[Evento Global] Ocaso de una estrella

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor RedXIII » Mar Jul 03, 2012 12:17 am

Oscuro, todo lleno de oscuridad hasta donde se extendía la vista de Hiro, con los brazos cruzados y esperando tranquilamente se hallaba, flotando por la oscuridad, reprimiendo al máximo sus pensamientos mientras meditaba. Pasaron unos minutos y su concentración se desvaneció completamente cuando exclamo unas palabras -Mh... Oscuridad ¿A esto se abraza la gente?- No podía entender como aquello podía ser alabado por mucha gente.

¿Qué había pasado con MoguDer y aquel extraño fragmento de cristal? Aquel cristal de material familiar, Ori…cha… no recordaba el nombre, tampoco le importaba mucho, seguramente se lo habría quedado el.

Bastión Hueco... No le dio la mas mínima importancia a este comentario que surgió de ningún lugar.

Su viaje por el vacío parecía que no llevaba a ningún sitio, hasta que de pronto se abrió una brecha que echo a Hiro de aquel lugar, no sabia si era cosa de la misma oscuridad o de la luz que albergaba en su corazón, pero había salido, desgraciadamente el panorama que presentaba podía ser incluso peor que el llano vació de la oscuridad. Una especie de plaza se presentaba ante el, con un paisaje deprimente. Flores marchitas y alguna que otra ruina destrozaban aquella bonita plaza que con esfuerzo seguramente construirían en su día. Un terrible hedor se podía sentir por el aire, era tan intenso que levanto la mano y se tapó, con la manga del kimono, la boca y la nariz. Aquel lugar, sin duda, era desagradable y producía una sensación negativa sobre el, no podía evitar estar serio, e incluso algo irascible, tal vez era por el ambiente que presentaba aquel lugar o por que había algo extraño, además, su cola no ayudaba, como era costumbre, unos calambres le acompañaron des de su cola, haciéndole notar que nada iba bien.

Empezó a analizar la situación ¿No podría volver usando su armadura e invocando su vehículo? Sin duda, la barrera que protegía exteriormente aquel lugar también protegería el interior, por lo tanto no podría salir mientras esta estuviera ¿Que tal si se quedara quieto y no hiciera nada? Aburrido, además, podría pasar cualquier cosa, mejor moverse o reunirse con sus compañeros.

Dirigiéndose al centro de la plaza pudo ver que había poca gente ¿Tan pocas personas habían llegado a parar a aquel lugar? No, podía sentir mas olores de otras personas, algunas incluso familiares, sobretodo una en cuestión, una fragancia familiar, que le encantaba, un olor a... mar ¿Era Kairi tal vez, una trampa, casualidad? No sabia nada de aquel lugar, ni siquiera si había una playa, lo que era seguro es que tenía que continuar ¿Pero por donde? Habían cuatro rutas, cuatro caminos que escoger, parecían llevar a sitios completamente distintos, cada uno parecía desprender un olor diferente, todos desagradables pero diferentes, uno desprendía olor a podrido, otro a oxido, el tercero, que parecía llevar a un lugar inferior, no desprendía ningún olor a destacar como los demás y el cuarto olía a... no sabia describirlo bien, pero parecía el olor de gente ¿Tal vez allí viviera gente, y si habían supervivientes? Era un portador de la llave espada ¿Su misión era, por lo tanto, proteger a la gente? No lo sabia bien, pero que importaba, no sabia ni el motivo por el cual estaba allí, así que ya que estaba intentaría al menos ayudar a aquella gente, si es que aun había alguna. Con determinación y a gran velocidad se dirigió por aquel camino con esa intención, sin poder evitar sentir otra vez aquellos pinchazos y el perfumado olor a mar característico de Kairi.

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Edito para poner que voy por la ruta 2 cerca de Kairi
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Awards chupis:

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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Axelpower » Mar Jul 03, 2012 1:44 am

Toqué el fragmento pero, desgraciadamente, no sucedió nada. Ni reaccionó, ni se iluminó, ni dio la más mínima señal que permitiera pensar que se tratara de algo distinto a una simple e inanimada roca. La observé mejor, ahora que la tenía más cerca, aunque debido a que uno de los Aprendices la sujetaba en la mano tampoco podía apreciarla en todo su esplendor.

Me giré hacia el portal, buscando si aún estaba a tiempo de elegir la salida que realmente parecía esconder algo, pero para mi desgracia tuve que comprobar como se cerraba lentamente aquel sombrío portal formado momentos antes. Eché un vistazo a mi alrededor, para comprobar quiénes habíamos elegido quedarnos allí en Tierra de Partida: seríamos unos diez Aprendices, aunque entre ellos sólo fui capaz de reconocer a Maya, aquella adorable niña junto a la que luché en la Gran Guerra de Pintura.

De pronto, aparecieron bajo los pies de todos y cada uno de cuantos allí nos habíamos quedado unos círculos de una forma muy similar a la del camino por el que parte de nuestros compañeros había avanzado.

Y, lo que era aún peor, aquel extraño círculo nos absorbía hacia su interior.

Al principio intenté resistir, negándome a aquel destino que se me imponía. Intenté saltar, correr, agarrarme a todo cuanto había, pero cualquier esfuerzo era inútil. Entonces, asumiendo lo inevitable, dejé de moverme y analicé la situación. Ese portal que me atraía de forma inevitable me llevaría, si la voz no se equivocaba, al camino en que se encontraban la verdad y el conocimiento. Aquel camino no tan oculto como yo pensaba, de no tan difícil acceso. Y, si aquella misteriosa voz no nos había puesto una prueba para alcanzar el conocimiento, ¿por qué no conseguir que todos tuviéramos la oportunidad? Tal vez, y sólo tal vez, buscaba a la persona adecuada para obtener aquellas virtudes.

Dejé de moverme al instante, mientras era absorbido por aquella oscuridad que podía llevarme a mi meta o alejarme aún más de ella.

Y entonces, mientras caía por la nada, oí una maquiavélica risa que parecía jactarse de todos nuestros destinos. Aunque auguraba un mal presagio, deseé que esta vez mi suposición no hubiera sido equivocada.



* * * * * * * *



- ¿Dónde... dónde estoy?

Eché un vistazo a la zona. Me encontraba en un mundo que nunca antes había visto, y cuyo perturbador aspecto me hacía alegrarme por ello. Flores marchitas adornaban cada una de las esquinas de aquella plaza, mientras que innumerables marcas de guerra estropeaban todo cuanto allí quedaba, desde el suelo de piedra hasta las fachadas y paredes de las casas que nos rodeaban. Decir que allí había habido una cruenta batalla era decir muy poco.

Allí, conmigo, se encontraban absolutamente todos los Aprendices a los que pude ver en los Jardines, tanto los que se habían adentrado en el portal como los que habíamos elegido explorar aquel misterioso fragmento. Aquella despiadada ramera llamada destino había acabado concentrándonos a todos en un mismo lugar.

No obstante, sonreí. La situación no nos era favorable, pero no podía evitar sentirme feliz por estar más cerca de mi objetivo de lo que creía, y eso era motivo suficiente como para que valiera la pena cualquier caída en la más profunda oscuridad.

Analicé bien la ocasión que ante mí se presentaba. Me encontraba en un mundo completamente nuevo, que nunca había visitado, y que tenía pinta de albergar oscuros misterios en su interior. Misterios que esperaban ser revelados, que mediante una extraordinaria fuerza me atraían. Podía oír como me llamaban, como esperaban a que yo llegara frente a ellos y los descubriera, los dominara y hiciera mío su secreto.

Cuanto más lo pensaba, más aumentaba mi felicidad. Sentía placer, o incluso morbo, por todo aquello. El simple hecho de pensar que ante mí podía hallarse un poder que llevara muchos años abandonado, y que buscaba que alguien lo reclamara y se hiciera su señor, me obsesionaba como nada más podía conseguirlo. Incapaz de aguantarlo, solté una fuerte risa que todos habrían oído si hubieran estado atentos a lo que hacía y no a su propia senda. Me sentía más y más cerca con sólo pensarlo. Cerca de un enorme poder prohibido. No podía esperar más: debía ir ya a su encuentro.

Aquella plaza tenía cuatro salidas por las que podía dirigirme. Dos de ellas parecían adentrarse en las manzanas de casas, así que las descarté inmediatamente. Ningún civil guardaría un gran poder en su morada.

Allí se encontrarían los premios de consolación, aquellos destinados a todos los que tuvieran miedo de ir a por el gran botín. Eran los caminos que seguirían los cobardes y los poco ambiciosos.

Otro de los senderos conducía a lo que parecían ser las zonas inferiores del mundo, puesto que bajaban cada vez más. Se trataba de una puerta en medio de aquella muralla de robusto aspecto que rodeaba la ciudad. No permitía ver su interior, lo que despertaba en mí la curiosidad. Desde luego, era una opción a tener en cuenta. O lo habría sido, de no haber existido ningún camino más.

Pero la última ruta era irrechazable. Una verja, completamente destrozada, daba paso a unas casi infinitas escaleras que permitían ver en su final un gigantesco castillo que se alzaba casi hasta donde la vista alcanzaba.

No me hizo falta pensar más. El mero hecho de verlo fue suficiente como para saber que ese camino estaba hecho para mí. Si en las casas podían encontrarse los pequeños objetos que sus inquilinos guardaran, cuyo valor sería en mayor parte sentimental, en el castillo se hallarían todos aquellos tesoros que sólo alguien que pudiera permitirse una vivienda así poseería. Desde montañas de oro y tesoros, hasta una montaña de libros que guardaran ingentes cantidades de conocimiento, pasando por el tremendo arsenal que cualquier señor de la guerra tenía en sus bases de operaciones. Podía haber todo eso y podía no haber nada, o podía haber mucho más. Pero que existiera una mínima posibilidad de conseguir todo aquello era motivo suficiente como para adentrarse en sus más tenebrosas profundidades, dispuesto a obtener todo cuanto quisiera.

Como era de esperar, unos cuantos Aprendices más, entre los que reconocí a Light, habían decidido seguir el mismo rumbo que yo. Esos eran los auténticos guerreros, los que ambicionaban el más fuerte poder. A pesar de que podíamos vernos obligados a compartir un botín, también seguíamos la misma causa, y ese era motivo de sobra para ayudarnos unos a otros. La historia se rendiría sólo a aquellos capaces de conquistarla, y cuantos más fuéramos mayor sería la amenaza que le haría frente. Sin duda, debíamos cooperar para alcanzar nuestro objetivo.

De pronto, unos gritos de desesperación rasgaron el cielo, intentando advertirnos a todos. Alcé la cabeza y vi a Xefil, que montado en su Glider parecía querer huir de allí.

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Se supone que conozco a Xefil porque coincidiremos en el encuentro en el que él irá a obtener a Pema, y si ya la tiene es porque dichos sucesos ya han tenido lugar. Zee, si al final te lo has pensado mejor y no quieres que te acompañe, avísame y modifico esta parte y no vuelvo a referenciarla en futuros posts. Y dicho sea de paso, lamento no haber usado el color que realmente te toca, pero no dispongo de demasiado internet y no puedo mirarlo xD


—¿¡Qué estáis haciendo!? ¿Acaso no habéis advertido lo obvio de esta trampa? ¡Somos ratones que estúpidamente siguieron el queso, mientras el gato se ríe a carcajadas de nosotros! ¿Qué haremos si Tierra de Partida está en peligro? ¿Qué haremos si los Sincorazón se apoderan de ella? ¿Acaso creéis que la oscuridad nos ofrecería algo como “la verdad” y “el conocimiento” sin pedir nada a cambio? ¡Somos Portadores de la Llave-Espada y hemos caído como si nada! ¡Es vergonzoso!

Tal y como yo había hecho en Tierra de Partida, también él había llegado a la conclusión de que nos estábamos encontrando frente a una empresa demasiado fácil cuyo premio era por todos ansiado, así que debía tratarse casi con toda seguridad de una trampa.

Pero, a pesar de que en el mundo en que entrenábamos no habría dudado ni un segundo y me habría unido a él al instante, los secretos que poseía aquel castillo había logrado atraerme de forma ya inevitable. Costara lo que costara, iba a adentrarme en su interior y conseguir, a la fuerza si era necesario, lo que fuera que allí dentro hubiera tan bien guardado. Me habría gustado tener a Xefil como compañero puesto que lo consideraba un muchacho muy interesante, pero el conocimiento y la verdad me llamaban incesantemente. Y, como cualquier persona con modales, debía responderles y acudir.

Me giré y seguí mi camino. Mi camino hacia el poder.

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Axel escoge la ruta 3.
A new beginning
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Final Fan » Mar Jul 03, 2012 1:54 am

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Agh, ya hay demasiada gente en la ruta 2. A lo mejor me quedo en la plaza durante un post más... bueno, ya decidiré qué hacer mientras escribo.


¡Fyk!

La voz de Maya me hizo dejar de observar el portal oscuro tan fijamente, dirigiendo mi mirada hacia ella. Mientras se acercaba a mí, otro Aprendiz también lo hizo y se puso a mi altura. Lo primero en lo que me fijé de él fueron sus puntiagudas orejas, y en que iba acompañado por un gran animal cuadrúpedo.

¿Te encuentras bien? —me preguntó

Asentí un poco conmocionado. Su cabello pajizo y sus sinceros ojos me inspiraban confianza, de algún modo, pero también denotaban su preocupación. ¿En serio parecía tener tanto miedo allí quieto? La oscuridad que emanaba del portal era algo a temer, pero tampoco me había paralizado tanto como para que se notase demasiado...

Me alegra ver que tú tampoco has cruzado el portal... —me dijo Maya.

¡Claro que no he cruzado! —salté— ¡A quién se le ocurre!

¿A quién se le ocurre zambullirse en una nube de oscuridad con esa facilidad? ¿No nos habían advertido los Maestros de cosas como esa? ¿Acaso Alexis no era la única que pensaba en ellos de forma diferente a la mía? Si nos ponían normas sería por algo...

¡Zait! —exclamó una voz a nuestras espaldas.

Se trataba de un chico de pelo azulado, que corría hacia nosotros mientras llamaba al que parecía ser su amigo. Sin embargo, antes de que llegase, pasó lo impensable: del suelo brotaron sombras muy parecidas a las que habían aparecido cuando apareció aquel portal, y comenzaron a engullirnos poco a poco. Notaba cómo mis pies desaparecían en aquel abismo negro, sin poder hacer nada por evitarlo. Forcejeamos, intentando evitar que aquello nos engullese, pero al final todos acabamos sido envueltos por la negrura... y por el espeluznante sonido de una risa al ver sus planes cumplidos. Al vernos caer en su trampa.

***


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—... en Bastión Hueco.

No me desperté por mí mismo, algo lo hizo por mí.

¿¡Qué estáis haciendo!?

