Malik optó por el número 1. El Guía, divertido, exclamó:
—¡Vaya, te ha tocado una pregunta! Pobre de mí, me pregunto qué oscuro secreto querrás conocer. Adelante, machote.
¿Una pregunta? ¿Qué podría preguntar? Las cuestiones que podría necesitar saber de alguna forma ya las conocía. Su primer impulso habría sido preguntar por Fátima, pero conocía la respuesta: Ella seguía viva, peleando en el vestíbulo para darles todo el tiempo que necesitaban. De quien no sabían nada era del grupo que viajó al pasado. Todavía estaba el asunto de averiguar qué sería de ellos, ya que Chihiro no podría traerlos de vuelta. ¿Morirían allí atrapados, tras años y años de vida rememorando? No sabía muy bien qué preguntar de todas formas, de modo que se cruzó de brazos y chasqueó la lengua.
—Creo que me voy a reservar la pregunta para luego si no te importa, Guía.
*
—¡Enhorabuena a todos! Como estamos en medio de un momento emotivo, no voy a enrollarme. Escoged un número que os proporcionará un ítem que puede que os sirva para la batalla: 2, 3, 4 u 8.Os felicitaría y todo eso, pero me temo que se acaba el tiempo y que tenéis que correr como si os fuera la vida en ello (adivinad: os va). Nith, ¿haces los honores o los hago yo?
—Lo haré yo.Enhorabuena. Sois siete personas, lo cual significa que podéis abrir la última puerta. Para obtener la mitad de la Llave Espada os tendréis que enfrentar a mí. Me encuentro encerrado en un círculo mágico que me ha mantenido congelado en el tiempo, por lo que en cuanto lo rompáis… Despertaré. No os recordaré. Atacaré sin pensármelo dos veces. Os tendréis que situar estratégicamente a mi alrededor antes de desactivar el círculo.
»Si no queréis morir, ya que soy más poderoso que todos vosotros, incluso herido, podéis esperar a que lleguen vuestros otros compañeros. También os recomiendo atacar a matar. Lo demás está en vuestras manos.
Malik asintió con la vista fija en el ángel. La presencia de los recién llegados le reconfortó, aunque la expectativa más cercana de la pelea a muerte contra Nithael le revolvió el estómago. Sabía que no muchos de los demás pelearían para matarlo y eso podría ser un error. Quedaba un poco a su juicio saber en qué momento dejarse de tonterías y optar por una estrategia totalmente mortal. No dejaría que Light ni ninguno de los demás jovenzuelos muriesen por sus ideales nobles.
Con paso decidido atravesó la puerta junto a los demás y entró a la prueba final.
*
La estancia era como un gran templo antiguo de piedra que olía a agua y a tierra húmeda. Se podía escuchar un gorgoteo ininterrumpido y ver los haces de luz que se colaban por entre los huecos de las que deberían haber sido vidrieras. Aun en su decadencia, el lugar le pareció hermoso.
Malik se perdió por unos segundos en la arquitectura, mientras se acercaban al gran capullo donde dormía Nithael. Dentro de dicho capullo, cuya forma se asemejaba a una flor gigante de cristal, se encontraba el ángel. Asimismo el capullo estaba ubicado dentro de un círculo grabado en la piedra del suelo como si fuera un hexhizo.
—Ese es vuestro objetivo. Ahora, fijaos en el círculo. ¿Veis que dentro del círculo casi externo hay una pequeña piedra? Uno de vosotros debe activarla. Seguramente le robará la mitad de su energía vital en el proceso. Otro debe usar esta y mantenerla bien sujeta mientras se sitúa tras elángel, para redirigir la energía. También le hará mucho daño. No conocéis el hechizo para romper el círculo, pero creo que no hará falta: con la Llave, Nithael se las apañará solo.
»Eso significa que quedáis cinco para pelear y un sexto (el que coja la primera piedra) probablemente en la dirección hacia donde Nithael atacará. Os va a tocar organizaros muy bien. No podréis evitar su primer mandoble que, os aseguro, será brutal. Después tendréis que decidir qué hacer y bien rápido, porque seguramente este lugar comenzará a cambiar por efecto de la Llave Espada. Una que os recomiendo que cojáis entre dos o más o los efectos serán fatales. ¿Preguntas?
Aparte de las preguntas de los demás, Malik no tuvo todavía ninguna otra en mente. Nada más escuchar las instrucciones del Guía para despertar al ángel él tuvo claro cuál sería su función. Tenía mucho más resistencia de media que el resto y aunque estuviera bastante cansado de todo el trayecto y peripecias por el Castillo, sabía que no podía dejarle a los muchachitos cargar con el dolor de canalizar la piedra.
—Bueno, está claro cual es la parte que me toca —dijo—. Cuando esteis preparados.
Escuchó la estrategia del grupo y se dispuso en su lugar correspondiente. Sería el que manipulase la segunda piedra para canalizar su energía y así aguantar el desgaste y el dolor. Estaba preparado mentalmente para ello, a pesar de que no tanto de forma física. Al mismo tiempo que los demás se colocaban, Malik se dispuso detrás del ángel y cogería la segunda piedra. Cuando terminase de canalizar toda la energía y pudiera dejarla, correría a esconderse con un Impulsotras algún trozo de ruina , donde Nithael no pudiera verle o al menos alcanzarlo hasta que re reorganizara.
—Porque se acabó. No voy a correr, no voy a escapar más. No me quedaré atrás. Quiero ser una Maestra, proteger aquello que me importa, encontrar a mi abuelo, y también quiero luchar por no morir. Pero esta vez sin miedo, sino con valor y fuerza. Así que sal de mi camino, porque tengo una misión que cumplir. Tengo que hacer que todos volvamos a nuestro hogar, y pedirles perdón... por haber sido débil...—El Guía sostuvo sin problemas la mirada de Maya—Aparta.
Este suspiró y casi hizo un puchero.
—¿Por qué me decís que me aparte? ¿Creéis que asívais a quedar más guays o algo o voy a convencerme de vuestra decisión? Estoy dentro de vosotros, conmigo muchas palabras no son necesarias. Al final el único decente va a ser Malik. —De pronto extendió una mano hacia la cara de Maya. La chica quizás se llevara un susto pero, en lugar de hacerle daño, el Guía le dio unas palmadas en la cabeza y, sorprendentemente, resultaron agradables. Tenían un tacto cálido, casi familiar—. Bien hecho, Maya. Todavía eres una niña y necesitabas aprender estas cosas cuanto antes. Huir no es inútil. A veces, se trata de la mejor estrategia. Pero precisamente tienes que saber cuándo debes escapar. Si todo depende del miedo y de tus instintos básicos, jamás darás un paso adelante: sólo serás una carga para los demás. Es preferible tomar una decisión y equivocarse a fallar por no haber sabido tomar ninguna. Arrepiéntete si haces algo mal, pero hazte responsable, como me has dicho que vas a hacer. Si lo consigues, serás mucho más madura que demasiados adultos. —Sonrió con amabilidad—.Y una brujita como tú tiene talento, al menos si empiezas a fijarte metas y a mantenerte firme en tus decisiones. Estas cambiarán con el tiempo, esperemos que a mejor, pero un guerrero que no tiene ideales ni sabe lo que quiere, está condenado a la muerte.
»Bien hecho.
Y el pasillo desapareció.
*
—Has dicho que no soy más que un monstruo y estos, solo saben hacer una cosa —Alec aferró la muñeca del Guía, pero este no movió ni un milímetro el brazo. Parecía de piedra gruñí—: ¡Causar daño a todos los que le rodean!
—¡Bien, sabes escuchar! ¡Y…oh vaya!
El Piro le dio en plena cara y Alec aprovechó para empujarle. El Guía, quizás por hacerle la gracia, retrocedió un paso y fingió perder el equilibrio, sacudiendo los brazos de una forma algo cómica, antes de recuperarlo y sacudirse el humo con una mano, como si no hubiera sucedido nada. No había marcas, eso estaba claro.
—Soy ambicioso, ¿esa ambición me llevaría a traicionar incluso a mis amigos por lograr un poder mayor? . Si, los traicionaría y no tardaría nada en arrepentirme de lo que he hecho. Tú mismo lo has dicho, soy un monstruo que repta en busca de poder, al que no le importan los Bandos o el propio objetivo de la Orden siquiera, solo quiero ser más fuerte y me uniré a quien sea que me pueda ayudar a avanzar hacia mi objetivo.
—Te das cuenta de que no estás dándome la mejor impresión, ¿verdad? —dijo el Guía, examinándose una uña.
—Quizás acabe como Joker o incluso sea más sanguinario que él, porque eso es lo que soy a fin de cuentas, una criatura sedienta de poder y conocimiento que después llora porque no tiene a nadie a quien mostrarle lo que ha conseguido.
El Guía se quedó mirando a Alec. Si hubiera tenido cara, habría arqueado una ceja.
—¿Y eso es todo? ¿No tienes nada más que decir, excepto confirmar mi opinión sobre ti? —Lanzó una carcajada seca, muy desagradable—. No sé qué esperaba de un chaquetero como tú. No tienes ideales, no dudarías en traicionar a la gente una y otra vez. Un sanguinario, un mercenario que no tiene un camino unido a la Orden, sea cual sea, no merece la Llave Espada. La gente como tú ha llevado a Tierra de Partida al desastre. Al menos Gabriel y otros traidores querían hacer algo por Tierra de Partida al principio. Al menos ellos tenían ideales y creían en causa. Pero un soldado que sólo lucha por sí mismo, uno lo suficientemente hipócrita como para traicionar a la gente que le ayuda para luego llorar y continuar haciéndolo… Es inútil aquí. No te necesito ni te necesita nadie. No quiero que alguien como tú manche la Llave Espada que aguarda en el sótano.
En un parpadeo, el Guía desapareció. Durante un instante, Alec pudo ver que Maya y su copia del Guía habían desaparecido. Nicoxa y el otro Guía, en cambio, todavía estaban ahí.
De pronto, percibió una presencia ominosa a su espalda. Cuando quiso darse cuenta, un dolor insoportable le recorría la espalda y le arrancaría un grito. Sintió la sangre manar.
El Guía no había usado nada más que sus garras para abrir le un tajo de hombro a hombro que le impediría hacer cualquier movimiento con los brazos sin sufrir un dolor casi insoportable. Se le nublaría la visión y escucharía sin problemas cómo el corazón le latía desbocado.
Los ojos del Guía brillaban, fríos y despiadados.
—Tú no tienes un camino, no tienes fuerza de voluntad ni el alma de un Caballero. No mereces dar ni un paso más… Es tu última oportunidad, Alec. —Un movimiento de dedo y Alec fue impulsado contra el suelo, golpeándose justo en la herida—. Y no me repetiré. ¿Por qué debería dejar pasar a un traidor como tú?
En las voces del Guía no había ni un trazo de compasión. Debía de haber tocado una fibra sensible o algo, porque la amenaza latente estaba muy clara: si no daba una respuesta correcta, se acabó. Y no le valdría de nada mentir, porque el Guía podía leer su mente.
Alec estaba a punto de fallar la prueba y no podría pedir ayuda: o, más bien, aunque lo intentara, el Guía que estaba con Nicoxa no permitiría a esta dar ni un paso hacia él. Tenía su propia prueba.
Lo que sucedería si Alec perdía, el Guía lo había dejado bien claro. Mejor que tuviera cuidado con sus próximas palabas.
*
Nicoxa no contestó, sino que se tomó su tiempo. Al Guía no le importó. Esperaría lo que fuera necesario.
**** Light, Yui, Keiko, Malik, Colibritany, Nikolai, Saxor y Maya
—Creo que me voy a reservar la pregunta para luego si no te importa, Guía.
—Claro que no, úsalo cuando quieras, machote —respondió el Guía, levantando un pulgar. Ignoró la rabieta de Nikolai y se dirigió a Saxor diciendo—: ¡Vaya, qué buena suerte, una Reminiscencia! Ten. —Le pasó el naipe—. Puedes invocar a quien quieras aunque yo, personalmente, te recomendaría que usaras a Neizan. Él se enfrentó a Nithael en el pasado y es quien me ayudó con los trapicheos con la Llave Espada que necesitáis. Además, fue líder del clan de los Osos (para que nos entendamos: los tanques de su época. Tenían un inmenso poder físico) desde muy jovencito, así que su ayuda os vendría de perlas.
Colibritany se adelantó entonces y el Guía sonrió de oreja a oreja —lo cual fue un poco siniestro— cuando le mostró la pluma.
—¡Ya creía que os habíais olvidado de ellas! Sí, os servirán, pero no por mucho tiempo. Podéis usarlas para proyectar barreras muy potentes o incluso para atacar. En principio os servirán sobre todo para evitar que el espacio a vuestro alrededor se vea afectado por los cambios o las ilusiones del Castillo. En cualquier caso, no os apoyéis demasiado en ellas, porque no durarán mucho ahora que Nithael va a despertar. La Reminiscencia no tiene mucho que hacer frente al verdadero yo.
Finalmente se quedó pensando por la avalancha de preguntas de Light.
—Vamos a ver. No, no creo que puedas usar Magnetoloquesea al menos hasta que Nithael deje el capullo y ni aún entonces sé si podrías arancársela. Tendréis que debilitarle bastante.
»Respondiendo a tu otra pregunta: la Llave Espada controla el Castillo, por lo que os inundará con sentimientos de todos los que han pasado por él y atacará directamente a vuestro corazón. Al haber sobrevivido a todas mis pruebas, habéis desarrollado cierta inmunidad mental y física (aunque no lo creáis, habéis estado luchando contra el Olvido o la disolución en el Castillo, así que ahora mismo sois bastante decentillos mentalmente). Puede cargarla una única persona, claro, pero le destrozará casi con seguridad la mente si no comparte la empuñadura con alguien más en muy pocos segundos. Usar su poder significa arriesgar el Corazón. Es emplear la voluntad de un mundo, al fin y al cabo, y vosotros ni tenéis el título de Maestro. La mitad de la Llave que tenéis aquí es afín a Luz, así que no recomendaría a nadie de oscuridad que se acercara a ella. Cuanta más cercanía al elemento, mejor, así que podéis imaginar que ha hecho muy buenas migas con Nithael. Si la cogéis, debéis aislar vuestro Corazón de inmediato, pensad en barreras o en canciones o en algo así y concentraos como sea en un pensamiento claro para que no os arrastre la corriente desentimientos. Nada de pensar en usarla contra otra persona o para abriros el camino, porque os hará mucha pupa… Aunque si queréis hacerlo, allá vosotros.
