[Evento Global] El Esclavo del Olvido

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor LightHelco » Dom Sep 27, 2015 10:59 pm

¿Puedes volver a llevarla, por favor? —me pidió Kazuki tras que hubiésemos eliminado al Sincorazón.

Sin problemas, Maestro, yo me encargo.

* * *


Junto a los dos aprendices que se nos habían unido por el camino y que cargaban con el Fragmento de la Llave Espada, conseguimos alcanzar finalmente el vestíbulo en donde se encontraban todos los Maestros y aprendices que habían intentado mantener a los Sincorazón fuera del lugar.

Ninguno presentaba un buen estado, estaban cansados al límite de sus fuerzas y aun debían seguir luchando con hordas de aquellos monstruos que insistían en avanzar por el Castillo del Olvido. Me fijé en la falta de varios Maestros, pero me imaginé que estarían guiando al resto de grupos. Salvo uno… ¿no había mencionado el Guía a Yami? ¿Donde se encontraba esta entonces?

Ladeé la cabeza y me centré en lo que importaba, ayudar a los Maestros en el combate contra los Sincorazón. Me giré hacia los dos aprendices que sostenían la Llave Espada aun cargando a Chihiro.

No sé cómo puede ser esa Llave Espada de peligrosa, pero es mejor que os quedéis atrás protegiéndola de los Sincorazón —les dije acercándome a una pared y depositando con cuidado a la mujer en el suelo que su espalda se apoyara en esta — ¿Podéis también cuidarla? Es importante para el Maestro Kazuki, os lo agradecería mucho.

Tras eso corrí hacia los Maestros junto a Ilana desenvainando mi espada. Me coloqué al lado de Ariasu para apoyarla con mis hechizos y si los Sincorazón se acercaban mucho, con una estocada. Ilana ayudó también, usando su invisibilidad para intentar pasar algo más desapercibida entre los Sincorazón, la gatita saltaba contra ellos dispuesta a morderlos y clavarles sus afiladas garras hasta hacerlos desaparecer.

Aquello no acababa y llegado a un punto me vi obligado a hacer uso de un Éter para recuperar fuerzas. Justo a tiempo, ya que en esos instantes todo el vestíbulo tembló y desde la ya desaparecida puerta de la entrada pudimos ver el rostro del Coloso. Este nos observaba con uno de sus dorados ojos haciendo que me estremeciera, pero no impidiéndome seguir luchando.

¡Ilana a tu izquierda! —alerté a la felina que saltó a tiempo para esquivar a una Neosombra que fue eliminada poco después por alguno de los presentes.

Por el rabillo del ojo pude ver como el Maestro Kazuki y Ryota se adelantaban al resto del grupo con la intención de llegar hasta el Sincorazón gigante. La marea negra de monstruos se lanzó a por ellos en cuanto abandonaron la protección que les ofrecía la barrera y empezaron a luchar uno al lado del otro contra ella con tal de avanzar.

Ariasu —llamé a la mujer que se encontraba a mi lado —. Tenemos que apoyarles, lance sus hechizos a los Sincorazón, les abriremos paso hasta el Coloso —le pedí apuntando con la mano a los monstruos y cargando un hechizo Piro en ella —. ¡Ilana, protege al Maestro!

Con un poco de nuestra ayuda y el hecho de que el Coloso estaba aplastando a sus propias tropas, los dos Maestros llegaron hasta a él y empezaron a arremeter con fuerza con tal de destrozarle el brazo al enorme monstruo. Tras una potente combinación de sus hechizos, consiguieron que el Sincorazón gigante se sacudiera de dolor y comenzara su contraataque.

Tuve que llamar a Ilana rápidamente cuando el Coloso barrió el suelo y liberó un centenar de cascotes de piedra que podrían aplastarla. Espada en mano, me adelanté un poco a la barrera para coger a Ilana y cuando lo hice me encontré con una imagen que hubiera deseado no ver nunca: Kazuki había intentado defenderse del ataque del monstruo con una barrera, pero el cansancio y la falta de energías acabaron por impedirle mantenerla y una de las rocas lo alcanzó en la cabeza.

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Me llamo Kazuki, soy un... simple viajero. Eh... ¿Puedo saber tu nombre?
Me llamo Alec, Alec Ocus, encantado de conocerte Kazuki


Ilana se escapó de entre mis brazos y eliminó a una Sombra que se me había acercado demasiado. El tiempo se paró a mí alrededor mientras veía como el cuerpo de mi Maestro caía al suelo formando un charco de sangre en él. Pequeñas volutas de luz lo rodearon permitiéndonos ver sus ojos vacios y faltos de vida. Las piernas me fallaban incapaces de sostenerme y el corazón me latía a gran velocidad mientras observaba como mi Maestro desaparecía.

Dime... ¿Te gustaría vivir eh... aventuras? Hacer tu vida más... ¿emocionante?


Algo frío y húmedo pasó por mi rostro, una sensación que hacía años que no había sentido. Mi visión se volvió borrosa debido a las lágrimas que empezaban a formarse en mis ojos deslizándose por mis mejillas sin que pudiera detenerlas. Los gritos de horror del resto de Maestros y aprendices llegaron a mis oídos, pero era incapaz de entenderlos, no podía salir del estupor que me causaba aquella imagen.

Majestad... Creo que eh... Deberíamos hablar del tema que nos trae aquí. Esto... El tiempo es oro.
¡Dichoso lo que ve mi ojo! ¿Tú con prisa por algo que no sea ir a dormir o a estudiar esos libros raros de magia y paradojas temporales hasta las tantas de la madrugada? Chicos, no olvidéis esto. Es un momento histórico.
¿Lo apunto en la misma hoja en donde voy apuntando sus errores, Maestro?


Alargué el brazo de forma inconsciente, como intentando llegar hasta el hechicero y salvarlo de alguna forma.

¿Ma… Maestro? —conseguí pronunciar en aquel estado, palabras totalmente silenciadas por los gritos de la batalla y el alarido de Chihiro.

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Y en el momento en que ya solo quedaba una Llave Espada sobre el lugar en donde había estado Kazuki, en la que pude escuchar el frío acero chocando contra el blanquecino suelo del Castillo del Olvido, estallé.

¡MAESTRO! —grité con todas mis fuerzas intentando hacerme escuchar por encima del bullicio que era aquella batalla.

Ilana maulló con fuerza acompañándome en aquel grito y no dudó en saltar contra el primer Sincorazón que pudo con la intención de arrancarle la cabeza a base de mordiscos y zarpazos. La había invadido la ira, la misma que yo le estaba transmitiendo.

¡Guía a los novatos, Caleb!


Con un nuevo grito me lancé contra los Sincorazón cortando con mi espada a los más débiles y usando un hechizo Piro contra uno fuerte o una Sota de Corazones contra un grupo de ellos. Sabia en que me estaba metiendo y me importaba ya un rábano, Kazuki se había ido, nunca más podría volver a ser su aprendiz, ni a tener que corregirle mil y una vez mi nombre porque era incapaz de recordarlo. Todo había terminado y ahora yo iba a acabar con la existencia de aquellos jodidos monstruos.

Junto con Ilana intenté avanzar entre la marea de Sincorazón usando mis hechizos. Llegado un momento hice desaparecer mi espada para poder lanzar mis magias más fácilmente. Intentaría hacer todo lo posible para alcanzar la Llave Espada del Maestro, lo único que quedaba de él y que no dejaría que ese Coloso destruyera.

Todos comenzamos con gran potencial… Y en lo que nos convirtamos es, eh, algo que depende de nosotros… Y de nadie más. Somos los únicos responsables de nuestras acciones.


Me sequé las lágrimas con el brazo sin dejar de correr o atacar a cualquier Sincorazón que se me acercara. En cuanto consiguiera llegar hasta la Monocromo, la recogería con una mano y la pegaría contra mi pecho protegiéndola con mi vida. Era lo último que quedaba de Kazuki y haría todo lo posible para impedir que lo destruyeran.

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Ilana atacara de forma normal a los Sincorazón, priorizando a los que intenten golpear a Alec.

Guardia Familiar (HC) [Nivel 5] [Requiere Resistencia 15, Velocidad 15, Reflejos 15, Habilidad: Lazo Familiar]. Habilidad pasiva que requiere que Familiar y Brujo se encuentren juntos. En el caso de que el Brujo fuese a recibir un golpe mortal, el Familiar saltaría a defenderlo recibiendo así el ataque y salvando a su dueño.

Y que esto se active si es necesario.

Alec por su parte usa un Eter y atacara a los Sincorazón con los siguientes hechizos:

Si van en solitario:

Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Proyectil de fuego lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras

Si van en grupo:

Sota de Corazones [Nivel 5][Poder mágico requerido: 9]: Crea una pequeña hilera de fuego bajo los pies del enemigo causándole pequeñas quemaduras e hiriendo a cualquiera que esté cerca.

Y en un principio si hay algun Sincorazon especialmente debil lo matara con un tajo de su espada. La Falcoespada cambia a elemento Fuego tras realizar el primer Piro/Sota de Corazones.

PD: Edit por una chorradilla.

PD2: Os odio ;w;
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor James Bond » Mar Sep 29, 2015 5:48 pm

Por suerte, el Guía acabó confirmando a la pareja de aprendices que solo tenían que caminar recto para llegar. Algo de agradecer con el dolor de cabeza que la aprendiza tenía. Se dijo a sí misma que si salía con vida de aquello, se iba a tomar unas buenas vacaciones... Eso si lograba seguirle el paso a Malik. El aprendiz daba mayores pasos que Keiko, y a la chica le costaba mucho ir a su altura. Quizás necesitase un entrenamiento de velocidad... o quizás de elasticidad...





Finalmente, acabaron llegando al vestíbulo, aún con los sincorazón invadiendo el lugar, Keiko no pudo evitar soltar un suspiro, dentro de poco todo se acabaría. Todo volvería a la normalidad. Además Malik y Keiko se encontraron con otros dos aprendices, los cuales habían ido con ellos a los sótanos pero llegó un momento en el que todo el grupo se dispersó.

No sé como puede ser esa Llave Espada de peligrosa, pero es mejor que os quedéis atrás protegiéndola de los Sincorazón—el aprendiz dejó a Chihiro en el suelo— ¿Podéis también cuidarla? Es importante para el Maestro Kazuki, os lo agradecería mucho.
Haré lo que pueda. Ahora tenemos que esperar a los de arriba, espero que no tarden mucho...— comentó Kei a Malik.

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Lo que vino a continuación sucedió muy rápido para Keiko. El Maestro Kazuki (al que por cierto, no había visto desde que el Guía hizo que un agujero se lo tragase en la batalla contra Jasper) junto al que parecía ser el líder de la facción enemiga, realizaban ataques combinados para repeler a los enemigos pero aquel inmenso y monstruoso sincorazón, estaba decidido a cumplir con su papel.

Y el pánico se desató. Gritos por un lado, y lloroso por otro. Kazuki había recibido el golpe del sincorazón al fallar el hechizo que había realizado. Poco a poco, el cuerpo del Maestro de Tierra de Partida se iba desvaneciendo en motitas de polvo doradas.

La aprendiza no podía creerlo. Aquello tenía que ser una pesadilla. Una pesadilla muy mala y horrible. Puede que no conociese lo suficiente a Kazuki, pero era un Maestro de Tierra de Partida, y eso era suficiente para sentir el dolor de la pérdida.

¡MAESTRO!— gritó el aprendiz de antes, haciendo que Keiko espabilase y tomase una decisión.
Malik... vengaremos al Maestro... poniendo fin a esto lo antes posible. Tenemos que... poner esta Llave donde corresponde—dijo Keiko con lágrimas en los ojos, la voz le temblaba y encima tenía que soportar el dolor de llevar aquella Llave, aún así, la aprendiza en un intento desesperado, trató de gritar a pleno pulmón— ¡POR FAVOR! ¡SI ALGUIEN SABE DONDE TENEMOS QUE COLOCAR ESTE FRAGMENTO QUE LO DIGA YA!

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Si le dicen a Keiko la ubicación de donde ha de colocar el fragmento, y si Malik también quiere, irá a ponerlo en su sitio. En caso contrario, tratará de defenderse de los ataques de los sincorazón que se le acercen usando su espada
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tanis » Jue Oct 01, 2015 12:12 am



Habían llegado, por fin. Después de todo, de tanto, habían logrado regresar con la Llave. No sabía cuánto tiempo habría pasado desde que corriera hacia las profundidades del Castillo, pero para él había sido una eternidad. Sin embargo, no podía decir que el panorama le gustase mucho. Frenó en seco al llegar al vestíbulo y colocó el brazo libre por delante de Keiko para que ella también se detuviera, quizá más para indicar resguardo. No eran los únicos que habían vuelto, pero ninguno de los aprendices o maestros que subieran a los pisos superiores parecían estar allí.

«Así que todavía falta la otra parte de la Llave».

A pesar de los destrozos y el avance de los sincorazón, los maestros y los aprendices que quedaron atrás se las habían ingeniado para mantener la amenaza todo lo fuera del castillo posible. Vio a Ryota volverse hacia ellos, pero no le miró. Sin darse cuenta, Malik avanzó un par de pasos dolorosamente aliviado...

¡¡Malik!!

Casi sintió cómo se le saltaban las lágrimas.

«Estás viva, sabía que estabas viva... ».

¡No perdáis la concentración! ¡Aguantad!

¡Venid a echad una mano!

¡Eso, moved el culo!

Malik miró en derredor. Junto a ellos estaban aquel chico que cambió de bando, Alec, ue llevaba en brazos a Chihiro —Chihiro, aún débil y privada de su recuerdo— y otra aprendiza de Bastión Hueco que debía de haberse quedado atrás. Ni siquiera se molestó por las malas formas de los maestros, verlos a todos allí, de una pieza y coleando, era mejor que nada.

No sé como puede ser esa Llave Espada de peligrosa, pero es mejor que os quedéis atrás protegiéndola de los Sincorazón.

Descuida, no podemos soltarla —dijo Malik afianzando el agarre para que no se le cayera.

En su mente, como un segundo plano, seguía cantando y recitando números para no volverse loco.

¿Podéis también cuidarla? Es importante para el Maestro Kazuki, os lo agradecería mucho.

Malik miró a la mujer y asintió en silencio. «No hace falta que me lo recuerdes».

Haré lo que pueda. Ahora tenemos que esperar a los de arriba, espero que no tarden mucho...

Yo también lo espero —Malik miró hacia la zona de combate y observó a Alec uniéndose a la defensa. Soltó un suspiro irritado—. No me gusta nada quedarme de brazos cruzados...

Sabía que tampoco podría hacer mucho por equilibrar la balanza, pero al menos se quitaría de encima la sensación de inutilidad. Se recordó que sostener la Llave también era una tarea importante, que Keiko no podría soportarlo sola y que usarla era una opción, pero no una opción muy recomendable. Pensó en qué podría pasar si usaban su poder contra los sincorazón...

«Sólo si es necesario».