Abrí los ojos y vi a una gran criatura voladora alzarse al cielo. Al incorporarme, pude ver que estaba en lo que parecía ser la parte alta de una plazoleta, a la que podría bajar si utilizaba unas escaleras cercanas. Allí estaban reunidos... ¿todos los Aprendices de Tierra de Partida? Pero se iban disolviendo...

¿Acaso no habéis advertido lo obvio de esta trampa? ¡Somos ratones que estúpidamente siguieron el queso, mientras el gato se ríe a carcajadas de nosotros!

Sí. Incluso los que habíamos recelado de aquel portal habíamos caído.

¿Qué haremos si Tierra de Partida está en peligro? ¿Qué haremos si los Sincorazón se apoderan de ella? ¿Acaso creéis que la oscuridad nos ofrecería algo como “la verdad” y “el conocimiento” sin pedir nada a cambio? ¡Somos Portadores de la Llave-Espada y hemos caído como si nada! ¡Es vergonzoso!

No me sentí identificado con aquellas acusaciones, pero aún así aquellas palabras me hicieron poner en pie completamente. Tierra de Partida estaba en peligro, vacía sin aprendices ni maestros. ¿Serían los moguris capaces de protegerla? No me pude preguntar demasiadas cosas antes de darme cuenta de que el chico que había soltado aquel discurso desde el aire se estaba precipitando hacia el suelo. Estuve a punto de ir a ayudarlo, pero un chico con el pelo negro y puntiagudo se me adelantó. Me volví a dejar caer en el suelo.

Mirando los parterres de flores desde lo alto podía ver lo marchitas que estaban todas. Parecían porciones de tierra baldía en vez de jardines.

"Es ese mundo en donde las flores crecen..."

Un fragmento de la canción... de "mi canción" me vino a la cabeza. Seguro que aquel lugar había sido esplendoroso un día, pero ahora la sombría luz de un cielo nublado bañaba las derruidas estructuras, dándole un aspecto sobre todo sombrío.

De repente, reaccioné. ¡Teníamos que volver todos a Tierra de Partida! ¡No podíamos dejar aquel mundo indefenso! ¡Ni aquel ni ningún otro!

"¿Indefenso?"

Un mundo indefenso, bañado por las hordas de sincorazón... Miré a mi alrededor y, al ver las marcas de lucha en la pared, los edificios derruidos, el enorme castillo que se alzaba al otro lado de la plaza. Recordé de repente las palabras que había oído antes de despertarme. Pensaba que habían sido un sueño, pero...

Bastión Hueco —musité.

El lugar donde todo se vino abajo. En donde desaparecieron maestros y aprendices como si el mundo en sí fuese una trampa mortal.

Me lancé corriendo a la plaza en la que hacía un momento estaban todos los aprendices, pero ahora se hallaba casi vacía. Mi primer impulso al ver que no había nadie fue invocar mi Llave Espada. Estuve a punto de invocar mi glider para irme de vuelta a Tierra de Partida, pero... ¿qué iba a hacer yo solo? Seguro que quien nos había enviado a Bastión Hueco estaba en aquel lugar y, además, no le costaría volver a sacarnos de allí con otro de aquellos portales...

Miré a mi alrededor, descartando la opción de volver al mundo de los aprendices, pero sin saber a dónde dirigirme. ¿Por qué se habían separado todos? ¿Qué movía a cada uno a irse por lados distintos? No podía comprenderlo por completo, ya que yo sabía que no iba a descubrir nada en aquel lugar...

Tenía que olvidar el miedo para poder moverme por mi propia voluntad, tomando mis propias decisiones. Quedarme allí quieto no iba a resolver nada, tenía que encontrar a más aprendices. Me dirigí a la primera callejuela que vi al salir de la plaza, esperando encontrarme con alguien.

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Ruta 2.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Pharos » Mar Jul 03, 2012 6:39 am

Tras bucear brevemente en el mar de sombras, Adelaida salió a flote en una plaza rodeada de jardines marchitos. Asombrada, dejó caer la mandíbula y empezó a recorrer con la mirada todos y cada uno de los rincones de aquel nuevo mundo. Escuchó a los aprendices hablar en torno a ella "Bastion Hueco", decían. Así que aquél era el nombre del maravilloso nuevo mundo que ahora pisaba. Exultante de alegría, sonrió alegremente mientras giraba y reía cual chillador-bomba.
Pero... Algo no estaba bien. Su sonrisa se apagó, arrastrada por el silencioso viento. Dejó de girar alocadamente. Vio los arañazos y destrozos, restos de una terrible batalla. No, algo en aquel lugar no estaba bien. El aire estaba demasiado frío, desprovisto de vida. Las flores eran apenas un vestigio de lo que un día fueron. Y las nubes de tormenta eran amenazantes como poco.
A Adelaida siempre le había gustado la noche, la oscuridad. Pero aquella oscuridad era "hostil" de alguna manera que no podía comprender. Se sentía reconfortada y amenazada a partes iguales. Durante un breve instante le recordó a una batalla de petardos.
La joven se llevó una mano al corazón, consciente de la tarea que le encomendaba tal desolación.

Los aprendices comenzaron a abandonar la plaza. Escuchó a lo lejos a uno de ellos gritar sobre Tierra de Partida. Sin embargo, Adelaida estaba demasiado enfrascada en sus pensamientos, haciendo sumas y restas sobre la tierra muerta. Pero alguien vino a sacar la pulpa de la calabaza.

Buenas tardes, signorina. ¿Cómo puede encontrarse alguien tan pura como usted en un mundo tan oscuro como este? ¿Acaso ha caído del cielo?

Rió, retirando los dedos del alcance de su mano. Rápidamente, antes de que su interlocutor reaccionara, le acercó a la cara una de las marchitas flores del jardín. Uno de sus mustios pétalos se estrelló contra su cara.

-¿Y no será más pura una flor, cuna del más inocente lienzo jamás creado, la calabaza de Halloween? -replicó. El joven la miró, completamente extrañado. - Y hablando de Halloween: si las calabazas no vuelan, ¿qué te hace pensar que yo sí?

Era un joven pálido y esbelto, de porte elegante, con un corte de pelo demasiado serio para una retórica tan recargada, y unos ojos demasiado apagados para unas palabras tan altas. Aunque no se podía negar que su busto funerario sería apuesto...

Bueno, signorina... ¿Se ha planteado qué hacer? ¿No sabe adónde ir ni con quién ir? —le preguntó, llevándose la mano al pecho—. Venga conmigo. No, no aceptaré un no por respuesta. Tras ver algo tan bello, jamás podría perdonarme si algo le pasase... Como, por ejemplo...

Justo en ese momento, la sepulturera miró hacia el castillo con aterrorizados ojos.

-¡Como que las torres de ese castillo cayeran sobre mí por poner demasiados versos sobre ellas! Y no poder dejarme llevar por la brisa a ras de suelo de este cementerio floral que no huele a jazmín. Sería una tragedia con A mayúscula seguida de B y a. ¡Terrible!

Durante un instante, el tono de voz del joven llamó su atención. Su fluida expresión, su vehemente pronunciación... tan falta de una armonía que diera sentimiento a sus palabras, que diera vida a los preciosos palacios de papel maché que construía con su caballeresco hablar.

Sí... Claro... Mi nombre es Ivan Kit, y está invitada a venir conmigo y mi grupo. ¿El suyo es...?

-Adelaida Sepultura, para tu protección de las calabazas voladoras.

-Precioso nombre, como el de un ángel. Le esperaré en la salida sureste...

Miró al muchacho una vez más. Sus ropajes eran sobrios y elegantes, perfectos para cualquier velada... excepto por aquel dragón anaranjado de su cinturón, un completo destructor del flujo del color.
Había algo en aquél chico que la desconcertaba, igual que cuando abrió los ojos en Bastión Hueco. Tan pocas imágenes, tan pocas palabras intercambiadas; todo parecía tan en su sitio pero... Algo no encajaba, como un vampiro con un ataúd demasiado grande como para llenarlo con su no-vida, o una hermosa careta que le queda una talla grande a un niño pequeño.
La esencia de ambos se había escondido en uno y marchitado en otro, junto al color de las flores del jardín.

Al menos, para su agrado, seguirían la ruta que daba a más jardines aún, donde quizá encontrara una brisa que la hablara del día en que el corazón del Bastión se volvió Hueco.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Deja » Mar Jul 03, 2012 4:09 pm

Cabe decir que lo que me envolvió en un primer momento no fueron las sombras, no, fueron los pantalones de un aprendiz. Porque no, claro que no, las sombras no eran sólidas ni podías chocar contra ellas, qué va, yo había chocado contra una persona pintoresca. A fuerza de empujar y no conseguir nada, pues mis ojos se abrieron para buscar motivos a mi no-muy-inteligente golpe.

Lo importante en aquel momento no era adivinar de qué color eran los pantalones ni si el aprendiz se había hecho daño, en aquel instante lo que debía hacer era proteger a Rydia, no dejarla sola contra las sombras, no abandonarla, porque aquella era mi promesa, y las promesas no podían caer en el olvido.

Me orienté ligeramente para detectar las sombras, al verlas, me lancé hacia ellas a carreras, interponiéndome entre los demás aprendices paso bien ligero. ¿Qué atrevimiento? ¿Qué miedo? Qué indecisión.

…, en Bastión Hueco.


"Bastión Hueco" resonó en mi mente cual eco en una caverna. Aquel nombre se me hacía muy familiar, lo había oído antes. ¿Procedencia de aprendices? No creo, tampoco me interesaba ser conocedor de las historias personales de cada cual, sabía por lo pronto que Adelaida residía en Ciudad de Halloween y Kailee en Ciudad Disney, y no mucho más. Tampoco había visto muchos mundos, el extraño "Espacio Paranoico" y el dulce "Tierra de Partida", pero... ¿Bastión Hueco? Qué misterio tan misterioso.

Al fin y al cabo, no había vuelta atrás: no habría un portal con una voz resonante que dijera "dirección Tierra de Partida". Todo o nada, ya habíamos entrado la mayoría, ya no podríamos volver. Si es que a lo que se le da comienzo, se le da final, así de claro lo habíamos pactado los cazadores. Todo ciclo esperaba la llegada de su final.

Mi vista se nubló durante unos segundos para que después le sucediera la visión de un lugar totalmente destrozado, como era "Bastión Hueco". Edificios derruidos. Flores marchitas. Destrucción total.Qué triste se me hacía ver todo aquello comparado con los jardines de Tierra de Partida o aquellas extensas selvas de Tierras de Reino, pero claro, me dije, no todos los mundos van a ser tan bonitos como los que había visto, claro.

Los aprendices comenzaron a aparecer a los alrededores, unos dispersos, otros juntos —mi caso—, y otros que habían caído de culo desde una altura considerable. No importaba. Busqué con la vista a mi compañera, a la que vi cerca, y caminé hacia ella.

¡Rydia! ¿Estás bien?

Eso parece.

¿Por qué te has lanzado de esa forma? Me preocupa —bajé la cabeza lentamente, para parecer apesadumbrado.

¿Has visto el mundo? Increíble —comentó cambiando de tema—.¿Has visto? Hay cuatro lugares por los que ir, ¿por cuál vamos?

Me di la vuelta y analicé la situación. A simple vista, era cierto, había cuatro caminos que tomar, aunque en uno había un... sincorazón, que desapareció para descender por unas escaleras. A los lados también había otros dos caminos a escoger, y, por último, detrás nuestra uno por el que se accedía al castillo.

¡Cuatro rutas! Mira el sincorazón, como escapa. Claro, seguro que nos ha visto a todos aquí reunidos y trata de hacer que no lo hemos visto.

Erradicar la oscuridad.

¿Qué? —pregunté inquisitivo. Aunque la había oído bien, quería que me lo explicara.

Nuestra misión, ¿no era?, erradicar la oscuridad por los mundos, comencemos por ahí...

De repente una voz sonó a mi espalda, cortando la de Rydia. Supe que era Mick, le reconocía la voz. Claro, hasta entonces no había barajado la posibilidad de que ahí nos encontrásemos todos los aprendices en Tierra de Partida, si estaba Mick, probablemente también estarían los otros.

Hola Sam, ya veo que eres un valiente, ví como saltabas sin dudarlo hacía el interior del portal ¡ja, ja! ¿Sabes dónde estamos, no? Vergel Radiante, ahora conocido como Bastión Hueco, probablemente un nido de sincorazón. Mira, lo cierto es que hay una parte de mí que está muerta de miedo, pero hay otra que me pide que aproveche esta oportunidad para investigar y conseguir toda la información que pueda, al fin y al cabo, no se nos permite venir aquí ordinariamente. Así que he decidido comenzar por aquel lugar que parece dar a una zona inferior, probablemente unas alcantarillas o algo parecido, creo que por allí me podré desenvolver bien y llegar a cualquier punto de la ciudad sin correr demasiado peligro. ¿Qué dices, te vienes? Yo me iré adelantando, ¿vale?

Describió claramente cuál era nuestra misión y me apremió a continuar con él.

¡Vamos, Sam!

¡Vamos! Ya ves, hay que investigar todo lo que podamos y, de paso, cumplir nuestra misión como aprendices: erradicar la oscuridad. Y qué mejor sitio para comenzar que donde hay un sincorazon. —hice un gesto a mi compañera para que me siguiera y alcancé a Mick para ponerme a su lado.

Caminamos a paso ligero entre los demás aprendices, ¡a los exteriores! se había dicho y, ¡a los exteriores! se iría. Y lo mejor, se iría con compañía.

¿Qué te parece Mick?, el mundo y todo esto.
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Ruta 1~~ Charizard usó vuelo (?)

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Edit para quitar un code mal puesto ;(
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Demyx » Mar Jul 03, 2012 4:28 pm

A todos les pilló por sorpresa, las sombras surgieron de la nada y les engulleron como si nada. Edge frunció el ceño y miró de un lado a otro, nada, todo era oscuridad. Sin embargo, pudo llegar a oír una lejana y escalofriante risa que sin duda se burlaba de su suerte. Lo más posible es que todo aquello fuera una trampa, pero ¿adónde les llevaría?

―…Bastión Hueco.

Cuando la oscuridad se desvaneció, el joven tenía algo muy claro, ya no estaba en Tierra de Partida. Seguramente Bastión Hueco fuera el nombre del mundo donde se encontraba en aquel momento, recordó que había escuchado varias veces entre los aprendices mencionar ese nombre, a la par que aludían a la prohibición de visitar tal sitio.

***


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Allí, en una plaza, se encontraban ahora todos los aprendices que habían estado presentes en los jardines, hubieran entrado en el portal o no. El sitio mostraba rastros de batalla e incluso parecía abandonado, el conjunto del escenario resultaba completamente tétrico.