»Podría ponerme a disertar sobre la Llave Espada y tal, pero creo que ya os he contado lo básico, así que moveos. Si la conseguís os explicaré qué es lo que debéis hacer a continuación.
*
Las cosas se desarrollaron con rapidez. Malik se preparó para coger la piedra que había a la espalda de Nithael, mientras que Light tuvo que apresurarse a sustituir a Keiko para coger la piedra que había al frente del capullo. Los demás tomaron sus respectivas posiciones.
Light y Malik tendrían que sincronizarse antes de tomar sus respectivas piedras. En el momento que lo hicieran y se pusieran en posición, notarían que estas comenzaban a calentarse a una velocidad estremecedora. Es más, se iluminaron… Así como las líneas del círculo que había bajo sus pies, como si lo recorriera un líquido resplandeciente. La base del capullo también se iluminó y comenzaron a aparecer runas sobre su superficie. Daba la impresión de que un pintor invisible estuviera pintándolas con la punta de un lápiz afilado. El perfil de Nithael se convirtió en una sombra que se distinguía ya sin problemas.
Las manos de Malik y Light comenzaron, literalmente, a quemar tanto que les arrancarían un grito de dolor. De pronto era como si unas garras se hubieran introducido en su interior y tiraran de su sangre, de su corazón, de su energía, arañando con casi desesperación. Alrededor de ellos se manifestó un aura que era absorbida por las piedras, que se habían convertido en pequeños soles que les abrasaban ya no sólo las manos, sino los brazos. Si no hubiera sido porque sus dedos casi estaban pegados a ellas con una fuerza aplastante, las habrían soltado entre alaridos.
¿Cómo era sentir que te quitaban la vida?
El círculo desprendía tal calor que todos en la nave comenzaron a sudar y se vieron obligados a entrecerrar los ojos para no quedar ciegos. Los cimientos del Templo se estremecieron y llovió polvo. El capullo se iluminó hasta que vieron cómo la figura de su interior cobraba vida y…
Hubo una explosión. Light vio cómo lo que parecía ser una lanza inmensa se precipitaba sobre él. Intentó protegerse y de inmediato se dio cuenta de que no sería suficiente. Por suerte, Gaomon estaba con él, por lo que compartieron parte del daño cuando el ataque los arrolló y atravesó. El dolor fue indescriptible y Light chocó contra el pequeño puente por el que habían pasado y cayó redondo en el suelo.
En la parte delantera del capullo se había abierto un hueco y pudieron ver cómo Nithael, el verdadero Nithael, daba un paso al frente y se derrumbaba sobre las rodillas, jadeante. Su aspecto era pésimo. Sus vestiduras estaban rasgadas y cubiertas de sangre. Una de sus alas caía hacia un lado, con muchas plumas arrancadas, y la expresión que pudieron vislumbrar a través de la cascada de cabello rubio era de furia y desesperación. Aferraba de forma compulsiva la Llave Espada.
Al instante, Saxor entró en acción. Efectuó un Libra y un Mutis que cogieron a Nithael por sorpresa, lo suficiente como para arrancarle una exclamación de indignación y para que levantara la mirada, furioso, buscando al responsable.
—¡Nithael! ¡Somos nosotros, hemos venido a salvar Tierra de Partida! —gritó Light, a pesar de sus graves heridas—. ¡Si de verdad te importa tu hogar tienes que ayudarnos!
Nithael murmuró algo que sonó a «Tierra de Partida» pero no tuvieron tiempo para comprobarlo porque Saxor y Colibritany atacaron casi a la vez, junto con Guilmon. Los ataques de fuego apenas sí hicieron parpadear al ángel que, de todas formas, se mantenía medio a salvo dentro del capullo. En cambio, la oscuridad de Saxor lo hizo reaccionar pegando un brinco y gritando:
—¡¡ASSUR!!
Salió fuera del capullo y, de un batir de alas, se alzó un par de metros en el aire. A pesar de su aspecto, continuaba siendo un ángel y había algo de majestuoso en él, incluso cuando su ala herida lo traicionó y estuvo a punto de caer al suelo. Pero no se vino abajo, no: en su lugar fijó la mirada en Saxor, que ya intentaba trasladarse, y apuntó con la Llave Espada.
Unas manos de piedra surgieron del suelo, deformándolo, y aferraron los pies del joven aprendiz, impidiendo que se moviera. Tendría que destruirlas y rápido si quería escapar… Aunque Nithael no le dio tiempo: se arrojó a por él en caída libre. Ya que no podía usar magia, al menos durante un escasísimo período de tiempo, parecía más que predispuesto a usar la fuerza bruta. Si no hubiera sido porque Nikolai actuó con rapidez, el ángel habría destrozado a Saxor.
En su lugar, al recibir un ataque por la espalda, Nithael frenó, dio una vuelta sobre sí mismo, golpeó con su ala sana a Nikolai —lanzándolo por los aires, de tal forma que acabó golpeándose contra un muro— y ascendió hacia lo alto de la nave. Miró a su alrededor con una mezcla de desconcierto y hostilidad a partes iguales. Luego llamó, con voz desgarrada:
—¡¡Gabriel!!
Malik, Keiko, Yui y Colibritany procuraron esconderse y salieron bien parados de la primera acometida de Nithael. Ocultos tras ruinas o incluso árboles, podrían valorar la situación y decidir qué hacer. Cuanto antes mejor porque, ya que Nithael podía volar, no tardaría en descubrir dónde estaban. Malik era quien estaba más alejado de todos, aunque podía acercarse a Nikolai si quería. Saxor estaba al alcance de Light, Colibritany y las otras dos chicas.
Light y Saxor, en cualquier caso, eran quienes estaban en mayor peligro, en especial el último, que ni siquiera podía desplazarse.
Parecía que no iba a ser tan fácil ni salvar a Nithael… Ni tampoco matarlo.
No les había hecho advertencias por nada.
*
Maya, entre tanto, apareció en la misma sala abovedada donde habían estado antes sus compañeros solo que… No había nadie para recibirla excepto el Guía. Este señaló con un pulgar las puertas doradas abiertas de par en par y dijo:
—Te resumiré las cosas: tus compañeros están luchando para conseguir el fragmento de la Llave Espada. Su enemigo esNithael. El verdadero Nithael. Lleva más de mil años encerrado en este lugar y está en posesión de la Llave Espada, además de sumido en una furia y locura tales, después de tanto tiempo durmiendo, que no distingue las cosas y ataca a todo bicho viviente. Para que quede claro, no hablo en broma: está completamente enajenado. Su cabeza es un batiburrillo de miles de años de pesadillas, como aquella de donde sacaste a Gabriel, recuerdos y sentimientos de otras personas mezcladas en su interior. Seguramente crea que sigue en el pasado, en el momento en que lo sellaron.
»La Reminiscencia de Nithael suplicó a tus compañeros que lo mataran lo más pronto posible para evitar asesinar a nadie, pero en general no parece que tengan la intención de hacerlo.
Un llanto resonó en la distancia:
—¡¡Gabriel!!
El Guía miró a Maya y señaló la pluma:
—Si vas a usarla, te recomiendo que esperes a ver si podéis espabilarlo un poco mediante golpes. O, al menos, aguarda a que esté más debilitado. Sólo tienes aun niño pequeño que intentará llamar a Nithael, pero ahora mismo dudo que le escuche. Y las Reminiscencias son débiles ante la Llave Espada, que es capaz de manipular el ambiente y cambiarlo a su antojo. Te recomiendo que, si tienes la oportunidad, no empuñes sola la Llave Espada o (por motivos largos de explicar, tendrás que fiarte de mi palabra, como has dicho que harías) te reventará la cabeza. Dicho esto, ¡quieta ahí!—Materializó tres naipes y se los mostró—. Di un[b]o de estos números: 2, 3 o 4. Puedes obtener una Poción, que te vendría bastante bien, un Recuerdo importante que[/b] se descargará directamente en tu cabeza o una Carta. Sé que ahora mismo no es el momento de leer Cartas pero, quién sabe. Podría resultarte útil en algún momento del combate para entender mejor a Nithael… O a Gabriel.
Maya podría escoger una de las tres cartas y, a continuación, hacer lo que quisiera. El Guía, en cualquier caso, estaría disponible para responder toda clase de preguntas.
▪ Barrera de Luz (HC) [Nivel 20]: Nithael despliega una barrera de luz frente a él, recta, que repele a enemigos y ataques mágicos/físicos inferiores a su nivel. Dura dos turnos —uno si se pierde la concentración—. Alcanza los dos metros de altura y los cuatro de extensión. Se puede sortear o saltar, pero rozarla implica perder vida.
▪ Lágrima de Fénix (HC) [Nivel 25]: Habilidad que permite recuperar 10 PV por turno.
▪ Lanza de Luz (HC) [Nivel 28]: Lanza lumínica que emerge desde la mano de Nithael y persigue a su objetivo hasta atravesarlo.
▪ Luz Sanadora (HM) [Nivel 30]: Aplicándola sobre sí mismo u otra persona, Nithael puede recuperar una cantidad variable de VIT, eliminando las heridas más graves.
▪ Juicio Sagrado (HM) [Nivel 32]: Con Nithael como epicentro, se extiende un cinturón de luz que forma una esfera de dos metros de radio y, sobre la misma, aparecen unas nubes de las que caen diferentes rayos divinos. Pueden acertar o no al enemigo que se encuentre en el perímetro del cinturón.
▪ Juicio Final (HM) [Nivel 50]: Un círculo mágico de cuatro metros se extiende bajo los pies de los rivales y ataca a todo el que esté en su perímetro con diversas estacas de luz. Se puede recibir más de un golpe o ninguno. Exige mucha concentración (un turno o dos) y cuanta más energía se consiga concentrar, más fatal resulta el ataque final.
▪ ???? ▪ ???? ▪ ???? ▪ ????
Resistente a: luz, electricidad y fuego.
Accesorios: fragmento de la Llave Espada del Castillo del Olvido.
Keiko VIT: 12/12 [Inmunidad física durante ???? Turnos desde el instante que empiece la prueba] PH: 14/14 [La magia está sellada. Puedes hacer, sin embargo, habilidades HC]
Si Saxor invoca a Neizan —u a otra Reminiscencia— podrá pedirle que le ayude de formas concretas o dejarla a su aire para que actúe según le convenga. En principio estará presente todo el combate, aunque puede ser «expulsada» si este se tuerce demasiado, así que tampoco penséis que os va a limpiar el camino sin más.
También, aclarar que he permitido que Light edite porque me avisó antes del límite, pero a partir de ahora si alguien no postea, no permitiré más ediciones. Cada uno es responsable de su personaje y de cómo sus acciones afectarán al resto del grupo y este debe estar preparado por si un jugador no puede postear.
Mis palabras no agradaron al Guía, si no que complicaron mucho más situación. Solo había confirmado sus sospechas y había sido incapaz de darle una razón por la que luchar por este mundo, solo mostrarle lo egoísta que era. ¿Pero qué respuesta podía darle? Si el mismo me estaba asegurando de que le había dado la espalda completamente a Tierra de Partida, que no había querido acudir en su ayuda cuando fueron atacados por Sincorazón, que lo único por lo que estaba allí era para robarles información… entonces era cierto que no podía ser más que un monstruo traicionero.
—La gente como tú ha llevado a Tierra de Partida al desastre —me acusó el encapuchado a lo que ni era capaz de responderle —. Al menos Gabriel y otros traidores querían hacer algo por Tierra de Partida al principio. Al menos ellos tenían ideales y creían en causa. Pero un soldado que sólo lucha por sí mismo, uno lo suficientemente hipócrita como para traicionar a la gente que le ayuda para luego llorar y continuar haciéndolo… Es inútil aquí. No te necesito ni te necesita nadie. No quiero que alguien como tú manche la Llave Espada que aguarda en el sótano.
Aunque hubiese querido defenderme no habría podido hacerlo ya que al momento el Guía desapareció. Durante unos segundos pude comprobar que Nicoxa seguía realizando su prueba, pero Maya había desaparecido. ¿La había superado? Seguro que si, ella al contrario que yo, tenía razones por las que luchar por este mundo. Incluso sabiendo que era un traidor me ha seguido tratando como a un amigo y yo era incapaz de asegurar que jamás le haría daño.
Un grito de puro dolor salió de mi boca cuando sentí como algo me atravesaba el hombro. No tardé mucho en sentir la sangre manchándome la ropa, pero el dolor era insoportable y me impedía hacer cualquier movimiento si no quería sufrir más daño. Las piernas me fallaron unos instantes y tuve que apoyar una en el suelo para no caerme del todo y el dolor y la rápida pérdida de sangre hicieron que la vista se me fuera nublando.
—Tú no tienes un camino, no tienes fuerza de voluntad ni el alma de un Caballero. No mereces dar ni un paso más… Es tu última oportunidad, Alec. —el Guía me terminó de derribar con un ligero empujón haciendo que cayera de espaldas.
Tuve que morderme el labio para no volver a gritar al caer encima de la herida. No podía levantarme por mucho que intentara darle la orden a mi cuerpo. Al momento sentí un pinchazo en el corazón y como si alguien me llamase.
“Ilana” me di cuenta y a medio desfallecer la busqué por todo el pasillo con la mirada “¿Dónde la ha metido?”
A la gatita le debía estar llegando mi dolor, uno que incluso temía que le pudiese estar haciéndole daño a ella, más por el hecho de que no podía protegerme e impedir que me mataran.
Y entonces recordé el destino de los Familiares. Atados a sus brujos estaban obligados a protegerles, porque si no lo hacían, si fallaban y su brujo acababa muerto… ellos lo seguirían.
—Y no me repetiré. ¿Por qué debería dejar pasar a un traidor como tú?
En ese punto si me asusté, no me importaba morir y desaparecer, pero no quería arrastrarla a ella también. Ilana había estado siempre a mi lado y cuando me encontraba desanimado ella había acudido hasta mí para alegrarme, para protegerme de aquello que me estuviese haciendo daño. No era solo mi amiga, también era una parte de mí, el único ser en este mundo al que sería incapaz de hacer daño y con mi muerte le causaría el mayor de todos.