De repente un rugido tronó por todas partes y Malik pudo ver los grandes ojos amarillos del Coloso incrustados en su rostro de oscuridad, asomándose por el gran hueco que había abierto con sus manos. Por inercia retrocedió e hizo retroceder a Keiko.



«No podemos con eso, no pueden con eso... ». Malik boqueó, y lo que hicieron los maestros Kazuki y Ryota a continuación se sucedió a una terrible cámara lenta. Paso a paso los vio adentrarse en la marea oscura para enfrentarse a la gran mano del Coloso. Paso a paso los vio conjurar y tajar, paso a paso vio cómo eliminaban a los sincorazón que se les echaban encima. Por el rabillo del ojo notó los movimientos de Chihiro, y sin querer desvió la vista hacia ella. El resplandor de un rayo llamó de nuevo su atención. Los movimientos de los maestros parecían calculados al mínimo milímetro, precisos y mortales... hasta que un hechizo falló.

Al igual que el resto de la pelea, vio la trayectoria de la piedra como si le hubieran lanzado un hechizo de Tiempo y aún así el chasquido del hueso roto resonó incluso más que el rugido del sincorazón gigante. Malik entreabrió los labios al mismo tiempo que la Llave-Espada de Kazuki caía al suelo y el propio maestro se volvía hacia los demás. Incluso a esa distancia pudo ver la sangre y supo...

«No... ».

¡MAESTRO!—Oyó gritar a Alec por encima de los demás antes de que...

Él no gritó, no pudo. El chillido de Chihiro se tragó toda su fuerza para hacerlo. Chihiro, de quién no conocía los motivos para haber traicionado a Kazuki a pesar de sus sentimientos. Chihiro, quien estaba viendo a Kazuki desvanecerse y convertirse en polvo... En ese momento el recuerdo robado se le hizo todavía más pesado y eso sí que le dio ganas de gritar.

Malik...

Miró a Keiko un poco ido, como si no supiera por qué ella lloraba y eso le confundiera.

Vengaremos al Maestro... poniendo fin a esto lo antes posible. Tenemos que... poner esta Llave donde corresponde. ¡POR FAVOR! ¡SI ALGUIEN SABE DONDE TENEMOS QUE COLOCAR ESTE FRAGMENTO QUE LO DIGA YA!

«Un momento, un momento, espera».

Eh, eh, calma.

Colocó la mano libre en su hombro y trató de calmarla. La muerte del maestro no le había afectado aún como debería. En medio de ese caos, la adrenalina y el instinto de supervivencia le impedían sentir pena, todavía. Por eso pudo conservar la sangre fría e intentar acallar a Keiko.

Necesitamos la otra mitad, no podemos abrir la puerta al Corazón todavía...

Fue entonces cuando por el rabillo del ojo vio la carrera de Alec por llegar hasta la Llave-Espada de Kazuki, último reducto de su existencia y se le congeló el corazón por un segundo. Si se metía allí no saldría vivo, los sincorazón se abalanzarían sobre él, el Coloso...

¡Alec! —gritó en vano para advertirle. A sabiendas de que no le haría caso, seguramente ofuscado en recuperar la Monocromo, gritó a los demás—. ¡Maestros, al frente, cubran a Alec o también le matarán!

Él no podía hacer mucho más, Chihiro no estaba en condiciones de hacer nada, los demás no llegaban y le quedaba su Pregunta, que no había sabido utilizar...

«¿Qué puedo hacer, qué?».

Keiko, escucha, tenemos que esperar, no podemos dejar la Llave, ni usarla, ¿de acuerdo? Tenemos que aguantar y esperar hasta que regresen todos, ¿podrás hacerlo?

Apretó los dedos sobre su hombro, de forma fraternal y miró al frente. Su mente era un batiburrillo de números, canciones, desesperación e ira. Sobre todo ira.

¿Chihiro? —Miró a la mujer todavía en el suelo—. Sé no puedes luchar, así que no estaría de más que te colocaras detrás de nosotros. —Si ella hacía lo que le decía añadiría—. Te debo una disculpa y... otra cosa. Te la devolveré en cuanto terminemos con esto.

La cuestión era, ¿cuánto más le odiaba ya, por haber hecho lo que había hecho?
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Sito » Jue Oct 01, 2015 12:29 am

Incluso con la ayuda de Ilana, los dos aprendices tuvieron que esforzarse mucho para acabar con ese sincorazón. Como hubiera más de ese tipo lo pasarían bastante mal.

Una vez fue destruido Nicoxa se sacudió el polvo de su ropa y le hizo a Alec un gesto de victoria. Observó a Kazuki, que estaba agachado mirando a Chihiro: había despertado.

Hola…

No parecía estar en muy buena forma de todas formas, puesto que le musitó algo y volvió a cerrar los ojos dolorida.

¡Vamos! ¡Ya casi hemos llegado! —gritó el Guía, metiendo prisa.

El maestro se dirigió hacia Alec a continuación.

¿Puedes volver a llevarla, por favor? Tomaré la delantera y detendré a cualquier enemigo que…

No acabó de pronunciar esa frase; abrió mucho los ojos de forma repentina, mirando a Nicoxa. Ella se ruborizó extrañamente, sin saber muy bien qué estaba pasando, aunque cuando Kazuki invocó un potente trueno que salió de sus manos en dirección hacia ella se encogió como pudo y gritó.

¡Pero bueno ¿qué haces?! —¿acaso se había vuelto loco o había decidido atacar al bando rival? No le había dado la impresión de que fuera esa clase de gente momentos antes... Ella le miró, desconcertada, al ver que se había apoyado en sus rodillas para no caerse tras el esfuerzo que supuso usar el hechizo que, por suerte, no le había dado.

¿Te encuentras bien?—preguntó a la joven.

¡¿Cómo me voy a encontrar bien si casi me fulminas con ese rayo?! —Ella decidió girarse rápidamente porque no estaba entendiendo nada y pudo ver los restos que se desvanecían de un segundo invisible que había aparecido justo detrás de ella. Ahora todo tenía sentido—. Ah... vale —¿Cómo no se había dado cuenta? Podría haberla matado de no ser por la ayuda de Kazuki. Empezó a temblar y se abrazó a sí misma para que no se notara demasiado lo nerviosa que estaba—. Gracias, siento haberte gritado. Si no hubiera sido por tu hechizo... —negó con la cabeza para no seguir pensando en lo que podría haber pasado y le dedicó una débil sonrisa.

Se acercó a él y le tendió una mano para ayudarle a ponerse en pie tras el gran esfuerzo que había hecho. Mientras lo hacía divisaron a dos de los aprendices que bajaron con ella a los sótanos del castillo... ¡cargando con una llave! Parecía que lo habían conseguido.

¡Lo han logrado!—consiguió exclamar Kazuki a la vez que la chica y el hombre que cargaban con el objeto les alcanzaron—: ¿Qué ha pasado con los demás?—le había quitado la pregunta de la boca, esperaba que dijeran qué había ocurrido con el resto de aprendices, que estuvieran bien... Era un poco raro que solo volvieran dos, por lo que empezó a preocuparse—. Lo habéis hecho muy bien. ¡Aguantad un poco más!

Nicoxa, Kazuki y Alec (que cargaba con Chihiro) se pusieron delante para protegerlos de las posibles amenazas mientras se dirigían a la entrada.


* * *



Una vez alcanzaron el vestíbulo pudieron ver el caos y la batalla que estaba ocurriendo. Los maestros y los aprendices que no optaron por ir a ninguna de las rutas estaban magullados y heridos, daba pena verlos. Se turnaban para atacar como podían a los sincorazón para impedirles avanzar aunque comprobó que no servía de mucho al ver cómo iban apareciendo más y más.

¡¡Malik!!—gritó una de las aprendices refiriéndose al hombre que cargaba con la llave al ver que habían vuelto. Todos los demás también se fijaron en la presencia de los recién llegados, lo que pareció aliviarles y darles ánimo.

¡No perdáis la concentración! ¡Aguantad!

¡Venid a echad una mano!

¡Eso, moved el culo!

Necesitaban ayuda, así que Alec depositó a Chihiro en una pared cercana y se dirigió a los aprendices que cargaban con la llave.

No sé cómo puede ser esa Llave Espada de peligrosa, pero es mejor que os quedéis atrás protegiéndola de los Sincorazón —les aconsejó Alec — ¿Podéis también cuidarla? Es importante para el Maestro Kazuki, os lo agradecería mucho.

Haré lo que pueda. Ahora tenemos que esperar a los de arriba, espero que no tarden mucho...—respondió la chica, no parecía muy convencida de poder hacerse cargo.

Nicoxa se rascó la barbilla, mirando a la pareja. Ellos ya tenían suficiente con lo suyo.

¡Pero qué dices loquillo! ¡Si están llevando la cosa esa a cuestas! Bastante difícil les será defenderse ya como para que también tengan que cuidar de ella —miró a su alrededor buscando a alguien más apto en esos momentos y, al final, escogió a Shinju—. Le pediré a Shinju que se ocupe de ella, seguro que agradecerá el cambio de trabajo.

Tras pedírselo, esperando que aceptara (si no se encargaría ella misma de cuidar de Chihiro) se metió junto a Alec y Kazuki en mitad de la batalla. Con su llave espada en mano golpeó como podía a los sincorazón que se acercaban o que intentaban avanzar más, era bastante pesado pero tenía la esperanza de que no podía faltar mucho para que el otro grupo volviera.

El combate avanzaba lentamente, con los portadores cada vez más y más agotados. El Coloso se agachó y asomó su cabeza por la entrada, lo que dio algo de miedo a Nico. Kazuki y Ryota realizaron una combinación de ataques realmente vistosa y efectiva, pero su rival no iba a quedarse de brazos cruzados y contraatacó.

Hizo un barrido por el suelo con su enorme brazo, destruyendo de paso a varios sincorazón, aunque con la fuerza del impacto salieron muchos pedruscos disparados hacia los dos maestros. Ryota pudo protegerse sin demasiados problemas, pero Kazuki sólo tuvo fuerzas para levantar su escudo una vez.

Un segundo pedrusco le dio de lleno en la cabeza con un golpe fatal. El maestro de Tierra de Partida se tambaleó, con una mano en la cabeza, y se giró, buscando con una mirada vacía a alguien.

Siempre he… Odiado el color rojo —murmuró y, acto seguido, se desplomó sobre el suelo. Un instante después su cuerpo se iluminó y desapareció en pequeños pedazos. Había muerto, sólo había dejado tras de sí su llave espada.

Nicoxa se llevó una mano a la boca, perpleja y aturdida. ¿Por qué había tenido que pasar eso? Apenas unos minutos antes pensó que Kazuki le estaba empezando a caer bien, que si todos los portadores fueran como él las cosas serían mucho más sencillas para todos. Hasta la había salvado del Invencible y la había tratado bien pese a saber que pertenecía al otro bando.

¿Y si por culpa de su descuido, el haber hecho que Kazuki gastara bastantes fuerzas en usar ese Electro, le había dejado tan débil como para poder protegerse ahora?

Alec empezó a llorar, y Nicoxa fue contagiada de tal sentimiento de tristeza y tampoco pudo contener las suyas. Evitó pensar en quién tenía la culpa de lo que había pasado y se las limpió, harta de todo.

En aquel momento no servía de nada lamentarse, ni podían permitir que su sacrificio fuera en vano. Alec, lleno de ira y cegado por la locura se abalanzó sin cuidado sobre los sincorazón para correr a por la llave que había dejado Kazuki. Nicoxa no podía ni tenía las fuerzas o los conocimientos necesarios para defenderle desde su posición pero le pidió a cualquiera de los maestros cercanos que le cuidara y le apoyara para que no le pasara nada malo tampoco a él: no podían tener más perdidas...
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v. Ficha de Nicoxa .v
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Ronda 28

Notapor Suzume Mizuno » Sab Oct 03, 2015 5:14 pm

Malik, Keiko, Alec, Nicoxa, Colibritany, Saxor y Yui




Alec se arrojó al frente y al instante quedó rodeado de Sincorazón de clase alta. Ilana trató de defenderlo pero, simplemente, eran demasiado para ella. El Piro que decidió realizar, ya que nadie más lo acompañaba, fue tremendamente pobre y se esfumó al rozar la cara de un Invencible. La criatura dio un tajo que estuvo a punto de cortar la cabeza del chaval. Suerte para él que el resto de Maestros se apresuraron a atacar y a evitar que siguiera los pasos de su ex-Maestro. Y, aun así, le costó sudor y sangre alcanzar la Llave Espada de Kazuki. Ilana acabó aplastada bajo un Invisible y él mismo recibió un corte inmenso en un costado y un golpe de oscuridad en la espalda que lo tiró de bruces contra el arma de Kazuki. En cuanto la cogiera, vería a un Invencible que se preparaba para atravesarlo con su espada.

Entonces, un ciclón arrojó a los Sincorazón hacia atrás. Ryota aterrizó con gracilidad al lado de Alec, se lo cargó bajo un brazo, atrajo a Ilana con un golpe de viento y saltó hacia atrás, impulsándose con feroces ráfagas de viento. Cuando se encontraron a salvo tras el escudo de los defensores dejó caer a Alec con brusquedad y avanzó hacia Malik y Keiko.

El primero se había dirigido a Chihiro.

¿Chihiro? —Chihiro había estado luchando, infructuosamente, por ponerse en pie. Había caído dos veces y aún así luchaba ahora, desesperada, por avanzar—. Sé no puedes luchar, así que no estaría de más que te colocaras detrás de nosotros.

CÁLLATE—rugió la mujer, que había roto a llorar de pura frustración y desesperación. Las lágrimas resbalaban por su rostro y caían al suelo, incontenibles—. KAZUKI. NO PUEDE SER. KAZUKI—gritó, ahogándose y rompiendo a gemir, incapaz de controlarse.

Esto es en parte responsabilidad tuya, así que cállate y obedece—espetó Ryota con frialdad, cogiendo a la mujer por un brazo y arrojándola tras Malik y Keiko. Entonces se coló entre ambos y dijo—: Preparaos, voy a tomar el control. No la soltéis.

No dio tiempo a los aprendices a protestar. Aferró el mango y casi de inmediato el estallido de voces, acusaciones y súplicas se redujo… En parte. Pudieron escuchar la voz de una chica, la de Ronin (con un toque más joven) y la de otras personas que no reconocieron, pero eran tan agresivas, tan desproporcionadas, que no consiguieron escuchar nada. Sobre todo porque no iban dirigidas contra ellos dos. Era como si la Llave Espada les hubiera dado la espalda a Malik y a Keiko para arremeter contra el Maestro. Ryota resopló y entrecerró los ojos. Casi al instante su presencia lo imbuyó todo y los dos pudieron ver qué era lo que quería hacer. Apareció en sus cabezas como si fuera una película.

Ryota los obligó a dirigir su energía hacia la Llave Espada y el vestíbulo se estremeció. Las paredes destrozadas borbotearon y comenzaron a reconstruirse a toda velocidad, comprimiendo el brazo del Coloso, que continuaba barriendo de un lado a otro. Escucharon un gruñido grave como el estremecimiento de una montaña desde el exterior, que hizo retemblar los cimientos de la estructura. El Coloso cerró el puño y comenzó a forcejear para liberarse.

