de Bastión Hueco se encargaría de ir a por una de las llaves; y Kazuki, acompañado de Chihiro, buscaría la otra. Después, los restantes Maestros —con los aprendices más fuertes, entre los que no se encontraba Light por suerte o por desgracia— se dedicarían a proteger la entrada del castillo. A estos les tocaba frenar a las criaturas que intentaban colarse desesperadamente.

También tenían la posibilidad de atravesar el portal temporal que Chihiro había abierto para ellos. La idea de viajar en el tiempo no le transmitía ninguna seguridad (¿Y si se quedaban atrapados en el pasado por cualquier razón?), por lo que rechazó inmediatamente la idea de acompañar a Lyn y los demás; aunque no podía negar que tenía algo de curiosidad. Ver marchar a la hermosa Diana le fastidiaría bastante, pero podía superarlo.

Prefería quedarse en el Castillo del Olvido. Allí buscarían las llaves con la ayuda de algunos miembros de Bastión Hueco y mantendrían vigilada a Chihiro, quien debía abrir otro portal para traer de vuelta a sus compañeros. Además, algo le seguía oliendo a chamusquina: la presencia de Bastión Hueco en su hogar le incomodaba. Por esas razones no viajaría en el tiempo.

Ojalá de verdad aquellas llaves les ayudaran a salvar el mundo. Esperaba que todos cooperaran y nadie les traicionara, o de lo contrario…

Sacudió la cabeza. Quizás se estaba preocupando en exceso: la alianza entre ellos tenía sentido, a todos los presentes les convenía cooperar para escapar del Castillo del Olvido.

Finalmente, Light se despediría de Malik y Nadhia si estos elegían otro camino diferente al suyo. Él optó por unirse al grupo de Kazuki y Chihiro, quienes tomarían las escaleras que descendían. Sin perder de vista al Maestro y a la mujer que custodiaba, les seguiría y bajaría con ellos a los sótanos del castillo.

«Espera, ¿y el encapuchado…?», no logró localizarle por mucho que le buscó con la mirada.

Mientras se movía, percibió una risotada desagradable (para Light, bastante irritado de por sí) y automáticamente se le dibujó una pequeña mueca en el rostro.

Genial —expresó, irónico.

Aquella aventura prometía.

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Light va a los pisos inferiores.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Soul Eater » Mié Feb 25, 2015 3:06 pm

Sabía que nunca tendríamos que haber venido aquí

Sentía unas ganas horribles de chillar para liberar toda la rabia. Ya estábamos en Tierra de Partida para encontrar ese famoso secreto… solo que claro, eso no era Tierra de Partida, eso era el Castillo del Olvido, y teníamos un sincorazón gigante a nuestras espaldas dispuesto a acabar con nosotros.

Estarás contento— pensé con rabia, mientras atravesaba a mi Maestro con la mirada. Pero claro, una gata enfadada era la menor de sus preocupaciones en ese momento, porque todos, sin excepción, estábamos atrapados allí, sin ninguna otra cosa que hacer que esperar a que nos devorara la oscuridad, o que a ese misterioso encapuchado le diera por dejar de jugar a los acertijos y acabara con nosotros.

Me repetí por enésima vez que debería haber tenido el valor suficiente como para largarme por la puerta y abandonar para siempre esta guerra que no me incumbía. A fin de cuentas, aunque estuviera sola, ¿quién iba a atacarme? Ya sabía que todos los que acudieran aquí iban a acabar muertos.

Pero claro, existía una mínima posibilidad de que sobrevivieran, y yo estaría perdida. En el fondo, tampoco es que tuviera ningún otro sitio a dónde ir. Ahora, aferrarme a esa posibilidad era lo único que me quedaba. Me recordé a mí misma que ya no era una ladrona de Port Royal ni una niña indefensa. Sabía luchar, y ya había pasado por situaciones desesperadas, como lo que ocurrió en la Red.