Y el mismo daño podía causarles al resto, a Maya, a Light, a Nadhia y a cualquiera que hubiese visto un amigo en mí. ¿Cuando había luchado junto a ellos lo había hecho por egoísmo? O el reunirnos en la cafetería para hablar, incluso estar en las clases de los Maestros comentando y ayudándonos en sus enseñanzas, ¿todo eso había sido simple egoísmo por mi parte? No, porque aquello era lo que las personas hacían, hablar, reír, ayudarse mutuamente… si solo hubiese pensado en mi mismo no lo habría hecho.
—Du…rante toda mi vida… se me ha trata…do como a escoria… —intenté hablar obligando a mi cuerpo a levantarse —. Para mi familia... era una mancha en su no…ble historia, para mi ra…za una aberración que no debía… haber nacido y para los humanos no soy más que un bicho raro.
>>Siquiera estoy seguro de si mi madre me aceptaba tal y como era o solo me quería por ser lo único que le quedaba de mi padre… solo sé que si Ilana no hubiese estado a mi lado me hubiese vuelto loco o hubiese acabado muerto debi…do a la clase de persona que me estaba volviendo —. Cogí aire unas cuantas veces, cada vez era capaz de hacer frases más largas, pero la herida me dolía horrores —. Lo mismo ocurrió en Tierra de Partida, hay gente que ha visto a un ser humano y no a un monstruo cuando me miran, gracias a ellos he podido volver a confiar en otras personas aunque siga sufriendo traiciones. Soy un monstruo, si, pero ellos pueden salvarme, pueden impedir que me convierta en lo que tú describes —. Miré al Guía para dejarle claro que no iba a dejarme matar —. Por eso no puedo morir por muy poco que me importe ya mi vida, porque les haría daño: Condenaría a Ilana y abandonaría a mis amigos en la batalla. No seré fiel a la Orden, pero pienso serlo a aquellos que me permiten ser humano y si lo que quieren es salvar su hogar, entonces me enfrentaré a quien sea con tal de que lo recuperen.
Solté el Libra y el Mutis en cuanto vi a Nithael, lo que le hizo reaccionar rápidamente. Aunque me buscó, no tardé en lanzar el Piro Oscuro que al parecer apenas le hizo daño. Inmediatamente me puse a correr para cambiar de posición, pero...
—¡¡ASSUR!!
—¡Uaah!—algo me atrapó los pies impidiéndome moverme un centímetro más, y encima casi me caigo por la restricción repentina. Miré un segundo hacia mis pies para comprobar que unas manos de piedra me habían agarrado los tobillos. ¿Ese era el poder de la llave espada sobre la habitación?—. ¡Mierda!—la oscuridad de mi técnica hizo que Nithael se fijara en mí, y me atacara nada más inmovilizarme. Apresuradamente coloqué mi llave espada para protegerme del golpe en picado que me esperaba...
Pero no llegó a tocarme, sino que los ataques de Nikolai lo entretuvieron e hizo que dejara de prestarme atención. Estaba bastante colérico. No podía quedarme allí atrapado o estaría muerto en cuanto Nithael tuviera un único momento para atacarme. Mientras por fin recibía la información de Libra (que me mostró que era aterradoramente poderoso, como ya estábamos comprobando en nuestras carnes), saqué el Naipe que el Guía me había dado antes de entrar en aquella sala.
—¡Neizan, ven!—gritando su nombre, alcé el Naipe esperando que su efecto se activara, y nos trajera al Líder de los Osos. Tras eso, grité los datos importantes de los que disponía—: ¡Nithael es resistente al fuego, luz y electricidad!—Guilmon se acercó a mí mientras lo decía, preocupado por mi inmovilización—. Guilmon, ayúdame con esto. Y Neizan, ¿podría entretener a Nithael para que no nos ataque, por favor?
Seguidamente, Intenté destruir uno de los brazos de piedra con mi llave espada, mientras Guilmon me ayudaba con el otro. En cuanto me librara, obviamente no me quedaría quieto: me mantendría en movimiento para poder reaccionar mejor a las ofensivas del ángel. Si veía que usaba su Juicio Sagrado les advertiría de alejarse lo más rápido posible (cosa que yo también haría).
Si por algún casual lográbamos romperle el ala restante que le permitiera volar, me acercaría lo justo y necesario y clavaría la llave espada en el suelo para generar una Pseudo-Razzia en el momento en el que cayera, para seguidamente retirar el arma de su sitio y alejarme de nuevo.
-Saxor invoca a Neizan. -Saxor y Guilmon intentan liberar al primero. -En caso de que use Juicio Sagrado, alejarse y avisar a los demás de lo mismo. -En caso de que Nithael caiga: ▪ Pseudo-Razzia (HM) [Nivel 13] [Requiere Afinidad a Oscuridad, Poder mágico: 15]. El usuario clava su arma en el suelo para generar una única llama oscura bajo el enemigo en un radio de 10 metros. Tiene bajas posibilidades de causar ceguera.
Todo había pasado rápido. En un visto y no visto fuimos siete, los suficientes como para abrir aquella puerta dorada en la que, al otro lado se encontraría el verdadero Nithael, el cuál llevaba dormido en aquel Castillo por un largo, muy largo tiempo.
Tenía miedo, no podía negarlo, ya que si Nithael era el poder temible del que habló Chihiro y además él guardaba el trozo de llave…era muy posible, no, estaba claro que iba a ser un enemigo muy poderoso y que necesitaríamos todas nuestras fuerzas, ¿pero yo que iba a hacer con una simple espada y con mi poca habilidad de combate? ¿Jugar al escondite con el enemigo mientras los demás peleaban? Tenía la pluma sí, ¿pero iba a servir de algo esta pluma siendo del propio enemigo? Quizás podría proteger a algunos compañeros con ella y a mi misma, o podría utilizarla para el combate…
Decidí dejar de pensar mientras atravesaba con mis compañeros aquella inmensa puerta dorada. Nada más pasarla una brisa me dio de pleno en la cara, nos encontrábamos en una especie de Templo y en frente de nosotros un enorme capullo dónde se encontraba Nithael dormitando.
Y entonces todo ocurrió, Light y Malik fueron a coger las respectivas piedras para poder liberar a Nithael. Éste cobró vida de repente con una explosión que por suerte no llegó a mi posición. Nada más salir el ángel de su cascarón, Light intentó hacerle entrar en razón para que nos diera la parte de la llave por las buenas, la cuál sostenía como si le fuera la vida en ello, pero en ese mismo momento dos aprendices se lanzaron contra el ángel. Ni se inmuto ante ello, al contrario hizo un contraataque.
Me sentía inútil allí dentro…<<El Guía no tuvo que dejarme pasar la prueba.>>
Todos se encontraban luchando contra un Nithael que nos estaba barriendo. Por suerte, la primera acometida por parte de él la pasé limpia ya que me encontraba resguardada detrás de una columna cerca de Light y Colibritany. No sabía que hacer en aquel momento, estaba a la vez que impresionada aterrada por el poder de aquel ser.
Pero estaba decidido, iba a ayudar de alguna manera, así que me dispuse a ver a mis compañeros. Si alguno necesitaba ayuda no dudaría en ir a ayudarles e intentar protegerlos de alguna manera utilizando la pluma si surtía efecto o luchando de por sí, por ahora me guardaría el objeto del Guía. Pero de cualquier manera, le lanzaría un piro al ala buena del ángel para intentar ayudar en derribarlo.
Después me protegería o seguiría detrás de la cobertura de alguna columna cercana a mi posición.
-Yui utilizaría Piro contra el ala buena de Nith. -Va a intentar no meterse en la estrategia de los demás pero si surge algún problema correrá a ayudar de alguna manera ya sea con la pluma como luchando físicamente.
A scattered dream that's like a far-off memory.A far-off memory that's like scattered dream.I want to line the pieces up yours and mine.
El Guía aclaró todas las dudas que les surgieron, haciéndoles un enorme favor. En primer lugar le aconsejó a Saxor que llamara a Neizan para que les diera apoyo en la batalla. Era una muy buena idea sin duda. No había comprobado de primera mano la fuerza del espadachín, pero aun así daba por hecho que sería un genial aliado.
Después, le explicó a una joven de Bastión Hueco las utilidades de las plumas. Si no iban a durar mucho tiempo entonces tenían que usarlas cuanto antes, al menos así creía Light.
En cuanto a su duda respecto a la llave dorada, afirmó que no sería tan fácil arrebatársela; primero tenían que debilitarle. El rostro de Light reflejaba cada vez más incredulidad a medida que escuchaba información del arma y se le quitaron las ganas de cogerla por sí mismo. Podía destrozarle la mente si no tenía el suficiente cuidado y además debía pensar en… ¿Barreras y canciones?
«¿Qué demonios…?», menos mal que había preguntado por la llave.
Por supuesto, intentaría realizar el robo mucho más tarde, todavía no.
—¿Preparado? —le preguntó en voz alta a Malik. En cuanto ambos estuvieran listos cogerían sus respectivas piedras y se posicionarían. Gaomon se materializó al lado de Light y observó con atención todo el proceso, preparado para proteger al aprendiz.
Lo primero que notó fue el bárbaro aumento de temperatura de la piedra que estaba sosteniendo. Tanto ésta como las líneas del símbolo grabado en el suelo y el capullo empezaron a resplandecer. Light, que observaba sin pestañear la prisión (el susodicho capullo) de Nithael, llegó a apreciar los diversos caracteres que aparecían.
Desvió la vista para observar la piedra que absorbía el aura que le envolvía, molesto. Literalmente ardía, tanto que la hubiera soltado por puro acto reflejo en situaciones normales. No podía dejar de aferrarse al objeto aunque quisiera.
No resultó nada agradable mantener cogida la piedra, le ardía la mano literalmente (y los brazos). Soltó un grito lastimero y deseó que aquel maldito ritual terminara ya. Gaomon, a la vista de su sufrimiento, exclamó su nombre.
Le estaban arrebatando sus energías de una forma demasiado dolorosa.
Hacía cada vez más calor en el interior del templo y la situación se volvía insoportable por momentos. Incluso el círculo comenzó a cegarles. Light entornó los ojos y comprobó que Nithael parecía reaccionar al fin. ¡Malik y él lo estaban consiguiendo!
El dolor provocado por las piedras se convirtió en el menor de sus problemas cuando vio lo que se le venía encima. Primero se produjo una explosión —en ese momento se puso en guardia y el eidolon se interpuso entre él y Nithael—, después vino la tremenda lanza de luz, la cual les atravesó sin piedad. No tuvo fuerzas para gritar ni siquiera y en ese instante pensó que sería su fin. No recordaba haber recibido un ataque tan destructivo como aquel: era simplemente bestial.
Chocó contra el puente que antes habían cruzado y no volvió a levantarse del suelo, al menos de momento. Gaomon corrió hacia su posición para asistirle y comprobar su estado. Notaba su respiración acelerada: seguía vivo y consciente, pero estaba en las últimas desgraciadamente.
«Joder…», entre jadeos, despegó lentamente la cabeza del suelo y buscó con la mirada a Nithael. Presentaba un aspecto muy diferente al de su reminiscencia: tenía un ala herida y su vestido estaba rasgado y embadurnado de sangre. Su rostro también llamaba la atención: ya no había ápice de amabilidad o serenidad en éste.
Ahora se mostraba furioso.
«Esto no ha sido nada», se autoconvenció el muy estúpido a pesar de sus graves heridas. Mientras estuviera vivo y fuera capaz de moverse daría guerra.
Fue entonces cuando intentó hacerle entrar en razón. No supo si sirvió de algo, porque algunos de sus compañeros lanzaron en ese momento sus ataques. Ninguna de sus magias pareció afectarle, excepto el hechizo oscuro de Saxor, que le arrancó un grito.
—¡¡ASSUR!!
Abandonó el capullo que había supuesto su prisión e inició el vuelo. El ángel solemne por un momento pareció perder el equilibrio por motivos obvios —su ala herida—, pero no llegó a caer. Señaló a su amigo Saxor con la Llave Espada y, de repente, surgieron unas manos rocosas del suelo. Le inmovilizaron, dándole una oportunidad al ser celestial para arremeter contra el chico indefenso.
De no ser por el chico de Bastión Hueco Saxor hubiera salido muy mal parado. El aprendiz del bando contrario atacó al ángel por la espalda y sufrió las consecuencias: un aletazo le impulsó hacia una pared. Después, Nithael ascendió.
—¡¡Gabriel!!
Justo cuando Light se disponía a lanzarle un grito su eidolon le detuvo. El perro se colocó delante de él, haciendo de escudo, se volvió un momento y negó con un breve movimiento de cabeza. No podía hacer nada útil todavía: estaba demasiado débil y Nithael no razonaría con él tan fácilmente (su reminiscencia ya les había advertido).
Light dejó que sus compañeros prosiguieran con la lucha sin él y ayudaran a Saxor. En el peor de los casos, su eidolon le cubriría con su cuerpo —ambos tenían la habilidad Último Estertor— y sus accesorios le protegerían, evitando que acabara fuera de combate.
En cierto momento acudiría Maya: nunca se había alegrado tanto de verla, aunque fue incapaz de exteriorizar esa alegría.
—Maya, tenemos que luchar contra él para conseguir la llave. Pero también hay que salvarle…—pronunció con dificultad, entre jadeos. Guardó la piedra en un bolsillo e intentó levantarse del suelo, mas fue en vano: en un momento de flaqueza cayó de rodillas.
La brujita le aplicaría un conjuro que desconocía por completo y le confirmaría que tenía un as en la manga. En ese momento Light mostró una débil sonrisa: había esperanzas para Nithael, podían salvarle a él y al castillo. Pero para eso… tenían que luchar y debilitarle.
“Vamos a ver. No, no creo que puedas usar Magnetoloquesea al menos hasta que Nithael deje el capullo y ni aún entonces sé si podrías arancársela. Tendréis que debilitarle bastante”.
Finalmente se decidió. Tenía que luchar sí o sí. Si su poder ayudaba a que Nithael recapacitara, estaba dispuesto a poner toda la carne en el asador.