Había cuatro rutas posibles. El joven estaba empezando a considerar cada una de ellas cuando observó que, poco a poco, todo novicio iba escogiendo su camino a seguir, o incluso entre varios, formaban un grupo. Su experiencia era poca o ninguna en todo eso, por lo estaba pensando en unirse en uno cuando, de pronto, chocó con alguien.

Se trataba de un chico bajito y de pelo castaño claro. Debía ser un par de años, aproximadamente, más joven e iba acompañado por un perro. Edge le ofreció la mano para ayudarle a levantarse.

¡Lo siento mucho! Perdón por mi intromisión. No me había percatado de… ―empezó el chico, pero le interrumpió con una sonrisa. Parecía buena gente, por lo que pensó que no hacía falta darle más importancia al asunto—. Eres nuevo, ¿no? ¡Yo soy Zait Laind! —se presentó—. Vengo de Londres, en Nunca Jamás, un mundo muy lejano, pero precioso…

¡Es un placer conocerle, señorito Zait! Hace escasos días llegué a Tierra de Partida, mi nombre es Edge Lemmons ―por fin tenía la oportunidad de conocer a alguien entre toda esa diversidad de aprendices, y estaba claro que el joven no la iba a desperdiciar―. Procedo de una diminuta ciudad del profundo del Caribe, conocida como Port Royal ―no supo cómo continuar la conversación, así que esperó una nueva intervención del chico.

Supongo que estarás igual de confuso que yo. ¡Ven conmigo! Tak y yo cuidaremos de ti.

Le agradezco de todo corazón su espléndida cortesía ―empezaron a andar por la plaza a la par que observan las distintas rutas a seguir―. La verdad es que un humilde servidor no comprende nada de lo sucedido. Asimismo, parece usted ya más familiarizado con todos estos quehaceres, será un placer acompañarle a usted y a su noble escudero.

Su nuevo compañero ya parecía tener claro su itinerario, el que se adentraba en las abandonadas calles de la ciudad. Se dirigieron hacía allí, no sin antes reclutar a una nueva integrante. Se trataba de una niña con aspecto de brujita y, al parecer, ya conocía a Zait.

Eres Zait, ¿cierto?

Hola. ¿Sabes ya qué hacer? Si quieres, ven con nosotros. Entre tanto caos, uno no ya no sabe qué es lo que debe hacer.

Claro, pero... ¿adónde?

Nos dirigíamos hacia la ciudad ―explicó con su habitual sonrisa ―. Permítame que me presente, señorita, yo soy Edge Lemmons.

Ah, me llamo Maya, Maya Zawrid —dijo tras murumurar algo—. Deberíamos buscar alguna forma de volver a Tierra de Partida, ¿no? Por cierto... —miró a Zait—. No sigues teniendo la roca aquella, ¿verdad?

¡Cierto! ¿Fue aquel elemento caído del cielo el autor de todo este altercado?

Paralelamente, pudo observar que varios aprendices habían escogido la misma ruta que ellos. Por lo menos, no estarían solos.

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Chapuza xD Anyway, ruta 2
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Mentos escribió:Lemons es Don gato pardo bañado en diarrea galletosa comiendo limones con su mayordomo viejo que se tira pedos llamado Mentos que se quedó encerrado en el congelador

Hollowriku escribió:Pues que mal ¿no? =(

Hollowriku escribió:Omg, ¡muchas gracias por el primer puesto en User invisible! No me esperaba algo así :cry:
En realidad he trabajado duro para conseguirlo, creo que me lo merezco xD

Edgar13 "en resultados en el test de kh ¿k personaje sois?" escribió:Primer post: lo hago para buscar gente compatible con otras personas y hacer amigos :)
Doblepost: esto es para hacer amigos
Triplepost: asi k si alguien cree ke su personaje es compatible con otros ke aya , k venga
Cuadruplepost: tanto chicos como chicas pueden entrar

Kiba/Littlesho escribió:Es que no sabeis hacer otra cosa que insultar?=Nop, topotamadre

Jeanny escribió:Demyx: What?
Jeanny: No sé, what tú.

Kurogane escribió:No sex, no fun here

Claus escribió:Maldito psicópata, la has cagado tio, porque en el remite viene tu dirección, y pienso ir allí pegarte una paliza por listo

Artema escribió:Antes se pilla a un Zerkdo que a un cojo

En una multi de verano escribió:Red: Yo soy especial
Demyx: Especialmente tonto
Vanitas: xDDDDDDDDDDDDDDDD

CHRIS IN THE LiGHT escribió:a finales de este verano sere mod
apuesto tds mi platines
os jugais muxo tu i mentos
sere el rei de los mods

^Sure
Vanitas3, actual Velacrow, & Demyx escribió:Demyx: Darcnesssss es true pawah qVanitas3
Vanitas: Demyx, puta xDDD

Gambit Van Cooper escribió:
Sombra escribió:Una opcion es crear un foro completamente nuevo en otro servidor como puede ser puntoforo o ir al foro de Miké que ya está echo y seguramente os daría a los Mods y Admin los rangos que aqui teniais

Buen chiste.

La derrota de Mentos: http://khworld.webcindario.com/phpbb/viewtopic.php?p=608521#p608521

Jrucsora escribió:OYE SITO TU QUE DICES DE QUE TENGO LOS PECHOS PROMINENTES Y GLUTEOS COMPACTOS MENTIROSO ¬¬

RedXIII en la KHW Family escribió:Dios ¿Porque coño no me despierto como el calvo de los serrano?

RedXIII escribió:COMUNISTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *Señala el gorro de Soda*

¡KHWORLD AWARDS!
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Awards 2013
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Awards 2012
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Award de no me acuerdo cuándo ya xD
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Pirica pirilala pupurina papalatus :B

#Y todo el mundo sabe, al fin y al cabo, que Nell es Larxene.

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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Nell » Mar Jul 03, 2012 5:48 pm

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Ueki
Xefil


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Por si lo necesitáis, plano general del mundo. También decir que, a partir de ahora, división de grupos, por lo que, afortunadamente, para vosotros y para mí, para postear sólo tenéis que mirar obligatoriamente los temas de los que hayan cogido vuestra misma Ruta (pero, obviamente, lo ideal sería que echaseis un vistazo al conjunto).

También quiero hacer otro apunte: la primera parte del camino, excepto una Ruta (xD), es casi exclusivamente de andar hacia delante, hacia atrás, tomar una decisión respecto a bifurcaciones, etcétera, por lo que lo ideal sería que aprovechaseis para conversaciones entre personajes y demás.


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Mientras que para algunas personas la decisión había sido tremendamente fácil, para otras la indecisión por escoger una ruta, o quizá fue sólo que se distrajeron contemplando quién sabe qué, les costó un tanto caro.

Quedando únicamente en la plaza Ueki y Xefil, algo sucedió. Los aspersores de las flores, que cualquiera pensaría que no debían de funcionar a juzgar por el aspecto de éstas, se encendieron repentinamente, empapando durante varios segundos a los aprendices que aún allí quedaban.

Sólo se salvó Xefil, que entre la caída y su posición, no le alcanzó el agua.

Y, con las ropas mojadas y cada vez con mayor frío (al menos, Ueki), aún estaban a tiempo de decidir qué hacer, si elegir camino o quedarse en la plaza jugando a las cartas. Los aspersores no volverían a encenderse.

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Zero, tu post es de lo más raro, porque sinceramente, no he sabido qué hacer contigo >: No has probado a huir, sólo te has subido al Glider y luego te has dejado caer, de modo que tampoco puedo tomarlo como que has intentado marcharte (y como no sabes si puedes o no porque no lo intentas, o lo pruebas o se siente, no vale el “si se puede, bien; sino, pues nada”). Ni tampoco aseguras irte por la Ruta 3, de modo que pasas nuevo turno para decidir.





Fecha límite: 7 de julio.
[NOTA IMPORTANTE: Durante estos días me iré fuera, sin internet disponible, pero en un principio regresaré el día 7, de modo que no habría problema. Sin embargo, también es posible de que regrese el día 8 (domingo), lo siento =( De modo que lo único que puedo prometeros es que, en dicho caso, postearé nada más regresar. Pase lo que pase, lo ideal es que posteéis antes del 7 para no tener problemas]

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Turnos perdidos: Ueki (2); khsora (1).
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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¡Gracias a todos los que votasteis!
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Tierra de Partida y Bastion Hueco.

Notapor Ueki_168 » Sab Jul 07, 2012 2:13 am

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Siento muchísimo mi retraso, me voy a poner al día con todos los turnos que me faltan. Así que aquí voy a hacer un 2x1, es decir, pondré el primer turno y el segundo, por separado en el mismo post. Como si fueran capítulos.

Estaba estirado en la cama, despierto, pero con los ojos cerrados. Aquel día estaba siendo tranquilo, no había ninguno de los maestros así que me quedé estirado, sumergido en mis pensamientos.

Por la ventana, que estaba abierta, pasaba una corriente de aire suave que hacia ondear las cortinas. Y el sol iluminaba toda la habitación, pero no le daba importancia, yo seguía con los ojos cerrados. Pensando en el tiempo que llevaba en aquel lugar, entrenando y superando las pruebas que los maestros ponían como entrenamiento. Aún no había hecho muchos amigos. Fue eso lo que me llevó a querer levantarme, aunque no lo hice. Se estaba tan a gusto en mi cama...

De pronto, un silbido inundó tanto mi habitación como, por lo que parecía, toda Tierra de Partida. Abrí un ojo, molesto por el sonido, para buscar el origen de aquel sonido. Al principio podía parecer inútil ese gesto, pero resultó que sirvió para ver a través de la ventana como una línea atravesaba todo el cielo. Al principio no le dí importancia, tampoco me preocupaba, pero cuando se acercó hacia los jardines haciéndose cada vez más grande, y acabó estrellándose en los jardines, si que me sobresalté.

Lo primero que hice fue asomarme por la ventana. Y vi como iban saliendo los aprendices, cada vez más. Mientras los veía me sorprendía cada vez mas. Pero fue entonces que una voz que hizo eco en mis oídos dijo:

-¿Buscas el conocimiento? ¿Deseas la verdad? -preguntó aquella voz, haciéndome agitar la cabeza- Un único camino puedes entonces tomar. Y te advierto, escucha, pues en ninguno más ante ti se mostrarán. Ven y descúbrelo todo. Allí…

En ese mismo momento vi como unas sombras emergían de todos los rincones del jardín, para acabar juntándose en un extremo del jardín, formando una puerta oscura y ovalada.

¿Que diantres significaba aquello? ¿Y que era aquella cosa? No tenía tiempo para descubrirlo, tenía que ir al jardín. Así que deprisa fui a vestirme, pero esas prisas hicieron que pisara mi propio pantalón y me cayera al suelo, soltando un leve gruñido de dolor. Una vez me puse toda la ropa y me peiné, como suelo hacer, pero esta vez deprisa, salí corriendo a la mayor velocidad que pude.

Mientras corría por el castillo y los caminos que llevaban al jardín el tiempo iba lento para mí. Mis pensamientos me invadían. Aquellas preguntas... no lo dudé ni un segundo. Mi curiosidad y mis deseos irrefrenables de obtener conocimiento y de ser mas fuerte fueron el impulso a querer atravesar aquel portal.

Una vez llegué al jardín, vi que muchos aprendices ya no estaban. ¿Habían tenido el mismo deseo que yo? No paraba de correr. Tenía curiosidad por el objeto caído del cielo, pero no quería perder la oportunidad de obtener aquellos conocimientos. Algunos, por eso, se quedaron atrás. No presté atención a ninguno de ellos, y tampoco al misterioso objeto, yo solo me centraba en aquel portal. Así que manteniendo mi velocidad fui directo a atravesarlo.

*****************


Aquellas sombras me invadieron. Mientras aún corría en la mas absoluta oscuridad, pude oír como aquella voz que resonaba en mis oídos volvió a hablar, para terminar la anterior sentencia Estaba sumergido en la oscuridad hasta que ésta desapareció y me vi a 2 metros del suelo. Caí con la suerte que que mi culo amortiguó la caída, aunque no pude evitar el dolor y unas pequeñas magulladuras. Tampoco pude evitar soltar un gruñido que expresaba ese dolor, a parte de echarme las manos en el culo mientras aún tenía la mueca de dolor.

Dejando aquello de banda y aún en el suelo. Pude observar que aquel lugar llamado Bastión Hueco -o al menos eso dijo aquella voz- estaba triste, apagado, destrozado, marcado por lo que podía parecer una guerra, que lo único que dejó a su paso fue la desolación y muescas en todo el terreno. El cielo, oscuro y nublado, lo único que hacía era transmitir mas tristeza. Mientras miraba aquel lugar tenía un gran sentimiento de tristeza.

Aquel lugar tenía cuatro rutas que podía escoger, de la cual destacaba una que consistía en unas escaleras, seguidas de unas destruidas verjas, que parecían dar a un enorme castillo. Tenía ganas de dirigirme hacia allí, pero me paré a pensar. Era débil, y lo sabía, así que yo solo no iba a sobrevivir mucho tiempo. Por tanto, decidí esperar y observar la gente, para ver a donde iban.

Mi prioridad era aquel castillo. Mientras lo miraba me puse a pensar en el hecho de que estaba en un lugar absolutamente desconocido para mí y que podía albergar peligros por todos los lados, pero aquello me fascinaba. Era una oportunidad perfecta para ponerme a prueba.

Cuando todos los aprendices habían abandonado el lugar y yo aún estaba en el suelo, dolorido por la caída, los aspersores de aquellas flores marchitas se encendieron alcanzándome a mí un chorro que me mojó entero. Helándome hasta los huesos pegué un sobresalto con el que me levanté. Aquel no era mi día de suerte, esperaba que aquello no fuera así después.

Ya de pie, y después de observar a la gente, vi como seis personas tomaron el camino que llevaba el castillo. Fuera lo que fuera lo que me esperaba allí, con gente que me pudiera proteger, no me tenía que preocupar. Aunque siempre estaba dispuesto a luchar y a poner toda mi fuerza en el combate.

Así que sin dudarlo ni un segundo más, salí corriendo en aquella dirección, antes de quedarme rezagado y que se olvidaran de mi.