Está bien. No podía darlo ya todo por perdido. Y aunque fuera así, me aseguraría de vender caro mi pellejo.

Estamos rodeados de enemigos— me dije mientras miraba a mi alrededor, encontrando a un gran número de aprendices y maestros rivales. Ryota discutía con otro hombre, que parece ser el líder de Tierra de Partida… pero ese debería ser Ronin. Aunque claro, el encapuchado también ha dicho que no estaba en el Castillo del Olvido. Mejor, era un problema menos del que preocuparme.

No terminaba de comprender muchas de las cosas de las que hablaban. No sabía que era el corazón del mundo, ni quién era Zephyr, ni mucho menos qué era el lugar en el que estábamos. Nunca me ha interesado frecuentar la biblioteca de Bastión Hueco, y comenzaba a comprender que tal vez hubiera cometido un error, puesto que eso hacía que a menudo me faltara información vital.

Necesitamos sobrevivir. Pero no olvidaré esto. Ninguno lo haremos. Tú no entrarás al Castillo. Te quedarás aquí, defendiéndonos a todos.

¿Y tú?

Yo entraré al Castillo y acompañaré a los que bajen. Y ella vendrá conmigo. No pienso dejarla cerca de vosotros.

Observé como el Maestro enemigo tomaba por el brazo a Chihiro. Esbocé una media sonrisa que no tenía nada de alegre. —Puedes llevártela si así lo quieres, no es que quiera tenerla cerca.

Por lo menos, parecía que al menos se estában organizando para salir de allí. Saber que tenían un plan, y que Ryota iba a defender las puertas me tranquilizaba un poco. Tal vez estuviera débil todavía, pero seguía confiando en su fuerza más que en la de ningún otro. Ese tiempo nos daría una oportunidad para hacer… no terminaba de entender lo que querían hacer, pero suponía que podríamos hacer algo.

Ha dicho que es necesaria una llave para llegar al corazón del mundo. Una está arriba y la otra abajo. Y Chihiro está haciendo un portal a… ¿el pasado? Tiene que ser una broma.

Entonces estaremos en desventaja.— Añadió Ryota, actuando con algo de sensatez por primera vez en toda la noche —¿Cómo sabremos que no nos traicionaréis?

Uno de vosotros puede pasar. Puede ir a buscar la otra Llave. No podemos hacer nada si no tenemos las dos, así que estaremos empatados. Pero todos los demás Maestros y aprendices más fuertes permanecerán aquí, defendiendo la entrada.

Por una vez en la vida, casi agradecí ser considerada débil, porque realmente no tenía demasiado interés en quedarme peleando contra ese monstruo. Por su parte, Nanashi se dispuso a subir a lo alto del castillo por indicación de mi Maestro.

Sin dudar lo más mínimo, di un paso y me coloqué a su lado. La mujer podría ser la más fría y severa que nunca había conocido, pero al menos tenía claro que sabía lo que hacer en un momento de necesidad. Y sobre todo, era de mi bando. Puestos a elegir, prefería quedarme con ella a irme con los maestros de Tierra de Partida o con Chihiro… y menos meterme en ese portal extraño.

Recordando el amago que había tenido de avanzar cuando algunos nos “rebelamos” en Bastión Hueco, le lancé una mirada desafiante que podía leerse como un os lo advertí. Sin embargo, no dije nada. No era el momento ni el lugar.

Poco a poco, la gente empezó a dividirse, dispuesta a marchar en las distintas direcciones. Un niño, al que reconocí como uno de los aprendices de Tierra de Partida que había sido envenenado por Hisa Wix, se acercó para avanzar a los pisos superiores. Le miré con una mezcla de desagrado y sorpresa, pues hasta entonces lo había creído muerto… incluso yo me había salvado por los pelos.

Fuese como fuese, estaba en minoría. Otro aprendiz de Bastión Hueco al que me sonaba haber visto en alguna ocasión hacía un total de tres contra uno, por ahora. Eso era bueno. Prefería estar en el bando ganador.