Ryota liberó la Llave Espada, jadeando. La mayor parte del esfuerzo mental lo había hecho él y estaba lívido. Y, para colmo, no era afinidad luz, todo lo contrario. Aun así, parecía haberlo soportado sorprendentemente bien. O eso parecía.

Con esto ganaremos unos minutos—dijo, corriendo hacia el grupo de aprendices y Maestros.

Ya no podían entrar más Sincorazón, al menos durante un corto período de tiempo, de modo que rompieron la formación y comenzaron a atacar… Pero no a los Sincorazón menores, sino al brazo del Coloso. Tras unas cuantas violentas explosiones que debieron dejar los oídos pitando a todos, vieron cómo el antebrazo despedía hilillos de oscuridad…

¡Estaba deshaciéndose!

En ese momento fue cuando llegaron los primeros refuerzos. Colibritany y Yui no tenían ninguna estrategia, así que las llamarían a gritos para que ayudaran a contener a un Ojos Rojos que avanzaba, amenazador, contra Malik y Keiko y se preparaba para cargar. Saxor no perdió un segundo y tanto él como Guilmon atacaron al Ojos Rojos, reteniéndolo lo suficiente como para hacerle dudar si lanzarse a por él… O a por los tres corazones que le aguardaban arrinconados contra la puerta del Corazón.

Entonces Malik sintió un tirón. Chihiro se había aferrado a sus pantalones y luchaba por incorporarse. Todavía con los ojos enrojecidos e hinchados, lo miró con un odio venenoso, pero de sus labios salió algo… Puede que inesperado:

¡Devuélvemelo! ¡Devuélvemelo YA y podré luchar!

La pared estalló cuando volvió a resquebrajarse. Ariasu gritó al ser acertada por la espalda y cayó al suelo. Akio trató de congelar la mano del Coloso contra el suelo, pero era demasiado fuerte y un Invencible se llevó al pequeño Maestro por delante. Rebecca saltó para intentar protegerlo y consiguió hacer retorcer al Sincorazón antes de que otro los atacara por la espalda. Y empezaron a entrar más.

La situación era desesperada. Alec, Yui y Colibritany no podían limitarse a hechizos débiles si no querían morir aplastados por la ola de Sincorazón y debían organizarse bien. Por su parte, Saxor debía decidir si hacer frente al Ojos Rojos o retirarse hacia los Maestros para apoyarlos.

Pero la decisión más grave recaía en Malik y Keiko, que no tenían muchas opciones: o ser atacados por un Ojos Rojos o esperar a que los Sincorazón, que ahora flotaban por el techo y se acercaban a ellos, los atraparan.

¿Es que nunca iban a traer el otro fragmento de la Llave Espada?

Spoiler: Mostrar
-La gente de las otras dos rutas comenzará a unirse a vosotros a partir de este post, de modo que si queréis planear acciones conjuntas con ellos, adelante.

-Lo dicho: ataques de nivel básico como Piro no harán nada. U os combináis con Maestros o buscáis otras formas de luchar. Yui todavía tiene el arma que le dio Nithael y al estar dentro del Castillo podría ser efectiva, pero mejor que busque respaldo en otras personas.

-Las opciones de Keiko y Malik son básicamente estas aunque, como siempre, si se os ocurre algo más no dudéis en hacerlo: 1) luchan contra el Sincorazón Ojos Rojos con la Llave Espada de luz 2) Luchan con sus propias armas (lo cual implicaría soltar la Llave Dorada) 3) Malik devuelve el recuerdo de Kazuki a Chihiro y trata de contar con su ayuda 4) Salen pitando y rezan porque poder esquivar los ataques de todos los Sincorazón.5) Usan la Llave Espada dorada contra el Coloso (su brazo) que está comenzando a deshacerse pero todavía da muchos problemas.

-Por si acaso: sí, podéis pedir a Maestros que os echen una mano con la Llave Espada. Y no, no es conveniente que alguien de oscuridad como Ryota la toque. Ha perdido muchísima vida.




Spoiler: Mostrar
Nicoxa
VIT: 25/32
PH: 7/10
+Poción

Alec
VIT: 9/22
PH: 29/30

Ilana
VIT: 10/30
PH: 14/20

Keiko
VIT: 2/12
PH: 14/14

Malik
VIT: 17/64
PH: 7/26


Saxor
VIT: 39/50
PH: 0/34

Guilmon
VIT: 22/30
PH: 2/14

Yui
VIT: 4/6
PH:2/4
+Ultrapoción

Colibritany
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PH: 3/8



Fecha límite:miércoles 7 de octubre a las 23:59
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Light » Dom Oct 04, 2015 11:53 pm



Pero… No entiendo… No entiendo nada. ¿Mi reminiscencia? ¿Esto es… es el Castillo del Olvido? —El Guía le confirmó que en efecto lo era—. Pero, pero yo os conozco. Estoy seguro de que he hablado con vosotros antes de … Antes… Oh, por el Primero. ¿De verdad os he atacado? ¿Todo esto os lo he hecho yo?

Sí… Pero no te preocupes, todos estamos bien. Ya ha pasado.

Agotado, el ángel se lamentó y se sentó. El muchacho rubio del bando contrario le entregó una poción que serviría para sanarle las heridas. Nithael la aceptó y la bebió, incitado por el Guía. Tras tomársela se le notaba menos descolorido.

El mismo joven que le entregó el objeto curativo comentó que había conversado con el amigo de Nithael: Gabriel, o mejor dicho, su reminiscencia. Le hizo saber que ésta se había percatado de todos los errores que cometió y se lamentaba.

Todo aquel bombardeo de información le estaba aturullando. Quizás debían parar y dejarle descansar, ya tendrían tiempo para hablar en cuanto salvaran el castillo.

¡Pero no entiendo nada de lo que me estáis diciendo! ¿Qué fue lo que…?

Y no dijo nada más, se quedó callado, lívido. Le temblaban los labios… Quizás… ¿Había recordado algo que no le agradaba?

Lo estáis atosigando. Lo que su Reminiscencia sabía, no lo sabe él. Todavía. Tiene muchos recuerdos que recuperar y la mayoría le parecerán un mal sueño. ¿Verdad, Nithael?

En ese momento recordó lo que dijo su reminiscencia, que las conversaciones que tuvo con ellos y sus rostros serían como un sueño para él.

¿Sabes?, en parte comprendo a Gabriel. Otros muchos Portadores y yo formamos parte de una Orden distinta a Tierra de Partida con el fin de mantener la equidad entre la Luz y la Oscuridad, como él. Tal vez hubiesen cambiado las cosas de haber tenido a más como nosotros apoyándole.

«¿Gente con los ideales de Ryota? Uf…», pensó de forma automática y resopló.

Nithael seguía sin aceptarlo, la realidad le destrozaba y la negaba con movimientos de cabeza. Necesitaría tiempo para asimilarla del todo.

¡Ah! —exclamó la muchacha que no conocía, de Bastión Hueco podía suponer—. Supongo que esto te pertenece...

Antes de marcharse le entregó una carta cuyo contenido era desconocido para él. El ser angelical la aceptó, aunque no se mostró demasiado interesado por ésta.

Después, fue el turno de Maya, que no dudó en emplear sus poderes curativos sobre Nithael para aliviarle y sanarle.

Nithael. Alguien quiere hablar contigo. Le prometí que le permitiría venir conmigo para ayudarte, y me alegra ver que al final el asunto ha acabado bien, así que creo que ambos merecéis tener una conversación.

Sacó una pluma oscura que se rompió y tomó la forma de un conocido del ser alado. Light presenció en silencio la aparición del pequeño Gabriel. Que su amigo no viviera en ese tiempo no resultaba un impedimento para que pudiera hablar con él… bueno, con su reminiscencia. Aunque no fuera el verdadero, el poder del Castillo del Olvido le seguía pareciendo fascinante.

Así que el encuentro emotivo de los dos amigos se produjo. Nithael, quien no pudo evitar soltar una exclamación, le agarró por los hombros y le abrazó, emocionado.

Por el Primero, Gabriel. Oh, Gabriel, menos mal que… ¿Eres…?

Lo lamento, Nith. El Gabriel que tú conociste antes de que te sellaran desapareció hace mucho, mucho tiempo. Lo siento muchísimo, Nith. Si hubiera sabido todo el daño que te iba a causar, te aseguro que habría preferido suicidarme. Fuiste mi mejor amigo, Nith. Te quería y respetaba muchísimo. Jamás se me habría pasado por la cabeza hacerte daño. Pero te lo hice. A ti y a muchos. Tengo el castigo que me merezco, Nith. Así que… Por favor, aunque no tenga derecho a pedirte nada… Vive y sé feliz. Déjame marchar. Tu mundo siempre se redujo a Tierra de Partida, a mí y a tus recuerdos, pero esos límites ya no existen. Eres libre de buscar las respuestas que desees, de encontrar a los amigos que quieras. De informarte sobre los ángeles —sonrió a Light por razones obvias—, de enseñar magia, de aprender sobre Tierra de Partida y otras formas nuevas que han nacido. Será duro, oh sí, pero hay muchos peligros ahí fuera y muchas cosas maravillosas por las que luchar. Tienes la oportunidad, la obligación, de decidir qué hacer con tu vida, Nith, y de no permitir que se sigan cometiendo los mismos errores una y otra vez.

»Así que déjame ir.


Light exhaló un suspiro y se rascó el cuello. No se atrevió a intervenir y se quedó callado: no iba a interrumpir su momento emotivo. Tampoco tenía nada más que añadir: Gabriel no lo había podido dejar más claro.

Nunca conseguí que te la entregaran, así que… Léela, Nithael. Así sabrás que no es solo la Reminiscencia la que te pide esto.

Nithael no le hizo caso, al menos de momento. Estaba petrificado.

Entonces, escucharon la voz del Guía en sus cabezas.

«Marchémonos a la antesala. No deberíamos estar aquí».


En cierto modo tenía razón… quizás estaban estorbando, pues aquella conversación no iba con ellos y tampoco pensaba interrumpirla. Además ya habían molestado demasiado a Nithael con aquel bombardeo de información. Light se encogió de hombros y se dirigió hacia la salida de la habitación ruinosa, acompañado de su mascota. Nada más abandonarla, se apoyó en una pared y se volvió a cruzar de brazos.

«Me pregunto… si también existirán las reminiscencias de mis padres», se le aceleraba el pulso con solo imaginarse la posibilidad de hablar con ellos, de la misma manera que estaba haciendo ahora Nithael con su amigo. A saber cómo reaccionaría. Sin duda les preguntaría por su localización y su origen angelical.

Desde su posición fue capaz de escuchar algunas partes de la conversación de los dos amigos. Gabriel finalmente le convenció para que leyera la carta. No llegó a saber qué había escrito en ella; ni tampoco se molestó en asomarse y ver la reacción de Nith.

Nithael acudió a la antesala, solo. Intuyó que la reminiscencia de su amigo había desaparecido.

Tengo… Tengo la oportunidad de proteger Tierra de Partida. Tengo… Es mi… Es mi deber proteger este lugar. Luchar por ella. Redimirme por todo el mal que he hecho. —Light sonrió, satisfecho. Parecía que de nuevo Nithael se volvía a derrumbar, pero al final no fue así: ahora había determinación en su mirada—. Sea. Lo que haya sucedido en el pasado lo… resolveré… después. Lucharé. Esta vez protegeré Tierra de Partida cueste lo que cueste.

Así se habla.

Pero no así. —Consumió la Hierba del Eco que le entregó Saxor—. No os asustéis.

No lo decía por nada. Nithael juntó las palmas y empezó a emitir un cántico. Múltiples runas aparecieron y no solo eso: un círculo brillante se extendió bajo sus pies. El conjuro no se ejecutó de manera inmediata, sino que requirió de algunos minutos. Light —quien miró ensimismado el círculo mágico en cuanto apareció— y Gaomon no se movieron de su posición durante ese tiempo.

Bendición del Cielo.

El círculo se desintegró y la curación se efectuó. Light examinó su cuerpo y comprobó los efectos milagrosos. La energía dorada cerró cada una de sus heridas, revitalizándole. Pero no solo fue eso. Sus reservas mágicas se llenaron al máximo: en esos momentos se sentía capaz de hacer cualquier cosa. Toda la fatiga que llevaba acumulando en el Castillo del Olvido había desaparecido de un plumazo, estaba como nuevo, tanto física como mentalmente.

En cuanto revisó sus heridas sanadas miró al Guardián, estupefacto. No tenía nada que ver con el ángel malherido que se lamentó antes en el suelo. Ahora se mostraba majestuoso, no había mejor adjetivo para describirle. Infundía muchísimo respeto.

Nithael pareció dedicarles una sonrisa.

Gracias. Dios, menos mal que no te recuperaste con esta habilidad durante la batalla —bromeó.

Ahora mismo no entiendo nada, pero os agradezco lo que habéis hecho por mí y os pido perdón por haberos dejado en tal mal estado. De momento, es lo único que puedo hacer por vosotros… Además de ayudaros en lo que me pidáis. Os ayudaré a salvar Tierra de Partida. Lo juro.

—¿No es genial? Os habéis ganado un buen aliado. ¡Y qué bien os viene estar recuperados porque más os vale salir cagando leches para el vestíbulo antes de que sea demasiado tarde! ¡Vamos!

Light incluso comenzó a correr antes de que terminara la frase (Gaomon, por su parte, se desmaterializó). Al fin regresaban al vestíbulo, y con un poderosísimo aliado. La compañía de Nithael le hacía sentirse mucho más seguro, juntos podrían derrotar a cualquier cosa. Ya habían experimentado en carne propia el poder del ángel, sabía que no les decepcionaría.

Ojalá todos estuvieran bien. Y cuando pensaba en todos, incluía a la gente de Bastión Hueco, quienes a pesar de sus diferencias les habían ayudado a proteger su castillo. La llave de los sótanos ya había sido llevada hacia arriba, solo faltaba unirla con el otro fragmento y eliminar a los Sincorazón. Estaban a punto de conseguirlo y no quería lamentar ninguna muerte. Tierra de Partida volvería a la normalidad muy pronto y podrían regresar a su rutina (y a su guerra).

«Ya estamos yendo. Resistid, por favor», rogaba, impaciente por llegar.

Por favor, habladme de ese Sincorazón que nos espera y de lo que creáis que necesite saber para la batalla.

Es gigante, muy gigante. Si mi memoria no me falla también tiene dos cuernos… ¡Ah! Y es lo suficientemente fuerte como para romper las cadenas del castillo. —Si se había quedado corto en la descripción, los demás podrían ayudarle a completarla.

Los otros Sincorazón no importan. Hay que destruir al alfa del grupo. Si es tan grande, entonces tendré que luchar fuera y quizás… Antes usasteis unas piedras para detenerme, ¿verdad? —Light asintió—. Creo que podríamos usarlas contra el alfa, pero antes debemos encontrar su punto débil.