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Y finalmente, Ueki toma la ruta 3.
Imagen<--- Gracias xXRIKUXx
Imagen<--- Gracias Velacrow.
Clan (ahora está cerrado, pero me sigo sintiendo orgulloso de él ú__ù)

Firmas y regalos
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Imagen<--- Gracias Soravalor.
Imagen<--- Gracias xXRIKUXx

La gente no deberia dejar de comprar el kingdom hearts por que salgan personajes Disney
Quien apoye esto, que me done 10 platines y le pongo en la lista:
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abr_31 - Gracias ^^.
Riku - Wow!!!, te lo agradezco.
soravalor - Yo agradecer tu valor xD.
Traski12 - Estoy emocionado *snif*.
GirlVanitas (anteriormente Tami-chan) - Has dado un pequeño paso para el foro, pero un gran paso para la humanidad.
Terra1771 - Lo siento, pero me tendras que donar 5 platines más por el esfuerzo que conlleva escribir esto...
Spirit - Se me acaba la imaginacion, asi que solo pondré "gracias" a partir de ahora (o no, todo dependerá de mi inspiración)
Xilio - Gracias a su generosa donación (fuera de lo que pedia), me pude comprar un yate! (no, es broma, tan solo me lo gastaré en "rasca y gana" xD)
RiSoRoA - Te agradezco de todo corazón tu donacion, pero la letra pequeña (tam. 0,0000001) decia que el precio secundario era TU CORAZÓN MUAJAJAJA. (no, es broma)
Pokeexp - Te recuerdo que esto es un foro de Kingdom Hearts, lo digo por tu nombre... Pero eso significa que no estoy orgulloso de ponerte en mi lista *hum!*
DianaRomero - Agradezco que pienses lo mismo que yo, que a veces pienso que nadie me entiende...
DemyX545 - Los novatos no tienen derecho a estar aqui... Mentiraa, que puedes estar en esta lista y con mucho orgullo.
gawys - Las rosas son rojas, las violetas tortillas y tu encuentras tu camino en la tostada con mantequilla amigo mio.

Que mas puedo decir después del límite de diez personas... que cada persona mas que me done, será un amigo más que me dará fuerza cuando me encuentre solo o en la oscuridad, porque para mi los amigos como vosotros significan amigos que estarán ahí para ayudarte en momentos de flaqueza. (*snif* qbonito)
Gracias a todos, seguid donandome, y que Dios esté con vosotros. (?)
Sigo diciendo que si opinais lo mismo, seguid los pasos.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Zee » Sab Jul 07, 2012 2:37 am

Cuando mi Glider desapareció rompiéndose en centellas de pedazos destelleantes, un nudo en mi estómago me confirmó que, por enésima vez en el día, me moría de miedo. Como me había alzado por lo menos tres o cuatro metros, sentí mi caída eterna, mientras los trozos de luz ascendían al cielo y parecían burlarse de mí, pavoneándose de su capacidad de desafiar las cadenas de la gravedad y escapar hacia el mismo sol.

¡Espabila!

Algo me hizo reaccionar de pronto. Cómo lo hice, no podría precisarlo, pero logré girar en el aire y caer perfectamente sobre la punta de mis pies. Sin llevar impulso, no obstante, no pude rodar para reducir mi caída. Las rodillas me flaquearon y terminé con ellas ardiendo, en cuclillas.

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¡Felix pierde 1/2 de su velocidad!


Los aspersores se encendieron sin previo aviso o razón aparente. Si quedaba alguien en la Plaza, seguro que salieron corriendo de allí al instante, como el resto de los grupos. Fui afortunado porque, debido a mi ubicación y a una mala posición de los rociadores, el agua no hizo más que refrescarme un poco.

Ragun, Mei y, después, Axel habían desaparecido por la gran reja que llevaba al castillo.

¡No! ―grité. Era tarde para volver a Tierra de Partida, y mucho menos por mi cuenta. Lo mejor que podía hacer era seguir con quienes me sentía más seguro y cuya propia seguridad me preocupaba: Mei, Axel y Ragun. El resto de los Aprendices, desafortunadamente, no eran una prioridad.

Ignoré por completo al único muchacho que quedaba en la plaza, un chico de pelo verde, mostrando que su camino me importaba lo mínimo, y llevé mi mano derecha al frente, invocando mi Llave-Espada. Una silueta brillante se materializó entre mis dedos, comenzando a formar mi arma entre ellos.

El mismo sonido del cristal rompiéndose que apareció cuando mi Glider desapareció resonó en la plaza y, luego, la luz se disipó. En mis dedos no sostuve más sino vacío.

¿Qué...?

Volví a intentarlo. La luz envolvió mi mano y, pese a la fuerza con la quise invocarla, mi Llave desapareció a medio camino, estallando en los mismos fragmentos en los que mi Glider había desaparecido.

Una vez más; otro fallo. Otra. Otra. Otra. Y otro. Otro. Otro

¿Qué estaba pasando conmigo? Mi vehículo se había roto en mil pedazos sin una razón aparente y ahora no podía invocar mi Llave, que desapareció exactamente de la misma manera. ¿Por qué? ¿Había mi corazón dejado de ser fuerte? ¿O era a causa de la atmósfera que rodeaba al mundo perdido, Bastión Hueco? ¿Por la oscuridad que había atravesado, tal vez?

¿O había algo más?

Decidí mantener la cabeza fría y no alterarme. Mi daga, mi diario y el resto de mis cosas estaban en la silla de Pema, quien había hecho caso a mi orden y seguía volando bajo sobre el camino que llevaba al castillo. ¿Y sí...?

Llevé una vez más mi mano al frente y por enésima vez la rodeó un halo de luz, aunque ahora mucho más pequeño que previamente. La orden mental fue distinta y, gracias a ello, sentí el arma comenzar a aparecer entre mis dedos.

Me detuve antes de terminar el hechizo para ahorrar mi magia. Por lo menos sabía que podía usar mi daga si llegaba a necesitarla, no sólo mi Llave-Espada.

Con lentitud, comencé a caminar rumbo al castillo, esperando alcanzar, con suerte, al grupo de Ragun. Advertí al Aprendiz de cabello verde ir detrás de mí.

Ragun, Mei y Axel son los importantes aquí ―me recordé, frío, mientras continuaba caminando. A ese paso, si había un cruce de caminos o avanzaban con prisa, lo más probable era que jamás alcanzara al otro grupo y terminara quedándome prácticamente solo.

Lo cual, evidentemente, no me agradaba en lo más mínimo.

Silbé al aire y mi bisonte bajó para recibir su orden. Con más suerte que habilidad, logré montarme a la parte externa de su silla.

Tú me llevarás a la cima, bonita. No vueles tan alto; no queremos llamar la atención. Yipyip ―pedí. Y con un gruñido de asentimiento, Pema comenzó a ascender la escalinata, esforzándose por mantenerse a poco menos de un metro del suelo. No sería tan rápido como volar por lo alto, pero sin duda me tomaría menos que la eternidad de intentar llegar con las rodillas lastimadas.

No iba a quedarme solo. Tenía que alcanzarlos.

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Esta vez, definitivamente, Xefil toma la Ruta 3. Como vuela bajo sobre Pema, sigue siendo vulnerable a los ataques de los Sincorazón, así que no quiero que Narra venga a reclamarme o algo xD
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Nell » Mar Jul 10, 2012 2:02 am

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Nadie

=(

Por tanto, tema cerrado hasta nuevo aviso.



La plaza volvió a quedar desierta. Y, aparecido de la nada, un joven miraba los cuatro caminos que habían tomado los aprendices, para echar un último vistazo al cielo encapotado. En sus manos sostenía varios naipes que no pertenecían, precisamente, a la baraja habitual.

La fortuna sólo sonríe a los vencedores. C’est parfait.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Nell » Vie Sep 07, 2012 1:29 am

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Nada más llegar, los aprendices no pudieron ver nada. Sabían que volvían a ser corpóreos, que las sombras les habían llevado a un nuevo lugar, pero la oscuridad era absoluta. Algo que, quizá, podría haberles dado un poco de miedo, si ninguna voz osaba hablar.

Pero, finalmente, cuatro luces se encendieron sobre un tablero, al fondo de la estancia, las mismas que los aprendices de la Ruta 4 habrían podido aprecia anteriormente. A éstas se le unieron, en breves, las del resto de la sala, del techo y de las paredes, por lo que todo quedó visible a ojos de los muchachos.

Y el panorama que encontraron, sin duda, no se lo esperaban. Conocían aquel lugar. Lo habían visto antes. En muchas ocasiones, probablemente. Puede que lo que más les llamase la atención fuera el diferente decorado, más tétrico; el colorido, más oscuro; y las paredes, grisáceas, en vez de claras. Ni siquiera había vidrieras, tan características de ese lugar.

Sin embargo, los tres tronos, en línea, eran exactamente iguales a los de su lugar de origen.

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Frente a ellos, al bajar las escaleras, se hallaba el tablero que habían visto antes. Sobre su superficie se observaban formas tridimensionales, que pronto pudieron reconocer: se trataba de la ciudad de Bastión Hueco, tal y como habían comprobado al recorrer sus calles. Desde los más recónditos lugares hasta las plazas más extensas. Las únicas zonas que no se apreciaban en la maqueta eran el interior de los edificios y los subterráneos.

Aquellos que tuvieran vista de lince podrían apreciar, además, algo peculiar. Unas pequeñas figuras parecían moverse en la maqueta. Por un lado, una joven ninja de ropajes verdes, reconocible para los miembros de la Ruta 4. Estaba cerca de la nave gumi, donde Ivan la había visto por última vez. Por otro, otras dos personas, que se acercaban a su posición desde la plaza donde todo había comenzado, un hombre y una mujer, a quienes les resultaría familiares a los de la Ruta 2.

Los habían estado observando. Desde el mismo momento en el que pusieron un pie en Bastión Hueco, habían sabido todo lo que hacían. Pero, ¿por qué esperar tanto a llevarlos hasta aquel lugar? ¿Acaso querían antes debilitarlos?

Sólo alguien más se encontraba allí, aparte de ellos. Un hombre mayor, situado tras el tablero, al que miraba fijamente, para asegurarse de que no había nadie más, cualquier imprevisto, que irrumpiera en sus dominios. Tenía el cabello castaño, la mirada cansada, y vestía un traje marino sobre todo lo demás.

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Bienvenidos, futuros Maestros —saludó, llevándose la mano al pecho y haciendo una breve inclinación—. Espero que vuestra estancia en mis dominios haya sido, cuanto menos, instructiva.

El hombre se separó del tablero, dándose la vuelta y comenzó a acercarse al trono principal. El ambiente, tenso, no se vio interrumpido por ninguna de las palabras de los aprendices, pues éste continuó hablando.

Porque… ¿qué otro objetivo que enseñar podría moverme a obligaros a venir hasta aquí? —preguntó, sin parar de hablar—. Es una de las pocas cosas que puedo ofreceros. Conocimiento. Sabiduría. Verdad —enumeró—. Nadie debería privaros de ellos. Y pensaréis, ¿qué insinúa? ¿Por qué iban a mentirnos nuestros Maestros? ¿Por qué blasfemas tanto contra sus enseñanzas?

»Muy sencillo.

Se sentó en el trono central, donde se acomodó tranquilamente, dejando que los segundos corriesen para aumentar la tensión entre las filas de los aprendices que aún no sabían quién era aquel tipo. O sólo lo sospechaban.

Nadie necesita darle explicaciones a la carne de cañón —reveló el hombre—. ¿Sabéis cuántos aprendices había en Tierra de Partida antes de vuestra llegada? —extendió la mano, con el puño cerrado, y levantó los dedos índice y pulgar—. Dos de media por cada Maestro. ¿A qué se debe este cambio tan drástico de números? ¿Cuál es el papel que quieren que desempeñéis? —sonrió, por primera vez—. Los Maestros no son tontos. Sospechan lo que ocurre aquí. Algunos más que otros. Huelen el aroma de la próxima guerra… Y necesitan cuanto antes aumentar las filas de su ejército.

De repente, la sala se llenó de sombras alrededor del hombre. A su lado, en el trono de la derecha, surgió una joven, quien muchos no habría visto antes, rubia, con un gran gorro blanco sobre la cabeza, y vestida de verde. Se repantigó en el asiento, sin ningún tipo de formalidad ante el vasto público.

¿Dónde está Wix, Ryota? —preguntó al hombre.

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Acto seguido, guiñó un ojo a Ragun, Fran e Hitori, quienes sin duda la recordarían de aventuras (o desventuras) pasadas.

Enseguida viene —anunció.

Castañeó los dedos y las mismas sombras volvieron a cubrir el trono, ésta vez el de la izquierda, revelando la figura de Wix, contra la que los aprendices de la Ruta 3 se habían enfrentado. En vez de replicar, permaneció en silencio, erguida e imperturbable sobre su asiento. Seguía cubierta de sangre, pero no había nada en su rostro que detonase lo que minutos antes había pasado.

¡Menudas pintas! —comentó Ariasu, riendo—. Sabía que dirigirlos hacia ti sería divertido. Pero, ¡no tanto! —confesó—. Y alegra esa cara, mujer. ¿Ves cuántos intrusos tenemos hoy? Todos serán para ti…

Acto seguido, diversas personas fueron surgiendo también de las sombras. Andrei, al fondo, apoyado en la pared, se limitó a cruzarse de brazos, mientras observaba con una sonrisa la habitación, memorizando todas las caras allí presentes. Alexis, que parecía recién llegada de pasear, con el paraguas sobre el hombro, hizo un evidente gesto a los miembros de la Ruta 1: formó una L con los dedos pulgar e índice y la colocó entre las cejas, sacándoles de paso un poco la lengua. Diana, una belleza sin igual, se colocó tras el trono de Ryota, haciendo alarde de sus encantos, al mismo tiempo que saludaba con la mano, de pasada, a los chicos de la Ruta 2 (quienes no sabían quién era, pero quizá lo imaginasen por ciertas descripciones), especialmente a Alec. Y, en último lugar, Shinji, que parecía gratamente contenta, y que dedicó una sonrisilla a Hitori, a quien recordaba muy bien.

Una vez estuvieron todos presentes, Ryota siguió con su discurso.

Y todo se reduce a esto —dijo Ryota, extendiendo los brazos para abarcar toda la sala, incluso a los aprendices—. Hace siete meses, abrí la puerta que permitió la entrada de los sincorazón a este Reino. Así fue como tres Maestros y cinco aprendices cayeron luchando en Bastión Hueco. ¿Os suena la versión? Si bien la mayoría acudieron horas después del accidente, resultaba bastante sospechoso que un ataque de semejante calibre acabara con tantos hijos de la Llave Espada. ¿O no? Había bastantes coincidencias de por medio…

Pero, ¿quién iba a imaginarlas? —intervino Ariasu, con una alegría inusitada—. ¿Quién iba a creer que, precisamente, precisamente ellos, nosotros, seríamos los culpables? —soltó una sonrisita parecida a “jijiji”, para después exclamar—. ¡Los Maestros son los traidores! ¡Y los aprendices se les han unido! ¡Imposible!

No tanto como crees… —murmuró Ryota.

Al fin, luz. Tantas incógnitas, tantas preguntas, y por fin tenían allí una respuesta. Puede que alguno sospechara, o puede que ni se le pasara por la cabeza, o incluso que lo supiera. Pero ahí estaba. Ryota no parecía darle importancia al dato, como si para él fuese obvio, o porque había andado tanto por las ramas que esperaba que los aprendices se hubiesen percatado, al menos, antes de que Ariasu lo vociferara a gritos.