De improviso, escuché una risa que parecía provenir de ningún sitio y apreté las mandíbulas conteniendo el miedo y la rabia. No podía venirme abajo ahora, era el momento de pelear.

Después de todo, quién ríe el último ríe mejor
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tsuna » Mié Feb 25, 2015 3:50 pm

Al final la carrera había merecido la pena. Cansada y todavía con el sueño en el cuerpo, conseguimos entrar todos en el interior de lo que era Tierra de Partida, o lo que quedaba de la misma. La verdad es que no sabía qué había sucedido en aquel mundo, y la breve imagen que tenía en la cabeza sobre cómo había sido segundos atrás se desvanecía lentamente.

Todavía cogiendo aire contemplé cómo los maestros empleaban unos poderosos hechizos para proteger y sellar la entrada. No quería imaginarme la situación de haber quedado afuera y no entrar a tiempo. Posiblemente ya hubiese perdido el corazón y formaría parte de esos monstruos. Un escalofrío me subió por la espalda al pensar en esa posibilidad. Pero aun así, seguía preocupada por lo que había hecho Nikolai en la sala del trono, así que procedí a acercarme a él y comentarle mis impresiones.

El chico se disculpó con una turbia expresión, alegando que no podía permitir que Alec se metiese en problemas mayores. Me crucé de brazos, no muy convencida por su respuesta. ¿Y qué más daba que ese mago se metiese en problemas? ¿Por qué él tenía que meterse en líos por eso? Era asunto del antiguo aprendiz de Tierra de Partida defender o no a sus antiguos compañeros. Pero finalmente me resigné, intentando dejar de lado el tema.

Mientras tanto me viré y recorrí con la vista la recepción de aquel castillo tan raro y deforme. El mismo que me dio la impresión de ser mucho más pequeño desde afuera, ahora que contemplaba el enorme y reluciente pasillo que se abría ante mí. Adornado por columnas gigantes a ambos lados y un portón dorado de cadenas plateadas al fondo, aquel sitio me transmitía cierta calma, pero también me decía que algo no iba bien. Estaba nerviosa, quizás por estar encerrada junto a los demás en un castillo sin salida.

Y cuando me dispuse a palpar la superficie de una de las columnas, un potente y grave grito me hizo sobresaltar de inmediato. Me di la vuelta y comprobé que se trataba de un maestro de Tierra de Partida, el mismo que vi en mi visita por la nave de la Federación. Por instinto me puse rígida, dispuesta a escucharlo, aunque pronto comprendí que su discurso iba más dirigido a sus aprendices que a mí misma y a mis compañeros, por lo que decidí ignorar su advertencia de que no era el mejor momento para matarnos.

Sería mi maestra la que me recordó a los terribles Sincorazón, que debían seguir fuera todavía. Atenta a la explicación de aquel maestro, fijé mi vista en la entrada, temerosa porque se abriese de pronto. A medida que iba escuchando, mejor comprendía las cosas: Tierra de Partida se había transformado, tal y como el maestro Ryota había vaticinado al pisar la colina, y todo porque el corazón del propio mundo estaba en peligro. Esa fue la primera vez que escuché sobre el hecho de que un mundo en sí tuviese corazón. Y para devolver a Tierra de Partida a su estado original había que encontrar a Ronin.

Recorrí con los ojos a la marabunta de aprendices, y no, Ronin efectivamente no estaba allí. Tampoco quería verle la cara, porque no sabía si podría contenerme en ese caso. Fue entonces cuando una risa resonó en el pasillo, e instintivamente imité a los maestros, invocando mi propia Llave. Asustada comprobé que todo provenía de una extraña figura frente al portón dorado con la cerradura.

¿Qué demonios es eso?