Un aura celeste le rodeó y sus ojos se tornaron del mismo color: activó de inmediato Berserker, una técnica que le fortalecía en gran medida en apuros, convirtiéndole en una máquina de matar. Se levantó del suelo con rapidez pasmosa, serio, sin manifestar ninguna mueca. El dolor agudo que había estado padeciendo desapareció de un plumazo —mas las heridas seguían ahí— y se sintió bastante más vigoroso y ligero. Utilizar aquella habilidad implicaba sumergirse en la locura, pero no llegó a perder el control. La ira no le cegó por completo porque su deseo de salvar a Nithael de su desesperación era muy poderoso. Además de eso…
“Al haber sobrevivido a todas mis pruebas, habéis desarrollado cierta inmunidad mental y física (aunque no lo creáis, habéis estado luchando contra el Olvido o la disolución en el Castillo, así que ahora mismo sois bastante decentillos mentalmente)”.
Observó su colgante a continuación y lo agarró, con las ideas muy claras.
“Me guiará y me ayudará a no dejarme llevar por el odio y elegir correctamente”.
Light no se lanzaría ciegamente al ataque y cooperaría con su compañera Maya. En cuanto la bruja invocara un torrente de hojas que rodearan y entretuvieran a Nithael, se acercaría a él y prepararía uno de sus ataques más devastadores: la Brecha Lunar. Enarboló su Llave Espada, dejó salir un tremendo rugido y agitó su arma a una velocidad pasmosa, enviando una potente luna creciente hacia su contrincante, envuelto en el ciclón.
—¡Ni se te ocurra morirte, Nithael! —vociferaría después de golpearle con la Brecha Lunar.
Al segundo, Gaomon efectuó sobre él un hechizo Tenue, volviéndole invisible. Difícilmente podría salir herido de un posible contraataque si el enemigo no lograba detectarle.
No se lo pensó dos veces y empleó su velocidad mejorada para alejarse rápidamente de Nithael y resguardarse en algún lugar seguro (tras unas ruinas, por ejemplo). La razón era simple: quería conservar los efectos de Tenue el mayor tiempo posible y mantenerse a salvo. Gaomon, que también se encontraba debilitado, le imitó e intentó esconderse en cualquier recoveco.
- Las acciones relacionadas con Maya han sido acordadas con Zodiark
- Habilidades:
Light
▪ Berserker (HC) [Nivel 20] [Requiere Locura; Afinidad a Luna; Vitalidad restante: 30% o menos] Despierta sus poderes latentes y aumenta mucho su agresividad en combate cuando está débil. Velocidad y Fuerza aumentan en gran medida (x1.5) mientras se encuentre en el margen de 30% de vit.
▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.
Gaomon
▪ Tenue (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 13]. Vuelve invisible al objetivo temporalmente.
Finalmente, acabaron reuniéndose un grupo de siete personas y pudieron seguir avanzando hacia adelante, después de que el Guía les ofreciera una bonificación a los recién llegados. Malik no usó inmediatamente la pregunta de la que disponía, conociéndose a sí misma, Keiko seguramente la hubiera usado ya, por ello, admiró al chico.
Nada más entrar vieron la figura de Nithael. Light le gritó tratando de volverle la cordura. La joven aprendiza recordó lo que dijo anteriormente, e iba a cumplirlo, aunque tuviera que hacerlo a golpes.
Sin embargo apenas logró reaccionar cuando Nithael comenzó una serie de ataques que dejaron a Light y otros portadores en malas condiciones, mientras que Keiko había logrado esquivarlo.
"Maldición... Esto es mi culpa", pensó la joven. Tenía que actuar rápido para ayudar a sus compañeros.
Se fijó en que Nithael tenía una de sus dos alas herida, y que esa misma casi acabó traicionándolo en la acción anterior. Si lograban acabar con su ala sana, su nivel de peligrosidad se reduciría.
Keiko se decidió. Se iba a encargar de impedirle el vuelo a Nithael, aunque no sabía como, ya que estaba volando. Pero... si lograba atraerle hacia tierra, podía hacer algo. Lo malo era que no podía usar magia y por tanto, atraerle. Por tanto, tenía que esperar a que alguien lograse atraer a tierra al ángel. En ese momento, ella correría hacia su objetivo y le atacaría con su espada al ala sana una y otra vez.
Debido a que Keiko no puede usar magia, ella esperará a que Nithael descienda y en el momento en que lo haga, correrá a su posición y le atacará al ala sana con el objetivo de inutilizársela.
Mientras el grupo entero se preparaba y tomaba posiciones; ya fuese situándose alrededor del capullo o en los dos altares de piedra, Nikolai trató de meditar durante los pocos segundos que tenía en la información aportada por el Guía. Pensó en la pluma de Nith (o en la de su Reminiscencia, más bien) que guardaba en la chaqueta y en su potencial utilidad. Pensó en la Llave Espada y en el gran poder que contenía como para que hiciesen falta dos personas para empuñarla.
Eran demasiadas cosas a tener en cuenta para un combate que ya de por si se las traería. Al fin y al cabo, aquel era su último desafío para conseguir la Llave. Después de haber llegado tan lejos, no podía fallar en un momento tan crucial. Necesitaba deshacerse de todas las inseguridades que la dichosa prueba del Guía le originó y centrarse.
Entonces, el ritual dio comienzo: En cuanto Malik y el chico del yukata agarraron las piedras de los altares, estas comenzaron a brillar con intensidad. Al mismo tiempo, los trazos del círculo mágico también se pusieron a brillar, y una serie de grabados aparecieron por la superficie del capullo cristalino.
El espectáculo de luces pronto se vio eclipsado por una imagen aún más estremecedora. El fulgor que emanaban las dos piedras se acrecentó, y Nikolai no tardo en reparar en las caras de dolor que esbozaron los dos que las habían activado. Esas cosas debían quemar como mil demonios, y lo confirmó enseguida nada más notar que incluso la temperatura del ambiente aumentó.
De la frente de Niko empezaron a brotar las primeras gotas de sudor. No sabía con claridad si era a causa del insoportable calor o del miedo que le carcomía por dentro, porque… ¡Demonios, estaba acojonado! Incluso los cimientos del templo temblaron a consecuencia de la creciente energía de las piedras.
Pero su preocupación por que la nave entera se viniese abajo pasó a ser una nimiedad en cuanto el capullo estalló en una vorágine de luz. El aprendiz se llevó un susto de muerte al atisbar por el rabillo del ojo lo que parecía ser una lanza de luz saliendo escopetada de la prisión de Nith, y empalando en el acto al chico de Tierra de Partida. La criatura canina que le acompañaba llegó a situarse en medio para protegerle de ese ataque a traición. Pero ni con esas evitaron salir despedidos hacia el puente.
Azorado, apartó la vista de los dos accidentados y la volvió a dirigir al capullo, solo para contemplar al responsable de aquello.
<Dios mío…>.
Nithael, el ángel, se dejó ver entre los restos humeantes de su prisión. Su demacrado aspecto, con las ropas rasgadas y manchadas de sangre, no tenía nada que ver con el porte solemne y tranquilo que desprendía su reminiscencia. Más bien, parecía un perro rabioso y confundido al que habían sacado de su jaula.
—¡Nithael! ¡Somos nosotros, hemos venido a salvar Tierra de Partida! ¡Si de verdad te importa tu hogar tienes que ayudarnos!
Las palabras del aprendiz del bando contrario calaron en el ángel, quien vaciló durante unos instantes. Una lástima que varios del grupo comenzaran el ataque y le disparasen diversos hechizos, lo que provocó que Nithael reaccionase con hostilidad.
—¡¡ASSUR!!
Aun con una de sus alas malherida, logró remontar el vuelo con ciertas dificultades y enarbolar la poderosa arma que era su principal objetivo. Con un movimiento firme de la Llave, creó bajo los pies de Saxor unas manos de piedra que le aferraron de los pies. Una oportunidad perfecta que Nith no dejó escapar, abalanzándose sobre su presa.
—¡¡Saxor!!
No le quedó otra que entrar en acción: con su Llave Espada en ristre, esprintó hacia el ángel y logró atinarle una estocada en la espalda antes de que descargase su furia contra Saxor. Le detuvo, pero llevándose de regalo un ataque inesperado: un aletazo con tal fuerza que lo mandó por los aires.
Nikolai se estampó contra una pared y se desplomó de rodillas, maltrecho. Trató de levantarse lo más rápido que pudo entre tambaleos y se llevó la mano al hombro se llevó la mayor parte del impacto, esbozando una mueca de dolor. Si aún conservaba tanta fuerza en las alas, no quería ni imaginarse lo que sería llevarse un mandoble de su parte.
Alzó la vista hacia Nith, que ascendió hasta la parte más alta del templo. Desde ahí se puso a buscar con una mirada iracunda por los alrededores.
—¡¡Gabriel!!
<¿Gabriel?>.
Se le encogió el corazón al escuchar su bramido desesperado. Comprendió que, pese a ser una amenaza importante para ellos, la mente de Nithael debía de ser un completo caos desde el momento que lo despertaron. Ni siquiera sería consciente de que la persona que estaba llamando a gritos pereció hace unos mil años. Era una imagen desoladora.
<No, tal vez podamos usar eso a nuestro favor>.
Antes reaccionó en cuanto se le nombró Tierra de Partida, por lo que cabía la posibilidad de hacerle entrar en razón con las palabras adecuadas. Pero el diálogo no surtiría efecto si seguía tan alterado. Dolía reconocerlo, pero tendrían seguir el consejo del Guía y hacerle entrar en razón por la fuerza.
Sin embargo, primero debían asegurarse de que ellos no saliesen mal parados; Saxor y el chico de yukata eran los objetivos más llamativos para que Nith fuese a por ellos. Desde su posición atisbó a Malik por las cercanías, llamándole la atención el escudo que portaba. Se le ocurrió una idea que bien podría sacarles de su apuro.
—Malik, necesito de tu ayuda para cubrir al resto —llamó al hombre, señalando su escudo. Fue lo más directo posible, pues no tenían tiempo para planear su estratagema en profundidad—. Si puedes bloquear sus ataques, me encargaré de contraatacar. Tú mantén el escudo en alto.
Si Malik estaba de acuerdo, le instaría a que se corriese junto a él hacia el posible blanco de Nithael. Si el ángel se lanzaba en picado y Malik lograba bloquear con éxito su ataque, respondería de inmediato clavando su arma en el suelo para ejecutar un Tajo Planar en la superficie del escudo. Un ataque a esa distancia y desde un ángulo imprevisible le tenía que pillar casi seguro.
Y en el caso de que se viesen en problemas, no dudaría en hacer uso de la pluma para protegerse. Un ataque tan directo como ese podía dejarles en una muy mala posición si no tomaban medidas.
Nikolai usará un Tajo Planar sobre el escudo de Malik cuando este consiga bloquear cualquier ataque de Nithael a modo de contraataque. Las acciones están acordadas con Tanis.
▪ Tajo Planar (HC) [Nivel 5] [Requiere Afinidad a Nada: Fuerza: 7; Armas blancas: 6]. El usuario clava su arma en el suelo para luego hacer brotar de cualquier superficie sólida (no viva) una espada de energía que empalará a los enemigos. La espada se puede materializar en un radio de cinco metros.
—¿Por qué me decís que me aparte? ¿Creéis que asívais a quedar más guays o algo o voy a convencerme de vuestra decisión? Estoy dentro de vosotros, conmigo muchas palabras no son necesarias. Al final el único decente va a ser Malik.
Arqueé una ceja, mirando extrañada al tipo. ¿Quién era, y por qué aseguraba que sabía absolutamente todo sobre nosotros, que estaba, de hecho, dentro de nosotros? Estuve a punto de hacerle la pregunta, de saber quién era realmente. Y no me iba a servir algo como que era el guía de ese castillo, o alguna cosa así. Sabía que era algo más, y tampoco podía ser una reminiscencia. Pero no pude llegar a formularla, porque en cuanto abrí la boca, antes de poder articular palabra, El Guía estiró uno de sus brazos hacia mi cara, con la mano abierta. Como acto reflejo, cerré los ojos y di un pequeño paso hacia atrás.
Cuando estaba a punto de dar otro paso hacia atrás para alejarme de él, me di cuenta de que no estaba haciéndome daño, sino dándome unas palmaditas en la cabeza. Con los ojos cerrados, sentí la calidez de su mano. De alguna forma, me pareció agradable y me hicieron sentir una especie de amor que no había sentido desde hacía mucho tiempo. Pero pronto volví en mí, cayendo en la cuenta de quién era el que estaba haciendo aquello, así que abrí los ojos y le observé, extrañada.
—Bien hecho, Maya. Todavía eres una niña y necesitabas aprender estas cosas cuanto antes. Huir no es inútil. A veces, se trata de la mejor estrategia. Pero precisamente tienes que saber cuándo debes escapar. Si todo depende del miedo y de tus instintos básicos, jamás darás un paso adelante: sólo serás una carga para los demás. Es preferible tomar una decisión y equivocarse a fallar por no haber sabido tomar ninguna. Arrepiéntete si haces algo mal, pero hazte responsable, como me has dicho que vas a hacer. Si lo consigues, serás mucho más madura que demasiados adultos.
Escuché atentamente todo lo que me estaba diciendo. Aquel ser realmente estaba de nuestra parte, o eso parecía. Sus consejos parecían útiles, y a pesar de su constante voz siniestra, a la que de todas formas ya me había acostumbrado, sus palabras me parecían mucho más cálidas y amables que anteriormente.
Asentí, devolviéndole la amable sonrisa que me estaba dedicando, y continué escuchándole, asintiendo después de cada frase, dándole las gracias en silencio por sus consejos.
—Bien hecho.
Antes de poder siquiera contestar, el pasillo a mi alrededor desapareció, y pronto me vi a mí misma en otra estancia totalmente distinta.
—Te resumiré las cosas: tus compañeros están luchando para conseguir el fragmento de la Llave Espada. Su enemigo esNithael —comenzó de pronto El Guía, que se encontraba frente a mí en aquella nueva sala—. El verdadero Nithael. Lleva más de mil años encerrado en este lugar y está en posesión de la Llave Espada, además de sumido en una furia y locura tales, después de tanto tiempo durmiendo, que no distingue las cosas y ataca a todo bicho viviente. Para que quede claro, no hablo en broma: está completamente enajenado. Su cabeza es un batiburrillo de miles de años de pesadillas, como aquella de donde sacaste a Gabriel, recuerdos y sentimientos de otras personas mezcladas en su interior. Seguramente crea que sigue en el pasado, en el momento en que lo sellaron.