Probablemente os hayáis dado cuenta de que falta una persona —recordó—. O, mejor dicho, dos, ya que esta señorita no forma parte del cupo inicial —mencionó, señalando significativamente a Wix—. Sí… En cuanto acudieron, creyendo que venían a arreglar el problema y a salvar a todo el mundo, se dieron cuenta de quiénes eran los verdaderos culpables. Lucharon y… perdieron. Tengo entendido que os habéis encontrado con ambos —sonrió—. Uno escapó recientemente de su prisión, aunque ya de poco nos podía servir… La otra, en cambio… Bueno, algunos la habréis visto de primera mano… y, sino, ahora podéis hacerlo —señaló nuevamente a Wix. Daba tantas vueltas al mismo asunto que, quizá, alguno aún no hubiese pillado la conexión.

»Desde entonces, Tierra de Partida no ha mandado a nadie más. Ha dejado a la deriva Bastión Hueco. Justo en nuestras manos.

Hizo una breve pausa. Puede que estuviera esperando preguntas sobre esa parte tan confusa, que tanto había dejado en el aire, y que sólo unos pocos tendrían la respuesta. Pese a que, en realidad, entre todos, pudiesen dar con la solución definitiva. Si había ronda de dudas, una vez acabada, Ryota continuaría.

Desde que pusisteis el primer pie en Tierra de Partida, los Maestros os han enseñado a erradicar a los sincorazón, a eliminarlos a fin de restablecer el equilibrio. Pero, ¿acaso éste no se haya tanto en Luz como en Oscuridad? ¿Por qué defender una y anular la otra? ¿Desde cuándo la Llave Espada ha estado sólo a favor de la primera? —razonó Ryota—. Tierra de Partida ha mancillado la sagrada tarea a la que se entregaron los antiguos Portadores de la Llave Espada. No acataré más órdenes de ella. Seguiré siendo un Maestro, fiel a las estructuras que rigen nuestro universo, pero no a las suyas.

»Y vosotros tenéis ahora la oportunidad de cambiar, como hice yo, el destino que os tienen reservado vuestros Maestros.

Se levantó del trono. Avanzó un par de pasos y, al límite de las escaleras, extendió la mano:

Uníos a mí —les propuso Ryota—. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

Formulada la propuesta, sólo quedaba aguardar la decisión de cada aprendiz.


Spoiler: Mostrar
*Información:

A partir de ahora, los personajes del Rol estarán divididos en Bandos: el bando de la Luz, en referencia al de los Maestros de Tierra de Partida; y el bando de la Oscuridad, de los de Bastión Hueco.

Os encontráis ante el primer momento en el que podréis optar por cambiaros al nuevo bando creado, o bien permanecer en el que estáis. Para tomar la decisión, es necesario que leáis desde el principio hasta el final todo el spoiler, a fin de cuadrara vuestro personaje en el que creáis oportuno.

Cada bando tiene sus propios objetivos, lo que influirá significativamente en las Tramas que se realicen en uno u otro, ya que serán en contadas ocasiones cuando coincidan personajes de ambos bandos en un mismo tema, siendo más habitual que pertenezcan todos al mismo. Y, en el caso de que dicha situación se diese, probablemente cada bando tendría diferentes propósitos en dicho mundo (lo que dará pie a situaciones interesantes…).

Ninguno de los dos bandos tiene requisitos para entrar, y se podrá acceder a cualquiera de ellos desde el mismo prólogo. Será posible, también, cambiar de uno a otro cuando se quiera, sin límite de veces. Sin embargo, obviamente, dentro del rol esto se traducirá en desconfianza hacia tu personaje por parte de los dos bandos…

¿Tengo que cambiarme de bando si mi personaje es “oscuro”, tiene afinidad a Oscuridad, o está relacionada con ella? En absoluto. Eres el único capaz de decidir donde encajará mejor, si él de verdad está interesado en la propuesta de Ryota o es demasiado fiel a Tierra de Partida como para abandonarla.

¿Y al revés? Si tengo afinidad Luz, y mi personaje es un buenazo, ¿significa eso que no puedo cambiarme? Puedes hacerlo. Cada personaje tiene que tener sus motivos propios para pertenecer a uno u a otro. Es tarea tuya decidirlo. ¿Quién sabe? A lo mejor es que es demasiado curioso, o que tiene secretas intenciones nobles…

¿Hay algún cambio más significativo por pertenecer a uno u a otro? Sí, pero eso es algo que tendréis que ir descubriendo por vosotros mismos.

Ahora no me quiero unir, pero puede que más tarde… Como ya he dicho antes, se puede cambiar de uno a otro las veces que se quiera. Comunícaselo al MG de turno para que cambie tu ficha (pronto encontrarás los dos temas en los que se dividirán los bandos), y a partir de la próxima Trama tu personaje será oficialmente del otro bando (se recomienda un Encuentro de por medio para la traición, pero no es obligatorio).

Hasta aquí, los datos que os puedo dar. Ahora, me temo, os toca decidir: ¿Tierra de Partida o Bastión Hueco?

¡Confío en que decidiréis bien! A lo Gato Risón >_>







Fecha límite: 11 de septiembre.

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Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (2); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1); Pharos (1); YuOchiga Expulsado.

Ausentes: Pharos, Zero.

(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.
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Awards 2010-2011, 2012, 2013, 2014 y 2015
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Sombra » Vie Sep 07, 2012 2:57 am

¿Qué estaba pasando? Hacía un momento estabamos con Wix, la que había dado un papel a Axel, la pelea que tuvo con Light, Mei siendo detenida por Xefil... Y una Wix herida que había acabado sobreviviendo a fin de cuentas. Pero ahora...

No había luz, y por tanto era imposible ver sin embargo sabía que estaba rodeado de gente, a parte de sentir a los otros a mi alrededor podía escuchar murmullos y ecos, respiraciones entrecortadas... Miedo, ¿de qué? ¿De la oscuridad? ¿Temer algo tan hermoso? Cobardes, eso eran... Bueno, no del todo, no quería pensar eso de mis compañeros, pero era como si poco a poco aquel mundo me hubiese vuelto más... despiadado o tal vez antipático, no sabría decirlo. Quise usar mi habilidad para ver en la oscuridad pero no hizo falta cuando todo empezó a iluminarse con numerosas luces que no dejaron ni un rincor sin visibilidad.

¡Nyx! —corrí hacia mi mascota, que estaba al lado de una maqueta de Bastión Hueco, parecía un holograma. Pude reconocer de que era la maqueta gracias a las vistas desde el ascensor, estaba todo muy detallado, tanto que daba miedo, edificios, ruinas... incluso había personas allí, moviendose como si fuesen personajes de un videojuego por el escenario. Si aquello era en tiempo real no hubo momento en el que no supieran donde nos habíamos encontrado... era terrorífico saber aquel detalle.

Pero me impactó en lo siguiente que me fijé. ¿Aquello era Tierra de Partida? No, era imposible. El decorado era mucho más apagado que el de allí, tanto que me parecía muy agradable. Una sonrisa acudió a mi cara... Se estaba muy a gusto en aquel lugar. Las paredes estaban gastadas y eran grisaceas y no había ventanas que dejasen pasar la luz del exterior. Pero se parecía tanto a la Sala del Trono de Tierra de Partida... Sobre una base de madera se alzaban tres tronos identicos a los de nuestro mundo-academia, si aquello no era extraño no sabía que lo era.

Entonces me di cuenta de alguien, había estado cerca de Nyx y yo, al otro lado del tablero, pero había estado tan absorto en Nyx y en el lugar que ni me había fijado en aquella persona, incluso si lo hubiese visto de refilon no me habría llamado la atención entre tanta gente.

Era mucho más mayor que yo, eso estaba claro y nos miraba fijamente con cabello castaño y unos ojos que denotaban algo de cansancio, vestía un traje de estilo marinero que le daba un toque refinado y de superioridad
Sólo alguien más se encontraba allí, aparte de ellos. Un hombre mayor, situado tras el tablero, al que miraba fijamente, para asegurarse de que no había nadie más, cualquier imprevisto, que irrumpiera en sus dominios. Tenía el cabello castaño, la mirada cansada, y vestía un traje marino sobre todo lo demás.

Bienvenidos, futuros Maestros —habló para romper el hielo inclinandose en una educada reverencia a modo de saludo—. Espero que vuestra estancia en mis dominios haya sido, cuanto menos, instructiva.

No veas cuanto... —murmuré con tono ácido recordando hasta el más mínimo detalle de la "excursión" por el castillo y los problemas que habíamos tenido entre todos los aprendices que habíamos decidido entrar allí.

Mientras pensaba en todo lo que habíamos pasado el hombre ya se estaba acercando hacia el trono del centro. Nadie dijo nada, normal. Podíamos sentir que aquella persona era muy poderosa, tanto que no podríamos enfrentarlo entre todos. Ni siquiera Wix podría derrotarle, seguramente... ¿Estaría ella bien?

Porque… ¿qué otro objetivo que enseñar podría moverme a obligaros a venir hasta aquí? Es una de las pocas cosas que puedo ofreceros. Conocimiento. Sabiduría. Verdad —eso significaba que él era el que nos había hablado cuando apareciera el portal... o eso parecía—. Nadie debería privaros de ellos. Y pensaréis, ¿qué insinúa? ¿Por qué iban a mentirnos nuestros Maestros? ¿Por qué blasfemas tanto contra sus enseñanzas?

Tenía razón, nadie debería privarnos de algo como el conocimiento ni el poder, ¿por qué nos ocultarían cosas nuestros maestros? La pregunta que se formuló a sí mismo captó mi atención. Aquel hombre era interesante.

»Muy sencillo.

El hombre, finalmente se sentó en el trono principal sin hablar hasta que se acomodó del todo, no tenía prisas, no teníamos escapatoria. Me quedé en mi sitio sin moverme, sin quitarle el ojo de encima.

Nadie necesita darle explicaciones a la carne de cañón —en ese momento me giré para ver a todos los aprendices, estábamos exhaustos, heridos y sin fuerzas. A pesar de que éramos muchos éramos débiles...¿Éramos carne de cañón? ¿Éramos reemplazables? A aquellas alturas no sabría que pensar. Si un elegido de la llave espada podía tener tal poder como el de los Maestros, ¿por qué necesitaban tantos?—. ¿Sabéis cuántos aprendices había en Tierra de Partida antes de vuestra llegada? —dijo como si hubiese leído mi mente—. Dos de media por cada Maestro. ¿A qué se debe este cambio tan drástico de números? ¿Cuál es el papel que quieren que desempeñéis? —el hombre curvó sus labios mostrandonos una sonrisa—. Los Maestros no son tontos. Sospechan lo que ocurre aquí. Algunos más que otros. Huelen el aroma de la próxima guerra… Y necesitan cuanto antes aumentar las filas de su ejército.

Alrededor del seguramente uno de los Maestros desaparecidos surgió un portal oscuro del que surgió una mujer... Una chica rubia con sonrisa adorable y aires despistados...

¿Dónde está Wix, Ryota?

¡Ariasu! —exclamé sin saber por qué, me esperaba que la encontraría allí desde un primer momento, pero aún así no me lo creía. La joven me guiñó un ojo como si dijese un "te lo dije, nos veríamos pronto". Como venía a ser normal desde mi punto de vista viniendo de ella se estiró en el asiento sentandose como le pareció más cómodo, sin fijarse en la etiqueta ni nada... Ella era también... ¿Una maestra desaparecida?

Enseguida viene —contestó el hombre que respondía al nombre de Ryota.

Chasqueó los dedos haciendo que un último portal oscuro apareciese a la izquierda de los dos, allí estaba Wix, magullada y herida con grandes manchas de sangre por todo su cuerpo y vestimenta.

¡Menudas pintas! —se rió Ariasu—. Sabía que dirigirlos hacia ti sería divertido. Pero, ¡no tanto! Y alegra esa cara, mujer. ¿Ves cuántos intrusos tenemos hoy? Todos serán para ti…

¿Acaso tendremos que pelear de nuevo contra ella? —pensé. Si le había costado luchar contra solo nosotros no tendría oportunidad contra toda Tierra de Partida, no era invencible. Ella era frágil, como cualquier humano. Y no quería enfrentarme a ella. No quería matarla, aunque nos hubiese criticado por ello, por haberla curado.

De súbito, más sombras salieron del suelo en forma de más portales apareciendo de ellos más personas, la primera, un chico que parecía de otra raza, a pesar de ser humano estaba apoydo contra la pared sin prestarnos mucha atención. Y otros dos que reconocí. Alexis y Diana... Las había visto... ¿Ellas eran parte de los desaparecidos en Bastión Hueco? De Alexis no me sorprendía tanto pero... ¿Diana? ¿Aquella chiquilla de Tebas que solo sabía hablar de togas y moda de aquel mundo? Por último, había otra persona de aspecto extraño, me parecía incluso más hermosa que Diana y llevaba un pájaro con ella, ropas exquisitas y extravagantes de estilo gótico de colores azules y una diadema.

Al cabo de unos segundos, cuando todos aparecieron el hombre que parecía ser el líder continuó hablando.

Y todo se reduce a esto —dijo haciendo una cruz con sus brazos como si quisiese abrazarnos a todos los allí presentes—. Hace siete meses, abrí la puerta que permitió la entrada de los sincorazón a este Reino. Así fue como tres Maestros y cinco aprendices cayeron luchando en Bastión Hueco. ¿Os suena la versión? Si bien la mayoría acudieron horas después del accidente, resultaba bastante sospechoso que un ataque de semejante calibre acabara con tantos hijos de la Llave Espada. ¿O no? Había bastantes coincidencias de por medio…

Pero, ¿quién iba a imaginarlas? —interrumpió la chica de cabellos rubios que había pasado conmigo bastante tiempo durante mi estadía en País de las Maravillas con Fran e Hitori—. ¿Quién iba a creer que, precisamente, precisamente ellos, nosotros, seríamos los culpables? —soltó su característica risita tras soltar aquello. Así que ellos habían provocado que los sincorazón llegasen a este mundo, al menos eso parecía—. ¡Los Maestros son los traidores! ¡Y los aprendices se les han unido! ¡Imposible!

No tanto como crees… —murmuró el otro haciendo que casi fuese imposible escucharlos.

Sonreí, me hizo gracia la conversación que tenían a pesar del contenido de esta. Pero, ¿qué pretendían hacer con eso? ¿Por qué nos llevaban hasta allí?