»Así que, si podéis, atacadle para obligarle a retroceder. Trataré de alejarlo del Castillo. Entre tanto, empezad a cargar las piedras. Las usaría yo pero… Cuantas más personas las uséis, más daño se repartirá y, a la vez, resultarán más potentes.


No sé si podremos ayudarte a hacerle retroceder —dijo, pensativo. ¿Estaría siendo demasiado pesimista? Quizás más bien realista—. Es decir, es enorme y nosotros somos hormigas a su lado, seguramente no le hagamos ni cosquillas con nuestros ataques más potentes… —Puede que Nithael les estuviera sobrestimando en exceso: ellos no eran tan poderosos como los Caballeros de su época, llevaban pocos años de entrenamiento—. Intentaré ayudar de alguna forma. Les haré saber a los Maestros tu plan, quizás ellos puedan ayudarte mejor en eso. Y sí, empezaré a cargar con alguien más mi piedra en cuanto le alejes del castillo.

Cuando acabe esto os… daré las gracias como corresponde. A todos.

No hace falta —negó con la cabeza—, tu ayuda es más que suficiente.

***




En algún momento se unirían a los Portadores del vestíbulo. Alec, Saxor y los demás se encontraban ahí. Light palideció como un fantasma al comprobar la situación y concluyó que era jodidamente mala. Una marea de Sincorazón de nivel alto retenida por Maestros intentaba alcanzar el corazón del mundo, algunos habían llegado a rebasar la entrada incluso. Y después estaba el terrorífico alfa, que le seguía produciendo un miedo terrible.

Y allí estaban los miembros de Bastión Hueco, jugándose la vida por su castillo. Se le iluminó un poco el rostro: no les habían traicionado. Como no, también había Maestros de Tierra de Partida. Echó en falta a alguno que otro.

«Tenemos que salvar Tierra de Partida. Tenemos que hacerlo, tenemos que hacerlo...».

Lo primero que haría Light sería proteger a Malik y a Keiko si se encontraban en apuros. Ya fuera un Ojos Rojos o un Invisible, asaltaría a la criatura que estuviera amenazándoles con una veloz Embestida: con llave en mano, saldría impulsado hacia la espalda de su objetivo y le golpearía con todas sus fuerzas. En cuanto el Sincorazón se fijara en él, si su ataque no había bastado para aniquilarlo, Gaomon se aparecería detrás suya y le propinaría un potente placaje: un Envite lunar.

También aclararía a todos los presentes las intenciones de Nithael (no bajaría la guardia mientras tanto y continuaría luchando), así que vociferaría a pleno pulmón:

¡Nithael, el ángel, es un aliado nuestro, hará lo posible por alejar al jefe Sincorazón del castillo! ¡Que los Maestros que tengan más magia intenten ayudarle!

Mientras se encargaban del gigante, él se dedicaría a luchar contra Sincorazón menores; seguiría lidiando con el Ojos Rojos a base de golpes normales si todavía no lo había tumbado.

Después, si le vencía, se alejaría de Malik y Keiko. Correría a ayudar al Maestro que más problemas estuviera teniendo con los Sincorazón en ese momento. Daba igual si era de Tierra de Partida o de Bastión Hueco. Liberaría tras un rugido una Brecha Lunar horizontal que avanzaría en línea recta y que, con suerte, atravesaría a su objetivo.

En cuanto el ángel lograra alejar al alfa, Light volvería a llamar la atención de todos; especialmente la de los Maestros, así que permanecería cerca de estos. En caso de hallarse rodeado de Sincorazón, no dejaría de protegerse con bloqueos y repartir mandobles mientras les avisaba.

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil! —exclamaría, de nuevo, a pleno pulmón. Quería que le oyeran todos. Aprovechando algún momento en que ningún Sincorazón le molestara, sacaría una ultrapoción y un éter de uno de sus bolsillos y se los pasaría rápidamente al Maestro que se mostrara más debilitado (incluso si era Ryota o cualquier otro miembro de su facción). Si veía a todos débiles por igual, sería Akio quien recibiría sus objetos.

Justo después se toparía con la aprendiza que les acompañó a él y a Yami anteriormente (Nicoxa). En un primer momento retiró la mirada, ignorándola por completo.

Decidió dejar el orgullo a un lado. A los pocos segundos, meneó la cabeza.

Tenías razón, no todo es blanco o negro —admitió, concentrado en el combate. Ver a Ryota y los suyos en tan mal estado, jugándose la vida, le había hecho cambiar de idea (aunque seguía detestando su ideología y les tenía rencor). Era hora de cooperar como en la batalla de Erased Data—. Creo que en momentos como éste no debemos enfrentarnos por nuestras diferencias, sino luchar juntos por lo que nos une, por un objetivo común —indicó, dirigiendo la mirada hacia el alfa, su verdadero enemigo.

Ese objetivo no era otro que salvar Tierra de Partida, su hogar.

Extendería la mano, con la piedra, invitándola a que la cogieran entre los dos.

¿Me ayudas a sostenerla? El ataque será mucho más potente si la cargamos entre los dos, pero te aviso que dolerá mucho —le avisaría, con una media sonrisa.

La decisión era de la muchacha. Si no aceptaba su ofrecimiento, no se quejaría y buscaría a otro Portador cercano para sugerirle que sostuviera la piedra con él. En este caso también le advertiría del tremendo dolor que les produciría.

Empezaría a recargarla con su propia energía vital y soportaría el doloroso proceso. Mientras tanto, el eidolon emplearía Luna Protectora: golpearía y frenaría a los Sincorazón que se atrevieran a atacar a la pareja, procurando no dañar a otros Portadores que estuvieran defendiéndoles. También haría uso de sus dos garras extensibles* para oprimir a dos enemigos y facilitarles a otros su exterminio.

Al final, dispararía al Sincorazón gigante… o no. Debían descubrir su punto débil y apuntar ahí, tal como dijo Nithael, no utilizaría la piedra antes. Además, esperaría a que alguien les confirmara su momento de debilidad.

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Resumenazo:

- Respecto al combate, la prioridad primera de mi pj será proteger a Malik y a Keiko del Ojos Rojos. Light y Gaomon usan respectivamente estas habilidades:

▪ Embestida (HC) [Nivel 18] [Requiere Fuerza: 18; Velocidad: 13; Resistencia: 15]. Arremete rápidamente contra el rival, golpeando de frente fuertemente. Puede causar aturdimiento.

▪ Envite lunar (HC) [Nivel 10] [Requiere afinidad a Luna; Forma Cabalgadura; Carrera animal; Fuerza: 13; Poder mágico: 10] El personaje envuelve todo su cuerpo de energía lunar y carga violentamente contra el enemigo, con una velocidad desmedida. Gran poder y probabilidad baja de causar mudez, pero daña ligeramente al usuario.

- Light les comunicará a grito pelao las intenciones de Nithael y animará a los Maestros a que le ayuden (Nith quizás no puede hacerle retroceder por sí solo). No atacará con habilidades al alfa, pero sí protegerá a los Maestros de los Sincorazón con una Brecha Lunar (si llega a acabar con el Ojos rojos, no va a abandonar a Malik y a Keiko).

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.

- A grito pelao otra vez les informará sobre las piedras y sugerirá que les protejan mientras las cargan. Después le dará una ultrapoción y un éter al Maestro que se encuentre más debilitado ¿Ryota? (a simple vista) o a Akio si todos están igual de jodidos.

- También le pide a Nicoxa que carguen su piedra entre los dos. Light no liberará el rayo hasta que descubran el punto débil del alfa y alguien lo confirme (no puede hacer metagame), entonces apuntará al punto débil y disparará.

- Gaomon protegerá a Light y Nicoxa con las siguientes habilidades:

▪ Luna protectora (HC) [Nivel 6] [Requiere afinidad a Luna; Fuerza: 6; Resistencia: 10; Elasticidad: 6] Inesperadamente, la mascota toma la forma de una flotante esfera de luz que gira en círculos hasta tres veces, embistiendo repetidamente contra los enemigos próximos que rodeen a su invocador, normalmente. Técnica poco dañina y con escaso alcance, pero que puede hacer retroceder a los enemigos.

* ▪ Coger (HC) [Nivel 3] [Requiere Forma Cabalgadura activada; Fuerza: 10] El eidolon en Forma Cabalgadura puede utilizar las cintas adosadas a su espalda como garras extensibles (hasta 8 metros) para múltiples tareas (agarrar a un personaje no muy pesado, oprimir con ellas a los enemigos o arrojarlos lejos, coger un objeto alejado…), pudiendo llegar a utilizar las dos garras con un mismo objetivo en el caso de que sea demasiado pesado. Límite de hasta 80 kilos.

(Agarra a dos enemigos con las garras).

- He intentado no soltar discursos largos, pero que quede claro que mi personaje no quiere hacérselas de líder ni acaparar protagonismo se defiende y lucha mientras habla con los demás xD
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Saxor » Mar Oct 06, 2015 11:06 pm



Nithael reaccionó algo despacio, pero acabó cogiendo mi Hierba del Eco, que puso contra su pecho.

Me… ¿necesitáis?—con un tono de voz bastante extraño... ¿Estaba esperanzado porque necesitáramos su ayuda? Como fuera, pareció aceptar la hierba del todo y se la tomó— Gracias…

Sonreí un poco al ver que aceptaba mi regalo. Pero no había tiempo que perder, así que me giré a mi compañero.

Vamos arriba, Guilmon. Tenemos que proteger las puertas. ¿Podrías indicarme el camino, Guía?

Claro, ven conmigo.

El Guía se desdobló en 2 y empezó a avanzar por delante nuestra, mostrándonos el camino más corto hacia nuestro objetivo. Las puertas... Donde los Maestros y los aprendices más aventajados estaban arriesgando sus vidas para proteger el Castillo del Olvido.

***




Tras una apresurada carrera terminamos de subir las escaleras. La situación era mala, aunque a juzgar por el ataque de los Maestros hacia el brazo del Coloso, estábamos teniendo una ligera mejora de la situación. El brazo antes mencionado estaba atrapado entre los muros del Castillo, casi como si hubieran sido las propias paredes las que se hubieran reestructurado a su alrededor.

Malik y la chica que sostenían la llave espada estaban a punto de ser atacados por uno de los grandes. Sin perder ni un instante tanto Guilmon como yo cargamos contra él intentando protegerlos. Guilmon activó la marca de su pecho, mostrando el Peligro Digital que portaba, para justo después lanzar un Piro combinado entre los dos que llamó la atención del bicho y nos dio el tiempo necesario para ponernos entre él y los portadores de la Llave, además de atacarlo a golpes un poco.

¡Devuélvemelo! ¡Devuélvemelo YA y podré luchar!—pude sentir la voz de Chihiro a mis espaldas, pero eso no entraba en mis preocupaciones ahora: el sincorazón que desprendía una estela roja al mover los ojos de posición iba a volver a la carga en cualquier momento, sin contar que más sincorazón venían por arriba.

Mierda...—chasqueé la lengua. Estaba seco, y estábamos contra las cuerdas. Saqué el Omniéter que había estado guardando desde hacía tiempo y me lo bebí de un trago, extendiéndose el efecto no solo a mí, sino a Guilmon y mis otros aliados. Saqué la pulsera de cuentas y le imbuí poder mágico para invocar a los Niños Perdidos¡Distraed al de los Ojos Rojos!

Aunque pareciera una acción extraña, tenía su base: Tenía planeado que concentraran sus ataques por detrás y que Guilmon y yo pudiéramos rodear hasta detrás suya , si la distracción no le había hecho girarse lo suficiente y usé mi fuerza para ayudarlo a saltar a su espalda e hincar sus Piro-Garras, intentando aferrarse todo lo que pudiera e intentando morderle con todas sus fuerzas.

Además, eso también servía como molestia para la bestia, lo que me ayudaría a atacarle con una Doble Hélice. Inmediatamente volvería a colocarme entre ellos y el Ojos Rojos. No permitiría que llegara hasta ellos.

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-Saxor se toma el Omniéter.
- Invoca a los Niños Perdidos, que atacarán al Ojos Rojos desde atrás para distraerlo.
- Saxor y Guilmon rodean al Ojos Rojos hasta su espalda y lanza a Guilmon encima de esta.
- Guilmon se aferra a su espalda con Piro-Garras y a mordiscos.
- Saxor usa Doble Hélice.

Doble Hélice (HC) [Nivel 7] [Requiere dos armas de corta distancia; Velocidad: 12, Reflejos: 8]. Con sus dos armas, el usuario empieza a girar sobre sí mismo, como una peonza. Realiza numerosos cortes cortes muy rápidos y seguidos, con ambas armas. Tiene un 10% de posibilidades de aturdir al enemigo, y un 10% de posibilidades de marear al usuario.

Piro-Garras (HC) [Nivel 3] [Requiere afinidad con Piro; Combate Cuerpo a Cuerpo: 5]. Concentra fuego en sus garras, para hacer un zarpazo de fuego. Tiene posibilidades de producir quemaduras.

Niños Perdidos. [Nivel 5]. Son cinco niños que apenas alcanzan una estatura media, aunque pueden ser muy pesados y pelean agresivamente con todo lo que encuentran: piedras, tirachinas, hachas que nadie sabe de dónde han sacado… Son revoltosos y buscan desesperadamente tesoros con los que complacer a Peter Pan.
Su Objeto de Invocación es una pulsera de cuentas de diferentes colores.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Mentos » Mié Oct 07, 2015 2:55 pm

Cuando llegó a su destino, la muchacha pudo comprobar el horror que había en la sala con una simple mirada. El gigantesco sincorazón estaba de vuelta y encima había traído a sus colegas oscuros. Coli se quedó dubitativa mientras veía a los demás luchando. ¿Qué podía hacer ella contra aquellos monstruos...?

Fue entonces cuando los gritos de los maestros sonaron en unísono, y pudo darse cuenta de quienes eran los que corrían mayor peligro: Malik y Keiko. Ambos se encontraban arrinconados y amenazados por un Ojos Rojos que parecía ser bastante letal. La joven preparó instintivamente su arco y disparó una flecha contra él, aunque sabía que eso no serviría de mucho.

<<Debe de haber algo más potente...>>

Sin embargo, algo interrumpió sus pensamientos; notó a cierta persona que conocía... su amiga Nicoxa.

¡Nico! —exclamó a la vez que corría hacia ella—. ¡Estás viva, lo sabía! —dijo mientras agarraba su mano con fuerza—. Pero ahora no hay tiempo para discursos emotivos... Quizás si trabajamos juntas podamos hacer algo.

La situación, sin duda, empeoraba por momentos: una de las paredes reventó literalmente por culpa de los incesantes ataques y los maestros estaban siendo puestos a sus límites. Debían hacer algo y ya.

Por suerte para ellas, los demás aprendices estaban empezando a unirse a ellos, incluido Light, que se puso a gritar fuertemente:

¡Nithael, el ángel, es un aliado nuestro, hará lo posible por alejar al jefe Sincorazón del castillo! ¡Que los Maestros que tengan más magia intenten ayudarle!