Tardé unos segundos en asimilar toda aquella información. No me esperaba que nuestra prueba final fuese pelear contra Nithael, el verdadero, para coger la Llave Espada que nos permitiría recuperar nuestro, y mucho menos que mis compañeros ya estuviesen luchando contra él. Pero, lo que más me llamó la atención fue... ¿mil años durmiendo? No me extrañaba que aquel pobre hombre estuviese sumido en un estado de enajenación.
»La Reminiscencia de Nithael suplicó a tus compañeros que lo mataran lo más pronto posible para evitar asesinar a nadie, pero en general no parece que tengan la intención de hacerlo.
—¿La Reminiscencia de Nithael? ¿Te refieres al Nithael que me dio la pluma donde ahora está la Reminiscencia de Gabriel?
»Yo apoyaré a mis compañeros. No le asesinaré, aunque la Reminiscencia de Nithael lo pidiera. Gabriel... O mejor dicho, la Reminiscencia de Gabriel, me pidió que ayudase a Nithael, y como ya he dicho le daré una oportunidad, así que no puedo fallarle.
—¡¡Gabriel!!
Aquel grito resonó, lejos, al otro lado de la gran puerta dorada. Giré la cabeza hacia allí, y luego observé extrañada al Guía.
—¿Es él? ¿Es Nithael?
Si de verdad era él, el verdadero Nithael, al menos parecía recordar a Gabriel, o al menos su nombre, lo cual me daba esperanzas. Si el Gabriel de la pluma salía e intentaba hablar con él, quizá podía sacarlo de su estado de locura.
—Si vas a usarla, te recomiendo que esperes a ver si podéis espabilarlo un poco mediante golpes. O, al menos, aguarda a que esté más debilitado. Sólo tienes aun niño pequeño que intentará llamar a Nithael, pero ahora mismo dudo que le escuche. Y las Reminiscencias son débiles ante la Llave Espada, que es capaz de manipular el ambiente y cambiarlo a su antojo. Te recomiendo que, si tienes la oportunidad, no empuñes sola la Llave Espada o (por motivos largos de explicar, tendrás que fiarte de mi palabra, como has dicho que harías) te reventará la cabeza. Dicho esto, ¡quieta ahí!
Asentí con la cabeza, decidida, y, con un poco de prisa, escuché lo último que tenía que decirme. Quería apresurarme para ir con mis compañeros y ayudarles antes de que fuese demasiado tarde y, arrepintiéndose de su decisión de no matar a Nithael, no tuviesen más remedio que hacerlo.
—Elijo el 4 —respondí después de que me mostrase las opciones a elegir.
»Tengo una pregunta sobre ti... Pero creo que deberá esperar. Quiero ir con mis compañeros cuanto antes.
Tras coger la recompensa que me entregase El Guía, le daría las gracias y correría a toda velocidad hacia las puertas doradas para atravesarlas.
No tardé en llegar al lugar del combate. Allí, vi a todos los compañeros que habíamos escogido bajar a los sótanos, a excepción de Nicoxa y Alec. Seguramente no habían superado la prueba todavía, pero me alegraba de ver a todos los demás sanos y salvos, especialmente a Light y a la amiga de Nicoxa, por la que parecía bastante preocupada.
Y, en medio de todo, Nithael, el verdadero, volando alto y con un ala algo malherida.
—¡Chicos! —exclamé, para llamar la atención de los demás aprendices.
—Maya, tenemos que luchar contra él para conseguir la llave. Pero también hay que salvarle…
Asentí con la cabeza, cruzando miradas cómplices con Light, que parecía cansado y herido. Sin perder tiempo, apliqué un hechizo Aliento de vida sobre el muchacho.
—Creo que no hará falta acabar con él —comenté—. Tengo conmigo una Reminiscencia de Gabriel, de cuando todavía no había sido corrompido por la oscuridad. Si conseguimos debilitarle y devolverle algo de cordura, creo que podremos hacerle entrar en razón gracias a él.
Observé al ángel mientras materializaba mi Llave Espada. Era el momento de ponerme a prueba, de demostrar que todo aquel discurso que acababa de soltarle al Guía no eran simples palabras vacías. Debía actuar, y salvar nuestro mundo. Si fallaba en ese momento, todo lo que había dicho habría sido en vano, y sentiría tanta vergüenza que no podría volver a mirar ni al Guía ni a Kazuki a la cara. No podía permitirme fallar.
Miré a Light de nuevo, cruzando una mirada con él. Con el hechizo anterior, nuestro movimiento se había puesto en marcha. Sabía de lo que era capaz el chico, así que utilizaría mi magia para apoyarle en su ofensiva.
—Ciclón de Hojas —musité estirando el brazo, apuntando con la Llave Espada a Nithael y haciendo que de la punta surgiese una bocanada de aire cargada de hojas afiladas que no tardarían en alcanzar al ángel con la intención de rodearle. Aquella distracción serviría a Light para atacar.
El chico utilizó una de sus magias de elemento Luna, así que corrí hacia la espalda de Nithael con la Llave Espada en ristre, consumiendo el contenido de uno de mis frascos de Éter por el camino. La chica de Bastión Hueco lanzó un Piro hacia el ala sana del ángel, así que aprovecharía esas dos habilidades para lanzarme a por él si, gracias al Piro de la muchacha, lo conseguía tener al alcance. Keiko también parecía estar preparándose para lanzarse a por él, así que tenía que ser rápida y precisa para coordinarme con todos ellos.
Nada más terminar la Brecha Lunar de Light, y gracias también al Ciclón de Hojas si es que había funcionado, aprovecharía que Nithael posiblemente estaría confuso y aturdido para cargar un hechizo Aturdidor en mi Llave Espada y lanzarme de un salto a golpear su ala buena, para justo después saltar hacia atrás y alejarme de nuevo, dándole vía libre a Keiko para golpearle. Con suerte, si conseguíamos alcanzarle con nuestra cadena de ataques, su ala quedaría lo suficientemente perjudicada como para verse obligado a quedarse en tierra, lo cual nos facilitaría a todos la tarea de debilitarle.
▪ Aliento de vida (HM) [Nivel 5] [Requiere Afinidad a Natura, Poder mágico: 10]: Reza a la Madre Naturaleza para bendecir a un aliado malherido (10 puntos de vitalidad o menos) con un aura mágica que hará que el próximo daño letal que reciba (es decir, que baje su vida a 0) no sea mortal y le permita sobrevivir con 1 punto de vitalidad. El usuario no puede aplicarlo sobre él mismo y tampoco puede usarlo más de una vez sobre la misma persona o mascota en un mismo tema.
▪ Ciclón de hojas (HM) [Nivel 12] [Requiere afinidad a Natura, Poder mágico: 18, Puntería: 8] Del extremo de la Llave Espada del usuario surge un torrente de hojas afiladas que vuelan hacia el objetivo y lo rodean durante unos segundos, girando rápidamente y provocándole leves cortes. Al terminar, las hojas caen al suelo y desaparecen.
▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
PH: 20 - 5 de Aliento de Vida - 12 de Cicón de Hojas + 20 de Éter - 8 de Aturdidor = 15 (14 en caso de que el gasto de PH de la materialización de la Llave Espada se tenga en cuenta)
Tras escuchar las preguntas que hizo Maya los tres aprendices se despidieron de Kazuki y de Gabriel para dirigirse juntos al pasillo en el que se desarrollaría la prueba.
Nada más cruzar se toparon con el Guía, que los miraba sonriente, sobretodo a Nicoxa.
—¿Sabes qué, Nicoxa? Creo que no vas a tener tiempo para comerte eso, así que o lo haces ahora mismito (no me importa esperar un poco) o tiras la comida porque, de veras, hay un poquito de prisa.
Se sobresaltó un poco, ¿cómo sabía que se había escondido eso? A regañadientes se la metió toda de golpe en la boca (había aprendido por las malas que tirar la comida no está bien), esperando que no le diera un empacho justo en aquellos decisivos momentos.
—Bueno ya está —dijo mientras masticaba con dificultad—. ¿Y ahora?
El Guía se frotó las manos y empezó uno de sus discursos. Dedicado exclusivamente a Nicoxa.
—Así que eres una superviviente, Nico y tu objetivo más básico es reencontrarte con Colibritany. Me parece tan adorable. Ella dijo algo parecido. La ironía es que aunque os queréis tanto, habéis hecho muy poco por protegeros y manteneros juntas, ¿no crees? —¿De qué iba todo esto? —. Ya sabes. Sois amiguitas desde hace un año y algo, unidas por la cruPorque hizo un gesto para que nadie le interrumpiera que si no ya le habrí cantado las cuarentaeldad de este mundo. ¡Incluso os unisteis juntas a la Orden! ¡Qué maravilla, unas chicas de burdel iletradas, una de ellas lo suficiente estúpida como para dejarse engañar por una chica y creer que «podía dar calor a la gente», miembros de la Orden más importante de los mundos! ¡Del burdel a luchar por la Luz, por la Oscuridad, por la igualdad! ¡Y sin tener ni idea de en lo que se metían! Debió parecerte una oportunidad caída del cielo, ¿eh, Nico? Una cama cómoda, comida gratis, poder viajar entre mundos, ser importante… E incluso aprender magia. Sin duda debió aliviaros saber que las dos érais Cenicienta, unas elegidas que podían pasar a formar parte de una historia épica…
»Sabes, en las leyendas siempre se resaltan unos temas un poco clichés pero que son importantes. Temas como la venganza, la lealtad, el amor, la amistad. Esas cosas de luchar codo con codo, hombro con hombro, hasta el final y tal. —miró a los lados, Nico no daba crédito a lo que estaba oyendo—. No veo a Coli por ningún lado. ¿Te la has dejado en algún sitio, Nico? ¿Quizás donde tus queridas hermanas? —el mero hecho de que nombrara a sus hermanas despertó algo en su interior. Sabía que estaba en un momento crucial y que quizás debería contenerse pero por el camino que estaba llendo el Guía la cosa sería muy complicada—. Sí, sí, sé que se suponía que debías buscarlas y… ¡Me encanta cómo pierdes el tiempo en Bastión Hueco, querida! Los cadáveres de tus hermanas podrían estar pudriéndose ahora mismo en algún lugar perdido de la mano de Dios. Tu… err…amabilidad me conmueve. Sobre todo si imaginamos que tus hermanas no están muerta, sino que han sufrido el mismo destino que Coli y tú. Muy kármico todo, ¿no te parece?
No podían escapar, estaban encerrados con el Guía y, por lo que pudo percibir, tanto Alec como Maya estaban enfrascados en su propia prueba con lo que parecían ser los hermanos gemelos del Guía. De todas formas Nico en aquel momento no pensaba en huir de él.
Pensaba en soltarle todo lo que se estaba guardando mientras podía: no iba a aguantar mucho más sin estallar, ella no era de las que se callaban las cosas, mucho menos cuando estaba siendo atacada de esa forma.
—Lo siento, pero es que no dejo de preguntarme qué diantres haces en la Orden si lo que se supone que eres es una superviviente. Es decir, ¿qué te esperabas? ¿Que sabrías pelear, que una niña superficial como tú soportaría que su bonito cuerpo se llenara de cicatrices, que podría perder dientes, quedarse sin nariz o incluso morir porque, vaya por dios, estás luchando contra monstruos? Nadie querría mirarte entonces, ¿verdad? Oh, pobrecita. Debe ser duro eso de esperar que la gente te admire por tu físico en vez de por la inteligencia o cualquier otro valor que no se corrompa por el esfuerzo o el paso del tiempo.
»Lo cual nos lleva, de nuevo, a qué diantres haces en la Orden. ¿Para qué luchas? ¿Eres sólo como Colibritany, que cazó la primera oportunidad que encontró al vuelo para poder salir de vuestra apestosa vida anterior, abandonando a todas aquellas personas que os necesitaban para uniros a una causa que no compartís? ¡Estáis aquí por error, ni siquiera queríais venir, pero lo hicisteis! ¡El karma, de nuevo! ¡Veníais a robar, puede que a matar, y acabáis en mis dominios, con una horda de Sincorazón esperando a mataros! ¿No? ¿No veníais a matar? Entonces, ¿a qué? ¿A ayudar? —Soltó una ronca carcajada—. ¿Alguien como tú? ¿Que apenas sí lleva tiempo en Bastión Hueco y que ha venido aquí arrastrada por la corriente, incapaz de decidir o de hacer otra cosa que lloriquear por su amiga mientras se mete en la boca del lobo? ¿Qué has hecho, aparte de correr de un lado para otro? Es como con tu familia, es como con tu patética vida de ensueño que nunca ha existido y jamás existirá. Has escogido un sendero de muerte, destrucción y sangre… Y ni siquiera eres capaz de luchar por tus compañeros, por la Orden a la que has decidido dedicar tu vida.
»Porque estás aquí para sobrevivir. ¡Ja! ¡Vuelve corriendo a casa, Nicoxa! ¡Juega a hacerte la amable, chilla e indígnate cuando alguien te tire de tu precioso pelo en vez de preocuparte por la gente que te rodea o por tu garganta! ¡Un día te abrirán una sonrisa roja muy hermosa y entonces, ¿para qué habrá servido todo?! Das asco. La gente como tú no debería ni pensar en aceptar la Llave Espada. No vales para esto. Desaparece, lárgate de aquí, arrástrate detrás de gente que sí está decidida a proteger este lugar que querías destruir y reza porque no te haga desaparecer del recuerdo de tu querida y preciosa amiga.
—Cállate —respondió al fin, con una furia increíble—. ¡Cállate! ¡No tienes ni idea de lo que estás diciendo! Y no se te ocurra nombrar a mis hermanas otra vez
»¿Se supone que la prueba es aguantar cómo nos dices todas estas tonterías sin echarnos a llorar o algo así? ¡Por favor! Simplemente no —aunque estaba cabreadísima soltó una risotada hiriente—.No me vengas con tonterías; Coli y yo nos separamos porque sabíamos que así cubriríamos más terreno para encontrar la llave que nos permitiría escapar, no por alguna otra razón que esté pasando por tu perturbada cabeza, eso para empezar ¡Oh Dios mío que locura hicimos! ¡¡Llamen a la policía, Nico y Coli se han separado!! Pues no. Segundo me uní a la orden por lo que has dicho, exactamente. Cualquier persona en su sano juicio lo habría hecho, no me iba a quedar mendigando por ahí si podía tener una cama y comida, incluso a cambio de un trabajo así.