Probablemente os hayáis dado cuenta de que falta una persona —se refirió hacia el trono vacío—. O, mejor dicho, dos, ya que esta señorita no forma parte del cupo inicial —señaló a Wix—. Sí… En cuanto acudieron, creyendo que venían a arreglar el problema y a salvar a todo el mundo, se dieron cuenta de quiénes eran los verdaderos culpables. Lucharon y… perdieron. Tengo entendido que os habéis encontrado con ambos —sonrió—. Uno escapó recientemente de su prisión, aunque ya de poco nos podía servir… La otra, en cambio… Bueno, algunos la habréis visto de primera mano… y, sino, ahora podéis hacerlo —entonces, aquella mujer era en realidad otra maestra... Y cuando había perdido su corazón la llave espada con él por eso ya no era capaz de luchar con esta. ¿Era eso?

»Desde entonces, Tierra de Partida no ha mandado a nadie más. Ha dejado a la deriva Bastión Hueco. Justo en nuestras manos.

Se mantuvo en silencio, entendía a que se refería. Tras la desaparición de los que habían provocado aquello una maestra y su aprendiz (al menos eso sospechaba que era) habían ido a ver que pasaba, se encontraron con el grupo que había provocado aquello y lucharon. Wix... No, Iwashi, como la había llamado Saxor había perdido contra ellos y por tanto perdido su corazón. ¿Por qué seguía viva entonces frente nuestra?

Desde que pusisteis el primer pie en Tierra de Partida, los Maestros os han enseñado a erradicar a los sincorazón, a eliminarlos a fin de restablecer el equilibrio. Pero, ¿acaso éste no se haya tanto en Luz como en Oscuridad? ¿Por qué defender una y anular la otra? ¿Desde cuándo la Llave Espada ha estado sólo a favor de la primera? —teorizó. Aquello lo había pensado yo también, sí, era cierto. ¿Por qué aquella urgencia de que la luz fuese por encima de la oscuridad? ¿Por qué vetarla? Ellos, desde el principio no me habían permitido explotar mi único punto fuerte; La Oscuridad. Habían tratado que usase hechizos de luz cientos de veces, sin éxito—. Tierra de Partida ha mancillado la sagrada tarea a la que se entregaron los antiguos Portadores de la Llave Espada. No acataré más órdenes de ella. Seguiré siendo un Maestro, fiel a las estructuras que rigen nuestro universo, pero no a las suyas.

»Y vosotros tenéis ahora la oportunidad de cambiar, como hice yo, el destino que os tienen reservado vuestros Maestros.

Se levantó del trono y se acercó al borde de la base que contenía los tres tronos para alzar una mano como si buscase que la cogiesemos.

Uníos a mí —nos propuso, como Ariasu me había ofrecido en el pasado—. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

Los que nunca regresan, como Dejay —recordé. No quería morir, quería la verdad, la sabiduría. Saber por qué tenía la Llave Espada Oscura, por qué no recordaba mi pasado, por qué había "algo" dentro de mí. Aquellas respuestas, solo podía conseguirlas en un sitio, y no era Tierra de Partida.

Avancé, sabía de sobra las miradas que me estarían lanzando mis compañeros, llenas de furia, tal vez, odio, asco, repulsión. Me fui acercando hacia Ryota sin dudar. Tierra de Partida era débil, necitaba sacar mi potencial, mi verdadero poder. Nadie me echaría de menos, era odiado, era alguien no deseado allí.

¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —preguntó Nyx nervioso. Sí, estaba seguro. Al fin y al cabo, era un asesino. ¿Qué mejor que ir allí, donde no me juzgarían por ello? Había matado un inocente y casi había acabado también con Wix hacía escasos minutos, ¿y qué? A ellos eso no le importaría. Los resultados de mi entrenamiento lo era todo, tenía que ser el mejor. Me puse frente a aquel hombre y le observé con interés, de cerca imponía más de lo que lo hacía de lejos aunque no por ello me amedentré o aparté mis ojos de los suyos.

Ragun, elegido de la Llave Espada Oscura —dije en voz alta para que todos los que pertenecían al grupo aquel hombre me escuchase claramente. Tenía una llave espada legendaria, claro que les interesaría—. Espero que nos llevemos bien.

Si para recuperar mi identidad convertía Tierra de Partida en mi enemiga... Que así fuese. La decisión ya había sido tomada.

Spoiler: Mostrar
Edit por un párrafo del Quote que hice al post de Nell que olvidé borrar cuando publiqué este post.
Última edición por Sombra el Lun Sep 10, 2012 7:42 pm, editado 1 vez en total
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Zee » Vie Sep 07, 2012 7:09 am

La oscuridad que me rodeaba era completamente diferente a la que me había envuelto cuando me aventuré al interior de aquel misterioso vórtice en búsqueda de mis amigos. Sí, la presión y la angustia seguían siendo fortísimas, pero ya no eran más insoportables. Simplemente me tragué el nudo en la garganta y esperé, lleno de furia por lo sucedido, a que mi guía me llevara a donde él quisiera.

Ya no era igual. No era la misma oscuridad que me había aterrorizado cuando todo empezó. Ya no era la misma que me había hecho devolver mi almuerzo y mostrar mi debilidad frente a todos. Y ya no era la oscuridad que, de cierta manera, me había tentado al principio.

No. Era una oscuridad que estaría dispuesto a enfrentar para proteger a mis amigos. Una oscuridad a la que ya no podía temer, porque sabía que encontraría la fuerza para defenderme de aquellos a quienes apreciaba. Una oscuridad contra la que continuaría luchando para salvar todo lo que amaba.


Y de pronto, la oscuridad se convirtió en simple sombra, ausencia de luz. No había nada... ¿el supuesto Reino de las Brujas de nuevo? No... podía sentir mi propio cuerpo. Y distinguir algunas siluetas, escuchar algunos murmullos y respiraciones entrecortadas, algunos gritos ahogados... Aquello era el mundo real, y no me hallaba solo en él.

¿Axel? —fue su nombre el que vino primero, evidentemente, porque, a pesar de todo lo que había dicho y hecho durante la batalla, confió en mí... y yo confiaba en él. Fue mi hombro el que eligió para desahogarse, y me agradeció: a mí. Era mi amigo. Y no iba a dejar que se enfrentara a aquella oscuridad él solo.

Pero tan pronto como vino la sombra, llegó la luz... como una metáfora, las lámparas de aquella amplia estancia se encendieron de pronto, mostrando a todos los Aprendices que habían llegado a Bastión Hueco juntos, transportados de nuevo contra su voluntad, a una versión corrupta de aquello que muchos habrían de considerar su hogar. Una copia tétrica y sombría de la Sala del Trono, con decoraciones más oscuras y un ambiente muy poco agradable. Una antítesis de nuestra propia academia.

Y frente a los tronos, una réplica en miniatura del mundo. En su totalidad. Y funcionando con magia desconocida, era como una copia en tiempo real, que mostraba personas, humanos, moviéndose en ella. Tuve que cerrar los puños por la ira al saber que, desde un principio, nos habían estado observando. Que todo había sido el plan de una mente maestra, si es que no había sido sólo un juego. Por un momento, quise sumergirme de nuevo en la locura y destrozar aquello con mis propias manos.

Pero no pude. No cuando una voz se presentó ante nosotros:

Bienvenidos, futuros Maestros. Espero que vuestra estancia en mis dominios haya sido, cuanto menos, instructiva.

Su dueño era un hombre. Mucho mayor que nosotros, e incluso un poco más que Kazuki, diría yo. Si no me equivocaba, se hallaba en sus treintas... pero se veía mucho más cansado de lo que debiera estar. Podía notarse en su mirada, en sus ojos grises enmarcados por su cabello castaño peinado descuidadamente.

Pero me dolió profundamente en mi pecho ver su atuendo y sus modales... una reverencia, con la mano al pecho... Si aquel hombre no era de mi mundo, era seguro asumir que venía de uno muy parecido, como el Castillo de Bestia. Y me molestó saber que, aunque fuesen en cosas tan triviales, se pareciese un poco a mí.

Porque aquél era, sin duda, la mente maestra.

Porque… ¿qué otro objetivo que enseñar podría moverme a obligaros a venir hasta aquí? —cuestionó, retóricamente, mientras daba la media vuelta y se acercaba al trono del centro, como si asumiera su posición como el líder... lo que significaba que no estaba solo—. Es una de las pocas cosas que puedo ofreceros. Conocimiento. Sabiduría. Verdad —continuó, como si intentara tentarnos—. Nadie debería privaros de ellos. Y pensaréis, ¿qué insinúa? ¿Por qué iban a mentirnos nuestros Maestros? ¿Por qué blasfemas tanto contra sus enseñanzas?

Apreté los dientes, porque eran justamente aquellos pensamientos los que cruzaban por mi mente. Ellos habían confiado en nosotros. No iban a ocultarnos nada. Nunca.

No podrían... No lo...

Muy sencillo.

Pero las palabras del hombre hicieron efecto. Habían desaparecido cuando más los necesitábamos; cada vez que se mencionaba a Bastión Hueco, daban una explicación igualmente vacía como su título y nos recordaban que teníamos prohibido aventurarnos al mundo; cada vez que mencionábamos a los desaparecidos, le restaban importancia al asunto al decir que la pérdida era una pena, pero no volvían a comentar nada al respecto... Y no sólo eso, los Aprendices seguían llegando y llegando en números increíblemente altos, lo cual... lo cual probaba el punto que el hombre tocó después:

Nadie necesita darle explicaciones a la carne de cañón. ¿Sabéis cuántos aprendices había en Tierra de Partida antes de vuestra llegada? Dos de media por cada Maestro. ¿A qué se debe este cambio tan drástico de números? ¿Cuál es el papel que quieren que desempeñéis?

>>Los Maestros no son tontos. Sospechan lo que ocurre aquí. Algunos más que otros. Huelen el aroma de la próxima guerra… Y necesitan cuanto antes aumentar las filas de su ejército.


El hombre guardó silencio por unos instantes, dejando que las palabras hicieran efecto. El silencio hasta aquel momento había sido imperturbable. Todos se hallaban reflexionando sobre lo mismo, evidentemente. Todos estaban... todos estábamos dudando. Al igual que cuando aquel primer portal se presentó ante nosotros.

Y precisamente el mismo tipo de oscuridad comenzó a aparecer alrededor de la sala. Primero una joven mujer de corto cabello rubio cubierto por un gorro blanco de gran tamaño, y de vestido verde con largas medias también blancas, la cual llamó al hombre por el nombre de Ryota. Y luego Wix, quien apareció cuando éste chasqueó los dedos, como acudiendo a un llamado; la Guardiana no dijo nada y no nos dedicó ni una sola mirada. Dolía verla así... como su marioneta.

Luego llegó un joven moreno de alborotados cabellos negros con un llamativo atuendo de colores rojizos y dados por aretes, el cual observó a todos con una sonrisa mientras se recargaba en la pared y cruzaba los brazos. Se divertía... igual que su compañera de vestido gótico morado y paraguas que apareció unos instantes después y se burló de unos muchachos en concreto. Y no fueron los únicos, dos chicas más, una de cabello color avellana cuyas vestimentas recordaban a las de Ax, pero adornadas con trozos de plantas; y una de extravagantes vestimentas de un pulcro color blanco, cuya única característica que pude recordar, por lo llamativo, era la majestuosa ave exótica que la acompañaba.

Y todo se reduce a esto —continuó el hombre que había sido nombrado como Ryota, señalando a todos los presentes con los brazos—. Hace siete meses, abrí la puerta que permitió la entrada de los sincorazón a este Reino. Así fue como tres Maestros y cinco aprendices cayeron luchando en Bastión Hueco. ¿Os suena la versión?

Pero aquella no era la versión real, infería. Si Wix había sido una portadora de la Llave-Espada y se hallaba allí, con ellos, entonces... ese extraño grupo había sido el responsable de aquel "accidente". Habían derrotado a los caballeros de la Llave. Eso o...

¿Traidores...?

Si bien la mayoría acudieron horas después del accidente, resultaba bastante sospechoso que un ataque de semejante calibre acabara con tantos hijos de la Llave Espada. ¿O no? Había bastantes coincidencias de por medio…

Sin duda, sin duda. La posibilidad de que algo más grande se ocultara detrás de la invasión de los Sincorazón en Bastión Hueco se me había pasado por la cabeza algunas veces; pocas, pero era cierto. Pero nunca... nunca imaginé que el responsable sería, igualmente, la víctima. Pero quedó claro por lo que dijo la mujer del gorro blanco. Los Maestros habían traicionado a Tierra de Partida. Habían destruido Vergel Radiante ellos mismos.

Y no sólo eso...

Probablemente os hayáis dado cuenta de que falta una persona —continuó Ryota, como si todo aquello no hubiese sido suficiente burla hacia nosotros—. O, mejor dicho, dos, ya que esta señorita no forma parte del cupo inicial —señaló a Wix con el brazo y sentí mi sangre hervir. Por enésima vez en el día, uní las dos dagas en una sola espada...

pero no hice nada. Incluso con tantos compañeros a mi lado, vencer a aquellos que habían traído la destrucción a Vergel Radiante no sería sencillo, y mucho menos en nuestro estado. Retrocedí y desmaterialicé mi Llave en un destello rojizo.

Sí… En cuanto acudieron, creyendo que venían a arreglar el problema y a salvar a todo el mundo, se dieron cuenta de quiénes eran los verdaderos culpables. Lucharon y… perdieron. Tengo entendido que os habéis encontrado con ambos. Uno escapó recientemente de su prisión, aunque ya de poco nos podía servir… La otra, en cambio… Bueno, algunos la habréis visto de primera mano… y, sino, ahora podéis hacerlo.

Su mano se dirigió de nuevo a Wix. Y entonces las palabras de Saxor tomaron sentido... "Maestra Iwashi". Había perdido no sólo su corazón y su Llave... sino su Aprendiz, su voluntad y su propia identidad también. Le habían quitado todo. Y la exhibían con tanto orgullo, como un trofeo de cacería...

Sentí mis ojos tornarse rojos. Pero no hice nada por evitarlo.

No te dejes llevar. No hará sino hacerte más débil...

La silueta transparente de Elizabeth apareció a mi lado. Volvió a dirigirme una de sus sonrisas consoladoras y, junto conmigo, llevó su mano a la empuñadura de mi Llave-Espada. Y aunque no podía sentir sus dedos envolviendo los míos, una extraña sensación de tibieza y familiaridad recorrió mi brazo y se extendió hasta mi pecho, donde se anidó en mi corazón.

Asentí con la cabeza y recobré el control.

Desde que pusisteis el primer pie en Tierra de Partida, los Maestros os han enseñado a erradicar a los sincorazón, a eliminarlos a fin de restablecer el equilibrio. Pero, ¿acaso éste no se haya tanto en Luz como en Oscuridad? ¿Por qué defender una y anular la otra? ¿Desde cuándo la Llave Espada ha estado sólo a favor de la primera? Tierra de Partida ha mancillado la sagrada tarea a la que se entregaron los antiguos Portadores de la Llave Espada. No acataré más órdenes de ella. Seguiré siendo un Maestro, fiel a las estructuras que rigen nuestro universo, pero no a las suyas.