Al oír esas últimas palabras, Colibritany recordó que poseía un éter. No es que ella tuviera demasiada magia pero seguro que sería de más ayuda a un maestro que lo necesitara. Así que decidió correr hacia Ariasu, su maestra, mientras atacaba con su llave-espada a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino. Una vez cerca de ella, la ayudó a reincorporarse si aun seguía tirada en el suelo. Después, usaría el éter en ella.

¿Estás bien? —preguntó mientras le ofrecía el valioso objeto—. Tú necesitas esto más que yo... ¡Protege a los demás!

Mientras tanto, Saxor y Light intentaban contener a los sincorazón y éste último comenzó a hablar de nuevo:

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil!

<<Si mal no recuerdo, Nikolai usó la pluma antes para utilizar la piedra...>>

Light se acercó a Nicoxa y tras una pequeña conversación, decidieron en cargar ambos una piedra. Coli se apresuró en acercarse a ellos para informar a Nico sobre el poder de la pluma.

Toma esto —dijo al dársela—. Si la acercas a la piedra antes de usarla, será más potente. Pero solo tenéis un uso, así que cuidado.

Dicho eso, se aseguró en que estuvieran protegidos mientras intentaban usar la piedra mágica; dispararía flechas contra aquel enemigo que intentara detenerlos y si, uno se acercaba demasiado, lanzaría su hechizo Percepción para hacerle retroceder y darles más tiempo.

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Pongo las acciones por orden cronológico:

- Dispara una flecha contra el Ojos Rojos que amenaza a Malik y Saxor por si sirve de algo xD

- Va junto con Ariasu para ayudarla y darle un éter, para que siga teniendo magia.

- Le da su pluma a Nicoxa para que la use en la piedra.

- Protegerá a Light y Nicoxa usando su arco, pero si alguno se acerca demasiado, usará Percepción para detenerlo temporalmente:

▪ Percepción (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Ilusión. Ligera nube de niebla que se proyecta hacia adelante, confundiendo a los enemigos en un corto alcance, y con pocas probabilidades de causar sueño.
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".

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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor James Bond » Mié Oct 07, 2015 5:03 pm

Las palabras de Malik lograron calmar un poco la ira que la aprendiza de Tierra de Partida cogió cuando vio morir delante de sus propias narices al Maestro Kazuki, luego le advirtió que no podía soltar la llave, o tampoco usarla, que debían esperar a los demás. Pero... ¿cuándo llegarían?

Chihiro rugió con evidente tristeza, negando la muerte del Maestro. Kei la comprendía en parte pues... ¿acaso ella negaba también la muerte de su hermano y deseaba que estuviera vivo? Por desgracia, en el caso de Kazuki, eso no era posible. Todos los presentes en aquel vestíbulo lo habían visto.

Ryota entonces, cogió la Llave que portaban Malik y Kei. La muchacha no tuvo apenas tiempo para protestar, aunque de algún modo se sintió aliviada cuando le fue arrebata la Llave. En aquel momento, sintiéndose débil decidió usar una Poción para aliviarse la fatiga.

El Maestro de Bastión Hueco hizo gala de su fuerza usando el fragmento luminoso de la Llave Espada. De pronto, el descomunal sincorazón empezó a desvanecerse. Pero no iba a hacerlo de forma inmediata.

Sin embargo, tanto ella como Malik estaban siendo rodeados por un Ojos Rojos. Por suerte, algunos compañeros acudieron en su ayuda, entre dichos compañeros reconoció a Light. Estaba claro que no se podían quedar quietos si querían sobrevivir. Como Malik pidió ayuda a uno de los Maestros para que pudieran usar la Llave, Keiko aprovechó la ocasión y emplearía los dos éteres que llevaba para devolver el poder mágico a los Maestros que más lo necesitasen.

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Que Malik pida ayuda a un Maestro está hablado y pactado con Tanis.
Keiko usa una Poción cuando Ryota les quita la Llave
Keiko usará sus dos éteres sobre los maestros, sea cual sea
Si un Maestro accede a ayudarles a usar la Llave, ella colaborará para usarla.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Marioxulo » Mié Oct 07, 2015 9:02 pm

En el momento en que agarramos las piedras un enorme dolor recorrió todo mi cuerpo. Un rayo surgió e impactó de lleno en el circulo, momento en el que Hiro y Saito aprovecharon para agarrar la llave espada. Y sin embargo, nada más agarrarla, Hiro cayó al suelo, desmayado. Freya aprovechó para ayudar a Saito, ya que el solo parecía que no iba a poder con ella. Juntos, lograron sacarla de el pedestal donde estaba, y los cristales donde estaban los perdidos se rompieron, dejando al descubierto a varios aprendices y maestros, aquellos que habían viajado al pasado. Agarré la piedra que habíamos tenido que usar para quitar la lave espada y me la guardé en el bolsillo. Quizás nos fuese útil más tarde. Entonces, el grupo decidió avanzar de una vez hacia la entada por el pasillo que el Guía nos había abierto.

Sincorazón se nos abalanzaron entonces, aquellos que habían logrado traspasar la entrada. Los aprendices luchaban contra los maestros, en un intento desesperado de frenar el avance de los sincorazón, mientras que otros atacaban al brazo del coloso, que parecía que se iba deshaciendo poco a poco. Como parecía que con el brazo iban mejor, decidí ir a ayudar a los maestros a defender el avance de los sincorazón.
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Do u even heingue?

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To mi amol pa Aru por las lindas firmas
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor xXOrbOOkXx » Mié Oct 07, 2015 9:46 pm

Apreté los dientes.

Dolía. Dolía muchísimo. Estuve muy tentado de soltar la piedra, que me quemaba en las manos como un hierro incandescente, aunque era normal dado que absorbía toda nuestra energía vital, pero el Guía me lo impidió cruelmente. Mientras explicaba sus razones yo le lanzaba una mirada envenenada de puro odio. La roca brilló aún más, por lo que me cegó levemente.

¡¡¡AHORA!!!

Apunté y dos rayos, uno el mío y otro el que me secundaba, impactaron contra el círculo mágico que mantenía la mitad de la Llave aprisionada. Sonidos, como si fueran cristales rotos, chocaron contra el suelo y contra mi mente cada vez que una de las cadenas se rompía. Y de repente estaba en el suelo, maldiciendo mi suerte y con seguramente un moratón en el costado.

Podría quedarme allí tirado en el suelo. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que nos habíamos internado en el Castillo del Olvido? Me pareció una eternidad. Me incorporé medianamente, y tuve la oportunidad de ver a los dos aprendices que habían cogido la espada. Vi sus caras de confusión, como si estuvieran viendo espectros, fantasmas o quién sabía si algo peor. Hiro cayó fulminado en el suelo, más tieso que una lanza. Por suerte, Freya cogió el arma a tiempo.

Me levanté con un gemido de dolor. Me sentía fatal. Ojalá hubiera tenido una o dos pociones para beber, pero no era el caso.

—Ahí los tenés: Los Perdidos —dijo el Guía a Simbad y Lyon—. Cuando Freya y Saito logren dominar la Llave Espada os abriré un pasillo que lleva directo al vestíbulo, así todos podréis enfrentaros al Coloso, unir las dos mitades de la Llave Espada y salvar este mundo.

Sombras se proyectaron como espectros sin vida. Los Perdidos habían regresado. Cual fue mi sorpresa al ver que eran no solo conocidos, sino la misma gente que se había embarcado en la ruta del pasado.

Ahí los tenés: Los Perdidos —aclaró el Guía—. Cuando Freya y Saito logren dominar la Llave Espada os abriré un pasillo que lleva directo al vestíbulo, así todos podréis enfrentaros al Coloso, unir las dos mitades de la Llave Espada y salvar este mundo.

Más pelea. No podía ser de otra forma, desde luego. Me acerqué a los recién llegados y les tendiría una mano de ayuda por si alguien lo necesitaba. Su estado era lamentable. Parecía que llevaban años sin dormir, sin comer y sin beber. Solo luchando. El Guía se jactó de que habían estado en un sueño muy largo, ¿qué sentido tenía?

Rápido —les apremiaría—. Tenemos que llegar a la entrada para unir las dos mitades.

Por suerte, el Guía se acordó de que había dejado a Nanashi y a la mascota de Hiro, como si no le hubieran dado la paliza de su vida. La Maestra se fijó en un objeto que Tierra de Partida guardaba celosamente, lo que parecía un viejo libro. Me encogí de hombros, fuera lo que fuese no había tiempo para discutir por él.

El Guía, tras decirle a Nanashi lo del mensaje (lo cierto era que yo también me quedé muy intrigado), nos indicó que cogiéramos las piedras y nos curáramos. Puse una mirada de pánico. ¿Coger otra vez aquella porción de tierra y quemarme de nuevo la mano? Suspiré con resignación.

¡Que ninguno se atreva a estirar la pata, ¿me habéis oído?! —Era levemente gracioso que hubiera utilizado esa expresión, dado que tenía rasgos de animal—. Porque os perseguiré hasta el Más Allá y os obligaré a hacer tres mil flexiones y a dar trescientas vueltas a Tierra de Partida.

Pero sí me sorprendió el comentario de la Maestra de Bastión Hueco. ¿Había oído bien? ¿Nanashi bromeando con una Maestra de Tierra de Partida? Las miraría alternadamente, con un brillo de esperanza en los ojos. Ojalá aquella experiencia terminara con la guerra. Lo deseaba sobre todas las cosas.

Volvería hacia la piedra y la cogería con un estremecimiento.

Me aplicaría un hechizo Cura, invocaría la Llave y alentaría a mi compañero a dirigirnos hacia el meollo de la cuestión, hacia aquel pasadizo oscuro. El exterior era un caos. Aprendices, Maestros, todos entremezclados, sin saber exactamente al bando al que pertenecía cada uno... Aunque ya no importase, realmente. Parecía un cuadro, una canción en la que las formas se desdibujasen.

Me daba miedo el gigante que se cernía sobre el Castillo, aunque escuché el grito de un Aprendiz por pura casualidad, que hablaba sobre el poder de las piedras y sobre algún supuesto punto débil. Pues claro, pensé. Las piedras nos ayudarían a igualar la masacre.

Esta piedra absorbe energía vital para luego disparar un rayo —explicaría a voz de grito a los que me seguían de la ruta—. Será mejor que alguien me ayude a cargarla para infligir más daño al Sincorazón. Aviso, es muy doloroso. Que otra persona nos defienda.—Chasqueé la lengua, hablando para mí mismo—: Me vendría bien un éter para recuperar fuerzas.

Mientras un Aprendiz se ofreciera voluntario, dispararía un hechizo Piro a cualquier Sincorazón que se atreviera a acercarse, también defendiendo con mi Llave. En cuanto alguien se hubiera decidido, le ofrecería el objeto. Si nadie se ofrecía, la cargaría yo mismo.

Uno, dos... ¡Tres! —Le daría definitivamente la piedra y comenzaría a cargarla con mi propia energía. Si mi compañero quisiera retirar la mano, como era natural, le recordaría lo importante que era.

En cuanto alguien dijera el punto débil, apuntaría y dispararía. Por el contrario, si nadie lo proclamaba, diría a mi acompañante que disparásemos igual contra el brazo.

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▪ Cura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 7]. Cura las heridas más leves y alivia un poco la fatiga.
▪ Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3] Ataque básico de elemento Fuego. Proyectil ígneo lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras en el enemigo.
~Un cuarto de hora de risa, equivale a un año más de vida...~


Proyectos:



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Rol:

Ficha

Wiki

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Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Tsuna » Mié Oct 07, 2015 10:06 pm

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Intentaré, entonces, que lleguéis sin problemas a los mil años; me encantaría que nuestros nombres aparecieran en los libros de texto —suspiró, extenuado— . Gracias por todo lo que has hecho, Saeko.

Comparar mi vida como Portadora, la que había llevado hasta ese entonces con mis maestros en mi época, con la de los Caballeros del pasado era impensable, no hacía falta más que mirar la diferencia entre nuestras habilidades para darse cuenta de que, en el fondo, no éramos gran cosa. Quería pensar que eso se debía en parte a su mayor número, y a los conocimientos directos sobre runas y magia antigua del que disponían. Y podía sentirme orgullosa, sí, porque había luchado como nunca antes, había visto y contemplado cosas increíbles, ya fuesen positivas o negativas. Eso era suficiente para estar bien conmigo misma.

Y no te dejes manipular más por los Maestros, querida, a menos que quieras ser una pieza en el tablero de ajedrez —intervino Catrina con un tema que no me esperaba, para mi sorpresa—. Hay gente que decide convertirse por propia voluntad en un peón, con la esperanza de convertirse en una reina, y juran lealtad para siempre a quien mueve las fichas —tragué saliva, sin duda me sentía muy identificada con la descripción que estaba dando. Y fue inevitable sentir cierta preocupación—. No significa que no piensen por sí mismos, sino que tienen la voluntad de cumplir los designios de otra persona… para beneficio propio. Quien no es capaz de acatar órdenes, entonces no debe convertirse en una pieza. Sólo se hará daño a sí mismo y a los que le rodean.

Pero comparada con los Caballeros que tenía ante mí, no significaba nada. Tal y como le había dicho a los hermanos Serpientes. Puede que sí, que Nithael tuviese razón y se hubiesen dedicado a conquistar mundos a placer, a manipular niños, en definitiva, a volver aquella utopía en una dictadura donde competían unos con otros. Aun así todo eso me quedaba lejos, no me llegaba, mis problemas de mi día a día en mi época eran más importantes e inmediatos.

El camino cuesta arriba, hasta lo alto del castillo, fue bastante simple y directo. No hubo nada que destacar así que me lo pasé callada, inmersa en mis propias reflexiones. En los recuerdos de aquel mundo perdido en el pasado.

Si tuviéramos las otras dos piedras…

Cierto, ya hasta había olvidado que existían otras dos piedras, tan centrada como me encontraba desde la mañana que viajé al Templo del Oeste con Anisa, Hana, Nithael y el resto de Caballeros. ¿Habían escuchado mi mensaje, o en cambio habían optado por movilizarse cuando el mundo se sumió en las penumbras, a falta de opciones? No tuve manera de saberlo, y eso me dejó un poco preocupada. En cierto punto del recorrido me detuve unos instantes, volviendo la mirada hacia atrás, preguntándome si, aún con la derrota del Alfa, la gente había logrado reagruparse o al menos sobrevivir. Recordé al niño que tanto la maestra Lyn como yo dejamos en el Alcázar, al enorme líder de los Osos, Zacharias, o al dirigente del clan de los Leopardos, el mismo que nos había advertido sobre un posible traidor en las murallas. Quería creer que seguían con vida, luchando a capa y espada por salvar a los inocentes en algún lugar remoto.

Y la famosa líder de los Unicornios, según recordaba de la batalla el primer día y de la reunión de los clanes, estaba muerta. Eso era lo que había dicho Nadhia, al menos. Me mordí el labio inferior de rabia, recordando al maldito de Gabriel. Él era el culpable de todo eso, y encima por su culpa hasta Nithael había sucumbido. No tardé en proseguir tras el grupo, un poco frustrada por todo aquello que me había venido a la mente durante el trayecto, ignorando los cuchicheos de Assur y Catrina o el inconsciente Neru que cargaba Diana en ese momento.