¿Lo siguiente que había dicho era lo de sus hermanas? No estaba segura pero decidió seguir hablando por ese camino.
—No se qué le ha pasado a mis hermanas, lo que si se es que están vivas. Es algo que por alguna razón puedo notar —se llevó una mano al bolsillo, donde palpó con delicadeza la figura con forma de labio que guardaba—. Lo que está claro es que ha debido ser algo malo... y no soy idiota. Si hubiera ido en busca de lo que fuera que les pasó yo sola, sin ningún tipo de arma ni conocimiento... ¿qué me habría pasado? Probablemente lo mismo que a ellas. Es una locura. En la orden puedo entrenar, hacerme más fuerte. Así, poco a poco, estaré preparada para enfrentarme a la verdad.
Hizo una pausa, algo cansada de hablar. Tomó aire y prosiguió, mirando a los ojos directamente al guía mientras esbozaba una sonrisa traviesa.
»Por cierto... ¿por quién me tomas? Me gusta ir guapa y sexy, también llamar la atención, sí —se pasó una mano por la cintura poco a poco— ¿Si tengo un buen cuerpo se supone que tengo que avergonzarme, o ir con una manta tapada entera no vaya a ser que algún niño se traumatice? ¡Pues no me da la gana! —se encogió de hombros— Vale, reconozco que no he escogido el trabajo más limpio y seguro del mundo, y aunque odie mancharme y hacerme heridas... es lo que hay, al menos así... me siento útil.
»Y sí, voy un poco a lo loco la verdad, pero bueno, es parte de mi forma de ser, tengo que controlarme más y dar mas importancia a ciertas cosas, eso tengo que reconocerlo—se pasó una mano por su cuello. No había prestado demasiada atención a su herida, pero porque en esos momentos la necesidad de escapar y huir era mucho mayor.
Estaba cada vez más cansada de darle explicaciones al pintamonas del Guía. Lo que se merecía era un guantazo en vez de tanta palabrería, pero no iba a cometer tal locura y siguió respondiendo a sus ataques tan gratuitos.
»Otra cosa; ¿para ser una digna portadora de la llave espada tengo que ser uno de esos aprendices bordes que se creen superiores a todos los demás? No creo, y tampoco me sale del mismísimo comportarme así. Cada uno es como es, y si yo puedo blandirla es por algo, ¿no? Así que basta ya.
Nico caminó, furiosa y decidida, hacia el Guía.
—Deja de juzgarme, sé perfectamente cómo soy y lo que quiero en mi vida: Quiero ser más fuerte, para protegerme a mí y a mi amiga, para encontrar respuestas. Quiero aprender más, para actuar mejor en situaciones difíciles. Quiero ser como soy, que la gente me recuerde por toda mi esencia. Quiero ser feliz, vivir y trabajar; ser de ayuda a la gente que me ha permitido seguir adelante.
»Y quiero que te quites de en medio YA y me dejes acabar con esta pesadilla de una vez por todas.
No pudo evitar gritar. Se había mentalizado para el dolor que pudiera ocasionar la piedra, pero la realidad era que resultaba demasiado para él. Le supuso mucho esfuerzo reprimir los gritos, o al menos intentarlo. Estaba seguro de que, si no hubiera sido por aquella fuerza magnética que lo obligaba a sujetar la piedra, la habría soltado al instante. Entre lágrimas vio la forma borrosa del capullo de Nithael, bajo el que se iluminaban las líneas marcadas en el suelo de piedra. Sintió cómo le chupaban la energía...
«Un poco más, vamos... Un poco más».
Se mordió la lengua y saboreó la sangre, justo antes de que se sucediera la explosión. Después de eso lo primero que vio fue a Light chocando contra el puente que habían cruzado. Sin pensárselo dos veces rodó sobre sí mismo, se incorporó y escondió tras las ruinas que tuvo más a mano. Con el dolor y la quemazón todavía en las manos, y la respiración cortada, Malik intentó pensar. Nithael no le había visto y no le vería si no llamaba su atención, o si simplemente los demás eran blancos más a la vista. Sabía que eso no duraría mucho y que tendría que aprovechar esa ventaja. Dudaba de que fuera buena idea intentar razonar con el ángel, como era idea de Light, pero no podía lanzarse de cabeza y plantarse para matar a Nithael. Necesitaba esperar, y que los demás, si el ángel no recapacitaba, apoyaran el tener que matarlo.
—¡Nithael! ¡Somos nosotros, hemos venido a salvar Tierra de Partida! —Al oír la voz de Light, Malik se asomó por encima de la piedra tras la que estaba escondido, y convocó el escudo—. ¡Si de verdad te importa tu hogar tienes que ayudarnos!
—No va a funcionar —musitó.
Chasqueó la lengua y volvió a esconderse para caminar desde su escondite hacia otro más cercano. Antes de que pudiera pensar en nada más, el grito de Nithael resonó en la estancia como un trueno, y Malik volvió a esconderse.
—¡¡ASSUR!!
No supo qué demonios pasaba, pero sí vio y por supuesto escuchó la caída de un cuerpo bastante cerca de dónde se encontraba él. Al acercarse vio que se trataba de un aprendiz que ya había visto en otra ocasión, pero no a lo largo del viaje por el Castillo. No le sorprendió verlo allí, claro. Sin pensarselo dos veces, derrapó sobre el suelo de piedra al correr para llegar hasta él.
—¡¡Gabriel!!
Vio cómo el ángel se elevaba y chillaba.
«¿Gabriel? ¿Le hiciste algo al angelito?», pensó. La voz de Nikolai le sacó del leve ensimismamiento.
—Malik, necesito de tu ayuda para cubrir al resto.
—Sí, también me alegro de verte —dijo con un cabeceo. Al ver que señalaba su escudo lo alzó un poco—. Tú dirás.
—Si puedes bloquear sus ataques, me encargaré de contraatacar. Tú mantén el escudo en alto.
Malik hizo una mueca.
—No sé si podré bloquearlo, este escudo no tiene nada de especial, así que...
Pero por probar, no iba a quedarse quieto viendo como el ángel destrozaba a los demás. Se puso en posición de alerta, indicando que estaba dispuesto a intentarlo, fuera cual fuera su idea. Instado por las directrices del muchacho, Malik correría hacia una posición cercana a Nithael para llamar su atención.
—¡Eh, NITHAEL, Gabriel te manda recuerdos!
Si se fijaba en él intentaría bloquear su ataque, fuera como fuera, y rezaría para que el joven aprendiz tuviera un as en la manga. Si se veía en problemas serios, o el plan de Nikolai no funcionaba, ejecutaría un Impulso para evadirse, o al menos, intentar evadir a Nithael lo suficiente como para no sufrir un golpe directo. Y si podía, le atacaría con su propia Llave-Espada, con un mandoble.
▪ Impulso (HC) [Nivel 5] [Requiere Velocidad 8, Elasticidad 8] Permite realizar una propulsión, tanto aérea como a nivel del suelo, para moverse más rápido por un pequeño trecho de espacio.
Con el plan decidido, ya solo faltaba llevarlo a cabo. Malik y Light se pusieron de acuerdo y cogieron las misteriosas piedras al mismo tiempo. Cuando lo hicieron, el capullo empezó a iluminarse. Parecía que estaba funcionando, tal y como el Guía les dijo.
Mientras tanto, el círculo donde estaba situado también comenzaba a brillar... y de una forma desmesurada. La temperatura del lugar no tardó en calentarse, obligando a Coli y a los demás aprendices a cerrar los ojos para no perder la vista. ¿Era aquello una muestra del poder que estaban a punto de despertar...?
Cuando parecía que la situación no podía empeorarse, una explosión ocurrió. De repente, Light fue estampado por un extraño ataque contra una de las estructuras del templo. La bella Colibritany rápidamente miró el capullo y... comprendió qué había pasado.
Estaba de rodillas en el suelo y se mostraba agonizante. Ya no parecía el elegante ángel que una vez ayudó al grupo. Ahora era hasta extraño llamarle Nithael, por su derrotada apariencia y agresividad.
—¡Nithael! ¡Somos nosotros, hemos venido a salvar Tierra de Partida! ¡Si de verdad te importa tu hogar tienes que ayudarnos!
<<La llave...>> pensó Coli al ver como se aferraba el ángel a ella. Debían obtenerla, por muy complicado que fuese.
De forma casi instintiva, la joven apuntó su llave espada hacia él y lanzó un Piro. Obviamente, el hechizo era bastante débil y no pareció ni casi reaccionar a la bola de fuego.
Fue entonces cuando Saxor lanzó su ataque y Nithael cargó brutalmente contra el aprendiz de Tierra de Partida por sorpresa.
—¡¡ASSUR!!
Unas manos atraparon al chico, que ni pudo evitar ya que brotaron del suelo sin previo aviso. Parecía que era su fin cuando Nithael se abalanzó contra él pero por suerte Nikolai actuó rápido y pudo desvíar la atención hacia él... cosa que pagó, ya que el ángel le golpeó con su ala sana.
—¡¡Gabriel!! —gritó fuertemente mientras se colocaba en una parte superior de la nave, observando a todos los aprendices.
Por muy triste que resultaba verlo así, aún debían arrebatarle su llave-espada y cumplir la misión. Por lo que Coli decidió arriesgarse; se acercó a un punto alto donde pudiera apuntar al ángel y sacó su labi-arco. Colocó una flecha rápidamente y apuntó a la única ala que no tenía herida, intentando dañarla. Si él tomaba represalia contra ella por el ataque, usaría su pluma para evitar daños aunque no estaba ni segura de como funcionaba.
"La nostalgia es como el alcohol; arruina tu juicio".
El Guía miró a Alec durante lo que parecieron horas. Al final exhaló un suspiro, quizás de decepción, puede que de resignación, y bajó las garras.
—¿Así que es eso?
Se desvaneció.
Lo mismo sucedió con el Guía de Nicoxa. Se apartó, como ella había deseado, solo que no se encontró con nada excepto Alec y el pasillo blanco, interminable.
Se habían quedado solos. No verían a Maya por ningún sitio.
Fue entonces cuando el pasillo se sacudió desde los cimientos y lanzó a ambos aprendices al suelo. El batacazo fue tremendo.
**** Light, Yui, Keiko, Malik, Colibritany, Nikolai, Saxor y Maya
—¡Neizan, ven!—Saxor alzó el naipe y este resplandeció un instante antes de desaparecer. Frente al joven se materializó Neizan, Llave Espada en mano y en absoluto sorprendido por encontrarse en medio de un campo de batalla—.Y Neizan, ¿podría entretener a Nithael para que no nos ataque, por favor?
El Maestro tomó impulso y, de pronto, salió disparado hacia lo alto, hasta alcanzar la altura de Nithael. El suelo donde había estado se fracturó. Nithael se volvió hacia él con rapidez, pero Neizan fue más rápido y le estampó una rodilla en la cara. Sin tocar el arma del Castillo, la Reminiscencia usó a Nithael para no caer y luego golpeó con todas sus fuerzas su pecho, arrojándolo al suelo.
Saxor, entre tanto, con la ayuda de Guilmon, pudo deshacerse de las manos que lo apresaban y, al ver a su objetivo caer, ejecutó una Pseudo-Razzia. Un Piro de Yui salió disparada a su vez contra el ala buena de Nithael. Casi al mismo tiempo, un Ciclón de Hojas envolvió al ángel, aturdido por tantos ataques seguidos.
—¡Ni se te ocurra morirte, Nithael! —rugió poco después Light, que había entrado en modo Berserker y había acumulado la suficiente energía como para disparar una Brecha Lunar que alcanzó al ángel, que intentaba levantarse. Tenía unas plumas chamuscadas y otras cubiertas de sangre, pero no parecía suficiente para impedirle volar.
Maya, con todo, no perdió un instante para asestarle un Aturdidor.
Nithael dejó escapar un alarido de dolor y frustración, pero no pareció un grito humano. Fue demasiado cristalino, demasiado penetrante. Fue hermoso, casi musical, y terriblemente desgarrador.
Keiko atacó a Nithael por la espalda y el ángel se volvió hacia ella, la cogió por el cuello y la arrojó contra los restos del capullo. El golpe fue tremendo, pero la inmunidad la protegió de hacerse daño.
El cuerpo del ángel comenzó a resplandecer. Estaba acumulando energía. Apuntó en dirección a Light y Colibritany, que aprovechó ese momento para disparar. Nithael gruñó, pero aun así no detuvo su ataque, una nueva Lanza de Luz. Neizan se arrojó sobre Light y Gaomon y los apartó en el último instante, pegando un salto casi imposible que lo llevó al otro extremo de la nave. Colibritany, por su parte, utilizó la pluma para protegerse. Al momento emergió una barrera que la envolvió como una burbuja y cuando el golpe de energía la arrolló y estampó contra una pared, la pluma resistió. Colibritany no sufrió daños, si bien la barrera se deshizo en cuanto el ataque de Nithael se terminó y, si se fijaba, vería que la pluma parecía a punto de quebrarse. No le quedaba casi energía.
Debía tener mucho cuidado con sus decisiones a partir de ese momento y decidir cómo y cuando usarla antes de perder tan valioso recurso.
—Mierda. Está usando Lágrima de Fénix—sentenció Neizan a la vez que dejaba a Light y Gaomon a salvo—. Irá recuperando salud poco a poco.
—¡Eh, NITHAEL, Gabriel te manda recuerdos!
Nithael se volvió hacia la voz de golpe, envuelto en una hermosa aura dorada que le iba sanando las heridas más superficiales, con un gesto esperanzado. Al ver a Malik se mostró desconcertado y luego furioso. Apuntó con la Llave Espada. El suelo que había frente al aprendiz pareció fundirse en tinta y, durante un instante, dio la impresión de que fuera a hundirse hacia abajo en un torbellino. En su lugar emergieron unas estacas de piedra que chocaron con violencia contra el escudo de Malik. Nithael se preparaba para atacar de nuevo cuando Neizan se adelantó, soltó un grito de advertencia, y arrojó su propia Llave Espada contra el ángel.
Malik tuvo que echarse a un lado para evitar que las estacas perforaran su escudo —el brazo de todas formas se le resintió bastante por culpa del golpe— con su habilidad, si bien Nikolai pudo aprovechar cuando frenara para usar su escudo y proyectar un Tajo Planar contra Nithael.