Me imaginé que en el peor de los casos aquel ser venía a derrotarnos a todos, pero nada más lejos de la realidad, comenzó a hablar de una forma que me dejó perpleja. Parecía imitar a la perfección todo tipo de voces, desde hombres hasta mujeres, incluso niños y niñas. Me quedó bien claro que aquella cosa no era humana.

El encapuchado, por llamarlo de alguna forma, reveló que Ronin ya no existía. Quedé muy sorprendida con ese comentario, ¿qué clase de magia utilizaba ese supuesto Castillo del Olvido? Una que escapaba a mi comprensión, posiblemente. Solo era una aprendiza al fin y al cabo. El individuo después nos relató que sería nuestro juez, ¿juez de qué? Y la cosa no quedó ahí, sino que ya nos conocía a todos y sólo el maestro Ryota tenía alguna idea sobre cómo resolver lo que estaba sucediendo.

Desmaterialicé la Llave Espada y me crucé de brazos, confusa, mientras observaba al maestro en cuestión, esperando alguna reacción por su parte, pero no hubo ninguna. La misteriosa figura afirmó que, de ser otro mundo cualquiera, ya hubiese sido desaparecido, pero Tierra de Partida era especial por contar con el Castillo del Olvido como su última defensa. Un Sincorazón se había introducido, o algo así, en el corazón del propio mundo, y solo era cuestión de tiempo que cayese en la oscuridad con todos nosotros.

¿Cuánto más va a durar esto?


El encapuchado nos estaba revelando información importante que no estaba dispuesta a rechazar, pero cada vez que hablaba me sentía mareada por las cientos de voces que escuchaban mis oídos. Ese ser quería hacer un trato: devolver Tierra de Partida a la normalidad a cambio de descubrir el secreto que estábamos buscando. El maestro de Tierra de Partida no sabía qué hacer, mientras que Ryota, como era de esperar, sí tenía una ligera idea.

Maravillada observé al maestro, admirando aquel porte que desprendía cada vez que hablaba. Teníamos que reunir las partes de una especie de llave para acceder al corazón del mundo, el que sospechaba que se escondía tras el enorme portón dorado. A continuación nuestro “juez” nos indicó los distintos caminos a seguir… Podíamos ir a lo alto del castillo o a los sótanos, a nuestro gusto.

Entonces el Castillo se transforma cada vez que alguien lo visita… Qué siniestro.


Todo se resumía en utilizar un peligroso conjuro cuando tuviésemos en nuestras manos las llaves, ritual que ni el propio maestro Ryota conocía. No era capaz de comprender por qué Rayim había elegido a Ronin, y no a él. Cuando lo vi en los recuerdos de la Necrópolis me pareció un hombre poderoso, cuanto menos, pero aquella decisión no conseguía entenderla; como casi nada esa noche. Por si fuera poco, tampoco podíamos escapar a través de un portal, cosa que creía posible hasta ese momento. Pues estábamos apañados.

El grito de la maestra Nanashi acompañado de un destello me sacó de mis pensamientos, y todavía asustada por lo que pudiese pasar vi cómo Chihiro buscaba algo en el aire. Alcé una ceja, claramente confusa. La explicación de la mujer con la que nos habíamos aliado tampoco ayudó mucho, ¿que ese sitio estaba lleno de recuerdos y era un portal perfecto? ¿Que teníamos que preguntarle a Zephyr cómo salir de ese apuro? Me pellizqué por instinto en una de mis mejillas, temerosa porque fuese todo una pesadilla. Pero no, por supuesto que no lo era.

Un nuevo destello y unos extraños gestos de Chihiro consiguieron hacerme caer al suelo de pronto, agotándome tanto física como mentalmente.

Uh…

Entre jadeos de cansancio tuve la fortuna de vislumbrar por el rabillo del ojo a la maestra Nanashi amenazando a Chihiro, y a mí también me interesaba saber qué demonios estaba pasando. Al parecer, gracias a magias que escapaban a mi comprensión como era costumbre, una especie de brecha al pasado se abrió en mitad del pasillo. La contemplé entre abrumada y curiosa, pasando la vista nuevamente sobre el resto de los presentes. Me fijé concretamente en Nikolai, y luego en Nadhia, que andaba por allí también.