>>Uníos a mí. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

Una oferta... una invitación... un nuevo camino... Una nueva puerta que se abría ante nosotros y nos mostraba un destino diferente, posibilidades no contempladas con anterioridad, un mundo incomprendido y desconocido.

La oportunidad de ser... un Aprendiz de la Oscuridad.

Negué con la cabeza. Nunca. Nanashi había confiado en mí: seguramente había visto algo en mi persona que le había resultado digno; yo no era ninguna clase de carne de cañón. Era un Caballero de la Llave-Espada, y si una cosa tenía clara es que defendería el equilibrio de la Luz y la Oscuridad para proteger todo aquello que fuese querido para mí. No había manera alguna de que pudiese traicionar a los Maestros de Tierra de Partida. Ni a la Luz.

El balance no implica igualdad. El equilibrio entre Luz y Oscuridad es tan imperfecto y frágil... pero es natural —murmuré.

Fueron los seres de la Oscuridad quienes corrompieron la Luz.

Somos habitantes de la Luz. Sólo nos defendemos ante los que resultan una amenaza.

Toman nuestros corazones, engullen nuestra luz, se llevan nuestra voluntad.

¿Cuál es la diferencia entre un Sincorazón y vosotros, entonces?

No fue la Luz quien incubó la Envidia y la Sed de Poder.

Fue la Oscuridad quien comenzó esta guerra—esto lo dije con más fuerza, esperando que quien estuviese cerca mío pudiese escucharme... que pudiese comprender la lógica detrás de las acciones que estaba a punto de tomar—. Y estoy seguro de ello. Los Maestros de Tierra de Partida están haciendo lo correcto. No atacamos a las sombras ni las rechazamos, simplemente las mantenemos a raya; nosotros mismos somos la muestra de que el balance puede existir. Somos Luz y Oscuridad. Nuestro corazón es la prueba. Y no dejaremos que unos resentidos prepotentes quieran un papel más importante que el que les corresponde.

Miré a Elizabeth. Luego busqué a Axel con la mirada... a Mei, a Saxor, a Light, a Ragun... A todos aquellos que eran importantes para mí. En mi mente cruzaron tantas personas... Flynn, Exuy, Hikaru, Ueki, Hiro, Maya... y más, y más: Ronin, Rebecca, Kazuki, Yami, Simon, Akio, Lyn, Rebecca, Nanashi... Todos eran importantes para mí. Eran lo único que me quedaba desde que había perdido todo ante aquella irrompible maldición.

Vi a Ragun subir por las escaleras, pero no me sorprendí ni me ofendí: la Oscuridad era lo suyo. Y se lo había dicho claramente una vez. Él no era ningún monstruo ni asesino por elegir aquel camino.

Sonreí y materialicé mi daga entre mis dedos. Mi decisión había sido tomada.

Caminé en dirección a Axel y, cuando lo encontré, simplemente le puse mi mano en un hombro y deslicé mi vieja arma entre sus dedos. Era una simple daga, pero... era importante para mí. Había sido el inicio de todo. Aquella hoja representaba el enorme cambio que había llegado a mi vida y que no iba a descartar así como así.

Sin importar lo que elijas... recuerda que puedes confiar en mí, Ax.

Y me alejé...

¡Si una cosa he aprendido...! —alcé la voz, para que todos pudiesen escucharme— ¡...es que la Luz más poderosa nace siempre de lo más profundo de las sombras!

Miré a Ragun, esperando que sus ojos se toparan con los míos por lo menos por un instante. Sin importar el destino que él o el resto de mis amigos tomaran, nuestros corazones estaban conectados... y al final, eso sería más fuerte que la tentación de la oscuridad. Lo sabía. Sin importar donde me hallara, no iba a olvidar a aquellos que habían hecho mi corazón más fuerte. Y confiaba en que ellos tampoco.

Di un paso atrás.

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Xefil elige el bando de la Luz
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Saxor » Vie Sep 07, 2012 4:40 pm

Las sombras desaparecieron, o eso creía, pues no se podía ver nada. Estuve a punto de soltar un grito para llamar a mis compañeros, cuando cuatro luces iluminaron un tablero. Ese tablero no se iluminaba mucho, pero las luces de toda la sala se encendieron a la vez, aunque seguía estando algo oscuro. Me quedé de piedra al ver aquella sala. El viaje no había sido como la primera vez, sino mucho más corto, así que... ¿Cómo podíamos estar en lo que parecía la sala de tronos de Tierra de Partida?

No... No era Tierra de Partida. No había vidrieras , y todo era mucho más tétrico... ¿Estábamos aún en Bastión Hueco? Aquella estancia no la había visto en la vida, por lo que aquella sala la habían construido recientemente. Después de plantearme esas dudas, me dirigí al tablero, que estaban mirando Ragun y su mascota. En aquel tablero se veía todo Bastión Hueco, pues me conocía demasiado bien la ciudad para no reconocerla a simple vista. Fijándome bien, vi miniaturas de tres personas moviéndose, lo que me hizo pensar que nos habían estado espiando.

Entonces me percaté de un hombre al lado de la maqueta de Bastión Hueco. Un hombre de cabello castaño, que parecía algo mayor, miraba la maqueta para que no hubiera intrusos.

Bienvenidos, futuros Maestros — Saludó de repente, con una reverencia—. Espero que vuestra estancia en mis dominios haya sido, cuanto menos, instructiva.— Se separó entonces del tablero y se dirigió a los tronos, mientras seguía hablando.—Porque… ¿qué otro objetivo que enseñar podría moverme a obligaros a venir hasta aquí? Es una de las pocas cosas que puedo ofreceros. Conocimiento. Sabiduría. Verdad —comentó las cosas que oímos cuando aquél meteorito llegó a Tierra de Partida—. Nadie debería privaros de ellos. Y pensaréis, ¿qué insinúa? ¿Por qué iban a mentirnos nuestros Maestros? ¿Por qué blasfemas tanto contra sus enseñanzas?

La verdad era que pensaba aquellas cosas. Tenía mucho respeto al Maestro Ronin, porque él me había sacado del mundo en el que ahora mismo estaba, y me salvó la vida. No podía pensar mal de ellos.

»Muy sencillo.

En aquel momento, se sentó en el trono central, tras lo que dejó pasar unos segundos de tensión, tras lo que empezó su discurso.

Nadie necesita darle explicaciones a la carne de cañón — ¿Por qué nos llamaba carne de cañón? no lo sabía entonces, pero lo explicaría en ese mismo instante—. ¿Sabéis cuántos aprendices había en Tierra de Partida antes de vuestra llegada? —entonces levantó dos dedos—. Dos de media por cada Maestro. ¿A qué se debe este cambio tan drástico de números? ¿Cuál es el papel que quieren que desempeñéis? Los Maestros no son tontos. Sospechan lo que ocurre aquí. Algunos más que otros. Huelen el aroma de la próxima guerra… Y necesitan cuanto antes aumentar las filas de su ejército.

Entonces, unas cuantas sombras aparecieron en el trono de la derecha, vaticinando la aparición de una persona. En el trono derecho, apareció una mujer rubia con un vestido verde y un gorro blanco.

¿Dónde está Wix, Ryota? —preguntó. Me revolvía las entrañas que una persona como Wix fuera manipulada por las personas que se encontraban en los tronos. Aquellos dos sospechaba que debían ser dos de los tres maestros desaparecidos de Tierra de Partida, siendo Iwashi la tercera.

Enseguida viene —anunció.

Tras un chasquido de dedos, en el trono izquierdo apareció, entre sombras, Hisa Wix, la última de los tres maestros desaparecidos.

¡Menudas pintas! —se rió—. Sabía que dirigirlos hacia ti sería divertido. Pero, ¡no tanto! Y alegra esa cara, mujer. ¿Ves cuántos intrusos tenemos hoy? Todos serán para ti…
Aquello me enfadó aún más. ¿Habían usado a Wix por pura diversión? Esas personas eran despiadadas, no podía dejar que se saliesen con la suya.

Entonces, más personas fueron apareciendo en sombras oscuras. Un chico con un dado colgando, una chica con un paraguas, una chica con un vestido negro, y... Diana, la chica que conocí en las Islas del Destino. Cuatro personas... Debían de ser los aprendices desaparecidos. Me impresionó que todos los desaparecidos fueran los que parecían dominar el castillo.

En aquél instante, el líder de todos los desaparecidos, siguió hablando.

Y todo se reduce a esto. Hace siete meses, abrí la puerta que permitió la entrada de los sincorazón a este Reino. Así fue como tres Maestros y cinco aprendices cayeron luchando en Bastión Hueco. ¿Os suena la versión? Si bien la mayoría acudieron horas después del accidente, resultaba bastante sospechoso que un ataque de semejante calibre acabara con tantos hijos de la Llave Espada. ¿O no? Había bastantes coincidencias de por medio…

Él lo había admitido. había sido el culpable de la destrucción de Vergel Radiante. Había sido el causante de la muerte de mis padres y amigos. Tenía que pagar. Tenía que pagar por todo lo que había hecho. Tenía que acabar con él.

Pero, ¿quién iba a imaginarlas? ¿Quién iba a creer que, precisamente, precisamente ellos, nosotros, seríamos los culpables? ¡Los Maestros son los traidores! ¡Y los aprendices se les han unido! ¡Imposible!

No tanto como crees…

Probablemente os hayáis dado cuenta de que falta una persona —recordó a los presentes—. O, mejor dicho, dos, ya que esta señorita no forma parte del cupo inicial —comentó, señalando a Wix—. Sí… En cuanto acudieron, creyendo que venían a arreglar el problema y a salvar a todo el mundo, se dieron cuenta de quiénes eran los verdaderos culpables. Lucharon y… perdieron. Tengo entendido que os habéis encontrado con ambos —sonrió—. Uno escapó recientemente de su prisión, aunque ya de poco nos podía servir… La otra, en cambio… Bueno, algunos la habréis visto de primera mano… y, sino, ahora podéis hacerlo — señaló a Wix, demostrando mi teoría de que ella era la maestra que faltaba... y todo encajaba. Ella y su aprendiz habían intentado salvar Vergel Radiante, y habían perdido, le extrayeron a Iwashi su corazón y la usaron como marioneta. Por eso les tenía miedo.

»Desde entonces, Tierra de Partida no ha mandado a nadie más. Ha dejado a la deriva Bastión Hueco. Justo en nuestras manos.

Enviaron al Maestro Ronin...─ Les dije directamente a ellos, aunque no sirviera de mucho. Vino y me salvó la vida. Me llevó a Tierra de Partida y me dio un hogar. Si no me hubiera encontrado... ¿Habría detenido a los maestros y aprendices que habían acabado con mi mundo, o habría muerto en el intento? Aquello era algo que ya no podía saber.

Desde que pusisteis el primer pie en Tierra de Partida, los Maestros os han enseñado a erradicar a los sincorazón, a eliminarlos a fin de restablecer el equilibrio. Pero, ¿acaso éste no se haya tanto en Luz como en Oscuridad? ¿Por qué defender una y anular la otra? ¿Desde cuándo la Llave Espada ha estado sólo a favor de la primera? Tierra de Partida ha mancillado la sagrada tarea a la que se entregaron los antiguos Portadores de la Llave Espada. No acataré más órdenes de ella. Seguiré siendo un Maestro, fiel a las estructuras que rigen nuestro universo, pero no a las suyas.

»Y vosotros tenéis ahora la oportunidad de cambiar, como hice yo, el destino que os tienen reservado vuestros Maestros.

¿Estaba insinuando lo que creía? ¿Por eso nos había traído hasta aquí? En aquel momento, se levantó y extendió la mano hacia nosotros.

Uníos a mí —al final, llegó al grano. Esa era la razón por la que nos había enviado. Para unirnos a él—. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

El primero en dar un paso al frente fue Ragun. Aquello no me lo esperaba, pero, como amigo, tenía que respetar su decisión. Luego, el chico de verdes ropajes que nos ayudó contra Wix, retrocedió, demostrando que quería quedarse en Tierra de Partida. Yo no me lo iba a pensar. Ellos le habían hecho esto a mi mundo, y tenían que pagar. Me dispuse a retroceder, cuando el pecho me dolió mucho más que nunca. Xayim quería hacer algo. El dolor era tan fuerte, que me hizo arrodillarme, y cerrar los ojos.

***


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Un mar de oscuridad. Empiezo a caer por un mar de tinieblas, en el que veo cada vez más cerca una vidriera. La vidriera, sin embargo, se vuelve diferente. Ahora no estoy con los ojos cerrados, sino abiertos, y con una sonrisa despiadada. ¿Por qué se veía aquella vidriera así? Cuando aterricé en aquella vidriera, un círculo de tinieblas, igual al que habían usado los portadores de la oscuridad para llegar a los tres tronos, hizo aparecer a Xayim, con una sonrisa igual de despiadada que la de la vidriera.

Ha llegado la hora de que tome el control, Saxor.─ Empezó a decir.─Ha llegado la hora de que controle tu cuerpo, algo que me pertenece desde que empecé a existir.

¿Lo que decía era cierto? ¿Iba a controlar mi cuerpo? Aquello no podía dejar que pasara. Ese ser me había obligado a hacer cosas horribles, y quien sabe lo que haría si le dejaba suelto. Invoqué mi Llave Espada, dispuesto a pelear.

¡No si puedo evitarlo!─ Grité, mientras empezaba a correr hacia él para matarlo.

No lo entiendes...─Fue lo único que dijo mientras corría a por él. Casi al lado, salté, levanté mi Llave Espada, y realicé un tajo vertical que acabaría con él, pero... mi Llave Espada se esfumó.

¿Acaso no sabes quién es el dueño de este corazón?─ Me dijo, tras lo que hizo una carcajada. Mis ojos se habían abierto como platos, y miraba al suelo de la vidriera, asustado. Mi Llave Espada se materializó en las manos de Xayim, pero... su color era completamente negro.

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Me clavó aquella Llave Espada en el pecho, atravesándome el... ¿Corazón? No, no sentía nada, salvo pánico. De mi pecho salía una oscuridad alrededor de donde se había clavado aquella Llave Espada.

Tú no eres dueño de nada, Saxor. Tu no eres nada─Fue lo último que oí, cuando empezó a entrarme sueño, y cerraba los ojos, rendido.


***


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El chico dejó de sentir dolor. Mientras se levantaba, una sonrisa se le dibujó en el rostro, mientras abría unos ojos de color púrpura.

He... esperado mucho tiempo...─ Murmuraba, con una voz increíblemente diferente a la de Saxor─Para que se me presentase esta oportunidad.

El chico se adelantó hasta los maestros de la oscuridad. Inclinó la cabeza y la espalda, a modo de saludo.