No os preocupéis .Tengo una idea. Cuando acabemos con esto, os la diré: Parece que Adam no os acompañará. Ha decidido quedarse.

En efecto, aquel muchacho loco de cabello blanco, el mismo que conocí de vista durante el ataque del Alfa en nuestro tiempo, se había quedado en el pasado. Sus razones tendría, y tampoco me importaban, pero me daba lástima seguir perdiendo gente.

Alcanzar lo alto del castillo no supuso mayor esfuerzo. La última habitación era de un blanco cegador, emitía pureza de cada una de sus esquinas. Los líderes Serpientes comenzaron un ritual místico, uno de los muchos que a esas alturas había contemplado, y qué decir que por muchas veces que lo viera seguía asombrada.

La estancia se cargó de energía y me miré las manos, buscando algún cambio en ellas, cuando el cuerpo de Neru entró en contacto conmigo y me provocó un fuerte respingo. Ahogué un grito y observé a Diana y al aprendiz unos momentos. Supuse que aquella aventura había sido demasiada incluso para un aprendiz novato como lo era aquel chico, el mismo que me había regalado cosas frente al alcázar.

En cuanto el círculo estuviera preparado, todos avanzamos con cuidado de no pisar las líneas. Temí que me fallaran las fuerzas en algún momento, pero obedecí, sin saber bien lo que me iba a suceder a continuación, aparte de terminar petrificada como ya habían comentado.

Pero me vi detenida.

Assur me ofreció a mí, precisamente a mí, el libro de Zephyr. Lo contemplé con cierto asombro y vista cansada. Alcé mis brazos hasta tenerlo en mi poder y guardé el enorme tomo bajo mi hombro derecho como pude.

¿Por qué nos lo dais?. No tiene sentido. ¡Este libro os permitiría realizar hechizos increíbles, por lo que decís!

Es verdad —añadí, intentando defender el argumento de la maestra—, no vais a poder invocar las cadenas de Tierra de Partida.

Porque en teoría el castillo de Tierra de Partida no existía todavía, y gracias al libro de Zephyr se podían obtener hechizos de un poder semejante, entre los que se incluía el de las cadenas, ¿no? Entonces, si nosotros nos hacíamos con el libro… ¿Quién se iba a encargar de recrearlas a lo largo de la historia? ¿Neizan, el hijo de Zephyr? Era el único candidato que me venía a la mente.

¿Por qué creéis que fue sellado? La gente intentó utilizarlo… y crearon innumerables problemas para Tierra de Partida. Sólo haberlo usado sería suficiente para condenarnos al exilio. En vuestra época no sabéis runas. Eso significa que os costará sudor y esfuerzo asimilar estos conocimientos: no será un poder que podáis usar sin más para destruir. Estará mejor con vosotros. Aquí… Sólo se usaría para el mal.

Ahí sí había dado en el clavo. Estaba de acuerdo con Catrina en todo, el libro iba a estar más seguro con nosotros, pero todavía quedaba el asunto de las cadenas. Temía en el fondo que estuviésemos alterando la historia o algo parecido, si es que no lo habíamos hecho ya. Y ya puestos, tampoco entendía bien el concepto que tenían Assur y los demás de la petrificación. Iba a pasar mil años encerrada en ese castillo, lo cual quería decir que existían dos versiones de mí… La que entró por el portal al pasado y la que se encontró encerrada en la torre más alta del castillo todo ese tiempo. O eso, o el poder de aquel sitio y de los viajes en el tiempo escapaba a mis conocimientos, como era costumbre.

Antes de darme cuenta Assur ya me estaba presionando para entrar dentro del círculo con el libro, a lo que aceleré el paso. Mi pequeño, que me había seguido durante todo el trayecto a pata se aferró a una de mis piernas.

Observé por última vez a todos los presentes, sin detenerme en nadie en especial, y presioné el enorme tomo entre mis brazos, frente a mi pecho. Escuché de fondo a Assur y Catrina llamando a un nuevo conjuro que invocó una energía violenta a nuestro alrededor. Comprendí en ese momento que ya no había marcha atrás, que Chihiro no nos iba a ayudar a regresar con ningún portal, que la única manera de volver a nuestra época era quedarnos mil años dentro de ese lugar hasta que algo pasara.

El corazón se me aceleró y sentí cómo las piernas se me tornaron piedra. Me costaba pensar con claridad, así que aproveché mis últimos instantes para sonreír, contenta pese a todo, y cerrar los ojos, con el libro todavía aferrado a mí. Y deseé gracias desde el fondo de mi corazón a todos aquellos que nos ayudaron en esa aventura: los clanes, el Guía, ¡incluso mis propios compañeros!

Nos vemos en el futuro. Dulces sueños.

Finalmente me dejé llevar. La energía azulada y todo lo demás fue desapareciendo hasta quedar sumida en el más profundo sueño. A partir de ahí sería esperar nada más y nada menos que mil años…

****


Ahí los tenés: Los Perdidos.

El grave sonido de cristales rompiéndose en mil pedazos fue lo primero que captaron mis sentidos, todavía entumecidos. Ni siquiera me di cuenta de que, nada más salir de mi prisión y ante un enorme grupo de aprendices, caí al suelo sin remedio, con el libro de Zephyr entre mis manos, tal y como lo había dejado en lo que me parecieron un par de horas atrás.

Poco a poco fui despertando, desorientada por completo y sin saber bien dónde me encontraba, o qué estaba haciendo allí tirada, frente a numerosas figuras que no lograba distinguir bien. Gemí y me estiré todo lo que pude, rompiéndome casi las extremidades.

¿Qué tal la siesta? ¿A que no ha sido tan desagradable? Como un sueño muy largo, ¿verdad? Por cierto, vosotros dos, cuidado con la Llave Espada. Podéis usarla para modificar la estructura del Castillo, pero puede saliros muy mal si no os coordináis, así que mejor concentraos en sostenerla y nada más. ¡Ah! Casi me olvido.

Escuchaba de fondo muchas voces distintas, pero que parecían provenir de una misma persona. Así como murmullos, pasos y respiraciones de muchas otras. Capté conceptos como “Estructura del Castillo” o “Llave Espada”, y los recuerdos no tardaron en venir a mi cabeza: mil años bajo un hechizo de petrificación.

Intenté incorporarme como pude, sin saber muy bien dónde me encontraba, intentando hacer memoria de lo que había sucedido durante todo ese tiempo, pero no servía, no lograba recordar nada, como si, en efecto, hubiese estado dormida todo ese tiempo. Me puse en pie y sostuve el libro de nuevo bajo mi hombro, tras acariciar a mi pequeño fantasma.

Y tan sorprendida que me quedé luego al ver quiénes tenía delante de mí: Saito, Simbad, el aprendiz con aspecto de perro y otros más que me sonaban de vista. La habitación era la misma en la que, horas atrás —para mí—, habían estado Assur, Catrina y un pequeño Guía. Ahora en cambio ninguno quedaba —a excepción del propio Guía del castillo, más adulto y recubierto por la capucha—, sino las personas de mi época, todas heridas y recubiertas de sangre, casi sentí pena por ellos. Luego fruncí el ceño y sentí lástima también por los hermanos Serpientes, ¿cómo les habría ido al final?

¿Habéis cumplido vuestra misión? ¿Cómo habéis vuelto? —Me sobresalté al escuchar la voz de la maestra Nanashi, en la que todavía no había reparado. Me puse tensa al ver cómo clavaba sus ojos sobre mí, como si, en efecto, fuese una enemiga que se había dedicado a manipularme a su antojo. Pese a todo intenté mantenerme en el sitio, con el libro bajo mi custodia, tranquila— . ¿Qué es eso...?

Musité algo inaudible, intimidada, cuando la maestra Lyn me interrumpió con brusquedad.

Eso es nuestro. Saeko, ten cuidado con él

Permanecí en el sitio, quieta e inmóvil, agradeciendo la actitud de Lyn que, de alguna manera, sentía como protectora.

»Diana, cuando volvamos a Bastión Hueco quiero un informe completo de lo sucedido.

S-sí, Maestra.

Pero yo no quería volver. No quería continuar aquella vida, me negaba en rotundo. Ya la había sentido, la libertad de poder hacer lo que quisiera, de no tener que obedecer órdenes todos los días ni de matar a nadie, tal y como estuve a punto de hacer con Lyn cegada por ideales que en el fondo no compartía. No, no quería volver a lo mismo, y fue por eso por lo que decidí salvar el mundo mil años atrás, colaborando con todos aun con nuestras diferencias. Ya me lo había dicho a mí misma por ese entonces: no iba a ser ninguna asesina.

¿Y Adam?

Yo tengo la respuesta . ¡Fíjate en la pared cuando bajemos por el pasillo! Hay un mensajito para ti.

Incluso Catrina me lo había advertido. Tragué saliva, incómoda por la presencia de Nanashi allí delante.

Todos debéis curaros. No escatiméis en utilizar pociones, éters o cualquier cosa que tengáis. Una vez abajo cualquier error puede acabar muy mal y ya no estamos hablando sólo de vosotros. ¿Comprendéis? ¡Y no os olvidéis las piedras! Resultarán muy útiles.

Yo estaba como nueva, y muy posiblemente los demás que habían viajado en el tiempo también lo estuvieran, pero no podía decir lo mismo del grupo de aprendices que nos había despertado de ese eterno letargo. Estaban hechos papilla, de forma casi literal, incluso uno estaba muerto en el suelo, cerca de donde… estaba el fragmento oscuro de la Llave Espada. Sí, recordaba con claridad el momento en el que se partió en dos mitades por culpa de Nithael, y ahora todo cobraba sentido.

La otra mitad tenía que estar abajo, ¿no?

Estuve atenta por si alguien quería dedicarme unas cuantas palabras, pero mi prioridad en ese momento eran mis compañeros, aunque siguiese incómoda con los maestros de mi bando, y con algunos del otro, sí era cierto que ellos seguían siendo eso: compañeros. No pensaba dejarlos tirados.

Saito, Simbad —los llamé, buscando al que todavía no se hubiese recuperado para apuntar a su cuerpo con mi Llave Espada y emplear un hechizo curativo. Me alegra que sigáis con vida. ¿Qué ha pasado? —pregunté al aire, por si alguien me quería hacer un resumen.

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El Guía abrió un túnel oscuro en uno de los extremos de la sala. Se podía escuchar algo que provenía de dentro, Sincorazón lo más probable. Tragué saliva, sin querer imaginar lo que debía haber ocurrido en la entrada o las plantas inferiores.

¡Que ninguno se atreva a estirar la pata, ¿me habéis oído?! Porque os perseguiré hasta el Más Allá y os obligaré a hacer tres mil flexiones y a dar trescientas vueltas a Tierra de Partida.

Esbocé una amplia sonrisa al escuchar a Lyn decir aquello. Si pretendía subirnos la moral, al menos conmigo lo había logrado.

Lo mismo os digo.

Invoqué la Llave Espada con mi mano libre y, todavía sosteniendo el libro* de Zephyr en la otra, me puse en marcha por aquel camino lleno de oscuridad. Las dos maestras lideraban la marcha, y solo en caso de que se colara algún monstruo de oscuridad arremetería con mi Llave Espada sin piedad, procurando no golpear a ningún compañero.

Al pisar de nuevo el pasillo principal del castillo me encontré con una situación de lo más caótica. El Alfa todavía seguía en la entrada, poniendo todo su esfuerzo para destrozar los muros que nos mantenían protegidos, y decenas de sincorazón repartidos por toda la entrada luchaban sin descanso contra los maestros y el resto de los aprendices. Ni qué decir que volver allí me provocó un efecto Deja vu, como me había sucedido ya otras tantas veces. Por unos instantes me vi a mí misma allí con Neizan, Hana y Assur enfrentando a Gabriel y sus sincorazón, o a Nithael al borde de la locura frente al portón dorado, pero no, todo eso había ocurrido mil años atrás.

Ahora solo quedábamos nosotros: dos bandos con apenas cuarenta personas luchando por sobrevivir.

¡Nithael, el ángel, es un aliado nuestro, hará lo posible por alejar al jefe Sincorazón del castillo! ¡Que los Maestros que tengan más magia intenten ayudarle! —logré escuchar a Light entre la batalla.

Me fijé en que Nithel también se encontraba allí, para mi sorpresa, y habían recuperado el fragmento restante de la Llave Espada. De hecho, estaba segura de que la única persona allí capaz de emplear el libro de Zephyr era el ángel. No estaba muy convencida después de haber visto cómo nos había estado a punto de matar, y tal y como había dicho la maestra Lyn, el libro se encontraba a salvo con nosotros, así que procuré mantenerlo en mi regazo.

En otro orden de cosas, me sorprendió ver entre la muchedumbre, mientras caminaba nerviosa hacia la zona del conflicto, a Nikolai.

¡Nikolai! —grité, contenta por verle allí con vida.

Saeko…

Mi compañero se acercó corriendo hasta mí, al igual que hice yo, y con arma en mano se situó a mi espalda. Por instinto me puse en guardia también, sosteniendo mi Llave en mi mano libre.

Ya hablaremos cuando todo esto termine. ¿Preparada para un último baile?

Sonreí, asintiendo con la cabeza.

Todavía tienes una deuda pendiente conmigo. —respondí, refiriéndome a que me tenía que enseñar a bailar y, evidentemente, no podía morir allí.

Entonces Light continuó vociferando su estrategia: utilizar unas supuestas piedras mágicas que podíamos usar por parejas. Reflejé una mueca de disgusto, recordando perfectamente las piedras a las que se refería. Y no me apetecía seguir perdiendo energía vital de aquella manera.

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil!

Pero tal fue mi sorpresa cuando Nikolai sacó una de entre sus ropas. ¡Precisamente él tenía que llevar una encima!

Pensaba que esas cosas ya no existían.

Y por tu cara, deduzco que ya sabes cómo funcionan. Lo sé, duele como mil demonios, pero si la cargan varias personas a la vez, el daño se repartirá y liberarán más energía.

Bufé por lo bajo, indignada por haber tenido que usar las dos veces la piedra yo sola.

Bueno, esta vez no estaré sola, nos tenemos el uno al otro —esperé unos instantes, atenta a los movimientos de los sincorazón—. Lo haremos juntos. —Y no lo estaba sugiriendo, vamos, esperaba que no tuviese ningún problema en utilizarla conmigo.

De improviso Niko sacó una pluma y me la enseñó. Arqueé una ceja, sin entender qué significaba.

Nos ayudaremos de esto. Fortalecerá el ataque en gran medida, no te preocupes.

Eso ya no entendía qué significaba, así que me tocaba dejarlo en sus manos. Asentí y murmuré un “”, desmaterializando mi Llavero y agarrando la mano en la que Nikolai sostenía la piedra. Me dejé llevar unos instantes por el instinto y le acaricié los dedos, buscando su calor. Así es como habíamos empezado aquella locura, ¿cierto? E igual la íbamos a terminar.