El ángel volvió a emitir un quejido más parecido al son de unas campanas que a un gemido. A cada segundo que transcurría su piel parecía más traslúcida. No era sólo que estuviera usando una habilidad… Era como si se estuviera perdiendo a sí mismo, porque cada vez parecía menos humano.
Dio un poderoso batir de alas y un salto para despegar, retrocediendo más allá de su capullo y refugiándose contra el ábside de la nave. Allí escucharon un chasquido escalofriante y el ángel se desplomó, con un ala casi desencajada de su espalda. No pudieron, sin embargo, atacar, porque una barrera se levantó de golpe a su alrededor. Había empleado una Barrera de Luz. Nithael se sentó como pudo y cerró los ojos. De su cuerpo comenzaron a emerger pulsaciones de energía.
Neizan alzó la voz y dijo con el tono de alguien acostumbrado a mandar:
—¡Acercaos, rápido!
No había acabado de decirlo cuando Nithael, con un gruñido, clavó la Llave Espada en el suelo. Tras un instante de silencio, el templo entero se estremeció y unas grietas se extendieron a toda velocidad por el suelo. Un árbol cayó de costado, las vidrieras explotaron en mil pedazos y la luz comenzó a desvanecerse. A la vez, las paredes parecían ir transformándose, adoptando un tono blanquecino…
—¡Rápido! ¡Está manipulando toda la sala!—Cuando todos los aprendices se hubieran acercado a él, Neizan diría—: Nithael debe estar preparándose para hacer un Juicio Sagrado o Final. Saxor os explicará en qué consisten. Lo que importa es que necesita concentración. Si la rompemos, no sólo habrá gastado magia en vano, sino que quedará muy desconcertado durante un tiempo. Lo suficiente para que podamos tomar ventaja sobre él. Así que debéis sortear esa barrera y atacarle.
»Hay una forma de hacerle mucho daño, pero es peligrosa para todos.—Señaló las piedras. Con el combate, Light y Malik las habían dejado olvidadas cerca del capullo. Alrededor de este crecían a toda velocidad enredaderas con unas espinas del tamaño de colmillos de jabalí. La tierra vibraba y de pronto comenzó a desniverlarse. Un filón se elevó con violencia. Si se acercaban allí iban a llevarse muchos golpes—. Tenéis todavía las plumas, ¿verdad? Podéis usarlas para cargar las piedras, una pluma por ataque, aunque no os aseguro que salgáis ilesos. Si las utilizáis contra Nithael, sin duda, tendréis oportunidades de vencer. Cómo las uséis depende de vosotros, si para destruir la barrera o preferís esperar a que esta se venga abajo por su cuenta, pero seguramente agotéis las plumas con un único ataque, así que pensaoslo bien antes de usarlas. Yo no puedo acercarme. Si lo hago, dejaré de ser yo, al menos mientras Nithael se concentre en el uso de la Llave Espada.
En ese momento, algo sacudió la sala con tanta fuerza que los derribó. Todos se dieron cuenta de que no fue responsabilidad de Nithael, ya que el impulso no vino de él… Si no desde…
¿Arriba?
**** En la entrada
Los portones, surcados por interminables grietas, astillados hasta el punto de que casi resultaban irreconocibles, se estremecieron tras una última embestida. Sus guardianes retrocedieron tras la barrera.
Habían hecho todo lo que había estado en sus manos.
Un puño gigantesco reventó las hojas, que dejaron al descubierto una negrura salpicada por cientos de ojos dorados hambrientos.
La oscuridad se puso en marcha y comenzó a fluir a través de los resquicios, sin prisa pero sin pausa.
El Coloso había vencido, al fin, la resistencia del Castillo del Olvido. Ahora el resto quedaba en manos de sus defensores.
**** Light, Yui, Keiko, Malik, Colibritany, Nikolai, Saxor y Maya
El Guía, que andaba cerca de la salida, se estremeció. Dejó de mirar al techo y rugió:
—¡¡LOS SINCORAZÓN HAN CONSEGUIDO ENTRAR!! ¡MOVED EL CULO Y CONSEGUID LA LLAVE ESPADA!
No era una broma. Pudieron saberlo sólo con mirar a Neizan, que se había puesto pálido como un fantasma.
En el primer piso todavía se encontraban sus Maestros y un par de compañeros. Debían confiar en que resistieran lo suficiente para que les llevaran la Llave Espada. El tiempo, sin embargo, corría y muy en su contra.
-Nithael está al fondo del templo, protegido por su barrera pero también encerrado, así que no puede escapar de la zona. Nadie le puede atacar por la espalda ni por el frente, pero sí por arriba. O podéis usar las piedras (o una sola) para destruir su barrera.
-Para activar una piedra necesitáis consumir una pluma al completo. Aun así probablemente quien lleve la piedra perderá vida, así que cuidado y escoged bien al portador, si es que decidís usar las piedras.
-También estáis algunos muy debilitados. Podéis aprovechar para recuperar fuerzas y esperar a que Nithael baje la barrera y os ataque: podéis evadirlo, aunque recordad que Nithael se va recuperando poco a poco y no es imposible que use Luz Sanadora sobre sí mismo en algún momento.
-La sala está en contante cambio y el movimiento se incrementará a cada post. No lo olvidéis y tened cuidado con vuestras acciones. Será casi imposible tener una zona «quieta» para concentraros en un ataque.
-No olvidéis que el Guía está disponible para consultas, así como Neizan. También yo ando disponible si tenéis dudas.
▪ Barrera de Luz (HC) [Nivel 20]: Nithael despliega una barrera de luz frente a él, recta, que repele a enemigos y ataques mágicos/físicos inferiores a su nivel. Dura dos turnos —uno si se pierde la concentración—. Alcanza los dos metros de altura y los cuatro de extensión. Se puede sortear o saltar, pero rozarla implica perder vida.
▪ Lágrima de Fénix (HC) [Nivel 25]: Habilidad que permite recuperar 10 PV por turno.
▪ Lanza de Luz (HC) [Nivel 28]: Lanza lumínica que emerge desde la mano de Nithael y persigue a su objetivo hasta atravesarlo.
▪ Luz Sanadora (HM) [Nivel 30]: Aplicándola sobre sí mismo u otra persona, Nithael puede recuperar una cantidad variable de VIT, eliminando las heridas más graves.
▪ Juicio Sagrado (HM) [Nivel 32]: Con Nithael como epicentro, se extiende un cinturón de luz que forma una esfera de dos metros de radio y, sobre la misma, aparecen unas nubes de las que caen diferentes rayos divinos. Pueden acertar o no al enemigo que se encuentre en el perímetro del cinturón.
▪ Juicio Final (HM) [Nivel 50]: Un círculo mágico de cuatro metros se extiende bajo los pies de los rivales y ataca a todo el que esté en su perímetro con diversas estacas de luz. Se puede recibir más de un golpe o ninguno. Exige mucha concentración (un turno o dos) y cuanta más energía se consiga concentrar, más fatal resulta el ataque final.
▪ ???? ▪ ???? ▪ ???? ▪ ????
Resistente a: luz, electricidad y fuego.
Accesorios: fragmento de la Llave Espada del Castillo del Olvido.
Keiko VIT: 12/12 [Inmunidad física durante ???? Turnos desde el instante que empiece la prueba] PH: 14/14 [La magia está sellada. Puedes hacer, sin embargo, habilidades HC]
Si Saxor invoca a Neizan —u a otra Reminiscencia— podrá pedirle que le ayude de formas concretas o dejarla a su aire para que actúe según le convenga. En principio estará presente todo el combate, aunque puede ser «expulsada» si este se tuerce demasiado, así que tampoco penséis que os va a limpiar el camino sin más.
También, aclarar que he permitido que Light edite porque me avisó antes del límite, pero a partir de ahora si alguien no postea, no permitiré más ediciones. Cada uno es responsable de su personaje y de cómo sus acciones afectarán al resto del grupo y este debe estar preparado por si un jugador no puede postear.
Maya obtiene un Recuerdo y Colibritany una Carta Reveladora. En la siguiente ronda os adjuntaré la información que habéis recibido en un spoiler. No os preocupéis, en cualquier caso no podría haberos sido de ayuda en este nivel del combate.
Perdón por las molestias x_D.
**** Alec y Nicoxa
Nicoxa y Alec tuvieron cerca de un minuto para hablar después del golpe. Entonces el Guía reapareció e interrumpió su discurso. No presentaba un aspecto agresivo; sus garras habían desaparecido y su rostro entero estaba sumido en la oscuridad de la capucha. Ni siquiera se atisbaban sus blancos dientes. Aun así, ambos percibieron en su apostura una severidad peligrosa. Casi como si el Guía estuviera… ¿En guardia?
Pero, ¿contra quién?
No había nadie que pudiera ser su rival. Y, aun así, el Guía estaba en tensión. Con todo, no les atacó. En su lugar alzó un dedo y señaló al techo:
—Los Sincorazón acaban de entrar en el vestíbulo. Vuestros Maestros están a solas, enfrentándose a ellos, pero no durarán demasiado, y ya noto cómo intentan recorrer los pasillos para dirigirse hacia las distintas plantas.
»Alec, no estás capacitado para superar mi prueba. Si permito que sigas adelante, serás un estorbo en la tarea que concierne a la Llave Espada y te expondrás a un peligro innecesario, pues la Llave te destrozaría la cabeza. En cuanto a ti…—Miró a Nicoxa con frialdad—. Pocas veces he conocido a una persona tan poco empática. Consideraría eso aceptable si te ayudara en la tarea final, pero dudo mucho que lo haga.
»Así pues, tienes dos opciones: puedes intentar continuar adelante… O regresar con Alec.
El Guía se volvió hacia Alec.
—No superar la prueba sólo significa que tienes otras tareas que hacer, muchacho. Has dicho que no quieres condenar a Ilana, ni tampoco morir, porque tienes deudas pendientes. Entonces sube al vestíbulo y lucha junto a Kazuki y los demás. Evita que lleguen al Corazón de este mundo porque, si lo hacen, se acabó lo que se daba.
»Y tú, Nicoxa, te crees demasiado perfecta y crees que tus errores te forman como persona y debes estar orgullosa de ellos, pero eso sólo te vuelve débil mentalmente. Un día te romperán. No tengo tiempo que perder contigo, no con alguien cerrado que es capaz de justificar su estancia en otro mundo sin cumplir sus objetivos. Y sí —entornó los ojos dorados, que chispearon antes de desvanecerse— esos aprendices «bordes y que se creen superiores» (no es un comportamiento tan distinto al tuyo, ¿ves?, que te crees que no están por encima de ti, cuando lo están y podrían aplastarte con un dedo) son superiores a ti, porque arriesgan sus vidas por algo mejor que la propia supervivencia. Y si no te sale del mismísimo comportate así, vete de aquí, no te necesito ni te necesita ninguna Orden. Ve a hacer algo de provecho. Tu amiga Colibritany, por cierto, lo está haciendo. Si fueras con ella, sólo serías un estorbo, porque eres débily, ante todo, estás ciega de orgullo.
»Ahora escoge.
El Guía chasqueó los dedos y, tras ellos, apareció una puerta. Al otro lado podían ver a Kazuki que, con la ayuda de Gabriel, se había levantado y se pasaba un brazo de Chihiro por los hombros. Parecía muy preocupado, casi asustado. Gabriel le daba indicaciones y el Maestro asentía con la cabeza. Se dirigió hacia la derecha y desapareció de su campo de visión —en ningún momento les vio o les escuchó—. Aun así, si se acercaban a la puerta, verían que Kazuki se llevaba a Chihiro por una especie de boquete que antes no estaba allí.
De modo que el Guía no mentía. Alec no podía superar la prueba y Nicoxa todavía tenía una oportunidad, pero debía escoger si ir con su compañero y el debilitado Maestro —que, para colmo, cargaba con la que parecía haberles metido en toda aquella situación— o tratar de hacer frente al Guía.
Bien, quiero que esto quede muy claro. Transparente, vamos:
-No superar la prueba no es sinónimo de haberlo hecho mal. Si sois fieles a vuestras fichas y no hacéis metagame, la interpretación será correcta y por tanto repercutirá en la puntuación final. Aun así, espero que comprendáis que he establecido unos requisitos para superar la prueba y todos antes de vosotros las han cumplido, aunque sea raspando el “suspenso”.
-Entre otras cosas, exigía a los personajes no solo reconocer sus errores/debilidades/etc., sino asimilarlos y, luego, estar dispuestos a superarlos. Es un proceso largo, desde luego, y es imposible realizarlo durante el Global. Con todo, la voluntad está ahí. Alec, me temo, no ha dado verdaderos motivos al Guía para permitirle continuar adelante sin que sea un riesgo para su persona, porque no tiene demasiadas intenciones de cambiar —lo cual se entiende por todo el lío de la pérdida de memoria— ni tampoco de recuperación. Nicoxa, por su parte, tiene mucha personalidad, lo cual no es malo, pero su «reconocimiento» de los errores es muy superficial y no veo ninguna voluntad de mejorar. Se considera perfecta tal y como es.
-En definitiva: no os estoy castigando. Os estoy abriendo otra ruta que estaba planeada desde el principio por si había gente que no conseguía superar la prueba. No es secundaria, ni tampoco relleno.
-Sito; si pretendes encarar al Guía, te recomiendo que Nicoxa cambie de actitud o sólo se dará golpes contra una pared, porque no la va a dejar pasar tal y como está. Acompañar a Alec no es rendirse. Es, simplemente, escoger otro camino.
-Si alguno tiene problemas con mi decisión, por favor, comentémoslo por privado.
Espero haber dejado las cosas claras. Si tenéis cualquier pregunta o duda, estoy a vuestra disposición.
Maya y él aunaron fuerzas y consiguieron hacerle daño con sus habilidades. Nithael reaccionó profiriendo un grito hermoso, digno de un ser angelical, y también doloroso. Daba lástima, pero sus exclamaciones no lograrían ablandarle lo suficiente: Light estaba decidido a vencerle en combate. Era por su propio bien.
Keiko fue la siguiente en actuar y recibir un potente contraataque: Nithael la estampó contra el capullo, o más bien contra lo que quedaba de éste. Para suerte de la aprendiza, seguía en pie gracias a la valiosa inmunidad proporcionada por el Guía. De no tener aquella ventaja, el ataque posiblemente la hubiera destrozado (si le había hecho muchísimo daño a él, que era un aprendiz veterano, no se quería imaginar las posibles consecuencias para el resto de sus compañeros).