Se presenta Xayim.─ Dijo, en vez de su nombre real─Un corazón de pura oscuridad.

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A partir de aquí narraré en tercera persona, debido a el cambio de personalidad.

Y Saxor Xayim pasa al lado de la Oscuridad.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor EspeYuna » Vie Sep 07, 2012 5:16 pm

¿Dónde me encontraba?

Tan pronto como esa pregunta surgió en mi cabeza, las luces de la estancia se iluminaron. Aquel lugar... las paredes, el techo, todo... era tan familiar. Recordé la noche que conocí a Ragun, aquella sala dónde había tres asientos parecidos a los de los reyes medievales.

¿Habíamos vuelto? ¿Estábamos en Tierra de Partida?

No... el aspecto era mucho más macabro, incluso cuando yo había estado por primera vez en la sala por la noche, buscando alguna salida a los jardines de mi nuevo hogar. El alivio se esfumó. La pesadilla no había acabado.

Miré a mi alrededor: Kit, Hitori, Kousen, Fátima, Adelaida... todos estaban allí. Pero no sólo ellos: los demás aprendices de Tierra de Partida habían acabado en aquella sala, al igual que nosotros. Busqué con la mirada, encontrándome con caras familiares. El alivio volvía, Fyk, Zait.. estaban vivos.

Una lágrima se asomó por mi mejilla izquierda, cuando vislumbré la figura de Ragun en la sala. Había sobrevivido.

Había "caído" en la sala de bruces al suelo. Me levanté, con las pocas fuerzas que me quedaban. En realidad, todavía tenía fuerza mágica para combatir, pero... ¿sería necesario? ¿Qué estaba pasando allí? ¿Andrei...?

Una maqueta, en el centro de la sala, llamó la atención de nuestros ojos, invadidos por el miedo y la curiosidad. Reconocí una de las figuras que se movían por arte de magia en el tablero... ¿un mapa?

—¿Y-Yuffie?

Así es. Era Yuffie, la chica que nos había querido ayudar. No era posible.

¿Nos habían estado observando desde el principio? ¿Como unas simples marionetas, sabían exactamente cada uno de nuestros movimientos?

Entonces me di cuenta de que había una persona, aparte de todos los aprendices presentes, justo al lado del tablero. Un hombre con mirada cansada, que me recordó por un momento al Maestro Kazuki.

Bienvenidos, futuros Maestros —saludó, realizando un saludo de cortesía inclinando su cuerpo ¿Pero qué...?—. Espero que vuestra estancia en mis dominios haya sido, cuanto menos, instructiva.

Tragué saliva. Por un momento, me había parecido un hombre normal, incluso muy parecido a nuestros Maestros. No. Todo lo contrario, noté la sensación que provocaba estar en la misma sala que aquel hombre: negatividad. No sabía si era un sexto sentido que había desarrollado desde hacía algún tiempo, por culpa de los sincorazón o la llave-espada, pero... era escalofriante, a pesar de su inocente aspecto. Se separó del mágico tablero y siguió hablando. Él nos había traído hasta allí, desde Tierra de Partida.

Porque… ¿qué otro objetivo que enseñar podría moverme a obligaros a venir hasta aquí? Es una de las pocas cosas que puedo ofreceros. Conocimiento. Sabiduría. Verdad. Nadie debería privaros de ellos. Y pensaréis, ¿qué insinúa? ¿Por qué iban a mentirnos nuestros Maestros? ¿Por qué blasfemas tanto contra sus enseñanzas?

»Muy sencillo.

Se sentó en el trono central de la sala.

¿A qué se estaba refiriendo con esas "mentiras"? ¿Nuestros Maestros? ¿Akio? No, él no me ocultaba nada... ¿no?

Nadie necesita darle explicaciones a la carne de cañón —aquellas últimas palabras del hombre atravesaron mi ser como cuchillas afiladas. "Carne de cañón"—. ¿Sabéis cuántos aprendices había en Tierra de Partida antes de vuestra llegada? Dos de media por cada Maestro. ¿A qué se debe este cambio tan drástico de números? ¿Cuál es el papel que quieren que desempeñéis? —sonrió, pero no despertó en mí la más mísera empatía—. Los Maestros no son tontos. Sospechan lo que ocurre aquí. Algunos más que otros. Huelen el aroma de la próxima guerra… Y necesitan cuanto antes aumentar las filas de su ejército.

¿U-una guerra? —susurré, sorprendida de la idea que tenía el hombre sobre nuestros Maestros. No entendía nada. ¿Para qué nos querían?

Surgieron sombras del suelo, haciendo aparecer más personas aparte de aquella persona que mostraba serenidad ante nosotros. Una muchacha apareció en uno de los tronos, rubia, vestida con tonos verdosos.

¿Dónde está Wix, Ryota? —preguntó. Así que aquel hombre se hacía llamar Ryota... le guiñó un ojo a alguien, no pude evitar dirigir mis ojos a quien... uno de ellos era Ragun. ¿S-se conocían acaso? Y parece que Hitori y Fran también fueron correspondidos por aquel guiño que, a pesar de parecer infantil e inocente, despertaba en mí la intriga, la duda... la desconfianza.

Enseguida viene —anunció Ryota. Éste castañeó los dedos y apareció en el trono de su izquierda la figura de una mujer joven, atractiva, de largos cabellos rojizos... y no sólo el cabello estaba cubierto de aquel color, todo su cuerpo se encontraba ensangrentado, pero la mujer, a diferencia de la otra muchacha, se mantuve firme, en silencio, sin hablar. Wix se llamaba... la observé horrorizada, debido a su deplorable aspecto... ¿qué le había pasado?

¡Menudas pintas! —comentó la rubia, riéndose de su aspecto. No sé por qué, pero mi corazón se llenó de rabia. Había algo en aquella mujer, algo diferente—. Sabía que dirigirlos hacia ti sería divertido. Pero, ¡no tanto! Y alegra esa cara, mujer. ¿Ves cuántos intrusos tenemos hoy? Todos serán para ti…

Más sombras comenzaron a surgir, apareciendo personas de ellas: Andrei se cruzó de brazos, apoyándose en la pared. Aquella sonrisa, observándonos... los nervios volvían a florecer en mi piel. Más chicas, una que parecía burlarse de nosotros con un toque infantil y travieso. Y otras dos más... me quedé helada. ¿Tantos eran? ¿Qué querían de nosotros?

"¡Maldita sea Akio! ¿Dónde estáis?"

Ryota siguió su discurso, extendiendo los brazos.

Y todo se reduce a esto. Hace siete meses, abrí la puerta que permitió la entrada de los sincorazón a este Reino. Así fue como tres Maestros y cinco aprendices cayeron luchando en Bastión Hueco. ¿Os suena la versión? Si bien la mayoría acudieron horas después del accidente, resultaba bastante sospechoso que un ataque de semejante calibre acabara con tantos hijos de la Llave Espada. ¿O no? Había bastantes coincidencias de por medio…

¿¡Qué!?

Pero, ¿quién iba a imaginarlas? —intervino la chica rubia que se encontraba a su lado, riendo—. ¿Quién iba a creer que, precisamente, precisamente ellos, nosotros, seríamos los culpables? ¡Los Maestros son los traidores! ¡Y los aprendices se les han unido! ¡Imposible!

No tanto como crees… —murmuró Ryota, tras lo que dijo su compañera.

No podía ser verdad... conocía aquellos datos... Maestros y Aprendices que desaparecieron con la invasión de los Sincorazón... ¿acaso...? ¿Ellos fueron los culpables? ¿Eran portadores de la Llave-Espada? No. Aquella arma era para hacer el bien, no el mal. Habían destruido un mundo... ¿pero por qué razón...?

Probablemente os hayáis dado cuenta de que falta una persona. O, mejor dicho, dos, ya que esta señorita no forma parte del cupo inicial —mencionó, señalando significativamente a la llamada Wix. Ésta se mantuvo fría y distante—. Sí… En cuanto acudieron, creyendo que venían a arreglar el problema y a salvar a todo el mundo, se dieron cuenta de quiénes eran los verdaderos culpables. Lucharon y… perdieron. Tengo entendido que os habéis encontrado con ambos. Uno escapó recientemente de su prisión, aunque ya de poco nos podía servir… La otra, en cambio… Bueno, algunos la habréis visto de primera mano… y, sino, ahora podéis hacerlo.

No estaba entendiendo nada. En cierto modo, podía asemejar la información, pero existían ciertos detalles que se me escapaban. Nosotros nos habíamos encontrado con Andrei. Quizás, los demás aprendices... aquella mujer, Wix, estaba totalmente cubierta de sangre... ¿habría estado combatiendo con algunos de los nuestros? Miré de reojo a Ragun, y a demás aprendices... algunos presentaban algunas magulladuras, pero otros tenían un aspecto deplorable.

»Desde entonces, Tierra de Partida no ha mandado a nadie más. Ha dejado a la deriva Bastión Hueco. Justo en nuestras manos.

No tenía fuerza de voluntad para preguntarle, pues no era timidez, sino miedo, lo que me impedía cuestionarles. Ya lo había dado todo de mí, vencida por el terror, cuando ataqué a Andrei con un hechizo.

Desde que pusisteis el primer pie en Tierra de Partida, los Maestros os han enseñado a erradicar a los sincorazón, a eliminarlos a fin de restablecer el equilibrio. Pero, ¿acaso éste no se haya tanto en Luz como en Oscuridad? ¿Por qué defender una y anular la otra? ¿Desde cuándo la Llave Espada ha estado sólo a favor de la primera? —razonó Ryota—. Tierra de Partida ha mancillado la sagrada tarea a la que se entregaron los antiguos Portadores de la Llave Espada. No acataré más órdenes de ella. Seguiré siendo un Maestro, fiel a las estructuras que rigen nuestro universo, pero no a las suyas.

Él era un Maestro. Un Maestro que había traicionado el papel de un Caballero que empuñaba la Llave-Espada, nuestro deber. "Ni siquiera yo soy capaz de anular la mía", pensé. Era así. Cédric era un sincorazón. Cada vez que me encontraba con él, lo tenía más claro. Pero, por alguna razón, no me atacaba. A pesar de que su oscuridad se intentaba alimentar de mi corazón, había adquirido unos sentimientos, una personalidad. Era extraño, pues un sincorazón no parecía tener sentimientos, sólo la sed de devorar la oscuridad de nuestros corazones, ¿no?

»Y vosotros tenéis ahora la oportunidad de cambiar, como hice yo, el destino que os tienen reservado vuestros Maestros.

¿Qué estaba insinuando aquel traidor? ¿Que nuestros Maestros nos estaban traicionando? ¡¡Akio nunca...!!

¿Eh?

Me llevé la mano al corazón, pues mi di cuenta de algo tras lo que había dicho Ryota. ¿Dónde estaban los Maestros? ¿Por qué no habían acudido aún en nuestra búsqueda? ¿Los Moguris no habrían dado ya la voz de alarma tras desaparecer todos los aprendices? ¿Qué demonios...? Deseaba que no fuese cierto, que los Maestros nos estuviesen buscando como los padres que pierden a sus hijos en una ciudad, cuando estos sueltan su mano. No podía ser verdad que, en realidad, Akio... "Carne de cañón", esas palabras volvieron a retumbar en mis oídos, en mi corazón, marcándolo de dolorosas dudas.

El "Maestro Ryota" se levantó del trono y extendió su mano hacia nosotros.

Uníos a mí. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

Aquello me pilló totalmente desprevenida. ¿¡Unirnos a él!? ¿Tras todo lo que nos había hecho pasar, las incógnitas, el miedo, los combates, la sangre derramada...? Observé a Kit, pues era el amigo que se encontraba más cerca mía.

¿Qué demonios está pasando, Kit? —dije, con la voz quebrada. No entendía nada. ¿Para qué nos querían?

Ofrecer conocimiento, verdad... ¡yo no las necesitaba! ¡yo...!

"¡Sí, sí que lo quieres!"

Bum bum, bum bum

"¡Así podré volver a casa! ¡Por favor, ve con ellos, ellos sabrán cómo volver a mi hogar!"


Hacía tanto tiempo que no escuchaba aquella voz. La voz de una niña, que quería volver a su hogar, a un castillo el cual desconocía. Sin embargo, la calidez de aquella niña, sus súplicas... me embriagaron.

Di unos pasos al frente, pensando que, quizás, ellos pudiesen ayudarme. Mi broche de plata escondía muchas incógnitas. Su pasado, Cédric, aquella niña que, sospechaba claramente... que era Evangeline. Xinjat... y su amo. El conocimiento, la verdad... tan tentador...

Pero, en el último momento, antes de que mis labios se abriesen para aceptar su invitación, alguien había dado el primer paso.

Y volví a recuperar la poca cordura que me faltaba.

Ragun —dije, espantada de verlo marchar con ellos. No, no, no... ¡¡no!! ¿Ragun iba a traicionarnos?

Y, de entre la multitud, un muchacho comenzó a hablar. No le conocía, pero sus palabras me sacaron de la dolorosa desconfianza en Tierra de Partida.

"Fue la Oscuridad quien comenzó esta guerra"


Cierto. Los sincorazón se habían multiplicado de forma alarmante. Sobretodo, tras que Ryota hubiese abierto la... ¿puerta? de aquel mundo. ¡¡Era él el responsable de aquel desequilibrio!! Nuestro deber era equilibrarlo. Y además, si fuésemos portadores absolutos de la luz... ¿Kazuki hubiese aceptado a Ragun como su aprendiz? ¿No lo habrían expulsado de Tierra de Partida, tras ver que su llave-espada había tornado a la oscuridad?

Incluso, si yo, tras haber estado en los entrenamientos y clases de Kazuki, había llegado a la conclusión de que era afín a la más pura luz... ¿cómo era que un monstruo de oscuridad adormitaba en mi interior? Podía existir el equilibrio.

Di unos pasos hacia atrás, volviendo con mis compañeros. De una forma patética, debía decir, pues estaba temblando, a pesar de saber que quería quedarme del lado de mi nuevo hogar.

Y miles de voces me abordaron, apoyando mi decisión. Fragmentos de recuerdos lejanos...

"No se encuentras aprendices así todos los días, Akio. Ella merece esta oportunidad."

"¿Querrías ser mi nueva e inútil aprendiz?"

"Cualquier maestro que se precie daría su... vida por sus eh... aprendices. Podríamos decir que somos casi como vuestros eh... padres."


Y una promesa.

"¡...y más aún! ¡¡No pienso traicionar a Akio!! ¡No te diré dónde está! ¡¡Puedes hacer conmigo lo que quieras, pero jamás le haré eso a Akio!! ¡¡Jamás...!!"


No. Jamás traicionaría a mi Maestro.

Nunca.

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EspeYuna
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The Unknowns
 
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