Presioné con fuerza su mano para no soltarlo y encaré al Alfa gigantesco. Sostuve el libro de Zephyr bajo el mismo brazo donde lo llevaba sosteniendo desde lo alto del castillo y me preparé. Estaba preparada para perder mi energía vital de nuevo, y claro, tampoco era plan de lanzar un ataque sin ton ni son. Me intentaría sincronizar con el grupo de Light y con Nikolai para disparar la energía al mismo punto.

Lo vamos a conseguir. —musité, llena de esperanza.

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Saeko utiliza sobre Saito el siguiente hechizo, a menos que él se recupere por su cuenta:

NigroCura (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 8; Afinidad a Oscuridad]. Versión oscura del propio hechizo Cura. El hechizo tiene las mismas características que la habilidad Cura (Cura las heridas más leves y alivia un poco la fatiga) si es aplicado en otros Jugadores/Npcs de cualquier afinidad elemental, sin embargo, en aquellos afines a Luz la habilidad reducirá su efecto a la mitad, y en aquellos afines a Oscuridad se potenciará levemente, recuperando más Vit de lo que un Cura común hubiese curado.

La habilidad actúa como un hechizo curativo normal, siento si la descripción queda caótica.

*El libro lo sigue sosteniendo Saeko de momento.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor EspeYuna » Mié Oct 07, 2015 10:36 pm

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Aquel sueño no fue tan sólo reparador.

Nadhia soñó muchas cosas. Hechos totalmente desconocidos, un cambio de rumbo en su destino. ¿Quizás su deseo porque las cosas hubieran ocurrido de otra forma? Debería haber sido una tortura para ella, durante mil años, dormir y tener aquellas visiones de una vida que nunca se haría realidad. Una vida que, aunque ella hubiera sobrevivido, habría tomado la decisión correcta y volver.

Y a pesar de buscar dolor, no lo encontró. Si no se le hubieran entumecido los labios bajo su estatua de cristal y piedra, una sonrisa asomaría bajo aquella protección que la mantuvo a salvo, durante tantos años.

¿Aquellos sueños eran obra de su subconsciente? ¿Lo que podría o no haber sido? ¿Quizás porque tuvo cerca de un milenio para vivirlo? ¿Una mera autocompasión?

Pero estaba bien. No podía agradecer más todo lo que habían hecho por ella. Lo que aquella persona había significado para su futuro.

Tarde o temprano, ese sueño acabaría. Tendría que dejar atrás a los muertos, y volver a la realidad. Porque como Catrina había dicho, no merecía la pena cargar con ello.

Sin embargo, Nadhia tuvo el tiempo suficiente, durante aquellos años profundamente dormida, de despedirse.

*****


Gra...cias...

Crack

Esas fueron las primeras palabras de Nadhia cuando el cristal se rompió en mil pedazos y cayó suavemente en el suelo. Aturdida, desorientada, sintiendo entumecido todo el cuerpo. Cuando sus pupilas se adaptaron a la luminosidad del lugar, y escuchó de nuevo al Guía, se observó las manos, sus ropas. No había sido un sueño.

O al menos, lo anterior a todas aquellas maravillosos pensamientos que, bien producto o no de su imaginación, la habían hecho sentirse mejor consigo misma.

Y se dio cuenta, entonces, de las horribles heridas de quienes los habían despertado. Recordó el motivo de su partida. El motivo de su regreso.

Intentó levantarse de golpe, pero sus rodillas, aún entumecidas, la hicieron tambalearse y caer de culo. Pero no desistió y volvió a ponerse en pie.

¿Cómo estaba la situación en Tierra de Partida? ¿Qué había ocurrido? Observó a todos sus compañeros, los que habían viajado al pasado con ella, esperando que todos estuvieran de una pieza y que nadie anterior a su época hubiera osado con hacerles un rasguño a sus cuerpos de piedra.

Escuchó, atenta, al Guía. Vio aparecer a Nanashi, escuchó a Lyn y asintió. No había mucho que pensar en ese momento, debían actuar.

Observó a Kairi, y se acercó a ella:

No sé lo que nos espera ahí abajo, pero creo que deberías encargarte de una de las piedras, dado que sabes como manejarla —obviamente, era su opinión—. Si no te sientes segura lo haré yo. Pero si decides hacerte responsable, me aseguraré de que nada te alcance.

Invocó su Llave-Espada, sintiendo de pronto esa nueva calidez, ardiente y brava, que nunca antes había experimentado, no hasta antes de estar en el pasado.

Sonrió. No había desaparecido.

¡Vamos! —rugió, animando a sus compañeros.

Salvarían Tierra de Partida. Lo habían hecho en el pasado, y lo harían en su presente. Y seguiría haciéndolo en el futuro.

Porque iba a cumplir su promesa.

*****


Nadhia dejó escapar un grito ahogado al encontrarse una situación devastadora. Ver a todos sus amigos le provocó un alivio incondicional, pero no pudo evitar asustarse cuando observó el panorama.

Localizó enseguida a Fátima, y un par de lágrimas le cayeron por las mejillas sucias. Estaba viva. Y Malik, y Light.

Otro sentimiento la abrazó con frialdad pues la visión de una criatura extremadamente familiar le revolvió el estómago. Incluso habiéndose enfrentado al Alfa, aquel otro sincorazón le producía aún una sensación de dolor y terror.

Pero se dijo a sí misma que todo estaría bien. No podía fallarle.

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil!

Nadhia miró entonces a Saeko, quien había decidido portar una de las piedras. Estaba con un muchacho, por lo que estaba segura de que estaría a salvo. Se puso frente a Kairi, y exclamó:

¡Yo te cubro!

Rodearía a su compañera en todo momento hasta que encontrara el sitio idóneo para unirse a sus compañeros. Vio luchar a Ryota, a todos los maestros de Bastión Hueco, a un magullado y cansado Akio. Aquel escenario, colaborando ambos bandos, le conmovió. Cogió su Llave-Espada por el centro y se dispuso a lanzar una Flecha Celestial (o dos, si era necesario), a cualquier sincorazón que intentara acercarse a Kairi.

¡¡Light!! —gritó, cruzándose con su sonrisa, desafiante en la batalla. Le regaló otra sonrisa, contenta de verlo casi de una pieza— ¡¡Todos, este sincorazón tiene un punto débil en el pecho!! ¡¡Se abre cuando intenta lanzar un ataque!! ¡¡Hay que impedírselo!!

Siguió cubriendo a Kairi, sin dejar de dar indicaciones, con su garganta ardiendo:

¡¡Cuando su pecho se abra, debéis disparar todos a la vez!! ¡¡A mi señal!!

Desconocía si alguien más estaba manejando la situación. Mucho ruido, muchos sincorazón. Muchos aprendices, muchos maestros. Ni siquiera vio a Nithael. Estaba demasiado centrada en proteger a Kairi y dar la señal.

¡¡¡AHORA!!! —gritaría, dañando sus cuerdas vocales, cuando el Alfa del presente abriera su pecho.

Era gigantesco. Era inmenso. Pero Nadhia no tenía miedo. Tras haberse enfrentado a él, y a unos putos escorpiones... ¿de qué iba a tener miedo?

El fuego que había nacido dentro de ella ardía descomunalmente.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Drazham » Mié Oct 07, 2015 10:48 pm

¡Pero no entiendo nada de lo que me estáis diciendo! ¿Qué fue lo que…?

La cara de Nithael se volvió un poema, empalideciendo y abriendo los ojos cual chiquillo asustado. Nikolai se mordió el labio, temiendo haber hablado más de la cuenta y aturullarle con demasiada información. Desde luego, por la cabeza del ángel tendría que estar pasando de todo por su expresión.

Lo estáis atosigando. Lo que su Reminiscencia sabía, no lo sabe él. Todavía. Tiene muchos recuerdos que recuperar y la mayoría le parecerán un mal sueño. ¿Verdad, Nithael?

Ladeó la cabeza, esbozando una mueca de pesar. En esos momentos, Nithael aun estaría en proceso de asimilar todos los recuerdos que su Reminiscencia había acumulado, y si llegaba a acordarse de ellos sería porque eran sus memorias más recientes, lo último que llegó a ver su Reminiscencia.

Niko prefirió dejarle en paz y se levantó, alejándose un par de pasos para no atosigarle. Verle negar con la cabeza una y otra vez le produjo una punzada de malestar por dentro. Habría que esperar a que su mente se tranquilizase.

¡Ah! —Se le escapó de sopetón a Coli, ofreciéndole una carta que no recordaba haber visto antes—. Supongo que esto te pertenece...

No pareció muy convencido, pero Nithael acabó por cogerla, sin llegar a leerla y volviendo a desconectarse del mundo exterior. Con su cometido cumplido, la chica se marchó de la sala para socorrer a los del vestíbulo.

Nithael. —La pequeña bruja de Tierra de Partida aprovechó para entablar conversación con el ser alado mientras le sanaba con su magia—. Alguien quiere hablar contigo. Le prometí que le permitiría venir conmigo para ayudarte, y me alegra ver que al final el asunto ha acabado bien, así que creo que ambos merecéis tener una conversación.

Dicho eso, le mostró una pluma cristalizada y de colores oscuros, dando la impresión de que hubiese sido tallada a partir de un fragmento de cuarzo. Se quebró, liberando un humo oscuro que tomó la apariencia de una figura humana. Una muy, muy familiar para Niko, que alzó el entrecejo, sorprendido.

Nithael ahogó una exclamación y abrazó al pequeño Gabriel, sollozando de pura felicidad tras reencontrarse con su viejo amigo después de un largo milenio.

Por el Primero, Gabriel. Oh, Gabriel, menos mal que… ¿Eres…?

Lo lamento, Nith. El Gabriel que tú conociste antes de que te sellaran desapareció hace mucho, mucho tiempo. Lo siento muchísimo, Nith. Si hubiera sabido todo el daño que te iba a causar, te aseguro que habría preferido suicidarme. Fuiste mi mejor amigo, Nith. Te quería y respetaba muchísimo. Jamás se me habría pasado por la cabeza hacerte daño. Pero te lo hice. A ti y a muchos. Tengo el castigo que me merezco, Nith. Así que… Por favor, aunque no tenga derecho a pedirte nada… Vive y sé feliz. Déjame marchar. Tu mundo siempre se redujo a Tierra de Partida, a mí y a tus recuerdos, pero esos límites ya no existen. Eres libre de buscar las respuestas que desees, de encontrar a los amigos que quieras. De informarte sobre los ángeles, de enseñar magia, de aprender sobre Tierra de Partida y otras formas nuevas que han nacido. —Nikolai entrecerró los ojos en cuanto le señaló Gabriel con la mano—. Será duro, oh sí, pero hay muchos peligros ahí fuera y muchas cosas maravillosas por las que luchar. Tienes la oportunidad, la obligación, de decidir qué hacer con tu vida, Nith, y de no permitir que se sigan cometiendo los mismos errores una y otra vez.

»Así que déjame ir.

Las palabras le pesaron al ángel, que se derrumbó moralmente. Aun así, Gabriel tenía razón. Nithael tenía que dejar de aferrarse al recuerdo de su amigo y las otras memorias de hace mil años. El pasado era el pasado, y ahora tenía un nuevo porvenir en la nueva Tierra de Partida en la que había despertado. Y esta vez, libre de ataduras.

<¿Habré hecho yo lo mismo con mi padre?>, aún tenía recientes las duras palabras del Guía durante la última prueba. Meneó la cabeza, planteándose que el haber dependido los últimos años del recuerdo de su padre para seguir adelante hubiese tenido el efecto contrario. Seguía debatiéndose qué hacer con su futuro, pero antes tenía que preocuparse de devolver Tierra de Partida a su estado original.

«Marchémonos a la antesala. No deberíamos estar aquí».


Le llegó el mensaje del Guía por vía telepática. Estaba de acuerdo, Nithael y Gabriel tendrían mucho de lo que hablar, y aquello no les incumbía. Echó una última mirada a ambos, viendo que el chiquillo le tendía a su amigo la carta que, al parecer, era de su puño y letra. Entonces, les dio la espalda y se encaminó a la antesala de las vidrieras con los otros.

Allí, se puso a dar vueltas por la habitación a la par que oteaba los vívidos colores de las cristaleras. La espera se le hizo pesada, quizás por el pequeño atisbo de ansiedad que le oprimía el pecho. No podía dejar de pensar en la batalla que se estaría llevando a cabo en el vestíbulo. En la otra parte de la Llave Espada, la cual necesitaban de inmediato o la que ya tenían en su poder no les serviría de nada.

Y en los que cruzaron el portal temporal en busca de Zephyr. ¿Habrían dado con él? ¿Y Saeko? Estaría… Sí, estaría bien. Tenía que estarlo. No aceptaría otra respuesta hasta que la volviese a tener delante.

Nithael llegó a la antesala, pero sin Gabriel acompañándole. Comprendió que el pequeño había vuelto a donde pertenecía.

Tengo… Tengo la oportunidad de proteger Tierra de Partida. Tengo… Es mi… Es mi deber proteger este lugar. Luchar por ella. Redimirme por todo el mal que he hecho. —Aunque todavía decaído y afectado por el torrente de recuerdos, se esforzó mostrar una mirada que denotaba decisión—. Sea. Lo que haya sucedido en el pasado lo… resolveré… después. Lucharé. Esta vez protegeré Tierra de Partida cueste lo que cueste.

Nikolai sonrió y asintió con la cabeza. Poco a poco, fue notando el regreso de aquel porte digno que su Reminiscencia les mostró la primera vez.

Pero no así. —Ingirió la Hierba del Eco que le ofreció Saxor antes de marcharse —. No os asustéis.

Aunque les avisó, Niko no pudo evitar sobresaltarse con el círculo de luz que apareció bajo sus pies, tan amplio que abarcaba con su diámetro a todos los presentes. No perdió detalles de los cánticos de Nithael, concentrado en la formulación de las runas que conformaban el hechizo durante varios minutos, hasta que…

Bendición del Cielo.

Con un movimiento de su mano, el círculo se quebró en un centenar de centellas luminosas. Maravillado por el espectáculo, Nikolai extendió la mano para rozar uno de los fragmentos. Entonces, sintió una sensación de alivio recorrerle las yemas de los dedos y extenderse a todo su cuerpo. Sus heridas sanaron ipso facto, además de un tremendo subidón de energía que le hizo sentirse como nuevo. Fue increíble, se encontraba incluso mejor que antes de haber puesto un pie en el Castillo del Olvido.

Nithael les dedicó una cálida sonrisa, con un aspecto impoluto y que nada tenía que ver con el demacrado ángel que hallaron dentro de aquella prisión de cristal. Salvo algunos desgarros de su túnica, era la viva imagen de la Reminiscencia que tanto les ayudó por su periplo en el castillo. Una imagen digna del Guardián que era.

Gracias. Dios, menos mal que no te recuperaste con esta habilidad durante la batalla.

No digas eso ni en broma —bufó de tan solo imaginárselo. De haber sido así, se hubiese pegado un tiro.