Nithael acumuló energía para después apuntar al eidolon, a una muchacha de Bastión Hueco y a Light. La mortífera lanza de luz volvió a aparecer ante ellos, amenazando sus vidas. No podrían esquivarlo. El aprendiz, que seguía bajo los efectos de una habilidad enloquecedora, abrió los ojos lentamente, sin dejar de mostrar los dientes. Gaomon, quizás aturdido por el inmenso poder del enemigo, no realizó el Tenue a tiempo.
Aun así se salvaron gracias a Neizan —su presencia era de agradecer—, quien se echó sobre ellos para retirarles de la trayectoria del objeto luminoso. ¡Por los pelos!
—Mierda. Está usando Lágrima de Fénix. Irá recuperando salud poco a poco.
—¡Eh, NITHAEL, Gabriel te manda recuerdos!
—Gracias, Neizan —masculló al mismo tiempo que Malik exclamaba. Se puso en guardia rápidamente, verificó que la fémina de Bastión Hueco estaba a salvo y acto seguido se encaró al ángel—. ¡Pues tendremos que atacar sin cuartel! —exclamó, más iracundo que de costumbre.
El combate siguió desarrollándose: en aquellos momentos era Malik quien se estaba enfrentando al propietario de la llave dorada. El Guardián manipuló el suelo e invocó diversas estacas de roca que, por suerte, resultaron bloqueadas por el escudo del aprendiz de Lyn.
Neizan detuvo el inminente ataque del enemigo, arrojando su propia llave. El aprendiz del bando opuesto realizó entonces un contraataque con una extraña habilidad: una espada mágica surgió del escudo de Malik y dañó al ángel, obligándole a soltar otro grito cristalino.
El aspecto de Nithael iba cambiando por alguna razón —para ser exactos, su piel—, aunque le dio poca importancia de momento: sería consecuencia de una habilidad. Light apretó el mango de su arma y, sin pensárselo dos veces, corrió hacia el ángel, quien echaba a volar hacia el fondo del templo.
Hizo ademán de enviar una Onda Lunar cargada de rabia en cuanto el ser alado cayó, puede que por el mal estado de una de sus alas. Pero detuvo a tiempo su ataque cuando una barrera surgió delante de su usuario, quien se sentó en el suelo (¿para tomar un descanso quizás?). Chasqueó la lengua y se viró hacia sus compañeros.
—¡Acercaos, rápido!
Parecía que la estancia se iba a derrumbar de un momento a otro a causa de un terremoto, esa fue su impresión. Mientras corría en dirección a Neizan se volteó súbitamente hacia el lugar donde debían estar las vidrieras del templo: habían estallado en pedazos. Y eso no fue todo, múltiples grietas surgieron en el suelo y algún que otro árbol cayó. Además, notó que las paredes estaban cambiando.
El poder de aquella llave era tremendo.
—¡Rápido! ¡Está manipulando toda la sala! Nithael debe estar preparándose para hacer un Juicio Sagrado o Final. Saxor os explicará en qué consisten. Lo que importa es que necesita concentración. Si la rompemos, no sólo habrá gastado magia en vano, sino que quedará muy desconcertado durante un tiempo. Lo suficiente para que podamos tomar ventaja sobre él. Así que debéis sortear esa barrera y atacarle.
—Hecho. Puedo levantar a alguien con un pilar de roca para que le ataque desde arriba.
No había nada más que hablar, debían desconcentrarle para echar abajo su defensa y luego atacar con todo lo que tenían.
—Hay una forma de hacerle mucho daño, pero es peligrosa para todos.—Se refería a las piedras que él y Malik habían empleado para romper el círculo mágico—. Tenéis todavía las plumas, ¿verdad? Podéis usarlas para cargar las piedras, una pluma por ataque, aunque no os aseguro que salgáis ilesos. Si las utilizáis contra Nithael, sin duda, tendréis oportunidades de vencer. Cómo las uséis depende de vosotros, si para destruir la barrera o preferís esperar a que esta se venga abajo por su cuenta, pero seguramente agotéis las plumas con un único ataque, así que pensaoslo bien antes de usarlas. Yo no puedo acercarme. Si lo hago, dejaré de ser yo, al menos mientras Nithael se concentre en el uso de la Llave Espada.
Light no disponía de ninguna pluma, así que no podría usar su piedra en condiciones. Igualmente, se la quedaría de momento si nadie se la pedía: quizás se replanteara utilizarla más adelante, si alguien le dejaba una de esas plumas claro.
Entonces, Light y los demás perdieron el equilibrio y acabaron en el suelo. Aquello no había sido obra de Nithael y eso era lo peor de todo. Se reincorporó lo más rápido que pudo y dirigió una mirada incrédula hacia el techo.
—¡¡LOS SINCORAZÓN HAN CONSEGUIDO ENTRAR!! ¡MOVED EL CULO Y CONSEGUID LA LLAVE ESPADA!
—Mierdaaaa… —Apretó los dientes y se volvió hacia Nithael. El Guía lo había dicho todo, no había nada que añadir.
No se detuvo a acordar un plan con el resto de aprendices y salió corriendo a toda pastilla hacia el ángel. Intentaría permanecer atento al suelo para evadir las fisuras, los baches y otros obstáculos que posiblemente se producirían. El terreno estaba en constante cambio después de todo.
—¡Intentaré desconcentrarle! ¡Creo que puedo conseguirlo, reservad la piedra para hacerle daño directamente! —bramó colérico (los efectos de Berserker seguían activos) mientras se separaba de ellos. No quería dárselas de líder, pero en aquellos momentos esa era la menor de sus preocupaciones. Por supuesto, si alguien le ayudaba en la tarea de aturdirle, lo agradecería y cooperaría.
Su cerebro comenzó a trabajar (a más velocidad que de costumbre en ese estado de locura): debía dar con la forma idónea de desconcentrarle. Se le ocurrió realizar su magia Esquirla, su barrera no podría detener sus pedruscos si estos surgían del suelo. Además de eso, disponía de un arma perfecta que podía usar contra Nithael. No era la piedra, ni mucho menos la pluma porque no tenía ninguna, ni tampoco su Llave Espada.
Sacó la nota que Zephyr le entregó y leyó un par de líneas a una velocidad endiablada —no había tiempo para ponerse a mirar textos— con el objetivo de asegurarse de ciertos detalles. En efecto, en aquella hoja estaban reflejados su arrepentimiento y sus preocupaciones, y podía utilizarla para poner el dedo en la llaga.
¿Era un recurso cruel? Sin duda, y lo sentía mucho por él, pero aquella fue otra de sus preocupaciones menores: si no se daban prisa serían pasto para los Sincorazón. El destino de Nithael también dependía de esto.
Light se bebió de un trago un éter y seguidamente se posicionó muy cerca de la barrera. Desde ahí ejecutó su magia terrestre: la primera Esquirla brotaría bajo el ángel. Permanecería en constante movimiento, pero siempre intentaría mantenerse próximo a la defensa del enemigo. Tal como había sugerido, levantaría un Pilar Tierra de máxima altura bajo los pies de un aliado si éste se lo pedía.
—¿¡Qué clase de Guardián eres, Nithael!? ¡Yo lo sé! ¡Una simple réplica que no pudo salvar a su amigo Gabriel! —vociferó, implacable—. Porque estuvo en tu mano, ¿verdad? ¡Pudiste salvarle del exilio pero no lo hiciste! ¡No moviste un solo dedo, y era tu amigo! ¿¡Por qué!?
Hizo ascender la siguiente Esquirla para golpearle de nuevo. La siguiente bofetada de realidad seguramente le iba a doler.
—¡Tienes que saber una cosa! ¡Llevas mil años durmiendo dentro de los sótanos del Castillo del Olvido, nosotros te hemos despertado! ¡La gente que conocías hace mil años está muerta, tu amigo Gabriel incluido, así que no te molestes en llamarlos! ¡El Neizan que ves es solo una reminiscencia! —Esperaba que todos sus intentos no resultaran en vano y el ángel perdiera toda la concentración. Pero no se detuvo ahí, todavía le quedaba decir lo más importante.
»¡Eres la simple réplica que ahora mismo va a condenar a Tierra de Partida porque no puedes superar el pasado! ¿¡Quieres eso!? ¡La realidad es dolorosa, Nithael, pero más vale que te vayas dando cuenta de tu situación y actúes en consecuencia como el Guardián que eres! ¡¡Espabila!!—rugió, lleno de cólera.
Light aguardaría a que la barrera cayera y sus compañeros utilizaran una piedra contra él. Hasta ese momento, se centraría en esquivar los ataques de Nithael.
Aprovecharía su momento de máxima debilidad (después de recibir daño de la piedra) para acercarse con rapidez al Guardián y arrebatarle la llave dorada por la fuerza, ya fuera desarmándole con un hábil tajo, golpeándole en la extremidad que sostenía el arma; o quitándosela con sus propias manos si se encontraba muy débil. Después, avisaría a Keiko de inmediato para que la cogieran entre los dos cuanto antes. Arremetería contra Nithael con Alma Inquebrantable si intentaba recuperarla.
Esperaba que su fuerza y su velocidad incrementadas le facilitaran la tarea. El principal inconveniente era que le quedaban pocas energías. Sin embargo, tenía varios ases en la manga: los accesorios que le protegían de ataques físicos y mágicos de gran potencia en apuros, la habilidad Último estertor y el conjuro de Maya (aunque no conocía los efectos de este último)
Respecto a Gaomon, que se encontraba bastante debilitado, su amo le recomendó que se desmaterializara de momento.
- Light se acerca a la barrera de Nithael y se mantendrá próximo a ésta (atento a los cambios del terreno, no se quedará quieto) e intentará desconcentrarle con Esquirla (usa dos veces esta magia) y con duras palabras (?). Después permanece a la defensiva y se centra en esquivar a Nith.
▪ Esquirla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Tierra. Montículo de roca afilada que brota del suelo y golpea a un enemigo cercano, con pocas probabilidades de derribar al enemigo al suelo.
- Tal como dijo a sus compañeros, levantará un Pilar Tierra bajo la persona que primero se lo pida para alzarla lo máximo posible.
▪ Pilar Tierra (HM) [Nivel 7] [Requiere afinidad a Tierra; Poder mágico: 10] El usuario hace surgir una resistente columna rocosa (de altura máxima 6 metros) en un radio de cinco metros para usarla de apoyo. Sólo un personaje puede subirse a ésta, durante un solo turno. El usuario manipula la altura del pilar a su voluntad.
- Si todo sale bien, osea, si la barrera cae y logran dañar a Nithael con la piedra, Light intentará desarmarle. Si lo logra, intentará hacerse con la llave (le pedirá a Keiko que le ayude a cogerla) y se defenderá con Alma Inquebrantable para que no se la quite.
Keiko logró golpear a Nithael, pero el guardián de Tierra de Partida agarró a la aprendiza del cuello y la mandó a volar literalmente. Chocó contra el capullo, pero gracias a su inmunidad física, la joven no se rompió ningún hueso.
Cada aprendiz realizaba distintos movimientos para poder quitarle la llave a Nithael, pero se notaba que era alguien muy fuerte. Tan fuerte como para enfrentarse a un numeroso grupo de portadores y superarles sin problemas. Vale que fueran unos aprendices, pero aún así habían sido entrenados para luchar.
—¡Acercaos, rápido!
Keiko se acercó lo más rápido que pudo cuando Neizan dio aquella orden mientras que la sala temblaba. Algo muy gordo estaba pasando, y la de Villa Crepúsculo desconocía el que. Aunque pronto lo descubriría.
—¡Rápido! ¡Está manipulando toda la sala! Nithael debe estar preparándose para hacer un Juicio Sagrado o Final. Saxor os explicará en qué consisten. Lo que importa es que necesita concentración. Si la rompemos, no sólo habrá gastado magia en vano, sino que quedará muy desconcertado durante un tiempo. Lo suficiente para que podamos tomar ventaja sobre él. Así que debéis sortear esa barrera y atacarle. —Hecho. Puedo levantar a alguien con un pilar de roca para que le ataque desde arriba.
Keiko fue a decir algo, pero luego recordó que los únicos ataques a distancia que tenían eran mágicos, y no podía usar magia actualmente, de modo que otro tendría que ser el voluntario. Pocos segundos después de eso, el Guía les avisó que los sincorazón habían logrado entrar. Se les estaba acabando el tiempo, y tenían que conseguir esa llave como fuese.
—¡Guía! ¿El otro grupo ha logrado conseguir su parte de la Llave?— quiso saber Kei. —¡Intentaré desconcentrarle! ¡Creo que puedo conseguirlo, reservad la piedra para hacerle daño directamente!— comentó Light, que parecía tener algún tipo de plan preparado.
Keiko se preparó. Tenía que compensar su error anterior, y esta vez se encargaría de llevar ella la Llave junto con la persona que la cogiese. Era su deber. Por el bien de Tierra de Partida, y quizás de más mundos, no podía permitirse el lujo de fallar.
Light puso en marcha su plan. Empezó a criticar a Nithael, le dijo de todo. ¡Claro, aquello era una buena idea! ¡Un ataque psicológico! Aquello era otro modo de desconcentrarle. No tenía por que ir a atacarle para ello. Kei decidió unirse al plan de Light.
—¡Light tiene razón, Nithael! ¡Ahora mismo Tierra de Partida está a punto de desaparecer! ¡Si de verdad eres su guardián, debes entregarnos esa Llave para poder salvarla! ¡Hazlo, o condénate a una eternidad de arrepentimientos!— expuso Keiko después de que Light terminara su discurso.
Una vez que Nithael se descentrase y la barrera desapareciera, la aprendiza correría hasta la Llave y se la arrebataría a Nithael. Si trataba de hacerle algo, Kei se defendería tratándole de darle un golpe de Llave-Espada con todas sus fuerzas.
Acciones de Keiko resumidas: -Junto a Light, trata de desestabilizarle psicológicamente -Cuando se quite la barrera, ella correrá hasta la Llave que porta Nithael -En caso de que este trate de impedirlo, Keiko golpeará con su Llave-Espada al guardián hasta que deje de oponer resistencia/aleje a Keiko/lo que sea.
No pongo codes en esta ocasión estoy algo cansado.