Bufé para mí misma, intentando enterrar aquella peculiar relación que teníamos ambas, para observar cómo los maestros le impedían a Chihiro acceder al pasado para buscar a Zephyr. ¿Pero de verdad eso era posible? De no ser por la reacción del maestro Ryota, del cual estaba muy atenta en todo momento, hubiese pensado que se trataba todo de alguna treta rara para escapar. Los portones retumbaron recordando que no nos quedaba tiempo, y el “juez” nos animó a darnos prisa. La entrada seguía resquebrajándose, y nadie allí parecía estar dispuesto a hacer nada.

La situación me ponía cada vez más nerviosa, y estaba preparada para salir corriendo y perderme en el castillo en caso de ver ante mí cientos de monstruos oscuros. Retrocedí un paso, aterrada, hasta que por fin el maestro aquel del bando enemigo decidió poner orden. El maestro Ryota tenía prohibido entrar al castillo, decisión a la que fruncí el ceño, para nada de acuerdo con su odio hacia nosotros.

Después de unos momentos negociando y discutiendo con Tierra de Partida, las cosas estaban claras: descender por el castillo con aquel maestro y Chihiro, acompañar a la maestra a lo alto del castillo, o ir con Diana y la otra al pasado para buscar a Zephyr y pedirle ayuda para proteger aquel mundo. El resto de maestros, y los aprendices más poderosos —entre los que vi a Ragun—, se quedaron en la entrada, encerrados entre barreras mágicas para combatir a los Sincorazón hasta el final.

Suspiré, muy nerviosa. Me empezaba a desesperar, el maestro Ryota y Ragun me preocupaban, pero yo tenía que espabilar y poner de mi parte. No descartaba la idea de acompañar a la maestra, pero ir al pasado y conocer al propio Zephyr… Sabía el riesgo que suponía, era consciente de que podría quedarme atrapada allí para siempre y no volver nunca, en cuyo caso viviría al menos más tiempo que los que se quedasen en el Castillo del Olvido.

Y de pronto, apareció Nikolai. Le miré de arriba a abajo, terminando en sus ojos. Su presencia logró tranquilizarme un poco, y estaba decidido a bajar con Chihiro y el tal Kazuki. El tiempo se detuvo para mí en ese momento, ¿y si esa era la última vez que le veía? ¿Y si no le volvía a ver? Tuve la tentación de imitar a aquella aprendiza que había besado a un hombre antes de quedarse encerrada en la entrada, pero no tuve el suficiente valor, no delante de todos y en esa situación tan desesperada.

Asegúrate entonces de que podamos volver a vernos —comenté, mirando de reojo a Chihiro. Esperaba que el chico pillara el mensaje—. Adiós, Nikolai.

No pude sonreír, sin embargo. Me encontraba muy preocupada, y me concentraba en recordar los rostros de todo el mundo. Estaba decidida a ir al pasado, más cegada por mis ansias de conocimiento, de conocer al propio Zephyr y ver con mis propios ojos el mundo de aquel entonces, que de salvar Tierra de Partida. Rememoré en mi cabeza el día que la maestra Nanashi me llevó al Santuario, así como la primera vez que contemplé la vidriera del famoso Portador. Si me hubiesen dicho en ese momento que tendría la posibilidad de conocerlo, me hubiese aventurado sin dudarlo al pasado, intrépida como yo lo era. Y sentía que no tendría una posibilidad semejante nunca más.

Podía ayudar a la maestra Nanashi en su tarea, pero estaba segura de que, si no me adentraba en aquel portal, me arrepentiría el resto de mi vida. Observé, si no me acompañaba y por última vez, a Nadhia y al resto de aprendices y maestros.

Esa había sido mi decisión, a sabiendas del riesgo que conllevaba.

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