Ahora mismo no entiendo nada, pero os agradezco lo que habéis hecho por mí y os pido perdón por haberos dejado en tal mal estado. De momento, es lo único que puedo hacer por vosotros… Además de ayudaros en lo que me pidáis. Os ayudaré a salvar Tierra de Partida. Lo juro.

—¿No es genial? Os habéis ganado un buen aliado. ¡Y qué bien os viene estar recuperados porque más os vale salir cagando leches para el vestíbulo antes de que sea demasiado tarde! ¡Vamos!

No necesitaría que se lo repitiesen otra vez. Corrió, raudo y sin mirar atrás. Ya nada le ataba a aquel lugar. Habían salvado a Nithael, y ahora que contaban con su valiosísima ayuda, se sentía capaz de cualquier cosa. Tan solo les quedaba una batalla más para que la pesadilla terminase, y no se permitiría fallar cuando estaban tan cerca de conseguirlo.

Por favor, habladme de ese Sincorazón que nos espera y de lo que creáis que necesite saber para la batalla.

Es gigante, muy gigante. Si mi memoria no me falla también tiene dos cuernos… ¡Ah! Y es lo suficientemente fuerte como para romper las cadenas del castillo.

El chico del yukata le dio una descripción del líder Sincorazón un tanto escueta. No le iba culpar, pues apenas tenían información sobre esa criatura que no fuese su tamaño y fuerza descomunales.

Técnicamente es como un coloso. Tiene una complexión similar a la de un Lado Oscuro, pero mucho más grande. —Trató de cumplimentar la información del otro chico—. Si no hubiese sido por las barreras de nuestros Maestros, habría derribado la puerta del castillo mucho antes.

Los otros Sincorazón no importan. Hay que destruir al alfa del grupo. Si es tan grande, entonces tendré que luchar fuera y quizás… Antes usasteis unas piedras para detenerme, ¿verdad? —Niko asintió, mirándose las palmas de las manos. Gracias a la sanación de Nithael, las quemaduras que demostraban haberla utilizado ya no estaban a la vista—. Creo que podríamos usarlas contra el alfa —<¿Alfa? ¿Es así como se le llama?>—, pero antes debemos encontrar su punto débil.

»Así que, si podéis, atacadle para obligarle a retroceder. Trataré de alejarlo del Castillo. Entre tanto, empezad a cargar las piedras. Las usaría yo pero… Cuantas más personas las uséis, más daño se repartirá y, a la vez, resultarán más potentes.

<De haberlo sabido, no me hubiese achicharrado las manos yo solo>, chasqueó la lengua.

El aprendiz de Tierra de Partida que, antes que ellos, sería mejor idea que los Maestros apoyasen a Nithael mientras se hacía cargo del alfa. No tenía objeción alguna. De hecho, tendrían menos problemas a la hora de lidiar con él. Mientras, ellos se podrían hacer cargo de los Sincorazón menores y allanar el terreno para preparar las piedras y usarlas en el momento oportuno.

Cuando acabe esto os… daré las gracias como corresponde. A todos.

Nikolai negó con la cabeza.

En realidad los que te tendríamos que dar las gracias somos nosotros. De no ser por ti, no hubiésemos llegado tan lejos.

***


Esto es un auténtico caos.

Fue lo primero que se le pasó por la cabeza nada más llegar. El vestíbulo se había transformado en un auténtico campo de batalla, con una horda de Sincorazón de rango alto arremetiendo contra los aprendices y Maestros, luchando con uñas y dientes para frenar el avance enemigo. No quería ni pensar en cómo hubiese sido la situación de haber tardado un poco más en volver a la entrada.

Discernió enseguida al resto de aprendices que formaban parte del equipo que bajó a los sótanos, ya enfrascados en la cruenta batalla. Fue un alivio encontrarse a Alec sano y salvo (todo lo a salvo que podía estar en medio de un ataque Sincorazón), pero los que pasaron a un primer plano por su grave situación fueron los que llevaban el fragmento de la Llave: Malik y la joven de Tierra de Partida.

Echó a correr detrás del chico del yukata en pos de echarles una mano con urgencia. Fijó su vista en el Ojos Rojos, que sería el enemigo más peligroso de los que acosaban a los dos aprendices y materializó un Filo Etéreo, arrojándoselo al Sincorazón e intentando atinarle en plena faz. Seguido de aquello, agarraría la empuñadura de su arma con ambas manos, conjurando el aura Ragnas. Con sus cualidades físicas aumentadas, arremetería contra cualquier Sincorazón que supusiese un peligro inminente para Malik y la chica, apoyando al otro aprendiz y a su compañero canino.

¿Os encontráis bien? —Se volteó unos instantes hacia ellos para escuchar cualquier respuesta de su parte y volvió a centrarse en el combate.

¡Nithael, el ángel, es un aliado nuestro, hará lo posible por alejar al jefe Sincorazón del castillo! ¡Que los Maestros que tengan más magia intenten ayudarle!

El joven vociferó las intenciones del ángel para hacerlas saber a todo el mundo. Niko alzó la vista hacia el nombrado, que ya se encontraría sobrevolando el mar de Sincorazón para llegar hasta el Alfa y le alentó:

¡Nith, los Maestros te apoyaran para hacerle frente al Alfa! ¡Déjanos el resto a nosotros!

Y volvió a la batalla, liándose a mandobles con todo aquel que supusiese una amenaza para sus compañeros o cualquier otro Maestro que necesitase de apoyo. Se quedaría en la retaguardia, a diferencia del otro chico, para que pudiesen suplir ambas posiciones.

¡Nikolai!

Entonces la escuchó. Una voz femenina que le hizo estremecerse con tan solo pronunciar su nombre. Una voz que quería volver a escuchar, costase lo que costase.

Una voz que le infundió incluso más fuerzas que el conjuro de Nithael.

Saeko…

El corazón se le encogió nada más cruzar miradas con la chica de cabellos violáceos. Allí estaba, destacando cual ser angelical (uno metafórico, puesto que ya tenía a uno auténtico encima de sus cabezas) en medio de un maldito infierno negro y con miles de ojos amarillentos. Necesitaba que alguien lo pellizcase antes de creer que estaba en un sueño.

Sin embargo, más efectivo que un pellizco fue el retorno a la realidad: todavía seguía luchando con un enjambre de Sincorazón. Avanzó con paso célere hasta Saeko y encaramó su espalda contra la suya, manteniéndose en guardia.

Ya hablaremos cuando todo esto termine —musitó, escapándosele una pequeña sonrisa, fruto del retorno de una confianza que creía perdida—. ¿Preparada para un último baile?

Nada más llegarle la respuesta de su compañera, el autoproclamado portavoz de Nithael vociferó una vez más para poner en marcha la segunda parte de su estratagema:

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil!

Las piedras. Odiaba tener que volver a utilizarlas después de que casi cayese como un plomo en su último intento. ¿Pero que otro remedio le quedaba? Torrarse las manos era la menor de las nimiedades, y si tenía que quedarse al borde del desmayo otra vez, estaría dispuesto a hacer el sacrificio.

Lo que realmente le fastidiaba era explicarle a su pareja que el dichoso pedrusco absorbería parte de su energía vital, sin contar que sería lo más parecido a agarrar un trozo de magma con las manos desnudas.

Sin embargo, el rostro de aversión que esbozó Saeko en cuanto sacó la piedra de la chaqueta le hizo sospechar que se podría ahorrar las explicaciones.

Pensaba que esas cosas ya no existían.

Quedó confirmado que tuvo la mala fortuna de usarla en el pasado.

Y por tu cara, deduzco que ya sabes cómo funcionan. —Torció la boca. En fin, su mayor temor era que la horrenda quemazón la pillase desprevenida. No tenía mucho de qué preocuparse ya—. Lo sé, duele como mil demonios, pero si la cargan varias personas a la vez, el daño se repartirá y liberarán más energía.

Bueno, esta vez no estaré sola, nos tenemos el uno al otro. Lo haremos juntos.

Nikolai sonrió y asintió. Acto seguido, se sacó lo que le quedaba de la pluma y se la mostró.

Nos ayudaremos de esto. Fortalecerá el ataque en gran medida, no te preocupes.

Saeko le dio el visto bueno y aferró la mano con la que sostenía su piedra. Se quedó en blanco durante unos instantes al notar su cálido tacto. Y acabó por morderse la lengua para obligar a su cerebro que dejase de pensar en rosa y centrarse en lo que tocaba. ¡No era momento de quedarse embobado, maldita sea!

Cerró sus dedos en torno a la piedra y se concentró en cargarla con su energía vital. Con la pluma en la otra mano, la arrimó al artefacto para que las energías restantes de la Reminiscencia de Nithael la supliesen. Esta vez no le pillaría con la guardia baja, aguantaría el dolor con tal de mantenerse lúcido y esperar a que el alfa mostrase su punto débil. Entonces, ese sería el momento en el que se sincronizaría con la otra pareja y dispararía.

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Acciones de Nikolai:

-Habilidades:

Filo Etéreo (HM) [Nivel 7] [Requiere Afinidad a Nada, Vacuo, PM 10]. El usuario moldea el hechizo Vacuo para asemejarlo a una espada, adquiriendo mayor capacidad de penetración y distancia.

Forjaesencias: Ragnas (HC) [Nivel 7] [Requiere Afinidad a Nada, Poder mágico: 10]. El usuario crea alrededor de su arma un aura con forma de hacha. El aura permanecerá durante dos turnos y aplica los siguientes multiplicadores: Fuerza X1’2 y Velocidad X0’8.

-Nikolai y Saeko cargarán la piedra (haciendo uso de la pluma de Nithael) y se sincronizarán con Light y Nicoxa para disparar en caso de que el Alfa muestre (y se les comunique) su punto débil.
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Re: [Evento Global] El Esclavo del Olvido

Notapor Sito » Mié Oct 07, 2015 11:23 pm

Por fortuna Alec no se quedó sin cabeza tras el intento suicida que hizo para recoger la llave de Kazuki. Una vez estaba en su poder y, gracias a la ayuda de los maestros, logró volver junto a los aprendices.

¡Ten cuidado Alec! —Nicoxa estaba aún en tensión y bastante alterada después de lo que había sucedido unos instantes antes. Se acercó al mago—. Anda toma esto, pero por favor... Se cómo te sientes pero no cometas otra locura así o tendré que esposarte a mi mano —Nicoxa sacó la poción que obtuvo en uno de los recuerdos que visitó antes y la usó sobre Alec. No era tan mala idea hacerse con unas esposas. Se apuntó mentalmente que compraría algunas si salían de ahí con vida.

En aquel momento Ryota realizó un ataque potentísimo usando la llave que sostenían Malik y Keiko. Gracias a eso dejarían de poder entrar sincorazón nuevos en el castillo durante algún tiempo. Además el antebrazo del coloso parecía empezar a desvanecerse.

Entonces la vio.

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El resto de aprendices que había bajado a los sótanos seguía llegando, y entre ellos estaba, al fin, Colibritany. Su amiga regresó sana y salva.

Corrió hacia ella y se tropezó justo antes de llegar de la emoción. Su amiga le tendió una mano para ayudarla a levantarse y Nicoxa se la cogió.

¡Nico! —exclamó la chica—. ¡Estás viva, lo sabía! —cuando Nicoxa levantó la cabeza para mirarla tenia los ojos llorosos, a punto de empezar otra vez. De hecho ni pudo responder de los mocos que se le habían acumulado y sólo logró balbucear cosas sin sentido—. Pero ahora no hay tiempo para discursos emotivos... Quizás si trabajamos juntas podamos hacer algo.

Tienes razón —pudo decir al final. Sorbió los mocos velozmente y sonrió a su amiga, con un humor que mejoró gracias a ella. Tenían que contarse muchas cosas urgentemente pero aquel no era el momento.

Una vez en pie se puso en guardia rápidamente y se defendieron la una a la otra con ataques básicos con la llave espada mientras hacían tiempo para que volvieran los demás. No tardaron en acudir el resto.

¡Nithael, el ángel, es un aliado nuestro, hará lo posible por alejar al jefe Sincorazón del castillo! ¡Que los Maestros que tengan más magia intenten ayudarle!

Aquel que había gritado era... Light. Su nombre apareció de repente en su cabeza; lo había escuchado de refilón en la batalla contra Jasper pero al verle de nuevo y con ese renovado aspecto logró recordarlo.

¡Podremos herir de gravedad al gigante con unas piedras mágicas, pero necesitamos que nos protejáis mientras las cargamos por parejas! ¡Dispararemos en cuanto estén cargadas y descubramos su punto débil! —volvió a exclamar de nuevo el joven. Nicoxa le miró con cara extrañada mientras comparaba las alas de Nithael, que eran claramente de ángel, con las suyas. No parecían iguales, de hecho absurdamente le recordaron a las de algún insecto ¿Existía la posibilidad de que Light fuera en realidad medio hombre-polilla...?

El arisco aprendiz se plantó ante ella estropeando las disparatadas ideas que tenía en la cabeza, lo cual le extrañó en un principio después de cómo se había portado con Nicoxa previamente. Miró hacia un lado esperando la frase borde de turno y sin embargo lo que escuchó le sorprendió gratamente.

Tenías razón, no todo es blanco o negro —admitió Light, sin perder la concentración del combate. ¿Cuánto le habría costado decir algo así? En otras circunstancias Nico le habría soltado un "Te lo dije" o algo reprochador, pero con lo que estaban pasando decidió escucharle en silencio—. Creo que en momentos como éste no debemos enfrentarnos por nuestras diferencias, sino luchar juntos por lo que nos une, por un objetivo común —indicó con inteligencia, refiriéndose al sincorazón gigante. Nicoxa le miró a los ojos, aliviada al ver que Light no era tan exageradamente cabezota como le había parecido en un principio.

Extendió una mano hacia ella, con la que agarraba una de las piedras a las que se había referido antes.

¿Me ayudas a sostenerla? El ataque será mucho más potente si la cargamos entre los dos, pero te aviso que dolerá mucho —la alertó, sonriendo. No se lo pensó dos veces y aceptó la propuesta.

Claro —ella también le sonrió a la vez que procedía a tocar la piedra—. Aún no ha acabado todo el dolor de esta noche —dijo pensando más en la reacción de los recién llegados cuando se enteraran de lo de Kazuki que en lo que podía ocurrir a continuación—, pero si hay que aguantar un poco más para salir de esta vamos a ello.


Coli se acercó a ellos y le regaló a Nicoxa una pluma que podría hacer del ataque de la piedra algo más potente. La aceptó de buena gana y Nico y Light empezaron a recargar las piedras con su energía. Mientras soportaba el duro proceso que eso suponía observó como su amiga, la mascota de Light y otras personas estaban ayudando a defenderlos en todo lo posible. Eso la ayudó en aquel difícil momento y le sirvió para no venirse abajo.

A la señal de Light ejecutarían el ataque combinado de la piedra y la pluma, poniendo toda su fuerza y esperanza en él.

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Nicoxa usa una poción sobre Alec y carga una de las piedras junto a Light para atacar al Alfa cuando alguien revele su punto débil
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v. Ficha de Nicoxa .v
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